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INTRODUCCIÓN AL DERECHO

Autor: Jaime Moscoso Delgado

NORMA JURÍDICA Y REGLA TECNICA

NORMA JURÍDICA

1. IMPERATIVO CATEGORICO E IMPERATIVO HIPOTÉTICO


Junto a sus funciones racionales y tan originales como ellas, la conciencia despliega funciones estimativas
para la intelección de los valores. Entre éstos, los éticos se condensan en un número de principios guías de la
conducta humana. Dichos principios ofician como pautas de lo que se llama conciencia moral y son tan
evidentes y claros como los principios lógicos de la razón; en virtud de ellos podemos calificar las acciones
humanas de buenas, malas, meritorias, pecaminosas, puras, culpables, etc.

En la base de la conciencia moral está su primer precepto que, según Santo Tomás, ordena: "Hacer el bien y
evitar el mal". Este axioma fundamental, ingénito en la mente de todos los hombres, es más sensible que
inteligible; se eleva desde lo recóndito de nuestra intimidad como vigorosa e insoslayable vocación hacia lo
bueno, hacia lo justo, hacia lo recto.

De la conciencia moral no brotan acabados y perfectos todos los cánones de conducta; muchos los toma de
fuera, de los sistemas de moral, de las religiones, de las tradiciones, del derecho. Empero, para apropiárselos
y hacerlos entrañablemente suyos, los selecciona e inserta en los principios cardinales de su propio seno;
luego de identificarlos con ellos, los prescribe como obligatorios.

Los principios de la conciencia moral se manifiestan en forma de mandatos: ¡esto debe hacerse! Sus
imposiciones constituyen los imperativos que Kant divide en categóricos e hipotéticos. Imperativo hipotético
es el que supedita su exigencia a una condición: "si tal cosa, haz tal otra". Imperativo categórico es aquél
cuya orden no depende de ninguna condición, prescribe una conducta por sí misma, como objetivamente
válida. Su mandato es directo y rotundo: ¡Ama a tus padres!

2. EL DEBER JURÍDICO ES CONDICIONADO


Ciertamente hay auténticos deberes que penden de la realización de supuestos. Es decir, algunos deberes se
tornan obligatorios para determinadas personas en tanto en cuanto se cumplen ciertas condiciones
preestablecidas.

En este caso se hallan las normas jurídicas. Estas normas concretan obligaciones para un individuo tan
pronto acaecen los hechos predeterminados como condición; por eso decimos que los deberes jurídicos
dimanan de normas hipotéticas. En efecto, para que un deber jurídico instituido por una norma de derecho
gravite eficazmente sobre una persona, se requiere que ésta esté comprendida en el supuesto o hipótesis de
dicha norma. Por ejemplo, la ley que impone la llamada "prestación vial" tiene sintéticamente, los siguientes
supuestos: 1║ hallarse en Bolivia; 2║ ser varón; y 3║ tener más de 18 y menos de 60 años; solamente
cuando concurren en una persona los tres requisitos, se da para ella el deber de cumplir el mandato. Si falta
uno de esos elementos de la condición, no nace el deber; tal, cuando se trata de un menor de 18 años o de un
nacional residente en el extranjero.
Aquí podemos dejar sentado un axioma: "toda norma jurídica es una norma hipotética".

3. ESTRUCTURA HIPOTETICA DE LAS NORMAS

El análisis de García Máynez lleva a la conclusión de que toda norma es un imperativo hipotético.
"En realidad, todo juicio normativo encierra uno o varios supuestos. Desde este punto de vista, la distinción
entre imperativos hipotéticos y categóricos resulta puramente gramatical. También los llamados categóricos
poseen supuestos, cuya realización actualiza las obligaciones que imponen. Citaremos, como ejemplo, el
precepto del Decálogo: "honrarás a tu padre y a tu madre". No obstante, su forma categórica, contiene una
hipótesis, fuera de la cual carece de sentido la obligación que estatuye. El supuesto de que hablamos es la
existencia de la relación biológica entre padres y vástagos. Todas las normas, sea cual fuere su ropaje
gramatical, valen únicamente para los comprendidos dentro de su hipótesis, ya que, mientras ésta no se
realiza, los deberes que formula no pueden actualizarse".

"Aun cuando parezca paradójico, antes de la realización de sus supuestos toda norma es hipotética, y cuando
aquéllos se producen, deviene categórica". La teoría de la estructura hipotética de las normas es corroborada
por H. L. A. Hart, cuyo pensamiento, en este punto, sintetizamos a continuación.

Las normas morales y jurídicas que protegen la vida y la integridad física del hombre -fundamentales porque
sin ellas carecen de sentido las otras normas- tienen por supuesto la vulnerabilidad humana; ciertamente, si el
hombre fuera invulnerable, no habría razón para el precepto: ¡No matarás!
La cantidad limitada de recursos -alimento, ropa, vivienda- es el supuesto de la institución de la propiedad y
de las normas que la regulan.

