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Ano 111.1 Buenos Aires, Febrero de 1900 I N° 16


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La delincuencia d~el genIo

La tésis es algo audaz:-¿,Bajo la influencia ¿,y qué diremos de Miguel Angel y de Bocac-
de un determinado ambiente puede sUl'gil' del cio; de Miguel Angel que hace alarde de ha-
genio la delincuencia? En, otros términos: ¿,guar- ber hecho fueg'o á más no poder sobre los
da en sí el genio una latente pero bien definida enemigos de la Roma papal, y de Bocaccio qne
predisposición para delinquir? no trepida en iniciar, en Florencia, con la más
Seguramente que sí. infernal alegría, una serie de duelos fatales
Sabido es, que el g'enio es una neurosis de- contra los maridos ultrajados?,
generativa y que el hombre de genio obra El genio de Richelieu, de Mazzarino, de Al-
consecuentemente de una manera muy distinta beroni, de Crom,vell, dirije las suertes de la
de la generalidad de los hombres; esto es: de Francia, de la España, de la Inglaterra, de una
una manera anormal y talmente excepcional manera muy semejante á aquella que César
que 10 demuestran intelectualmente no del todo Borgia empleaba para dirijir las suertes de
sano;-que no obstante ésto, obra mucho mejor Roma..
que sus contemporáneos y que es continuamente Danton sette'lnbrizza miellíras Robespierre diri-
contrastado por el ambiente, especialmente por je, Marat vigila y el gran Carnot organiza las
el ambiente escolástico;-que es por lo tanto victorias de Vandea y de las Fronteras de
un innovador, malgrado sus lagunas psíco- donde ha de desarrollarse el lJequeño cabo: Na-
fisiológicas, y su afección de epilepsia psíq uica; poleón 1.
todo lo que, lo distingue de la inmensa pléya- Alfieri recorre voluntariament~ toda la Euro~
de de los hombres mediocres, los únicos en pa, invadido por la gran manía de viajnr; im-
quienes no se verifican formas alocadas. pulsivo, litigioso al punto de ha ber llegado más
Es así como de los bajos fondos pleveyos ve- de una vez á los bordes del sepulcro con una
mos surgir el genio de Cellini y de Villon, la muerte violenta. En su biografía relata haber
vida de los cuales es una serie eontinua de buscado matar, una vez, á uno de sus sirvien-
delitos, pero cuyas fragmentarias obras maes- tes y que si no lo hizo fué porque habiendo
tras han quedado hasta hoy inaccesibles.-Del visto aquél el peligro supo salvarse con la
ambiente patricio y partidario de Florencia sur- fuga.
ge el genio del AlIighieri y del Macchiavelli: Leopardi, el moralmente débil, que no puede
del AIlighieri que tanto supo distinguirse en (y esto es quizás lo que más lo irrita) desaho-
los estragos de' Campaldino contra los ,gibelinos gar directamente contra los hombres sa natu-
de Arezzo, y del MacchiaveIli que, admirado raleza impulsiva debido á su constitución débil,
d'el genio del gran duque Valentino lo exalta se limita á hacerlo en sus escritos. Onanista,
escribiendo á Pl'OpósitQ para él, su gran obra hipocondriaco y en consecuencia exagerado, el
política Il Principe, en la que, si bien lo ex- sabe revelarse como el príncipe de los pesi-
harta á la unificación italiana, no deja de SE'r mistas, rodeado por todas las exageraciones del
una especie de absolución á los medios feroces sentimiento y dp, la actividad. Su genio sabe
empleados por dicho príncipe para apoderarse hasta inspirarle canciones sublimes, de un ins-
de los ducados limítrofes y animándolo á hacer pirado amor patrio por aquella patria que jamás
lo mismo con los que no lo eran. amó.
478 CRIMINALOGIA MODERNA
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A estos genios pueden apegarse otros, pero q}lido ni nunca han demostrado su te~dencia á
todos, sin excepción alguna, demostraron quién delinquir, como por ejemplo, Petr~rca. Pero,
más y quién menos, seg'ún la intensidad de su la excesiva sensibilidad y el excesivo misticismo
neurosis, una latente p€ro bien definida tenden- del cantor de Laura, denuncian inmediatamente
cia á delinquir. su naturaleza epiléptica. Petrarca pudo no ha~
. El plebeyo Francisco Villon, el amigo de los ber delinquido porque nunca fué hombre de
vagabundos y que dos veces estuvo á punto partido ni hombre político, pero él ha desaho-
de ser ahorcado por robos y rapiñas, delinque gado su fiebre en Rimas, hi fiebre del hombre
ciertamente de un modo diverso del patricio inclinado á las pasiones fuertes y que para él
Dante que bajo la ejida de la facción hace es- no fué sino una fiebre amorosa. ¿Pudo haber
tragos impunemente entre los Gibelinos en sido una fiebre política? No, si nos basamos
Arezzo; y del político Macchiavelli que con la en la educación de Petrarca, y su caso viene á ,
demostración de la fórmula: el fin justijica los ser no otra cosa que un caso de anestesia cri-
medios, halla la manera de absolver á César minal. El g'érmen está aunque late'nte, gérmen
Borgia de todos los delitos de que la historja que la vida del poeta supo mantener en tal
hace mención. estadio.
Pero, la naturaleza del ambiente es distinta.
Ki Dante ni Machiavelli se hallaron en su tier- '"**
na infancia en la calle, desnudos y abandonados Existe otra categoría de genios, como por
al acaso. Quizás Leopardi hubiera hecho igual ~jemplo Ibsen, Tolstoi, que aman la vida solita-
cosa que. Villon. y Cellini si su constitución ria y otros cOmo por ejemplo Dante, Alfieri, que
débil y el ambiente patricio contrario á su despues de una vidd. llena de aventuras disgus·
natural inclinación no lo hubiera puesto en tados del ambiente y de ellos mismos se retiran
condiciones diametralmente opuestas á aquellas á una vida silenciosa, los cuales viven concentra-
de éstos; abandonándolo á la hipocondría, á la dos en sí mismo (y tal vez por esto 'no de'tin-
impulsividad, á la exageración de un caracter quen). .
indomable pero vencidos por un ambiente con- Innovadores y transformadores ellos han tra-
trario al instinto innato d~l individuo subyugado. bajado apasionadamente alrededor de una 'misma
¿Cuántas formas no se confunden y se funden tésis: ellos no hablan sinó de neurasténicos. Sus
en la epilepsia'? personajes, todos degenerados, son exajerada-
También las estadísticas demuestran que allá mente extraños, fantásticos y á menudo 'delin-
donde más abunda la delincuencia hay más cuentes.
hombres geniales, donde el hombre genial es Ellos han concentrado todas sus fuerzas en
separado del delincuente común por circuns~ la descripción de estos tip0s anormales y es
tancias naturales del organismo, independientes tanta la pasión con que se han dedicado á ello,
de la herencia de las adaptaciones y más apto que la exageración ha aparecido en determina-
también por una suficiente cultura á aferrar y dos caracteres principales.-En sus caracteres
desarrollar ciertos principios. el protagonista es siempre extraño, enigmático,
El genio, es pues, el fruto del estado pato- vago y confundido; ¿quién no conoce las acalo-
lójico del ambiente en el cual explica sus ma- radas discusiones promovidas por Nora (Casa
nifestaciones, sea naturales como sociales, el di Bambole), por 8elma 8teilberg (La lega della
fruto de la degeneraGión de la sociedad que lo gioventú), las bizarras heroinás de estos dra-
ha producido. mas de Ibsen'? ¿Quién no conoce las criaturas
En todos los genios hay la tendencia al mal monstruosas y patológicas que, figuran en la
más ó menos refrenada, según la educación, y Potenza delle Tenebre de Tolstoi'?
que aparece en toda su majestad en Cellini y lo curioso es que tanto lbsen como Tolstoi
educado en la calle, y bajo una forma más legal, insisten con prepotencia y se dedican con 3gi-
pero no por esto menos brutal, en Allig'hieri tación febril á la provocación de estos tipos
educado en las facciones; ó más jesuíticamente extraños.
velada en I\1acchiavelli, educado en los giros Intervistado últimamente Isben sobre la inve-
tortuosos de la política; ó en otras formas como rosimilitud de la partida de N ora (el final de
lo veremos más adelante en los genios cante m - Casa de bambota) contestó: «Lo que la~ otras
poráneos. madres hacen es asunto de ellas. Nora es de
Hay naturalezas geniales que jamás han dilin- índole tal que se vá!»
CRIMINALOGIA NIODERNA 479

y hé aquí todo. dHramente uná intolerancia para con las ideas


iPero es verdaderamente una fuerza irresis- contrarias, demues'tra ~ada vez más la tenden-
tible la que conduce á estos á provocar conti- cia á delinquir del genio, tendencia que se va
nuamente sujetos anormales y.á cosechar cons- manifestando en los escritores geniales (casi
tantemente en el campo de las neurosis más siempre innovadores ó secuaces de innovadores)
exhañas y exageradas? en un desahogo más ó menos sereno, llámase
Seguramente cada Üabajo, ya sea de Ibsen Ó polémica ó trabajo de arte innovador.
de Tolstoi, se propone, y victoriosamente, alcan- El genio se halla pues en continua' lucha
zar un fin prestableddo; este fin no había po- contra todas las viejas escuelas, sea que se
dido recibir un satisfecit fuera del campo de trate de arte, de ciencias, de literatura ó de
las neurosis; pero la innecesariamente exage- política; pero si su educación moral es insufi-
rada atención psíquica de los personajes de ciente, si su espíritu por talta de voluntad, de
Ibsen y la aferrada y espaventable forma del cultura intelectual es in suficien te para 1uchar en
delito que se desarrolla en la Potenza delle estos terrenos, él sabe disponerse á la lucua
tenebre de Tolstoi, mientras revelan uu profundo contra los códigos penales y cuando nó, contra
análisis del alma humana, ésta resulta exage-- la sociedad.
radamente.. agrandada por la pasión en la cual El genio no es pu.es delincuente, pero tiene
el autor ha trabajado alrededor -del triunfo de consigo el estado latente pronto á manifestarse
su tésis. ó nó, según el círculo en que se ajita, según
El genio está-pero hay algo más: -el des- las satisfacciones que puede acarrear.
ahogo de la naturaleza del autor que se des- De cualquier manera, sea que dicho estad.o se
carga sobre los nervios de un actor dramático mantenga simplemente excitado, como en Dante
magistralmente penetrado de su parte en la en su segundo período de vida, sea que se
representación sobre la escena de una criatura remonte á más altos grados de delincuencia,
patológicamente monstruosa, sea que se llamen como en Villon, lo cierto es que existe y que
Osvaldo Halving (Gli spettri) ó Nikita (Potenza es igualmente siempre fecundo ..
della tenebre).
G. SITTONI
Es una manera maestra de acanalar la propia
delincuencia~--Son estos los hombres de genio
que no delinquen ni contra las personas ni con-
tra las cosas en la vida social; pero que no
obstante, su grado de delincuencia recibe un
satisfer;it en el escenario de un teatro mo-
del·no. Wolem ica ~ urídica
y á semejanza de éstos, todos los demás
hombres de genio que se dedican con actividad
febril á los estudios de la antropología crimi- Un erudito y enaz adversario de la dirección
nal y de las neurosis más adelantadas, consti- S00iológica en criminalogía, el Profesor Luis
tuyen, merced á esta actividad febril, un dique Lucchini, nos envía un reciente ataque polé-
suficiente (aunque neurótico) al grado de delin- mico publicado en la /«Rivista Penale» que él
cuencia sobre el que está básado su orga- dirije, contra lo que se llama la «metafísica
lllsmo. antropológica:., y sacando argumentos de las
Un gran tor:rente, abalidonado á sí mismo siguientes solemnidades en honor de Francisco
se desahoga desvastando todo lo que halla á Carrara en las que tomaron parte, sin distinción
su paso, pero acanalado puede fecundar y des- de escuelas, todos los cultores de las discipli-
ahogarse contemporáneamente.-Tal es la natu- nas jurídicas, encuentra el modo de presentar
raleza del genio. como una ironía cuanto Enrique Ferri y otros
La excitabilidad del hombre de genio ararece positivistas han escrito con tal ocasión, sobre
claramente en sus polémicas: -se puede afirmar la obra del gran Criminalista.
que en cada línea aparece un epiteto muy poco Aun cuando no concuerda enteramente con
lisonj ero para. el crítico ad verso. Esto se halla Ferri en lo que ha escrito y dicho acerca de la
en todas las polémicas modernas de hombres doctrina de Carrara, y admitiendo con Lucchi-
hechos así y en todos los libros de los antiguos ni, que la escuela jurídica (que el profeRor de
maestros. Esta intolerancia, porque es yerda- Bolonia se irrita al oirla llamar clásica) no ha
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agott:ldo todavía su más noble tendencia que es significa no esterilizadas) sean las mentes de los
la de quitar'" á la pena el carácter de suplicio, pueblos jóvenes entre los cuales la fortuna" nos
y más aún, su tendencia de querer suprimir del ha traído á vivir y á trab'ajar, porque así será
catálogo de los delitos, las manifestaciones de menos áspera la fatiga de remover las ruinas,
opinión, victoria esta última que desgraciada- aunque "venerables, del pasado, y más fecunda
mente no ha sido alcanzada aún por el pensa- será la simiente de las nuevas verdades que la
miento humano, sobre las fechorías atávicas de paciente indag'ación humana-vá, elaborando con
algunos goLiernos,-creo sin embargo, en lo que el método positivo, aún en el campo de la cri-
á mi respecta, poder rechazar la inmerecida minalogía, y que las' vetustas cofradías de sa-
acusación de irreverencia contra la memoria del bios de los países viejos en la historia y en la
ilustre maestro. ciencia, combaten con la crueldad intolerante
En las columnas de esta misma Revista, y con que los revolucionarios de ayer, hoy ana-
apropósito de dos artículos: de Nicolo Gallo crónicos é impotentes ante las nec'esidades y
uno, y de Ferri el otro, publicados ambos en realidades nuevas, se oponen ó tratan de opo-
en la « JU'J"a Antología» de Roma, he escrito nerse y á la fatal y eterna evolución de las
hace algunos meses sobre Francisco Carrara lo formas y da las cosas.
que su veneranda memoria y la sincera admi- Esta afirmación no es más que la referencia
ración por el gran jurisconsulto, podían sujerir á una verdad indiscutible de todos los tiempos,
al discípulo agradecido, aunque no servilmente de todos los lugares, de" todas las actividades
partidario de sus ilustradas enseñanzas. humanas. Sostener que el estudio biológico del
y puesto que el artículo de Lucchini afirma delito en relación al individuo que lo comete y
que la escuela positiva de criminalogía «está de la sociedad en q~e lo desenvuelve y lo
condenada hoy á volver á masticar las infanti- reprime, con ,los nuevos datos que las otras cien-
les elucGbraciones y á refugiarse después del cias suministran, representa la tendencia inevita-
ostracismo recibido en los países civiliza- ble de la época moderna, la cual más que las
dos del Viejo Mundo; en los del nu~vo, alli, colosales construcciones abstractas, quiere "cons-
especialmente donde las mentes «son vírgenes» tataciones modestas pero inatncables del hecho
como sus «Jóvenes doctrinas»,-séanos permiti- individualmente analizado, y concluir que, de
do, aun por interés personal, declararnos" satis- hoy más, el trabajo más propicuo del crimilia-
fechos de sentirnos Jóvenes como las corrientes lista es el de materializar con documentos hu-
cientificas de desde las otras ramificaciones de manos el espléndido edificio de las disertaciQnes
la sabiduría moderna, nos trajeron la honda jurídicas, no es destruir la gloria de los que, en
fresca y viva de los dereehos observadas y esta obra de los siglos, legaran" una parte de
constatados, allí donde la ciencia de los delitos su genio y de su vida á este todo monumental
y de las penas, no tenía más apoyo que una que se llama ciencia aunque de ese legado in-
construcción~lógica hasta donde se quiera en
telectual, alguna parte haya sido olvidada, por
silojismos jurídicos, pero completamente apl'io- la necesidad de acrecer y solidificar las cons-
l'istica-que se había podido acumular toda una
trucciones con cimientos nuevos.
imponente literatura sobre el derecho violado
por el delincuente, como base de toda la pena- No es vejar á los maestros qne nos ilumina-
logía, habia también prescindido por completo ron la vía, hasta los senderos novísimos en que
de la vivisección del alma del delincuente mis- hoy queremos encaminarnos por nuestras pro-
mo en sus factores bio-fisiológicos-y" después pias fuerzas, si al punto de separarnos en el
de las fúlgidas escaramuzas de Romag'nosi y camino hecno en común, nos inclinamos ante
de Quetelet,-había olvidado casi las relacio- ellos con gratitud, recordando 'que sin sn guía
nes de filiación, entre criminalidad y ambiente luminosa, nos habría sido imposible llegar hasta
sOI~ial; cosas ambas que solo son debidas á la aquel punto en que nos orientamos hacia la
poca madurez de los estudios naturales sobre meta, adonde nos conducían nuestras especia-
el hombre y sus aptitudes en el tiempo en la les aptit';ldes, la edad, las necesidades y ten-
escuela jurídica florecía, y á la incertidumbre dencias de las sociedades y de la ciencia.
de la sociología que solo era entonces una N o es ironía relevar, glorificando á los yer-
ciencia auxiliar en las doctrinas morales y ju- daderamente grandes, las diferencias entre 13s
ridicas. doctrinas que ello~ proclaman y las sostenidas
Complácenos también que «vírgenes» (que por los glorificadores, en cuyas apologías nadie
CRIMINALOGIA. MODERNA. 481

podrá ver una exaltación de sí mismos' á través El que esto escribe tuvo ocasión de ellumerar-
de los principios de la escuela. los en las conferencias de Sociología. Criminal
Será, entonces, lícito- tomar como befa todo dadas ~n la Universidad de Buenos Aires. (1)
elogio sincero hecho de un bom bre Ó' de una Pero cual es la nueva dirección que no exaje-
obra, cada vez que, se disienta de sus métodos ra sus tendencias hacia el polo de la verdad
ó de sus convicciones? descubierta, olvidando otras verdades concomi-
Admirar al Dante, será acaso obligarse á 'tantes, quizá por lo mismo que son barto cono-
aceptar sus nociones en materia de astronomía? cidas?
Por ventura , solo los católicos tendrán , el. de- Contra la polal'Ízación antropológica de los
recho de inclinarse ante los milngros arbstlcos IJrimeros tiempos, estuvo en el se1).O mismo de
de Rafael ó Miguel Angel? la escuela positiva, una sana y potente reacción
sociológica tanto que, como es sn bido, el equi-
Después de todo, aun en la física celeste es
1ibrio entre los dos órdenes supremos de los
inexacto que la ciencia siga dogmáticamente
factores criminosos, fué bien pronto restablecido.
las enseñanzas-por sólidas que sean-de Repler
y el propio Lombroso, en la lealtad con que
y de Galileo, yno por esto cree fa,lt~r á la ve-
corrigió lns geniales afirmaciones del primer
neración debida á estos dos grandIslmos revo-
momento en lo que pudieran tener de exag'e-
lucionarios de los cielos:
rado, acabó por reconocer al factor sociológico
y ellos, á su vez, descompag'inando con la de la crimin[llidad, su poderosa influencia basta
mente poderosa las nociones qne se te~ían en por sn repercusión sobre la naturaleza fisiológi-
la antigüedad sobre las leyes que domInan el ca y moral de los determinados indi viduos, que
movimiento y naturaleza de los astros, fuera~, los más radicales de la escnela reivindicaban
acaso, irreverentes hacia la g'randeza de los fi- desde algun tiempo atrás. (2)
lósofos que iluminaron á la 'antigüedad con la
Toda la heregía cielltífica de los positivistas
verdad científica 1~elativa á sn época?
del derecho penal se reduce, pues, para el que
ASÍ, en nuestro campo, la revolución pr~du­ sepa considerar la8 cosas más allá de las cues-
cida por el método experimental y por 13S CIen- tiones personales y de las intolerancias de es-:-
cias naturales en el estudio complejo, aun que cuela , á una diversidad de dirección, tan. pro-
,
bomogeneo, del bombre y de la sociedad en fllllda como se quiera y como lo deterilllnar:ln
sus relaciones recíprocas de defensa y coopera- las tendencias del espíritu moderno, pero que
ción, la, necesidad intelectual de cada vez que no representn, sin embargo, una demolición de
aproximar, se descubren sus vínculos se?retos, la obra de los maestros de la escuela jurídica
antes ignorados, los ramos dél saber a :ste (excepto la parte metafísica de la· mismn) ni
principio fundamental de la unidad de la .cIen.- importa una irljuria .á su respecto, como para
cia, que no significa uniformidad y que .I~~~l-' la dirección de Papin no son uns. ofensa, las
ca más bien la necesidad moderna de la dI VlSlOn modificaciones-por sustanciales que sean-in-
del trabnjo, en relación al otro principio corre- Ü'oducidas por la industria eontemporáuea á su
lativo de la unidad de la vida, que quiere decir caldera de vapor.
multiformidad de desarrollo y de acción, y, por
Quede, pues, á cargo de los creyentes, tam-
fin la reconocida utilidad práctica, desde el
bién,en la dirección jurídica del derecho penal
pu~ to de vista social, de llevar el estudio del (:,í como afirma Lucchini, son capaces de de-
delito de su carácter jurídico y de lesión del
sempeñarla con firmeza y con valor) la misión
derecho, á sus' génesis fisio-patológica, para po-
de 1node1·ar los abusos de la a~doridarl (en lo
derlo combatir mejor en s~s causas de índole
que Francisco Carrara fué verdaderalIlente maes-
varia, hicieron que una nueva corriente de in-
tro como profesor y como abogado) y dA com-
daO'aciones
o , observaciones y descubrimientos
. batir contra una tendencia modernísima de la
indiscutibles , se mezclase á la vieja corrIente pu-
justicia penal de todos los países, que consiste
ramente filosófica y doctrinaria de la que con-
en bacer-como lo observa Ferri en uno de sus
servó la parte sólida y vital, arrastran.do. sus
perezosas aguas estériles en un mOVImIento
progresivo y vivificante de progreso.
Cierto es (por qué no coufesarlo?) que han sido (~ v. P. G-ori. - "La evoluzione delln. Sociología cri.uina·
muchos los errores entre los mis'mos renovado- le".-Buenos Aires 1899.
res de la criminnlogín. (2) C. Lombroso.-"Le Crime:-C::luses et remedes."
482 CRIMINALOGIA MODERNA

últimos artículos (1) -defensa de clases en vez


de defensa social, y de hacer servir' muchas ve-
ces al instrumento severo de la tutela jurídica,
@:ola boraciolleS ~)(teriores
como órgano de represalias contra los humildes
y los indefensos, aunque sea un inocente ó le- Especiales y esclusivas para «Crim1.nalogía Moderna»

vemente culpable, y no haciendo uso de él DE CHARLES ALDERi\1AN.-AuSTRALIA


cuando se trata de la alta y afortunada delin- ~C>--c
cuencia.
Pero sobre este particular, y á fuer de sere·- Escuela y Criminalidad
nos positivistas, no nos hacemos excesivas ilu-
siones. La frase del gran jurisconsulto quedará
En una anterior mía, hablando de los susti·
como una bandera decorativa de las grandes tutivos sociológicos de la criminalidad en re-
ocasiones, y sobre todo, para cuando haya que lación á las condiciones actuales del novísimo
hacer pasar nada menos que por reaccionarios continente y de sus islas adyacentes -me refe-
á los que pocos años antes eran llamados los ría él algunos factores moralizadores que han
nildlistas del derecho, porque afirmaban qne la :hechos de esas tierras, no hace mucho destina-
evolución de las otras ciencias, debia necesaria- das á la deportación, uno de los países más
mente manifestarse también en la de los delitos laboriosamente honestos del mundo.
y su propilaxia. Es mi propósito ocuparme hoy, aunque de
Por la estrecha conexión de los fenómenos de un modo rápido y superficial, de la relación
la vida social, como por los de todo organismo entre la difusión de la cultura-tanto de la po-
blación natural COlno de la población inmigrada,
superior, nosotros esperamos, en cambio, si no
-y la disminución de la criminalidad.
el triunfo de la justicia, por lo menos la dis-
No han faltado positivistas de la escuela an-
minución .de la injusticia, por la aplicación inte-
tropológica italiana que han pretendido demos-
gral de las medidas de esa clínica soetal contra trar que la instrucción no ejerce sino .una
el delito que el docto adversario hace mal en influencia limitadísima como' preventivo men-
satirizar, olvidando, por comodidad de polémica tal de las distintas manifestaciones delictuo-
el surco de luz que dejaron sobre este argu- sas, sea que previniesen exclusivamente del
mento, precursores de la moderna sociología- individuo, ó del ambie~te exterior. No pocos
criminal, jurisconsultos y filósofos no menos glo- han afirmado también que por el contrario, en
riosos que Carrara y alej ados, como él, de estos el caso de algunos monstruos morales, la ins:'
cismáticos de la ciencia oficial, los positivistas trucción no había hecho más que refinar sus
de la criminalogía. tendencias malvadas.
Pero el derecho de honrar con la mente libre Ahora, si esto es cierto, en algunos casos-
de todo vasallaje escolástico, á los maestros á exepcionales-y cuando por instrucción se en-
tiende la simple cultura de las facultades men-
quienes amamos y de quienes fuimos amados,
tales, sin un comp.lemento lógico é integral de
no lo hemos perdido ROl' haber adoptado otras
la educación elel alma con aquella sabia gim-
vías y otros métodos diversos, encaminados á nasia del sentido moral, que debería ser el pri-
la investigación de la verdad; y lo reivindica- mer elemento de la escuela moderna - en el
mos desde estas lejanas tierras, sin abdicacio- caso, en vez de una racional cultura de la
nes intelectuales y sin olvidos orgullosos, con razón, y del sentimiento, como es aquella que
la ternura y con la fé, leales conque la gratitud forma la base ele la instrucción popular de las
nos liga siempre á los padres que dejamos en' colonias británicas de la Australia, los resul-
la patria de nacimiento, aunque sus conviccio- tados no podrán ser otros que los indicados
nes y sus ideales, no sean ya nuestros ideales en este breve estudio, corroborados por la evi-
y nuestras convicciones. dencia de los hechos.
Pero ante todo, dos palabras sobre la delin-
PEDRO GORIo
cuencia australiana, que puede dividirse en
e1'ldé111,'ÍCa y exótica; aquella, esto es, _que trae
o~~·
su orígen de los caracteres etnicos, de las cos-
-~~- tumbres, de las perversiones especiales de la
población indígena, y la otra cuya .raíz fisio-
lógica y social arranca del material humano
. de importación, y que reproduce por estas tie-
(1) Scuola Po~itjva--Ano IV N° 10. rras de la extremidad sud, el mismo proceso
CRIMINA LOGIA MODERNA 483

etico-morboso de la delincuencia, propia de las teoricamente, representado, la policía mixta


viejas civilizaciones septentrionales. Natural- ideal, para advenir á las exigencias de una po-
mente, el contingente de una de esas formas blación en la cual los odios y los antagonis-
es dado por el elemento indígena, y el de la mos de intereses, sobre el espíritu de raza, son
otra :por aquel de orígen europeo. tan profundos é invencibles-es á su vez pro-
. Sería el caso de preguntar si también del veída por la peor de las delincuencias: la de
punto de vista de la evolución histórica, pue- los representantes de las leyes, en nombre de
den sociológicamente llamarse delitos algunos las leyes mismas y bajo el impulso de la más
hechos juzgados no solo no delictuosos, pero bestial impulsividad.
más bien obligatorios, tanto por las costum- Afortunadamente el sistema judiciario cal-
bres religiosas y sociales de las tribus indíge- cado del sistema inglés, constituye un correc-
nas:-como las de comer los muertos ó aquella tivo al funcionamiento, algunas veces caótico,
del rapto ó de la venta de la mujer en susti- de esta rama de la policía australiana.
tución del matrimonio, y otros más. La justicia penal con leves variaciones según
Los homicidios cometidos en Australia por las diversas colonia~, es administrada con orden
los negros contra los blancos y viceversa, gerárgico en las city-courts, corte cívica, en las.
constituyen la delincuencia específica de los pai- county-courts, corte de cantea} equivalente al
ses australianos, y representan la forma más tribun al de apelación de otros países, y en el
brutal de la struggle for ltfe, basada sobre un Tribunal Supremo, que resuelve las cuestio-
odio atávico de raza que ninguna de las sa- nes de derecho. La costumbre y la jurispru-
bias disposiciones legislativas podría de5truir. dencia, como en Inglaterra, y á imitación de los
En vano la «l1ati've police» compuesta de pretores romanos, suplen á la falta, por otra
agentes negros bajo la dirección de 103 blan- parte no deplorada, de la leyes escritas y de
cos} trata de representar el principio de la de- las codificaciones sistemáticas. Se hallan á
fensa social con un trait d'union entre las dos cargo de la administración de la justicia las
razas: el odio entre ellas es más potente que mejores inteligencias y conciencias jurídicas
todas las buenas intenciones, y la lucha, sor- del país, constituidas en una excelente posi-
da pero insesante prosigue, y de tanto en tanto ción económica y moral. La función represiva
a1gun colono blanco, que se aventura á·internar- si no se halla exenta de errores, <::s por 10 me·
se en los bosques aparece asesinado, y más ame- nos sana é inmune de los vicios orgánicos que
nudo todavía, el cadáver de un negro viene á roen los organismos consumados en otros
probar que en esta repfesalia feroz cuyo éxito países.
final no puede ser dudoso, la raza superior no La delincuencia etnica de las razas indíge-
es menos enfurecida que la otra. nas en los. delitos contra la propiedad, consti-
El o"bjeto de la «l1ative pohce» es refrenar tuyen, la cuota mínima de toda la criminalidad
las agresiones de los blancos y detener á los australiana: todo se reduce á leves hurtos
negros que se hacen culpables de heridas ó campestres de alguna oveja ó de algun uten-
de matanza de los blancos. silio agrícola; mientras en las pobladones ur-
Pero, á menudo, el primer objetivo no es bana, la cuota máxima, aun hecha la proporción
alcanzado, porque los jurados compuestos de c1el mayor número en los ataques graves con-
personas blancas, absuelven casi constante· tra la propiedad, complicados con delitos
mente á los colonos acusados de delitos contra contra las personas, es dada por la raza con-
la gente de color. El segundo que tiende á va- q uistadora, ó la blanca, maestra de los indígenas,
lerse del particular instinto que tiene el negro por otra parte, muy adelantada en los vicios
de reconocer en los bosques las huellas de las propios de las viejas civilizaciones: alcoholismo,
personas que por entre ellos han pasado, no abusos eróticos, y abuso del tabaco, con todas
es tampoco las más de las veces, alcanzado las consecuencias desastrosas de la degenera-
porque ó el culpable pertenece á la misma ción fisiológica y moral.
tribu,' de la cual forma parte el agente negro, Aquí en el novísimo continente y en toda la
y entonces no lo detiene, ó halla el modo de Australasia británica, son muy raros esos
advertirlo á tiempo para que huya, ó si perte- grandes delitos tan frecuentes en las grandes
necen á una tribu enemiga, entonces valién· aglomeraciones europeas y americanas y de
dose de la superioridad de las armas suele las cuales no nos llega más que el leve eco
aportar en vez de la justicia, la venganza azo- como repercusión de un mundo lejano y des-
1adora en la tribu enemiga, apoderándose de conocido:-solamente de tanto en tanto las cró-
las mujeres y de los niños. nicas criminales de las gra.ndes ciudades:
Es así como esta institución,-que sugerida l\1eLbourne, Sidney, Adelaide, tiene ocasión de
Por el espíritu práctico inglés debía haber, registrar algun hecho de sangre emocionante,
484 CRIMINALOGIA MODERNA_

debido las más de las veces ¡-1. alguno de cia. Así que e.3 el caso de preguntarse; si es-
aquellos misteriosos conzm-zs voyageurs del tas visceras preciosas de oro y plata de las
delito, sembrando el terror en su camino, y cuales la Australia se enorgullece, no sean u.na
casi siempre del elemento venido de los países mina cargada, bajo su honesta actividad de
septentrionales; puesto que los naturales de país joven, y contenga el germen de una: fu-
aquí, blancos ó negros, hallan, en la educacióIJ. tura disolución moral.
y pn la instrucción largoamente difundida y Entre tanto, como un vasto y poderoso di-
más aun en las felices condiciones de vida que de prevención social, se eleva, en todas
económica, asegurada por el trabajo, los más las colonias, de año en año más triunfante, la
fuertes estímulos para un laboriosidad honesta escuela.-En la colonia Victoria la emulación
y tranquila. es admirable entre las instituciones tanto de
Los mismos indígenas de. las tribus salvajes, educación pública, como de educación privada,
á despecho de la leyenda que han hecho de ellos cuyo resultado consolante es el siguiente: que
los prototipos de los antropófagos, si lo fueron, el analfabetismo con el consiguiente embrute-
cesaron de serlo desde hace mucho tiempo; y cimiento moral ha desaparecido casi por com-
malgrado las doctas disertaciones del célebre pleto de esta tierra, la última que ha entrado
fisiólogo berlinés doctor Krenge, que coloca al en el concierto de las sociedades modernas.
indígena australiano, físicamente é intelectual- Al futuro ciudadano austtaliano, por una sabia
mente, al último escalón de la humanidad, no prevención pedagógica, se le enseña primera-
presentan aq uellas especiales características mente el alfabeto del mundo moral, esto es, los
de anti sociabilidad y de crueldad, que han he- elementos de sus deberes de hombre, antes que
cho del salvaje, según las conclusiones de al- las nociones técnicas de la cultura mental. Ahora
gun antropólogo criminalista, un equivalente bien, he podido recientemente constatar de los
antropológico del delincuente. registros de las cárceles, que m uy pocos de
Basta hacer aquí en Australia, la compara- aquellos que habían recibido la educación en
ción entre estos miserables residuos de una las escuelas públicas ó privadas de las colo·
~ias habían pasado en la triste coorte de la
raza vencida y condenada á la extinción total
criminalidad. Los más, entre los recluidos y
y los representantes de la raza caucásica,
los que sufren alguna conden'a, son, como de-
cuando soplen sobre é~tos las bajas pasiones
cía, mercaderías de importación,
del interés egoísta y de concupiscencia y que
Tanto ó más que la m}sma colonia Victoria,
afortunadamente no han podido difundirse á
las otras colonias australianas consagran á la
sus anchas sobre estas tierras aun casi vír-
educación y á la instrucción pública ingentes
genes.
sumas de dinero.
Una dolorosa exepción á esta característica La colonia del New South Wales gasta en
especial del espíritu público Australiano, es provecho de las escuelas, anualmente, más
aquella creada por la atmósfera moral, satu- de 700.000 esterlinas-17 millones y medio de
rada de bajas pasiones, propia y exclusiva· francos.-Existen en dicho territorio más de
de la vida de las nlinas, las que también cons- 3.500 escuelas públicas frecuentadas por unos
tituyen, como todos saben, la más grande fuen- 270.000 alumnos de ambos sexos, Bajo el punto
te de riqueza de estas colonias. Allá en las de vista de la higiene y de la am p1itud de los
riquísimas mineras de oro ó de plata, las más locales, de la gradualidad de los programas y
abundante del mundo, entre las legiones cada de la capacidad del personal docente, los ins-
vez müs crecientes de los trabajadores, llega- titutos públicos de educación aq'uí ,responden á
dos de todos los país~s, el clüsico demonio del los más altos ideales modernos.
rubio metal, es de las carnes y de los espíritus En la colonia del South Australia, sobre una
una fiebre maligna, de la cual nacen, como de escasa población, hay 839 escuelas públicas con
un:l mortal fermentación, las estafas y las vio- otros 2000 maestros y 120.000 alumnos de ambos
lencias, los suicidios y los homicidios; mien- sexos.-En la colonia de Queens1and, que su-
tras las necesidades y la m,ataria de los pera muy poco los 500.000 habitantes, hay m¡is
pantanos degeneran el organismo fisico, pto- de 850 escuelas públicas, con 1900 mae stros Y
duciendo una infinidad de enfermedades como 92.000 discípulos.
la l1til1er's dz'sease, especie de bronquitis cróni- En la Tasmania, ma1grado la exigua pobla-
ca, mixta á clorosis y á neuroastenia general, ción, se cuentan cerca de 301) escuelas con
de donde, como se comprende, pueden surgir otros 350 maestros y 30.800 discípulos.-En la
con la máxima facilidad las más profundas per- Australia Occidental, sobre una población de
turbaciones nerviosas y psíquicas aptas para apenas 200.000 habitantes existen más de 250
crear en los enfermos y en su prole el- más escuelas públicas con 300 maestros y m~s de
espantoso substrato fisiopático de delincuen- 17.000 alumnos.
CRIMINALOGIA MODERNA 485

