Está en la página 1de 11

Tema 4.

Recomendaciones generales
Como lo hemos visto en los temas anteriores, es
importante señalar que en cualquier documento
que redactemos debemos emitir textos adecuados
con el uso correcto de los signos de puntuación y
del lenguaje llano y claro, así como ponerlos a
disposición de la ciudadanía en tiempo y forma.
Hay un par de problemas que suelen presentarse en
la formulación de cualquier tipo de documentos,
pero especialmente en textos normativos o
documentos jurídicos y que son fundamentales
reconocer para evitar replicarlos (Moreso y
Vilajosana 2004, 152-155):

 Ambigüedad. Derivado del uso de una palabra


con más de un significado. Aunque es posible
contrarrestarla analizando su contexto
lingüístico, lo cierto es que existe la posibilidad
de que este genere mayores problemas, por lo
que solo queda señalar cuál de los significados
es el que se usará, pero ello es producto de una
decisión, no de conocimiento lingüístico.
 Vaguedad. Todos los conceptos son
potencialmente vagos y esta característica se
presenta cuando es dudoso si una expresión
aplica, o no, a algunos objetos o situaciones.
Existen dos tipos: la que se presenta cuando su
aplicación se asocia con una propiedad que se
da de forma continua  y aquella que deriva de
un conjunto de propiedades y que no existe
certeza sobre la forma en la que sus relaciones
inciden en su aplicabilidad.

Los documentos que se deriven de las áreas del


TEPJF, deben estar redactados de forma clara y
sencilla, de modo que cualquier público
(especializado o no) comprenda su contenido. A
continuación, revisaremos algunas
recomendaciones generales para el proceso de
textualización que revisaste en el tema 2:

1. Lenguaje con perspectiva de género

El lenguaje sexista es aquel que infravalora o injuria


a alguno de los sexos, históricamente a las mujeres,
a través de expresiones que preservan y refuerzan
situaciones de desigualdad y discriminación.

Toda sociedad establece códigos que mujeres y


hombres deben respetar en función de su sexo
biológico, a ello se le conoce como "orden de
género": formas de comportarse y de ser; de
expresar ideas y sentimientos, funciones y roles
sociales que deben cumplir a partir de
determinadas cosmovisiones; por ello se dice que el
género es una construcción socio-histórica de ser
mujer u hombre (Scott 1996, 22-28; García 2013, 4-
7).
Debido a lo anterior, es importante tener en cuenta
que el uso de sustantivos femeninos o masculinos,
según sea el caso, no se circunscribe a evitar
problemas de sintaxis o concordancia gramatical,
sino que es una de las aristas para la igualdad entre
los géneros, ya que se relaciona con el
reconocimiento de la participación e incidencia de
las mujeres en un ambiente o sistema creado por y
para los hombres (COPRED).

Hablar de usar lenguaje con perspectiva de género


no solo se refiere a visibilizar a las mujeres en la
construcción de mensajes, sino a evitar generar o
reforzar ambientes de discriminación hacia ellas,
para lo cual se recomienda el uso de un lenguaje
neutro.

Entre los primeros esfuerzos de organismos


internacionales al respecto de la redacción neutra se
encuentra la publicación de las Recomendaciones
para un uso no sexista del lenguaje de la UNESCO
en 1991, aunque desde cuatro años antes había
emitido diversos posicionamientos al respecto.

A partir de ese momento, diversas organizaciones e


instituciones promovieron manuales y pautas para
el lenguaje con perspectiva de género, a
continuación, se presentan algunas de ellas.

De acuerdo con la Real Academia Española, es


adecuado que se use el género de quienes son
mayoría al hablar sobre un conjunto de personas,
por ejemplo, si en un grupo escolar hay cinco
hombres y quince mujeres sería correcto usar
pronombres y adjetivos en femenino. Dado que
esta práctica es menos común que el masculino
genérico, suele producirles extrañeza a los hombres.
Por ello, en la construcción de oraciones, es
preferible usar fórmulas incluyentes; sustituir
pronombres masculinos por alguien, alguna
persona, cualquiera, y usar adverbios con
complemento en lugar de los masculinos:

Recurso 5. Recomendaciones lenguaje neutro I


Elaboración propia. Tecnologías Educativas

Asimismo, aunque en menor medida, se sugiere


usar desdoblamientos: las y los ciudadanos, las
ciudadanas y los ciudadanos, ellas y ellos, etcétera.
Se recomienda evitar el uso de arroba (@) ya que
no es un signo lingüístico y la equis (x) porque no
tiene un uso como vocal y es impronunciable. En
cuanto a la diagonal (/), se sugiere usarla
principalmente en formularios.

También se sugiere usar sustantivos colectivos con


complemento como personal docente, equipo
administrativo, y sustantivos asociados a los cargos
o funciones: la dirección, la jefatura de unidad, la
coordinación académica, la dirigencia partidaria,
una diputación, senaduría, alcaldía.