No obstante que los hombres difieren en fuerza física, agilidad y capacidad mental, no hay quién pueda, sin
cooperación, dominar o sojuzgar permanentemente a los demás; esta igualdad relativa hace necesario y
aceptable, en toda comunidad, un sistema de abstenciones y concesiones mutuas, desarrollado por el derecho
y la moral.

Hart concluye que la razón para obedecer éstas y las restantes normas jurídicas y morales radica en que
sirven al "propósito de supervivencia" que los hombres tienen al asociarse entre sí. Finalidad que, bien vista,
es el supuesto fundamental de todos los sistemas normativos conocidos.

Centrando nuestra atención a las normas morales y jurídicas, hallamos que en las primeras, la hipótesis, por
obvia, se la sobreentiende y da por aceptada. En la norma jurídica, por ser más contingente, pues está
supeditada a la voluntad del legislador, su condición o supuesto, necesariamente, debe expresarse en forma
clara y precisa en su texto.

4. ESTRUCTURA DE LA NORMA JURÍDICA

Volviendo a la estructura hipotética de la norma jurídica insistimos en que el "antecedente" señala el hecho
necesario y suficiente que al producirse efectivamente da lugar a un efecto jurídico genéricamente
denominado "consecuencia". Por tanto, la norma jurídica consta de dos partes: una llamada "hipótesis",
"supuesto" o "condición", y otra conocida como "consecuencia" o "disposición" Estos dos elementos
aparecen explícitamente en la norma.
Al acaecimiento real, en el plano del ser, que materializa lo meramente descrito en la hipótesis o supuesto, se
denomina "hecho jurídico".

La "consecuencia" o "disposición" consecutiva a la realización del hecho jurídico, consiste en una relación
entre el llamado "sujeto activo" -facultado para exigir algo- y el titular de la obligación impuesta por la
norma, denominado "sujeto pasivo".

La norma establece, pues, una relación de deber ser entre un hecho antecedente y un hecho consecuente. No
importa para nada qué sean estos hechos; pueden ser tanto las cosas más extrañas e inconexas tal como un
eclipse lunar y la matanza de los primogénitos de ciertos pueblos oceánicos". "No hay ninguna relación
causal entre los hechos que une la norma; ambos no integran un ser; la unión es absolutamente un deber ser:
dado el antecedente debe ser, o vale, o es legítima la consecuencia".

Sintetizando lo expuesto, la fórmula de la norma jurídica es:

"Si A es, debe ser B"

A esta conexión entre un hecho, calificado por el derecho para producir efectos jurídicos, y la consecuencia o
disposición, igualmente prescrita por la norma, Kelsen la denomina imputación. Es el modo específicamente
jurídico de enlazar sucesos y muy distinto de la vinculación causal que liga los fenómenos naturales. La
diferencia está en que, en la causalidad, el efecto fatalmente sigue a la causa, mientras que en la imputación
la consecuencia se eslabona con la hipótesis únicamente porque así lo manda una norma jurídica; de suerte
que si ésta desaparece, la vinculación entre ambas (supuesto y consecuencia) deja de existir. Un ejemplo
aclarará lo dicho. El ser boliviano, varón y haber cumplido 19 años, como hipótesis, es referido a la
disposición: obligación jurídica del servicio militar. Este nexo entre determinada edad, sexo y nacionalidad,
por un lado, y el enrolamiento bajo banderas, por otro, es la imputación. La imputación es una relación de
deber ser que en la práctica suele rehuirse por el obligado: continuando con el ejemplo anterior, no hay que
descartar un por ciento mínimo de omisos.

Al abrogarse la norma, cesa la obligación; en cambio, no puede anularse una relación causal entre fenómenos
naturales.
5. EL ESTUDIO DE LOS ELEMENTOS ESENCIALES DEL DERECHO

En el conocimiento de la norma jurídica ha de precederse analíticamente, penetrando en el detalle de cada


uno de sus elementos integrantes, para captar su función dentro del complejo total.

El examen de las partes constitutivas de la norma jurídica y todo lo que ella implica de manera necesaria, se
hace bajo distintos rótulos: "elementos constitutivos del derecho", "conceptos jurídicos fundamentales".
"conceptos jurídicos puros", "categorías jurídicas", etc. Al propio tiempo se remarca que son esenciales e
indispensables en todo orden jurídico, pues su omisión acarrea la desintegración de la norma. Radbruch dice
que son "las herramientas que es necesario emplear para entender el derecho positivo científicamente",
porque evidentemente constituyen los esquemas lógicos sobre los que se asienta todo pensamiento jurídico.
En los capítulos siguientes trataremos de estos elementos esenciales.

