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FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE NEGOCIOS


INTERNACIONALES
INFORME ACADÉMICO

“Estándares internacionales de rendición de cuentas social:


entre la justificación y el apresamiento directivo”

AUTORES:

Becerra Villalobos, Ysbran Lener (orcid.org/0000-0002-4927-1018)

Caicedo Rojas, Johan David (orcid.org/ 0000-0002-5152-1370)


Macedo Oyola, Perla Brillitt (orcid.org/0000-0003-1131-4075)
Peralta Campos, Everth Jhon (orcid.org/ 0000-0002-2026-2185)
Ruiz Gutiérrez, Lucio Steeven (orcid.org/0000-0003-3144-5240)
Reyes Fernández, Celeste Yusely (orcid.org/0000-0002-2797-3633)

PROFESORA:

Mag. Lamadrid Aldana, Milagros (orcid.org/0000-0003-2175-5990)

LINEA DE INVESTIGACION:

Mercados Emergentes

LÍNEA DE RESPONSABILIDAD UNIVERSITARIA

Desarrollo sostenible, emprendimiento y responsabilidad social.

Chiclayo- Perú

2022
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN
II. DESARROLLO

2.1 Origen, perspectivas teóricas y riesgos de la aplicación de los


estándares
2.2 Automatismo en la aplicación de los principios normativos
2.3 La vaguedad de las formulaciones
2.4 La distinción ético-moral y los estándares internacionales de rendición
de cuentas
2.5 Objetivos y criterios normativos en los estándares
2.6 Objetivos de los estándares
2.7 Criterios Normativos
III. CONCLUSIONES
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
I. INTRODUCCIÓN

En el mundo empresarial de los últimos treinta años han proliferado los llamados
estándares internacionales de rendición de cuentas en materias de sostenibilidad
ambiental y responsabilidad social, también conocidos como estándares éticos. Así
como ya en el 2002 se habían reportado 32 estándares éticos de este tipo. En los
debates éticos contemporáneos en torno a los alcances y límites de las acciones de
las instituciones, se ha planteado que las justificaciones propiamente éticas que
estas han de aducir se contraponen al tipo de argumento que apela a los intereses
particulares de las personas, grupos o corporaciones. Desde esta perspectiva de lo
razonable, en esta reflexión esperamos mostrar que existen vacíos en la
justificación de los principios que orientan a los estándares éticos que los hacen
insuficientes para establecer si las empresas acogen de manera moralmente
apropiada los compromisos morales implícitos en los estándares, condicionan su
voluntariedad y dan lugar al llamado ‘apresamiento directivo’ , que consiste
básicamente en que quienes tienen control sobre las decisiones empresariales usan
dichos estándares para mejorar la reputación de la empresa, sin acogerse en la
práctica a dichos principios éticos .

Para apoyar nuestra reflexión sobre las implicaciones morales de las normas,
damos los siguientes pasos en nuestro argumento: primero, presentamos
las principales perspectivas teóricas sobre las normas y los riesgos de su
aplicación; segundo, analizamos en base a la diferencia entre ética y moral, que los
principios morales deben ser en tercer lugar, se discuten los objetivos y criterios
normativos de los cinco criterios analizados; cuarto, evalúa la validez
de estos criterios en términos de sus principios normativos; y por último, a modo de
conclusión, se abordan los motivos relacionados con las deficiencias detectadas en
dichos motivos. Se indican algunas implicaciones sociales y comerciales.
II. DESARROLLO

2.1 Origen, perspectivas teóricas y riesgos de la aplicación de los


estándares

En principio, estos estándares tienen como objetivo "dirigir las actividades de las
empresas de tal manera que aborden adecuadamente los problemas sociales y
ambientales que surgen tanto a nivel local como global, y particularmente en las
comunidades en las que operan" (Behnam & MacLean, 2011, p. 47). Hay dos
factores importantes entre los muchos que explican cómo surgieron los estándares.

En primer lugar, hay una serie de amenazas ambientales y sociales que podrían
resultar en un "colapso de los sistemas ecológicos y profundas crisis sociales y
políticas en los países del tercer mundo" (Milne & Gray, 2013, p. 15). Para resolver
los problemas sociales y medioambientales, las empresas deben trabajar juntas,
pero esto podría dar lugar a cambios drásticos en la forma en que operan. Al
principio, las normas tendrían como objetivo fomentar tales cambios.

