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Psicoanálisis

Unidad 1
Contexto histórico de la génesis de los conceptos freudianos
El paradigma era el positivista y con Freud, a fines del s XIX (1893 aprox), con el descubrimiento del icc, esto cambio
ya que los síntomas histéricos son explicados a partir de los conflictos inconscientes.
Esta ruptura de paradigma se da la reformulación de diversos conceptos tomados de las otras disciplinas por
ejemplo: síntoma, yo (psiquiatría), trauma

Sujeto para el psicoanálisis


Somos sujetos del icc, no nacemos sujetos del icc. Pero que se constituyen a consecuencia de una represión

Responsabilidad
Si bien hay un determinismo icc para el psicoanálisis no somos víctimas sino que como espacio propone la
posibilidad de que el sujeto tome un lugar activo que pueda hacer algo respecto de lo traumático. Esta
responsabilidad refiere a la dignidad del sujeto.

Originalidad del descubrimiento freudiano


La originalidad es el descubrimiento del icc a lo largo de la teoría.
3 estatutos: descriptivo (describía la cualidad de la represión), dinámico (1900: todo lo reprimido y es el icc freudiano
porque es sexual infantil y reprimido), estructural (aquel icc no reprimido).

Herencia
(Algunas consideraciones con miras a un estudio comparativo de las parálisis motrices, orgánicas e histéricas)
Enseñanza de Charcot
Charcot a la histeria la ve como una enfermedad de manifestaciones excesivas que tiende a producir sus síntomas
con la mayor intensidad posible. La parálisis histérica es de una delimitación exacta y de una intensidad excesiva y
estas dos características las diferencias de la parálisis cerebral orgánica (por ej. Hay una parálisis de afecta al brazo
pero que no hay huellas en la pierna o cara)
Respecto de las parálisis motrices u orgánicas se distinguen la parálisis perífero-espinal (a nivel medular y ante una
lesión se proyecta por fibras nerviosas directas que afectan a un muscula individual y concreto por eso se denominan
parálisis de proyección) y la cerebral (en cambio, a nivel cortical por lo cual afecta a fragmentos del cuerpo y la
parálisis representa la zona de la corteza dañada por eso se dice parálisis de representación).
Freud dice “podemos comparar la cerebral con la histérica porque ambas son parálisis de representación aunque en
la parálisis histérica la representación tiene otras características”. Además, charcot define a las parálisis histéricas
con una lesión dinámica o funcional ya que dicha lesión no evidenciaba huellas en el cadáver en la autopsia.
A Freud no le convence esta expresión ya que decir lesión dinámica esconde la idea de que son afecciones orgánicas
pasajeras.
El afirma por el contrario que las parálisis histéricas son independientes de la anatomía del Sistema Nervioso ya que
la histeria se comporta en sus parálisis y otras manifestaciones como si la anatomía no existiera o como si no tuviera
noticia alguna de ella.
Freud a partir de esto plantea una distinción respecto de lo que concibe la medicina de relación al organismo y el
cuerpo. El organismo es la anatomía y el cuerpo es una representación psíquica.
La histeria es ignorante de la distribución de los mismos y toma a los órganos en sentido vulgar: el brazo es brazo… si
el brazo está paralizado lo que esta alterado es la representación, la concepción del brazo. Esta representación tiene
un gran valor afectivo y el brazo estará paralizado en la medida en que persista. En tanto se libra de ese valor
afectivo el brazo se libera.

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Histeria traumática o común no traumática (Herencia de Charcot. Comunicación preliminar)
Es un tipo de histeria descrito por Charcot. Luego de un traumatismo físico y pasado un periodo de latencia y
aparecen síntomas histéricos como una parálisis que no pueden ser explicados por dicha lesión. Además en ese
momento la persona sintió que su vida corría peligro (factor accidental o sorpresa). Charcot reprodujo esto en
diferentes pacientes y llego a la conclusión de que el síntoma histérico no es reproducido por el shock físico sino por
la representación ligada al mismo es decir por un trauma psíquico.
Freud concluye que existe una completa analogía entre la histeria traumática y la común. La única diferencia es que
en la primera se identifica un único gran trauma mientras que en la segunda se trata de una serie de traumas
parciales que constituyen capítulos de una historia de padecimientos.

Diferentes fundamentos para explicar la génesis de los síntomas histéricos (La neuropsicosis de defensa y
contribución a la historia del momento psicoanalítico)
El síntoma histérico justifica el supuesto de una escisión de la conciencia conformación de grupos psíquicos
separados, esto es universalmente aceptado. Pero no hay un acuerdo sobre el origen de esa escisión y sobre el papel
de esta desempeña en la histeria. Los diferentes fundamentos para explicar la génesis de los síntomas histéricos son:
Janet: propone una teoría neurológica, para él la escisión de cc es un rasgo primario de la histeria. Esta tiene por
base una endeblez innata de la aptitud para la síntesis psíquica. Hay un estrechamiento del campo de cc ya que
presentan una tasa hereditaria y degeneración del SN.
Breuer: propone una teoría aun fisiológica, para base y condición de la histeria es la presencia de unos estados de cc
peculiarmente oníricos, con una aptitud limitada para la asociación a los que denomina estados hipnoides. La
escisión de cc es secundaria y se produce en virtud de que las representaciones que surgen en estados hipnoides
están segregadas del restante contenido de la cc.
Freud: la explicación de los síntomas histéricos se debe buscar en el ámbito de lo psíquico ya que un pensamiento,
una palabra o una representación son capaces de enfermara a la persona. Entiende los síntomas a partir del
concepto de defensa: ante una representación inconciliable el yo pone en marcha una defensa, desaloja dicha
representación hacia otro escenario y en su lugar deja un síntoma.
“la tarea que el yo defensor se impone, es tratar como no acontecida la representación inconciliable pero una vez
que la huella mnémica y el afecto adherido a la representación están ahí ya no se los puede extirpar. Por eso una
solución aproximada de esta tarea es lograr convertir esta representación intensa en una débil. Arrancarle el afecto,
la suma de excitación. Entonces la suma de excitación divorciada tiene que ser aplicada a otro empleo. En la histeria
se transpone la suma de excitación a lo corporal y por eso se denomina síntoma de conversión”
En tales condiciones, la huela mnémica de la representación reprimida no ha sido sepultada sino que forma en lo
sucesivo el núcleo de un grupo psíquico separado (seria como el icc pero no lo nombra así todavía)

Concepto de yo
Tomado de la psiquiatría el yo es el mapa de representaciones. Son los pensamientos y valores de la persona.
En ese momento de la teoría son sinónimos: represión, defensa y esfuerzo de desalojo.
La defensa hace un divorcio entre la representación y el monto de afecto: la tarea que el yo defensor se impone,
tratar como no acontecida a la representación inconciliable no es posible; por eso equivale a una solución
aproximada lograr convertir esta representación intensa en una débil, arrancarle el afecto, la suma de excitación. La
suma de excitación divorciada tiene que encontrar otro empleo: en la histeria se transpone a lo corporal y por eso se
le llama conversión. La huella mnémica de la representación reprimida no ha sido sepultada sino que forma en lo
sucesivo el núcleo psíquico separado.

Definición de síntoma
Es una formación sustitutiva porque ocupa el lugar de lo que se reprimió. Es una formación de compromiso entre el
deseo icc y la defensa.
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Hipótesis auxiliar(En neuropsicosis de defensa)
En las funciones psíquicas cabe distinguir algo (monto de afecto, suma de excitación) que tiene todas las
propiedades de una cantidad aunque no poseamos ningún medio para medirla; es algo susceptible de aumento,
disminución, desplazamiento y descarga y se difunde por las huellas mnémicas de las representaciones.

Métodos
Catártico (comunicación preliminar y las neuropsicosis de defensa)
Hemos investigado que el síntoma histérico debe su ocasionamiento a un suceso del pasado, suele tratarse de una
vivencia desagradable de comentar para el enfermo, que en realidad no recuerda y no da cuenta del nexo causal
entre el proceso ocasionador y el fenómeno patológico. Es preciso hipnotizar a los enfermos y así despertarles los
recuerdos en que el síntoma afloro la primera vez.
Los síntomas histéricos se deben a un trauma psíquico ocasionador, es decir el trauma es un agente provocador que
desencadena el síntoma. El trauma psíquico o bien el recuerdo de el obra al modo de un cuerpo extraño que aun
mucho tiempo después de su intrusión tiene que ser considerado como de eficacia presente.
Con el método se buscaba guiar la excitación de lo corporal a lo psíquico para descargar la excitación por medio del
habla. Es decir cuando se conseguía despertar con plena luminosidad el recuerdo del proceso ocasionador junto con
el afecto acompañante y el enfermo lo expresaba en palabras los síntomas desaparecían (un recordar no
acompañado de afecto es siempre ineficaz)
En este momento Freud considera que el organismo tiende a la homeostasis es decir a mantener la energía lo más
baja o constante sea posible. Cada suceso, cada impresión psíquica están provistos de cierto valor afectivo del que el
yo se libra por distintas vías. Las distintas vías de abreacion son:

VIA MOTORA: movimientos voluntarios e involuntarios por medio de la palabra y de un trabajo psíquico asociativo
en el cual, por ejemplo, la propia dignidad. Si el individuo no quiere o no puede tramitar el excedente, el recuerdo de
esta impresión adquiere la importancia de un trauma y deviene la causa de los síntomas histéricos. Es decir, el
histérico padece de unos traumas psíquicos que no han sido suficientemente abreaccionados.

Apremio (sobre la psicoterapia de la histeria).


Para Freud era preciso reemplazar la hipnosis y a pesar de ellos obtener los recuerdos patógenos y así es que utilizo
el método del apremio. Se le ordenaba a los enfermos acostarse y cerrar los ojos para concentrarse, de este modo,
aplicar la hipnosis con la cual afloraban nuevos recuerdos que eran pertinentes para el tema. Pero había momentos
en que debía superar una resistencia en el paciente, es decir una fuerza que contrariaba el devenir consiente
(recordar las representaciones patógenas). A partir de esto se concluye que sería la misma fuerza que en su
momento coopero en la génesis del síntoma histérico y ahora contraria su retorno en el recuero. Por tanto el no
saber de los histéricos es en realidad un no querer saber y la tarea del terapeuta es superar esta tarea de asociación.
Con este propósito se utiliza un artificio técnico: la presión sobre la frente. Mientras dure esta presión el enfermo
vera una imagen o tendrá un pensamiento y esta comprometía a comunicarlo y no puede reservárselo.

Asociación libre.
Método constitutivo de la técnica psicoanalítica, consiste en expresar (sin discriminación de los pensamientos que
vienen a la mente, ya sea a partir de un elemento dado (palabra, imagen de un sueño) ya sea de forma espontanea.
Se considero la regla fundamental para el analizado mientras que la regla fundamental para el analista es la atención
flotante. Este último refiere a la actividad de escucha del psicoanalista y consiste en la suspensión de las
inclinaciones personales, supuestos teóricos, prejuicios ya que el analista debe interpretar todo lo que escucha a fin
de descubrir en ello todo lo que el icc oculta.
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Psicoterapia de la histeria (Sobre psicoterapia de la histeria, la etiología de la histeria)
Cadena asociativa. Sabemos por breuer que los síntomas de la histeria derivan su determinismo de ciertas vivencias
de eficacia traumática que el enfermo ha tenido. Si aplicamos al procesamiento de Breuer a una gran serie de
síntomas en numerosas personas tomaremos noticia de una correspondiente gran serie de escenas de eficacia
traumática. Así se averigua que influjo produjeron los síntomas y de qué modo. Debemos tener en claro que la
reconducción de un síntoma histérico a una escena traumática solo nos lleva al entendimiento si esa escena satisface
dos condiciones: que posea idoneidad determinadora y fuerza traumática.
En el análisis se descubren ciertas veces escenas traumáticas que cumplen estas condiciones pero la mayoría de las
veces la escena encontrada nos desconcierta: aparece inofensiva y carente de nexo con la especificidad del síntoma.
Ahora bien, cuando el recuerdo descubierto no responde a las expectativas ¿no es preciso insistir por este camino?
¿No será que tras la primera escena traumática se esconde una segunda que acaso cumplirá mejor las expectativas,
de suerte que la escena hallada primera solo poseería el significado de un eslabón dentro del encadenamiento
asociativo? Esta conjetura es correcta, se trata de una cadena asociativa.
Y la técnica consiste en guiar la atención del enfermo hacia los hilos asociativos que enlazan ambos recuerdos. El
hallado y el por hallar.
La cadena asociativa siempre consta de más de dos eslabones. Las escenas traumáticas no forman unos nexos
simples como las cuentas de un collar sino unos nexos ramificados de modo de un árbol genealógico. A partir de esto
se averigua que ningún síntoma histérico puede surgir de una vivencia real sola sino de todas las veces el recuerdo
de vivencias anteriores, despertado por vida asociativa coopera en la causación del síntoma. En el análisis se revela
que las cadenas asociativas para los diversos síntomas entran en recíprocos vínculos a raíz de cierta vivencia de la
cadena mnémica para el…. por ej., además de los eslabones retrocedentes de esta cadena fue despertado un
recuerdo de otra cadena, que es el fundamento de otro síntoma, por ejemplo un dolor de cabeza. Por eso aquella
vivencia pertenece a las dos series constituyendo un punto nodal. También se llega a vivenciar de las que han partido
dos o más síntomas. El resultado más importante con que se tropieza es que no importa el caso o el síntoma del que
se haya partido infaliblemente se termina por llegar al ámbito de vivencia, sexual.

