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MARCO TEORICO

.
ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACION

Es también importante exponer algunos referentes teóricos, de estudios


centrados su eje de interés en la formación en valores, tal es el caso de
Martínez (2011), en su tesis doctoral titulada: Aproximación de un modelo
teórico de la formación en valores para la ciudadanía global. En ella,
analiza las implicaciones de la orientación educativa en la formación en
valores para los ciudadanos en la época actual. Realiza un estudio
comparativo de la teoría y realidad en relación a la orientación, el objetivo de
la educación y la formación en valores. Concluye que el proceso de
formación en valores requiere de diversos componentes entre los cuales
señala el papel orientador del educador y la integración de padres y
representantes aunados a las actitudes de cambios de dichos entes para la
formación de un nuevo ciudadano.

Según Piaget (1932): Hablar de la autonomía en los niños es hablar de la moral


que se va formando en cada uno de ellos a partir de las reglas y valores
trabajados, buscando con estos la moral que es una de las prioridades en la
formación, por esta razón se hace necesaria una educación que permita un mejor
entendimiento y puesta en práctica del desarrollo y la moral como fuente para una
mejor comprensión del mundo actual. Toda moral consiste en un sistema de
reglas y la esencia de cualquier moralidad hay que buscarla en el respeto que se
adquiere hacia éstas (p.9). 12 Montealegre, Bernal, y Suárez (2015) plantean que
“la autonomía es de vital importancia en el desarrollo de los niños y niñas porque
les permite constituirse como sujetos que sienten, piensan y hacen, formándose
dentro de distintos procesos de socialización”.

Escuela-familia. Ambos contextos deben propiciar el aprendizaje de la importancia


de adquirir hábitos y prácticas en diferentes valores de los niños y niñas llevando a
cabo una orientación que les permitan desenvolverse en el mundo exterior;
llegado a este punto, la escuela se constituye en el óptimo instrumento para el
logro de la paz, la democracia, la convivencia pacífica y el respeto por los demás.
Desde allí se puede facilitar espacios para el diálogo, la comunicación, la
participación, la búsqueda de solución de conflictos; por tanto, esta debe
convertirse en el foco generador de alternativas para la construcción de sociedad y
el desarrollo humano. Las escuelas no pueden dejar de lado su papel
fundamental, la formación de ciudadanos, como eje central del quehacer
pedagógico, no deben centrar su atención en lo académico y lo científico,
restándole importancia a la formación de personas con sentido humanístico,
respetuoso, responsable; capaces de darle sentido a su vida, fundamentada en la
justicia, la paz, el bien común y la participación democrática. Cano y Casado
(2015) menciona: Todo ello, nos ha de hacer reflexionar sobre los conceptos
actuales de familia y escuela, sus relaciones, las posibles barreras que impiden
entrar y permanecer dentro de una dinámica participativa entre ambas; sobre lo
que la escuela espera de los padres y los padres de la escuela; sobre la
necesidad de unas buenas prácticas para mejorar la formación de los padres a
través de las Escuelas de Padres y sobre la práctica orientadora que han de
ejercer los docentes (p.16). En este orden de ideas la relación de la familia y la
escuela debe ser un trabajo conjunto y continuo para así poder ayudar a sus
miembros a aprender sobre los valores y principios. Conocer las situaciones
emocionales por las que transitan las familias a lo largo del proceso educativo y
saber orientar a sus hijos, potenciando unas buenas relaciones de participación
efectiva. La relación entre escuela y familia tienen mucho en común ya que
comparten un mismo propósito, están llamados a fortalecer el papel de la
formación en valores desde la educación inicial hasta la universitaria. Torío (2006)
afirma que: Los padres desean que sus hijos adquieran una estructura de valores
que les facilite su desenvolvimiento en el mundo exterior, pero, a la vez, son
conscientes de la dificultad que ello entraña. No basta con la intención deliberada
de educar en valores para lograrlo, sino que requiere el papel activo de los hijos
para asumir o no éstos. De igual modo, no podemos afirmar que exista una
relación directa entre los valores que los padres desean para sus hijos y los que
éstos adquieren. Siempre está la interpretación que cada hijo haga de la conducta
de los padres y, en dicha interpretación, se encajarán las propias experiencias.

