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MAGISTERIO 2º AÑO A
PSICOLOGÍA DE LA
EDUCACIÓN
BOBADILLA MATÍAS
FERNANDEZ CATERIN
LEMA RODRIGO 1
Índice
Introducción……………………………………………………………………….….3
Conferencias de Freud……………………………………………………………38
Jean Piaget………………………………………………………………………….62
LEV VYGOTSKI…………………………………………………………………….. 71
David Ausubel………………………………………………………………………82
Lauretta Bender…………………………………………………………………..106
Conclusión…………………………………………………………………………112
Referencias bibliográficas……………………………………………………….113
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INTRODUCCIÓN
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Basado en Cardozo, R (2018), PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN 2
3
“Psicología educativa: definición, conceptos y teorías” https://psicologiaymen-
te.net/desarrollo/psicologia-educativa
LAS RAÍCES
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Demócrito4 (siglo V a. C.), escribió sobre las ventajas de la escolaridad y la in-
fluencia del hogar en el aprendizaje.5
4
Demócrito fue un filósofo y matemático griego que vivió entre los siglos V-IV a. C. Discípulo de Leucipo,
se le llama también «el filósofo que ríe».
5
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la-educacion/
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Fue un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. En 387 fundó la Academia. insti-
tución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos años y a la que Aristóteles acudiría a
estudiar
7
Aristóteles fue un polímata (individuo que posee conocimientos que abarcan diversas disciplinas): filó-
sofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la his-
toria intelectual de Occidente por más de dos milenios.
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Basado en Cardozo, R (2018), PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN 2
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Es una tablilla sin inscribir. Se aplica a algo que está exento de cuestiones o asuntos anteriores.
5
requiere de dos condiciones que, a través de una interacción mutua, mo-
tivan que algo se aprenda (el conductismo se basara en ello, estímulo à
respuesta, en todo proceso de aprendizaje; y si no obtengo la respuesta
ya acudo a las técnicas de modificación). Estas dos condiciones son:
Pero habría que ser justos especialmente con una figura excepcional, pionera
en la psicología educativa, Luis Vives11 (1531) y su obra De tradendis discipli-
nis.
10
Marco Fabio Quintiliano, en latín Marcus Fabius Quintilianus fue un retórico y pedagogo hispanorro-
mano. Nacido en el año 35 d. C., en Calahorra, España
11
Juan Luis Vives, fue un humanista, filósofo y pedagogo español. ( 6 de marzo de 1493, Valencia, Espa-
ña - 6 de mayo de 1540, Brujas, Bélgica)
12
Teólogo, filósofo y pedagogo nacido en la actual República Checa.
(28 de marzo de 1592, Nivnice, República Checa - 15 de noviembre de 1670, Ámsterdam, Países Bajos)
6
gresivamente a lo particular. El objetivo de la instrucción no era la memoria sino
la comprensión.
13
René Descartes, (La Haye en Touraine, Turena, 31 de marzo de 1596 - Estocolmo, Suecia, 11 de febre-
ro de 1650), fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado como el padre de la geometría
analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los epígonos con luz propia en el umbral de la revo-
lución científica
14
John Locke fue un filósofo y médico inglés, considerado como uno de los más influyentes pensadores
del empirismo inglés, y conocido como el «Padre del Liberalismo Clásico». Fue uno de los primeros em-
piristas británicos
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Basado en Cardozo, R (2018), PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN 2
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dando un papel importante al docente. Para él no solo es importante cambiar
el ambiente sino también las figuras implicadas en la educación para cambiar la
educación en general, es decir pretende cambiar al docente. IMPORTANTE
EL DOCENTE. Dice por tanto que no es necesario el cambio del ambiente, sino
que este cambio tenía que llevar modificaciones educativas.
Los inicios
En esta etapa hay que incluir a seis presidentes de la APA: Cattell, Dewey,
Hall, Judd, Seashore y Thorndike. Y otros gigantes como James, Woodworth,
Warren y Yerkes.
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educacion/
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Basado en Cardozo, R (2018), PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN 2
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● En primer lugar, dentro del campo de la metodología, la invención de los
primeros métodos de test para la medida de la inteligencia, basados en
la discriminación sensorial, y la creación del primer laboratorio de test en
Londres (1882). También inventó un test de asociación de palabras que
luego usaría Wundt, y fue el primero en llevar a cabo los estudios de ge-
melos. Realizó igualmente una serie de pruebas para confirmar su idea
de que los rasgos psicológicos se heredaban lo mismo que los rasgos fí-
sicos.
9
culturales. Introduce conceptos nuevos como velocidad de inteligencia, discri-
minación perceptiva… Pensó y reflejó en sus teorías la existencia de dos tipos
de inteligencia, considerando la inteligencia como algo independiente del con-
texto escolar, libre de influencias escolares.
Binet elaboró un método que permitió diferenciar a los niños que no seguían la
escolaridad obligatoria porque presentaban una deficiencia mental, de los que
no la seguían por otro tipo de problemas. Junto con Simon hacia 1905 introdu-
ce el concepto de coeficiente intelectual: medida de la inteligencia para conocer
la diferencia entre edad mental y edad cronológica (E.M./E.C. x100). Por ejem-
plo en un niño superdotado habrá mayor edad mental.
10
pendencia del lugar de nacimiento, etnia o discapacidad. Junto con James fue
uno de los fundadores del funcionalismo, fue también uno de los promotores
del movimiento de educación progresista-una especie de aplicación de la higie-
ne mental a la educación- que tuvo su origen en la psicología y se centraba en
los intereses personales, factores sociales y actividades prácticas. Su famoso
método de aprendizaje <<by doing>> ha sido una de las orientaciones más in -
fluyentes en los diversos movimientos de renovación educativa. Dewey fue un
firme defensor de las técnica centradas en el niño y de los sistemas escolares
cooperativos.
Según Watson los logros de este periodo de la P. de la educación han sido, en-
tre otros, éstos:
11
Thorndike (1874-1949): Ha sido el primero que ha merecido ser llamado psicó-
logo de la educación, en el sentido moderno del término, ya que no solo impul -
só y promovió el estudio de la P. de la educación, sino que se dedicó al estudio
experimental en este campo. Acuñó el término de la psicología educativa. Nom-
bra a la psicología de la educación, cuyo objetivo es la educación y su medi-
ción. El objetivo de esta disciplina está en la aplicación de los métodos y resul-
tados de la psicología a la práctica educativa. Durante este tiempo publica el
primer manual de P. de la educación y en el primer artículo que se publica ha -
bla de la importancia de la profesión docente para llevar a cabo en el aula las
aportaciones de la psicología.19
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educacion/
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Sigmund Freud - PSICOANÁLISIS
Freud no pretendía crear una teoría psicológica completa, pero llegó a elaborar
un sistema que explicaba la psicología del hombre en su totalidad. Comenzó
13
estudiando el trastorno mental y luego se preguntó por sus causas. Acabó for-
mulando una teoría general del dinamismo psíquico, de su evolución a través
de distintos períodos de desarrollo y del impacto de la sociedad, la cultura y la
religión en la personalidad, además de crear una forma de tratamiento de los
trastornos mentales. Logró formular una teoría psicológica que abarcaba la per-
sonalidad normal y anormal, y que incidía en todos los campos del saber: la so-
ciología, la historia, la educación, la antropología y las artes.
● Biografía
Sigismund Freud, que a los veintidós años habría de cambiar ese nombre por
el de Sigmund, nació en Freiberg, en la antigua Moravia (hoy Príbor, República
Checa), el 6 de mayo de 1856. Su padre fue un comerciante en lanas que, en
el momento de nacer él, tenía ya cuarenta y un años y dos hijos habidos en un
matrimonio anterior; el mayor de ellos tenía aproximadamente la misma edad
que la madre de Freud -veinte años más joven que su esposo- y era, a su vez,
padre de un niño de un año. En su edad madura, Freud hubo de comentar que
la impresión que le causó esta situación familiar un tanto enredada tuvo como
consecuencia la de despertar su curiosidad y aguzar su inteligencia.
En 1873, el joven Freud finalizó sus estudios secundarios con excelentes califi-
caciones. Había sido siempre un buen estudiante, correspondiendo a los sacri-
ficios en pro de su educación hechos por sus padres, que se prometían una ca-
rrera brillante para su hijo, el cual compartía sus expectativas. Después de con-
20
la anexión de Austria al proyecto pangermanista de la Gran Alemania, preparada por los nazis con ayu-
da del canciller austriaco Arthur Seyss-Inquart y sus prosélitos.
14
siderar la posibilidad de cursar estudios de derecho, se decidió por la medicina,
aunque no con el deseo de ejercerla, sino movido por una cierta intención de
estudiar la condición humana con rigor científico.
Hacia el psicoanálisis
15
Su amistad con Josef Breuer cristalizó, por entonces, en una colaboración más
estrecha, que fructificaría finalmente en la creación del psicoanálisis, aunque al
precio de que la relación entre ambos se rompiera. Entre 1880 y 1882, Breuer
había tratado un caso de histeria (el de la paciente que luego sería mencionada
como «Anna O.»); al interrumpir el tratamiento, habló a Freud de cómo los sín-
tomas de la enferma (parálisis intermitente de las extremidades, así como tras-
tornos del habla y la vista) desaparecían cuando ésta encontraba por sí misma,
en estado hipnótico, el origen o la explicación. En 1886, luego de haber com-
probado en París la operatividad de la hipnosis, Freud obligó a Breuer a hablar-
le de nuevo del caso y, venciendo su resistencia inicial, a consentir en la elabo-
ración conjunta de un libro sobre la histeria.
