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EDUCACIÓN

SOCIOEMOCIONAL

¿Qué es la educación socioemocional?


Según los aprendizajes clave, es un proceso de aprendizaje a través del cual los
niños y los adolescentes trabajan e integran en su vida los conceptos, valores,
actitudes y habilidades que les permiten:
• Comprender y manejar sus emociones
• Construir una identidad personal
• Mostrar atención y cuidado hacia los demás
• Colaborar
• Establecer relaciones positivas
• Tomar decisiones responsables
• Aprender a manejar situaciones retadoras, de manera constructiva y ética.

¿Quién y cómo imparte la educación socioemocional?


Es impartida por el tutor del grado. Él es quien tiene un mayor conocimiento de
cada alumno y puede acompañar mejor su desarrollo emocional.
También el tutor se puede ser apoyado, en caso de que fuera necesario, por los
orientadores educativos (que ofrecen una atención especial al alumno) y por los
trabajadores sociales (que coordinan el trato entre las familias y la escuela).
En cuanto a las horas lectivas, la asignatura de educación socioemocional se debe
implantar en los 12 grados de la educación básica. En primaria se dedicará 30
minutos a la semana. Progresivamente, en secundaria, una hora a la semana
dentro del espacio curricular de tutoría.

Adriana Trejo Peña 3°J


5 dimensiones socioemocionales:
• Autoconocimiento
• Autorregulación
• Autonomía
• Empatía
• Colaboración
• Metodología. Para facilitar el programa, la sep. ha elaborado fichas
didácticas para guiar el trabajo en el aula de educación socioemocional.
Concretamente, cada ficha de la sep. ofrece una descripción del objetivo de la
actividad, el material y tiempo de cada parte. Además, ofrece una secuenciación
de la dinámica. Por otra parte, la sep. propone metodologías activas que
favorecen la adquisición de las habilidades socioemocionales de los alumnos.
Ejemplos de ellos son el aprendizaje dialógico, aprendizaje basado en el juego y
aprendizaje basado en proyectos.

Antecedentes
La inclusión de la educación socioemocional en el Nuevo Modelo Educativo
responde a problemáticas de índole social, a consideraciones de tipo filosófico y
científico, a necesidades pedagógicas y a las tendencias mundiales. Fenómenos
como el consumo excesivo, las adicciones de todo tipo, la falta de oportunidades
para el desarrollo laboral y profesional, y otros factores que caracterizan
negativamente a la sociedad actual, aunados a una falta de desarrollo emocional
que impide la capacidad de resiliencia frente a las adversidades, amenazan
constantemente el bienestar de las personas. En este sentido, la depresión y el
suicidio son problemáticas que revelan un bajo nivel de desarrollo
socioemocional. El mal manejo de la ira es también un síntoma de un pobre
desarrollo socioemocional.

Algunos otros datos muestran indicios de un bajo desarrollo socioemocional de la


población joven. Por ejemplo, la Encuesta Nacional de Exclusión, Intolerancia y
Violencia en la Educación Media Superior, realizada en el 2013 con una muestra
de mil 500 estudiantes de 15 entidades federativas diferentes, señala que 56%
dice estar triste, 44% se siente solo y 26% considera que es un fracaso. Los
cuestionarios de contexto, que son parte de la prueba Planea que diseñó el
Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación ,2 revelaron en el 2016 que
solamente 25% de los alumnos de bachillerato muestra actitudes empáticas, 18%
se siente capaz de tomar decisiones y 26% muestra consistencia en el
interés, mientras que 76% no es perseverante y 74% no sabe manejar el
estrés. Estos datos revelan la necesidad de tomar en cuenta el desarrollo
socioemocional en la educación escolar.

Adriana Trejo Peña 3°J


Por otro lado, el mal común del aburrimiento está revelando la urgencia de hacer
cambios drásticos a los métodos y estrategias didácticas para sustituir el
aburrimiento por emociones como la curiosidad y el asombro. En el nuevo
modelo, la innovación consiste en que la educación socioemocional se llevará al
salón de clase con una racionalidad pedagógica enfocada en la dosificación del
desarrollo paulatino de las habilidades socioemocionales a lo largo de nueve ciclos
escolares, con unas actividades especialmente diseñadas para tal efecto y con
estrategias para la evaluación formativa.

Así, las escuelas reconocen hoy la importancia de contribuir a educar los factores
emocionales de manera deliberada y de que los padres y maestros sean formados
para enfrentar y, sobre todo, prevenir problemáticas tanto a nivel individual como
social relacionadas con fenómenos que obstaculizan el bienestar de las personas.

¿Qué es una emoción?


