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1.

José Joaquín Fernández de Lizardi y el inicio de la narrativa en México

El siglo XIX en Hispanoamérica estuvo marcado por convulsiones y


revoluciones sociales. Además, culminaron los ideales iniciados en el
siglo anterior por influencia de las ideas de la Revolución francesa, y a
lo largo del siglo se llevaron a cabo los procesos de independencia. 

Desde prácticamente el inicio de los procesos de colonización las obras


de ficción europeas circularon por la colonia, no obstante, la producción propia estaba muy restringida
por las constantes prohibiciones tanto de la Corona como de la Iglesia. Sin embargo, ya a partir del siglo
XVII hubo varios autores que mezclaron historia y ficción para burlar dichas restricciones. Entre los
autores más destacados encontramos a Carlos de Sigüenza y Góngora, Juan Rodríguez Freyle o Alonso
Carrió de la Vandera. 
   
Con todo, podemos afirmar que el primer novelista hispanoamericano, ya en la independencia, fue el
criollo mexicano José Joaquín Fernández de Lizardi, conocido también bajo el pseudónimo de “El
pensador mexicano”.

De formación autodidacta, heredó parte de la tradición española y la formación ilustrada. Vivió el


cambio de siglo, por lo que en su figura se aprecia también un sentimiento prerromántico, pero por
encima de todo, lo que le caracteriza es su pensamiento de reformista moderado: defendía la libertad del
individuo, la libertad de pensamiento, de expresión y la religiosa, lo que dio lugar a muchos problemas
posteriormente.

Además, fue un gran educador del pueblo. En esa educación incluía también a mujeres, aunque hasta
ciertos límites debido a que seguía predominando el pensamiento tradicional de que se debía educar
bien a las mujeres para que estas educaran bien a los hijos.

Por otra parte, su pensamiento ideológico no estaba alineado con el resto de criollos mexicanos, es decir,
él no se rebela contra España y no comparte con estos el sentimiento ultranacionalista y antihispánico.
Para Lizardi los males que aquejaban a la sociedad no procedían del dominio colonial sino de la
irracionalidad de la justicia de su país.

Obra narrativa

La obra narrativa de Lizardi puede situarse entre el Neoclasicismo y el Prerromanticismo y está


vinculada al periodismo, único medio de producción intelectual en ese momento literario, ya que la
novela estaba prohibida. De hecho, el periódico principal de la época fue creado por este autor bajo el
título de su pseudónimo: El pensador mexicano, del cual él es el único integrante, y es en este periódico
donde empieza a publicar el Periquillo Sarniento.

Cuando sale el 3º tomo del periódico El Pensador Mexicano, en el año 1814, Fernando VII vuelve al
poder y elimina nuevamente la libertad de prensa, por lo que el autor para escapar de la censura
impuesta recurre el molde de la novela como medio de expresión que permite más libertad al escritor

En 1816 se inicia la novela en Hispanoamérica gracias a la publicación de El Periquillo Saniento,


defendida por el autor como “una miscelánea, divertida, crítica y moral”.

Posteriormente escribe otras obras, como Noches tristes, una novela prerromántica que recuerda a las
Noches lúgubres de Cadalso, La Quijotita y su prima, que trata sobre la educación de la mujer, encargada
del hogar y de la educación de los hijos. Más tarde publica una obra por la que fue excomulgado, titulada
Defensa de los francmasones y Don Catrín de la Fachenda, novela de ambiente picaresco en la que
critica el poder establecido durante el tránsito del dominio colonial a la independencia. Sin embargo,
ninguna de estas obras fue tan trascendental como la primera, El periquillo Sarniento.

La figura de Lizardi es muy importante ya que es uno de los primeros autores que tiene conciencia de
hacer novela en México y su producción es sin duda la primera gran novela hispanoamericana.

El Periquillo Sarniento

La obra se publica de manera parcial en 1816, pero para poder ser publicada el autor tuvo que recurrir a
una habilidad de construcción de la autoría; y completa, en 1830 y 1831.

Es una novela en la que predomina el Reformismo y la actitud moralizante. En ella hace una crítica al
legado de la educación española y en lo que esta se transformó en México. Es una obra muy rica en
todos los niveles: pedagogía, psicología, dialectología, etc.

Tiene una labor moralista y educadora, y la escribe con el pretexto de que va dedicada a sus hijos para
evitar que se le reproche algo. Sus primeros capítulos aparecen en el periódico, donde no hay problema
pero el problema surge cuando se hace la novela.

A nivel estilístico es una novela heterogénea, en la que adopta el modelo de la picaresca, que le permite
librarse de la censura en una sociedad en la que la ficción estaba mal vista. Lizardi es consciente de todo
lo que supone publicar una obra en este momento, de ahí que utilice el género picaresco para poder
publicar los cuadernos de un amigo, tras cuya voz se esconde y da rienda suelta a su pensamiento.

También hay que destacar la narración en primera persona, desde un “yo” que es el Periquillo
Sarniento, con lo que el autor puede burlar a la Inquisición y opinar con libertad desde la sátira sobre
lo que ha resultado de la sociedad colonial: actuación del estado, funcionamiento de las instituciones, la
educación, etc. Lizardi pretende reformar México y toda su obra tiene un valor social, de defensa del
ciudadano frente a los abusos del gobierno.
Al final de la obra hace uso del recurso del manuscrito encontrado y toma la voz del Periquillo: El
Periquillo Sarniento ya siendo Don, recibe la visita de Lizardi, a quien le deja sus comunicados para que
él los publique, de manera que se supone que no es Lizardi el que escribe, sino Don Pedro. De hecho, en
la obra, el autor narra la muerte de Don Pedro (“esta es mi vida, yo he sido pícaro, te lo doy a ti Lizardi,
futuro constructor de la nación, te los entrego a ti para que mis hijos no cometan los mismos errores que
yo”).

Estructuralmente la obra se divide en cinco tomos, todos narrados por el Periquillo, excepto el último,
que es narrado por El Pensador (Lizardi) para dar constancia del entierro del Periquillo.

Antes del inicio de la novela nos encontramos con cinco elementos que hay que destacar:

En primer lugar, una cita a Diego de Torres Villarroel, autor muy severo, adusto y riguroso para la
creación de la sátira, especialmente contra médicos, abogados, jueces y profesores. En estos últimos se
basó Lizardi para recrear el físico, la personalidad y los “modos” educativos del protagonista.

En segundo lugar, Lizardi incluye una advertencia a los lectores para evitar problemas, ya que Fernando
VII había anulado la libertad de prensa que había proclamado la Constitución de Cádiz. Por ello, había
que tener mucho cuidado con las publicaciones de las obras para que así la censura no actuara sobre ellas.

Asimismo, aparece un prólogo del autor donde se exhibe un gran conocimiento de la realidad de su
época y dedica la obra a sus lectores, es una dedicatoria al pueblo. Habla de los problemas de
mecenazgo debido al elevado coste de las obras y la dificultad de ser escritor en el momento de
transición, en el que las obras de ficción no están bien vistas y la censura condiciona a la escritura.

También aparece un prólogo del protagonista de la obra, del pícaro Periquillo Sarniento. En él expresa
su intención moralizante y su deseo de que quede constatada su vida y obra para que sus hijos se
instruyan en los temas que abarca. De esta manera Lizardi hace creer que Periquillo dejó la obra escrita
antes de su muerte y así consigue librar la censura de prensa y no correr peligro.

Por último, encontramos advertencias generales a los lectores, donde Lizardi, el autor, toma la palabra
nuevamente para dejar claro que él no es el autor de la obra sino el Periquillo y justifica en todo momento
que son dos personas diferentes e insiste en lo que corresponde en el modo de pensar de Lizardi y en la
forma de pensamiento de Periquillo, incluso lo critica.

