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Tipos de contenido
La acepción del currículo como contenido entendido como lo que se tiene que
aprender, es decir, las disciplinas las materias, y el conocimiento mismo es la que se ha
ampliado más habitualmente.
Resulta evidente que el contenido del currículum es o debe ser elemento primordial
de análisis ,y, previo a él toma los elementos que lo configuran, la cultura y la ideología ya
que el contenido se ha entendido tradicionalmente como una selección y estructuración del
saber ya sea en compendio (enciclopedias) o en disciplinas académicas.
En cualquier caso de lo que se trata es de llevar un proceso de socialización de las
nuevas generaciones y de analizar no sólo el contenido sino todo lo que envuelve todos los
procesos de enseñanza-aprendizaje en el aula y en los centros.
En esta perspectiva tiene especial interés lo relativo a las materias o disciplinas, es
decir, al currículo entendido como un conjunto de contenidos de enseñanza, ya que estos
estructuran un tipo de cultura en los centros educativos hasta el punto de que incluso
configuran una de las formas de entender la escuela.
Un diseño curricular abierto, como el que ahora se nos presenta tiene muchas
ventajas: es adaptable, permita cambios como ofrecer libertad de acción , etc., pero también
presenta dificultades y quizá la mayor de ellas sea seleccionar y organizar los contenidos
para la consecución de los objetivos al poner manos a la obra se presenta muchas
interrogantes:
- Que contenidos.
- En qué orden.
- Que grado de profundización deben tener en cada ciclo.
- Cuando podemos dar un contenido por acabado.
El contenido del currículo es interpretable sobre todo por que responde a la pregunta
de qué contenido debe ocupar el tiempo de enseñanza, supone clarificar qué función se
quiere que se cumpla ésta en relación con los individuos, con la lectura heredada, con la
sociedad en la que vive y con lo que se aspira a lograr
La palabra contenido tiene una significación más bien intelectual y cultural es un
resumen de la cultura académica compuesta por programas claros escolares parcelados en
materias o asignaturas diversas. El concepto refleja por otro lado la perspectiva de los que
deciden qué enseñar y de los que enseñan. Por tanto cuando se habla de contenidos se habla
de lo que se pretende transmitir o que otros asimilen lo cual es muy distinto a los
contenidos reales del alumno.
Los contenidos son saberes culturales que están organizados en las áreas e
incorporan conceptos procedimientos y actitudes que se espera que los alumnos aprendan.
Las actividades educativas propuestas se centrarán en el desarrollo de la habilidad
del autoaprendizaje, en conexión con las propias experiencias, necesidades e intereses, por
medio de la enseñanza presencial, en centros ordinarios o específicos, y el uso de los
medios de educación a distancia.
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La evaluación educacional consiste en llevar a cabo juicios acerca del avance y
progreso de cada estudiante, aunque la prueba usada no se retenga siempre como la más
adecuada. Recientemente los fines de la evaluación juzgan tanto el proceso de aprendizaje
como los logros de los estudiantes. En este sentido, una diferencia fundamental con
respecto al término tradicional de los exámenes —prueba fijada en un tiempo y muy
controlada— es la evaluación continua, que se realiza con otro tipo de medios, entre los que
se incluye el conjunto de tareas realizadas por el estudiante durante el curso. Así, la
evaluación se realiza generalmente para obtener una información más global.
Para analizar los resultados de la evaluación es necesario hacer una reflexión en
base a las tres siguientes preguntas.
a) ¿qué evaluamos?
b) ¿cuándo evaluamos?
c) ¿cómo evaluamos?
Evaluamos los conocimientos iniciales del alumno , su proceso de aprendizaje los
resultados finales conseguidos, el procedimiento adquirido por el profesor, el material
empleado , la misma programación y todos los elementos y factores que intervienen en el
proceso educativo
Evaluamos de forma continuada: al empezar el curso, durante el curso y al acabar el
curso.
Para recoger los datos fundamentales aplicamos dos técnicas: la observación y la
prueba de evaluación.
Las cuatro fuentes clásicas para la selección de contenidos son: las necesidades
sociales , las exigencias de los saberes científicos y tecnológicos, el alumnado y la
dimensión pedagógica.
También se pueden aumentar otros criterios en la selección de contenidos, como ser:
La cultura, ya que trata de los valores transmitidos en el marco de los ideales, del
actuar de l soñar, del comprender, solucionar problemas y comunicar.
La estructura de la propia ciencia, este es un punto que hace que las disciplinas se
entiendan como fuente de contenido.
Las estrategias o comunicación en el aula, lo procesos d comunicación y las
relaciones que se producen ene. Aula precisan del soporte instrumental de las
diferentes estrategias de enseñanza y aprendizaje.
Al margen de estas propuestas de criterios otros autores sugieren nuevos aspectos:
Propuesta de Pérez.-Aquí se toma en cuenta la fuente de información, el mensaje
didáctico, y el destinatario.
Propuesta de Zabalza.-Toma en cuenta la dimensión contextual ecológica, la
dimensión instructiva, la dimensión perceptiva- actitudinal.
En este aspecto podemos encontrar muchas fórmulas con criterios lógicos para
secuenciarlos, pero mejor tomemos la fórmula de Luis del Carmen y Antoni Zabala (1992),
y son las siguientes: