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Antecedentes del derecho fiscal

En los inicios de la organización humana (clan, gens, horda, tribu), los individuos se

agrupaban con la finalidad de sobrevivir contra posibles ataques de bestias, fieras o de

integrantes de otras comunidades. Desde entonces el hombre ha idealizado y aceptado la

existencia de seres superiores que pudieran representarse como superiores jerárquicos o lo

más común, como Dioses. Por este motivo, bajo el temor de no gozar de la vida inmortal y

el apoyo y guarda de estos seres superiores, les rendían tributo y honor, brindándoles frutos,

animales y personas sacrificadas, entre otras cosas, creyendo que de lo contrario su

existencia se vería amenazada.

Un ejemplo de ello lo podemos ver en la civilización egipcia en la que rendían

tributo al faraón. En esa época también apareció la más antigua forma de tributar: el

trabajo personal, mismo que se utilizó en la construcción de la pirámide del Rey Keops.

Los egipcios también manejaban un control de declaraciones de impuestos de frutos y

animales, operando su control fiscal en el pago de determinados tributos con recibos,

mismos que consistían en piezas de cerámica.

Tal es el caso de Roma, donde surgieron términos como aerarium (erario1), tributum

(tributo2), fiscos (fisco3), entre otros conceptos fiscales empleados por la legislación actual

1
Conjunto de haberes, bienes y rentas pertenecientes al estado.
2
Cantidad de dinero que los ciudadanos deben pagar al estado para sostener el gasto público.
3
Conjunto de haberes, bienes y rentas pertenecientes al Estado
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y los doctrinarios. Los primeros controles, órganos recaudadores, cuerpos jurídicos, incluso

el primer censo de la historia (motivado por intereses tributarios) surgieron en Roma.

Hablando de México, la civilización Azteca consideró la importancia de la

recaudación de los tributos y por ello estableció un sistema a través de los calpixques4,

quienes eran identificados en la gran Tenochtitlán por portar en una mano una vara y un

abanico. Esta civilización marcó la pauta para lo que en nuestros días conocemos como

impuestos ordinarios y extraordinarios, ellos los denominaban normales y de guerra o para

celebraciones religiosas. Los tributos desarrollados pasaron, con la llegada de los

conquistadores españoles, de ser en especie a ser en dinero o en monedas.

En todas y cada una de las etapas mencionadas, la imposición y recaudación de los

tributos era definitivamente anárquica y por ende arbitraria. La certeza de los tributos no

existía, pero eran latentes los inminentes y temerarios castigos por el incumplimiento.

El origen de las contribuciones (es decir los tributos), no fue justo y equitativo, sino

que, conforme a los reclamos popular (Vázquez)es, su regulación tomó matices de

proporcionalidad y equidad que, por cierto, fueron establecidos por doctrinarios

economistas y mercantilistas.

4
En la época colonial, capataz encargado por los encomenderos del gobierno de los indios de su repartimiento
y del cobro de los tributos.
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Bibliografía
Vázquez, A. V. (s.f.). Derecho Fiscal: Facultad de Contabilidad y Administración de la UNAM.
Obtenido de Derecho Fiscal: Facultad de Contabilidad y Administración de la UNAM:
http://fcasua.contad.unam.mx/apuntes/interiores/docs/2005/administracion/4/1452.pdf

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