En esta dirección teórica, es conveniente citar la postura de la UNESCO


(2011): “La escuela actual y del futuro debe tomar en consideración los
valores de la sociedad”. Es decir, asumir a la escuela como ámbito de
interacción humana facilitadora del crecimiento personal para actuar
acertadamente en el contexto. Sin embargo, la escuela es un lugar donde se
fraguan múltiples interacciones humanas por lo cual es imposible concebir
tales espacios en equilibrio perfecto.

Al respecto, la UNESCO (2007) señala para cumplir la función última de


la educación se necesita una educación de calidad. En ese sentido declara:
“todas las personas tienen derecho a una educación de calidad”, la cual debe
corresponder según dicho organismo a dimensiones tales como: respeto a
los derechos, pertinencia social, equidad, eficiencia y eficacia.

La convivencia en la escuela está llamada a favorecer la autonomía en los niños,


niñas y jóvenes propiciando en ellos valores que les permitan desarrollar las
competencias ciudadanas y tener una mejor convivencia. Lo anterior indica que la
sociedad, en particular la escuela, deben tener claridad de su papel como
orientadores de valores, dirigiendo sus acciones hacia la formación de ciudadanos
capaces de actuar constructivamente en una democracia participativa, respetando
los derechos y las libertades de la persona, trabajando intensamente en la
búsqueda de valores humanos, que den sentido a su existencia tanto individual
como social apropiando principios que le permita vivir sana, justa, cívica y
humanamente.

Es necesario y primordial apropiarnos de los conceptos y de los valores que son


importantes para el desarrollo de competencias, hay que cambiar y asumir que se
puede mejorar la práctica vivencial de los valores a través de la enseñanza y del
ejemplo constante. Por tanto, al hablar de educación en valores humanos no se
trata de trabajar con conflictos que observamos de forma lejana o ajena, se trata
de lograr que nuestras acciones contribuyan a construir una sociedad más justa,
sostenible, equitativa y solidaria. Educar conlleva a la responsabilidad de
acompañarlos en este proceso que es crecer, siendo necesario educar también en
la autonomía mora.

Es así como, la Educación Bolivariana de Venezuela, contempla a la escuela


como una gran sociedad formadora e integradora de ciudadanos en un proceso
dinámico en permanente construcción, los estudiantes son asumidos en su
integralidad y complejidad ,desarrollando las experiencias educativas, en un
intercambio de saberes que fomentan el conocimiento, los valores, las actitudes,
habilidades y destrezas e implican una acción generadora de la
transformación curricular, vinculada a formar en un contexto cambiante,
exigente de una convivencia para preservar la solidaridad, el respeto y la
tolerancia.

El respeto, la tolerancia y la solidaridad como fundamento para la


convivencia.

Educar hoy exige formar desde los valores en el marco de una cultura orientada
hacia la convivencia, el respeto, la tolerancia y la solidaridad serian
grande baluartes para consolidarla. Desde este enfoque la escuela puede
asumirse como el lugar ideal para producir la cultura de convivencia
democrática, un nuevo escenario para todos los directores, docentes,
estudiantes, personal administrativo y obreros en general van a aprender a
vivir juntos asumiendo los valores como individuos y colectivos.
Esto implica, entablar relaciones fraternas, e identificar y resolver
problemas no para buscar culpables como comúnmente se hace. Sino
asumir responsabilidades disminuyendo las adversidades, sin embargo a lo
largo de ésta investigación se observa en las aulas de clase ese recurrente
clima de irrespeto, intolerancia y poca solidaridad entre los actores del
ámbito educativo, la falta de vivencia de una axiología pone en peligro la
creación de una sana convivencia.
Ciertamente, Hernández (2007) sostiene: “convivir significa vivir con otros
sobre la base de unas determinadas relaciones sociales y unos códigos
valorativos en el marco de un contexto social determinado” (p. 89). Dicho
autor reconoce es un modo de relacionarse o de vivir según unos valores
compartidos o comunes. Por ello, la convivencia es un fin educativo, de allí, el
Ministerio de Educación y Deporte, sostiene la convivencia es la coexistencia
pacífica de os miembros de la comunidad educativa y supone la interrelación
positiva entre ellos, permitiendo el adecuado cumplimiento de los objetivos
educativo para el desarrollo integral de los estudiantes.