En la Nueva Zelandia, donde en estos últimos lincuentes:-y la propaganda hizo camino hasta
años los progresos fueron inmensos, la cifra en las Islas Británicas, así que desde 1856 se
de los analfabetos se redujo al 5 010. Hay 1496 suspendieron los ulteriores envíos de todo otro
escuelas, 4670 maestros y 195.000 alumnos de delincuente.-Lo que es ahora. este antiguo
raza blanca, además de 96 escuelas indígenas. receptáculo de malhechores y de carceleros
Hay además 357 bibliotecas públicas con más aun más feroces que aquellos, se ha vuelto la
de 500.000 volúmenes. Y sin embargo la pobla- residencia de una colonia feliz.
ción no supera los 800.000 habitantes.- Y aquí Años hace que se descubrieron en la peque-
una particularidad de mi tésis: en la Nueva ña isla de Pitcaitn que' se creía sin habitantes,
Zelandia, donde la edu~ación pública y el bie- algunos ex-galeotos que después de un amoti~
nestar materüt! hacen sentir más y mejor que namiento habían podido refugiarse allí y pro'-
en todas las otras colonias australianas sus be- curarse mujeres por medio de raptos, se
néficos efectos, no hay más que 2112 condenas volvieron padres de familia laboriosos y hones-
por cada 15.000 personas anualmente, y de és- tos. Cierto es que la mayor parte de ellos solo.
tas, la mayor parte por ebriedad ú otras leves hacían parte de aquella delincuencia de oca-
contravenciones. Los' delitos de sangre son es- sión cuyas causales son de índole más bien
casísimos. sociológicas ó pasionales y que menos de toda
Así también en las otras islas adyacentes otra presenta el peligro de la herencia de al-
menos importantes de la Australiana británi- gunos caracteres orgánicos. Y de esto he po-
ca, la instrucción pública es objeto de la ma- dido tener informaciones bastantes exactas.
yor atención como que además de ser conside- Una vez descubiertos y etenidos-los ex·ga-
rado como un factor poderosísimo de cultura leotos y sus hijos-puesto que las penas se ha-
general y de progreso material, 10 es al mismo bían prescripto, pidieron al gobierno' ingles que'
tiempo de preventivo eficaz contra el morbo se les enviara á la isla de'. Norfolk,-donde' ya
de la delincuencia. no se mandaba ningun delincuente,-y que se
Hasta en la Nueva Guinea, donde los habi- les dejara la isla para cu1tivar1a;-cosa que el
tantes indígenas, los Papui representan una de gobierno .ing1és no dejó de conceder.
las razas más atrazadas del mundo, física é in- y bie.n, hoy en día, la isla maldita, es la
telectualmente; hasta en la isla de Norfolok, florida isla del libre trabajo de estos sobre vi- .
que fué desde principios qe este siglo una de vientes de los presidios, y. de sus hijos. .
las penitenciarias más horribles, donde solían Días hace, una revista pedagógica de Lidney
enviarse los reinciden tes más peligrosos y los traía el discurso con el cual el gobernador
galeotos que, transportados desde Inglaterra á inauguró una nueva escuela educativa y pro-
Sidney, hubieran cometido ahí nuevos críme- fesional en la isla de las lúgubres memorias.
nes; y aun en los islas Fijias, donde la raza El discurso termina con estas pa1abras:-Es de
indígena hace apenas veinte años dejó las atro- estas playas, donde un día el dolor de la pena
ces prácticas del canibalismo) la escuela. este maldecía la fatiga, esta nueva institución sa-
faro de civiljzación, ya difunde sus rayos lu- . grada á la mente, al corazón y al brazo de los
minosos y benditos sobre la mente y los co- hijos de aquellos que aquí sufrieron, sea 'el fa-
razones todavía paralizados sobre los confines vor de una nueva tradición de la isla de No1-
de la barbarie. folk., sobre los mares de Australia y. sepa el
Quiero terminar estos breves apuntes sobre navegante, al pasar, que el trabajo libre tam-
la cultura piíblica y la delincuencia en la Aus- bien aqui, de la escuela á los campos, es al
tralia británica con la historia característica fin bendito y saludado como el solo redentor
de la célebre penitenciaria de Norfolk, ya ci- de las culpas humanas. Y he aquí una batalla
tada. vencida en nombre .de la luz,' en nombre del
Los trabajos á los cuales eran sometidos los amor ..... -
presos, eran duros y fatigosos; la disciplina He querido transmitir textualmente estas sa-
casi feroz y á la menor tentatiy'a de amotina- bias palabras, porque resumen todo mi pensa-
miento se inflijían los más atroces castigos) miento.-En ningun lugar mejor que en la
y no raras veces los instigadores eran zpso escuela de Norfo1k podría escribirse la frase
facto fusilados, sin formalidad de proceso, cuan- de Taine por más hiperbólica que ella pueda
do no se suicidaban por desesperación, 10 que parecer á los pesimistas: «por cada escuela que
era muy frecuente. se abra, una prisión se cierra».
Por más que fuesen segregados en el océa- Las paredes de la tétrica Penitenciaria, allá
no, no obstante la fama- de las crueldades per-. están para testimoniar que, al menos, por 10 que
petradas, llegó á levantar en Australia un respecta á estos pueblos nuevos, dicha frase
movimiento bien acentuado en la opinión públi- no es una mentira.
ca para oponerse á la deportación de los de- CHARLES ALDERMAN.
486 CRIMINALOGIA MODERNA

CRlr¡~ERIOS GENERALES
CJ.ue o:rienta.:rán el estudio de los

LOCOS DELleN CUENTES


--------<::~~~_.~-=---------

I llegando á la conclusión dp. que los degenera-


La psiquiatría criminal. dos son todos aquellos seres humanos que, aún
s9breyi viendo en la luena por la vida, son débi~
Un capítulo de la ciencia positiva no escrito todavía.
les y llevan los estigmas más ó menos marca-
El estudioso que observa con ferviente pasión dos de su debilidad, tanto en 13s formas físicas
de conocer, templada por la serena frialdad de como en la manera de actuar, y sobreviven en
los modernos métodos científicos, el mundo tris- coudiciones inferiores, siendo, además, poco aptos
temente doloroso de la locura y del delito, se para las luchas siguientes.
detiene al encontrar en su camino al misterioso Esta definición, como oportunamente le obser-
personaje de las grandes tragedias del espíritu, vara Tonnini, era iucompleta, por CU:.tIJtO pres-
que 81zakespeare supo encarnar genialmente en cindía del importante ,contingente de degene-
la concepción artística de Hamlet. Y el interés rados venced·ores en las luchas por la existencia,
del estudioso llega á transformarse en una ver- en quieues lejos de realizarse la selección de-
dadera pasión científica-cuyas crísis morbosas purativa con eliminación de los malos elemen-
ilustró inteligentemente Pat1'iú-8n presencia de tos y conservación de los buenos, se realiza
los innumerables problemas que ~mgiere este gru- la selección in vertida, la selección degenerativa;
po de anormales, condenados .por la herencia por y. por lo que se propuso sustituir á la definición
el ambiente á ser víctimas de la locura al mIsmo de 8er,qi esta otra más clara y definida: el
tiempo que á ser los actores inconscientes de degenerado, en general, es un individuo venci-
las más extrañas y refinadlls manifestaciones de do ó vencedor en la lucha por la existencia, que
la criminalidad. por l.as inperfecciones innatas Ó por la desinte-
Cierto es que el «loco delincuente» ha llama- gración adquirida del carácter ó de la restante
do siempre la atención de los criminalistas, funcionalidad psíquica, resulta improductivo ó
psiquiatras y médicos-legistas; las cuestiones de nocivo á la sociedad. Derin~ción que responde
responsabilidad y de penalidad han preocupado
por igual á las exigencias del cl#erio antro po-
cllllstantemeote á los peritos en la materia. Pero
lóg'ico y á las del criterio sociológico.
no es menos cierto que aún no ha sido objeto
Pretender la determinación de un degenerado-
cie ninO'ún
o estudio serio, concienzudo y comple-
tipu es absurdn; lo que hace injustjficable la
to,. que dé solución á los innumerables proble-
objeción hecha por Feré á Lombroso y su es-
mas que con este tópico se relacionan.
cuela de no ha bpr sabido distinguir al delin-
Este es, sin duda, el limbo estéril de las cien-
cuente nato del degenerado común; como si
cias criminal y psiquiátrica; todos, ó una gran
hubiera un degenerado-tipo con el cual pudieran
parte de los problemas relacionados C(l~ ,el «~oco confrontarse el epiléptico, el loco, el delincuente,
delincuente», están esperando una soluclOn CIen-
y no fueran más bien éstos los degenerados que
tífica que ponga término á las innumerables po-
constituyen el edificio de la degeneración, cuyos
lémicas que despierta .. Como trataremos de. po-
pisos y secciones deben pre9isamente estudiarse
nerlo en evidencia, está aún por escribirse este
en los individuos, recordando que, así como nO
lal'O'o é importaute capítulo de la ciRncin posi-
o . hay locura sinó locos, co~o no hay delincue~­
tiva, destinado á ejercer en el porvenIr una no-
cia sinó delincuentes ó locos morales, así ea eXIS-
table influencia sobre los criterios fundamentales
te la degeneración sinó degenerados que debe~
del derecho penal y de la psiquiatría, de la me-
estudiarse pnra ser distinguidos entre sí y nO
dicina legal y de la antropología criminal.
disting'uidos de un tipo abstracto, edificado ~n
el aire, como dice Tonnini: un tipo sine-materIa.
II
Así entendida la degenera ción, que á JIorel
El «loco delincuente» ante el concepto cupo la honra de sintetizar en una intuición ge-
de la degeneración. nial, se conviene por todos los que se ha.n ocu-
8ergl, con clarovidencia poco común, ha abor- pado con criterios positivos de la materIa que
dado el análisis de la patogénesis degenerativa, ella puede reVEstir cuatro distint.as modalidades.
CRIMINALOGIA MODERNA 487

Pero nó en un sentido absoluto, que por ser de extenderla á casi todos aquellos que Silvio
demasiado simplicista ó esquemático conr1uciría á Venturi ha llamado, con sútil precisión, «los ca-
la más evidente inexactitud, sinó en el sentido racterísticos de la sociedad»; esa pléyade do
de que las formas aberrantes de la individ~ali­ individuos que dolarosamente se agitan entre la
dad humana se agrupan de preferencia en torno neurastenia y las intoxicaciones profesionales,
de cuatro tipos que poseen caracteres genéticos entre el alcoholismo y la insuficiente nutrición
y morfológicos tales que permiten su diferencia- del organismo, es la vanguardia de los degene-
ción. Y es así que puede hablarse con propie- rados de las generaciones inmediatas, si una
dad de «degeneraciones hereditarias», «degene- «vit·icultura» apropiada no devuelve la salud á
raciones adquiridas», «tl'egresiones atávicas»-di- sus organismos' empobrecidos y fatalmente con-
ferenciables en anacrónicas y anatópicas-y denados á ser los disidentes perj udiciales del
«monstruosidades», derivadas de un proceso de ambiente social en que viven.
neogenesis ó paragenesis, que entran juntas con y si se reconocen en la locura y la criminali-
las monstruosidade~ atávicas en el campo de es- dad dos frondas maléficas del árbol de las de-
tudio de la teratología. generaciones humanas, ocurre pensar, lógica-
Es necesario pasar por sobre las disiden- mente, que los ~dienados delincuentes son también
cias entre las escnelas francesa, italiana y ale· retoños del mismo tronco patológico, pues si
mana, que dán al concepto de la degenera- se les considera desde el punto de vista psi-
ción distintas interpretaciones, aunque girando quiátrico aparecen como Ol~gánicamente anor-
siempre en torno de la identi1ad fundamental del males á causa de su locura, y si desde el punto
concepto, siguiendo las huellas luminosamente de vista criminalógico es evidente en ellos el
trazadas por Aforel, Lornbroso y K1"ajjt-Ebing, predominio de la morbosidad orgánica sobre los
respectivamente; el campo escabroso de esas factores externos, lo mismo que en los delin-
desinteligencias polémicas merece ser investiga- cuentes natos ó locos morales.
do atentamente con más tiempo y mayor es-
pacio. III
Pero á nuestro objetivo del momento basta
El «delincuente loco» en el concepto de la criminalogía
señalar que la locura y la criminalidad tienen su
ubicación en el ramillete morboso de las anoma- En el estudio de los delincuentes surge de
lías degenerativas. De la primera, graci'hs á U'J::lmanera natural y expontánea la constitu-
las síntesis de los estudios de Saury, tenemos ción 'de dos grandes grupos fundamentales, se-
derecho á pensar que las relaciones entre- gún que en la etiología del delito primen los
hereditariedad y locura no faltan casi nunc<l, factores internos ó los factores externos.
pues si no existe predisposición ~l neurón es . En los unos el delito es «principalmente» de-
tan poco apto para crear un delirio como la terminado por los factores antropológicos del
tierra para producir sin semilla, al mismo tiem- delincuente, que se traducen bajo forma de ano-
po que en su etiología es de regla encontrar malías fisio-psiquícas, congénitas ó adquiridas.
los factores de la degeneración arlq uirida. En los otros el delito es «principalmente» de-
De la' criminalidad puede afirmarse otro tanto, terminado por causas agen3s al organismo, re-
sin temor de conüadicción, máxime después de sidentes en el ambiente cósmico y social en que
los trabajú~ demostrativos, debidos principal- vive el delincuente.'Y en esta división funda-
mente á la escuela italiana, que muestran los mental, primera dicotomización en el cuadrp de
caracteres de la atipia atávica y de la degene- la clasificación de la escuela positiva italiana
ración hereditaria en los criminales del tipo - por obra, en primer término, de Enrique
congénito y de la degenenación adquirida en los Ferri - el consentimiento de los criminalistas
restantes, de mayor ó menor gTado á medida de todas las escuelas es casi unánime.
que se desciende de los delincuentes por causa Pero en cuanto la clasificación de la escuela
orgánica, congénita Ó adquirida, á los habituales, positiva italiana - sin duda alguna la más acep·
ocasionales y por pasión. table, cómoda y racional - nos presenta al pri- ..
El hecho de que en todos la degeneración no mer grupo de criminales, los orgánicos, subdi-
reviste caracteres somáticos y psíquicos igual- vidas en criminales por morbosidad congénita
mente manifiestos, no puede de ninguna mane- (epileptoides, locos morales, criminales-natos y
ra inducil' á que se reserve á un núcleo redu- psicosis congénitas) y por morbosidad adquirida
cido la ,calificación de degenerados, en lugar (causas patológicas, psicosis adquiridas) la cla·
488 CRIMINA LOGIA MODERNA

sificación resulta deficiente ante un detenido IV


exá men realizado desde el punto de vista psico-
sntropólogico, con prescindencül de todo criterio El «loco delincuente» en el concepto de la, psiquiatria
jurídico y penal. Y la figura del «delincuente El psiquiatra que se consagra á meditar sobre
loco» apnrece desprovista de la unida~ necesaria esta materia se aleja cada día más de la creen-
para que pueda constituir un tipo CI'iminal. cia de que entre los alienados comunes exista
En verdad no se explica como Ferri ha podido un grupo de individuos, caracterizaaos por mo-
estudiar en un solo grupo, en su excelente obra dalidades comunes, que puedan considerarse co-
sobre el homicidio, á todos los delincuentes locos; mo especialmente condenados al delito. No se
de esa fusión de los hereditarios con los adqui- encuentran «delincuentes .locos» como tipos es-
ridos mal puede~ sacarse conclusiones antropo- peciales, sinó alienados que por su delirio ó sus
lógicas que tengan fuerza científica, aplicables alucinaciones son arrastrados al delito.
igualmente á los unos y á los otros. Los «locos No satisface, en manera alguna, al criterio
delincuentes» hereditarios, deg'enerados congé- del psiquiatra la di visión de los ~delincuentes
nitos, están más próximos del -epileptoide, del locos» fundada en las relaciones entre el delito
loco moral y del criminal nato, que de los «locos y el delirio ó la alucinación. No se adelanta
delincuentes» por causa adquirida. ~Y cómo po- gran cosa al establecer que: lo una parte de
drían determinarse las fronteras entre los cuatro Astas individuos delinque bajo el influjo directo
tipos de delincuentes congénitos'? ¿ Y, ahora que de su anomalía psíquica, y éllos serían para
Lombroso sostiene, con poderosa argumentación, muchos los únicos y verdaderos locos delin-
la identidad del epileptoide, el loco moral y el cuentes; 2° los de otro grupo cometen su delito
deliucuente nato, cual será el criterio para seña- con prescindencia de sus trastornos psíquicos,
lar las diferencias entre el tipo delincuente re- y serían individuos locos y delincuentes á: un
sultante de esa fusión y el delincuente loco'? mismo tiempo; 3° en los individuos restantes el
¿Y dónde clasificar al enfermo de locura epilép- delito es cometido anteriormente á la aparición
tica que suele ser, con frecuencia, un criminal de los trastornos de la psique, y serían simple-
impulsivo de los más peligrosos'? ¿Basta acaso mente criminales que enloquecen.
sostene~r como factor diferencial la existencia ó Ese criterio es falso porque se funda en la
ausencia de alucinaciones ó ideas delirantes? consumación del delito. Si desde el punto de
Este criterio puede, en la práctica, ser suficiente vista jurídico no hay delincuente mientras no hay
para el criminalista; pero él no puede-satisfacer delito, para la psiquiatría criminal lo hay, latente,
al psiquiatra, al mismo tiempo que pone de re- aunque el delito no haya sido cometido; tal el
lieve la insuficiencia de exaetitud científica de In concepto exacto que surge de los prinCipios de
clasificación de Ferri. El congénito y el adquirido la escnela positiva que ha determinado la exis- -
no pueden fundirse en un tipo único: en el pri- tencia de los factores orgánicos de la delin,
mero la psique ha estado alterada desde el na- cuencia. El criminal-nato es psíquica y orgáni-
cimiento, en el segundo la psique, primitiva- camente un criminal nato aunque jamás haya
mente sana, se ha enfermado. Estos últimos son delinquido; el juez puede esperar que cometa un
tan .locos delincuentes» como los otros y sin delito para reprimirlo, pero el hombre de ciencia
embargo no pueden unificarse en un mismo sabe que ese individuo es el mismo antes y
grupo. Los primeros realizan el delito por ausen- después del delito y que éste no ha sido más
cia ó insuficiencia de los centros inhibidores, mien- que la resultante lógica y fatal de su morbosi-
tras que en los segundos es la resultante de la dad orgánica.
desviación de esa función de úontrol, antes exis- Es así que prescindiendo del delito cometido
tente; y la ausencia ó insuficiencia de los pri- - cuya realización obedece, especialmente en
.meros, que no existe en los segundos, es, en los locos, á circunstancias fortuitas, agenas al
cambio, propia también de los delincuentes natos. que delinque - el psiquiatra vé entre los alie-
Por esos y otros motivos puede pensarse que nados comunes algunos que son más ó menos
'el «delincuente loco» como tipo criminal respon- peligrosos por la naturaleza de su locura Ó de
de bien á las- necesidades -práctieas de la clasi· sus alucinaciones y delirios; en ellos la consU-
ficación criminalógica, de la medicina legal y mación del delito depende de las cil'lustancias
del derecho penal, pero hasta ahora no es un tipo del medio, que pueden facilitarles ó impedirles
cuya unidad pueda ser científicamente sostenida, la realización de un delito cuya idea puede sur·
ni es posible diferenciado netamente de los gil' en su mente en forma de obsesión ó ser la
otros criminales por anormalidad congénita. resultante inmediata de un impulso. y ya se
CRIMINALOGIA MODERNA 489

