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Naturaleza jurídica

Naturaleza jurídica: se refiere a las características, connotación, elementos esenciales y de


existencia, así como al estado de la cuestión de un concepto, figura o institución, en este
caso jurídicas, como por ejemplo, el matrimonio, el derecho de familia, un contrato
específico, como el de compraventa, etcétera. (Glosario – UNAM).

Función de jurisdicción
La jurisdicción tiene por objeto resolver los conflictos de relevancia jurídica, con eficacia
de cosa juzgada, eventual posibilidad de ejecución y que se promuevan dentro del territorio
de la República. (http://revistas.unisimon.edu.co›article›download).

Función jurisdiccional
La función jurisdiccional es el poder- deber del estado político moderno, emanado de su
soberanía, para dirimir, mediante organismos adecuados, los conflictos de intereses que se
susciten entre los particulares y entre éstos y el estado, con la finalidad de proteger el orden
jurídico. En el análisis de esta definición, se destaca lo siguiente:
A) La actividad jurisdiccional es un poder-deber del estado.
Una de las formas de manifestación del poder del estado es mediante el poder
jurisdiccional, no solamente porque el constituyente haya seguido la orientación de la teoría
de la separación e independencia de los poderes del estado, atribuyendo la función
jurisdiccional al Poder judicial, sino porque la función jurisdiccional es el único medio que
tiene el estado para ejercitar el control de legalidad y de legitimidad para la legislación y de
la administración.
Es además un monopolio del Estado. Salvo casos excepcionales en que el ordenamiento
legal tolera la autotutela de los derechos, el estado concibe su propia subsistencia mediante
la prohibición de la defensa particular o por mano propia de los derechos, y ello impone al
estado el poder-deber de establecer una organización adecuada para sustituir la defensa
privada por la tutela del estado. Las funciones de estado se realizan, básicamente, a través
de actos de derecho público emitidos por los órganos legislativo, ejecutivo y judicial; a
estos órganos corresponde la función legislativa, administrativa y jurisdiccional,
respectivamente.

B) Es un poder-deber que emana de la soberanía.


Esta alusión a la soberanía del estado político moderno contribuye a depurar el concepto de
función jurisdiccional y de jurisdicción, de otras actividades que concretándose finalmente
en un juicio, no son expresión de la jurisdicción, por ejemplo, la llamada jurisdicción
internacional, la llamada jurisdicción eclesiástica y la función arbitral.
C) El poder-deber del estado
Se ejercita mediante la actividad de un organismo apropiado, la llamada Administración de
justicia del estado, estructurado más o menos complejamente para cumplir con la misión de
juzgar: el órgano judicial, que por su complejidad da nacimiento a la pluralidad de órganos
juzgadores y a la determinación de la competencia de cada uno de ellos para no producir
superfetaciones de poder (conflictos de competencia).

D) El ámbito de la actuación de estos organismos jurisdiccionales


Son los conflicto- expresión más amplia que la de controversia- que se producen entre los
particulares y entre éstos y el estado, pero solamente los conflictos de intereses o sea
aquellos que afectan solamente la aplicación y actuación de una norma preexistente; el
órgano jurisdiccional no puede emitir declaraciones abstractas; ni dictar decisiones
normativas relativas a conflictos de derecho.

E) Los sujetos de los conflictos de intereses que resuelve el órgano jurisdiccional son los
de cualquier particular, sea ciudadano o extranjero.

F) La télesis de la función jurisdiccional del estado consiste en proteger el orden jurídico


establecido. El órgano jurisdiccional decide con la ley por la ley, respetando la jerarquía de
las normas vigentes. Aunque han sido los administrativistas franceses quienes primero
advirtieron que la función jurisdiccional formaba parte de la función administrativa del
estado (Ver Gr., Berth lemy, Hauriou), ha sido Kelsen, teoría general del derecho y del
estado, quien ha dado los fundamentos jusfilosoficos de esta corriente de opinión: "la usual
tricotomía se basa en realidad en una dicotomía. La función legislativa suele oponerse a un
mismo tiempo a las funciones ejecutivas y judicial, que, de manera obvia, tienen entre si
una relación mayor que la que guardan con la primera.
La legislación (legis latio del derecho romano) es la creación de leyes (leges). Si hablamos
de ejecución, tenemos que preguntarnos qué es lo que se ejecuta. La respuesta no puede ser
otra sino la de que lo que se ejecuta son las normas generales, es decir, la constitución y las
leyes creadas por el Poder legislativo. Sin embargo, la ejecución de leyes es también
función del llamado Poder judicial. Este último, no se distingue del denominado Poder
ejecutivo en el hecho de que solamente los órganos del segundo ejecuten normas. En tal
respecto, la función de ambas es realmente la misma. Las normas jurídicas generales son
ejecutadas tanto por el Poder ejecutivo como por el Poder Judicial; el diferencia estriba
solamente en que, en un caso, la ejecución de las normas generales es confiada a los
tribunales, y en el otro a los llamados órganos ejecutivos o administrativos.
La tricotomía usual es, pues, en el fondo, una dicotomía, es decir, la distinción fundamental
entre legis latio y legis executio. La última es subdividida en las funciones judicial y
ejecutiva en sentido estricto... “Caracteres de jurisdicción. Hasta ahora se ha hablado de la
función jurisdiccional del estado como sinónimo de la actividad de un poder del estado: El
Poder judicial. La función jurisdiccional es, sin embargo, más comprensiva, porque el
estado ejercita actividades jurisdiccionales que no incumben al órgano judicial; pero donde
ambas expresiones encuentran el punto de confluencia es en la jurisdicción, que
tautológicamente podría definirse como función jurisdiccional ejercida por el Poder
judicial. Por consiguiente, los caracteres de la jurisdicción son: su inderogabilidad, su
indelegabilidad y su unidad.

Los poderes de la jurisdicción


de acuerdo a Bello y otros (1995) consideran como poderes de la jurisdicción, el conjunto
de facultades de que gozan las autoridades encargadas de ejercerlas, a fin de poder cumplir
su cometido; y pueden comprenderse dentro de los siguientes grupo: poder de coerción,
poder de decisión, poder de documentación poder de ejecución. Y este poder estará
limitado al territorio donde la soberanía se ejerce; por lo tanto el poder del juez actuando
jurisdiccionalmente, recae sobre las personas ya sean naturales o morales que se encuentran
dentro del territorio del Estado, no importando cual fuere su nacionalidad. (p.56)

Poder de decisión jurisdiccional


En cuanto a este poder de decisión Bello T.H.E y Jiménez. R (2000) expresa que es el
poder que viene dado por el hecho de declarar el funcionario en torno a la petición
formulada, dirimiendo de esta manera, con fuerza obligatoria la controversia que se le
presenta, produciendo en ciertos casos la denominada cosa juzgada. Por lo que al ejercerse
la acción, mediante la cual se pone en funcionamiento la actividad jurisdiccional, que
contiene la pretensión o derecho que reclama un ciudadano al otro, el Estado a través del
órgano jurisdiccional, previa la tramitación de un proceso, emitirá su fallo correspondiente
declarando la existencia o no del derecho. Por lo que este fallo o pronunciamiento emana
del poder de la jurisdicción que tiene el Estado para decidir el conflicto que se le presenta.
(p. 184)
Dado que este poder, formal o extrínsecamente, el poder de decisiones se manifiesta
mediante resoluciones judiciales, que, según los casos, pueden ser sentencias definitivas,
sentencias interlocutorias, sentencias homologatorias y decretos; mediante ellas, el órgano
jurisdiccional afirma la existencia o inexistencia de una voluntad de la ley concerniente a
las partes (sentencia de mérito o sobre el fondo) o concerniente a los presupuestos
procesales (sentencia sobre el deber del juez de pronunciarse sobre el mérito del asunto) o
concerniente al proceso mismo (sentencias interlocutorias de incidencias procesales y
decretos que tienden el desarrollo del proceso), o finalmente, otorgando fuerza imperativa
de sentencia de mérito a los convenios procesales o los negocios jurídicos procesales
(sentencias homologatorias).
por otra parte, como un material o intrínsecamente, el poder de decisión es un acto de
autoridad, cuya especial característica es la de contener un juicio y un mandato. Por
consiguiente, la decisión jurisdiccional implica la valoración de circunstancias de una o
varias situaciones jurídicas subsumidas en normas jurídicas, de las cuales solamente una de
ellas puede tener valor jurídico. Esta declaración como acto de autoridad es común a
cualquier poder, pero en la jurisdicción se manifiesta como un juicio; lo que es innecesario
y a veces superabundante en el acto legislativo, constituye un elemento fundamental en la
jurisdicción, de la cual se podría decir que en sus actos de autoridad es predominante el
elemento intelectual, ya que se dirige al entendimiento humano, tratando de convencer.
Por consiguiente, el juicio es válido por el rigor lógico del razonamiento: así, el dictamen
de un jurista sobre un punto de derecho es verdadero o falso, pero en el caso del acto
decisorio debe presuponer un conflicto de intereses, que se resuelve mediante dicho juicio;
de ahí que carezcan de valor las llamadas declaraciones abstractas, o los consejos de
orientación y paternal. Ciertamente, el juez, como órgano de la jurisdicción, no puede dejar
de emitir un juicio sobre el conflicto que se le plantea por los particulares: tiene el deber de
juzgar, y debe hacerlo "respetando la jerarquía de las normas vigentes"; debe juzgar con la
ley y por la ley, y, dentro de los límites de la discrecionalidad técnica en que puede ejercitar
su arbitrio, el juicio nunca puede ser expresión del capricho o de la arbitrariedad. Este
aspecto del poder de decisión se concreta mediante el deber de motivación:
Sin embargo, el juez debe motivar sus resoluciones, y este deber de la jurisdicción es
impuesto como garantía de los individuos para el ejercicio de los controles de legalidad y
legitimidad del acto jurisdiccional. Pero, además, la decisión jurisdiccional implica un
mandato; si el acto jurisdiccional exista, el juicio lógico debe ser acompañado del mandato.
El acto de autoridad realizado por juez tiene valor obligatorio mientras otro acto de
autoridad no establezca lo contrario, y esta obligatoriedad que surge del mandato es el
presupuesto del poder de ejecución.