En 1896, después de romper con Breuer de forma un tanto violenta, Freud em-
pezó a transformar la metodología terapéutica que aquél había calificado de
«catártica», basada en la hipnosis, en lo que él mismo denominó el método de
«libre asociación». Trabajando solo, víctima del desprecio de los demás médi-
cos, el tratamiento de sus pacientes le llevó a forjar los elementos esenciales
de los conceptos psicoanalíticos de «inconsciente», «represión» y «transferen-
cia». En 1899 apareció su famoso tratado La interpretación de los sueños, aun-
que con fecha de edición de 1900, y en 1905 se publicó Tres contribuciones a
la teoría sexual, la segunda en importancia de sus obras. Estos dos fueron los
únicos libros que Sigmund Freud revisó puntualmente en cada una de sus su-
cesivas ediciones.
Hasta 1905, y aunque por esa fecha sus teorías habían franqueado ya definiti-
vamente el umbral de los comienzos y se hallaban sólidamente establecidas,
contó con escasos discípulos. Pero en 1906 empezó a atraer más seguidores;
el circulo de los que, ya desde 1902, se reunían algunas noches en su casa
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con el propósito de orientarse en el campo de la investigación psicoanalítica,
fue ampliado y cambió incluso varias veces de composición, consolidándose
así una sociedad psicoanalítica que en la primavera de 1908, por invitación
de Carl Gustav Jung, celebró en Salzburgo el Primer Congreso Psicoanalítico.
17
tratamiento de los mismos debía centrarse en que el paciente reprodujera los
sucesos traumáticos que habían ocasionados tales conflictos. La técnica utiliza-
da en principio para ello fue la hipnosis23. Llegó a la convicción de que el origen
de los trastornos mentales está en la vida sexual y que la sexualidad comienza
mucho antes de lo que en aquellos momentos se pensaba, en la primera infan-
cia. La afirmación de la existencia de la sexualidad infantil produjo muchas críti-
cas y oponentes a su teoría.
Más tarde introduce otra técnica de tratamiento: la asociación libre 24. Al princi-
pio era paralela al uso de la hipnosis, pero esta última técnica la acaba dese-
chando por considerarla menos efectiva. En las asociaciones libres el paciente
expresa sin censuras todo aquello que le viene a la conciencia de forma espon-
tánea.
Freud hace una formulación topográfica del psiquismo e incluye en él tres siste-
mas: uno consciente; otro preconsciente, cuyos contenidos pueden pasar al an-
terior; y otro inconsciente, cuyos contenidos no tienen acceso a la conciencia.
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Enfermedad nerviosa que se caracteriza por frecuentes cambios psíquicos y alteraciones emocionales
que pueden ir acompañados de convulsiones, parálisis y sofocaciones.
23
Estado de inconsciencia semejante al sueño que se logra por sugestión y que se caracteriza por la su-
misión de la voluntad de la persona a las órdenes de quien se lo ha provocado.
24
Descripta por Sigmund Freud como la «regla fundamental», constitutiva de la técnica psicoanalítica y
que consiste en que el analizado exprese, durante las sesiones del tratamiento, todas sus ocurrencias,
ideas, imágenes, emociones, pensamientos, recuerdos o sentimientos, tal cual como se le presentan, sin
ningún tipo de selección, ni estructuración del discurso, sin restricción ni filtro, aun cuando el material le
parezca incoherente, impúdico, impertinente o desprovisto de interés.
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La represión es el mecanismo que hace que los contenidos del inconsciente
permanezcan ocultos.
Más tarde presenta una nueva formulación del aparato psíquico que comple-
menta a la anterior. En esta formulación estructural el aparato psíquico está for-
mado por tres instancias: el ello, instancia inconsciente que contiene todas las
pulsiones y se rige por el denominado principio de placer; el yo, que tiene con-
tenidos en su mayoría conscientes, pero puede contener también aspectos in-
conscientes, se rige por el principio de realidad y actúa como intermediario en-
tre el ello y la otra instancia del aparato psíquico: el superyó, que representa las
normas morales e ideales.
Freud plantea 5 etapas, relacionadas con las zonas erógenas o del placer:
3. Le sigue la etapa FÁLICA, a los cuatro años, en la que el niño pasa por
el "complejo de Edipo".
5. Fase GENITAL.
19
¿En qué se basa la teoría Psicosexual de Freud?
Según Freud, los impulsos de placer que buscan los niños (y que se rigen por
el Ello) se centran en un área diferente del cuerpo, llamados una zona erógena,
en cada una de las cinco etapas de desarrollo: oral, anal, fálica, de latencia y
genital.
1. La fase oral
Edad: de 0 a 1 año
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La principal fuente interacción del bebé se realiza a través de la boca, que es
de vital importancia para la alimentación, pero además el niño a través de ella
obtiene placer gracias a actividades satisfactorias como la degustación y la
succión. Debido a que el bebé es totalmente dependiente de los cuidadores
(que son los responsables de su alimentación), el pequeño también desarrolla
un sentido de confianza y comodidad a través de esta estimulación oral.
2. La fase anal
Edad: de 1 a 3 años
Según Freud, el éxito en esta etapa depende de la forma en que los padres se
acercan a esfínteres. Los padres que utilizan la alabanza y la recompensa por
usar el inodoro en el momento apropiado, fomentan resultados positivos y ayu-
dan a los niños a sentirse capaces y productivos. Freud creía que las experien-
cias positivas durante esta etapa sientan las bases para que las personas se
conviertan en adultos competentes, productivos y creativos.
Sin embargo, no todos los padres proporcionan el apoyo y el estímulo que los
niños necesitan durante esta etapa. Algunos padres castigan, ridiculizan o in-
cluso avergüenzan a un niño cuando tiene accidentes.
21
pa, podría desarrollarse una personalidad anal-expulsiva, que se traduce en
una persona adulta desordenada, derrochadora y destructiva. Si los padres son
demasiado estrictos o empiezan el control de esfínteres demasiado pronto, se
genera una personalidad anal-retentiva, que se traduce en un individuo dema-
siado rígido, ordenado y obsesivo.
3. La fase fálica
Edad: de 3 a 6 años
Freud creía que los niños comienzan a ver a sus padres como un rival por el
afecto de la madre. El complejo de Edipo describe estos sentimientos de querer
poseer la madre y el deseo de reemplazar al padre. Sin embargo, el niño tam-
bién teme que será castigado por el padre por estos sentimientos, a este miedo
Freud lo llamó la angustia de castración.
Con el tiempo, el niño varón comienza a identificar el padre del mismo sexo
como un medio para poseer indirectamente a la madre. Para las niñas, sin em-
bargo, Freud creía que la envidia del pene nunca se resuelve totalmente y que
todas las mujeres siguen teniendo una fijación en esta etapa. Psicólogos
como Karen Horney discrepaba con esta teoría, que calificó de inexacta y de-
gradante para la mujer. En su lugar, Horney propuso que los hombres experi-
mentan sentimientos de inferioridad porque no pueden dar a luz a los niños, un
concepto que se denomina la envidia vientre.
4. Período de latencia
Edades: 6 a 12 años
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Zona erógena: ninguna (sentimientos sexuales inactivos)
5. La fase genital
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cas que se han hecho a la teoría de Sigmund Freud, la principal ha sido la falta
de objetividad de la observación y la dificultad de derivar hipótesis específicas
verificables a partir de la teoría. A pesar de la gran reprobación que suscitaron
las ideas freudianas, especialmente en los círculos médicos, su trabajo congre-
gó a un amplio grupo de seguidores. Entre ellos se encontraban Karl Abraham,
Sandor Ferenczi, Alfred Adler, Carl Gustav Jung, Otto Rank y Ernest Jones. Al-
gunos de ellos, como Adler y Jung se fueron alejando de los postulados de
Freud y crearon su propia concepción psicológica. No cabe duda de que el psi-
coanálisis fue una revolución para la psicología y el pensamiento de la época y
ha servido como base para el desarrollo y proliferación de una gran cantidad de
teorías y escuelas psicológicas.
26
Fue Empédocles de Agrigento, filósofo griego (siglo V a.C.), quien habló de los dos principio básicos,
que luego tomará Freud, AMOR y DISCORDIA, es decir EROS y TANATOS. Eros tiende a unir, Tánatos a
deshacer y separar. Esta fantasía cósmica fue trabajada por el creador del Psicoanálisis como una forma
de explicar la naturaleza de lo humano.
24
Asimismo designó como pulsión destructiva a las que tienen como fin la des-
trucción del objeto. Estas operan fundamentalmente en silencio y no pueden re-
conocerse más que cuando actúan en el exterior. En el desarrollo libidinal del
individuo, Freud describió el juego combinado de la pulsión de vida y la pulsión
de muerte.
RESUMEN:
La doctrina psicoanalítica sostiene que los impulsos instintivos que son reprimi-
dos por la conciencia permanecen en el Inconsciente y afectan a la persona. El
psicoanalista es quien debe volver accesibles dichos conflictos inconscientes a
través de la interpretación de los sueños y los actos fallidos y de la asociación
libre.
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Basado en sitio web Eros y Thanatos - http://www.dibam.cl/dinamicas/exp_it_asoc_2.pdf
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Freud consideraba a la asociación libre como la regla fundamental del psicoa-
nálisis. Esa técnica consiste en que el paciente exprese, durante las sesiones
de terapia, todas sus ideas, emociones, pensamientos e imágenes tal cual
como se le presentan, sin restricciones ni ordenamientos. El psicoanalista será
el encargado de determinar qué cosas, dentro de esas manifestaciones, están
reflejando un conflicto inconsciente. La asociación libre en realidad no está vin-
culada al libre albedrío, sino que está determinada por el inconsciente.
