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I OBJETIVOS

El objetivo de la siguiente investigación será conocer que tanto (o cómo)


influyen las relaciones interpersonales en el logro del éxito laboral del
maestroAnalizar, mediante la revisión y análisis de teorías y ensayos dede
publicaciones académicas, los diferentes comportamientos y necesidades del
entorno del maestro; así como la aplicación de diferentes herramientas que
permitan valorar o medir en el docente de los diferentes niveles educativos el
grado en que le afectanconceptos y categorías construidos entorno a las
relaciones interpersonales en el ámbito escolar. de acuerdo a sus funciones y
diferentes participaciones con sus compañeros de trabajo, los padres de familia y
los alumnos.

II PROPOSITOS

Obtener el conocimiento teórico acerca de la influencia de las relaciones


interpersonales a través de los diferentes conceptos e investigaciones realizadas.

Identificar de quequé manera los autores de las publicaciones consultadas,


vinculan los fenómenos de la comunicación dentro lacomunicación, la comunidad
educativa afecta y las relaciones interpersonales y el logro de las metas de la
comunidad educativa.

Dar cuenta de lo que se aprende de las relaciones interpersonales que


existen entre docentes y la comunidad educativa, identificando fortalezas y
debilidades de las relaciones.

Conocer cómo se fortalecen las relaciones interpersonales entre


compañeros docentes, padres de familia y alumnos, identificando las áreas de
oportunidad en cada actor de la educación.

Conocer cómo influyen las relaciones interpersonales en el éxito


profesional y personal del maestro.
III

El psicólogo estadounidense Abraham Maslow (1943), planteo “La teoría


de la motivación humana”, en la cual expresa una jerarquía de necesidades del
ser humano ordenada por niveles. Estos niveles abordan necesidades fisiológicas
como el hambre o el sueño; necesidades de seguridad tales como la salud, un
salario, seguridad física, entre otras. Las necesidades en las cuales nos
centraremos quedan expresadas en el tercer, cuarto y quinto nivel, que son las
sociales, de aprecio y de autorrealización. Ambas van de la mano, pues las
satisfacciones de unas necesidades permiten la coexistencia de las otras. Es
decir, cuando el ser humano establece relaciones favorables de grupo ya sea con
familia, amigos o trabajo, surgen las necesidades de aprecio, éstas resaltan la
importancia de sentirnos apreciados y valorados por los demás; al obtener ese
reconocimiento y valoración en el grupo al que pertenecemos suponemos
entonces que tenemos éxito personal.

La pregunta es, a través de nuestra labor diaria en la escuela con los


alumnos, los padres de familia y nuestros compañeros de trabajo ¿podemos
satisfacer estos niveles de la pirámide de necesidades? ¿puede nuestro centro de
trabajo ayudarnos a llegar al nivel más alto? ¿Qué tanto (o cómo) influyen las
relaciones interpersonales en el logro del éxito personal o laboral?

Con el estudio del tema que se plasma a continuación se espera que


reconozcamos el papel que juegan las relaciones interpersonales y el trabajo
colaborativo en las distintas organizaciones. En el artículo “La Motivación en las
Organizaciones” (CUAED, UNAM, 2017) se menciona que la motivación resulta
de gran importancia como elemento clave en la construcción de una cultura
organizacional sólida. La motivación laboral, está basada en la filosofía, principios
y cultura corporativa, es decir en las relaciones interpersonales, a fin de que los
colaboradores desarrollen un sentido de orgullo y de pertenencia a la
organización y se sientan más estimulados a realizar sus labores de una mejor
manera.
Según Quintanilla, Quintanilla, Prieto (2022) un ambiente positivo o
negativo en nuestro plano laboral, nos impactara de igual manera en el personal y
viceversa. Depende de nuestras experiencias vividas anteriormente es como
reaccionaremos a las nuevas vivencias y como influiremos en nuestros
compañeros. Este ambiente favorable o no, surge por medio de la relación diaria
entre los docentes de un centro educativo. Es por ello que la convivencia entre
docentes dentro de las instituciones educativas ha sido objeto de estudio, para
conocer su influencia en el servicio educativo que brinda la institución.

La convivencia nos habla del fenómeno de co-existir con otros tejiendo


vínculos definitivos, provisionales o ambiguos que nos fortalecen o debilitan y que
representan una construcción evolutiva, individual y sociohistórica (Sime Poma,
2007, p.41).

Convivir con otras personas nos hace conscientes de sus necesidades,


opiniones, saberes, limitaciones y sus formas de vida. Depende de nuestras
experiencias previas el cómo construimos relaciones armónicas o discordantes
con los demás, así podemos ser un impulsor o detractor para que las personas a
nuestro alrededor escalen su propia pirámide de necesidades.

Nuestros centros de trabajo se convierten en nuestro grupo más cercano


de interacción después de la familia (o amigos), por lo cual de una u otra manera
estamos obligados a convivir con nuestros compañeros de escuela siempre en
pro de nuestra labor primordial que es brindar educación de excelencia a nuestros
estudiantes, promover el máximo logro de aprendizaje, desarrollo de su
pensamiento crítico y el fortalecimiento de los lazos entre escuela y comunidad
(ART. 3º CPEUM, 2019); por ello es necesario construir y sostener condiciones
que aseguren la buena convivencia y el desarrollo integral, como parte de su
función formativa, entendiendo que la convivencia escolar es un elemento
constitutivo de un proceso escolar satisfactorio y productivo (Arancibia Muñoz,
2014, p. 18). Así pues, cuando existe una buena relación de convivencia entre los
docentes, se toman decisiones de manera consensuada para privilegiar la calidad
de excelencia de su institución (Quintanilla-Ayala, Quintanilla-Aldeán, Prieto-
López, 2022).

La creación de un buen clima escolar y, en consecuencia, el cuidado en la


gestión de las relaciones interpersonales en los centros educativos requiere algo
más que la mera coexistencia o la tolerancia hacia el prójimo, precisa una
intervención coordinada que regule la Convivencia. (Londoño y Mejía, 2021, p.12).
Estos autores, apuntan que para la creación de este buen clima es primordial que
prevalezca la comunicación entre todos los participantes en la educación:
docentes, directivos, alumnos, padres de familia y de más autoridades educativas.
La comunicación efectiva se pone de manifiesto en el ambiente de aula, en el
clima afectivo docente-alumnos, en las reuniones y charlas informales con los
padres de familia, en los talleres y/o cursos educativos que se realizan, al dar
cumplimiento del reglamento en el trabajo, en la comunicación de las necesidades
personales con las autoridades inmediatas, entre otros momentos en los que la
comunicación juega un papel importante para impulsar y/o fortalecer las
relaciones interpersonales y una sana convivencia.

De manera inherente a la convivencia está la participación de los


integrantes de un centro de trabajo. Ganem (2010), citado por Perales, 2016), ,
menciona que “la participación es un derecho y un proceso, el cual implica un
aprendizaje colectivo sobre cómo pueden relacionarse entre sí los diversos
actores sociales” (p. 73); está ligada a la promoción de la legalidad, a impulsar
una vida democrática en la que haya justicia, equidad, trasparencia y rendición de
cuentas.

Glass (2000) hace referencia a las teorías educativas de Dewey y Freire,


indica que tienen principalmente dos aspectos en común: por una parte, el
fomento de la comunicación abierta a través del diálogo respetuoso, y por otra la
deliberación crítica y la acción dirigidas a la transformación de los obstáculos que
se interponen en la realización personal.
De esta manera podemos observar que la participación, la convivencia y la
comunicación van de la mano entre los trabajadores de una misma institución
educativa. La política de convivencia debe enfatizar los valores de autonomía,
diálogo, respeto y solidaridad, así como la participación democrática y el
desarrollo de la conciencia crítica son claves para que niños y niñas se
desarrollen de manera integral (Arancibia Muñoz, 2014, p.18).

Así pues, en pro del aprendizaje del alumnado, en cada centro educativo
se crea un código de comunicación interna; podemos afirmar que en cualquier
organización se pretende salvar barreras organizativas, administrativas,
económicas, semánticas y psicológicas para trasmitir informaciones de la forma
más eficaz, eficiente y rigurosa (Martínez Manero, 2015, p.4). Para respetar y
fomentar esta comunicación interna y la convivencia entre los miembros de cada
centro, se brindan espacios intencionados para fortalecer y dar seguimiento a
temas que solo son relevantes al centro educativo en cuestión; estos espacios
pueden ser los Consejos Técnicos Escolares (CTE), los tiempos cortos, talleres o
capacitaciones a nivel de zona escolar.

Los CTE son espacios en los cuales los profesores, según el Acuerdo 96
(SEP, 1982), sesionan por lo menos una vez al mes, en él analizan diversos
temas, tales como: práctica docente, planes y programas de estudio, métodos de
enseñanza, evaluación de programas; así como la adquisición, elaboración y uso
de materiales didácticos e impulsan la capacitación docente. (Moreno-Olivos,
2017 p. 5).

Gonzales, de la Garza y de León (2017), encontraron que en estos


espacios de CTE se manifiestan las fortalezas, áreas de oportunidad, avances, de
cada centro de trabajo y de sus miembros. Son espacios de análisis y reflexión
que permiten la toma de decisiones pensadas, enfocadas y consensuadas entre
todos los participantes de una misma institución para el cumplimiento de brindar
una educación de calidad a la comunidad escolar.
El trabajo colaborativo que se desarrolla en los CTE, los fortaleció como
espacios para la formación continua. La investigación realizada por Gonzales, De
la Garza y De León (2017) señalan que, en éstasestas sesiones, los docentes
tienen oportunidad de intercambiar experiencias enriquecedoras y elementos
teóricos –como herramientas conceptuales– para entender mejor la práctica
cotidiana y no tratar de acotar la realidad a la teoría. Construyeron una visión de
los CTE como una plataforma para que lo que allí se trabaje, repercuta
directamente en lo que en ella realizan. (González, de la Garza, de León
Hernández, 2017, p. 31)

Entre los docentes existe un trabajo colegiado, se entiende la colegialidad


como un espacio de encuentro que permite aprender, convivir y construir una
cultura de trabajo en equipo. La cultura de colaboración favorece las relaciones de
trabajo en equipo que se manifiestan como espontáneas, voluntarias y orientadas
al desarrollo (Moreno-Olivos, 2017, p.6).

Existen elemento claves para trabajar colaborativamente, en el documento:


TRABAJO COLABORATIVO Y DESARROLLO PROFESIONAL DOCENTE EN LA
ESCUELA, se enlistan dichos elementos con el fin de sistematizar este proceso.
El primer elemento es definir un objetivo común en el grupo, que responda a
necesidades y desafíos de sus prácticas pedagógicas. Posteriormente se asume
la responsabilidad individual y compartida para alcanzar ese objetivo. Se asegura
la participación activa y comprometida de todos los miembros. Se promueven
relaciones simétricas y recíprocas en el grupo. Se desarrollan interacciones
basadas en el diálogo y la reflexión pedagógica. Finalmente se llevan a cabo
encuentros frecuentes y continuos en el tiempo. (TRABAJO COLABORATIVO Y
DESARROLLO PROFESIONAL DOCENTE EN LA ESCUELA p. 2). Estos
elementos no son desconocidos para los docentes de nuestras escuelas
mexicanas, pues responden a los ámbitos del Plan Escolar de Mejora Continua, el
cual se realiza tomando en cuenta las opiniones y necesidades de toda la
comunidad escolar; es decir, mediante el trabajo colegiado.
Una de las decisiones fundamentales que toman los maestros de una
escuela es el trazo del Plan Escolar de Mejora Continua, el cual se diseña al inicio
del ciclo escolar y cada mes se hace una revisión del mismo para conocer los
avances o áreas de oportunidad de la escuela. En este plan se toman en cuenta
varios ámbitos que van desde los pedagógicos hasta los administrativos, se toma
en cuenta la opinión de cada docente y del directivo, se trazan los objetivos y las
metas a cumplir durante el ciclo escolar, también se designan los responsables,
incluso se asignan los tiempos en que se realizaran las acciones establecidas.
Este PEMC es un ejercicio palpable de la comunicación asertiva entre docentes,
da muestra de la toma de decisiones basadas en las relaciones interpersonales,
pues cada elemento de la institución conoce sus fortalezas y debilidades, así
como las de sus compañeros y se brindan apoyo para realizar las acciones en las
que se sienten seguros o bien, impulsan y brindan acompañamiento a quien
sienten que lo necesita. Este ejercicio de democracia en la toma de decisiones en
una organización educativa, resalta que las relaciones interpersonales son un
aspecto clave para consolidar los procesos y los objetivos, y que toda acción se
verá afectada por las relaciones entre sus miembros (Adama-Amaya, Mg. Hernán
Rivelino, 2022, p. 8); continuando con el sentido de los autores, para alcanzar las
metas educativas establecidas en el PEMC, los docentes deben trabajar de
manera colegiada, colaborativa e incluso de llevar a cabo planes de trabajo de
manera simultánea; de este modo irán fortaleciendo a su equipo de trabajo y el
logro de las metas y objetivos propuestos.

En este equipo de trabajo quedan inmersas todas aquellas personas que


son parte de una construcción de ideas y formación de sentimientos, es
importante lograr que las personas sean parte de la formación de un buen clima
institucional, además de ser el factor que puede servir de indicador de éxito y de
ejemplo en una Institución Educativa, el desarrollo de distintas habilidades
emocionales en un individuo le da la herramienta para mejorar el desempeño y
sentirse seguro (Huanca, Larico, Apaza-Justo y Quispe-Ticona, 2021, p.4).
Es por ello que se resalta la importancia de una participación activa de
todos los miembros del equipo, pues todos tenemos algo importante que aportar.
El logro de la participación activa de todas las partes depende también del
liderazgo ejercido en la institución por parte del directivo, pues esta característica
es fundamental la figura del director para influenciar y movilizar a los demás en el
logro de metas compartidas (Adama-Amaya, Mg. Hernán Rivelino, 2022).

El directivo escucha, propone, consensua acuerdos, guía y brinda


acompañamiento para que su equipo realice las acciones propuestas para dar
cumplimiento al PEMC. Gracias al liderazgo del directivo se puede influir para
lograr que se realice un verdadero trabajo en equipo y todo lo que ello implica, se
debe reconocer como un aspecto de suma importancia el clima laboral la
comunicación adecuada y asertiva que afianza los lazos entre compañeros y
superiores, no solamente desde el punto de vista afectivo que ayuda en gran
medida, sino también se ve reflejada en la claridad y pertinencia al transmitir
instrucciones para la realización de actividades (Quintanilla-Ayala, Quintanilla-
Aldeán, y Prieto-López, 2022, p.12).

En este punto se resalta la importancia no solo de comunicarse, sino de


hacerlo de manera asertiva, en una investigación realizada por Cañas Betancur y
Hernández Sánchez (2019); encontraron que el 79,5% de los participantes de
una misma institución educativa manifiestan la presencia de comunicaciones de
tipo asertivo, lo cual indica que tienen claro que es necesario comunicarse de esta
manera para lograr relaciones interpersonales favorables y dar cumplimiento de
las metas del centro de trabajo, así como mantener un diálogo claro y abierto con
la comunidad educativa.

