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Los mil y un cuentos de mi

selva.

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Luis Brandon Rengifo Sangama.
Nelly Yadira Fasanando Mori.
Rosa Natalia Farfan Vasquez.
Manuel Cisneros Vasquez.
Linda Eliza Saavedra Tello.

Santa rosillo y su boa


La ronamula
Pumahuasi
El ayaymama
El motaráz que se creía dios de la
montaña

Santa rosillo y SUS ENCANTOS


La ronamula.
Pumahuasi.
El ayaymama.
El motaraz que se creía dios de la montaÑa.

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INDICE.
INTRODUCCIÓN………………………………………………………….…………05
1. Santa Rosillo y sus encantos……………………………………………………06
2. La Ronamula………………………………………………………………………09
3. Pumahuasi…………………………………………………………………………12
4. El Ayaymama................................................................................................15
5. El Montaraz ……………………………………………………………………….18

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INTRODUCCIÓN
Estos cuentos de la selva, son una de las tantas muestras que las tradiciones
pueden transmitir mensajes de la vida cotidiana, este libro es un libro que te
adentra en la aventura de sus personajes.
Ya que cada uno de estos cuentos nos enseña algo nuevo, algo místico ya que se
han ido transmitiendo de generación en generación.
Nos enseñarán a valorar las costumbres de nuestros antepasados para que no se
pierdan a través del tiempo, ya que son un legado para nosotros.
Este trabajo contiene cinco cuentos de diferentes autores, los cuales llevaran a
volar nuestra imaginación.
6. Santa Rosillo y sus encantos.
7. La Ronamula.
8. Pumahuasi
9. El Ayaymama
10. El Montaraz

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SANTA ROSILLO Y SUS ENCANTOS.
(Autor: Luis Brandon Rengifo Sangama.)

Había una vez en una familia que vivía en la selva peruana; por el bajo Viabo, en
la provincia de Bellavista, en 1987.
Empezó una guerra de nunca acabar, Sendero Luminoso contra el ejército, donde
las muertas eran como pan del día, ya no podían vivir en paz, casi todo el día
escuchaban balaceras y gritos pidiendo auxilio.
De tantas muertes y mucho temor por todo, la familia decide salir de Muralla e ir a
vivir en Santa Rosillo, Centro Poblado perteneciente a la Provincia de Picota,
Región San Martin.
Era un pueblo muy tranquilo, un lugar, donde se podía vivir en paz, pero no todo
era color de rosa, ya que el pueblo contaba con algunos antecedentes malignos,
con espíritus malos, como todos lo conocen acá en la selva “el difunto.”
Santa Rosillo fue creciendo más y más, ya era un pueblito muy poblado, ya había
actividades de trabajo como: la pesca, la agricultura, etc.
En la localidad de Santa Rosillo existen muchas lagunas de diferentes tamaños y
colores, bueno, pero no en el mismo pueblo, sino en las chacras, por los montes y
cuentan algunas personas que se iban a bañar en esas lagunas, que vieron algo

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bajo el agua, que hacia pequeñas olas o ahí las sobras que se trataba de una
pequeña boa, que dicen que es su madre de la laguna, ya que nunca secaba, todo
el tiempo crecía más y más, pero no tenía ninguna conexión con otros ríos o
pequeñas quebradas . Raro verdad?...
Así pasaron los días, semanas, las personas ya no se acercaban a esa laguna por
miedo a la boa, ya que es un animal muy peligroso que tiene mucho veneno.
De un momento a otro el señor llamado Ernesto que vivía en Santa Rosillo y que
le gustaba poner atarraya en algunas lagunas y ríos, una tarde fue a la Isla que
estaba a unos cuantos kilómetros cerca del caserío.
El señor puso su atarraya y volvió a su casa, al día siguiente, ya en la madrugada,
fue a ver si atrapo algún pez, pero ese día como él dice, felizmente le acompaño
su hijo, cuando estaba sacando la atarraya, no la podían alzar porque pesaba
mucho, y no era por mucho pescado, sino una boa cayo en la atarraya, se quedó
atrapada y el señor Ernesto y su hijo dejaron votando su atarraya ahí.
Y volvieron al pueblo a contar a otra vez chupo en su atarraya una boa, que no se
bañen ahí que es peligroso, más aun para los niños y para toda la población,

