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~I usEo H 1.

sT óR I eo NA eI o~ A I~

EL CLERO ARGENTINO
de 1810 á 1830

TOMO 11

ALOCUCIONES Y PANEGÍRICOS

ne 1·:~u s .\ t 1rn s

1!~o7

uso,.,,
IS ÓRICO
CIO
DISOl.JRSO
PHO'.':U'.':CIADO POI{ EL H. P. FRAY .JOSI~ ZA~1BRANA
EN LA APEl{TUHA DE LA ACADEMIA DE MATEM.-\TI-

CAS DE BUENOS AIRES, EL 13 DE SETIEMBRE


DE 1810.

Exmo seiíor:

Ln, insinuación de V. E. es un precepto <]Ue rne obliga


á manifestar en el acto mi ignorancia; pero hará resal-
tar tambien mi obediencia y patriotismo.
La augusta inauguración que acaba de autorizar V. E.,
nos proporcionará en los cabal 1ercJs jóvenes q w~ ''ªn a
cursar la Ac«tdemia, hombre:S útiles á la patria y en Jns
valernsos defen-.;oreq de Buenos Aires, que forman la ofi-
cialidad <le nnestras tropas, unos héroes verdaderos
Un buen oficial. seiíor excelentísimo, es digno del
áprecio .del universo.
Es el alma de la tropa.
Para serlo debe estar adornado de tres dotes ese11cia-
les-probirlad, valor y sa.biduria. Sin la primera no 1ne-
rece ser ni hmnbrc; el segundo sólo lo hará temerario
y los tres enlazarlos lo colocarán en el templo de la in-
mor"alidad.
Yo espero q_ue nnestr'a oficialidad, tan ejemplar como
valerosa, aprovechaeá la ocasión que le franrpiea V. E.

ISTÓusIC
ACIO AL
ºíO
·)
,_.

d(' adquir·ít· los c0110cirnientos 'luc·. supoue el cí11gulo


rnilit1u.·. ~i no los pos<~e11 tocios <~~ pot"¡trn el despotis-
Jll() ha tenido por sistema conse1·vHt·lns e!l la ignorancia,
para gt'>bernados, permítase111e ducil'lo, comu bestias. Ya
desapareció eso mo11str·no, y ha1·á11 ver· los Patl'icios ,]e
Bu1~nos Aires, <1uc son pai·a todo, si ¡,,s proporcionan inu-
dius de instt·uirse.
Nó; 110 S1) dirú de la oficialidad de estu continent1.~ lo
, ple la j u~ta ceitica dül Duende de los l:jercitos echa en
ca1·n á la actual <le la Pc}ninsula. No s1.·1·ú11 sus confe-
1·1'ncias f::nlwe el juego ó galn11tl'·o~ y el 1•stinwlu enn <jUP
~e u x e i t n r- ú u m t lt ll<:l. UH~ 11 te \ l () =-' l u.11 •ú pi· o gr e~ a L' 11 a:-:' ta 1a
c.ulrniraci1\ll, en breve tietnpP .
.\Ie p<t1·eec q ne Y. E ha hallado la piedra de toq 111~
ptl.l'<t co11oc.e1· en cadct u110 de nuest1·os oficinles los '1 ui-
latüs de patt)iotismo~ y puede qne ln dusidia ,-, aYursi,~111
cu11 'f lte alguuo rniee este ustableciwiontn, baga ver <1ue
t;~l"<l 1111 p11CO (le t. Scu1·ia saliu111ada.
1
El arn·ecio 'flll~ ha-
gan del <:·st udi· i\ 11u..1nifest<H·ú él 11 ue hacen de In noble
¡i1·dfe~i1'.ll1 de Ja milicia. ~ y el r1ue J1•spe1:~cie acpiel, uu es·
1ú d e (~ ~ r ¿1. I ll l l \ e o n tu 11 t o .\" d e h u a !1a ll d o ll n 1• Jn. 0; o m 1...
¡11·1·~1u1d1.1 llt~ga1·á esre ca:-;11, n11t1~s IJlí!ll, (~1·1_'.u •1uu 111:~ ~u­
do1·e~ ck.J súl1io fH'Ufescw, '1u1_· Y¿l ú di1·ijit· e~ta ..Acndeinin,
el cdo del Sc'úo1· vocal, 'tui_· lü p1·utege. y la autc>l'i<lad
dP Y. E ~ q u1:· pn.~miar-ú a los aproYeclHlLlos y eastigai·ú
~iu Yacilaci<'in á los desid1usos, luu·án que sea Buenos
_.\ i i ·es la ad m i eación de a m ¡_,os 11 tu n <los p o l' su e i t:' 11 e j a
1uilital'. cunw lo es yn. poi· sn valor y pat1·iutisrno.
He di ('.l1<'i.

usooi
ISTÓRICO
CION L
A. LC)CUOIÓN
Ó ARENGA PATRlÓTICA QUE PARA LA APERTURA DE LA NUEVA
AcADE!\flA DE nmuJo PHONUNCió EL AGOSTO 10 DE

DE 1814 EL crut>.\DA~o Fn. FRANCI~co DE P. CAs-


TA~EDA INDIVIDUO DE LA SOCIEDAD FlLA~TRÓPICA DE
BUENOS AIHES.

Esta lección importn.nti::>ima <.lebe incul-


carse, y repetirse en todos los estilos ima-
gina.bles, y cuando esto no baste, debemos
~tp<~ln.r :1. lo:; garrotes del prem:ista; ::;í se·
iior, /11 'if i /Jlrn 1Jst 1u·u ne n.d um: hasta con•
cluir qu0 iwa1é:1 lw,:·e11ws c<J.•11c '1ue11.a si
omiti11w.1; el i1t-'1l1·1tirnus.
Ca1Jituli> d1: ca1·ta inNcl"ta c11. el 1t1í11i· 2•
1/e lo-'1 Aurirff)s de lrr. JJ'Cf1·ia y lri j1n:eutncl.

Exmo. seiíoe:
Cuando todos los patri )tas generalmente ponderan la
escasez de nuestros recursos para continuar la defensa
de nuestra justa y santa causa; cuando la fal~a de nmne-
rario parece que les obliga á hacer- pública ostentc-1ción,
y alarde honroso <.le su total indigencia; y cuando no sin
grande satisfacción y complacencia mía los veo al lanados,
decididos y resueltos á inanejar la pobreza como una ar-
ma reservada, ya esgrimiéndola, co1rw estoque de cuatro
4 -

filos, ya enristranJula, co1no lanza pre.parada y dis-


puesta contra la codicia descomunal de nuestros injustos
inYasores; yo al contrario, no sé por qué extrafia y i·ai·a
aprehensión 1ne considero náda menos <t ne en la epoca
feliz de Salomón, y no trepido un solo momento en ase-
gut)ar con toda confianza, '!lle son tan abundantes nues-
tros tesoros como las mismas piedras en que tropezamos:
tanta eNd abundantia ar9e11ü quanta et lapidum.
Sí seüores, y si acaso lo que digo os parece alguna pa-
radoja, echad por vida vuestra la vista poi· esas cal les y
plazas, recorred los pagqs y pai·tidos de vuestra dilata-
da cainpar1a, y vereis con asombro im111mer·ables piedra~
de quilate y valor inextimable, que un puliénJolas algun
tanto, envilecerían sin duda la estimación del oro, y ern-
pafiarían el brillo de Ja plata: en estas piedras precÍO$i1S,
que hasta ahora os han merecido tan poca atención y
cuidado, consisten nuestros 1nejores bienes, nuestros 1na
yores intereses, nuestra riqueza sólida, nuestros tesoros,
y un fondo inagotable de recur~os, que exceden á !a es-
peranza y al deseo.
Y si es que yo aun no me he c~xplicado l)ien, sabed que
os c~stoy hablando de la j11\·e11tud aege11tina; os hablo de
vuestros d u Ices hijos, 'flle no sin so be rano acu1-1rdo han
sido mejorados en dones, en g1·acia~, y en abundancia de
charisrnas como que al fin están predestinados y escogidos
por la Divina Providencia pai·a acabai· y pcrfoccionai la 1

grande obra de nuestra libertad é independencia políti-


ca, que nosotros hemos empezado yá, y que nuest1·os
abuelos no lograron si<.1uiera imaginarla.
Co1no vuestros hijos son y han sido simnpre todo mi
cuidado y todas mis delici::ts, razón tengo para habe1 ex-
1

plorado exactamente sn índole y su carácter: yo he ad-


Yertido no sin asombro y estupor sagrado, que el Altísimo,
con mano liberal y larga, los ha dotado de todas aquellas
prendas y bellas cualidades, que son análogas y corres-

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pondientes á los grandes encargos, que algún día les ha-·


béis de dejar en testamento, herencia y patrimonio: ellos
son sérios, lentos, reflexivos: ellos según la edad lo pe1·-
mite, tienen un juicio profundo y una sublime sutileza:
¡con qué intrepidez se pre8entan en nuestras asambl~as!
¡Qué aire marcial nativo! ¡Qué ardimiento, que saüa va-
ronil, qué corage sagrado, qué arrogancia cuando se les
habla de la patr-ia! Al mismo tiempo ¡r¡u<~ calma, 'tué san-
·gre fría, qué mansedumlwe, 'fllé docilidad para apren-
der, recibir con gu~tn, solicitai· poner t~n 1wúctica. los
1

consejos, los do cu rne11to:--:., las lecciones y múx imns ya


de moral, ya de poi í ti ca. ya de-· t<-ü~t i C<:l in i l i tn1· y es fu e1·z1)
bélico! Cnalcp1 i e1·a el irá al veelo.s 'J tH~ ~nn hijos •lt3 l\Iar·te
y de Minut·Ya, 1'> 'lue los educ1'1 A polo en la ofici11;1 de Yul-
cano.
Sea de esto lo 'JlW fue1·e, In ci1wto es 'll.lt:3 Yu1-:s.t1·os hi-
jos han conce\hido en s1t inocu11te corüzón la sagn1dn. lla-
ma del rnús p1u~o patt·10tis1110 y al sol de la lilw1·tad le
han bebido las luce:-; ravo "'
ú i·a,·l):
.,
en <~llos no hüv •.:
ambi-
ción, no hay codicia, no hay intf'ig<l, nn liay pasiú11 alguHa
enemig;i de L.t pat1·i ;1~ el 1os sn n pu e::.; 1os piltr·i o fas Ye1·dn-
deros, <¡tw con t<u1ta únsia bus(·a111os, el los snu t:d seguro
recurso y la 111ús s1'>lidü espeeünzn de la patt·ia.
Nosotros no liemos <le se1· ya. si111) ln 'lue somos \'ellos
serán lo que no ...,ott·os qnisi<~r·ernos, ,~, 12011fot·nw ,·.. la edu-
cación '-¡un d·~ nosot.L·os i·ecihie~f't~n: en ul (•tdtivo pue3 dt~
nuestra juventud ustáu i·i:~C•Jpil<idos
nuestros vercla<lePos
intereses, en su e11~et1anz<-t la instittJción ele nuestt'<t in-
forme República, en su insti·nccic'>n nl este:tblecirniento ,)
restauraci{m d1j la agl'icultn1·a, (lHI comercio, de las artes
y tambien ele nuust1·a co11stit.ueiú11 politi(~a, que 11u11ca se-
rá firme, nunca estable, nunca obset·vada, sino por- aque-
llos á quienes les sea intimada en la cuna, paea que
cumpliéndola en sus tie1·11os aüos, la lleguen á conv1_•rti1·
en su pr·opia substancia, viniendo á se1~ en ellos s(~gnnda

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ISTÓRICO
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naturaleza ó virtud nacíonal, la observancia puntual de


todo cuanto se dirije y conspira al bien común y utilidad
del Estado.
Las virtudes nacionales) de que nosotros careceinos, las
poseerán ellos en el grado más sublime, si nos e1npeüa-
mos en hacerles comprender, que no puede ser pa-
triota el que esconde su talento en la obscuridad de
una vida ociosa, y holgazana: pero para esto es inevita-
ble el <1ue les proporcionemos, no uno sino muchos tea-
tros donde empiezan á rlf~splegarse Jos r¡ ne han de ser
gigantes algún día: el1os serán los at•-mienses, los espar-
tanos, los Nm1anos si Jos amoldamos y formamos en In
misma tui)quesa, en que ~H1unllas célebres nac10nPs se
amoldaron y formaron.
Registrad una poe una ]as tribus mTantes de bárbaros
rprn pueblan nuestras in rn en s as regiones, ·y si veis que
se descuidan nn excitar á sus hijos ya en la carrera, ya
en la Ju cha, ya en el sufrimiento y tolerancia de trabajos,
ya en mi 1 otros pormenores, decid en hora buena, que
yo pondero y que mi celo por la instrucción de la juven-
tud excedt~ los limites de Ja pl'udencia.
Abrid los anales de los Incas, y v<-H'eis lo.~ exámenes
rigurosos que debian s11frir, hasta los príncipes, infantes
y personas eeales para hacerse dignos de aguel mismo
rango, que ya les había concedido la naturaleza: teaed
oportunamente á la memoria el escándalo y la sor-
presa del emperador Atahualpn cuando advirtió que td
conquistador del Perú no sabía Ieee ni escri_bir: en el rno-
n1ento lo llama á su presencia, y 1e dice : Gran capitán
¡?qué es lo que tengo eserito en la uña de mi dedo pulgar!
Y respondiendo el conquistador que lo ignoraba, replicú
el Inca: Ah! bárbaro! Es el 1wnib1,e ele tu Dios escrito en
m; uña poi' ww de tus soldados : ¡ sarcasmo verdadera-
mente intolerable y que al Inca le costó la vida ! Pero
tambien podemos decir, qw._~ fué un apotegma bien mere-

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ISTÓRICO
CION L
,....¡

'
ciclo y muy propio para confundir á Jos que habiendo
sido holgazanes en su juventud, quieren en la Yejez Sl'l1
hombres grandes á fuerza de viole11cias y rapiflas.
Sí señores: sólo en Espaiia veo yo envilecidas las a1·tes
y ennoblecida la ociosidad: pero también veo, <JU e pur
esta razón, la Espaiía es la más atrasada de todas las na-
ciones cu Itas; Espaiía es también la que debe se1·virnos
de escarmiento, y si no <1uerernos ser co1no ella ha sido
el ludibrio v la farsa de todas las naciones,. cuidemos de
~

que no haya enti·e nosotros un solo niño, á quien la no-


bleza ó riqueza de su casa lo exima de aprende1· cuanto
sea dable en su juventud.
No basta que Jos nifios aprendan los rudimentos de la
religión católica, que por dicha nuestn~ profesamos~ 110
basta que sepan leer, escribir y contar, put's todas es-
tas habilidades pueden aprenderlas· de día; preciso es
también que la noche se emplee en su insteucciún y en-
señanza : el dibujo ú grafidia, la geogeafía, la historia, la
geometría, la náutica, la arquitectura civil, milita1~ y na-
val: los artefactos de todo géneeo deben entrne también
en el plan de su buena y bella educación, la esg1·ima, la
danza, la música, el nadar y andará caballo, p1·onuucia1·
correctamente el idioma ratiYo, y mil otras particulnl'i-
dades, quP aunque no prueban sabiduría en 'luitin las
posee, pero arguyen mucha ignorancia, ó muy mala
crianza en quien las ignora.
Entremos gustosos en este plan admirable, encai·gué-
monos los que no túmainos las armas, de esta corn isiúu
importantísima, y en pocos afíos vereis los rápidos pro-
gresos que obra Ja necesidad unida con Ja industria y la
libertad.
Yo no puedo menos de afligirme sobremanera cuando
advierto que algunos patriotas libran toda la esperanza
de nuestra reforma en Jos excelentes reglamentos lega-
les que se han de hacer algún día, con10 si las mejores

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ISTÓRICO
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leyes tuviesen el más mínirno influjo eu los á11irnos qUt~


no están de antemano preparados y dispuestos por medio
de una educación análoga á la constitución ó forma d(~
gobierno, <1ue se intente prefijarles: no, seüores; yo us
ruego <1 ne no e spereis de las buenas leyes otra cosa nu1:";
<¡ue lo <1ue ellas pueden dar; las leyes por si solas 110
pueden contener la disolución de costmnbros, cuando
llega á hacerse general; las leyes por sí solas no pueden
reglar las necesidades de los pueblos, ni su modo de
vivir; las leyes no pueden obligar á r1ue nos p1·ivemns de
a<1uellas superfluidades, qne la mo<la más podeeosn 1pw
todas las leye~, ha introducido por uso general y ha e1·i-
jido en necesidades facticia" de la vida.
Las leyes es verdad, pueden ayudar á que un puebln
sea inclustrit)SO, pero donde no hay industi-ia, uo p111-_·den
proYeer al pueblo de mantenimiento, ni de etnpl«_'(J~ :(1s
leyes no pueden hacer c1ue crezca el grano siu t1·abajo
y cuidado, ni que el comer·cio florezca siu at·te ni dili-
gencia; en vano sería al indio pampa, ocioso y vagabuu-
do, imporH. f'le preceptos, luyes y estatutos ¡nu·a que· aban-
1

donase su Yi<la errant.e; en vano se empl«"-~arian deinn~­


traciuncs inatellláticas pai-a hacerles conq11·eu<.l«~1· lu tH·11-
vechoso <1Lw le seda el reducirse ú poblaciones, sujl:'tür'-
se á la C<:1mpaüa, domar novillos y cultivar· con el anHlo
un terreno fortil; ¿9 per-o pa1·a qué buscainus ejemplnr·es,
cuando vemos que aún las leyes divinas, ¡wornulgadas
solernnemente en el monte de Dios y g1·abadas con su
dedo en lá1ninas de piedra, hubieron de hace1·se pedn-
zos, poPque el mal morigerado pueblo, <J U«j las había d1~
observar, tenía ya la cerviz muy dura y el cor·az<Jn inc i1·-
cunciso~t
De aq u i res u Ita que la buena k·gislación precisarn~nk
debe tener sus precu1·sores, corno los tuyo el Evangelic>~
i~ y quiénes son los precursores de la buena legislación"!
Yo os 1o d iré sin ta r tl a n za : los pre e u r S<1 res de 1a bu«:- na

ISTÓusIC
ACIO AL
ºíO
<J -

legislación son, en ¡n·imer lugar, los buencs padres J,~


familia; en segundo lugar, los buenos inaestros y peda-
gogos; en tercer lugar, los ininistros del Señor: poi· e~o
nuestro amabilísimo Redentor inccepaba á los apóstoles
cuando se incomodaban de la i1npo1·tunidad con qtw los
niños por todas partes lo seguían llenos <le afición y bc.~­
nevolencia á su adorable persona: nollite prohibe1,e eo:)
(les decía) no les separeis de mí, sinite 1wrNdos l'ent'1·e
ad nie, dejc1d que los pe<¡ uefl uelos se me acerq nen tfl l iwn
est enirn regnwn crelo1,uni pc,i·,p1e ele ellos es, y en ello~
está el verdadtro prtfriotisrno. ¡Consejo sabio! ¡Prudente
documento! Sin duda pa1·a dar-nos á entender á los ¡11·es-
bíteros nuestra principal obligación: sí, pu1·<¡t.rn nosntrus
somos los que debemos dt~s111untnr- el ttwre110, disp1mer
el corazón, Jomiuai· el espí1·itu y fuemai· el homh1·e t~n
pequeiio, para 'lue después el gobieeno, la ley, la cons-
titución del país haga p1·imo1'CS.
Y si así es preciso que sea, peecisu se1·ú tam uié11 i··~­
solversu ~l cargar- esta c1·uz ~un únimo geuerosu, eon YO-
luntad pronta, alegr·e y u~forz<.uJa, y pm· lu <pie ú :ui t1Jca,
ya cprn por· mi estado no puedo hacenne cargu de una
batería, dPsd1_~ ah01·a tomo solwe mis débilt~s homl.H . us Ja
ardua e1111wusa de hrwer, eonuín el diúujo no ~rjlo en esta
eiudad // ~uburbio:.;, sino tam!Jien en toda nuestra campw1a;
no daré s Ut:' 1-1 o ú mi 8 oj os hasta no ver cree i da esta ti e e-
na planta, .Y e:1 tndu su esplendoe esta facultad, que es
segurarnent<~ lct madi-e y la rnaesn·ü d·~ todas las d(·más
artes.
Es te ar- t n no b i 1í si i u o e ::; ta. n pe opio d e la j u v u n tu d , '1 u e
pudiera llamar-se el arte priYatiYo de los niüos, cuya
constitución pintoresca, cuya imaginaüión viva~ cuyo gé-
nio imitador no se emplea mús que en el r(~medal' cuanto
ve, cuanto oye y cuanto admira: al mismo tiempo puede
muy bien asegurarse que no hay arte más á prop1',sito

usooi
ISTÓRICO
CION L
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parü dAsportar en los jóvenes el buen gusto y la loable


aficifm á todas las artes ya sean liberales, ya mecánicas.
El dibujante, la primera vez que toma en sus manos el
lápiz y el compás, ya advierte la falta que le hacen todas
las ciencias exactas, y principalmente la geometría para
los contornos, dintornos, escorzos, medidas y proporcio-
nes, que nunca podrán se1· bien desempeñadas sin el au-
xilio de las rnatemáticas: al dibujar los ojos, que es la pri-
mera lección de su oficio, luego advierto que sin una inteli-
gencia de la a11atomía en todos sus ramos, nunca podrá ser
buen retratista; se le repre~enta un palacio, un templo,
una fortaleza, un navío, y 1.u ego desea insu·uirse en los
po1·rnenores de la arquitectura civil. militar·. y naval para
no errar en la cópia los primores que observa Pn el ori-
ginal.
l __

La histn1·ia sagrada y profana, la inteligencia del nue-


vo y viejo testamento, las fábulas de la mitología, nada
de. esto debe ignorar el dibujante, pues de lo contrario
se e~pondriil á mil errores en la práctica, y que á cada
pa~c, Je digan, por escarnio, que sus dibujos no se con-
fo1T1rn.1 con la historia, ni con Ja fübula, ni con Ja nn-
t u 1·n leza.
Clai·o está, pues, qut~ si logrmnos hacer· común el dibujo
en nuestra juventud, Jograrernos también estimularla, ú ca-
rninnr, correr, y volar por los interminables espacios de
las ar-tes Jjberales, que son perfectivas del dibujo
;.Y 'fllé diremos de las artes mecánicas(j( Baste decir que
el <prn sabe dibujai· un artefacto, está inuy cerca de ha-
cerlo y ejecutarlo; lo cierto es que así como es axioma
conürn recibido entre los filósofos, que nada hay en nues-
tro entendimiento que no se ha11e trasado en el sentido,
así tambien podemos decir que no hay en las artes mecá-
nieas ninguna invención, ningún instrumento, ninguna
in á ''tll i na q u e no deba al dibujo su i de a, su ser, su pro-
gre so y su perfección última. Tanto monta, sefiores, el di-

1sr"usICO
ACIO A
ºIT'
1
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bujo, y otr-o tanto es lo <1 LH:~ yo me atrevo ~t pr·(lmet1l1·os; y


á la verda<l si os d eterm i nn is á cooperar de YtH:st1·a pai)te
á que mis dl'8eos no (jfleden desairwlos, yo de mi parte me
obligo á tr'abr~jar en este mmnto se[¡ún el todo de mis limi-
tadisil'iuts .facultarles// escaso talento.
Pero no satisfecho aún rn i amor ú la patria con l n C<W-
tísirna y mezquina c;forta '(Ue acabo de hacerle, y S()guro
de qne eualquier·a pensamiento que arroje mi e~piritu pa-
tri1'1tieo no puede des8grndar ú los que conocen ini buena
intencifo1, me utreYo tn111bi('in á prc>pouer, y poner en prác-
ticü otro proyee.to tan fúci] e<nnn iinp01·tante y benéfico.
El proyecto es tflÚJ' en 8or~ier1cul r( tor1os los inúti/e:-; rlel
puelJ/(): (jlÚr>l'O derJi1· rí ff Jflos 7().-..; incrtpaees de empuñar la es-
prtrla ¡_y pal'a · 'f ll<~. podr-á SP,f'Yi1· esta suciedad de inYálidos~t
;~Para 'l U<~ét P<tra ~al nu· In p8 tr-ia cu idan<in <le la gt~ne­
racii'1n venid<~ra; desde de f~St<~ día, pues, nxhor·to con tndü
la efusión de mi Hl111a r; ludo .. , lo .. , fJUe malf¡(t.i..;ton el tiempo
que n<) e8 s nyu, .i..: iw) r1 e lrl /J{( t1 ·io, rí torl os 1os que por su
edrtrl rtcrtn.~ru1rt no sin,en 111ds r¡11<' ]JW'rt dar un bueJl eon:-:;ejo,
á turl()s los 111illi."t1·0."i riel Seíio1·, y en fin ú t<idos cuantos
quie1·an hace1· n lgo poi· s.n amada pa tr·ia: todos, todos quie-
ro <J''e r;(Jmpoil[/Wí lu pior1(}sa, lff conºüttirrt, !/si (_Jllereis lla-
madle trtmln·f~ll filuntr6piert soei<'dud rlc ruruwtes de lff ju-
ventl(rl et er¡o ero inter ros sfrut (_ffli nihzistrat, y yo en
medio d<.) tan augusta asai11bl0n seré el siervo, el esclavo,
el corrc_~o d1· diligencias, el her1uano de la congregación,
y el padre a man ti si m o de to< 1os v u es tr· os h i jos, á quienes
hn cirntemplado siempre eonw uu campo lleno de ceh~stia­
les bc·ndiciones: si~fll ()rl()J' ({_fjl'i JJ!eni, quem 1JP1tedi~f'it IJo-
mrnu ....,.
Entre üu1to, tengo el hunor de presentar ú V. E el traba-
bajo ele seis meses, quiera decir <lioz y ocho jóvenes 'lue
en tan corto tiempo se han hecho capaces de ~er no so]o
fundadores, sino tambien pasantes de la nueYa <icademia
que hoy se erige bajo Jos auspicios de V. E. y de los. se-

usooi
ISTÓRICO
CION L
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'"' -

ñores cónsul<:is: yo no puedo menos de dar las debidas


gracias á V. E. y al nobilísimo Consulado por Ja peon-
titud y eficacia con que han adoptado todos mis platH~s
hasta llegar al extremo de entrar en una ejemplar y
edificante competencia, conte11diendo sobre cuál de los
tribunales se esforzaría más en proteger la nueva acade-
mia. Dios! Nuestro buen Dios, que, es el premio demasiüdo
grande quo está sef1alado ú Jos 1nisericordiosos, SP1 . á el
preinio y galaeJón de V. E. y <L~ estos seüo1·es á «Jllie-
nes entrego estos diez y ocho niüos como una p1·imicin y
diezmo anticipado de los die ..;// oelw mil j(j,,enes rli!JHjru¿-
te." que espero pre8enfw"' ,; lo patria ((ntes rle conc/,,ir /o:..;
dias de mi pere,r¡rin,ru:ión .r..;olu·e lo tierr'a.
Bit~ n (l1 ui si era vn tri b ll ta 1· á 1.~stos di ·~z v ocho J. ,·)\'enes d
U V

mismo elogio <¡ne t r· i b u r 1') ú l os 8 u)' os Dan i ·~ l e u a n d 11 ¡.-, s


llamó: puerus enulito8 ornui ..;.:,upientiu, eo11fos .-.;cientifl, et
doctos rlise /p lilla, que todo 'l u i u l'i ~ d eci i· jóN: ne8 C()Jt8 wo o -
dos en toda w>te li!Jeral .'/ iflC(:'rinicrt: peco ya qu'~ 110 HH:~ e~
dable aplical'les pcw alio1'<l tan agigu11tado 1:-~logio, dir<~ á
lo in en os , '{lh; a tu 11 •J i d ·H lo -; pe og i ·, ~ .3 •J -:; '1 u 8 h a n he\ el lO e n
tan co1"tu tiempo, us d1.~ 1~.;;;p1~l'<lf' 'l ue <.dgún día s1~<lll n u1 .~:-'.'­
tro honn1·, nnestt·a cur·on;1, cni11u tn.tnl•i<~t1 la felieidad \
esplendue <le nuest1~a pa,teia.
Ya veo <1ne impoetunu mús de lo ju~tn, ú '1ue la rnisrna
importancia del asunto me arrebata ha~ta traspasa1· lus
límite8 de ]a ¡wu<lencia: diré), <fUé ya <Jllc he concluido,
aúnq ue recien empiezo á abo90 r ú fwJ01> de frt.ntos inocen-
tes que dia y noche extl'enden d. mi sus Jnftno:·; piclr'ewlo el 1u01
de la in.struect'ón que ú m.i 11w frdta.
Suplico á V. E. disimule 1ni os<:tdía y mis yerros, si pu<~­
den llamarse tales el desahogo del patriótico cor·az<'m dt?
quien Jesea vivamente la gloria, la libertad, la indepen-
dencia absoluta, y el rápido engr·andecimiento de la ~a­
ción Americana.
D1x1.

uso
S Ó ICO
CIO L
ro
Dr. Julian Navarro
DISCURSO
QUE EN LA FU J.'.:CIÓN CELEHHA DA POlt EL SE~ Orl PHOVJ:-::t· tt Y

VENERABLE CLEl-:0 DE E~TA ~ANTA IGLESJA CATEDHAL

EL 17 DE NO VI E MB H E n E 181 () P A H. A H o<; AH Po R

LA CONCOHDIA, CO:'\ PH E~I·:~CIA DEL EX:\·10. SE~OB.


ÜIRECTOH ScPHE:\W Y COJ{POHACIONES DEL EsTADO,

DIJO EL CAPELL!\N l>EL nEGIMIENTO DE AllTILLEI-dA Y

CATEDRÁTICO DE YÍSPEHAS DE LOS ESTUDIOS PÚBLICOS

DE ESTA CAPITAL DOCTO{{ DO~ JULIAN NAVARRO.

Jiu: t·i1:ituf1:.'1 1·1J:udit11tu- ·"""' ciuwti .., .til/i.'I


brrrwl et adve1ii.i; .. .. uf f11t1e •t•f 111l ,_.,, ..1,
1¡ 11 i u1d111" 1t 1H 1·i tUJ JJc;·r·u>; ...,(.-; ...,,_.t, et n"11.
1

1110i'l'1'Cflll' in W<tJL/1 )JJ'0,1.'lllll, r'flt.'J/1111 .'llfiL-

fl" i 1tt'111 ri ,,,¡ icH1'1! e1tpie1tti ..,, do1tee 8f arl!t


1t1tfc [WJ)11/ruli r'.1'JJr1.'lif11;·11-1 1·ff/1 ...,r{111 H/UllJL

Jo::itH~ Cap. 20 v. v.
E~tn~ cindn.<lcs e~tán constituídn.::1 pn.m to-
dos lo:-! hijos d~ I~rn.el, y ]refugio de
lu~ extrnng·eros .... ¡nna. que ::ie ttcoja á.

ellns el qne ~in ::mberlo hubiese ofendido


:i. su p1·(jimo, y huya de In. venganza
ha~tn. qne se vincliqne ante el pueblo .
.T o ...;111..• Cn.p. 20 v. ~-

Cuando la sabiduría eterna formó el libro c~n que es-


tán escritos los destinos de todas las naciones; cuando
inteponiéndose al curso de las edades y de lo~ tiPmpos
trasaba ya la fortuna ch~ los 1mper~ios y la vi da· de Jos

ISTÓRICO
CION L
usooi
- 14

Estados; fijaba también la porción de glo1·ia ,·> de des-


gracias que debían caber Á. los pueblos, según se apar-
tasen ó no de sus inYaeiables preceptos. A semejtrnza
de los choques y turbación de los elementos, dt-~I 1¡ue
resulta la armonía clAl n1urHlo, la economía del SnLH~1«1n 0
Autor dibujaba las. variaciones de las sociedades l1111n,1-
nas, y en el clesórden aparente de las pasiones <le los
h01nbres se establecía ol orden constante de la felicidad
de los pü<-_l b los.
Ve<l, sefíores, cómo la penvid1-~ncia pe1·initt· la llegnda
de los espafíoles ú estas play~s entonces incultas. Yed
cómo con sola su presencia huyeu los naturales á los
bosques, asilo de la !ibertad par-a los débiles, ó les oponen
una resistencia miserable; ved, en fin, cómo acertando en
todas sus empresa~, fundan para si mismos ul nuevo im-
perio sobre las ruinas del antigw). Todo cede~ al torrente
de sus falanges Yictoriosos, y la fortuna p:u·<~ce empeüa-
da en coconm· sus llli.lS te111e1·ar-ios f\sfue1·zos. Peeo ú qué
precin se coucedian }'Ol' el Din~ de los ejércitos esas se-
iialaclns ,·ictor·in.s(,! ;~con r1u1~) colldiciones fner on introd uci-
dos ú est<~ nuevo dominio los conq n ist<.tdorcs d<~ la ti erra~?
Qué término había fijado el disp:~ns(ldoi. dt~ lns bie111~s á
esa serie ele glor·ias~! El rn i smn, sí s1~1i<wes, el mismo 'l ue
dará fin ú todos los Estados; t:-d mi:Smo que las l(~tras sa-
gr<tdas nos designan por el azote de los reyes. y la hu-
millación de los tronos más eleva<los; hablo de la c01 1·up- 1

ción y la injusticia.
En t~fecto, los establecimientos espaiíoles empiezan á
prosperar por todas parles en este vasto continente: su
idioma se extiende en una inmensidad de leguas: los te-
soros del nuevo mundo se transpoetan con una abun-
dancia que deja asombrada á la Europa: los pue1·tos se
llenan de bajeles en <1ue fiarnea el pabellón español: apa-
recen nuevas ciudades, las artes crecen: Ja naturaleza
cede á la industria: los puertos se frecuentan; y las for-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- -15 -- -·

talezas empiezan á desafü-u· la euvidi<l y despecho de hts


demás naciones. Oh, ceguedad h um<-lna! Los espafloles
embriagados con la pru:5periclaJ th~ tPesci1:-ntos n1-1os se
precipitan en los desói·dcmcs del vicio: su piedad ~e (:n-
fría, la violencia se entnbla por política. de la nación. de
los tribunales desaparece l<t justicia, de los consejus del
monarca Ja sabidul'ia y la e<1uidud, J¡:~ la~ ciudades lc.1s
virtudes y de las cnsas la moral.
En tan acerba sittrneión, los cm·flzones, ú quienes no
había engangrenado el veneno del v icin, S8 estremecían
con el aspt~cto de los males que a1nenazaban ú aquella
nación degradada: las al mas i nocent1:- s no pndian repl) -
sar su vista sobre ningún lugar que no estuviese fecl-
mente manchado: el escándalo <le Ja cor-te p1·oducía el de
las~ proviucias, y la molicie de éstas au111entaba C'()mo
por reacción el escánualo de la corte. Esa <:'xtensa mo-
le de aguas embravecidas y á la Ycz peJ igr-osüs, el uuu·
inrneriso que nos separa ele la Espaüa, no erü u1ta mura-
lla bastante poder-osa para estoebat· la cumnnicación Je
estos desastres y el bombee justo viYiendu á esta pai·te
del Océano, se encont1·uba c:ual otl'O Loth <:>ll lll!:'dio <lü
So doma.
Ya era imposible que tai·dase la ho1·a de la Y1·11ganüt
que sigue de cerca á estos errores, y h:tbiendo la Amé-
rica recibido de Espa11a el ejemplo de 1<1 peostitución,
fuerza era que presenciase su Cctstigo. .Así fué c1 ue de
improviso fuimos testigos del o¡wobio de la Nación en to-
das las partes del munclo: el lustre de su nombre en oteo
tiempo ian famoso se convirtió en señal de desprecio_,
sus reyes fueron la presa de un poder extrangero, ~us
templos robados, sus vírgenes violadas, sus provincias
fueron saqueadas, la gueera despobló sus ciudades y
. campos, su opulencia se convirtió en la rnás extr·emada
miseria, y su existencia casi al n101nento de ex pirar, fué
en cierto modo abandonada á la rnerced de los sucesos

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 1() -·-

Per·n la maynr de sus desgracias fué el <lespr·ecin, la abo-


rninaeión de sus hijos, y lc:t América empezc'> ú ~epararse
de la Espafla.
Para esta gr·ün obra escogió el Sefí01· por inst1·u1uAntos
algunos de estos varones fuertes, que suscita en las nece-
sidades de los pueblos, y á quienes hace nü.cer en la nbs-
elll·iuad par·a que resplandezca más el cumplimiento de
~us rlesti nos. En el los se ha veri ti cado P-n ci,wto modo
ln qne cantó el P3almista, la piedra r¡ue deseelwron
currn.do edificaban hrt qlledado por piedrrt angulrtr.
JVinde están esos políticos profundos, preguntahnn Jos
es p a r·1 o 1es q u e q u i eren fo r rn ar n u evo~ Estad os 6( e o n qué
luce~, con qué talentos, con quó esperiencia cuentan pal'a
t<111 t:'levada P,tnpresaGt dónde han podido formar-se solda-
.
d os, genera les y JU8ces.- G/ N .
l o son esos l os mismos
. a' quie-
.
nes nosotros mantuvimos en el más humilde abatimiento~
Los mismos, sí, espai1oles, los misrnns: pero la Providen-
eia los ha escogido para castigar· vuestro orgullo: los mo-
Yió para que sintais más Yivamente el peso de vuestras
desgrflcias~ y la América insultada hasta allí por la te-
meridad de sus solwrhios op1~,~sores, la América reputa•la
Pll nada por Ja Espaf1a en Ja escala de las naciones; la
Amt'.•rica, ,Ji~-o, á quien se n~ndia. poi~ füxor ni priYilegio
,fo gobernarla, hace ve1· lo rJlie vR lía para la Espaila se-
parándose de ella, y arranca de sus enemigos la confe-
si,\n de su importancia: para disuadirla de su intento el
interés, grita, la gran herirla qnt-_~ va á causar sobre la
~1la<lre Patria; ella ha r¡uedado por piedra anglllrlr en el
edificio d0 Espaiia.
~'lús que inútiles eran estas persuasiones y esfuerzos!
El rleseo ele In r8forma empezaba á circular en nuestras
provincias como el principio d(-) un gran incendio, y la
tic~rrrtse prepRraba á recibir una nueva forma al favor
de una inutación genPral. Gran Dios! Qué irresistibles
!30n tus altos decretos! Formados con la lentitud y gra-
- 17 -

vedad de la ekrniclad, descienden al ejecutarse con la


rapidez del relámpago. La inercia entonces se depone
en estas oprimidas i·egiones, el letargo se acaba, brota el
amor dormido de lü Patria, y los americanos sn revisten
<le la dignidad que compete á los hombres. Millares de
bocas pronuncian el nombre nuevo y alhagüeüo de la li-
bertad, y el estarl'Jarte de la refonna se enarbola en todas
las Provincias conw una señal expuesta á y1·wules cord1·a-
dicciones usando el lenguage de la Escritura.
Es verdad que esta reciente luz debía chocar á los que
tenían fundada su ganancia en los abusos anteriores; pe-
ro esta ci1lcunstancia 110 perjudi~a á la sanidad y justicia
de la nueva docti-ina; aún la de Jesu-Cristo, si me es
permitido hacer esta cornparaci<'m, e~contró los obstácu-
los qne siempre aguarda á la revoluci(1n de los espíritus.
Yo he venido, dccia nuestro divino Jlfaestro, <l Ju.~gar el
mundo paNt los que no ven, vean, lJ los que veian, queden
ciegos. En tiempos de ~1Ioysés, el Seüor se irrita con la
infame correspondencia que su pueblo sostenía con los
Moabitas y le manda deponer- y castigar á los primados
de la Nación: Tulle cwictos principes populi, quita ú los
magistrados del pueblo (1) y bajo de este si mil descu-
bro, ciudadanos, el doble esfuerzo conque nr·rojasteis de
vuestro seno á los jefes peninsulares, constituyéndoos un
gobierno de entre vosotros mismos, que os rigiese con
sabiduría y con justicia, y descubro con singularidad el
heróico denuedo con <1ue cortasteis toda comunicación
con la Espafia, declarándoos iudependicntcs par·a separa-
. . 1
ros de sus VICIOS.
Y quién dejará de sentir toda la impol'tancia, todo el in-
terés de esta majestuosa medida? Desde el instante de
tan ventuPosa revolu~ión esta tierra le pe1ltenecci á los
que nacieeon en ella, y haciendo su felicidad Sf'l'Ú ul asilo

(1) Jurt1t, t'flJJ. !J, v. -~){).

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 18 -

ch~ los afligidos <lel mundo. ll(j: civt"tate~ constituu.! swzt


cunctis filiis Israel et aclDenis; ~u1uí St~ encontr-ar-á un r1:\-
fngio seguro contra las venganzas indiscretas et noti nw-
reretw~ in mann proxhni, ~f llsurn. sangnineni vindicw'i cu-
pientis) lo que nos persuade la necesidad de la modera-
ción y concordia; pero no por eso se otorg~trara una im-
punidad criminal á to,los los delitos, pues este asilo será
solo para cp1e resplandezca la justicia, pai-a preYenir la
Yiolencia de las pasiones, y para qne los qne sean acusn-
tlns l't:\spondan de su conducta opo1·tunarnente ante el pue-
blo: donce staret ante populwn e:tposúw~us crtuswn suwo.
Yed aquí, señores, l·)S principios de 'f LH~ no debo s1_\-
pnrarse jamás esta obea nueva para ser feliz y durade1~n~
pues 'lue la Providencia jamás concede la liber-tad ú los
pneblos sino bajo la condicirm de ser pniduntes y virtuo-
sos. ~obPe Hllos he fnndado también mi discurso que ce-
úir-t~ ú dos punto~~ en el prinY~rd demostrar-é la necesidad
de In conconlia aduciendo las pruebas 'Jlle nos suminis-
trl1 la histoeict y la experienci(l~ en el segundo haré ,·er·
'lnu Ja concnrdia es una vir·tnd indi~pe11.;_;able pan1 un
cristi<lno, sin la cual 11ace11 tr)(lus los Yicios <1ue causan
la 1·t1iw1 del Estado. La materia 111) pnr~cle sur más im-
p o 1· tan h \ , y n l ll l' pie no p ne do d us fm t en d e r me c.l e 'l u e h n b Ji-,
como uradoe cristiano, no 1111-~ olvidaré de '-1 ue ·~sta reu-
ni('m tiene un objeto verdaderamente cíYico, y debo rnos-
1ra1·1 ue ci u chula no. Pu e dan ini s r-efiex iones re ci bi r aquel L.l
nnción divina que hace eficaces las palabras. Así lo
r·equieee la ncasión, y yo os pido <.p1u lo supliq uernos al
l>ispeusadot• de las gr-acias, interponiendo la intercepci1'1n
d(_• :\In.da, <1ue snludarernos con el Angel, etc.

PHI.MERA PA 1-~TE

Todo~
los pueblos han llot~adn los funestos efectos de
la disco1·dia c·nvenenada, y la saugre humana se ha pro-

usooi
ISTÓRICO
CION L
1~) -·--

digaclo p;u·a S•tti:--:.ra<·.1~1· ~11 f11t·or·. U1uh \'•_·ee~ 111:~ ¡11i._.lil!>S


se han c1rnsid1-.~1·:Hl11 llí'i' 1·111·1nig11 ...; <.·apit1.ll• :-'11~ ¡·j\-¡lii- 1
:-:., ."

1ladu~ tt·an~111iiida~ d1-· ;'...!···11•·i';h~Í1·,11 ·.~11 ¡.:·1•111·1·;J1~i·i11, t],_.~l'111~~


de t:'nt1·eu~1H~t· la:-:. µ;11 ~·¡·1·;1~ 111:·1~ d1_':-'1>lad111·a:-- . l1an (H·111.!11-
cido la dest.1·11eL·.i1';111l1· L1~ L~1:1d<>:--;. ! )11.·;1~. ei1·1·f;l 1:L1s1· ¡li_.
individuos, d1~1111·u d1~ 1111¡1. n1i~111~1 1J;l<'i<'11! il<l11 ~id1_1 ~:·l lil;t111:1:
de la ¡i1~1·~(~e1wii'111, .v t·i .. dí11: d 1 _·:~d:-_• 1.·i1111111.:-1·~ f;d1.:1 :--;Í11
duda ei e1i11ililll'i11 d1~ !;1:- i ·1JJ1\'1!1·1id:l 1L· iu1111·11\·i...:«:
11
\•"··, .\ 1

In. SOl~it•th:l i.'11 d11~ ¡1;1.1·1 ¡i111.~ .¡ ...... i.~11:d1·"'· 1 1..:_; L<)[lll1t·1:':-; :-:;1~ 1

h11scalm11 p11;·a cL·\·:)1·:11··-~·· 1111.1111:1111_;~11k. 1-, ~·~ ;".-iln:1a1t p:.l-


r-a e~<:apai· 1L:' !a\ j,il1·111:i;:
Tal h a ~ i d t'> 1a -.; 1i : · : · I •· l t« I; 1"" !; l ~ ~ d .i d:_. :-' \ l lll IJ i 1.·. 11 , k
1
1• 11 1 1;

1t Hl OS lo S ~ i) l 1 j U' l I< ; :-~ • :·..:. : : l 1 i J Í ! ; l! · :.!: : 1 , a! tn 1~ l t l 11 t i 1. 1l l 1>!) e t' 11 1~


i •
1
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1<:'\,~. n ac i () 11 (-~ s ~"' (~ d :~ :-. \ i' ): . L L/,: 1 l ¿u J 1 \ 11111 Iú ll d(i:--: :' : }1 ú t l.l al lle ' t 1t 8
. •
1 i

sn l ll' o~ 1nw i da el y ~ 11 ;..:: ¡: ' 1· i ; i: í • " ~ 1 !l d 11 , •• 11 •:' 1:-; '~ Jll , d ':' l ¿t ~ ~ i 1t -
11.<ldu:-; mi~11w:;; -.:.¡_~ 1 :1·i~2·ia11 11;1í 1l11d11~ lHi'a ;u•t·:1t!1~<.t1· l;t \·ida
i.~t lo~ ci1tcla1Llno:-:. 1¡1;1:--: i!11-~it'i':--'. 1·11;t11d:1 p>t' di,·1~1·si·L1d de
() p j ll i t,l 11 SU C O 11 \. 1.~ 1' t j i.l 1l i u:--:. p i te · !,¡ IJ ~ 1 i 1 e i l! 1 q 1th 111 Í 1Í t : l l' S , y
1
t :'

las rcln.cÍ1)ltu:~ eivilu:~ ':il 11p1·:·;t«.·.i11t1·~:~ ch~ g1l·~1·t';t, y 1~11 1i11,


Cl Ut ll dO l o~ :--: (' 1d i 1l l i t • i i i : 1 :..: i 1 l ' Í \" ; 1 d S ~ 1 ' ¡11 ' i: .~ ~- 1 i :l 11 ee i! 1 ! a
1 ' ¡.l

bayo 11 et a y e: l 11 l, t 1 ~ ~ i ,ad · ' , 1 1 -..; l 1•.11 t il .11·1 " ' i1 f 1L' • 1· /: ,_ d , · l ll a k· ~


1

conoci01·()n Lt 111.·1·1•:..;id.td d·~ la ..i 11:-~riein, \ 1::1.11 l:t 11111d:·t·:1- '

Cii°1il dt~ th()::; l'1_ llL'11l'1•.: iil:--\l'll"":li·,·., l1;ili;).t•c) 1 i -.._11 llllil.'it ~1·~·11-
1

ridad \'su c.<111~..;1.11·l11.