Núcleo patógeno. Es un núcleo de recuerdos en los cuales ha culminado un momento traumático. Es un punto de
carencia en la cadena asociativa, es algo que no pasa por la palabra que no puede ser dicho. A su alrededor hay una
muchedumbre de un material mnémico de adversa índole que hay una muchedumbre de un material mnémico de
diversa índole que en el análisis es preciso reelaborar. Este presenta un triple ordenamiento o estratificación: -
ordenamiento lineal-cronológico: los pacientes invierten los tiempos en el relato, es decir cuentan primero lo que
sucedió ultimo y luego lo que sucedió primero; - ordenamiento concéntrico: son estratos de resistencia de manera
concéntrica entorno del núcleo patógeno. Los estratos más periféricos contienen aquellos recuerdos que se
rememoran con facilidad y fueron siempre cc. , cuanto más hondo se cala en la proximidad del núcleo se tropieza
con aquellos recuerdos que el paciente desmiente aun en la reproducción; - ordenamiento de enlaces por hilos
lógicos: es un ordenamiento según el contenido de pensamiento, el enlace por hilos lógicos que llegan hasta el
núcleo y que en cada caso tienen un camino irregular de múltiples vueltas, es un sistema de líneas ramificadas y
posee puntos nodales y es muy notable cuan a menudo un síntoma es determinismo múltiple.

3 tipos de resistencia
Resistencia de asociación: se resiste a asociar (no sé, no me acuerdo) puede ser superada si el terapeuta insiste.
Resistencia radial: no puede ser superada tiene que ver con el núcleo patógeno, ahí se detienen las asociaciones
porque hay algo que no puede ser dicho.
Resistencia longitudinal: por un único hilo uno no llega al material patógeno porque en el medio nos topamos con
resistencias.
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Unidad 2
Etiología de la histeria (1896)
Freud se hace la siguiente pregunta: ¿A dónde llegamos si seguimos las cadenas de recuerdos asociados que el
análisis nos descubre? ¿Hasta dónde llegan ellas? ¿Acaso nos llevan hasta unas vivencias de algún modo
homogéneas por su contenido o por el periodo de la vida, de suerte que en estos factores homogéneos pudiéramos
ver la etiología de la histeria?
A partir de la persecución analítica se llega a un resultado importante: no importa el caso o el síntoma del cual uno
haya partido, infaliblemente se termina por llegar al ámbito del vivenciar sexual. Esta es una condición etiológica.
En el análisis se llega a unas vivencias del ámbito sexual y que corresponden a un mismo periodo de la vida: la
pubertad. A partir de estas vivencias uno debe inferir la etiología de la histeria. Sin embargo esas vivencias son muy
heterogéneas y de valor dispar, es decir, en algunos casos corresponden a unos traumas graves y en otros se trata de
unas vivencias banales.
Las vivencias sexuales de la pubertad muestran una insuficiencia tal que incitan continuar el trabajo analítico.
¿Qué tal si se debiera buscar el determinismo de estos síntomas en otras vivencias que se remontan todavía más
atrás? Así se llega a la época de la niñez temprana (más o menos antes de los 8), la época anterior al desarrollo de la
vida sexual, lo que parece implicar una renuncia a la etiología sexual.
Pero, ¿no se tiene derecho a suponer en la infancia unas excitaciones sexuales leves y más aun que el posterior
desarrollo sexual está influido de manera decisiva por vivencias infantiles? ¿Quizás en la base de la reacción anormal
se hallen de manera universal unas vivencias sexuales de la niñez temprana que tendrían que ser de índole uniforme
y sustantiva?
Así se esclarece como unas vivencias infantiles de contenido sexual podrían exteriorizar un efecto psíquico a partir
de sus huellas mnémicas (recuerdos).
Se formula la siguiente tesis “en la base de todo caso de histeria se encuentran una o varias vivencias de
experiencia sexual prematura y pertenecientes a la temprana niñez”.

Anteriormente, se señalo que el estallido de la histeria se debe a un conflicto psíquico: una representación
inconciliable pone en movimiento la defensa del yo e invita a la represión. Pero en aquel momento no se indico las
condiciones bajo las cuales esa defensa tiene el efecto patológico de esforzar de manera efectiva hacia lo icc el
recuerdo penoso para el yo y crear en su lugar un síntoma.
Ahora lo complementa: la defensa alcanza ese propósito de esforzar fuera de la cc la representación inconciliable
cuando están presente en la persona unas escenas sexuales infantiles como recuerdos icc, y cuando la
representación que se ha de reprimir puede entrar en un nexo lógico o asociativo con una de tales vivencias
infantiles.
Se observa que numerosas personas recuerdan con gran nitidez unas vivencias sexuales infantiles, no obstante lo
cual no son histéricas. Y es que en los enfermos esos recuerdos nunca son cc. A raíz de eso afirmamos: no importa la
sola existencia de las vivencias sexuales infantiles; cuenta también que estas escenas estén presentes como
recuerdos icc, solo en la medida misma en que son icc pueden producir y sustentar síntomas histéricos.
Se sostiene que unas vivencias sexuales infantiles son la condición básica, por así decir la predisposición para la
histeria; ellas producen los síntomas histéricos pero no de una manera inmediata sino que al principio permanecen
ineficientes y solo cobran eficiencia patógena luego, cuando pasada la pubertad son despertadas como unos
recuerdos icc.

Distinción entre defensa normal y defensa nociva (manuscrito K)

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Defensa normal: esta tendencia se entrama con la ley de constancia. Actúa contra recuerdos incapaces de cobrar un
placer actual, diverso de la vivencia. Esto puede ser superado por otro interés psíquico (desviando la atención)
Defensa nociva o patológica: se dirige contra representaciones que pueden desprender un displacer nuevo también
siendo recuerdos, como en el caso de las representaciones sexuales. Es que aquí se realiza la única posibilidad de
que, con efecto retardado, un recuerdo produzca un desprendimiento más intenso que a su turno la vivencia
correspondiente. Para esto hace falta una condición: que entre la vivencia y su repetición en el recuerdo se interpole
la pubertad.

Dos tiempos del trauma (proyecto de psicología “la protón pseudos histérica”)
Caso Emma: *síntoma: la compulsión de no poder ir sola a la tienda. 1r recuerdo (2do tiempo): a los 12 años Emma
fue a la tienda y uno de los empleados le había gustado sexualmente pero estos se estaban riendo y ella piensa que
se ríen de su vestido y sale corriendo presa del terror. 2do recuerdo (1 tiempo): 8 años, el pastelero le pellizca los
genitales a través de su vestido y larga una risotada.
*el nexo entre las dos escenas es la risa y el vestido

El primer tiempo deja una huella mnémica y pasado un periodo de latencia (un silencio) hay un segundo tiempo que
hace que el primero se recuerde y se signifique generando un displacer mayor y actual que pone en marcha la
defensa.
El recuerdo de la primera escena despierta un afecto que no se había suscitado en el primer tiempo. Es una escena
que retroactivamente (o a posteriori) es significada como una situación traumática.

Fuente independiente de desprendimiento de displacer


Freud se pregunta de donde proviene el displacer que una estimulación sexual prematura está destinada a
desprender y sin el cual no se explicaría una represión. Propone que dentro de la vida sexual tienen que existir una
fuente independiente de desprendimiento de displacer. Es una cantidad proveniente de la vida sexual que causa una
perturbación dentro de lo psíquico, cantidad que en otro caso habría hallado diverso empleo dentro del proceso
sexual. Es el concepto antecedente de pulsión.

Primera nosografía de Freud


Distinción entre neurosis actuales y neurosis de defensa

Neurosis actuales: se debe buscar su origen en la esfera somática ya que se trata de acumulación de la excitación
sexual. No interviene ningún mecanismo de defensa. La etiología es sexual pero de índole actual. Se distinguen:
neurastenia (hay una descarga inadecuada por una masturbación excesiva y el cuadro sintomático se caracteriza por
la presencia de fatiga, presión intracraneana, obstrucción intestinal, etc.), neurosis de angustia (los influjos sexuales
presentan un factor de contención o satisfacción incompleta por el coito interrumpido o la llamada excitación
frustránea (significa frustrada). La libido desviada de su empleo normal se muda en angustia y los síntomas se
relacionan todos con la angustia (inquietud, ataques de angustia, insomnio, agorafobia, etc.))

Neurosis de defensa: se debe buscar su origen en el ámbito de lo psíquico, se trata de un conflicto psíquico por lo
cual interviene un mecanismo de defensa. La etiología se sitúa siempre en lo sexual pero no en sucesos que
corresponden a la actualidad sino a una época de la vida del remoto pasado, por así decir prehistórica, de la primera
infancia y por eso no son consabidos (quiere decir que no los recuerda) para el enfermo. Se distinguen 3 estructuras
clínicas: histeria, neurosis obsesiva y paranoia.

Formula canoníca
Es la primera enunciación de la formula de desarrollo de una neurosis. La trayectoria de la enfermedad en las
neurosis de defensa es en general siempre la misma: 1. La Vivencia sexual (o la serie de ellas) prematura traumática
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que ha de reprimirse, 2. Su represión a raíz de una ocasión posterior que despierta su recuerdo y así lleva a la
formación de un síntoma primario, 3. Un estadio de defensa lograda que se asemeja a la salud salvo en la existencia
de síntoma primario, 4. El estadio en que las representaciones reprimidas retornas, y en la lucha entre estas y el yo
forman síntomas nuevos, los de la enfermedad propiamente dicha; o sea un estado de nivelación o de
avasallamiento.

Fracaso de la defensa: la defensa tiene una cara de éxito (que logra desalojar la representacion inconciliable) y la de
fracaso es que siempre deja un síntoma.
(Manuscrito K, 1896 y nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa, 1896) Defensa y estructuras
clínicas: histeria, la vivencia sexual prematura es de naturaleza pasiva, es decir que algo le hicieron y procuró
demasiado poco placer. Estos traumas corresponden a la niñez temprana, periodo anterior a la pubertad y su
contenido consiste en una efectiva irritación de los genitales. Dichos traumas conducen a ataques sexuales
provocados por adultos (padres, niñeras, gobernantas) lo cual Freud denomina teoría de la seducción.
Luego de su represión el síntoma primario que queda son las lagunas psíquicas (tipo olvidos). Lo esencial no son las
vivencias mismas las que poseen efecto traumático sino su reanimación como recuerdo.
La defensa es la represión lo cual implica el divorcio de un representante psíquico y del monto de afecto. El retorno
es el retorno de lo reprimido y los nuevos síntomas son los síntomas de conversión.
A nivel estructural hay un grupo psíquico separado.

Neurosis obsesiva, aquí la vivencia sexual prematura se da de modo activa, es decir, le hizo algo a otro (agresión
sexual) y estuvo dotada de un plus de placer. Pero en todos los casos de neurosis obsesiva se descubre años antes de
la vivencia de placer una puramente pasiva.
La vivencia (activa) recordada después da ocasión al desprendimiento de displacer; al comienzo se genera un
reproche que es cc. Luego ambos son reprimidos y a cambio se forma un síntoma primario, síntoma contrario, la
escrupulosidad de la cc moral (desconfianza de sí mismo, vergüenza). Estos síntomas están presentes en el periodo
de salud aparente.
La defensa es la represión lo cual implica el divorcio del representante psíquico y el monto de afecto. El retorno será
el retorno de lo reprimido. El último periodo, el de la enfermedad se caracteriza por el fracaso de la defensa y
aparecen nuevos síntomas como representaciones obsesivas entorno a la duda y la culpa los cuales presentan un
doble desplazamiento en tanto tiempo (por algo actual) y contenido (un sustituto). Por ej.: volver a cerrar la puerta
es algo actual y el contenido es que estas preocupado por la puerta y no haber hecho algo a alguien.
También el afecto reproche se muda en otros afectos obsesivos como la vergüenza (de que otro se llegue a enterar),
en angustia hipocondriaca (consecuencias corporales por la acción), etc. También como síntoma secundario de la
defensa aparecen obsesiones de guardar, de ceremonial (para dormir, por ej.) los cuales son medidas protectoras
para luchar contra las representaciones y afectos obsesivos.
A nivel estructural hay un grupo psíquico separado.