Pasaron los días y todas las noches escuchaban silbidos muy fuertes, ya no era
común escuchar eso, pero la población, no sabía por qué silbaban, hasta que un
día una señora vio una paloma negra en su árbol y justo ahí la paloma silbó muy
fuerte, en Santa Rosillo lo llaman el pájaro “difuntillo”
Como el pájaro difuntillo en Santa Rosillo hay muchos más mitos, pero el que más
resalta entre todos ellos, que va pasar es que cuando silva este pájaro, algo malo
va pasar, más aun cuando silba por la mañana, por la tarde y por la noche, y de
manera impulsiva.
Ya que el maligno es un tunche de naturaleza oscura “un alma en pena”, que solo
visita cuando se avecina caos y la muerte.
Por ello con un pitido potentísimo y largo sonido que se escucha escalofriante,
hace sus recorridos a través de los montes, por las oscuridades, como si fuera un
huracán que se desplaza con mucha rapidez de aquí para allá en busca de
alamas en pena.
Se caracteriza por ser un espíritu o fantasma del alma de una persona, que
después de morir, vaga sin descanso (por ejemplo por haberse suicidado); ya que
le fue negado, o no puede encontrar el camino al más allá.
Generalmente el alma continúa deambulando en el mundo de los vivos sin tener
plena conciencia de su muerte, o de como trascender al otro plano existencial.

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Este tipo de alma debe diferenciarse claramente de las almas errantes, las cuales
permanecen voluntariamente en este mundo.
Se han contado y escrito: desde llamadas telefónicas que realizan los difuntos,
hasta apariciones escalofriantes que no se comparan con cualquier otro hecho
sobrenatural.

Les cuento el caso de don Ricardo Cachique Caballero que es algo insólito.
Hace  09 años fue asesinado en Santa Rosillo, él fue propietario de un fundo
ganadero, también se dedicaba a la crianza de aves de corral, cerdos y contaba
con más propiedades de valor.

Este era vigilado todo el tiempo por un vecino, especialmente cuando transaba sus
negocios. Un día Ricardo Cachique después de vender algunos animales, fue
asesinado por su vecino que lo vigilaba siempre.

El asesino después de consumar su crimen, mutiló su cuerpo y los pedazos de su


cuerpo lo pusieron en un saco de yute para después arrojarlo al rio Huallaga.
Para darle peso al saco, ató piedras a un extremo y de esa manera logró
profundizar el saco y fue muy difícil encontrarlo.

Los familiares buscaron a don Ricardo sin descanso, todo intento era inútil, hasta
que una semana después, el difunto hizo soñar a la viuda y en su sueño el muerto
le comunicó el paradero de su cuerpo descuartizado y con nombre y apellidos
delató al culpable de su desgracia.

La viuda despertó apresurada al día siguiente y fue con sus hijos al lugar donde le
había dicho el muerto.

Lo buscaron y encontraron el saco de yute en la profundidad de un pozo con el


cuerpo de don Ricardo, desecho y descompuesto por el paso de los días.
La familia denunció inmediatamente el hecho, reconociendo el cadáver por un reloj
de pulsera que el asesinado llevaba puesto el día de su muerte.
El asesino fue capturado y sentenciado posteriormente, gracias a una cadena de
oro que se le encontró puesta y que era de propiedad del difunto.
Ahora, puedo afirmar, que de alguna manera los muertos se comunican y los
sueños, es pues, uno de los medios de hacerlo.
De  ahí que escuchamos historias donde los fallecidos, ya sean familiares
cercanos, primos, hermanos, esposa, etc. se comunican con sus seres queridos.
Oliver Tarazona Vela.

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FÍN.

LA RUNAMULA

(Autor: Nelly Yadira Fasanando Mori.)

María se había quedado solamente acompañada de sus hermanitos menores,


porque sus padres y hermanitos mayores asistieron a un velorio y era un día
viernes. María era ya una señorita de 18 años, mientras que sus hermanitos
tenían 8 y 10 años, hasta que sintieron sueño y se acostaron los tres en la misma
cama, para sentirse más unidos y se quedaron dormidos. Pasada la medianoche,
María fue despertada bruscamente con gran sobresalto por un fuerte relincho.

Vaya, pensó María sorprendida, si por aquí no hay caballos ¿De dónde habrá
salido este? Y tras un breve silencio, escucho claramente el galopar del animal
que se acercaba hacia la casa y un nuevo relincho le hizo salir de sus
pensamientos para enfrentarse a la realidad.

Despertó a sus hermanitos y se pusieron a observar a través de las rendijas del


cerco de ponas de la habitación y vieron aparecer por el camino, un hermoso
animal de color azabache y su piel despedía destellos y contemplaron al animal
sin poder diferenciar si era caballo o mula y luego el animal desapareció

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relinchando, seguido de un precipitado galope y sonoros latigazos que le caían,
luego todo quedo en silencio.

Los chicos quedaron pensativos e impresionados y no pudieron dormir. Al día


siguiente cuando regresaron sus padres y hermanos del velorio, le contaron lo
sucedido y le preguntó a sus padres: Papá, ¿Algunos de nuestros vecinos ha
comprado un caballo? No, hijita, que yo sepa.
Pero por la descripción que has hecho del animal, parece que no se trata de un
caballo, sino de una mula.

Entonces, de donde vino esa mula que usted dice, preguntó la chica. Ya lo
averiguaremos, hijita, no te preocupes, olvida ya, todo esto.

