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El vino blanco es una bebida producida mediante la fermentación alcohólica de diferentes tipos de

uvas blancas. Puede beberse tanto solo como acompañado de comida, y tradicionalmente se ha
asociado con el maridaje de pescados, mariscos y algunas carnes blancas

El producto se consigue únicamente tras un largo proceso de cultivar la uva, recogerla, limpiarla,
prepararla y fermentarla durante periodos que pueden ir desde unos pocos meses hasta varias
décadas. Que podamos tener una botella de vino blanco

Es una forma superior de consumir el producto básico de la uva, que ha sido sometida a un
cuidado proceso mediante el cual salen a la luz sus mejores características

existen 10 fases o etapas de producción

1. Despalillado
Consiste en eliminar el raspón que mantiene las uvas unidas al racimo, así como en
deshacerse de los restos de hojas o tierra que pueda contener la materia prima. Este
proceso elimina la acidez que se concentra en el raspón y contribuye a lograr un vino
blanco de sabor más intenso.

2. Estrujado
el estrujado implica «apretar» la uva para extraer toda su pulpa
El proceso se hace con la precaución de mantener las pieles y las pepitas intactas, de
manera que estos elementos más duros no queden también aplastados y mezclados con la
carne de la uva.
3. Maceración.
Su objetivo es que el mostro extraiga parte del color y de los aromas que conservan los
otros elementos, logrando un olor más complejo y un color más intenso
4. Prensado
consiste en prensar o aplastar la mezcla del mosto que aún contiene las pieles y pepitas de
la uva. El prensado puede realizarse de muchas maneras, ya que la velocidad, duración y
grosor del prensado son decisivos en la calidad y sabor del vino que se obtendrá.
5. Fermentación alcohólica
un proceso durante el cual se convierte el azúcar del mosto en alcohol. Para ello se
introduce este jugo en las denominadas cubas, que no son más que grandes recipientes
fabricados en acero inoxidable o madera. Se deja reposar el mosto unas tres semanas a
una temperatura de entre 18º y 20º.
6. Fermentación maloláctica
trabaja a partir del ácido málico, responsable de los sabores de tipo ácido, fresco y frutal
7. Maduración
implica el reposo del mosto ya fermentado y convertido en vino o, dicho de otra manera,
es el tiempo que continúa en la bodega antes de embotellarlo y distribuirlo. El tiempo de
maduración se utiliza para clasificar los vinos en función de si son jóvenes (hasta 4 meses
de maduración), crianza (hasta 3 años), reserva (entre 24 y 36 meses)o gran reserva (a
partir de los 48 meses).
8. Crianza en barrica
La crianza en barrica requiere que el producto se encuentre en un entorno con una
humedad relativa de al menos el 75%, además de un tratamiento cada medio año para
eliminar los residuos sólidos que se acumulan en el fondo.
9. Estabilización, filtrado y envasado
Estos tres procesos dan lugar al producto ya envasado. En primer lugar se realiza la
estabilización, que consiste en disolver un clarificante en el vino con el propósito de
eliminar las proteínas indeseadas y otras sustancias que hayan quedado en suspensión
El filtrado es imprescindible para estabilizar el vino y eliminar las sustancias indeseadas
que no permitirían su comercialización.
El envasado conlleva otros detalles propios de cada marca o empresa, como son la
inserción de marcas y etiquetas.
10. Crianza en botella
Por último, debes saber que no todos los vinos que ya han sido envasados salen
inmediatamente hacia el punto de venta. En algunos casos se les aplica un último periodo
de maduración en su propia botella, que puede durar desde algunos días hasta varios
meses. Cuando el enólogo así lo considera en cada caso, el producto acabado sale de la
bodega para que sea adquirido por el consumidor.

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