Freud emplea el término "tópicas" (del griego topos = lugar), en sentido meta-
fórico, para indicar que no se puede comprender el psiquismo humano sin un
modelo espacial que nos represente distintas regiones con su modo propio de
funcionamiento y sus mutuas relaciones.
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Hay “tres niveles” (también pueden denominarse, regiones, provincias o siste-
mas) en el psiquismo: consciente, preconsciente e inconsciente, que dan cuen-
ta de los procesos psíquicos que se llevan a cabo en los seres humanos. Es-
tos niveles del psiquismo funcionan interrelacionados entre sí, no poseen un
sustrato neurológico o un lugar anatómico determinado.
Niveles Psíquicos
1º NIVEL: LA CONCIENCIA
El nivel consciente, es el más accesible del aparato psíquico, esta formado por
lo que se percibe. Las representaciones conscientes son todo lo que se registra
ya sea fuera del sujeto, a través de los sentidos vista, olfato, gusto, motricidad
(lo que ve, escucha, hace), como también lo que pasa dentro del sujeto (re-
cuerdos, deseos, sentimientos, emociones, etc.). Por medio de la consciencia
es posible conocer las cosas en forma reflexiva. El sistema consciente se ma-
neja con el principio de realidad, en el aquí y ahora, respeta la temporalidad, se
rige por leyes lógicas y se adapta al contexto.
● ES TEMPORAL:
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● PREDOMINA LA LÓGICA DE LA REALIDAD
Se adapta al medio circundante, a los códigos del lenguaje literal, los conteni-
dos tienen un significado en sí mismo, sin significados ocultos.
2º NIVEL: EL PRECONCIENTE
3º NIVEL: EL INCONSCIENTE
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El inconsciente, es el nivel donde se encuentran todos los contenidos, emocio-
nes, deseos, ideas, vivencias y conflictos reprimidos que no tienen lugar en la
conciencia, debido a que la intensidad que poseen producen displacer (sufri-
miento) a la persona cuando los recuerda, por ello los reprime y permanecen
oculto en este nivel.
ES ATEMPORAL: Es decir que en este nivel coexisten diferentes ideas sin im-
portar orden cronológico. Por ej. Deseos infantiles, junto a deseos adultos, y los
mismos, se mezclan todo el tiempo. Por ej.: Un hombre sueña que está en una
clase de su universidad pero tiene puesto el guardapolvo de su primaria y la
profesora es su maestra de primer grado. Hay presencia de contradicción: los
deseos o sentimientos pueden coexistir sin que resulte conflictivo. Por ej.: Una
mujer sueña con que entra a un lugar hermoso, armónico, iluminado, donde
todo está en orden, pero quiere irse rápido porque no está a gusto en el lugar.
29
día María tuvo una discusión con su madre, una fuerte pelea, por la noche ella
sueña que se pelea con su vecina. Es decir desplaza la discusión hacia su ve-
cina para no sentirse culpable y liberar a través del sueño la angustia que le
produce pelearse con su madre.
Plano descriptivo: es todo contenido psíquico que está fuera del campo
de la conciencia. De este modo incluye tanto lo preconsciente como lo
inconsciente.
http://www.portalhuarpe.com/Medhime20/Talleres/TALLERES%20SECUNDA-
RIOS%20UNSJ/Comercio/05Teorias%20de%20Sigmund%20Freud/Sigmund
%20Freud-Navegable/psicologia/primera.html
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31
SEGUNDA TÓPICA DEL APARATO PSÍQUICO
En 1920, Freud plantea la segunda teoría del aparato psíquico que no anula la
anterior sino que la integra (en el próximo post veremos cómo). En esta tópica
se divide al aparato psíquico en tres instancias:
El YO
Es la parte del aparato psíquico que reconoce la propia persona el ¿Quién soy?
Se dice que es la instancia ejecutiva de la personalidad. Es un organizador que
a través de la percepción conoce las necesidades externas e internas. Además
de percibir y discriminar los estímulos externos de los internos y decidir cuáles
y como satisfacerlos, el yo tiene otras funciones como el pensamiento, la me-
moria, la relación con los demás, y fundamentalmente el “controlar”, los deseos
que provienen del ello, esto lo logra mediante el uso de herramientas que se
denominan mecanismos de defensa.
El YO tiene una función reguladora, mediadora, entre el ELLO, el SUPER-YO
y la realidad, es decir que se encarga de organizar los impulsos de la persona,
de modo tal que estos no entren en contradicción con sus valores morales.
Para ello realiza ciertas renuncias y sacrificios que a veces la realidad le impo-
ne.
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Yo de realidad definitivo: el yo es capaz de discriminar el mundo in-
terno del externo, se instaura el principio de realidad. Sus funciones prin-
cipales son: percepción, memoria, pensamiento, dominio motor, repre-
sión, resistencia y examen de la realidad.
EL ELLO
Es la instancia que alberga las pulsiones instintivas regidas por el principio de
placer y que aflora en forma directa en las manifestaciones antisociales. Su há-
bitat en las personas socialmente integradas sería el mundo inconsciente, es
decir, que todos los impulsos o contenidos del ello son inconscientes.
Esta instancia puja permanentemente por satisfacer deseos y tienta al yo para
que los ejecute.
Por ej.: Un joven tiene mucho que estudiar, el ello insistirá en que no lo haga
porque solo quiere divertirse, por tanto expresará al yo: “Dale salí, puedo salir,
estudio a la vuelta o no estudio, seguramente a mí no me van a tomar
lección...”
El SUPERYO
Es la voz de la conciencia moral, producto de la internalización de las normas
y valores transmitidos por los padres a través de la educación. Su función es
poner freno al ello y convertirse a veces en amigo del yo, a través de valoracio-
nes positivas que hace de su conducta (es como si el superyó le dijera al yo: “lo
has hecho bien...”).
Otras veces se transforma en un enemigo y surge en la persona el sentimiento
de culpa, son los momentos en que el yo no es visto con buenos ojos por el su-
peryó (como si el superyó, dijera al yo: “¡No estás a la altura de lo que deberías
hacer...!”)
33
Ideal del yo: lo que hace que tengamos metas en la vida, estudiemos,
trabajemos, etc.
Conciencia moral: lo que hace que sepamos lo que está bien y está
mal.
34
EVOLUCIÓN DE LAS INSTANCIAS PSÍQUICAS
Es en las primeras etapas de la vida (desde 0 años hasta los 5 años), donde el
psiquismo se estructura, se conforma. Luego con el pasar de los años y el
transcurrir por diferentes etapas y vivencias se irá fortaleciendo y modificando
durante toda la vida, hasta la muerte de ese ser humano.
Entre estos aprendizajes distingue que hay cosas que no puede hacer y otras
que sí, es cuando comienza a formarse el SUPER-YO. Un niño va orientando
su conducta según lo indicado por los adultos quienes le van otorgando pre-
mios o castigos según responda o no a las normas o indicaciones que estos
dan. Así van surgiendo en cada persona representaciones internas de lo que
es correcto y lo que no, representaciones de las normas sociales y los valores
de la sociedad en que vive.
35
Cardozo, R (2018), Freud y el aparato Psíquico
Conferencias de Freud
1º Conferencia: Introducción
36
Freud presenta el psicoanálisis, menciona aspectos metodológicos, advierte de
las inclemencias, dificultades con las que se han de encontrar si desean practi-
car o incursionar en el psicoanálisis:
28
La personalidad neurótica es aquella que mantiene elevados mecanismos de defensa para no enfren-
tarse a emociones, pensamientos, o instancias de la realidad (tanto interna como externa) que le resul-
tan amenazantes.
La Característica principal del neurótico es que rechaza de la conciencia aspectos de su realidad interna,
tomando distancia de sus sentimientos, pensamientos o deseos, mediante pautas rígidas de acción o es-
trategias psicológicas que tiene automatizadas y por lo tanto utiliza sin darse cuenta, pese a que en al-
gún grado es consciente de que hay algo en su interior que no acaba de salir a la luz y que le dificulta de-
sarrollar una vida más plena.
29
Freud considera que en el caso mencionado, en la persona desaparecen los síntomas fisiológicos, pero
al no recibir tratamiento psicoanalítico, sigue estando enfermo, en cuanto a su aparato psíquico.
37
de haber un tercero, esto se debe a que el paciente ha establecido un
lazo afectivo con su psicoanalista, con el que puede contar sus más re-
cónditos miedos y vergüenzas, siempre que exista una situación de con-
fianza entre paciente y psicoanalista (si no se produce esto, solo pode-
mos ver los síntomas del paciente pero no la causa, que se encuentra
oculta en el inconsciente) ya que son confesiones que jamás hará con
alguien ajeno a ese vínculo, tomando en cuenta que son aspectos que
oculta de la sociedad y hasta de sí mismo, de modo que se convence de
que no existe ese suceso, que no forma parte de él.
2. La segunda dificultad Freud la ubica en la sociedad, señalando que a
esta se le ha enseñado a buscar un fundamento anatómico para las fun-
ciones del organismo y sus perturbaciones, a explicarlas en términos de
física y de química, y a concebirlas biológicamente, pero no se dirige el
interés en la vida psíquica. El psicoanálisis pretende valerse únicamente
de diagnósticos psicológicos dejando de lado las influencias y/o tenden-
cias de tener que asimilarlo todo con una consecuencia orgánica.
3. La contradicción más fuerte que supone la tesis del psicoanálisis con
respecto a la sociedad y por ende al relato científico.
● Lo psíquico pertenece al inconsciente, hay un sentir, un querer
inconsciente.