Luego, todos fueron a sus tareas y el padre con sus hijos mayores se dirigieron a
la chacra y tocaron nuevamente el tema de la mula.

El padre, dijo, no quise explicarles en casa lo referente al animal que vieron sus
hermanitas, pero ahora, que estamos entre hombres, podemos hablar con
franqueza. Lo que ellas vieron, es el alma de doña Ana, transformado en mula por
el demonio.

Recuerdan que la gente murmura sobre ella, una mujer joven y sin hijos, que vive
sola, por haber sido abandonada por el marido.

Todo el mundo sabe que ella convive con sus compadres y también visita con
frecuencia al cura, pretextando ir a lavarle la ropa y arreglar su habitación. Varias
personas la han visto salir en la madrugada de la Parroquia muchas veces.

Pues a esa clase de mujeres las castiga el diablo, convirtiéndolas en mula,


mientras están dormidas y luego ocupa su puesto de jinete para hacerla galopar
hasta el cansancio a punta de feroces latigazos y esto ocurre solamente los días
martes y viernes en época de luna llena, porque al demonio le gusta lucirse en su
cabalgadura a la luz de la luna, para que pueda ser vista la pecadora por ojos
mortales de aquellos que transitan después de la medianoche.

Y para que ustedes se convenzan, vamos a preparar un plan para esperarle en el


camino el próximo viernes en que toda la luna está todavía en su esplendor, así le
daremos una paliza, además de la que recibe del diablo.

Estupendo papá, comento uno de los muchachos y durante toda la semana,


prepararon el plan cuidadosamente para que nada les fallara si se presentaba la
“runa mula”. Llegada la noche esperada del viernes, a eso de las once

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aproximadamente, el padre cogió un machete largo, los tres hijos se escondieron,
junto con otros vecinos de confianza para participar en este plan.

La luna ya había salido y alumbraba lo suficiente como para distinguir bien a la


bestia, serian ya cerca de las doce de la noche, cuando escucharon los relinchos
todavía lejanos, después sintieron el galopar que se iba acercando sin dejar de
relinchar, se escuchaba los azotes que caía sobre el animal.

Por fin, la vieron, venia en carrera, echando chispas por la nariz y la boca. Un
hombre vestido de ropas oscuras, la azotaba fuertemente y el hombre tenía un
sombrero negro que le cubría hasta media frente.

Al principio sintieron miedo, pero reaccionaron y justo al instante que pasaba la


mula junto a ellos lograron asestarle un solo golpe cada uno y comprobaron que el
hombre había desaparecido misteriosamente.

Repuestos del asombro, corrieron en la dirección que había venido el animal, con
la intención de descubrir al hombre que suponían se había arrojado al suelo, pero
resultó inútil la búsqueda, porque el hombre no estaba por ningún lado.

Mientras tanto la “runa mula” seguía corriendo y recibiendo golpes de las otras
parejas que estaban ocultas en el camino, luego la ronamula se perdió de vista.

Luego todos los participantes en este plan, satisfechos de haber logrado sus
objetivos, comentaron que el hombre era nada menos que el mismo diablo, como
es la creencia popular.

Al día siguiente, siguiendo con el plan trazado, se debía confirmar los resultados
de lo sucedido a la ronamula y para eso, era preciso visitar a la sospechosa. Al
pasar por la casa de doña Ana, se detuvieron en el camino, el padre y los hijos y
tocaron a su puerta.

Una voz lánguida y adolorida contesto del interior: Pasen, pasen, aquí me tienen
metida en la cama, sin poder moverme, me duele todo el cuerpo, como si me
hubieran dado una paliza, pero anoche me acosté temprano sin sentir ninguna
molestia y tengo moretones en todo mi cuerpo, como si me hubieran dado una
paliza.

Y le dijeron a ella que se mejore y que más tarde iban a venir a visitarla
nuevamente. Luego ellos se condolieron de ella y sintieron mucha compasión, no
sin cierto remordimiento de culpa por la barbaridad que habían cometido con ella,
tan solo, por simple curiosidad.
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Con este hecho, ya no quedaba dudas sobre la existencia de la RUNA MULA.

FÍN.

PUMAHUASI.
(Autor: Rosa Natalia Farfan Vasquez.)

Había una vez, hace muchos años atrás, un grupo de personas que llegaron como
migrantes de diferentes regiones de San Martin al cerro de Taulia en busca de un
buen porvenir.
Ellos fueron los primero pobladores de Picota, quienes después de permanecer
algunas semanas en dicho lugar se trasladaron a la Isla de Oje donde abrieron sus
chacras y se afincaron.
Tiempo después, se establecieron en Pumahuasi (casa de tigre) frente a la Isla de
Oje, entre estos pobladores se encontraban mis bis abuelitos.

