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ALUMNA:
CURSO:
Género y Filosofía
DOCENTE:
Aranxa Pizarro
Lima, Perú
2023
NOTA: 14
PREGUNTAS
Nota: 07.5
El argumento de Linda Alcoff en su ensayo "El problema de hablar por otros" es que hablar
por otros puede ser problemático y potencialmente dañino, especialmente cuando se trata de
personas que han sido históricamente marginadas y oprimidas. Alcoff argumenta que hablar
por otrxs puede ser una forma de apropiación cultural y puede perpetuar la opresión al negar
a las personas marginadas la oportunidad de contar sus propias historias y tener voz en su
propia liberación o en las acciones que se tomarán para subvertir las desventajas estructurales
y la marginación con la que han lidiado históricamente. Tal como la autora sostiene en el
siguiente párrafo:
Por otro lado, Alcoff también critica la idea de que hablar por otros es siempre malo,
argumentando que hay momentos en los que esto puede ser necesario, especialmente cuando
se trata de personas que no tienen acceso a los medios para hacerse oír, o este proceso se
enfrenta a muchas dificultades. Por ello, al final Alcoff sostiene que lo más adecuado es tener
cuidado al hablar por otrxs y asegurarnos de que estamos haciendo más bien que mal,
partiendo del análisis de cada escenario y situación particular.
Para abordar el problema de hablar por otros, Alcoff propone una serie de soluciones,
las cuales podemos sintetizar en cinco:
1) Escuchar y dar voz a las personas marginadas: Esta idea sugiere que debemos
escuchar y dar voz a las personas marginadas en lugar de hablar por ellas.
2) Ser conscientes de nuestras propias posiciones de poder y privilegio: Es decir,
para desmantelar las estructuras opresivas que perpetúan la marginación y la
opresión debemos ser conscientes de nuestras propias posiciones de poder y
privilegio en primer lugar.
3) Trabajar en colaboración con las personas marginadas: Alcoff sugiere que
debemos trabajar en colaboración con las personas marginadas en lugar de hablar
por ellas. Esto significa que debemos trabajar juntos para identificar las
necesidades y diseñar soluciones que sean culturalmente apropiadas y relevantes
para su contexto.
4) Promover el diálogo y la práctica de hablar con y a, en lugar de hablar por
otros: Lo cual significa crear las condiciones para el diálogo y la práctica de
hablar con y a, en lugar de hablar por otros.
5) Dar voz a las personas marginadas: Esto significa que debemos trabajar para
crear espacios donde las personas marginadas puedan contar sus propias historias
y tener voz en su propia liberación.
Nota: 06.5
Hay algunas distinciones teóricas que no están del todo claras y faltó profundizar un
poco más en algunos puntos. Vas por buen camino.
Según Kate Manne, el orden patriarcal es un sistema social y cultural que otorga poder y
privilegios a los hombres en detrimento de las mujeres y otras personas no binarias. Este
sistema se basa en la idea de que los hombres son superiores a las mujeres y, por lo tanto,
merecen un trato preferencial en todos los ámbitos de la vida. Es decir, “el sexismo a menudo
funciona al naturalizar las diferencias de género, con el fin de justificar los arreglos sociales
patriarcales, haciéndolos parecer inevitables o retratando a las personas que intentan
resistirlos como si estuvieran librando una batalla perdida” (Manne, 2017, p. 79). Por ello, el
sistema de género es una parte integral del orden patriarcal, ya que se utiliza para clasificar a
las personas en función de su sexo biológico y asignarles roles y expectativas de género
específicos. Estos roles y expectativas se utilizan para justificar la discriminación y la
opresión de las mujeres y otras personas no binarias. En línea con esto, menciona que los
mecanismos que reproducen el orden patriarcal son variados y complejos. Uno de los más
importantes es la misoginia, que se define como el odio o el desprecio hacia las mujeres. Esta
se utiliza para justificar la discriminación y la opresión de las mujeres y otras personas no
binarias, y se manifiesta en actitudes y comportamientos que van desde la violencia sexual y
física hasta la discriminación en el lugar de trabajo y la política. Otro mecanismo importante
es la masculinidad tóxica, que se refiere a las expectativas culturales y sociales que se
imponen a los hombres para que se comporten de ciertas maneras. Estas expectativas
incluyen la agresividad, la competitividad y la falta de emociones, las cuales se utilizan
socialmente como un mecanismo de justificación de la violencia, en detrimento de las
víctimas.
Por otro lado, el texto García (2021) aborda las consecuencias del orden patriarcal y
los mecanismos que lo reproducen en las interacciones entre hombres, mujeres y personas no
binarias. Según sus postulados, el orden patriarcal tiene consecuencias negativas para todas
las personas, no solo para las mujeres y otras personas no binarias que son oprimidas por el
sistema. Una de las consecuencias más importantes del orden patriarcal es la violencia de
género, que se manifiesta en formas como la violencia sexual, la violencia doméstica, el
acoso sexual y otras, ya sean directas o indirectas. Estas formas de violencia son utilizadas
para mantener a las mujeres y otras personas no binarias en una posición de subordinación y
para reforzar el poder de los hombres cis y heteronormativos. Otra consecuencia importante
del orden patriarcal es la discriminación en el lugar de trabajo y la política. Las mujeres y
otras personas no binarias a menudo son excluidas de los puestos de liderazgo y se les paga
menos que a los hombres por el mismo trabajo (brecha salarial y techo de cristal). Esto se
debe en parte a la masculinidad tóxica, que se utiliza para justificar la idea de que los
hombres son más adecuados para los puestos de liderazgo y que las mujeres son demasiado
emocionales o débiles para desempeñar estos roles. Pensamiento claramente machista y
segregador en base a un estereotipo de género.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Alcoff, L. M. (2023). El problema de hablar por otros. Ensayos sobre epistemología política.
Paidós.
Friedman, M. (2004). Autonomy and male dominance. Social Theory and Practice, 30(3),
411-436.
García, M. (2021). We Are Not Born Submissive: How Patriarchy Shapes Women’s Lives.
Verso.
Manne, K. (2017). Down Girl: The Logic of Misogyny. Oxford University Press.
Spivak, G. C. (1988). Can the Subaltern Speak? En Cary Nelson y Lawrence Grossberg
(Eds.), Marxism and the Interpretation of Culture (pp. 271-313). University of Illinois
Press.