Las emociones se definen como reacciones que se producen en el organismo
como respuestas adaptativas al medio ambiente. Además de las emociones
básicas existen las llamadas emociones secundarias o sentimientos:

Negativos: están los celos, la envidia, el deseo de venganza y el resentimiento

Positivo: están la solidaridad, el cuidado, el respeto, el amor y todas las


emociones que lleven a estados de vida más plenos y felices.
Las emociones tanto básicas como complejas pueden ser experimentadas
agradablemente, causando estados de tranquilidad y alegría, o bien de una
manera desagradable, provocando malestar o dolor.

Al primer tipo se les llama emociones positivas o no aflictivas, y al


segundo, negativas o aflictivas. Sin las emociones negativas no sería posible
defendernos, poner límites, entrar en contacto con nosotros mismos o evitar
alimentos en mal estado. Ambos tipos de emociones pueden tener un buen
manejo que favorezca una vida más plena, o pueden tener uno inadecuado que
propicie estados de sufrimiento emocional. De ahí la importancia de contar con
una educación que promueva la modulación adecuada de las emociones.

La felicidad puede entenderse como una experiencia puntual o también como una
sensación permanente de fondo que impregna nuestra existencia. Ejemplo de este
tipo de vida incluye actividades que proporcionan una sensación más o menos
permanente de bienestar, como tocar un instrumento musical o hacer una
excursión en la montaña. Se trata de disponer de una motivación profunda para
hacer proyectos vitales y sentirse realizado al ponerlos en acción.

Adriana Trejo Peña 3°J


México define la educación socioemocional como “un proceso de aprendizaje
mediante el cual los niños y adolescentes desarrollan e integran conceptos,
actitudes y habilidades que les permiten entender y manejar sus propias emociones,
construir su identidad personal, mostrar empatía, colaborar, establecer relaciones
positivas y tomar decisiones responsables”.

Los propósitos establecidos para la educación socioemocional son los


siguientes.

1. Lograr el autoconocimiento.
2. Aprender a autorregular las emociones.
3. Comprender al otro de manera empática.
4. Fortalecer la autoconfianza y la capacidad de elegir.
5. Aprender a escuchar y a respetar.
6. Cultivar una actitud responsable, positiva y optimista.
7. Desarrollar la capacidad de resiliencia.
8. Minimizar la vulnerabilidad y prevenir el consumo de drogas, los embarazos no
deseados, la deserción escolar.

La educación socioemocional se presenta en un modelo que articula cinco


dimensiones: autoconocimiento, autorregulación, autonomía, empatía y
colaboración

Adriana Trejo Peña 3°J


Enfoque didáctico de la educación socioemocional

Además, el programa incluye estrategias para asegurar que la educación


socioemocional sea un elemento que pase en todas las asignaturas, así como en
todas las actividades extracurriculares. Sin el apoyo de los padres, la educación
socioemocional tiene pocas posibilidades de éxito. Lo que se requiere son
actividades de aprendizaje experiencial que fomenten la interacción con los demás
y la conciencia del propio yo.

Si no se dispone de materiales adecuados existe el riesgo de utilizar estrategias


que podrían carecer de seriedad o que podrían hacer surgir problemas
emocionales que el profesor puede no estar preparado para manejar. Los
profesores han sido siempre un factor importante en la educación socioemocional
de sus alumnos. Por primera vez se establece un programa curricular para la
educación socioemocional, es imprescindible que los profesores lo conozcan y se
apropien de él para que comprendan su racionalidad pedagógica, los niveles de
logro y cada una de las actividades propuestas, así como para que conduzcan
éstas adecuadamente e incluso puedan diseñar actividades apropiadas al
contexto específico de sus alumnos. La gestión de las emociones requiere una
planificación cuidadosa, además de la preparación de protocolos de contingencia
en caso de que surjan problemas que requieran una intervención del profesor.

Es preciso que el maestro conozca los alcances y límites del programa y sepa
canalizar a aquellos alumnos con problemas que requieran de una intervención
más especializada. Los maestros deben ser plenamente conscientes de que ellos
mismos son modelos de actitudes y comportamientos, de modo que deben
desarrollar constantemente su propio mundo emocional. El enfoque aceptado es el
de la evaluación formativa, que mide el avance en la construcción de habilidades
socioemocionales de acuerdo con la situación de cada estudiante, como una tarea
que dura toda la vida y que implica también altos y regresiones. Este tema abre
todo un reto para la evaluación educativa.

Gracias a la educación socioemocional se tienen más posibilidades de enfrentar


los obstáculos de la vida y de desarrollarse de manera más productiva en el
ámbito escolar y extraescolar. La concentración, la atención focalizada, el
silencio, la exploración de los propios estados anímicos, la identificación de los
sentimientos y de los motivos que nos llevan a tomar una decisión, son ejemplos
que implican la dimensión interna de este trabajo pedagógico.

Adriana Trejo Peña 3°J

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