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Resumen de El Facundo de

Sarmiento (capitulo por


capitulo)
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Resumen de Facundo de Sarmiento 

Capítulo por capítulo. Muy completo. 

Hola! Este es mi primer post. Me puse a pensar qué podía aportar y se me


ocurrió esto. Hice un resumen muy bueno del Facundo de D. F. Sarmiento. 
Es un resumen detallado, al que no le falta nada. Es de nivel universitario.
Claro que también sirve para el secundario (diez asegurado, jeje). 
Los capítulos que generalmente dan para leer en el colegio son: Introducción,
Capítulos I, II, III. De ahí salta a la Segunda parte Capiítulo I o 5 en la
numeración de corrido (infancia de Quiroga) y IX o 13 (Barranca Yaco). Son
seis en total, los marqué con letra más grande en el resumen para que se
noten. 
Si les sirve, por favor denme algo de puntos que por ahora tengo 0. Piensen en
el trabajo que me tomé!   
Facundo es un libro escrito en 1845 por el político y educador argentino
Domingo Faustino Sarmiento, durante su segundo exilio en Chile. 

Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas por Domingo


Faustino Sarmiento. 

Introducción: 

En el epígrafe a la Introducción, Sarmiento le pide al historiador que intervenga


sobre la realidad, que no sea impasible. La objetividad no existe, todos
estamos atravesados por una serie de cuestiones y hay que tomar partido. La
historia debe adoptar una forma retórica y cargarse de significación, de
implicaciones ideológicas. 
Hace una invocación a los muertos, para que revelen secretos a los vivos.
Tanto el acto de invocación como el vocabulario empleado remiten a la lírica
(Homero-Virgilio). Hace uso de los recursos de la lírica poética. 
Luego, acude a las leyendas y tradiciones populares. Muestra un doble juego
en el enfrentamiento Rosas-FQ, sistema-instinto. 
Argentina: noble pueblo que esconde una vida secreta; de organización política
enigmática; convulsiones internas y lides sangrientas, devastaciones,
combates. La resolución del enigma irá de la mano de la inteligencia y la toma
de conciencia cívica e histórica de los ciudadanos, no de la mano de la
violencia, de la “espada”. Centro en el que remolinean elementos muy
contrarios, centro que atrae la atención y el interés de naciones europeas (en
relación con ellas). República en una obstinada lucha de elementos contrarios,
invencibles, que se chocan, que la despedaza. Lucha ingenua debida a la
influencia de las ideas opuestas que han trastornado el mundo político: la
civilización europea y la barbarie indígena, los últimos progresos del espíritu
humano y los rudimentos de la vida salvaje, las ciudades pulposas y los
bosques sombríos. Todo esto observado en los fenómenos sociales. Es la
fisonomía de la naturaleza grandiosamente salvaje la que prevalece en la
inmensa extensión de la República. 
Facundo: figura que no ha muerto. Vivo en tradiciones populares, en la política
y revoluciones argentinas. Muerte trágica. Instinto, iniciación, tendencia. De
naturaleza campestre, colonial, bárbara. Provinciano, audaz. Expresión fiel de
la manera de ser de un pueblo, caudillo que encabeza un gran movimiento
social, espejo en el que se reflejan las creencias, necesidades, preocupaciones
y hábitos de una nación en una época dada de su historia. Es la figura más
Americana que la revolución representa, su figura hizo de la guerra local una
guerra nacional. Muere asesinado por una bala oficial, envuelto en una
calumnia. 
Rosas: heredero de Facundo (por las características que se le traspasarán),
molde más acabado y perfecto. Sistema, efecto, fin. Arte, política regular. Hijo
de la culta Buenos Aires, sin serlo él Se presenta al mundo como hombre-genio
capaz de dominar los acontecimientos, los hombres y las cosas. Falso, corazón
helado, espíritu calculador, hace el mal sin pasión, organiza lentamente el
despotismo con toda la inteligencia de un Maquiavelo. Tirano sin rival hoy
sobre la tierra. “Grande” para gloria y vergüenza de su patria. Monstruo que
propone el enigma de la organización política de la República. Es la
Esfinge Argentina, cobarde y sanguinario. Rencor contra el elemento
extranjero. Carácter fríamente feroz, voluntad incontrastable, originalidad
salvaje. Contra las relaciones de la República y los países europeos (de ahí
que se lo considere ‘nacionalista’). Inmoral. 
Temas tocados: retraso español respecto de los demás países europeos y la
marcada influencia sobre Argentina. // Paraguay y el jesuitismo (preguntar,
p.10) // Cómo han pintado la figura de Bolívar. // La prensa como arma de lucha
contra el régimen y como el arma clave que lo derrocará, por ser difusora de
ideas // La necesidad de luchar desde la inteligencia, resolver enigmas, no usar
la fuerza. // La importancia de la lucha y la perseverancia: no resignarse ni por
temor ni por determinismo // El determinismo geográfico y el determinismo de lo
visto según la procedencia de quien lo mire, de la visión (Bolívar con frac en
vez de con poncho, por los europeos) // Rosas y Facundo como encarnaciones
del modo de ser de un pueblo, figuras en las que se condensan las
características de la República, llegan todas a su máxima expresión en estas
personalidades // Sarmiento nos dice que la historia a narrar procede del
conocimiento de los hechos históricos, narrados al autor o vivenciados por él;
con esto le confiere legitimidad y carácter de verdad a lo que va a contar. //
Recursos estilísticos que marcan anticipos en lo que se va a narrar (Muerte de
FQ, causas, modos; derrocamiento de Rosas) // La inmigración como algo
positivo para el país: lo iluminará. 

Primera Parte 

Capítulo I: 
Aspecto físico de la República Argentina, y
caracteres, hábitos e ideas que engendra. 

El mal que aqueja a la República Argentina es su extensión: el desierto


inmenso la rodea por todas partes. Al Sur y al norte la acechan los salvajes –
los indios-, preparados para atacar en cualquier momento. Esta inseguridad de
la vida imprime en el carácter argentino cierta resignación estoica para la
muerte violenta, explicando la indiferencia con que se da y se recibe la muerte. 
La parte habitada del país puede dividirse en tres fisonomías: el espeso bosque
(al norte), la selva y la pampa. La pampa es la imagen del mar en la tierra, que
aguarda que se la mande a producir. 
Existen en la república numerosos ríos navegables, pero el hijo de los
españoles detesta la navegación. Así, el regalo más grande para un pueblo es
un elemento muerto, inexplotado. El único río fecundo es el de la Plata. 
Buenos Aires está llamada a ser un día la ciudad más gigantesca de las
Américas. Ella sola está en contacto con Europa y explota las ventajas del
comercio extranjero. Esta posición monopolizadora de Buenos aires hace que
aunque Rosas hubiese querido en verdad seguir el federalismo, le hubiese sido
imposible, y habría terminado teniendo el sistema que hoy sostiene: el unitario.
(“Nosotros, empero, queríamos la unidad en la civilización y en la libertad, y se
nos ha dado la unidad en la barbarie y en la esclavitud”). Mientras
Norteamérica está llamada a ser una federación por su ancha exposición al
Atlántico, la República Argentina está llamada a ser unitaria. 
La ciudad es el centro de la civilización argentina española, europea, pero el
desierto la cerca. El hombre de ciudad vive la vida civilizada. En la ciudad están
las leyes, las ideas, el progreso, la educación, el gobierno regular. El campo y
la ciudad representan dos sociedades distintas, dos pueblos extraños el uno
del otro. El hombre de la campaña detesta al de la ciudad y odia al hombre
culto. 
Argentina comparte varios rasgos con las llanuras asiáticas del Tigris y el
Éufrates, y la vida de sus hombres son a menudo similares (árabes y
gauchos). 
El campo: 
En la campaña argentina predomina la fuerza brutal, la autoridad sin límites y
sin responsabilidades del que manda. Esto se ve en las ejecuciones del
capataz, que no admiten reclamo considerándose legítima la autoridad que ha
asesinado. 
El pueblo del campo se compone de dos razas: españoles e indígenas,
(excepto en Buenos Aires, la raza negra, inclinada hacia la civilización y dotada
de talento, está extinta). Estas razas se caracterizan por su amor a la ociosidad
e incapacidad industrial. Las razas americanas –los indios- se muestran
incapaces para el trabajo duro, y la raza española muestra la misma
tendencia. 
En la campaña la sociedad desaparece completamente; queda sólo la familia
feudal, aislada. Así, toda forma de gobierno se hace imposible, no existen
municipalidad, alcance judicial ni ejecución de la violencia estatal
monopolizada. La población está desparramada. No hay res pública. La
civilización es del todo irrealizable y la barbarie es normal. El progreso está
sofocado, porque no puede haber progreso sin la posesión permanente del
suelo, sin la ciudad que es la que desenvuelve la capacidad industrial del
hombre y le permite extender sus adquisiciones. 
En el campo, la religión está desvirtuada. Ocurre con la religión lo que con el
idioma español, está corrompida. Se trata de una religión natural. Los gauchos
son españoles sólo por el idioma y las confusas nociones religiosas que
poseen. 
Las ocupaciones domésticas, las industrias caseras, las ejerce la mujer, sobre
ella pesa casi todo el trabajo. 
Educación del hombre de campo: los niños ejercitan sus fuerzas y se adiestran
por placer en el manejo del lazo y las boleadoras y son jinetes. Con la pubertad
y la adolescencia vienen la completa independencia y la desocupación. Desde
la infancia están habituados a matar reses, lo que los familiariza con el
derramamiento de sangre. El caballo es parte integrante del argentino de los
campos. 
De esta manera, los niños van, paulatinamente, adquiriendo las características
de sus mayores: el hábito de triunfar en las resistencias, de desafiar y vencer a
la naturaleza. Esto promueve el sentimiento de importancia individual y de
superioridad en el hombre de campo. 
Todos los argentinos tienen conciencia de su valer como nación, tienen cierta
vanidad. 
En conclusión, la vida del campo ha desenvuelto en el gaucho las facultades
físicas, sin estimular el intelecto. Su carácter moral se apoya en el hábito de
triunfar ante los obstáculos y la naturaleza. Es fuerte, altivo, enérgico, no tiene
ninguna instrucción. Es feliz en su pobreza, porque es lo único que conoce. El
gaucho no trabaja, el alimento y el vestido lo encuentra preparado en su casa,
lo uno y lo otro se lo proporcionan sus ganados. 

Capítulo II: 
Originalidad y caracteres argentinos. El rastreador. El baquiano. El
gaucho malo. El cantor. 

La vida pastoril tiene, también, su costado poético. Por ejemplo, Echeverría en


la inmensidad, en el salvaje, en la naturaleza solemne halló las inspiraciones
para parte de sus obras, que fueron luego, acogidas con aprobación en
Europa. 
El pueblo argentino es poeta y músico por naturaleza. En su medio están la
tormenta, la muerte omnipresente, la pampa infinita. El gaucho tiene, en este
sentido, su poesía popular, candorosa y desaliñada. Anécdota: cuando
Echeverría residió en la campaña los gauchos lo rodeaban con respeto. A
pesar de que era para ellos un “cajetilla”, lo respetaban porque era poeta. 
El pueblo campesino tiene sus cantares propios, entre ellos: el triste (en el
Norte) y la vidalita (se cantan los asuntos del día y canciones guerreras). La
guitarra es el instrumento por excelencia. 

Especialidades notables de la campaña: 


El rastreador: sabe seguir las huellas de los animales y de los hombres. Es un
personaje grave, la conciencia del saber que posee –una ciencia casera y
popular- le da cierta dignidad reservada y misteriosa. Puede, según se cuenta,
seguir huellas producidas hace mucho tiempo. 
El baquiano: conoce palmo a palmo miles de leguas cuadradas de llanuras,
bosques y montañas. Se orienta basándose en los signos de la naturaleza. Es
un topógrafo. El mapa que los generales llevan; la suerte del ejército depende
de él. Anuncia también la proximidad del enemigo. Conoce las distancias y los
accidentes geográficos más pequeños. Dicen que el general Rosas reconoce
por el gusto del pasto cada estancia del sur de Buenos Aires. 
El gaucho malo: es un outlaw, un misántropo. La justicia lo persigue; en los
asentamientos su nombre es pronunciado con respeto. Vive en el campo,
aislado de la sociedad; se alimenta de lo que caza. Es un hombre divorciado de
la sociedad, proscrito por las leyes, un salvaje de color blanco. Los poetas de
los alrededores cantan a sus hazañas. Sin embargo, el gaucho malo no es un
bandido, ni un criminal. Su profesión, su ciencia es robar caballos. Tiene cierto
honor, y crédito, su palabra. 
El cantor: es el mismo bardo, trovador, de la Edad Media. Se mueve entre las
luchas de las ciudades y el feudalismo de los campos. El cantor anda de pago
en pago, cantando a los héroes de la pampa fugitivos de la justicia, mientras
mezcla el relato de sus propias hazañas (a menudo él también es perseguido
por la ley). Su poesía es monótona, irregular, más narrativa que sentimental y
está llena de imágenes de la vida campestre. El cantor hace el mismo trabajo
de crónica, costumbres, historia, biografía que el bardo de la Edad Media. 
En la República Argentina se ven al mismo tiempo dos civilizaciones distintas
en un mismo suelo, sin conciencia la una de la otra: una naciente que imita los
esfuerzos ingenuos y populares de la Edad Media; y la otra que intenta realizar
los últimos resultados de la civilización europea. En Argentina, el siglo XII y el
XIX viven juntos: el primero en las campañas, el segundo en las ciudades. 

Conclusión: leyendo este libro el lector se encontrará con los caracteres


tipificados más arriba, y verá el reflejo de la situación del país en la campaña,
sus costumbres y su organización. El gaucho malo: Facundo. El cantor: La
Madrid. El baquiano: Artigas. Capataz de carretas: “el Boyero” (guerrero al
servicio de los caudillos). 

Capítulo III: 
Asociación. La pulpería. 
Aquí Sarmiento retoma el capítulo I y agrega lo siguiente: 
En el campo hay necesidad de crear una sociedad ficticia para remediar la
normal desasociación. 
En la pulpería se dan y reciben las noticias, allí concurren los parroquianos de
los alrededores; se arman carreras de caballos; está el cantor. Se encuentran
el juego y el licor. Allí se fraterniza. 
Esta asociación accidental de todos los días, al repetirse, formaría una
sociedad, una asamblea sin objeto público, sin interés social, sonde empiezan
a echarse las raíces de las reputaciones. 
El gaucho estima por sobre todo las fuerzas físicas, la destreza del manejo del
caballo, y el valor. Se dedica, por ejemplo, a los juegos de equitación. 
El gaucho anda armado del cuchillo, herencia de los españoles. Éste es un
instrumento que le sirve para todas las ocupaciones; no puede vivir sin él.
Juega a las puñaladas, desenvaina el cuchillo y marca a su contrincante, lo
hiere en la cara, sin matarlo. La riña se traba por reputación. No tiene intención,
en principio, de matar. Matar es una “desgracia”. Juan Manuel Rosas había
hecho de su residencia una especie de asilo para los homicidas (Paternalismo
político). 
En esta sociedad, entonces, la cultura del espíritu es imposible, no exista bien
público. El gaucho se convierte en malhechor o en caudillo, según el rumbo
que las cosas tomen. 
Autoridades de la campaña: Para reprimir a los desalmados se necesitan
jueces más desalmados aún. Estas autoridades (recordar a los capataces)
forman ideas en el pueblo sobre el poder de la autoridad, que más tarde
acarrea sus efectos. El juez se hace obedecer por su reputación de audacia
temible, su justificación es “así lo mando yo”. El comandante de campaña tiene
más poder que el juez y sus características son, aun, más terribles. Para
gobernar se hace uso de los hombres que más temor inspiran, y esta es la
manera de proceder de los gobiernos débiles. Cuando rosas se apodero de
la ciudad, exterminó a todos los comandantes que lo habían ayudado a
ascender, a fin de que no le disputaran el lugar de poder que empezaba a
ocupar. 
Estos pormenores dados hasta aquí acerca de la vida en los campos
argentinos, con su orden, su sistema de asociación característico, tienen el fin
de explicar los fenómenos sociales argentinos y la revolución que estalló en
1810. 

Los capítulos anteriores son los que suelen tomar en el secundario. A esos hay
que agregarles: a) el capítulo I de la Segunda parte (o capítulo 5) sobre la
infancia de Quiroga y b) el IX o 13 (Barranca Yaco). Vean más abajo. 

Capítulo IV: 
Revolución de 1810. 

En todas las naciones de América el carácter, objeto y fin de las revoluciones


por la independencia fueron los mismos, y nacieron del mismo seno: el
movimiento de las ideas europeas. 
Antes de la revolución, en nuestro territorio, había libros, ideas, leyes,
educación, había una base de organización; atrasada, feudal, monárquica, sí,
pero existía. En la campaña pastoral, la libertad, la responsabilidad del poder,
las evoluciones que implicaba el movimiento revolucionario eran ajenas a su
forma de vivir. La revolución era útil al campo, en tanto implicaba un nuevo
centro de reunión, mayor. Así, las campañas pastoras se adhirieron a la
agitación e impulso revolucionario. 
Cuando un pueblo entra en revolución, dos intereses opuestos luchan en
principio: conservadores y revolucionarios, es decir, realistas y patriotas.
Cuando un partido vence, éste se subdivide en revolucionarios moderados y
exaltados. Entonces, el partido vencido se reorganiza y triunfa mediante la
subdivisión de sus rivales. Cuando en una revolución, una de las fuerzas
aliadas con la causa revolucionaria, se desprende inmediatamente, formando
una tercera entidad, indiferente a unos y a otros; esta fuerza que se separa es
heterogénea. Así fue el movimiento encabezado por Artigas. 
La fuerza que sostenía a Artigas en Entre Ríos es la que sostiene a los
caudillos actuales en sus provincias y la que mantenía a Facundo en los
Llanos. El individualismo constituye su esencia, el caballo su arma y la pampa
su teatro. 
La montonera aparece con Artigas, y tiene su paralelo con las hordas africanas;
presenta un carácter de ferocidad brutal y un espíritu terrorista. Esto es lo que
Rosas ha convertido en un sistema de legislación aplicado a una sociedad
culta. Rosas no ha inventado nada; su talento consiste en plagiar a sus
antecesores y hacer de los instintos brutales de las masas ignorantes, un
sistema meditado y coordinado fríamente. El ejecutar con el cuchillo es un
instinto carnicero que Rosas aprovecha para dar a la muerte formas gauchas, y
para cambiar las formas legales de las sociedades cultas por otras, que él
llama americanas. 
La montonera es un género singular de guerra, que tiene su antecedente en los
pueblos asiáticos, y sólo puede explicarse en nuestro territorio examinando la
organización de la sociedad de donde procede. Artigas era un baquiano, un
caudillo de masas a caballo, enemigo de la sociedad civil y la ciudad, que
continúa reproduciéndose en la figura de los caudillos argentinos. 
La guerra de la revolución argentina ha sido doble: 
1º: guerra de las ciudades, iniciada en la cultura europea, contra los españoles,
a fin de dar mayor ensanche a esa cultura (patriotas independentistas
influenciados por las ideas europeas versus realistas españoles). 
2º: guerra de los caudillos contra las ciudades, a fin de librarse de la sujeción
civil y luchar contra la civilización. (La guerra de los salvajes de la campaña
encabezados por los caudillos y encarnados en Rosas versus la cultura
europea existente en las ciudades) 
En primer lugar, las ciudades triunfan contra los españoles (contra la
monarquía), pero en segundo lugar, la campaña vence a las ciudades. He aquí
explicado el enigma de la revolución argentina. 
Con el triunfo de estos caudillos de la campaña, toda forma civil desapareció
por completo en el campo y va rumbo a desaparecer en las ciudades. “… se
forma al fin el gobierno central, unitario, despótico del estanciero don Juan
Manuel de Rosas, que clava en la culta Buenos Aires el cuchillo del gaucho y
destruye la obra de siglos, la civilización, las leyes y la libertad”. (Fragmento del
final del capítulo III que ilustra esta idea). 
Sin embargo, Buenos Aires es tan poderosa en elementos de civilización
europea que terminará por educar a Rosas, y contener sus instintos
sanguinarios y bárbaros. De hecho, algunas de sus salvajes características ya
se han ido moderando con el correr del tiempo. 
Cuatro son las ciudades que ya han sido aniquiladas por los dominios de los
caudillos y Rosas: Santa fe, Santiago del Estero, San Luis y La Rioja. Todas
ellas contaban en 1810 con una gran prosperidad económica, intelectual y
cultural. Produjeron hombres eminentes, las luces estaban difundidas. Sin
embargo, el proceso de barbarización ha actuado en ellas para llevarlas a la
ruina religiosa, educativa, intelectual, económica y
cultural. Sarmiento comprueba este hecho a través de una “entrevista” que
sostiene con un canónigo de La Rioja. San Juan (la provincia de Sarmiento) se
encuentra rumbo a la destrucción: el nivel educativo allí es paupérrimo,
oponiéndose al alto nivel de que gozaba antes de este proceso. 
Conclusión: la ignorancia y la pobreza esperan que las ciudades del interior
den la última boqueada para devorar su presa, para hacerlas campo,
estancia. Buenos Airespuede salvarse porque la civilización europea es tan
fuerte allí que las brutalidades del gobierno no pueden contra ella. “¿Por qué
combatimos? Combatimos por volver a las ciudades su vida propia”. 

Segunda parte. 

Capítulo I (o Capítulo 5 numerando de corrido) 


Infancia y juventud de Juan Facundo Quiroga. 

El capítulo se inicia con esta anécdota: 


Entre las ciudades de San Luis y San Juan existe un desierto llamado
“travesía”. Facundo, forzado en San Luis a escapar de la justicia por asuntos
de cuchillo, se vio en la necesidad de atravesarlo, solo. En ese momento, un
tigre cebado (antropófago) andaba merodeando por la travesía. Mientras la
atravesaba, Facundo escuchó el rugido del tigre. Se trepó, entonces, a un
pequeño algarrobo. El tigre rastreó al gaucho hasta allí y comenzó a intentar
cazarlo. Se quedó durante dos horas con la vista fija en su presa, con los ojos
enrojecidos por la sed de sangre. El gaucho lo miraba tambaleándose desde la
copa, fascinado por la mirada del animal. Sus amigos, rastreándolo sin
esperanzas consiguieron llegar a tiempo y apresaron al tigre, al que luego le
dio muerte Facundo. “Entonces supe lo que era tener miedo”decía Facundo
sobre esta anécdota. 
A él lo llamaron “El Tigre de los Llanos”. La Frenología ha demostrado la
relación que existe entre la fisonomía de los hombres y algunos animales a
quienes se asemejan en carácter. 
Descripción de Facundo: Era de estatura baja y fornido. De espalda ancha y
cuello corto. Su cabeza estaba bien formada, cubierta de un pelo espesísimo,
negro y ensortijado. Su cara estaba hundida en un bosque de pelo, tenía una
barba crespa y negra que subía hasta los pómulos bastante pronunciados para
descubrir una voluntad firme y tenaz. 
Sus ojos causaban terror; eran negros, llenos de fuego y estaban sombreados
por pobladas cejas. Facundo no miraba nunca de frente tenía la cabeza
siempre inclinada y miraba por entre las cejas, con el fin de hacerse temible. Su
tez era pálida, morena. 
La estructura de su cabeza revelaba, bajo esta cubierta selvática, la
organización de los hombres nacidos para mandar. Sin embargo, como había
nacido en una sociedad determinada estos caracteres hubieron de
manifestarse de forma sanguinaria, terrible y malvada. 

Facundo era hijo de un sanjuanino de condición humilde, pero que había


logrado algo de dinero con el pastoreo. Fue a la escuela donde aprendió a leer
y a escribir. En la escuela era altivo, huraño y solitario, sólo se mezclaba con
sus compañeros para encabezar actos de rebelión y para golpearlos. 
En las fábulas de la niñez se encuentra el germen de los rasgos característicos
del personaje histórico. La memoria de los pueblos está llena de anécdotas
sobre Quiroga.
-Le dio una bofetada a su maestro porque éste lo golpeó con una vara, y corrió
a esconderse en una viña en donde estuvo tres días. Este será el caudillo que
desafíe más tarde a toda la sociedad. 
-En la pubertad asesina a su primera víctima: Jorge Peña. La primera gota del
torrente de sangre que marcó su paso. 
- Trabajaba de peón en Mendoza para una mujer. Ejercía influencia sobre los
otros peones e intercedía por ellos frente a la patrona. Por ello los peones lo
llamaban “El Padre” (Paternalismo político). Al fin de un año pidió su sueldo –
sesenta pesos-, inmediatamente fue a una pulpería y los jugó todos a una
carta, los perdió. Al salir de allí, un juez le pidió su libreta de conchavo y lo dejó
tendido de una puñalada . Pasó la vida adulta oculto, perseguido, jugando,
trabajando como peón y distribuyendo puñaladas. 
-Viaja a Buenos Aires y en 1810 se enrola como recluta en las milicias de
Ocampo. Luego en el regimiento de granaderos a caballo. Sin embargo, la vida
militar implicaba disciplina, orden, y él se sentía llamado a mandar, rebelde,
quería crearse solo a despecho de la sociedad civilizada, una carrera
asociando el valor y el crimen, el gobierno y la desorganización. Deserta y
vuelve a las provincias, en el camino da muerte a una partida. 
- Facundo vuelve a la casa paterna. Como su padre no quiere prestarle dinero,
le prende fuego al techo. El padre denuncia este acto y él le da una bofetada.
Sin embargo, un año después hacen las paces. 
-Resuelve enrolarse en la montonera de Ramírez, vástago de Artigas. 
-El gobernador de San Luis lo hace prender y lo manda a la cárcel. Allí,
estaban los prisioneros españoles que habían sido derrotados en Chile. Estos
se sublevan y abren las puertas a los presos comunes para que los ayuden en
la fuga. Facundo escapa de allí asesinando a muchos hombres con un macho
de grillos. Él dice haber matado a catorce personas. 
-Tiempo después, Facundo logra sofocar el alzamiento y se reconcilia con la
sociedad. 
Facundo es el hombre de la naturaleza que no ha aprendido a contener sus
pasiones, es el carácter del género humano en las campañas pastoras de
la Argentina. Facundo es la barbarie primitiva. En sus actos se muestra el
hombre bestia, actúa para producir el terror en su entorno. Ganó el prestigio
entre la gente vulgar a costa de suplir patriotismo y abnegación con terror,
valiéndose de su sagacidad y de la credulidad del vulgo. Algunos
consideraban, incluso, que tenía poderes sobrenaturales. Lo que tenía era
cierta superioridad y conocimiento de la naturaleza humana, y se valía de esos
medios. 
Los hombres cercanos a Facundo comentaban que tenía mucha aversión a los
hombres decentes, que quería aterrar más que infundir miedo solamente, que
hacía entender a los hombres de confianza que era adivino, que trataba a los
hombres con quienes tenía relación como esclavos, que jamás se había
confesado, rezado ni oído misa. 

Capítulo II. 
La Rioja. El comandante de campaña. 

