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El gestionar las emociones es una habilidad que debe desarrollarse desde tempranas
edades a través del proceso de maduración emocional que se obtiene por medio del
acompañamiento por parte de los padres y/o cuidadores principales; quienes son en primera
instancia agentes socializadores cuyo papel es brindar seguridad y bienestar al niño o niña
desde el primer momento de la vida, encargados además de favorecer un ambiente adecuado
para la adaptación, exploración y dominio del mundo que le rodea.
Es el mejor lugar para que el niño se sienta querido. Los apegos que los niños
desarrollan con sus padres y hermanos generalmente duran toda la vida y sirven como
modelos para relacionarse con los compañeros de curso, con sus profesores y otras personas
con las que tomarán contacto a lo largo de su desarrollo. También dentro de la familia el ser
humano experimenta sus primeros conflictos sociales. El tipo de disciplina que ejercen los
padres, sus relaciones interpersonales, las discusiones familiares entre hermanos, etc,
proporcionan al niño importantes lecciones de conformidad, de cooperación, de competencia
y de oportunidades para aprender como influir en la conducta de los demás (pp.118-119).
Es por esto que se hace imprescindible brindar espacios desde la comunidad educativa
orientado a desarrollar en los estudiantes de grado 2°A de la Institución Educativa
competencias emocionales a través de la educación emocional, que les permitan reconocer,
regular y expresar sus emociones de manera asertiva, no se trata solo de realizar actividades
aisladas, sin una coherencia y un objetivo claro, es necesario un abordaje efectivo e
integrado de actividades articuladas entre sí con un propósito común de mejorar la confianza
y seguridad en sí mismo, la empatía y el trabajo colaborativo hacia su desarrollo integral.
Referentes conceptuales
Definir las emociones no ha sido una tarea fácil, lo que si está claro es que las
emociones son esenciales en la vida de las personas. Como seres humanos y en la interacción
con otros se experimentan una serie de respuestas emocionales a las situaciones de la vida
cotidiana, pero muy pocas veces hay conciencia de ellas y como éstas influyen en el
pensamiento, las creencias, el comportamiento y las actitudes; estas también tienen influencia
en las decisiones que se toman, por lo cual requieren de ser orientadas. En referencia a este
tema Bisquerra (2003) conceptualiza la emoción “un estado complejo del organismo
caracterizado por una excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada.
Las emociones se generan como respuesta a un acontecimiento externo o interno”. (p. 12).
Coleman (1995) expresa que “Todas las emociones son impulsos para actuar, planes
instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado. Impulsos
arraigados que nos llevan a actuar”.
Hay gran variedad de emociones, por eso es importante saber reconocerlas para poder
gestionarlas y controlarlas, pues cada persona, experimenta una emoción de manera distinta,
en función de sus experiencias previas y aprendizaje.
Bisquerra (2000) clasifica las emociones desde la psicopedagógica, pensada para ser
utilizada en la educación emocional, asignando el calificativo de negativas, positivas o
ambiguas, basándose en el grado en que las emociones afectan al comportamiento quien
clasifica las emociones, las cuales reúne en familias:
Educación emocional
Referencias
Henao López G., & y García Vesga, M (2009). “Interacción familiar y desarrollo emocional
en niños y niñas” Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud