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Los componentes del proceso de

enseñanza aprendizaje

Mg. Victoria Peña


Los componentes del proceso de enseñanza aprendizaje
2014
Los componentes del proceso de enseñanza aprendizaje

El proceso de enseñanza aprendizaje se conforma y desarrolla a través de una


serie de componentes, los cuales se presentan describiendo una secuencia arti-
culada y coherente conformando una espiral ascendente, dentro de la cual forma
parte esencial la evaluación. Los componentes del proceso educativo, que además
forman parte esencial de la teoría curricular, responden a ciertas preguntas funda-
mentales, las que se presentan a continuación:

¿Para qué enseñar?

¿Qué, cómo y ¿Qué, cómo y


cuándo enseñar? cuándo evaluar?

¿Para qué enseñar?


Esta pregunta orientará todas las demás respuestas, pues aquí nos encontramos
con los grandes fines de la Educación. Cada sociedad debe definir cuáles son las
grandes finalidades que orientarán su educación y por la tanto su enseñanza. Estas
finalidades estarán absolutamente relacionadas con el tipo de hombre que se quie-
re formar, por ejemplo, si queremos un hombre autónomo, responsable, con una
escala de valores clara a favor de la vida y el ser humano, la educación entonces y
todo lo que realicemos en el aula tendrá esos ideales como finalidad.

Sólo una vez que estén claramente definidas esas finalidades, ya sea para una so-
ciedad completa o para una Institución educativa, se podrá dar respuesta a las
demás preguntas, para que estén en absoluta coherencia con estas.

¿Qué enseñar?: Objetivos y Contenidos


La respuesta a esta pregunta nos va proporcionar información acerca de los obje-
tivos y de los contenidos de la enseñanza.

Los objetivos hacen referencia a los procesos de crecimiento personal que se de-
sea producir, facilitar, provocar en los alumnos mediante la enseñanza. En este
sentido, Hilda Taba afirma que la función principal del conjunto más específico de
objetivos consiste en guiar la toma de decisiones en el currículum, en cuanto a qué
incluir, qué destacar, que contenido seleccionar y sobre qué experiencia de aprendizaje
se debe insistir. Puesto que la educación no solo consiste en dominar contenidos, los
objetivos sirven también, para poner en claro, los tipos de potencialidades mentales
o de otra índole que precisan ser desarrolladas. La definición de tales potencialidades
determina como es seleccionada y manejada en el aula la enseñanza.

Los contenidos, por su parte, hacen referencia a la experiencia social culturalmente


organizada. Sin dejar de ser muy importantes los contenidos educativos, es priori-
taria la decisión acerca de los objetivos. Estos van a ser una especie de norte que
guiará la decisión acerca de cuáles son los contenidos educativos que mejor favo-
recerán el logro de esos objetivos. Así pues, los contenidos serán seleccionados en
función de los objetivos o capacidades, que pretendemos que los alumnos vayan
desarrollando a lo largo del proceso educativo.

Los contenidos de aprendizaje de acuerdo a lo señalado por Gimeno Sacristán


(1992): ”… comprenden todos los aprendizajes que los alumnos deben alcanzar
para progresar, en las direcciones que marcan los fines de la educación en una
etapa de la enseñanza en cualquier área, para lo que es preciso estimular compor-
tamientos, adquirir valores, actitudes y habilidades de pensamiento, además de
conocimientos…”.

Por lo anteriormente expuesto es posible afirmar que los contenidos tienen una
triple dimensionalidad (tres dimensiones) y a través de ellos se desarrollan las com-
petencias que el alumno o alumna requieren para integrarse a la sociedad en las
distintas etapas de su vida. Dicha triple dimensionalidad se ve expresada en los
tipos de contenidos que actualmente se pretenden lograr en los alumnos, los Con-
tenidos Conceptuales, Procedimentales y Actitudinales.

• Contenidos conceptuales:
Se refieren al conocimiento, comprensión y aplicación de hechos, conceptos, prin-
cipios y teorías. Constituyen lo que tradicionalmente se entiende por “contenido”.
El contenido es algo más que conocimiento; se trata de un conocimiento altamente
estructurado que aparece como lista de temas en los programas de enseñanza.
Pueden ser ejemplos de contenidos conceptuales para la Educación Parvularia, los
siguientes:
1. La Independencia de Chile; El desastre de Rancagua; La Batalla de Maipú;
El Combate Naval de Iquique.
2. Conceptos de ubicación espacial: arriba – abajo, cerca – lejos, derecha –
izquierda, etc.
3. Figuras geométricas.
4. Medios de transporte.
5. Medios de comunicación.
6. La familia.
7. Características de los objetos: color, forma, tamaño, longitud.
8. Ley de Gravedad, rotación y traslación de la tierra, flotación, transmisión
del sonido, estados de la materia, etc.

• Contenidos procedimentales:
Los “contenidos procedimentales” se refieren a los procedimientos y estrategias de
aprendizaje, es decir las acciones a través de las cuales se favorece el aprendizaje
de determinados conceptos y podrían considerarse como las actividades previstas
por el Educador para conseguir la comprensión y el dominio de los contenidos. Es-
tos contenidos comprenden, por tanto, las técnicas generales de estudio, los méto-
dos propios del trabajo de investigación y las estrategias que facilitan o posibilitan
la comunicación y la relación o asociación.

Por lo tanto, para los procesos de aprendizaje se hace necesario destacar aquellos
procedimientos que implican un curso de acciones y decisiones de naturaleza in-
terna, vale decir, que sirven de base a las realizaciones de tipo intelectual. El “saber
hacer” consiste en saber operar con objetos y con información.

Estos contenidos procedimentales se expresan mediante un verbo o la transforma-


ción de un verbo que puede ser sustantivado, es decir, expresado como un sustan-
tivo, siempre y cuando el verbo lo permita, de manera que no se confunda con este
(capacidad, destreza o habilidad), en el planteamiento del objetivo.
Entre los contenidos procedimentales que llevan al desarrollo de las habilidades
antes expresadas, podemos encontrar los siguientes:

· Observar (u observación).
· Comparar (o comparación).
· Clasificar (o clasificación).
· Identificar (o identificación).
· Definir.
· Experimentar (o experimentación).
· Graficar.
· Dramatizar.
· Dialogar.
· Cantar.
· Ejercitar (o ejercitación).
· Organizar.
· Explicar, Utilizar, Investigar (o investigación).
· Preguntar, Anticipar, Inventar, Imaginar, etc.

• Contenidos actitudinales:
Son aquellos contenidos que se refieren a las actitudes, valores y normas, com-
prenden las actitudes propias de un trabajo bien hecho en relación al respeto de las
normas reflejado en las actitudes que involucran ciertos valores. Entenderemos por
“valor” a un principio que regula el comportamiento de las personas, por “actitud”
a la tendencia a comportarse de modo consciente y persistente ante determinadas
situaciones, hechos o personas y, finalmente por “norma” a una regla de conducta.

Entre los contenidos actitudinales es posible destacar, entre otros:

· Respeto a…
· Preocupación por…
· Sensibilización para…
· Interés por…
· Recreación con…
· Valoración positiva de aprender…
· Inclinación por…
· Confirmación para…
· Curiosidad por…
· Conciencia de…
· Tolerancia.
· Aceptación.
· Constancia.
· Habituarse.
· Comportamiento de acuerdo con…
· Motivación hacia…, etc.

Es importante señalar que estos tres tipos de contenidos deben estar presentes
en el proceso de enseñanza aprendizaje, pues los tres son fundamentales para el
desarrollo tanto del pensamiento como de la persona.

Los Contenidos Conceptuales siempre han estado presentes en nuestra enseñanza,


pero actualmente es de vital importancia que en los Objetivos que nos planteamos,
se encuentren también los Procedimentales, ya que permiten desarrollar habilida-
des superiores en los niños y niñas, más allá del conocer, memorizar y comprender,
permitiéndoles relacionar, analizar, sintetizar, evaluar, etc.

Por otro lado, si damos un breve vistazo a nuestro mundo actual, nos daremos
cuenta de la urgencia de considerar los Contenidos Actitudinales, referidos a los
valores universales, las actitudes que guían dichos valores y las normas especial-
mente de convivencia, que nos permitan establecer un sistema de relaciones más
humano.

¿Cómo enseñar?
Esta respuesta nos va a permitir decidir acerca de las actividades, estrategias, re-
cursos necesarios del proceso enseñanza-aprendizaje, incluyendo, materiales, or-
ganización del espacio, en fin, todo aquello que mejor contribuya al logro de las
intenciones educativas explicitadas en el ¿qué enseñar?

En este punto es importante tener claro que existen múltiples caminos para al-
canzar las metas propuestas, debiendo seleccionar el adecuado, de acuerdo a los
objetivos planteados. Existen diversidad de métodos y modalidades curriculares
para que los estudiantes logren los aprendizajes, tanto conceptuales, como proce-
dimentales y actitudinales, propuestos en los objetivos.

¿Cuándo enseñar?
La respuesta a esta interrogante nos remite a la dimensión temporal del proceso de
enseñanza y aprendizaje, en un doble sentido. Por un lado, se refiere a la secuen-
cia, es decir, ordenamiento en el tiempo de objetivos y contenidos que se han de
trabajar en cada momento, y por otro, a la organización del tiempo dentro del aula.
Con respecto a la secuencia de Objetivos y Contenidos, es necesario distinguir
entre el ordenamiento intranivel y la secuenciación internivel.

El ordenamiento intranivel corresponde a la secuenciación tanto de los objetivos


como de los contenidos a lo largo del año lectivo para un nivel de enseñanza. Esto
se refiere a secuenciar los objetivos y los contenidos en función de lo que el alum-
no es capaz de hacer y aprender en un momento dado, para lo cual es importante
conocer las características propias de la edad de los estudiantes.

La secuenciación internivel está referida a aquello que le dará coherencia a todo


el nivel o a todo el ciclo. Consiste en ordenar tanto objetivos como contenidos de
manera secuenciada a través de los distintos niveles educativos, atendiendo a la
edad y etapa de desarrollo de los estudiantes, de manera de dar coherencia y con-
tinuidad a la enseñanza y el aprendizaje.

Finalmente, cabe señalar también que el cuándo enseñar se refiere a la organiza-


ción del tiempo dentro del aula.

La Evaluación en el proceso de Enseñanza Aprendizaje: ¿Qué evaluar?


Esta respuesta nos permitiría saber si se han alcanzado los objetivos planteados,
para lo cual es fundamental realizar la correspondiente evaluación de todo el pro-
ceso. Lo que vamos a evaluar es si se han logrado las intenciones educativas.

Con respecto al concepto de Evaluación, las propias Bases Curriculares para la


Educación Parvularia de nuestro país la definen como: “un proceso permanente y
sistemático, mediante el cual se obtiene y analiza información relevante sobre todo
el proceso de enseñanza-aprendizaje, para formular un juicio valorativo que permi-
ta tomar decisiones adecuadas que retroalimenten y mejoren el proceso educativo
en sus diferentes dimensiones”.

Lo anterior implica que la respuesta al qué evaluar, abarca evaluar tanto los aprendiza-
jes de los niños y niñas, en cuanto a los conceptos, los procedimientos y las actitudes,
como los distintos componentes del proceso de enseñanza, como son la planificación,
la comunidad educativa, los espacios educativos, la organización del tiempo, estrate-
gias metodológicas, recursos y materiales didácticos utilizados, intervención del edu-
cador y los adultos responsables, etc., incluyendo la propia evaluación.

Se trata no sólo de evaluar el “rendimiento” de los alumnos: la evaluación aquí tiene


un sentido mucho más amplio.

¿Cómo vamos a realizar la evaluación?


En la respuesta a esta pregunta se hace alusión a las diferentes formas de evaluar,
procedimientos e Instrumentos. Las formas de evaluar pueden ser muy diversas,
pero la más utilizada y recomendada para la Educación Parvularia es la observación
permanente y sistemática de los niños y niñas.

¿Cuándo evaluaremos?
Esta interrogante nos indica los momentos en que se debe aplicar la evaluación.
El hecho de hacer alusión, en la definición de Evaluación antes mencionada, a un
proceso permanente, significa que debe estar presente en todos los momentos
del proceso de enseñanza aprendizaje, por lo tanto, se deben utilizar, al menos, la
evaluación diagnóstica, formativa y sumativa.