Ellos se establecieron ahí y vivían de la chacra y de la pesca. Además vendían


sus productos en el puerto.

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Mi abuelito Manuel era un hábil cazador, pescador y agricultor. No tuve la dicha de
conocerlo, pero mi bis abuelita Jovita me contaba que era un hombre muy
valiente y ágil. Cuando yo era pequeña ella me contaba muchas aventuras que
vivió cuando era joven.

Uno de los relatos que más me gustaba, era el de PUMAHUASI, el porqué de su


nombre. Ella me contó esta historia:

Había una vez en este caserío, que hoy por hoy es llamado PUMAHUASI, un
brujo, que atemorizaba a todos los pobladores, porque tenía en su poder dos
grandes tigres que rujían fuertemente, y a los que tenía bien encadenados en una
cueva que se formaba con las grandes rocas cerca al rio.

Este hombre era muy cruel, con su brujería hacía daño a casi todos los que vivían
allí. Los pobladores tenían la certeza de que estos dos tigres eran sus “yachay” y
que se comunicaba con ellos para hacer daño a los demás.

Este brujo contaba, que debajo de lo que hoy es el puente de Picota, había una
inmensa serpiente, con grandes orejas y ojos que brillan como dos linternas, esta
serpiente solo se dejaba ver o se movía de lugar para anunciar que se avecindaba
una inundación.

Pasaron los días y los años y el brujo murió, dejando encadenados a esos dos
grandes tigres en esa cueva, pues los pobladores decían que aun los escuchaban
rugir fuertemente.

Por este motivo los pobladores decidieron ponerle el nombre de Pumahuasi, que
significa, casa de tigres.

También me gustaba mucho cuando me contaba acerca de una sirena que mi bis
abuelito Manuel había encontrado y sacado del rio.

Eran días, donde el rio creció muchísimo y estaba muy pero muy turbio, y cuando
el rio estaba así, ellos tenían la costumbre de agarrar los peces que se morían por
la turbidez del agua que flotaban en el rio.

Entonces mi bis abuelito fue a pescar, pero cuando metió la mano en el Río para
sacar pescados, saco una sirena que media aprox. 50 cm, mitad humana y la otra
mitad era una cola de pez, era muy rubia y de ojos azules. Al ver esto él se asunto
y la devolvió al rio y fue corriendo a contarle a mi abuelita, quien lo miraba
despavorida por tal cosa y le dijo que iría a montear (cazar animales silvestres,
comestibles.)

Durante uno de sus aventuras yendo de caza, fue que casi lo roba el chullachaqui.
Como bien sabemos el Chullachaqui es un enano o un demonio, tiene la habilidad
para transformarse en cualquier otra persona que él desea para engañar visitantes

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o las personas locales viviendo en la selva. Él puede aparecer como un miembro
de la familia o un amigo, conduciéndoselos hacia caminos equivocados, yendo
más profundo y más profundo en la selva y luego dejándolos allí, perdió.

Para un niño, el Chullachaqui muchas veces aparecerá como otro niño u otro
compañero de juego. En este disfraz, el Chullachaqui malvado tratará de atraer
con engaño al niño en el bosque para ponerse perdido. La única forma para
descubrir la identidad verdadera de Chullachaqui es mirar a sus pies, como uno de
sus pies es deformado. Consecuentemente, él tratará de esconder sus pies.
Estando descubierto, el Chullachaqui escapará en la selva.

Según lo que me contó, un muchacho fue con sus padres para la selva para
recoger leña. Los padres dejaron el niño solo por un momento para recoger algo
de leña y él jugaba en un espacio abierto cuando él vio qué apareció ser otro niño
de la misma edad en un árbol distante. El niño en el árbol le llamó por señas para
venir, pero el niño no salió del espacio abierto, prestando atención a la advertencia
de sus padres que no deambular por fuera en el bosque. Cuando los padres del
niño regresaron, el niño contó a sus padres sobre el niño en el árbol. Los padres
supieron que nadie vivió en el área y fue en busca del niño en el árbol, sino no
encontró ninguna cosa, justamente las huellas extrañas que pareció haber estado
hecha por un enano con un pie deformado. 

También me contó que una familia, en la Selva tenía su chacra, lejos de la ciudad,
y no contaba con vecinos cerca de su tambo, ellos se dedicaban a la siembra de
arroz al secano, porque no hay riego. La familia contaba con dos hijas. La primera
con 15 años y la segunda con 08 añitos.