Poder de coerción jurisdiccional


La coerción, (del latín coerctio, -ōnis) es una acción mediante la cual se ejerce presión a un
individuo o grupo de personas con el objetivo de condicionar su comportamiento.
La coerción legal
En un Estado de Derecho, siendo este el único titular legítimo, tal actuación está
completamente regulada mediante normas que contienen prohibiciones, con sanciones en el
supuesto de que sean incumplidas. Así, para que una norma sea considerada legal, ha de ir
acompañada de un poder coercitivo, y en caso de incumplimiento, este tendrá que suponer
una medida coactiva. Es la forma de aplicar la norma jurídica. La forma por excelencia de
coacción legal es el código penal, que establece una serie de comportamientos que traerán
como consecuencia la imposición de una pena. De los poderes que emanan de la
jurisdicción se encuentra el poder de coerción, en virtud del cual el juez como conductor
del proceso y garante de los derechos de las partes puede, entre otras cosas, decretar el
embargo y secuestro de bienes y la entrega de bienes.
En cuanto al principio de coerción Devis, (1994) es aquel con el cual se procuran los
elementos necesarios para su decisión (oficiosamente o a solicitud de partes), removiendo
los obstáculos que se oponen al cumplimiento de su misión, sin este poder el proceso
perdería su eficacia y la función judicial Los Poderes Jurisdiccionales Ejercidos por el Juez
y su Ambito de Actuación Dentro del Proceso Mery Rueda Romero / Raúl Rueda Pinto 161
se reduciría a su mínima proporción. Así que en virtud de este poder los jueces pueden
imponer sanciones a los testigos que se nieguen a rendir declaración o a quienes se opongan
al cumplimiento de sus diligencias. (p. 82)

