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Universidad Austral de Chile

Facultad de Filosofía y Humanidades


Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales
Taller de investigación en Ciencias Sociales con Foco en Educación
Profesora: Patricia Thibaut P.

El capital cultural de los


padres y su impacto en
torno a los resultados
educativos SIMCE 2018
según el grupo
socioeconómico en la
comuna de Puerto Varas

Estudiante:
-Nicolás Mardones Domcke
Palabras: 2999.
Introducción

A día de hoy, en el sistema educacional chileno es posible identificar una serie de


factores que tienden a influir en los procesos de enseñanza-aprendizaje de las y los
estudiantes de nuestro país, situación que tiene presente el riesgo de seguir expandiendo
una brecha educativa que lamentablemente ya es una realidad en Chile.

Siguiendo esta línea, al referirse a las políticas educacionales en Chile, la OCDE


(2017) señala que uno de los grandes desafíos para el sistema educativo nacional es lidiar
con los altos índices de segregación económica que reflejan la inequidad de oportunidades
educativas, por consiguiente, el grupo socioeconómico (GSE) al cual las y los estudiantes
chilenos pertenezcan es una variable que afecta directamente en su aprendizaje y en sus
oportunidades al momento de optar a la llamada “calidad de la educación”. Sin embargo, no
solo el ámbito económico repercute en las oportunidades y el aprendizaje de las y los
alumnos a nivel nacional, sino que también existe otro factor que debe ser tomado en
cuenta y que tiene injerencia en lo recién apuntado: el capital cultural de sus madres y
padres.

Por lo tanto, la temática que pretende abordar la presente investigación es el efecto


del capital cultural de los padres en el rendimiento escolar según el grupo socioeconómico
de las y los estudiantes. En este sentido, el énfasis se pondrá específicamente en el impacto
que la variable a estudiar ha tenido en la comuna de Puerto Varas, por lo que se ha elegido
sostener la información en los resultados educativos obtenidos en seis colegios de la ciudad
de la prueba estandarizada SIMCE del año 2018. La importancia de investigar acerca de
esta temática radica en su carácter primordial al momento de estudiar con respecto al
sistema educacional actual, puesto que al igual que la pertenencia a cierto grupo
socioeconómico, el capital cultural de los padres se asoma como otro factor que debe ser
considerado al tratar de explicar el rendimiento académico de las y los estudiantes chilenos,
sobre todo al utilizar sistemas de medición del rendimiento escolar como las pruebas
estandarizadas, ya que en una evaluación cuya base son los puntajes obtenidos por
estudiantes de determinado nivel escolar en determinadas áreas de aprendizaje como es el
caso del SIMCE, es preciso tener la capacidad de identificar cuáles son aquellos factores
que dan paso a una diferenciación en términos de resultados obtenidos entre los puntajes
bajos y los puntaje altos, por lo que el estudio de la variable en cuestión aspira a aportar a la
investigación en torno al efecto existente en los resultados educativos según el grupo
socioeconómico, con el fin de tener un conocimiento más detallado acerca de los diversos
agentes que influyen directamente en el aprendizaje, el rendimiento escolar y las
oportunidades educativas de las y los estudiantes.

Revisión de bibliografía

Para términos de esta investigación, es fundamental detenerse a profundizar la


importancia de las variables a tratar y la relación que puede establecerse entre ellas y su
impacto sobre la educación chilena.

En primer lugar, es preciso definir como punto de partida la correlación existente