La sig11i1'> { 1lf111¡•· ;< :t 11)~ in:...;r;_l11k~ d1.· 1J~1111.·11t"·ia,
el1zi'111 1 1

y en to d:lS pn. 1· L: : :-; :-.~' •. p: 1.!.!.·' ·, 1 • 1 tl · i 11 1 1111 d ·.· l 1 i d ' J ú. 1c.t c (1 11 tu t' -·
dia . E 11 1a G 1· 1 e i a 1 • 1·: t i · • _. <~ "1 ¡ 1' w i d a po 1• tl i (• ':-:i [t , y u n 11 t 1 t 1.' 111 -
1

plo urigidu un et! i1itpi;l ~..;•:' !P l'• ·111 i ía11 n.d!Jt';tc.i1rn1-·s ¡iúl_il i1•¿tS.
Los i ·n man, ) s ¡, · 11~ v a 11 1 i. ll • 11 1 1 11 k 111 p1u su h 1:_! i · l 1 i : 1 1 • n l n. 11 e -
i •

tan1 1·ugi1:in t.lu la ei111hid a p1·1·~1ta~i1'11t d1_i C;.:t111ilu, d1_is-


Pués 'i tw I' us ta h l _·e i l ;1 t 1. ·; 111' ¡ 11 i 1i d i..l' l d ~ la e1 • p ú 1d i i: a . .E~ Ü.'·
1 1 ·, 1

templo f l u~ eh:·~ p u é ~ ' l ¡ 1' • in :t d '» , ¡w 1·u '~ 1 su n n d '• y e l p u e J. lr.1


lo hiciei·ou reetlilic·.a1·. Til11~('jq [1°1 <ttl111<'tH1'i .\ ;tilur111'1: 1·11
las ocasiu11os nuta!ii1:~ .. :. alli 11·11ia :n1Lciut~ v1:C1:·~ ~ll::-i as;1i11 ·
bleas el su1Jad11; _\ 1,,, lil:1.~11ft1s '111.•j i1J\·1·:Stiµ.·,w <'1)11 1!1i1~-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- ~() -

rés los 1nonmnentos de Ja antigüedad libre, i·egistran tn-


davía los vestigios de este edificio en las ruinas del ca-
pitolio. La concordia tenía igualmente otros dos templos
e) uno en la tercera i-Agión, y el otro en la cuarta. Se i~P­
presentaba vestida de. una larga túnica entre dos estnn-
dartes cuando era mi!itai~; pero la concordia civil ern
una mujer sentada teniendo en sus 1nanos uu ramo de
oliYa, y un caduceo <¡ue era el símbolo de la paz, y de· ln
uni{m, á veces figurada en dos manos ligadas.
La concordia en efectn era Ja sefial de la fuerza como
del poder del Estado entr(~ los rmuanos, y por eso dnban
el nombre de concordia. á la~ bande1·as de corte, y e1·n
compuesta de una corona de laurel colocada en Ja ex-
tremidad de una lanza. Es cierto que el paganismo ciego
se excedía en dedicar altares á una calidad espiritual
que sólo debe reverenciarse en sus efPctos. ;~Pero no con·
Yendreis, se1iores, en que este mismo exceso demost1·aba
la suprema importancia que le atribuía para Ja felicidad
de Jos pueblos?
Si la antigüedad ilust1·ada la mir<'> siemp1·(~ bajo <'SÜ'
aspecto, por la misma 1·az<'m sus políticos rwoctH'cll'on cnn
tanto empPfío dest1~\rear·Ja de entre sus ono1nigos como
el paso más seguro para arr11inaelos. Su primer empe-
flo t~1·a dividir entre si á los contrarios, y sobre esto aún
más que lt)s fuertes Pj ó1·ci tos, su con ta ha con seµ:u r-i d<.HI
la victoria. Filipo S(\ propone el sojuzgnr lü (;1·(~cia: la
¡wimera medida que tCJma es introducir la divisiún y lo~
celos en las ciudades federh.das: este resol"'te es más c~fi­
caz al intento <pie su oro abundantemente derraiuado en-
tre lns ciudadanos corrompidos: Ja discordia produce la
persecución, y 1-~sta destiC'rra el espíritu público: Ja Gre-
cia (_.staba ya vencida antes d1-\ aparecer Jos ejércitos de
a<1uel ambicioso monarca.
[\tr-a colmo de la <.h~sgr-acia., Ja Gr·ecia se vió e11Yue]-
ta t•n las atrocidades dt~ la guel'ra civi J más es pan tusa,

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 21 -

-mientras Filipo, tranquilo expectador de esta l~scena, fun-


daba en esto mismo el más seguro apoyo de sn proyec-
to tenebroso. No era bastante qt.tt~ w1uellos tit:.•r-os re-
publicanos so debilitasen por sus derrotas, tanto cornu
por sus propias victrH'ias, por·qne al fin las Yentajas con-
seguidas sobre pueblos heeinanos ¿?qué ot1·a cusa son si-
no una verdadei·a calamiclacU Sino <1ue tuvieron la im-
prudencia de llamarlo en su auxilio, haciéndolo árbitro
de sus dísonsiones i nt•3ri ores: he aquí ú Fi 1i po condeco-
rado ya con el título de rn·ntoctoe U.1~ un pw~blo oprimi-
do; vedlo ya considerado prw sus fut1n·as víctimas como
el vengador de la leyes.
Los griegos i:mcai·niznd<>s ea dustruirse, for·j<-ibe:u1 sus
propias cadenas. Filipo conu(~i1'.> S!J del>ilidüd: un solo
hombre reprimía los deseos de su arnl_,ición, y este era
el orador Demóstcrnes, cuya elocuencia Je par·ecía ni ti•
rano más temible c1ur~ tdrla~ la~ flotüs y los ejél'citos de
Grecia. l~l fue el que <leterminú ú, lus au~nil~ns1~s ú dis-
putar el pa:3age du lc:ts Tu1·m/> pi la!-; a] morHU'C<·t ambicioso,
({UB <1uer·ía ap:'):l1~i·,11~ ..; 3 1h él, p~tr'ü abrir·s1-~ tlll<:1 '~.mtr(_ula á
la conquista. Pd1~0 11:> dt~jandn sino p<H' un instante lo:,
expectá.culos, eaye1·on otra vez un su ldar·gn primitivo
En fin, hubo teüid01·1.:~s 'I ue 1,~ abL·i1~~ron las puertas de una
ciudad intereSi""lnte <.h~ la Tracia, y los tel>anos cometien·
do la indiscrecion du tomar· lo por su l i ber-tador, acaba-
ron de postrai· á sus piés la 1i bertad <le todos los es-
tados.
La misma p¡h•fi da con d uctü observú [t,-)rna con a<J uo-
llos pueblos, á <JllÍl-rn1~:-; <11101 .. L1 extt::rnde 1.. su d1)lllinación.
Cuando <1uiso cle=-'truir· ci lo.~ hu1. ecluros <le Filip1) se Yalió
de los geiegos halagándolos con las icluas ele una lil.1er-
tad, que aun no so hahícl extinguido en su cnr·azóa~ P'-~eo
de la cual Roma mism:1 peu ...;aba pcivarlo.~ pa.1. a siern¡Jl'e.
Roma los tea.taba como aliadt)S; los animaba á la lucha
con esperanzas seductoras; y despuos d·~ dest1·1.li do 1~ l i rn-

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 22 -

per10 de :Macedonia, convierte sus armas coutra estos


necios compañeros. La memoria de las anteriores dc\s-
gracias, y los sucesos de Filipo, y de su hijo Alejand1~0
sobre sus habitantes divididos, no habían inejorado el
juicio de aquellas célebres repúblicas. Tan ciega es
sieinpre la fatalidad r1ue sigue á las discordias interiores:
Roma encontró todavía un apoyo para pelear conti)a In~
demás pueblos de la Grecia en la cegueda<l de los eto-
lios, que ú. su turno fueron <lfw1n·ados por las armas con-
quistadoras á quienes habían ayudadado
Sef10res! Yo me exti·emez ::o al tocar estas lecciones
de la historia. I. . as circunstancias du nuestros ptH~blos
rod1:\ados por todas rmrtPs <h.\ encarniza<los c1.fü~migos, me
hacen justamente tpmer las rnismas intl'igas que acaba-
ron con Ja vida de aquellos famosos estado~. Y en es-
tos monH:mtos tan peligrDsns pant Ja salud de la patria, e11
estos momentos tan delicados para los hijos de lu nacien-
te libertad, Ja dis.;oedia ha levantado su infernal cabeza
sobre f-lstos inocentes pueblos; la discordia amenaza se·
pultar nuestra vacilante· existencia en las mús lamenta.-
bles desgracias. Ah! ~¡ pudiésmnns fijar para siempre el
Ínstant<~ en <1ue os estoy hctblando! Si lü ceuel experien-
cia pudiese anticiparse á Jos sucesos; y los infortunios
agenos tuviesen siempre la eficacia de rectificar nuestra
conducta! ¿?acaso algún histol'iador futuro nos echará en
cara el furor rle nuestras pasiones, por origen de nues
tra ruina; y otro orador mostrará á las edades venideras
el ejemplo de nuestra dcBH-mcía, corno yo os selialé la d1 1

los griegosG?
Pero no anticipemos la~ cons(~Ctiencias que debeis sa·
car de la aparición de esta hidra venenosa. Volvamos
todaYía nuestra atención á la historia, que según ex-
plica un sabio, es la escuela del género humano, y en ell<t
encontraremos, que la discor<lia es el ene1nigo de la fe-
licidad particular y de la publica, y como á tal la han

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 2:3 --

combatido todos los ho1nbres á quienes ha interesado la


suerte de sus semejantes.
Nadie ignora que este rnonst~·uo recibe su alimento de
las pasiones más feeoces. La venganza es uno de sus
manjares fa,:oritos, la Yil Yenganza que hüce más illfeliz
al que la ejercita, que al objeto de sus furores. ;~Y quié-
nes son los que se vengan~t Solarnente los espíritus débi-
les, pequeiios y despreciables, decía una pluma feliz;
ellos son los que encuentran placer en la venganza: rni-
nuti semper et infirnii cst aaimi; e,1!1:gui yue zwlu1,tus ul-
tio (l) Por el contrario, á juicio de un ingenio ilust1 e, 1

no hay cosa más loable, ni más digna de una alma hones-


t:1, que ser incapaz de resentimiento conservando la sua-
vidad con respecto á todos. (~) l~l condena ú un hombre
que vüngc-1 los crí1nenes, por· crirnenes, )' las ll1Jurias por
injurias, y éste fué el sentir mo1 al de toda la antigue-
1

dad respetable. e~)


Y cuanJo la disconlia se ha apoderado de un estado,
;,qué otra cosa s.rn los que lo habitan, 'llle unos seres do-
minados por la venganza~! ;~Y qué puede espeear la socie-
dad de ciudadanos tan degradados 6? Las opiniones, las in-
clinaciones y los efectos más inocentes son condenados
por delitos; las palabr<:ls son recogidas por asunto de
proscripción y de suplicios; los semblantes son observa-
dos por la pr¿vención y por el odio; el gesto más indife-
rente s13 11 eva hasta los tribunales excítando la cóleria
de los partidos. Si un hombre justo se abre sin embargo
al comercio de sus se1nejantes, es víctima de su misma
fran(1ueza; si se retira es tenido por- sospechoso. Para
colmo del infortunio, en estos momentos uesasteosos apa-

(1) Juve1wl Sat. J:J, • 1J. 189.


(2) Cicuon, de ofti li!J. 1, C!u1J. 2-).
(3) Sóc:·ates, Plato;t 11 Plutru·eo.

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 24 -

recun los deln,tores, esa cla~e de hombres, abo1·to <le las


pe.rsecncimies, cuyo oficio es hacer la guerra ú la ino-
Cl.'llCÍ<l, s1Jfocttr el inérito y Yivir de todos los delitos.
P01· eso los gobiernos fH'tHlentes han tratado de exter-
minat· esta plaga desoladora, corno lo hizo el gr·an Cons-
rantiuo duclarando á los clelatores por infan1es, repulsan·
do sus indicaciones sangrientas, y ordenando qué forrna-
lizüsen sus tes ti mo11ios para pri varios del Ye lo de 1 secr(~tü
<1nu tanto aynda ú sus intentos. Aureliauo, ¡wiucipe te-
mido vv admi1~ado de Jos l1úr-baros é idolatrado de. lus
pnc\blos porque los pi·otegi<'> contra la licencia del solda-
do, se hizo duoün del respeto <.k~ la poste1·idad imparei~1l
lHH' lhdWL' pr·omulgado pnt~ infames ú todos los delato1·1· ~\s,
rpw :-::-011 el azot1-·\, la peste de los estados, ~r 1os enem igus
do b, Yirtnd. .:\. este espit·itn <.le concordia se deb11'> la
rran<p1ilidn.cl de los cr-i~. ti<tnos, 'flH~ no fueron l'8l'S1·gui1lus
<hu·ai1t(~ su gobi1~1·no, y el. reinado Je este princi¡it-.' , aun-
11 ne corto, lrn. sido poi· esta razón extr<~madnmente cde-
l.wado.
De~ccwlamos aho1·a hasta los tieuq>us rnús r1~ciente~,
y nos cu ll Y e-\ 11e1 ~· re m ns t n rn b i é n d e <p t e~ si n l a en n e o r· d i a
frdrc.1n ¿-t. Ja S1»cied<11l sns más preciosos elcnwnt()~, y si-.\
t~ \·a p' n· ~ 1. la v i da d u 1 1 's t n, d o . La F i ·aJ i e i n , J a I n g 1a t '..\ l T ¿l .'-
1n .Alemania nos muest1·ar1 escr·ita en diYersas pa1·tt~s de
sus ~1..1uil es cun caracteres de sangre. La E~pafia misma
no es menos elocuente en este punto, y bastaría r·¡:_~cuedül'
las desgr-acias <¡ne le solH·evinieron poe la desnniú11 de la
casa reinante. Bastaría. también el atender ú nuestra pr·n-
piü historia. Pero esta parte la reservo para lo '1 ue os '"ºY
(l d(\c i t·; y hahiendo dernostra<lo poi· la histo1·ia y 1a ex.-
P•-\ri enci<l., la nocesid2d de la concordia, paso ú hace1·us
\-e t • q ne f~ s ta u s un a vi r l n d in d is pe ns a b 1e par a el c r- i ~ti a -
no, s.in b cual nn.cen todos los Yicios '1 uc· hacen la r·ui -
na dc\l Estado.
- 25 -

SEGUNDA PARTE

Nada es tan capaz de rectificar el espíritu humano, ~1)­


mo la fuerza de los preceptos divinos, y esü luminosct
moral que se insinúa en los corazones, hablando ú tod<is
las edades y tiempos. P01·que á la verdad ;/p1é vieneu ú
ser las doctrinas ele Jos ho1nbres rnás sabios ante la in-
mensidad de la sabiduría eterna, y qué son sus tímidos
preceptos ante el convenci1niento irresistible de la ley?
Registremos los libros santos:. acerquémonos á la iwrma
de nuestros deberes; y bebiendo en las fuentes divin<lS
no nos causará admiración el encontrar, que ht dis<·11rdict
está severamente prohibida á los (¡ue llevan el 11ornl11·l~ dij
cristianos.
La ley, sí, señores, la ley le\·antacla pa1·a establecPe la
mansedumbre entre lus hombres con el ejemplo dt~ nues-
tro divino :VIaestro; la IPy r1ue promulg<'1 la benevolen-
cia, la suavidad y la dulzura, la ley que mandó deponer
los odios, y hasta pePdonar las injurias pagúndulas con el
favor: es la que condena la discordia, como indignn de
aposentarse un solo rnomonto en el corazón de nn r.r-is-
~iano, llenando escandalosamente un lugar destinaJo des-
pués de los tiempos de gra,cia á la caridad y al amor.
&Quién ignora que en el amor del pl'ójimo colocó .Jesu·
cristo una de la~ pl'incipales bases de la <loctrinaG? Según
San Mateo, en dos preceptos están contenidos toda 1,1 ley
y los profetas. ( 1) A mat'rts 1i J)ios sobre todas las cosa8
y á tu prójúno como ú ti niisnw. El evangelio en otras
partes (2) nos enseña estas mismas verdades, y sit'ndo
el asunto de tan elevado interés para nuestra salud, Jesu-

(1) ..llat. Cap. 22, v . .'J7.


(2) J.llat. Ctrp. 12, Luc. Cap. 1 O.

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 26 --

cristo m1srno explicó bien claramente en lo que consis-


tía este amor para remover todas las dudas.
lfar;e'l á todos los rlemA~, n'Js rl~jo, lo r¡ue quisieNtls r¡ue
ellos hicieran con vosotros (1 ). Sin <~mbargo los judío~~ e~­
tendian muy mal este precepto y no tenieudo por próji-
n11)S sino á sus inmediatos y á ~os hombees de su nación,
fueron <lesengañados cou la gran paeábola dul samaria-
no 'l ue socorre á un judío desn u 1lu y dese:3perado, desptH~S
de haber caído en 1nan,)S de ladL.,ones p<u·a <1 ue co11oci1j-
sen <prn debían reputae prójimos á a<1uellos misrnos á
quienes destestaban mas, como eran Jos samaritanos. ¡~Y
qué clase de ~1fncto c,)nservar·ú, á sn hermano el 'I ue in-
tenta por tollos meclios m1wt.ifica1·lo y abatirlo, el que
procu1·a su ruina como el suceso 1nás 1isonjel'o y el que
1nina incesantemente su felicidad, destruyendo su fortu-
na y ~osiegoG? Tal es ese espíritu Yerda.deramente in-
fernal <1ue se propaga en las disenciones pf'ivadas y en
las públicas.
Cuando i~eina esta especie d8 ~alamidad contagiosa, los
ho111br6s deponen no so] amente su caracter social, aseme-
jándose ú los brutos, sino que se apartan de toda senda
religiosa. Empiezan á con~ideral'se enemigos: he aquí
hollado el '~vangelio en su~ partes 1nás esenciales. Las
naciones se aborrecian rnútuame11te por el solo hecho de
~er pueblos diversos y desde que un extranjero abando-
naba su país nativo, iba inspirando en todos los puntos
la adYersión, el insulto y el desprecio. :\'loisés se dedi-
có á desterrar esta bárbara disposici{m <le entre los ju-
díos: no incomodeis ú ningún extranjero (les mandaba), an
tes lo tratareis corno si fuese de vuestra nación; lo ama
reís twnbien como á vosotros núsnios, porque asi lo ordena
vuestro J)ios y Señor. Pero ese espíritu admirable de
suavidad fué fruto de la ley de gracia y á Jesucristo
(1) l\fat. 7. v. 12, Luc. Co.p. 6. v. 31.

usooi
ISTÓRICO
CION L
--- 27 -

estaba reservada la gloria de hacer á los pueblos Yer-


daderamente sociables. San Pablo ensefiaba f\n términos
expresos, que desptuJs del bautismo ya no haúia Juclios,
gentiles) circuncisos, paganos) escitas, ni bárbaros) sz'no q1rn
todos eran un solo pueblo en Jesucristo.
Aun hay mús: nuestro divino Legislador no se limiV> á
echar- por tiPrra los odios y animosidades nacionales,
sino que quiso tambien dc~struir las enemistad1~s persona·
le.s, mandándonos amar á nuestros ene1nigos. Oh ley ba·
jo todas luces sublime! ¡cristianos! no os confundís cuan-
do entregados por- presa de los intereses mundanos, aso-
mais en vuestr·as bocas ~ste epiteto detestable! i?'¡ué se
han hecho vuestras obligaciones en rnateria de tan
grave respons<:•hilidad ante el ete1·no~t tal hornbre es mi
enemigo: él me ha causaüo esta injusticia; él me ha calum
niado: hé aquí vuestro.;; cont.ír1uos clamores y no os negaré
que sean verdaderos principalmente en las disensiones
civiles. Sin embargo el precepto de .J esu~risto os conde-
na; os manda amar á vuestros enemigo:;, no con un ainor
esteril y de mera etiqueta (<¡ue ojalá se observase siem-
pre en el mundo, aun<¡ue no fuese s:.110 para conservar
la decencia pública) sino con nn afecto práctico y que
responda á sus injueias con beneficios; pnes Ja ley <1uo
prescribe el amae á nuestros enemigos explica bien cuál
debe ser nuestra condncta; haced bien á los que os persi-
guen.'} caluninian.
No se me ocn1ta r¡tH:' ha habido temerarios que han repu-
tado la venganza legítima y aun los judíos estuvieron en
e] mismo error, por lo que .Jesucristo quiso desengaiíar-
los, cuando les dijo: habern oido decir que está escrito
amareis á ouestros prój irnos !/ aborrecereis á ziztestro ene-
migo. Ya es evidente que estas últimas palabras no PS-
tán en la ley y '1 ue los doctores de la sinagoga las ha-
bían añadido falsamente. Ellas chocan con la má~-; esen·
cial del nuevo ndificio, según lo acabo de demostrar, con

usooi
ISTÓRICO
CION L
90
......,()

(_\ste proyecto verdaderamente del cielo de eeunir á todos


ios hombres bnjo una misma sociedad i·eligiosa.
Aun mucho antes 'lue estt-~ p1·eceptu esc1·ito, s(~ Yi<)
grabado en el corazón de los ju:-:;tos. .Jacob condenó se-
veramente la venganza crnel qne sus hijos tornaron de lü
violencia hecha á su hermana prw las Sciquemitas y no
el ej ó de re p r et ul cw los e n 1os i n s tan t t3 s <l u e se ha l lc.-t b a ente'-'
los brazos de la rnucete. Los patriar·cn,s remiti<U1 á Dios
la venganza du sus 1nju1·ias y la le.Y ch~ :\'lnisús nn Si"1la-
mente prohibía á todo ist·n,¡:~litn 'Ple su vengas;e y c•m-
ser-vast~ odio á su c~nernigo, sino tc-1rnbi1>1t 11~ or-d1~uah<t qnt:'
le hiciese bien y c01·respo111:li1•se con s1~l'Yicins asistit'.~1ulu­
la en sus necesidades. El hijo de Dio~ HIH impuso pu1:-s
unü ley nnevaJ cnarulo dijo: rwim·r>is u. (111,esú'os eneniigos,
ha re is !J ien ú los r¡ ne <Vi rlhor rcr~en; J'Of¡w'e t 8 rí. [) ios po I'
los que ()8 per8rúnen !/ eolwanian: y refutando nsí lns fal-
sas interpretaciones que los doetores judíos chtl>1tn á a11uel
priecepto antiguo y á h1 ley natu1~a1 impuesta á todos lus
hombres desde lct. cr-enei,'m~ dej1'> igualrn,~nte confnnclidos á
los que mi i·an es t1..~ gra YE' p1·e<·1·.~ pto de 1 •~YH nge l iu pnl' unn
ley de suporeeogacióri, 1'i ¡•:>r un ennsejo d1' perfeeciún.
faltando así mn~-· 11otabl1-_'1ue11te cont1·a :a v1-\r(hu.l y eunn·<t
las nociones ele Ja justicia.
Reparad, seüores, que todas las v1~~ees r¡ue 1.'ll los ~11g1·a ..
dos libl'os, se usa la YOZ 1 ent;anJa, se toma 1'u1ica1uentc-.' e"11
1

el objeto de significar el castigo. En estu sentido ~e <liee


'l ue el magis teado está enca,egado dü la ·;enganzn pú bl i-
ca, esto es, de castigar al inalhechnr. Pct•o si intt·oduce
la cóleea y pasiones donde solo deJ_,ía obeai· la r·ecta jus-
ticia, su carácter desapar<:ce en el momento~ de juez '{lle
era se ha convertido en asesino~ y su rninister-io ha te1·-
rninado donde 8mpez(> ú ob1·ar el i·nncor, y sus incli uncio-
nes privadas. Del mismo modo Dios es llamado en In
escritura el Dios de las venganzas, poeq ue á, <~l perte111\ce
el derecho y función de lajusticin.

usooi
ISTÓRICO
CION L
2~, --

¿Y 'l uién 110 ad ve1·tirá la gl'a ve usu1·paciún que se hace


sobre su autrwidad subli rne abrogúudose la potestad de
castigai· á nuesu·os agresores"t puede muy bien el cris-
tiano armarse en su peopia deff nsa; puede repeler, y
1

aun prevenir un ata<prn injusto; séame pel'mitúlo deci1·,


que debe h::icerlo cuando los intereses de la patria lo lla-
man al campo dc~l hono1· nuuque sangriento. l\Ias dentro
de una sociedad areeglada, y particularmente cristiana,
¿ha.brá de correr al'rnndo de un puilal para clavarlo en el
corazón que lo haya ofend idn~( <'.) con más disimulo ¡9 habrá
de peocul'ar· lc1 aflicción y i·uina de un rival asestando
todos sus p;1sos t~n me1lio de una suavidad aparente pai·a
procurar su infelieidacl y torrnentos 4? sea enho1·abuena
omiso el magistrado en reparar las injurias particulares;
él debe responder ante el Eterllo del ejercicio de su eu·
cargo. Pero un cristiado de qué podrá quejarse auu
que se suponga en este cuso 4? i/l ué profesor de u na ley de
benignidad y de eoncordia, se ofende de no ver espirar
á sus pies ú su antiguo enemigo entr·e las agonías del
torme11to~t ¿~Es esta la conducta q uc le designa el evangt~ 1io
precisamente para los momentos en quo se consi<.k·1·e
agraviado~(
;)las c¡ué es lo que contestan usos ag,-·ntc-is detestables
de la fiera V1:1nganza"~ lo ve1·gonzoso de su pasi<rn les hace
encub1·ii· sus proyectos~ y 1·eYistiéndose do untt fingida
capa de rectitud y de justici<t, 1·H1jo el cefto de lr's Arísti-
des pero con el coi·üzi'>u de l(>s :N" e1·ones, fH'Om uevn n l üS
proscripciones y destierros; rnús sedientos de sangre que
el lobo se af<:t1Hu1 p01· l1~va11tar cadalsos pm·rt inmolar á
sus hermanos; pueblan los e alabozos de víctimas; y por
todas partes adonde puede e.~tenderse su alientd carni-
cero, se derra.ma la desulación y el infortunio; la fRina
que se tornan es de hombres rectos, perd en real idnd no
son más que los v<~rdugos de la patria. Ah! desg1·acin dig-
!la de se1· lloraua! la discordia pública se ete1·11iz¡.t p"r

usooi
ISTÓRICO
CION L
:30

estos medios, y unns provincias dt:~stinadas como las


nuesti·as para hacer las glorias de sus hij1)S y d <lsilo
del p0r-segnido, se convierten en nn teatr·o de ngitaci1'.111
y sobresalto. No, no es esta la senda que la p1·0Yi-
dencia había abierto á estos pueb1os pa1)a remontaf'St". á 1
.

su dicha; ellos debían extender su mano bienhechora á


todos sus hiJ'os vv aun á los extraugeeos: consütutre .-.;1ud
~

cunctzs fUtis lsrrael et aclcenis debían poe una cnndnda


generosa ser el refugio de la desgracia iwr·seguidn: ui fu-
geret ad eas qlli aninwni neseius per'cus.-.;iset.
Ah~ DesapHeecieron de entre uosotros a<.¡nellns dulcí-
simos instan tes en <1 ue e 1 sn 1o nom h1·1~ de n.uH.:'l'i cn.uus c I'a 1

un a se fi al de re u n i . _) n p a l' a to d ns '. E 11 'l u e d t:~ u 11 (~ >.:. t i • lll o


1:'

al otro de las provincias los hombres se amaban ~iu que


se hubiesen conocido, y en '1 ue los hijos de la naciente
libe1·tad con solo serlo, lleYab<lll por todns part1 s un 1

pasa p01)te de seguridad y beneYolencia. Seüores! iJl uién


nos ha traído ú esta situación <\scandalosa? Podc~rnos •i!:IO· ..

riaenos de <pw untr~~gados ü esa báehara y ominosa dis-


co1·din pe1-tene<;ernos tndaYÍcl ú In sociecla.d .\· it la r-eligión~t.
Esta condena ]as venganzas y el odio; proscribe el or-
gullo, la arnbici1'n1, los celos, Ja c1')leea y la envidia~ e~tos
el ern1)n tos son los <p11~ su 1~ ncuen tran en la consti tuc.ión
de Ja discordia. La religión nos manda la humildad, la
templanza, la abjuración de sí n1ismo, la pl'u<lencia. la
humildad y aun la amistad; y estas virtudes no ex1~ten
<lesde que r·eina la discordia.
La amistad, nombro verdader·amente sagr-ado! nornlwe
respetado rw solo en las relaciones humanas, sino tninbien
en el santuaf'iol ;~Por q tu:~ nos ha dejado una Yana ~:;ombra
de tus suaves favores~? ;?Por qué nos has abandonado''? ¡,A
qué eegión remota has inudado tu imperio, huyendo de
nuestras comarcas desgraciadas t Dije que la religión aun
6

ordenaba la an1istad, y ahora me afirmo en esta pro-


posición piadosa. Poeque aunr1ue Jesucristo no manda

ISTÓRICO
CION L
usooi
- 31 -

directamente ios demás hombrt~s <pie suan rnu?sti·o~ <Hni-


gos, es decir, r111e nns profosm1 esos sentimientos <l1~
afecto y de ternura, por· los cuc1les se i·e~onocu la a111is-
tad, pero nos oede111t á C<ttht uno ,_~n particula1·, 'lue ten-
gamos las cualidadus que nn <lej•u1 de cnnciliaela~ C(ittw
la caridad y la indulw~ncia. Nos r1jcome1HV> la conmi-
seración hacia los 'lue padecen, la prontitud en haC't!l' bien
á todos, y el olvido de l<ts inj1u·ia~. \'un ceistiano ador·-
naclo de estas vi1·t.udu:.; poch·ú clt3ja1· d1~ tene1· arnigos·~ .J1~su
Cristo mismo se daba p!)P t:~j '"~ m plo de una arn i stad pt~l"­
fecta, cuando dijo: que nrtdr"e puede manrfe~tur un rtm,01'
más g1,ande que ru¡ue/ (¡ue rlrt la virla po1' sus anii90::_.:; y du-
rante su mansi<'>n te1·e1;stt·e cont<'> ú muchos 1~n estn clase.
Lázaro y sus hut·1nt..1110:.;; i'ue1·on del 111'1meeo de su~. ami -
gos, y San Juan, ú <¡uien su rnaest1·0 mostr<'J Uiut afec-
ción particulae, su llatn<t ú si mismo el Disci¡rnlu rí r¡uien
Jesús amaba. Acordaos, seüo1·es, que ú sus discípulos lo
llamaba el Salvador- th~~uente1nentu sus ami¿¡os y 'lllú 8\..-
plicando ú sus oyeutt°)S cuúl debfrt stw el precio en 'lll'-:,
estimasen la amistad, les enseüaba <1nu nn repara:--;cn
sacrificio alguno ¡)aea cnnseguit·la. <<H<.lc(::.os arniµ:d~ c11n
L (_ L

las riquezas pei·ece(ltwas de e:-;te rnnndon.


Esta virtud r¡uo en sí es nn hi<~n, junto cun otra~ mu-
chas, hemos periclido con la discordia. ¿Y con <jUÓ ol1jet1),
con qué esperanzas a1·1·ostt·ain1)s tantas desg1·acias? Pu-
dran hallae los que St) .-~nt1·egan ú este furor· algún i11te-
res en dar curso á sus desat·1·uglaclas pasiones ~ Decis
0

que teneis quejas muy gean~s sobre que reputit· ;.· dL~­
rechos que reclamar-. ¿Peeo la, tt·iste dicha <le hc:tlJel' lle-
nado vuestros designios rnisenlb les, podeú compensai· lct
gran pérdida de vuestl'as vir-tw les cristianas "t Si apare-
ciesen en este templo los que murieron hace ci ncuent<:t
años, cuál sería vuestra confusión, oh, cristianos! ele Ye1·-
los llorar el desacierto con que persiguieron sus Jispu-
tas privadas 6? ¿J~ué seeía ahora esa importancia que se

usooi
ISTÓRICO
CION L
dá,_·. ú las quel'ellas que alteran el soplo de la Yidn ~?
>.

Ti·anspor·uws pues á las edades venideras ; no os ho1~ro-


1·icei::, del sepulcro á donde sin duela debeis bajar·, y co-
fr,-ctü1doos en ese lugar en donde solo se conseeYará la
inemoria de vuestras acciones, volYed la Yisto ú los mo-
ti\'ns de\ los rencores <1ue ahora os agitan. Ah ! <JUé pe-
q ue.i10s, qué despeeciables pa1·ecerán ú Yuestrn Yista !
Cnúl no será vuestros des,··ns dP, sel' r·estituídos ú la vida
p<"U«l reparar vucstf'os erroi·es. Qué congoja por no po-
d(·t· n brazar al 'l ue ah01·a. HSta is persiguiendo cruel mr-mte!
¡<Ju<~) "'~egüenza poi· haber teiiidn las nrnnos en la san-
gt·e ele vuestros her·rnanos ! Lo mismo pensar·ú la poste-
1·i(laJ irnpar·cial, lo mismo juzga la rcl igión cristiana., cuyo
A u tnr cli \'Íno os hará cargos muy temibles por no habee
sahi dn moderaros.
Pa1·a no hace e i nturm i nab lf~ mi <liscueso, en dos pala-
ht·ns os mostraré la malignidad de la discordia paea que
huyai~ const<:u1temente de este rnostruo. Ella nace prin-
cipalmente de la envidin. Pero donde reina la enc,iclia //
lrt diseusirjn, diee Sruitiar;o, rtlli se encnentrrt la ,,ida des-
f/J'(feiada // toda suerte rle delitos. San .Juan Crisóstomo
quier~ que un envidioso S<\<t echado de la iglesia, con
l<-lnto hmTor·, como un pecador público. De aquí 11ace la
i n t 1•i g <.l , la pe di el i a y l a cal u m n i a, s <~ g ú n S . C i p ria no.
;. Qu é m ~. s pu e el e a fw d ir· se par a detestar 1;1 di seor di a út
~Iagistr·auo
Supremo de la nación! vuestras obligacio-
nes snn rn uy sevfwas para proporcionar á estos pueblos
l<-t eonc01·<.lia· 'lue han rneneste1· pn,ra ser felicc'S y cris-
tianos. Sabemos y aún hemos tocado los grandes pasos
ndelnntadus hacia tan impnL"t.antc~ objeto; h1-~·mos oido vues·
ti·os discuesos, leido vuestea exortnciones y prest~nciado
1(1s Yotos ardi1.-•11tes coll que á este fin resonaban las sa-
las del palacio. Pneo seií01·, si en medio de estos no-
hles esfueezos, el Yil adulador os quiere eodeae con sus
e<:1ns<-·jos st·ductores~ si algún malvado de~eoso dP- la per-

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ISTÓRICO
CION L
-- 3;3 -

secución y la vc~uganza, se ateeve á levantar ~ hugu&1~


'lue debía e.3tar reclucidct á c<~nizas; si la calum111a y
odio se disfrazan con el teaj 3 <le la justicia para·soi~prsu
1

der vuestros juicios~ ct~rend los oidos á las voces· de ·es


tas sirenas perniciosas, peohibidles Yuestra presé11cia., y
sientan de una maner-a capaz de hacerlos vol ver ú su
deber, que antRs un jefo i·ecto y inagnánimü que pronun-
ció una vez la concordia, no tienen cabida los agentes del
nxterminio Ellos son, sefior, los Yer<lacleros enemigos de
vuestra reoutación v gloria.
a. ti (_...

Los sacenlotcs del Dios de las inisericordias ayudarán


sin duda al gobieilno (~n obra tan lwnéfica. Su ininisterio
es propiarrn~nte Pl dc·. la rnan~edumln·e y caridad, con las
1

cuales está refJiua In cólera de los pa1·ticlos. Ellos apu-


rarán sus esfuerzos para extunde1· la unión entr1~ pueblos
formados para ama1·se y para c-_·star 1igados con los víncu-
los de una frater-nidad evangt'.dica. ¡Qué terrible~ ejemplo
sería el de la desunión brotando desde las ailas del san-
tuario !
¡ Y vosotros, dignos ciudauanos, q uc~ á costa de tantos
sacrificios os h:1Leis elevado al grado de hornb1·es 1íbres!
;,h~sta cuándo continuaeeis h01·rctndo con rne:u10 impeu-
<.lente la obr"t misma que habeis levantado con imponde-
6
rables fatigas ? ¡?hasta cuáwlo d ut·dl·án usos furores san-
guinarios ? si al ¡wincipio dt~ esüt feliz 1levoluci<'m se hu-
6

biesen detestado americanos ú am(wicanos, pueblos a


pueblos, provincias á p1·ovincins, ¡? <¡uién hubi9rc-t sido
capaz de hace e rayar esc-l auror-a de Y i Ja <.le q ne nos 1i-
sonjeamos tanto ? dt-:'sgeaciadaincnte desunidos y má:-;
6

separados entre sí los natueales de 1~ste suelo \con g1'<-tll


dolor· · 10 digo) que del peninsular orgulloso, t-m 1¡ue ven-
drá ú parar el pro3pecto aglladable de una saludabl(:1
r·eforma ? ¡ compateiotas ! sea u-:;te e 1 dí a consagi·ado c't
6

u_na conciliación sincera. La igL}sia, como notabn, un slt-


hio, <~S un lugar destinnrln pat'<l hacer· un pnrt·~ntc:~is a
•\

·'

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ISTÓRICO
CION L
•l 4
- ,_) ~

los (~xtraYios hu1nanos; tenga pues, la fut~i·za de haceros


deponer las disputas privadas, <1ue os hacen perclee el
derecho r1 ue teneis al no1nbre de cristianos.
Ah! conozco que hay uno que otro miserable que de-
be responder ele las desgracias públicas que ha causado.
Pero sería justo el perseguirlo sin haberlo oído en tiem-
po ante los tribunales? no se1~á mejor conceder algo á la
clemencia al menos hasta que conseguida la tranquilidad
interior, se puedan oír con serenidad sus <lescargosG~ Do-
nec siaret ante populwn expoútur'llS causwn stta1n?
Gran Dios! si en 1ugar de escuchar los discursos de
las pasiones, mis compatriotas se penetran de tus pre-
ceptos, entonces llenos de un placer religioso los vere-
mos multiplic<:lrse como una raza de bendición sobre al
i.ierra: y las bellas g1~neraciones q ne nos deberán suce-
der enriquecerán la nación con el tesoro de las virtudes,.
que les pasaremos e·n herencia. Vuestro poder es incon-
mensurable; yo veo que á pesar del choque de las pasiones
exaltadas la hmnanidad ha de ganar en esta difícil con-
tienda: la esperanza renace: ya siento el deseo de levan-
tar la unión, de hacer el bien, y de procurar toda feli-
«~idad 2. nuestros sernejantes. Ya percibo el santo propósit8
Je ser un día el ejr:nnplo de las generaciones futuras.
Ciudadanos: la posteridad que 1ns vá á suceder, nos
juzgará escrupulosai11ente. Ella no participará de las
pasiones que nos atormentan; y más foliz por nuestros
actuales traba.jos perderá la propensión á Ja calumnia,
perdonable acaso en los hombres malvados y viles que
vengan así de la superioridad del mérito y virtud age-·
11a. La calmnnia fué siempre el precursor de todos los
delitos. La hernos visto bajo el antiguo régimen prece-
der á las opresiones del gobierno: la hemos visto bajo el
nuevo sistema preparar las insurrecciones y la _discor-
dia.. Ella es esa arma despreciable y terrible que Jos··

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- .
·3~
;) -

pervesos emplean para t~ngañar al débil, y para animar-


10 al crímen más horrendo.
Debemos, sí, debemos proscribirla en estos días de re-
generación; en estos días de concordia que no el u dirán los
votos puros que el hombre verdaderamente patriota y
cristiano ha formado, ni tainpoco esas muy dulces es-
peranzas, que la juventud ha concebido para todo el cur-
so de su vida. No os olvide is, que estas ciudades están
constituidas para todos los hijos de Israel, lJ refugio de
los extrau9eros . . para que se acoja á ellas el que sin sa-
berlo hubiese ofendido,¡ su prójimo_, y huya de la venganza
hasta que se vindique lLde el pueblo.-AMI~N.

usooi
ISTÓRICO
CION L
ORACIÓN F"ÚN EBliE
QuE DIJO EL DOCTOR DON JUAN IGNACIO DE GORRlTI,
CANÓNIGO DE LA SANTA IGLESIA CATEDRAL DE SALTA
Y TENIENTE VICARIO GENEHAL CA:-:>TRENSE DEL EJÉR-

CITO AUXILIAR, EN LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE

TucuMÁN, EL 11 DE SETIEl\'1BRE DEL A~o DE 181E),


CON MOTIVO DE LAS EXEQUIAS DEL CORONEL GRADUA·
DO DON DIEGO GONZALEZ BALCARCE, CO:\IAN-
DANTE DEL REJIMIENTO DE DRAGONES DEL PERÚ, NA-·
TURAL DE BUENOS AIRES, QUE DESPUÉ:::; DE ~L\S DE
CINCO AÑOS .CONSECUTiVOS DE CA:\'IPA~A AQUEL
, EN

EJÉRCITO, FALLECIÓ EN LOS :~0 DE SU EDAD, EL 22 DE

AGOSTO ANTERIOH.

8.i:e11tJJlttllt •leili ·1;11l1i-':f, nt .... 1:t '-~'J" i"tit fu·


t;l!lf l·':io

<.1:-i di ejemplo, para t1ne me imitei8. S. J.


1~fLIL 1:). V. 1:).

El hijo de Dios, (¡ue vino á salvai· á los hombres, ocu-


pó todos los instantes de su vida sacrosanta en dar-nos
los más interesantes documentos de salud; pei-o como
entre todas las impresiones que recibe nuestra alma poi·
los órganos exteriores, ninguna es tan fnerte, ni tan in-
sinuante como la que entea por la vista, ú f,t docteina

ISTÓRICO
CION L
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- :38 -

aüadía Ja obra; nada exijió de nosotros, ya fuese por vía


de precepto ó de consejo saludable, que no lo enseilase
con el ejemplo, y así al despedirse· de sus discípulos pu-
df) decirles: os dí ejeinplo, paea r¡ue vosotros hagaís lo
mismo-exemplum "_dedi vobis, ut ..... et vos ha fa-
ciatis.
¡?Por qué no me será lícito adoptar esta frase, ahora,
cuando al trazar el cuadro de las virtudes de nuestro hé-
roe, en espíritu desde la mansil>n eterna, donde descan-
sa, parece que dirijiera la palalwa ú sus compaüeeos d1··
armas, diciéndoles: os di fjemplo, yue rlebeis únJtw 3
.'

No penseis, seüores, que voy c'.t formaros el elogio dt~


uno de aquellos gue1)reros, que por la multituú é impor-
tancia de sus victorias y Ja extensión de sus conquistas,
se hizo célebre entre Jos ho1nbees: · este sería tal vez un
Plogio impropio de (~ste lugar, donde nada debe aplaudir-
se, sino lo que ha sido capaz de hacer á los héroes ex-
pectables ante los ojos del Supremo Sé1). Los grandes
conquistadores ordinal'iamenteno son mús 'lue famosos
afortunados ladrones; sus victorias suelen est.ar acom-
pañadas de grandes crímenes y á veces de enormes erro-
res, que si a] débil juicio de los hombres pueden ocu]tar-
se porque los absorbe el resplandor del tri un fo, la razón
eterna Jos condena, y suele suceder, ~1ue el falso h<~Pof~
<f U<-~ lleva los aplausos y es la ex p1~ctación <le los mor-
tales es, al misrno tiempo, el objeto d1~l desprecio y exe-
creación del universal ealificador del,·1nérito.
i.·

Voy á hablaros do un militar desgraciado en lama-


yor parte de sus carnpañas, peen que supo hermanar la
religión del valor, y 'l ue en los mismos contrastes de una
fortuna 01ninosa labr<) su mérito, acrisoló su virtud y S<~
hizo digno modelo para la imitacitm de los militares.
Tal es, seüores, el coronel don Diego Balcarce, cuyas
e\:equias celebra1nos.
~acido de una familia distinguida y honesta, tuvieron

ISTÓRICO
CION L
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- ;_)~) - -

-sus paures el cuidatlo de inst1l11irlo 111"> ~,·)11) 1•11 las ma\.1--


mas de la e e 1i g i ó n , si 111 ·; ta m h i é n en las l e .v t~ ~ del li 1q1' 1·• 1

tal cual nos eea pc1l111iti1lt-1 en110c<~e]n (lll 1•l d~.·ti!orah],, 4·:--;-
·tado de la esclavitud, 1•11 '1 ll'' hemns YÍ\'ido. y :--;1j Jll'l·'~t,'>
.con docilidad ú la \'oluntad di:• su pad1·v. 11111_• J,~ Í11t.li1·1·, ,.¡
-deseo que tenía de ponerlo 1-•11 la C<1ITl'r·a de hh a1·n1¡1 . .
.al servicio de la corona de EspaCu.l.
Aplicado á instniiesn c·n ~.:.u~ del1c•r1 .. s. e\.acto 1•11 1-·l
-cumplimiento de sus oblig<"tcioues, ~'~ hizo ¡,¡,_.11 111·1rnrc 1

.acr~edor á la co11sidctlüci1\n de sus jefes. Si ¡,_,~ s11e1•:--;.,_...;


de la guerra co1·respo11di1~1·<1n lic~liueute ú h1 1·11ll'1·1.•zn y
va1or con q u e se d es e ni pe fl n 11 1ns 111 i 1i t ~u· e , s ' ·11 1n d t:· f 1' l '. ~ a
de Montevideo, asediada poi· l<ls tropns IH·iLú1ic·a:--;, :--:.e l1:l-
'bía coronado de laurele:-:' el jt'>ve11 Balcüi·ec·~ l't··t·o. ú l''·)~nr
de sus esfuerzos, y¡,!> l'endirse In plaza ú 11n<l f11c·1·z11 ¡w1L
ponderan te y ü 1 mi srno fu<~ pt·l~~H. d1.· l "u 11 Ct•d1)1·.
Entone es e m pez ai ·n n ú d 1:~ se u 1' i · it ·se l ns d 1--~ ~ t 1·• 11 r>s d u 1a
grandeza de su alma sup1)1·i01· ú. rodas las YicisittHh:.is. ú tt"I~
dos los trabajos y penu1·ias. L(1S suci·s11s p1·,·,~pe1·11s 1·11-
tonan el copazon hurna110. In alil.'Ittan ú lllH~Ya:...; t~tup1•1:)~a~,
.lo engríen, al paso que l«ts dt":·sµ:r·acin.~ d1•salient;t11 y nhntc·n
-el espíritu. Esto suceJ1_~ gL'llt_:1·1.1lrnP11tti t·n T11da el;t~e r!1J
-ensayos, pero partieu lnrmeut1 e11 lu~ de l;1 ~·t1t~1Ta. Pe t?'
1

esto se nota, que los vc~nced1H'1~s íH·diwu·in11lf'ntr.· ct.">111etc-·11


excesos ú que lo~ <U'l'<tStt'ü 1~d m·gullí), <·, ni •Ü•11ti1ui1._•11t"
que los degrada. Las almas gt·<:tnde~ S•llt lns 1ú1icns 1¡111~
:saben preservarse de nm bo~ e\. t1·ernos.
D Diego Bal ca1·ce ac.t·ed i t1'1 c· 11 e~t.n l n gen,rHl 1.:• d 1:• 1~1 s n -
ya, manifestúnc.lose ~ie1u1we :-:'11pe1·io1· ú, las Yici~it11des cl1-~
la guerra y contenido en PStt·Pchos límite~ dt~ su deh1·1·.
Tan moderado en las YÍctl)r·ias ,_Qanadns <.~n e~rü eiwlüd. 1•;1
~'

la de Salta y en oteas mucha~ acciones p<.n·tículnrc~·s. '!ll•·


él dirijió; como consta11te .'· sostenido t:•11 las d1.·sa~t1'1):-3-¿l~,
que sufrió . En 1a ch~ R ios e(~ o , (~ n Es p a f1 ü , ' • n i ¡ b d <_:l l _),, --
ragua r i, Taeuari, lri/e((jH'f/to .'/ . l !fn/111.1uo.

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ISTÓRICO
CION L
- ._10

Elentdo al rango de unn de lns jüfes c.k estt:. uj<:}reit1).


a propor-c i<')u q w~ Cl'(~ci etlon sus a te 11 cioues, se a1.ll'i ó n ue ·
,-o eampo á la heroicidn.d (}t~ sus Yi1·tud1~s.
Siempre deseoso de aumentüe los co11ocirnientos en el
arre que profesaba, y celoso del mejnr óedc~n en t".'l cui~r­
lJ o (1ne in andaba, r upar tí a su ti e rn po e 11 dos o 1)j t:~ t ns in -
teresa n tí si 1nos. Le eran desconocidas las distraccio1ks.
enn que suelen temph1rse las fatigas del surYicio y que
pne desgracia, sur-1le11 disipar al militar- hasta hacur-1,-. (d-
vidae de sns deberes. Jamás se lu oy<') <¡uejnr·se po1~ ,~¡
S.i3f'Yicio con que Sü recni·gnba; jamús le arr·e<l1·aen11 l<"lS
p1.dig1·os ú, <1ne frecuentemente se k ex.ponía ell campü-
ü':l~ ni se le oyó inurmurat' sobr-e las disposiciolles ch· los
jefes, excepto una exclamación, qui~ en ,.-entuimedia le
;.uTn.nc/• el dolor de vui· expuesto ú per1~c1\r· un hrillank
cuer·po de infanteeía, sin poder SOCOl'f'(~rJo, COll1[H'ctndi1l11
el hrH101· <le las ar1uas Ju la naci<'m, la existP-ucia del
ej1~rcitn y s1.·gur-iJe:ul de lüs proYincias pni· un mal caicu
ladn proyecto.
,~osntrn~ sabei~ ul dullnedn con c¡ue 1!1 Cc)111¿Uldünk
B:1 lcn ece, c~n la <lesg1·acinda acci<m de~ .~· ipe-,S rjJe, cctrg1'.;
s11b1·e Ja caballería enemign,-la ar-r·<>ll<'.) ,:~ irnpn~o i·espetu.
p<ll'<l 'fllU nu se atreviese ú pel'segnit"' la dispersi•')n 1le la
i11f<U1te1·ia. Sois iguahnente testigos Je la C•)n::-:.tancia in-
f<."t tigal_»le el<:~ sus servicios. Desp•ws de 1uHl dm·1·1 . ta .\"el•!
n11a rcti1·ada, «tcasu mús desast1·c)sa '1ue la rni~t1ia d1·1·r·n-
tH, cuasi desnudo y con la salud <¡11elH·anttub, ha s1>~ti~·
nido, poi· muchos meses, la ava11znda y ens1~guida 1~ll1-
p1·ende la rnarchn. hasta aquí, dos jo1·nadns ,·t 1·c_~taµ:uai·1k1
dd (:\]é1·cito, privddo hasta de la pu11t113üa s.atisfct.ceión dr-~
te 1rnn11icn1· con sus cornpüt-1eros los tt·ctbajns d1-~ la cam-
¡•;u'ta~ <1ne al fin si1·ye de~ nlµ,/rn cu11suelo ú lc1s al1t1as dt~­
hil1•.s~ sin qlle ni poi· el jnsto deseo de 1·1.}stahl1-~cu1· s11 :-:;11-
l1td ,·, i·npnr-<:ll' sn desnudez sulicitai·a rul1l\'<í de un S1)-
lo dia.