Frente a los ingredientes necesarios en la estructura de la norma jurídica, se colocan los elementos
contingentes del derecho, que son instituciones surgidas en el transcurso de la historia, a tenor de los
requerimientos y necesidades sociales, y que puede faltar en uno u otro orden jurídico, sin que por ello se vea
perjudicada o disminuida la esencia del derecho. Tales son por ejemplo: enfiteusis, derecho superficiario,
hipoteca, voto femenino, etc.

REGLA TECNICA

6. EL PROBLEMA DE LAS REGLAS TECNICAS

Conocida la estructura hipotética de la norma jurídica, se plantea la cuestión de indagar si también son
normas otras pautas de apariencia similar. Nos referimos a las reglas técnicas que señalan los medios
indispensables para la consecución de determinados fines; por ejemplo, si quieres barnizar madera debes
usar aceite.

Las reglas técnicas, al igual que las normas jurídicas, son esquemas de conducta humana, tienen estructura
hipotética y se formulan en proposiciones con inflexión imperativa. Su propósito es satisfacer necesidades
directa o indirectamente.

Se observan las reglas técnicas, como modelos del obrar humano, porque son -o se las considera-
convenientes para producir el resultado buscado.

En líneas generales, su estructura hipotética es semejante a la de las normas jurídicas. En el ejemplo dado, el
antecedente es: "si quieres barnizar madera", y la consecuencia: "debes emplear aceite".

Corrientemente se expresan con los modos y tiempos del verbo "deber": si quieres tal o cual cosa, debes
emplear esto o aquello.

Descontada su analogía con la norma jurídica en cuanto a su objetivo de dirigir la conducta humana, la
cuestión es analizar si generan auténticos deberes. ┐Es que la palabra "debes", usada al enunciar estas reglas,
tiene el mismo sentido obligatorio que en las normas? ┐Las reglas técnicas son normas?

7. QUE SON LAS REGLAS TECNICAS

Cuando el hombre atenazado por la necesidad o el deseo pretende algo, se empeña en buscar cómo
alcanzarlo. Entonces inquiere por la regla técnica que le señale el medio idóneo para conseguir lo ansiado.

El número de las reglas técnicas puede multiplicarse al infinito; cubren amplísima gama, desde las de orden
doméstico -preparación de alimentos- hasta los de la compleja tecnología nuclear. Su conjunto expresa el
repertorio de medios allegados por los hombres para obtener cuanto han menester a fin de subsistir y
desarrollarse en todos los órdenes de la vida.

Bien vistas las reglas técnicas son juicios que enuncian medios para lograr ciertos fines. Admitido su carácter
instrumental para llenar necesidades, persiste la pregunta: ┐el emplearlas es un deber?

8. LAS REGLAS TECNICAS NO SON NORMAS


El profesor Rodolfo Laun, antiguo Rector de la Universidad de Hamburgo , sostiene que una vaguedad de
lenguaje originó la confusión que ponemos en claro. Distingue dos especies diferentes de reglas con
estructura hipotética. Unas que postulan un deber condicionado: normas jurídicas. Otras que señalan
simplemente una necesidad condicionada, sin establecer ningún deber: regias técnicas.

Lo que Laun llama "necesidad condicionada" significa que el fin propuesto condiciona la aplicación
necesaria de la técnica pertinente: si para intensificar el intercambio de bienes, se ha resuelto construir un
camino carretero (condición), los ingenieros encargados aplicarán, por necesidad, las reglas técnicas de su
profesión; si quiero edificar una casa (condición) necesariamente recurriré a la técnica de los arquitectos.

Las reglas técnicas y las normas son de naturaleza diferente, lo cual se aprecia nítidamente en un ejemplo de
A. Torré. Considera una operación practicada por un médico; si ha sido realizada hábilmente, con los últimos
adelantos en materia de cirugía, es una operación técnicamente perfecta; no obstante ello, pudo ser una
intervención quirúrgica innecesaria, hecha con el fin de cobrar honorarios elevados a un paciente rico, y
entonces es éticamente repudiable.

Por su claridad reproducimos dos comentarios de García Máynez: "Cuando se dice, verbigracia, que para
recorrer la distancia más corta entre dos puntos se debe seguir la línea recta. úsase una expresión impropia.
Si una persona se propone ir de A a B por el camino más breve, tomar la línea recta es para ella una
necesidad no un deber. Nadie le obliga a optar por tal camino; pero si quiere realizar su empeño, no podrá
prescindir del único medio idóneo.

