Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Estudio de caso
Justificación.
Es importante realizar este estudio de caso y abarcar todos estos temas a temprana edad en
la actualidad ya que de acuerdo con Reyes, Moreno y Camacho (2018), señalan que las mujeres
son tratadas por el estado y la sociedad en conjunto de manera francamente desigual, sobre una
base de discriminación, además, en ninguna entidad se observa igualdad de trato y oportunidades
entre hombres y mujeres. Es importante porque la equidad de género laboral es un tema que se
debe tener presente siempre ya que existe una desigualdad de oportunidades, de salario y sobre
todo de la poca flexibilidad que se requiere para poder equilibrar una vida familiar, por lo tanto,
estos son elementos que frenan el crecimiento laboral de una mujer y que en muchas ocasiones
prefieren dejar de trabajar (Reyes, Moreno y Camacho, 2018).
La discriminación en los entornos laborales consiste en una exclusión de trato ocurrida con
un motivo o con ocasión de una relación de trabajo, esta se basa prácticamente en un criterio de
raza, color, sexo, religión, opinión política o cualquier otro que se considere irracional, lo cual,
conllevará a que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de trato en el empleo (Castro, 2001).
En las últimas décadas, la incorporación de las mujeres al mundo del trabajo remunerado
ha avanzado de forma muy importante. Se han aprobado e institucionalizado a nivel mundial, en
nuestra región y en cada uno de los países, leyes y políticas que reconocen la existencia de
profundas desigualdades entre mujeres y hombres en numerosos ámbitos de la vida; y a la vez, se
han asumido compromisos importantes para reducirlas y mejorar los niveles de igualdad y equidad
entre ellos. De igual forma, ha ocurrido en el mundo del trabajo, donde las cifras y datos oficiales
evidencian que, aunque hay importantes avances todavía es necesario hacer más para cumplir con
los compromisos que cada uno de los habitantes deben asumir.
3
Estudio de caso.
Actualmente en los entornos familiares, laborales, entre otros, influyen mucho los
estereotipos ya que estos han dejado ver que tienen una función muy importante para la
socialización de las personas, facilitando su identidad social y la conciencia de pertenecer a un
grupo social ya que al identificarse con los estereotipos dominantes en dicho grupo esto hará que
el individuo acepte las condiciones simplemente por permanecer integrado en él.
La división sexual del trabajo es universal, pero especifica la forma que adopta cada
sociedad existiendo una gran variabilidad cultural, lo que demuestra que la vinculación entre
trabajo y sistemas de género depende de factores culturales y no de diferencias biológicas entre
hombres y mujeres. La división sexual del trabajo es la parte de las relaciones sociales que articula
la producción y reproducción y es en donde a partir de ahí se van desglosando diferentes términos
como el reparto de tareas según el sexo y género. Esta división se caracteriza por la asignación
prioritaria de los hombres a la esfera productiva y de las mujeres a la esfera reproductiva
(Rodríguez, 2016). Existe la idea de que en toda formación social hay dos esferas bien
identificadas: la pública y la privada en donde cada una tiene un tipo de trabajo que le es propio
por ejemplo el productivo/asalariado y el reproductivo/doméstico.
4
El trabajo productivo en el mercado laboral “tiene una marcada estructura masculina que
mantiene una desigual distribución entre el trabajo reproductivo y productivo de mujeres y
hombres, lo que genera un conflicto para conciliar trabajo – familiar” (Rodríguez, 2016, p.15).
Generalmente el trabajo de la mujer se consideraba muy doméstico, pero actualmente, sus puestos
de trabajo corresponden con los roles que les tocaba cumplir en el hogar, por ejemplo, enseñar y
cuidar, aplicándolos en trabajos como maestras, enfermeras, secretarias. El trabajo productivo de
la mujer fue rentable para el patriarcado debido a los bajos salarios que se le asignaban (Rodríguez,
2016). Un ejemplo que se puede mencionar es el de la Sra. Jenkins, quien trabajaba a tiempo
parcial para Kingsgate, esta dice que su jefe le pagaba un salario por hora de un 10% menor que a
sus compañeros masculinos que trabajaban tiempo 10 completo, por tanto, tomó la decisión de
demandarlo (Carvajal y Rojas, 2013). Por lo tanto, se debe establecer que los hombres y las
mujeres deben de recibir la misma remuneración si realizan el mismo trabajo y ocupan el mismo
puesto. Las mujeres venden su capacidad productiva y fuerza de trabajo, prestando servicios o
produciendo bienes por una remuneración o salario que no van a satisfacer sus necesidades.