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ISTÓRICO
CION L
-- ·11 ·-

¿?Pero es esto tnd</~


Nó, seiíores: el co1·unc!l dc"n1 Di1.·g1, B¿·dc;_tt•e¡_· 11, ...;,·i1 ~u--
1 1 1

fre las fatigas del servicio, i¡tLe hace 1:11mo .i··ft!, ...;Í11 ¡tw 11 1

parte con el soldado las mi il1~st.ias y lH'Í \'<.lCÍ«"1111-):...; <.t '¡u,·


vqia sujeto el escua1.lt·1'.m '1 ue lll<lllt.hd>c.t. ;);\tltan l.11_·:--:.ti<1>
para montal'lo ? .f~l deja su cühallo y pw~~Lo ú lc.1 cal11.•z;t
6

rle su columna maL)cha. ú. pié. /~l.Tn t1w1·enti:- copi;)S1), 1t ,,,,


se precipita por una quc~b1)wla, ofrcec.~ i11il rnolest ias al s d- 1

dado en la jornada~t J~l lu1ct~ <.t pit~~, de~C<llz11, pn~n.11d·)


con el agua hasta 1-•I pc~e.ho, c11a11f"¿tS Yt~ees lu 1·xijj,·, ];1
necesidad.
¿,Faltan Yive1·es ú. la trupa··t El si· tH'i\·a ha"''ª d11.~ dia:-:
con se en ti vos de a l i nw n lo , pcH · 11' 1 h n 11: • i· t <.~ n ¡el' · •·· 1 s 11 t i -
ciente para ¡:metirlo c·un todn~ ~ us sol' htdn~.
Así alentaba ·á su escun.clrl:m, y cun 1~1 t.~i1~mpl 1 1 ¡,·h e11-
seliaba cuántos son lo~ saet·ific·io~, 1¡111.· 1~·1 ci11dad:t1111 d1~l 11 '
hacer por la felicidad du s.11 na1·i1'111.
Hablo en fH'8Sl~11cia de t.tll<:t rn1tltirud d1! r1_·~rí.~:' '~ •11.~u ¡,, -·
res de todos estos hechos h1-·1·1·1ic11:-=.:., .'· est:l 1:~~ ¡•n1·:1 1111 1¡~
mayor satisfacció11.
) ES digno de i111itaci1'>111•Sk t1111dt::.dO~ .Ah~ Si t,,._¡,,.:;. e:----
9

Luviéramos animados di.·. 1.·~tü'-', '~~twcinl1111.·1111· J,·,_..: 'l'''' ':·:--;


tán al frente del ó1·du11 .\' l"~ 'l''d ,·isu~n In~ in~í~ni:J~ tt1i ·
litares~t quién i·,~sisti1·i:a al •:~i11puj1· (L· 1111,~Sfi«l~ le~Í1H11·~;
¿(~uiéu nsarín, atac<U· ~'' 1·1.·11urnci1.11i. :...;in s1·1· 1·01if11udid11 ¡••·i·
el voto públic</t
Peiio .... Oh! Yo 1111~ l [1_~1111 d1 · 1·11 hot· y 1·1111 fu:"'Í•.111: '¡ni-
sierc.t sepultaeme ú11tos 'I't·~· ~,_.¡· 111 t1·isr1:~~ 1·x111_·1·1<1.d111· d·-·
1

las calamidades uu i¡ue c~l E~1n.d11 1~s1a 1·_·11Yuf·lr1.1 Ti•:·111.ki


la vista hacia todos 111~ Úllg1Llo~ .\' i:,'J.ll'~~ 1.·~ Is) '¡u·:· \ t-·~,1~
Derrot.aclo d ejéi·cito, 1:>11 1¡11t~ e~t1)il1a ~u S1:·s-111·idad: ki~
pueblos divididos y eivalizad11~ unos c1111tL·<1 or1·11~: lit~'-'""­
padas teñidas en sa11g1·i:' tk l•">s eiudadan11s: vi t•:1Tir1".t1·i,,
de las provincias dt~Yast.ado: ar1· u i nad <t~ hs r~ 11·rn 11: 1> k 1

los particnla1·es; la~ <·i1idad*~:--; Il.·nn~ ,_l,. hu1··¡·f~li1··:-=. \. ,·iuda~

ISTÓRICO
CION L
usooi
- 4~)
·""
-

r·r~dncidns <'L rnendicidacL nnns familias er1·a11t1-~s; otras he-


chas el blanco de Ja i1·n de. Jos enemigos, ú de la veugan-
/:t de un déspota.
;. Y cuúl es la causa de estas desg1·acia~·-~ Ln ambición
d1· unos, que desean constitnirsc\ en un rango de <pu~ son
i.1dignos por sm; vicios: la codicia de nt1·os, que envidian
la ~ueete ch") los honrados y buscan rnedins de 'lar pábu-
11.1 á sus pasiones

En ulla palalwa, los vicios de que nos hemos dejado do-


lLlinae, nuesteas mi1·as p•~1·sonal1 1 s, h1 falta de :-;inceridad
y buena fé. ''f In p1_ cn· de t.nrlo c\s, 'l tH~ todos le) conoce-
1

1110s y á pes<.11· de esto, no liacernns un esfuerzo para


rriunfar du nosot1·os mismos y solwepn1wenns á n1wsti·as
pa:-::.1un es. V od ah i la c~.ausa dt~ to( las 11 nest.r·as desgracias
d 1-:! par·ál isi s fu w~.~tn, 'l ue p::1decen ti) dos los negocios pú-
1ii i cos y 'lll'"" <l pasos agiganta<lns conduce al se·
11 u le rn.
Sin embargo; en ob~equio de la justicia y nn vindica-
{'ií'1n del hon()l' ele estos defonso1·e~ <le lü libeetad ameri-
"a11a~ es preciso cnnfosai·, que si hay en este ejéecito al-
;..:uno snbre qnien pueda I'ücaer· el reproche de los Yicios
i111licad<1:', cuasi en su totaiidn.d si~ compone de hombres
11) só)r) dignos de 11u1~strn gr¿ltitnd, sino de la atlmi1·ación

di-? 1th nacionc~s. ~Iuy lejos de mí el espíritu de adula-


<·'.,·in /1 de lisonjü., yo me remito ú pruebas muy patéti-
c:t:-::., hechos i·ecicnres, muy notoeios.
')bservadlo de eer-ca: si huscais hombres virtuosos,
<H1ui (l)s encontrareis. Venid conmigo, hnmb1·es rnaldi-
cienu~s, lenguas mordacH~ -\'amos á lrnsca1· es(~ ejército
1·n la épnca. de su rnctyoe corrupci,'in, de su mayor· desúr-
d1-·n y en los dias f111H~stns á que se refir1·e11 l1»s excesos
(¡ t 11-· s P 1e a tri bu y ci 11 .
¡.Lo habeis uhservadu ya con detenida reíleccic!mG(
¡.Y <[Ué habeis 1\ncnntra(loGt Hnm hres descalzos, des-
ilUd1):-;, SlTl mas cainn. '¡ 11 e c·_d s1wlo duro, sujetos

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 4;3 --
F-'
~-·,.,

~ .
r::todas las intempéries del clima y á todos los rigo-
~- de las estaciones, forzados á e111prernler penosas
~chas, que pueden seguirse poi- la sangre, con '-l llt~ Sf~
~primen sus picadas; que carecen de sus SU(~)dos, su-
~ á un miserable trozo de carne, y muchos di::ts nún
~-

'~~... .. . ....
~•••••••••••• •••• ·••• • • • • •• •••••••a•·,.••·••

... - . . . . .. . . . .. . . . . . . . . . . . . .
.. . ........... .
!.
'•·. ... . . ... ... . . . . . . . ....

usooi
ISTÓRICO
CION L
ORACIÓN FÚNEBRE
IL BEÑOR DON ANTONIO GoNzA1...Ez BALCAl·tCE, 1m1GADIEH
GENERAL DE LOS EJÉRCITO~ DE LA PATRIA E~ BUENO~
AIRES y CHILE, .JEFE DEL ESTADO MA YOH. GE~ElL\L DEL
PRIMERO, REGIDOR DE LA CIUDAD l>E LA PLATA, LE-
GIONARIO DE LA LEGIÓN. DE ~l~~rUTO DE CHILE, PH.0-
NUNCIADA EN LA SA~TA IGLESIA CATElHtAL DE CóH-
1° DE SETIE~JBHE
DOBA EL VE 1819 POI{ EL P. Ft·L
PANTALEON GAHCÍA DEL ORDEN DE s FRANCISCO

f1L llt<JJ'llllllll p1•0d1tc lw:1'!}J1tU8 1 et (j/l<l-':Jl dfru


1W.'J1:JW:J t'.1wi1Je pluntre . ... et fue l uct11111
..,ec11 ndum meritu¡n eJ11.~ . ... J>1'0J>le1· d1.·-
t1«wl lOIW//l.

Sobre el muerto <l.errnma l:ígrim<.ts, y e..-


mienzn. tí llo:cnr como <1uien padece ttn
grn.n qnebrnnto, y lrnz üuelo :-iegún ~n
nH~rit.o para. evitar ln. cen:::nra.

Ecle. c. :~~. n·. l 1i. lS.

Señor Goqernador-:
'No es mi designio uspar(~ii· ~ubre l<.ts ai·as las t101·es chj
gipto, ni levantar altar ú la gloria t_•fímuila del siglo.
lué son á los ojos de la religit'n1 los (:~mpleos, los puestos
~vados, la fortuna más risueüa, los dictados, las em-
~_esas, los ~ucesosG? ..•. ¿9 Qu<~-·~ un fúsforo, que nos engalia
~~sus brillos fraudulentos: un sofista, que presenta sus
~imeras con apariencia de n~alidades: la sombra de una
1be, que arrebata un viento impetuoso: un "ªP .Hl débi L

ISTÓRICO
CION L
usooi
-- 46 -

que ele.va un soplo, lo sostiene algún tanto, y lo abatt:. al


fin hasta la tierra: ¡?y <1 ué son al fü/t si no un sonido, que
con la YOZ del orador pierde su existencia, .,v se sumerae n
en la noche del olvido.
Si mi voz se deja oir- en las bóYedas de ustt~ templo; si
os convido á echar tristes ojeadas sobre ese aparato me-
lancólico, es sin cuestión por <1ue la iglnsia abre sus
pnertas, y ofrece la cáted1·a de la ve1·dad, para tributar.
!os últimos honoees ú aquellos hombres ilustres, que sin
posponer los deberes do fa l'uf igión, son la pauta, y el mo-
delo de saberse rnerecer- el amor y la tei nura de sus se-
1

mejantes: in niortwn produc lacrlJnias, et quasi dit~a pas-


sus incipe ploNtre. Este aviso, este consejo del sagrado
libro del Eclesiástico, me introduce á pesar Je la tortur~
de mi espíritu y el sentimiento de mi alma, al desierto
sombrío del sepulcro, donde yace: quién, sefiores, su
memoria sola excita 11uestras lágrimas. El respetable
brigadier general D. Antonio González Balcarce, cabeza
y jefe del cuerpo de Argentinos y del Estado Mayor, go-
b~rnador intendente de Buenos Aires. subinspector gene-
ral de la e~pediciim auxiliadora de la libertad al Alto Perú
y sp,gundo en la de los Andes, Director en el Supremo
Gobierno de la Nación .•• á quien la rnuerte diestra en
derribar colosos, dió un golpe improviso el 5 de agosto
del corriente año.
Mw~rte, ¡oh rnuerte inexorable~ lo estrechaste á que
pagase el fatal tributo á que están sujetos todos los mor-
tales: pero, ¿dónde está tu victoria G? ¿?donde iu acicateT
Acabaste con una vi<la, <JUe debió ser inmortal. Balcarce
ya no existe; pero no está á tu alcance borrar su memo~
ria, ni esparcir al aire sus cenizas. Balcarce vive en el
reconocimiento público. La amarga crítica nos asestaría
con justicia sus tiros, si no le ofreciéramos el sacrificio
de nuestras lágrimas y de nuestros votos: Jae luetum
seeundum nieriium ej us . .. .propter detraetionem.

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- I"'
~,t' -
V. S. nos ha. [Hlü~to á eubit~1·t11 1l1.:'. la t',1_·11sm•;1 ¡11·11\"u-
cando a nuestros ojus, ú '1 u·~ detT<Unen lúgi·irnüs si ilH··-· 1a
losa que lo cubr-e, y ú exp1·1·~c-u· 111.tl·:--:.ti·o dcilu1· entn•> 111ii1_·11
padece un grcu1 <1ueb1·auto. Yo ni: soy sin11 el i11r1·1·p1·er:·
<le su duelo. Entr0, rn11\s, ú d1~~ct1 l11·i1· su 1111!ritu: ,lru, ¡,,, ..
tum seeundwn 1neritnm e_j11.':': y 1:·11 l~ts 1'1·i1ueras lí11ea:--:. 111·
su historia se me p1·esenta un liénw ac1·eedm· nl i·ec<Jn(:-
c imi en to d P. la s CH_' i t-~ dad , d '~ I 1t i e n fu é m i 1~ 111 l 1 i ·(1 : J ,~ ! ; l.
1

Patria, de e¡ u i en f 11 é h ij o . ¿, Y e ut n n as í -~ P 01 · ' ¡ 11 ll •:.-> n


i :' 1·'

los deberes <1ue impone la scwiedn.d y ;tc<·tlo1·,·, ),,~ ftu:·-


gos que inspira el n.11101· ú L.t Par1·i<1: inús b1·eve: ¡i111· :11.•·
fu é b u en e i u dad ano , L>t t e u p a t 1· i ' 1ta .

PC ~TO PHI \l E r:1>

Desde luegu: ú [.WSa1· d1~ uuest1·1• luto c1111g1·at1tl1!111<"1111·~


de disfrutar sm envidia de a1p1('lln. bella u1.h1d, <1110 u11
poeta adulador atribuye'> al im1_>1_·1·io d~! Augusto 1.•1t el nt'l-
cimiento de Mar·celo, y yo fijo StL época en d tie111po, 1·11
•¡tte los hombres dejaron dt-~ Jispurnr con ln.s fie1·as }, ,~
i·ecursos de su consel'nlCiún, y se 1n1si(·1·011 a cubiert•_, d1~
sus garras asoeiár1dos0 ú sus selllt~ju11t.1~s. En esta \-,_,_
!untad compuesta de muchas vnlunta,des~ en e.sti:· cue1•¡111
político, que reu11e miemhi·os sanos y enfermos, de ela~·~
baja y elevada, molestos"';/ prude1it1-·s; ¡1p1e ~'-tti~fac~i1'.111.
'tué dulce consuelo para el Jébil tl··ner quien le conq1a-
dezca; para el infel'i')r tene1· quien le mande con s1~mblün­
te risueüo; par·a el molesto q uie11 lt' sufra con paci011cia'.
Tú, amable sociedad, uos tragi~te estas ventajas, y :--:i
puedes j ustarnente quejarte, '1 ue abrigas1~ eu tu seno ci u-
üadanos que frustran tus designios, consuélatf:• al Yer ~u
exacto observador en e 1 brigadier l3alcarce.
Yo me acerco hasta el homb1·e oculto de su coraz1'1n. y
descubro, que no puso en él su pié a<1uel celo t .. spanta-

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ISTÓRICO
CION L
.- 4~

<lizo, que vomita anun·gui-a co11t1la el débil~ que st~eurnbe


bajo el peso de su e11fe1·mednd. Las cnídns, los Jesbn-
rrns de sus semejantes le arrebatan los ojos casi sin ad-
,·er·til'lo al pié c1ue sustenta su estatua, y á golpe de vista
aclYiert.e, que pisa solwe g1'eda, "Jr que una piudi·a ¡>t~quefia
pueda i·educirla á polvo. Su espíritu penet1lador, refte-
xiYo, le acuerda la doct1·ina del rt¡H>~tol, <[th~ oyó t.antas
veces en boca 'le sus recowen<l<dJlPs pndt·es, cuando
nmoldandn su coraz('>n semhrab<ut la semilla du la corn-
pHSI<>n. Antonin, le decían, la frwtuna 11a fijado sumo-
rada en tu casa: deseie11dt~s du 11na rnat1·011a honrada,
v i 1 t u os a , a m a bl e , y d e f m n i 1i a 11 n J d 1.~ : e o rn a n dn ~ n j efe
l <

h1s milicias, y fennteras: Bueuos Ai1·es oye con re~peto


1ni yoz: mis servicios Ya11 nHtrcados co11 la importancia
~· cnncepto púb1ico; pern no te btn·les d1.~ la desgraciaage·
na, 11 i ch~sctJieas jarnús la ignorn in ia de tus eonci udada-
n os : 11 01 ·a su s d tde et os, r «·:' rn é d i a 1os en 11 i n el u s tr· i a, y ú ne-
l o~ al careo de lll <l icha. S1)is hom b1~(~ corno los demás:
tu eai·1H.' c·. stá rodeada de~ fueg<>
1
.._, ab1·c.lsador: tu entendi-
mientd cubi1. rto du un c. spesn lt~garno~ i·espiras un aire
1 1

Ye11e11oso, y un soplo tentador p'lede ::n·eoja1ltc~ al precipi-


ci(), y necesitnr·ús entonces quien te ,1,~ la mano: consi-
derons te imps11m., ne et tu tenteris.
Lt~·ceión tan pl'opia de los padres de familia sella el
ti1 . r110 coeazún de este jóve11 con el cu f10 de la h 11111anidad
y IP hacl\ aquellas entraf1as de mis(~ricordia, <1ue pide San
Pablo al ciuclndano, para que sea 1'ttil á Ja sociedad.
Antonio, 1~l d<'>cil Antonio, 'lll•' llor-nmos, JH'8Senta al pú-
blico la i1nágen Yiva de D. F1lctncisco Gonzá)ez Balcarce,
y <le' dniia V ictm·ia Martínez, y Amor1-•s, sus padres.
La edad robustece los sentimientos de su gr-ande alma\
y sin degener~u· de sus pr1me1las ideas condena su lengua
hnjo u11ü puerta de circunstancin~ y Je pone un centinela
Yigilante, 'IUP pide con illstancia y consigtw del cielo.
En ht~ t e rt u l i a s, en q w ·' da ha n 1p;1ü1 de sen ll so ú su es pí-

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ISTÓRICO
CION L
ritu siem¡we aLH·u mado du neg• 1e i11s, ;. St · le t"1y1'1 :ilguun
vez cuusor dP sus hertl1llltl)S ~ i~F w:. su bc)Cü aq ttel :-;1.·¡iul-
cro abierto, que t•sparc1:.' la ¡•nd re· y Ja i11fec('i1'1n -~ ¡.A1'1;l-
dió dol1)r al dolo1· del inf1-~liz dcsyíado 1le sus dc•l1e1·e~ ·:
¡, Pronuució invectivas, ú 'lllt~j<lS mnai·gas sol.11·e lo~ e111·-
111 igo s, 'l ue :::rn uJ>l <11' o n s u hu 11 u i · y 1o p11 si e i ·o u e • 11 l. 1s m ú :---
críticas circunstancias? Su si lene i11 siemprcj fné r·e:--;p~.1-
túoso y aún instado podía11 conta1·se sus ¡inlalJI'<ls,: c•st..1~
llevando cousi~o la i·c~ctit1uJ '·Y la verdad. 1Vlnw.l1.1 ú s11
(._

pluma, que detestnse la maledicc·ncia de <Uill«:'llos. •¡ue si:


glorian en espa1·ci1· las debilidadc:>s de otros -y 1111e ll•'
contentos con publil'at·lcts en s11 país, l1_:1s ¡11·e~ta11 nlas
para que VLU-'lt·rn ú las regi0111:~s de· (~et. á los ¡1w·blos de·
los Filitseos, llevando consig', 111ús de una Yez ,~J d1_•scr,··-
dito de la Amc~rica. Corresp<111sal<~s: Jos '1ue Jl~Y:l~fl'is 1.·I
peso d~ su escritol'io, sab1_}is 'llll-' digc1 In Yt->rdad.
Si alguna yez se acel'ca al culpado: ¡ah! su <'<111Jueh)1'
es el espíritu de lenidad, con el iui~mo le avisn, le_• in~­
truye, le S<?Stiene siguiend() e 1 clictúmell d<:'l Aposto! : '"'
pr(J!oecupatus fuerit homfJ in u!ÍfjU() dclidu ... l1uju."r:e1Ju)(l1
instruite in s1úritu len ita t is. El d 1~ l.1i1 hu se a ú Ha le <:ll'C e·
~
v su b1·azo lo sost.ie11e: llora con 1:•1, v sus lú!!.1·i11ws so1i
V ~·

el bá 1s amo qu e e u i ·a la 111 ,1•i d a . th~ j 1~· rn os 1o re e u:~ r; 1<_ l 11 ~c.¡ -


bre el pecho Lhd afiigidl): el i11ft:~riol', el ¡1ueblí1, 1¡t11• nlw-
dece, le }Wivni·ú de este c11nsu1~.lo, ¡1111· 11ue l''-'~peta e-_•11 ,·.¡
il<fUellos dones que ga1rnn la q;l111itad .'· ltac·en dulc·e l:l
su rn isi1'i1 i.
Yo Yuelvo á interua.1·1111.1 liasl.<.t lo i·esen«ul11 de ~lt !..!:<thi-
'··
nete para tornar d1~sde allí l!)s c1,Jo1·es~ cn11 q111_· l1e 1.k
pintar su trato amal.il1 coll l1>S 'lll<.' tien1·11 la diclia, s1.~nm1·
1

permitido hablar así, 'k~ sn111t~te·1·~c· ú s11s c'11·d0111~·s. Fi.l·-


rnilia, familia de Balean~e~ ;J11l~ a]g1rnn. Y('Z pnnl ,·usc"1tl'• 1~
l eón '1 u e a fil a 1as u iüt s pa nt el 1.' ~ p e d n z n 1• !n h 11 rn i 1d ,. · I' 1" ,~ l ·.·
<

¡Os ar1·epentisteis alg111rn n .·z dH ~e:r· sus (:l'indc is '" d· ,_


mést.icOS ? Amable 1•spnsa: c¡ue U· i1111ne.l<b l.'011 1•1 ,J,iJcit' 1k
6

,
-t,

usooi
ISTÓRICO
CION L
50 -

la ma<lre, 'l ue l l01·a el primogen1 to, ¡?Yiste alguna vez su


semblante cei1udo, desabrido, agrio·-~ La dulzura, la afa-
bilidau del primee <lía de sus bo(las no mlldó de aspect0
hasta In última bo<¡ ueada. Pero, i/l uó mucho~? Si aún
cou respecto á sus criados su tr-ato los hacía felices; Y
podemos decir con razón lo que ele la casa del sábio Sa-
lo1nó11 : beati, qui habitard in domo tua .' Parecía com·
parie1·0 de sus sit·vieutes, y no sefior.
Poseyó cou perfección la amabln afabilidad, la afabili-
dad, esa noble Yirtud que arrastra los corazones. Entra
en los negocios públicos~ la fortuna le alhaga, su mé-
rito le eleva: i~Y se olvidó ni por un momento, que un dé-
bito de honestidad natural le impone la ley de la dulzura
para con los inferiores-~ No fue preciso acordarle como
á Roboan, que ocultase su honol' negro, y que tratase con
rostrn sereno y palabras atraedoras ú los que imploraban
~u clemencia. De aquí es que como despi<le un génio
rústico, áspero, entonado, atrae su génio dulce, su trato
insinuador. Diez tribus abandonan al duro Roboan y
otras tantas buscan con inquietud al brigadier Balcarce
para militar baju su mando. Es todo para todus: consue]a
á la vi u da, a n i m a al j ó ven , re e o rn p t:~ n sa al valiente ....
ta1nbién castiga al culpado. ;.J)er·o cómo't Su_s golpes
son dulces: llor<t sobre el reo: su corazón siente lo agrio
de la vara, y 81 delincuente, par8ce que se ofrece gustoso
á satisface1) la deuda. Casi n1e atrevo á decir de él lo
que se dijo del primero de los césares: fue hwnano hasta
el extrenio de tener que arrepentirse de haberlo sido.
Los que tenAis imperio sobre los demás, o\d á un pro-
feta, que os dice: no hagais los jrutos de la justicia amar-
gos conw el aje1~jo, ni perdais el merito de su equidad por
ww austeridad melancólica. Levantad lain ano, cuando
lo pide el bien de ia sociedad : el gobierno sea doméstico,
sea público, si es dernasiaclo suave, es tan funesto por
rd <lesórden y la anarq nía, como el demasiado duro. Sois

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ISTÓRICO
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- ~>l

. . imágenes de Dios, amoldaos a su coeazón. Dejad que la


·· justicia y la misericordia se <l1.m rnutuos ósculos, y en
.·caso de romperse el o<uiilibrio inclinaos como ,~1 lwiga-
dier Balcarce al seno de la humanidad: puede ser d1:--
fecto, pero es el más digno <le perdón á los ojos de Dios:
, su clemencia parece <1uo se aventaja ú l<:t justicia. Nue3-
tro difunto ha siclo modelo <l•3 los <t ue rnanchu1: siu relajat'
la justicia, la hizo dulce y tratable. ¡9 Y lo hitbieL·a con-
seguido, si no se hubiese vestido de p<:teie11cia paea sut'ri1·
los importunos~
Esta virtud es el it~is de la paz e11 las ciudades y el
sosten y ornamento de hs hombr1·.~s gt·audes. E11 los dis-
tintos destinos de la carrera del beigadi~r Balcarce se v¡,·,
en la pre e is ió n de un i t • di v u rso s g<~ ni o 3, di s ti n tos h ll m o-
res: aquél duro, éste propenso á inflainarse : éste igno-
rante, aquél incapaz de convencimiento: úste rnelinuroso,
aquél audaz y presumido; y casi todos irnprudentes y
jueces de sus causas. Los hombres son como las aguas,
que toman los colores du las flores por don<le pasan, y
uno casi no es semejante á otro. Bnlcarce, te es necesa-
ria la paciencia; la razón lo dicta, la sociuuad lo exige, el
Apostol la prescribe: patieatirt neeesslwia est. Se arroja
á su seno, y p,n circu113ta.ncia':i capaci~s de exn.sp1.~rai· ú un
corazón de metal, ofrece una serenidad extraordinaria,
un temple igual, y comí) o 1 corazón de Ezerp1 iel atct, com -
·bina, une los cuatro auimak~s que le hacían girar, siu
alteración, y presentando en sus pttlab1·as la imagen del
sufrimiento.
Elevado á la intendencia de Buenos Ail·os, ¡cuanto~
asuntos! ¡qué expedientes! ¡ <.p1é resoluciones! ¡cuantos
negocios no le asaltan de teopel ! ¿9 Y profirió alguna pa-
6
labra, que pudiese contristar el corazúu más delicado (

&Alteraron alguna vez la serenitlad de su sembrantu mil


circunstancias espinosas? Ya lo ad vierto s.ubinspector
general, y también advierto á una madr·~ anegada en lá-

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ISTÓRICO
CION L
-- 52

grimas, que arr·a.ncan la sinrazón, y '1 ue pi de~ paea su


hijo le:i baja del se1·vicio: las palabras de Balca1·cu estáu
llenas de morlestia, pero dul celo de un Apostol para ha·
cerla vei· que la Patria necesita soldados. Su paciencia
es el paño de lág1·irnas de esta mujer, que vuelvf~ á su cho
za convencida. La instrucci(>u en la teoría militae i/1ué
fatiga no trae al jefe G( El sufrimiento saca á Balcarce dt~
la du lee sociedad de su familia para sei- el rnaestro del
cuerpo de argentinos, que organizó y disciplinó en muy
poco tiempo. Qué fatigas no sufrió c\n los ásperos y du-
r·os senderos de] Alto Per1'1 ) los Andes! Balcarce siempre
7

es el mismo, y la sef't~nidad de ánimo es precm·sm·a ele


sus empresas. Qué no tuvo <1ue sufrir ..... .
Pero acerq uérnonos al trono de la nacilm. La .Junta de
Observación le non1bra director interino del Esta,lo por
renuncia del coronel may01· don Ignacio Al varez. ¡Que
teson c_~n el despacho! ¡Que audiencia tan uniYersal! Dr.
la antesala, arca que abraza todo gérw.1~0 du puces, y no
sé si diga Babilonia, donde cada uno busca su interés,
i~~alió alguno sin cont.c·staciún ? ¡J~os que tuvieron necesi-
1

da'-l de socorros, ¡~hallaron jamás entre si, y el Supremo


Director alguna l1arrera impenetrahle~t ¡?Neµ/> ú alguno la
libertad de decirle lo necesario, y aún el consuelo de
aiiadiP lo suporftuovt Hablaba cnn cada uno de su negocio,
como si no tuviese otro á que atender según la paciencia
con <¡ ue oyó á todos sin mostrar <lisgust.o á ninguno.
Ved aquí lo más grand<-~, y lo que vió Buenos Aires
por primera vez: para no distraerse on los ineses de su
dieectorio con la vista de sus hijos y esposa, no permi-
1e que se acerquen á la fortaleza, y á fin de que los in-
fnlices se le alleguen sin temblar á los b1·illos, que des-
pide la suprernacia, acabarlo ul despacho se reti_ra á su
casa, donde corne, donde duerme: dirélo mejor, donde
nun donde come oye al infeliz, y cuando duerme sueña
con <H. Socierlad: yo te doy el parabien de habcw ab1·i-

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ISTÓRICO
CION L
~ ~s
~-. - ;), -
('·
~:: ·..
fgado en tu seno miembro tan distinguido: pe.ro pues es
~¡nsto, tarnbien te invito á llorar por haberle perdido: pro·
~due laerymas. U njd vuestro luto al de lá Patria, que
~:~llora igualmente la pérdida de un hijo que acaloró lo~
~i)fuegos, que inspira su amor. El rne1nor-able Balcarce
;~·'..fué ·buen patriota.

SEGUNDO PL~N'rO

Todo ciudadano debe ser uu btu-~11 patriota: ¡rySe duda


. que esta madre común tierw <-~l su pt·emo derecho á los
· homenages de sus tiernos hijos';t Es de~ desearse que
!lenen todos este deber; pero ¡ah, un e uúntos el uenne este
· séntimiento innato, que paree<~ g1·abacln en la sub~tancia
~. del alma. por la mano que nos <li<J el séi·! O á lo menos,
. 1cuantos lo degradan con sus pt·opios ceimenes y se bus-
-~.··ean á sí mismos dei·ramando un el seno de la Patria el
~~dolor, la bajeza, y la ignominia! En <~l <llnericano Bal-
~>carce ni por un momento so bo1·rat·on ,,, desfiguraron las
;:i.mpresiones de un objeto tan noble, y de tanto inter·és.
;:_Buenos Aires, ese taller de hombrus gr-andes, la embe-
::)esadora ciudad de Buenos Aires puede gl01·iarse de q Ul'
~~:nació en su seno este héroe 'l ue puso ú la América á cu-
tbierto de la censura; que la si1·vi<'> sin irlt(~rés y la llm1ó
:'.·~;.de gloria.
r.:. Rebájese lo que se quiera el CcU·áctur de ios <Unerica-
;:,.·'flOS, pero que sea lojos de la piedra 'lue cubre el
'"helado cadáver d8 Balcarcu. Es de temer·, q LW eeanimc
:~·~.us cenizas, y en voz, que infunda pavoi·, diga ú nuestros
:,.~ivales lo que la alma ele Samuel al rey Saul: ¿por <1ue
:::.·i~quietas mi descansoG? ¿9 Por- '1 ué degradas mi naciónG?
~:palla, calla, lengua mentirosa. ¿?Y no tendría razón"? Dí-
:::gase, que la indolencia es la pasión dominante <.h~l awe-
~·r.icano: contestará Balcal'ce, '1 ue apenas fué homlwe, y
;.ya fué un militar activo.; y en efecto si1·viú á las arma~

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ISTÓRICO
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desde la plaza de cadete en el bien muntado ctwrpn th~


Blandengues, de quien fue su padee e] primer jef<~, ~- á
<.]uién se debe la subordinación, el {•rden y disciplina,
'jlll·' supo distinguirlo
Dígase, que las luces, los talentos, son cxt.r-ange1·os en
.América: Baleare<~ hará palpae, que sus conncimientos
1nilita1·cs no eran comunes; que la ordenanza y su glnria
fuer-nn su entreteniiniento; rp1e sus discursos convencían
y obligaban. DP hecho: se le consultaba con:1n á oráculo,
~· aun los que se ernpefínban en eclipsar sus t.alentos lu-
rninosos, I"espeta.han sus cnnsejos; y r·emitian ú. los qtw
mendigaban á escuchar su decisión, como ú Sirnón el
1
hilo del gran l\1acabeo A":, hnon Dtr' eoneilii est: ipsum
roulite.
Dígase, ' l uc~ e 1 a nH~ r í can o ja m ~ s pos e e r ú la e i en e i a rl e
negncios públi~os: la primera ocupación d1) su juventud
fu<~ <jl despaeho dí~ la comandancia general de las fronte-
1·as, donde con la~ i ~1str·ucciones de su padre y e 1 <:'studio
mosn·ú la au1·ora de un peesonaje de impn1·tancia. Djg<l,-
se, '1ue el ameeicü110 no nació pa.rn, la guo1Ta: Espafia,
Espnila~ arroja ele tu sc~no á los hombres ccwri 11 es <1 ue
piensan así. Balcai·ce maneja el fusil y la espada en
diYer·sas caiupafías de la Península: pelea cnn valor poe
la gloria de F'ernando, "j ocupa lugar distinguido entre
7

los militares r1ue hollaron la altivez de ~apoleón. Los


f~spafíoles se miran unos á otros, y se dicen en tono i·e-
servado: no hay eluda, '1 ue de ~ az<lret sah~n profetas, y
(le la a1nérica genios de primer órden. La rnadre co-
1n ú n hubiera recobrado en España su honor (·n1vilecido á
la sombra de nuestro difunto, si su co1·az1'm no presagiara
'lw~ le llama á su seno. Vuelve á él para derramar sobre
su~ heridas el bálsamo que ha Je curarlas, y completa1·
su apología práctica contra las lenguas amargas <¡ne Ja
<l esacred i tan.
;,De qué se trata en esta época(t D<:~ romper lns ]azos c1ue

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nos ataban al CaJ'f'(J ck· E~l'ai'ia,de 1·1:>ctq1t~1·nr I¿\ lil.H~t·ta<i
y el rango de llUl~~ti·o~ uwyo1·c·s. El l11·iµ«1di1·1· 1;1.tk·¿1r1·1:'
pisa las arenRs del ~ohe1·l1i1) .Arg1·11tinq, :: 1·11 ,.¡ 111í~1111·
añoJ á pocos meses J, .. su rc•gr·es11_;. ~1· d1 . ja "i1· In Y« z ¡.i1.1Lli- 1

ca en 1as p la z<l s d e lü («.:q j t al: JI Uf(' I .( ( () I (Ie8 j Jo t i ~ In r ) : 1! I)


1 1 .,. -

tad, libertad. ¡Que voz t <"lll al lln gü i:.· fJ a pal'<l (~~te 1, 11e n lt ij l i

de la América~ Se dvcid1:- con lns ¡11·i111'.:>l'O:-S pn11·i11hts, .'·


si no fu é el in- i rn c.l ro 1.• n l '~ Y n n tal' td g 1· i t o . ú 11 1 m 1· 111) ~ fu 1•

el p r i me r gen e i ·a l e n e l d e~ t i no d e a u ~ i 1i <"ll' 1n !i l 11 :. i · t ~' 1l •·· 11


lointerioe dulas }H'OYÍ11ci<lS, y el p1·im1.·1•111l'l•_. 1-~11~·~an.~1· 1 •11-
tó su espada y humill1'1 In 1•en·iz de 11·1~ 1¡1t1-.· t1·~u¿tl1n11 11:-
frustrar su designio.
Leves
v
in vi o1a b I1! s d '~ la u i ·a l u l.' i «• ~ '"c,s n tr 1:--:. m' · (•1 11T 1~
¡_ 1 •

<.·l velo al inter,'. s RctÍYd, <J 1te torn1.t Balc(ll't."·e 1:·n r·11111p1~1·
1

las cadenas que Yiltw~nte a1T~bt1·úhni110~. y r1:•stit11i1· c.·, L~


Patria el d ía de su a l e gr i< t . l: i " 1· i 1gr <-lf l (.l n 11 1s l 1il s t n d 1 • ~ -
cubrir todo el fondo d1~ su pntrintis11111 ¡11it· In ho111·¿1 d1:· :-:-11
nación, 11t.mca mús dt~snei·editadn, 'Jlle c·1rn11d11 :':v·1HJ 1• (_:.\

peso '1 ue la O}>l'Í we.


¿9Qu e se <l i eu <le 1n A. 11H~ i · i e a , ·n l u~ p er· í 1 11. l 1 1s d '-=' s u i' 1:) -
\'Olución ! ¡JJu1~ se fillg"•:' pn1·;.-1 hae1·1· 11di11sn. ~11 ju~tiei:1:'
6

Pocas ve e es su ha p 1·e~ e 11 te l do 1a e a l u 1t t 11 i a ' ·, 11 1 «• ~ 1'(• v r•~ 1

más negro. Se dic.:c·, y se dice ú la raz del 111ti'"~~1·~0. ·¡;tt·_·


nuestr·a revoluciún es lHll'tc·· dPI lih1··1·1inaµ:1::', d1· ¡,. i11c1·e-
dulidad, de la i1Tcdigi1'1n. d1..:' la rnnd1:·1•11¡l lil'J~nlin., '!'''' ;t
manera de cánce1· ha eon1agia1.fr, tPu-~stt·o ~11(·.lu. lJul· i•t'i•·
e 1amamos u n a l i her tn d ' ¡ t H • d' ·~: tT u y t~ <d n. lt a i • .\" e. l lL·un o .
y que no da al Cesar lo r¡ue ('."' r/,./ f)e:-;u1>, ni(¡ J_)i,Js lo 1¡11 1·

es de Dios. Di1>s t.1:·1Til.de 1_•11 tus ju~ticias. ~i hay ( 1n1··-· 1

nosotros esta casta <],. impí1.1s. 1le:--:.pille de la nuhe. 1pt·~


forma tu trono, cc 1Hellas, i·ayos. aw•L1jmn~. n1l1t··1·t1.:> y upl'(•-
1

hio eterno : 'les t r ú .'°e~¡ ,., s : ll' 1 su n li ij ns de 1n A 1111 ·• 1· i e a e 1•í :- :. -


tiana, católica en el du:1, com1-,i ah111·lt tl't:•scic~nt(l" nf11•s ,.,,
'lue comenzó á serl11, '" si nlµ:111111 Y11n1ita ú ::.:11111111'¿\ <L·

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- ,....() ----
;::>

tejado este Yeneno, trabaja en Yano: la fé ele la América


no vacilará.
Hable por todos el briga<lier Balcarce destinado poe
la Providencia para reparar el honor de su patria. No se
18 ha visto abrir alguno de aquellos libros, en que trage-
ron la 1nuerte Volt.aire, Rousseau, Bayle, el Marques de
Argens, Espinosa, y otros cínicos de este jaez. Solo ma-
neja libros de su facultad que ilustra el espíritu, y se
nutre con lectur-as devotas que ungt~n el corazón. Ja-
1nás se le ha oído decir que el hombre libre pul~de aban-
1

donarse á Ja impetuosidad de sus deseos, ni que 110 e:,tá


sujeto á la ley, ni hay trabas, que no contengan la impu-
nidad del albedrío. Doctrinas escandalosas, que ponen
f-m tortura su alma, y á las que se opone como muro de
bronce_; ya inspirando la subordinación á sus hijos y do-
mésticos, ya las tropas da su 1nando; ya haciendo palpar
las consecuencias funestas de esa libertad, azote de la
razón humana y (kstrucci<'>n del estado social; ya dando
lecciones }Jrácticas con sn ejemplo. Balcarce fué infati-
gable
•.· en sostener' Ja libeeta<l civil sin olvidar los deberes
que impone la eeligión )' la razón: sóbrio, enemigo del de-
leite, hombr<~ de bien hasta adquirirse en el concepto pú-
blico el dictado ele hon1bre honrctdo: devoto, venerador
del sacerdocio, hijo fiel de la Iglesia. Su alma natural-
1nentn cristiana, por usar del lenguaje de Tertnl iano, se
hmnill<') 011 presencia del Eterno, imploró sn protección,
se acogió á su 1nisericordia. ¡Qué hombre tan recomen-
dable! La América abunda de hijus, qne la honran, y si
no los tuviera, bastaría el brigadier Balcarce para ser la
gloria y la alegría de su inadre. Emulos de América!
penetrad, si podeis, la grandeza de alma de este héroe,
que entra en el empeiio de sostener Ja patria con un celo
'lw:i corre al par de su desinterés.
Será de respetar el 'lictá1nen de un genio calcaludor,
íflle sólo descubre el espü·itu público en aquellos á quie-

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nes honra la patria, y presta subsistencia, y si falta este


estimulo, sus derechos se condenan á una apatíü ver-
gonzosa~ Sea lo que fuere; no abramos nuevas her·idas
á la patria: la pérdida del brigadier Balcarce le ha intro-
ducido la espada hasta la guarnición: espirará sin duela si
ha tenido la desgracia <le engendrar hijos que meditan
su ruina: sí sic mihi futuruni erat, quid necesse fuit con-
eipere. Huyan al desierto estos genios mezquinos, si los
hay, que quieran alimentarse bajo la son1bra dl~ su vid
con la miel que forma la laboriosa abeja.
Nuestro difunto no perdonó fatiga: sufrió el peso del
día y del calor; atrevesó montaí1as nevadas; escaló la-
deras peligrosas por llevar adelante la causa que había
jurado, y cuando goza algún tiernpo de quietud en el seno
de su amable familia, no obstante que se ocupa en oede-
nar cuerpos, en instruir en el manejo de las armas, en
.••. se resiente su alma, si Yé á otros en trabajo más
duro, y se dice á sí mis1no lo que los varones de Efrain á
Gedeón: bqué designios habrán tenido para no llamarme
cuando van á combatir contra el ~Iaclian de la Amé-
rica 6?
Ambición, ambición de mandar, dirá alguno ch~ aq u e-
llos que espian los nuis oc u 1tos movimientos, á cpu~ pue-
den darles una interpretación ag1·ia. Amor, a1nor desin-
teresado á la patria, digo yo. La pasión baja del interés
personal jamás le dominó. No aspiró á engrosar con los
despojos de los enemigos de la patria. Pene tea todo el
Alto Perú, donde corren arroyos de plata y oro, ¿y inan-
chó sus manos con esta materia grosera, <1 ue fi 1trada en
la tierra, y endurecida por el concurso de los elementos
6
presenta un falso br-illo 1 Ojos atildadores, registrad sus
arcas, y las encontrareis vacías: el militar vive contento
con su prest; y 1nucho inás el <1 ne ja~ás importunó por
él al Estado, aún en urgencias precisas.
El reino de Chile que nunca <1uedú corto en circuns-

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c:s
;) --

tancias de honor, se da por reconocido á sus serv1c10s:


admira su doble e1npef10 en hacerlo feliz cuando tomi'> el
mando en jefo por ausencia del general San :Maetín, y le
asigna cinco mil pesos de honoraeios _El corazón luchn
con el corazón. El corazún tentador le dice: tus ailos
Yan en declive, ne podrás adqu ir· ir para sostener- tu ran-
go con el azadón y el arado, .forlere non raleo: mendiga1 1

te será vergunzoso, nierulieaPe erusbeco, r·1~ci be el dona ti·


YO: pef'o el corazón desintereS<ldo agr~Hlece la oferta, y
no Ja admite, no obstaute <pw sus hab1~1 res están al nivel
de las necesidades de un hombr·e honrado
¿9 Electrizará su celo el dl.~seo secreto de ser llamado á
los primeros destinosG? .Jamás ~e le vió aspit·ai· á los em-
pleos y siempre fué buscado pant los gcandes puestos.
Tiempos críticos, que habeis carcomido los feutos prucio-
sus di:_• nuestra libertad eu su infancia, revoluciones que
~<~-mejantes á los temblores d1~ tierra habeis hecho sentir
ht repercusión en los países re .notos, hasta los tronos dt~
1

la J-1:uropa, y habeis hecho, '-lue vacilen en decidirse á fa-


Yor· de la causa más justa, revoluciones, que arrojais la
semilla de] odio, de la setlicilm, que fructifica para la ruina
de los Estados más bien constituidos, revoluciones ... !
ay! quién pudiera bajar hasta el infierno para pintar esta
manía antipatriótica con los feos colores <lH sus tt·istes
YÍctimas y del dernonio, <1 ue es su autor! Dispensadme
los transportes de n1i celo; mi indignación cont1·a esos
génios revoltosos electriza y auxilia mi imaginación; in-
rlignatio mea ipsa auxiliata est rnilzi. Seamos librt~s, y go-
bierne, y sea honrado, y ocupe el primer lugar ele la na-
ción un feliz etíope, que nació dueño de sí y la desgra-
e.ia le hizo esclavo. Perdonadm8 igualmente esta digre-
siérn, que no es fuera del caso, tomemos el hilo de la
historia de nuestros héroe.
Eu estos tiempos peligrosos no se le vió entrar en in-
trigas, maniobras, ni conspiraciones contra el gobierno,

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Mande quien man d 1 si '-~lll pre s n mi so. ~ i ei u pr1. s 1il11wd i ··
1
,
1

nado, la ley es sn guía, y lü qne le inti11u.-1 l11s 1h·he1·e:--;


que llena co m ple ta rn en te ; s u e 1n ¡,e fí o e n ~e r ú t i 1 ;·l 1; t p; l -
tria, y no aspir·as á inte1·eses pe1·sonnles. ¡.P(·r11 e"'tuYn
á cubierto de las consecuencias fatales de lns 1·1-l\"cil uci1.1-
nesG? Balcarce fué su víctinrn, )' 110 es d1! adrnii·fü·, el mé-
rito causa las envidias y las eiYalidad1~s; el p1·iu11 1· favu1· 1

las hace brotar, y la soml.u·a 'le u11a displic2nei<1 In~ san-


tifica con el especiosu ¡.i1.-etextu del l1ien 'lel Esta1lt-1.
La Junta d( OLser-Yaci1'1n le nombr·a dí1·ect11r inte1·in1J
1

del Estado. En ton ces ~H 1evnnta la t«-:'lll p1~stad rnú.:..:.


peligrosa rprn quizá li a arn e 1wzaclo 1a t' xi~ t t:.' 1u:· i <l de la
patria. Por todas par-tos ~':' er"1c.i1!.llde 1.·l fnego di"· Ja
a.rnarquia, el país en e~tad1) de disolu(:.i1'111, sin centro d1·
gobierno, el Congr-esn 1·1-~ci 1 ··11 instalado sin ¡11)dee fí~ie1;,
ras facciones poseídas d.1.· ani11w~idacl. y \"t•d n<¡uí al
directoe Balcarce invüdid!) poi· lo::; rnismns, <JU«~ 1(1 lla-
maron al gobiel'no, ealu11rniac.lo después. E11 fJCasióu ta11
critica Bn.lcarce mfu11i1~ne :-:;11 ,·~;1ti:~1·1-•z,1, s·1 S1·~1·,~ní1.Lld. su
firmeza, y no si~¡, .. riot¿l C«)Sü i11dign:1 d1· 1111 lt11tnb1)e di . .
principios. Si se snsc·itn pn1· mi la te111pestad, ~u·1·i"1j;Hlm1='
al mae; col'ra riesgo rni vida, cumpr·1H11<°•tn~1 1 ini 1i, Hl11t· (·011
tal que la pati-ia se sc.tlY<l: si jJl'OjJle1· me fe11)jJf' ...:;tr1s !u1'f·.
projicite niet:n rn.at'f'. I>t:~ .Ju11<'t~ t()1w·) 1~·sto:--; s1·11ti1ui1·1lto:---
que mu es t r- a n '11ie s t t a l rn a 11 () e i · c.t Ye. n al . n. 11 ti ,i e i o~ a . 11 i
mezquina. Diestr·o piloto, '¡tl«.~ «-'ll las fttr-in.s (h.• l111 nHn· ül-
terado arroja á las aguas s11s rnú~ pi-ecinsn~ nwi·eaderia~,
á fin de que no pc n)zca la 1u1Y1·· <1111~· sufru lns golp1: S.
1 1

¿9No le anirna1·ú ú 1() rneno~ el deseo 1·ect1 1l1~· Ja gluri:.l >

propiaG? Este t~-~ e\..p1·esi1'.111 pl'eciosa 1lu nnestTa p1·imiti\'(\


gr·andeza, y el fu1:·gn, 'l u1~ f1 H·111a. !ns ht~rcw~. Dius mí•',
yo te pido corno cristianc1, 'lllt-~ mi naeión i1u ns nl't·ezca
otras virtudes, qtH.' las <prn ~011 dig11ns <h:' ií; l'i·1·0 d1:i:-.:;e/)
que el amor de la gloria sc:a la única tla1111ez¿t d1~· 1¡11e la
reprendais; ella no fnr1na gea11'11 ·s sü11tns. pet'Ct har1_ gran- 1

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des hornbr.~s, y de un hombre geande á un gran santo hay


poca distancia. Si el brigad iee Balcarce trabajó por su
propia gloria, su corazón lo sabrá: lo <1 tw puedo decir es,
<.1ue se desvió por <lar gloria á su patria.
Yo sigo sus pasos al Alto Perú y adYieeto en su Yalor
otro hijo de Matatías el guerrero Ju das: fo1,tis Jzulás ..
sit vobis princeps militu'. Alegraos rnon tes, j u/){'lcdc montes,
tierra que sostuvistes el trono de Atabal iba, dad saltos
de alegeía, e.1:nltrt terra, os Jlevn. la libertad un rnilita1' co11
talento para la gu()l'l"a, de~ \'ivezn en las prepnraciones,
y de ser en id ad en 1a l u eh n , t <:l. n J is p 11 esto e\ ca usar· <'t d mi -
r-c:tci<'>n con su temeeidad, co1110 á frnstrar la~ disposicio-
nes ele Jos enemigos con Sll pericin rni 1itar: v,31w<·1 . ú sin
duda.
De hecho: bate á los (~111 1 1nigos de 11u1~stro sistema en
las gargantas de Cotagaita: sus propias tr-inch<~1·as donde
lns busca no les sirven tk~ asilo ;~Acabarú ru1 uí con ellos~?
Un general diestro tien1:\ sus esperas: Hnce uiio oportuna
retirada hasta Suipacha, donde el p1~esidentu :\ieto ó su
segundo Córdoba~ 'l ued<ln com pl et amen te d errot üdn~, y
su espada," 'lll<~ no dá golpe en fn,lsn, se ab1·e paso hasta
d Desaguade1·0. Mi corad.111 ~e illnnda en aYenidas de
al e g 1•ia. i~ Pe ro, qué rayo e ac> s n b re mi cabeza'~ Yt> fl. d...
'rierto que ele los der·1·ames de la fa,mosa laguna de nu1~s­
tro continente se levantan vapo1·es negros 'fUU amenazan
oscnrecer la gloria <1ue Balcarce haJ .• ía ad<]UÍl'ido ú la Pa·
tria. ¿J)ero, cómoct Con la mayor baj1~za. El desnatu-
ralizado Goyeneche, que pre si dH á las arrnn~ cl1• Lima,
pide armisticio rle cuarenta dias. Una esperanza lison-
jera arrv,nca el si al rt~rwesentante dn la naciún. Intri-
gante bajo, bien conocías el brío de los hijos de América,
y solo la felonía de que te valiste pudo embotae los filos
de su cuchilla!
Al abrigo de esta opaca pasión, Goyeneche quebranta
el pactado aemisticio, y asalta nuestro campamento que

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iF
~/.- .. - (jl -

r~ descansaba sobre su hombría de bien.