No obstante, mediante la observación; es triste evidenciar la persistencia


de las diferencias, discriminación y conflictos entre sus miembros, la agresión
física y verbal se hace recurrente, inclusive la situación traspasa hasta la
denuncia y expedientes policiales como medida canalizadora de conflictos
entre colegas. En tal sentido, la convivencia no es ausencia de conflicto sino
un modo educado; puede decirse para solucionar los conflictos sin usar la
violencia en ninguna de sus formas. Por tanto, la convivencia escolar,
inspirada en los valores del respeto, la tolerancia y la solidaridad desde el
marco de una cultura democrática, constituye uno de los pilares del proceso
educativo.

El valor del respeto

La educación es vista como el proceso social emergente en cuyo colectivo se


pretende generar el crecimiento personal- integral de cada ser
humano. Es interesante destacar, que el Currículo Nacional Bolivariano
(2001) expresa como objetivos puntuales del Subsistema Educación
Primaria Bolivariana entre otros los siguientes:

 Desarrollar valores, actitudes y virtudes para fortalecer su dignidad y la


identidad venezolana.
 Afianzar sentimientos de amor y respeto por sí mismos y sí mismas, familia,
escuela comunidad. De modo tal, la educación es la vía mediante la cual el ser
capaz de lograr su transformación en beneficio de una sociedad próspera y
unida.

Por todo ello, el C.N.B (ob.cit), en cuanto al papel del egresado y


egresada del Subsistema de Educación Primaria Bolivariana expresa: los
niños que egresen deben ser poseedoras y poseedores de valores sociales
e individuales como la libertad, el respeto, la tolerancia, la convivencia y
promoción del trabajo liberador, el afecto, la honestidad, la honradez, la
cortesía y modestia en sus acciones y actuaciones.

También en el Currículo Nacional Bolivariano en el apartado referido al


área de educación física, deporte y recreación expone en una de sus
finalidades lo siguiente: desarrollar en el niño habilidades motrices básicas a
través de la actividad física, lúdica y rítmica que contribuyan a su formación
como ser social, participativo, respetuoso, cooperativo y solidario.

El valor de la tolerancia

La tolerancia la asumo como la actitud comprensiva y constante del ser


humano hacia las opiniones y acciones contrarias en las relaciones
interpersonales, sin tal disposición se considera sería casi imposible
relacionarse armónicamente con los demás.

Es decir, dicho valor implica la reflexión constante, atenta y cuidadosa


sobre el objeto a tolerar de manera tal no se confunda con un dejar pasar
injusticias y atropellos, requiere de una disposición decidida a prestar
atención activa con nuestro pensamiento o acción a las diferentes opiniones,
creencias, valores, y conductas concretas diferentes a las nuestras desde el
marco del respeto a la diversidad humana. Por tanto, la tolerancia se opone
al fanatismo y al dogmatismo. En este sentido, la escuela asume a la
tolerancia como el valor de respetar la diversidad en todas sus dimensiones.

El valor de la solidaridad

La solidaridad es definida, como un tipo de acción de los sujetos basada


en consideraciones de reciprocidad y colaboración con arreglo a valores o a
la tradición” según lo señala Weber (2003, p. 81). Desde la educación formal
se asume a la solidaridad como una condición del ser humano y
complemento de sus actitudes.

Por otra parte, cuando una persona es solidaria con los demás, es porque
brinda apoyo, altruismo, generosidad y emerge desde el corazón el firme
propósito de brindar bienestar sin esperar nada a cambio. Y ello alude no
solo al ofrecimiento sino incluye compromiso y respuesta con aquel
necesitado, bien sea material-moral o espiritualmente.

Es decir, el valor solidaridad es unión y ayuda a una causa, situación o


proyecto de otro u otros. Por lo tanto, supone una acción bien intencionada
para hacer posible el bienestar y la felicidad de terceros y la satisfacción del
ejecutante de la acción benéfica. Sin embargo, los docentes investigados en
su mayoría muestran una concepción centrada solo en la ayuda material con
el necesitado; lo definen como colaboración.
BASES LEGAES.

