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Para iniciar este tema tan importante como lo es esta propuesta que busca
humanizar la política criminal y penitenciaria para contribuir a la superación del
estado de cosas inconstitucional, para este caso en específico se tiene en cuenta el
objetivo tercero, el cual busca que la etapa de ejecución de las penas cumpla su
finalidad constitucional, que es precisamente la resocialización, buscando la
reducción de vulnerabilidades del infractor penal para que se pueda desenvolver
nuevamente en sociedad y para evitar nuevas víctimas.
Teniendo en cuenta los cambios históricos que de una u otra forma han sido
constantes, donde se resaltan tres elementos significativos, el primero de ellos es
justamente la satisfacción o reparación del daño causado, ya que lo que se
pretende es hacer justicia a la víctima y no justiciar al agresor, el otro elemento es
la confesión, por la que el hombre expresa su conversión interior, ya que lo que
se quiere es avanzar y hacerlo posible por corregir, mejorar y educar al hombre,
para que madure en todas sus vertientes, de modo de que no se desaliente, haga
frente al daño causado y también logre replantear su vida, sin quedar aplastado por
el peso de sus miserias. Finalizando con el tercer y último elemento, que es la
contrición, que es precisamente el pórtico del arrepentimiento.
Contrastándolo con este objeto, la iglesia plantea una justicia que sea
humanizadora genuinamente reconciliadora, que permita al delincuente por medio
de un camino educativo y de esforzada penitencia, su rehabilitación y de esta forma
se de una total reinserción en la comunidad.
Por otro lado, si este objetivo se analiza, desde la lógica del carnicero y del
pensamiento penalista, es de importancia mencionar que, aunque no se tenga un
vasto conocimiento, es necesario que exista esa responsabilidad conjunta de las
personas, instituciones y entidades, más influyentes ante la sociedad que procuren
mantener y controlar un orden, sin perder el poder de resolver conflictos que aunque
se han ido disipando, se debe de mediar entre la fuerza del capital y la fuerza del
trabajo.