.l. •··
El caidm truena,
:-_·Ja sangre comienza á fc1·mar arroyos: t1·iunfan los rt'alis·
~-tas. Campos de Huaquí, no caiga sobre vosC>tros Ja llu-
. · via, ni el rocío del Cielo, pues fuisteis homicidas de Jos
·fuertes de Israel, ch~ los l.n·avos del Sud. Las tropas S1'
dispersan, y se abre paso el enemigo para rec11lwar las
plazas donde había flameado la bandera de la l i bertatl.
El general Balcarcu aunque como a<ptel leún, 11ue se-
gún la expresión de fa ·~scr-itura infunde mús te1·ro1· del que~
recibe, se busca á sí mismo: p1~1·cibe que su voz es de .Ta-
cob, pero que la YOZ pública lo cubre con las pitdes de
Esau. Vuelve á ia capital aYt~rgonzado y dispuesto ú, se1·
la. víctima si e8 necesaeio para obrar la i·edención de su
pueblo. So condew1 Ynluntariamente á reclusión en su
casa por dos años, á pesar de las satisfaccionPS que le
franquea el gobieeno: pide castigo ó <leclnración de su
inocencia La justicia le absueln~ en efecto plenamente,
y á consecuencia le nombra lntt~nd1~1t<:' de Buenos Aires
y gobernador Je armas.
Este es el juicio <1ue se furmú de su rnanejo en la de-
rrota del Desaguader,o ClHtr13o vivía: yo rn<~ avanzo á abrir-
le nuevo juicio aún después de su mueete sig-ui1~11clo la
costumbre de los Egipcios paea confusi/,n de su~ calmn-
niadores, que pensando rebajar su UH~rito hícieron la his-
toria de la glória de un huen militar. Balcaece~ Bnlcarce!
despierta del suef10 en q uu d uel'mes: ahora '1 ue tu pode1·
se· ha. acabado con l<.t vida~ ühor-a <1tte los títulos y grados
te han abandonado; ahcwa que el temo1· no oculta tus de-
litos, ni el interés pondera tus vietudes ó tus vicios, res-
ponde de la derrota dnl ujér-cito de tu mando. La 11-~y te
lo pregunta: la patria tt-~ escucha. Sus descargos son deci ·
s1vos. Yo no er-a, dice la su pre ina voz: solo me tocaba
obedecer la orden Llel re¡wesentante á 'l u ien engaüó u11
jefe que vomitó la Amé1·1ca <le su seno sin que ln advir-
tiese. Exarni ne el ojo imparcial y pronu ncit-~ la 1 nzóu, si
1

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-- (j,-!, -

L1l1·· 1 d""-tt~ g,~11,:.t\d ~·l s•t...:. 1h~i1:~t·1~s, 1•11IT•·.~ t~u1t., 11111_~ \'U ~1µ:1J
:--i1~ í~llt?llas c::in el 1'8ÍllU de:• CllilH, dc1111k ac11pi1'1 ll\t1•\":l~
¡"·;.·di11«1~ ¡1;n·a t1)tbag1·;11·l<h ú. lü inad1.·e Püu·ia.
1.it ~1.uist'acei1'.)fl 1lt~l C~ubi1~1·11u Sup1·ern11 de s11:--:. lit-.db~
c:11n..! idct1.l·~s lu d1: sti11a 1.·l 1. .¡· <~1 ... itn de los Alldes
1 1
d1~ :~1~.Ll;untl•r
~

.lel gener·n.I San ~Ia1·tin. ;Qlll:~ dos ltu1ul.11·e~ t<lll ,·1ril0<


1

Chilt:•. 110 voln·1·ás ú :--;.1_'1· e:--;.clt-l\ºI>. La:--;. atn1~1wzas d8 '):-'•) ..


ri1_1 n.t.·el1.-•t <ll')ú11 s11 (un1~·1·.d, :: Jfrnj;1i, l1~ hn. ahi1·1·ru 1::-i :--;.e¡11d-
1

1..·1·,·, !l1· ;_t11t1~m:1:t11. .:\.:-:.í f111·· 11u1~ allí ~e· alca11z1'1 nnn ,-icr1·1-·
ric.t. •1n1· siernp1·1.· sc·1·ú c1-.·k·l11·•11.L1 1~nt1·1:-\ lc.1~ Yictu1·Í;_lS l'cl-
tl. l<l s . (:• y e ll 1 l Ll 1.1 e i l.T 11 l b t ¿l 11e j n s -~ e Ul ll l d (l ll ll ll' i Ll 1ll 't ) 1c.l 11
c·ns11;1l Ct1n10 pasn.g1~1·11 dc~I 1~11e1nigl.l 1~11 'falC<l dispürS:l
nue:-:-reas trop<ts é ino·odnc1.~ 1_·l t.lusónl1-~1L. Acdel'a '~·l Y1~n­
'-' e d 1·, i · s ll s m ai ·eh as rnu ·a 1(1 g l' a i · la e i i ·'~u ns tan e i a ' l u 1:. l.:'
pu i ·e¡_· e a rn i g a. S 1.• e n g a ft ó . E 1 e 1~ le 1 de B a 1en t ·e e .\" i l ha
1· t-' rn 1id (, l u s e u 1 ~ i • p'° >s •.-un e r· i e a 11 os: lrn. u u e en il i d u 1:> n su ~
¡ 1 1:--dL 1 ·~ lllL fuego 1.•lt\ct1·ieo, y les ha ,_lado una vitülidad
1
t1.:S::!ii111cida liastn ,~·11t1ince~. Yc:t 1~:-;t ..~. ú las mauos 1_d ·~·jer--
1_·iru 'i ue piensa d1·Y111«.l1'11us: u~mbltld, teml>lad ('Olliiados:
d hei!..::ndi1.·1·
c.._
~·1:•111_\1·al B<dea1·ei:· 1.:.stú. al frente de~ r111ln la
•.

iuf<1nt.~~·1·iü. Cl)tnienza la l11d1a, y !llego, luegu cantnn lo:'


11u1:·.~ti·us ll1. YÍctu1·ia. El at1·1.•Yido ( ):::;orio hu "'ve Y1~·1·~1l11zusa- ,_
! n' ·1n e , y l a lll e m o 1•i (l d 1 • J /(( ;¡ J / í. s ,~ 6t s u t 1>r tui· toda la Y i -

,la . E ¡ ge u eral San ~ ht r t il 1 no ti· 1~· p i el a t ~ 11 p a t' t i e 1a g l1 '1 · i a


c·(>ll SU segulldn, y C1_•c1 llll1~1uhtr C-.011 ux.presÍ1Jll Sll mel'itu

a 1 ~ l qw e mu Go h i e t, 11 11 •
C h i l e respeta su es pad n: ' t n i si <:~ r ü a b t •i g a l'l 1~ pal' c.l si ~ m - 1

p r 1:: e n su sen o, ¡w eu es p 1·e e i s 1., ' iu 1• v u 1:.d va. ú l l t en l' i rn 1


d·:~ B1tt. nos Ait')e3, dontk 11~ espei·a la }><ttr ia pa1·a 1.·sti·e-
1

chatk1 t.:ntro sus brazo~. El lH'H1ni1-. i11ús altu nada 1jX.Ce-


d1:.·L·1a lü. rnedida dl:' s11 1nerecimiento. ..:\ 111~ g1·a1lns 'tll•··
k· Lal1ía l?Onfo1·idu, ú. las confianzas honrusas 11ue le hahi;_l
h1·tli1). a1iad1-• lü t-".~l't)g:c.1cióu de q uini1:nros ¡11~sos a11ual1~·s
pni·;1 nli1w-·mos del 1uayo1· de sus hijt">S, y clá orden, se},_.
Utll her·a una bec<l d(· gt·üc1 <.l. Llena d.-~ honores su pt·1·-

ISTÓRICO
CION L
usooi
so11a, y la s1~fíaln cun el dudo pai)a el ea~,, 1¡lle Fspc.:u'¡¿t. Jt•t
ol vi de la man i a de s 1dJ.V 11;'~ <ll) 1i u~ de ll ll l~'" 1 1 , _\ • d ,~ ~ t i n e n ·' 1 -
pas contra la capital. P·~t·u. ;' H1 l>io~ ~ant¡1'. \·,,....;. 111:u1-
daste á la i111u~1·te <1ue fr11~tt·ase 11uesn·ns esl'1·1·at!/;1...;. '·,·,-
rnenzastnis la ubra de 1111;-•st1·a lilJ1•1·tad. y llU~ i·i·i,·:·li~ ,¡..
un brazo fuecte c¡tte del1i<.l ~'J~:.r·,:-n(·t·Ja lwsrn, el últí11H). l_J,,_
ro hemos r-ecil,idu 1~! g1»l¡i1··: <:1du1·1:~11111s lo~ juici11s del ~·:-
1\or, y contentémonos e1Ht llut«.lt' (·<J1111.1 t~ll 1d ma,·111· r¡ue-
branto la t111u!1·te de un !i111_·11 ciudaJa11u, cli:~ 1111 l1uen pn·
triota: prorlw.~ hUT/jwu.-.:, 1't t¡110 ....,i rli1·r1 /'ª,...,,...,"·" /w'tjw ¡Jl()-
rare .... fae /1wtwn, 8<'t'1tnrlur11. nu,,.iu1m ej11:-; . •• Cna1no~
al dolo1· nuestros votos. Hll Vi I~ J w 12- ü t e j •!lo 111 l l.'S[l'()~ :--31.l~­
piros, ejucut1~~nH1~ ú Uiu::' e1.111 tlitesti·ü~ 1_wat1WÍ<l~: fui~'
hombre : ha sill u j u z g a el n l JI ' 1• , •1 q u u d ':' se u h i •1 • rn a n eh n ~ '~ 11.
1os e i el os. ¡Al 1 ! m i e u r nt. s ad rn i 1•<l rn os s u h 1 ' t ·o i ~ t w ' . t' u e ll 1.~
ser que purg11e aún las lwtlas c·ualidn.dt~~ <.¡ue 111)S S111,-
prenden, y los sac1·itkio~ '1ue a1¡ui se 11f1·t~L'en s(il1r1.-' s11
Lú mulo, l e se i •á n m ú s ¡w e e i o~ u s ' I lle t o d ' 1 e l t-~ x. p1(~ n d ' 11 • d ¡ •

la fama, y c¡ue todus lu~ apln1t~n~ COll 'lile tiOdl'<:I. lti.llll'¡lJ.·-


fe la post1~\riJad. ~ngrwlu.~ ini11iq1·os~ s.1~·µ:Hid el mini~­
terio de piedad q1te hal,1:·is c1»tn1.·11zadu: pedid ú Ui 't'l•~ 1_•....:

no se acnerJe U(~ los dt.·f1... ct1)S d1~ su Y ida. y 'fll~-' ckn·~1rn··


sobre su alma ln.s nl.Jund<111ciü~ de la inis(~i-iti •r•liü. t•fü·:t.
que descanse en paz <.>t1:'1·11<.t.rn<.·11te . .\1w_~1!.

ISTÓRICO
CION L
usooi
ORACIÓN
~ QUE EN LAS EXEQUIAS DEL DOCTOR DON JUAN NEPOMUCENO
; --
... SoLA, CURA DE LA PARRO QUIA DE N. S. DE MoN-
; SERRAT, DIJO EL DOCTOR DON JULIAN SEGUNDO
~:
DE AGÜERO, CURA RECTOR MÁS ANTIGUO DEL SA-
GRARIO DE ESTA SANTA IGLESIA CATEDRAL.

Suscito.bo rwihi sace1·doteill, fidelem, qui jux·


ta coi· meum et animam mca111, faciet . .• ·
f~ '- . et cimbulabit co1·(wt Christu 11zeo cmwtiJJ Si-
·.,.. diel.Jus,
~--
·~~
~-.
~ -·. Lib. 1, Reg. cri1J. 2, 1'. :JJ.
~- .
r..
t~ :·
~ Si es justo que la religión autorice nue~tra aflicción, y
~,; nuestro llanto; si e] duelo de nuestros corazones puede
~: penetrar hasta el mismo santuario, si con algún motivo
t ha podido exigirse á la iglesia santa suspenda sus cánti-
!.:' ·cos de gozo y alegría para que no se oigan en su recin-
~; to sino los tristes y 1úgubres acen to<s del dolor; si la cá-
~· ·. tedra del evangelio, destinada para anunciar al mundo
::~-~sus eternas verdades, ha de servir alguna vez para que
~-~·

~~--· desde ella hagamos oir nuestros gemidos, y sentidos la-


~.': . mentos icuando con más justicia, pueblo católico, que eu
~~·<··este día en que nos hemos reunido para regar con nues-
~·. tras lágrimas el respetable sepulcro del varon justo, á
t_~· quien la piedad más tierna, el reconocimiento más puro,
~· y un respeto verdaderamente religioso consagr~ esta

usooi
ISTÓRICO
CION L
- ()lj

p 1) i 11 p <l frrn 1_. b re:.·? S i Da '· i d e o rn p n n e u 11 a i •11w11 íns o e a n -


tic(• pn.,i·a honl"'<"ll" la m1)mnria d1d Saúl, euy<t muerte llora
si 11 consuelo, si Jos<-~ r1! mw ú 1n, i'i b1_· 1·n. d et .J 01·dún su
cnsa y ~us he1'mn11os, Jos ancianos de Ja corte di"· Fnl'nón,
>. rudos 1os principal es du la ti e era d(\, Egi pro pa rn. roc<W-
dn 1· 1.·11 medio de un Jiitn t<:tn Jn,1·go cn1t10 rnngestuoso las
Yi1·n11.les ch· ~u anciano padi·í-~; ~¡ el pttt:·blo h1.·IH·en no si.-
causa <h· llorar pot' tt·eintn 1lías s13µ;11id:>s b. p<··1·di1la de
Afll'un ;.- de .\Iois<~s, ~¡ l<t '11~ JllsÍ;t~ 1~~ <.tco1t1p:u't«lda de la~
1úgr ¡mas d 13 .Jet'em in,s, d 13 .J et·usfd f' n y du toda Ju den,
;.p 1)dcú. la J'eligi1\n i·1-::>:peohnt· rn11\stro llailto, 1'1 s,·_~ 1H:µ:<u"ú ú
l' h.~ -~ i d i 1• rn 1u s ti' u d U<=' l () n n Ll i 1•1·1~ pa 1·1 lb l 1~ p ú r d i da d e u 11
.i 11 s ro. '1 ue ni"1 se ILU.l.n chú con los c1·í rn enes d <·: l St-ütl ~ íl ll\ 1

fu e '"e 11 (' i •t 1h k e o 111 o Ja e oh poi· su a ne i 1111 id a 11 s i e lLl t> ee i ere -


pr·t~11siLd1_·~ 11uu pni· la fo, y la manse<lumh1·e ~(:~ ~~an1itic1:1.
t' hiZt.1 amae de! Di11s y d(~ los hnrnhres co11111 }\Joi~c~s; 'lu(·

t", . . \·t~stidd d(-~ tlll sac.Hr-d1)r.,io mú~ aiign~to 11111• el 11t:.~ Aaron,
ofreci1'1 nl ~e1'1cn· ~ae1·ilici11s rnús ag1•¡ulables, í¡lW se• en11-
:-;11111íe1·1)11 en un f11ego 1n:'ts put·n, y cuya pit~ihu.l 11a1·á su
m:J1np1·in tan gl'aht y dul<.·1~ C()tll1.: la <k~ .fosia~·;~
Si el sábio nos e11se1'1n.• <¡ u1\ L1s lúgt·inHts en In. nn1e1·k
dtji .Jll·~to ck•lw!l s<~t· en ¡H·l)p·)l'e,i.·111 1h s11 tnL-.t·ito, fae lue-
tw12 8('f..'1uul11.Ti ,1n,r't'if1tm e/n-;~ ¡.,en<tl d:_•be1·.·t S8t' In, medida
tk 1¿1~ n t U:!~tr·as por· a; p 1el e11 q ni 1~·n h1..~ mos p<wd id o los pú-
1·r1 >cc:>s nuest1·n iw:~jue modelo~ ul sacnrdocio su mayor
hnn1'a: la iglesia. ~~n mú.s fiel minist1·0~ esta parrnqnia su
más digno pn:sto1·; los pobees su m<lS tierno padre; los
j u:Stns sn inás fü·11h~ apoyo; los pecadorc\s su más i l ust.rada
guía: y el mundo todo un Ya1~1'm 1d1~mplat\ capaz <le de-
sni·11uu~ la indignaciún Jd Todopod1~1·uso, y de hacer llo-
Y1.·r ~0L1rn In tie1Tn lttS bendiciones del cielo('t Sí, devoto y

ri:· l igiosn aud 1tm·io: lü eel igi<'m toma hoy parte en vues-
n·o duelo; él la consagPa vuesti·as lúgeirnas, y presta su
Y(1Z pnr·a q_ue en s11 mismo santuario se haga el elogio,
ce 111 (j llO su desea lum r·cU~ la tierna v doriosa memoria ., L-'

usooi
ISTÓRICO
CION L
- ."' -
(JI

. del párroco de esta iglesia que ha quedado viuda con


su muerte.
&Y habré yo de ser el débil órgano de vuestros sen-
timientosG? Si para hacer1ne tan honroso encargo, no se
QOnsultó otra cosa, '-1 ue el buscar un ministro admira-
dor de sus virtudes, desde l u<~go no se ha errado en 1a
elección. Pero ¡ cuanto distan mis talentos de mis
deseos, y de los altos respetos que tributé siem¡we á su
mérito! Entretanto mi debilidad se anima con la persua-
ción firme de que no puede presentarse á un ora.dor cris-
tiano un objeto mas noble, un carnpo rnás vasto para
llenar con dignidad su ministerio. No es este un home-
naje, que la adulación tributa á los vanos títulos de una
grandeza caduca, cuyos elogios han deshonrado tantas
veces la cátedra del evangelio; no tendré que violentar
, mi razón, y hacer traición á ini carácter para disfraza-
ros bajo el hermoso ropage e.le la virtud unos defectos,
que, si alguna vez aprueba el mundo, los detesta siem-
- pre la religión. Nó: la piedad más sólida, ese complejo
'de virtudes. que forma el al to carácter de un cristiano,
de un sacerdote, de un párroco; ved ahí lo que únicamente
tendrá lugar en este elogio fúnebre, y será todo su asun-
to. La publicidad de los hechos con que debe llenarlo,
me inspira esa noble confianza, que no abandonó jamás al
que sólo ofrece á la verdad el tributo de sus alabanzas.
Si algunos omito de los que conservais grabados en vues-
tros corazones reconocidos, tened presente, que no es
fácil reducirá un solo discurso la historia de una vida
·tan fecunda en grandes virtudes, y en trabajos siempre
benéficos. Lo poco que podré decir en el breve rato que
. se concede á mi ministerio, bastará sin embargo para
haceros admirar las misericordias que obró el S8ñor en
el párroco que habeis perdido; y en tan sensible pérdida
deberá servir de lenitivo á vuestro dolor la considera-
ción de que ya ha recogido el fruto de sus trabajos en

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- G8

las eternas recompensas con que premia Dios la fideli-


dad de sus siervos.
Yo no haré más, <¡ue dar algún órdeu á las ideas qui~
muy anticipadamente teneis vosotros formadas dn su mé-
1·ito. Para esto he querido representado como aquel sa-
cerdote fiel prometido por· Dios en el libro prime1·0 de los
i·eyes, que debía obrar siompr·e según su corazón, y ca-
minar en todos los días de su vida por las huellas de su
ungí do~ snschabo m ¡¡,,,: saeenloteni fldelem, qiú juxüico1'
niewn,, et animara rnearn f ar:iet . ... et anilnllabit coram
Christo rneo cruictis die!Jus.
[; n sacerdote fiel q uc. ni vulú si empre su conducta por
la Yoluntad de su Dios, y por los preceptos de su santa
ley j u;i;ta eor niewn et animam nieam facset.
Un párroco ejemplar, que desempeñó su ministerio S1j-
gún las máximas y ej1~mplos <lel Supremo Pastor Jesu-
cristo, et arnbulabit co1Ytm Christo meo cunctis clt:ebus.
Ved ahí el asunto y 1livisión del elogio, que consagro
á lct respetable inumoria. del señor don JuAN NEPOMUCENO
DE SOLA digno cuea de esta iglesia parroquial de Nuestra
Sefior·a de Mons1-~rrat.
Yirgen Santísima! <1110 dusde la alta cima d1~ ese sa-
grado monte hicisteis bajar tantas veces al alma de vuestTo
sitWYO caudalosos ríos de luces con 'fLie fertilizó al campo,
en <¡ ue trabajó con tanto esmer·o; no negueis hoy tu a.sis
rencia al último de sus her1nanos, <¡ 110 b:tjo vuestra pro
t ección, se propo1rn honrar sus cenizas; pa1·a mayor gloria
de Dios y edificación de este puob!o cristiano.

PRIMERA PARTE

Así como no hay una dignidad de rnás alto carácter- que


el sacerdocio de la nueva ley, tampoco hay un ministe-
rio <.pie exija rnás santidad en quien lo ejerce. ¡Qué
confusión para nosotros, ministros del santuario, que des·
tirn-tdos para servir de modelo á nuestros hermanos, he-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- GD --

mos autorizado tantas veces sus exteavios con t~l ej1~1nplu


de nuestras flaquezas! El rnuudo, ese mundo ~i·~mp1)e in-
justo en sus juicios ;?cuúntns v1~ces ha lLt~clio Yi.de1· ill.lt.:'S -
tras profanaciones sc.:tcrílegas para. hu1·lat·se t.k 11u1·~n·as
sagradas funcin11es!
Pero ¡bendito sea <:d Dios de las rnise1·icor-clias, r¡ u'-' si
permite que los hijos de El i pL'<•stit1tyfü1 y deshonren su
ministerio~ sabe tambi1~11 f()r-mat·se Samuel tieles, •1Lw
con e1 fervor de su pi edad e 11eiend1_•.11 el ru og ·_, c c.:b i a p a -
gad o del santuario, y r·1~stitu.ven al sacerdociu 1·l honu1· y
la gloria que le Poban los minisrt·ns pt'UYfl.1·icüdoL·es! ~igl11
impío y sacrílegq, 'lllU poi· sish~!L1a insnltas <.t t._,:--; trngirlüs
del Señor, y v~ cumpln.c1~~ ·~11 pnbl icn.1) .~1i:-.; frn.gil id<t.d~s~
<1ue nunca se1·vintn do di:-;~1 il p¿l ,·l tu i rn pi u1.hd: ,-,:· ! 1 h· 1y
á admirar en el <¡n1; es ul ol•j1_•t<• de 1~st1~ ek>gÍ!i 1111 ~ae1~r·­
dote ejemplar·, ú 1¡uien al ll11~11q:--~ 11ad:t t.Pndrú 'llll~ 1•puw~1·
tu maledice11cia y p1·rn:üt~.idad. Sui101•1_~s: IUW ¡1ierlrrr! r¡11,e
co11ienJ<Í sin jllu¡ue.Jrt~, (¡11e .')e :-;0:-;tano Ct)Jl fer>NJI' e;¿ e/ ·'!Í''r'-
cicio de todas n.:1·twles_, //..,e eoron:j J>OI' l t Htili,,flflf rle ...,,,,...,
1

trabajos; son OÜ"<)'.; tn.nto:-~ tít1tl11::;; r11u~ m13 ailt·WiZ<-1!1 pai'<t


presentar al DR. SoLA c.-Hno u11 ~¿tcut'dutu fii:d, ·111.e ni\:::-k•
siempre su conducta pntl lt"t lib1~,1·tad d1_~ s11 Di11:-;, y 111.11· lo~
preceptos de su santa luy ju.rtrt e<Jr niewn et ru11'nuuu ¡,1r·1u¡¿
faciet.
Una piedad que eon1ellJ'j sin jtru¡rw~us. Ah~ 'llll~ p1>cu~
hombres hay, quu si si~ '1ui1we h<tcet· :--:.il e((;gÍo, 111> ~':!~l
necesario echar- un velu al iw~nos sobi·e los p1)im1::1t'1)~
días de su vida,<'> disculpat· C<Hl s1t p1)stet'Í<Hl ;u•1)epe11ti-
miento 10s ex.tl'avíns d1_! un<l inc1>11sidel'n.dn. juvt:~nt1id'. Las
virtudes más beilla11t0~, casi si(~mpl'e fue1·1rn ¡.11·oeeclidas
de un largo y funesto eelips1~. 1-tarü ,·c:·z si~ ernpe1-1a el
hombre en el se11lle1·(> <le In. pi~-~dad, ~inn despu1;s d1~_. Ita -
ber probado el vacín <1ue 1k•jan los gustus del m1tndo, ;·1
c1ue se entregú por tlaq u1•za. _A, l uel de <¡u i en p 1tt:·da ch.·c i 1·se
con verdad, que su coraz"1n ftH~ i11nacesild1_. al p•.1de1· di:· la~

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 70 -

¡rns1 ow:.~s, y á la i 1nsi1'in dc· l p 1ace L., 'il w corTi 1'> si em prt•
con p <l S() tfr rn e y se u ta d u e 1 es en. lJl'O :;o ca rn i no tk la
vel'dade1·a \·ir-1 nd, y 'f LW no conoci1'1 sino p<n· l'l~laeii',11 dt)
dtl'cOls, las m isurias y fla<p1ezas h nmanas; éste es sin dis-
puta a11ucl \'aron YerdaderanH~nk fiel, que ú juicio del
ecl '~~i t'tst ico, ·~s digno de los mús gr-nn des elogins.
Si yo no enqH.·zaL·a pur <~St<~ })(d]o 1·asgo el dn nuest1·0
'1 i fu n rn saccrd o te, l 1 • d·~f1·a1 t<l ar·ia ~~ 11 ru ay01· m<'. .1· i to, y h· 1

us Lll" parí a lllHl gloria t n !1 t<' u 1,·,~ m erl~~ci da, e nan t n 11u-1.s
raen. Si: 110 bns<¡ueis en <~I H!¡111·llas Ha1¡1wzns 1·11 qm·
p1·1 .. ci pitn co11111n11tc-11fl.' ú llJ~ l1011d11·<-'s el rn·d()r d<-~ 11)~ n1'1rJs,
Ja i1--refh~:\i1'1n /, e! 1uai í.'j«~tnpl(). E11qH·Zl°1 ;t ser \-ir·t11ns11
il e s d l:' 'J u e e() n H~ 1¡ d' ú ~' ~· ¡• l 1() 1u I ' 1· 1 ' • L n l·a z /, n ~· l n. p i 1 • d ad se
<lej:Jr-nn YPl' 1•n ól ú 1m mismn tinmpo . .Tarnús and11Yo ¡)1)1'
las r1wcidas sen(ht'.~ d1· los. p<)c:ado1·es. No dubl1') su 1·ndilln
a n t (• (' l i d () l () d (! B W-l I , ll j t ll \' ( ) q 11 e l' e d i l. <'t. n i () s 1 • () lll () Da -
vid: 1¡u1. n11 sr~ acn1·d:11·a d1~ ]()s
1
delitos df~ s11 jtlY1-rnt1111.
Si Li ~1nci<rn11la,l, cnrno si: 1lice nn ni lihr·n de la sal1idnrÍ<l
nos:.' mide p111· ,.¡ nú11w1·,> 1k~ lo~ 1lt111s: si las canas dc~1 l
hnmhl'1" ~nn s11~ Yi1·t11d1·s: :...:i la c.'.d<td dn la \"!~.iez 1.'.8 la \'id11
~in 1Ll<:u1eilln, (iJfo,c;; 8f'/U'ef1dis nitu imn?Jt~rrlrtfq; so p1rn1h~
deci1· :¡tt(' él no c1m,1cic'1 Jo~. p1.~liµ:1·osns días de la jun~nt11d,
~· q111-~ Sll edad rd'Í!ll1•1·a fu1' l<l d1• lllHl <llteianidad ¡wn-
1

\" ,~e t:1.


Sc_Jp:uidln d1~sde los p1·iinet•c1s pasos <L~ s11 car1·ui•;-t~ y
Ye i·.·is u11 jn\'ell, 'f lld ig1101•1'i ha.sh1 1'1s inncentc~s onh·et.-~­
n i rn i t! n t ns dü l n n i iI e z : <1u e d i Y i d i 1'1 ~ i n rn p 1·e s n ti 11 m po en •
t1·e lns ejnrcicios d1~ la virt11'.l, y la~ ocupaciones r¡11n im-
t)o11·: 1't aqu1~lla e1lad una ed11caci{>11 eelnsa~ y ú. q11i1m <li-
ficilinente se le veía,, sino ni·a ~nb1"u los libi·os, cnn cuvn
v

,~studio ¡woctn·,~) forma1· s11 e~¡ií1·itu, i'> pust1·adn


delante
.
~ u ni 1) s, del' l 'al lHl ll do su e() 1·a z (Hl 0 n t r·c 1os g- (' in i d () s de la
más fern;rosa oraci1'11i. V1~rcis un pad1'e, 'Jlle ú pe~ar de
~u car-úctcl' nR1ur·a!ineHte dgitlo y s(wero, jamús hacP valee
e1111 este hijn su autc11·icbd, sillo para ohlip:al'ln ú 1¡ue

usooi
ISTÓRICO
CION L
,_.! .l

eone e da a l g u nos lH ·e Y i:.· ~ i n r '~ n · f\ 1o~ ú s u i 11 far i ;. .::; i 1 d, · ;1¡,!i -·


caci/m. Ver·eis u1ia Hli! h·(· tÍi··1·1in 'i'w l11 ~1C'•-'·_·h1~ .\ ..;,;r-· 1

pre11Je con fr1 cuenti:1, :·1dJ~lll'tc1 <:d ~~111·1-11 1 ..;11.;.; i11·1·~~~ ¡··1!··,
1

oen l ta e e 11 e l si l e 11 e 1o , y l 1¿1.i n ~ ; ¡ -~ s' 1111 L 1·: 1~ • !, · 1· · ; i L : · !· · · ! " •

rigores de In fo1·tifiencii'111 i.t!(·.~ ;t1i ..... r 1 ~_·¡·~-:.. v._.1·1.:'i..., ·~'n :;1!·di-


de nn i·eti1·0 1·difica11k •. ¡ 11·nt1J 111:.t:~. ,];!1(·1~ . .\ , ...;:·· c;_lt·;i•:t:· :·
franco 4tH! 1.•s el 11~·~ri1111.•11iu 1:H~!111:--: ::•111iYoe•i d·· :~l '°'.11·d~1-
deea inoce11cia. ¡Oh~ ¡c.11;.!llT:t'.-. \·1·1Jli1ja~ il1:\·a ~: 1-~·\~ ·-~~~r•i­
r i tu s so 111 iJ i ·í u s, 11u 1~ <.\~~ H ij 1 1ll ,_. < ".l 1 '~- i 11 e . ·~ :u il • · i 11 ... 1: t ,._. i . ,;· 1: j

in e m o i ·in de su s I' n, s <1 1 1n ~ 1u i ~~' ·:·i a:-.: , ~!u u 11-.: t · 1 l l ¡ J ú 11:' • l ¡~1 ., .~- "- ..... ,
11 :--: 1 • !

las dulzuras de l;l \·i1·t11d:


'l;.l l':';\"¡¡,". ';'11f·1 1".1í'1.!.•¡
.l. 1 1 l :---- :(. ''-"

de LeYí, dejnucki al t11u11 l 1 1·~l.·_;¡ ~in 1_·11!1•_,c,·:!·l11 . .\ l!·:·'.·:111d·,


1 1

«tl sautun1·iu, 1111 h~ <.ll1Hu·;~:u1·(t~. d::'l n1·1· 1 •t11·i1~Í!11Í1-~1!:_ :--i~!·,


d inalt1~1·üble u·i:,zi; de~ L1 i:111c; .. rwi.'l. ~L\~ ;. 1 1;·· ~ ,·'. 11 -·\Í:·11·· ...
\...'
1• 1

tan ser·ias! ¡1Jl11~· l:•i11;.:..;n!t;~:~ te.111 l'··p 1ill:ls'. ¡·in·· ':l':i··:!•,:··- 11

t(. )11f't-1 1'\TQ{'(·).;.:.:'I'-.1111 lll''"·,···t'l.l•·•J'1•i 1


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'1ue el sac1:'1·t.lclcio 1·~-~ u11 li 1i:;11· ú ;l!l1: 11u ¡H11~d;·:: ;1<11it·¿·:: 1

si no 1u~ ,i 1t ·-~ ~~, >11 1Jn 111 n •¡, .:. .: t i · Ui , •..; , ·'°, 111 , , _\ ¡ 1 r-, 11 : ¡ w ! " .
I! , i

dócil cu1ni, Sa111uel, ··>y c1;n l111~11i!1ht:I l;i \"•·/ :!1·! ~1.::' 1 ·:1.·~ ·'·
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ei o , r t~ s ('.H~ ta bI l~ t ,, .J 1• ..; ;¡ \ · i 1• r u d 111.... l , · :-- •: , · , . · i : -
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~ll f;uniliü, !n ll1•\.<l C!ll1Sigi • :1 !;1 1·i11d;Hl di: !;_i PLn:t. lt,lund··
Jo llama 1ü 1·euni1'1n d(-~ u11 (".11111.·ili11~ y ü In 1·1·1·Sl:'111:in d;
todos los ohisrios de la l'l';)\·i1wia :--:.1· <qwesur:1 ~1 1nq11!n1:>~·
~u~ sagrada:-::. lllilJll)S !'3!"1lfl.:• i:11 iliuc,:'S<"lllP. 1¡11i"· 1·1·1.·i· ·l··:-'.'1i-
11ad0 por Dios pa1,n düt' l11·1H11· ;1l S<lC1.·1·dr:l(;ío. y d1··S1-:·Hq11~···
fiar con digni<lad su:-::. f11111:11J1H~:-3. Es inutil qtk s 1···1:1\01·•.!:· 1 1

d npl'ecio que le µ:r·n11.!..!,"•:)n en a ¡111-:·ll;l ip:lc.:'~ia lt11:rt·(1¡uliLn1.: 1

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 72 -

una inocencia digna del siglo de oro del cristianismo. La


virtud, sefiores, gozó siempre el exclusivo privilegio de Ja
veneración y del respeto. Baste decir, que apenas se ori-
dena, cuando se le confía sin lirrlitación, y sin reserva el
ejercicio de todas las funciones del sacerdocio. El empie-
za por donde los demás acaban. En el monasterio <le re-
ligiosas Teresas de aquella ciudad hace los primeros en-
sayos en la difícil ciencia de dirigir las almas por el ca-
mino de la perfección. Su humildad lo resiste; mas el
prelado, que conoce su capacidad, lo ha ordenado sin
ex.cusa.
¡Qué progresos no ofrece, señores, una virtud cuyas
priinicias fueron tan gloriosas! Habeis ad1nirado el bri-
llante rnérito de una piedad, que comenzó sin flaquezas:
vedla ya có1no progresa, y se sostiene en el ejer·cicio de
todas las virtudes. Los mejores principios en la vida cris·
tiana no son siern¡we seguros garantes contr'a la relajación
ó la tibieza. La aurora más clara y despejada suele ser
precursora de grandes nublados. Pero no temais en el
DR. SoLA estas alternativas de la inconstcu1cia. Como un
pequef10 arroyuelo á proporción que se el leja, <le su orige11,
v .t aumentando sus agut-ts hasta hacerse un río caudaloso,
así él engeosa el caudal de su virtud, según pasan los
días, que consagra todos al servicio del Seüor. Deja<lmB
ensayar algunos lijeros rasgos, por si pue<lo al meno~
bosquejaras esa interesante reunión de virtudes, qu~
tan arrnoniosamente matizan el precioso cuadro <le su
vida.
El sabe, que el espíritu del sacerdocio es un espíritu de
recogi1niento, de oración y de retiro: retiro tanto más de-
licado y dificil, cuanto que nue8tra vocación es vivir en
inedia de los hombres; á quienes debernos dirigir como
sus áugeles visibles, debiendo por lo mis1no, como el
conductor del jóven Tobiás, confor1narnos al parecer con
sus usos, y conten1porizar con sus mismas costumbres

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 7;3

;~Quién como nuestro difnnto saci:.·rdote supo he1·11hu1~u'


más felizmente n<JU<31 i·ucogimielltu con esüt apa1·1··nt1~ di-
sipación~ No fué del 11ú11ie1·0 de ª'luellos vi1·nwsn~ m1~Lu1-
cólicos y opacos, '111'3 sepultú,ndo~':! ~ll una ~ol1~düd :--: i111- 1

bría y triste como t•:.~rnen la vi~ta de:~ ~Lb St~llh_·jnnr;_•:---.


r1ui.:;ieran irnponul'les poi· la dist.aucia ('ll 'llle Yi\"t-.'ll 1 L~
ellos. Fué un elesiásticu si.-_~1nrn·1:• afe:thl1·~, q ne huseah<-"l ;·1
los hombres, no pa1·<.t 1•11tt·ü1· •:~n lc.tS ti3n1hts y tal.wrnú1.:u-
los de los pecadores, si111'> püra fJ';llJajn1· coa suees·i 1:~11 ~!!
santificación, ú que SP c1·eia obli~<ldr> p!H' st1 WJt:1ci:.ll1 \
por su estado.
Para conciliae estos ox.tr-t~lllo~ ¡e:>i1 'l'll! 13111pei'1n 1111 1"11i-
dó siempre <le 1·esaeci r· 1ü.s di s n·1lcci e' n ·~s i 1t di s l 11.J ¡ i 1 ~·<.t h I ·~ . :
de su ministerio con el 1·¡_~c,.,gj 111 i en t1) di" u na '11'üC i 1'1n :·'i •1·-
vorosa, á que du:-:;tinaha rnricha< hu1·a:-:. rkl día y d·~ la 11(1·-
che ! ¿9 No le visteis cu11 f1•t.~1~n1 .. 11ci1l t"~ll •·su~ t¡-~1:1¡ 1 1• i ¡H•:-::.-
frado al piü de stts n.ILu.·1~:~, !!1llli"1\·il e111no un fl',,nc_~;1,
imponiend1) f'f~spet<) cq¡1 su (~• >inpostnt'¿"l .'· 1l1~<.·t~11c:;.1 y ,~di-­
ficando con sus d1~votas .\' 1n·dlo11g<-t:hts 01·1·1cion•-·" ' t :\., J,.
veíais todas la.s nqeh:·~-~. d1·:.:.;ptt1.-. ..:; ,i,. hah·~t· ll1:~\'c-l·l1; i:·l tJI-_,~,,
ílel día y del cal1H', vH11i1· ú d1~1·1 .. un:lr ~'• 1_·,wnz.-111 ,1.;1r··
.Jesus S:lcrarnentadu y 1~mplent· 1::n l;t llli~~ditc.lci1\n 1.l•J ~l1~
grandezas y mise1·ico1·dias ul ii•:.•ttq)!), 'lll'~ I•_· d¡·j¿ll1a ·.·l
ejercicio de su::; f1.111cio1tt~~ "( >J~> ¡,_. vi~teis ... Pi:wu lial_d;Jd
VOSOtros, los 'llli~ 1~11 Sll ¡'ti tima t:~llf•:'l'tn(~dad tuvÍ~t1~is l"•i· 1- 1

püPCÍÓn de obstH·vat• c1111 ad111i 1·ación y con 1·c~sp1~tn l¿tS 1~s­


pantosas c;1llosiJad<-3S, 'l lle ltal.dü fo1·uütdo c:~:1 su:--:; Po lilla:-: 1

el hábito de esta1· ¡)1">~t1·adu. ¡ '~~tll1).~ l'1.~~l''~tn.hl~s, ·¡it•"l f·w-


mados entre los f1.wvi"11·¡~s ·le:~ la n1·;l1_::i1~1ll. ~-;i1·\·i1jrun nl lLlÍS-
mo tiempo p;u•a haci:~r· tu:'t ..., s1 . ·?L.:.iid1.~~ lu~ de sn mi»1·rili1.•;l-
ción y penitencia !
Casi sin pens<.u·lo os h1~ l'(Wot'1hd1J u11a d·~ sus Yirr1tde~
más heroicas. El homb1·e rn;ü-; indulgente con lo~ dt~tuas,
us el más sevei·o co11sigl) .._ iuismi-,. Su sembla11tt:~ •-'Stú tua-
nifestando su espí1·itt1 penit1~11re. L..a constante f1·1.1gnlidü1l

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CION L
usooi
-- 74

de su vida podría pasar por una inortificación no inte-


rrumpida. Sin embargo no es más que la muestea de
rH1nella austerida<l, que no abandonó en todo el curso de
su carrera. A una laboriosidad incesante aumentó rigo-
res de penitencia, que debilitaron sus fuerzas y arruina-
ron sn salud. Creía, y con justicia, que un rninistro de
la penitencia jamás Ja anunciará á los pueblos con frutos,
si á la persuación no acompaf1a siempre el ejemplo No
espeP('ÍS que ine detenga á referiros el interesante por
1nenor de las auster ida(les, con 'l.U<~ desde su niñez acos-
t.u1nlw6 su carne inocente á esa gloriosa servidumbre
gue exije el evangelio. Id á ver ese repuesto de instru-
mentos crueles, que conservó siempre bajo la mejor cus-
todia, r¡ue descubrió nl fin su muerte, y que no han podido
examinarse sin edificaci<'Jn y sin res¡A~to. Ellos os darán
ideas de los rigorí-~S de su fervor, que su pie.ron robar á
nuesn~o conocimiento las vigilantes precauciones ch~ su
humildad.
¡Humildad! Ah! ved a<1uí ntra de sus más aprecia-
bles Yid.udes. Felizmente no necesito producir de esto
ntras p1~uebas, que el testimonio de vosotros mismos. z9 No
fué ,:~ste e.l carácter con que lo distinguisteis siempre 6t
Vosotros los que lo tratasteis con frecuencia, y por espa-
cio ele tantos aüos, ¿9 le notasteis alguna vez otros senti-
rnientos que no fuesen los de la humildad más ¡wofunda,
fundada en el rnás bajo concepto de sí inisrno 6! Ser hu-
milde en la adversidad ó en los infortunios es común á
las almas vulgares; pero seJ~Io en medio de los mismos
honores, y de las rnás apreciables distinciones, esta es
la Yirtnd por f]Ue se conocen los corazones grandes. Yo
obst~rvo nl DR. SoLA en los gobiernos de los tres últimos
obispos y en una de sus vacantes honrado con el cargo de
ProYisor del obispado. ¡ Cuanto no mortifica á su h umil-
dad un honor que cree superior á su mérito ! ¡ Con que
temor entra en el desempeiío de unas funciones, á que no

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ISTÓRICO
CION L
~­ ,..,, .....
~· ~-
r-· •.
;

-- '~ --·-
''~~
ff·juzga suficientes sus conoci1nientos y sus luces! ¿Acaso 9

t-llegó alguna vez á deslumbrarlo el brillo de la autoei ·


r· dad ~
;· . Yo veo á un prelado respetable (1) por su saber y <p1izú
~'.. aún más por la circunspección de su carácter, 'l ue aban-
2>. dona .. por largas ternporadas las comodidades de su pa-
:;_ lacio para ir á vivir con este humilde sacerdote y podet·
< con libertad depositar en el corazón ch~ un fiel amigo las
·amarguras de su ministerio. ¡ Cuán dificil es, '1 ue las
distinciones y aprecio de los poderosos no levanten en
nuestras almas los negros vapores del engreimiento y ch~
la eleción! Pero el DR. SoLA es superior á los todos rnovi -
mientas del amor propio. Yo veo al ultimo obispo de esta
'.·~ diócesis (2) empeiíado en obligarlo á que ordene la rela-
.".. ción de sus méritos pat'<-t solicitar una prevenda. Pero nn
'. puedo dejar de admirar al DR. SoLA, <1ue en una cai·ta qu•~
·. ·ioca respira una humildad sin artificio, le contesta « no
.- « me es posible ponet· en ejecuci<)n el atestado de mis
·«méritos, po1·<¡ue no t Jnienclolos, ni habiendo pensad!)
1

~· ce jamás presentarlos ú los homlwe=:;, no he tenido el cui-


« dado de acopiar los. n Y luego aiiade e< jamás he pen-
.J « sado hallarme capaz de poner mis rniras en semejantes

«dignidades: las mieo con 1nucho horror y temor de mi


·«alma.» ¡Heroicos sentirnientos! Cristianos, este Jen ·
guage es inimitable: os e] idion1a del corazón y de un co-
razón formado por la verdadera humildad. Yo os diría
que esta fué su mayor virtud, si no lo creyera igualmente
edificante por su paciencia.
En efecto, en las demás virtudes tuvo rnucha parte el
temple de su alma, inclinada naturalmente· á lo bueno:
pero en su paciencia me paeece <J ue to(ht fué obra de la
gracia y triunfo glorioso de los combates inás Yi vos y

(1) El Illmo Sr. Manuel Azn.mor y Hamirez.


) El Illmo. Sr. llenito Lue.

