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CIRCULOS DE PAZ

REPORTE DE LECTURA

Martínez Moncada, Bernal Acebedo (2017). “Círculos de paz y convivencia en los


centros educativos”, Costa Rica: Fundación Nuestramérica.

Como el título lo indica, el tema del texto radica en el concepto de Círculos de Paz
enfocado a la convivencia dentro de los centros educativos. Así pues, lo primero
que hay que dejar en claro es qué significa un Círculo de Paz. Según nuestros
autores, “una práctica restaurativa que reúne personas de todas las edades, bajo
un encuadre de construcción conjunta de valores, creando así un espacio social
seguro para el diálogo, haciendo uso de elementos lúdicos, de disfrute y de
actividades de reflexión” (Moncada, Acebedo; 2017, pag. 59) .

La finalidad de estos Círculos de Paz, es lograr acercar a las personas, ya sean


niños, adolescentes o adultos, con la intención de lograr el desarrollo de una
comunicación alternativa, cuyo objetivo sea construir consensos respecto a una
temática, situación o conflicto.

Viéndolo de esta forma, podemos resaltar la importancia que tienen estas


prácticas dentro de los centros educativos con todas las personas que
voluntariamente deciden ser partícipes de esta actividad, ya sea desde personal
docente, administrativo, estudiantes, etc.; permitiéndose desarrollar habilidades
comunicativas y comportamientos como la escucha activa, la expresión abierta y
respetuosa de sentimientos, creencias y opiniones que construyen la base para la
sana convivencia.

Ahora bien, ha quedado claro que las habilidades personales y sociales que
brindan los Círculos de Paz para la construcción y el disfrute de la convivencia
social son de gran importancia; sin embargo, estos no se limitan solamente a
ofrecer esta ventaja.
Dentro de un centro educativo, son el personal docente y administrativo “modelos
a emular”, para los educandos. Ya sea en su proceso de crecimiento, en el
desarrollo de sus actividades o simple y sencillamente para brindar apoyo, el
personal a cargo requiere adquirir herramientas que les permitan fomentar el
diálogo entre los alumnos, así como implantar los valores mínimos necesarios
dentro de una escuela, tales como el respeto, la igualdad, la responsabilidad, la
empatía y la confianza.

Otra ventaja que ofrece la implementación de Círculos de Paz dentro de los


centros educativos es el grado de empatía que logra impactar en quién se
encuentra en uno de ellos. El esfuerzo que se requiere para lograr escuchar y ser
escuchado, se vuelve un reto para los estudiantes y al mismo tiempo ofrece la
posibilidad de diversificar la estructura de su pensamiento con respecto a su
entorno. Es decir, el participante en la dinámica contará con la posibilidad de
intercambiar visiones y opiniones diferentes a la suya, logrando así, desarrollar la
habilidad de expresarse de manera concisa, clara y respetuosa.

Otra cuestión muy importante por la cual los Círculos de Paz han sido bastante
implementados en escuelas de nivel básico, es por el desarrollo que viven los
alumnos dentro de esta etapa. La experimentación de cambios y pensamientos se
encuentra latente en cada uno de los estudiantes y estas actividades han
permitido establecer espacios de comunicación alternativa, en dónde al estudiante
no se le rechaza, sino que se le escucha, comprende y se le incita a considerar
sus diferencias como fortalezas. Así también, al demás alumnado presente se le
brinda el apoyo para atravesar por las transformaciones que son propias de esta
edad, mientras se fomenta un pensamiento crítico en cuánto a las causas que
derivaron en esa situación.

Cabe resaltar, que es una realidad que en la actualidad los problemas educativos
no solo se limitan a los ya comentados, sino que, de un tiempo a la fecha, se ha
hecho presente el incremento de la violencia dentro de las aulas entre los mismos
estudiantes, así como de directivos a mandos iguales o inferiores o bien, de los
mismos estudiantes hacia el personal docente. Ésta creciente problemática, ha
obligado a que día con día, los Círculos de Paz, sean una razón más para estar
presentes dentro de las escuelas y ha propiciado que no se límite a un solo
círculo, sino a varios, ya sea del mismo grupo, de diferentes grupos, entre
maestros y alumnos o solo docentes.

La base filosófica de los Círculos de Paz surge de la justicia restaurativa,


proveniente de la enseñanza de la Señora Kay Pranis de Minnesota, Estados
Unidos, quien fungió como planificadora de justicia restaurativa en el
Departamento de Correcciones de ese estado por muchos años. El compromiso
de esta práctica surge de la intención de forjar un mundo mejor, a través de una
sociedad más justa, equitativa y pacífica entre los individuos y en las
comunidades.

A raíz de todos los factores ya antes mencionados, se han ido realizando


esfuerzos por parte de las instituciones y autoridades educativas, ya sea en el
ámbito público y privado, a incluir aspectos afectivos-emotivos dentro de la
educación. Sin embargo, aún hay mucho por hacer en esta cuestión, ya que son
muy pocas las instituciones que han tomado en cuenta la integralidad del ser
humano dentro de sus programas escolares, más aún en el nivel secundaria que
es de vital importancia que el alumnado cuente con el acompañamiento de un
adulto, que le permita comprender esta nueva etapa y lo ayude a enfrentarla con
sensibilidad.
De igual forma, los directivos y educandos requieren tomar conciencia del rol que
tienen ellos mismos como modelo dentro del centro escolar y yendo en este
sentido, de la importancia para desarrollar en ellos mismos, estas capacidades
que tienen la intención de fomentar y proyectar en los alumnos. Así mismo, vigilar
la constante premisa de que el alumno viva en un ambiente familiar enriquecedor y
sin violencia, lo que facilitará la relación de los alumnos consigo mismos y con los
demás.

Se ha hablado ya mucho sobre la sana convivencia entre los docentes y alumnos,


pero no se ha descrito con claridad a qué se refieren los autores con el término
convivencia. “Se entiende como la coexistencia armónica de los miembros de la
comunidad educativa, en el que se dan relaciones personales positivas y dentro
de un clima institucional que propicia el desarrollo integral de los alumnos como el
de los objetivos educativos y de funcionamiento administrativo” (pag. 62).

En resumidas cuentas, el objetivo principal de la convivencia es el logro de un


mundo social más solidario y democrático y, para lograrlo, se han creado
diferentes círculos que permitan su objetivo, tales como: Círculos de conversación
y de aprendizaje, en los cuales un tema es visto desde las diferentes perspectivas
aportadas y se promueve el análisis y la reflexión conjunta e individual, círculos de
celebración, en dónde se efectúa el reconocimiento a la labor de alguno de los
integrantes y por último, círculos de paz, en los cuales se propicia el encuentro
entre personas o grupos que se encuentran en conflicto, para abordar situaciones
de manera positiva y constructiva.

En conclusión, los círculos de paz ofrecen una oportunidad de diálogo y de


escucha, que permitan el autocontrol a la hora de expresar sentimientos,
pensamientos y opiniones de manera adecuada, lo que posibilita ir más allá del
propio conocimiento y posicionamiento frente a una situación, en otras palabras,
permite que surja “lo mejor de uno mismo”.

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