 En el capítulo X del tomo II del libro es un ejemplo típico de cómo se estructuran la gran mayoría
de los capítulos de la novela. Aparece una introducción a lo que va a suceden en el capítulo,
siguiendo el modelo de la novela picaresca y hace referencia a sus hijos para que las autoridades no
olvidad la presunta finalidad de la obra. Tiene gran importancia el inicio del capítulo ya que aparece
la necesidad de castigar el vicio, exaltar la virtud y la referencia a la verdad porque la ficción en la
Colonia estaba prohibida. La insistencia en la virtud se debe a que la escritura debe ser ilustradora de
las buenas costumbres y tiene que servir para educar (ideales de la Ilustración presentes en todo
momento), y por ello, la novela no debe ser leer vida como si fuera un pasatiempo sino que tiene más
finalidades.
En el capítulo X se nos presenta así uno de tantos oficios como había en la colonia, en este caso el de
“sacristán”. Asistimos a su formación como pícaro en este oficio y es algo real que le sucede al
personaje, se nos presenta en su “guía en el oficio” al tiempo que también le presta su experiencia: se
hace muy fácilmente “maestro” en el tema.

Hay una narración de la aventura de modo más ameno y sin escatimar en todo tipo de morbosidad y
de detalles humorísticos en el lenguaje como en la aventura que se cuenta. Aparecen, asimismo,
elementos narrativos presentados con un humor necesario para entender la acción. En estos capítulos,
la presentación de todos estos detalles abruptos (que sirven para que nadie vuelva a cometer algo así)
hace que la transgresión sea mayor y cause mayor impacto al lector. Luego el arrepentimiento será
visto como lo más valiosos por marte de la sociedad.

Sobresalta la necesidad de reforma y cambio donde apetece una actitud moralizante hacia este tipo de
comportamientos (abusos, imposibilidad de progreso de la sociedad, explotación a los niños y a su
inocencia, los vicios…)

En el final del capítulo hay una conversión y un arrepentimiento de todo ello: hay una denuncia de la
sociedad de los mendigos, el castigo es la cárcel para alguno de ellos… Hay una insistencia en la
necesidad de trabajo, se toma con referencia a los padres de la Iglesia y la necesidad de extirpar este
vicio que se ha anunciado en este capítulo, el objetivo final es el arrepentimiento y se anuncia un
nuevo amo con el que aprenderemos una nueva lección

Recopilación
La obra toma el molde de la picaresca, una estructura conocida pero no puede entenderse como una
novela picaresca al uso. Aun así, tiene elementos en común con la picaresca como el narrador en primera
persona. La relación que hace el personaje de sus aventuras en las que se alternan los elementos positivos
y los malos momentos. El humor con que están contados los acontecimientos es un elemento clave en
toda la obra.

A pesar de ello, aunque en la novela picaresca y en El Periquillo haya un interés moralizador, lo


encontramos de manera distinta: en el Periquillo este propósito es central, gira en torno a este propósito y
es el elemento fundamental de la obra; mientras que en el Guzmán, por ejemplo, el componente
moralizador existe, pero de forma derivada. Además, en la obra mexicana se abandona en la última parte
de la obra el uso de la primera persona en donde interviene Lizardi para relatar la muerte de Don Pedro.
2. Andrés Bello y el hombre letrado del siglo XIX: Sus diferentes facetas

El nombre de Andrés Bello está asociado al nacimiento del


“americanismo literario” y fue lo que se entiende como “hombre
letrado del XIX”, definido como “sujeto elocuente, responsable de
la deliberación pública a propósito de diversas materias”.

Bello es un gran humanista, con una vasta cultura, fue filólogo,


escritor, educador, filósofo, político, periodista, que mediante su
obra trascendió todas las fronteras de su Venezuela natal y respondió a todos los flancos de la sociedad a
los que había que atender. Es sin duda una de las figuras más importantes del humanismo liberal
hispanoamericano.

Como algunos estudiosos apuntan, la figura de Bello siempre estará asociada a la de maestro, que en
tiempos cruciales para la historia hispanoamericana centró su capacidad intelectual en configurar las
bases que permitiesen una independencia cultural a las nuevas naciones americanas.

Obra literaria

Su obra abarca tanto el ámbito de la filología como el ámbito del derecho. A lo largo de su vida no cesó
en ningún momento en reunir ciencia y conocimiento para decirle a los pueblos hispanoamericanos de
dónde venían, que recursos tenían y el panorama del mundo.