Cierto día, se fueron a la chacra madre, padre e hija de 08 años, la segunda hija
quedó en la casa, porque estaba enferma con fiebre. La familia llegó a la chacra
ubicada a dos horas de distancia de la ciudad, se pusieron sus vestidos de chacra
manga larga y pantalón para ir a cosechar el arroz con sus previas herramientas
de trabajo (cuchillo) para cortar el arroz, y la hija de 08 años no le llevaron al sitio
de cosecha porque es muy pequeña, ella se quedó en el tambo, sentadita en una
banquita, y estaba jugando con un cuchillo de cocina. La mamá le pidió el cuchillo
y la niñita no le quiso entregar, porque ella siempre escuchaba comentar acerca
del duendecito (Chullachaqui), y a la mamá le contestó no mami, con este cuchillo
le voy a picar al chullachaqui.
Bueno la mamá no le dio importancia y se fueron a cosechar el arroz, cuando de
pronto en unos 10 minutos que se fueron los padres, apareció su hermana de 15
años supuestamente que estaba enferma en su casa, Y la niñita se quedó
sorprendida al verlo a su hermana ahí y le dijo hermana porque has venido tu
estas enferma y ella le respondió, ya estoy bien ya no tengo fiebre tócame si

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quieres, y cuando de repente el cuchillo cayó al suelo y cerca al pie de su
supuesta hermana y le notó que el pie era deforme solo la mitad, y entonces la
niña le dijo: ajá, ajá tu su shaqui, tu shaqui, no podía pronunciar bien
chuchachaqui, te voy a picar con este cuchillo y después le hizo ver una cruz que
llevaba en su cuello y chullachaqui desapareció, y cuando llegaron sus padres al
medio día ( a almorzar) no creyeron lo acontecido). Así son los misterios de la
selva y muchos más.
Cabe recalcar que estos duendecitos del monte, siempre aparecen en forma de
animales y en personas y pareciéndose a las personas que tú conoces, para que
puedan acceder a sus caprichos, mas aparecen a niños, porque a ellos más les
pueden engañar con facilidad que a los mayores.

FÍN.

EL AYAYMAMA
(Autor: Manuel Cisneros Vasquez.)

Esta es la historia de dos hermanitos muy pequeños de una familia típica de la


selva, que envueltos por la curiosidad planifican seguir a sus padres, a fin de
darles una sorpresa. Los padres siempre responsables y trabajadores, muy de
madrugada tenían que internarse en las profundidades del bosque tropical para
cazar y recolectar frutos, no sin antes dejar provisiones para sus hijos, quienes
quedaban bajo el cuidado de la hermana mayor, pues eran tres los hermanos en
total. Aprovechando que esta dormía como un tronco, deciden emprender la
marcha. Muy confiados que el camino al borde de una ribera era el correcto,
avanzan por horas deteniéndose solo a jugar con mariposas que agrupadas y

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detenidas en la tierra húmeda, parecían colorear tapices azules, verdes y
amarillos sobre el camino.
Cuando la barriga comienza a sonar por hambre y con la sensación de sentirse
perdidos en medio del bosque, deciden regresar. Luego de horas de caminata
encuentran más y más vegetación, pues sin mayor orientación, la selva parecía un
laberinto. Comienzan a llorar por el miedo de no saber a dónde ir y la
desesperanza de no ver más a los suyos. Todo a su alrededor era vegetación,
con árboles gigantes que muchas veces cubrían los rayos del sol, que con
dificultad ingresaban a las partes más bajas. El pánico se apoderó de ellos, corren
y gritan pidiendo ayuda, pero en medio de la jungla solo el cantar de algunos
pájaros e insectos parecen responder a sus demandas. Algunos sonidos
singulares de aves comienzan a aterrorizarlos, hasta parecía que el enmarañado
bosque cobraba vida y que las ramas de los árboles cobraban aspectos siniestros
y pretendían cogerlos. Cada cosa a su alrededor solo les ocasionaba más terror.
El espíritu de la madre del bosque apenada por la situación de los niños decide
enviarles algo de comer. Por lo que al rato se percatan que hormigas comestibles
salen a su encuentro. Luego que el hambre se ha saciado, deciden descansar
más tranquilos bajo la protección de un árbol de huairuros. Cuando la tarde
comienza a abrir paso al ocaso y la oscuridad comienza a cubrir la densa
vegetación, los niños lloran nuevamente reclamando esta vez la presencia de su
madre, repitiendo desconsoladamente: “ay ay mama, ay ay mama, dónde estás”.
El espíritu de la selva al ver que el llanto de los niños entristece las plantas,
decide convertirlos en aves a fin que pudiesen salir y regresar a casa alzando
vuelo. Al llegar a casa, por desgracia encuentran que su madre había muerto por
la impresión de no encontrar a sus hijos en ninguna parte. Luego, las aves
emprenderían vuelo perdiéndose en dirección de la selva y desde entonces
cantarían melancólicamente: “ay ay mama, ay ay mama”. En adelante el
desconsuelo y la pena de la pérdida serían inagotable en sus cantos.

Los pobladores de la selva asocian los cantos de esas aves, con los niños
desaparecidos en medio del bosque tropical y la melancolía por la pérdida de la
madre. Por ello, el mensaje del canto de esas aves les recuerda que deben
regresar a casa temprano y velar por la salud de la madre hasta el final de sus
días. Las aves que dicho sea de paso repiten ese canto, se llamarían en adelante
pájaros “Ayaymama”.
LA LEYENDA D E LA YACUMAMA
Yacumama es la "madre de las aguas". Es una boa gigantesca que vive en las
profundidades de los ríos y lagos. Ella es quien domina el clima, las lluvias y el
caudal de los ríos. Cuando la tierra necesita agua para subsistir, sube al cielo se
esparce como una mancha gris y anuncia con rayos, relámpagos y truenos, que

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caerá en forma de lluvia sobre la tierra, de esa forma hará crecer planas que
sirven de sostén al hombre. Luego que ha cumplido su misión reposa
convirtiéndose en un arco iris para luego volver a las profundidades de las aguas
a salvaguardarlas.
La Yacumama como todas las divinidades que habitan en la Amazonia, es un
modo de subsistencia eterna que de una forma innegable por las poblaciones que
existen en este lugar y cohabitan de una manera muy particular. Para ellos
representa la esperanza de una subsistencia eterna.
Es muy probable que esta diosa de la naturaleza existiera incluso antes de que
empezara el diluvio, también es posible que se haya alterado su interacción
hombre- naturaleza-dios y que luego el tiempo se encargara de generar nuevas
condiciones óptimas hasta dar con un inicio de un nuevo comienzo. Desplazando
de ese modo la misión de esta diosa de la naturaleza limitándola solo a la
protección de las agua sin embargo ella aun ha perdido sus poderes UN
ENCUENTRO INESPERADO CON LA YACUMAMA
Tenía una enorme cabeza y se movía con una gran sigilo y agilidad, en momentos
se arrastraba por el suelo de una manera sigilosa, al ras del suelo para luego
subir entre las copas más altas de los arboles como si buscar algo. A veces
imitaba el canto de un mono, su piel brillaba entre el follaje de hojas que cubren el
suelo de la espesa selva.
¡Buscaba algo!, seguramente a nosotros que, estábamos bien escondidos entre
unos árboles. Era su canto gutural y estruendoso que resonaba en el silencio de la
madrugada lo que nos había llevado hacia su habitad.
A eso de las tres de la madrugada, mientras dormíamos cerca de la cocha donde
estábamos pescando, sonó su ruidoso cántico. <<"Ahí está un mono, prepara tus
flechas que vamos a darnos un rico banquete en el desayuno>>, dijo mi padre.
Agarre las flechas que tenía cerca y me los puse al hombro, aliste el arco
dejándolo limpio y bien tensado, me asegure que no fallara al momento de
disparar a ese mono.
Debe de estar en la otra orilla de la cocha, le cazaremos rápidamente justo antes
de que la luz del sol empiece a quemarnos la cara y caliente la mañana, ten listo
tu arco, volvió a indicarme mi padre.
Mientras caminábamos rodeando la gran cocha mirábamos como los peces
saltaban en el agua, pero ya estábamos cansados de tanto pescar y comer
pescado mejor estaba el mono que interrumpía el silencio de la madrugada con su
canto.
No, no era un mono, la astuta Yacumama con su canto de mono, nos había
tendido una trampa. Muy callado casi murmurando y sin respiración, mi padre me

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dice que en tiempos antiguos le dijeron que cuando valla a pescar o cazar cerca
de una cocha se cuide de la Yacumama ya que suele proteger las aguas de sus
cocha donde descansa, al parecer nosotros estábamos pescando cerca en una de
sus cochas donde solía descansar; pero mi padre no le había dado importancia
por creer que solo era un invento de los antiguos, para que los jóvenes no se
arriesguen monte adentro.
Con su canto te hace creer que es un mono, para atraerte cerca luego te lanza
grandes bocanadas de agua para aturdirte y comerte a su antojo por perturbar la
vida de su cocha o si no te das cuenta y estas muy cerca de ella te enrosca, te
estruja, te engulle sin que te des cuenta.
Menos mal que un paucar pasó volando y cantando dos veces, bien cerquita a
nosotros. <<No debemos apresurarnos, algo malo nos va a pasar>>, dijo mi
padre. El paucar nos había alertado del inminente peligro.
Por eso, poco a poco, sin hacer ruido avanzamos hacia el mono, cuando sentimos
cerca su canto, nos colocamos detrás de un árbol y divisamos a los lejos de donde
venía su canto.
La Yacumama, cuya piel refulgía entre las ramas quería darse un banquete con
nosotros y nos estaba esperando, nos había olido y ahora nos sentía cerca, por
eso se retorcía, se alocaba buscándonos enfurecida.
Mi padre apunto hacia su cabeza y zaaas! por poco le atino. <<No tengas
miedo>> Dame otra flecha y nuevamente zaaas! le rozo causándole una herida
sangrante. La Yacumama se retorcía de dolor y sangrando se desplazó
raudamente hacia la cocha. Luego de eso mi padre ya entrando en conciencia me
dijo <<Vayámonos de aquí hijo, creo que por esta vez tuvimos un poco de suerte,
vayámonos y no volvamos ya que esta cocha tiene madre y por poco hoy nos
caza y nos come>>.