entre el grupo socioeconómico al que pertenecen las y los estudiantes chilenos y el
rendimiento académico de estos, pues el sistema educacional actual “se caracteriza por una
temprana y alta condicionalidad del NSE en el desempeño académico y un bajo nivel de
movilidad ascendente de este desempeño” (Valenzuela et al., 2014, p. 226), lo cual implica
que una vez dentro del sistema de escolaridad, el GSE de la o el alumno influirá
directamente en la gran mayoría de los casos en los resultados obtenidos por el
estudiantado, situación que es respaldada por autores como Bellei (2013) al indicar que
tanto la segregación económica como académicas presentes en el sistema educacional
“constituyen factores relevantes de la (in)equidad educativa, en tanto afectan
diferencialmente las oportunidades y logros de aprendizaje de los alumnos” (p. 339), por lo
que el nivel socioeconómico vuelve a ser un actor importante que impacta en la educación
escolar del país. A lo recientemente mencionado, podemos sumar los planteamientos de
Treviño et al. (2014), quienes identifican que incluso esta segregación económica se
reproduce internamente en establecimientos educacionales, en el sentido en que ciertos
cursos son clasificados siguiendo la lógica de mejores o peores rendimientos, influyendo
negativamente tanto en el ámbito social como en el académico de sus estudiantes. Como es
posible apreciar, no es ningún secreto que los resultados educativos del alumnado chileno
estén sujetos a condicionantes que no necesariamente están relacionados netamente con su
aprendizaje y su conocimiento, por lo que ante esta realidad, la cuestionada prueba
estandarizada SIMCE surge como herramienta útil al momento de trabajar los resultados en
torno al GSE, ya que pese a que ha recibido críticas por tratarse una medición “cerrada” y
concreta del proceso de aprendizaje, se centra más en “la estratificación social encubierta
educacionalmente, que la efectividad diferencial de tipos de escuelas” (Bellei, 2002, p. 8),
por tanto, aunque con sus limitaciones para la identificación y abordaje de otras
problemática, los resultados educativos que son entregados por la Agencia de la Calidad de
la Educación son esclarecedores para enfrentar una situación en la que existe un riesgo de
aumentar una brecha educativa marcada por una suerte de estratificación escolar
determinada por la pertenencia a un grupo socioeconómico específico, ya que constituye la
base para reconocer otros factores condicionantes del rendimiento académico de las y los
estudiantes escolares, tal y como se pretende plasmar a continuación.

Gráfico 1

Resultados educativos SIMCE matemática 2°medio, tendencia según grupo

socioeconómico

Nota. A modo de ejemplo, en este gráfico se puede apreciar con claridad la diferenciación y la brecha
educativa según el GSE existente en los resultados educativos de la prueba SIMCE a nivel nacional en el caso
de 2° medio en el área de matemática desde el año 2008 hasta el 2018. Fuente: Agencia de Calidad de la
Educación. (2018). Resultados Educativos 2018.

En el caso del capital cultural de los padres, es necesario un breve acercamiento en


torno a sus lineamientos principales. Dicho concepto está asociado a “aquellas
representaciones, habilidades, actitudes, aptitudes que posee una persona y que de algún
modo, caracterizan su posición en la sociedad” (Chacón et al., 2015, p. 7). La importancia
de la explicación anterior radica en que, en la gran mayoría de los casos, son los padres
quienes están encargados de transmitir este capital cultural a sus hijas y/o hijos, por lo que
esto repercute directamente en el proceso educativo una vez que se insertan en el sistema
escolar, pues un mayor o menor nivel de este concepto afecta en los resultados y la
trayectoria académica del estudiantado, por lo que la familia continúa siendo un pilar
trascendental a lo largo de gran parte de la etapa formativa en una institución educativa de
una o un alumno, y tal como señala el sociólogo francés Pierre Bourdieu (1987), una de las
utilidades del carácter del capital cultural es “dar cuenta de las diferencias en los resultados
escolares que presentan niños de diferentes clases sociales respecto del ‘éxito escolar’ (…)
en relación a la distribución del capital cultural entre clases y fracciones de clase” (p. 11),
existiendo efectivamente una correlación bastante considerable entre el capital cultural y la
educación. Es más, el capital cultural puede pasar a ser un factor de diferenciación similar o
incluso mayor a lo que representa la situación económica de un sujeto (Bourdieu, 1998).

Tabla 1

Clasificación de variables familiares

Nota. Fuente: Chaparro, A., González, C. y Caso, J. (2016). Familia y rendimiento académico: configuración
de perfiles estudiantiles en secundaria. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 18(1), 53-68.

Siguiendo estos lineamientos, diversos estudios (Carrasco, 2008; Chacón, et al.,


2015; Donoso, 2011) indican la importancia de considerar al capital cultural como un
aspecto determinante al analizar el impacto directo que este produce en las expectativas y
los logros de aprendizaje del estudiantado, pues al igual que con la pertenencia de un grupo
socioeconómico específico, los elementos familiares presentes para establecer un cierto
capital cultural como el nivel de escolaridad de los padres, el número de libros en casa,
entre otros (Barahona et al., 2018; Chaparro et al., 2016; Lozano y Trinidad, 2019), afectan
directamente en el ámbito educativo de la o el estudiante y por ende, condicionan un
rendimiento académico escolar más alto o más bajo según sea el caso, e incluso, esta
situación de desigualdades en cuanto al aprendizaje asociadas en su mayoría al capital
cultural es posible evidenciarla en países como Perú, Brasil, México, Argentina y Chile,
siendo estos dos últimos en los que esta diferenciación toma más fuerza (Carrasco, 2008).
Asimismo, tal como plantea Rubén Cervini (2002) “el capital cultural juega, entonces, un
papel de factor intermediario entre el “origen social” del alumno (background familiar) y su
aprendizaje” (p. 454), por lo que las investigaciones mencionadas demuestran la existencia
de una correlación entre el capital cultural y el rendimiento académico del alumnado
escolar incluso más clara que la diferenciación presente según el grupo socioeconómico.

