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RETOS DEL SISTEMA ALIMENTARIO

Antes de 2050, los sistemas alimentarios mundiales deberán alimentar y nutrir a


más de 9 mil millones de personas de un modo seguro, responsable y sostenible.

Qué son la seguridad y la integridad alimentaria

En la Cumbre Mundial de la Alimentación (WFS) de 1996 se fijó el objetivo de


erradicar el hambre en todos los países, con la perspectiva inmediata de reducir
el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual antes de 2015.
La comunidad internacional tuvo este objetivo general y se esforzó por alcanzar
la seguridad alimentaria.
La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas, en todo momento,
tienen acceso físico y económico a alimentos suficientes, seguros y nutritivos
para satisfacer sus necesidades dietéticas y alimentarias para una vida activa y
saludable.
Más recientemente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una
organización internacional que aúna los esfuerzos de todos sus estados
miembros para hacer frente a desafíos comunes desarrolló la Agenda 2030 para
el Desarrollo Sostenible. En esta agenda se esbozaron 17 Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) que todos los Estados miembros se
comprometieron a alcanzar. El sistema alimentario constituye el núcleo de varios
de estos ODS. Concretamente, el segundo de los ODS de la ONU: Hambre cero:
acabar con el hambre, alcanzar la seguridad alimentaria, una mejor nutrición y
promover una agricultura sostenible.
En 2020, nos esforzamos por alcanzar un sistema alimentario global que no solo
sea seguro, accesible y nutritivo, sino también que ofrezcan alimentos
auténticos, sostenibles y éticos. Para reflejar estos objetivos, el profesor
Christopher Elliott de la Universidad de Queen's, Belfast ha adoptado la
definición de seguridad alimentaria de 1996 y la ha adaptado añadiendo los
aspectos en los que consideramos debemos concentrarnos:
La integridad alimentaria existe cuando todas las personas, en todo momento,
tienen acceso a alimentos seguros, auténticos y nutritivos. Los sistemas
empleados para producir los alimentos son sostenibles, éticos, respetan el medio
ambiente y protegen los derechos humanos de todos los trabajadores.
No obstante, el sistema alimentario plantea toda una serie de desafíos, y
necesitamos un cambio profundo en el sistema alimentario y agrícola global si
queremos alcanzar este objetivo antes de 2030.
Retos del sistema alimentario
La integridad y la seguridad de los alimentos resultan cada vez más
preocupantes debido a una serie de desafíos presentes en nuestro sistema
alimentario. Entre estos se incluyen:
• Una población en aumento
Alimentar a una población siempre en aumento y alcanzar la seguridad
alimentaria son dos de los retos más importantes de las próximas tres décadas,
debido al rápido aumento de la población. Antes de 2050, los sistemas
alimentarios mundiales deberán alimentar y nutrir a más de 9 mil millones de
personas de un modo seguro, responsable y sostenible. Se ha propuesto que la
producción mundial de alimentos deberá aumentar en un 50 % de aquí a 2050
para alimentar a esta población creciente. Como resultado, habrá 219000
personas más que alimentarán cada día y tendremos que producir más alimentos
en los próximos 50 años que nunca en la historia.
Es importante garantizar que este crecimiento se logre de forma responsable,
sin poner en peligro el futuro de nuestros recursos naturales.
• Competencia por los recursos
La creciente competencia y la escasez de tierra, agua y energía para la
producción de alimentos y la excesiva explotación de la pesca salvaje afectarán
a nuestra capacidad para producir alimentos. Actualmente, un tercio de la
población mundial vive en países donde no hay suficiente agua o su calidad se
ha visto comprometida. Se estima que en 2050 precisaremos un 220 % más de
agua y un 43 % más de tierras de cultivo para satisfacer las demandas si
dependen de las tendencias dietéticas actuales.
Paralelamente, es urgente reducir los efectos negativos de la agricultura y la
producción de alimentos sobre el medio ambiente. Por ejemplo, talamos bosques
para aumentar la disponibilidad de terrenos agrícolas, que destruyen los
ecosistemas, reducen la biodiversidad, aumentan los gases de efecto
invernadero y el calentamiento global.
• La complejidad de la cadena alimentaria mundial
Los alimentos y bebidas se han convertido en una industria mundial con muchos
aspectos positivos entre los que se incluyen el acceso, la asequibilidad y la