Poder de documentación jurisdiccional


Bello T.H.E y Jiménez. R (2000), Señalan que: es aquella facultad de dejar constancia de
todos los actos jurisdiccionales, con la finalidad de que no se pierdan en el tiempo, por
haber quedado fijados de manera documental la forma, tiempo y lugar como se
desarrollaron y sucedieron los acontecimientos. (p. 85). Aunado a lo anterior, Cabrera
(1982) señala que la jurisdicción pone a disposición del juez el poder de documentación,
que va a ser aquel que tiene para decretar, a petición de parte o de oficio cuando tiene esta
facultad, la práctica de pruebas encaminadas a demostrar los hechos materia de la
controversia.
Poder de ejecución jurisdiccional
Del mismo modo, Bello y otros (1995) señalan que: está íntimamente ligado con el poder
de coerción, y es la facultad concedida a la autoridad jurisdiccional para que pueda hacer
cumplir sus decisiones, ya que la jurisdicción es un acto completo y lleva en sí misma la
potestad o la fuerza de darle cumplimiento a sus resoluciones. (p 260-262). Así mismo
Devis, E.H (1994) estableció al igual que el autor anteriormente mencionado, que se
relaciona con el de coerción, pero que tiene su propio sentido, pues bien implica el ejercicio
de coacción y aun de la fuerza contra una persona no persigue facilitar el proceso, sino
imponer el cumplimiento de un mandato claro y expreso, sea que este se derive de una
sentencia o de un título proveniente del deudor y al cual la ley asigne ese mérito.
Es decir, cuando se trata de una sentencia está más que presente el poder de ejecutar lo
juzgado y de hacer cumplir sus decisiones, que es el imperium de la concepción clásica, es
indispensable cumplir porque de nada serviría el proceso, si obedecer lo resuelto
dependiera de la buena voluntad del obligado. Es oportuno mencionar el criterio de Bello y
Jiménez, (2000) que establece que el poder de ejecución: se encuentra íntimamente ligado
al poder de coerción, conforme al cual se le concede a la autoridad jurisdiccional la facultad
de poder hacer cumplir sus decisiones. (p 184)
Finalmente, Quintero, B y Prieto. E (1992) señalan que el poder de ejecución también se
puede llamar poder de imperium, ya que es la obligatoriedad del mandato judicial, es decir,
es el presupuesto del poder de ejecución que tiene la jurisdicción. Que consiste en el poder
que tiene la jurisdicción para producir actos coactivos tendientes a la realización práctica
del interés tutelado sobre el cual ha recaído una afirmación jurisdiccional de existencia de
una voluntad de la Ley que le protege. No es la ejecución forzada en si misma sino el poder
para realizar la ejecución forzada. (p 188)
Es por lo que puede forzosamente puede concluirse que el poder de ejecución existe
siempre como la realización práctica después que se ha producido un mandato judicial y
como tal debe ser cumplido, lo que va a variar dependiendo del caso es la intensidad de la
ejecución, ya que en algunos casos la persona obligada a cumplir lo hace de manera
voluntaria lo que impide que la ejecución sea forzosa, como en otros casos sólo debe
cumplirse con alguna actividad y de esta manera se satisface al juzgador.

Posición de la Jurisdicción en el Ordenamiento Jurídico

La jurisdicción es una función estatal de satisfacción de pretensiones ante una controversia


o conflicto. Hoy en día la jurisdicción en Venezuela ha sido asociada al Poder Judicial, los
Tribunales de la República y la administración de justicia. Las constituciones analizadas
además de declarar en la mayoría de los casos la independencia del Poder Judicial, reservan
la administración de justicia y la creación, organización y competencia de los Tribunales a
la competencia del Poder Nacional en todo el territorio nacional; dejando a la ley su
organización y atribuciones específicas. Pero vale acotar que independientemente de los
principios de exclusividad y unicidad jurisdiccional, las Constituciones de 1961 y 1999
hacen referencia expresa a jurisdicciones especiales cómo la "jurisdicción contenciosa
administrativa (1961)", y jurisdicciones especiales: militar, indígena, contenciosa
administrativa, constitucional, disciplinaria judicial, contenciosa electoral, laboral (1999),
ésta última en sus artículos 49.4, 259, 260, 261, 286, 287, 297 y la disposición transitoria
cuarta.

Según el grado de jurisdicción: los tribunales se pueden dividir en:


El Tribunal Supremo de Justicia en la actualidad.
1. Sala Plena.
2. Sala Constitucional.
3. Sala Político-Administrativa.
4. Sala Electoral.
5. Sala Social (Integrada por Sala de Casación Agraria, Laboral y de Niños y
Adolescentes).
6. Sala de Casación Penal.
7. Sala de Casación Civil.
Tribunales de jurisdicción ordinaria.
1. Corte de Apelaciones.

 Atribuciones en materia mercantil.


 Atribuciones en materia penal.
2. Tribunales Superiores.

 Atribuciones en materia civil.


 Atribuciones en materia mercantil.
3. Tribunales de primera instancia.

 Atribuciones en materia civil.


 Atribuciones en materia mercantil.
4. Juzgados de Municipio.
5. Jurisdicción mercantil.
6. Jurisdicción penal.

 Secretario de Sala.
 Secretario del Tribunal de Control.
 Secretario de la Corte de Apelaciones.
7.- Tribunales de jurisdicción especial.
1. Jurisdicción contencioso electoral.
2. Jurisdicción de protección del niño y el adolescente.
3. Jurisdicción Bancaria.
4. Jurisdicción Arbitral.
5. Jurisdicción de Tribunales de Paz.
 Jurisdicción Laboral
6. Jurisdicción Contenciosa-Administrativa.
 Jurisdicción Agraria.
7. Jurisdicción Penal Militar.
8. Jurisdicción de Tránsito.
 Competencia territorial
9. Jurisdicción especial en materia de consignaciones de cánones de arrendamiento.

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