En resumen, indudablemente los estudios dan cuenta que es imposible pasar por alto
la influencia que tienen los factores analizados dentro de la educación escolarizada no solo
a nivel nacional, sino que de igual manera es un fenómeno presente a nivel iberoamericano.
Ante esta situación, urge la necesidad de identificar y profundizar en aquellos factores que
además terminan por reproducir y ensanchar una brecha educativa actual que amenaza con
que las oportunidades educativas y el aprendizaje escolar estén marcados por la
estratificación socioeconómica y cultural.

Pregunta de investigación, objetivos e hipótesis

Una vez revisada la literatura asociada a la problemática en cuestión, el presente


estudio se plantea como pregunta de investigación la siguiente: ¿cómo se relaciona el
impacto del capital cultural de los padres con los resultados educativos SIMCE del año
2018 en la comuna de Puerto Varas?

Siguiendo esta línea, a continuación, se presentarán los objetivos orientadores para


la realización de la investigación:

Objetivo general:

 Establecer la relación del impacto del capital cultural de los padres sobre los
resultados obtenidos de la prueba SIMCE en los niveles de 4° básico y 2° medio en
las áreas de lectura y matemática según la pertenencia al GSE de las y los
estudiantes el año 2018 en seis establecimientos de la comuna de Puerto Varas.
Objetivos específicos:

 Identificar cuáles son las variables más significativas que constituyen la


clasificación del capital cultural de las madres y los padres en la comuna
puertovarina.

 Elaborar un instrumento de medición para dar cuenta del capital cultural de las
madres y los padres.

 Analizar los resultados educativos de la prueba estandarizada SIMCE obtenidos el


año 2018 en los niveles escolares de 4° básico y 2° medio en las áreas de lectura y
matemática en la ciudad de Puerto Varas.

 Evaluar la diferencia entre el capital cultural de los padres y los resultados


educativos según GSE alto, GSE medio y GSE bajo de las y los alumnos

A modo de hipótesis, se sostendrá que concordando con la bibliografía consultada


acerca del tema, la relación entre el capital cultural y el rendimiento académico será muy
estrecha, lo cual se verá reflejado al analizar y contrastar los resultados académicos SIMCE
2018 en los niveles de escolaridad seleccionados, tanto en lectura como en matemática, con
el capital cultural de los padres, dando lugar a una relación cuyo carácter será directamente
proporcional en la que mientras mayor sea el capital cultura de los padres, mayores serán
las expectativas y los resultados de las y los estudiantes en la mencionada prueba
estandarizada, identificando una suerte de estratificación socioeconómica y cultural en base
al contexto familiar y a los puntajes obtenidos.

Metodología

La investigación optará por una metodología de tipo cuantitativa experimental, cuya


pretensión es “establecer el efecto de una variable independiente (llamada también
tratamiento) sobre otra variable dependiente” (Briones, 1995, p. 53), la cual en este caso
será la relación del capital cultural de los padres sobre los resultados educativos según GSE
de la prueba SIMCE del año 2018 en la comuna de Puerto Varas. Para su realización, el
estudio cuantitativo estará compuesto por cuatro fases:
Primera fase: Se llevará a cabo una recopilación de los resultados educativos de la
prueba estandarizada SIMCE del año 2018 de seis establecimientos escolares de la comuna
de Puerto Varas en las áreas de lectura y matemáticas aplicadas en los niveles de
escolaridad de 4° básico y de 2° medio. En este punto cabe destacar que se ha decidido
optar por los resultados educativos de la prueba SIMCE 2018 debido a que por lo vivido a
partir de octubre del 2019 en nuestro país hubo una cobertura bastante limitada tanto de
estudiantes como de establecimientos para 4° básico con menos del 70%, y en el caso de 2°
medio la prueba no llegó a ser aplicada, por lo que no existen resultados; y el presente año
2020, a mediados de junio el Ministerio de Educación decidió suspender la realización de la
prueba SIMCE ante la situación de salud mundial, siendo reemplazada por una evaluación
de muestreo voluntaria. Ante ambas situaciones en las cuales no se aplicó la prueba SIMCE
con normalidad y, por tanto, no se tienen resultados representativos, los datos más
completos y actualizados hasta la fecha son los registrados en la prueba del año 2018.