"Deseo aprender la lengua inglesa. En el supuesto, tengo que observar determinadas reglas gramaticales y
fonéticas. Si no las aplico, imposible me será alcanzar la meta que he asignado a mi conducta. Pero la
observancia de aquéllas no es para mi obligatoria, sino necesaria. Y esta necesidad encuéntrase condicionada
por la existencia del propósito que he concebido. Si lo abandono, no faltaré al cumplimiento de ninguna
obligación, ni tendré que valerme de las reglas que en caso contrario, me vería forzado a seguir".

A mayor abundamiento, examinemos la naturaleza de las expresiones en que se manifiestan las reglas
técnicas. Sabemos que las proposiciones enunciativas toman su validez de su concordancia con el objeto al
que se refieren y que las proposiciones normativas no son afectadas, en principio, por el comportamiento
contrario a sus postulados. Ahora veamos a cuál corresponden las locuciones técnicas. Si sus prescripciones
no son acertadas, si no logran el fin para el que las creíamos idóneas, o con el progreso han dejado de ser las
más eficientes, diremos que son o han devenido inútiles porque al igual que las proposiciones enunciativas
derivan su validez de la realidad. Esto abona que las reglas técnicas no pertenecen al campo normativo.

Por cuanto el propósito perseguido actúa como condición para aplicar la regla técnica, al desaparecer aquél
se extingue la necesidad de emplear ésta, mostrándonos que su observancia no constituía un deber sino un
mero recurso operativo. Según del Vecchio, éstas reglas "significan simplemente que, si se quiere alcanzar
un fin dado, es preciso obrar de cierto modo; pero dejan en absoluto sin prejuzgar si es o no obligatorio y
lícito obrar de dicho modo".
Todo lo expuesto nos induce a afirmar que las reglas técnicas no son normas porque no comportan deberes
para el hombre. Se recurre a ellas cuando hay necesidad de hacer algo. El no seguir sus recetas no implica
quebrantamiento de un deber, sencillamente no se las requiere o se desconfía de su utilidad. Unicamente
tienen de común con las normas jurídicas su estructura hipotética.

9. ETICA Y REGLA TECNICA

Segregadas de la categoría de las normas, las reglas técnicas en sí mismas no pueden ser calificadas de
morales o inmorales, de jurídicas o antijurídicas. Son éticamente neutras.

Empero, aunque no forman parte constitutiva de la ética, sin duda guardan relación con ésta. Un vínculo
surge patente cuando las reglas técnicas se ponen al servicio del derecho; por ejemplo, peritajes grafológicos,
pruebas químicas y balísticas, etc. También las reglas técnicas pueden ser involucradas en una norma jurídica
en virtud de un contrato, sea para construir un edificio, intervenir a un paciente o patrocinar un litigio. Por el
contrato, norma individualizada entre el cliente y el profesional, éste se "obliga" jurídicamente, vale decir,
normativamente, a cumplir lo pactado, no de cualquier modo sino observando las técnicas de su profesión en
grado óptimo o, a lo menos, aceptable. Del Vecchio explica: "Estas (reglas) devienen, pues, un elemento
integrante del contrato de obra o de prestación de servicios; y si... son violadas por culpa del profesional o
del artista, la otra parte puede exigir con toda justicia una reparación.

No obstante, téngase presente que el deber de cumplirla regla técnica no proviene de ella, sino del acto
judicial -designación y juramento del perito en química, grafología, balística, etc.- o de la norma jurídica
contractual.

Asimismo, los hombres, por deber moral, se hallan obligados a emplear en sus actos las técnicas más
adecuadas y eficientes, de acuerdo al dominio que tengan sobre ellas.

En consecuencia, al ponerlas en práctica cumplen mediatamente con un deber ético.

Este enfoque es extensible a todos los patrones de acción humana, cualquiera sea su campo. Hay un aspecto
ético en toda tarea científica, artística, religiosa o práctica que nos impele a realizarla con ahínco y
responsabilidad, Sobre esto último, piénsese en el drama íntimo del científico que, tras arduo y paciente
trabajo, culmina con un descubrimiento, y luego prevé, horrorizado, su potencia devastadora.

Ya que la regla técnica no es ética, pero se halla relacionada con ella, preguntémonos a qué valor
corresponde.

Al conceptualizar como actos económicos aquellos que satisfacen necesidades de los hombres, y conocida la
función de las reglas técnicas, su dependencia del valor económico es evidente. Criterio definitivo para
evaluarlas es su utilidad o inutilidad. Una regla técnica es valiosa cuando es "buena" utilitariamente, en tanto
llena las necesidades para las que se la creó o a las cuales se aplica: alimentación, vivienda, vestido,
comunicaciones, recreación, enseñanza, producción, sanidad, control social, etc.

En definitiva, estas reglas dependen del valor económico: útil-inútil, sirven a diversos fines y son
incorporadas a diferentes normas morales, jurídicas, religiosas, del trato, etc., pero su naturaleza no es
normativa.

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