Los directivos deben crear conciencia acerca de la comunicación en forma


efectiva y eficaz y entender la fuerza y a importancia que tiene entre docentes,
equipo administrativo, y la gestión del centro educativo ya que ayuda a contar con
un mejor ambiente de trabajo y esto puede lograr mejoras en el desempeño de las
actividades al contar con un ambiente laboral armonioso, permite alcanzar los
objetivos de la institución.

El docente previamente estimula todos los sentidos de los estudiantes


antes de proceder a impartir conocimientos hábitos y destrezas. Es una norma
didáctica. Los estudiantes luego del proceso de la motivación y mediante una
comunicación limpia, diáfana y frontal, llegan sin mayores dificultades el
aprendizaje, ya que el docente aplica un proceso comunicativo que brinde
confianza y que facilite la comprensión. Se determina también la comunión entre
la comunicación y la formación personal van de la mano es un medio y un fin para
llegar a todo. Los obstáculos más impredecibles son salvados por la
comunicación, la misma que nace en el hogar, se justifica en la escuela y se
tecnifica en la universidad. Visto de esta manera, se supone correctamente, es
decir, mantener una excelente comunicación. (Vélez M., Ponce Z. y Solórzano S.,
2016)

De acuerdo a Cabrejos (2018) una comunicación eficaz y asertiva ayuda a


que el docente se sienta valorado y tomado en cuenta en su centro de trabajo, de
este modo tiene mayor apertura hacia el cumplimiento de los objetivos de la
escuela, y presentan mayor actitud para cambiar sus prácticas educativas, para
realizar adecuaciones de planes de trabajo en busca de satisfacer las
necesidades e intereses del alumnado mediante la implementación de nuevas
estrategias apegadas a los planes de estudio cambiantes y a las condiciones de
trabajo; pues son los docentes, directamente quienes hacen el cambio, sin
embargo, ese cambio no es notorio debido a factores como las tareas, las
condiciones de trabajo, el reconocimiento personal y/o social y el aspecto
económico. (Cabrejos, 2018, p.6).

Reyes, Pérez Martínez, Rousseaux Mola y Vega González (2014). Señalan


que el profesor está en constantes capacitaciones, inmerso en actualizaciones
para desarrollar de mejor manera su labor docente, es el enlace entre alumnos y
demás actores de la educación, se ha asumido al profesor como protagonista y
principal responsable de la comunicación en el escenario docente. El docente es
el encargado de comunicar los logros de los alumnos, pero también las
necesidades de su grupo y de su escuela (Reyes, Pérez Martínez, Rousseaux
Mola y Vega González 2014, p.5).

Estas necesidades no solo se refieren a lo pedagógico, también abarcan


necesidades de condiciones médicas de sus alumnos, de capacitación del mismo
docente, de los insumos necesarios para llevar a cabo su práctica educativa, de
infraestructura, entre otros. Cuando existe una comunicación asertiva con
autoridades y padres o tutores de los alumnos, se logran expresar estas
necesidades y partir de ellas para crear acuerdos entre las partes involucradas en
el desarrollo educativo del alumno, canalizar dichas necesidades a las
instituciones pertinentes, el docente coadyuva en la consecución de recursos
materiales para su aula o escuela. Como lo señala Cabrejos (2018) este trabajo
cooperativo y compromiso se logra cuando existe una satisfacción laboral por
parte del docente.

Una vez que se trabaja en la satisfacción de las necesidades de la


institución, el docente brinda una rendición de cuentas, en la cual comunica a la
comunidad escolar los resultados educativos, de esta manera el proceso de
enseñanza-aprendizaje resalta y centra la importancia de la comunicación
pedagógica para poder garantizar su calidad (Ribot Reyes, Pérez Martínez,
Rousseaux Mola y Vega González, 2014, p.7); lo cual es nuestra labor primordial:
brindar educación de excelencia a todos nuestros educandos.

Referencias

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