Otra estrategia semántica para el lenguaje neutro es


cambiar de lugar el sujeto y el verbo para modificar
la conjugación:

Recurso 6. Recomendaciones lenguaje neutro II


Elaboración propio. Tecnologías Educativas

2. Lenguaje incluyente de grupos vulnerables

El derecho a la igualdad y a la no discriminación


que se encuentra establecido en el artículo 1° de la
Constitución Política Federal es el pilar del resto de
los derechos humanos y obliga a que todas las
personas realicen acciones e implementen medidas
necesarias y eficaces para atender e integrar a los
grupos que históricamente han sido excluidos y
marginados: las mujeres; la niñez; las juventudes; las
personas adultas mayores; las personas con alguna
discapacidad; los pueblos o comunidades indígenas;
la población lésbico, gay, bisexual, travesti,
transexual, transgénero e intersexual; las personas
en situación de calle; las personas migrantes,
refugiadas y solicitantes de asilo; las personas,
grupos o comunidades en situación de pobreza o
vulnerabilidad económica; las personas en reclusión,
y las personas víctimas de trata y explotación sexual
(CONAPRED).

Del mismo modo que en materia de igualdad de


género, enunciar a estos grupos y visibilizarlos a
través del lenguaje es una medida que forma parte
de una política pública transversal para superar la
discriminación. En este sentido es fundamental
evitar:

 Adjetivos o frases que inciten a una reacción negativa


(rechazo, burla o exclusión) por parte de la sociedad hacia una
persona o grupo.
 Expresiones que minimicen la valía de las personas o le
nieguen su ejercicio pleno de derechos.
 Lenguaje que reproduzca prejuicios o estigmas sociales.

A continuación, se muestran algunas expresiones


incorrectas para referirse a poblaciones vulnerables
y recomendaciones para sustituir su uso:

Recurso 7.  Expresiones incorrectas y


recomendaciones
Elaboración propia. Tecnologías Educativas

Para conseguir evitar estas expresiones es


importante ser consciente de que:

 La discapacidad es una condición física y no


una enfermedad, por lo que no se padece o
sufre, sino que se tiene o presenta. Es
importante sustituir la sobreprotección por el
apoyo a las personas que tengan alguna
discapacidad para promover su integración y
normalización en la sociedad.
 Los diminutivos no dulcifican una condición, en
cambio, son expresiones incorrectas para
referirse a una persona o grupo históricamente
discriminado.
 El discurso homofóbico no solo contiene
expresiones discriminatorias, sino que
dependiendo los términos que se usan y las
acciones a las que se llaman puede
considerarse discurso de odio.
 De acuerdo con el derecho internacional,
ninguna persona es per se ilegal, por lo que
son discriminatorias las expresiones: migrante
ilegal o ilegal.

Además de las consideraciones previas es


fundamental actuar con convicción de que el
desarrollo de toda sociedad democrática debe
basarse en la igualdad de derechos entre las
personas y en el respeto a la diversidad en sus
distintos ámbitos: de pensamiento, de preferencia
sexual, de religión, física, etcétera. En este
sentido,cambiar el uso de ciertas palabras no se
reduce a definir si determinados sustantivos son, o
no, políticamente correctos, sino a valorar las
diferencias y reconocer las asimetrías en el acceso a
las oportunidades de las personas que pertenecen a
estos grupos.
Para finalizar, hay que señalar que los creadores de
documentos de diferentes tipos citan de manera
inadecuada o peor aún, ignoren el apartado
dedicado a la bibliografía. En la experiencia de la
Escuela Judicial Electoral, un número importante de
alumnos omite citar o incluir la bibliografía, por lo
que sus documentos son evaluados con
ponderaciones bajas.

Lo anterior, se agrava aún más debido a que se


considera que "no es importante", para corregir
malas prácticas y evitar caer en plagio te
recomiendamos revisar los recursos sobre
"Recomendaciones para evitar el plagio académico"
y para citar adecuadamente se sugieren leer los
"Lineamientos para citas del TEPJF".

Video 1. Recomendaciones para evitar el plagio


académico. 
Play Video

Haz clic para reproducir el video.

Los trabajos escritos que realicen los participantes


en las actividades o cursos que imparte la Escuela
Judicial Electoral deberán ser originales. Esto
significa:
 Que los escritos no pueden realizarse por
terceras personas.
 Que no se permite el plagio.

Como lo revisaste en el video anterior, por plagio se


entiende la acción de copiar en lo sustancial obras
ajenas dándolas como propias. El plagio en los
trabajos escritos se comete cuando no se cita la
fuente original de la información incluyendo la idea,
párrafo o frase dentro del documento sin comillas o
sin indicar explícitamente su origen.

Para finalizar, te recomendamos revisar el


documento Criterios para citas del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, que
rige los lineamientos de documentos académicos.

Ir a las actividades

También podría gustarte