La Rioja es una ciudad solitaria, sin arrabales y marchita. Los Llanos son un


área montañosa, quebrada, un oasis de vegetación pastosa. El aspecto de la
provincia es desolado, el clima abrasador, la tierra seca. La Rioja puede
compararse a Palestina en su geografía y en el aspecto patriarcal del
campesinado. Por ejemplo: el peón debe proteger la vida de su patrón. Los
campesinos viven primitivamente, conservando su pureza bárbara y hostil a las
ciudades. 
Como en la Edad Media, en la ciudad de La Rioja existe la lucha de dos
familias poderosas, señoriales: los Ocampo y los Dávila. 
Después del suceso de San Luis, Facundo prestigiado y recomendado por el
gobierno se presenta en los Llanos. Los Ocampo, que estaban en el gobierno,
le otorgan el título de comandante de campaña y de sargento mayor de las
milicias. Facundo, que representa el elemento pastoril, bárbaro, la tercera
entidad encabezada por Artigas, se presenta en La Rioja, llamado por uno de
los partidos de la ciudad. Quiroga será el caballo de Troya dentro de la ciudad. 
Mientras es comandante de campaña en Los Llanos, una sublevación en San
Juan, hace que las provincias del Norte se preocupen por sofocarla. Facundo
participa de esto y desoyendo las órdenes precisas que tenía, cae sobre el foco
subversivo y los vence. De esta manera, Quiroga muestra que no espera
órdenes de nadie y anuncia su decisión de tirar abajo el gobierno. 
Quiroga toma La Rioja, derrocando la ciudad. La deja a cargo de Dávila. Sin
embargo, éste intenta conjurarse contra él y apresarlo. Facundo derrota la
tentativa y asesina a Araya, el capitán que debía apresarlo. 
El gobierno, entonces, lo intima por el asesinato de Araya. Quiroga decide
encender la guerra civil entre la ciudad y los Llanos, entre él y el gobierno.
Manda un grupo a la Junta de Representantes para cumplir con su cometido:
declarar depuesto a Dávila. 
Las otras provincias deciden intervenir para impedir el enfrentamiento entre el
gobierno y Facundo. Corvalán (el ordenanza de Rosas, que figura en Amalia)
es el mediador. Habla primero con Facundo, quien dice aceptar la paz. Luego
con Dávila quien abandona las armas. En ese momento, Quiroga ataca
derrotando fácilmente al gobierno. Antes de darle muerte a Dávila, éste le abre
una herida, que Facundo, como buen gaucho, siempre ocultará. 
Después de la derrota y asesinato de Dávila, Facundo manda el pésame a la
viuda y rinde homenaje al muerto, mostrando algo de nobleza. 
Como Quiroga jamás se ha encargado del gobierno organizado, nombra como
gobernador a un español vulgar. De esta forma, Facundo se apodera de su
país, las tradiciones de gobierno desaparecen, las formas se degradan, puesto
que el desahogo, la desocupación y la incuria son los bienes supremos del
gaucho. 
Enriquecimiento de Quiroga: La mitad del ganado de la provincia le pertenecía.
Su negocio era abastecer de carne el mercado, de forma monopólica, ya que
nadie se atrevía a competir con él. 
En un negocio con mercaderes extranjeros, Facundo se presenta en la casa de
un magnate de Buenos Aires con media de seda, calzón de jergón y un poncho
de tela ruin. Quería humillar a los hombres cultos y mostrar su desprecio por
los hombres extranjeros. Ninguno se atrevió a reírse en esta oportunidad. 
La pasión de Facundo por el juego abrazó su vida pública. Se aprovechaba de
su poder y temeridad para sacar provecho. Jugaba con fondos ilimitados. 
Esta destrucción del orden civil que Facundo logró en La Rioja trajo como
consecuencia la emigración de la población hacia San Juan, los Llanos se
encuentran ahora desiertos. 

Capítulo III: 
Sociabilidad. Córdoba. Buenos Aires (1825). 

Facundo posee La Rioja como dueño absoluto. Como no hay letras, no hay
opiniones, y como no hay opiniones, La Rioja es una máquina de guerra. 
Estado de las ciudades más importantes del país: 
Córdoba: es una de las ciudades más bonitas del continente. Hasta 1829 el
espíritu de Córdoba es monacal y eclesiástico. Si bien la vieja universidad
cordobesa tiene un alto nivel, está casi exclusivamente circunscripta a la
teología. El espíritu de córdoba era por este entonces el de la Edad Media.
Córdoba ha sido el asilo de los españoles, por tanto las ideas revolucionarias
de 1810 encontraban escaso asidero en esta provincia. en fin, es
una ciudad española por educación literaria y religiosa, estacionaria y hostil a
las innovaciones. 
Buenos Aires: esta ciudad se cree una continuación de Europa, de su espíritu y
tendencias. Buenos aires es una ciudad entera de revolucionarios. En apenas
diez años se efectúa aquí la desespañolización y la europificación. Buenos
Aires es todo novedad, todo revolución y movimiento. Rivadavia, instalado en el
gobierno, se trae consigo la Europa. De esta manera la influencia europea
sobre Buenos Aires motoriza el progreso y edifica las instituciones más
importantes del Estado. 
Rivadavia nunca derramó sangre, ni destruyó la propiedad. Rosas, en cambio,
es un carnicero y ha consumido el tesoro nacional para sostener la guerra que
él mismo ha encendido. A Rivadavia le queda la gloria de haber representado
la civilización europea. Rosas y Rivadavia son los dos extremos de la
República Argentina, que se liga a los salvajes por la pampa y a la Europa por
el Río de la Plata. 
Córdoba y Buenos Aires son las dos fases prominentes de los partidos que
dividían a todas las ciudades. Representan dos partidos: conservador y
progresista. Mientras Córdoba se alimenta de España, Buenos Aires lo hace de
las ideas más progresistas de Europa (Rousseau, Montesquieu). Estos partidos
concluyeron por llamarse federales y unitarios. Pero la república Argentina está
geográficamente constituida de tal manera, que ha de ser unitaria siempre,
aunque el rótulo de la botella diga lo contrario. El partido Federal de las
ciudades era un eslabón que se ligaba al partido bárbaro de las campañas. 
Aquella fuerza bárbara estaba diseminada por toda la República, dividida en
provincias. Se necesitaba una mano poderosa para fundirla y presentarla como
un todo único. Quiroga fue quien prestó la mano. 
Características del unitario: el unitario tipo rinde culto a la constitución y a las
garantías individuales. Su religión es el provenir de la República. Se desprende
de una generación razonadora, deductiva, emprendedora. Tiene modales finos,
ademanes cultos; viste a la europea. 

Capítulo IV. 
Ensayos. Acciones del Tala y del Rincón. 

En 1825, el gobierno de Buenos Aires invitó a las provincias a reunirse en un


congreso para dar forma a un gobierno general. Facundo recibió esta invitación
con entusiasmo (algo positivo en Facundo). 
El primer ensayo de facundo fuera de los términos de la provincia es la acción
del Tala. En ella, sus hordas se baten con el ejército del general La Madrid. La
Madrid era un hombre de valentía fabulosa, muchas historias sobre su enorme
coraje lo rodeaban. Era una suerte de poeta y arengaba a sus tropas con
canciones guerreras. Es el cantor de la primera parte (cap. II). La Madrid,
ansioso por preparar las tropas para la guerra contra el Brasil derroca a las
autoridades tucumanas. Facundo decide invadir Tucumán por orden del
gobierno de Buenos Aires. El gaucho malo sale triunfador del combate y
enarbola en el Tala una bandera: un paño negro con una calavera y huesos
cruzados, símbolo de este espíritu de fuerza pastora, árabe, tártara, que va a
destruir las ciudades y su progreso. La bandera tiene el color rojo, colorado; al
igual que lo tendrá la divisa federal rosista. El color colorado en la bandera se
opone al de Argentina y también al del progreso. El colorado es propio de las
banderas de los países salvajes: asiáticos, africanos; es el color de los
caciques, de los dictadores, del absolutismo, del verdugo, de Artigas. Esto se
ve a lo largo de la historia en numerosos casos. Se trata de un color proscrito
por las sociedades cristianas y cultas, cuyas banderas gritan justicia y paz,
mientras que la roja grita violencia, sangre y barbarie. Es importante analizar
este punto porque toda civilización se expresa en trajes, y cada traje indica un
sistema de ideas entero. 
La divisa roja de Rosas aparece en 1820 por orden del tirano, y desde ese
entonces, a quien no lleve la cinta colorada se lo reprime, sin importar si es un
hombre eminente, una muchacha o el hijo de una familia rica. Así se impone el
terror, merced a la imposibilidad de diferenciarse entre sí y del gobierno. Este
temor con que los gobiernos bárbaros nos controlan tiene su raíz en que
nuestra sangre es herencia de españoles, y ellos han sufrido durante siglos el
poder de la Inquisición. 
Ya vencido La Madrid, Facundo se opone al gobierno de Rivadavia. Facundo
no era federal, era el comandante de campaña, el gaucho malo enemigo de la
justicia civil, del orden, del hombre decente, del sabio, del frac, de la ciudad. Su
misión es destruir todo esto, y esa es la razón por la que se opone al gobierno
de Rivadavia. 
Este gobierno propone la libertad de cultos para atraer inmigración europea y
mano de obra. Entonces, en Córdoba se levanta una inquisición. Facundo, por
su parte, aprovecha la circunstancia y enarbola la bandera: ¡religión o muerte!
Con esto gana cierto apoyo en el interior. Recuerde el lector que Facundo
decía ano creer en nada y que nunca había ido a misa. Además, Facundo será
extremadamente violento y humillante con los sacerdotes que no le son
adictos. 
El Congreso, finalmente, elabora una Constitución pero es rechazada por todos
los pueblos en que los caudillos tienen influencia. 