verá más adelante como el concepto del «alie- criminal, no cabe una más amplia dilucidació n
nado peligroso» está destinado á primar sobre de las críticas que el psiquiatra puede formular
el del «alienado delincuente». contra el actual «loco delincuente» como tipo
Prescindiendo pues de ese cl'iterio cuya vali- psicoantropológ ico especial.-
dez jurídica no es intrínseca sinó resultante de Baste aquÍ solamente recordar que eXlste un
la pésima orientación del derecho penal clásico, grupo, inexplorado aún, de los impulsivos. Son,
se tendrá que, haciendo abstracción de la reali- sin duda, miembros de la gran familia de la de-
lización del acto delictuoso y mirando solamente generación, que, dentro de los criterios aetual-
los factores orgánicos que determinan la etio- mente en boga, constituyen una verdadera traba
logía de la locura en sus relaciones con el de- á toda clasificación. Pueden no tener anormali-
lito, pueden presentarse, dentro de los criterios dad de la esfera intelectual ni de la esfera mo-
actuales, los cinco casos siguientes. ral y, en cambio, tienen siempre anulada5l sus
10 Un individuo - puede tener su anormali- facultades de inhibición; su conciencia ha per-
-dad principalmente localizada en la esfera de dido todo dominio sobre los actos que se operan
su 'inteligencia: es el-loco. por vía puramente refleja, su emotividad se tra-
2° Un individuo puede tener su anormali- duce en' acciones y reacciones sin freno: son
dad principalmente localizada en la esfera moral, los criminales por defecto orgánico del sistema
de los sentimientos: es el delincuente. volitivo.
3° Un individuo puede tener su anormali- Su existencia con caracteres propio5l, á es-
dad prineipalmente localizada en el órden inte- tudiarse, llenarla una gran laguna en la clasi-
lectual y en el orden moral al mismo tiempo: ficación de los criminales, pues permitiría en-
es el loco y delincuente. sayal' una nueva clasificación psiquiátrica cuyos
4° El que tiene su anormalidad principal- criterios serían, esquemáticamente, los siguientes,
mente en la esfera intelectual puede tener la- p3reciendo responder á las necesidades de la
tente una morbosidad de la esfera moral ó puede dasificación de los delincuentes por causas orgá-
la primera repercutir sobre la segunda, desequi- nicas; sin olvidar que j unto á los factores antro-
librándola: es el loco delincuente. pológicos esfán los cósmicos y sociales, igual-
5° El que tiene su anormalidad principal- mente importantes en la etiología del delito.
mente en la esfera moral puede tener latente
un3 morbosidad de la esfera intelectual ó puede v
la primera reper'cutir sobre la seg'unda, desequi- Elementos para una nueva clasificación psiquiátrica
librándola: es el delincuente loco.
de los oriminales
En los tres últimos de esos cinco casos posi-
bles se observa cuán diferente puede ser la El individuo arrastrado al delito por una anor-
etiología orgánica del delito de esos individuos malidad de su psique pertenece á la familia de
estudiados en criminalogía como un grupo homo- los degenerados.
géneo y defini~o. Y aunque Fe?'ri, en sus labo· Su degeneración puede ser hereditaria ó ad-
riosas estadísticas del homicidio, haya revelado quirida, ó bien la segunda forma puede sumarse
que en los alienados delincuentes el número de á la primera intensificándola.
caracteres degenerativos es mayor que en los La psicopatía puede revestir tres formas prin-
alienados comunes, aproximándose al de los de- cipales, según que los caracteres patológ'ico~
lincuentes natos, eso puede probar simplemente ~e revelen principalmente en el dominio de las
la presellcia de muchos individuos que se pn- funciones morales, intelectuales ó volitivas.
cuentran en los grupos 3° y 5° Y en quienes, 1.0 Individuos arrastrados al delito por una
por aquello de que las anomalía~ psíquicas anm1'laUa en su esfera ?noral,. ella puede ser
suelen estar paralelamente acompañadas por congénita (Delincuentes natos ó locos morales~
anomalías morfológicas y funcionales del orga- de Ferri) ó adquirida (Delincuente ha bitual).
nismo, el número de estigmas siendo el mismo 2.° Individuos arrastrados al delito por una
que el de los delincuentes determina la eleva- anomalía en su esfera 'intelectual; congénita
ción del porcentage total al mezclarse con los (delincuentes por locuras congénitas) ó adqui-
del grupo 4°. rida (delincuentes por locuras tóxicas, obsesión
Pero en este esbozo, que no responde á mas política, etc.)
propósito que la demostración de la escasez de 3.° Individuos ar1'ast1'ados al' delito PO?' una
bases científicas para los estudios de psiquiatría anomalía en su esfera volitiva,. congénita
490 CRIMINALOGIA MODERNA

(delincuentes impulsivos congénitos) ó adquirida VI


(delincuentes de ocasión). El «loco delincuente» ante el criterio
Como corolario de este esquema de clasifica- de la responsabilidad
ción es necesario insistir en que nll es una cla-
Archivadas definitivamente en el museo de ,
sificacióll de las causas del delito, sino sola-
arqueología filosófica las inocentes incongruell-
mente de los factores orgánicos de los delin-
cias del libre albedrío, en que durante tantos
cuentes, que se asocian á los cósmicos y sociales,
igualmente importantes, para producir el fenó- uños pastaran los fabricantes de psicologías me-
tafísicas, alucinados por el mirage agradable-
meno de la delincuencia; además no debe olvi-
mente engañador de la libert&d moral, la cues-
darse que no se podría pretender determinar esos
tión de la responsabilidad penal de los alienados
tres tipos como absolutos; ellos se anastomosan
está destinada á desaparecer ante el desarrollo
siempre. Los delincuentes del primer grupo son
progresivo de la moderna psicología científica.
«principalmente» enfermos morales, pero esa
morbosidad se extiende, ó repercute siempre, en
y acaso ya no existiera si el derecho penal
clásico no cimentara todas sus aplicaciones pe-
menor grado, sobre la inteligencia y la volun-
nales en ese falso concepto de la responsabili-
tad; exactamente lo mismo dígase de los otros
dad, que el tiempo se encargará de sustituir por
d03 grupos: el loco puede tener morbosa su mo-
el de la temibilidad del delincuente como deter-
ralidad y su voluntad: el impulsivo puede ser
minante de una reacción defensiva por parte de
un ellfermo mornl ó intelectual. Además, lejos
de considerar como frecuentes los individuos la sociedad.
Cmmdo murió Paul Verlaine, el inventor del
tipicos de uno ú otro grupo, debe considerarse
que lo frecuente es la asociación de sus cnracte- «pecado radioso), el artista Ruben IJa1'ío con
res en un mismo individuo: no hay enfermeda- su fina penetración de espíritu ilastrado, ter-
des de la psique sino enfermos de la psique; minó (::1 artículo necrológico con estos conceptos
un mismo delincuente puede ser anormal en su de piadosa disculpa que encerraban t9da una cpu-
moralidad y en su inteligencia, en. su moralidad clusión científica sobre lo que un psiquiatra es-
y en su voluntad, en su inteligencia y su vo- tudiaría como el «caso Verlaine»; terminó dicien-
luntad, y hasta tener estigmatizadas, á un mismo do en son de piadosa disculpa: «no era mala,
tiempo, por la degeneración de las tres funcio- estaba enferma, su animula~ blandula, vagu-
nes fundamentales de la psique. la. .. Dios la haya acogido en el cielo como
Ko es ~quí donde corresponde objetar que la en un hospital». Y Ruben IJa1~ío al escribir esas
llueva coniente psicológica tiende á un concepto líneas demostraba mayor clarovidencia científi-
esencialmente unitnrio del fenómeno psíquico; ca que todos los penalistas clásicos nutridos
basta ahora la tripartición de los fenómenos de con la insípida alfalfa del libre aldedrío. Sí; el
la conciencia es la guía que mejor orienta en «pau vre Lelian», el alabado autor de «Sagesse»,
el estudio de la vida psíquic~ y psicopática. muerto en el hospital después de haber arras-
El criterio psiquiátrico esquematizado en esa trado una vida trágica en medio de las terrorÍ-
forma rudimentaria y no bien definida, pudrá ficns alucinaciones del alcobol, no pecaba por
ser, acaso, en el porvenir, la base de una clnsi- maldad, no era un perverso, (,estaba enfermo»,
ficación científica de los delincuentes partiendo y su destino no podía ser otro: «Dios lo haya
del estudio del 5énesis psicopático del delito; acog'ido en el cielo eomo en un hospital».
una exposición más completa y más definida Ante la psicología científica nadie es respon-
del tema es, sin duda, necesaria para que la sable de sus actos; ni el hombre sano, ni el alie-
discusión científica-que siempre debe esperarse nado, ni el criminal, ni el alienado-criminal; ni
serena y elevada-confirme ó destruya el valor nadie. La psico-fisiología experimental conduce
objetivo de esa nueva manera de encarar la á la negación en el hombre de todo poder de libre
clasificación de los delincuentes. voluntad para deliberar prescindiendo de la ac~
Mientras tanto lo que se sabe es que no se ción natural é inevitable de las causas físicas,
expresa nada concreto, psiquí'átricamente, cuaE- fisiológicas y psíquicas que actúan· constante-
do se dice «locos delincuentes» ó «delincuentes mente sobre el individuo, haciendo que la deli-
locos», aunque para las necesidudes de la prác- beración de éste no sea nada más y nada mé
tIca, en derecho penul y en medicinu legul, eso nos qne la resultante de aquellas componentes,
signifique, satisfuctoriamente, que se truta de y que, dadas éstas, no puede ser otra de la
individuos delincuentes que no están en el pleno qne es. Tal la concepción determinista, men~s
goce de sus facultades mentales. halagadora para la vanidad de los espíritus de-
CRIMINALOGIA MODERNA 491

biles) pero vigorosamente cimentada en las no- primero aunque jamás haya delinquido, debe.
ciones científicas adquiridas diariamente por la ser rigurosamente aislado, para siempre, á fin de
observación y In expet'imentación. evitar que sus malas tendencias se traduzcan
Es de acuerdo con estos criterios de la es'cuf>1a en actos antisociales.
positiva que la pena, afeada por la idea de La leyes, pues, actualmente, la negación
venganza ó de castigo, deberá ceder su te- del criterio científico; el chicaneo curial y el
.rreno al derecho de defensa social, manifesta- estudio psicoantropológico están en flagrante
ción en la vida snperorg'ánica ·de esa fuerza oposición: de allí que los juristas clamen con-
biológica, ya existente en los organismos más tra las nuevas tendencias científicasacusándo-
inferiores, que tiende á aislar, segregar ó eli- las de ser defensoras de los criminales, preten-
minar de su seno todo aquello que puede difi- diendo erróneamente que la escuela positiva al
cultar ó poner en p'eligro la existencia de la negar la responsabilidad de un dAlincnente de-
propia individualiElad orgánica. Así como la terminaría que fuera puesto en libertad. Sin em-
amiba elimina la partícula inorgánica que ha bargo nada m.ás contrari6 á lo que piensa á ese
envuelto creyéndola, erróneamente, alimenticia, respecto la escuela positiva: una vez susti-
de igual rrwnera la sociedad, trata de eliminar tuido el criterio de la defensa social al criterio
todos aquellos elementos que considera perjudi- de la responsabilidad, todos los delincuentes se-
ciales á su desenyol vimiento. rán tratados de conformidad con el tem'or que
Es :.tsÍ que mientras las cuestiones de res- su anomalía inspire: con simples medios re-
ponsabilidad, irresponsabilidad total, irresponsa- presivos si son susceptibles de ser sustraídos
bilidad atenuada, irresponsabilidad parcül1, se- al delito; con medios eliminativos si las causas
guirán constituyendo el eje Pon cuyo rededor orgánicas son lus principales determinantes del
girará el chicane0 curial de los abogados, para delito. Ya veremos cuales son las formas en que
los psiquiatras y antropólogQs criminalistas la mejor debe realizarse la eliminación de los alie-
cuestión deber.., plantearse, sencillamente, en el nados delincuentes, de conformidad con el cri-
terreno de la temibilidad del delincuente. terio de que cada grupo de delincuentes es
Y, entonces, surge esta cuestión, en nuestro susceptible de un tratamiento especial, determi-
entender fundamental: desde el punto ele vista nado en harmonía con las condiciones genéticas
científico tendente al buen desempeño de la de sus delitos.
Lo que 'aún queda por realizar es la sustitu-
función defensiva de la sociedad, no existen
ción del falso criterio jurídico presente de la
locos delincuentes y locos no delincuentes, sinó
responsabilidad por el criterio científico de la
locos peligrosos ,7j locos no pelig1"oSOS, siendo
nece~·;idad de la defensa social contra esos indivi-
éste el úuico criterio que debe dar la medida
duos peligrosos, siendo evidente que no es la
de la rea~ción social contra el loco que comete
ciencia la que debe doblegarse á loa caprichos
un delito.
de la ley sino ésta la que debe somelerse á los
Un loco puede no haber delinquido, por habér-
dictados de aquélla; máxime cuando la ley no
selo impedido una reclusión á tiempo, y ser,
solamente es mala, siuó también perjudicial. ¿Es
sin embargo, peligrosísim:o; otro puede haber
más lógico, decía LOJnoroso en nna interp.sante
delinquido bajo la influencia de un delirio ya
polémica., que las leyes se acomoden á los he-
curado y ser ahora, sin embargo, un sujeto ab-
chos, ó que Jos hechos deban acomodarse á las
solutamente inofensivo, laborioso, útil. Para los
leyes'?
juristas éste es un «delincuente loco» que debe
Y todo está aún por hacerse desde este punto
permanecer encerrado rigurosamente con ese
de vista.
carácter; mientras que el primero no merece
mayor severidad que la camisa de fuerza ó la VII
celda en un manicomio común. Ese criterio es El «loco delincuente» ante el criterio
absolutamente falso.
de la defensa social .
El psiquiatra crirr.inalista que quiere ser con-
secuente con las modernas ideas de la escuela Ante los g'ravísimos defectos técnicOs y prác-
positiva dirá que el loco que ha delinquido ba- ticos del viejo edificio c'riminalógico, dice L07n-
jo la influencia de su delirio, deberá ser inme- 01'OSO en la reciente edición de su tratado de
diatamente pue~to en libertad si curando de la medicina legal - 2 a • :Ed. Turín, 1900, pág..
causa de su delito 'pudiese volver á ser un indi- 194-la Escuela Positiva criminal ha formulado
viduo laborioso é inofensivo; mientras que el proposiciones concretas de medidas curativas
492 CRIMINALOGIA MODERNA

del delito correspondientes á los resultados de sivos están en iguales condiciones, no oI'vidan-
los estudios de antropología criminal. Ella, re- do que á la clásica «dosimetría» de la pena (á
conociendo el delito como un fenómeno morbos.o tanto delito tanta pena) debe sustituirse la
estrictamente relacionado con la organización «individualización» de la pena según el grado
individual, abandona la pena, que conserva toda- de temibilidad de cada delincuente.
vía los rastros de la antigua venganza, cruel é. Los .medios eliminadores son los que merecen
ineficaz, y en cambio intenta la enmienda del llamar principalmente la atención en el trata-
individuo cuando fuera posible, el resarci- miento de los alienados delincuentes, por cuanto
miento. de los perjuicios por él causados, y en se trata de individuos sumamente temibles, por
todos los otros casos trata simplemente de. de- lo g'eneral, que necesitan ser eliminados siendo
fender á la sociedad de estos elementos pertur- doblemente peligrosos, pOlo su carácter de locos
badores. La defensa social es pues la base ra- además qne· por condición de delincuentes.
cional de un sistema punitivo, positivo y cien- Sin entrar aquí en polémic.as sobre la aplica-
tífieo, exclusivamente: proporeionado á la temi- ción de la pena de muerte-no tan solo á los
bilidad del delincuente. delincuentes irremediables,. como quisiera Lom-
Procediendo de esa manera la nueva escuela broso y otros, sinó á todos los degenerados des-
no cede á un estéril prurito de innovación, co- tinados á ser perpetuamente antisociales-que
mo ya ha observado ])e lJIattos. Ha demostrado todos los positivistas reconocen justa, aunque
Ferri que la idea de la defensa colectiva como muchos, con Ferri, no la creen opol'tumi por la
justificación de las penas, aunque enmascarada imp(~sibilidad práctica de aplicarla ~n las vastas
durante larg'o tiempo por las especulaciones de, proporciones en que sería necesaria y, por ,] .
los filósofos y de los juristas, se ha conserva- posibilidad de sostituirla con la reclusión perpe-
do siempre claramente en la conciencia popu- tua 6 ·la deportación, será más útil entrar de
lar. La persistencia de la frase «combatir contra lleno á analizar los otros medios eliminativos.
el delito», usada aún por los mismos correccio- Los «locos delincuentes» han motivado,en
nalistas, ocupados sentimentalmente en la tarea todo tiempo, las más ardientes polémicas, cada
de acortar la extensión de la pena, confirma las yez que se ha tratado de determinar las condi-
palabr::..s de FelJ'ri que la sociedad lesionada en ciones en que debían ser eliminados del seno
sus intereses. reacciona contra la agresión, de la sociedad. Sin embargo los diversos crite-
venga de donde viniere. rios que están en pugna concuerdan en ad-
Esa reacción es constituída por los medios de mitir este hecho fundamental: el alienado que
la def~nsa colectiva,' que pueden pertenecer al ha cometido un delito debe ser considerado co-
órden profiláctico ó al penal. Son reductibles·á mo un enfermo peligroso y nó como un culpa-
cuatro grupos: ble; criterio que tiende á prevalecer desde me-
lo. Los medios preventivos, destinados á evi- diados de este siglo, á partir de las leyes que
tar todas las :causas que pudieran determinar la regularizaron la admisión de estos sujetos en
extflriorización de las tendencias morbosos al los manicomios criminales instituidos en Dun-
delito; son los «sustitutivos penales» de Ferri. drum (1850), Perth; (1858) y Broadmool' (1863)
, 2°. Los medio~ reparadores, destinados á la para los locos delincuentes de Irlanda, Escocia é
indemnización de las víctimas del del,ito y á la Inglaterra respectivamente.
disminución de las fuertes cargas que implica En nuestro concepto ese criterio, con el tiem-
para el Estado la lucha contra el delito. po, deberá ser extendido á todos los individuos
::30. Los medios represivos, penas variables en rrue por una morbosidad cualquiera de su pL;ique,
cada caso según las condiciories del delincuente, en la esfera moral, en la intelectual ó en la vo-
la edad, el sexo, la profesión, el sistema de litiva, son arrastrados al abismo de la delin-
vida, etc. cuencia. Todos ellos son igualmente irrespoDs~­
4°. Los medios eliminadores, destinados á im- bIes; tienen tallta culpabilidad de su delito cómo
pedir la recidiva: pena de muerte, deportación, el leproso de ~u lepra, el varioloso de su viruela,
reclusión perpetua apropiada á las condiciones ·el pestoso de su peste, el tuberculoso de su tu-
especiales del criminal. berculosis; y, seg'uramente, el peligro social que
Para los «delincuentes locos» las medidas entrañan no es mayor que el de cualquiera de
preventivas son las mismas que para los deIin- estos otros enfermos que en mayor proporción
.cuentes en general; y de eficacia exactamen- que él esparcen la muerte en torno suyo.
te análoga: Los medios reparadores y los repre- Dos son las indicaciones que deben tenerse
CRIMINALOGIA MODERNA 493

en cuenta para poder determinar cual es la for- de las dos formas siguientes es de desear y es-
ma de eliminación que presenta mayores ven- perar que estos sujetos sean separados de los
tnjas: lo el alienado delincuente es un enfermo criminales comunes y tratados en secciones es-
y como tal' debe ser sometido á un tratamiento peciales que sirvan de enfermerías al mismo
curativo; 2° el alienado delincuente es un indi- tiempo que de prisión. Peor es nada.
viduo peligroso para la socieda~ y ésta tiene, En cuanto á los manicomios . criminal~s y á
por consiguiente, el derecho de defenderse po- los manicomios homunes, 'parece que en ést0 7