● La importancia de las “pulsiones sexuales”
2º Conferencia: Los actos fallidos.
● Cuando se dice una cosa y se quería decir otra (se cambian las pala-
bras) – Desliz verbal-
● Cuando se lee algo diverso a lo escrito – Desliz en la lectura-
● Si se oye falsamente lo que se dijo – Desliz auditivo-
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● Olvido temporal
● Extraviar/ perder, cuando se coloca algo en un lugar y luego no se re-
cuerda donde se había colocado.
● Ciertos errores cuando se piensa que algo es de un modo y luego se
piensa que no era de ese modo y finalmente nos damos cuenta que era
como pensábamos primeramente
Freud enuncia una serie de caminos hacia la explicación de los actos fallidos,
las diversas razones por las cuales puede darse (pero comprueba que ninguno
lo explica exitosamente)
Critica:
Los actos fallidos ocurren también en personas que no están fatigadas, distraídas, ni
emocionadas.
Una acción no está garantizada por el aumento de la atención, ni fracasa por la
disminución de la misma. (Existen operaciones que se realizan de manera
automática). Hay acciones que se realizan exitosamente con poca atención y actos
fallidos pueden surgir cuando se le brinda particular importancia a la operación
correcta.
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● Recambios
● Permutaciones del sonido
● Posposiciones del sonido
● Mezclas (según los autores, esta es la causa más frecuente)
Freud lo explicita de este modo:
“Opinan que los sonidos y sílabas de una palabra tienen valencias diversas, y
que la inervación del elemento de mayor valor puede influir perturbadoramente
sobre la de menos valor. (…) para ello se basan en las anticipaciones y pospo-
siciones del sonido, en sí mismas no tan frecuentes…”
La crítica que Freud le merece a esta postura radica en que existen actos falli-
dos en donde se dice exactamente lo contrario a lo que se tenía la intención de
decir, que nada tiene que ver con el sonido en sí. De modo que Freud llega a
concluir que los actos fallidos responden a un sentido, a un propósito psíquico
(interés del psicoanálisis)
40
Al continuar con la conferencia plantea que la Operación fallida tiene un senti-
do, de modo que puede ocurrir que:
Freud plantea que es posible aplicar la concepción del sentido o propósito has-
ta aquí planteada solo en una de las formas de desliz en el habla, a todos los ti-
pos de actos fallidos.
Puede darse una combinación de olvido y error, tomemos por ejemplo cuando
alguien olvida una cita y la segunda vez, con el firme propósito de no olvidarla
se aparece a una hora diversa a la convenida.
42
“El fenómeno posee un sentido. Por -sentido- entendemos significado, propósi-
to, tendencia y ubicación dentro de una serie de nexos psíquicos (Pág. 54)”
Pero además señala que no debemos confundir los actos fallidos con las accio-
nes causales que se distinguen por no tener intención con la que chocar o per-
turbar
Luego de dejar este aspecto en claro, se focaliza en las intenciones que cho-
can en la acción fallida:
● Su opuesta
● Su ratificación
● Su complemento
Pero, si la perturbadora no tiene nada que ver con la perturbada?
Estos casos son los que estudiará Freud, quién se centra en analizar aquellas
intenciones que en nada se vinculan con la intención perturbada
43
● 2ndo grupo: el hablante reconoce la tendencia perturbadora, luego se
trastrabarse pero antes le era ajena, de manera que surge cierto asom-
bro en él.
● 3er grupo: el hablante niega firmemente la interpretación de la tendencia
perturbadora y la desprecia, la declaración extraña a él, no encuentra
explicación alguna por la que se haya producido.
“En los dos primeros grupos la tendencia perturbadora es confesada por el ha-
blante; y en el primero, por añadidura, se ha anunciado inmediatamente antes
del desliz. Pero en los dos casos es refrenada”
Los tres grupos se diferencian por el alcance mayor o menor en que fue refre-
nada la intención, entonces la represión del propósito es la causante del desliz
de la acción fallida, sin esta represión no hay desliz. En palabras de Freud:
Las acciones fallidas son actos anímicos en los que puede reconocerse un sen-
tido y un propósito; no solo que surgen por la interferencia entre dos diversas
intenciones, sino que, además, la ejecución de una de estas intenciones tiene
44
que haber sufrido cierto refrenamiento para que pueda exteriorizarse mediante
la perturbación de la otra. Ella misma tiene que haber sido perturbada antes
que pueda devenir perturbadora
Según Freud, esta reacción se debe a “la sobreestimación de que fue objeto en
épocas anteriores” (pg. 77). Luego de mencionar lo habitual que era la interpre-
tación del sueño en la época helenístico-romana y cómo se fue degradando en
superstición en la edad Media, señala que la única contribución valiosa hecha
por la ciencia exacta con respecto al sueño es “la influencia ejercida sobre el
contenido del sueño por ciertos estímulos corporales sobrevenidos mientras se
duerme” (pg. 79). Sin embargo, ¿cómo reaccionaría esta ciencia exacta si se
propone descubrir el sentido de los sueños? De igual manera como las opera-
ciones fallidas pudieron tener un sentido, quizás ocurra lo mismo con el sueño.
Lo que ahora busca Freud es encontrar aquello común a todos los sueños. El
primer rasgo común es que ocurre mientras dormimos, que es además una
vida propia del alma mientras se duerme. Existe así una relación entre el dormir
y el sueño y, parecería que el sueño es un estado intermedio entre el dormir y
45
la vigilia. Por ello, es necesario comprender qué es el dormir. Esta definición
puede ser comprendida desde un aspecto fisiológico-biológico o psicológico.
En el primer caso el dormir es “la reparación de las fuerzas, mientras su carác-
ter psicológico es la suspensión del interés por el mundo” (pg. 80).
Un punto interesante aquí es que la relación del hombre con el mundo, “al que
hemos venido tan sin quererlo”, no puede ser aguantada por él de manera inin-
terrumpida. Por ello, es necesario retirarse a un estado pre-mundano, es decir,
“a la existencia en el vientre materno. Al menos nos procuramos [en el dormir]
una situación en todo semejante a la que entonces existía: calor, oscuridad y
ausencia es estímulos” (pg. 80). En otras palabras, buscamos en el dormir un
regreso al vientre materno y por eso nos disponemos de las cosas necesarias
para reproducir aquella suspensión de interés por el mundo.
Siguiendo esta línea el sueño no sería más que la interrupción del dormir, un
intruso inoportuno. Esta visión lleva a comprender al sueño simplemente como
el resultado directo de una estimulación somática. Los sueños no son más que
restos de la actividad anímica de vigilia y, por tanto, sería un tema inapropiado
para el psicoanálisis. Sin embargo, a pesar de que “el sueño sea superfluo, no
obstante existe; y podemos intentar dar razón de su existencia” (pg. 81). Si la
vida del alma no se duerme, es porque existe algo que no se lo permite. Con-
secuentemente, el sueño viene a ser la reacción frente a un estímulo.
Ahora bien, Freud quiere dejar en claro que las diversidades de los sueños (co-
herentes y lineales, o confusos y caóticos, etc.) no tienen relación con los diver-
sos grados del dormir. No por estar más cerca a la vigilia uno sueña de manera
más caótica o viceversa. El sueño como reacción frente a un estímulo que per-
turba el dormir es el único punto sobre el cual “puede venir en nuestro auxilio la
psicología experimental” (pg. 83). Así, el autor discute ejemplos de cómo deter-
minados estímulos externos perturban el dormir. Los ejemplos todos, muestran
cómo el sonido del despertador es incluido en el sueño de las personas y pone
fin al dormir. Ahora, el sueño “no reconoce al despertador –y tampoco este
aparece en el sueño-, sino que sustituye el ruido del despertador por otro; inter-
preta el estímulo que pone fin al dormir, pero en cada caso lo interpreta de ma-
nera diversa” (pg. 84). Lamentablemente, la interpretación del sueño como una
46
reacción a este estímulo externo es dejada de lado porque solo logra explicar
un pequeño fragmento del sueño y no la reacción onírica entera.
Estos estudios han permitido no obstante echar luz sobre un determinado as-
pecto del sueño. Este “no devuelve simplemente el estímulo, sino que lo proce-
sa, alude a él, lo inserta dentro de una concatenación, lo sustituye por algo di-
verso. Es un aspecto del trabajo del sueño que ha de interesarnos, porque qui-
zá nos acerque más a la esencia del sueño: Cuando un individuo hace algo
movido por una incitación, está última no agotará forzosamente la obra de
aquel” (pg. 87). En otras palabras, la transformación del estímulo en el sueño
no agota la totalidad de lo que el sueño es.
Los ‘sueños diurnos’ son fantasías (Phantasie) que están presentes tanto en
personas sanas como enfermas y “el contenido de estas fantasías está presidi-
do por una motivación muy transparente. Son escenas o circunstancias en que
encuentran satisfacción los afanes de ambición o de poder, o los deseos eróti-
cos de la persona” (pg. 89). Estos sueños son variados, sufren cambiantes
destinos, se los sustituye por otros, o conservan, o son modificados de acuerdo
a las circunstancias vitales de la persona. Marchan, según Freud, “junto con la
época, y de ella reciben un ‘sello fechador’ que atestigua la influencia de la si-
tuación nueva. Son la materia prima de la producción literaria, pues el artista,
47
tras ciertos arreglos, disfraces y omisiones deliberadas, crea a partir de sus
sueños diurnos las situaciones que introduce en sus novelas o piezas teatra-
les”. Lo importante en estos sueños es que el héroe es siempre la persona pro-
pia.
