Está en la página 1de 13

DERECHOS DEL ACREEDOR ANTE LA INSOLVENCIA DEL DEUDOR, Y CONTRA

EL DEUDOR INSOLVENTE

PRESENTADO POR

SANDRA MILENA RODRIGUEZ CARRILLO


LORENA ACEVEDO
GLORIA EMILCE HERNANDEZ BLANDON
MARLON STEVEN ALCANTAR HERRERA
DANIEL FELIPE AGUIRRE

PRESENTA A

DAVID MENDOZA GRANADA

CORPORACION UNIVERSITARIA DEL META


DERECHO CIVIL V – OBLIGACIONES II
PROGRAMA DERECHO
2023
DERECHOS DEL ACREEDOR ANTE LA INSOLVENCIA DEL DEUDOR, Y CONTRA
EL DEUDOR INSOLVENTE

Para iniciar este tema tan importante como lo es los derechos del acreedor ante la
insolvencia del deudor y contra el deudor insolvente, se hace necesario reconocer que
significa la insolvencia, por lo que se puede decir que la insolvencia, es el estado
patrimonial en el que un deudor no puede cumplir con sus obligaciones por carecer de
medios líquidos. Según la RAE, esta define la insolvencia precisamente como “falta de
solvencia, incapacidad para pagar una deuda”.

Aunque para muchos deudores la ley de insolvencia es ese salvavidas en


momentos de extrema urgencia, convirtiéndose este, precisamente en un barco donde el
deudor se puede subir y dejarlo en tierra estable, financieramente hablando; pues le
permite enfrentarse a sus acreedores bien sea personas o entidades, y saldar sus deudas
en el plazo acordado y de forma conveniente para su situación. Esta ley les confiere a las
personas naturales la posibilidad de reajustar con sus acreedores un plan de pago
favorable, dado que su situación financiera presente le impide cumplir a cabalidad con
sus obligaciones crediticias.

En consecuencia, para acogerse a la Ley de Insolvencia la persona debe presentar


una solicitud escrita ante un Centro de Conciliación autorizado para este efecto por el
Ministerio de Justicia o ante las notarías para que, a través de un conciliador inscrito en
sus listas, se adelante el proceso de negociación respectivo; convirtiéndose esta ley en
ese último recurso, teniéndose claridad que esta no está pensada para que las deudas
no se hagan efectivas o para promover la cultura del no pago, al contrario, busca brindarle
una posibilidad al deudor de llegar a un arreglo y cumplir con sus obligaciones financieras.

Pero, en muchas ocasiones se ha podido observar el mal manejo que algunos


deudores le han dado a esta Ley, por lo que cabe resaltar que existen unos derechos que
tiene el acreedor ante la insolvencia del deudor y contra el deudor insolvente, dentro de
los cuales se pueden encontrar:

En primera medida la Acción de Simulación, la cual busca hacer evidente la


realización de un negocio jurídico, pero que en la vida real no se ha llevado a cabo o es
otro diferente al que se dice haberse realizado, en este caso; se debe probar la simulación
a través de indicios, ya que, como lo afirma la Corte, “no existe prueba directa de la
simulación, sino por vía de los denominados indicios”.

Algunos ejemplos de indicios que ayudan al juicio de simulación: “la relación de


parentesco o amistad íntima entre los contratantes, el móvil para simular, el tiempo
sospechoso del negocio, el precio bajo, la permanencia del enajenante en la posesión de
los bienes, la falta de necesidad de disponer de ellos, la orfandad probatoria del pago del
precio y de su destino” (Corte Suprema de Justicia, S. CC 153 de 2006).
La Corte y la doctrina afirma que “La legitimación para ejercerla es estricta, porque
sólo la pueden ejercitar los cónyuges, los herederos y los terceros con interés jurídico en
ello, siempre y cuando este sea serio y actual”

Es importante tener en cuenta algunos requisitos para que se pueda ejercer esta acción.
1) Que, con anterioridad al acto tachado de ineficacia, haya nacido y exista un crédito
a favor del actor aun cuando éste no esté provisto de título ejecutivo o que haya
sido declarado por vía judicial.
2) Que haya claridad sobre en qué consiste el derecho personal pregonado.
3) Que se haya generado un perjuicio al actor.