Capítulo V. 
Guerra social. La Tablada. 

La presidencia cae. El jefe de la oposición en Buenos Aires es Dorrego, que


además mantiene amistad con las campañas del interior. Dorrego trata de
atraerse a los unitarios a quienes ha vencido. Intenta hacerse de algo de
estabilidad para poder controlar la situación. Sin embargo, tiempo después es
muerto por Lavalle. 
En el interior, el mapa se modifica. Paz toma Córdoba. Facundo se propone
vencerlo en lo que sería la batalla de la Tablada. Paz era un militar a la
europea, un buen hombre, un militar del progreso. Realmente, venerable. Uno
de sus hombres era Navarro, hombre pequeño, pero muy valiente y gran
soldado. Su ejército, organizado como un reloj, se batió con las hordas de
Facundo. En este enfrentamiento gana Paz. El gobierno que instala en
Córdoba, entonces, pertenece a la ciudad, al orden civil, a la civilización.
Córdoba, con los unitarios a la cabeza, hace alianza con las provincias de del
Este del país. Las provincias occidentales, sin embargo, permanecen hostiles. 

Capítulo VI. 
Guerra social. Oncativo. 

Mientras tanto, Quiroga continúa con las matanzas en su provincia. se impone


el terror sobre el ciudadano para que abandone su fortuna; sobre el gaucho
para que pelee una guerra por una causa que ya les ajena. El terror es el
medio de gobierno. No obstante, hay diferencias entre Rosas y Facundo:
Rosas expide a la mazorca las órdenes a ejecutar desde el fondo de su
gabinete, tomando mate, para achacar finalmente las muertes al entusiasmo
federal del pueblo; Facundo ejecuta por sí mismo estos actos de violencia. 
En 1830 sale con un nuevo ejército hacia Córdoba, reclutado en La Rioja, San
Juan, Mendoza y San Luis (las provincias sobre las que aún domina Facundo).
Paz vuelve a vencer. 

Capítulo VII. 
Guerra social. Chacón. 

Facundo, derrotado, se encamina hacia Buenos a Aires. Ha visto que nada le


queda por hacer en el interior. Gracias a la victoria de Paz sobre Facundo en
Oncativo, Córdoba, Mendoza, San Juan, San Luis, La Rioja, Catamarca,
Tucumán, Salta y Jujuy quedaban libres de la dominación de los caudillos.
En Buenos Aires, ya dominaba Rosas, quien con los gauchos que ha
aglomerado junto a López vence a Lavalle. 
En esta visita que hace Facundo en Buenos Aires (p.220) para presentarse
ante el gobierno de Rosas, Facundo desaparece en el torbellino de la
gran ciudad; apenas se oye hablar de él por su juego; su traje de gaucho llama
la atención (el general Mansilla le pregunta si se cree que está en las
provincias). Lleva poncho y una larga barba (fruto de la promesa que ha hecho
de cortársela cuando limpie la macha de La Tablada). 
El elemento pastoril en Buenos aires domina, tiene su alianza con el partido
federal de las ciudades. Se prepara una nueva expedición sobre Córdoba. 
En esta expedición, que concluye con la batalla de Chacón, pierden Paz y
ejército cordobés, que estaban a punto de lanzarse sobre Buenos Aires. 
Facundo, victorioso, toma Mendoza y manda fusilar a los prisioneros unitarios,
traicionando el convenio. Como consecuencia de esta victoria, Mendoza se
barbariza y decae cultural, educativa, social y económicamente. 
La resistencia a rosas y su sistema es la defensa de la civilización. El mal que
es preciso remover es el que nace de un gobierno que tiembla ante la
presencia de los hombres pensadores e ilustrados, y que para subsistir
necesita alejarlos o matarlos; nace de un sistema reconcentrado en un solo
hombre. Donde no hay libertad de obrar y de pensar, el espíritu público se
extingue 
Facundo marcha a San Juan y al entrar a la ciudad custodiada por federales,
los manda encarcelare, ultrajando a sus propios partidarios. Facundo deja de
fingirse federal, es el elemento bárbaro que se presenta en toda su desnudez, y
es preciso que todos lo sepan. 
Diferencia entre rosas y Facundo: Facundo sólo es cruel cuando la sangre le
ha venido a la cabeza y a los ojos, es impulsivo y pasional; rosas no se
enfurece nunca, calcula en la quietud y en el recogimiento de su gabinete y
desde allí salen las órdenes para sus sicarios. 

Capítulo VIII 
Guerra social. Ciudadela. 

En Tucumán, donde Facundo domina, reina la consternación y la emigración se


produce en masa. 
Diferencia entre Rosas y Quiroga: Facundo era bárbaro, avaro y lúbrico, y se
entregaba a sus pasiones. Rosas no tiene más que una pasión o necesidad: la
sangre humana y el despotismo. Sabe usar las palabras y las formas para
alcanzar sus deleznables fines. 
En Mendoza, Tucumán, Salta y Jujuy quedaba debilitado un gran empuje
industrial que se había desarrollado hasta entonces y quedaba interrumpido por
la invasión de Quiroga. Desde 1825 hasta 1845 la barbarización de estas
ciudades y sus campañas se desarrollará rápidamente. 
Rosas se oponía a la libre navegación de los ríos, contento con el puerto
de buenos Aires y la aduana no se cuidaba de desenvolver la civilización y la
riqueza en las distintas regiones del interior. Como el gaucho de la pampa que
es mira el agua con horror. Buenos Aires es ahora el lugar desde donde viene
el movimiento barbarizador impreso por el gaucho de la marca colorada. A esto
queda reducido el servicio del gobierno durante quince años, esta es la única
medida de administración nacional, el único punto de contacto entre amo y
siervo: ¡marcar el ganado! 

Capítulo IX (o capítulo 13 en la numeración de


corrido) 
Barranca Yaco. 

Quiroga vence en la batalla de Ciudadela, empujando fuera de la Argentina a


los unitarios. Con ellos el federalismo desaparece. Al mismo tiempo, Rosas ha
vencido en buenos Aires a Lavalle. Quiroga queda sin gobernar ninguna
provincia, sin ejército en armas. Sólo le queda un nombre temido en ocho
provincias y armas enterradas en bosques riojanos. La Rioja es el lugar central
de su influencia. 
Antes de asumir el gobierno de la provincia de buenos Aires Rosas exige ser
investido de facultades extraordinarias. Si bien se le ofreció resistencia, las
obtuvo. Nadie podía gobernar una provincia y una ciudad desestabilizada por
manos misteriosas (rosistas). Rosas justificó su requerimiento diciendo que
para lograr el orden y el control él necesitaba tener un chicote como el maestro
de grado, para que los alumnos lo respetaran. 
Geografía política de la Argentina desde 1822: 
Unidad bajo la influencia de Quiroga: Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La
Rioja, San Juan, San Luis, Mendoza. (Región andina). 
Federación bajo el pacto de la Liga Litoral: López (tiene Entre Ríos, Santa Fe y
Córdoba); Ferré (Corrientes) y Rosas (Buenos Aires). 
Por otro lado, quedaba Ibarra en Santiago del Estero bajo la federación feudal. 