La evaluación diagnóstica es la que se realiza al comienzo del proceso y debe abar-


car todas las líneas de acción, tales como, el trabajo con el equipo, la familia y co-
munidad, además de la evaluación dirigida a los educandos.

Con respecto a la evaluación de los niños y niñas, esta evaluación debe propor-
cionar información lo más completa posible, acerca de su crecimiento, desarrollo,
capacidades, necesidades, debilidades y fortalezas, en relación a todas las áreas del
desarrollo (cognitiva, psicomotora y socio-emocional).

La información entregada por esta evaluación es fundamental para saber desde


dónde comenzar el proceso de enseñanza aprendizaje, conocer las experiencias
previas de los niños y proponer los objetivos.

La evaluación formativa o de proceso se realiza de manera continua a lo largo


de toda la práctica pedagógica, aportando antecedentes valiosos en relación a los
aprendizajes de los niños, y respecto del cómo se realiza el trabajo educativo en
las distintas situaciones de enseñanza-aprendizaje, con la finalidad de ajustar o
cambiar la acción educativa, cuando sea necesario. La evaluación formativa de los
niños se puede realizar a partir de la información cualitativa obtenida a través de
registros de observación (cualquiera sea su formato), así como también, a partir de
indicadores que pueden elaborar los propios educadores respecto de los aprendi-
zajes esperados que se han planificado.

La evaluación sumativa, acumulativa o final que se realiza al culminar un ciclo, tiene


como finalidad determinar el grado en que niñas y niños han alcanzado los obje-
tivos. Debe ofrecer, además, información que permita retroalimentar y evaluar la
planificación, la metodología, los materiales, el espacio educativo, la organización
del tiempo y el trabajo de la comunidad educativa.

Otros aspectos importantes de evaluar son aquellos referidos al crecimiento (tales


como peso, talla, circunferencia craneana, etc.). Para ello, existen en el país diver-
sos procedimientos, técnicas y tablas determinados por los organismos competen-
tes del área de salud, que establecen los instrumentos y actualizan las normas para
realizar las comparaciones y evaluar el crecimiento de los niños.

En síntesis, podemos decir que los Elementos Básicos del Currículo en el proceso
de enseñanza aprendizaje, son:

• Los objetivos educacionales.


• Los contenidos de aprendizaje (procedimentales, actitudinales y
conceptuales).
• Los métodos, estrategias metodológicas, actividades, recursos y materiales.
• La secuenciación de objetivos y contenidos.
• Los diferentes objetos de evaluación (aprendizaje, desarrollo, planificación,
trabajo en equipo, intervención del adulto, comunidad, etc.).
• Los procedimientos e instrumentos para evaluar, principalmente la
observación.
• Los tipos de evaluación, especialmente la evaluación diagnóstica, formativa
y sumativa.

La forma en la cual se relacionan e interactúan estos elementos dentro del proceso


de enseñanza aprendizaje, es la siguiente:
La orientación la dan los Objetivos Educacionales, pues en ellos se encuen-
tran implícitos y explícitos los aprendizajes que se esperan lograr en los niños
y niñas. Los Objetivos, además, especifican los contenidos de aprendizaje,
que son un medio para lograr las aspiraciones formuladas en los objetivos.

Estos contenidos son de tres tipos y todos son importantes: conceptuales,


procedimentales y actitudinales.

Para poder lograr el aprendizaje en los niños y niñas, se utilizan como herra-
mientas facilitadoras diferentes métodos, estrategias, recursos y materiales,
acordes a la edad de los niños, sus características y lo que se pretende que
éstos aprendan. Como el aprendizaje no puede darse todo de una vez, hay que
secuenciarlo, por lo tanto, los objetivos y contenidos ya definidos con sus res-
pectivos métodos y estrategias se ordenan en el tiempo, dependiendo de lo
que los niños y niñas son capaces de aprender en un momento determinado.