La normativa legal de la República Bolivariana de Venezuela refleja en muchos de


sus entes la necesidad y obligatoriedad de la formación, conocimiento,
cumplimiento y actuación de diversos valores necesarios para la convivencia
social de los ciudadanos que en ella habitamos. Es por esto que este currículo se
forja bajo las 24 exigencias normativas para el cumplimiento y fortalecimiento de
las mismas dotando a los docentes de un proyecto que les brindará herramientas
y programas de ayuda para la formación de valores a niños de educación básica
II. En las siguientes bases legales que destacamos podemos ver cómo se exige
de forma expresa la formación de los valores.

Ellos son: • Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Ésta refleja en


algunos de sus artículos la obligatoriedad o mandato del ejercicio de una u otra
manera de los valores, es por ello que la educación venezolana le otorga una
parte importante a la formación de los mismos. Los siguientes artículos
demuestran la importancia de la formación de diversos tipos de valores:

Artículo 1. La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente


libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad,
igualdad, justicia y paz internacional, en la doctrina de Simón Bolívar, el
Libertador.

Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de


Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento
jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad,
la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los
derechos humanos, la ética y el pluralismo político.

Artículo 70. Son medios de participación y protagonismo del pueblo en


ejercicio de su soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el
referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa,
constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y
ciudadanas cuyas 25 decisiones serán de carácter vinculante, entre otros; y en lo
social y económico, las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la
cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter
financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas
asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad.

Artículo 76. La maternidad y la paternidad son protegidas integralmente,


sea cual fuere el estado civil de la madre o del padre. Las parejas tienen derecho
a decidir libre y responsablemente el número de hijos e hijas que deseen concebir
y a disponer de la información y de los medios que les aseguren el ejercicio de
este derecho. El Estado garantizará asistencia y protección integral a la
maternidad, en general a partir del momento de la concepción, durante el
embarazo, el parto y el puerperio, y asegurará servicios de planificación familiar
integral basados en valores éticos y científicos.

Artículo 99. Los valores de la cultura constituyen un bien irrenunciable del


pueblo venezolano y un derecho fundamental que el Estado fomentará y
garantizará, procurando las condiciones, instrumentos legales, medios y
presupuestos necesarios. Se reconoce la autonomía de la administración cultural
pública en los términos que establezca la ley. El Estado garantizará la protección y
preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural,
tangible e intangible, y la memoria histórica de la Nación. Los bienes que
constituyen el patrimonio cultural de la Nación son inalienables, imprescriptibles e
inembargables. La ley establecerá las penas y sanciones para los daños causados
a estos bienes.

Artículo 102. La educación es un derecho humano y un deber social


fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como
función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y
como instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al servicio
de la sociedad. La educación es un servicio público y está fundamentada en el
respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el
potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en
una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la
participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación
social consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión
latinoamericana y universal. El Estado, con la participación de las familias y la
sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana de acuerdo con los
principios contenidos de esta Constitución y en la ley.

Artículo 121. Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y


desarrollar su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus
lugares sagrados y de culto. El Estado fomentará la valoración y difusión de las
manifestaciones culturales de los pueblos indígenas, los cuales tienen derecho a
una educación propia 27 y a un régimen educativo de carácter intercultural y
bilingüe, atendiendo a sus particularidades socioculturales, valores y tradiciones.

Artículo 130. Los venezolanos y venezolanas tienen el deber de honrar y


defender a la patria, sus símbolos, valores culturales, resguardar y proteger la
soberanía, la nacionalidad, la integridad territorial, la autodeterminación y los
intereses de la Nación.

Artículo 278. El Consejo Moral Republicano promoverá todas aquellas


actividades pedagógicas dirigidas al conocimiento y estudio de esta Constitución,
al amor a la patria, a las virtudes cívicas y democráticas, a los valores
trascendentales de la República y a la observancia y respeto de los derechos
humanos.