Segunda fase: Se procederá a realizar una clasificación de los resultados educativos


mencionados según la tendencia del grupo socioeconómico de las y los estudiantes. Para
aquello se seguirá la metodología de construcción de grupos socioeconómicos para pruebas
SIMCE desarrollada por la Agencia de la Calidad de la Educación (2014), en la cual las
variables estudiadas corresponden a las empleadas por el Cuestionario de Calidad y
Contexto de la Educación para padres y apoderados y el Índice de Vulnerabilidad Escolar
(IVE) entregado por la JUNAEB.

Tercera fase: Se aplicarán cuestionarios digitales cerrados que serán enviados a


padres y apoderados de las y los alumnos que rindieron la prueba SIMCE el año 2018 para
medir el capital cultural tanto el padre como la madre. A fin de esto, los cuestionarios
mencionados abordarán las siguientes variables generales: datos básicos (género, edad,
profesión, etc.); nivel educacional alcanzado; número de libros aproximados en el hogar y
los géneros predominantes de estos; número de libros comprados en el último año;
frecuencia de lectura al mes; práctica de algún deporte; y cantidad aproximada de
asistencias a actividades culturales al año. La elección de dicho instrumento para la
recogida de datos, contará con una prueba piloto de un grupo de no más de 40 padres y
madres para la comprobación de la efectividad del cuestionario a través del feedback que se
espera recibir.

Cuarta fase: En la última fase se procederá a contrastar la información recopilada


con la intención de establecer la relación del impacto del capital cultural de los padres sobre
los resultados obtenidos de la prueba SIMCE 2018 en seis establecimientos de la comuna
de Puerto Varas.

Definición del contexto espacio-temporal

La localización del contexto espacio-temporal comprenderá a seis establecimientos


educacionales de la comuna de Puerto Varas en función de sus puntajes SIMCE del año
estipulado, los cuales son elegidos siguiendo el criterio de su subvención: municipales
(Liceo Pedro Aguirre Cerda y Colegio Rosita Novaro de Novaro); particulares
subvencionados (Colegio Inmaculada Concepción y Colegio Felmer Niklitschek); y
particulares (Colegio Puerto Varas y Colegio Alemán)1. Lo anterior con el afán de tener una
muestra representativa acerca de los perfiles socioeconómicos familiares existentes al
momento de la elección de una escuela para su hija o hijo, cuya decisión tiende a asociarse
que las familias optan a un determinado establecimiento según la pertenencia a cierta clase
social (Hérnandez y Raczynski, 2015), estableciendo relaciones que en su mayoría son
entre el GSE bajo (municipal), el GSE medio (particular subvencionado) y el GSE alto
(particular).

En este sentido, las y los participantes que comprenderán diversos perfiles


socioeconómicos familiares, serán tanto las madres como los padres de quienes rindieron la
prueba SIMCE en el 2018. Cabe señalar que ante las vicisitudes de la situación nacional y
mundial antes mencionadas que complicaron la aplicación del SIMCE estos últimos dos
años, hay que considerar como algo no menor aquel cuestionario debe aplicarse a las y los
apoderados de quienes hoy cursan 6° básico y 4° medio, respectivamente, por lo que se
debe tener en cuenta que únicamente se trabajaran con los resultados educativos hasta el
2018, y por tanto, las respuestas de las y los participantes del cuestionario deben tomarse
como aproximadas hasta dicha fecha con el fin de medir el capital cultural.

1
Información recuperada el 29 de diciembre de 2020 de MIME-Ministerio de Educación:
https://www.mime.mineduc.cl/mvc/mime/portada
Consideraciones éticas

Para finalizar, un aspecto fundamental al realizar una investigación en educación


son las consideraciones éticas que tendrá el trabajo.

A efectos de este estudio, el consentimiento de las y los participantes debe ser


imprescindible, por lo que bajo la idea de que “el mensaje debe ser invitar, no insistir”
(Wood y Smith, 2018, p. 28), se hará entrega de un formulario de consentimiento y se
seguirá tajantemente un protocolo de investigación en el cual sea primordial informar
detalladamente en qué consistirá la investigación, cómo se trabajarán los datos y como
serán protegidos, la libertad plena que tienen para que los datos entregados en su totalidad
sean retirados del estudio, entre otras medidas necesarias para que las y los participantes
sepan en todo momento cómo y con qué propósito se trabajan la información recogida.

