EDUCACIÓN Y CULTURA

Para comenzar hay que hacer una distinción del término que tenemos de la
educación y la cultura. Esto porque todo buen articulo o escrito debe tener conceptos que
puedan ser bien digeridos para un mejor entendimiento. Aunque había que aclarar que hay
una relación bastante cercana a lo que conocemos como educación y el resultado de esta, es
decir, la filosofía.
Ahora bien, entendemos a la educación como el proceso mediante el cual, el hombre
va formándose ya sea de forma íntegra en acuerdo a todas sus dimensiones o bien, en
relación a una configuración sólo intelectual. Sin importar cuál sea la acepción por la cual
entendemos a la educación, no podemos dejar de lado el papel que juega la cultura, a saber,
consiste en vigilar los impulsos del conocimiento, es decir, lo sensible o bien el racional
dentro de las dimensiones del mismo.
Por otro lado, la educación se ubica en un ámbito extenso, en el cual, se postulan las
condiciones del conocimiento técnico-administrativo, es decir, en acuerdo a la disposición
del individuo y la vinculación que este tiene con los objetivos, los planes y programas que
la educación le plantea, es decir que, logra el referenciarlos a una misma dirección.
En lo que respecta a la consideración de la cultura, podemos entenderla como una
actividad de naturaleza humana, la cual no puede ser ajena a los mismos individuos puesto
que, si esto es así, se hablaría de un individuo que se encuentra fuera del grupo al cual de
algún modo pertenece. El carácter del cual la cultura se encuentra fundamentado tiene que
ver con que es una cuestión sobre añadida al sujeto, es por eso que nace con la idea de la
educación recibida de los más cercanos.
Ahora bien, con el paso de los años, el concepto de cultura, así como su carácter
más formal ha sido entendido como un concepto meramente científico, es decir, se ha
pretendido entenderla como una cuestión de elementos que, se entiende a través de las
dimensiones del conocimiento, de las creencias, del arte, de la moral, del derecho, de las
costumbres y de todo hábito en que haya resultado involucrado el hombre dentro de su
contexto de formación humana y experimental.
En este sentido, cultura y educación amalgaman en el individuo una función que
hace transformar las situaciones del hombre, en una condición que ha sido forjada por los
elementos contextuales del mismo. Esto porque, entendemos a la educación como un
proceso de formación y la cultura, como el resultado del contexto social o familiar donde
fue gestándose esta consideración en el hombre.
De este modo, la formación obtenida de la cultura construye la educación del
hombre, pero entendida no sólo como construcción individual, sino como construcción de
las dimensiones integradoras del mismo que le dan un lugar dentro del espacio en el que se
desenvuelve, así pues, cultura y educación suponen una construcción más integra del
hombre.
Lo anterior ocurre en tanto que, como resultado de esta construcción se simboliza
todo un consenso que fundamenta la estabilidad de una comunidad y, por tanto, le hace
parte dentro del sentido de dignidad de la misma.