La fuente normativa con la que se rige esta acción de simulación es precisamente


el Art. 1766 del código civil.
<SIMULACION>. Las escrituras privadas, hechas por los contratantes para alterar
lo pactado en escritura pública, no producirán efecto contra terceros.
Tampoco lo producirán las contraescrituras públicas, cuando no se ha tomado
razón de su contenido al margen de la escritura matriz, cuyas disposiciones se
alteran en la contraescritura, y del traslado en cuya virtud ha obrado el tercero.
(Código Civil, Ley 57 de 1887)

La medida que toma esta Acción de simulación es revocatoria, que persigue un


objetivo, revocar el negocio llevado a cabo para enajenar un bien y regresarlo al
patrimonio del deudor. Cuando la venta es simulada, procede la Acción de Simulación.

Para evitar la prescripción, la acción de simulación debe interponerse dentro de


los 10 años siguientes a la fecha en que se ejecutó el contrato o negocio simulado.

El efecto de esta Acción de simulación es rescisoria o revocatoria, la cual permite


a una persona que se haya visto afectada por la simulación del contrato o negocio,
demande ante un juez para que este declare la simulación y por consiguiente la
inexistencia de contrato, o su nulidad, lo que implicará que los bienes o propiedad objetos
de la simulación vuelvan al patrimonio del dueño original.

Como Ejemplo se tiene que El banco W, le concede a Juan José un prestamos de


$3.000.000, el cual se comprometió a pagarlo en 12 cuotas, pero solo cancelo 5 cuotas
de las doce cuotas y dejó de pagar dicho crédito, éste tiene a su nombre un vehículo tipo
motocicleta, pero Juan José celebra un contrato de compraventa sobre este vehículo, con
Valentina, pero en la realidad no se lo transfiere, ni hay intención de ello, porque, aunque
Juan José celebró el contrato con valentina, este todavía tiene en su poder el vehículo.

Esta figura puede utilizarse para provocar o aparentar la insolvencia del acreedor,
o para hacer creer a terceros que se es propietario de un determinado bien cuando en
realidad el propietario es otra persona.
Por otro lado, se puede encontrar la Acción Oblicua; siendo esta ese poder que
el ordenamiento jurídico atribuye a los acreedores para ejercitar los derechos y acciones
que corresponden a su deudor con el fin de cobrar de esta manera lo que se debe.

La acción oblicua se configura siempre y cuando se demuestre que el deudor, por


pasividad o abandono, se muestra sin ánimo de ejercer estas acciones afectando así al
patrimonio del acreedor.

Igualmente, es necesario tener en cuenta que, para poder ejercer esta acción, se
deben tener en cuenta algunos requisitos.

De fondo o condiciones sustanciales.


Condiciones relativas al deudor.
 Supone un deudor negligente en el ejercicio de sus acciones.
 No es necesario que el deudor sea constituido en mora por el acreedor
 El deudor debe estar en estado de insolvencia

Condiciones relativas al acreedor.


 Interés por parte del acreedor´
 Debe tratarse de un acreedor quirografario o de un acreedor privilegiado cuya garantía
resulte insuficiente para respaldar el crédito.

Condiciones relativas al crédito.


 El crédito debe ser cierto, líquido y exigible.
 No es imprescindible que el crédito del acreedor sea anterior en fecha al crédito del
deudor contra el tercero.

Condiciones de forma
Establece la doctrina estos requisitos para ejercer la acción oblicua, a saber:
 Emplazamiento del deudor, la doctrina y jurisprudencia, en principio no exigen que el
acreedor haga citar a su deudor, no obstante, por razones prácticas, para que no
exista dudas en torno al efecto de cosa juzgada que la sentencia por lograr pueda
tener contra el deudor, convendrá al demandante llamar a juicio a su deudor.
 Autorización judicial para el acreedor, la doctrina y jurisprudencia afirman que no se
requiere, ya que el acreedor ejerce las acciones y derechos de su deudor en virtud de
un derecho que le atribuye expresa y directamente la ley.

En cuanto a la fuente normativa para la acción oblicua, si bien la acción oblicua no


está prevista expresamente en el derecho colombiano, su existencia puede ser inferida
de disposiciones como las contenidas por el artículo 375 del Código General del Proceso
(Ley 1564 de 2012) y por los artículos 1295, 1451 y 2513 del Código Civil. (Código Civil,
Ley 57 de 1887)
La acción está regulada por el artículo 2489 del Código Civil, al señalar que en
todos los derechos del deudor podrán subrogarse los acreedores. E incluso en los
derechos que pertenezcan al deudor, como arrendador o arrendatario, según dispuesto
en los artículos 2023 al 2026. (Código Civil, Ley 57 de 1887).

