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ACTIVIDAD 2

ENCUENTRA LA IMAGEN

PRESENTADO POR:

EULALIA ESCALANTE PINTO

DOCENTE:

DIANA VIGOYA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

CÁTEDRA IBEROAMERICANA: ESCUELAS PSICOLOGÍAS DINÁMICAS


Mostrare los mecanismos de defensa que presentaba la paciente EMMA en su
condición mental frente al yo, ello, Claramente.

La Represión

 La represión primaria

Ocurre exclusivamente en el Inconsciente y permite la inscripción en la psique


de la representación de la pulsión sexual, lo que permite que el sujeto sea
capaz de desear y buscar el cumplimiento de su deseo.

Se podría decir que es la creación de un vacío o una falta gracias a la cual el


sujeto podrá desear completarla, al mismo tiempo que le dará la fuerza al
aparato psíquico para mantener inconscientes aquellas vivencias que le
recuerden que esta falta existe.

 La represión secundaria

También llamada represión propiamente dicha.

Cuando una representación se vuelve intolerable para el Yo, el aparato


psíquico la reprime, volviéndola inconsciente, por lo que el sujeto la “olvida ”
(o, más bien, desconoce que la recuerda).

El yo sigue como si nunca hubiera ocurrido dicho acontecimiento hasta el


Fracaso de la defensa, tras lo cual vuelve a intentar reprimir la representación o
bien, se vale de otros mecanismos para someterla y mantenerla olvidada.

Forclusión
Según Jacques Lacan, este mecanismo es como una represión pero mucho
más radical y se encuentra a su mismo nivel (es decir, previo a los retornos de
lo reprimido).

La conclusión ocurre cuando el sujeto se encuentra con una representación o


significante que le genera tanta angustia que es incapaz de reprimirlo, pues
para hacerlo necesita previamente aceptar su existencia.

Es decir que el sujeto rechaza de tal forma esta representación que rehúsa su
existencia misma, produciendo la conclusión de ese significante, el cual no
entra nunca al cúmulo de representaciones inconscientes, a diferencia de
aquellos contenidos reprimidos.

Formación reactiva
El sujeto, ante el retorno de una representación reprimida, manifiesta su total
opuesto como una forma de defenderse ante este conflicto o amenaza.

Por ejemplo, un niño odia a su hermano menor pero se siente culpable por
dichos sentimientos y los reprime. Dado que la represión fracasa, el hermano
menor manifiesta un intenso amor y sobreprotección hacia su hermano aunque
sus acciones hacia él seguirán estando marcadas por el odio.

Otro ejemplo conocido se encuentra en la película “El sexto sentido”. En ella


una adolescente muere a causa de una supuesta larga y desconocida
enfermedad. Sin embargo se revela luego que era la madrastra quien la
enfermaba, la misma que manifestaba un enorme amor y cuidado hacia la niña
como formación reactiva.

Conversión histérica

Muy parecida a la actual hipocondría, el sujeto reprime la representación a


cambio de manifestar un síntoma físico como incapacidad para hablar o mover
ciertas partes del cuerpo. Esta discapacidad generalmente guarda un nexo
lógico con aquello reprimido.

Un caso famoso de Freud, en los inicios de su teoría, es el de Elizabeth von R.,


quien sufría de una parálisis en las piernas. A través del análisis, Freud
descubre en ella deseos de casarse con su cuñado y culpa a raíz de dicho
deseo por haber tenido ese pensamiento en el funeral de su hermana.

Una vez el recuerdo es “ revivido” y Elizabeth admite lo que siente, su parálisis


se cura.

Introyección

La Introyección, muchas veces llamada identificación, comprende la


adquisición o atribución de características de otra persona como si fueran de
uno, probablemente sea porque resuelve algunas dificultades emocionales en
mi propio self.

Por ejemplo, si se le deja solo a un niño con mucha frecuencia, él intenta


convertirse en “papá” de manera de disminuir sus temores. En ocasiones les
vemos jugando a con sus muñecos diciéndoles que no deben tener miedo.
También podemos observar cómo los chicos mayores y adolescentes adoran a
sus ídolos musicales, pretendiendo ser como ellos para lograr establecer una
identidad.

Vuelta contra sí mismo (agresión contra si mismo)

Agresión contra el propio self es una forma muy especial de desplazamiento y


se establece cuando la persona se vuelve su propio blanco sustitutivo.
Usualmente se usa cuando nos referimos a la rabia, irritabilidad y la agresión,
más que a impulsos más positivos. Constituye la explicación freudiana para
muchos de nuestros sentimientos de inferioridad, culpa y depresión.

Transformación en lo contrario

La transformación en lo contrario y la vuelta contra sí mismo probablemente


sean independientes del grado estructural psíquico alcanzado, y tan antiguos
como los instintos, por lo que constituyen los mecanismos de defensa más
primitivos empleados por el yo.

Referencias

1. Freud, S.: La interpretación de los sueños, Amorrortu Editores (A.E.),


tomo IV, Buenos Aires, 1976.
2. Freud, S.: La negación, A.E., XIX, ídem.
3. Freud, S.: Pulsiones y destinos de pulsión, A.E., XIV, ídem.
4. Freud, S.: La represión, ídem.
5. Freud, S.: Lo inconsciente, ídem.
6. Freud, S.: Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de
paranoia (Dementia paranoides) descripto autobiográficamente,
XII, ídem.
7. Freud, S.: Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci, XI, ídem.
8. Lacan, J.: El Seminario. Libro 3: Las psicosis, Paidós, Buenos Aires,
1994.
9. Freud, S.: Las neuropsicosis de defensa, III, ídem.
10. Freud, S.: Las neuropsicosis de defensa, Amarrarte Editores (A.E.),
tomo III, Buenos Aires, 1976.
11. Freud, S.: Estudios sobre la histeria, II, Buenos Aires, 1976.

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