lliéndole en condiciones tales que no le permi- como en todas las cosas humanas, la pasión ha
tan ej ercer sus tendencias mórbidas. :desviado, más de una vez, á los psiquiatl'as y á
Conste que usamos por comodidad el nombre los ticiminalistas del verdadero camino á seguü>.
de docos delincuentes»; insistimos en que el Sin entrar á discutir las exageraciones de Fe-
psiquiatra criminalista para dirigir su tratamien· 1~1'i, Lomb1~oso y los positivistas italianos en
to y eliminación no tiene ante sí más que locos defensa del manicomio criminal, ni las de lJ.Ien-
peligrosos y locos que no 10 son; luego lo que del, Falret y su" secunces de Francia en fa VOl'
se dig'~ aquí de los «locos delincuentes» entién- de la reclusión en manicomios comunes, puede
dase que debe referirse á los locos peligrosos. señalarse someramente cual es el buen término
Dentro de las dos indicaciones á que debe medio, que llena las ventajas del uno y (lel otro
responder la eliminaCión de estos individuos, la sistema, evitnndo la mayor p¿Jrte de sus incon-
deportación en territorios salvajes es absoluta- yenicntes. Debe record¿Jrse, de paso, que Falret
mente imposible; dá la seguridad social pero está ~ún embebido de los prej (} icios de. la escuela
no ofrece recursos de tratamiento curativo. criminal clásica cuando considera monstruoso
El único medio eliminativo utilizable en la agr~gar el calificativo de delinclleute á un~alie­
práctica es la reclusión. De antemano debe es- IlUdo, considerando que la locura es Ulla enfer-
tablecerse que en estos enfermos la eliminación medad, una desgracia, mientras que el delito es
no debe ser siempre perpétua; hay estados psi- una perversidad, una culpa del libre albedrío.
copáticos sumamente peligrosos y, al mismo «Nó, dice Ferri: así como ha un siglo se admitió,
tiempo, sumamente' curables: curada la psico- en contra de las opiniones medioevnles, que la
patía ter~ina el peligro social y es lógico que) locura no depende de nuestra «simple Yoluntad~,
el individuo pueda volver al seno de la sociedad, así ahora es necesario reconocer que tnmpoco
sin que ésto excluya cierto derecho á una vigi- . el delito depende de tIla. Delito y locura son
lancia que garantice la persistencia de la ino- dos desgracias: tratemos á ambas sin re_ncor,
fensividad del curado. pero defendámonos de amb~s».. Y queda, con
La eliminación mediante el sistema de las re- ésto, para otra oportunidad y para otro sitio el
clusiones puede revestir tres formas, que se estudio y la discusión detenida de este intere-
disputan el primado en el terreno de la polémi- santísimo debate. :
ca y en, el de la práctica. Es necesurio llevar, primeramente, la cuestióu
La primera forma consiste en mantener á es- á su verdadero terreno: la temibilidad del alie-
tos enfermos en' secciones especiales de las cár- nado delincuente y su necesidad de tratamiento
celes; verdaderas enfermerías donde los «locos médico. Y puede sentarse, sin temor de ser
delincuentes» seguirían siendo presos disfrazados contradichos, este principio general: Grado de.
de enfermos.' La segunda consiste en la creación aislamiento proporciomtl nI peligro del enfermo
• de manicomios criminales, establecimientos es- y tratamiento curativo apropiado, obtenidos mc-
peciales que ofrecerían todas las comodidades L1iante el menor gasto de energías sociales bnjo
de un manicomio, para el tratamiento, y todas forma de beneficencia.
las garantías de una cárcel, para la seguridad El maIlicomio criminal dá, sin duda, mayores
social. La tercera forma parte del principio que faciliLlades para nü!lar á estos individuos peligro-
el alienado es simplemente un alienado y que sos; en cambio el manicomio común ofrece ma-
debe ser tratado lo mismo que los que no han yores ventajas, especialmente morales, para <'1
delinquido en los manicomios comunes. tratamiento. El sistema ideal cOllsiste en reuuil'
La primera forma es, evidentemente, la menos las ventajas del uno á las del otro; lo que puede
progresista d~ las tres; sin embargo debe reco- obtenerse construyendo secciones especiales pnl'a
nocerse que es el primer paso hacia la huma- el tratamiento de estos sugetos en los manico-
nización del tratamiento de estos enfermos; y rriios comunes. En último análisis ésto equi-
tan es así que donde no es posible la adopción vale á construir un manicomio criminal den1 ro
494 CRIMINALOGIA MODERNA

del manicomio común; pues la sección especial criterios científicos, en el Cong'reso Internacio-
ofrece toda la seguridad de aquél, usufructuan- llal de Antropología Criminal celebrado en Gine-
do al mismo tiempo de las ventajas de éste para bra en 1896, donde representó á la República
el tratamiento. En cuanto á la tercera condi- Argentiña, siendo designado como uno de los
ción: economía, eS evidente· que una sección es~ presidentes de honor del mismo. El Dr. Oabred
pecial ~gregada á la adO?inistración de un mani- después de haber visitado las secciones de las.
comio común debe costar muchísimo ménos que penitenciarias europeas en que estos desgracia-
un establecimiento especial con administración dos permanecían en una situación dolorosa mente
y funcionamientos propios que implicarían un inhumana, propuso al CongTeso que emitiera el
gasto enorme de las fuerzas socinles consagra- voto de que los alienados delincuentes fuesen
das á la beneficencia y la solidaridad social; asistidos en secciones especiales de los vsilos ge-
udemás no puede olvidarse, entre las ventajas, nerales y nó en sección especial Qe las cárceles;
que la sección especial hace cómodo el trasla- este voto fué aprobado casi unánimemente.
do, por simple indicación clínica, de los asilados Sin embargo las iniciativas carecen de verda-
en ella al manicomio común y vice-versa, toda dero valor social si no coúsiguen tra ducirse en .
vez que dpjan de ser peligrosos ó comienzan á hechos; para lo cual se requiere, principalmen-
serlo; mientras que instalados en establecimien- te, que la inteligencia esté escudada po.l' una
tos diferentes el trasla o requeriría una canti- decidida voluntad de realizar la idea que se con-
dad de trámites administrativos incómodos y sidera benéfica. Es en este terreno que la acción
perjudiciales á la salud de estos desgraciados. del distinguido profesor argentino ha sido más
Finalmente hay una gran ventaja moral en la práctica y eficaz, pues sus esfuerzos- han sido
insi itución de las secciones éspeciales sobre la coronados por la fundación de un departamento
qe los manicomios criminales; en estos últimos especial para alienados delincuentes en el Hos-
la internación ó libedadón dependería casi siem· picio de lns Mercedes, de que es director, siendo
pre exclusivamente de la justicia, Ó, por lo me- el primero de esta índole inaugurado en Sud Amé-
nos, ella tendría intervención en ·todo cambio en rica. Su organización y su funcionamiento cons-
la situación del «loco delincuente»; mientras que tituyen el objeto de la segunda parte de estas
en la sección especial del asilo común son-ó por observaciones generales (1).
lo menos deberán ser-los psiquiatras los únicos
encargr.dos de determinar la entrada ó salida, VIII
teniendo en cuenta el estado del enfermo y su
Condiciones y proporciones que debe llenár una
grado de temibilidad.
dilucidación completa de la psiquiatría criminal
y si no fuera más que por este triunfo de la
ciencia positiva sobre el misoneísmo de las le_ Las consideraciones que preceden, á pesar de
gislaciones, siempre tardías en adaptarse á las llO estar sistemáticamente coordinadas y d'e no
nuevas conquistas científicas, todos los que con tener el desarrollo necesario á una exacta dilu-
amor é interés dedican su actividad á las inves- cidación científica, bastan para autorizar esta
tigaciones psiquiátricas y antropológicas debie- conclusión: el estudio de los locos que delin-
ran propender á que en todas partes se traduz- quen está todavía· por hacerse.
ca en realidad el sistema que ofrece las evidentes ¿Cuáles deben ser las proporciones y las fases
ventajas de seguridad del manicomio criminal que puede revest'ir el desarrollo de tan impor-
dentro de las ventajas para el tratamiento que tante problema'? A ésta pregunta podría respon-
proporciona el manicomio común: la sección es- derse como sigue.
pecial para «locos delincue-ntes» dentro del mani- . Un primer estudio debe establecer las relacio-
comio general. nes entre la locura y la criminalidad ante el
Aún estando exentos de toda vanidad patrióti- concepto de la degeneración, analizando ésta
ca, pues la ciencia y el trabajo no reconocen última según los criterios de lns diversas es-
fronteras, no es posible dejar de experimentar cuelas, italiana, francesa y alemana.
ciert:) satisfacción r.l constatar dos hechos que Se impone luego una clasificación de los de-
honran altamente el naciente ~novimiento cien- lincuentes que asigne un sitio bien definido á
_ tífico argentino. , los delincuentes locos, que establezca su~ reJa-
Al Dr. Domingo Oabred, profesor de psiqu~a­
tría de la Universidad de Buenos Aires, le ha (1) Véase el próximo número de CRIl\1J TALOGÍA ~OO~RN~
ro el que aparecerá la sep;undaparte de este trabaJO. dus
cabido el honor de hncel'se iutél'prei e de esos trada con numerosos grabados.
CRIMINALOGIA MODERNA 495

ciones CaD los demás delincuentes y permita la casos en que una profilaxia científicameute or-
subdivisión de los principalmente congénitos y ganizada no consiga evitar que los factores
los principalmente adquiridos. cósmicos y sociales determinen el estnllido de
A continuación el estudio de la etiología, una hereditariedad morbosa y antisocial.
comprendiendo el de las causas relativas al am- Tales, en un vago esbozo general, ,las COll-
biente cósmico, las relativas al ambiente social diciones y las proporciones de un estudio sere-
y, por fin, al ambiente individual. namente positivo de estos anómalos de la psique.,
Este último grupo de factores genéticos me- Al realizarlo se habrá escrito, por primera vez,
rece especial interés. Después del estudio de la ese vasto capítulo de la cirncia positi vn: la psi-
herencia- ascendente y descendente -se impo- quiatría cl'irr:ina1.
ne el análisis prolijo de los elementos somáticos JOSÉ It\GEGN,IERos.
degenerativos, los elementos fisio-patológicos y (En el próximo número el segundo estudio complemen-
los elementos psicopáticos. tario) .
Los primeros-somáticos degenerativos - de-
berán presentar un ámplio cuadro que ab~rque
los caracteres morfológicos generales, los ca-
racteres antropológicos y los caracteres morfo-
16gicos especiales. ~I factor
Los segundos-fisiopatológicos-- comprende-
rán el estudio de los fenómenos de nutrición, e~ la producción del delito
de reproducción, de inervación trofomotoria, de
ref1ectividad nel~viosa, de refiectividad sensorial, El rasgo más característico de la vida actual,
cutánea y muscular,' de la vida de relación en es la actividad, - ha dicho el D1'. Piñero; - un~
sus órden.es sensitivo y motor, de la sensibilidad actividad sorprendente, poderosísima que se
interna, etc. traduce en incremento de bienestar, de rique-
Los últimos-psicopáticos-enseñarán las mo- za, de energía, de recursos y medios para como
dificaciones del aspecto, lenguaje, conducta é batir en la lucha sin tregua por la existencia,
instintos; las alteraciones de la conciencia y las' de luz, de ciencias, de bellás artes. La multi-
anomalías de la inteligencia, los sentimientos y plicidad y la extensión de los objetos á los cua-
la voluntad. les las sociedades y el hombre aplican sus fuer-
zas, son tales, que maravilla considerar el
Ese estudio completo será el único ue au-
g'
número enorme de elementos que constituyen
torice verdadei'as conclusiones psicoantropológi- la trama de la civilización.- Pero, el movimiento
cas; será necesario completarlas con el estudio asombroso, el progreso real que se palpa en
del delito en los locos, que deberá compren- diversos sentidos ¿se ha observado en todo y
del' su etiología, obsedante ó impulsiva.. la ac- en todas las condiciones de la humanidad? al
titud del individuo antes, durante y después del incremento de su actividad benéfica ¿no ha co·
delito, las recidivas en su relación con las for- rrespondido también un aumento de su activi-
mas psicopáticas. Aquí tendrá cabida el estucÍio dad destructora- del vicio, de Ja miseria, del
de las formas del delito en, cada forma de 10- suicidio, de la criminalidad .. - ? ¿No se han agra-
cura. vado al .mismo tiempo los estados dolorosos de
la sociedad y la triste situación de las clases
El estudio de la responsabilidad tratará de
. inferiores? (1)-
fiJ'ar las bases del determinismo evolucionista Es un principio de economía política que las
como orientación del pensamiento científico con- . necesidades no constituyen una cantidad fija é
temporáneo y la- consiguiente negación del libre inmutable, sino que son expausivas por natu-
albedrío y de la responsabilidad humana, susti- raleza, Este e:; un fenómeno que se observa
tüyéndole el criterio de la defensa social y de en las diversas condiciones del individuo yen
la temibilidad del delincuente. las diferen tes épocas de los pueblos. De aquí
Un último cnpítulo debe destinarse á ilustrar este otro principio: ca~a grado de civilización
las cuestiones relativas al tratamiento de estos tiene nuevas necesitades que acrecientan y mo-
sujetos, que, con los nuevC)s criterios, deberán difican las ya existentes.
considerarse como locos peligrosos, como en. Nuestra generación actual, pues, experimenta
fermos temibles. Y será menester determinar las necesidades que fueron desconocidas por las
bases de la terapéutica futura dentro de las me- (1) NORBERTO PIÑERO,-P1'oblema de Crúnz"nalzdad.-Buenos Airés
jores condiciones de aislamiento, para aquellos 1888.
496 CRIMINALOGIA MODERNA

que nos precedieron. Las necesidades que en cia y la voluntad no las regulan. Es indispen-
sus orígenes fueron de las más caprichósas, han sable mantener una subordinación normal; que
llegado, ·en nuestros. días, á extenderse y á ra- los bienes materiales no se persigan con ardor
dicarse en la naturaleza humana.. - Es que la inmoderado como un objetivo sino como un
civilización ha hecho progresos enormes, en el medio de perfeccionamiento; que el sentimien-
campo de la materia, desde la época aquella to altruista de la soUdaridad sea cada vez ma-
. en que nuestros antepasados más cercanos po- yor, pues, si es natural y justo que cada cual
dían conducir, con tan poco costo, una existen- desee su bienestar, es noble que al mismo tiempo
cia cómoda, económica y hasta al mismo tiem- procure el de los demás. - Precisamente todo
po patriarcal. - La pobreza y la sobriedad de 10 cotrario de 10 que sucede en los momentos
los republicanos de Esparta: esas dos grandes actuales de nuestra civilización.
virtudes de la edad pagana proclamadas por
la Francia revolucionaria como dignas de imi- ***
tación, han desaparecido del escenario de nues- 'Que las dificultades para combatir la lucha
tro. siglo; y 10 que fué un lujo, un superfluo de por la existencia son, en nuestros días, cada
ayer, se ha convertido en una imprescindible vez mayores, es. un hecho que no escapa ni á
necesidad de hoy. las penetraciones más vulgares. Y ya 10 hemos
y es precisamente esta multiplicación de las dicho (1): el progreso ha multiplicado prodigio-
necesidades una de las más funestas conse- samente las comodidades del hombre y nos ha
cuencias contraria á todo orden social. La fie- traído, con ello, la desigualdad de condiciones;
bre inmoderada de los deseos llevados al extre- ha desarrollado la riqueza mueble.y dado valor
mo en todos sus excesos, trascendiendo, por la á los bienes de todo género, y ha multiplicado
imitación y el ejemplo, de las capas superio- los estímulos para 'delinquir; ha multiplicado
res á las más bajas} ha producido, á nuestro las necesidades del hombre y ha originado, con
modo de ver, una verdadera degeneración so- ello, las dificultades de la subsistencia: nos ha
cial en este último cuarto de siglo. - No ha de traído la miseria; esa miseria moderna, genui-
escapar á la penetración de ninguno, ha dicho name.nte moderna, propia y exclusiva de nues-
un distinguido sociólogo (1), el efecto desastro· tros días, que} no solo flota en el ambiente del
so de esta tendencia con relación á la mora- más mezquino de los tugurios, sino que se ar-
lidad pública. Los gastos excesivos á que con- . rastra, toca todas las puertas en la escala social
duce, dan lugar á una infinidad de indelicade· y llega, con el nombre sugestivo de miseria
zas, de inmoralidades, de faltas- y hasta de crí- dorada, hasta á perturbar la tranquilidad de
menes horribles y vergonzosos. La prostitución, los moradores de las más suntuosas de .las vi-
el adulterio no pocas veces consentido y esti- viendas: -Breve: esa miseria que tan bien la
mulado por el marido, las quiebras fraudulentas, siente el que se halla en el último peldaño, co-
las falsedades de toda especie} no tienen en mo el que se halla en el primero y que para
gran número de ocasiones otro motivo que el mantenerse en él, le es necesario sacrificar la
deseo de satisfacer esa forma especial de la propia tranq uilidad, ag atar su organismo, y cuan-
vanidad humana que se traduce en el amor al do no se tiene la suficiente entereza de espíritu
lujo, á la toUette, á las exhibiciones aparata- capaz de sobreponerse á las circunstancias del
ras y des1umbrantes.- Bien dijo Séneca: si momento y á las malsanas influencias del am-
quem volueris esse div'item, non est q'uod augeas biente exterior, recurrir al sacrificio del honor
diviNas} sed 11'linuas cup'idz'tates: Si quieres y por consiguiente llegar hasta el delito.
ser rico, disminuye tus deseos en vez de au- He aquí porque la influencia de este ,gran
mentar tus riquezas. factor económico, es de las más decisivas en la
Pero, la simple expansión de las necesidades, producción del fenómeno criminoso. Influye
como bien se ha repetido, y se repite á menu- sobre las clases ínfimas, por que las necesida-
do por no pocos economistas, - que no es el des de los medios de vida no satisfech'as, em-
caso citar pues'1:odos ó la mayor.ía de ellos com- pujan al delito - cuando no se es asa1aria w

parten al respecto las mismas ideas - no es un do, en esta clase} no queda otro remedio que
mal; su multiplicación indefinida no es el fin ser mendigo ó ladrón. - Influye sobre las cla-
sino la condición del progreso. El mal, dice ses superiores, porque cuando los medios no al-
uno de ellos (2), resulta de la dirección viciosa canzan á cubrir las necesidades á que se estaba
que se dá á las necesidades cuando la concien- acostumbrado} se hace necesario recurrir á ar-
tificios ilicitos é ilegales, cuando los lícitos Y los
(1) ANTONIO DELLEPIANE.-Las causas del delú'o.-'-Buenos Aires
18 9 2 • (1) Nos referimos á lo que dijimos en nuestro artículo: CzvilizacÍÓII
(2) FÉLIX MAláiN y HERRERA.-Leccümes de Economía Política.- y Delito, aparecido n~ hace mucho en las columnas de esta misma
Buenos Aires 1896. Revista.
CRIMINA LOGIA MODERNA 497

legales no alcanzan á satisfacerlas; sucediendo que apresurar la aproximación de la catástro-


