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De forma general la Psicología Militar de las Fuerzas Armadas se puede definir como la aplicación
de los principios y conocimientos derivados de las diferentes especialidades de la Psicología en el
ámbito de las Fuerzas Armadas (FAS). Su objetivo fundamental es contribuir como elemento de
apoyo técnico a una mayor eficacia de los ejércitos (Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire)
como organizaciones, en el cumplimiento de sus misiones.
Específicamente, la Psicología Jurídica Militar, tal como recoge el Consejo General de Colegios
Oficiales de Psicólogos (1998), se centran en tres cometidos generales:
Esta orden recoge que la Psicología Militar desarrollará sus funciones en los siguientes campos de
actividad:
Así mismo, se establece que funciones se desarrollaran mediante los siguientes procedimientos:
Las poblaciones militares que han estado asociadas al estudio de aspectos de la personalidad han
sido: aviadores, miembros de la marina, líderes de altos mandos, líderes de pequeñas unidades,
veteranos de guerra, novatos, cadetes, cadetes militares, militares en entrenamiento, personal
desplegado en operaciones militares en tiempos de guerra y militares en entrenamiento en
tiempos pacíficos.
Por otra parte, la psicología de las organizaciones se encarga de la satisfacción laboral, el clima, la
motivación para permanecer en las fuerzas militares y la búsqueda del incremento de la cantidad y
calidad del personal militar.
AREA OPERATIVA:
El psicólogo operativo se desempeña en los siguientes grupos de actividades del contexto militar:
apoyo en actividades de seguridad nacional, inteligencia militar y programas para la aplicación y
ejecución de la ley.
Las FAS cuentan en su estructura orgánica con la Unidad Militar de Emergencias (UME),
donde a los/as profesionales de la Psicología les corresponde, en un sentido amplio, el
fomento del bienestar psicológico tanto de la población afectada por situaciones traumáticas,
como del personal interviniente en las mismas. La labor de los psicólogos y psicólogas es crucial,
no solamente en los primeros auxilios psicológicos que permitan garantizar un proceso de
recuperación natural de la persona afectada, sino también, desde un punto de vista preventivo, en
la formación y preparación psicológica del personal de las FAS que interviene en situaciones de
emergencia, calamidad o catástrofes.
También desde la Unidad Militar Especializada en Emergencias está capacitada para intervenir en
acontecimientos traumáticos generales, como pueden ser los fenómenos meteorológicos
(nevadas, seísmos, erupciones volcánicas, deslizamientos del terreno) y su apoyo a la población
civil afectada, como aspectos más especiales (rescates subacuáticos, ambiente contaminado,
búsqueda criminológica, rescate urbano, lucha contra incendios, terrorismo, etc.). En todos estos
casos, la labor psicológica es crucial, no solamente en los primeros auxilios psicológicos que
permitan garantizar un proceso de recuperación natural de la población afectada, sino que
también, desde un punto de vista preventivo, en la formación y preparación psicológica del
personal interviniente.