Psicosis (paranoia) la vivencia prematura sexual es de naturaleza activa y se produce un plus de placer. Pero en lugar
de formarse un autoreproche, el paranoico lo desestima (le niega creencia) y lo proyecta hacia afuera quedando
como síntoma primario la desconfianza hacia los demás.
La defensa es el rechazo lo cual implica que no hay divorcio del representante psíquico y del monto de afecto sino
una expulsión conjunta y el retorno es el retorno de lo expulsado. Los nuevos síntomas son alucinaciones visuales y
auditivas pero su desfiguración es simple, por sustitución temporal. En contenido no, proyecta lo que hizo.
El paranoico le da certeza total a sus alucinaciones, hay una ruptura con la realidad. (El psicótico no duda, y el
neurótico si) es decir no los considera algo ajeno. Por último hay una alteración del yo como expresión del
avasallamiento es decir un empequeñecimiento del yo (melancolía) o un engrandecimiento del yo (delirio de
grandeza).

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UNIDAD 3
El método de la interpretación de los sueños (La interpretación de los sueños, 1900, cap. 2)
La interpretación de los sueños de Freud es una ruptura de paradigma como con el síntoma. El tiene la premisa de
que el sueño es interpretable y tiene un sentido. Esto entra en contradicción con lo que sostienen las teorías
científicas sobre los sueños, estas no dejan espacio alguno al eventual problema de su interpretación ya que para
ellas el sueño no es un acto anímico sino un proceso somático. Para Freud el sueño es un acto psíquico de pleno
derecho, son eliminaciones de estímulos psíquicos perturbadores del dormir por la vida de la satisfacción
alucinatoria.
Muy diferente a la opinión de las teorías científicas fue la de los profanos en todos los tiempos quienes desde
siempre se empeñaron en interpretar al sueño y para ello recurrieron a dos métodos diferentes por su esencia: 1. La
interpretación simbólica: toma en consideración todo el contenido onírico y busca sustituirlo por otro contenido
comprensible y en algunos aspectos análogos. Aquí el sueño se ocuparía del futuro (ej., el sueño de José
interpretando el sueño del faraón en la biblia); 2. Método del descifrado: trata al sueño como una escritura cifrada
en que cada signo ha de traducirse merced a una clave fija, en otro significado conocido. Además aquí se atiende no
solo al contenido del sueño sino a la persona y a las circunstancias de vida del soñante. Pero lo esencial de este
procedimiento es que el trabajo de interpretación no se dirige a la totalidad del sueño sino a cada uno de sus
fragmentos por sí, como si el sueño fuera un conglomerado y cada uno de sus bloques constitutivos reclamase una
destinación particular.
Freud toma el aporte de este segundo método pero su procedimiento no es tan cómodo ya que no traduce el
contenido del sueño de acuerdo a una clave establecida; más bien considera que en diversas personas y contextos
diferentes el mismo contenido onírico puede encubrir un sentido disímil (distinto). La técnica se aparta de la de los
antiguos en otro punto esencial: es el propio soñante el que debe hacer el trabajo de interpretación, es decir, relatar
lo que se le ocurre sobre el elemento correspondiente del sueño, hacer asociación libre.

Sueño y síntoma
En el curso de los estudios psicoanalíticos Freud da con la interpretación de los sueños. Compromete a sus pacientes
a que le comuniquen todas las ocurrencias y pensamientos que acudiesen a ellos sobre un tema determinado y así
es que relatamos sus sueños. Le enseñaron que un sueño puede insertarse en el encadenamiento psíquico que ha de
perseguirse retrocediendo en el recuerdo a partir de una idea patológica. Esto le sugirió tratar al sueño mismo como
un síntoma y aplicarle el método de interpretación elaborado para los síntomas.

Sueño de Freud: la inyección de Irma


*informe preliminar: en el verano de 1895, yo había tratado a una joven señora muy amiga mía y de mi familia. La
cura culmino con un éxito parcial, pues la paciente perdió su angustia histérica pero no todos los síntomas somáticos
y le propuse a la paciente una solución que a ella no le pareció aceptable. En esa diferencia interrumpimos el
tratamiento con motivo de las vacaciones de verano.
Un día me visito un colega más joven, uno de mis amigos más íntimos, que había estado con la paciente y su familia
en su lugar de veraneo en el campo. Le pregunte como estaba ella y recibí esta respuesta “esta mejor, pero no del
todo bien”. Sé que las palabras de mi amigo Otto o el tono en que las dijo me irritaron. Creí entender un reproche,
como si yo hubiera prometido demasiado a la paciente y atribuí el que Otto tomara partido en contra de mí a la
influencia de los parientes de la enferma que, según yo suponía, no habían visto con buenos ojos el tratamiento. Por
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lo demás, esa sensación penosa no fue clara para mí ni la expresé en modo alguno. Esa tarde redacté la historia
clínica de Irma con el propósito de enviársela a modo de justificación al Doctor M, un amigo común que era entonces
la personalidad descollante en nuestro circulo. La noche que siguió a esa tarde tuve el siguiente sueño:
*Sueño: un gran vestíbulo, muchos invitados. Entre ellos Irma, a quien enseguida llevo aparte para reprocharle que
todavía no acepte la “solución” y le digo “si todavía tienes dolores es exclusivamente tu culpa”. Ella responde “si
supiese los dolores que tengo ahora en el cuello, el estomago y el vientre… me siento oprimida”. Yo me aterro y la
miro, pienso que esto es algo orgánico; la llevo hasta la ventana y reviso su garganta. Al observarla llamo al Doctor M
y quien repite el examen y lo confirma. Ahora también está de pie junto a ella mi amigo Otto y mi amigo Leopold y
dice tiene “una matidez abajo a la izquierda…” el Doctor M dice “no hay dudas, es una infección…”. Inmediatamente
nosotros sabemos de dónde viene la infección, no hace mucho mi amigo Otto en una ocasión en que ella se sentía
mal le dio una inyección con un preparado de propilo, propileno, etc. No se dan esas inyecciones tan a la ligera, y es
probable también que la jeringa no estuviera limpia.
*análisis: el sueño cumple algunos deseos que me fueron instalados por los acontecimientos de la tarde anterior (el
informe de Otto, la redacción de la historia clínica). El resultado del sueño en efecto es que yo no soy el culpable de
que persistan los padecimientos de Irma sino Otto; este con su observación acerca de la incompleta curación de Irma
me ha irritado y el sueño me venga de él devolviéndole ese reproche. El sueño me libera de responsabilidad por el
estado de Irma atribuyéndolo a otros factores; produce toda una serie de razones. El sueño figura un cierto estado
de cosas tal como yo desearía que fuese; su contenido es entonces un cumplimiento de deseo y su motivo, un deseo.

El trabajo del sueño: la práctica del rebús


El sueño no debe ser entendido como una composición pictórica, ya que esta es la representación figurada de un
hecho concreto del pasado y fácilmente reconocible. El trabajo del sueño es la práctica del rebús (acertijo), es decir,
la práctica de hacer una desfiguración. En este sentido el sueño debe ser entendido como una escritura jeroglífica en
donde cada signo vale en su articulación.

Distinción entre contenido latente y contenido manifiesto


Contenido manifiesto: es el relato del sueño. El sueño recordado no es lo genuino, sino su sustituto desfigurado,
sustituto de algo diverso, de algo icc, y la tarea de interpretación del sueño consiste en hallar eso icc superando las
resistencias
Contenido latente: son los pensamientos oníricos, aquello oculto a lo que debemos llegar en el trabajo de
interpretación persiguiendo las ocurrencias.

Distinción entre trabajo de interpretación y trabajo del sueño


Trabajo de interpretación: parte del contenido manifiesto y se dirige al contenido latente. Entendiendo que el relato
es un sustituto desfigurado, esta desfiguración onírica es la que se hace desaparecer mediante el trabajo
interpretativo.
Trabajo del sueño: es la trasposición del contenido latente al contenido manifiesto.
La desfiguración onírica es la obra del trabajo del sueño, es aquello que nos hace aparecer ajeno e incomprensible el
sueño. Omisión, modificación, reagrupamiento del material son, por tanto, los efectos de la censura onírica y los
medios de la desfiguración del sueño. La censura es la causante de la desfiguración del sueño.
Al describir la censura, Freud utiliza como analogía lo que ocurre con un periódico político y una censura de prensa,
en donde partes del texto son suprimidos porque resulta desagradable para el alto comité de censura.
La censura onírica no termina de operar en el trabajo del sueño sino que luego aparecen olvidos o dudas sobre
ciertos fragmentos y entendemos que esta censura es la culpable.
L o que en el trabajo de interpretación sale al paso como resistencia, debemos señalarlo ahora dentro del trabajo del
sueño como censura onírica.

Operaciones del trabajo del sueño (Interpretación de los sueños, cap. 6 y en la conferencia 11)
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Condensación: por tal entendemos el hecho de que el sueño manifiesto tiene menos contenido que el latente y es
entonces una traducción compendiada de éste. La condensación puede eventualmente faltar pero por regla general
está casi siempre presente. Nunca produce el efecto contrario, es decir, no sucede que el sueño manifiesto sea más
rico en su extensión y su contenido que el latente.
La condensación se produce por que ciertos elementos latentes se omiten por completo, porque solo algunos
traspasan al manifiesto, y porque ciertos elementos latentes que tienen algo en común se aúnan en el sueño
manifiesto, son fundidos en una unidad. Reservamos con exclusividad el nombre condensación para este último
proceso, recordaran sin esfuerzo la condensación de personas diferentes en una sola, lo mismo ocurre para objetos
o para lugares.
La condensación estaría al servicio del aspecto económico, sin embargo, la censura se beneficia con ella.
Por la condensación sucede que un elemento manifiesto refiera a varios latentes y a la inversa, que un elemento
latente pueda participar en varios manifiestos.

Desplazamiento: es obra de la censura onírica. Sus dos exteriorizaciones son: la primera, que un elemento latente es
sustituido por algo más alejado, es decir una alusión; y la segunda, que el acento psíquico se traspasa de un
elemento importante a otro inimportante de modo que el sueño aparece como algo extraño.

Puesta en escena o miramiento por la figurabilidad: consiste en la trasposición de pensamientos en imágenes


visuales. No todos los pensamientos oníricos experimentan esta trasposición, sin embargo, es una pieza esencial en
la formación del sueño. Esto sucede por el carácter regrediente del tiempo de excitación.

Elaboración secundaria: es una pieza del trabajo del sueño a la que le compete producir a partir de los resultados
más inmediatos del trabajo del sueño algo como un todo más o menos entramado. Para esto el material es
ordenado según un sentido que a menudo implica un malentendido total.

Ombligo del sueño


Aun en los sueños mejor interpretados es preciso, a menudo, dejar un lugar en sombras porque en la interpretación
se observa que de ahí arranca una madeja de pensamientos oníricos que no se dejan desenredar pero que tampoco
han hecho otras contribuciones al contenido del sueño. Entonces este es el ombligo del sueño, el lugar en el que él
se asienta en lo no conocido. Lo que en el síntoma denomino núcleo patógeno. Se trata de algo que no pasa por la
palabra, es un olvido estructural, primordial.

Elementos que participan de la formación del sueño: analogía del empresario y del capitalista
El resto diurno en el sueño desempeña el papel del empresario, y como suele decirse, el empresario es el que tiene
la idea pero nada puede hacer sin capital; necesita de un capitalista que le costee el gasto, y este capitalista que
aporta el gasto psíquico para el sueño es, en todos los casos, un deseo icc.
El resto diurno son restos de la vida de vigilia, pensamientos que se caracterizan por ser recientes e indiferentes.
Tienen dos caras: la primera, son los que posibilitan la formación del sueño, ello se debe a que al ser indiferentes
tienen menos que temer a la censura y ofrecen a lo icc lo necesario para adherir la transferencia; la segunda, es que
son los verdaderos perturbadores del dormir ya que pueden provocar el despertar del soñante.
El deseo icc se define por ser sexual, infantil, reprimido e indestructible (se resiste a la significación, jamás se cumple)
Freud describe cuatro posibilidades para la génesis de un deseo:
Puede haberse excitado durante el día sin obtener satisfacción a causa de condiciones exteriores; así queda
pendiente para la noche un deseo admitido y no tramitado (sistema precc). Ej.: veo un pulóver que me gusta y no me
lo compro porque entro a clase.
Puede haber emergido de día pero topándose con una desestimación; queda pendiente un deseo no tramitado pero
que fue sofocado (el deseo fue esforzado hacia atrás, del sistema precc al icc)

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Puede carecer de relación con la vida diurna y contarse entre aquellos deseos que solo de noche se ponen en
movimiento en nosotros desde lo sofocado (incapaz de trasponer el sist icc)
Mociones de deseo actuales vinculados con estímulos de sed, sexuales, etc. Son los sueños de comodidad.
¿Cualquiera de estos deseos tiene el mismo poder para incitar la formación del sueño? No, en un adulto el deseo
que quedó pendiente de cumplimiento durante el día no basta para crear un sueño. El sueño no se engendraría si el
deseo precc no supiese ganarse un refuerzo de otra parte. ¿De dónde? Del icc. Las cosas serian así: el deseo precc
solo deviene excitador de un sueño si logra despertar otro deseo paralelo icc mediante el cual se refuerza. La fuerza
impulsora del sueño es el deseo icc.
El sueño es un cumplimiento de deseo porque es una operación del sistema icc que no conoce en su trabajo ninguna
otra meta que el cumplimiento de deseo ni dispone de otras fuerzas que no sean las mociones de deseo. En este
sentido el síntoma también es un cumplimiento de deseo. Si bien el sueño es un cumplimiento de deseo, el deseo icc
jamás se cumple, en el sueño lo que se cumple es el anhelo, es decir un deseo precc.