En segundo lugar, primero, hay una serie de amenazas ambientales y sociales que
podrían resultar en un "colapso de los sistemas ecológicos y profundas crisis
sociales y políticas en los países del tercer mundo" (Milne & Gray, 2013, p. 15). Las
empresas deben trabajar juntas para abordar los problemas sociales y ambientales,
pero hacerlo podría generar cambios drásticos en la forma en que realizan negocios.
El primer objetivo de las normas sería promover dichos cambios.

Existen dos maneras de tratarlos que dan lugar a nuestra problemática.

El primer enfoque está en consonancia con una concepción política de la


responsabilidad social empresarial que busca “definir, ejecutar y asegurar el
cumplimiento de las normas o principios empresariales de manera que su conducta
responda a las demandas sociales y ambientales” (Rasche & Gilbert 2012, p. 683).
Según este punto de vista, las normas son herramientas o mecanismos de control
social, ya que pretenden alinear el comportamiento empresarial con una serie de
valores, entre ellos, la lucha contra la desigualdad social, la pobreza, el respeto a
los derechos humanos, la sostenibilidad ambiental y la transparencia.

El segundo enfoque concibe estas iniciativas como herramientas de gestión que


integran una serie de principios en las operaciones comerciales en todas las
escalas. De acuerdo con este punto de vista, los estándares brindan pautas sobre
cómo hacer que los objetivos comerciales que apuntan hacia su viabilidad en el
mercado sean consistentes con las demandas morales y éticas de la sociedad. Los
estudios sobre normas han mostrado dos riesgos de aplicación que resultan de
fallas en la justificación de sus principios rectores normativos.

● El primer riesgo consiste en hacer definiciones tan rígidas de los indicadores


que llevan a una aplicación mecánica de los principios, omitiendo la
necesidad de deliberación y ponderación en su aplicación.
● El segundo riesgo consiste en caer en formulaciones vagas y muy generales.

2.2 Automatismo en la aplicación de los principios normativos

Para comprender mejor lo que significa este riesgo, se puede hacer una analogía
con lo que está pasando en la constitución. En general, el principio constitucional
es abierto, es decir, en su formulación y razonamiento, no todos los casos que se le
aplican pueden ser considerados, lo que significa que existe una jerarquía en su
aplicación.

Los estándares se encuentran en una situación similar, lo que ayuda a que sean
accionables al expresar principios éticos abstractos a través de indicadores de
gestión específicos y medibles.

Los principios éticos como la sostenibilidad ambiental, el respeto a los derechos


humanos y la transparencia tienen propiedades que no pueden medirse en su
totalidad directamente; para superar esta dificultad, se utilizan indicadores indirectos
para tratar de explicar lo que no se puede medir o cuantificar directamente.

Algunos aspectos importantes de estos principios no pueden traducirse en


indicadores medibles. Por ejemplo, principios como el de "equidad" exigen que el
lenguaje se utilice en la vida cotidiana de manera que no humille a una persona o a
un grupo de personas, pero el nivel de humillación en el lenguaje utilizado depende
del contexto cultural en el que se encuentre la organización.

2.3 La vaguedad de las formulaciones

Nos muestra la ambigüedad de la definición y justificación de los principios


normativos de las normas no es solo una cuestión de semántica, sino también una
cuestión de uso estratégico de las normas por parte de la empresa para fortalecer
su reputación y ser considerada un modelo para satisfacer las necesidades de la
sociedad.

Existe una desconexión entre el discurso estándar y las prácticas de estas


organizaciones porque "las empresas adoptan formalmente las estructuras
organizacionales exigidas por las partes interesadas, pero separan estas
estructuras de las actividades internas" (Behman & Mac Lean, 2011, p. 4). La
desagregación puede verse como una estrategia que las empresas pueden usar
cuando los requisitos estándar entran en conflicto con su rentabilidad y eficiencia
privada (Behman & MacLean, 2011).