á vece~ - y esto sucede á menudo - que cuando fe final».
no se recurre á los primeros, en vez del delito, No pretendemos discutir las doctrinas ni la...;
aparece la locura, cuando nó el suicidio, por un soluciones que nos presenta Georges, por cuan-
puro mal entendido sentimiento de honor.- to creemos no ser necesario acordar á este fac-
Sólo Garófalo, prendido por completo á la bur- tor económico una importancia tan esclusiva
guesía; ha podido dar una apreciación insigni- como así 10 pretenden no pocos sociólogos socia-
ficante á este factor del delito, especialmente listas y del que se valen para demostrar de, este
por 10 que respecta al proletariado) llegando modo, la injusticia de la actual organización de
á las falsas cuanto erróneas conclusiones de la sociedad y la conveniencia de una nueva or-
que, el orden económico actual no es una de ganización social diferente;- pero si, es el 'caSo
las causas de' criminalidad en general; que la de preguntarse, de si el asombroso progreso que
condición económica del proletariado no ejerce constatamos en todas las manifestaciones de la
ninguna influencia sobre la delincuencia; que actividad humana, es verdaderamente real ó
en el estado de civilización que nos encontra- ficticio; de si han mejorado las condiciones de la
mos, aparte los momentos de crisis, casi todos humanidad ó es una de las tantas mentiras con-
los hombres de buena voluntad encuentran tra- vencionales de nuestra civilización de' que nos
bajo y que si tienen la desgracia de no encon- habla Max Nordau.
trarlo, casi siempre habrá á su alrededor una Hay sin embargo un hecho verdaderamente
mano bienhechora que se le tienda; y por fin que sujestivo que flota en el ambiente de nuestro
la inmensa mayoría de la clase obrera, más que fin de siglo, cuya explicación es enigmática
del aguión del hambre, sufre por la imposibili- por más exotérico que sea:' que la humanidad
dad en que se halla de proporcionarse los pla- está descontenta, inquieta, agitada cual nunca
ceres de que ve gozar á los favorecidos de la estuvo. Bien dice el autor citado que el mun-
fortuna .. ' (1); - á 10 que se podría contestar do .civilizado no es más que una inmensa y
con Colajanni: que el preclaro magistrado na- repleta sala de enfermos que llenan los espa-
politano recurra á los hechos para sostener su cios con sus dolorosos ayes y se retuercen pre·
tésis, y los hechos le dirán si es verdadera ó sa de todo genero de sufrimientos. Id de país
errónea;' si nos hallamos de Írente á un pre- en país y preguntad de puerta en puerta: ¿el
juicio universal compartido por el vulgo y las contento habita aquí? ¿os hallais tranquilos y
gentes ilustradas, ó si es él solo el que ha caído dichosos? - Invariablemente se os contestará:
en el más profundo de los errores (2). - buscad más lejos, no tenemos eso de que nos
Enrique Georges, en su libro Progreso y hablas -(1). '
Pobreza ha escrito estas desolantes palabras,
cuya explicación, por más paradojales que pa- ***
rezcan, cree haber dado: - ~(La,asociación de la No es el caso de preguntarnos cuál es el
pobreza con el progreso - cuya ley investiga- fondo de verdad que encierran estas palabras;
es el grande enigma de nuestros tiempos. Es pero, ¿es cierto que á nuestro país, nos referi·
el hecho central de donde surgen las dificulta- mas á la Argentina, ~con sus extensos y dila-
des industriales, sociales y políticas que emba- tados territorios, enriquecido por la naturale-
razan el mundo y contra las cuales luchan en za con todos los dones que puede ambicionar
vano, la política, la filantropía y la educación. el hombre - no le ha llegado aun la hora en
Es el que pone nubes en el porvenir de las so- que deba sentirse preocupada por la solución
ciedades más progresivas y que más confían de los grandes problemas que tienen ante si
en si mismas. Es el enigma que siente á nues- las viejas socieda;des europeas) - como se ha
tra civilización la esfinge del destino: no res- repetido_ á menudo por no pocos espíritus ilus-
ponder á él, es ser destruido. En tanto que trados?-La lucha por la existencia,' es aquí
el acrecentamiento de la riqueza que produce menos ardiente que en Europa y reviste carac-
el progreso moderno, no sirva sino para edifi- teres más humanitarios, si así podemos expré-
car grandes' fortunas, para aumentar el lujo) sarnas. Ese estado de hambre lento y crónico
para hacer más triste el contraste entre la casa señalado por Fourier y sintetizado por Proudon
del Haber y la casa de la Necesidad, el pro· en las siguientes palabras: «hambre de todos
greso t;lo será real, ni poará' durar. La reac- los instántes, de todo el año, de toda la vida
ción debe venir. La torre oscila sobre sus ci- hambre que no mata en un día pero que se
mientos; cada piso que se le añada no hará más compone de todas las privaciones y de todos
los disgustos, que sin descanso consume al cuer·
(1) RAFAEL GAROFALo.-O,únina/ogía.- Torino, 1889.
\2) NAPOLEONE COLA]ANNI.-La Soáologia Crimina/e. - tomo 11. (1) MAX NORDAU.-Las mentz1'as convenáonales de nuestra ávili-
p. 459.-Catania, 1889. zaáóll.-Madrid, 1897.
498 CRIMINALOGIA MODERNA

po, embota al espíritu, desmoraliza la concien- inclemente; donde siente hambre, donde arros-
cia y que genera todos los vicios, todas las en- tra los grandes peligros de su trabajo, donde
fermedades», - esa hambre, decíamos, no existe dentro de los procedimientos de honradez que
entre nosotros. se ha dictado, lleva una vida de grandes pri-
Pera, esto no es decir que vivimos en el me- vaciones, y donde no siempre le sonríe la feli-
jor de los mundos posibles.- Resumiremos las cidad y demasiado sudores y penalidades le
opiniones de dos distinguidos escritores argenti- cuesta el pan negro de la miseria. Este es
nos -los primeros que nos vienen á mano- el honrado trabajador contra el cual parece que
cuya imparcialidad y competencia en la ma- principalmente, se hubieran dictado los códigos
teria son toda una garantía. - Es el uno el dis- penales (1).-
tinguido corresponsal viajero de La Nación Hasta aquí, los autores citados,-en cuanto
señor Roberto J. Payró; y el otro el no menos á nosotros, muy poco tenemos que agregar al
distinguido Catedrático de Derecho Penal en respecto; hacer 10 contrario sería repetir inú-
'.; la Universidad de Córdoba, Dr. Cornelio Moya- tilmente 10 que ya se ha dicho por muchos. Por
na Gacitua, autor de un «Curso de Ciencia Cri- otra parte y sin necesidad de recurrir á otros
minal», del cual nos hemos ocupado conceptuo- hechos las múltiples manifestaciones obreras:
samente en las columnas de ésta Revista, - Para meeting, para emplear un término consagrado
el no observador, dice el primero, puede aun por el uso, que se vienen sucediendo casi á
ser aplicable á la República Argentina la cé- diario en nuestra gran capital de más de ocho-
lebre frase de Panglós, á pesar de la vida semi- cientas mil almas, son una prueba sino acabada,
salvaje de los jornaleros criollos de nuestras pro- elocuente, de la angustiosa situación por la
vincias, de cuyo trabajo se abusa, y de las priva- cual pasa en el presente período histórico la
ciones del obrero que en 'las ciudades comienza clase obrera de nuestro país; «situación que se
ya á verse obligado á vi vir en montan, en infectos vá haciendo cada vez más intolerable á medida
tugurios. La situación de los trabajadores ar- que escasea el trabajo y que las empresas in-
gentinos en las' provincias no puede ser más dustriales extreman el rigor de sus exigencias»
abyecta: descalzos, casi sin ropas, ignorantes - Y/ esto sin contar con los gravámenes fisca-
hasta el grado sumo, no alcanzan muchas ve- les que ván cada vez más elevando enorme-
ces á ganar una mensualidad de diez pesos mente los consumos .y el costo de la vida, como
que gastan en alcohol, embriagándose y riñen- si este país joven y rico por naturaleza no tu-
do muy á menudo en luchas sangrientas, sin viera más fuentes de riquezas, para aumentar
otra causa positiva que la borrachera y la igno- sus ingresos, que las contribuciones casi siem-
rancia. En algunas provincias hemos podido pre caprichosas y arbitrarias; efecto pernicioso
ver estancias en que trabajaban tribus de indios del mal ejemplo que le proporcionan las viejas
reducidos, sin salario alguno, casi desnudos, por civilizaciones europeas. Y sin embargo, cuántos
el trozo de carne de sus comidas y algunos de estos males no desaparecerían con una le-
vasos de aguardiente los días de fiesta. Pero, gislación sabia y previsora, que, respetando
aquellos que han salido de la vida salvaje, no los intereses de todos, asegurara el bienestar ge-
tienen una existencia mucho mejor, y viven neral de la más grande de las entidades colec-
miserables, no sólo en las estancias, sino en tivas: la clase obrera, digna de mejor suerte;-
1ps ingenios, y en todas las industrias enrique- sin necesidad de recurrir á la fuerza ó á la
cedoras de sus amos, que ostentan en Buenos violencia, como por 10 común y equivocada-
Aires, ó en las capitales de provincia; el lujo mente se piensa por no pocos transformadores
que les proporciona el supertrabajo obtenido sociales que tan lamentablemente confunden
en su beneficio de la ignorancia y la semiescla- el socialismo científico y evolutivo, con el so·
vitud-de sus peones y ol}reros (1). cialismo exaltado y revolucionario" sinónimo
En idéntico sentido se expresa el doctor Ga- más bien de anarquismo: barniz político con el
citua; -En nuestras grandes capitales como en cual disfrazan su congénita carencia de senti-
la campaña, dice, el delito contra la propiedad do moral ó social, no pocos desequilibrados ó
empieza á ser profesional; donde el obrero em- criminales cuyo derrumbamiento de espíritu
pieza á carecer. de abrigo y de techo por los los conduce á toda suerte de violencias y de
altos precios de sus viviendas; donde el sustento atentados delictuosos, bajo el pretexto de una
le cuesta lo que no gana y donde á veces, como regeneración social que no comprenden.
en nuestra metrópoli, tiener.. por lecho los ban- De 10 que se deduce que, si bien la lucha
cos de un paseo y por abrigo la atmósfera sin tregua por la existencia no es tan ardi~nte
en nuestro país como en todos ó en la mayor
(1) ROBERTO ]. PAYRÓ.-Prólogo á la versión casteHana del libro
de Enrique Ferri Soáalismo y Cienáa PosÜzva.-13uenos Aires, (1) C. MOYAN0 GACITUA.-Curso de Cienáa Crzimnal.-Buenos Ai-
1 8 95. res, 1899.
CRIMINALOGIA MODERNA 499

parte de los paises europeos, tenemos con todo Es que, como muy bien dicen no pocos pro-
nuestra strugglefor lzfe originada por una mul- fesores de medicina legal, la insuficiente y mala
titud de crisis económico-financieras y polí- nutrición tiene su parte más de lo que se piensa,
ticas, y que han influido de un modo decisivo como causa etiológica del delito y de las en-
en el aumento de nuestra criminalidad; - pues, fermedades mentales. Cualquier órgano de
aun cuando-como hemos dicho anteriormente- nuestro cuerpo que no reciba la calidad Ó la
no le señalamos una importancia tan exclusiva cantidad de sangre necesaria para sU nutrición,
cual le señalan algunos sociólogos socialistas, - tarde ó temprano degenera, alterándose á su
es un hecho indudable que) el aumento de aque- vez su función: el cerebro no escapa á esta ley.
lla, á la par de la evolución ascendente del pro- Lo mismo sucede al organismo en general por
greso, si bien responde á una multitud de causas insuficiencia de alimentación, cuando la sangre
no despreciables) no es menos cierto que, la no conduce á los órganos los elementos sufi-
primera de estas causas - por la infinidad de cientes de rep.aración; y el pobre, aquel que
males que ella acarrea:-es el ambiente viciado no puede alimentarse suficientemente tañto co-
en el cual el hombre nace) se desarrolla y vive; mo para equilibrar la pérdida cuotidiana con
ambiente en el cual gigantea la figura sinies- los alimentos, es, en el consorcio humano, un
tra--'de la miseria, convaleciente que perpetua condiciones anor-
males, las cuales 10 hacen incapaz é intolerante
*** á todo trabajo, inquieto y extenuado por)a más
El funcionamiento regular de la agricultura, breve fatiga. despreciativo de si mismo y de
del comercio y de la industria, es trastornado, la sociedad, indiferente á todo cuanto acontece
de cuando en cuando, por crisis que pertur- á su alrededor, ignorante de sus propios de-
ban la producción y provocan su paralización beres y de sus propios derechos, es conducido
parcial. Se reduce el trabajo. en las usinas y así, naturalmente, como un autómata, á buscar
aun se cierran cierto número de ellas. ¿Cuál son un pernicioso alívio en los alcoholes más fuer-
las causas de esos tristes fenómenos que ponen tes y excitantes. Sin energía, postrado, abando-
tan duramente á prueba el conjunto de la po- nado: é inducido por necesidad á odiar á sus
blación? semejantes, no vé en el delito sino un puerto
No nos incumbe estudiarlas; sólo, si, diremos, que 10 libre de las duras privaciones de la vida.
que ellas son una fuente no despreciable de -Considerando, pues, la alimentación como un
delitos. - Las estadísticas de todos los pueblos móvil del delito, especialmente ~contra el que
han demostrado, con la muda elocuencia de sus afecta la propiedad, es de notar con Mayr que
números, el acrecentamiento de los delitos, es- aquél será tanto más vivo cuanto mayor es la
pecialmente contra la propiedad en las épocas dificultad de procUl1arse honestamente los me-
de carestía, de pérdida total ó parcial de las dios de subsistencia (1). - He aquí explicado el
cosechas ó de grandes crisis; y a contrario cen- por qué de esa ley que nos revelan las estadís-
sus) se les ha visto disminuir considerablemente ticas, de que: el aU11·zento de los delitos) espe-
en épocas de abundancia.-Las desigualdades, ciall1umte contra la propiedad) está en razón
los desequilibrios económicos, las crisis in dus- directa con todos aquellos desequilibrio ecoJ1ó-
triales, las crisis obreras que perturban todo el m,icos que traigan con ellos el aUl1'lento de
organismo social, hieren no solamente á los pro- precio de los artículos de primera necesidad/
letarios - aumentando la miseria de los que ya - ó de esta otra: á los movl11tiel1tos o~~cilato­
son miserables - sino también álos pudientes; y rios de alza y baja del costo de alimentación,
sabido es por la historia que, trás de toda pertur- corresponden otros en la clase y cantidades
bación económica, aparecen come una conse- de los delitos.
cuen-cia inevitable, mil dolorosas situaciones, mil
desven turas que no perdonan á nadie, que dan á ***
todos el derecho de lamentarse y que arrastran y estas leyes nos la revelan no sólo las es-
á los individuos cuando nó á las masas á per- tadísticas extranjeras, sino hasta las nuestras
turbar el órden público y á cometer delitos de propias. -De las que tenemos á la vista (2), re-
toda especie-recordemos, al pasar. los primeros sulta que la criminalidad de la Capital de la
síntomas de la Revolución Francesa, los levan- República, que al partir del 81 al 87 se había
tamientos españoles é italian.os de estos últimos mantenido casi estacionaria, á partir del 88
tiempos en que las poblaciones sublevadas y
enfurecidas pedían pan, y la mi::iera situación de (1) DOCTORES: A. FIUPPI; A. SEVERI; A. MONTALDl y L. BORRI.
-Ma1'luale dz"¡lfediczlzCl Legale.-pagns. 1384 y 138S.-F. Vallardi,
la Irlanda y de la Francia en el presente mo- editor. .
mento histórico.-A1guien ha dicho que el ham- (2) FRANCISCO LATZINA.- Censo General de la Ciudad de Buenos
bre es muy mala consejera, y ha dicho una Az1'es 1887. - ALBERTO B. MARTINEz.-Anuarzo estadístico de la
gran verdad. Gudad de Buenos Aires, 1898.
500 CRIMINALOGIA MODERNA.

rompe este equilibrio y aumenta de una mane-


ra gradual y rápida, llegando 'á alcanzar en el
decenio de 1887 á 1897 propq.rciones realmente
exhorbitantes: - 2722 delitos, en el 88; - 2691, en Es indudable que 10 que más pesa en una
el 89;-4138, en el 90;-4668, en el 91;-4594, en el persona encargada de desempeñar un cargo pú-
92;-5098, en el 93;--4506, en el 94;-4533, en el 95; blico, es el poder. La prueba indiscutible de
-5692, en el 96;-8113, en el 97;-con la adver- este aserto está en las monarquías y reinados,
tencia esta que, de estos totales mucho más de donde el símbolo característico de ese atributo
las mitades pertenecen á los delitos contra la reside nada menos ,que en la corona, un apa-
propiedad. rato de metal fino, cuanto más macizo mejor,
¿Cuáles son las causas de este recrudecimien- de oro sin aleación, recamado de valiosa pe-
to? ¿A qué atribuir esta más que cuadruplica- drería, con mil incrustaciones, y que, al ser
ción de la delincuencia en este tan corto nú- colocado en la cabeza del augusto personaje que
mer~ de años? ¿Al aumento de la población? ejerce las supremas facultades del mando, 10
- No, pues aun cuando la población de Buenos agobia, y descompone su fisonomía, como á la
Aires ha aumentado d~ una manera conside- reina Victoria, cuyos retratos semejan á una
rable en el período que estudiamos, el número momia egipcia cuando está munida de tales atri-
de los delitos, como/hemos tenido la oportuni- butos, y en cambio sin éllos, se encuentra en
dad de demostrarlo, no guarda ninguna relación estado de merecer un segundo marido que la
con dicho aumento. - Su explicación es mucho haga tan. feliz, como élla ha hecho á su pueblo,
m;í.s sencilla: con sus costumbres austeras y moderadas.
~ Cuando las, fuerzas vitales de un pueblo se De esta clase de coronas hay que exceptuar
I malgastan en luchas· estériles originadas por algunas que suelen adornar á ciertas cabezc.s
la ambición de unos pocos; cuando á consecuen- ungidas también de mando, y que de material
cia de ésto ó de una disminución en la produc- ménos denso y más liviano, se hacen por eso
ción agrícu1a y manufacturera el crédito desa- mismo más soportables, como las de los frailes,
parece 'Y el oro trepa á las nubes y la moneda por ejemplo, que, hábilmente demarcadas por
fiduciaria, baja, se tritura bajo la pesada mole la tijera y navaja de un buen peluquero, en
de las emisiones; cuando los bancos desbalija- . lugar de ser incómodas, sirven para refrescar'
dos, por dec~r así, cierran sus puertas y las in· la parte más ca1iginosa del cráneo.
dustrias se paralizan; cuando se hacen emprés- Debido á esas circunstancia es, tal vez, que
titos múltiples que no tienen por garantía más el gobierno de los pueblos se ha dividido en
que beneficios aleatorios; cuando el trabajo clases diversas, de modo que en la actualidad,
disminuye y los s,alarios decrecen por la ley la monarquía vá perdiendo por completo su
fatal y cruel d~ la oferta y la demanda; cuan- supremacía, y tan ~010 la República es la forma
do los artículos de primera necesidad encare- anhelada del presente y la conquista del futuro
cen y la lucha sin tregua por la existencia se en materia de dirección política y administra-
hace cada vez más difícil, apareciendo en con- tiva dé las colectividades.
secuencia la miseria, agitando su pendon sinies- Sin embargo, el símbolo del' mando no ha
tro,convaleciente, inquieta) extenuada, embria- desaparecido aún en esta clase de fórmula gu-
gada con el alcohol de todos los alcoholes, con bernamental. El bastón presidencía1, de pomo
la amargura (le todas las amarguras apurada ablJtado, fundido' en metal de buena ley, de
hasta la hez y rodando de pendiente en pendien- rr..adera dura y consistente, si es posible de ver-
te por el ocio, por el vicio, por la prostitución, ga con encarnación de fierro por dentro y re-
por el delito; - cuando esto sucede, deciamos, gatón de acero templado en fábrica toledana,
no puede á menos que romperse el equilibrio es otro atributo que representa igualmente la
moral de los sentimientos sociales y la delin- investidura del poder.
cuencia acrecer como los microbios bajo la En ciertas tribus del Africa ese símbolo está
presión ue las causas y del medio apropiado representado por la tradicional macana, que
á su desarrollo. tanto la usa el que manda, como el marido para
y es esto 10 que ha sucedido en nuestro país: poner en vereda á su mujer cuando anda de
-La crisis' política que hace su explosión el paso cambiado y se aparta de los deberes del
26 de Junio del 90 y la crisis económico finan· hogar. ' ,
ciera que á partir del 88 nos amenaza todavía, Nosotros para evitar quizá el ridículo de la
son á nuestro modl) de ver, sino todas, al me- frase, es que hemos adoptado el bastón presi-
nos las más itnportantes causas que han influido dencial y nó la macana, porque sería poco cor-
.sobre el progreso tan poco alagüeño de la delin- tés en las solemnidades de la sucesión del mando
cuencia de nuestra capital, en el decenio que decir que el primer magistrado del país vá á
dejamos señalado. trasmitir la macana presidencial.
MIGUEL A .. ·LANCELOTTI. Otro de los atributos de ese mismo
CRIMINALOGIA MODERNA 501