En sí, la medida que se da es que El acreedor cobra lo que su deudor debería


cobrarle a un tercero para así saldar la deuda debida con él. En cuanto a su prescripción
está ligada a la propia del título valor que posee el acreedor.

En consecuencia, el efecto es la autorización judicial para traer al patrimonio del


deudor pasivo, los bienes o beneficios de que era titular y una vez obran en ese
patrimonio, podrán ser embargados por sus acreedores.

Preservando los derechos del deudor. En si el resultado de la acción aprovecha a


todos los acreedores quirografarios, porque el patrimonio del deudor es la prenda común
de sus acreedores.

El acreedor no tiene el pago de su crédito, sólo obtiene que el pago ingrese al


patrimonio del deudor, luego intentarán su acción ejecutiva.

Un ejemplo claro para la acción oblicua. Pedro le debe a Juan una cantidad de
dinero, a su vez Luis le debe a Pedro una cantidad de dinero superior de la que Pedro le
debe a Juan. Pedro no quiere cobrarle a Luis porque es su primo y no quiere molestarlo
con esto. Es así como Juan puede de forma oblicua subrogarse exigiéndole a Luis el pago
de la deuda que tiene con Pedro. Esto se fundamenta en el hecho de que el deudor (en
este caso Pedro) debe responder con los bienes habidos o (en caso de no tenerlos) por
haber, igualmente, por la máxima jurídica que reza “el deudor de mi deudor es también
mi deudor”.

Otro ejemplo es cuando un heredero que tiene deudas renuncia a los derechos
hereditarios a virtud de los cuales tendría recursos para satisfacer el pago de tales
deudas, les asiste a los acreedores el derecho de concurrir al proceso sucesorio y aceptar
en su nombre la herencia.

Finalmente, está la Acción Pauliana, la cual otorga a los titulares de un derecho


de crédito para obtener la revocatoria de un negocio jurídico que les perjudica, realizado
por sus deudores, con el fin de reconstruir el patrimonio de estos.

En esta Acción, se debe probar

A. Negocios Jurídicos de contenido Onerosos:


1. Evento damni (daño sufrido)
2. Consilium fraudi (concierto fraudulento)
B. Negocios Jurídicos de contenido Gratuitos:
1. Prueba del daño fraude del deudor.
2. Daño sufrido por el acreedor.

En cuanto al titular, esta acción puede ejercerla quien ostente la calidad de


acreedor con interés jurídico actual, ya sea porque sus derechos son exigibles o, de estar
pendientes, porque son claros y concretos, tal como lo establece la Corte en sentencia
del 26 de agosto de 1938.

Los requisitos que se deben tener en cuenta para la acción Pauliana

1. Que, con anterioridad al acto tachado de ineficacia, haya nacido y exista un crédito
a favor del actor aun cuando éste no esté provisto de título ejecutivo o que haya
sido declarado por vía judicial.

2. Que haya claridad sobre en qué consiste el derecho personal pregonado.

3. Que se haya generado un perjuicio al actor. (Sentencia Corte Suprema de Justicia,


2014).

La fuente normativa que se rige para la acción Pauliana artículo 2491. <acción
de rescisión>. En cuanto a los actos ejecutados antes de la cesión de bienes o a la
apertura del concurso, se observarán las disposiciones siguientes:

1. Los acreedores tendrán derecho para que se rescindan los contratos onerosos, y
las hipotecas, prendas y anticresis que el deudor haya otorgado en perjuicio de
ellos, siendo de mala fe el otorgante y el adquirente, esto es, conociendo ambos
el mal estado de los negocios del primero.

2. Los actos y contratos no comprendidos en el número precedente, inclusos las


remisiones y pactos de liberación a título gratuito, serán rescindibles, probándose
la mala fe del deudor y el perjuicio de los acreedores.

3. Las acciones concedidas en este artículo a los acreedores, expiran en un año,


contado desde la fecha del acto o contrato. (Código Civil, Ley 57 de 1887)

La medida de esta acción, es precisamente la revocatoria, la cual persigue el


objetivo de revocar el negocio llevado a cabo para enajenar un bien y regresarlo al
patrimonio del deudor. Cuando la venta es real y hay quiebra del deudor, procede Acción
Pauliana.