Cuando la redacción es tan general y confusa, existen infinitas interpretaciones, por


lo que las empresas pueden adaptar estos principios para cada intención y
habilidad. En otras palabras, esta retórica basada en comienzos se utiliza para
legitimar un determinado status.
2.4 La distinción ético-moral y los estándares internacionales de
rendición de cuentas

Las reglas estándar están relacionadas con las reglas de auditoría, las reglas éticas
para el rescate de cuentas, informes o informes de sostenibilidad. Según
Tugendthat, las normas, la moral, los valores éticos,
las normas sociales, los estándares de responsabilidad son considerados como
mecanismos de control y están destinados en el campo filosófico, es decir,
como miembro de una comunidad moral, por otro lado, Ética. se refiere a la
relación con una persona o Cuestiones relacionadas con la forma en
que una sociedad quiere administrar su existencia se considera no solo como una
entidad cooperativa que crea el bienestar material que los ciudadanos necesitan
para realizar sus planes de vida, pero lo más importante, como una manera, como
animar y hacer de estas formas de vida un espacio posible. Las empresas se
adhieren a los valores éticos predominantes, desde constituciones y leyes hasta
formas informales de presión social. Problemas como la pobreza, el medio
ambiente, la violencia, el racismo, la discriminación por género y orientación sexual
y la corrupción tienen en común que requieren del esfuerzo conjunto de grupos
con diferentes e inconmensurables creencias sobre el significado de una buena
vida, las diferentes culturas pueden coexistir y respetarse. El uno al otro.
otro en la misma comunidad, que no es simplemente una colección de individuos
aislados, sino una unidad cooperativa en la que hay un esfuerzo
concertado para satisfacer los intereses de todos.
2.5 Objetivos y criterios normativos en los estándares

Un estándar de rendición de cuentas social hace referencia a tres elementos: 1. los


objetivos que se persiguen con la aplicación del estándar, 2. la concepción sobre
las responsabilidades de la empresa ante la sociedad y 3. los criterios normativos
que justifican dichas responsabilidades y sirven de guía en la construcción de
indicadores. Al revisar los objetivos y principios normativos de los cinco estándares
analizados se encuentra una heterogeneidad en su orientación conceptual. Son los
normativos en la medida en que las nociones como la responsabilidad social, el
desarrollo sostenible y el respeto a los derechos humanos expresan los valores y
obligaciones que las empresas deben asumir. Los estándares no buscan establecer
cuáles son los principios y valores que de hecho tienen las empresas, sino más bien
tratan de medir en qué grado ellas cumplen con los valores y principios promovidos
por el estándar.

Por ejemplo:
Aceptando la definición básica de desarrollo sostenible, habla de la relación entre
las generaciones actuales y futuras. Sin embargo, se espera que estos criterios
proporcionan una justificación de por qué el principio regulatorio adoptado es
mejor o más justo que otros principios regulatorios en la evaluación.

2.6 Objetivos de los estándares


Los cinco criterios analizados se proponen como herramientas de gestión, ya que
pretenden dotar a las empresas de herramientas conceptuales y metodológicas
para integrar temas como la sostenibilidad, la responsabilidad social y el
respeto a los derechos humanos a nivel estratégico y operativo. Estos estándares
están diseñados para ayudar a las empresas a evaluar o diagnosticar su nivel de
responsabilidad social, brindando así al público información confiable sobre las
operaciones éticas de la empresa.
Pero el hecho de que sean considerados como instrumentos de gestión
no significa que puedan ser capturados por la gestión; depende de los
objetivos que establezcan, los estándares normativos que defiendan y cómo
conciben la participación de las partes interesadas.

En su momento, las iniciativas más influyentes como SA 8000, GRI y


Ethos en América Latina, además de aumentar la transparencia, establecieron tres
objetivos: Reducir y eliminar el entorno de riesgo en el que las empresas pueden
estar sujetas a sanciones y escándalos relacionados (trabajo
infantil, condiciones de trabajo degradantes, etc.); mejorar la reputación ganando
más legitimidad frente a los grupos de interés; aprender de las experiencias de las
partes interesadas. Estas tres razones llevan a las empresas a creer que la
transparencia y el respeto por los intereses de las partes interesadas son
buenos para ellas y que el costo de implementar un proceso de auditoría
social debe verse como una inversión en primer lugar.