la indumentaria del magistrado, en la que siem- la calidad de Jefe Supremo ele la Nación, y tiene
pre aparece el predominio de la cargazón, á su cargo la administración general del país,
como los grandes penachos de descomunales mo- segun el inciso 10 del art.o 86, sin ~mbargo en
n-iones en algunos, ó enormes cilindros de lana todos los demás incisos de la disposición cons-
mal peinada ó felpa, en otros, como el que adorna titucional precedentemente citada, relativa á las
11. modesta testa del Presidente Krüger, que facultades de ese mismo magistrado, no hay una .
unido á la legendaria pipa que sujeta desde- sola de importanCia, que no sea ejercida con
. ñosa~ente de sus lábios) 10 hace aparecer, con acuerdo del Senado ó del Congreso, rigiéndose
su barba de espartillo sembrada al descuido en en 10 demás por el predominio imperativo de
un colgajo de oreja á oreja, á uno de esos viejos las leyes, á las cuales debe ajustar su regla de
marinos colocados en calidad de vijia cerca del conducta, cuidando de no alterar su espíritu con
mascarón de proa del bajel para dar el alerta excepciones reglamentarias.
sobre los obstácul02 que se divisan en el tra- Con estas trabas y cortapisas, la uniperso-
yecto de una peligrosa navegación. nalidad del Poder Ejecutivo, es ridícula y su
Empero, de nada valen todos esos atributos, acción colegisladora es tan reducida y limitada,
si no hay el respeto debido á la autoridad del que más valiera no tener semejante partici-
que los lleva. pación en la formación de las leyes" en que
En nuestras repúblicas democráticas un Pre- siempre triunfa la voluntad del Congreso.
sidente debe ser 10 más sencillo posible, sin ¡Y después nuestra Carta Fnndamental habla
dejenerar en extravagantes originalidades, ra- de absoluta independencia de los Poderes en
yanas de lo ridículo. sus funciones respectivas! Ninguno de esos Po-
En lo que no est:1mos conformes es en la injus- deres goza de ménos independencia que el Eje-
ticia con que se le trata á un Presidente y Ja cutivo, puesto que hasta para ausentarse del
falta de consideración con que se pretende me- territorio de la capital, el Presidente de la Re-
noscabar su autoridad por medio 'de esa crítica pública necesita permiso de las Cámaras Le-
destemplada y mordáz, que no borda los límites gislativas. '
razonables de la sana cultura, si nó que, sal- Por poco más, el Presidente ha "quedado re-
vando toda valla impuesta á la moderación, se ducido á adoptar el lema de la monarquía in-
desborda en gritos destemplados, de un guaran- glesa, de que el Rey reina, pero no gobierna.
guerismo repulsivo, con palabrerio grosero y En cuanto á las aspiraciones públicas, res-
chocante, como si fuera la obra de un marcado pecto á las cualidades que han de adornar la
d.especho, en vez del anhelo generoso que ins- personalict:'ld del Presidente de la República,
pira la elevada censura. . éllas varían á lo infinito, y se reflejan sobre
Para semejante crítica, no hay calamidad cada una de las tendencias de los diversos
pública ni desgracia nacional acontecida que gremios de actividad económica y productora
no se le impute al primer magistrado de la Re- en que está dividida la sociedad.
pública, como si la acción de éste fuera omni- Es así que, para un comerciante, el Presidente
potente y capáz de preveerlo y resolverlo todo debe ser libre-cambista, mientras que para un
de su sola y exclusiva voluntad. . industrial ha de ser un proteccionista. Un mé-
Si un Ministro de Estado comete un disparate dico lo querría higienista, en tanto que un ha-
ó resulta incompetente para el desempeño de cendado lo preferiría veterinario, por 10 que de
ese cargo) la culpa recae en el Presidente de este vario criterio y conjunto distinto y anta-
la República por haberlo nombrado, como tam- gónico de pretensiones más ó menos interesa-
bién recaen sobre éste, la ineficacia de las leyes das, no se sabe en fuerza de buena lógica,cuales
que dicta el Congreso, la crisis en el comercio son las cÜ:üdiciones que ha menester un Pre-
y hasta la aparición de la langosta, el año en sjdente para satisfacer el capricho de esa su-
que á tal ovidio se le antoja desvastar nuestra prema voluntad del pueblo, que para ejercerse
producción agrícola.· libremente, siempre ha necesitado el respeto
y sin embargo, nadie se acuerda de consultar i.mpuesto por el temor de las bayonetas.
una vez siquiera la Constitución Nacional, para Por eso hemos dicho con justicia que el Poder
ver que las facultades de nuestro Presidente, Ejecutivo, es el más controlado de los poderes.
están tan limitadas y controladas por los demás El Legislativo y el Judicial 10 miran de reojo
Poderes, que no hay un solo acto de gobierno, y lo tienen á raya; la opinión pública 10 com·
en estado normal, que le sea atribuido á su bate ó elogia, segun convenga á sus intereses
exclusi va responsabilidad. materiales, y la prensa, que es otro poder más
Aún cuando por el artO 74 de dicha Consti- bien flagelador que controlador, 10 zurra de lo
tución, el Poder Ejecutivo es unipersonal, pues- I lindo, si es opositora á su política, dündole palo
to que solo debe ser desempeñado por el Pre- 'por que bogas y palo porque no bogas, segun
sidente de la República, qúien á la vez reune la frase del cuento.
502 CRIMINALOGIA MODERNA

La Criminalogía moderna desearía un adonis ción como albergue y morada, mal vestido car-
de belleza en la figura del Presidente de la Repú- gado de miseria, y en un· abandono que debía
blica, con perfectas simetrías craneanas y con dar compasión y lástima á los que me obser-
localizaciones cerebrales que acusaran al pro-
vaban, y en eS0 pequeño mundo de delincuentes
totipo de la inteligencia suma, y único poseyente
(le ocasión si se quiere, cada una de mis indi-
de las más acrisoladas y supremas virtudes, tan-
to públicas como privadas. Yidualidades componentes se hallaban en situa-
Resulta de todo éllo que más que difícil, es ción idéntica presentaban el mismo aspecto é
imposible llenar ambiciones tan variadas para idéntica repugnancia para el hombre sensible y
poder caracterizar, según el criterio de la opi- el sociólogo, inspiraban la misma compasión,
nión pública y el de la ley, 10 que debe ser un cuando viví esta vida y entré en ella ha sido
Presidente. para esta un periodo de transición.. como el idio-
ta, transcurría el tiempo por mí sin d-arme cuenta,
*** y vagaba al acaso incon·scientemente, por el
y en cuanto á la tarea de gobernar, esta es <,spacio limitado del pequeño mundo terrestre,
otra cuestión más difícil todavía} por lo que nos he visto á individuos esperar la comida de li-
quedamos con la apreciación que de élla nos
mosna, sin avergonzarse, pues yana hay dig-
hacía en Tucuman, Don Luca Córdoba, al afir-
marnos que era peor que zurcir medias. !lidad en la persona cuando no se apercibe de
que es un objeto de curiosidad de quien le rodea,
JUAN COUSTAU
he visto á individuos los más degradados, aun-
flue por suerte rarísimos ejemplares en la hu-

tl
mana naturalez~ manifestar su tendencia á 'la

~ocumento umano
sodomía, en calidad de agentes unos, otros en
calidad de pacientes, por fin en medio de tanta
miseria y frecuentando lugares diversos empezé
.. (CONTINUACIÓN) á iniCiarme, aconsejado é inducido por otro de
Visihllldo la panadería que ya mencioné, me condiciones m.orales malísimas, su~trage dinero
apoderé de un chaleco, si no recuerdo mal, del del bolsillo á beodos sentados en Tos bancos de
que antes fuera uno d8 mis compafleros de via- las plazas, solicitado por individuos que aunque
je en el vapor correo de la (,Mala Real Ingle- de escaso valor económico tenían algo, empezé
sa» denominado «Mondego London» en desquite :í sustraer gallinas y objetos diversos en pe-
á una deuda contraída por el amigo, y cuyo queña escala; por un sargento de policía de la
compromiso no satisfizo á causa de esto dicho sección veinticuatro fuí detenido una madrugada
individuo me hizo conducir á la Sección 6a en la del año 88 y puesto por robo de gallinas ó hur-
cual el señor Corrales me puso en libertad. Co- to á disposición del Juez de Crímen Dr. Perez..
mo se comprende ~mi situación' iba de mal en .Y creo fui condenado á tiempo sufrido con cin-
peor, me he ido alejando cada vez más de la8 GO meses, henos en la vida activa, con las no-
personas que me conocían y podían protejerme; ciones .criminales, en la Penitenciaria Nacional
la sustracción del chaleco fué conocida de todos, [lprendidos, el bueno que en nn presidio entra;
y creo que hasta á mi padre informaron de lo· sale malo, y el malo una fiera, un salvaje, su- .
ocurrido, y cuanto más me alejaba aborrecido f¡·a un individuo prisión preventiva Ó extinga
y odiado de los conocidos de mi íntima familia, condena, sea el régimp-n celular ó esten los
más me aproximaba á los vagabundos, á los iudividuos recluidos en trato permanente, sale
idiotas, á los rateros méndigos y demás in-o de aquel excelente albergue de las generacio-
dividuos de mala ralea y estaduria, desgracia- nes libres de mañana, con aptitudes de reposo
dos que la sociedad ingrata no tiene en cuenta y mejor templado para continuar PAl. la senda
casi ni considera ni mira con lástima y compa- llue el hábito me habíQ traz?do, entré entonces
si6n como debiera,r como justiciero acto del que el1 relaciones con un carrero que tenía parada
comete un delito y se arrepiente después, son fin .la Plaza del Once de nombre José, y un
náufragos que las olas arrojan en este mar eu- homónimo suyo dependiente ,de una casa paten-
bravecido de la lucha por la vida, hacia allí 1:Jda de lenocin.io, los dos más ó menos tímidos
fuí empujado yo también hacia los cuadrados, y vulgares bandidos, del «Pie monte» entream-
hacia la ba'zofra de los conventos como alimento hos, induoido y aconsejado por estos sustraje
_de mi organismo, hacia los bancos de la plaza de las muestras de una tienda algunas piezas,
pública, terrenos baldíos y obras en construc- y fueron estos quienes me inculrnron en In men-
CRIMINALOGIA MODERNA 503

te, primero parados en las esta:ciones, .y después s~n el bandido humanitario ni de la talla excep-
en movimiento, la idea y el procedimiento para cional de los grandes en la historia, marcan
sustraer de los convoyes ó de los vehículos del dichas iniciales la frente del hombre en ese sen-
tren mercaderías, y no faltó quien dijese que en tido rebelde á los convencionalismos sociales;
compañía de ellos se le habían efectuado tres, es el estigma de los poderosos atacados de la
y se preparaba un cuarto, robos audaces segun enfermedad atávica que domina al medio; que
voces á una ferretería de la plaza mencionada se opone á' la marcha del mundo y de la mate-
::llltes, vivía yo entonces en la calle Victoria ria en la inmensidad, hacia sus naturales desti-
3190, á los galpones según se decía, del F. C. nos; de todos modos solamente he vista castigar
del' O. también le fueron ,efectuados varios ro- con la cárcel por casa á los ladrones vulgares
bos ó hurtos, y hubo quien me atribuyó á mí ó pequeños, y á los grandes he visto que se les
responsabilidad en ello, el caso es que los robos <lió alg'unas veces la casa por cárcel, no precisa
á los trenes del O. se le efectuaban con fre- 1'elatar aquí, para el hombre estudioso la espe-
cuencia pero con 'una torpeza increíble, en aquel cialización del bandido, la historia de mañana
tiempo con ese sistema, según expresión del escrita, refiriendo la vida de hoy, tal vez glori-
sub-comis~rio de investigaciones de B. Aires fique y enaltezca los que no fueron malos, pero
Sr. Costa, se podía haciendo las cosas COIl' acier- en todo caso víctimas siempre los m:llos tam-
to, adquirir fortuna en poco tiempo, estaba aque- bién.
llo muy descuidado por la administración de la Por esta altura de mi üccidentarla vida VIVl,
provincia, los frecuentes ataques que le diri- primero .en la calle Velez Sarfield, después
giamos con poco resultado casi siempre para en la de Cangallo, la generosidad de mI ca-
nosotros, ocasionaron la brutal y abusiva inter- l'ácter permitía á l'os que me ayudaron en mis .
vención de la Policía de pesquisas, la que me aventuras, y á las personas ~onmjgo relaciona-
capturó en pleno día en la calie Gran· Chaco das Ó en truto, reunir dinero ellos á mis espen-
('?) obrando la sospecha por haber' sido hallado sas, sin adelantar nada casi yo, y sin ser tan
una ó má~ no-ches durmiendo en los coches de tonto, soy aun generoso y lo seré más aun, he
pasajeros de la eS,tación Once de Septiembre estudiado y sigo estudiando, devorando obras
esperando la hora 'de partida de los convoyes, de autores diversos con afan y la insaciable sed
conducido al Departamento Central de Policía de saber, me modifico día á día, freéuento casas
negué la participación que se me atribuía en de prostitución, mujeres perversas logran apa-
esos asuntos, y como fuí arrestado por los ob- sionarme, sin amar á ninguna hasta ahora, pero
jetos mencionados, de la tienda sustraídos, y capaz de amar mucho en todos los órdenes de
fugué cuando me condujo uu sargento de la. la naturaleza, me modifico también en la estéti-
sección quinta á verificar si yo vivía en la calle ca y en la indumentaria, empiezo á intere-
Victoria ó nó, Illientras entró á preguntar al sarme por el arte, voy de gradaci6n intelectual
locatario, emprendí la fuga y encontré al salir en gradación, abrazando con simpatía las di ver-
el caballo solo, como sabía la Policía Central sas escuelas que se han sucedido en la historia
esto se me procesó brutalmente, y fuí enviado hasta nuestros días, soy materialista, á nombre
á disposición dd Juez Correccional Dr. Obliga- de la verdad científica, creo el orden positivo,
do, un mes después era nuevamente devuelto á niego á los üioses y soy enemigo de las religio-
la socied, sufrí con la intervención de la sec- nes de la muerte, defiendo á' los p'Übres y los
ción diecisiete, otro encierro, poco después de . t.lébiles~ y rescato solamente, que personalmente,
un mes fuí nuevamente devuelto á la libertad creo en parte, los grandes, han :robado antes á
relativa que tenía, entré antes de esto en rela- mí, esto no obstante de ser justo en el fondo,
ción con un ind~viduo, español <;luxiliar más tar- en la actualidad lo creo malo, no obstante yo
de y amigo, mis maestros por su timidez se voy siendo moralmente cada vez mejor más
perdieron del país y ni como auxiliares ni como lmmano, me rebelo contra toda injusticia, yo ,no
al~tmnos me sirvieron, otros varios me sirvieron soy vulgar, esto me satisface, en medio de to-
de auxiliares, algunos regulares, en total no pa- do me alimenta la esperanza en días mejores.
saron de seis hasta lá fecha, sufrí del 91 al 93 A diversos establecimientos industriales en el
reconocimientos frecuentes de la Policía, que ramo de peletería parece le fueron efectuados'
cama se sabe sin que la ley la autorice, remi- robos valiosos algunos y no faltó quien me
te por contravención, á los que designan en mezcló en alguno á mí.
abreviatura con las iniciales L. C. siquiera no Fuí arrestado por el sargento Ponce de Lean
504 CRIMINALOGIA MODERNA

y otro en la capital, por tentativa de robo co- Lomóplato eutre la epidermis y el hueso, y sa-
sa incierta pues no hubo más que la intenéión lió del mismo lado por el hipocondrio, estuve
y se precisan actos fuí procesado por" el juez en asistencia científica en la Asistencia Nacio-
de instrucción Dr. Saavedra por lo antes men- llal y procesado, á los ocho ó quince días ya
cionado al F. C. del O. fuí fotografiado en la bueno salí.
oficina antropométrica de identificación mal mon- Pasé á vivir en calidad de socio industrial,
tada y un personal chacoton y sin formalidad, con participación á él en un negocio, y JO
fuí remitido á disposición del Dr. Soneira y salí en los de él, consistentes en la preparación de
condenado injustamente según la ley á diez vinos blancos con un paisano, pero la C. ~e
meses era el año 1890. Policía de la Sección Diecisiete, por denuncia
El año 91 estuve ]5 días en La Plata y se- del F. C. de B. al P., el cual se quejaba de
gún Fernandez, Comisario de Pesquisas fui yo que le fueron por mí efectuados varios hurtos
uno de los que sustrageron del tren mercade- ó robos, puso consigna á la casa que creo está
rías que iban del G. Dock para la aduana de situada en la calle Araoz; yo emprendí la fuga,
B. Aires. :. sufrió él, sin que esto signifique que yo lo en-
Menciono aqui el detalle de haber estado el gañase' pues no me ha gustado hacer nunca
88 en las islas recogiendo fruta un mes y pico eso, salvando algunas veces ciertos detalles, la
por olvidar hacerlo antes. prisión de un mes, y arruinó sus intereses, so-
De mi estadía en La Plata pasé á G. Rodri- lamente tuvo todo esto para mí la consecuen-
guez, y estuve unos días recolectando maíz, cia de serme mencionado por el comisario señor
puestas á la miseria mis manos, abandoné dicha Almeida.
faena en compañía de otro, y en aquellos días Antes, creo, del incidente que antecede! y si 1

fuí capturado por la crimjnal policía de Merlo, no después, sufrí una prisión de un mes y pico
sumariado y puesto á disposición del Juez de en la Penitenciaria Nacional no recuerdo á dis-
Paz, fuí enviado más tarde á La Plata para ser posición de que Juez Correccional, salí de allí
fotografiado en la oficina Antropométrica, insti- y fuí á vivir á la calle Gauna en calidad de
tución bien montada y seria, con la aplicación pen/sionista, é iuquilino, con: otros dos ó tres
del sistema Bertillonista á las medidas del indi- compañeros.
viduo, y, con el sistema que antes sostuviera, El año 93 fuí remitido }¿or el Juez de Paz
si no recuerdo mal Lombroso como comple- del Pilar á disposición del Dr. Carranza Mármol,
mento, también se sacan las impresiones dijta- y después que se derrumbó, con gran placer
les ó sistema de Falangomonía, que tanto sea para mí, la administración que presidía Costa,
sacada la impresióll, antes de cometer una per- salí en libertad, estuve acusado de robo al F.
sona un hecho, como despues, se le identifica C. de B. al P.
con la reproducción, dejando huella ó sea la El año 94 viví primero, creo, en la calle Se-
imagen impresa de las falanges terceras, de- gunda Cangallo, y despuéR en la, de Acevedo,
vuelto á Merlo de nuevo fuí puesto después de se había producido en ese tiempo el sensacional
cinco meses y pico en libertad, Ó mejor dicho, descuartizamiento de FarbrSs, y el que andaba
á G. Sarmiento remitido, de cuyo punto, preso con poncho era sospechoso, como yo llevaba
por un hurto, al F. C. de B. al P. fugué del esa prenda, y fuere mi andar sospechoso, fuí
calabozo una noche destornillaudo las tuereas" llevado á la Sección Veinticn~tro de Policía, y
en compañía de" otros dos, acosados por las bru- de allí trásladado á la Veinticinco, pues el Co-
talidades que la" Policía cometía con nosotros, misario Sr. Godoy, decía existir denuncia del
estuve creo un mes y pico preso y puesto des- F. C. de B. al P. contra mí, bien tratado del
pués en libertad. . personal, fui remitido el D. C. y el Jefe me
En esos días me ha sucedido en Buenos Ai- llamó más tarde departiendo con él sobre asun·
res' desgracia grandísima, al penetrar en un tos diversos, y contestando á las preguntas que
Restaurant de la calle Charcas una noche con me dirigía, era el General Manuel J. Campos,
la intención de sustraer algo, enciendo fósfo- á los pocos días fuí conducido á La Plata p~r
ros con ruido, y al momento me sentí herido el auxiliar Helena de la Comisaría de PesqUI-
de un tiro, salté á la calle con un brazo medio sas, y hasta I-a E. Cen tral del F. C. por el Jefe
"caído, devorado por la sed bebí agua, pedí de Tráfico del ferrocarril mencionado, el cual
auxilio á la Policía, el proyectil había pe- viendo mi persistencia, mi tenacidad eil el gé·
netrado por el antebrazo derecho, recorrió el nero mismo de v"ida, y mi protesta contra aque-
CRIMINALOGIA MODERNA 505