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- ,._,,6
¡- -

de las reflexiones más sábias. Si yo no ine engafío á él


le cupo en suerte un temperamento de aquellos, que con
fctcil idad se alteran y que no se refrenan sin trabajo. Si
ini congetura es fundada ¡ cuanto no sube el mérito de su
paciencia! En medio de esto él pareció siempre dotado
de una alma insensible no solo á los trabajos, sino aún á
los ultrages. ¡Cuantas veces las pasiones Je los hom-
bres lo hicieron pasar pnr· las humillaciones más rnorti-
ficantes ! .Ja1nás opuso otra defens<-1, ni más quejas, que
su paciencia.
¿"Y podré olvidar el mérito de su pobreza ~t No es facil
hallar un des¡wendimiento más absoluto y perfecto. Su
persona, su casa, sus muebles~ todo respiraba una. sim-
plicidad evangélica. .farnás necesitó cofre para gua1·dar
sus vestidos. El de su uso diario era por lo corn ún su
repuesto; y muchas veces ftH~ preciso, q U"8 agenas ma-
nos cui Jasen de reponed e los que el lar·go uso había
consurnido, ó que su caridad había (~mpleado en socoreer
y abrigar la desnudez tle sus semejantes. Cató] icos ¡qué
preciosa reunión de vir·tudes todas sublim8S y ejtwcidas
sin interrupción! Esto rne doci(lió ú asegur·aros, 'lue su
piedad que comen.~ó sin ff,aque.~as, se sos tubo siemp1~e con
fervor en el ejercicfo ele todas las virtudes!
Vearnos por último cómo si~ e0rorw por lrt utilidad de
sus trabajos. Un sacerdote, s1~t10res, 'l ue solo trabajas;3
para si, no podría excusar la nota de un obrero inutii,
de un siervo nacido, que habiendo sepultado e! talento
que le había confiado para negociar por el temor de pee-
derlo, incurriría justamente en la indignación del padre
dd familia. Nuestro ministerio es un ministerio de ti·a-
bajo. La iglesia, de quien somos ministros, es una vifia,
nn campo, cuyo cultivo se ha confiado á nuestros cui-
dados y fatigas. Somos otros tantos obreeos eucargados
de cosechar las mies, que plantada por nuestras manos
y regada con nuestros sudores, es bendecida por Dios,

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- 77 -

de quien únicamente recibe su inc1·emento. Nuestra dig-


nidad no es un vano título <lestinado á honrar nuestra pe-
reza. Parecemos siernpre inal ostentando en la plaza
pública una ociosidad crimina1. Es necesario que este-
mos constantemente en el campo sufriendo el peso del
dia y del calor.
¿Hubo jamás un sacerdote más laborioso que el Drt.
SoLA Y Yo lo veo siempre ocupado enteramente de su vo-
cación, consagrado sin reserva á las tareas de su n1inis-
terio y llevando una vida que es propian1ente una conti-
nuación del sacerdocio. Apenas se ordena, se adscribcJ
voluntariamente á la santa inglesia Catedral, á cuyos cu-
ras· sirve de teniente en las funciones de su ministerio
-parroquial. Mas ¡con qué celo, católicos! Se creería que
. era el propio párroco, el verdadero pastor: tanto es f•I
amor é interés con que cuida de aquella grey.
Desde entónces recorre ya todas las obligaciones que
Je describía el apostol á su discípulo Timoteo, y las
desempeña con la prontitud y eficacia de un ministro,
que como el mismo aposto), se reconoce deudor á todos, y
que nada le pertenece menos 'l_UU el mismo. Tan presto
se deja ver como un (~vangelista para anunciar el pueblo
l:i ley de Dios, despues de haberla escrito él mismo en 8-U
propio corazón, y de haberla hecho viva, y presentándo-
la como de bulto en sus acciones. Tan presto aparece
como un ministro <le Ja diYina misericordia, que está dis-
pensando incesantemente los misterios del Salvador con
temor y con dicernirniento. Ya se le vé á la cabecera
de los moribundos, purificando sus conciencias con el sa-
cramento de la penitencia, inspirándoles confianza en las
bondades de su Dios, y animándolos á entrar en Ja formi-
dable región de la eternidad. Ya se le encuentra en la
cárcel y en el presidio repartiendo á aquellos pobres d
pan de la divina palabra; suavizándoles con sus dulces
consuelos los horrores tle su situación, y enseñándoles á

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-- 7~ -

sus tra,)aJos en expiación de los delitos, r1ul~ los han con-


ducido á ac1uel destino. Su vida toda fué una série no
interrumpida de los ejercicios de una car·idad siempre
activa v laboriosa.
ti

Él preside á to<los los proyectos 1·eli~iosos. No hay


una institución piadosa de qoe no sea ol alma y su pri-
rner n1óvil. Si se piensa en el estal>lecimie11to dol devoto
ejercicio de la escuela de Cristo en la Iglesia de San Ig-
nacio, él es el que con más calor promuev<~ el pensamien-
to, lo pone en njecución, se constituye depositario de las
limosnas c1uo se recaudan con este objeto; explica en él
con frecuencia el evangelio, y por rn uchos ai'íos sostiene
con infatigable constancia un piadoso y e<lificante ejerci-
cio, que subsistiendo aún en el <lía, es un monumento
público de su piedad. Si ha de establecerse la congre-
gación célebre del alumbrado, y vela perpetua del San-
tisin10 Sacramento, el DR. SOLA es uno de los primeros
agentes en tan reeomendable institución; él hace la aper-
tura con una oración llena de unción y do piedad, eu que
comunica á sns oyentes la tierna y fervorosa devoción,
en que se abrazaba su corazón hacia el augusto sacra-
mento del divino amor.
Si se pone una casa para dar los santos ejercicios del
gran patriarca San Ignacio, él está allí tronando desde
el púlpito, anunciando las verdades terribles de la reli-
gión, y desempeñando en el confesonario las funciones de
director, de mae.stro, de guía de las almas, qut~ la gracia
lleva á aquella escuela de penitencia y de arrepentimien-
to. ¡Que no pueda yo representároslo cuando todavía jo-
ven daba estos mismos ejercicios al venerable clero de
esta diócesis, á quien edificó con su piedad, admiró con
su doctrina, é inflamó con su ardoroso celo! ¡Cuántas
veces se le vió en el discurso de su vida repetir esta
edificante tarea! ¡Con cuánta frecuencia desempeñó es-
te mismo encargo en los monasterios de religiosas de es-

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ISTÓRICO
CION L
I'"': ( ~
I ~· -

ta ciudad! ¡Quu tdúticn~ tnn t'e1·yo1·nsas é i11sit·1.1ctiY~1s nii


hacía en los c.ulYientos ú est<..1.s lH'ÍYilegindns ·~·:~posns de
Jesu-Cristo, ent1·e lns 'l'le si_· encw~11tt·n11 nl!-!·1¡1u.lS lii.¡<:ts
de su espíritu , á q u i e 11 es e 1) n d u.i o ( k s d e 1 • l p r 1 11.> , l 1 J :-:: • , rnc.1 i ·
del siglo hasta a11i1.ullus segt.n·os asilos 1.ki h Yirtud'. C11
hombre solo apenas l1üSt<t !'llL'<l tantas t.üel.. <IS. y uu1 L1_L<"_1-· 1

l'iosos mi11istel'ios. Sin c·mhat'~o <::dios ~olo ncup<lll l;t


parte más pe11nc 1-ta ck~ In Yida cJ¡.:j •. ·sre sa1.:•:::1·dut1~ i111'ari.~:a­
1

ble, <¡ue por la utilidad de .~ ~1i:--:; tl'1lb<lj1.1s c:'it'i"llt1'1 u11~1 t·íe-


<lad, que habí<.t cnme11zculr1 ;3i11 t'lar¡nc~z;_·1s. y 1p11• si~ :::(1~111-
vo siempre eo n fr~ i • vm· e n u l ej i.'L ·' -~ i e i d d e to d<-1. s L.1 s \·i i · r ' 1--
des. Sacerdote fiel, 'f Ut:.' llÍ\"tdi°J ~ll Ci'lll<lueta uo1· la \"¡)-

lunta<l de Dios, y por los lH·eet:.prcr~ ck s11 Stlllt;.t ley: jn.1'tr1


cormeum et wiin1,rtm m.ewn faeiet. Vüd ya itn 1.1e:ÜT 1C11 1

ejemplar, que clesempt:~1-1ó ~u 111 in i stu1·io según las Inü:\ i-


mas, y ejemplo del stqn"c·nH) pnstn1" Jesu-C1·isto: et rtJ,J;11-
labit corwn Chnsto mcu f't' !lf!Ú,-.; r1ieb11s.

~E G u~ nA p.-\ n TE

Una JJt'lldcnei({, (j_Ufl de f()r/() f1'Ít'11fo: un eclu, r¡1u· ri 1wl,,


atiende: ww earid({d, <¡zw llwlu 1-c:-;c1Ta fue1·011 .¡,_. ¡, 1:-- ¡11·i-
meros y más glo1·iosos cur<:1ct1~t"1_·s, C(Jll '1111· ~(· l1izu ·lis-
t i Il g U j l' Je SU - Cr i S t n , 111 Í e 11 t f' ¿ l S Gj t-_• l 'C Í 1. ~ l e ll l~ S t U Ll ! 11 l ll l 1 l el .....
i

funciones de pastor supremo ~· uniYersal d1~· r1.-,clus }os


hombres. Estos mi~rno~ so11 lns que distingu1~~11 ni i1ú-
rroco ejemplar, que os liu l'l'Opttestu dcs1~rnp1~1-1andu ~11
ministerio por aquel llt0del<'>, .\" St..)gi·m sus di\·inüs rnúxi-
mas y ejemplos.
Una prudencia que de turlu fl'iunfa. Esta es ht pei11t1~1·a
calidad que debe adornae á nn párroco. Sin ella 11···
conseguirá más que hacer odiosas sus funciones, alejün-
do de sí por su indiscPec.iún y su durezü á los que '1 1 .~­
biera atraer por la dulzura y la prudencia. Un ¡rnshH'
verdaderamen prudente contelllpuriza muchas Yeces con
el pecador para triunfar del pecado; sabe distinguir en-

ISTÓRICO
CION L
usooi
- 80 -

tre las fragilidades del hombre y los delitos de una pre-


meditada malicia. Severo siernpre é inflexible consigo
mismo, es con los demás indulgente. Semejante á la
gracia, de quien es ministro, toma todas sus formas pa-
ra ganar pri1nero el corazón y apoderarse después del
.espíritu. A los hijos pródigos no les echa en rostro
con acri1nonía sus pasados excesos: á las Magdalenas no
les recuerda sus liviandades: olvida las usuras de los
Zaq ueos, recibe benignamente á las adúlteras y carga
sobre sus hombros la ovt-~ja perdida para hacerle menos
penosa la vuelta al re di 1, de que desgraciadamente se
había descarriado. Todü lo allana con la dulzura, y al
fin de todo triunfa con la prudencia..
;~~º es éste, feligreses de esta parroquia, el verdadero
párroco que habeis perdido'? Generahnente se cree que la
prudencia es el resultado de las canas y el fruto de
una larga experiencia. En el DR. Sor...A nu fué preciso
esperar la inadurez de los alios para admirar un fondo
de discreción bastante á llenar el penoso y delicado em-
peilo de pastor- en la iglesia de .Jesu-Cristo. Joven toda-
vía, su prudencia lo coloca á la frente del respetable
clero de esta diócesis y lo conduce á encargarse de su
gobierno. En las circunstancias más difíciles, las pasio-
11es exaltadas de los hombres transaron sus pretensiones
y reclamaron en su favor el nornbramiento de Provisor,
que había llegado á ser corno las manzana de la discor-
dia. Su prudencia lo de~tinó á desempeüar este mis-
mo cargo en otras tres distintas ocasiones y en todas
el suceso correspondió siempre á las esperanzas.
Aún está viva la memoria de sus cuatro gobiernos: ellos
·se hicieron distinguir por una rectitud á toda prueba y
por una lenidad que dirigió siempre la prudencia. En to-
das ocasiones entró al mando acompañado del aplauso
público; y al dejarlo lo siguió un sentimiento universal,
.r.¡ue es el testimonio más glorioso de su mérito. Pero

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 81

yo debo pasar pur alto Psta t~n interesante pai·te de su


vida. Es forzoso sacriticar ett este punto su gl•wia á la
indispensable necesidad de conservar muchos sucesos t~n
el perpétuo olvido, en que~ quiso dejarles sepultados :Su
prudencia.
Para llenar esta parte de su elogio me basta i·epresen-
tarlo corno un párroco <1 ue dese1npeüa con d iscreci1\11
las delicadas obligaciones de su 1ninistt~rio. PPud1!.ncia
en oponerse á los escándalos, que obsf~rYa t:•n su rebn1in.
En lances semejantes la indiscrecj<'rn causa comunmen-
te más dafío, que los mis1nos males cuyo remedio se
procura, Nuestro párroco todo lo facilica co11 aqu1Jl
pulso, que en el libro de los rn·oyerbios se }]arna la cien-
cia de los santos. Afable y lleno de bondad con lo~
mismos á quienes corrige, jamás empl(~a el ardor y fil--
meza de Elías, sin haber antes apur-ado la dulzul'a y sua-
Yidad de Eliseo. ¡Cuantas veces logró por este m1~dio
atajar en su principio u nos ina les que no habría basta-
do después á sofocai· el iu1perio y rigor de las leyes!
Prudencia. que lo constituye el árbitro de los corazo-
nes de sus feligreses, que corta de raiz sus dis1~nsiones
y restablece la paz de las fa1niJias, e11 (1ue ei enemigo lla-
l1ia sembrado la cizaiía de la discordia. ¡Cuantos esposos
deben á su paternal vigilancia y á sus prudentes amo1w~­
taciones la dulce uniún en 'JUe hoy viYen y que hayan de-
saparecido enteramente los l'•·)celos, que en algún tiempo
amenazaban un rompimiento escandaloso y perp<-'•tuo!
Prudencia en la dirección de las almas y en la dispen-
sación de los sagr-ados rniste1·ios du que fué 1ninistro.
Hablad por mí, almas felices á quienes supo eonduci1· pu1·
el camino escabroso de la piedad y que con un magiste-
rio sabio y prudente os inarct'> el destino en que debiai~
buscar vuestra seguridad y salvación. Hablad Yosotra~.
almas envejecidas en ,~icio, que tantas Yeces coreis-
teis á sus piés llevando c-rn vuestros semblantes la dese~-
G

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 82 -

ptwacwn~ q uo os i ns pi r<.tban vuestros antiguos y enormes


ddlitos. Oisteis de su boca a1uellas reconvenciones agrias
con '1ue una rigidez indisceeta hace agostar' muchas ve-
ces los mejores frutos de la di vi na gracia? ¿No es ver-
dad, <1ue sus dulces y oportunos consuelos alentaron vues-
tt~as espet·anzas y al fin consolidaron vuestro arrepentí·
to! . ¡Cuantas veces capituló con Yuestras mismas mise-
rias para no hacel'os insufrible el yugo de Ja penitencia!
¡Cuantas veces initigú con vosotros el rigor de toclas las
reglas, para no asustaros con las privaciones y penali-
dntles de la nueva vida que ibais á emprender! ¡Con que
des tl' e za os oc u l t ó si e m pi'} e el hierro de u na j u s ti e i a in di s -
pensable bajo las flores y encantos de una inisericordia
lisonjera! Pero no acabaría en mucho tiempo si hubieea
de recoedar todos los gloriosos triunfos, que se debieron
á la pr-udencia de este párroco en el desempeüo de su rni-
n isterio. Yo debo hablaros ya de los heroicos esfuerzos
de su celo.
Sí su prudencia de todo iriunfa, su celo ú todo atiende.
Aquí, seüol'es, es necesar-io correr con rapidez para po-
der decir· algo ele lo mucho <1ue obró c·ste sacer-dote vene-
ru.bl<~·, á quien no dnJo presentar como el mejor modelo
de un párroco. Veinte alios de servicio en esta parroquia,
fueron otros tantos aüos de trabaj!) incesante y de una
aplicación la más infatigable en el ejercicio de sus fun-
ciones. ¡Que celo en promover- la decencia del culto y
en sostener- la magestad del santuario! Este templo objeto
de sus afanes y anhelo publica desde cada uno de sus
ángulos Ja piedad acti Ya del que lo adornó con esa ma-
gestuosa sencilJez que inspira <levoción y se gana el
respeto. Registradlo con reiigiosa curiosidad y por
todas partes encontrareis n1onumentos de celo con que
procuró siempre el engrandecimiento de la casa de Dios
y que celebrasen con uecoro y pompa las funciones del
culto.

usooi
ISTÓRICO
CION L
·--· 8)•)
i_) -

¡Que cc~lo en fornen tete en su s ueiío la v e1·d ad.~ t'<:'t piedad r


Recordad los establecimientos 'ttW hizo con esu~ sulo nb-
j eto y e¡ u e pe r pe tu a n 1-:' n t~ :-:; t ;t p J. e r· (q u i <t ~ u me rni) i · i a
Echad la vista ú. uS<l udificnntt-~ he1·rfü1.n<.Lttl '1 ne li1)y 1u
ofrece estos hnnoe1-~s fú11eh1·es. U)
Pudiera duei rsu 'J iW ó 1 fué s n fu :1 dadue segú .......
11 la n u e Ya-·

forma que 1e d i ú su et~ lo l len o il (~ s a b i d u r frt, .v s !J g ú n las


sólidas basns de utilidad y d t:~ ed i fic<te ión su IH·a <.pie l n
estableció casi en los inom1·11tos cm 'flH~ caminaba ú ~u
ruina. ¡Cuantasgeacia~ obtuvo la santa ~ede pnl'a e111·i-
quecer usta asocil.tCi<'>n n~~Iigiosa! Ell<l ~onser·vará un r1~­
conocimiento ete1·1w al an1ue y ele si utet•é3 cun que por·
tantos aüos le desemp.uü1'.> gcütnitanHmte la-:-; funciones d1J
capellán, odificúndola c•»n sus ejemplos, <.lieigiéndola cun
sus consejos, y siendo sn 01·úculo y su mojo1· cn·w.un1~nt1).
No olvicleis esos cinco ejeecicios de cuarenta h<was, lllle
estab]eció en ~sta iglesia, y sostuvo en todc)S los a11us de
su vidá á costa de no purpteüos sacr·ificios. Instituci<'1n
apreciable en q no se pr1>pt1~n Lt rnayur· ho1n·<l, y gloeia de
Dios, y el propoecio11ae a ~u l't~ligt·esía y al pu1~blo V1do 1~·t
mejor medio pnt·a santific:u· lu.".) ge<-:t111.les días 1jJl r11t(~ ce-
lebra la iglesia l1)S pcineipül•!.S mist!~t·ios Je ntu~:-;t1·<1 l'•~l i-
gión. Ejercicios sant')S, ú 'tll•:~ e.~tán viucuL.t1Lts exreao1·-
dínarias gracias, y <JllO J>i'dcur·ó hacer- mús útil1~s y edili-
cantes con plúticas diarias, 1~n <.¡ut3 explicaba ·~I uvüngeli•.>
y ensefiaba la tnt)1·al rnús pn L'ü.
¡Que celo, qué e~aetittul (~ll 1~l de:;empelio de las vastas
y de·licadas obligacio1tes dc su miuistorio! Uno de lns
primeros deberes de un púrr·uco e:.::; evangelizar· ú los pue-
b:os, y alirnent~trlos cun t~l pan de la buena <loc.ti·in:t..
Prreclica verbwn, decfrt San Püblo á 'l'itn')t1~0, in..;;frt ()jJur-
tune, im¡)o1"fune: no temas pat'ecee importuno en predicat·
la di vi na palabra de <J uü e t·es rn i nis tr·o: rriini::;ter inm tu u ili

(1) La del señor del Pertlon y .Anima~.

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 84 -

ÍJJiple. Vosotros sabeis cuánto ernpeüo siguió este consejo,


ó rnás bien este precepto del apostol. Hable este púlpito
á que subió con tanta frecuencia para hacer que sus uve-
jas oyesen la. voz de su vm--dadero pastor: esta cátedra
que honró predicanllo siempre Ja verdad, y que jamás
profanó con la li5onja. No dejó de llenar esta parte de
su ministerio, sino cuando se !o impidieron absolutamente
sus achaques, y entonces cuidó de poner ministros celo-
sos capaces de desobl igarlo con fruto.
Infatigable en el púlpito, lo fué aún más en t~l confeso-
nario; tarea ordinaria en que pasaba comunmente mu-
chas horas del día y de la noclrn, Alguna vez en medio
de una mies abundante, la ausencia del sol no le permite
continuar la cosecha: él obtiene un privilegio para con-
fosar aún de noche personas de otro sexo. En conside-
ración á su virtud y á la pureza <le su celo, se relaja la
lt~y con que la iglesia tan rigurosament~ lo prohibe.
Pero donde brilló más su celo fué con sus feligreses
enfermos. ¡Que prontitud para correr á proporcionarles
los auxilios de la religión! Se olvidaba de sí mismo cuan~
do estaba por 1nedio la necesidad de un enfermo. No se
c11ntentaba con administrarle los santos sacramentos, los
Yisitaba con arnor, les inspiraba resignación, y no los
abandonaba muchas veces hasta haber recibido sus últi-
mos suspiros, y acompañado sus almas hasta las puertas
de Ja eternidad.
En todas estas penosas funciones fue tan infatigable su
ciJlo en los últimos años ele su vida, como en los prim1:~­
r,)S días de su ministerio. No conoció el tédio ó tibieza,
que generalmente engendra la larga, y asídua aplicaciún
á los mismos tea bajos y tareas. Cuarenta y cinco aiíos de
un sacerdocio el 1nás laborioso no pudi~ron apm'ar su
Ci)nstancia. Sin variar jamás de ojetos la misma unifor-
1nidad de sus funciones, parecía dar nuevo vigor á su fer-
Yoroso celo. Ni su edad avanzada, ni una salud achacosa

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ISTÓRICO
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--- 85 -

le merecieron alguna vez la menor indulgencia. Próximo


á concluir su carrera se vió con frecuencia á este anciano
venerable montado sobre un caballo, que no podían ya di-
rigir sus trémulas manos, destocado, sufriendo los ardo-
res del sol y los rigores del frío, infundiendo respeto con
su compostura y recogimiento, atravesar las más penosas
calles de su parroquia para irá llevar el sagrado viático
á sus feligreses enfermos. En vano se quiso alguna vez
retraerlo de estas peligrosas jornadas en consideración á
lo quebrantado de su salud y á lo avanzado de sus años:
el respondía como S. Pablo, nihJl hor·um nereor, dununo-
do consumem cursum nieuni et ministerium: yo nada temo,
sino dejar de cumplir con mi deber: es necesario que nai
ministerio acabe con 1ni ~arrera. Parecía que como á
aquel apóstol sus mis1nos males daban nuevos brios á su
espíritu laborioso, y que las enfermedades como que rea-
nimasen sus fuerzas é inflamasen más su celo: cum 1:n-
firnwr tune potens sum.
Pero ya es tiempo que concluya su elogio con el último
-rasgo que debe acabar de bosquejarost"su retrato. Su
prudencia de todo triunfa: su celo á todo el.tiende; pe1·0
su caridad nada reserva. ¡(~ue campo tan vasto se me ofre-
cía aguí para edificar vuestra piedad, si no temiera abu-
sar de vuestro sufri1niento! Escribiendo el apóstol á los
'fieles de Corinto les decía, r1 ue el había tomado siempl'e
parte en todos sus males, y sentido como propios los pa.
decimientos de cada uno de ellos: quis in.firmatur et ego
non infirmor? No fueron estos mismos los sentimientos
de vuestro difunto párrocoG? En vuestras aflicciones y tra-
bajos no mezcló siempre sus lágrimas con las vuestras,
al tiempo mismo que os Bxortaba á conformidad y re-
signaciónG? ¿?No le veiais inquieto y solícito procurando
vuestro alivio y facilitandoos consuelos y socorros en
vuestros contratiempos y necesidadesti? ¿)T qué"? ¿fué por
9

ventura su caridad esa compasión estéri 1, buena sola-

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ISTÓRICO
CION L
- º'""" - -
ol5

mente pa.l'a manifestar sentimiento p<w las miserias age-


nas, pcrn demasiado inezquina para remedinrln.sG( Hablen
hoy los pobres entre quienes repai-tía lo <1ue i·obaba á
su propia decencia, y á cuyo socorro destinó los ahorPos
<le una prudente economía y de una fragilidad la mús rí-
gida.. Id á su casa, y ved esos grupos 'le víctimas de la
n1iseria pública, 'lue socorridos siempre cun liberalidarl,
no cesan de clamar, penetrados del eeconocimiento más
Yivo: dichoso el que se compadec(~ de las miserias de sus
smnejautes: beatus qui in te! Üfj Ít super ef_Jdnwn ef JW llj)ef'C/11,.
Averiguad qué se ha hecho el fruto de una vida tnn ht.-
boriosa: preguntad l1"mde están 1as n.~ntas '1 tw ha rlisfr·u-
tado.; dónde los proventos de un beneficio <.JlW posey<'> tan-
tos aiíos. Pero nó, no os fatigueis en vano. El estú pe-
netrado de la verdad de aquel Ja doetr·i na, <1ue 1),n tiempos
1ná~. felices rnir-ó siempre las eentas eclesiústicas como la
herencia, el \'erdadero pateimonio de Jos polwes: se con-
sidera como su ecónomo,)' el dispensado1~ de unos bi1~ue s
que debe disti·ibnir con discreción, corno que ha de dnr
al padr-8 <le farni lia una cuenta estrechísima de sn admi-
n istracit'111. Poseído de estos iwincipios, apenas reserva
para sí lo que no puede negar ú una subsistencia sencilla
y pob1·e. No pregunteis ya en {fu<:' hn. invertido el r-esto.
Buscadlo en esos tristes albergues donrle se ncu l tan tan-
tas fa1nilias afligidas por lo rniseeia: entr·e ellas lo r-epai·t.e
nu con una mano avaea, que cree siernpre dar más de lo
que deb8, sino con un corazón pródigo, <JUü jn,n1ás da sin
el disgusto de no extenderse más allá de lo que puede
¡Que no me sea dable reunir aquí todos esos tiernos
n1>jetos de su caridad benéfica! Oh! Y qw~ dufdo tan mn-
gcstuoso harían en esta pompa fún'.~bre~ AJJí veríais le-
vantarse una viuda desconsolada, á quien la muerte
arrebató un esposo, cuya laboriosidad Hra el único pa-
tr-in1onio de una familia numerosa, la cual vivió después
ú expensas de la caridad de su párroco. Acá so os p1·e-

usooi
ISTÓRICO
CION L
sentaría una doncella á quien esa misrna caridad sacó
del borde de un abismo, en que iba á precipital'la su illdi-
gencia y su pobreza. :Más allá se dejarían ver tauto~ <!n-
fermos condenados á morir, no tanto p01 la aceebidüd de
1

stts males, cuanto púl' la .imposibilidad de provec_)r ú su


curación y asistencia; y que clescubier·tos y auxiliados
por la activa y vigilante caridad de su pastor, se creen
deudores á él de una vida que estaba destinada ú, con-
cluir en Jos brazos de la desesperación y de la iniseria.
¡Quereis aún escenas más tiernas y patéticas 6? Ved
p~es una feligresa, que va á irnplorae su car-idad, emuHlO
nada tiene con que poderla socorrer. ¡Cuanta fué enton-
ces la amargura de aquel caritativo corazón! Peeo, se-
ñores, la caridad cristiana fue siempre ingeniosa: ú la de
nuestro párroco jamás faltan recuesos, porque nada re-
serva. El no puede ser insensible á ]os clamores de una
_feligresa que reclama su socorro: le ofrece algunos dt~
sus libros paea que los venda, y se remedie: mas rt~sis­
tiéndose ella á admitir la ofe1·ta, le pide que acepte el va-
so en que bebe, como si quisiera que llevase esta mues-
tra de su caridad, ya que no puedo proporcionar ú su
indigencia los auxilios que desea. ¡Quiell pudiera h(1ce1l
hablar al sace1·dote, r¡ ue fué testigo de u na escena, '-1 ue
hace tanto honor á la caridad cristiana! ¡Como nos pin-
taría la sorpresa que se apoderó de su alma, y el res-
peto que le infundí('> la ternura y compasión de este pá-
rroco ejemplar! Entretanto, ved otras dos mujeres q ut. 1

lo esperan á las puertas de su casa, le manifiestan su


desnudez, y piden una 1irnos na para abri~ar-se contra los
rígores de la estación. ¿9 Cual os parece será el resulta-
.do de esta súplica~1 Asombraos corazones insensibles á.
las miserias de vuestros semejantes! No teniendo otra
cosa que dar, se quita de sobre sus hombros un gaban,
que es todo su abrigo, y queda con sum 1 placer expuesto

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 88 -

á las m1s1nas miserias <¡ue ha procurado remediar en sus


OVeJUS.
~fas, hasta cuándo he de fatigaros con la relación <le
anos hechos que conservais vosotros grabados en vue$-
tras almas con caracteres que dificilmente podrá horrar
el tiempo~ Pero esperad El DR. SOLA está próximo á
terminar su carrera: ya está para descargarse sobre su
cabeza el terrible golpe, que dentro d·) pocos días pon-
drá fin á tan preciosa vida. Es preciso que sus últimos
momentos queden marcados con un rasgo de caridad;
íl ue él solo baste para dar idea de la grandeza de su ul-
1na y de la generosidad de su corazón. Pocos dias an-
tes que lo acometiese la e1ferme<lad, que lo llevó al su-
pulcro, va á administrar á un feligrBs el sagrado viático,
y al observar la miseria del lucho en que está postrado,
su caridad se inflama: vuulve á su casa, y tomando el
colchón de su propia cama, socorre con él ú aquel enfer-
mo; y cual otro To1nás de Villanueva se pone en el ca-
so ele tener 1nuy luego que pedir prestado el que debe
servirle en los últimos días de ~u viua.
Católicos ¡que pocos ejemplos hay de una caridad tan
heroica! El es sin duda anuncio triste ele que este pá-
rroco ejemplar está para consumar su ministerio y su
carrera. Sí: muy luego un accidente violento y mortal
amenaza echar por tierra esta columna <le Israel. Ve-
nid, señores, á recoger los últimos ejemplos que nos of1·8·
ce su virtud en los postreros momentos de su vida. El
divisa con imperturbable serenidad acercarse esa ho-
ra terrible, en que no puedP, pensar el impío sin pavo1· y
espanto. ¡Que resignación tan edificante! Tu voluntr1d
es la mia: estas y otras semejantes son las expresioues
'l ue articula su lengua tocada del parálisis: estos los tie1·-
nos afectos con que se desahoga su corazón. ¡Que pa-
ciencia~ qué sufrimiento '~n medin <le los dolores del mal
y de los que Je causan los violentos remedios que le apli-

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89 -

can! ¡Que recogimiento! Más de una vez se le creyó


sumergido en un profundo letargo precursor de una
·muerte próxima: mas, en hablándole de Dios, desp1e1·ta
·al punto, y manifiesta que la insensibilidad que se le no-
ta, no es efecto del mal que lo devora, si más bien de las
profundas meditaciones en q uo está sumergido su espí-
ritu; y que desprendida su alma de cuanto tiene relación
con este mundo, solo piensa en el siglo futuro; porq ne
suspiró siempre ¡Cuanto no edifica el fervor y vene1·a-
ción con que recibe los santos sacramentos!
Acerquémonos, seflores, al lecho en que yace e~te
moribundo venerable. Entre las agonias de la mue1·te
es el triunfo más glorioso para la religión. Ved los ho-
menajes que el mundo misrno le tributa en esos mo-
mentos, en que otros hombres no recogen sino hu mi Ilacio-
nes y desprecios. Tanto es, pueblo católico, el imperio
de la virtud. Mas ay! que e 1 mal progrt~sa .... se han
perdído ya las esperanzas .... ocho días pasan. . . fue1·on
inútiles todos los esfuerzos del arte .. ya no existe ca-
tólicos ... No existe ya ese sacerdote, cuya piedad co-
menzada sin flaquezas, sostenida con fervor en el ejerci-
cio de todas las virtudes, y coronada por la utilidad de
sus trabajos nos presentaba el mejor modelo de un sa-
cerdote fiel, que nivela siempre su conducta por la YO-
luntad de su Dios, y por los preceptos de su santa lfly.
No existe ya ese párroco, en quien una prudencia que <le
todo triunfa, un celo que á todo atiende, y una caridad
que nada reserva, nos lo hiciAron admirar como un pá-
rroco ejemplar, que desempeñó su ministerio según las
máximas y ejemplos del supremo pastor J esu-Cristo, por
cuyas huellas caminó en todos los días de su Yidn; ju,f'ta
cor meum et animan mean faciet .. et ambulabit coran
Christo meo cunctis diebus.
Eterno Dios! ¿qasi humillas al más encumbrado y ro-
busto cedro del Líbano? ¿?Dejas á esta parroquia viuclati?

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ISTÓRICO
CION L
·- 00 --
'
A tu iglesia
._. sin su más brillante lumbrer-aG! Al sacerdo-
cio sin su mejor modelo? A la religión sin su más fiel
ministr</~ ¿~Al inundo todo sin un justo capaz de detener
lc1 corr·upción por sus ejemplos, y de retardar- su castigo
por el fervor <le sus oraciones~~ Adoremos, hermanos míos,
con respeto los eternos decretos <le Ja providencia del Se-
üor. Era justo que á este obr-ero infatigable le llegase
al cumplir los sesenta y nueYe aüos de edad el momento
de su reposo y descanso: ya era tiempo que fuese á re-
coger· eu el seno mism8 ele la <liYinidacl el fruto de sus
l1eroicas virtudes y de sus gl01·iosos trabajos.
Vuela pues, alma justa, sacerdote fiel, párroco ejem-
plar, Yuela ya á gozar las eternas rc~compensas con que
pr-emia Dios la fidelidad ele sus amigos y la laboriosi-
dacl de sus obreros Per-o permitenos que desde esta
mansión de miserias, donde nos dejas sumergidos en el
wás amargo pe~ar, tt- clamemos como Eliseo á su padre
Elias: peder mi, ¡mter nii, Cllrrus Israel, et aunga ejus:
padee nuesti·o, pad1·,~ nuestr·o, carro de Israel, su fuerza
y su guía: arrojanos al menos tu manto para consuelo
nnestro. Si, <lejanos en hueencia tu espíritu, ese espíritu
du fervor y de celo que te animó constantemPnte 811 este
rn un do, par a que 1os que par tic i pa rn os el e. tu 111 i nis ter io,
hna:arnos tan útiles nuestras funciones como le fueron tus
c._,

tl'abajos. Recibe este último homennjP, que empapado


en sus tiernas y abundantes lágrimas, te ofr~ce esta grey
i·econocida que te fué tan cal'a. Si desde este mundo
levantaste al cielo incesantemente tus puras manos para
atraer sobre ella sus bendiciones, no la olvi<les ahora
d1 sde el 8levado puesto en que nuestra piadosa c1·eencia
1

tv considera en las mansiones de una felicidad perdu-


rable.
Sacerdotes del A ltisimo, consumad ya vuestro m1111s-
terio: haced subir Yuestras últimas preces al trono de la
misericordia: nosotr·os todos nos prepaeamos ú unir nues-

usooi
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- 91
\'

:. ·iros clamores á los vuestros y postrados ante el Dios dL~


: . ·Aaron y de S am u e 1, le pedimos, que si en aquel j u i c i o se-
:·_ vero, que según la ex prPsi<'Jn <lAl profeta no perdonará
::·.nuestras mismas justicias, se hubiesen encontrarlo aún
nm
~-
nuestro difunto sacerdote algunos defectos, teistes 1'1.:•-
L

~. sabios de la fragilidad del hombre, reciba en su expiación


:. el sacrificio del cordero sin inanrilla, que acabais de
~.-ofrecer por su alma, y lo inclroduzca. cuanto ant<·:s en
~·el eterno gozo en un descanso sempiterno.
'_, Reguiescat in pace) Al\IE~.

·NOTA: ESTA ORACIÓN FUÉ PRONUNCIADA EL 19 DE DICIEMl3RE


DE 1820.
EL EDITOR.

usooi
ISTÓRICO
CION L
/
!

¡.
1
\
1.
..
i ..
\
\
\

Dr. Valentin Gomez


.-
ELOGIO FÚNEBRE

~L BENEMÉRITO CIUDADANO DON MANUEL BELGHANO, ILUS-
Tf.tE MIEMBRO DE LA PRIMERA JUNTA GUBERNATIVA,
CAPITÁN GENERAL DE PROVINCIAS, Y EN JEFE DE
LOS EJÉRCITOS AUXILIADORES DEL NORTE Y ALTO
PERÚ, QUE DIJO EL DR. D . .JOSI~ V ALENTIN GO-
MEZ, DIGNIDAD DE TESORERO DE LA IGLESIA CATE-
DRAL DE ESTA CIUDAD, GOBERNADOR DE ESTA DIÓCE-
SIS, EL DÍA 29 DE JULIO DE 1821 EN EL QUE SE CE -
LEBRARON SUS EXEQUIAS.

Esto 'Vi1· fo1·ti~, et /Heliw·e bella Dumúii.


Sed un hombre fuerte, pero emplead vue:-:-
tro vu.lor en una guerra del agrado del
~eñor.

Al fin es llegado,
ciudadanos, td feliz <lía en '-lue la.
us~re ciudad de Buenos Aires puede deJicarse á satis-
~er los sentimientos '-1 ue le inspira su gratitud y su
rnura hacia un objeto de su pri1ner atención. Ella res-
fra ya, gracias al cielo, de las calamidades que la han
~igido en una época inmediata. ¡l~poca abominable! ....
~;.quién pudiera arrancarla dP la serie de los tiempos, ú
pPnltS¡rla allá en los abismos del olvido!
<Mientras nuestra cara patria era la presa de vergonzo-
~ pasiones, y presentaba al mundo el horrible espectá-

usooi
ISTÓRICO
CION L
culo de las desgraci:1s y d8 los c1~iurnnes. .\lientras que!
lloraba inconsolable los desastr·es de que habeis sido tes-.
tigos, aún se le preparaba ')tr·o golpe funesto que debía
consumar su doloe, y dest1·ui1· pa1·a siempre sus más be-
llas esperanzas. La segu1· de la mlwete amenazaba los
preciosos días de ª'-! uel hijo p1·edílecto '1 ue en tiempos mús
felices la había colrnaJo <le glorias, y de quien aún podrht
recibir algun consuelo en tan ceuelAs infortunios. Llegó
el momento fatal, y fué bon·aJo del libro de los vivientes,
d distinguido nombre del benemérito brigadier, capitán
geueral de provincias, y general en jefe del ejército d~I
Perú don Manuel BeJgrano-La uoticia se Jifunde con
la rapidez del rayo que todas las clases de nuestros con·
ci u danos y el eco de esa triste voz V<l ú i·esonar en el
otro lado del o~eano.
Vosotros sabeis la profunda impresión que hizo su
rnner-te en esta región del sud del nnevo mun<lo, y las
lagi·imas que arrancó de vuestros ojos. Yo puedo cee-
ciora1~os de la que causó en las dos ¡wuneras cortes del
mundo viejo. Los papeles públicos anunciaron con ve-
neración el fallecimiento ele ese ilustr-e campeon de la in-
dependencia america11a, y lus par·tidarios dt~ la causa de
ia Jibeetad tomaron ~na parte en el duelo de los repre-
seutantes de estas provincias. -Oh! __ .si al meuos hu-
bier¿l podido yo en aquel momento sati~facerles y conso-
larme con la idea de que haría yo iuist110 su elogio fúne-
lwe, y preconizaiiú.i con mis propius labios sus virtudes!
.•• , Pero eso habl'ia sido lisongeaerne prematuramente de
una satisfacción que yo no sabía '1 uu me estaba prepara-
da. Qué dulce satisfrtcción pai·a mí, amados compa-
triotas, poder inezclar hoy mis seutimientos con los
vuestros par·a implorar en su favoe las misericordias del
Sef1or, y renovaros la inemoeia de sus proezas y de sus
virtudes! Sí: ese es el nobie designio que me ha condu-
cido á este lugar sagrado, en la esperanza de consolaros

usooi
ISTÓRICO
CION L
en vuestra atticció11, y de ~<lti~f<lcc·1· lus Yotos del diguo J 1 ·-

fe de la provincia y municip,11 idad de esta ciudad, 'lw.\ ¡,.


consagran estas ex(Yp1i<ts ~tt \'ida c~n toda ~u 1_\:\.rensi1'111
sólo puede ser el ns1mto de In lti~tori<1. Y() 111~ del1id11
ceñirme á sus acciones militat·es y c't alµ:nnas '-k~ :--;us YÍ1·-
tudes, pues que e:-; tas son las ! ¡ 1tr~ han li cich(> in ús i m ¡i111·-
tantes sus St3r·vicins y rnús lanH~11u1lde sn l'én.liJ;t. (jui1_·-
ro demostraeos c:nn las palnl11'fl .. .:. de iui t1·mn, 'I'H~ fué u11
hombre fuerte~ <1ue t~rnpl1::;1ó s11 Y;d11f' 1·n 1inn g111:·1Tn. dt·l
agrado dél Seiíot'.-/j~Sirt ni1' f11·Ú8 et prdt'ru·e IJellrt ])u-
mini. -A esta soh1 ¡i1·np1hici<'111 ·'·a i·1~salta l<t iden d1~ u11
héroe rnilita1·:-escuchad s11 diYi~i1'111, y n~1·1_·is <!l fiel i·1·-
trato del general <pie llo1·<1i.s f·:I f1H~· u11 11ornlwe fuerr•:'
por su constancia y su \"al ot-·. -- J>" imero pal'te-1 :: tn p11:· 1.1
su valor en una g11·~r'i'a del ag1·ado del ;--.;1~C11H· pu1· Si.l tin y
por sus medios-.~'er;wul(( pru·te.
Si no tengo la g lo i · i a d '-' de:~ P 1ii¡ie1'1 a i • m P en es k i 1n p 1) i · -
tante asunto, tenclrt~ <il rnenus la 1k ~ntisfnee1• l1)~ <11 . . ber¡_•:---:
de mi gratitud; y si eumu 01·ad1H' 1w ll<~g1) ú. rn1~1·ec1·1·
vuestros aplau3os, yo lll·J apl:u1di1·(·. ú in1 mh1110 curn11
ciudadano de lial.H~l"' lio1n·;1dn e.u;111t<) it11~ lia :~id11 ¡:<J~i!_1l1~ .ti
defensor <le nuust1·a pate1n.

¿Por qué raro prestigio h1!1111i~ ll1·~üd11 ú 1<1 c1-·g11c·1lc.ld d1~


limitar el ejercicio de la fot·t<llr•za, la iuús h1·illa11re d1.'
todas las virtudes, ú solo el ,·aJ.:1r- qtLe se ac.1·editn t~·n 111 .. :.
combates~ ¿9 Por qué cspecit~ de 1.:~nea11tt) si~ ha ap1idc1·n1l11
este peligroso eeeor d.:~l co1·nz1'1n de tnd1:is los h(1111L11·e.~
hasta hacerlos sensibles S<)lc.uu1. ntc á L:L glnri<-t dr~ la~
1

acciones militaresY Escuchamos con llna H p1·obaci1'm d,·._


bil y fría aquellas inocenti·s victoeias, arp.lt~llas victu1·íns
espirituales y divinas en 'J ue 11 w~str·a nliua es nl n11s1ur>
tiempo el capitán y el soldado, 1·l \·t·_·nc1~d1.1e y (•! Ye11c1 ·

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 9ti -

do; en que Ja rnoderacíón triunfa <le la fuerza de las pa-


siones; en que Ja justicia se sobrepone á la insaciable
aYidez de la codicia y de la ambición: en que la huma-
Hidacl reprime el furor y sofoca la venganza; y nos trans-
porta la relación de un c01nbate sangriento, en que miles
Je hombres han siclo víctirnai.;, quizá del orgullo de un
a1nb1cioso.
Nó: es menester que salgamos de ese error funesto;
qu~ sea1nos justos clistribui<lores de la gloria; y que pe·
semos las bellas acciones en la balanza de la moral y de
la justicia.-Debemos reconocer, con S. A1nbrosio, que el
valor es una virtud más briJlante que las demas; pero
'lue jainás es virtud cuando está solo: fortidu velut exel-
tior creteris, sed numquan inconunitata virtus. Persuadido
de su natural ferocidad y de su tendencia á la opresión
110 debe fiar á sí mismo su propia conducta: debe im-
plorar el auxilio ele las otras virtudes que le moderen.
Y á la verdad, si en la Y ida del General, que yo elogio,
uo hubiese encontrado sino aquel coraje que le ha hecho
pasar por uno de los más valientes de nuestros guerre-
1·os, y áquelJa fuerza que lo hacía infatigable en los tra-
1>ajos de la guerra; si en una palabra, yo no hubiese visto
<}n él sino lo que el primer movimiento de nuestra preo-
cupación aprecia con preferencia en un gran militar,
confieso que 1ne habría encontrado embarazado en mi
asnnto. Diré más, habría desesperado de poder sacar
de una n1ateria enteramente mundana la forma de un
discurso, digno del lugar en <pie tengo el honor de ha-
blaros.
Ten1plo sagrado de la vercla eterna! altares donde Ja
verdad encarnada es imnolada todos los días! cátedra de
donde la verdad dívina hace escuchar sus oráculos! que
.enmudezca mi lengua, si no tengo hacia vosotros senti-
1nientos más grandes, y inás dignos que los que tenía el
.orador romano, respecto del senado donde hablaba.

usooi
ISTÓRICO
CION L
97 -

Aquel elocuc1te pagano, dirigiéndose al cow1uistador


del mundo, le dijo con una libertad propia de un predica-
dor cristiano: «César, si no se lee en vuestra historia
smo las acciones militai~es, con que vuestro Yalor ha so-
metido al univeJ·so, la posteridad hallai·á sin tludn, en ellas
cosas dignas de su aclmiración, pero no de su alaban-
za». - Habet qua 1niretur in te zwsteritasf nune etiwn quu:
laudet expectat.
Gracias á Dios, yo no tengo qut.~ temer del asunto 'lue
hoy empleo en rni discurso. Si yo os hablo de las cam-
pañas y de los combates de nuestro gw-~1Tero, t~s pm·q ue
me reservo de haceros entf'<tr después en su c01·azón,
para registrar alli sus senti1nientos y mostraros las virtu-
des con que acompailú la constancia y el valor que des-
plegó desde aquel feliz momento en <jUC se enarboló (~n
·esta ciudad el estandarte du la iibertad.
Volved los ojos, ciudadanos~ hacia aquelht época di-
chosa, y contemplad el tarnaflo, mejor cli1·é, la temeridad
de nuestra empeesa. D<_' un mndo impetuoso y ciego se
sacudió el yugo de la dominaciún espaf1ola, y se arTa11c1'1
el poder de las manos de los mandatarios de la meti·ópo-
li sin contar previamente con todos los medios de elevar
nuestras provincias al rango de una uaci<'Jn ii1d'°~pen­
diente.
Los altos destinos 'l ue debian ¡wesidiela era rnenest<~r
confiarlos á sus hijos excl usi varnen te, poeq ue el los solos
podían responder de la fidt~.J i<lad con q tw debía conseP-
varse ese depósito sagrado. Er·an necesarios hombres
eminentes en todos los ramns du la administración del
nuevo estado. .Jefes expertos que vdasen sobre la
prosperidad y tranqnilidad d1-~ los pueblos. Sábios pu-
blicistas que fijasen las formas de· su gobierno y estable-
ciesen los derechos y las obligaciones de los ciu(_ladanos:
jueces íntegros que castigasen sus crímenes y dirimiesen
sus contiendas: economistas profundos que a<lrninist1 a- 1

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 98 ----

sen el tesoro público: políticos hábiles que condujesfn


sus relaciones con las cortes extrangeras: guerreros
valientes que con1batiesen á los que osasen contrariar :an
justa resolución, desconociendo el derecho supremo de
los pueblos ó inYadien<lo sus territorios. Tan grandes
atenciones exigian en los americanos una transformación
repentina
La fuerza misma del rnovirniento debía obrar ese pro-
digio. El inundo lo ha visto. Del seno de la apatía y
de la ignorancia brotaron hombres dotados de un génio
superior que pu<lo suplir ú la experiencia, y de una ac-
tiYiclad infatigable capaz de acelerar la regeneración del
país. Fué ele ese número el benemérito ciudadano don
:Manuel Belgeano, 1!amado por el Yoto público á ser miem-
bro de la Junta de Gobierno. Su patriotismo, mejor di-
ré, sus fuerzas por la recuperaciún de nuesteos derechos,
lo habian seiialado de antemano. El hizo ver muy en
breYe, que el concepto no habia sido errado, y que la pa-
tria seria recompensada con usnra ele su elección.
Siu embargo el destino aunque eleYüdo no llenaba su~
deseos, ni aquietaba los movimientos impacientes <le su
corazón. No le satisfacían servicios de menos valor que
el de su sangee y de su vida. ¡Quién creería que ese
hombre, for1nado en la carrel'a de las letras y do los em-
pleos, de una complexión débil y delicada, y acostum-
brado á una vida de tranq uili<lad y de placer, encerra-
bª una alma fuerte, capaz de las empresas con que ha
in1110rtalizado su memoria! El gobieeno que le observa-
ba de cerca, <lebió conoce e 1ü elevación de su carácter,
y el arJionte entusiasmo '-1 ue lwJ.da encendi<lo en él el
fuego sagr·ado de la libeetctd. El le j uzg,) capaz de co-
1nanclar un cj érci to, y puso ú sus <)rdenes la expedición
del Paraguay.
¡<Jué conflicto pai·a ese hombre n1o<lesto: verse llama-
do repentinamente ú un eje1·cicio ageno de su· profesión,

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ISTÓRICO
CION L
U~J -

y á un empleo á 'lue 110llegan en un m·d(~ll 1·cgulat·


sino ac¡uellos rnilitnr·e~ fnrirn:vlr1;; en l<t.;; C<:unnc:u-1as, agn·~-
l ...__

rridos en los combn,te.-:; y cm·urtarlus mucli,t~ Vt-~·c1~s C<Hl la


victoria! ... Una lucha viulenta ck af<~ctos y sentimit:•Jlt11s
se suscita en su coe<lz '>11. El pesa cn11 i1nparei'-didad ~u
1

inexperiencia, su debili1LuJ :n·g,ú1icc1 y su faltn. ll1~ cono-


cimientos en el art<~ 1nilitüt·~ per·u anh~ al rnis1110 tiern¡1u
en deseos lle m¡tnif1~sta1· al mund1) lo q 1.u~ puede una '-tlnrn.
grande, sobre tnclu auim;J.d.l di:·l inte1·1~~ sunF) de 1:-1 libe1·-
tad é independencia dr~ su pürt·1a.
Versado en la liist:)t·ia üutigua. y tn1)den1tt ¡},~ las na-
ciones, debió tene1· ¡w1~suntu, que ul c<'insul Lúculo, obliga-
do á ponerse al frente <le lns ejú1·citns Je ltt república
para combatir ú. ~Tin·idates, llegó al campo L'lH:nnigo µ:i~­
neral consumad0, hn.biundo :-)alid1J de I-tollla simple cin-
dadano. Que Carlos XIT, r8y de Sueeia, '~spantó al n1u11-
do con su actividad y su curag1j cuando poco a.ntes lo e~­
candalizaba con su iw.liferullcia y su desidia en lus
más grandes negoeios de su nacic~m; 'lll'~· el gr•trn ~Io1·t·:~ut
cambió la toga por la f:·spa.da eon tal sucesn <tue rne-
reci0 de los frnnct·se~ el i·u11u1nb1·1_• ele segundo capitún
de su tiempo. i::l pudo c<Jncluir de eso~ l'jt-_·inplos, qu( }11S 1

que son nacidos ptw(·•? 1a g l<H' i a, corno él, no Jl(~c,~si tan


del estudio de la prof<jsi«1n mi lit.cu· pal'a a¡wende1· ú ser
valiente sino para sabe1· no ser te111<-:eürios, y <.tut· nn Sdl-
dado que combate ¡.Jo1· la lih1_.1·twl d<~ sn pan·ia pw::.·de Sí:'r
un gran general, desde sus p1·i1118ras eampafutS. El 1.leL1ió
contar sobre todo con la. fuurza de su coraz<'.111 y hh Yi1·-
tudes de sn alma cuando St~ l'("'Sttel n~ ú aceptar el cargo
de general.
Vedle, desde aquel 11wmenro teansfurmadu en un guer1·u -
ro infatigable. Insensible yn. ú todos los alhagos do L1
vida, se consagra exclusivam<-:•nte ú las nte11ciones 1.le su
nuevo empleo. Se de~prt~nde de cuantu s1~ntimiento puu-
de distraerle de los d1~ la guerea, y s<:ilo piensa t:.·11 las

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CION L
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v1etorias con <pie le lisongea su imaginación acalorada.