La razón por la cual rescata estos sueños diurnos es porque esta comunidad
de nombres descansa en “un carácter psíquico del sueño” que se mantiene
desconocido para nosotros. Aunque quizás esté equivocado, esto será algo
que solo más adelante (en las futuras conferencias) será aclarado.
El soñante será aquel que nos diga lo que el sueño significa, a pesar de que
confiese que nada sabe. En esta situación no se debe abandonar el intento de
comprender lo que el sueño significa, porque es muy probable “que el soñante
a pesar de todo sepa lo que su sueño significa, sólo que no sabe lo que sabe y
por eso cree que no lo sabe” (pg. 92). Cómo sucedía en el caso de la reminis-
cencia en Platón (cfr. Menón).
Para comprender esta última premisa, Freud hace un paralelo con los experi-
mentos de hipnosis hechos por Bernheim. En ellos, aquel que ha sido hipnoti-
zado no tiene recuerdos de aquello que hizo y, sin embargo, luego de insisten-
cias hechas por Bernheim los hipnotizados empezaban a recordar poco a poco
hasta que la totalidad de la vivencia se manifestaba sin lagunas. Este mismo
48
caso es conjeturado con respecto al soñante. Así, si alguien “cree no saber
nada de ciertas vivencias cuyo recuerdo, no obstante, lleva en el interior de sí,
ya no es tan improbable que tampoco sepa nada de otros procesos anímicos
que ocurren en su interior” (pg. 94). Consecuentemente, el soñante tiene un sa-
ber acerca de su sueño, sólo que no le es accesible y por esta razón no cree
tenerlo.
49
elemento determinado, se le está pidiendo que “se abandone a la asociación li-
bre reteniendo una representación de partida”. A algunos se les hará sencilla
una actitud de este estilo, mientras que otros mostraran una increíble falta de
habilidad para hacerlo. Puede darse también una mayor libertad de asociación,
cuando por ejemplo se abandona la representación de partida y, se establece
por ejemplo, “el género y la especie de la ocurrencia”. Según Freud, las ocu-
rrencias están “estrictamente determinadas por importantes actitudes interio-
res” que no son conocidas en el momento en que producen sus efectos (como
en el caso de las tendencias perturbadoras en las operaciones fallidas).
Ahora bien, en el aparente libre albedrío de la asociación libre “no puede surgir
como ocurrencia ningún nombre que no resulte estrictamente condicionado por
las circunstancias inmediatas, las peculiaridades de la persona que se somete
al experimento y su situación del momento” (pg. 98). Por tanto, si las ocurren-
cias que emergen de manera enteramente libre están condicionadas, las ocu-
rrencias con una ligazón única (a saber, la representación de partida) no pue-
den estar menos condicionadas. Esta ocurrencia sobre el elemento onírico es-
tará determinado por el trasfondo psíquico de ese mismo elemento, el cual “no
nos es conocido” (pg. 99).
Para tratar de explicar este punto pone como ejemplo el olvido de nombres pro-
pios. A veces uno se olvida un nombre específico pero sabe en el interior con
certeza de que si lo sabe y, aun así, el nombre olvidado es inaccesible. A pesar
de ello, en todos los casos se nos pueden ocurrir uno o varios nombres sustitu-
tivos. Todos estos nombres sustitutivos que aparecen tanto espontáneamente
como evocados por la persona, mantienen un vínculo con el olvidado y estaban
determinados por él. Freud menciona un caso personal en donde se había olvi-
dado el nombre de un país cuya capital es Montecarlo. Para recordarlo abando-
na la reflexión y deja que se le ocurran nombres sustitutivos y le vienen: Monte-
carlo, Piamonte, Albania, Montevideo, Colico, Montenegro. Así, descubre que
cuatro de estos nombres llevan la misma sílaba món y captura el nombre olvi-
dado: Mónaco. Consecuentemente, “los nombres sustitutivos han partido en
efecto del olvidado”. Además, dice el autor, “con facilidad hallo lo que me ha
escamoteado ese nombre por un tiempo. Mónaco tiene relación también
50
con Munich, es su nombre en italiano; esta ciudad ha ejercido la influencia inhi-
bidora” (pg. 101).
A pesar de reconocer que este ejemplo es bello, pero simple, sin embargo, de-
bería poderse lograr lo mismo en el sueño lo que con el olvido de nombres, a
saber: “volver accesible lo genuino retenido, mediante asociaciones anudadas
a partir de un sustituto. Siguiendo el ejemplo del olvido de nombres, podemos
suponer que las asociaciones sobre el elemento onírico estarán determinadas
tanto por este último cuanto por lo genuino inconsciente que le corresponde”
(pg. 102).
51
una totalidad desfigurada. En este punto surgen tres reglas que deben seguirse
para el trabajo de la interpretación:
a) No hay que hacer caso de lo que el sueño parece querer decir, pues nun-
ca será eso lo inconsciente que se busca
b) Limitar el trabajo a evocar para cada elemento las representaciones susti-
tutivas sin reflexionar sobre ellas
c) Esperar hasta que lo inconsciente oculto, buscado, se instale por sí solo
En este punto salta a la vista lo indiferente que es cuanto recordemos del sue-
ño y con cuanta fidelidad. Esto se debe a que el sueño recordado no es lo ge-
nuino, sino su sustituto desfigurado. Mediante evocaciones de otras formacio-
nes sustitutivas se nos ayudará a “acercarnos a lo genuino, a hacer consciente
lo inconsciente del sueño. Por tanto, si nuestro recuerdo es infiel, simplemente
se debe a que se ha introducido en ese sustituto una desfiguración más (pg.
104)”.
52
tras que si existe una mayor resistencia con respecto a ese deseo en particular
las desfiguraciones van a ser mayores y se necesitaran de largas cadenas de
asociaciones para llegar a lo inconsciente.
53
Finalmente, la tercera relación es la ilustración en imágenes, en donde lo soña-
do viene a ser la “expresión en imágenes plásticas, concretas, que toman como
punto de partida la literalidad de ciertas palabras” (pg. 110). Por ejemplo, una
persona sueña que “su hermano está en una caja. La primera ocurrencia susti-
tuye caja por ‘armario’ (Schrank), y la segunda le da la interpretación: el herma-
no se restringe (schränkt sich ein)” (pg. 110). Este tipo de relación tiene una
particular importancia, porque el sueño manifiesto consta “prevalecientemente
de imágenes visuales, y más raras veces de pensamientos y palabras”.
“Muy bien; una mujer joven, pero casada desde hace muchos años, sueña: Es-
tá sentada con su marido en el teatro, un sector de la platea está totalmente
desocupado. Su marido le cuenta que Elise L. y su prometido también habían
querido ir, pero sólo consiguieron malas localidades, 3 por 1 florín y 50 kreuzer,
y no pudieron tomarlas. Ella piensa que eso no habría sido una calamidad”.
Para que no quede tan en el aire esta interpretación, vemos como ‘platea total-
mente desocupada’ es el indicador del haber llegado temprano al casamiento
(teatro). Mientras que el disparate se sigue de ‘las 3 localidades por 1 florín y
50 kreuzer’ pues solo era Elise y su prometido. De igual modo el menospre-
cio por el marido se sigue de ‘las malas localidades’ que la soñante pensaba
que ‘no hubiera sido una calamidad tomarlas’. En este punto, es importante se-
54
ñalar que Freud reconoce que aún “no estamos armados para interpretar un
sueño”.
55
Lo que busca Freud es considerar aquel deseo incumplido como un estímulo
anímico perturbador del dormir. Ante este estímulo el niño reacciona con el
sueño el cual tramita el estímulo eliminándolo de tal manera que permite que
siga durmiendo. Entonces, el sueño suele ser “el guardián del dormir, el que
elimina las perturbaciones de este” (pg. 118). Así, según Freud, es gracias al
sueño que podemos dormir tan bien y sentirnos descansados.
Con ello encontramos dos caracteres principales del sueño. El primero, que el
“excitador del sueño es un deseo y su cumplimiento es el contenido del sueño”.
El segundo, que el sueño “no expresa simplemente un pensamiento, sino que
figura ese deseo como cumplido en cuanto vivencia alucinatoria”. Consecuen-
temente, siguiendo con el ejemplo de la niña y el lago, tenemos que yo querría
viajar por el lago es el deseo que incita al sueño y, el sueño mismo tiene por
contenido: Yo viajo por el lago. De ello se sigue que, a pesar de la simpleza de
los sueños de niño, existe una diferencia entre sueño latente y sueño manifies-
to, “una desfiguración del pensamiento onírico latente: la trasposición del pen-
samiento en vivencia”. Por tanto, el deseo será siempre el excitador del sueño
y este, no solo reproducirá ese estímulo, sino que “lo cancela, lo elimina, lo tra-
mita mediante una suerte de vivencia” (pg. 119).
A continuación hace un paralelo entre estos caracteres del sueño y las opera-
ciones fallidas. Las últimas eran el resultado de un compromiso entre una ten-
dencia perturbada y una perturbadora. La misma figura se da en el sueño. La
tendencia perturbada viene a ser la del dormir, mientras que la perturbadora es
el estímulo psíquico, aquel deseo incumplido. Por tanto, “el sueño es, también,
el resultado de un compromiso. Dormimos, y no obstante vivenciamos la can-
celación de un deseo; satisfacemos un deseo, pero seguimos durmiendo”.
56
A diferencia de otros sueños (no infantiles) que han pasado por una desfigura-
ción tal que se hace imposible juzgarlos a primera vista, lo que hace necesario
el uso de una técnica psicoanalítica (como la asociación libre) para esclarecer
la desfiguración (sacando a la luz lo inconsciente), existen otras clases de sue-
ños que no están desfigurados y permiten reconocer fácilmente el cumplimiento
del deseo. Entre ellos están “los provocados durante toda la vida por las nece-
sidades corporales imperativas, el hambre, la sed, la satisfacción sexual” (pg.