Artículo 350. El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su


lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen,
legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías
democráticos o menoscabe los derechos humanos. •

Ley Orgánica de Educación. La Ley Orgánica de Educación fortaleciendo


los artículos de la Constitución y fomentando el desarrollo de la formación de los
valores establece:
Artículo 3º La educación tiene como finalidad fundamental el pleno
desarrollo de la personalidad y el logro de un hombre sano, culto, crítico y apto
para convivir en una sociedad democrática, justa y libre, basada la familia como
célula fundamental y en la valorización del trabajo; capaz de participar activa,
consciente y solidariamente en los procesos de transformación social;
consustanciado con los valores de la identidad nacional y con la comprensión, la
tolerancia, la convivencia y las actitudes 28 que favorezcan el fortalecimiento de la
paz entre las naciones y los vínculos de integración y solidaridad latinoamericana.
La educación fomentará el desarrollo de una conciencia ciudadana para la
conservación, defensa y mejoramiento del ambiente, calidad de vida y el uso
racional de los recursos naturales; y contribuirá a la formación y capacitación de
los equipos humanos necesarios para el desarrollo del país y la promoción de los
esfuerzos creadores del pueblo venezolano hacia el logro de su desarrollo integral,
autónomo e independiente.

Artículo 11. Los medios de comunicación social son instrumentos


esenciales para el desarrollo del proceso educativo; en consecuencia, aquellos
dirigidos por el Estado serán orientados por el Ministerio de Educación y utilizados
por éste en la función que le es propia. Los particulares que dirijan o administren
estaciones de radiodifusión sonora o audiovisual están obligados a prestar su
cooperación a la tarea educativa y ajustar su programación para el logro de los
fines y objetivos consagrados en la presente ley. Se prohíbe la publicación y
divulgación de impresos u otras formas de comunicación social que produzcan
terror en los niños, inciten al odio, a la agresividad, la indisciplina, deformen el
lenguaje y atenten contra los sanos valores del pueblo venezolano, la moral y las
buenas costumbres. Asimismo, la Ley y los reglamentos regularán la propaganda
en defensa de la salud mental y física de la población.

. Artículo 62. La efigie del Libertador y los Símbolos de la Patria, como


valores de la nacionalidad, deben ser objeto de respeto y de culto cívico
permanente en los planteles oficiales y privados, en los cuales ocuparán un lugar
preferente. •
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. Artículo 5°.
Obligaciones Generales de la Familia. La familia es responsable, de forma
prioritaria, inmediata e indeclinable, de asegurar a los niños y adolescentes el
ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías. El padre y la
madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que
respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos. El Estado debe
asegurar políticas, programas y asistencia apropiada para que la familia pueda
asumir adecuadamente esta responsabilidad, y para que los padres y las madres
asuman, en igualdad de condiciones, sus responsabilidades y obligaciones.

Artículo 8°. El Interés Superior del Niño es un principio de interpretación y


aplicación de esta Ley, el cual es de obligatorio cumplimiento en la toma de todas
las decisiones concernientes a los niños y adolescentes. Este principio está
dirigido a asegurar el desarrollo integral de los niños y adolescentes, así como el
disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías. Parágrafo Primero: Para
determinar el interés superior del niño en una situación concreta se debe apreciar:
a) La opinión de los niños y adolescentes; 30 b) La necesidad de equilibrio entre
los derechos y garantías de los niños y adolescentes y sus deberes; c) La
necesidad de equilibrio entre las exigencias del bien común y los derechos y
garantías del niño adolescente; d) La necesidad de equilibrio entre los derechos
de las demás personas y los derechos y garantías del niño o adolescente; e) La
condición especifica de los niños y adolescentes como personas en desarrollo,
Parágrafo Segundo: En aplicación del Interés Superior del Niño, cuando exista
conflicto entre los derechos e intereses de los niños y adolescentes frente a otros
derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros.

Artículo 15. Derecho a la Vida. Todos los niños y adolescentes tienen


derecho a la vida. EI Estado debe garantizar este derecho mediante políticas
públicas dirigidas a asegurar la sobrevivencia y el desarrollo integral de todos los
niños y adolescentes.