Ahora, no todo termina ahí, pues debemos asegurarnos a lo largo del pro-
ceso, que todo esté funcionando bien, y de lo contrario, modificar aquellos
elementos que no están favoreciendo el aprendizaje. Es aquí donde la Eva-
luación nos entrega información valiosísima tanto del aprendizaje y desa-
rrollo de los niños y niñas, como de otros objetos factibles de ser evaluados,
como las actividades, los recursos y materiales, las estrategias, en fin, todo
lo antes nombrado, incluyendo la propia evaluación.

Será fundamental, entonces, que la evaluación esté presente en todo el pro-


ceso de enseñanza aprendizaje: al comienzo con la evaluación Diagnóstica,
durante el proceso con la Evaluación Formativa y al final con la Evaluación
Sumativa.

Para realizar las evaluaciones existen variados procedimientos e instrumen-


tos, siendo uno de los más apropiados para la edad de los niños y niñas de
nuestro nivel de enseñanza, la Observación.
La evaluación en un currículo centrado en el estudiante, obliga al docente a relacio-
nar activamente la enseñanza y la evaluación.

La planificación de la enseñanza o de las clases, es la forma de implementar el pro-


grama de estudio en el aula, lo que implica un trabajo docente en dos dimensiones:
cómo va a enseñar determinados objetivos o competencias del programa de estu-
dio y cómo los estudiantes van a aprender.

La primera pregunta relaciona directamente la metodología, la didáctica, el manejo


de la disciplina, la experiencia docente, con la naturaleza de los objetivos o compe-
tencias del programa de estudio y las características de los estudiantes.

La segunda pregunta, está relacionada directamente con los resultados de apren-


dizaje, que son la forma de operacionalizar en el aula los objetivos o competencias.
Son los aprendizajes que el estudiante va a lograr.

El docente debe evaluar si se están logrando los resultados de aprendizajes y en


qué nivel, para mejorar su logro o asignar una calificación. Una de las tareas esen-
ciales que el docente debe realizar, es relacionar la “estrategia de enseñanza” y los
“aprendizajes que deben lograr los estudiantes”.

Esta relación se basa en los siguientes principios:

• El aprendizaje progresa de múltiples formas, pero se puede describir en una


secuencia típica.
• El aprendizaje es un continuo que se puede describir distinguiendo niveles
para poder observarlo. La relación entre la “estrategia de enseñanza” y los
“aprendizajes” a lograr, se concreta al momento de planificar la enseñanza
o las clases, definiéndose los aprendizajes a lograr como resultados de
aprendizaje.
• La importancia de los resultados de aprendizaje para el docente, es que son
congruentes con las “tareas de enseñanza” que realiza, mientras que para el
estudiante, orienta las “tareas para aprender”.
Se deben tener presentes las siguientes interrogantes en el trabajo docente:

¿Cómo vincular los resultados del aprendizaje con la enseñanza y la evaluación?


Una vez que hayamos diseñado la planificación de las clases en función de los
resultados del aprendizaje, debemos determinar cómo vamos a comprobar si nues-
tros estudiantes han conseguido estos resultados del aprendizaje. Por lo tanto, de-
bemos considerar como conectar la evaluación con los resultados del aprendizaje.

¿Cómo podemos diseñar nuestro propio sistema de evaluación para comprobar


si se han conseguido los resultados del aprendizaje previamente establecidos?
• Es importante que haya una correspondencia entre los “métodos de ense-
ñanza”, los “resultados del aprendizaje” y la “evaluación”.
• Es de vital importancia para un aprendizaje efectivo que los estudiantes ten-
gan claro lo que se espera de ellos.

La correlación entre la “enseñanza, los resultados del aprendizaje y la evaluación”,


facilita el hecho de que la experiencia del aprendizaje sea más transparente y sig-
nificativa para los estudiantes.

Es importante que la estrategia de evaluación refleje los resultados del aprendizaje,


ya que, en lo que se refiere a los estudiantes, la evaluación es el currículum.
Para vincular los resultados de aprendizaje, actividades de enseñanza y de aprendi-
zaje, y evaluación, es necesario considerar los siguientes pasos:

• Definir claramente los resultados de aprendizaje.


• Seleccionar métodos de enseñanza y de aprendizaje más adecuados, que
aseguren la consecución de los resultados de aprendizaje.
• Evaluar los resultados de aprendizaje del estudiante y comprobar de qué
manera coinciden con lo que inicialmente se planificó.
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