Apertura del icc descriptivo al icc dinámico (Nota sobre el concepto de icc en psicoanálisis, 1912) algo de esto insinúa
en la conferencia 14: el cumplimiento de deseo (1916)
Freud se pregunta si el resto diurno y el deseo icc son en un mismo sentido icc. Considera necesario hacer una
distinción ya que no son icc en un mismo sentido y esto hace que proponga dos estatutos de icc:
Icc descriptivo: describe la cualidad o el estado de la representación. Es una representación que puede estar
presente en la cc y un momento después desaparecer de ella; y puede reaflorar después de un intervalo, es decir, es
lo icc latente. Esta cualidad la poseen los restos diurnos y lo denominaremos precc.
Icc dinámico: son aquellas representaciones que por más intensas que sean no acceden a la cc salvo que sufran una
modificación. Se lo denomina lo icc eficiente y para esto Freud propone un experimento de sugestión en donde da
cuenta que ciertas representaciones no cc son ejecutadas por un sujeto (se le plantea bajo hipnosis que realice una
acción y al hacerla no recuerda ni la orden ni que estuvo hipnotizado). El icc dinámico es todo lo reprimido, es el icc
freudiano porque es sexual, infantil y reprimido.

Aparato psíquico (interpretación de los sueños, cap. 7 punto b)


Freud quiere plantear la idea de una localidad psíquica sin caer en la tentación de determinar esa localidad psíquica
como si fuera anatómica. Para mantenerse en el terreno de lo psicológico propone la siguiente sugerencia:
imaginamos el instrumento de que se valen las operaciones del alma como si fuera un microscopio compuesto, un
aparato fotográfico, o algo semejante. La localidad psíquica corresponde a un lugar en el interior de un aparato.
Utiliza el aparato de la óptica como apoyo para establecer analogías y hacer comprensible el aparato psíquico.
Imaginamos el aparato psíquico como un instrumento compuesto a cuyos elementos llamaremos instancias o
sistemas. Estos sistemas poseen una orientación espacial constante, al modo en que los diversos lentes de un
telescopio se siguen unos a otros. Estos siguen una secuencia fija y son recorridos por el tiempo de excitación.
Lo primero que nos salta a la vista es que el aparato psíquico está compuesto por sistemas y tiene una dirección.
Toda nuestra actividad psíquica parte de estímulos internos o externos y termina en las inervaciones. Por eso
asignamos al aparato un extremo sensorial y un extremo motor, en el extremo sensorial se encuentra un sistema
que recibe las percepciones y en el extremo motor otro que abre las exclusas de la motilidad.

P M

De las percepciones que llegan a nosotros en nuestro aparato psíquico queda una huella que podemos llamar huella
mnémica y la función que tiene esta huella mnémica la llamamos memoria. Pero atrae dificultades suponer que un
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mismo sistema deba conservar fielmente alteraciones sobrevenidas a sus elementos (a los polos) y a pesar de ello
mantenerse abierto y receptivo a las nuevas ocasiones de alteración. Distribuiremos estas dos operaciones en dos
sistemas (Exclusión entre percepción y memoria). Suponemos que un sistema del aparato, el delantero (el
perceptivo) recibe los estímulos perceptivos pero carece de memoria, y tras él hay un segundo sistema que traspone
la excitación momentánea del primero en huellas permanentes.

P M

Mn Mn Mn

Para el conocimiento de otra pieza del aparato, el sueño nos sirve como fuente de prueba. Se ha explicado la
formación del sueño a partir de la existencia de dos instancias psíquicas, una de las cuales sometía a la actividad de
la otra a una crítica cuya consecuencia era la exclusión de su devenir cc (instancia criticadora –censura- e instancia
criticada).
La instancia criticadora según inferimos mantiene con la cc relaciones más estrechas que la criticada.
Se situa entre esta ultima y la cc como una pantalla. Además la identificamos con lo que guía la vida de vigilia y
decide sobre el obrar voluntario. Conforme a la hipótesis sustituyamos estas instancias por sistemas; ubicamos el
sistema criticador en el extremo motor. Incluimos los dos sistemas en el esquema y en los nombres que se les da
expresamos su relación con la cc:

P Pcc

Mn Mn icc

Al último de los sistemas situados en el extremo motor lo llamamos precc para indicar que los procesos de excitación
habidos en el pueden alcanzar sin más demora la cc siempre que se satisfagan ciertas condiciones. Al sistema que
está detrás lo llamamos icc porque no tiene acceso alguno a la cc sino es por vía del precc al pasar por el cual su
proceso de excitación tiene que sufrir modificaciones.

El carácter regrediente del tiempo de excitación (parte del ap. psíquico)


Lo que ocurre en el sueño alucinatorio no podemos describirlo de otro modo que diciendo lo siguiente: la excitación
toma un camino de reflujo. En lugar de propagarse hacia el extremo motor del aparato lo hace hacia el extremo
sensorial y por ultimo alcanza el sistema de las percepciones. Si a la dirección según la cual el proceso psíquico se
continua en la vigilia la llamamos progrediente, estamos autorizados a decir que el sueño tiene un carácter
regrediente.
Esta regresión es una de las peculiaridades psicológicas del proceso onírico pero no es exclusiva de los sueños.
También el recordar deliberado y las alucinaciones implican una marcha hacia atrás,
Durante el día hay una corriente continua desde el sistema psíquico de las percepciones hasta la motilidad pero en la
noche hay una clausura del mundo exterior por lo cual esta corriente cesa y ya no podría oponer impedimento
alguno a una contracorriente de la excitación.
Probablemente sea esta modificación del proceso psíquico corriente la que posibilita que el sistema de las
percepciones se invista hasta la plena vivacidad sensorial en la dirección inversa partiendo de los pensamientos. Es
decir por el carácter regrediente del tiempo de excitación los pensamientos se mudan a su material en bruto y por
eso soñamos en imágenes.
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Distinguimos tres modos de regresión:
Regresión tópica: en el sentido del esquema aquí desarrollado de los sistemas psíquicos (al icc)
Regresión temporal: se trata de una retrogresión a formaciones psíquicas más antiguas
Regresión formal: cuando a modos de expresión y de figuración primitivos sustituyen a los habituales
En el fondo los tres tipos de regresión son uno solo y en la mayoría de los casos coinciden ya que lo más antiguo en
el tiempo es también lo primitivo en el sentido formal y lo más próximo al extremo perceptivo dentro de la tópica.
El soñar en su conjunto es una regresión a la condición más temprana del soñante, una reanimación de su infancia,
de las mociones pulsionales que lo gobernaron entonces y de los modos de expresión de que disponía.

Primera experiencia de satisfacción


El ser humano a diferencia de otros seres vivos nace muy prematuro, en un estado de indefensión por lo cual
necesita de otro auxiliador que venga a satisfacer sus necesidades. Pero en el encuentro con este otro se produce un
plus, un algo más que la mera satisfacción de la necesidad: se da el paso de la satisfacción de la necesidad a la
realización de deseo.
Para esto hace falta una condición: que esa madre tome a ese bebé como algo más que un organismo. Nacemos
como organismo pero de algún lado nacemos como sujetos, es decir, que además del desamparo orgánico tenemos
un desamparo más importante y es que estamos a merced del lugar que ese otro nos va a dar: qué soy yo para el
deseo de ese otro.
En este encuentro se cubre la necesidad pero se produce la primer experiencia de satisfacción que deja un objeto
perdido a nivel estructural: el otro prehistórico inolvidable al que nadie luego igualará. Queda en el aparato psíquico
inscripta una huella que aportará una tensión deseante el resto de nuestras vidas, ya que el neurótico se pasara
buscando hacia adelante aquello que perdió atrás.

Ruptura teórica entre el pp. De constancia y el pp. De placer:


Hasta este momento Freud consideraba que el individuo estaba gobernado por un pp. de constancia donde el
equilibrio esta dado por la homeostasis sostenido en un sistema neuronal y cuya función era la descarga. Al enunciar
la primer experiencia de satisfacción se produce una ruptura teórica ya que a partir de dicha experiencia queda una
huella en nuestro aparato psíquico que aporta una tensión deseante por lo cual reducir la cantidad a 0 es imposible.
No estamos gobernados por el pp. De constancia sino por el pp. de placer donde el equilibrio es una tensión de
deseo sostenido en una huella mnémica del aparato psíquico y que aspira al placer de repetición. El primer sistema
(icc) no puede hacer otra cosa que desear.

Proceso primario y proceso secundario:


Proceso primario (sist icc) regido por el pp. de placer, ante cualquier tensión, aspira a la descarga inmediata y para
esto utiliza los mecanismos de condensación y desplazamiento.
Proceso secundario (sist precc, cc) teniendo en cuenta el pp. de realidad se evalúan los medios adecuados para la
descarga así como el tiempo y las limitaciones para que esta no comporte un aspecto destructor para el sujeto.

Pasaje del trauma a la fantasía


En la carta 69 (1897) Freud le escribe a fliess “mis neuróticas mienten, si todas hubiesen sido seducidas o abusadas
por un adulto todos serian perversos en vez de neuróticos incluso mi propio padre. Todas mienten pero mienten con
lo mismo ¿Cuál es la verdad? La vivencia sexual prematura traumática no fue algo que sucedió sino algo que se
fantaseo, se trata de una práctica sexual autoerotica y esconde un deseo. A partir de esto se da un pasaje de la
realidad material a la realidad psíquica entendiendo que esta última es la decisiva para los síntomas neuróticos”
Hablar de fantasía le permite hablar de sexualidad infantil y esto le abre la puerta para conceptualizar pulsión ya que
pulsión es el nombre que Freud le da a la sexualidad humana.
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Fantasías originarias: son aquellas que se transmiten filogenéticamente y Freud las encuentra en el análisis de todos
sus casos. Son 3: fantasía de seducción, fantasía sobre la escena primaria y fantasía de castración.

Diferencia entre pulsión e instinto: instinto, es del orden del animal y tiene que ver con una necesidad que se puede
satisfacer completamente por lo cual es una fuerza de choque momentánea. El objeto es siempre adecuado y está
predeterminado.
La pulsión nada tiene que ver con esto, solo se satisface parcialmente por lo cual es una fuerza de choque constante.
El objeto es siempre inadecuado y no está predeterminado, el objeto es lo más variable y es una relación que se
construye a partir de la historia sexual infantil del sujeto (es decir no es azaroso tampoco). La pulsión es un desvío ya
que la sexualidad humana está desviada de la norma, a diferencia del instinto, que sigue la conducta animal, un ej.
Común es el amor ya que no vamos directo al encuentro sexual.
Pulsiones y destinos de pulsión: (1915)
Concepto de pulsión: pulsión es un concepto fronterizo entre lo psíquico y lo somático. Es el representante psíquico
de estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan la psiquis.
Elementos de la pulsión: 1. Empuje (drang): es el factor motor de la pulsión, 2. Meta (ziel): es la satisfacción que solo
se alcanza cancelando la fuente, 3. Objeto: es el más variable, es condición porque es necesario para el recorrido de
la pulsión pero es herramienta ya que la pulsión no se satisface en él, 4. Fuente: zona erógena, cualquier parte del
cuerpo que experimenta una tensión.
La pulsión hace un recorrido circular: parte de la fuente en donde se experimenta una tensión (boca, ej.). Su meta es
la satisfacción que solo se satisface cancelando la fuente. El objeto (cigarrillo) es condición pero herramienta.
Siempre hay una diferencia entre el placer de satisfacción hallado y el exigido, esa diferencia es el factor pulsionante.

Destinos de la pulsión
Represión: se reprime el representante psíquico de la pulsión.
Sublimación: se intercambia la meta sexual por otra no sexual socialmente aceptada. (ej., conocimiento, creatividad
del arte)
Transformación a lo contrario: del amor al odio, ej.
Vuelta sobre sí mismo: del sadismo al masoquismo.
Angustia: la libido se trasmuda en angustia.

Primer modelo pulsional (1905)


Pulsiones de autoconservacion o yoicas y pulsiones sexuales.
Pulsiones yoicas o de autoconservacion: tienen por meta la conservación de la especie y del individuo.
Pulsiones sexuales: tienen por meta la ganancia de placer.
Conflicto entre pulsiones sexuales y pulsiones yoicas: la concepción popular divide entre hambre y amor, y nosotros
distinguimos en el psicoanálisis a las pulsiones yoicas o de autoconservacion y a las pulsiones sexuales y llamamos
“libido” a la fuerza con que la pulsión sexual emerge en la vida anímica. Averiguamos que para entender las neurosis
las pulsiones sexuales son de mayor valor ya que las neurosis constituyen las enfermedades específicas de la pulsión
sexual. Sabemos que de la cantidad de libido y de la posibilidad de satisfacerla y descargarla mediante esa
satisfacción depende que un ser humano contraiga o no una neurosis.
El conflicto entre las pulsiones yoicas y las sexuales surge cuando los reclamos de las pulsiones sexuales aparecen
ante el yo como unos peligros que amenazan su autoconservacion. Entonces el yo se pone a la defensiva, deniega la
satisfacción deseada a las pulsiones sexuales y las constriñe a los rodeos de una satisfacción sustitutiva, rodeos que
se dan a conocer como síntomas neuróticos.
El conflicto surge porque las pulsiones yoicas son más educables que las pulsiones sexuales y están regidas por el pp.
de realidad por lo cual si bien aspiran a la ganancia de placer también a evitar el displacer.

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Desarrollo de la vida sexual
El psicoanálisis llega a las siguientes conclusiones: a. la vida sexual no comienza solo con la pubertad sino que se
inicia enseguida después del nacimiento con nítidas exteriorizaciones. B. es necesario distinguir los conceptos de
“sexual” y de “genital”, el primero es el más extenso e incluye actividades que nada tienen que ver con los genitales.
C. la vida sexual incluye la función de la ganancia de placer a partir de zonas del cuerpo, función que es puesta con
posterioridad al servicio de la reproducción.

La sexualidad tiene dos tiempos: o es bifásica, se ha demostrado que a temprana edad el niño da señales de una
actividad corporal a la que solo un antiguo prejuicio pudo rehusar el nombre de sexual y a la que se conectan
fenómenos psíquicos que hayamos más tarde en la vida amorosa adulta, por ejemplo la fijación a determinados
objetos, etc. Estos fenómenos que emergen en la primera infancia presentan un desarrollo regular, alcanzando un
punto culminante hacia el final del 5to año de vida, a lo que sigue un periodo de reposo. Transcurrido este periodo
llamado de latencia, la vida sexual prosigue con la pubertad; podríamos decir “la vida sexual vuelve a aflorar”. Aquí
tropezamos con el hecho de una acometida en dos tiempos de la vida sexual.
Además los eventos de esta época temprana de la sexualidad son víctima, salvo unos restos de la amnesia infantil.

Al comienzo, las pulsiones sexuales surgen apuntaladas de las pulsiones de autoconservacion. El primer órgano que
aparece como zona erógena y propone una exigencia libidinosa es la boca (fase oral). Al comienzo, procura la
satisfacción de la necesidad, es decir, sirve a la autoconservacion por vía del alimento pero muy temprano en el
chupeteo en que el niño persevera se evidencia una necesidad de satisfacción que aspira a una ganancia de placer
independiente de la nutrición y que por eso debe ser llamada sexual.
El mamar el pecho materno pasa a ser el punto de partida de toda la vida sexual, el modelo inalcanzado de toda
satisfacción posterior. El pecho materno es el primer objeto de la pulsión sexual que luego es resignado por el
lactante y sustituido por una parte del cuerpo propio, el niño se chupa su pulgar. Entonces decimos de la sexualidad
infantil lo siguiente: aparece apuntalándose en la satisfacción de necesidades orgánicas y se comporta de manera
autoerotica, es decir, busca y encuentra sus objetos en el cuerpo propio.
En la fase sádico-anal, la ganancia de placer se relaciona con la agresión y la función excretoria. El lactante tiene
sensaciones placenteras cuando vacía su vejiga e intestinos, pero aquí el mundo exterior se le enfrenta como un
poder inhibidor ya que todo lo que atañe a esas funciones es indecente y por primera vez debe intercambiar placer
por dignidad social.
En la fase genital, alcanzada en la pubertad se da una organización bajo el primado de los genitales. Sucede que
algunas aspiraciones son excluidas de la organización y reprimidas y otras son acogidas dentro de la función sexual
como unos actos preparatorios (placer-premio); también sucede que experimentan una aplicación diversa dentro del
yo formando rasgos de carácter (padecen sublimaciones) (el carácter retentivo, sublimado, aparece luego en la
formación de carácter como personas ahorrativas y ordenadas, por ejemplo)

La sexualidad infantil: el niño tiene una vida sexual, esta es de índole perversa ya que a él le falta lo que convierte a
la sexualidad en la función de reproducción y éste es el carácter común de todas las perversiones en que se ha
abandonado la meta de la reproducción; por eso se denomina al niño perverso polimorfo. Aquí no hay un
centramiento u organización sino que la disposición sexual del niño es enormemente variada y las pulsiones
parciales tienen toda igualdad de derecho.
Sexualidad del adulto normal es el fruto de la represión de ciertas pulsiones parciales y ciertos componentes de las
disposiciones infantiles, y de la subordinación de los restantes bajo el primado de las zonas genitales y al servicio de
la reproducción.
La sexualidad perversa corresponde a la perturbación de estas síntesis por obra del desarrollo hiperpotente de
algunas pulsiones parciales. Es decir, hay un centramiento u organización pero en una pulsión parcial. Freud
distingue desvíos tanto del objeto (fetichismo de tener relaciones con animales) como de la meta (sadismo,
exhibicionismo, masoquismo) y los denomina perversiones.
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“Sobre las Teorías sexuales infantiles” (1908)
Entendemos que las teorías sexuales de los niños son indispensables para la concepción de las neurosis mismas en
las cuales estas teorías conservan vigencia y cobran un influjo que llega a comandar la configuración de los síntomas.
Bajo los sentimientos de curiosidad e inquietud el niño pasa a ocuparse del primer grandioso problema de la vida
(sobre todo afecta la llegada de un nuevo hermano) y se pregunta “¿de dónde vienen los hijos?” (O lo que sería de
donde ha venido este niño molesto). Demandara una respuesta a sus padres o a las personas encargadas de su
crianza que para él significan la fuente del saber. Pero ese camino fracasa ya que recibe una respuesta evasiva o lo
despachan con alguna información de carácter mitológico: la cigüeña trae a los hijos y los saca del agua. Los niños
rehúsan creencias a la teoría de la cigüeña; a partir de este primer engaño y rechazo alimentan desconfianza hacia
los adultos y suponen que hay algo prohibido que los grandes desean mantenerles en reserva y por eso rodean de
secreto sus investigaciones.
Así, han vivenciado la primera ocasión de un “conflicto psíquico”, pues, unas opiniones por las que sienten una
predilección pulsional entran en oposición con otras sustentadas por la autoridad de los grandes.
Con el discernimiento de que el hijo crece en el vientre de la madre, adquirido por el niño de una manera autónoma,
estaría sobre el camino correcto, pero luego esto es inhibido y sustituido por falsas teorías que el estado de su
propia sexualidad le impone, estas falsas teorías sexuales poseen un curioso carácter. Aunque grotescamente falsas,
cada una de ellas contiene un fragmento de verdad. Lo que hay en esas teorías de correcto y acertado se explica por
su proveniencia de los componentes de la pulsión sexual ya en movimiento dentro del organismo infantil. Tales
supuestos han nacido de las objetivas necesidades de la constitución psicosexual; por eso podemos hablar de teorías
sexuales típicas.
La primera de estas teorías se anuda al descuido de las diferencias entre los sexos. Ella consiste en atribuir a todos
los seres humanos, aun a las mujeres, un pene, como el que el varoncito conoce en su propio cuerpo. El pene, ya es en
la infancia una zona erógena rectora, es el principal objeto sexual autoerotico y por ese alta estima es imposible
representarse a otra persona sin ese esencial ingrediente.
El niño ha sabido procurarse placer estimulándolo con la mano; sus padres lo han pillado y lo aterrorizaron con la
amenaza de que le seria cortado el miembro, es decir, una amenaza de castración.
La niña, también le da a su clítoris el trato de un pene, es decir, el quehacer sexual de la niña tiene un carácter
masculino, y hace falta una oleada represiva en la pubertad para que por remoción de esta sexualidad masculina
surja la mujer. La niña pequeña al observar a un hermano pronto estará comandada por la envidia del pene.
Que el niño crezca en el vientre de la madre no es una explicación suficiente, ¿Cómo llega ahí adentro? Es probable
que el padre tenga algo que ver; en efecto, él mismo declara que el niño también es su hijo. Pero cuando el niño
parece estar en el mejor camino para postular la existencia de la vagina y atribuir al pene del padre, esa penetración
en la madre, como aquel acto en el que se engendra el hijo, en ese punto, la investigación se interrumpe, pues
obstaculiza la teoría de que la madre posee pene como un varón.
Su ignorancia de la vagina posibilita al niño convencerse de las segundas teorías sexuales. Si el hijo crece en el
vientre de la madre, y es sacado de ahí, esto ocurre por la abertura del intestino. Es preciso que el hijo sea evacuado
como un excremento, una deposición.
El niño no concede a la mujer el doloroso privilegio de parir. Si los hijos nacen por el ano, el varón podría parir igual
que la mujer. Así el muchacho puede fantasear que él mismo concibe hijos y de este modo activa su erotismo anal
todavía vivaz.
La tercera de las teorías sexuales típicas se ofrece a los niños cuando por alguno de los azares hogareños son testigos
del comercio sexual de los padres, cerca del cual pueden recibir sólo unas percepciones muy incompletas, es decir,
los ruidos, ej. Así se llega a lo que podríamos llamar la concepción sádica del coito: ven en él algo que la parte más
fuerte le hace a la más débil con violencia y lo comparan sobre todo los varoncitos con una riña entre niños en que
siempre están contaminadas por una excitación sexual.
Esto se confirma con unas huellas de sangre que eventualmente descubre en la cama o ropa interior de la madre.

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En conexión con el problema de saber de dónde vienen los hijos, el niño, se ocupa en averiguar la esencia y el
contenido de lo que llaman “estar casado” y responde a esta cuestión de diversos modos, según las percepciones
casuales hecha en los padres y según sus propias pulsiones. Lo único común a tales respuestas parece ser
prometerse del estar casado una satisfacción placentera y la remoción de la vergüenza. La concepción más frecuente
es: orinar cada uno en presencia del otro. Otras veces, el sentido de estar casados se sitúa en: mostrarse la cola
recíprocamente, sin avergonzarse.
Estas opiniones sobre la naturaleza del matrimonio poseen un valor significativo en los síntomas de una neurosis.
Primero se procuran expresión en los juegos infantiles y luego afloran como síntomas.
Hacia el decimo año sobreviene la comunicación de las cosas sexuales a los niños. Entendemos que lo que el niño
averigua es casi siempre algo correcto pero mezclado con falsedades. Y así como antes se ignoraba a la vagina luego
será el semen lo que estorbe la intelección de los nexos. El niño no puede pensar que el miembro sexual masculino
evacúe otra sustancia que no sea pis.

El creador literario y el fantaseo (1908)


Siempre nos intrigó averiguar de dónde la personalidad del poeta toma sus materiales. Emprenderíamos la
indagación a fin de obtener un esclarecimiento sobre el crear poético.
¿No deberíamos buscar en el niño las primeras huellas del quehacer poético? La ocupación del niño es el juego. Todo
niño que juega se comporta como un poeta, se crea un mundo propio o, mejor dicho, inserta las cosas de su mundo
en un nuevo orden que le agrada. El niño diferencia muy bien la realidad de su mundo de juego, a pesar de su
investidura afectiva y tiende a apuntalar sus objetos y situaciones imaginados en cosas palpables y visibles del
mundo real. Sólo ese apuntalamiento es el que diferencia su jugar del fantasear.
El poeta hace lo mismo que el niño que juega: crea un mundo de fantasía al que toma muy en serio pero también lo
separa de la realidad. El poeta es capaz de, a través de su técnica artística (arts. poética), generar que ciertas cosas
que no depararían goce puedan convertirse en fuentes de placer para los espectadores.
El adulto deja de jugar, aparentemente renuncia a la ganancia de placer que extraía del juego. Pero sabemos que el
hombre no renuncia fácilmente a un placer que conoció; sólo podemos permutar una cosa por otra, es decir,
procurarnos una formación de sustitutos. Así el adulto cuando deja de jugar sólo resigna el apuntalamiento en
objetos reales y en vez de jugar ahora fantasea. Construye castillos en el aire, crea lo que se llama, sueños diurnos.
El fantasear de los hombres es más difícil de observar que el jugar de los niños, ya que el niño no oculta su juego. En
cambio, el adulto se avergüenza de sus fantasías y se esconde de los otros, las cría, sus intimidades más personales.
Esto se debe a los motivos de esas actividades.
El jugar del niño está dirigido por un único deseo: ser grande y adulto. Por lo cual no hay razón para esconder ese
deseo. Diverso es el caso del adulto, por una parte, éste sabe lo que de él esperan: que no juegue ni fantasee, sino
que actúe en el mundo real; por la otra, entre los deseo productores de sus fantasías hay muchos que se ve
precisado a esconder, entonces su fantasear lo avergüenza por infantil y por no permitir.
Los neuróticos confiesan al médico sus fantasías. Es lícito decir que sólo fantasea el insatisfecho. Deseos
insatisfechos son las fuerzas pulsionales de las fantasías y cada fantasía es un cumplimiento de deseo. Los deseos
pulsionales difieren según sexo, carácter y circunstancia de vida. Pero se dejan agrupar según dos orientaciones:
deseos eróticos (querer-alcanzar amoroso) y deseos ambiciosos (deseos egoístas y ambiciosos)
Existe un nexo entre la fantasía y el tiempo (afirmamos que una fantasía oscila en tres tiempos: pasado, presente y
futuro engarzado por el deseo). El trabajo anímico se anuda a una impresión actual, a una ocasión del presente que
fue capaz de despertar los grandes deseos de la persona; desde ahí se remonta al recuerdo de una vivencia anterior,
infantil en que aquel deseo se cumplía y entonces crea una situación referida al futuro que se configura como el
cumplimiento de ese deseo, justamente la fantasía.
También existe un nexo entre el síntoma y la fantasía entendiendo que éstas son el estadio previo para la formación
de síntoma. Otro nexo es el de las fantasías con el sueño ya que tanto los sueños diurnos como los sueños nocturnos
son unos cumplimientos de deseo.