Ya 110 vé más gloria digna Je sí mismo que la de salvar
Slí patria a.unq ue sea con el sacrificio Je su vida; y mien-
n··as <t ue espera <le sus tareas a<le lantar sus cono~imien­
en el arte, cuenta para sus empresas con su constan-
t1).S
cia y su corage.
Seguid le en tu dos los pasos de su nueva caerera, y de-
cid si no es el mismo en las fronteras del Paraguay que
en TucumA.n y ~Salta, <pie en ,r;lcapugio y Ayohwna. Tan
s ~reno en el peligr<J cumo fuc1·a de él, tan valie11te en la
victoria como en la derrota; y tan grande en lus trabajos
como en Ja prosperidad.
La posteridad oirá con asombr·o la constancia con que
en su inarcha sobre el Paraguay con1batió todos los
ele1nentos antes de llegar al frente <lel enemigo - ¡Gloria
inmortal á los demás guerreros '1 ue sufrieron tanta cala-
1nidad sin dar lugar á la queja :ii al desmayo! ... Distan·
cias inmensas; campos desiertos; lluvias continuas; calo-
r1~s ardientes; ríos ú nado; escaséz, privaciones, intem-
perie: en fi11, cuanto la natuealeza puede presentar de
ominoso, todo es vencido sin rnás recursos <p1e el de
safrimiento y la paciencia. El Gener-al dió el njemplo
il ~ una constancia digna d1~ los Anibctl v d~ los Césa-
~ V

r ~s; pero nunca más fuerte <p.ie cuan<Jo es llegado el mo-


1ncmto del cornbate.
Los hombres comune~ juzgan del tamaiío cli.~ las cosas
p >r el de los resnl tados: las al mas e¡,_, vadas las exarn i-
n :tn en sí inismas. Es de este modo que deben see con-
sideradas las batallas del Prtrrt9uary y Tacuari. Una masa
armada ele ocho inil hombres habría ateerado á cualquiera
otro general á Ja cabeza de quinientos soldados sin más
disciplina, podría rlAcirse, que la ad<1uirida en su marcha..
El nuestro, para quien la elección de evadirse del pe-
ligr·o fué siempre Ja rná~ dificil, no se arredra a la vista
de u na diferencia tan enorme. l~~ l no piensa ya, es ver-

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ISTÓRICO
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101

dad, combatir por Ja victoria que considera imposible,


at~ndida Ja gran superioridad de las fuerzas enemigas;
quiere hacerlo por ~u honor, por el de las tropas r¡ ue
comanda, y por el interés de asegurarles una retirada
militar. Eran necesarios prodigios de valor para alcan-
zar esos objetos; prodigios de valor obró á la cabeza de
su corto ejército, destrozando el centro <lel enemigo,
y haciendo su retirada hasta el río Tacuarí. Tengo el
honor de hablar ante militares acr-editados en la guerra,
que saben apreciar las circunstancias en (l ue una retira-
da es más gloriosa <pw la victcwia. El los harán toda hl
- justicia que es debida á la de nuestro invicto General. La
márgen izquierda del río Tacuarí era el punto en que otro
esfuerzo de su corage debía darle el tri un fo de la paz.
Perseguido y hostil izado en sus in archas, es atacado
allí de nuevo. En el acto inism0 en que es batida to(Lt
la división de su flanco derecho por una fuerza supe-
rior de tres mil hombres, se le intima á rendirse á dis-
creción. ¡ Qué importa inorir. exclama irnlignado del
9

insulto, á la edad de cuarenta afíos, cuando se muer1~


6
con su honor ? Se pontj á la cabez:l de doscientos trein-
ta bravos; carga sobt-ae ellos; los arroja sobre los bosques
vecinos; los arranca de las manos la victoria, y los ob l i ·
ga á aceptar una paz, que poco antes habian mirado con
desdén. Paz gloriosa que dió la independencia al Para-
·guay, y que salvó los restos de ar1uel ejército) que fué á
coronarse de laureles en la cólebr1~ batalla de las Piedras.
Ya echais de ver, ciudadanos, la constancia y el valor
de nuestro héroe por los ligeros cargocs que acabo de pre-
sentaros de su primera campaüa. Y bien, esos no son
sino ensayos del que desplegó en las demás. Ese nuevo
David, creciendo en conoci1nientos y experiencia, se eleYa
de día en día sobre su propio valor. Danid proffriscena et
semper se ipsa robustior. Vosotros no habreis olvidado las
famosas jornadas de Tucumán y de Salta. Ellas son de-

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ISTÓRICO
CION L
- 10.2 --

1nasiado importantes al cré<lito de la nación; á la gloria de


nuestro bravo general; al honor de nuestras tropas; y so-
bre todo al del valiente jefe que nos preside, (1) distinguí·
do en Ja segunda, para que puedan estar borradas en nues ·
tras almas. Por otra parte, la3 desgraciadas circunstan-
cias de nuestra actual posición nos las recuerdan viva-
mente. Ellas nos salvaron de un conflicto enorme, y
dieron vida á nuestra patria. Los enemigos de :Monte-
video en arj uel la época, al rnisrno tiempo que dominaban
nuestros puertos y hostilizabau nuestras costas, exten-
día por el continente su poder ominoso hasta las már-
genes del Uruguay. Una fuerza extf'angora penetraba
nuestras fronteras ofreciendo protecci<'rn á los q ne habían
tenido la bajeza de impiorarla El Paraguay continuaba
en su conducta apática y misteriosa. Nuestra capital aun
no había vuelto del espauto on que le puso una conju-
raci1)11 horro1losa. Las tropas de su g'larnición habían su-
frido un contraste que aun no había si(lo reparado. Un
ejército victorioso, 11 desprendido de las montai1as del Perú
inundaba las llanur<is de Salta, y amenazaba al Tucumán.
El número de sus tropas y f-~l orgullo que les habícin ins-
pirado sus victorias lisongeaban á su jefe de un triunfo
seguro sobre los dóbiles restos de nuestro ejército. Tal
era nuestra situación en aquellas circunstancias. Una de-
rrota en Tucurnán habría consumado nuestra ruina. ¿?Y
qui~~n de nosotros se atrevió á espe1lar de aquella peque-
iia fuerza un suceso favorable G? Pero allí estaba el
general Belgrano, y nosotros parecíamos ignorc.1rlo, ó ha-
ber olvidado de lo íJlie era capaz su valentía. Otro jefe
con menos corage que él habría preferido una retirada,
que hubiera cubierto su honor y su reputación militar. El
no puede sobreponerse á las funestas consecuencias que
pi·evée. Si no consulta, con10 Gedeón, los prodigios eon
que el angfll le asegura la victoria, no deja de examinar
(1) El general Mn.rtin lto:.l riguez.

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ISTÓRICO
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- 10;3 ·-

otros motivos (fUe te llenan d1~ confianza. _1~:1 rc~c11e1)tl<1 la


santidad de la causa qn·~ defiende; las Yirtnd1·s d •.. un
pueblo inocente, r1ue impJur·a Sll pentección, y lo 'Jlli' fJLll.'-
de esperar de unos soldadus y du unos ciudadanos 'J'I•·
quieren defender su 1ibel't<.id. Tncauo de tall 1li~nos ubj1·-
tos, su grande alma se desplt:•ga t()da entc1·ü, ~u c01·az1'1n
crece con Jos rH:digros~ sus luces se aumentan con su a1·-
dOi" y d e c i di do á Ia b<.l ta 11 a, Y u e 1a á la Y i '-~to l' i a , /' ú 1a
muerte. A parece á Ja Ccllwza de su 1ínea, y todo le> all i ma
su presencia; ai·enga sus sol dados, y su voz haeo pt'CSl'll-
ti1l el tri un fo. 01·dena sus n10v im ien tos, y sus súh Í<lS di~­
posiciones lo asegm·an. En lo rnú.s al'd iente d·~ 1 e()m bat1\
parece multiplicarse en tudu los puntos en '1 ue es 111··cesn1·i<1
su asistencia. Allí csfnei·za ú los que Jogrn11 Y1·11tajas
sobre el enemigo; a<1uí sostiene ,·t los 'iue parecen de~­
mayar; en todas ¡nn·tes se:-' lutc1 · sentir 1a fu1:-_n·zn d •.:> su
coraje.--El enornigo aterrado, so n~ 1Jbligad1) ú. eed1~·rh~
e] campo de batalla~ y huye despaY01·ido á 1~ncer1'nt·s1·
e11tre los cerr·os v cicuagal es de Sa ltn. 1~:1 l l 1 ·va ~1d11 1 1-.'
.. , c. ...

sí el escarmiento de su o~ndiü~ la memoria del Yencedut·


]e persigue , y a u n< p 11 ~ al l í 'i 11 i 1 , et> os ten ta r u n a n n i:· Y a d, _. -
fensa, sabe bien que nn J,~ i···sta sine., una 11ue\'a lwin1-
11ación.
Dispensadme, sei'1orcs, que no 1~11tl·1.· en 'leta1lc·s d1· una
batalla sangrient<l, cuyn víetu1·ia 1niro yo cou10 el com-
plemento del tr-iunfo de Tucmnún ¡"Ni q1H~ poch·ía at'u.l-
dirse que recomendase inús el inéPito de Ull ge111!Pt"tl Yie-
torioso G? Vosotros lo habeis np1 eciado dignam1~nte y hn-
1

beis pronunciado Yuestro juicio de un modo inús ...locnente


que el pueblo ronHtno, cuando celebraba la YÍctoi·i;l di:·
os suyos-¡ Qué~-·· ,i~ las co1·onas de laurd, los ~u·co:-:' ,_lt_.
riunfo y los trofeos con 'l ue los romanos rc: compens;lban 1

el ·valor de sus gue1)rerus, pueden corn para1·se en i m pm·-


ta:icia á las aclamacioues, ú ]as lúgt')irnas d•:' g1)Zd \ ú

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ISTÓRICO
CION L
- 104 -

las bendiciones con que todas las provincias aplaudieron


al vencedor de Tucwnán y Salta .?
Yo quiero examinar lo .., quilates <le su valor en el
contraste de las desgracias de Vilcapugio y A!Johwn(t. Nó:
no, sucesos, reglas fugitivas de los ignorantes: vosotros
no dominarais en esta vez los juicios de un pueblo ilus-
trado. Al traves de las prevenciones que un mal 1·es1d-
tado inspira contra el más bt~llo designio, 11osot1·os vemos
allí rneclidas juiciosamente proyectadas, sabiamente con-
ducidas, valientemente (~jecutadas. Yo veo en V"ilcapu-
gio atacado el enemigo con furor; perdida parte de su ar-
tillería y derrotada su ala izr.p1ierda. Un accidente fa-
tal vino á robarnos la victoria. -Los dos jefes qtu-~ co-
mandaban la nuestra son arrebatados de la~ filas por
las balas enemigas. Tan grande desgracia hace una im-
presión vi ole n ta en aq u e 11 a el i visión , fJ lF~ retrocede y
envuelve en su dispersión la reserva. El terror, que de
parte de Dios es un efecto de su dolor y <le la nuestra
un efecto ele nuestra iniseria, hace desaparecee la dis-
ciplina. La presencia del (~eneral no puede muchas ve-
ces cambiar en el órden la confusión de la huiJa, y per-
diendo el soldado el valor· para pelear, pierJe al mismo
tie1npo la docilidad para obedecer. Sin embargo nada
omite nuestro bravo jefe para reanirnar los suyos y vol-
verlos al combate. l~l corre por todas p<:1rtes exot·tando
á la batalla. Reune á su alrededor· á cuantos aceec& su
presencia ó su peligro, y les habla con iguales exp1 esio· 1

nes á las del valiente Macabéo. Nó: no huyais, carn;:t-


radas de ese enemigo cobarde. Nada te neis que temer;
Pero si es lleaada
o
nuestr(t hora muramos con valentía
'
y no 1nanchemos con una fuga vergonzosa la gloria de
nuestro nombre. A brit rem istam face1,e ut fuJÍamus
ab eis, et si apropinquabii tenipus nostrwn nwrianiur in
virtute et non inferamus crimen glorire nostrw. Yo le veo
en fin en la noche inmediata á su derrota conservarse al

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 105 -

frente del enemigo, sufriendo los fuegos de su artilleric.t.


Desde allí expide sus disposiciones con una seeeni-
dad imperturbable, y sólo se pone en inovimient.o cuando
ha reunido los dispersos, y se ha convencido de la im-
posibilidad de restablecer el c01nbate; y entonces ¡ qué
actividad en sus medidas ! ¡Qué constancia en sus fa-
tigas l Qué rapidez en sus rnovim1entos ! Y <pu~ fuer·-
za en sus órdenes para reorganiz¡u• el ejército ! A.penns
corren veinte y seis días cuando cargc-1 sobre el i:memi-
go con mayor furor que en Vileapugio, y le hace cmnprar
su triunfo al caro precio de una horror·osa mortandad.
Quede allá entre los misteriosos secretos tle la providen-
cia la razón de tan lamentables suc1~sos. A nosotros 110
nos toca examinar la conducta de 'l uien todo lo eegla por
sus miras generales. Sin e1nbargo, el gener·al Belgrano
pretendía conocer la causa de sus d13sgee:icias y se acu-
saba de ellas tan severo consigo mismo como indulgente
con los demás -<e Yo he co1netido un gr·an yerr\_), deciil
una vez á uno de sus rnás fieles amigos; yo lo l lorar1~
toda mi vida. Tal fue la entrada de mi ejército en la
ciudad de Potosi. » Si los yert~os de los graneles ge -
nerales hubieran de excusae á los demás, el de Anibal
en su entrada en Capua, antes de atacar á Roma, podría
vindicar el nuestro Pero que ¿ 110 obligarán nuestr<:i in-
9

dulgencia las sublimes virtudes con que él aCOtnpaüó su


constancia y su valor"? l~l lo emplet') en una guerra dtd
agrado del Señor por sn fin y p1w sus medios.

SEGUNDA PARTE

La guerra, cuyas consecuen .;ias son tan funestas, 110


puede ser aceptable ante los ojos de Dios si no hay mo-
tivos poderosos que la justifiquen y no se emplean los
·medios posibles que la 1noderen. La hu1nanidacl se irrita
contra el gobierno que prodiga la sangre de sus súbdi-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- - 1ur; -

t'h . .' 1·:\.p1>lle l·>~ p111~l>l•h ;'.l su~ ho1·e1.11·(:~~. ctLrndo


está
~~11 ~"" manns nses;111·al'les ~11 1·epo~<.1. ~¡ á la iu1pn1den·
cia s1J r1~une la injllstiein, '~11tn1wes ¡, 1l4~ 1p1c~ cri1w~n 1'1 má.s
hit~ll 11-:' 'tllé inultitud 1lü c1·irn,~nes no ::::1· hac<_~ 1·1.. sl'nnsa-
1 1

h 1':' a n te '~ 1 Di os d 1~ 1c.1 11en i g n i <l n d y d u ln p n z ~1 Este


1·ear(1 quc· pe~a Sl)b1·e el ¡i1·i nie1· rnngislr<.u.lt1, Ci:lq:.(a igual-
ll11:.·11tt:· sobre <.l'[ltc•I, á cuya di1·ecei1:1Jt S•·:· cnnfíall los ejér-
citos. f·:I debe 11<.tcu1· l11·illn1· 1•11 ~u cn11dueta aquellas
Yi1·t11fles, rp1e transmitida~ ú las tt·l)pas '1"'' co1utu1da,
p111·1_k·n dis111inui1· 1·au :~.!:t'<Ulll1_·:~ 111ales y li<:tc1·1~ 1p113 una
µ·ue1·1·a eu1pleada e11 d1~f211sn d1.• la ju.-:'tieia llegue á ser
del <t.~rado 1h)I SH1-101·. h~t ¡Jreliru·e lwl!u ])()Ji/illi. Y1) c1·eo
¡11)(.11.:'1· deci1· d1·: los g1·;:11Hl1··s hu1nl11·c'~ 1_•.11 la g111-_q'l'a lo 1.1ue
l. is ~;111ii"1S Pnd1·es d1~ 1, ,~ 111ú1·t !1·1_.s d1· .l1.·~11~c1·i~to- nada
i11q1111·r~l ~tt fn1·1al(.:'Z¿t y su e11n:--:.ta11vi<1, ~i 1111 son e1upl1~a-
d:1~ Plt :--:,,1~t1~n1·1· la :--:,¿lllt<"t l'í·· 1¡111· p1·ufl'sn1t-Jfortí1·eni non
1w ¡;u (•u· i t ....: w 1 er t 11.-.; r t - ~ \. es t .~ n10 d 11 111 > ' • s 1 • l \"al ') 1·, 11 i la
ci1~nci;1 '11· la guc·1·1«1 111 11111:~ p111~de cd1:·\·:u· ú, 1111 ( ~1·1w1·nl á
1

11 11 lk 1•• , i ~ a 1 " e i' i ~ t i a t 1• 1 E~ 1a j 11 ~ 1 i <• i 1. 1 k~ 1a c. a u s a '111 e


<

d1:fi1-.:'lidt:~ \. 1d u:-::.11 m1.1d(~cn.d11 de la fu1.·1·z¡_l 'lll'·' <'onrnnda.


~Í;t ·-·~r;1s ci1·cu11stanc·.ia~ PI eu1·nj1~ 1~s 1111a i'1~1·¡widad, la
11 111, · r 1,-. d 1-d '"~ ;i e 111 i g n 1111 a~ 1-~· ~ i 11 1to , y 1
< a Y i <·.1· 1 q · i a 11 11 a e1·1 ie l -
1h111. \-¡:d <.t11í l<.lS 111;·t,ima:--:, '1"'-' 1·1.·gla1·on la t1111dtl<'ta de
~111(·St1·11 U1:1H·1·al 1_~11 ,.] cl)rnando d1· :-:-:11:--:. 1•j1~1Tilus .\" ,.. n sus

Ci1 nl1·111~~. U11 a1111n· i111_·~ri11g11il1l1~ pu1· ~11 p(ut·in. p1w su


\ i J, e 1· t n .¡ ú i 111lep1- 11 d, ·11 e i n f t ll ·• 1 • 1 p 1•i 11w1 · 1111 'i Y i 1 d 1~· tudas sus
1

i··1111H·;~~:ls. Fonnad11 u11 ~u c·111·;:tú1111~:--;1~11nhl1-~ s1rntirnie11to


c\1•::-:.d.· ~u:-::. pr·ime1·ns a1'1os y L·1~·p1·i111iil1_1 pl)i' t<lll l;-lrg1) tiern-
1" ' . i ó a 1 fi n ': <" 111 ra 1 '· 1~ li ':' rn 1 • 1w i a , ' 1u 1 • 1_• l e \' ú ll do le
t · , •rn p
~. h t' , · :s i n 1 i s ni 1) , l 1-_· h i z 1) s u p u 1·i 1,1• ú t 111 li_, n t 1·11 i 11 hw l~ s de
1

CLu111111s l'llt:.'1l1:•11 li<.tL.lµ:;11· el c111·nzi'>11 l11.111htnn. ¡ C~on 11ué


d· . ~pt·1>1_•i .1 rni1«.t esa~ i·i·¡u1~za~ 'llU:~ pa1·<-~een p(~1·v~111.·e<:H' al
frtu:::::.t•>, ú Lt 111n.~11ific1_•1w.ia~ y al pud1~1· ,1,. lds 'lllf_• ¡1n1· el
expl1.·11d1H' 1h:· sus victnria~ a1·1·nst1·;u1 la admiraci1'111 di:• to-
4b ~ !ns e 1asn~ il1·. l n soci e<lad ! Ri eo p111· '· I µTan tesoro
1

usooi
ISTÓRICO
CION L
107 --

de sus vi1·tuJe~. a1·1·11jn. d1.~ ~1 t11d<_1 t"·:--:.1~ <tpn1·nt11 1111=11d:1t1•1,


'lll8 SO}O Sin·1~ fJcll'<:l f11t1Wllt;it' llllH \·anidad rw1·1•1:1~··l• l':l. L.:.l
müdestin de su n·a~1::, la fc·,~-~:'-tlid<1d d~. s11 11w~il ' !;_1 :---Í111-··
\... 1

plicidad de:> ~u 11w1·wl<l 1111S l'••1:tt•~L·da11 la id1:':• <i1-? !11-


Cami l() s, d e 1o::-; p h (1ei11 ~ , \. ,) I·' l 1.1 ;--: r~ a LL. i ('. i l ~ . 1 1 ( :--:. ; ( • 1 1' 1 ' \

de Epiro, deeia u11n de~ 1·lk1s, 'll11s11·::'1' ¡.11·1il1;11· !:1 ~··111·-


1·osidad de mi Ci"11·az•'111. d1·l11a ~·111d•·;ll'I•> i1•1t· l<' ,,f".·1·ut d··
todo ~u rei110>>. f] ~~,. 1•n\ n1wc~í;:1 d·· pod,_.1· 1·1·l111~;1r l;.l:' lí-
he1·üliclades de 1111 i11·l11ci1w, ;ti!t: 1·1tn1Hl11 ··~1<1S 1'11·~~··11 el
uwtivo de una'tr·nici•'•11. ~111·.~t1·11 ( ~·--·111~t·¿tJ 1····:·h;·11:1 (1Jll d··~-
dé n 1as r· i 'f ll e zn :- : . <: 1111 ' i 11 •.. ~ ·-~ 1·, .·: _.. , 11i l' e 11 ~a ~ 11 1i '·k : i 1ht d ·'
sn \ alcw. - Cuaw.lt1 <:d g1il1i1·1·1111 :-:-•·.· <q11·t~:-::111·:.1 ,·l ~i;.::1=itic:;_H·I··
1

lit a¡Jl'ol.>aci1'>111..h~ ~us s1·1·\·iei.,~ •·iL la:' ,·iet••t·i¡l~ d·· [lft'fl·

JilflJt y de .')'oltfl, ~, .. ()f•:.·J~dc· d1~ ¡11 ... Sc·ali 1·1·(~11111¡1•~ns:1d(>~


1

d,~ ot f' n mo d n '111 •_. p, 11 • 1:1 , • ~ 1 i 1lJ : " ' i :·, 11 d ,:' ~ u ~ ,:11 11e ' 11' b il it -
n11s. l11Jocil tior· In ¡i1·i1t11~r·:1 \·;·/. 11:• 1···p1.·1='~'"'lll<1 1·_·111_·1·- 1·11!1

gia para excu~(-t1·sc::> ,¡,. l:i ~t1·1·¡.11¡u·.i1"i11 il·· '"' p1···n;i11 'J'I<:_.
j 11zg1.1 i n d i g nn d ,_. ~ tt \ i I' t u d . ·(:\ a! L 1 h n. y 11 1a:-:. d ,_. '- l 1 : ·e' · i ;,1 1 ti , ·
11 (le dice) f>hl'<l 1~1 1111111111·1• d1· i1i1:·11, l1;u·;1 c•I \f:-'!·d:1d1 .. l'!1
(( patL'IOtn, 1pte g11z¡t J;i ('IJlifi:1i1/:1 if,. ~11~ cc·11wi11:l11.l¡·l11··,~­
" 1¡ue las i·iittll:'zns. E~-1;1~ ~1111 ··I ,.~,·"11" .¡,. !;1 '- i!·twL ·'
(( :t'ljudicadn,;-; l'll Pl'«-'lllÍll lle"} scilt) -:-11!1 <:apae•':-' d ·-.1·it;11· In1 .• I'

,, : 1va r i e i a ~ 1i 1os d p 111 ú ~ ~ i ll 11 ' ¡ 11'° · 1•: 1 1· •:'. '-'· i-:' u rl i 1· i ~ i d ú ' a 1i ~' it 1•
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(( g-:3fü' unn pü~i1'111 ;"tl.c1111i11;tlilc: 1 ·11 (_'! agt';,t<·Í ¡1ilc1.) "l11.· ('j';:·Í·

(( do di gn n d ,~ 111 i li. 11n1 11 •• ·' rl, · ¡, ,~ d ,._. ~' ·11 s •111 1 •• !w ·· : : il hu 11~u1
(<por la p1·uspe1·i1L.1d d1~ 111i l"'11·i:1 ,.¡ d1·~1i11¡1t· ··~;t :'tt1L"u1 :t
(< l<:t <.lot<1cii'>ll d1· 1~11ntt'<1 1~:---1:111'!:1' ··11 In citHlnil1·:S ,¡ .. T<lt·ij:t,
(e Jujni, s~uniarlu y T111·111:1:111 (~ ll".' ;tlµ1.1 'lt11_· a1'1n.Ji1·.

eiudada110~, á In di!.!.·11id~1d
..... .'··l•:Y:•.1·i/111 ,J,. 1¡111 11·•l1l1:·~ ~1·n-

tÍtllÍt~lltOS ~~
y() n () h(-:\ e m l' k· n. d ( 1 , , ) ..; ( de-• h 1.· l() (' ll ( . 11 i i l 1'(lt '( l
l d' '1' I " '...... f.

d1~dncirlu~: es l<t Yi1·111d 1lc·I li1·1·· 1·~ l:t 'l'''·' ,¡,,esa t'1t1:>1?:1 :·, i;,:l:o::
ux presiones <11 w y' h' · e·" [I í : 1 d , ' 1i l 11 1e 11t e d <~ s 11 .-. ~ 1· i r•
1 11 1• 11 1• i . -....: "

producci11nes natt11«d1:·:-:; dr: ~u,., i1·az•'111 t:-'• i11di(·iu~ ,¡,. I· ,. . ; 11111·-


v os ej ern pl o~ <¡ t h.~ n 11 11 r 1 • 11 i; • ' 1111 • ' L 1 1•11 : 1:' 1 li:· ~ 11 '· i 1. • 11 1. •...; , , d ,·:=.: -

ISTÓRICO
CION L
usooi
-·- 108 -

prendimiento Él parte con su ejército poe el largo espacio


de cuatro años el corto sueldo que le seüala el estado para
su m0derada subsistencia. ¿~Y qué necesitado no tuvo siem·
pre un derecho á su escasa fortunaG? i~ Aquién se oculta que
agotada esta en sus piadosas erogn,ciones, tuvo que im·
plorar en Tucun1án la generosidad de sus amigos para
conducirse á esta ciudad á concluir sus penosos días en
el seno de su patria y de su familia"! Y entonces ¿,quién
no vió con compasión las necesidades 'l ue atligieron los
ú l timos peri o cl os el e su vi da"? Es menester confesar _
que su grande alma fué superior á his poderosas seduc-
ciones de las codicia, ¿9 pero lo seria igual mente á los fuer-
tes atractivos de la ambición(,? Las pasiones son diestras
para atacar por sus flancos el corazón del hombre. Re-
chazadas por una parte vuelven por otra con nuevo as-
pecto y nueva fuerza; y el 'fue ha si do sensible á las in-
sinuaciones de la avaricia, no le es muchas veces á los
halagos de la ambici<)n. La elevación de los destinos;
los atractivos de la autoridad; e] homenaje de la obedien-
cia; los inciensos de la adulación; la respetabilidad del
poder, y el explen<lor de un alto empleo son fuertes in-
centivos para seducir un alma superior. Ellos se en-
cuentran reunidos en el cargo de general de un ejército
con toda aquella brillantez que les añade la profesirm
militar. El nuestro se vé amenazado ele la pérdida del
<1ue obtenía en el inismo lugar en que se había mostrado
digno de él, y en que su coraje había merecido las acla
maciones de todos los ptteblos. l~l se hallaba á la vista
de una ciudad que habíH. salvado poi) un prodigio de su
valor, y á la cabeza de un ejército que conocía y apre-
ciaba sus virtudesY Rehusará ceder- un puesto á que
parecía darle un derecho sus glorias anteriores
Ciudadanos! la generosidad de sus sentimientos anuncia
de antemano su conducta, y responde de ella el amor
puro con que él ha consagrado á su patria sus servicios.

usooi
ISTÓRICO
CION L
- J()~) -

-Para él es apreciablt~ tod1J pu1_·:---:.1" ,_.n (¡u1.· i1u1_•dn lrn-


cel'le el sacrificio •k· su Yida. Ln plnzn dt~ un sulJal-
terno le afiad e la ocnsi1'111 ,¡,~ hace1· l.1ril lai· $U nli(·rl ¡, ·tt<__.¡,,
-Recibe al uuevo (~1Jne1·al cnn tocfo a1.111i:_dla 1li;""l1i11ci1'111
'JU8 correspowlu á :-:.u alt.n di:.2·11idnd .\' a st1 µT<111 1·1 .. 1111ta-
ción mi l ita r. E 11 t n.: g a e 11 s u s rn n 11 ' . ~ e • 1 l_, ~1 ~ i i' 111 : i Ju 1·: 1
1 1-·

su sumisión, y ~' 1rTe á po111: h··e , 1 le t ,., 1l.11·zn d' · :- :. u 1·1!gi-


miento para sosten1-.. 1· su ¿11t1,.1·1 . hd. ;'.'1111 'fLll' ¡il¿1e.·1· ~,.
con fu n el e ~o 11 sus e11 111 p ¿l i'w 1·' 1s d ' · ;1 nn a s '. ; Y e' ' 1; ' I ' 1, ·•
dicaeiü se <:1¡11·1~stu·a pa1·:t i~.'.dJfie:t1·i1j:---:. c1ir1 :---:-11 1:·jt:.:11qd11!--
f·:I es el prim1~1·0 1•11 lo:--:. f·j ·1·1_·ieiu:--. 1_luttt·i11;tl1-·:' .\" (!ll l;,1s
1

conf1~rencias de ª'J'H~·ll<1 ncadt~1ui;1 '1'''' ll<ll1ia ru11rladi1 ,.¡


mismo, y presidido rt:1111as ,-,_·c1·~-
El tiempo ha llHlllifc·:..:tad11 'i'·H~ 11;l(Ll 111\'ll ,¡,_. ctt'1•1·tn1Lt
su couducta, y 'l'li-' <liL ::-:1· h1·1·111¡111;i1·n11 de 1111 :u111l11
ejemplar sn ge11Pt'u~idu.d .'· ~11 <il11~di1-~1wia. _-\ 1,1. c·al11·za
del mismo ej1~1·eito, ad1111d1· ¡.. !l('\1-. ¡ 111· ~1·µ:11nda ,,:./ :---:-1' 1

repntacii'1n 111ilita1·, 111Y11 In ''''ú:-.¡,·,n d1~ c1c1·,~·di1a1· la . . . i11c1·-


ridnd con 'lue hnl1ia lt,.111·.-i.d ..· ;d 1¡1t··· d'""'d•· ,~1111111(·e...; 111zµ:,··
digno de su adrni1·nei1.111 ---A¡.w11;i.;..: :¡,,~" ;l ~us 11id·1~~ 1<1
eél e bl' e \' i et o e i a d 1~ ( •íu t e lf /, ¡, , , , • , l 1: ~ tT: 1 11 :-' l " 11 · 1; 1 ti e1 il .:. ;.!. , 1/
i i ,

~e enteega ú u11n 1:1tc.q..~:1_·11ac-:,,,, _ .. ,,!;111w11t1· (·1111q1<tt';tl:l1· ;.l l<t

modestia con <tue n¡ii·el'iDL'n Lt:~ ''·" ;1:--.. Ln 111;H1d:1 p11--


blicar cnn 1.·l ma.\«)t· npH1·nt<•.¡ ' c.! _.:--1 irw 1·1 dí<1 l1L1~ -~ya.111!1-_·
1

de nuestr·a u1·a pn1·¿1 l1·Y:11ir,1i· 1111 1111111•111wn11: 1¡i1·· ¡·1-~1:11-


111 i ende su mu 1n 11 i · i a . .' 1: : ¡ 1·: h 111 i 1" : 1 I • 1~ 1 í ':> 1' q 1~ .' -~~ 1 • ! 1!• i. • -

cicme~ \'1~nideras. C'u11 1!11::1 1·:--.¡w··i·· di· id11l;·t11·1a l"-'l1'tica


hac1~ t~·l 111isrnn lo:S li11111,1·,_·~ ;1 ;i1111:·ll;1 ¡1i1·;ú11id··. ;¡t1• 11;1-

recía eonsiclera1· atii111n<hl d.· ,,¡,¡" !;1 ~-d<ll'i;1 d1· ·111e ~·· hn-
bía h1:1cho digno .... ,
1:•1 Y•·1w1_•d111" ~i e· :':~n1· 1 ;11 t111tn1.lc11· il,·:---:.-
ta b11: e1~ r· l as e~ t n r 11 n ~' d t• j> • , 11 q " · y ,
1
d , ·s t 1•u í d <-1~ ! ,' ' ;· s u ~
i ,

nw~migos, concil1i1'1 lü l·n.ia ¡,;c:·a 1>(:..µ·1¡r1 ''i1.·•_·1·t"111) ilr· ntfr-


mar· mPjor las suya~, i1111·:---:.11·1.• ~···11c·1·al, 1-•1·12:ic!t1d ·1 e:..:,_, 1111!- 1

n1mH~nto i:ll VellCt.: 1


de~ ( '/uu·rtfJ11t'<1, llCI :-'1' np1-•}'(•Ílw «[llt.' j.,
((())'

leYanta al rni~mn ti1!1tt¡1(1 :·1 ~11~ p1·11pi;1s Yil't11dr1 ~. 1·~! YÍ;'.1-

usooi
ISTÓRICO
CION L
-·- 110 --

gero observador no podr-á detenerse á contemplar en la


grandeza del hér-oe, ú 11uien ha sido consagr-ado, sin fijar
su atención en In generosidad ele <p1ien le tr·ibutó ese
hornenaj e. El verú allí t:~ 1 acatami1jn to d1~ un general á
utro general; de un Vl~ ncecloe ú, ot1·0 vencedor-~ de un
héroe á otro hét•oe; d1:d valor· al nllol'; del t1)1un-
fo al tríunfo; <le la vil'tud ú la virtud. Glu1·iaus, com-
patriotas.; gloriaos de que la hi~to1·ia d1_• 11t1est1·as iwovin-
cias en los cor·t.os período:; d«~ su 111t1wn. vida política,
·~ncierre ya un suceso de ~vtnellns <p1e 1·~11 l<l..s d1.:Hn;:ts na-
ciones solo han sido el resultado du los siglos. Gloei<.ws,
ilustre ciudad de Buenos Air·es! de poder contar· en el
número de vucst1·os hijos ú, un hombre <.ine supo honrar
con tanta elevación al digno émulo de sus glo1~ias. El
fué igualmente generoso eon los 'l ue se at1lavieeon ú
cont.rariarlas y armaron su brazo ¡rn.r·a combatirle. Hablu
de la humanidad con qun l'espctó la. desgeacia. de a<.iue-
llos inismos á quienes en el combate bahía humillado
su valo1·. «Cuando os pee pare is paea la guer1~a, escPibía
e< S. Agustín á un Gener«tl, acorcláos '1llt3 el corage que

« os ani1na y la fuerza <1ue os sostieIJe son dones de Dio:S.


« Al inismo ti e in po '1 Ut3 está arm~1do el brazo es menes-
« ter que no lo esté el corazón. No debu inmolarse al
« enemigo al deseo inmoderado ele venga11za sino á la
(( dura ley de la necesidad, y la misma ley <1ue le hace
(( perecer cuando resiste, debe salvarle cuan uo le ha
« rendido la victoria. Sobr·e todo, e~ rnenüster escoger '-

(( la paz y ser obligado á la guerl'a.))


;~Os he referido, ciudadanos, l.as máximas de un doctor
de la iglesia, ú os he copiado fielmente los sentimientos
de humanidad con los enemigos df~l General <1ue yo elo-
gioG? Él se arroja, es ve1~dad, con ardor á los combate:S;
pero en el momento en que es <luefío de la victoria,
lamenta las desgracias del vencido, y deja caer la espada
de su mano para emplear-la en su socorro. Aun 110 ha

usooi
ISTÓRICO
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cesado el estruendo del caüón eu Tacuari, cuando t'(·m1-


te una suma al mismo jefe que le ha disputado 1~l t1·iuufo
para auxilio de los hné1·fanos y de las viudas de los 'il''~
han perecido en Ja bata! la. Apenas el Generül d·~l ·:-jé1·-
cito del rey reducido en .Salta al último contlieu1. l·~
significa su vol nn tad de i·u n<1 irse bajo ca pi t nlaci ó n, 1 .11l1_~
impulsado do la benignidad d1~ su carácter, se ªl'l'•--·s~a·il ú
subscribirla.-Su nobleza 111) le permite sospeehai· Ul!<l
perfidia. Su gdrwr·usidad 110 le deja escuchae con i nd i-
ferencia una súplica. Su alma en ttH'<t le decide ú u 11
acto de clemencia, <1ue él snpo eornbinar- con lns pLu11•~,
de su política.
¡Con qué sensibilidad se compaclect:~ en sus partt=s al g·11-
bierno de los males de la gut·_·r·1·a aún i·especto de si 1s
mismos enemigos~ Se c1·eerían mús biun úictaclos por t111
filósofo en el fon<lo do su g<1binete rpw por· un gnert•e1·1>
sobre el campo de batallü. ;Cuanto es sn desvelo pü1·~l
proveer á la seguriJad y asisteuc:ia lle sus peisio11er.:1s~
Él Jos considera eorno hermanos desde que h~ut clt:-·j<"td1)
de obrar como enemigos. L.'

Al acercarse á los puef.J]os que se i·inden al \·alnr _,. a


la reputación <le sus tr·opas ¡,;c1~e•~·1.·iais r1 ue se hac(~ n11un-
ciar como un con<1uistadoe for·millable~~ Ah! sus <'.•l'<len(\S
se anticipan paea prevenie una iinpresióu tan contt'<.ll'Íc.l a
sus deseos. Sus estan<hu·tes llun-tn los ramos di:' oli,·;1
que anuncian la paz; y él se deja Ye1· lleno lle <lulzn1·a _,.
bondad. Cambia<..lo el te1·c01~ en una suav1j C(1tdianz;t,
asegura su obediencia aun antes Je mosteai· su autoridad.
Se respetan las propiedades e11e111igas: s~: olvidan Ju s
opiniones disidentes; el órclen se restabJece, y el am• 1t'
paternal se subroga al imperio de la fuerza.
El ejército conquistador p1·esenta entonces un modt-:·lo
de moral y disciplina; de a<.1uella inoral y de aquella
disciplina á que él vinculaba el feliz éxit') de las batallns.
¡¡¡Disciplina de las tropas bajo d cornanllo del geuer<d

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Belgrano!!! ¡Oh qué campo ~n vasto se presenta de nue-.


YO á mi imaginación! 1Qué fundamentos para acabar de
conYenceros de que él empleó todos los rnedios posibles
para hacer una guerra del agrado del Sefíor!-Yo debiera
comenzar aquí su elogio ¿)'" cómo podría en los cortos
inomentos con que aun put~de favorecerme vuestra indul-
gencia, representaros por extenso sus desvelos para esta-
blecer la subordinación mi] itar: su severidad en el cas-
tigo de los crímenes, su rectitud en la recompensa do Ja
virtud y del mérito: su Yigilancia en la administración
.de los intereses del ejél'cito: su constancia '~n los ejerci-
cios doctrinales; y su asiduidad en las academias de ins-
tru cciónGt ¿?aquella d u ]zura para inspirarles los sen ti mi en·
tos de honor; aquella destreza para excitar la emulación:
nquellas fatigas para asegurar su subsistencia: aquel amor
para consolarles en sus desgracias: aquella caridad para
hacer!es asistir en sus dolencias: aquel celo para obli-
garles al cu1nplimi.=:11to de sus deberes religiosos, y aquella
austeridad en sus costmnbres para instruirlas con su
ejempl</t ¿,,Como podría ... ¡pero que! yo debo separarme
de esa idea, si os he dP- recordar los sentimientos reli-
µ:iosos con que él de fer ja al Todo-poderoso, cuanto yo he
atribuido tan justamente á sus vi1·tudes.
¡Cuan difícil es par-a un guerrero, amados compatrio-
tas, encontrarse victorioso y ser humilde al mismo tiem-
po! Las prosperidades de la guer-ra dejan en el alma un
placer tan fuerte que la llena y ocupa toda eutera. El ven·
cedoe se atribuye de ordinario nna superioridad incon-
testable de poder: se levanta triuufos secretos á sí mis-
rno, y se envanece de los laureles que recoge con tra-
bajo y 'l ue riega muchas veces con su sangre.
¡ Ah ! . Nuestro General se confunde con la tierra para
adorar al Dios de los ejércitos y reconocerlo como único
origen de sus triunfos en los n1ismos momentos en que
la fortuna lo halaga con sus caricias, en que corona sus

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sienes la victor<a, en <{lte sus conciudadanos le prodigan


sus elogios, en que los enemigos hacen justicia á su va-
lor, y en que, por decielo de una vez, adquiere un dere-
cho á la admiración del inundo entero: entonces es cuan-
do postrado ante las ar·as del altar, se despoja de sus
insignias, las deposita en las in:inos de :\Iaría, ·y la aclama
por patrona y protectora de su ejército. Leed otra vez
esos oficios con que da cuenta al Gobierno de los sucesos
<le las tropas de su inando. ;,Se gloría acaso de ellos co-
mo derivados de su valor ó de sus disposiciones inilita-
resG? Mirad esas banderas colocad as ante el tabernáculo
del Señor; ellas presentan un testiinonio tle su profunda
gratitud á. la singular merceJ con que fué fayorecido en
las batallas de Tucumán y Salta.
· Tales son los sentimientos de su religioso coeazún. Él
_combate como un soldado de .Jesucristo; y sosteniendo
los derechos de los hombr-¿s, pelea al mismo tiempo poi·
su gloria y por su honor. De ar.1uí aquel horror á la anar-
quía, á ese espíritu de desórden y de licencia, que des-
quiciando las leyes humanas, holla al mismo tiempo la~
divinas: ·y que rompiendo los diques de ia justicia, suelta
el torrente de las pasiones y de los vícios. Vosotros lo
encontraistes siempre pronto para hacer frente á ese e11e-
migo feroz de la felicidad de lus pueblos.
Si en Santiago del Estero aparece la hidra de la se<li-
ción, él expide con severiJad sus órdenes para derribarla
por un golpe de sujustieia Si en la campaüa de Santn
Fé se hace necesaria la pr-asencia de su ejército para
contener los progresos de la gu(~f'f'a civil, él mal'cha desde
Tucumán, á su cabeza, ar·rastrando una vida agoviada
con sus dolencias. ¿~Y qué le importa su peligro cuando
la del Estado se halla en riesg(/? Así responde en lcl Yi-
. lla del Pilar al jefe de l<:t pro,·inci<t de Cúrdoba, que so·
bresaltado por los quebranto.3 de su salu<l, le invita á se-
pararse de su ejército para reparada. ((Esa capill<l (le
1

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ailade) <1ue recibe los cadáveres de rnis soldados será


bastante piadosa para ad mi tír el mío entre el los » Si
en Tucurnán á su regreso se enciende el fuego de la dis-
cordia, él ofrece su sangre para apag<-trlo. « ¿Qué que-
reis de iní (dice el oficial de la partida que lo asalta en
su inorada) qué quereis de mí ? « ;?Es neces~ria mi vida
6

para asegurar el órden público»ú? Ved ahí mi pecho; arran·


cámela. Si vuelve a esta ci udaJ á poner término á
sus días, sereno en inedia de sus dolencias, solo se al-
tera al considerar las disensiones (1 ue la despedazan.
Débil y exánime aún querría armar su brazo para ven-
garla. ¿Desgraciada Patria mía! ¡exclama inuchas veces,
y entre los afectos de piedad hácia á su Dios, y de com ..
pasión hacia su país, exhala una alma, que habríamos que-
rido ~onservar entre nosotros para siempre.
l~l muere, ciudadanos; pero el amor á su patria le si-
gue hasta el sepulcro, casi he dicho hasta las mansio-
nes del Eterno. La~ mismas virtudes '1 ue le acompaña-
ron entre el estrépito de las armas le asi~ten y lo sostienen
en el pavoroso silencio de la inuerte. Aquella grandeza
de alma con que arrostró los peligros en los combates,
es la misma con que divisa el cruel momento que va
á arrebatarle de este inunJo. Aquella constancia con que
sobrellevó los trabajos de la guerra, aparece en la se-
renidad con que sufre su2 dolores y sus angustias. Aquel
desprendimiento de las riquezas y de los puestos le fa-
r.ilita el pronto olvido de todos los bienes de la tierrtL
Aquella humanidad con que respetó la desgracia de sus
enemigos, le induce al perdón de cuantos han podido
ofenderle. Aquella severidad con que castigó los críme-
nes de sus súbditos, modela el rigor ·con que se acusa á
los piés de Jesucristo d6 sus extravíos y de sus miserias.
Aquella confianza con que contó con el favor del cielo
en sus en1presas, la alienta para esperar los socorros de
la divina gracia en sus últimos conflictos. Aquella reli-

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gión de que hizo ostt:mtación en lo inás elevado ele su


prosperidad, es el sentimiento que enciende entonces su
fé é inflama su corazón.
Él muere ... ¡Oh Dios ter1·ible y severo en vuestro~
juicios! ¡Cómo disponeis á vuestro antojo del destino do
los hombres y d(:~ los pueblo.-:;! Vuestro poder ha derri-
bado al que había eleva<lo tanto vuestra bondad. Habeis
inmolado á vuestea grandeza esa víctima recomendabl1~.
Vuestro golpe ha herido también de muerte á este desgr<:t-
ciado pueblo. Le habt~is privado de la mejor columna de
su prosperidad y de su dicha. Nosotros respetamos hu-
mildes vuestros designios; pero dignaos al menos escu-
char nuestras preces y nuestros suspiros. Apartad vue s-
tros ojos de sus miserias: y descargad sobre nosotros el
peso de vuestra justicia, si esto es nece~ario para que él
viva en vuestra presencia y descanse en una paz eterna.
Requiescat in pace. A~'IEN.

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fray Cayetano José Rodriguez

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EJ_JOGIO FÚNEBRE
DEL BENEMÉRITO CIUDADANO, ILUSTRE MIEMBRO DE LA PH.1-
MERA JUNTA GUBERNATIVA DE LAS PROVINCIA DEL R10
DE LA PLATA Y DESPUES GENERAL EN JEFE DE LO~
EJÉRCITOS AUXILIADORES DEL NORTE y DEL ALTO
PERÚ DON MANUEL BELGRANO, POR FRAY CA YET A-
NO JOSÉ RODRIGUEZ.- ESCRITO EN 1821.
Et ·i.~te qu·idem 'Vita decessit, non. solum ju,-
venibus, sed et 'Universae genti, exempl1nn
virtut i.s, et fortitud·im'.s derel-inqucn:1.
ilfachalJ. lib1·0 2, cop. 6.
l\Iuríó, dejando no solo á la juventud, si-
no tambien á toda. su nación, ejemploe
Je virtud y de valor.