En este sentido, es clave también tomar ciertos recaudos para apoyar la validez y la
confiabilidad de la investigación, por lo cual se optará por promover la honestidad al no
pasar por alto ningún dato o información entregado por las y los participantes, asumir de
manera consciente lo que supone llevar a cabo un estudio de este tipo protegiendo y
respetando a las personas con las cuales se está trabajando, y por supuesto, abogar por dejar
de lado las ideas preconcebidas y por la mayor objetividad posible al momento de recopilar
la información, de analizarla y contrastarla, y finalmente al comunicar los resultados y los
hallazgos que el presente estudio aspira.
Referencias bibliográficas:

-Agencia de Calidad de la Educación. (2018). Resultados Educativos 2018.

-Agencia de Calidad de la Educación. (2014). Metodología de construcción de grupos


socioeconómicos: Pruebas SIMCE 2014.

-Barahona, P., Veres, E. y Barahona, M. (2018). Factores asociados a la calidad de la


educación en Chile. Revista internacional de Investigación en Ciencias Sociales.
Vol. 14 (1), 17-30.

-Bellei, C. (2013). El estudio de la segregación socioeconómica y académica de la


educación chilena. Estudios Pedagógicos, 1, 325-345.

-Bellei, C. (2002). Apuntes para debatir el aporte del SIMCE al mejoramiento de la


educación chilena. Chile: UNICEF

-Briones, G. (1995). La investigación social y educativa. Bogotá: Convenio Andrés Bello.

-Bourdieu, P. (1987). Los tres estados del capital cultural. Sociológica, 2(5), 11-17.

-Bourdieu, P. (1998). Capital cultural, escuela y espacio social. Madrid: Siglo XXI.

-Carrasco, G. (2008). Influencia del capital cultural, capital económico, y capital social
basado en la familia sobre el rendimiento de los estudiantes: un análisis
comparativo. Lima: CIES. Consorcio de Investigación Económica y Social
-Cervini, R. (2002). Desigualdades en el logro académico y reproducción cultural en
Argentina: Un modelo de tres niveles. Revista Mexicana de Investigación
Educativa, 7(16), 445-500.

-Chacón, E., Chacón, M., Alcedo, Y. y Suárez, M. (2015). Capital cultural, contexto
familiar y expectativas en la educación media. Acción pedagógica, 24, 6-19.

-Chaparro, A., González, C. y Caso, J. (2016). Familia y rendimiento académico:


configuración de perfiles estudiantiles en secundaria. Revista Electrónica de
Investigación Educativa, 18(1), 53-68.

-Donoso, J. (2011). Relación del capital cultural de los estudiantes y su puntaje en la PSU
en el área de lenguaje. (Tesis para optar al grado de magister en educación con
mención en currículo y comunidad educativa). Universidad de Chile. Santiago.

-Hernández, M. y Raczynski, D. (2015). Elección de escuela en Chile: De las dinámicas de


distinción y exclusión a la segregación socioeconómica del sistema escolar.
Estudios Pedagógicos, 2, 127-141

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Escolar en España, International Journal of Sociology of Education, 8(1), 45-74.

-MIME-Ministerio de Educación. (2020). Recuperado el 29 de diciembre:


https://www.mime.mineduc.cl/mvc/mime/portada

-OCDE. (2017). Education in Chile, Reviews of National Policies for Education. París:
OECD Publishing

-Treviño, E., Valenzuela, J.P. y Villalobos, C. (2014). ¿Se agrupa o segrega al interior de
los establecimientos escolares chilenos? Segregación académica y socioeconómica
al interior de la escuela. Análisis de su magnitud, principales factores explicativos y
efectos. Nota técnica FONIDE Nº: F711296, CPCE y CIAE

-Valenzuela J., Allende C., Sevilla A. y Egaña, P. (2014). La (ina)movilidad del desempeño
educativo de los estudiantes chilenos: realidad, oportunidades y desafíos, en
Evidencias para políticas públicas en educación. Selección de investigaciones sexto
concurso FONIDE, pp. 187-232, Ministerio de Educación.
-Wood, P., y Smith, J. (2018). Investigar en Educación. Conceptos básicos y metodología
para desarrollar proyectos de investigación. Madrid: Narcea.

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