La guerra que iban a hacerse las dos fracciones de la república, los dos
caudillos que se disputaban sordamente el mando iba a ser de emboscadas, de
lazos y de traiciones. Un combate mudo en el que se mediría la audacia de
uno, y la astucia y trampa del otro. Esta lucha entre Quiroga y Rosas abraza un
período de cinco años aunque no sale a la luz. Ambos se detestan porque cada
uno de ellos siente que del resultado de este juego terrible dependen su vida y
su provenir. 

Rosas organiza una expedición al Sur. Una vez finalizada, Facundo marcha
a Buenos Aires y entra en la ciudad sin anunciar su llegada. Esto es un poco
una invasión sobre el centro de poder de su rival, y otro poco, la atracción que
el lujo y la civilización han despertado en Quiroga. Facundo llega a
la ciudad poco después de la caída de Balcarce. 
La otra visita de Facundo a Buenos Aires: el poder educa. Facundo establecido
en la ciudad, se rodea de hombres notables. Habla con desprecio de Rosas. Se
declara unitario entre los unitarios y la palabra “constitución” no abandona sus
labios. Justifica sus actos de barbarie pasados por la necesidad que tenía de
vencer, de sobrevivir. Su conducta es mesurada, su aire noble. (Aunque no
abandona el poncho ni la barba). Por otra parte, refrena sus impulsos de
pelearse a cuchillo, porque es conciente de que hay allí un poder superior al
suyo (no sólo el de su enemigo, sino también el de las instituciones) y que
pueden meterlo en la cárcel. Manda sus hijos a los mejores colegios, ellos
visten frac y levita. Incluso llega a declarar: “los únicos hombres honrados que
tiene el país son Rivadavia y Paz”. 
Quiroga, pues, se presenta como una nueva tentativa de organizar la
República. Sin embargo, la falta de hábito de trabajo, la pereza del pastor, la
costumbre de esperarlo todo del terror, lo paralizan y lo entregan maniatado a
su rival. 

En 1835 surge un conflicto entre los gobiernos de las provincias del Norte que
podía hacer estallar la guerra. Rosas invita a Facundo para que influya y
apague las chispas. El 18 de diciembre de 1835, facundo sale de Buenos
Aires en misión de paz. Facundo intuye que algo malo pasa. Ni bien sale de
la ciudad y se interna en la campaña, la galera empieza a tener problemas.
Facundo azota al maestro de posta. La brutalidad y el terror vuelven a aparecer
desde que se halla en el campo. Avanza por la pampa y en cada posta
pregunta si un chasque ha pasado antes. Así se entera de que ese vehículo
está adelantado unas horas en relación con el suyo. Facundo apura la marcha.
Se encuentra asustado. Al llegar a córdoba, la gente le habla del peligro
inminente que se suspende sobre su cabeza. Todo Córdoba sabe los detalles
del crimen que el gobierno intenta. La muerte de Quiroga es el asunto de todas
las conversaciones. Jamás se ha premeditado un atentado con más descaro. 
Quiroga llega, al fin, a destino y arregla las diferencias entre los gobernadores
hostiles. Se le ofrece una gran escolta para que lo acompañe de regreso y le
recomiendan tomar el camino de Cuyo. Quiroga rechaza esto, quiere desafiar a
sus enemigos. Toma el camino para volver a Córdoba. En el trayecto un niño
detiene el chasque en el que van Quiroga y su secretario, el doctor Ortiz. El
niño les dice que en Barranca-Yaco está apostado Santos Pérez con una
partida. Las órdenes son que nadie escape. Facundo tranquiliza al muchacho y
a su secretario, y dice: “No ha nacido todavía el hombre que ha de matar a
Facundo Quiroga”, él piensa que con un grito suyo la partida se pondrá a sus
órdenes y desistirá del intento de asesinato. El orgullo y el terrorismo llevan a
Facundo a desafiar la muerte. Esa noche, mientras su secretario está
desvelado por el temor, Quiroga bebe chocolate y se duerme profundamente.
Ortiz lo despierta y le pide que no se haga matar inútilmente. Facundo lo
tranquiliza una vez más. 
Llega el día. Lo acompañan el postillón, el secretario, el niño, dos correos y el
negro que va a caballo. En Barranca-Yaco dos balas atraviesan la galera,
Quiroga se asoma y al preguntar “¿Qué significa esto?”, recibe como respuesta
un balazo en el ojo que lo mata. Santos Pérez asesina a todos ante el llanto
asustado del niño. Cuando concluye, pregunta por el infante. Un sargento le
dice que es su sobrino. Santos Pérez mata al sargento y degüella al niño. Esta
muerte será la única que martirizará a santos Pérez hasta que muera. 
Descripción de Santos Pérez: es un gaucho malo de la campaña de Córdoba,
un vicioso y un asesino. Era alto, hermoso de cara, de color pálido y barba
negra y rizada. Siempre fue perseguido por al policía. Al final, lo cogieron en
Córdoba por una venganza femenil. El día que entró en Buenos Aires una
enorme muchedumbre gritaba: ¡muera Santos Pérez!. Al bajar del carro que lo
conducía al patíbulo, él gritó: ¡Muera el tirano! 
El gobierno de Buenos Aires (Rosas) dio un apartado solemne a los asesinos
de Juan Facundo Quiroga. Se expuso la galera ensangrentada y distribuyó el
retrato de Quiroga. 
Es necesario que la historia imparcial señale con su dedo al instigador de los
asesinos. 

Tercera parte 
Capítulo I. Gobierno Unitario. 

Facundo Quiroga constituye el núcleo de la guerra civil argentina. El asesinato


de Facundo es, pues, un acto oficial, preparado con anticipación y llevado a
cabo como una medida de estado. 
Quiroga muere el 18 de febrero de 1935, la noticia llega a BS AS el 24. en
marzo ya estaban echadas las bases del gobierno de Rosas. Sabemos que
Rosas exige para gobernar la provincia la suma del poder público. Esto
significa: tradiciones, costumbres, formas, garantías, leyes, cultos, ideas,
conciencia, vida, haciendo, preocupaciones. Todo eso es lo que pasa a las
manos omnipotentes de Rosas. 
Sarmiento admite que nunca hubo un gobierno más popular, más deseado, ni
más sostenido por la opinión como este. 
Hay un momento fatal en la historia de todos los pueblos: cuando los partidos
están cansados de luchar y piden el reposo, aun a expensas de la libertad. Es
el momento en que se alzan los tiranos. 
Rosas recibe el gobierno en abril. En esa ceremonia se presenta de casaca de
general desabotonada y chaleco amarillo. Se retira en un coche colorado.
Rosas, que recibe el Estado como una tabla rasa. Crea la Sociedad Popular.
En una proclama afirma: “el que no está conmigo es mi enemigo”. Finalmente,
se desprende la Mazorca. La cinta colorada, que todo argentino debe exhibir,
es la materialización del terror. Realiza un censo de opiniones para conocer
quiénes simpatizan con la causa y quiénes se oponen. El modo de ejecución
del fusilamiento queda sustituido por el degüello. El cuchillo pasa a ser el
instrumento de justicia. 
La práctica, administración y gobierno del país por parte de Rosas tienen su
raíz en la lógica de la estancia de ganados: la fiesta de parroquia es la hierra
de ganado; la cinta colorada, la marca de ganado; el degüello a cuchillo de
opositores, el de las reses carneadas; la prisión es la doma, junto con la
mazorca. Es así como Rosas doma al pueblo argentino. Además, su lógica de
gobierno se desprende de la Inquisición. 
Al asumir el gobierno, Rosas achaca la muerte de Facundo a los impíos
unitarios y jura castigarlos duramente. Sin embargo, Quiroga no es el único
caudillo que muere. Con el correr del tiempo irán muriendo cada uno de los
caudillos que tienen influencia en el interior y podrían representarle un desafío
a su poder. Rosas se eleva por encima de los gobiernos provinciales, los que
deben dar cuenta de todas sus actividades. Suprime el servicio de correos y
sólo él puede mandar mensajes a las provincias. Crea un gran ejército, el cual
servía para mantener a la República bajo su control y obediencia. Rosas se
gana el apoyo de las poblaciones de raza negra, con quien se relaciona a
través de su hija Manuela. Estos funcionan como espías en las distintas
familias. 
Deroga todas las leyes existentes a partir de 1810. La suma del poder público
se la hace extensiva a toda la Argentina. 
Rosas se encuentra con que necesita salir de los límites de su estado para
ostentar afuera, para exhibir a la luz la obra que ha hecho. Tiene una idea en
mente: reconstruir el antiguo Virreinato. Ejerce un bloqueo económico
antieuropeo, especialmente contra Francia. Se declara defensor de la
independencia americana. De esta manera se manifiesta el sentimiento
llamado americanismo. 
Capítulo II. 
Presente y porvenir. 

La población de BS AS durante la tiranía de Rosas se escapa y se reúne en


Montevideo. Esta oposición no se conforma sólo de unitarios, hay también
federales, intelectuales, ex rosistas y una nueva generación, fruto de la
educación, que se cría viendo los primeros signos de barbarie rosista (por
ejemplo algunos intelectuales brillantes del Salón Literario). A estos elementos
hay que sumarle el elemento francés que se une contra el tirano. 
Rosas, en realidad, no gobierna, en el sentido oficial del la palabra. Se pasa
meses encerrado en su casa. Desde allí dirige la guerra y sobre todo el
espionaje y la Mazorca. Su administración se reduce casi a realizar todo lo que
pueda perjudicar a sus enemigos. 
Si bien Rosas se reivindica americanista, con su guerra ha terminado por
exterminar a los argentinos. Ahora los trabajadores son en su mayoría
europeos pobres. La población argentina desaparece y la extranjera ocupa su
lugar en medio de los gritos de la Mazorca. 
El estanciero déspota ha logrado la fama mundial a la que aspiraba, pero en la
miseria. Todos los países civilizados, hoy, lo critican. De parte de toda la
prensa internacional recibe punzadas. 
Todo lo expuesto hasta aquí acerca de la lucha actual en la
República Argentina lo es sólo de civilización y barbarie. 
Sarmiento preanuncia la inminente caída de Rosas (se producirá ocho años
después). 
En fin, la idea de los unitarios está realizada, sólo está demás el tirano. El día
en que un buen gobierno se establezca hallará las resistencias locales
vencidas, y todo dispuesto para la unión. 
Programa de gobierno que delinea Sarmiento (lo hace oponiendo lo que Rosas
ha hecho y lo que el nuevo gobierno hará): 
Él no ha tomado medidas para favorecer el comercio interior y la industria
naciente. El nuevo gobierno se consagrará a reestablecer los correos y a
asegurar los caminos. 
El nuevo gobierno situará el ejército permanentemente al Sur y asegurará
territorios para que a través de asentar allí colonias, el día de mañana nazcan y
se desarrollen nuevas ciudades. 
El nuevo gobierno promoverá la inmigración extranjera y la distribuirá en el
territorio argentino para explotar sus recursos. 
El nuevo gobierno promoverá la navegación fluvial, de modo que las riquezas
del interior de nuestro continente sean explotadas. 
El puerto será declarado propiedad nacional. 
El nuevo gobierno organizará la educación pública. Además extenderá el
beneficio de la prensa por toda la república. 
El nuevo gobierno se rodeará de los grandes hombres que posee la República. 
El nuevo gobierno reestablecerá las formas representativas y asegurará la
propiedad privada. 
El nuevo gobierno hará de la justicia el método para corregir los delitos
públicos. 
El nuevo gobierno incentivará los cultivos y actividades agropecuarias en cada
región conforme con las características de cada una de ellas. 
El nuevo gobierno dará al culto, a la religión, la dignidad que le corresponde. 
El nuevo gobierno respetará las opiniones diversas. 
El nuevo gobierno será amigo de los poderes europeos y establecerá la
tranquilidad en el interior y en el exterior. 
Dadas estas bases (fundadas en la seguridad de la vida y de la propiedad), la
forma de gobierno y la organización política del Estado la darán el tiempo, los
acontecimientos, las circunstancias. La constitución de la República se hará por
sí sola, tan grande es su necesidad. 
Con este programa, Sarmiento no sólo propone un proyecto de país a
contrapelo de la administración rosista, sino que además intenta dar soluciones
para las problemáticas que según él posee nuestro país y son descriptas al
comienzo del libro. Por otra parte, se ve en su programa el intento de ganar la
adhesión de distintos sectores a través de proponer reivindicaciones que
favorecen a dichos sectores (un ejemplo claro es el de la religión). Además, es
notoria la importancia que Sarmiento da al establecimiento y desarrollo de las
ciudades en todo su programa, como forma de alcanzar la civilización 
No creo imposible que a la caída de Rosas suceda inmediatamente el orden.
La Argentina tiene tanta riqueza que explotar, tanta novedad con que atraer a
los espíritus, que a la caída de Rosas, al nuevo gobierno no le será difícil
garantizar un orden con que construir el porvenir. El elemento principal de
orden y moralización con que contamos es la inmigración europea (El modelo
de prosperidad a corto plazo que Sarmiento utiliza la mayor parte de las veces
es el de EEUU, que en pocos años pasó de ser un territorio de salvajes a un
país próspero). 
La lucha de las campañas contra las ciudades se ha acabado. El odio a Rosas
ha reunido a múltiples elementos. Sarmiento confía en el regreso del manco
Paz, que parece destinado desde lo alto a vengar la República, la humanidad y
la justicia. 

Apéndice. 
En este apartado, Sarmiento transcribe tres proclamas de Facundo Quiroga
para documentar las ideas y opiniones que ha expuesto a lo largo de la obra.
En ellas, abundan la exageración y ostentación del propio valor. Se hace obvia
la intención de aterrar a quien la lea o la escuche. Se ve la incorrección del
lenguaje y la incoherencia de las ideas. Esto muestra un alma ruda, con ideas
confusas y embrionarias. En fin, son una prueba objetiva (en tanto son
documentos) de la barbarie propia de este elemento campesino, gaucho,
representado por Facundo.

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