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La diferencia entre “el soñante a pleno día y el poeta” es que los poetas recogen materiales ya listos como los épicos
y trágicos antiguos. En las novelas, películas, siempre se repite un héroe como centro de interés y que gana la
simpatía de los espectadores (su majestad, el yo). Las mujeres de la novela se enamoran siempre del héroe. Otro
rasgo común es la separación entre buenos y malos, sin matices. Además en las obras del poeta podemos observar
los tres tiempos ya mencionados.
Nos hemos referido mucho más a las fantasías que al poeta e intentaremos justificarlo.
Dijimos que el soñante diurno oculta sus fantasías porque registra motivos para avergonzarse de ellas. Ahora agrego
que aunque nos las comunicara no podría despertarnos placer, sino que nos escandalizarían. En cambio, si el poeta
juega sus juegos ante nosotros como su público sentimos un elevado placer.
¿Cómo lo consigue? Éste es su secreto: la técnica para superar aquel escándalo reside en una autentica arts. poética.
El poeta mediante variaciones y encubrimientos nos soborna por medio de una ganancia de placer puramente
estética que él nos brinda en la figuración de sus fantasías. A esa ganancia de placer que se nos ofrece la llamamos
placer de incentivación o placer previo. Este placer estético que conlleva ese placer previo nos habilita para gozar en
lo sucesivo sin vergüenza alguna de nuestras propias fantasía, es decir, un placer mayor.

Unidad 4

Narcicismo (Introducción al narcisismo 1914)


El termino narcisismo proviene de la descripción clínica de Nacke (1899) y refiere a la conducta en la que el individuo
da a su propio cuerpo un trato parecido al que le daría al cuerpo de un objeto sexual. Narcisismo cobra aquí el
significado de una perversión.
Con Freud surge la conjetura de que narcisismo en tanto colocación de la libido, podría reclamar su sitio dentro del
desarrollo sexual regular del hombre. Lo propone como un estadio intermedio entre autoerotismo y elección de
objeto.
Narcisismo ya no sería una perversión sino el complemento libidinoso del egoísmo inherente a la pulsión de
autoconservacion (narcisismo: colocación de la libido en el yo)
Un motivo para considerar el narcisismo primario y normal es a partir de lo observado en la psicosis donde se
presentan dos síntomas: un extrañamiento de su interés respecto del mundo exterior y un delirio de grandeza.
Estas personas retiraron la libido del mundo, personas y cosas, pero sin sustituirlas por otras de las fantasías como sí
pasa con el neurótico. ¿Cuál es el destino de la libido sustraída de los objetos en la psicosis?
El delirio nos indica el camino: la libido sustraída del mundo exterior fue conducida al yo y así surge una conducta
denominada “narcisismo”. Pero el delirio de grandeza no es una creación nueva sino el despliegue de algo que ya
había existido, es decir, un narcisismo secundario que se edifica sobre otro (narcisismo secundario es la regresión de
la libido al yo).
Nos formamos así la imagen de una originaria investidura libidinal del yo, cedida después a los objetos pero
considerada en su fondo ella persiste.
Vemos a grandes rasgos una oposición entre libido yoica y libido de objeto (segundo modelo pulsional). Al comienzo
están juntas en el estado del narcisismo y solo se pueden diferenciar con la investidura de objeto. Cuanto más gasta
una, más se empobrece la otra.

¿Qué relación guarda el narcisismo con el autoerotismo?


Parte de la vida sexual del hombre: (como se va comportando la libido)
-Autoerotismo
-Narcisismo
-Elección de objeto
Para responderla es un supuesto necesario que no esté desde el comienzo en el individuo una unidad comparable al
yo, el yo tiene que ser desarrollado.

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Ahora bien, las pulsiones autoeroticas son iniciales, primordiales; por tanto algo tiene que agregarse al
autoerotismo, una nueva acción psíquica para que el narcisismo se constituya (el yo es el primer objeto de la libido)

Otras vías de acceso para el estudio del narcisismo:


a. Enfermedades orgánicas y la hipocondría: en ambas se retira el interés y la libido de los objetos del mundo
exterior y se concentra sobre el órgano que atarea.
b. La vida amorosa (dos tipos de elección de objeto): las pulsiones sexuales se apuntalan al principio en las
pulsiones yoicas y solo más tarde se independizan. Ese apuntalamiento sigue mostrándose en el hecho de que
las personas encargadas de la nutrición, cuidado y protección devienen los primeros objetos sexuales. Esta
elección de objeto es de tipo apuntalamiento o anaclinica (según la madre nutricia y el padre protector)
Pero hay personas cuyo desarrollo libidinal experimentó una perturbación y su objeto de amor no lo busca según
la madre, sino que se buscan a sí mismos como objeto de amor. Es una elección de tipo narcisista, es decir,
según lo que uno mismo es, lo que uno mismo fue o lo que uno mismo querría ser.

Narcisismo primario: lo suponemos en el niño y para esto consideramos la actitud de los padres tiernos hacia los
hijos y lo discernimos como el renacimiento y reproducción del narcisismo propio.
Los padres tienen una compulsión a atribuir al niño toda clase de perfección y encubrir y olvidar todos sus defectos.
El niño debe tener mejor suerte que sus padres. Enfermedad, muerte y renuncia al goce no tienen vigencia para el
niño. Es el centro y núcleo de la creación, su majestad del bebé que debe cumplir los irrealizados deseos de los
padres. Este conmovedor amor parental es en realidad el narcisismo redivivo de los padres.

Castracion concepto partener de narcisismo, ¿Por qué sale el niño del narcisismo primario? De a poco el niño va
siendo sometido a las exigencias del mundo que lo rodea. Su madre le habla pero también se dirige a otros. El niño
comprende entonces que ella también desea fuera de el y que el no es todo para ella; ésta es la herida infligida al
narcisismo primario del niño. De allí en más el objetivo será hacerse amar por el otro, complacerlo para reconquistar
su amor, pero esto sólo se puede hacer satisfaciendo ciertas exigencias, las del ideal del yo.
Lo que perturba el narcisismo primario es un complejo de castración, mediante este complejo se da el
reconocimiento de una incompletud que va a suscitar el deseo de reencontrar la perfeccion narcisista.

Ideal del yo. La observacion del adulto normal muestra amortiguado el delirio de grandeza que una vez tuvo y
borrado los caracteres psíquicos desde los cuales discernimos su narcisismo infantil, ¿qué ha hecho de su libido
yoica?
Sabemos qué mociones pulsionales libidinosas sucumben al destino de la represión cuando entran en conflicto con
las representaciones culturales y éticas del individuo. La represión parte del yo y sería el respeto del yo por sí mismo.
Podemos decir que uno ha erigido en el interior de sí un ideal por el cual mide su yo actual. La formación del ideal
seria, de parte del yo, la condición de la represión.
El hombre no quiere privarse de la perfeccion narcisista que gozó en su infancia y si no pudo mantenerla, procura
recobrarla en la nueva forma del ideal del yo.
Lo que él proyecta frente a sí como su ideal, es el sustituto del narcisismo perdido en la que él fue su propio ideal.
La incitación para formar el ideal del yo partió de la influencia crítica de los padres, a la que luego se sumaron otros
educadores y personas del medio.
El desarrollo del yo consiste en el distanciamiento respecto del narcisismo primario y engendra una intensa
aspiración a recobrarlo. El distanciamiento acontece mediante el desplazamiento de la libido a un ideal del yo
impuesto desde afuera.

Identificacion primaria (Psicología de las masas y análisis del yo, 1921)


El psicoanálisis reconoce a la identificación como la mas temprana exteriorización de una ligazón afectiva con otra
persona. El ideal del yo se constituye a partir de una identificación primaria cuya fórmula es “como el padre quiero
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ser”. Se introyecta un rasgo único y privilegiado del padre y la identificación aspira a configurar el yo propio a
semejanza del otro como modelo. Dicha identificación desempeña un papel en la prehistoria del complejo de Edipo.

Otras ideas
● Segundo estatuto del yo: el yo pasa a ser objeto de libido.
● Diferentes comportamientos de la libido según: -neurosis (la libido regrede a la fantasía); -psicosis (la libido
regrede al yo para engrandecerlo); -esquizofrenia (la libido regrede a algo más antiguo, a las pulsiones
autoeroticas por lo cual predomina la disociación)
● El rehallazgo de objeto en la pubertad ocurre según: -objeto parcial fijado en la infancia (ej, voz, mirada); - un
objeto total prohibido, incestuoso y edipico.

La represión (1915)
¿Por qué una moción pulsional habría de ser victima del destino de la represión? La satisfacción de la pulsión
sometida a la represión seria sin duda siempre placentera en sí misma pero sería inconciliable con otras exigencias.
Por tanto produciría placer en un lugar y displacer en otro. La condición para la represión es que el motivo de
displacer cobre un poder mayor que el placer de la satisfacción. Además gracias a la experiencia psicoanalítica
concluimos: la represión no es un mecanismo de defensa presente desde el origen; no puede engendrarse antes de
que se haya establecido una separación nítida entre actividad cc y actividad icc del alma y su esencia consiste en
rechazar algo de la cc y mantenerlo alejado de ella. Represión e icc son conceptos correlativos.
Se comete un error cuando se destaca con exclusividad la repulsión que se ejerce desde lo cc sobre lo que ha de
reprimirse. En igual medida debe tenerse en cuenta la atracción que lo reprimido primordial ejerce sobre todo
aquello con lo que puede ponerse en conexión. Es decir, de la represión participan necesariamente dos fuerzas:
atracción y repulsión.

Antecedentes teoricos de la represión primordial (o primaria)


a. Formula canonica (Manuscrito K, 1896): los dos primeros tiempos, 1° vspt y 2° su represión a raíz de una ocasión
posterior que despierta su recuerdo y queda un síntoma primario.
b. En la etiología de la histeria (1896) Freud afirma que existen en las personas unas vivencias sexuales infantiles
como recuerdos icc y que la representación que ha de reprimirse entra en nexo asociativo con una de tales
vivencias.
c. Nucleo patógeno: (sobre psicoterapia de la histeria, 1895) es un punto de carencia en la cadena asociativa y a su
alrededor hay una cantidad de material mnémico.

La represión como proceso


Con la concepción descriptiva del icc, la represión era entendida como un estado. Con la concepción dinámica de icc,
comienza a ser entendida como un proceso. Este tiene 3 fases: 1. Represión primordial: consiste en que la agencia
representante psíquica (agencia representante- representación) de la pulsión se le deniega la admisión en lo cc. Asi
se establece una fijación; a partir de ese momento la agencia representante en cuestión persiste inmutable y la
pulsión sigue ligada a ella.
Entendemos por fijación a la detención del movimiento de la pulsión. Sucede por un vinculo demasiado estrecho
entre la pulsión y el objeto, es decir, que en algún estadío del desarrollo psicosexual se experimentó un exceso de
satisfacción o bien al pasar al siguiente tropezó con una frustración que hizo que regreda a la anterior y quede fijada
allí.
2. represión secundaria o represión propiamente dicha: recae sobre retoños psíquicos de la agencia representante
reprimida o sobre unos pensamientos que procedentes de otra parte han entrado en un vinculo asociativo con ella.
A causa de ese vinculo, tales representaciones experimentan el mismo destino que lo reprimido primordial. La
represión propiamente dicha es entonces un “esfuerzo de dar caza”.