5
Existe una segregación ocupacional que implica un acceso diferencial entre hombres y
mujeres a ocupaciones y puestos de trabajos, ramas y categorías ocupacionales; lo que afecta a la
calidad de empleo femenino en la relación con el trabajo reproductivo y de ocio. En cualquiera de
los casos, los afectados sufren agravios como salarios más bajos, horarios abusivos, ataques
personales, menores opciones de promoción profesional o menosprecios y exclusiones por parte
de sus compañeros y jefes. La discriminación en los entornos laborales es un potente factor
desestabilizador en las empresas que tiene a su vez un hondo impacto en la sociedad. Algunos
determinados tipos de discriminación son conocidos por la mayoría de la población, no obstante,
cualquier empleado que manifieste todo este tipo de discriminaciones experimenta un considerable
sufrimiento psicológico.
De acuerdo con Campillo (2000), los estudios y debates en cuanto a las mujeres sobre la
desvalorización de su trabajo doméstico y estimada como el eje de la subordinación de género,
han llamado la atención sobre tres elementos del trabajo doméstico, como lo es su invisibilidad,
su no contabilidad y su no remuneración, en donde estos tienen una relación entre sí. La
invisibilidad, está relacionada con la apreciación de las actividades del hogar, en donde la ideología
patriarcal logró incluir y legitimar en los roles de las mujeres, consideradas ante todo como
productoras biológicas. La no contabilidad tiene que ver con lo anterior y con la consideración de
que esas tareas domésticas no van a producir una riqueza y no se registra como un proceso
económico y que no será remunerado.
Por lo tanto, se deben de proponer acciones para poder aplicarlas en el día a día y de cierta
forma, fomentar una equidad de género en todo el ámbito posible. El fenómeno de los estereotipos
de género tiene que ser contrarrestado y combatido en múltiples frentes, por ejemplo, en el idioma
y el vocabulario, en las leyes y las prácticas, en la mentalidad de las personas, en los sistemas de
justicia, en los medios de comunicación y en la educación, en las diversas organizaciones y
autoridades públicas y por último en las empresas. Por otro lado, se deben de promulgar leyes que
cambien la mentalidad, como las leyes contra la violencia de género de todo tipo, incluyendo el
acoso sexual en el lugar de trabajo, también se puede mencionar la asignación de recursos
adecuados para los programas dedicados a la eliminación de estereotipos de género, por ejemplo,
a través de campañas de promoción y de concientización y del desarrollo de planes para la equidad
de género en todos los entornos.
Conclusiones.
Después de haber elaborado el estudio de caso, se pudo concluir que la mujer ha vivido en
una sociedad establecida dentro de un sistema patriarcal, donde su condición de género la ha
delegado a una posición secundaria en la sociedad. Sin embargo, en el ámbito sexual, los discursos
sobre la moral y la decencia femenina sigue formando parte de la conciencia cultural en donde
estos discursos se han mantenido y transmitido a lo largo de la historia a través de las instituciones
sociales, culturales, religiosas y políticas, estableciéndose en la mente de las personas hasta que
formen parte de su cultura.
Existen formas de entender las cosas y es a través de la práctica social del lenguaje que se
puede generar mediante la inclusión y exclusión de diferentes ideas que se acoplan al
entendimiento social, de esta manera es que los humanos entienden sus relaciones de existencia.
Estas relaciones reales son el proceso mediante el cual los individuos de una sociedad le dan un
significado a su propia realidad partiendo del lenguaje. De esta forma, si socialmente se ha
establecido que la mujer debe de seguir una serie de parámetros de conducta, es porque estos han
sido establecidos mediante el lenguaje que se llegan a convertir en texto y posteriormente en
discursos como políticos, sociales, familiares, morales y sexuales.
Referencias bibliográficas.
Carvajal, D y Rojas, K. (2013). La discriminación indirecta por razón de género en las relaciones
laborales. San José: UCR. Obtenido de https://iij.ucr.ac.cr/wp-content/uploads/bsk-pdf-
manager/2017/06/La-discriminaci%C3%B3n-indirecta-por-raz%C3%B3n-de-g%C3%A9nero-
en-las-relaciones-laborales.pdf.
Vives, J. (2010). Lentes de género: lecturas para desarmar el patriarcado. CLACSO. Obtenido de
http://biblioteca.clacso.edu.ar/Venezuela/fundavives/20170104031339/pdf_138.pdf.