Entre sus obras fundamentales destacan:

 Silvas americanas:compuestas por Alocución a la poesía y La agricultura en la zona tórrida, dos


largos y complejos textos poéticos en los que Bello realiza un llamado a la poesía en sentido
figurado para que las musas busquen e iluminen el camino poético de América y el mundo conozca
esta tierra.

 Código civil: un código civil autóctono de América Latina en el que recoge las reglas de la
tradición jurídica, apoyadas en los principios generales del derecho.

 Gramática de la lengua castellana para el uso de los americanos : la obra filológica más admirada
del humanista, en la que realiza una gramática del español destinada al uso de los americanos, con
notas explicativas y críticas del filológico Rufino José Cuervo. Constituye hoy en día un libro
imprescindible para el estudio de la gramática española.
Etapas de su vida

1. Primera etapa (Venezuela): Las tres primeras décadas de su vida reside en su país natal, en
Venezuela, donde adquiere una sólida formación clásica y humanista y fruto de dicha formación
encontramos posteriormente traducciones de autores clásicos como Virgilio y Horacio, que hacen
que se sienta atraído por el bucolismo y la exaltación de los campos y la vida sencilla. Esta actitud
derivada de los clásicos es muy perceptible en sus Silvas americanas.

Asimismo, su preocupación lingüística se origina en esta primera etapa. Desde el punto de vista de
su formación se considera un momento clave ya que se marca unas directrices que las mantendrá
siempre y aunque posteriormente acrecentará sus estudios, es aquí donde se forja su base académica.

Si bien es cierto que estudió Medicina y Derecho no hay constancia de que terminase ninguna,
asimismo trabajó como funcionario de la Capitanía General de Venezuela, iniciando una carrera
administrativa que durará toda su vida.

En lo que se refiere a su formación cultural, se distinguen dos vertientes: el estudio de los clásicos
movido por su espíritu clasicista y los autores españoles del Siglo de Oro. Prácticamente en el
mismo periodo se da también uno de los hitos en su vida y es que acompaña a Von Humboldt en
uno de sus viajes científicos por América, lo que hace que se interese por la observación científica,
dejándolo plasmado en La agricultura en la zona tórrida. Para este momento, colaboraba
activamente para la “Gaceta de Caracas”. 
 
2. Segunda etapa (Londres): Bello viaja a Londres para acompañar a Bolívar en una misión
diplomática, pero lamentablemente, lo que comenzó siendo un viaje se convierte en un largo exilio.

Es en la ciudad inglesa donde adquiere su madurez artística, desarrollando una gran actividad
literaria y periodística y centrándose fundamentalmente en Las Silvas americanas. También funda
revistas de carácter americanista: Biblioteca americana y Repertorio americano, ambas son una
muestra de la conciencia de Bello sobre la importancia de la cultura en la emancipación
intelectual de Hispanoamérica y proponen un proyecto ambicioso: dar a conocer la realidad
hispanoamericana. En este momento, aunque mantenga el criterio neoclásico, podemos observar
influencias del romanticismo en lengua inglesa y francesa. 

3. Tercera etapa (Chile): La última de sus etapas se desarrolla en Chile, la cual será la más fructífera y
estable. Bello vuelve a América, contratado por el gobierno de Chile, donde colaboró en la
Educación y actividad jurídica del país, influyendo a nivel creativo en los ámbitos culturales y en
todos los órdenes de la vida pública, de manera que es nombrado Rector de la Universidad de Chile ,
Académico Honorario de la Rae, Oficial Mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores y Senador de
la República.
Las Silvas americanas:

Se publican en un principio en la revista Biblioteca americana y en el Repertorio americano. Hay que


partir de la idea de que están escritas en el exilio y, por lo tanto, están alejadas de la realidad que
nombran y tamizadas por la nostalgia de su tierra.

Las Silvas americanas se inscriben en la tradición de la “poesía científica” tan característica del siglo
XVIII europeo (favorecida por la tradición clásica de Virgilio y Horacio).