variedad de alimentos en el mercado. Sin embargo, a menudo la integridad de
las cadenas de suministro de alimentos cada vez más complejas se ve
comprometida.
Esto se debe a que el abastecimiento y el transporte de ingredientes y productos
en una serie de países y agentes de la cadena de suministro de materias primas,
procesamiento y venta al por menor presentan dificultades para la vigilancia y
aumentan el número de oportunidades de actividad fraudulenta.
• Consumo de alimentos
El consumo excesivo y el desperdicio de alimentos ejercen una presión
necesaria sobre el sistema alimentario. aproximadamente una de cada tres
personas sufre algún tipo de malnutrición, es decir, desnutrición (emaciación,
falta de crecimiento y bajo peso); deficiencia de micronutrientes; y sobrepeso,
obesidad y enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta (como
enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y algunos
tipos de cáncer).
En 2016, 1900 millones de adultos, 340 millones de niños de entre 5 y 19 años
y 41 millones de menores de 5 años tenían sobrepeso u obesidad. Al mismo
tiempo, 462 millones de adultos estaban desnutridos y 52 millones de niños
menores de 5 años sufrían emaciación, 17 millones emaciación grave y 155
millones, falta de crecimiento.
Además, 1000 millones de personas sufren de “hambre oculta”: obtendrán
calorías suficientes, pero no micronutrientes suficientes (vitaminas y minerales).
• Cambio climático
El cambio climático se ha descrito como uno de los mayores desafíos del siglo
21. La atmósfera y los océanos se han calentado, los niveles del mar han
alcanzado, existe una fuerte reducción del hielo marino del Ártico y otros cambios
relacionados con el clima son ya evidentes. Podría decirse que el impacto clave
del clima mundial sobre la población humana es su efecto en el sistema de
producción de alimentos.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)
elabora y publica informes que recogen las últimas pruebas de la base científica
física del calentamiento global observado. El reciente informe del Panel
Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC) afirma con gran confianza:
Los fenómenos climáticos y meteorológicos extremos reducirán la producción de
alimentos con influencias de gran alcance sobre los cultivos, el ganado y la pesca
y cambiarán la prevalencia de las plagas de los cultivos. Se espera que estos
efectos sobre el sistema alimentario sean generalizados, gráficamente
complejos, temporalmente variables y profundamente influenciados por las
condiciones socioeconómicas.
Estos efectos revisten mayor gravedad en los países más pobres y provocan
crisis alimentarias como el hambre y la pobreza. Además, las medidas de control
iniciadas en respuesta al cambio climático pueden generar problemas de
inocuidad alimentaria debido a la novedad de los problemas inducidos por el
clima (por ejemplo, nuevas especies de plagas) y al desconocimiento de los
agricultores a la hora de abordarlos. Es importante que la cadena alimentaria
comprenda cómo afectará el cambio climático a la provisión de alimentos
seguros ya las prácticas de seguridad alimentaria. Paralelamente, la producción
de alimentos contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo
que debemos esforzarnos por producir alimentos con una baja huella de carbono
y un efecto medioambiental limitado.
Tecnología de los alimentos
Resulta evidente que los retos a los que se enfrenta el sistema son formidables.
No obstante, cuando existen retos, también hay oportunidades. Las acciones
actuales de la industria, el gobierno, las universidades y los consumidores
influirán sobre el aparato del sistema alimentario para las futuras generaciones.
Concretamente, la ciencia y la tecnología desempeñan un papel importante en
el desarrollo de nuevas soluciones para sustituir los métodos de producción de
alimentos insostenibles, ayudar a alcanzar la calidad, seguridad y autenticidad
necesarias de los alimentos, así como para conectar a los consumidores con el
sistema alimentario. Cada vez más, las tecnologías de habilitación de datos
extensos son cada vez más accesibles y asequibles, impulsando toda una
revolución en el funcionamiento del sistema alimentario.
Observemos estas tecnologías con más detalle y aprendamos cómo pueden
ayudarnos a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y alimentar a una
población creciente sin poner en peligro el futuro de nuestros recursos naturales
y la integridad de los alimentos.

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