Este elogio, desmostración del respeto debido á l<:ts·


cenizas de un hombre benemérito de la patria, que la hon-
ró con sus servicios, la llenó de gloria con sus triunfos,
promovió con sus virtudes el decoro de su nombre y e.lió
más de una vez motivos á su gozo; de un hombre decla-
rado constante amigo del órdeu, decidido por el bien pú-
blico, empeñado en sostenerlo ú costa de su vida y ex.-
puesto á sacrificarla tantas veces cuantas arrastró los n1ús
inminentes peligros; de un hombre revestido de un ca-
rácter de dignidad y entereza~ de intrepidez y constau-
cia, cualidades que hacen para decirlo así, la superficie
del mérito, pero no obstante son presagios de grandes
desempeños; de un hombre, q Uü en su carrera política y
militar supo unir el talento para la guerra en campañ<:t~

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:y el de la paz y ino<leración en el senu de los pueblos,


huscando en todas circunstancias, no su gloria y su ala-
banza, sino la fdlicidad y exaltación do su patria; de un
hombre, cuyo corazón fué el albergue de nobles pensa-
mientos, de rectas intenciones, de ardorosos deseos ha-
cia el bien, de resoluciones generosas, de impetuosas
actividades, de meditadas empresas, <1ue caminaron
siempre con la misma rapidez que sus pensamientos; co-
razón para quien parece se habían agotado los manan-
tiales del ocio; de un hombre en fin, inagistrado íntegro
é ilustrado, soldado anim·)SO é infatigable, cmdadano
sien1pre útil á la patria, deidad ú que consagrú sus luces,
su honor y su existencia, importante á la sociedad, buen
amigo, hombre de bien; este elogio, pues, á un hombre
de esta r.lase es un monumento que consagra su memo-
ria, un desempetio de la gratitud á sns constantes servi-
c·ios, y una inscripción g1·abada en el corazón de todos
sus compatriotas por la necesidad gustosa dP deferir al
detalle de sus méritos.
Este breve bosquejo fija sin violencia la atonci<'m en el be-
nemérito general de los ejércitos de la patria, brigadier
<lon i\1A~UEL BELGRANO, cuyo nombre será honorable,
mientras haya apreciadores del valor y de la virtud. Los
que han sido testigos de estas dos cualidades, CJUe ex-
presan su carácter, no podrán censurar de 1igero el pin-
cel que las dibuja. Si como él rin<lió su vida en las crí-
ticas circunstancias, que an1argaron más que nunca á la
patria, la hubiera sacrificado f~n su obsequio en los días
de su exa.ltacion y de su gloria, su p(~rdida habría robado
rn uchos momentos al placer de celebrarlas y el luto
interceptado su gozo. Un período más lisonjero hubiera
hecho un paréntesis á su justa alegría pero habría dado al
mundo en Ja sensibilidad por su muerte un espectáculo,
que exige imperiosamente su reconocimiento y no puedo
presentarle agobiado, como estaba del peso de sus con-

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trastes. Así es que en los primeros momentos que triun-


fa en favor del orden y funda esperanza de pPomO\'t~dn
con éxito, ha concebido un deber presentar ante los njns
de sus pérfidos infractores el cuadro de las accimws d<~
este hijo, que supo sacrificarse por su felicidad, Ja. d<~­
fendió con su valor y la edificó con sus virtudes, sin pei)·
juicio del traslado que dá á Ja postc=widud, que sabrá ha.-
c·erle la justicia, que quizá 1e niegue ahora la e1nu laciún.
· Para formarlo pues, bien que rápidamente, sin expo-
nerlo á 10s insultos de una insulsa v falti<liosa critica de•
..J

los que roen siempre el 1nérito por<1 ue no saben co11trcler-


lo, tiraremos las lineas sobre el plano de su vida pública.
El sepulcro que oculta sus cenizas no ha envuelto en
ellas la memoria cie sus hechos. >Jo tendremos que ex-
poner á la expectación común un fantasma, en Y<~z de su
persona, como Mic~ol para ocultará David; ni menos pa-
ra honrarlo haremos estudio de excusar sus fla<]uezas,
como pretendía Saúl de Sarnuel. Damos la cara delante
dé quienes han fijado sus ojos en su ("lnnduct.a, ó para bus-
car en elJa materia para su elngio, l) para tildarla y en-
nogrecerla. La mue1·te lo ha alejado de los tiros d1:1 la
envidia, de los asaltos de la vanidad y de la confusión
que pudiera causarle el relato de sus flaquezas. Estas,
sean las que <¡uieran, jamfts poclr<ln formar- tan densa.
nube, que ofus1ue la claridad de sus pechos y el resplan-
dor de sus virtudes políticas y c1)istianas. No hay pues
que temer ~l deslindar éstas de ar¡uéllas con la misma li-
bertad, que su cürácter franco y resuelto las cn11fesú mu-
chas veces y las dejó estampadas con su pluma, sin el
pe.Iigro de engrt~irse, ni el oficioso ernpeiío de precaver su
confusión y vergüenza. Así, á pesar de las debilidades
propias del hombre en el progreso mismo de su brillante
carrera, de que él no pudo eximirse, no hemos dudach
·avivar el recuerdo de las heroicidades que lo distinguie-
ron, con las vivas expresiones que el iluminado autor del

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libro segundo de los l\facabeos de la idea del gran mérito


de Elcázaro, para excitar la noble emu ]ación ele sus com-
patriotas, desempeñar la patria del deber de dar algún
premio á los laureles de que supo coronarla, y no dejar
quejosa la justicia que reclama nuestra eterna gratitud.
Et iste quiclem vita decessit, non solwn juvenibus, sed
wiioersre genti, exeniplwn virtutis, et fortitudinis dere-
linquens. Murió dejando á la juventud de su país y á la
América todos ejemplos de virtu<l y de valor. Si este no
es su carácter, si no le ajusta este elogio, será preciso
correr un denso velo sobre todas sus acciones en los
principales períodos de su vida política y militar, y dar
á la opinión pública un resguardo de por vida. La verdad
no se anubla fácilmente. Oigamos, pues, que en el falleci-
miento del general Belgrano, per-dió Jo América un mo-
delo de virtud, y sus hijos todos un estímulo de fortale-
za y valor; que <lió de una á otra cualidad ejemplo, que
solo es dado á los héroes iinitar; y que en la escuela de
sus contrastes y de sus felicidades, podrún formarse cum-
plidamente los que le sucedan en los honrosos empleos
(1ue obtuvo y supo desempeñar: non solwn j lweniúus, sed
et universa: genti, exemplurn Dirtutis, et Jortitudinis de-
relinquens. .Juventud americana! Pueblos todos de la
América del Sucll se apagó la antorcha de la vida de este
héroe: pero os dejó abiertos los sendecos 'J ue conducen al
te1nplo de la gloria: ut sequamini vestigia ejus. La sen-
cilla narración de sus hechos os hará patente esta ver-
dad. Comencemos.

Thenw ut sup.1Yt

Como no es dad(• á los inortales echar áncoras en el


río de la vida, que corriendo con rapidez arra.~tra igual-
n1ente al que lucha contra sus corrientes, que al que se
abandona á ellas, el general Bel grano debió llegar al tér-

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ISTÓRICO
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1:21--

mino de sus dias. N~lda hay mús cier-to, qui.~ el :1 lw estns


aunque bien empleados, tienen 11ú11H~eo prefiju, eo1111_• 11 1_·:--: 1

también que no 1o ti e u 1· el no m b r· e q ne e' J n e l [ü s : .:. 1_:1 [ i a


adquirido. Bon((: rntu~ 1wme1'H.s dierum; 601w1u rwft'Ji~
nomen perrnanebiten reriuni. La fatn<t es nn olor <¡ lH~
trasciende y ocupa los espaci()s del tiempo, y llenl hn~ta
los más remotos, la fragancia de las vietudes, •1ue rnni·-
caron la vida de los hé1·oes. Así es 't lte el curso de io:--;
siglos que ha convArtido en ruinas los 111Jnu1nent11s i11:ü:,
robustos de 1 arte y aún de~ la 11at1 u)al t~za, 1111 ha pod i d0
aniquilar la memoria de un Fucióu justo, de un Cnt•'111
austero, de un modestn Fal)l'iciu, 1h~ un Yalienk ~lit1·i­
dates, ni borrará de los fastos dfl la .:\.rné1·ica d1·l Sud ·-·~
honorable nomb1·0 1_1'~1 g1~1w1")a.l B1~lg1·ano, esculpido, m1~­
jor que en pe1~gamino y en l1t'(1nce, un los p(~chc1~ <le ~11:-:
conciudadanos. U u 1lía pa~¿u·;·t al nteo la pal ¿=ti 11·ü, 1111
af10 al ~ue le sig1rn, y cu;u11lo LlS dist:.ulles g1;111_·1)c-lCÍ•rn1·~
c¡uieran entrar· en,~¡ C1)11ocimi1~\11to de est1\ hnin!Jt·!· 1111:~111•.1-
rable, oirán de la boca dt_• sus may<W1-:'~ l1"l r¡nu <k. 1 Yi1·tu11-
so y valiente Ele¿'tza1·0 si_· 1~scuch1u·ú ekr11am1_ nr1·. E't /ste 1

quidem oita decce:-;it. El g1~111~1·al Belg1·tu10 l1¡t 11~1·111i11ad1>


sus días; pero os ha d1~jado en h1wencia su vi1·tud y sit
valor, para estimnla1)os á l<:t imitaci1:m y ú la glu1·i;_t: e-l'c111-
plum vtrtutis, et fortiturli1tis rlereliw¡¡wns. \'"iyen y \·1-
virán siempre estas nnUlS 'l ll i:~ 11» ca1:<tck r-i Z<ll'•Hl. y '1111 ~
ahora dan ma.te1·ia al eio~io du su mé1·ito
'--

Ejemplos cb~ vi1¡ttd~ En 1•f:~1~l~): i-.'111ión ;tt.::rnt.¡_u·,·t 1)l1:-::.cu1··~ -


cerlo.:; á pre~eucia <.L~ lltHH p111~ldo-; e:·q>;)Ct;1d1H·e~ i1up¡u·ci:l·
les de su conducta públic;1·~ A11eg1i:~ml)S en un lH'11fu11do ,,¡.
vido los aüos dn sn vida, pt¡ÍY<.tila, los a1-10:-:;, ducimos, de :'U
ju ven i u d , en <p te [JO i · 1o c o m ú n s 1_. e o u fu n d e n t:d g é n i u . y 1' •s
talentos por falta ch-~ piedt·a tu1-¡111~· 111w los des~ubra: üf:1_1~ •_·11
que los vicios nat u t•alc_·s el is pu tnn co11 aed01· d 1llge:u· ú 1as
virtudes, y en r1ue (~Stas C 1 ~rlen ¡Oh cuá11tas Yeces'. el Cilll1po
á las pasiones; a1-1os un (Jl-18 YÍY(~ d 110mlJ1·ó ~i11 11u·o Íll-

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'"'""
-

teré~ que el de vivir, sin asp1rac10nes, sin miras y sm


fijarse en el porvenir 'l ue hará su gloi)ia, ó su ignominia;
aflos funestos, dignos de cargar con todo el peso de la
n1alclición con que Job improperaba el día en que vió por
pr·i mera vez la 1uz. No dispensemos elogios, pero ni de -
r-1)amemos hiele~.; sobre este período de su vida, que nin-
gún influjo tuvo en la sociedad, de que fué miAmbro. Su
corazón fué sin duda entonces como el de todos, un caos
en '-1 ue se abisman los defectos y las virtudes, siendo de
pocos el deslindar extremos tan contrarios. Sigámoslos en
la carrera de su vida pública. Después que se ha roto el
barro de su mortalidad, como el de las hidrias de Gedeón,
nos han dado en los ojos de lleno las luces que escondía.
Ci udadanCJs de Buenos .:··\ires! Nosotros apelamos á
Y11estra ingenuidad virtuosa pari.l dar principio á este elo-
gi«> y f.h:\ta llar sus virtudes. En lus inorncntos en que el
g1•neral Belgrano empezó á figurar en_ este mundo políti-
en, Yosotrns le vi~teis despleg<u" ar1uel amor a1"uiente á su
pati·ia, ese fuego sagr~ado, que foé la alma de todas sus
acciones, y 1-d g<~rmen p1)odigioso de sus vi1·tudes públicas.
C1Lando nos 1~xplicamos en e ..,tos preeiosos túrminos, no
e::; bien confundir er111ivocadarnent13 el e.u"<lcter de esta
pasión tan noble. ~o fué en él aqul~l fuego impetuoso,
et" u pe i ó u v i o 1en ta rl e ciertos gé n i os v o 1can 1za dos q u e se
e],~ctrizan sin tino, se arrebatan sin objeto, ó si lo tienen,
peeci pi tan jos m·~d ios de r-ea 1izarlos, destruyen así, y
asnlan cuanto se pres•3nta advl:n·so ú sus avanzadas miras
sin calcular sobre los funesto~ efectos de un celo mal
dirigido. No fué aquel fuego fatuo, sin actividad, sin vi-
gu1\ que luce y no da calor á Ja obra que se medita,
no activa su ejecuci{m, no hace efectivos los planes que
quizá han demarcado la intención sana y la propensión al
bien que se desea. ~o fué ayuel fuego, exaltación del
momento, que apenas se objeta á los ojos, cuando ya de-
Süparece, no dejando más vestigios que la impresión que

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Cü,HSÓ monie11ta11eHlll(~Jlte t-•ll c_•I Sc)ntidd. N11 f111.~ ;t1¡u1:_ l f11 1 1 ·--

go, <Jl H~ <leja n do h n 1n<l11 1~ 1 l "~ < • lL n en ' l u•:~ p¿ n, •.'. · h ¿il 1 1· ~ ··· 1

1

cr1nceh1do, Süli-1 Obt·a (~}J l;l ]PI 1g11:..t ,\" 1~11 111:-:. l:1l1i1 .....:, 1 ;~ ~;l- 1

Clld8, y ejec1tta ú de~pc··lir· t<1ntn.s 11<.trn<·is. 1.·11:111t:l:--- ~,·q1 Li....:


"o ees hu e eas y q ne a 1• t i e u h llJ p a 1•n p•1n 1:· 1• p 11 h ' i •:.· 11 l i 1~ ~1.1'
el celo <1ue se tqnu·c·1Jtü, n111•'f'''~ '-"~t1;·11 1•11 ci"111ri·ctdi1.-1·i1'111
lns obras. No fué ru111él f1u·.~o <1111.· si~ 1:1•!1<·• •:·11 1-_ 1 1il1.i•·t<·• 1

que intereSaHl <.lll1'H' pt•11¡1Í11, Ú J¿t._ cn11\"1:•11i1·11ei;l i11diY1dtl<l\.


sin tendencia al hi(~11 c-1111H'ir1, 1-d 1¡ttt~ si~ 111·1·k\.t11 1rn1c;.i-
mente para d(·slurnl.n·<tt· ltl \·i~ta m1~1111s lin1·1-"', y ~~wp1·i"·11d~?1.·
el juicio de Jos i11c<Jlll11S. l '11 ru1:'gll SUllll~j<lllll', l.lll illtl11J·
de esta clase no t'S ._.¡ 1¡111~ 1'111·111;1 n1t1ntH•·s l··git11n11:--- d1-_• 1,1
patria: amantes, si, ,_.~tú}'íd11~. i1up1·ud1·11t1·~. 1k~~1l1_•nw'1··1~.
amantes de si rni~1110:--; . .¡,. ¡11·1·~l'''í'lÍ\";l, c1·i111i11;tl1:'S ú 1¡11ie·
lh.'S Plln aeusn.1·ú si1_·rn¡11·1~ a11r·· !'I t1·il1111ull ÍIH'1tlTtq1t<") d1-:ii
pt'thlico, cuino as1 .. ~i1u1~ ·' ti1·:111n~ 'l"'' la lul11 en11dueid11
:t I bm·d (~ de 1 su I' u 1e r- 1 1 • l h· <1 ' ¡ u ¡· e Ll s i fic ad os 1 1~ , .. t'1: • e· r, 1s 1 k
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1•:-:.!" f111 . go, de. 1-'~e <tt11(11', ,J.-.~ ,~:-;(1· f1~1J1.111H_)1111 e>.:t1·;,l\'<q2>llttt:--.
1

ó mús bi1.'n, (•xlialHei 'i11 rn;tligtw. •1u1· ~·· l1n 1•11.:·1)111lid•1 •:·11
1

,.¡porfiado chn1¡11e di:· ¡,,~ ,.¡,_~11H-'11tns ¡1(1li1i,·11~ d1· 1111<t ,.,._


Yo 1u e i ó11 tenaz y e o 1u ¡il : e H d •t •
\q 1-:~s est1~ 1-_·l ~ngt«tdo f111·~·,, 11111.· 11utt·111 \ rli1'.1 \ id<1 <ll
ge 111-_· r al Be 1µ: i ·a n n . F 111 ~ , • 1 d 1 rl e •~ a n 1111 • d , · h l' •, tt · 1i 1 1•• •µ 11t d ,-.

pn1' In rnzc')tl, cinwnt,HJ,, ·~11 !:1 \·ir111d, guind11 l''it· l;l 1•>.:-
p1•t'Íencia, ~u1irnado l'')t· 1·1 í.,. . ¡'°,, so~tenido l'n1· 1·1 111111!11>, ~­
j n 1n á j 1l1~·· s 1t 1en t i ' l1' l' 1 ' 1· l 1, ·1· l 11 '~ '···a l 'a e es 1 l e 1l 1_.~·1·a1 1a 1·1, 1 :
dulcis (tmor· }Jrttr,Ít1'. I.·.,u1· ai111·~lla p¿1Si1'111 111ilil1· 1l111·· ~,~. <tlli-
dcl en 111-~chos g1.~11e1•11~.c1~: '!'''' !J(.lci«1 1~n el ~U\11. p1·i:·'-YÍ11Í•·11-
d1 1 la r a z /) ll , e i · •~ e i i' 1 l 1, l j 1 , ~ 1:--; ; t " s ¡.1 i e i 11 :-::; , :--'e i · ,~~ 1i 111 'i e n L1:--:
1

a 1ver sida d es, y s, • e (' 11 su 1 n 1.1 ' • 11 ~ 11 B 1111 • t' k . E 1 ~ l l 1-:> 1, 11~H i - 1

v11, las cenizas d1· s11~ 11üt\111··-·~, l:t 1·81igi1'111 1kl ¡iat:-'. ::::u
gobier·110 político, lns l1al1i111d1.-·s 1·omu11(·:--:., la~ c11ino1.lida-
des peculi:u~es d1.·I 111µ«11·, ¡,¡~ ·~ncn111{)s 11111:· J;,t nnt1ll·<ll,_·1.;~
nf' re e e en s u s i t 1ia e i ' ·, 11 l 11 ~ ' • n 1a e e ~ e o 11 ti ·;,ú d ':i ~ •·, ¡11 :- i • Lt
naturaleza, /) l'n1· L.1 n1t1i~r;1d • .\' t11do 111 ded11cilil·· i1,. 1-·...:!(l~

ISTÓRICO
CION L
usooi
124 -

ideas generales, '-1 ue h<:tcm1 la complexa y si ugu]ar de la


patria (idea que un sabio infundadamente coloca entre las
q uimériccl.s, idea que para cleci rlo así, es el ídolo natur.1l
del hombre, que vi ve en sociedad); he aquí la que grabada
en el corazón del joven Belgr·ano desplegó sin perder
inomento apenas supo rwnsar Dueño por cierto de un
entendimiento despejado, capaz de calcular sobre los in-
tereses de esta deidad, á qui._~n consagr~ó sus desvelos, de
un corazón r't~suelto y con sobrada aptitud para promo-
ve1·los; de una alma de buen temple, y penetrada de la
obligt1ción de sacrificarse por este noble objeto, de un
génio supe1~ior á los obstáculos, de un caudal de luces
que supo acopiar en tiempo, y de un tino especial para
hacer su aplicación, nada omitió desde los primeros pa-
sos en su carcera pública para hacer ser·vir estas bellas
cualidades el móvil <le su pasión dominante. Diga Jo que
quiera la emulación: los hechos la harún siempre enmu-
decer.
Asociado con un 1~mpleo honorífico á un t1libunal de
comercio cuvo instituto es dar fomento á esta fuente ma-
"
nantial de las riquezas del país, no tuvo ociosa su pluma,
único resorte, que podía (~ntonces tocar para promov0r
sus creces, y empezó á verter ideas benéficas con cierta
tendencia á su emancipación futura, sobreponiéndose al
temor r1 ue debía inspirarle el celosr, empeño con que la
antigua metrópoli enjuiciaba en esta materia los <les!i-
ces mús leves.
Pero era un reducido teatro par;..t dar ensanche á las
actividades de su celo. Otr1J le prepaPaba la Providencia
y el curso do los suc1jsos, si inás extenso, también más
implic11do, en 'llle hiciesen un principal papel sus virtu-
des políticas. El Omnipotente por cuya voluntad se eri-
gen y postran los tronos, se levantan y perecen los im-
perios, per1ni tió (1 ue vacilase el cetro íle los Borbones,

usooi
ISTÓRICO
CION L
..·~ -)
- 1...... ---

quu r1 u ebl' a ll t ad o e 11 F i ·:u l e i <:l , e~ x t (• 11 d i a n. 1'u l e n E s pn i'w '- u


dom i na e i ú u á este 1a el u de los nun· e~ .
Desquiciados los ele111enlos todos d1•l poc.k·t·, y ;_11T~l!l
ead os de s u base pu t· 1a a u da z i1t1 1·e p i d e· z tk 11 n 111 11 u b i · • ·
solo, nacido nl }H.1l'CC1.•r pa1·«.l mlldar la fn.z <kl 1111u1d11 1111-
lítico, y fijar la atu11ci1.H1 del •Jrlrn (•nt1:·1·u, SI-' ¡11·1Jci¡iitn.l1~1
desde la cima de ~u f~xpl1-!ndn1· y g1·aiul4::>Zn <ti abi:--;11111 d··
t-uabatimiento y 1·\.t(~t·rniniu. L~11 flujo y 1'1_.f111j1> d1· 1k·~­
!2:racias ccmsjuui1:HH1_·s al sa(·udi111it~nto 1~s11<ltllt)SO d1· si1
l • .1 (.....J

1uáq uina paeal iz1) '-~ 1 4~ j1 ·1·ci ci,, d•:' Sll a1 l f'()r i cLt d 4:' 11 t'.'St ;t
parte i11tegcante di:.· ~11 impe1·i11, 11111· 1-·l tuii·/, ....;Í1·11q1¡•,. (·(1-
mo una colonic.l desti11nda c'l :-::.1~111.ir l<h gol111·:-:' i[,_. :--:11 \'¡1-
1· a el é s pü ti e a. N n d a h n b in 1un:--: n a t 1t 1•ü l ' I ' 11~ 1:.: 1 1 l t.:.~ l' i · t'.l n -
dimiento de In inm1_·11~a po1·ci"J11 del m1111d11 111t•·Y11 d•: 1111;1
l j(~ que ü a l' a i ·u~ d e l a 11 t i g 111 1, (-l, 11 11 's 1no nie n t 1., ~ ' ·11 'J 11 e s t ;·,
(J

t-~rnpci.tada en uni1· al ea1·r·(1 d1· ~11 info1·t1rni11 j,;~ ¡11·pc·i,·1:--:(1~


restos, le quedalntn d1.· lil1(·1·utd .\· d1:~ gi111·iü, k daba l1.·1•-
cion1~s p1·ácticcts pai·n '~n~1·1>~:l1· la YJctinrn 'Jll•_-). d<.:>l:ia :-:'•'l'··
v ir <le pú b u 1() ú 1a ~ nn 1, i e i '· 111 d e i t i t« u1 11 . 13 11 , ·11 ns A i J •i"· ~
recogió el fruto d•.· 1.!.Sl<t·~ c·i1·c1111~1a11cias f,:.¡ ic1·s ~·, la A1w;·-
1·ica, y ai·1·ost1·a11do ddicult;td•.·~- 'l'"-~ 11u 1•s frwil ¿lJt<ili-
zn.l', a1·rojó de si u11 yug11, 11111· il1n c't dulJlat :--;11 l"-'~'" y ~11
ignom1111a. D1_•s11<:\ t~~t1~ aeo11t1.·ci111ientn 1,bnc1·111••S till"~tL«t~
las uxpeesi01ies d1· 1.111 1nurlt-1·111> p11líticu. cu.\11 t1·sti111011Í11
no debe ser· suspeeh1.1S1-'' ust•; g1·11r:·1·usn ¡1uelilt:J ··s 1·l pu11-
t u 111 ús i m p" i ·ta ll t ·~ 1_ k l .~d '_1 l 11 , , y ,_. ¡ ' i 1. 11 _. d e(' i 'k d,__. 1<l s rn ú ~
grand es ern p r·e s as : l' re~ i d 1 • ú 1<l s lll:' r l ·-~ d 1~ u 11 I 'flÍ ~ t 11 11 to l ; t
Améeica HH~r·iclional, y al c.k~stiun dt! 111w~ 11.-.. L·rno~~~t:--: I'•-'-
giones en cuya eouq1n1'<u·i1'111 l<ts u1us flu1·eci1-•1111-:>S c11111;11·-
cas de la Eu1·op<t ~1J11 1._--ar ros (11· mi~e1·in '" l":' -
'J ueiH}z.
;~Entretanto pod!'in s1-~1·l1_· i11d if1-~r·e.11tl:.' a B1·lgr¿111t:1 t~~rt:
extraordinario SlteC:!:-;u 'l 111_~ fut~ ~ie1upr1~ 4_·l t1'•nnino de ~Ll=-­
aspira e iones~~ E\: a I t n d a s 11 i 111 a g i n ne i ó n e o u ._.t p' 1 r Y'~ n i 1·
'JUe él le fl11U111.'ÍH1•n, fui:• UJ}11 de l11S }H'Íllll-'l'llS p1·11(·!;1[11;'1_-

ISTÓRICO
CION L
usooi
·1 ,_-l)
·J •

dores de la liberte.id d1~l püis, 'Jl.le cun i·ustro firme enti·ó


1-·11 lJl·uyectos que habrían asuste:1do á hombres que toca-
sen ya el fin de la carrert.t <1 ue él empezctba entonces.
Oh~ ¡á cuántas virtudes no pnsn en e,1er·c1c1u pai-a t~m­
prenderlos con tino, segnid11s ,~un tiemeza, y c()ns11-
a1arlos con gloria~ l~l se Yiú aS•)ciado po1· c~I voto de su:-;
conciudadanos á la primera junta de gobit·_n·no, P,ll que' i-
11u al fin á estr·ellarse Ja antigua do111i11ución. .Jnnta
inst.a1ada en el centr·o del poder peni11s11la1\ en un pue-
blo europeo pnr sus relaciones complicadas de sujeción
y dependencia absoluta, poi· los sentimientos <le adhe-
sión que inspiran la car-ne y sangre, pu1") los enlact~S
fuertes y suaves ele la fün istad, 'l ue 1~ngen J1·a amores
recíprocos, por- la prd'e1·ente acción, influjo de las gen-
tes <le ultt·amar enteonclulas en las familia.;; del puebln,
y ptw lns habitante~, que foi·ni..1n i:~n el h:1.nbt·d una se:~­
gunda nattu·aleza. .Junta cuyo valiente impulso pu su en
marcha el careo d1_' lct pau·ia, rlespreciando pi-:.d tgros, trt:-
pandu cumbees inacc1~sibl,3s, y allanando sendas, qul~
había obstruido la astucia unida al poder (le los antiguos
dueilos. Junta en fin, cuya erección calmó las ansieda-
des de los amante., tll~I p~-tí¿, Jisip1'> sus J.utlas, y fijo 1_:.I
sistema que debieron adoptar.
¿~.Quedó acaso defraudacL:t la esperanza de los que qui-
~ieron prefel'irlo para est(~ emplt30 de responsabilidad y
tl e h o no r•~t No vieron en él al hombre pe rezo so q u e y a qui e--
r·e, ya no quiere alargar sus torpes y vacilantes mano5
al bien que se exige de el las; menos á ª'l uel que pone ma ·
no al arado, y vuelve su::; ojos á los peimecos paso.s del
trabajo que emprende. Vieron sí al hombre acreedor
al eiogio, con que el Pctdt")e San Ambrosio realzaba el
1nérito de su hermano, hombre que habiendo gozado del
aliento de la vida, ignoró su debilidad vitam vicit debiU-
tatem, igrwrav it. Celoso, activo, oficioso, no perdió de
vista un instante los deberes anexos al cargo con que lu.

usooi
ISTÓRICO
CION L
127 -

honró su patria, mereció su contianzü y supo desern¡w-


ñarla. Desde entonces emrwzó á dar á luz las notas d1~
aquel carácter ~uavo y sostenido que fué la divisa de t<J-
das sus acciones y la base de todas sus empresas. Le:t
suavidad siempre igual y constante de su génio le sub~­
trajo del común de aq ueilos políticos caprichosos, q t11_·
reservándose los alhagiicfios gajes de la autoridad y hn -
nor, que los eleva, se vengan con los que los nccesitnn
de los cuidados y molestias, q u A tr·aen ccnsigo; ho1nbr•:s
cuyo trato se ha de solicitar espiando ocasiones, acecha:1
do momentos favorables, que hacen pagar mil veces e 1
beneficio antes ele recibirlo. Adoptando el consejo del
eclesiástico: «no te dejes poseer de gloria vana por la in-
vestidura de honor que has recibido; ni el día de tu hon-
ra te hinches y ensoberbezcas,» se dejaba ver cua] nrnro
particular cuando buscaban en él un funcionario público~
presentando en su trato el her1noso contrasto del Yalientt-·
sm fausto, de la exaltación sin altanería, ele l<-1 autori-
dad sin desdén, y sin aquel exterior afectado y dominante,
que lejos de i ns pi rae con fi a n z ~t i n funde en e 1 c i u da el ano
humilde timidez y abatimiento.
Pero no confundamos la suavidad invariable de su gé- \...;

· nio con la apatía, debilidad é inercia del corazón. Ni»·


El supo hermanar, ó más bién, recibió del cielo herma -
nadas felizmente estas bellas cualidades: a1nabilidad de
génio, fortaleza de corazón. Si ar1uella lo hizo accesible,
esta lo hizo sostenido en sus deberes, in variable en los
dictámenes, que <lecian tendencia al orden y superior ú
los asaltos de la adulación y engaiio. Ciudadanos: ¿quit'll
de vosotros puede lisongear3e de haber contrastado sus
firmeza, torcido sus intenciones, desviado sus benéfica::;
ideas, y haber abierto un carnino para arribar á su apre-
cio, y grangear su benevolencia por los viles aunque
usados medios del aplauso y alabanza~ Amigo decidido
de lo recto y justo, promotor infatigable del bien públicu

ISTÓRICO
CION L
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128 -· -

y declarado rival de los que aspiraban á ganar su con-


fianza, toca1Hlo otros resortes, <J ue Jos 'l ue pudieran pro-
moYer estos nobles objetos, sin perder un súlo adarme
de aquella suavidad que Jo htl,cía amable, hacía sensible~
su firmeza, conciliándose el resp0io, y dando en sus cons-
tantes repulsas un testimonio d0l singular carácter que
le hizo superior á los débiles espíritus, que resienten á.
1a YOZ de los aplausos, y hacen su caudal de los dejos de~
1a vil ad n laci,'m. Los ríos v Jos ürrovos son los que se
V V

hinchan con las aguas, cuando el mar, que recoge en su;


centro todas Jas del globo, nunca sale de sus Jímites. ·~
Como tuvo el don de agradar sin desvivirse, de respetar]
~in bajeza, de alabar sin adulacit'm, y de estimar el mé-j
rito donde quie·ra· que lo hallaba, estas eran las ar.m~s para 1
<1tacarlo con ex1to, v los dotes c¡ue clf~seaba d1v1sar en i
\1 ~

hs que aspiraban á mereeer su amistad; dotes ~u~. ado_r· ·j


nando su persona, arrastraron en su favor la opmwn pu-·:~
lilicn y la estimación común. 1
Y ved a<iuí el caudal que hizo el fondo de su mérito, y-
k· dió opción á los distinguidos cargos con que le honró la>
pttria: cargos de honor y de autoridad, en que descubrió ..·
s·.tcesivamentr~ los quilates de sns virtudes. A la verdad, 7
11) el favor 'l ue re par te los empleos pesados en la balan-_.:

z~1 siempre infiel de las pasiones; no el capricho que halla .


el mérito solamente Jonde 'l u iere encontrarlo; no la ca-,:
s ·1ai icLl.d, clei dad fingida en los sucesos humanos, fué eF
pt"'incipio de su elevación a los altos destinos: su mérito~
e )noci,lo y experimentado en los primeros ensayos de sú.·:
Yida política, su méeito le con<lujo por la mano al templo~
d¡3 la confianza pública, y sobre sus aras hizo el solemne.:
j urarnento de desempeñarla á costa de su vida. Oh(
¡Cuántas virtudes no supone esta resolución, que jamás;.
n tloleció de inconstante! La patria las presintió en este:·
hijo benemérito, y quiso hacerlas servir al auge de sus.~
glorias. Se resuelve á depositar en sus manos una parte~

ISTÓRICO
CION L
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de sus gi·avi~.~ ernpdi11H. Lo hizo~ y d suc¡_•so ac1·edí11) ...:.u
ac1ePtO. E11 Ja <lf>Ul'ü1b. ]l:•CtjSjl_bd de auxili;:u• Ú. las r1j'f)-
vincias, 'Fu~ aún r::pmia11 b(-..jo lit inttw~nl'ia i11111edi;tLt d(•
h.s antiguo.s jefe.~, p·.u·;t í!li;~ s;11:1icli1:·11d11 ú •:·jeuqd1J ._k~ 1~,
capital el yugo CJp1·,~su1·~ si_~ uuies1:~n ~·l sus esftt•--·t·z..-,s: ,.¡
gener·<:tl Belgl'ano fu:~ el p1·j1ne1·11 '!'Le ~u 1_·11cu11tt·,·, lligw' dt"\
este espinoso y d1.·licn.du 1·11ea1·gfi. Lü .Junta Gul11_·1·11ati\"(t
elasificó su actitud y lu e1J1tfi/> á su prudencin .\" p1ditiea.
La provincia del P<.traguay, li1~· <.v11ti d p1·i1n~1· 11··<H1·u 111e 1

le de[Ml'<l y e11 <¡1ie ül no l';_·husn ha(~1;.1· de aetn1· ¡•11 L.t p1·0:-:-;-


pef'idad d\3 los :;.;11c.1~~ 1 )~, ó d1~ Yíeti111ü 1-.·n la 1Tngt~dia dt~ lt.1:-:'
r·eyeses de UU<l sn1:~1·t1~ adv(~1·~~;1. ~i l<t. í1we1·tidu1uln·,_~ d1-:·
un é xi to fe 1iz r ad i ead a e 11 e i e' 111 ' · ' • p tu d 1_:1 1111 a~ ~-,:~ n te:--\ e 11
'tuieiws la sueviclu111l.,r·t~ si~ 11ah1n. conve1·tido 1::-n 11at11t·nlt"·-
za, lo~ usos 11aciu11nlr~.s en saueÍ1)JJ1~~ sngcadas, 1¡ l11~ nn L'~
lícito fingi1·, las aspi1·¿:u_:irn1us •-n1 eri111•--'rt1:~, 1¡ 11·-~ ;_•t'ft u11n
leycastig<:ll', lu~ d1~S1~us, y rüu1 lus rnisrn11~ p1_.11:':1rni1·11t1_1s
1·elativos ántro 1';rde11 'lue el a11tiguo, 1p11· l1<dii<tl1 e1t1i~<"l­
grado sus rnayoeus c1)J1 u1u l5Í•·ga y l1muíll<.t1111-~ ~•1mí~í,·1n
•matentados de bult·, y pc>1· ·~~11 í111pet·du11ables, _, L1 ;1dl1•.··
si ún i m 1w rHl e11 t I' ú su ~ 1l1.· 11 1 d n 11 d •_. l 1a b í a 1i i ad i ' ~ 11 t i · • 1n í ,
•J

el dt~spotismo, e11 una vi1·t1td d1~ l11:•1'(H·s: :-:'Í 1_·"'.'t1-· :1s¡11·c·11•.


pues, desn.gi-·ad;tl>le y t1·i:-.;T1· ··:. . . c::<ll'nz du sor¡11'1·11d1_·1· 1~1
an i rn os i da' l m ú s i •t: s ! 1u Ir a Y 1<1 11 1a :. .: pr u d .=· n r ' · e a il t • • I <t , ':.¡
fue sin duda <~l 111.10 dul1ir'1 1·,·ri·tt•·1· ni g1_·111.~1·al B··l~'l'(Utu d•?
una 1~tnpr-1~sa, 1_•11 cuyl) p1·oµ:t·1·--:'11 :'•-~ ~1.~11J¡1<thail ¡,,:--\ ¡11.•ligrn~
y secollUtban las diticulrad:_·~ ¡111t· l<JS i~asos 1¡1t1· ~, .. d~ll1an
para efoetuarla. Una p1··~Y1:·-1H·i,·111 f111H:~;tn C'011trn ~lt:-' itlÍ-
ras de paz, rn11:~11g;;:1X10 af1:•1·-L1d11
--::.,Jl11·1· la n·ctil ,,,_¡ ·'· ..;1·11--
cillez de sus iut1_~11eiu1ws~ 111t í~:-::.1111li;1;l u 1Jrn¡11~i'1n e11 ~ernl11«_t1·
de sospechas y 1·¡_\celu~~, las :-:.1~111Lts pu1· dC111de c·I llc·,·al."
tm triunfo la lihe1·t<1d ·'·la z.Jq¡·i;1 ~ i:.it·n11 1>11·11s l;111r.,~ 11ul1b-
clos, 'IUI~ encapotab:u1 1:~1 ,.¡,.¡,, f\,~ l<t ¡11·11vi11ein y 'I'''' <ttlli_'--
nnzaban sumir 1.~n ~u ol>~c111·u 1·;l:1 ....: 1:-. u s111·1·;111z<'t ,¡,J 1·i:·d11-
.ci1·la. ~o se 11? 1)eult<tl.1;t (l ~IL l)t'll•_'t i·n1· i1'1n 111 1·H·<it·¡ ;1dc1 d1· 1

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ISTÓRICO
CION L
130

esta ,.],·v . 11Ja 1nonuu!a- pero la empellab~-=i 1:1 honor y era


forz1):SO treparla reptans 11irtn¿bus, et pediúus. Una debía
~er· la YOZ de la patria, una su opinión, unos sus senti-
1niento:3, m1ns sus inter-eses~ y era de necesidad promo-
Yedos.
Los inoradores de] pu eh lo clt~ la Asunción, capital de
nqut~11a provincia, no acostumbrados á registrar en sus
playas otras huullas, que las de sus natur-ales, sobrecogi-
d<is d(· estupor y recelo al Yer el aparato con que se acer-
caba un j 4~fe seg ni do •h:1 un ej úrci to pend ien u.~ d(~ su voz,.
y en (.tptitucl de r(~sistir las conti)adiceiones más sostenidas,.
lt:.. preguntaron como los ancianos de Belén al profeta
Samuel: ;,pac(ficns ne est ingresus tllw/t ¡ºEs tu venida de
paz? Si, les respondi() con la franqueza propia de su co-
radrn. Pacificus. No veugo á traeros la guerra, sino la
paz: no á poneros d yugo, sino á <1uebr-ar el que os opri-
me: no á haceros dHspojo de mis triunfos, sino á facilitar
los niest.ros; no á teüir con sangre mis laureles sino á
coronaros con ellos. Pacificus. En consecuencia, ¡qué
medíos no arbitró para hacer sensibles sus puras inten-
siones~ ;Qué avenimiento 110 propuso~ ¡Qué oposición
no tnYO rpie sufrir tenaz y violenta! Si no realizó el
proyecto en toda la extensión <1ue él esperaba, si no unié>
aquella provincia á la capital de Buenos Aires, á lo me-
nos le inspiró sus sentimientos; derramú ia semilla que·
<l ue debía brotar en tiempo, hizo suyos los corazones de
sus principales jefes, y dejó abierta la St:'nda para volver
sin tropiezo en calidad de enviado á recojei) el fruto de
sus primeros trabajos~ y consolidar con su persuación
valiente la idea que ya habían concebido de sacudir unas
cadenas, que si sentían su peso, no tenían aliento y va-·
Jor par·a ro1nperlas.
Empresa que hizo deeir á una gaceta extrangera, que
los americancs sabían hacer tanto con la pluma como
con la espada. Este encargo, pues, que manejó con des-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- ·1 ,_)
·>1 -

treza, con tino y p1·udenci¡1 inilitai), lia1·á '!poca sit_•rnpre


en la carrera de su vida pública, por· mús qui_· la crnu-
lación, infatigable en pei-segni r el mérito, lhtya n·abajad1.1
en ofuscarlo. Levantó el gr·ito, sí, al ver que e.n los lJl'i-
111eros impulsos no había co1·respondiJo ,~¡ <~x.ito al cúl-
culo de los medios y gra1l11<ü1dolns descarada.1111:"nte de
ineptos para los fines p1·op1wstos, hizo f't:>Ca8r- sul:u·e sn
autor la nota <le tenH~rar·io. Pc~r-o felizmenk ht emula-
ción sufre siem¡fre el castigo un el u1·r-or de sus juicios.
Juzgan pol' el cornúu los ho1nhrHs de las empr·esas c_l,~
bulto por el resultado de dla~. El suceso justifica la
conducta: exitus acta p1·oúat. Hé a1.Jl.lÍ un error q ne h<l
volcado el concepto de los mayo1·es héroes y I'educid1 •
á nada sus brillante.;;:, acciones. Q11 ien solo constituye
la sabiduría de sus pl'oyectos ·-~n el IJU•~n éxito di-: f:>llos,
no merece, decía Uvidio, <pw k· salga bien ¡rt 0- 1

yecto alguno. El sabio 11unc:a olJra ú la Yentura. Fsa


de prudencia en la elección de lus medios, pIYJc~dp tran-
quilamente en la ejecucic'.m de sus designios y dejn l<-1s
efectos al cuidado de una oculta p1·oy i deneia, e uy a in" i-
sible mano dirige todo á sus fines. ¡ Cuánt<:t.s YecAs lus
proyectos mejor concertados claudican por accidentes~
que nos es dada pr-evenir, por~q ue nos es dado pr·~see1· ú
la prudencia humana ! Cabahnen t'~ (~sta infeliz cí1lr.uns-
tanc1a inutilizó en parte lns bt~neticios y ¡wndentes es-
fuerzos del general Belgrano en Ja p1·ovincia del Para-
guay; circunstancia, que no es bien sepultar· en el sil·~n­
cio, porque defrauda á su 1né1·ito, ataca y hiere en lo
más delicado su concepto y dá márg<~n para. extender-
nos algo, aunque no cuanto <¡uisit'. ra.mos, en el rdatu d1")
1

sus mejores virtudes, si no fuer-a tan reducido el cuadr1)


en que deben dAlinearse. La malicia de los antiguus
jefes sorprendió la candidez (cll~musle este honesto nom-
bre) de aquellos naturales, espareiendo u:1a maligna es-
pecie, que fué una alarma aún para los sensatos. ¡Oh~

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 132

(les dijeron en tono enfático y lastirnero). Esos que pi-


san \'uestras playas son unos monstruos : de gene1~e gi~
aanteo : gigantes de ambici")n, cuyo designio es invadir
vuestras pingües posHsiones, enriquecer- con vuestros
frutos, engordar con vuestra substancia y dar pábulo á
su avaricia con cuanto brota vuestro fertil suelo. Gigan-
tes de crueldad y tiranía, que ab1·igan en sus pédidos
pechos la negra intención de subyugaros, hollar las ce-
nizas de vuestros mayores, arrancar-os vuestros hijos y
llevarlos por trofeo de su v ict<wia, perturba1~ vuestra
tranquilidad y sembrar de males incalculables el her- -
rnoso país 'l ue os ha tocado en suel"te. Gigantes de irre-
1igión y de inmoralidad, '¡t1n se han hecho fan10sos por
los datos de su prostitución y poderosos en obras y pa-
labr·as de iniquidad desmoralizarán la juventud, debili-
r.arán su fé, trashwnarán sus ideas de religiún: potentes
r(, sáculo niri Janwsi. C<.tlumnia horr·ible, que se promue-
ve e.n la cátedra de la verdad poi· un sacerdote vene-
1·able por su ciencia y virtud, 11ue seducido por la voz '
pública y arrebatado de cc~lo_, alienta al pueblo á rubricar
con su sangre las Yet>dades <1ue consagra la religión.
Pí~ro calumnia <11w echando de i1npr-nviso hondas rai-
ces en los pechos de a<1uellos ~irnladanos, brotó en ellos
la gt-:merosa resolución de repeler con la fue1·za un bien,
11ue desgraciadamente no ~onocían unos y otros afectaban
1gnor-ar.
¡ Amhici1'>0, cruuldad, in·eligi1'>n, iurnoralida'l ! Nom-
lH·es abominables, que debían hor·f'arse dc:d diccionario de
los hombres, ó que aspiran ú ser-lo por los medios que
dicta la i~az'ón y apoya la justicia. ¡ Oh ! si fuera posible
al hombre descorrer en un momento el velo, que natu-
ralmente cubre su corad>n, de cuánto pudor se hubiera
llenado el rostro de aquel los impostores al presentarles
el general Belgrano ·el suyo tal cual era! Corazón que
uuhca experirnentt'> Jos ata<p1us do la ambición: corazón l

usooi
ISTÓRICO
CION L
--· 1.•J•.J
)•J
-

sensible á la miseria ag(rna. Su vida pública es llll dila-


tado campo que ofrecl~ <·rn todos sus pel'iodus mi 1nume·ntq~
de esta verdad. Si el deseo de devarse poi· lo~ g1·ados
del honor y de la gloria es una de las untas (llll:' earacte-
rizan al corazón del aml.>iciosn, lo fuó ciertamente ei dul
general Belgrano y lejo::; entonces ele envilecHrl·-, est1~
dictado, lo haría acreedor al elogio de ~us cornpe:Hriotas,
e uya fe l i c i dad fu é 1 d u hj 1_~ t d 1j e:-; t e 111.1 b l1~ s e 11 t i m i e n t ü i u •~­
e ' 1

afo c tó su corazón El amot· c't. la glol'in !l() fué 1-~n él ª'1w~·­


lla constelación rn~t!ignn, '(lle._· d1~spi1_\l'Üt 1~11 i:d hoinb1·1~ lns
pasiones más apagada:-::., ins nYiYa, las 1;'sti1tnda y i.:tl li11
las precipita. No fué a1¡w~lla ~ed insaci::tbk· th~~ glnl'in hu-
mana, que prostituye ni 'llle aspi1·a irnpaci1~11te, po1· llc~­
gar á la cumbre <lA (~lla y 'Jll'-' lo <~j<.~c11tn á UH1uu· al'hitt·i11:--:.
y medidas, aparentn1· p1·e1uxtos, venc1.·1· tlificult<td•-~s, u1·diL·
artificios y tramoyas, apur·a1· todus l(J~ at·di<les, abati1·s, ..
ú condescendencias Yi l 1 S) di~ i ¡ t 1u1<11·, di sf1·aznr·st"~, hace 1·
1

todas las transformaciunes y f i gu 1..-..~~. i·1 ~sm·tes pt·eci s< •S


para busca1· ig11ominiusamenh· L1 glo1·ia y la fr•rtuna, ,·.
para vivir y manteHer::-;e ,·t. la ~01nb1·n. (ti:~ ella.
No poe cierto. Ya si~ Ita d iehc,. l llf~ u 11 111 d-d e ::;en ti.
1
.,

miento I'a<licado <~ll el h()tlf'1', _Y d1~splugnd1.1 1~11 <.lCtÍ•1111~·~


heroicas, para cimenttu· la í'uli<:idad dH :-:;u l'<ltL·i<:t_~ 11 'l.'l:'
ha consagrado sus :-;er·vici11s; su11tirnie11tc11¡ue s,·,¡,. se üni-
da en pechns gune1'<1s11s, nacid<>:-; pani llt~Yat· <ti e;Ji.1•1 1:·111-·
presas graneles. ¡9 Cuál filé ptws la arnbiei(~•ll r.1u8 1~scla­
vizó su alma hasta htic1~rla degerH:t·;u· 1~11 c_~ruel·;~ ¡J~<.t
sagrada hambre dd oru"t ¡Alt! pü~¡,·,n vil, degi·adante, y
que ha ennegrecid<> el m<··ri 1<' de tant1 is Yc.dero~' is µ:u1-:>-
rreros, que han dejado p1w despnjn d(· sus t1·innfc1:--:. J;-1.
miseria del país que cou<i 11istal'11n. El .~e1Le1·al B,·J~T<:1-
no, aunque naci<lo en el se1111 de l<t nb1t11dn11ci<:t, y fa-
miliarizado desde sus p1·im1:1·0~ ai'í•)S e1111 el l11·ill1i de ~sr1·
metal apetecido, tuYo, 1jt1 s111~1·te, un co1·az1'1n i11s1·11:-;ihle ú
sus encantos· encauto~, sí, <.fll'' <:•n c·xp1·esi<'1n d~~ Ifrit·ü-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 1:~-t --

c1c1 no pu1~ch·n ee:-\Ístir los homht·e~, ni aun l11s diose8.


