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Gloria Emilce Hernández Blandón

Sandra Milena Rodríguez Carrillo


Marlon Steven Alcantar Herrera

Ensayo Objetivo No. 3

Para iniciar este tema tan importante como lo es esta propuesta que busca
humanizar la política criminal y penitenciaria para contribuir a la superación del
estado de cosas inconstitucional, para este caso en específico se tiene en cuenta el
objetivo tercero, el cual busca que la etapa de ejecución de las penas cumpla su
finalidad constitucional, que es precisamente la resocialización, buscando la
reducción de vulnerabilidades del infractor penal para que se pueda desenvolver
nuevamente en sociedad y para evitar nuevas víctimas.

Entrando al análisis en concreto sobre la carta del santo padre FRANCISCO a


los participantes del XIX congreso internacional de la asociación internacional de
derecho penal y del III congreso de la asociación latinoamericana de derecho penal
y criminología, donde justamente se refiere al derecho penal como un enfoque
multifuncional que debería de integrar y armonizar todos los aspectos que confluyen
en la realización de un acto plenamente humano, libre consiente y responsable,
teniendo en cuenta la fragilidad del corazón humano el cual sucumbe bajo el peso
del pecado y del mal.

Teniendo en cuenta los cambios históricos que de una u otra forma han sido
constantes, donde se resaltan tres elementos significativos, el primero de ellos es
justamente la satisfacción o reparación del daño causado, ya que lo que se
pretende es hacer justicia a la víctima y no justiciar al agresor, el otro elemento es
la confesión, por la que el hombre expresa su conversión interior, ya que lo que
se quiere es avanzar y hacerlo posible por corregir, mejorar y educar al hombre,
para que madure en todas sus vertientes, de modo de que no se desaliente, haga
frente al daño causado y también logre replantear su vida, sin quedar aplastado por
el peso de sus miserias. Finalizando con el tercer y último elemento, que es la
contrición, que es precisamente el pórtico del arrepentimiento.

Contrastándolo con este objeto, la iglesia plantea una justicia que sea
humanizadora genuinamente reconciliadora, que permita al delincuente por medio
de un camino educativo y de esforzada penitencia, su rehabilitación y de esta forma
se de una total reinserción en la comunidad.

Por otro lado, si este objetivo se analiza, desde la lógica del carnicero y del
pensamiento penalista, es de importancia mencionar que, aunque no se tenga un
vasto conocimiento, es necesario que exista esa responsabilidad conjunta de las
personas, instituciones y entidades, más influyentes ante la sociedad que procuren
mantener y controlar un orden, sin perder el poder de resolver conflictos que aunque
se han ido disipando, se debe de mediar entre la fuerza del capital y la fuerza del
trabajo.

Aunque desafortunadamente existen algunas conglomeraciones políticas que


hacen un estudio promocional bajo la fantasía de generar un cumplimiento y orden
jurídico ante la sociedad, aprovechándose de esa necesidad que existe, frente a la
problemática del poder punitivo descontrolado, hace que la gente no se sienta
representada por operadores políticos, perdiendo la gracia natural como política,
afectando al estado y convirtiendo esto en un espectáculo.

En consecuencia, es necesario, que se cree conciencia, en el proceso de


política, ya que no se trata precisamente convencer a un conglomerado de personas
sin resolver de fondo la problemática que se vive con nuestra ley penal, la cual ha
quedado obsoleta frente a las problemáticas reales y actuales; porque para poder
crear leyes, se requiere con un vasto conocimiento sobre un tema en específico y
no simplemente volverse loco sin tener la razonabilidad del carnicero, como lo es la
seguridad urbana, que es aquella inseguridad inmediata, intentando volver a un
estado de derecho o así mismo reforzándolo, conteniendo el estado de policía y no
cayendo en el delirio del penalista omnipotente de que todo puede ser resuelto por
el derecho penal.

En conclusión, si es necesario transformar el código penal, de una manera


más concreta y objetiva que permita al delincuente resocializarse de una forma
integral brindándole oportunidades de mejorar su calidad de vida como parte de esa
resocialización y que no se deje la posibilidad a que pueda recaer en una nueva
acción punitiva, la cual es argumentada a la falta de oportunidades, para que de
esta forma se pueda reducir el hacinamiento que por décadas ha vivido nuestra
sociedad, sin corregir el verdadero trasfondo de la problemática actual.

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