En cuanto a la prescripción de la acción Pauliana está contenida en el artículo 2491


del código civil colombiano, y ese mismo artículo en su numeral tercero señala que «las
acciones concedidas en este artículo a los acreedores, expiran en un año, contado desde
la fecha del acto o contrato». (Código Civil, Ley 57 de 1887)

Quiere decir esto que la demanda respectiva se debe interponer dentro del año
siguiente a la fecha en que se perfecciona el contrato o escritura que traspasa los bienes,
lo que en algunos casos puede ser poco tiempo, y de allí la importancia que el acreedor
esté pendiente de los negocios del deudor si es que sospecha que este no le pagará y/o
que puede tratar de insolentarse para evitar el pago de la deuda mediante el embargo
de sus bienes.

En sí, el efecto es precisamente es la Revocación de los actos de su deudor, que,


a pesar de ser reales, han sido celebrados de mala fe deteriorando su patrimonio,
llevándolo al punto de la insolvencia, en perjuicio de los derechos de sus acreedores.

Un claro ejemplo para la acción Pauliana es que Sandra tiene una deuda con Angie
de 100 $. Sandra no quiere pagar a Angie, pero tiene un vehículo con valor de 100 $ que
Angie podría ejecutar para saldar el crédito. Sandra malvende el vehículo por 1$ a su
amigo Carlos y así Angie no puede cobrarse la deuda. Es en este momento cuando Angie
puede ejercer la acción Pauliana haciendo que ese contrato no tenga efectos y el vehículo
se mantenga en el patrimonio de Sandra.

En conclusión, en Colombia es muy usual que personas jurídicas y naturales no


paguen sus obligaciones y, además, escondan su patrimonio con la única intención de
privar a los acreedores de poder satisfacer sus acreencias con los bienes que alguna vez
ofrecieron como garantía. Y es aquí donde salen a flote acciones que precisamente
permiten proteger a los acreedores, dentro de estas acciones están la Acción oblicua, la
cual permite cobrar deudas del deudor; mientras que la Acción Pauliana permite revocar
actos jurídicos reales por perjuicio a los acreedores, Y la Acción de Simulación permite
demostrar que un acto jurídico es inexistente.

DE LOS PROCESOS

Al incumplirse una deuda u obligación por las causales anteriormente escritas, el


acreedor podrá iniciar procesos judiciales y legales contra el deudor, bien sea por la vía
ordinaria o por la vía del derecho procesal penal, buscando con ello el cumplimiento de
la obligación u contrato, que se encuentran respaldadas con las garantías personales, en
las cuales el deudor queda afectado a responder y cumplir a cabalidad con sus
obligaciones acreditadas.

Por vía ordinaria en el que consiste en la realización de un procedimiento que se


efectúa ante la autoridad judicial, donde las partes en conflicto reseñan hechos, exponen
los fundamentos de sus derechos y solicitan se declare mediante sentencia a quien
corresponde el derecho debatido, según lo alegado y probado durante el proceso.
Por vida del derecho penal procesal, se busca mediante este, mantener el orden y
la paz social de las normas impuestas por las autoridades, teniendo como objetivo
promover sanciones contra las conductas que ponen en peligro un bien jurídico.

PROCESO JUDICIAL POR VIA ORDINARIA JUDICIAL

Proceso ejecutivo:

El proceso ejecutivo es la demanda con la que se busca cobrar judicialmente una


obligación; sirve para que el juez ordene el pago de una deuda o el cumplimiento de una
obligación respaldada por un título ejecutivo.

La demanda ejecutiva tiene como propósito ejecutar judicialmente al deudor para


que pague una deuda o cumpla una obligación, con base a un documento que preste
mérito ejecutivo, como un contrato o un título valor.

Con la demanda ejecutiva se busca que le juez ordene la ejecución de la deuda,


recurriendo si es necesario a medida cautelares como el secuestro y embargo de las
propiedades del deudor.

En el proceso ejecutivo no se discute si la deuda existe o si el demandado está o


no obligado a pagar; lo que se pretende es la ejecución de la deuda, con base al título
ejecutivo en la que conste la deuda reclamada.

Aparte de los requisitos generales que debe cumplir una demanda y que están
contenidos en el artículo 82 del código general del proceso, en el proceso ejecutivo
se requiere de la existencia de un título ejecutivo o documento que preste
mérito ejecutivo. (Ley 1564 de 2012)

El deudor puede ser ejecutado sólo si hay un documento en el que conste


una obligación clara, expresa y exigible de acuerdo al artículo 422 del código general
del proceso, pue si ese no es el caso, debe iniciarse un proceso declarativo, es decir, un
proceso donde se declare la obligación que luego se ejecutará con un proceso ejecutivo.
(Ley 1564 de 2012)

No sobra decir que en el proceso ejecutivo el demandante se denomina ejecutante


y el demandado ejecutado.