Artículo 63. Derecho al Descanso, Recreación, Esparcimiento, Deporte y


Juego. Todos los niños y adolescentes tienen derecho al descanso, recreación,
esparcimiento, deporte y juego. Parágrafo Primero: El ejercicio de los derechos
consagrados en esta disposición debe estar dirigido a garantizar el desarrollo
integral de los niños y adolescentes y a fortalecer los valores de solidaridad,
tolerancia, identidad cultural y conservación del ambiente. El Estado debe
garantizar campañas permanentes dirigidas a disuadir la utilización de juguetes y
de juegos bélicos o violentos. Parágrafo Segundo: El Estado, con la activa
participación de la sociedad, debe garantizar programas de recreación,
esparcimiento, y juegos deportivos dirigidos a 31 todos los niños y adolescentes,
debiendo asegurar programas dirigidos específicamente a los niños y
adolescentes con necesidades especiales. Estos programas deben satisfacer las
diferentes necesidades e intereses de los niños y adolescentes, y fomentar,
especialmente, los juguetes y juegos tradicionales vinculados con la cultura
nacional, así como otros que sean creativos o pedagógicos.

Artículo 73. Fomento a la Creación, Producción y Difusión de Información


Dirigida a Niños y Adolescentes. El Estado debe fomentar la creación, producción
y difusión de materiales informativos, libros, publicaciones, obras artísticas y
producciones audiovisuales, radiofónicas y multimedia dirigidas a los niños y
adolescentes, que sean de la más alta calidad, plurales y que promuevan los
valores de paz, democracia, libertad, tolerancia, igualdad entre las personas y
sexos, así como el respeto a sus padres, representantes o responsables y a su
identidad nacional y cultural. Parágrafo Primero: El Estado debe establecer
políticas a tal efecto y asegurar presupuesto suficiente, asignado específicamente
para cumplir este objetivo. Parágrafo Segundo: El Consejo Nacional de Derechos
definirá las orientaciones generales a seguir por el Estado en materia de fomento
de materiales informativos, libros, publicaciones, obras artísticas y producciones
audiovisuales, radiofónicas y multimedia dirigidas a los niños y adolescentes.
Asimismo, establecerá los requisitos generales en relación al contenido, género y
formatos que estos deben cumplir para recibir recursos financieros y asistencia del
Estado.
Artículo 123. Definición. EI programa es la secuencia de acciones
desarrolladas por personas o entidades con fines pedagógicos, de protección,
atención, 32 capacitación, inserción social, fortalecimiento de relaciones afectivas
y otros valores, dirigidas a niños y adolescentes. Artículo 124. Tipos. Con el objeto
de desarrollar políticas y permitir la ejecución de las medidas se establecen, con
carácter indicativo, los siguientes programas: … …l) Culturales: Para la
preparación artística, respeto y difusión de los valores autóctonos y de la cultura
universal. • Currículo Básico Nacional. En el Currículo Básico Nacional (1997. p.
19.) se hizo referencia a los puntos resaltantes sobre el eje transversal valores. La
presencia del Eje Transversal Valores en el Diseño Curricular del Nivel de
Educación Básica se justifica por la crisis moral que caracteriza la época actual.
En Venezuela es motivo de preocupación la pérdida progresiva de valores que se
observa en los diferentes sectores que conforman nuestra sociedad. En este
sentido, una educación en valores debe promover cambios significativos que
conduzcan a la formación de un ser humano capaz de desenvolverse en una
sociedad pluralista en la que pueda de una manera crítica, practicar como norma
de vida la libertad, la tolerancia, la solidaridad, la honestidad y la justicia. • Las
Normativas Internas de Institutos Educativos Son las normativas internas, conjunto
de reglas o pautas a las que se ajustan las conductas de los miembros de una
institución educativa. La norma social constituye un orden de valores orientativos
que sirve para regular y definir el desarrollo de comportamientos comunes, a los
que otorga cierto grado de legitimidad y consentimiento. 33 La aplicabilidad de la
norma está asegurada por las expectativas de sanciones positivas, así como por
el miedo o la prevención a las negativas, lo que es consecuencia del grado de
predominio de las costumbres de cada época y del nivel de interiorización de
reglas o pautas a lo largo del proceso de socialización de la institución.
Considerando el grado de aceptación o disentimiento de las reglas o pautas que
constituyen la norma interna que regula las instituciones educativas, se llevan a
cabo análisis basados en las categorías de la conformidad o la desviación, como
formas diversas de comportamiento social. Todo ello en función de la armonía en
las interrelaciones de la comunidad educativa.

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