FÍN.
EL MONTARAZ QUE SE CREÍA DIOS DE LA MONTAÑA
(Autor: Linda Eliza Saavedra Tello.)

Cuenta la historia que hace muchísimos años atrás, cuando aún no existía
la comunicación, caminando 10 horas a dentro desde una comunidad con el
nombre de incaico había un caserío llamado shucshurarca, para lograr llegar a
dicho pueblo se tenía que pasar por ríos, quebradas y pantanos muy peligrosos,
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los senderos eran muy estrechos, los ojos tenían que estar pendiente por donde
tenías que pisar, las espinas sanguijuelas, tábanos, sancudos, avispas y
serpientes eran muy comunes de encontrar en aquel sendero, en el trayecto, las
quebradas embalsamaban reflejos que parecían encantas, el sabor de las aguas
era muy dulces, las orillas de los ríos parecían rebaños de animales domésticos,
porque no se alejaban al sentir presencia humana, aquella persona que lograba
llegar por esos senderos recibía un homenaje de parte la comunidad. Al llegar al
caserío las personas las recibían con gran entusiasmo, el APO de la comunidad
ordenaba a los visitantes escoger a la mujer más hermosa que les gustaba, era un
obsequio de agradecimiento hacia los visitantes, se reunían en el local de la
comunidad más. Conocida como maloca, el APO comentaba las historias y
leyendas que pasaban todos sus ancestros al buscar el pan de cada día, los
visitantes tenían mucha curiosidad y deseo de querer saber aquellas historias tan
misteriosas, entonces el APO comenzó a contar que esta historia le paso a su bis
abuelo que se creía el dios de la montaña.
Mi bis abuelo se llamaba ushico, era un joven muy astuto, tenía la habilidad
de cazar los animales más mañosos, se adentraba en corazón de la montaña sin
ninguna dificulta, sentaba en el lomo de los venados, sachavacas y ronsocos, a su
mujer nunca le faltaba que comer, era una hermosa joven de cabellos color negro
encendido, se dedicaba a criar a sus 12 hijos, sembraba sus alimentos para poder
comer, era un ejemplo a seguir.
Un día los animales se estaban terminando, y no había que comer la
preocupación era tan grande, ya que ellos Vivian de la caza y pesca ancestral,
cada vez los animales se encontraban más lejos de lo que se podía imaginar para
poder cazarlos, fue en ese entonces cuando ushico llamo a una reunión general a
toda su familia y planteo lo siguiente, queridos hijos la crisis de los alimentos está
cada vez más complicada, los tiempos están cambiando, ya no podemos cazar los
animales cerca de nuestras montañas la carne de sachavaca, venado, ronsoco y
picuro que tenemos pronto se nos va a acabar, ¿qué van a comer sus
hermanitos? ¡Cuando llega el momento que no haya nada que comer¡ pregunto
ushico, entonces el hijo mayor de don ushico propuso a su padre salir por dos
semanas de caza al otro lado de la montaña de donde Vivian para poder cazar
animales del monte y tener comida para sus hermanos, entonces ushico dijo: ¡no
se diga más mañana a primera hora salimos al valle de chope zapa¡ alisten los
tramperos, baladoras, cartuchos, flechas, machetes, anzuelos, y sobre todo la sal
para salar a los animales que cazaremos, solo me iré con shaluco y Germán los
demás quedaran a cuidar la casa mientras yo no este ¿entendido? Hablo con una
voz fuerte, shaluco y Germán estaban nerviosos y callados ya que sería su
primera experiencia de caza con su padre, estaban ansiosos por realizar la
aventura, al término de alistar las cosas que llevarían para la caza se vino la
noche, la mujer de ushico sirvió la merienda todos comieron con mucha alegría, al
terminar la merienda se fueron a descansar.