121). Aquí se recurre al sueño para preservar el dormir pues a través del mis-
mo se logra satisfacer aquella necesidad. Otros sueños, que suelen ser bre-
ves, están influenciados por situaciones dominantes que proceden de fuentes
psíquicas de estímulo como, por ejemplo, los sueños de impaciencia. El cuadro
de Schwind ‘El sueño del prisionero’ muestra, según Freud, la génesis de un
sueño a partir de una situación dominante.
9ª Conf.: La censura onírica
La conferencia anterior dejo en claro que “los sueños son eliminaciones de es-
tímulos (psíquicos) perturbadores del dormir, por la vía de la satisfacción aluci-
natoria” (pg. 125), razón por la cual cada vez que un sueño nos resulta plena-
mente comprensible, revela ser el cumplimiento de un deseo. No obstante ello,
la comprensión del sueño no es inmediata porque existe una desfiguración
onírica que nos lo presenta como ajeno e incomprensible. Lo que buscará
Freud en relación a esta desfiguración es saber, “en primer lugar, de dónde
proviene, su dinamismo; en segundo lugar, lo que hace, y por último, cómo lo
hace”.
El autor pondrá como ejemplo el sueño recurrente de una señora mayor (más
de 50 años) en el cual ella ofrece a los miembros del ejército (sin distinción a su
57
rango), dentro de un hospital militar, sus ‘servicios de amor’. Léase, la soñante
está dispuesta a ofrecer su persona para la “satisfacción de las necesidades de
amor del personal militar” (pg. 127). Sin embargo, dicho ‘servicio’ nunca ocurre
durante el sueño y, ahí donde la trama exigiría esta confesión, “hallamos un
murmullo no nítido”. El sueño, lleno de detalles, encuentra lagunas y vacíos,
murmullos en los diálogos, justo en aquellas partes más chocante, y es justa-
mente ese carácter chocante, el motivo de su sofocación. Además, pone como
ejemplo la censura que se da en la prensa, en donde justamente se censura
aquello que es más chocante para la población.
Ahora bien, ¿qué es aquello que genera la censura? Hasta el momento tene-
mos que la censura es la responsable de la desfiguración del sueño, pero aún
no sabemos qué tendencias ejercen la censura y contra cuáles se ejercen.
Para Freud la respuesta es fácil. “Las tendencias que ejercen la censura son
las que el soñante admite despierto en su actividad judicativa y con las cuales
se siente consustanciado. Si ustedes deciden rechazar la interpretación correc-
58
tamente realizada de un sueño propio, tengan la seguridad de que lo hacen por
los mismos motivos por los cuales se ejerció la censura onírica, se produjo la
desfiguración del sueño y se hizo necesaria la interpretación” (pg. 130).
Por otra parte, las tendencias contra las cuales se dirige la censura onírica son
de “naturaleza enteramente repudiable, chocantes en el aspecto ético, estético
o social, cosas en las que ni siquiera se osa pensar o en que se piensa con re-
pugnancia”. En otras palabras, las tendencias que ejercen la censura son aque-
llas con las cuales uno se siente más “cómodo”, considera que es lo “correcto”,
como por ejemplo, sentimientos de cariño y protección hacía una hermana;
mientras que las tendencias contra las cuales se dirige la censura serían los
deseos sexuales hacia tu hermana, madre o padre.
59
noches, mientras dormimos” (pg. 135). Estos deseos que buscan perturbarnos
mientras dormimos, nos son desconocidos y solo mediante la interpretación del
sueño nos enteramos de ellos; son, por tanto, inconscientes.
60
Zurich y París (donde colaboró con Alfred Binet) y comenzó a desarrollar su
teoría sobre la naturaleza del conocimiento. Publicó varios estudios sobre psi-
cología infantil y, basándose fundamentalmente en el crecimiento de sus hijos,
elaboró una teoría de la inteligencia sensoriomotriz que describía el desarrollo
espontáneo de una inteligencia práctica, basada en la acción, que se forma a
partir de los conceptos incipientes que tiene el niño de los objetos permanentes
en el espacio, del tiempo y de la causa.
● Biografía
Hijo mayor del suizo Arthur Piaget y de la francesa Rebecca Jackson, Jean
nació en Neuchâtel, ciudad de la Suiza francófona. Su padre era un desta-
cado profesor de literatura medieval en la Universidad de Neuchâtel. Su
abuelo materno, James Jackson, fue el creador de la primera fábrica de
acero de crisol en Francia.
Jean Piaget fue un niño precoz que desarrolló un interés temprano por la
biología y el mundo natural, especialmente los moluscos. A los 11 años,
mientras cursaba sus estudios en el Instituto Latino de su ciudad natal, re-
dactó un estudio referido a cierta especie de gorrión albino y luego escribió
un tratado de malacología durante sus estudios medios.
61
Théodore Simon la escala y el Test de Inteligencia de Binet-Simon. A Binet
lo había conocido previamente, mientras estudiaba en la Universidad de Pa-
rís. Al calificar algunas de las tareas del test de inteligencia, Piaget notó que
los niños y jóvenes daban respuestas equivocadas a ciertas preguntas, pero
que estos errores eran consistentes, obedecían a una cierta regularidad que
merecía atención.
Durante los años 1951 a 1954 fue Secretario General de la Unión Interna-
cional de Ciencia Psicológica (IUPsyS).
62
● PIAGET: ESQUEMAS COGNITIVOS, ASIMILACIÓN Y ACOMODA-
CIÓN
● Esquemas
63
Piaget cree que los organismos humanos comparten dos "funciones invarian-
tes": organización y adaptación. La mente humana, de acuerdo con Piaget,
también opera en términos de estas dos funciones no cambiantes. Sus proce-
sos psicológicos están muy organizados en sistemas coherentes y estos siste-
mas están preparados para adaptarse a los estímulos cambiantes del entorno.
La adaptación está siempre presente a través de dos elementos básicos: la asi-
milación y la acomodación. El proceso de adaptación busca en algún momento
la estabilidad y, en otros, el cambio. Siguiendo la línea Darwinista donde el
hombre tiene que adaptarse a su entorno para conseguir sus objetivos (sobre-
vivir, reproducción etc.).
64
bién para poder coordinar los diversos esquemas de asimilación. En resumen,
acomodación se refiere al proceso de modificar esquemas para acomodarse a
nueva información.
30
Basado en sitio Web Piaget - http://www.terapia-cognitiva.mx/pdf_files/psicologa-cognitiva/clase6/
Piaget%20Asimilacion%20y%20Acomodacion.pdf
65
Estas etapas se desarrollan en un orden fijo en todos los niños, y en todos los
países. No obstante, la edad puede variar ligeramente de un niño a otro. Las
etapas son las siguientes:
● ETAPA SENSORIOMOTORA
Esta etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos años de edad. Durante este
periodo los niños comienzan a entender la información que perciben a través
de sus sentidos y se inician en el desarrollo de su capacidad de interactuar con
el mundo.
Por tanto, podemos decir que es uno de los mayores logros de esta etapa es la
capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo, aunque no pue-
da verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre sale
de la habitación regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta
capacidad suelen adquirirla hacia el final de esta etapa y representa la habili-
dad para mantener una imagen mental del objeto (o persona) sin percibirlo.
● ETAPA PREOPERACIONAL
Durante esta etapa, los niños aprenden cómo interactuar con su ambiente de
una manera más compleja mediante el uso de palabras y de imágenes menta-
les. Esta etapa está marcada por el egocentrismo, o la creencia de que todas
las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella.
66
También creen que los objetos inanimados tienen las mismas percepciones
que ellos, y pueden ver, sentir, escuchar, etc. Un segundo factor importante en
esta etapa es la conservación de la cantidad, que es la capacidad para enten-
der que la cantidad no cambia cuando la forma cambia. Es decir, si el agua
contenida en un vaso corto y ancho se vierte en un vaso alto y fino, los niños
en esta etapa creerán que el vaso más alto contiene más agua debido sola-
mente a su altura.
Esto es debido a que se centran en sólo un aspecto del objeto, por ejemplo, la
altura, sin tener en cuenta otros aspectos como la anchura.
Esta etapa tiene lugar entre los siete y doce años aproximadamente y está
marcada por una disminución gradual del pensamiento egocéntrico y por la ca-
pacidad creciente descentrarse en más de un aspecto de un estímulo.
Solo pueden aplicar esta nueva comprensión a los objetos concretos (aquellos
que han experimentado con sus sentidos). Es decir, los objetos imaginados o
los que no han visto, oído, o tocado, continúan siendo algo místico para estos
niños, y el pensamiento abstracto tiene todavía que desarrollarse.
En la etapa final del desarrollo cognitivo (desde los doce años en adelante), los
niños comienzan a desarrollar una visión más abstracta del mundo y a utilizar
la lógica formal. Pueden aplicar la reversibilidad y la conservación a las situa-
ciones tanto reales como imaginadas. También desarrollan una mayor com-
prensión del mundo y de la idea de causa y efecto.
67
Esta etapa se caracteriza por la capacidad para formular hipótesis y ponerlas a
prueba para encontrar la solución a un problema.