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La represión secundaria tiene dos características: -trabaja de manera en alto grado individual, es decir, actua
representante por representante y cada uno de los retoños de lo reprimido puede tener su destino particular; y es –
en alto grado móvil: no tenemos que imaginarnos el proceso de la represión como un acontecer que se consumaría
de una sola vez y tendría un resultado perdurable, como si aplastáramos algo vivo que de ahí en más quedará
muerto. La represión exige un gasto de fuerza constante. Podemos imaginarlo así: lo reprimido ejerce una presión
continua en dirección a lo cc, a raíz de lo cual el equilibrio tiene que mantenerse por medio de una contrapresión.
3. fracaso de la represión y retorno de lo reprimido: la represión no tiene otro motivo ni propósito que evitar el
displacer. De ahí decimos que el destino del monto de afecto de la agencia representante importa mucho más que el
destino de la representación. Si una represión no consigue impedir que nazcan sensaciones de displacer o de
angustia, ella nos autoriza a decir que ha fracasado aunque haya alcanzado su meta en el otro componente, la
representación. La represión crea siempre por regla general una formación sustitutiva. Con esto queremos decir que
hay un fracaso de la represión y un retorno de lo reprimido (síntoma, sueño, chiste, acto fallido, olvidos)

Texto: Lo icc (1915)


Freud se pregunta ¿Qué sucede cuando una representación experimenta la trasposición del sistema icc al precc cc?
Lo responde a partir de dos supuestos o hipótesis: -supuesto tópico, la representación tendría una transcripción
originaria y al trasponerse al otro sistema experimentaría una segunda transcripción, es decir, la representación
estaría en dos lugares del ap. Psíquico al mismo tiempo; -supuesto funcional, la representación se encuentra
transcripa en un sistema y al trasponerse al siguiente sería la misma y lo que ocurre es un cambio de estado
meramente funcional (ya que el icc es meramente eficaz, cuando le ordena a un paciente en estado hipnoide que
haga algo a tal hora lo hace). Freud se queda con este segundo supuesto y considera que lo que ocurre es una
mudanza de investiduras.

La represión es en lo esencial un proceso que se cumple sobre representacinoes en las fronteras de los sistemas icc y
precc cc. La represión sólo puede consistir en que a la representación se le sustraiga la investidura precc que
pertenece al sistema precc. La representación queda entonces desinvestida pero sabemos que la representación
reprimida sigue teniendo capacidad de acción dentro del icc; por tanto debe haber conservado investidura icc.
El aludido mecanismo de sustracción de una investidura precc no funcionaría cuando estuviera en juego la represión
primordial; en este caso está presente una representación icc que aún no ha recibido investidura alguna del precc y
por tanto, ella no puede serle sustraída.
Aquí necesitamos de otro proceso que en el caso de la represión secundaria mantenga la represión, y que en la
represión primordial cuide de su permanencia, y sólo podemos hallarlo en el supuesto de una contrainvestidura
mediante la cual el sistema precc se protege contra el asedio de la representación icc.
La contrainvestidura opera en el interior del sistema precc. Ella representa un gasto permanente de energía de una
represión primordial pero es también lo que garantiza su permanencia. La contrainvestidura es el único mecanismo
de la represión primordial. en la represión propiamente dicha (secundaria) se suma la sustracción de la investidura
precc. Es muy posible que la investidura sustraída de la representación se aplique a la contrainvestidura.
Se hizo referencia a un aspecto económico, que aspira a perseguir los destinos de las magnitudes de excitación. A la
hora de describir un proceso psíquico se tienen en cuenta tres aspectos, dinamicos (refiere fuerzas que entran en
conflicto, por ej. Rep inconciliable con el yo o pulsiones yoicas con sexuales), tópicos (se refiere a las instancias) y
económicos (se refiere a la magnitud) y esto se llama: exposición metapsicológica.

Propiedades del sistema icc


El nucleo del icc consiste en agencias representantes de pulsión que quieren descargar su investidura; por tanto, en
mociones de deseo. Está constituido por representaciones icc o también denominado representaciones “cosa” ya
que son imágenes acústicas, visuales y táctiles de cosas. Estas mociones pulsionales están coordinadas entre sí pero
no se contradicen entre ellas.
Dentro de este sistema no existe negación, no existe duda ni grado alguno de certeza.
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Prevalece en el icc una movilidad mucho mayor de las intensidades de investidura. Por el proceso del
desplazamiento, una representación puede entregar a otra todo el monto de investidura; y por el de la condensación
puede tomar sobre sí la investidura integra de muchas otra. Estos dos procesos son indicios del llamado proceso
primario.
Los procesos del sistema icc son atemporales, es decir, no están ordenados con arreglo al tiempo, no se modifican
por el transcurso de éste ni tienen relación alguna con él.
Tampoco conocen los procesos icc un miramiento por la realidad sino que están sometidos al ppio de placer.
Resumamos: ausencia de contradicción, proceso primario, carácter atemoral, sustitución de la realidad exterior por
la psíquica.

Propiedades del sistema precc cc


Dicho sistema está constituido por representaciones palabras. Las representaciones presentan un ordenamiento
temporal. Existe un examen de realidad, es decir, están sometidas al ppio de realidad. Regido por un proceso
secundario. En este sistema hay contradicción.

Unidad 5
La organización genital infantil (1923)
En tres ensayos (1905) Freud hablo de los dos tiempos del desarrollo sexual, de las organizaciones pregenitales (oral,
anal) de la libido y de las investigaciones sexuales infantiles. En aquel momento afirmaba que la unificación de las
pulsiones parciales y subordinación al primado de los genitales no son establecidos en la infancia y que dicha
instauración al servicio de la reproducción es la ultima fase por la que atraviesa la organización sexual. Esta tesis ya
no lo conforma: si bien no se alcanza una verdadera unificación en la infancia, el desarrollo sexual infantil hay un
gran interés por los genitales y el quehacer genital (masturbación) cobra una significatividad dominante. El principal
carácter es que para ambos sexos desempeña un papel importante un único genital: el masculino (falo) por eso se
denomina primado del falo.
Freud hace referencia a lo que sucede con el varoncito: para él es natural presuponer en todos los seres vivos un
genital parecido al que él mismo posee ya que es una parte del cuerpo que se excita con facilidad, ocupa un alto
grado de interés en el niño y por eso plantea nuevas tareas a la pulsión de investigación.
En esas investigaciones el niño llega a descubrir que el pene no es un patrimonio común de todos los seres
semejantes a él, por ejemplo, luego de una visión casual de los genitales de una hermanita o compañera de juego.
Tiene diferentes reacciones frente a esta impresión de falta de pene: desconocen la falta, creen verlo a pesar de
todo o creen que es pequeño y ya crecerá. Luego concluyen que estuvo presente y fue removido es decir la falta de
pene es entendida como resultado de una castración.
El niño cree al ppio que solo personas despreciables del sexo femenino habrían perdido el genital pero las personas
respetables como su madre lo conservan.
Solo más tarde cuando aborda los problemas de la génesis y el nacimiento de los niños dará cuenta que sólo las
mujeres pueden parir hijos y también la madre perderá el pene bajo la ecuación simbolica: hijo=pene

El sepultamiento del complejo de Edipo (1924)


El complejo de Edipo es un fenómeno central en el periodo sexual de la primera infancia. Después cae sepultado, es
decir, sucumbe a la represión y es seguido por el periodo de latencia. El complejo de Edipo se va a su fundamento a
raíz de la amenaza de castración.

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El niño tiene un gran interes y ocupación manual con sus genitales, los adultos no están de acuerdo con ello y
sobreviene la amenaza de que se le quitará esta parte tan preciada o que se le cortará la mano.
Al principio no presta creencia ni obediencia a dichas amenazas pero lo que quiebra la incredulidad del niño es la
observacion de los genitales femeninos, con ello se vuelve representable la perdida del propio pene y la amenaza de
castración obtiene efecto con posterioridad.
La vida sexual del niño no se agota en la masturbación sino que se puede pesquisar una actitud edipica hacia los
progenitores y la masturbación seria la descarga genital de la excitación sexual perteneciente al complejo de Edipo.
Si la satisfacción amorosa en el terreno del complejo de Edipo le costará el pene, estalla un conflicto entre el interés
narcisista y la investidura libidinosa de los objetos parentales, normalmente triunfa el primero y el yo del niño se
extraña del complejo de Edipo por la represión.
A partir de esto sucede que las investiduras de objetos son resignadas y sustituidas por identificación. La autoridad
del padre o de ambos introyectadas forman el superyó (toma prestada la severidad del padre y la prohibición del
incesto)
Las aspiraciones libidinosas son en parte desexualizadas y sublimadas y en otra se mudan en mociones tiernas. Asi se
inicia el periodo de latencia.

Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatomica entre los sexos (1925)


La niña también le da a su clítoris el trato de un pene pero al observar el de un hermano o un compañerito de juego
ve su propio órgano como pequeño. Al comienzo sabe que no lo tiene y quiere tenerlo (complejo de masculinidad,
espera recibir un pene y así igualarse a un varón) o tiene la convicción de que lo posee y actúa como un varón (la
desmentida)
Luego admite su herida narcisista, surge un sentimiento de inferioridad y cae en la envidia del pene. A consecuencia
de esto hay un aflojamiento del vinculo tierno con el objeto madre que dio una dotación tan insuficiente, es
responsable por la falta.
El complejo de castración, entonces, precede el complejo de Edipo en la niña: ahora la libido de la niña se desliza
hacia una nueva posición, resigna el deseo del pene para remplazarlo por el deseo de un hijo y con este propósito
toma al padre como objeto de amor. El padre tampoco le va a dar un hijo, se lo niega, y la ligazón – padre tiene que
resignarse por mal lograda. Su Edipo es abandonado entonces porque no se cumple el deseo de recibir como regalo
un hijo del padre (parirle un hijo) pero estos deseos permanecen en el icc: poseer un pene y recibir un hijo.
En la fase fálica de la niña el clítoris es la zona erógena rectora pero no esta destinada a seguir siéndolo, es decir, se
debe someter a un cambio: con la vuelta a la feminidad el clítoris debe ceder a la vagina su sensibilidad (cambio del
órgano sexual rector). Una segunda tarea que gravita sobre el desarrollo de la niña es el cambio de objeto sexual, es
decir, la madre por el padre. En síntesis, la niña debe trocar zona erógena y objeto mientras que el varoncito retiene
ambos.

Totem y tabú (1913)


Freud habla de una orda primordial en la cual existe un padre violento y celoso que conserva a todas las muejres
para él y expulsa a sus hijos varones cuando crecen. Los hijos admiran al padre por su poder pero al mismo tiempo lo
odian porque él tiene todo lo que ellos desean. Un dia los hijos se reúnen y matan al padre; luego lo devoran
incorporando cada uno una parte de su poder, es decir, identificándose con el.
Posteriormente el clan de hermanos sustituye al padre por un animal totémico que en ciertas ocasiones lo matan
entre todos, lo devoran, lo lloran y lo festejan y repetirían aquella hazaña criminal.
Pero sucede que el padre muerto se volvió mas potente y ellos mismos tienen un sentimiento de culpa frente a lo
hecho y deciden calmarlo con la prohibición de matar al sustituto paterno. Así surge el primer tabu, la prohibición
del parricidio que luego se extiende a todos los miembros del clan.
Ademas ahora eran rivales respecto de las mujeres y cada uno hubiera querido tenerlas a todas para sí, y en la lucha
la organización se hubiera ido a pique. Asi surge el segundo tabu: la prohibición del incesto.

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Lo que se plantea aquí es una clara analogía con lo que sucede en el complejo de Edipo y la constitución del superyó
como heredero. El complejo de Edipo significa prohibición del incesto y prohibición del parricidio, sustitución de la
endogamia por la exogamia.

Unidad 6
Introducción de la pulsión de muerte
En 1920 es el Freud de la posguerra por lo cual a partir de lo observado en la clínica va a modificar el modelo
pulsional. Ciertos referentes lo llevan a preguntarse si existe un modo de satisfacción en lo doloroso y si hay algo
más alla del principio de placer.