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Era una noche muy fría con vientos y relámpagos algo malicioso ushico
maliciaba que algo saldría mal, su cuerpo aseriaba, con tal malicia se hecho a
descansar, al estar en un sueño ‘profundo en el sueño se le aparecieron dos
monos con patas chancho, donde trataban de darle un mensaje en ese instante
grito fuerte que asusto a todos, seguidamente comento a su mujer sobre el sueño
y se puso a dormir nuevamente.
Al llegar las 4 de la mañana ushico se despertó con mucha sospecha y
temor para salir de caza, despertó a sus dos hijos mayores para que se alistaran y
no olvidasen nada, al amanecer se reunieron toda su familia se despidieron y se
marcharon con esperanzas de traer animales para su sustento diario.
En el trayecto del camino hacia el valle de chope sapa los perros
encontraban paujiles, carachupas y muchos manacaracos, todos los animales que
encontraban los cazaban, Germán era quien cargaba todo el equipaje, al término
del día se ponían a arreglar y echar sal, todos se ponían muy contentos, armaban
barbacoas para secar la carne para que no tenga gusano, a si paso tres largos
días de caza los perros que llevaron estaban muy cansados entonces decidieron
descansar por dos días.
En el primer día de descanso armaron una pequeña choza donde
almacenarían toda la carne que habían cazado, aun no llegaban hasta el centro
del valle, ushico seguía pensativo en el sueño que había tenido trataba de sacar
significado al sueño, fue en ese entonces cuando recordó que su abuelo le había
contado un día que en esa montaña habitaban muchos chulla chaquis y malos
espíritus como el maligno y el tuche, al ponerse a descansar por la noche en el
sueño se le aprecio un hombre que escondía la cara entonces le pregunto con tal
valentía, ¡qué es lo que quieres¡ el hombre le menciono que debieran abandonar
cuanto antes la montaña porque algo malo los pasaría, fue en ese entonces que
ushico comento nuevamente a sus dos hijos sobre el sueño de manera tranquila
para no asustar a sus hijos, al salir el sol ushico quería dar marcha a tras pero uno
de sus hijos le dio valentía de seguir con el objetivo para llegar donde todos tenían
temor de hacerlo.
Al seguir con el camino vieron dos sajinos saco su escopeta y los disparo,
dándoles en la cabeza, pero al ir a recogerlos no había nada ni manchas de
sangre fue en ese instante que se empezó a darse cuenta que eran animales de
los guardianes de ese valle, a pesar de eso siguió con la monteada, sus perros
ladraban y corrían sin fin en busca de animales. De pronto a ushico se le ocurrió
separarse de sus hijos para irse al baño y dijo a sus hijos espérenme acá hijos
míos y se marchó, cuando estaba en un rincón asiendo sus necesidades, se dio
cuenta que en su costado estaba uno de sus hijos, quien le dijo que más delante
había visto un venado, ushico cogió su escopeta y se marchó pero fue la sorpresa
cuando se dio cuenta que su hijo tenía un lado de pie de venado, era un chulla
chaqui, suavemente cogió su escopeta e intento disparar fue cuando vio a su hijo

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convertirse en un añuje, se sintió atemorizado y empezó a grita por las montañas
¡auxilio¡ ¡auxilio¡ llamando a sus hijos, pero nadie lo podía oír porque ya el chulla
chaqui le había robado a lo más profundo de la montaña, por más que intentaba
salir de los matorrales y sogas del monte su intento era en vano.
Así pasaron varios días perdido en las inmensas montañas del valle de
chope sapa, se sentía valiente porque tenía su arma entre sus manos, en su
mente decía que nunca le había pasado eso porque era el dios de las montañas,
se armó de valor y empezó a caminar, por el camino encontró a un anciano que
cargaba leña, ushico maliciaba que era otro chulla chaqui, el anciano le dijo que
por ese camino llegaría a la entrada de la montaña, ushico desesperado por
querer volver a ver a su familia, se dirigió por aquel sendero sin saber que el chulla
chaqui se había convertido en el anciano, a si tardo días y días para poder salir de
la montaña misteriosa, al llegar el anochecer se quedó dormido encima de un
árbol, al estar en ese sueño tan profundo, en su sueño se le apareció un hombre
alto y fuerte quien le dijo, ushico estas atrapado en el corazón de la montaña
antes de venir tuviste un sueño que te anticipo que todo iría mal pero tu no
insiste caso, entonces ushico le pregunto cómo podía salir de esa montaña fue
en ese instante cuando el hombre del sueño le dijo tienes que mirar la salida de
los primeros rayos del sol y caminar por donde recorre durante el día y solo así
podrás encontrar la salida, si no te quedaras a vivir haca para siempre y los chulla
chaquis te darán una nueva esposa para vivir con ella.
Al amanecer ushico visualizo por donde salía el sol y caminó junto con él,
al llegar el atardecer se dio cuenta que había encontrado la entrada, por sorpresa
se encontró con sus hijos todos se sentaron y les comento lo que le había
sucedido, esperaron que amaneciera para salir rumbo a casa, al llegar al pueblo
comento a su esposa y dijo que nunca más saldría a cazar por ese valle. Después
de tres días de lo sucedido nuevamente durante su sueño profundo se le apareció
el chulla chaqui que le decía, gracias a dios fuiste astuto si no, no hubieras salido
de mi montaña, cometiste el error de no pedir permiso para entrar antes de cazar
los animales, ahora tendré que esperar otro hombre para que mi hija se pueda
cazar.

FÍN.

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