31
Tomado de sitio web – Estadios de Piaget - https://aprendiendomatematicas.com/etapas-de-desarro-
llo-cognitivo-segun-piaget/
68
Inteligencia
Funciones Invariantes
Organización Adaptación
Tiende al equilibrio
Se da a partir de los
Procesos de
Asimilación Acomodación
No existe modificación en el El conocimiento nuevo pasa a
esquema sino sólo la adición de formar parte del esquema, es
nuevos elementos. interiorizado
69
LEV VYGOTSKI
Lev Semiónovich Vygotsky fue un psicólogo ruso de origen judío, uno de los
más destacados teóricos de la psicología del desarrollo, fundador de la psicolo-
gía histórico-cultural y claro precursor de la neuropsicología soviética, de la que
sería máximo exponente el médico ruso Alexander Luria. Su obra fue descu-
bierta y divulgada por los medios académicos del mundo occidental en la déca-
da de 1960. El carácter prolífico de su obra y su temprano fallecimiento hicieron
que se lo conozca como "el Mozart de la psicología" (caracterización creada
por Stephen Toulmin). La idea fundamental de su obra es la de que el desarro-
llo de los humanos únicamente puede explicarse en términos de interacción so-
cial. El desarrollo consiste en la interiorización de instrumentos culturales
(como el lenguaje) que inicialmente no nos pertenecen, sino que pertenecen al
grupo humano en el que nacemos, el cual nos transmite los productos cultura-
les a través de la interacción social. La cultura, pues, tiene un papel preponde-
rante en la teoría de Vygotski.
BIOGRAFÍA
Nació en el seno de una familia próspera judía cerca de Vítebsk, y fue el se-
gundo de una familia de ocho hijos. Antes de cumplir su primer año, su familia
se trasladó a Gómel, lugar donde creció. En su adolescencia era fanático del
teatro y decidió reescribir su apellido Vygotski, en lugar de Výgodski ("výgoda"
significa "beneficio" en ruso), como era originalmente. Con apenas 19 años, en
1915, escribió un ensayo sobre Hamlet.
70
las discriminaciones contra los judíos. A partir de este hecho, Vygotski comen-
zaría a vincularse con la actividad política.
71
analfabetismo y de la defectología, condición atribuida en esa época a los niños
considerados “anormales” o “difíciles”, dentro de la cual se incluían situaciones
como ser zurdo o retrasado mental.
Siempre activo, en 1933, emprendió una gran síntesis de su obra para respon-
der a las diversas críticas en su contra. Este material terminaría por constituirse
72
en "Pensamiento y Habla". En la primavera de 1934 sería hospitalizado y dicta-
ría desde su cama el último capítulo de esta obra, publicada poco después de
su muerte con el título de "Pensamiento y Lenguaje", con los vetos y recortes a
los que fue sometida para que fuera permitida su publicación. Fue enterrado en
el Cementerio Novodévichi.
Sólo en los últimos años ha sido posible conocer completa esta obra, pues has-
ta finales del siglo XX todas las traducciones a diversos idiomas estaban basa-
das en la que era permitida por el régimen soviético y no por el original de Vy-
gotski.
SU OBRA
SU TRABAJO
la filosofía de la ciencia
73
la relación entre el aprendizaje y el desarrollo humano
la formación conceptual
74
de analfabetismo giraba en torno a un 70%. Sin embargo, a pesar de esas cir-
cunstancias, los dirigentes que gobernaban el nuevo estado deseaban promo-
ver una renovación que no se limitaba únicamente a reconstruir el país. El obje-
tivo mayor era construir, bajo la tutela de la teoría marxista, una nueva socie-
dad, lo que implicaba también la construcción de una nueva ciencia.
La fundamentación de su propuesta
Propone una teoría marxista del funcionamiento intelectual humano que incluye
tanto la identificación de los mecanismos cerebrales subyacentes a la forma-
ción y desarrollo de las funciones psicológicas, como la especificación del con-
texto social en que ocurrió tal desarrollo.
75
b) el individuo está determinado por las interacciones sociales, es decir, por
medio de la relación con el otro el individuo es determinado; es por medio del
lenguaje el modo por el que el individuo es determinado y es determinante de
los otros individuos3;
76
y el desarrollo de los procesos psicológicos superiores es social; c) hay tres
clases de mediadores: signos e instrumentos; actividades individuales y relacio-
nes interpersonales; d) el desarrollo de habilidades y funciones específicas, así
como el origen de la sociedad, son resultantes del surgimiento del trabajo - este
entendido como acción/movimiento de transformación - y que es por el trabajo
que el hombre, al mismo tiempo en que transforma la naturaleza para satisfa-
cer sus necesidades, se transforma también; y) existe una unidad entre cuerpo
y alma, o sea, el hombre es un ser total.
LA PSICOLOGÍA SOCIO-HISTÓRICA
77
cada vez más complejas, funciones mentales, dependiendo de la naturaleza de
las experiencias sociales del niño.
Las funciones psicológicas superiores son de origen social; están presentes so-
lamente en el hombre; se caracterizan por la intencionalidad de las acciones,
que son mediadas. Ellas resultan de la interacción entre los factores biológicos
(funciones psicológicas elementales) y los culturales, que evolucionaron en el
transcurrir de la historia humana. De esa forma, Vygotsky considera que las
funciones psíquicas son de origen sociocultural, pues resultaron de la interac-
ción del individuo con su contexto cultural y social.
Las funciones psicológicas superiores, sólo son posibles porque existen activi-
dades cerebrales. En efecto, esas funciones no tienen su origen en el cerebro,
aunque no existen sin él, pues se sirven de las funciones elementales que, en
última instancia, están conectadas a los procesos cerebrales.
78
de forma radical, formándose nuevas memorias y creándose nuevos procesos
de pensamiento.
El surgimiento del lenguaje, origina tres grandes cambios. La primera está rela-
cionada al hecho de que el permite entrar en contacto con objetos externos no
presentes. La segunda permite abstraer, analizar y generalizar características
de los objetos, situaciones y eventos. Ya la tercera se refiere su función comu-
nicativa; en otras palabras, “la preservación, transmisión y asimilación de infor-
maciones y experiencias acumuladas por la humanidad a lo largo de la histo-
ria”. (Rego, 1998:54)
79
desarrollo tienen influencias mutuas, generando condiciones en las que a ma-
yor aprendizaje mayor desarrollo y viceversa.
Entre esos dos niveles, hay una zona de transición, en la cual la enseñanza
debe actuar, pues es por la interacción con otras personas que serán activados
los procesos de desarrollo. Esos procesos serán interiorizados y formarán parte
del primer nivel de desarrollo, convirtiéndose en aprendizaje y abriendo espacio
para nuevas posibilidades de aprendizaje.33
33
Basado en Profesorado. Revista de currículum y formación del profesorado, 10, 2 (2006) “LA PRO-
PUESTA DE VYGOTSKY: LA PSICOLOGÍA SOCIO-HISTÓRICA”
80
David Ausubel
(David Paul Ausubel; Nueva York, 1918 - 2008) Psicólogo y pedagogo esta-
dounidense que desarrolló la teoría del aprendizaje significativo, una de las
principales aportaciones de la pedagogía constructivista.
Miembro de una familia de origen judío emigrada desde Europa, David Ausubel
estudió en la Universidad de Nueva York y desarrolló en su país una importante
labor profesional y teórica como psicólogo de la educación escolar. Dio a cono-
cer lo más importante de sus estudios en los años 60, en obras como Psicolo-
gía del aprendizaje significativo verbal (1963) y Psicología educativa: un punto
de vista cognoscitivo (1968).
81
rencia habitual en la elaboración de materiales, programaciones educativas y
diseños curriculares.
82
noscitiva y retenerlo para el recuerdo o reconocimiento posterior, o como una
base para el aprendizaje del nuevo material relacionado
También supone que aunque los estudiantes deben, en el análisis final, asumir
la responsabilidad de su propio aprendizaje, la escuela no puede renunciar a su
responsabilidad por la dirección guiada del aprendizaje. Debe asumir el cargo
de presentar a los estudiantes los materiales de aprendizaje que sean sustan-
cialmente válidos y pedagógicamente apropiados, y de idear los materiales de
aprendizaje y los métodos de enseñanza que estén apropiadamente situados
en el continuo repetición - significativo y recepción - descubrimiento.
83
Existen posturas muy aceptadas en el campo educativo que van en contra de
estas afirmaciones.
Estas dos afirmaciones tiene validez limitada, en caso de la primera, todos he-
mos podido observar un alumno muy competente en un área pero incapaz de
transmitir sus conocimientos a otros estudiantes, y visceversa. En el caso de la
segunda afirmación, las personas difieren al menos en dos aspectos: en su ha-
bilidad para descubrir intuitivamente o para aprender de los demás los princi-
pios válidos para el aprendizaje y la enseñanza y en su destreza para poner en
ejecución tales principios.
Aunque existen “reglas de enseñanza” que han resistido la prueba del tiempo,
ni siquiera las reglas más venerables pueden seguirse a ciegas; deben volver-
se a examinar a la luz de condiciones cambiantes.
Los principios son más flexibles que las reglas dado que, siendo menos pres-
criptivos, pueden adaptarse a las diferencias individuales de situaciones y per-
84
sonas; y en la mayoría de las situaciones educativas es necesario equilibrar
los distintos principios pertinentes en lugar de la aplicación arbitraria de una
sola regla.
85
Las características de la materia que se esté enseñando
Los principios, más flexibles y menos dogmáticos que las reglas, también son
generalidades.
Muchas “verdades” de sentido común son razonables tan sólo porque podrían
ser ciertas; pero esto no es lo que ocurre. Las alternativas incorrectas cuando
están apoyadas por el peso de la autoridad, la tradición o el lenguaje persuasi-
vo, a menudo se camuflan como el sentido común, por parecer tan naturales y
familiares.