ARTÍCULO 422. TÍTULO EJECUTIVO. Pueden demandarse ejecutivamente las


obligaciones expresas, claras y exigibles que consten en documentos que
provengan del deudor o de su causante, y constituyan plena prueba contra él, o
las que emanen de una sentencia de condena proferida por juez o tribunal de
cualquier jurisdicción, o de otra providencia judicial, o de las providencias que en
procesos de policía aprueben liquidación de costas o señalen honorarios de
auxiliares de la justicia, y los demás documentos que señale la ley. La confesión
hecha en el curso de un proceso no constituye título ejecutivo, pero sí la que conste
en el interrogatorio previsto en el artículo 184.

Obligaciones que se pueden cobrar en un proceso ejecutivo

El proceso ejecutivo procede por el incumplimiento de las siguientes obligaciones:

 Por obligaciones condicionales siempre y cuando se haya cumplido la condición


 Por ejecución por sumas de dinero
 Por obligaciones de dar, hacer o no hacer, por perjuicios, etc.

Ejemplos de obligaciones que se pueden ejecutar o cobrar coactivamente

 Contratos de arrendamiento.
 Promesas de compraventa.
 Letras de cambio.
 Pagarés.
 Contratos de compraventa.
 Cualquier otra obligación legal que conste en un título ejecutivo.

En el caso de los títulos valores el proceso ejecutivo toma el nombre de acción


cambiaria, que tiene el mismo objetivo que es ejecutar al deudor.

Se insiste que en un proceso ejecutivo no se discuten obligaciones, pues el proceso


ejecutivo parte del hecho de que existe una obligación o deuda en firme, es decir, cierta
e indiscutible, así que el deudor no tiene otro camino que pagar.

Embargo y secuestro de bienes en el proceso ejecutivo

Todo proceso ejecutivo por regla general está acompañado de la orden de


embargo y secuestro de los bienes del demandado como una medida cautelar para
garantizar la satisfacción de la obligación demandada.

Medidas cautelares en procesos ejecutivos. En una demanda ejecutiva se


puede solicitar al juez que imponga medidas cautelares al demandado para
asegurar el pago de la deuda.

La petición de embargo y secuestro de los bienes del ejecutado se puede presentar


junto con la demanda en escrito separado, y cuando se libre mandamiento ejecutivo el
juez ordenará los embargos y secuestros que considere procedentes.
Una vez se notifica el mandamiento de pago, y este no se produce ni prosperan
las excepciones presentadas, se ordena la liquidación del crédito y se procede al remate
de los bienes embargados.

El producto del remate se entrega al acreedor hasta concurrencia del crédito y las
costas, y el remanente, si los hubiere, se entrega al ejecutado.

Proceso ejecutivo singular:

El proceso ejecutivo singular era una figura contemplada por el código de


procedimiento civil, ya que el código general del proceso sólo habla de proceso ejecutivo
sin más.

Para efectos académicos transcribimos lo que la Corte constitucional dijo sobre el


proceso ejecutivo singular en la sentencia C-454 de 2002:

«Aunque la finalidad del proceso ejecutivo es siempre la misma, es decir obtener


la plena satisfacción de una prestación u obligación, dicho proceso se clasifica en:
ejecutivos singulares, hipotecarios o prendarios y mixtos. El proceso ejecutivo
singular, como ha tenido la Corte la oportunidad de señalarlo, se estableció por el
legislador para tramitar el cobro de obligaciones que se encuentran respaldadas
con garantía personal, en las cuales el deudor queda afecto a responder por ellas
con la totalidad de su patrimonio, sin que el acreedor quirografario, pueda gozar
de un derecho preferencial respecto de los demás acreedores, es decir, todos se
encuentran en la misma situación de igualdad, en relación con la posibilidad de
hacer valer sus créditos ante el deudor quirografario. El ejecutivo mixto se presenta
cuando el acreedor persigue bienes distintos de los gravados con hipoteca o
prenda, y se adelanta, contrario a lo que afirma la ciudadana demandante, por el
procedimiento señalado para el ejecutivo singular.»