Ha detenci6n ilegal, me ofreció veinte IUil pesos al ser arrestado en compallla de otros indivi-
con la condición de que abandonase el país, los duos, da-ndo, «El Imparcial» un bombo completo
que rechacé indignado por creer significaba del hecho, con muchos detalles á la gente que
abdicar en mi caracter y condición} fuí de esta lo leía, salí después de un mes sobreseido pro-
última parte enviad-o á Mercedes, por creer él visi<:malmente, la causa fué un robo en el F.
mencionado Jefe fuese allí la sustracción de las C. del S.
cosas, ó si nó ignoro por que motivo} allí fuí Viví más tarde en la calle Castillo, en la de
visitado por este y el ingeniero de Vía y Obra, Defensa y en la de Lavalle, y en este período
fuí devuelto por el Sr. Montoya á La Plata des- de tiempo el diario «La Prensa» se ocupó mu-
pués de decirme que fuese al salir por alli, pues -1 cho de un robo al F. C. de B. y R. cerca de la
me daría co.!ocación en la Policía como me h~­ E. P. Tres de Febrero, se decía que una virgen
bía dicho ántes el Sr. Godoy, á mi pedido el «La Imagen del Sagrado Corazón de Jesús»
mencionado representante del F. C. me había había sido también del convoy arrojada, y se
prometido colocación también, al salir de La halló sumergida en la zanja, se decía que el
Plata la fuíá buscar ó pedir se gestionase, ladrón estaba baldado de un brazo, y la dejó
como volviese qna ó dos veces y creyese fuese por escrúpulos, no debió ser aSÍ, el culpable de
f:mgaño no volví más. hallarse en aquel estado lastimoso, bm bonita
No sé como se hallaron por un robo en la cosa le debió haber estorbado, y la tiró sin que-
estación del O. en Morón, envueltos, injusta- rer hacerle mal, dicen iba para Salta, y previa
mente, un agente de Policía y un Sereno. la visita de miles de personas} con la interven-
Siendo arrestado por ser de M. A. en Merlo ción policial, fué llevada á la Diecisiete, de esta
y puesto de plantón con centinela armado} este al Departamento Central, al Juzgado del Dr.
se durmió, y retirándome de espaldas por si Navarro, y después al convento de Las Tercia-
acaso,' con paso lento, me fugué, el dormido no rias, erigiéndosele un altar, bendecido por el
fingía. Dr. Castellanos, y acuñándose medallas conme-
En Luján viví dos meses á pensión, y de sus- morativas, no faltó en el pueblo, que tanto se
traer mercancías á los dos ferrocarriles que cru- hablaba del hecho, quien me lo atribuyese á
zan el Pdo., empecé ti estudiar activamente [a mí, el caso es que la P. no me molestó.
sociología, y al ser arrestado en la comisaría El año 96 fuí procesado en Lomas de Za-
por un robo en pleno día al F. C. del O., me mora acusado de robo al F. C. del S., y en
fueron robados dos libros y algunos objetos por Barracas me visitó Mr. Warrom Gerente del
los oficiales, la Policía de la Capital había hecho mismo} y el Jefe de la E. Constitución, al pre-
conmigo ya la misma cosa, enterailo de lo que sentármelos la Policía como mis víctimas, dije,
se babía hecho con un preso, y cual era el pro- que era yo víctima de ellos, se puso mi foto-
ceder de las autoridades, y sus abusos, solicité grafía en el expediente, y un informe impreso
un diario denominado «La Justicia» para que en papel azul, (cosa idéntica han hecho ahora
una ve~ consentido por su Director Emilio Bel- con la fotografía) que según se me dijo han
lotti, publicase las denuncias hechas por mí, y cometido el abuso de ex ponérmelas en las ofi-
firmadas por otro ó con su nombre, se le inter- cinas de las estaciones fuí á La Plata á dispo-
peló al intendente} se lo apercibió al Juez de sición del Juzgado del Crimen, en el informe del
Paz, se le destituyó al secretario de la Inten- administrador, se elogiaba al Sr. Lozano y á
dencia, se le removió al Comisario para la Qa- Vazquez, este último lo ascendieron por méri-
pilla, un escándalo social nunca visto allí, -esto tos adquiridos, con justicia ó no á sus expensas,
si no recuerdo mal era el año 95, salí después y después lo rebajaron, acusé á lCts jueces de
de un mes, y fuí á vivir en la calle Sta. María} falta de preparación intelectual, y de poca ó
en Barracas al Norte. con ninguna actividad y honradez, los diarios
En el mismo año después de tener el (a) el no' me publicaban las quejas, y por no desai-
Galleguito, apodo puesto por unos empleados rarme del todo" apenas pedían el pronto despa-
del F. O. en la estación del Once, las perso- cho de mi asunto, el Dr. Acevedo y. otros, de
nas que en mi nuevo barrio no me conocían el los de segunda instancia también, replicaban
üombl'e, por ocuparse de hablar á veces sin en seguida; uno dijo, que yo era amante de la
saber}) de anarquismo} colectivismo y otras co- literatura, que mi autor favorito era Zola, y de
sas, me designaron con el nombre de (a) El las obras de este leía con preferencia «Lour-
Anarquista, confirmado por la Policía Seccional des», que era en fin «Lad)'on con historia», sin
506 CRIMINALOGIA MODERNA

ser probada la causa, y oorrespondiend9 apenas derno Judas, pagado SIn duda, y. que ningún
seis meses caso de probarse, fuí por espíritu de mal le hice, me denuncia, cuando me preparaba
pasión de los jueces, predispuestos en contra á huie al exterior, victo y. confeso me hallo de
mía, condenado á tres años de prisión, condena nuevo desgraciadamente, corriendo el riesgo
sufrida por capacidad, el prevaricato al menos, gravísimo la 'poca juventud que me queda, de
y el cohecho tal vez, pues es fácil hayá sido ser arruinada, no sé lo que será de mí, cuando
recomendadó por el gerente de que hablé antes má.s qlliero á la familia hecha y á la por cons-
á los magistrados, me envolvieron en la cues- tituirse, más alejado de ella me veo.
tión, solo el 17 de Junio del año corriente, des- La marcha social del mundo me regeneró, los
pués de haber combalido el mal sin tregua, pasos gigantescos más notables cada día que el
haber sido sometido yo mismo al estudio de mis progreso da son los únicos que me alientan, en
diYel'sa~ impresiones, y observar á los demás esta vida sin atractivos, los retrógrados pug-
en sus relaciones, estudial' la causa de los in- nando por conservar un pasado de ignorancia'
cidentes, sufrir calumnias, injurias, insultos, cas- y de inj m.;ticia, y los de vanguardia en el pen-
tigos injustos, amenazas, provocaciones, y otros samiento tratan apresuradamente de traer para
excesos, criticar yo, censurar con el ejemplo, la humana familia días mejores planteando la
dar buenos consejos, enseñar, educar i.de mí qué igualdad, la verdad y la justicia en la tierra,
se podía decir?, ¿Qué se me podría tachar? que nada será capaz de detener el movimien,to, y
era ladrón, que es propiaba individualmente, va- libre la evolución sin necesidad de cambios
liéndome de la astucia sobre todo, lo saben bruscos, podremos resolver los problemas que
muchos, y hay que creer que era el único se presenten, y legar á nuestros descendientes
defecto moral que tenía, borracho nunca fuí, en la historia lo más grande y sublime hasta
solamente cinco veces en mi vida perdí el co- aquí concebido. . .
llocimiento, y en todas he s~tlido perdiendo mu- BERNARDO BARGO GOMEZ.
chísimo de lo que en mi poder tenía, jugúdor Departamento de Policía-La Plata, Novienlbre 16l?9.
nunca fni, por la licencia en los gimnasios tam-
poco fuí afecto, ni las mujeres ni los hombres
me ha gustado jamás. engañar cuae.do me di
cuenta de mi situaciórien el mundo.
Vivía últimamente en la calle Cavia en Pa-
J\lotas li) i 61 i09 rá fi cas
lermo, nadie me fastidiaba, y por donde quiera
que iba dejaba de mí la más escelente impre- Revistas.
sión, frecuentaba sociedades cultísimas y asistía Re"ista Nacional. - Con un excelr.nte y variado
á representaciones teatrales, me gusta más que material ha aparecido la entrega segunda correspondiente
nUQca andar vestido de moda, bago las sustrac- á Febrero; de esta interesante revista de historia, literatura,
ciones mejor que nunca, y gano más, soy amante .ciencias sociales y bibliografía que con tanto acierto dirije el
de las fiores, vivo aún en celibato, mis p(ldres joven intelectual señor Rodolfo 'V. Carranza.-Han colabo·
me llaman, pero sin mucho dinero al menos rado en ella, entre otros, los señores Carranza (A. J.) Q~e­
mil pesas no quisiera ir allá, últímamente le sada; Ziuny; Zúñiga y Medina; J. H. Rosende; Diego Men-
mandé los primeros cincuenta pesos, aquí no daza, y el joven José Artul'o ScoUo cuvos afiligranados
me quisiera casar, pero de es a manera padezco apuntes sobre «Los pswclóni1lws en el periodismo Argenti-
mucho fisiológicar;nente con la privación de los no» demuestran en su autor una preparación nada común
placeres, casi completamente, IDipadre á pes(lr y un profundo conocimiento de los que han actuado en la
de ser caudillo de aldea, y haber sido alcalde prensa argentina el~ ·los diversos ritmos de su evolución
de distrito,. está arruinado y agobiado por las al traves del tiempo yde las di versas localidades de nues-
contribuciones, en tal estado las cosas cuando tro país.-Asi se empieza el escrilJir la historia. Bien por
iba prosperando algo IDA sorprenden los diarios el señor ScoUo.
con la noticia de mi captura recomendada en La Semnana ~Iédica. -Hemos recibido los últimos
la provincia, que se me había ide~tificado por .números de esta importante publicación que tan acertada-
varios comerciantes, y un carrero, que según mente dirijen los distinguidos profesores de nuestra
dijeron es pariente del Dr. Quirno Costa con Facultad de Ciencias Médicas, doctores Francisco de Veyga
varios robos efectuados al F. C. C. A. en la Ca- y Benjamin 1'. Solori.-Como siempre vienén nutridos de
pilla el Lunes 25 de Septiembre, por un traidor, selectos como valiosos materiales, que se recomiendan so-
(Íue apenas había visto no sé donde, un mo- Lre todo por ~u actualidad.
I '
CRIMINALOGIA MODERNA 507

La Re,rista. -Nos ha llegado de la vecina orilla el constituciones y disoluciones de sociedades; ventas de ne-
último número de esta simpátíca publicación que con tanto gocios; inscripciones en los Registros de Comercio; fallos
buen gusto diri~e el señor Julio Herrera y Reissig. - Su de importancia y demás noticias que puedan interesar al
material es selecto como variado, y han ?olaborado en ella Comercio.-Como se vé es una publicación útil é intere-
los señ'Ores: Zorrill~ de San Martin; Santiago Maciel; Da- sante.
niel Muñoz; Pedro J. Naón; con una bellísima poesía Aérea;
La Re, ista Jndicia,I.-Publicar,ióQ mensual ilus-
Casimiro Prieto; su director Julio Herrera y Reissig; Am-
brosio L. Ramasso; Manuel J. Sumay; Francisco G. Villari-
trada.-Año n.-N. 16.-2a Época.-Buenos Aires, Noviem-
bre de 1899. - Contiene: Los juzgados correccionales.-
no, con otras bellísimas poesías: Claro de luna; y por fin el
señor Carlos Baires, el actual presidente del Ateneo Argen· Autos y actas del juez Dr. Hodriguez Bustamante. - De~
tino, con un bien meditado estudio sobre la Psicología del mandas euriosas.-Secretarios.-Jueces.-EI juicio ejecuti-
avaro. vo.-Competencia de los jueces de instrucción.-Quebrarlos
fraudulentos.-Estadistica curiosa.-Los Tribunales Supre-
El Porvenir Intelectnal.-Con un excelente ma- mos en Francia.-Resoluciones judiciales de interés.-Con-
terial se nos ha presentado el número i9 de este interesan- cursos) quiebras y moratorias. -Procesos célebres (con gra-
te sem'anario. Publica el retrato del celebrado tradicionista bados).-Ciencia y Arte; descubrimiento importante. Bi-
argentino, doctor Pastor S. Obligado, como así mismo sus bliografía.-Trae un grabado: el despacho del Dr. Francis-
principales rasgos biográficos, debidos á la bien acerada co P. Astigueta.
pluma del jóven periodista é int.eligente escritor, señor Oc-
Revista Jnl"ídi(~a.-Defensorde los intereses de los
taYio C. Batolla.
litigantes y dedicado con preferenria á los asuntos comer-
Revista de Policía.-El número 64, de esta im- ciales,-Año V. -N. US8.-Rosario de Santa Fé, Enero 15 de
portante revista que aparece en esta Capital bajo la compe- i900.~Director propietario. P. Julio Cabañero.
tente dirección de los Gomisarios de Policía señores Anto-
Revista de Tribnuales.- Publicación quincenal
nio Ballvé y José J. Cesario, y que hemos tenido el gusto
de legislación y jurisprudencia, dirigida por el señor Da-
de recibir, trae entre otros materiales, nn retrospecto de la
niel Toro Melo.-Año II.~N. 20.-Santiago de Chile, Enero
Policia de la Capital durante el año 1899, que se recomien-
L° de i900.-Este número no desmerece en n~da de los an-
da por si solo.-Es una de las pocas puhlicaciones útiles
digna de ser mencionada con el mayor encomio. teriores; su material es selecto como interesante, lo que ha-
cen de esta revista una publicacion sumamente útil.
El Escalpelo.-Revista mensual de mosofía y socio-
M. A. L.
gía.- I ¡jo l.-N. 3 .-Buenos Aires, Enero 14,.-Administra-
dar Juan Pallas.-Sumario: El hombre ante si mismo, Ser-
gio Sonia.-Anglo Sajona, Cecílio Metell~.-La tírania de ~dd/'/'/'/'d/'/'/'/'/'/'/'/'/'/'/'/P'/'/'/'/'dd/'/'/'/'/'/'/'/'/'/'/P~'/'/"/P'/'/~~'
"/'/'/'/'/'d/"~'/P'/fZ'P'd~.fd/~'/P'/PPP'~'/PPP'/'/PP'/'d/'dd/'/~P,l
las ideas, Miguel de Unamusca.-Psicología del anarquista
democrático, C. M'".-El Cerebro) U IO.-Los tesoros del hu-
mo, Z. Velez de Aragún. Buscando el equilibrio, Mario Vi-
lla:-La aanza de las imájenes, F. M. Pe~samientos.
AVISO
El Monitol" de la E(lncación Coulún. - Pu-
blicaeión del Consejo acional de Educación.-Año XX.- A nuestros ~ uscritores .'1 Asentes
N. 322.-Buenos Aires Enero 3L-Como siempre) esta im-
portante publicación se hace not.ar sobre las demás de su Con el presente número enviantos el ]0
especie, no solo por la variedad de los materiales, como
por la amenidad 'que sabe imponer á sus escritos llenos de
del 2° tril1¿estre.
buen sentido y de sabias qbserracíones su digno director, Tenemos en preparación yá el siguiente,_
el distinguido educacionista señor Juan Manuel de Vedia. el cual no enviaremos sinó á los que esten
Ecns Comel"ciales y Jn(liciales.-Revista se- al corriente con la Administración} tenien-
manal, editada por la oficina de informes comerciales de do en cuenta que la suscricián se paga
Papke y Dankert,-Órgano del Comercio-Buenos Aires, 3
por adelantado.
de Febrero de '1900-Ns. 331 y 332.-Publica: las quiebras y
moratorias que se decretan y solicitan solamente en los
tribunales de toda la República, con balances y demás deta-
lles y el movimiento de las que están en tramitación; las ADMINISTRADOR.
cr
~I
1

CUADROS DEMOSTRATIVOS
del movimiento carcelario y de la delincuencia, en el. Municipio de la Cap'ital, durante el meE de Octubre de 1899

I •
MOVIMIENTO DE CARCELE8

Cárcel Correccional de Mujeres Casa de Corrección de Menores Varones


Cárcel Penitenciaria y Menores de la Capital

~neausa-I
MOVIMIENTO l\1enores
~ Con- Eneausa- Con- enviados Con- I Eneausa- I . Ñlenores
Z
~
Menores
elenados dos
Total
elena,elas elas I por la ~e-
Total
e1enac1os I elo s Ien vIadas por la
defensoría
Total

w fensorla
O
O Existenciá el 30 de Septiembre 1899. - 634 700 1334 36 30 215 281 10 119 141 270
;:;E Entradas ............................. - 35 337 372 3 30 82 115 11 63 5 79
,
~
...... I Totales .. '" . .- ..... - 669 1U37 17u6
357
-39- 60 297 396
127
-2-1- 182 146 -3~
o 18 339 34 89 38 3 54
~:l:~:~~i~' ~i '3i .cl~' .O~t'~b~'~" iS99::: _1~
- 4
O
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651 698 1349 -35- 26 208 269 I 144 143 295 I
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Z
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1--1 E8TADf8TlCA POLICIAL
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U Delitos Contravenciones Accidentes Suicidios y tentativas

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Con tra las per~onas \ 215 I . Incendios - I I I


Contra la propIedad. . .. . . .. 360 Ebriedad 11582 127 1709 Suicidios... 10 2 12
Ineen- Pérdidas Valores
Contra la honestidad . Desorden...... .. .. .. .. 411 112 533 dios $ m/n aseg:urados Tentativas. 6 2 8
Conti'a las garantías individua- Uso de armas y otras con· I I
les y el orden Público
Total. .
1 58
633
travencio?es .. "
1 ota les.. .
'\029: I
...28/
408_\ ~~-
647 2.'34 8 I 93.600 1149.000 Totales ... I~ ~ 20
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