86
El sentido común desempeña un papel muy importante en el descubrimiento y
la aplicación de principios psicológicos a la educación, pero no puede reempla-
zarlos. Tampoco en términos de sus funciones dentro de la teoría y la práctica
educativas ni en razón de su distribución dentro de la población.
Ausubel, 1953
87
Son los aspectos generales del aprendizaje los que interesan al psicólogo,
mientras que el aprendizaje en el salón de clases, o el aprendizaje deliberada-
mente conducido de una materia de estudio dentro de un contexto social, es el
campo especial del psicólogo educativo.
88
El argumento histórico a cargo de Cage quien cita hechos históricos para mos-
trar que las teorías del aprendizaje tienen escasa aplicabilidad e influencia en la
práctica educativa
“... mientras que las teorías del aprendizaje tratan de las maneras en que un
organismo aprende, las de la enseñanza se ocupan de las maneras en que
una persona influyen en un organismo para que éste aprenda… Para satisfacer
las demandas prácticas de la educación las teorías del aprendizaje deben ser
“puestas de cabeza”, de tal modo que se produzca entonces, las teorías de la
enseñanza”
Esta controversia procede del fracaso histórico de la teoría del aprendizaje para
proporcionar bases psicológicas relevantes a la práctica pedagógica.
En respuesta: Existe una relación íntima entre saber cómo aprende un alumno
y comprender cómo influyen en el aprendizaje en el aprendizaje las variables
de cambio, por otra parte, y saber qué hacer para ayudarlo para que aprenda
mejor por otra.
89
En respuesta: Enseñar y aprender no son coexistentes, pues enseñar es tan
sólo una de las condiciones que pueden influir en el aprendizaje. Los alumnos
pueden aprender sin ser enseñados, es decir, enseñándose a sí mismo; y ni si-
quiera cuando la competencia del maestro está fuera de duda se logrará forzo-
samente un aprendizaje, si los alumnos son desatentos, carecen de motivación
o están cognoscitivamente impreparados.
La facilitación del aprendizaje es tan sólo uno de los fines propios de la ense-
ñanza.
Aunque una teoría válida del aprendizaje no pueda instruirnos sobre la manera
de enseñar, si nos ofrece el punto de partida más factible para descubrir princi-
pios generales de la enseñanza que puedan formularse en términos de los pro-
cesos psicológicos que intervienen y de las relaciones de causa y efecto. Es en
base a una teoría del aprendizaje cómo podemos establecer nociones defendi-
bles de la manera como los factores decisivos de la situación de aprendizaje -
enseñanza pueden manipularse efectivamente.
Una teoría adecuada del aprendizaje no es, condición suficiente para mejorar la
enseñanza. Los principios válidos de ésta se basan necesariamente en princi-
pios sustanciales del aprendizaje pero, no constituyen aplicaciones simples y
directas de tales principios.
Las leyes del aprendizaje en el salón de clases no hacen otra cosa que confe-
rirle dirección general al descubrimiento de los principios de la enseñanza efi-
caz; pero no indica lo que son tales principios.
90
Los principios básicos de la enseñanza son derivaciones aplicadas de la teoría
del aprendizaje escolar; son el producto de un tipo de investigación que se
basa en las modificaciones de la teoría del aprendizaje, necesarias para supe-
rar las dificultades prácticas o debidas a la aparición de nuevas variables en la
tarea de enseñar.
Podríamos descubrir cómo un hecho empírico, por ejemplo, que con el método
X de enseñanza se facilita el aprendizaje; pero el valor práctico de tal conoci-
miento sería limitado. Deberíamos averiguar de qué manera el método X influ-
ye en las variables psicológicas relevantes y en los estados cognoscitivos que
intervienen en el transcurso de la facilitación del aprendizaje.
Las teorías del aprendizaje y las teorías de la enseñanza son más interdepen-
dientes que naturalmente exclusivas. Ambas son necesarias para una ciencia
pedagógica completa y ninguna es sustituto adecuado de la otra. Las teorías
de la enseñanza deben basarse en teorías del aprendizaje, pero deben tener
también un enfoque más aplicado; esto es, ocuparse más de la manera de ma-
nejar los problemas.
91
gía general que cuando ataca de un método directo los problemas aplicados
que son más propios del campo.
Los principios que gobiernan la naturaleza y las condiciones del aprendizaje es-
colar pueden descubrirse solo a través de un tipo aplicado de investigación que
tenga en cuenta tanto a los tipos de aprendizaje que se dan en el salón de cla-
ses como las características notorias de los alumnos.
Las disciplinas aplicadas han tomado tres rumbos diferentes en sus in-
vestigaciones de ciencia básica
92
La investigación extrapolada de las ciencias básicas.
Tipos de Aprendizaje
93
internalice e incorpore el material que se presenta de modo que pueda recupe-
rarlo o reproducirlo en una fecha futura.
94
Clasificación de las variables del aprendizaje
Categoría Situacional
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Vance Hall Medición de la conducta:
La observación permite obtener información sobre las relaciones entre las con-
ductas y el ambiente. La modificación de la conducta está basada en la teoría
del aprendizaje, la que a su vez está basada en el trabajo de investigadores ta-
les como Ivan Pavlov y B. F.
Técnicas de Medida:
96
anotando automáticamente cada respuesta. Tienen la precisión permitida por la
automatización, la baja tasa de supervisión directa u observación requerida del
investigador, la fácil traducción del producto automatizado a términos numéri-
cos. Pero tiene desventajas asociadas con el alto costo del equipo, la mano de
obra especializada requerida para la instalación y servicio del aparato, la falta
de flexibilidad o habilidad para registrar muchas conductas específicas
Por otro lado tenemos la medición directa de productos permanentes, las con-
ductas de los organismos resultan algunas veces en productos permanentes.
Estos productos son cosas tangibles que pueden ser observadas y contadas.
97
El muestreo de tiempo es un registro semejante al registro por intervalos, pero
no requiere observación continua, pudiendo utilizarse en el aula mientras se es-
tá enseñando.
Los registros observacionales usualmente no son tan precisos como los obteni-
dos con dispositivos automáticos.
Fuentes:
http://www.julissaroncal.com/tecnicas_de_observacion_y_entrevista/PRACTI-
CA%201%20Y%203%20Valdez%20Definiciones%20conceptuales%20y
%20operacionales.pdf
https://www.scribd.com/document/267480675/La-Evaluacion-Conductual
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Test de Bender: (Bender Gestalt)
La autora entiende:
Estimulación visual
106
Considerándose que un patrón anómalo de respuesta:
Unos trazos que se alejan del modelo original pueden suponer el indicio
de un trastorno mental, neurológico o incluso emocional.
Denominación de viso-motor.
Aplicaciones prácticas:
La madurez perceptiva:
107
La prueba es de aplicación de 5 a 11 años y se basa en criterios objetivos de
puntaje.
Aplicación:
Se le dice al niño sobre las 9 tarjetas con dibujos y que debe copiarlas.
Todos los puntos (del 1 al 10) se suman formando un puntaje compuesto con el
que se podrá acudir a las correspondientes tablas con datos normativos y esta-
blecer así en años la correspondiente edad de maduración viso-motora.
Distorsión de la forma
Rotación
Dificultades de integración
Perseveración
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Los indicadores neurológicos:
Una de las razones que se alega es que existen muchos tipos de daño cerebral
y que el Bender sólo evalúa el daño que pueda interferir con la discriminación
visual y coordinación visomotora.
Algunos indicadores:
Línea ondulada
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Sustitución de círculos por rayas:
Línea fina:
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Las líneas finas y un trazado poco firme suelen estar asociadas también
a timidez y retraimiento en niños pequeños no siendo tan claro en los ni-
ños más mayores. Por regla general, el retraimiento y la timidez de los
niños pequeños pueden reflejarse en la calidad de la línea, mientras que
los mayores lo hacen en el tamaño del dibujo.
Segunda tentativa:
Hay niños que tras la primera tentativa no están contentos con su dibujo,
es muy probable, que en su entorno habitual empiecen muchas activida-
des distintas y las abandonan con facilidad.
34
Se relaciona con retraimiento, timidez, depresión.
Conclusión
34
Basado en https://psicodiagnosis.es/areaespecializada/instrumentosdeevaluacion/testdeben-
der/index.php#04f9119b7b0ce2101
https://es.wikipedia.org/wiki/Lauretta_Bender
111
La labor docente incluye dos aspectos íntimamente relacionadas, la enseñanza
y el aprendizaje, del abordaje de la enseñanza se lo dejaremos a la didáctica,
con el presente trabajo se pretende acercar al lector algunos aspectos de las
principales teorías en el área de la psicología de la educación que se encarga
precisamente de los procesos de aprendizaje, de cómo aprenden los alumnos,
sin duda un aspecto clave a la hora de realizar la práctica dialéctica de ense-
ñanza – aprendizaje.
Referencias Bibliográficas
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Cardozo, R (2018) - Psicología y Educación 2
Cardozo, R (2018) - Psicología y Educación
Cardozo, R (2018) - Piaget: Estadios del desarrollo.
Cardozo, R (2018) - Lev Vygotsky
Cardozo, R (2018) - Freud y el aparato psíquico
Lucci Marcos Antonio - Profesorado. Revista de currículum y formación del
profesorado, 10, 2 (2006) - La propuesta de Vygotsky: La psicología socio - his-
tórica
Freud S. - Conferencias en Estados Unidos.
Ausubel, David. Novoh, Joseph. Hanesian, Helen - Psicología educativa : Un
punto de vista cognoscitivo
R. Vance Hall - La medición de la conducta
Piaget J. - Seis estados de psicología
Ruth M. Beard - Psicología Evolutiva de Piaget : una síntesis para educadores
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