En el código general del proceso, cuando la ejecución trata sobre obligaciones


respaldadas en garantía legal, el procedimiento a seguir está contemplado en el artículo
468. (Ley 1564 de 2012)

Proceso ejecutivo de mínima cuantía.

El proceso ejecutivo de mínima cuantía es un proceso de única instancia, que aplica


cuando la suma que se pretende ejecutar es igual o inferior a 40 salarios mínimos
mensuales.

El asunto se resuelve en una sola audiencia como lo señala el numeral 2 del artículo
443 del código general del proceso:
«Surtido el traslado de las excepciones el juez citará a la audiencia prevista en el
artículo 392, cuando se trate de procesos ejecutivos de mínima cuantía, o para
audiencia inicial y, de ser necesario, para la de instrucción y juzgamiento, como lo
disponen los artículos 372 y 373, cuando se trate de procesos ejecutivos de menor
y mayor cuantía.»

Recordemos que los procesos de mínima cuantía al ser de única instancia, son
competencia de los jueces civiles municipales según el artículo 17 del código general del
proceso. (Ley 1564 de 2012)

Etapas del proceso ejecutivo

El proceso ejecutivo tiene una serie de etapas que podemos resumir de la siguiente
manera:

Amparo de pobreza en el proceso ejecutivo

El amparo de pobreza puede ser solicitado por cualquiera de las partes en un


proceso ejecutivo, siempre que se cumplan los requisitos generales que señala el código
general del proceso en los artículos 151 y 152. (Ley 1564 de 2012)
El amparo de pobreza puede ser solicitado por el demandante al momento de
presentar la demanda, o en cualquier momento procesal, y el demandado podrá solicitarlo
igualmente en cualquier momento procesal.

El amparo de pobreza en caso de ser reconocido, no afecta al proceso ejecutivo,


es decir, la ejecución continua. Lo que sucede es que el amparado por pobreza no tendrá
que pagar cauciones procesales, ni será condenado a costas y le será asignado un
apoderado para que lo represente.

DEL DERECHO PENAL PROCESAL

Cuando el deudor, que por medio de la accion u omsion, de malversar hechos


contitutivos, documentacion por medio de simulacion, entre otras, que lesione un bien
juridico, el acreedor podra acceder al derecho penal procesal, en busqueda de sancionar
los hechos provocado por el indiciado del proceso.

En estos procesos podemos observar que el deudor al cometer la conducta punible


por evitar por medio de malservaciones y usurpaciones por accion oblicua, paulina o de
simulacion, evite cumplir con la obligacion acreditada.

El código penal Ley 599 de 2000, en su


ARTÍCULO 259. MALVERSACIÓN Y DILAPIDACIÓN DE BIENES. El que
malverse o dilapide los bienes que administre en ejercicio de tutela o curatela,
incurrirá en prisión de dieciséis (16) a treinta y seis (36) meses, siempre que la
conducta no constituya otro delito.

ARTÍCULO 261. USURPACIÓN DE INMUEBLES. El que para apropiarse en


todo o en parte de bien inmueble, o para derivar provecho de él destruya, altere,
o suprima los mojones o señales que fijan sus linderos, o los cambie de sitio,
incurrirá en prisión de cuarenta y ocho (48) a cincuenta y cuatro (54) meses y
multa de trece punto treinta y tres (13.33) a setenta y cinco (75) salarios mínimos
legales mensuales vigentes.

Si con el mismo propósito se desarrollan acciones jurídicas induciendo a error o


con la complicidad, favorecimiento o coautoría de la autoridad notarial o de registro de
instrumentos públicos, la pena será de prisión entre cuatro y diez años.

La pena se duplicará, si la usurpación se desarrolla mediante el uso de la violencia


o valiéndose de cualquiera de las conductas establecidas en el Título XII de este libro.
(Codigo Penal, 2000).
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Corte Suprema de Justicia, S. CC 153 (2006). Recuperado de


https://www.icbf.gov.co/cargues/avance/docs/arbol/50841.htm

Código Penal. Ley 599 de 2000.


https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=6388

Ley 57 de 1887. Código Civil. Recuperado de


https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=39535

Ley 1564 de 2012. Código General del Proceso. Recuperado de


http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1564_2012.html

Sentencia Corte Suprema de Justicia, (2014). Decide la Corte el recurso de casación


interpuesto por los demandantes, frente a la sentencia de 12 de diciembre de 2011,
proferida por la Sala Civil-Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Barranquilla. Recuperado de https://vlex.com.co/vid/-538073455

También podría gustarte