Lo que pretende Bello es crear un proyecto que sistematice literariamente la realidad político-ideológica
americana, busca formalmente un modelo para nombrar la realidad hispanoamericana, para dar a conocer
desde Europa dicha realidad.

Están compuestas por 834 silvas, de las cuales interesan sobre todo los 206 primeros versos. La métrica,
no estrófica, alterna libremente versos heptasílabos y endecasílabos.

 Análisis del poema:

Versos 1-23: propuesta sobre el asunto de la poesía.

Los 23 primeros versos están escritos en tono neoclásico. Bello invita a la poesía a abandonar la
cultura europea y a cantar las grandezas naturales y cívicas de América. Con ello es una llamada de
atención a los autores americanos (en la Personificación de la poesía) la necesidad de cantar la
realidad americana.

Desde el inicio Bello intenta en esta primera estrofa orientar la poesía americana hacia la realidad del
Continente. En estos versos, América es vista desde la distancia con caracteres de inocencia y de
arcadia primitiva.

Versos 24-44: contraposición entre imágenes y ambientes palaciegos que no deben ser asunto de la
poesía.

La independencia de Hispanoamérica es una oportunidad para la renovación de la poesía en una


atmósfera natural no contaminada por el ambiente decadente europeo.

No puede separarse del mundo clásico (Beatus Ille: Horacio), y la vuelta a la naturaleza.

Recuerda la vida idílica de la naturaleza de ahí la referencia en los versos 33-34 ‘’No te detenga, oh
dios/esta región de luz y de miseria’’.

Europa ha sido invalidada por la filosofía utilitaria y está amenazada por la degradación de valores
(referencia a la filosofía).

Versos 45-61: clara oposición entre Europa (Viejo Mundo) y América (inocencia).
Encontramos el elogio claro de la vida de campo, lugar de las virtudes y de la paz en contraposición
con Europa y su ‘’encina carcomida’’.

La mirada entonces queda puesta en las grandezas primigenias de América. Se resaltan virtudes de
América, fiel tendencia didáctica e imitando a Virgilio, se elogia la vida del campo.

Versos 62-206: aparece un compendio descriptivo de las regiones de América que han de acoger a la
poesía, la protagonista es la naciente América.

Hay una llamada clara a elegir un lugar más propicio para la poesía. Tenemos una descripción
concreta de los diferentes lugares que se están formando y de donde puede surgir la poesía con más
fuerza.

Desde el punto de vista neoclásico de Bello, en América pueden restaurarse las cualidades de las que
se hablaba en los clásicos, que ya no son posibles en Europa. Pero la ve con caracteres utópicos.

A veces aparece en la temática también el Prerromanticismo (valor, patriotismo).

Insistencia en el carácter primigenio de la naturaleza, que no ha llegado a la “degeneración” de


Europa.

Va a ir proponiendo temas que son dignos de ser cantados en América, adonde no han llegado las
cualidades europeas, ‘’nativa inocencia’’.

Vemos también la exaltación de la libertad (propia de la vida retirada, del mundo clásico y que puede
florecer en América).

En Bello entonces aparece esa convivencia entre el Neoclasicismo con algunos temas ya propios del
Romanticismo (la libertad).

Al seguir el poema se puede ver esa idea de América recién nacida frente a una Europa ya vieja.
Bello insiste en su programa.

Combina en determinados momentos los lugares con los héroes o dioses indígenas y el tono es
directo hacia la poesía de ahí que elija la expresión “tú cantarás’’.

Bello asigna una función pictórica a la poesía, se observa su creencia en el principio clasicista
derivado de Horacio ‘’ut pictura poesis’’.

De ahí hasta el verso 206 hay un intento constante de acercarse a la naturaleza americana y de
nombrarla con su propio lenguaje. Vemos también la nostalgia de América desde el exilio
londinense.

Desde el verso 207 hasta 834: se centra en las guerras.

En el verso 207 se produce una clara inflexión en el poema. Se interroga ahora a la poesía sobre su
asunto: la guerra.
A partir de aquí se otorga una especial atención a los temas americanos relativos a la historia
reciente, y esos son los únicos que predominan.

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