Referentes que lo llevan a modificar el modelo pulsional


- Los sueños (más alla del ppio de placer -1920- y conferencia 29 -1933-) en 1900 freud consideraba que el sueño
era un cumplimiento de deseo ya que era una operacoin del sistema icc y el aparato psíquico estaba gobernado por
el principio de placer. En la interpretación de los sueños tomó el sueño “padre, no ves que estoy ardiendo” y
consideró que se trataba del cumplimiento de deseo de verlo al hijo con vida.
En 1920 revisa dicho sueño y se pregunta ¿Qué fue lo que despertó al soñante? Lo que despertó al soñante fue un
reproche “padre, no ves” implica no haber estado a la altura como padre. ¿Qué sucede con los sueños de
autocastigo y de angustia? ¿ponen en duda la tesis de que el sueño es un cumplimiento de deseo? ¿hay algo mas alla
del principio de placer?
Respecto de los sueños punitorio (de autocastigo) también son cumplimientos de deseo pero de la instancia
criticadora- censuradora y punitoria de la vida anímica, es decir, del superyó.
Los sueños de angustia refieren a personas que han pasado por una vivencia de choque, un grave trauma psíquico
(como ocurrió en la guerra) y se ven remitidas por el sueño con frecuencia a dicha situación traumatica. Es algo que
no debería suceder de acuerdo a los supuestos acerca de la función del sueño. ¿Qué deseo podría satisfacerse
volviendo una y otra vez a la vivencia traumatica? A partir del trabajo analítico se trataba de correr el velo de la
amnesia infantil y llevar al recuerdo cc las exteriorizaciones de la vida sexual de la temprana infancia. Ahora bien,
estas primeras vivencias sexuales del niño están enlazadas con impresiones dolorosas de angustia, prohibición,
desengaño y castigo; uno comprende que hayan sido reprimidas pero no que tengan tanto acceso a la vida onírica.
Su carácter displacentero y la tendencia del sueño al cumplimiento de deseo parecen conciliarse muy mal.
Lo que ocurre es que a esas mismas vivencias infantiles van adheridos todos los deseos pulsionales incupmlidos que
a lo largo de la vida entera donan la energía de la formación del sueño; y cabe admitir, que en su violenta pulsión
aflorante esfuercen hasta la superficie también el material de episodios sentidos como penosos. Por otra parte, dada
la manera en que este material es reproducido resulta inequívoco el empeño del trabajo del sueño que busca
desmentir el displacer mediante una desfiguración y en ese caso falla la función del sueño.
Haciendo caso a estas ultimas objeciones diremos que el sueño es el intento de un cumplimiento de deseo. Es un
intento de eliminar la perturbación del dormir mediante un cumplimiento de deseo, esto se puede dar de manera
más o menos perfecta o puede fracasar y en ese caso el soñante se despierta.
Es decir, bajo determinadas circunstancias, el sueño sólo puede imponer su propósito de manera muy incompleta o
debe resignarlo del todo; la fijación inconciente a un trauma parece contarse entre los principales de esos
impedimentos de la función del sueño.
- Compulsion a la repetición (más allá del principio de placer -1920-, recordar, repetir y reelaborar -1914):
Freud observa en la clínica que el analizado no recuerda en general nada de lo
olvidado y reprimido sino que lo actúa, es decir, no lo reproduce como recuerdo sino como acción: lo repite sin saber
que lo hace. Por ejemplo, no recuerda haberse mostrado desafiante frente a la autoridad de los padres pero se
muestra asi frente al medico.
Pensamos esta pieza de la compulsión a la repetición en relación a otros dos conceptos: transferencia y resistencia.
Entendemos que cuanto mayor resistencia hay, tanto más se sustituye el recordar por el actuar. Por otro lado, la
transferencia, es una pieza de repetición y la repetición es la transferencia del pasado olvidado. Distinguimos una
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transferencia positiva (cara motor) en donde el paciente recuerda lo olvidado, hace asociaciones y las resistencias
son superadas; y una transferencia negativa (cara de obstáculo) hay un cierre de la cadena asociativa y el recordar
deja sitio al actuar (es la resistencia del ello)
¿Qué es lo que repite la persona? la persona repite fragmentos de su vida infantil que son penosos, que viven por
fuera de lo reprimido y supone evocar un trozo de la vida real. Es heterogeno a la cadena asociativa, es un “por fuera
de”. Cuando decimos que es un trozo de la vida real, queremos decir que no montó un entramado con esa
subjetividad. Es algo del orden de lo vivido que el sujeto no pudo entramar a su propia historia, por eso decimos que
si bien es externo a la cadena, no es externo al sujeto.
No se recuerda porque nunca fue olvidado y por eso se actúa y no es cc. ¿Qué sucede con eso que se repite pero que
es doloroso? ¿se satisface algo volviendo a lo penoso? ¿hay algo más allá del principio de placer?
El rol del analista es tener en cuenta esta dimensión de obstáculo, y se empieza en el análisis a historizar ese sujeto.
- Juego infantil, fort-da.(más allá del principio de placer -1920-) Freud observa a su nieto varón de un año y medio,
quien tenía un buen vínculo con los padres y cuando su madre lo abandonaba durante horas tenía un hábito: jugaba
con un carretel de madera al que sostenía del piolín y lo arrojaba lejos, y mientras lo hacia desaparecer al carretel
pronunciaba “o-o-o” que significaba “fort” (se fue) y después saludaba la aparición del piolin con un amistoso “da”
(acá está). El juego completo era el de desaparecer y volver. La primer interpretación del juego es tratar de admitir
sin protesta la partida de la madre, pero esta respuesta no es correcta ya que la parte del juego que más pedía era la
dolorosa, la de la perdida del carretel.
El juego fort-da implica nombrar el carretel, le da identidad al carretel porque tiene capacidad simbólica, y el juego
no es sin esos dos representantes psíquicos fort-da, se trata de pronunciar los dos significantes en la alternancia.
Además el niño solo juega a esto en ausencia de la madre por lo cual es posible gracias a que ella tiene un deseo más
allá del hijo. El fort-da es alternancia (no está-está) y se da como operador lógico de diferencia sólo si hay una madre
que se retira.
¿Es la madre lo que aparece y desaparece? No, es una parte de él mismo que la pierde para ser sujeto, es ese “sí
mismo” perdido.
El fort-da es un hacer que lo hace salir de la indefensión, del lugar en que se es víctima por eso necesitamos un hacer
que nos permita salir de ahí. La salida de la madre implica que tiene que dejar de ser el objeto privilegiado para ella y
por el fort-da el niño pasa de ser objeto pasivo de la ausencia, lugar del trauma y a partir de el vacío crea el fort-da y
toma un lugar activo. Este suceso entra así al principio de placer y él se hace dueño de la situación.

Tercer modelo pulsional (pulsión de vida y pulsión de muerte)


Pulsion de muerte: es la pulsión más originaria ya que la vida advino de lo inerte, por lo cual esta pulsión aspira a
volver a dicho estado anterior. Es el soporte de la satisfacción en lo doloroso, y fundamenta que el aparato psíquico
está gobernado por un más allá del principio de placer. Esta pulsión tiene por meta llevar a cada uno de los
elementos del organismo hacia lo inorgánico.
Pulsión de vida: reúne bajo este nombre a las antiguas oposiciones, es decir, la conservación de la especie, del sí
mismo, el amor propio y el amor de objeto. Tiene por meta la unión y la ligazón. Detiene el proceso de vuelta.

El problema económico del masoquismo (1924)


Freud describe tres tipos de masoquismo:
1. Masoquismo erógeno: el placer de recibir dolor. Se te atribuyen base biológica y constitucional. Es el
fundamento de las otras dos formas.
2. Masoquismo femenino: guarda relación con la satisfacción sexual ya que se trata de la realización escénica
de las fantasias cuyo contenido es ser denigrado, maltratado, sometido a obediencia, etc. Se le interpreta
como el deseo de querer ser tratado como un niño desvalido y dependiente.
3. Masoquismo moral. Se explica dsp

Vinculo entre el masoquismo y la vida pulsional


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En el ser vivo la libido se enfrenta a la pulsión de muerte; ésta, que impera dentro de él busca llevar a cada uno de
los organismos elementales a la condición de la estabilidad inorgánica.
La tarea de la libido es volver inocua esta pulsión destructora y lo desempeña desviándola en buena parte hacia
afuera dirigiéndola hacia los objetos del mundo exterior y se denomina pulsión de destrucción. Un sector de esta
pulsión es puesto al servicio de la función sexual y se denomina sadismo.
Pero otro sector no obedece al traslado hacia afuera, permanece en el interior del organismo y allí es ligado
libidinosamente; en ese sector discernimos el masoquismo erógeno, originario.
Es un supuesto pensar que se producen mezclas de las dos pulsiones en proporciones variables, es decir, se
encuentran siempre contaminadas entre ellas y nunca puras. Por efecto de ciertos factores puede suceder que a una
mezcla pulsional le corresponda una desmezcla pulsional.
El masoquismo erógeno acompaña a la libido en todas sus fases del desarrollo y aparece por ejemplo, la angustia de
ser devorado, de castración, etc.
3 Masoquismo moral: afloja su vinculo con lo que conocemos como sexualidad; aquí no importa quien inflija el daño,
el verdadero masoquista ofrece su mejilla toda vez que se presenta la oportunidad de una bofetada. Se trata de la
pulsión de destrucción que fue vuelta hacia el propio sujeto. Esto lo observamos en los casos más patológicos en lo
que denominamos reacción terapéutica negativa. Estas personas cuando el analista les indica una mejora, vuelven a
estar mal como si tendrían una satisfacción en un sentimiento icc de culpa o mejor denominarlo una necesidad de
castigo. No pueden abandonar el vinculo terapéutico y el estar enfermo en realidad encubre un “soy culpable” y la
necesidad de un castigo (satisfacción en un castigo). Es un obstáculo para la cura, es la resistencia del superyó.
El superyó debe su génesis a que los primeros objetos de las mociones libidinosas del ello (la pareja parental) fueron
introyectados en el yo a raíz de lo cual el vínculo fue dessexualizado y experimentó un desvío de las metas sexuales
directas y sólo así se superó el complejo de Edipo. El superyó tiene características esenciales de las personas
introyectadas, es decir, su poder, su severidad, su inclinación al castigo, etc. Y pueden estas características, resultas
acrecentadas por las desmezclas pulsionales al introyectarlo. El masoquismo moral es testimonio de la desmescla
pulsional y proviene de la pulsión de muerte.

2° tópica
A partir de los referentes propuestos en “el más alla del ppio de placer” había quedado inconclusa la respuesta a la
siguiente pregunta: “¿existen enigmáticas tendencias masoquistas en el yo?” Sí, en el núcleo del yo, que se
denomina ello.
En 1923 en “el yo y el ello” Freud propone la segunda tópica, y las que antes eran instancias psíquicas pasan a ser
cualidades psíquicas de las nuevas instancias.
- Ello, es la instancia o provincia más antigua, es el reservorio pulsional donde las pulsiones alcanzan por primera
vez su expresión psíquica. Su cualidad es ser todo icc, es el icc estructural (3r estatuto), es decir, aquel icc no
reprimido (nacemos puro ello, no está reprimido)
- Yo, es un desprendimiento del ello por influjo de la realidad. Su tercer estatuto es ser mediador entre las
exigencias del ello, del superyó y la realidad. Tiene dos tareas principales: la primera, hacia afuera, toma noticias
de los estimulos externos, evita aquellos hiperintensos, enfrenta a los moderados, transforma la realidad, etc.;
hacia adentro, hacia el ello, evalúa los medios y circunstancias adecuadas para la descarga, o bien, sofoca las
exigencias pulsionales. Sus cualidades son: cc en relación a la percepción, y el resto es precc, es decir, todo
aquello susceptible de devenir cc.
- Supeyo, en su núcleo se encuentra el ideal del yo constituido a partir de una identificación primaria y también la
prohibición del incesto y severidad de los padres introyectada en el complejo de Edipo. También forman parte
del superyó los restos oídos a lo largo de nuestras vidas, las frases dichas, etc. Sus cualidades son: icc, precc-cc.

Teorías de la angustia
Primer teoría de la angustia (Conferencia 25, la angustia -1917)

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Freud entiende que la angustia es un estado afectivo que reúne determinadas sensaciones de la serie placer-
displacer, con las correspondientes inervaciones de descarga y su percepción. Recurre al proceso del nacimiento
como el evento que deja tras sí esa huella afectiva, en él los cambios de la actividad del corazón y la respiración
caracteristicos del estado de angustia fueron acordes con el fin. Por tanto la primera angustia habría sido una
angustia toxica.
Luego, realiza la distinción entre angustia realista y angustia neurótica; la primera es una reacción que parece lógica
frente al peligro, un daño esperado de afuera mientras que la segunda es enteramente enigmática como carente de
fin.
La angustia realista refiere a un estado de atención sensorial incrementada y tensión motriz que llamamos “apronte
angustiado”. A partir de ese estado, se desarrolla la reacción de angustia en donde serían posibles dos desenlaces. O
bien se limita a ser una señal y el individuo puede huír o enfrentar o bien lo antiguo prevalece y la reacción se agota
en el desarrollo de angustia y dicho estado resulta paralizante.
La angustia neurótica la observamos bajo tres formas. En primer lugar, en las neurosis de angustia en donde la libido
desviada del proceso sexual normal (no descargada) se mudaba en angustia. En segundo lugar, vemos las fobias en
que la angustia frente a cierto objeto nos parece desmedida. Y en tercer lugar, vemos la angustia en la histeria y
otras formas de neurosis graves, que la angustia acompaña a los síntomas o emerge independientemente como
ataque de angustia.
¿De qué se tiene miedo en la angustia neurótica? Se trata de un peligro interno y a lo que se tiene miedo es a la
propia líbido. Se trata en todos los casos de libido inaplicable trasmudada en angustia.
La angustia es, como estado afectivo, la reproducción de un antiguo evento peligroso (el nacimiento), la angustia
está al servicio de la autoconservacion; se genera a partir de una libido que de algún modo se ha vuelto inaplicable;
lo hace también a raíz del proceso de la represión; la formación del síntoma la viene a ligar psíquicamente (el
síntoma viene a evitar saber de la angustia)

Segunda teoría de la angustia (en inhibición, síntoma y angustia -1926)


Freud en este texto propone la segunda teoría de la angustia, donde considera que la angustia crea la represión. En
1923 con la segunda tópica, describió a la personalidad anímica compuesta por un superyó, un yo y un ello y lo
obliga a adoptar otra orientación para el problema de la angustia. Con la tesis de que el yo es el único almásigo de la
angustia, solo él puede producirla y sentirla, nos hemos situado en una nueva posición. El yo tiene tres vasallajes:
con el ello, el superyó y respecto del mundo exterior y así tiene tres principales variedades de angustia: la neurótica,
la cc moral y la realista. Con esta nueva concepción ha pasado a primer plano la función de la angustia como señal
para indicar una situación de peligro.

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