2.7 Criterios Normativos

Un aspecto clave para determinar hasta qué punto un estándar puede orientarse
conceptualmente a través de prácticas de desacoplamiento es la forma en que se
aplican sus estándares normativos y cómo se establecen las prioridades. Estos
estándares no son más que los valores y la ética detrás de los
conceptos básicos que componen los estándares éticos. En otras palabras, los
conceptos en los que se basan las normas morales, en la medida en que se
caracterizan moralmente, incluyen necesariamente un conjunto de principios
morales.
Tanto las normas como los estándares pueden ser vistos como una constitución
política que rige la relación entre los diversos grupos de interés o stakeholders
involucrados en los negocios y configura lo que los stakeholders pueden, no
pueden y deben hacer. Hasta el momento, se
ha encontrado que estos principios demuestran los derechos, obligaciones
y prohibiciones contenidas en la norma. Sin embargo, existen diferentes tipos de
justificación. Los principios son normas sociales que reclaman moralidad. Las
empresas son parte de una comunidad política y, por lo tanto, están sujetas a los
sistemas legales existentes y las nociones sociales de justicia. Dadas estas
diferencias conceptuales, se puede reformular el problema de la separación en la
gestión de la recepción. Esto implica que los directores controlen el proceso de
auditoría social para servir a los intereses de la empresa, por ejemplo, para mejorar
su imagen y aumentar sus niveles de rentabilidad, dejando en un segundo
plano principios como la transparencia, el respeto a los derechos humanos y el
medio ambiente.
La conclusión es que los principios éticos y de interés público se basan en las
obligaciones establecidas en las normas y los indicadores
que establecen para medir el comportamiento de las empresas. No debe ser
ingenuo pensar que, porque una norma establece claramente que cumple
con principios éticos como la transparencia, o porque está inspirada en el
interés público general, ya no está sujeta a manipulación.
III. CONCLUSIÓN

Frente a esta interpretación circular, se pueden hacer dos observaciones finales:

En los países donde no existen legislaciones ambientales fuertes, comprometerse


con tecnologías limpias, que pueden ser costosas, puede llevar a una empresa a la
quiebra, pues las empresas competidoras no están obligadas a hacer lo mismo.
Esto muestra que las empresas se mueven en un marco de instituciones sociales,
políticas y culturales que determinan las reglas de juego que regulan el
comportamiento de los agentes económicos.

Si bien algunos estándares como el de Ethos y el de Costa Rica tienen indicadores


sobre participación política de las empresas, en ninguno de los estándares se
analiza esta cuestión política. En breve, estos estándares tienen una visión ingenua
de la realidad social donde se mueven las empresas y una concepción políticamente
neutral de la responsabilidad social.

De acuerdo con esto, uno esperaría que ellos pudiesen servir de guía para orientar
a las empresas en la aplicación de los principios normativos y específicamente de
aquellos que tienen que ver con el desarrollo sostenible, pero es parte de la
aplicación dar pautas sobre cómo lidiar con los dilemas éticos. No obstante, ninguno
de los estándares analizados dice algo sobre cómo las empresas deben llevar a
cabo sus deliberaciones o ponderaciones cuando se presentan este tipo de
situaciones. Lo que encontramos es una serie de indicadores para hacer un
seguimiento al comportamiento de las empresas.
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

● Behnam, M., & MacLean, T. (2011). Where is the accountability in in-


ternational accountability standards? A decoupling perspective.
Business Ethics Quarterly, 21(1), 45-72.
http://doi.org/10.5840/beq20112113

● Milne, M., & Gray, R. (2013). W(h)ither ecology? The Triple Bottom
Line, the Global Reporting Initiative, and corporate sustainability re-
porting. Journal of Business Ethics, 118(1), 13-29.
http://doi.org/10.1007/s10551-012-1543-8

● Rasche, A., & Gilbert, D. (2012). Global policies and local practice:
Looseand tight couplings in multi-stakeholder initiatives. Academy
ofManagement Proceedings, 1, 679-708.
http://doi.org/10.5465/AMBPP.2012.10150abstract

● Villa Castaño, L. E, & Herrera Romero, W.R. (2020). Estándares


internacionales de rendición de cuentas social: entre la justificación y
el apreciamiento directivo. Innovar, 30(75) 135-150.
https://revistas.unal.edu.co/index.php/innovar/article/view/83262

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