Pueblo~ t1)t.10~ los '.l "e fui~t1.~s u~stigos 1)1~ su conducta
t111bli(«i. dnd honor· ú la verdad. Vose1t1·"s debeis tomar
L-t pala1.>r;l. y hf-lcer 1·1 l::dogiP 'lll'' tnc:'r'•.:'Cc• un homl)l'e, un
1•an·inta, un ciurhulann, un magisti·ado, un militar, <1m·
lJ' ir 11 i ngqnn de estos linn oeahJ 1-•:--; ti tu le )S se j uzµJ> acreedo1·
ú 1-~n~1·11$at' con la sn)Jstancia (l,-:' ~•is cnmpati·iotas, ni se
intee(·s1:1 en un doznvo n~t.·nc 1 ) '1 u1:' d ig(I··~ 11 i 1..ln lo suy1.1,
9

~1d1111ir·iil•1 jus1a111(·1lt1·· 1"11· Slls disti11µ:11id11s ~t-11·yici1)s. Vu-


'-;•tros Yi~tei~ pa:-\nt· y crnTc~r· poi· ~11~ 11wno~ 1·1·c·cidr..s SU·
11w::.:.. :--:.in i es1·1·ya1·s1~ pa1·ü ~1. co11t11 ¡rndiur<l. lo 'lu'~ le e1·a
d1-·hid0 }"ll' ~n dentdc1 e111plf•<1 c'1 p111· s1ts lin111·osas comi-
SJc1ll1·•s. \°(ISl)tl'c1~ 1~ YÍ~t1·is t'c'Sl'dn1· lo~ l1i1.~nes d1• sus
conciudadanos <'.Olltt• 1111 sagr<_1do, 'Jll'-~ n11 1~s lícit1• Yio-
1:11 ·, e o 11 1n s l i e Pne i fl. ~ d 1 • 111 w ~ 1·H ·d i d n a va 1·i e i a~ y 'J u e I' u·
d., r11·1)\-,,,_~·:t1' ;t. ti"1do:--:. 1·01t111 11t1·11 ~n111t1<_•l ú In~ 1rihus con·
µ: l ·e~- <l d n ~ . pal'< 1 , 1111 , k· r, _.e 1 111 Y i n i '.'~e· 11 pe H· su s h n her es in í-
cun111e11t•.~ u~11q1adc1s. E11t.01we~ ~1· hal>1.·ía oíd11 la vnz
d1· cada 111111 aplnudiendo ~u Yil'tud -nef¡ru) o¡>resi.i..:ti, ne-
'!'":' f!!li.~ri J,, 111r1w1 olic11j11." '111irl¡,ir1m. ¡JJ11ic~n igno1·;.1. <JlW
;rn t e p ! t ~ •. , in ~ts el~~ u na "e z e~ 1 pe 1i gyo de pe r· (~e e 1· ú m a 110~
,J.:. lct inrlig1rncin. fJIH~ a1·1·c-d1a1ar de las d<"~ los misern-
1il es e l p a 11 ' p 1(' s 1-.· h ah i a n p 1·o p n re i 1111 ad o en n e 1 sud ol' '1 e
~11 r11st1·n·~ ¡,Qni1~11 ignn1·a 11111· invit.nd11 p111· <:'I gohieeno en
eÍ1;·r·t{t (W<hi1'111. ú Y<tl1_. r·~,~ dr-~I <lJ1llrn.d11 rnc111·::.;o d1· las lw-
ei1-::ndas de In earnpar1a. )'<"trn s1d1Y1·11ir ú. s11s trnp<ls, que
~~111i1w..r1 1)pPi1ni,las de hnrnh1·0 :Y de la escasez, con-
restó r¡-•s1u~ltni11e11t1_\ '11''~ n1•nea h;·tl1ím1 colllidn sus snl-
dad0s 1111 pan sin p<1gai·l1), y 'l'll~ nu se at.t·evía á deja1·
1•or una ~ril<t vez tan 1nlt·nici11so ejell1pl11. Así que pucln
;°1 e< n· a d e :- :. e 1d 1i e r- t a ' 1e e i 1• e o 11 1el rn i s m n l i l 1e rt ad que e1
;. <HH n .J n l 1 : ~ i 1o i t i erra e 1n m a <~ n n tr· a rn í ; si h <' e o mido
~us fr11t11~ si11 pngarl0s~ s1 ap1·c-~u11u alg1rn<l vez el co-
razón de los <.¡1ff~ la han c11l1ivado: cnnsiento en que eu
lugar d1.:. mieses nw 1wnd11zra ,_ispina~. Si orfoerswn me

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 1:35 -

terrrt elamat . ~ P''º frw11ento 1)1·iru111· lililú lr'/ln1/11-.;, ,., jJI ,,


lwrdeo spina. ;,Q111·· más en p1·uc.·ba de ~u de~í11r1·1·1··:--:. ·'
<le su humanidad'1 Cn e•·1·azc"-1n a111IJi1_·io:-:=.11. l .• i ... 'i'''' ;1:---i
pion san , si ha y qu i é 11 pi e n se d t_~ , • su~ rn o d q • l u c· l 1( t1 t d, 1 , · • ' ' ,
la evidencia de los lieclw~. llt"> :-:-:1:-C1<·tln1·;ú1 un ,_l¡,¡, ··11 ¡11 1 1 •

apoyen SU pensar· <.l\"<:lllZ:J,lHl11, ()1Jl"'l'(llllt~ll 1111. -...:,,!,¡·,·· f,,...._


períodos de su C<UTera i11ilita1· y p11lítit:ü: y dt.·~¡•ut1 ~ ..¡,. .
registrar de bu1:-11a fé t(H.las su:--:. 11¡•e1. üci1111··~. 1111 lt,illc.lt':ll:
una, que envíe la idea d·· ··~<.t ,-,·1·g11n1,1)Sa 1·\1c.tlidnd. 1¡11 1 •

'tuizá se at1·eY<l ú ndjudicHI·lf· In 111;tli(·Íc.l. :\11 .:i1·ú11 cfll•:·


aceptó a]guna Yez e:-:=.ft~ g"t:·111·1·c1S;_1s .'· l1l'illa111•.'" .1.-.·11111..;.H'ü-
ciones, qut-:' acaso <:·1111 el pn~t1~\.tc1 d1· signitii:Ht· ,_. <·11·i 1'1(1 ...
testificar ngr·adeci111ie1llo, lia i11t1·od11cid1· hl 111 Ln11id:1d
demasiadanwntc· b izaiTn. ~' • di rú 11, '111 e e 1 t 1·1~11 m i.1;;-
nífico, el fausto os1e11tosn. el :-::.ul11·1 l1i(..-i nl'ni·atc• 1·1·:111 i11di-
1

c ios el e 1a ns u r pn e i ,~ ll 1 i 11 j u:::. t a 1 k l oro a ge 11 o . , ·e • 11 ' 111 1j • · 1l -


grosó su substancia. Se pr·<~S1.~lll.<~1 ú. ,-isra d1·I 11u111d1 • ( .!1-
servador, exteaugeeo ('ll su 1•[\l.l'Íc.1, sin lt<1ga1·. ~111 ··a::--a
propia, si 11 poses ion e~, ~ i 11 lt e i ·1~· dad es. .\· l 1' •1 !I •.- ..~ s rn ~·- ~.
sin apro"echai·se de le is rn1 itw:nV1~ p1·,·1spe1 . , 1:-- ·' :-::.111 ¡i·~n­
sur en cautularse ,¡,_. lus i·1.·\·cs1·~ de la f(11·t111¡;• :\(•di-
rári que la disipasi1.1n, la pt·c:H.ligalidüd, las di,·1~·1·:'"-1·11ll.':-< ¡,,..:
desempeilos de un h ... w1r ttl<ll •-:1111~11did11 f1.11.·1·1111 !(1:--: ,[,_·--
sagües tle sus usu1·11acÍ•1ne~. S11 Yid~-, lal1ut·i··~:1, ~Í··11¡­
pre ocupada, su rÍYülidad d1-•1.·lc.l1·adn nl 1w1• \"ÍI. ,. ,,¡ 1

pernicioso dc~scnnso, su inwgi11;1cii'1n ft~cu11da 1·11 t•l'1•.,., .. ,_._


tos, cuya ej1~eució11 111 • ¡11:1·m i tia t11u1Hi:·n tn~ ü I 1 .h·s~d10~· •.
sus empresas nunca i11h·r1·unq1iclns, su~ YÍ;lj<:·~ dil;tli.td 1 •"

y frecuentes, p<11·a 1H'o11111\"1-~L· lü t\-.\licidnd de ¡._,_ l'~u1·ia, ;1


'tuién llamaba su esp11sn, s11 contL'<l('CÍc.111 al t~.i·-:01·ci1·iu p•·:'-
noso de ]as arrnas, y el dese1u111 .. i'l<:1 de las f!Y:1_, e~ .ildi~·;!·
eiones, que son <UH~ x. a:-; ú e~ ta h (1111 u s ü 11 e u p~ t (' i ··, ll : • · s r·
1
1

y mucho más, <1ue no PS fúeil dl:'lalltH', d···~pid·· 1111 l'nyu 1 1 1 ·

luz que disipa a1p1d nuld:::ldo, 'l"'-' pudo lial11·1· <-'•111~t~l;.=ul··


la malicia. l\:"o dir·ún, l-'ll fin, •f'.18 si• ac11t·(U1 dt• -u~ 1· ·11r;t:O::. 1

ISTÓRICO
CION L
usooi
- 186 -

sino cuando se acordó de las urgencias del EstaJo, á


cuyo favor cedió sie1npre la mitad; ni que se aprovechó
del oro y las riquezas sinó cuando se presentó la oca-
sión de sublevar la 1nisería y hacer felices los pueblos
en bien de Ja humanidad.
Hablan1os con documentos intachables, que no puede
tt~rgiversar la en1ldación más lince. La cuantiosa suma
de cuarenta mil pesos, c1ue le adjudicó la patr·ia, y
con que desahogó paete de su gratitud por dos acciones
brill:intes, con que fijó la libertad de su suelo; suma que
habría servido <le sabroso pábulo á otro corazón no como
<~l suyo, sólo dió materias á su piedad generosa en bien
de cuatro pueblos, que carecian de escuelas públicas
para instrucción de la juv8ntud por falta de preceptores
que 1lenasen este empleo. Acción noblo, rasgo de libe-
ralidad poco imitables y que Jlevará a la posteridad la
inemoria del Yarón de misericordia, que dió un ejem-
plo de hu manida,J que no se repite muchas veces Te-
nemns á la vista la carta contestación al gobierno, en
que significa su gratitud por este donativo que eontiefa
inuy snperior á su mérito! y en íf U(~ da opo1·tunamente
documentos de desinterés tan necr~sario t"~n los funcio-·
narios públicos. El oro, d1~cía Horacio, más podePoso
'lue el rayo, trastorna y derriba las mnrallas rnás sóli-
das. Quizá esta fué la sentencia., que grabada en su
corazón, le inspiró el desprendirniento de este principio
1le corrupción, <1ue pudi1-wa viciar su integridad, y tuvo
la dulce complacencia de ocu1·1·ir con sus intereses á la
nrgencia de los pueblos antes que disfrutar de ellos con
peligro de su honor y mengua de Ja justicia. ¡Oh! Tari-
jq,, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero, mientraa
abriguen en sn seno sentimientos de gratitud, consagra-
rán sus lágrimas á la memoria de un hombre que les
ha dejado los rastros más sensibles de su caridad y de
su amor.

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 137 -

·Pero hagámonos presentes por unos momentos <ll últi-


mo de su vida. Rodeem0s el lecho de dolor en que ex-
haló sus últimos suspiros. ¿Qué espectáculo se nos pre -
9

senta á los ojosG? ;Honiinem 1nollibns vestitum! ¿DiYisamos


9

alli los vestigios de su ambición en la abundancia en que


muere? ¿Ve.mos en él uno de aquel los varones de las
riquezas, viri clivitiarwnJ que duer-men su último sueño,
y nada hallan ·después de lo que au~sorarun en lus escesos
de su sórdida avaricia'? ¡Ay! ¡qué al contrario! Hahria,
,~·dicho una verdad repitiendo lo que el profeta de Idu-
mea: «Desnudo salí del vientr8 de mi madre, y c.lesnu-
do vuelvo á la tierra, de que fui formado.» Sepa t:H1o el
_mundo. pues es justo <1ue In sepa para honor de la. vi1"-
tud, y de este virtuoso ameeicano <1ue supo cultivarla,
que des pues de probar en campaña los amargos t"e:sahios
de la escasez extrema, de la indigencia rnás cruel, habrin
bajado á la tumba en brazos de la miseria, á no habe1·
hallado asilo en los sentimientos (¡ue inspiran la car·n•~
y sangre. siendo acreednr de juscicia á una gt'uüsa can-
. tidad de sus sueldos, íjll'=-' su delicadeza jarnús le per-
. mitió reclamar.
~Qué idea pues nos dá (le sí un corazún tan urngnánirno,
tan generoso y tan desi n tc~r·~sadq'! ;))e '1 ué virtudes no
es susceptible una alma tan llena de humanidacl"t '{
cuál sería el fondo de su re 1igi1'>11, fecundo manan ti al 11 uo
las produceG? Tendamos otra \'t.'Z la vista p'>r el cuadro
de sus acciones públicas, ellas H()S alwrrarún Pl u·abajo
de. descubrirlo.
Dado á luz por unos pad1·es <1ue recibieron t~n herf~ucia
ele sus mayores, menos los bienes de fortuna, que In:-; sen-
timientos de religión; él entró en parte de esta misma he-
rencia, recib_iendo en la leche con que lo alimentaeon el
jugo de la verdad, y a<iuel gérmen de propensiones cris-
tianas que se desarrolla en los progresos de la edad, cre-
ce con la instruccion y se robustece con el ejemplo. "No

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 138 -

ruYu la desgracia de tl'aer su origen de unos padres, que


reduciendo Jos debe1·es de la religión á los que peescribe
la hom lwía de bien según el 1nmu.lo, lejos de negociar la
sah·aciun de sus hijos, negocian su ruina y prostitución .
..A.si t~·s <p.H~ no vi<> en ellos los síntomas de una, vida en-
teramente inundana, ó meramente politica, ni aquel len-
guaje falaz de la cuncuspicencia que sorpeewle á la ju-
Yentud mc·nos incauta. ~u oyi> de sus labios aquellas
bufrH1acla:--\ irnpí<ts, arp1t:~lhts C(>nversaciones escandalosas,
'lllt:' hacen la sal di:• las sneiedades. cl1·l siglo; pero que
según l<L escritu1·a de in v1·t·dau C(Wrompt!ll las buenas
C(1sturnb1·es, irritan las pasiones d1~ la juventud, la do-
lll•:'Stican con el vici1">, y la a11iman y nstimu~an á sacudir
ul dulee yug1) ele la vergt:wnzn y de la fo. ¡,Qué esperais
de estos ¡wincipios·~ ;~,<Ju(~· frutos delH.' dar este arbolito
¡ila11tado en 1_•l seno 'le u11a fn.mili<:t <jllt3 supo regarlos con
L1s aguas saludables c.h~ una ~ana Jodi·inn Y nutrirlos con
'--" .....

1·jP.mplos de religi1'111 y piedad~t ¡,,Seeú, con el tiempo uno


dt?- a11uellos neci(1S 'llle &~ pesar· dt~ los nuis irresistibles
6
c1·•nYc11cirnientos digü11 1-.•n su cur<lZÓn: no lHty 1Jios ? ¿Será
uno d1 · ar1 u ellos desve1·gonzados jóvenes, <1 ue si poi· casua-
l i d et d lu c o 11 fi 13 sü n , n o os e l Oi os 'l u e los a p ó s to l es predi-
e ar· •n ú lcts naciones, si nó un Dios que el los se fingen á
1

1nedida su antojo; un Dios, iwtter·in, violentado como


de;
1rn autórnnta por una fatal necesidad ú todo cuanto hace ó
un Dios espíritu, pero sin providencia, <1ue abandona a}
hombre, obra de sus 1nanos~ ú su p1·opia coud ucta, sin
prescribirle leyes, ni exigir de su dep<:mdencia homenage
alguno,
"-"
antes 1nira c1~n In misma indife1·t~·ncin el incienso
•¡ue la ciega superstición ofreee á los ídl)los, que el qu~
la religiún quema al pié de los altat·es t ¡,S1~rá uno de aque-
6

llns nuevos apóstoles de ht impiedad que, no conociendo


u1ás Dios qne la naturaleza, se conforman deciJidamente
cun sus.deseos, r.Jrocuean satisfacer todas sus inclinaciones,
~e dejan arrastra!· vilmente de sus groseros apetitos, co-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 13~)

locando de este modo la naturalc·zü sobre~ el trmw dc'l nl-


tísimo, la criatura sobre el C1·iador, y pe1·mitiendo lo~
desórdenes más vergonzosos, corno un culto dt_,bi1..l1 > ú e~tit
extraña divinidad? ~Será uno de aquellos espíritus fue1·-
tes, para quienes rotas las barreras (lel espíl'itu hu11Hlll(',
la revelación, este freno para contener sus excesos, e~ d1-:~
un peso intolerable? ¿,Espíritus, pa1·a cuya peneteación
nada hay sagrado; todo lo quieren comprende1·~ espieitu . :;
que ponen en problema las verdaclt·s más incontesutble:--;,
impugnan los primeros principios dP las costumb1·es, y su
avanzan á hacer vacilar los fundamentos de In religión, Y
nún del gobierno político; espíritus, en fin, que ú l(l som-
bra de ciertos términos estudiados, cic1·tas voces })l'illan-
tes que han inventado; - lil1Prtad de pensw,, Jn'og1,esu.~
del enienclini~ento; luces del siglo,-se toman Ja Iicencift
de opinar. decidir y dogrnat izar con temeeidad sncríl1_lg•t
hasta apostárselas á h1 misma divinida(lr.1 ¡Oh! Estaba
reservada para el siglo diez y nueYe la apariciún de est1~
espanto::;o cometa, <¡ue con su cauda ar1·astra miserable-
mente la juventud incauta. ¡,Será, pues, el jón~n Belgl'n--
no víctima de sus furiasG? ~o hny <¡lle temerlo. L<l~ 1uc1:1S
que derramó en su entendimit~nto, su educación ¡win1e1·a,
sabrán sobreponerse á las densas ti nieblas <¡ue espa1·ce1t
los apóstatas de la verdad La antorcha de la religic\n fr,
conducirá sin desviarse por la..;; antiguas y trilladas sen-
das de sus mayores. Vivirá contento con la ig111)r<:tncia
de lo que no le es pePrnitido inve:-;tigae, obediente al pre-
cepto del apóstol: non plus sapcre r¡uam uportet saperc.
Así es que sus obras jamás fueron en contradicción d1~
estas virtudes. ¿/Juién oyó de su boca una expresi1'm ine-
nos recta relativa á la cret~ncia de los sagrados 1nisteri1)~r,t
~Quién le vió arrojar veneno por sus labios en sarcasm1 is
groseros, invectivas malignas, sátiras moPdaces. ex.prt·-
siones agenas del pudor para ridiculizar, envílece1· ~-ha­
cer desprecio de la religión <¡ue había profesado ¡,Quiéu
6
(

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 140 ·-

le Yió faccionarse con esos homlwes '1 ue tienen el desca-


ro de hacer mérito de sus miserias y a larda de ellas en
los café<s, en las calles y en las plazas; hombres astutos
en dará sus fragilidades el más bello co]orido y en vestic
á 1a virtud del ri dí cu lo tt'aj e ele l Yi ci o; espíritus liber-
tinos y disolutos que se ocupan en armar nuevos lazos á
la sencillez v al recato, en <lar lecciones de crudulidad con
t.J

sus conversaciones, y ejemp]os de irreJigión con sus cos-


tumbresG?
(Quién le vió hacer estudio de esos libr)os de moda que
por desgracia, digna de eterno llanto, infestan nuestros
paises, despues du haber inundado toda la Europa, sem-
brarlos de blasfemias contra la Divinidad y de vergonzo-
sos y crasos errores en la mor-al c1·istiana ~t / Quién vió
9

en el general Belgrano ... G( Pero ¡, ú quó ejecutar con re-


convenciones, cuando ele su religión dan testimonio sus
nb ras G? El árbol se conoce por sus frutos. ¿? (~uién tan
ciego que no divisó c~n é] aquella adhesi<Jn al culto pú-
blíco, expresión auténtica de su fé y doto ine<¡uivocable
de su religión'? ¿ Quién no fué tt-Jstigo de~ su asistencia
9

frecueute en los templos á los solemnes y privados sa-


crificios; y de aquel u111pet10 con que prornovió y llenó al
cabo varios establecimientos piadosos, tan edificantes á
los pueblos, que se llamaron felices al verse bajo la pro-
tección de sus armas Gt ¿?Quién no admiró aquel celo in-
flexible con que otro ::Vlatatias .~elan.do .~elum Dei, casti-
gaba los excesos de lus que estaban á ta raya de su ins-
pección y poder, al extremo de sujetar- á pena rigorosa
una palabra obscena é ind1~cente del soldado G( ¿Quién
110 vió ar1uel tesón con r1Lw acostu1nhró á sus tropas á
los ejercicios de devoción y piedad, y al desempeño de las
obligaciones de cristiano'( Celo piadoso, activo é in-
cansable, que tuvo el glorioso efecto (según la expre-.
sión ele un respetable oficial, que~ cuenta entre sus mayo-
res honras el haber militado bajo el inmediato influjo de

usooi
ISTÓRICO
CION L
141

su virtud y valor·) ck 11u1_~ ~u '-).1en~it() fu1~Sl~ ubserYad11 t>u1·


su t~ctica y disciplina co11111 un ej1: ecito ch~ soldt.1d1-1s Ya-
1

lientes y aguerl'idu.s y pot· s11 lllt">d1~r·acióll 1·elic¿;ÍdS<l, e<"1m11


un cuerpo d<-~ homb1·es de i11stitulo piaduso. Así 1<1 enu-
dia, fecunda en imputncion1·s fabas, jamús ncusat·<·, al g1•-
neral Be 1gr-ano il (~ '" i 1es e o n <l e~ e e 11 el e ne i as, d e e 1 ni t tJ m -
placiones políticas, de e a pi tu 1ne i unes i 11 fatn<~S '°~º n h1
i mpi e da el y el d es i'1l' d 1_ 11 ~ .\" s u 1) se 1•i h i 1·ú, ú p'.: s <:U' ~ 11 ·' 11 ú : o~
1

elogios deque s<~ liizo di~:r111 p111· 1-·I tu~">n i11fiuigal.Je cu1~
que aplicó la se:¡111.,, efr. al ú1·l_,,,¡ dc-_·I 1·~c<ú1dalc1. linst<I
arrancar-lo dd ej1~1·cit11, 1_·11 •¡th-l bahía t~elwdc1 H]tn:-:.: 1·1lÍ-
ces, co11v1~ncido Cc>11 <..d pad1•,. ~~- ('ip1·ia11u, de 'Ill«! ~u di-
simu lo c o n lo s de 1i 11 e u 1_; 11 t 1~ ~, !f.I 11 ¿_u· j a e u 111 p< 1111-:> r '_: ( i1 i ' • 11 u :-'
un cuerpo de p1_~cado~ : wuun fru·itfld et r1rp·nti1n1;, et us-
pieientiwn crinien. i Eu 1¡LH! vaí~ nu ha l't:•ScJJlado la fnma
de su piedad r-eligin.~cl cu11 'I 111· tt·il1 utnlJn al :··ic·:!1, i:·l l1n-
menaje de su gratitud~ i'•_T••t1<,c1:··ndolCJ 1_~11 ~u~ 1nilitn1·e~
encuentros pm• aurur· ú11ic1> clu ~u~: f1·iunl'1.1s '" L11:-:--::<rnd11 Jn
mano que lo h11111ill<ll•a 1-•11 :--:.¡¡~~ d1:s~1«u:Í;ls -~ i~ < ·,,11 '!u1··
confianza, con '[U!! t 1!i''lllll':l lil1t«tkl c-_·11 lns lll<lll'i:-' cl1_• In
Heina de lo.:.; An.~.-~1:~~ ,~¡ i':·!iz 1".\.itn <k~ SllS c•1n¡11· ... s¿_t.S •.\
cuán s1~nsibles pr·u,_.J-"t"' ¡,. rli1» ,_• ..._:.t;t di\·illa .\Ind1·1: dt• s11
proteccióu y :unp¡t1'11 :11 de,~ ;ll'lll';ti\11~ lüllC1;~~ c_·¡1 'l''' .. ~e \"je',
1

cornrn·ometido Sil 111111(1¡·, ,-. iud ·ciS<l l;t Sll1 l't1· de• Li _\1111~­
1 1

rica d1~l S:t:l ·~ \'·rft:r, Tw_'ífí¡1 i;t, ,.,,~11t1·1·s ¡1111-_•l,,l,,s nfu1·-


tuuadl)s, funest<"ts rit111l1:t:...: d1·l · ·L·¿11!l1> 1•11r1)¡11.·n, sj, ,.¡1:-)11ll·o:--:
fuist1Jis oculü1·1·.;; t•_·st.ig1i~~ d'.' l:t~ ,·ier1»1·i:ls f.!,_. 1~~1·~ (i·1_·111~r·n 1
americano, ta tn h i é i 1 1_L ~ ~..: i I ' i •-.\ ' h d .\ · e 1•i ~ t i a 11 a ,·1 > 11 d 11 et a .
1

En vnestens templcJ~ S1·_· ¡11i--;1¡·:·. li111i1Íllnd11 (t. 1•1_·ncli1· gt·¿t-


cias á su so b 1 ~ 1·<u 1a I i l w t' r <1el cw a .Y '-'u lll' 1 u ll '< t .J ll d i r h t 11 a~
digna de los elu6Í11~, 'ttti_· 1111~1·c·cic'1 l;1 antigua hc l•L'•.·a 'h: 1

los rnm·adores (k B1·tulin, l1~ r1·ilwt1'1 <Y>llSt;u1tem•·1it1~ lu:...:


SUYOS, dejando c-~ll kgadc1 l•Íc1 Ú tC)d()~ SUS Cllllll'~ltl'Í11r¿h
es te ejem p1n de 1·c 'l 1µ: i •·, 1¡ ' ¡ u e ti t:' l1 i e 1·n11 !111 i t ;_u·, ¡11 • 1· :-3 l l l d í-
<

usooi
ISTÓRICO
CION L
14~~

<11)~ • i uc· si Dios no gtHu~da la casa, en Yano teabajan los


'i tlt-:· se afanan 1-'n construirla.
D8sput?S de esto ya no delJe <.t.dmiearnc)S, 'lue los pasos
d:) t~ste hombre religioso t!Stl~n marcados todos con el
sel In de la moealidad cr·istiana. Si él fné conducido en
hr-azos <le su celo patriótico al interior 1lel Perú ú la ca-
Leza de un respetable ejc't~cito cou el objeto de promover
l,=t tiber-tad del país, auxiliando á los pnuhlos~ que anhe-
laban ú. sacudir d ominoso yugo 'lile tantos nS10s humi-
llal1a sn cerviz~ fue1·nn precu1·sores de sus marchas, su
r·1:digión y piedad. Los ejé1·citos en campafia siempre se
han inirado en su tránsito, como unos turt~entes impetuo·
S•)S r¡ue talan los campos y heredades, ó como unas lavas
ardientes. <pie convierten en rninas cuanto se opone á su
curso. Las tropas del gc3n1-wal Belgrann eran mansos y
¡•acificos rins, '(lle de1·raman1lo sus aguas por los países
por doIHle corren, de.jan pr1r- Yestigios la prosperidad y la
abundane1a. Presidían en <-_·llas el órden, la moralidad,
el decn1·0 en hornw de t")llns mismas, y del jefe que dig-
nallH:'lltl' los comandaba. Así es, <1 ne atravesaban ]as
J'l'OYÍncias, com0 unos viajeros inodestos y prudentes, que
saben respetar los derech(•S del suelo donde pisan, que
llü atacan las propiedades de sus duefíos y compran el
pan con que. se alimentan, y aún el agua que beben. Nos
contentamos, les decían, corno los israelitas al rey de
Hesehén, cnn que nos cleis paso franco.
Por lo demás, Yendednos por nuestro dinero los víve-
res y el agua con q ne hemos <le alimentarnos: alimenta
JH"eeio rende noh.~s, rd cescamur: WJlUlln pecunia tribue,
et sic h;IJemus. Tantflni est ut nobis concedas transitum.
No te1nais que nos desviemos del camino que llevamos
para. inferiros un mal: non declinabimus nec ad dexteram
nee ad sin1:srrrun. A.sí lo d8cían y correspondía el efecto
á la prornesa. Si alguna Yez la licencia del soldado abrió
un flanco funesto á esta conducta invariable, ocurrió luego

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 14;3 -

lÍ cerrarlo Ja rigidez del castigo, dando á entender que


con el buen orden de las tropas no era compatibl1_· la de-
ferencia criminal de su general con los paeticulares <pie
se atrevían á infringirlo. La irrepl'ensibilidad de sus
costumbres públi~as, Ja severidad de su disciplina, la
aplicación incesante de sn celo, que no le permitía des-
canso á pesar de lo débil de su constitución, y de graYe~
habituales doJencias de qne se sintió aquejado, la acti-
vidad de su génio que lo bilocaba, para explicarnos así,
y lo presentaba casi á un momPnto mismo en la tienda
del oficial, en el cuartel del soldado, en los puestos de
guardia, en el cuerpo de sus tropas, desplegadas en ciee-
tos puntos para ensayos rni 1itares, ó re u ni dos en los
pueblos, en las academias particulares establecidas por-
su orden para instrucción de oficiales y sargentos, en los
hospitales de noche, de dia, á todas horas, haciéndose
todo Argos para vigilar sobre estos ramos sujetos á su
inspección y cuidado; hé aquí el origen de ese orden ad-
mirable, que las hizo respetables á las provincias todas,
que anhelaban tener en sus distritos unos cuerpos Cjlll'
harían su felicidad, secundaeütn su fortuna, y borrarían
con sus huellas de honor, las que otros habían i mpres1>
antes de deshonra é ignominia. ¡Ay! sin advertirlo he-
mos tropezado con esta época funesta. Periodo Yergon -
zoso, no ocupes una sola página en el abultado libro de
nuestra historia política, y si ocurres alguna y,~z á nues-
tra memoria sólo sea para que resalte con más viveza
la gloria, la virtud, el decoro del héroe que admiramos't
como brilla con más viveza la luz á Ja par de las tinieblas.
Repetimos pues, que aquel complejo de cualidades, que
se reunen cada vez en un sujeto solo, lo puso en apti twl
de organizar su ejército y llamar la atención de los más
prevenidos en contra de su concepto, hasta producirse
en los decorosos términos que él era el único indicado
para llevar el pabellón de la libertad al interior del reino.

usooi
ISTÓRICO
CION L
144 --

L. «".1S plll-d.dos del Pe1·ú pendrados de usk mistno senti-


mien rn. 11ue hace tantu ho1uw al gc~neral Belgr·ano, on la
1n·µ·1~ncia de ciuh·1itne un mtn·o, rp1u estor·bas1~ el paso á
1<-,s •:'nernigos qw~ nl1:.!llkthan ncupal'lo, leYa11uu·on la voz
·'·lo llamaron, cornn c't su int.entu (d ~Iac·~donio á Pablo:
11 011 ....,;ens in Jlaeedonium_, ruljuru) no8. El gubi1-:'1~no conoce
1

la 1u~c1:·~iclad de acc(~der á los deseos du unos puebJos que


>~':' t111frrn ú la aspi1·.wi/1n cnmúu, y i·eelamnban la presen-
<"Ía d un hornb1·1· 'J.lll-' (~d soln Yalia }H.1r· inil. J~:l oye el
1;

~.!J'Ít11 i1t1p1~r·i(1S<1 de la pn11·ia: 1:.dla lo llainn y nbecede.


¡ l> 1:- 1·(1 ! e 11 'f lH! e i i·c· 1t1bt an e i a::::~ [),:_. t '~ 11gú111onos unos mo-
n11:· 11 u1s, 'llll' ellas i1ns e1>11dueen ú i·egistrm· de rn.rnvo el
'~uad1·0 de sus Yi1·iwles. Jlnl>ia i·1.·~y1·sadn á s11 nativo suelo
·-
de la C(1r·tc• do l . . 111Hh·es para dond<· f1H! d<·stina<ln por
<111t11r-idad supe1·nu1 ú renliznr· Ya~to:--:. desig11ios, que sólo
1
1111lin11 co11<~c~hi1·s1• 1:~11 (·I ~1_·1rn d(• s.11:--:. l11c1~s, dc signios que
1

int1~11uu·1;11 fr·nstr·,11· la e11vidia y ~<I 11wla fc: y <1ue des- 1

¡w1·rg,1·1111 ln (:H1rnl1u·i1'111 1'lll]H 1-1nd:.1 c.·11 d1···1TOC<ll' la con-


1

íi~u1z:1 i¡u1-~ In pnti·in hnl1ía d1 ¡H1sitn.do e11 su talento y


1

11(1~iric<1: ¡11_·1·<1 ú <Jue 1~1 Sli}',., $CJ]11•t.}pu11ers1:~ cseudado en


¡;l l 'e:' (. t i t 11d 1 1!• :--:. u s ¡)l k l W i o lW s . E ll n (l u e 1 ten t 1•() dO ll de se
1'!>11~1i?11i:.1 H1~1s t ienq1C1 l'lt <:diYiw11·s1_· los p<_·11smniPntos que
:·11 lwlilnrs1., 110 nnu11-_~ji'1 011·<t arllla püt'n d<.~svnnetef' ma-
1¡uiu¡.u·i1q1es 'JllU s1111nlde ~:"ucillez, su µ.:énioahierto, fran-
¡·ei ,· i11g1_ 111lo, sin 1·educi1· 1'1. lci clase de rnis11~1·ios snsrni-
1 1

1·n~ d1· pnz y de cc111\-1•11il~11eia ¡iúlili<«t, y lllenos usar de


t r· n Y 0 ~ 11 1· n ~ p o 1í t i e el s , l 'o 1i 11 n 'k 1n. Ji 111:~ 11 a r1:· y moneda
1

¡ it~o l 1i b i ,Li u n t i • t"· 1os h o rn l 1 n~ s d e h i 1 • 11. .:\ 11 i fu ó dnn d<~ in-


\- i t (l d I) ú i·1.·nlizfü· u11 ¡n·<•_Yect<1, que <:'ll a<.¡1tella <~poca se
111·1·s1_·ntab<1 al pü1·1:>tc_·1· 111·n<:·ficn ú la patria, <l1•scuJwió en
'-U r~1·¡11innci1'111, nn sal11-·nH1S 'Jlle de· iuqilicado y miste-
1·io:::.1 •, \ az01·ad0 con la Ycd1PnH~11<~ia d1·l cc_•lu, soltando
lt"lS y¡~Jas. <·1. su ec>1)az1'111 nnclndo en su 1·eetitud, sin temer
1~se1·)lk1~ y p(·liµ:1·<J:--:., si . ~ 11esJ> á insinuücinnes y exigencias
:·n 1¡t11· no 'livi~ab:.l tcH.ln In 11tu·0za q11<"' nrn ,.¡ carácter

usooi
ISTÓRICO
CION L
de sns procHílimient1">s y salYü111lo !a11<:1_·s 1:'11 11u•_· l11\di(:i1·¡_t11
escollar su honor, y s11 vi1·11ld \"i")ló al :-;e111.1 d•:· su 1_1n.11·in.
ú pe estar re e ono e i rn i e ll t n .\ 1. • --~ ~ l' <:> tos ú 1a <t u to 1· i 1 L•d , i u •~
i

1·ntonces regía; p1~1·•) li¡1c·.i1;wlu Y1:-1.· anti~s 1j11 ¡ir1¡1•l,~1 de ~11


atinada prudencia, qw~ 1-·s mn(·hr.> mús d1~~h¿U'Cll<:ll' c··ili.:. .~:¡_t­
ciones, que conce1·ku·lfls. d·.·~\·an<.--c·i:_ql nttldallo~, 11_11 ('1111- 1 ••

gregarlos, p1·ecaver dc)SCi"•nti¿tnzas, q u•· ~1 1 mlJ1·a 1·L1~, .\'


i:1 xtinguir emulaciones, rnud1n 111ú~ 1111H 1_le~~p1·1·t;1l'1:1s.
¡JJ ui én no p1~ 11 s :u· ú .- 1n ·~ <t b 1· i ;-t e o 11 1-~ :-:' t i.l e• J n d u e r t:l u n
profundo cimiento al tem¡il ·1 cl1~ Sil gln1·Í;l"( ¡Ah~ El m1111-
1

<lo político es u11 te;tt1·0 delezn~llJ IH y lll)V<_~diz.) d11nde S•.·


mudan con ft·ccueneia las 1" ..:.een;t:-:', .v dnnck t1;d11 si~ (t~Íta
r,on rapidez por· cuntra1·i<lS dil"'c•::1 ·i11n···:-'. El g1~1u;1lal B·~l­
grano rtpenas pi::.;a sn su1jlo, Yé '°-~11q1¡_·1-1il.da poi· ... J g11Lie1·111">
Lt actividad d1~ su ceh 1~11 !lila 1·d111isi•'rn imp11t·ra11t1:·. •.~u
<1ue en vez d1~ S<it.isfaccio1ws s11f1·i1\ Hn n.rnai·gn e' 1ntr<.t~tc·.
fraguado por In, malicia~ y c11:t.11d•1 su p1"1_•\·isi•'111 .1i:~bi·~)1'¿l
retraerlo de eutrat· en 111.1<:·\·n~ s<:~n-iein~ 1¡ue l1·jo~ ,¡,_. rn··-
l'•~Cet~ uQ"l'atitu<l excit;uli<tn 1·i\"<t.lidade:-:.: v t"~nc.,nn~: si· i·i:·~·il-
~

vió ú sac1·ifica1· stt 'lllÍ•~tltd. y <.Úill su ()~isie1wia, d1-.·~-


cuhriendo u11 sn 1h~f\~1·1•il!"~ia ni (ll'':'e...:1~pt1) ori·a YÍLl111d, 11u1-·
rola, ente1~ L-t~ d1~JL1¿.t:--;, dn.11d1> 1·1~<d<:;~s ú su 1111~1·ii1>. ~t1
obediencia, Sí, su <lliedi·~nc:ia. ¡t1•· -..;HL'\·i1·ú. sÍ•~ILi¡.1t'1• de?
1

1·eproche ú la al t<1!le1· í :t, al 1, t·g11ll1:. y (~scand <l k1s<-1, an i rnu-


sidad d1_~ lo:-; <!'F~ p1Jnie111l! 1 (·.:n·1 de·:~ d1· ~tl adl1t:~:--;¡,·,n n l
orden, lo han l"~t·tu1~bi:td11 111il \·,~·:·}~. Cllawl•• 111) li:m l'<°J-
didn hac2r servi1· ~~ts11:-:; p1•11pÍ•>S i1ti1~·1·.~s(~s. lf)s d·~ la ¡in11)i(1.
ú quien dicen, han j1t1·ctdo tid1-~lid¿ld. El g1·u1_·1·,_1l B,:·Jgr-~1-
110, único en e..;;ta linu:l tpi·1·.níta~'~ ·~st•~f 1l1"~fth11go ú la in-
genuidad y á la justicia 'JU'~- 11r·d1~11n da1· ú cada 1m11 J,,
'fU8 es suyo·) tuvo esta vir·tud t11:>1' nnrte <.h:~ ~1ts 1•twt·¿wi11-
nes. Sin perder un punl"i"1 d1_· vi:--:-t~l L.ls s01it·~ncia d1:•l 111·~\·
dor romano-()bedeeemJJs ,; !u /(·y /JfU'r1 ,...,_,,, !ilJl'e8--ltiz,,
instituto de prest<u·se 11•1 s1')ln ú cuHur¿·ts llict1'.1 1.·l Fstad.,,
para su estabilidncl .'" i1H·j11t· 1·1·lp:i1Hen. sino ;·1 ¡,,~ 1111111-
10

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 146 -

inas insinuaciones de la autoridad suprema. Tan pron-


to en obedecer como absoluto en inandar, protestaba
gustoso á las potestades superioces la misma sumisión,
'!ue exigía de sus sol<lados. Así se vió mús de una vez,
'lue desnudándose del rango que investía, defirió á los
más duros preceptos, sin perdonar fatigas, molestas pe-
1·egrinaciones, extremas escaseces, 1niserias inauditas
sufridas en áspoeos y dilatados Cclminos á lit frente de un
ujér-citu <pie é.l amaba, y cuyos trabctjos habría reputado
un crimen rnira1· eon i11dife1)e11cia, viniencln al fin á ser
,·íctima sacrificada en las ar-as ele esta virtud tan suya,
Ella, pues, fué un impulso suave, pet)l) clem¡_tsiadu fuerte,
'l ue lo ejecutó imperiosament1'.l, ú aban1lunc:t,r• su suelo y
dirigir sus marchas al Tncumán, con el objeto de re-
cibi1)so del inando de un ejé1)cito <1ue debía reor-ga~izarse
par a n pera r con él en 1o i 11 ter i o e <le l rl~ y n 0. No pe r mi-
t i ó inten·alos entt•e r-ecibiL~ la orcle11 y ejecutada, sin que
e 1 <le~ aire q u e había s u fr i do s a h o no i~ de fr J. u J c.t~ e á su
c1bediencia. Aú1F1ne sensible <.t los golpes, que le dió la
emulación, callaban sus justos resentimientos, luego que
se dejaba oir la voz imponente de la patria que lo lla·
111aba en su auxilio Prestarse, cuando lct obediencia.
halaga, es sabroso al amor propio; pero es duro é insu·
frilde, cuando hiere y lastima. Tales Slrn la.s circunstan-
ciü.s en que el general Belgrano obedecí e'.> sin réplica,
y se vi ó derre¡rm te coa vertido de simplt~ ci ududano, á.
que lo redujo un injusto contraste, en general en jefe de
un ejército en que librüha la patl'ia su rc'generación po-
i itica. Sea esto c1icho en honor <le la verdad. Tomar·
lo ú su cargo fué lo mismo que entrar una alma en un
cuerpo desmembrado y disuelto, darle vida y poner)(}
1.'ll aptitud de ejercer con magestad sus funciones Con-
vencido de que un cuerpo insubordinado á su cabeza se·
ría el mayor <le los desórdenes, la mayor contradicción
contl'a las leyes, el mayor estorbo para comunicarse e}

usooi
ISTÓRICO
CION L
1-!7 --

_vigor de la cabeza ú 11);; ini!~.nbr¡):::;; y en fin, como se


explica un sábio ecl)no:nistn., sedn. un pólipu el coeazón
político, fué su primur cuidado montaP su ejército s11bre
el pié de una de ¡v~nde nci ü abso l 11ta J (~ su voz. Segr-1~gó
de él los tnÍembt\H <tU:~ p1Ldiet•;1,n COl'f'Utnpet)IO~ hÍZ<) Sl.l-
ya la voluntad de lo:-; jefe.-; s1Ll>i.tlt1~eno~, les inspit•ó n.mur
al orden, vv los s UJ. e U) ú. u 1i~1 si~ vera v consta u ti) disci-
~

plina. ¡Ob ! ¿,Qu iéll pudr·<:t ar·i·e lrn.üw! '~ esta gloria·~ Es
verdad que no (~ncendiú ht ltüclrn. de la gt11:~i:-1·e:l; ni propor-
cionó laureles á un ujé1·~it'> tan digno de c1H'UtHU'Sc.i con
ellos. Ln.s circunst.anci:ts que co1uu111nente d0eick~n <le
los destinos, no permiti<_\ron esta SR.tisfacción á su celo.
Pero estacionado en San :\Iiguel de Tucumún, y en ade-
man de internarse al Perú ú 1lai· la ley ú un euurnigo~
que respetó su posici1'rn militar y no se nt1·eyió ú insul-
tarlo, ¿cuantos bienes no aea1·re1·) ú nue~tras Pt·ovinci<:ts?
9

¿Cuántos males no sofoc{> en sn 1wig1~nG(. Lü 1~m1tlaci1'in,


que en su vez usurpa !ns acciones de la. f-ina política.~
para acestar con imp1inida1l s1ts t.iros, se avanz1'> ú eepu-
tar inútil y degradan to est1) pe1•íq1l(> de su ccu·r·;~e<.t mili rae_;
pero los servicios del gnnural Bnlgrano y las virtudes
en que supo cimentados, la cuhrirún d1~ p11dnt·, aun11ue
sin escarmiento.
Para poner en claro esta. vHrclad y dar á este digno
jefe toda la reputación 1111e pr-dtond1~ m<"~ngua.rle la malicia,
no hay más (1ue vo!vee los ojos al infeliz estado á 'lue se
vió reducida la patria en a(1uella <~poca memorühle. El
hará resaltar la importanc.ia d1~ su detención en aquel
punto. «Divididas las pr-ovincia.-3, desunidos lo~ pueblos,
ce y aún los mismos ciudadanos poe unos pl'incipios, 11trn

«si no es difícil analizar, es un d1drnr político ocultal' bajo


.. el velo de un silencio l'eligioso, l'otos los lazl)s de la
ce unión social, inutilizados los r1~sortes tocios pal'a mov1-_•1·

ce la máquina que dió algunos pasos hacia nuestt·a libertad

«pero retrogradó sucesivamente al impulso de bs pasio-

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 1.J~ -··-

.. n1~s. rni1u1dn In 11!•11111111 p1.dili(·n, 1·1·igid1J~~ lo~g11him·nos


.. ~í1h1·e ku;;1~:~ J(:~l)ik~ y Yic:i11:-'lt~.;., c·lioeado~ e11t1·0 si los in-
, ! rr:- 1 ·1~ s 1 • s en rn 111 1es y ¡1; t t •t i e 1il a 1·1: s d 1~· !f1~ l' " "' 1il os, 11 egan-
" ' 11 , ~ ~3 ~ ll ,_g 11 n o a 1 1· e· 1: ' 11 11 1e: i 111 i 1 .' 1l 1• 1 d e~ 1111: ! n 111o 1•i d ad e o mún,
•. 11111· tijtiS<~ s11s d1~lwri:·:--:, y l•·1·1ui11;·lS<·' d1.• llil rnndo irnpo-

" n·:·nk s11s 'f ll<:1·1-~l las. ,_.n d ia1ur:t 1·~11 11pw~ic¡,·,11 IHs opinio-
1h·· ~ , e, 1n \' 1•1· t i d 11 s 1· 11 d ' 1~.'.· ¡ 11 ~ 111~ 111 · i 11e i ¡1i ' ,~ i u ú :. :. d i ~tan tes
<,

.¡,._.¡ hi,~n c11m1.111. 1·i1•··t·Y;lda~ la~. 1'111·¡·z:b d1·l E:--::.rndo, ago·


.. 11.lrla:-.;. lns 1'111·1111_·~ d~ L1 p1.ilili1·<t 11r·11~1H·l'i1l;1d, pn.ralizado
]1 ·~ n1·l1i11·i11:-.;., ¡1~11'<l 1L11·I·· 1111 (·111·:-'() (·11n\·1·11i1·11t!.:~. p11jante
.. e11 ;..!·1·ü11 11ni·t•.' 1:1 \-i<·i,,, y "\1i11µ:11id;1~ la" ,·i1·111d·-·ssoci(l-
l•::--. ¡·, p'11· 11··i e11111F·idit'-', ,·, 11t11· i1·1·•·<·1111··iii:tlile:-' <·11n 1~1 sis-
•. 1, _. 1n 1. l el •· u n n 1i 1w r· r n d 11 1; l. 1 1:' 11t • •11 d i rl n • <.~o 11 il 11 e i dos en ti 11
.. 1,,_, pu1~l.d11s l'"'' 11n1.1~ ""'-'t1rl1~1·11~ •.'\l1·:u'111~, 1'1·1·1, anúlogos
,1 ;·t 1n 11 fu 11 es l 11~ I "· i n <• í ¡:i 11:"', (¡_ u 1in • ""' ¡n.l 111 o~ a a mu· q u ía .... n
Ln .. ...;¡,,s p1·1=.~1·i~¡1s 11~1·mi11••S s;· 1~.\:.rilic·a ,_.¡ H1·d:tdc>1· dd Con-
g1·e-11 1¡¡1c·i<"1n;1I. i11:'t;tl;1,¡,, 1_·11 T111'111uú1i. ;'")1i:·· te<l11·0 tan es-
¡1 n n : n ~, , ! ¡' l) i 11·, ~ i r 11 ; 11: i ,·, n 1 < 111 ü ~ p i 111J s a y r ~ l 1i d t· s n ~( i ·n el able!

!I1: :·11¡11;' ·~·I ('illtlpu d1· ;Ü>i'11jr1s, 1_•11 r¡ue p1>11•-.· SllS pl:tntas
1

·~l :...:·:lt•:>Ud B1_•l;'.2.;1·:t11!1. :1.1>1·<·'-''··1wi;1 ,¡,. 1111:l n~[t111hl1-~n que


i:• ,,¡,;-::,~1·Y;1 .• ,J,. 11111-~11.1_·111i~·' 11¡·;;11110:~111 1 11(· :uue11~tZitdispu-
1:ti·I,? ,.¡ r1·1·t·1~:1•>, •111•· :1r.¡11 p¡·,_~:~1·111:il1:1 \·,·:--~1igi11~ tJ,. :--;11 an-
ii;..!·11·1 h!ttníll.nci/1¡1, ,¡,_, t·i,·;iJ,~.~ p¡11l·~1·,,~,,~, 'tt11· 111i11n,l1ü11 su
1 '0i1Ct~:1t11, .\' 11111~ ll1~\·:1ku1 ~,111 :1g1·10 ~11 ¡i1·1·f1::'r1~11cia par<1
,·I ,:- 1t 1 ¡,] 1 • 1 1 ' ¡ u '·· o e 1q , 1 l 1a . :\ ; 1d <l ' k ' ·~ ¡, 1 !, , i 11t. i t ll i 11 a. Corno
<

; t 1 , • 1 l' 1·1 • n d i i' 1 1 • 1tt r· 1.' 111 ~ ~ 1 :/.; 11 ••. • -~ <J , ~ 1 j 11, •~· 11 ú ~ 11 fr i 1• 1os ca -

11 ¡ · i •: l 1(' :- : . d '. l n s u 1· ti: _'. 1,l :--- \ · ; 1 1· i t-:.\ d , 1d ! • :--: ,¡ ' · 1;t '· i d < 1, ~ i 11 o en
1
1 :'

:.1~ n111n.1·g1)s L\¡1<·.r_·s 1¡111: ·-·~1a. ¡,. l!<tl1ía ¡q···~1-~ntado en los


1 ·1Lq•i¡•¡)~ :-: c11id,·, '11· n11 te111er los
c1111ti~i1>11··~ '111:· ,,J,111\'(l,
;¡11 1J _\';1 •··~tnh;1 c.1c·n~n1111l11·;1.cl11 <·, ··~11•·ra1· . ..:\. 1udo su 1~xpuso,
ee•1Í·• ú to 1 l1l, i1t•·!}(1~ :ti f'<~1'l'n1·
'Jl.I'' 1.k·l1í:t11 in~pi1·ark cir-
1·1.111--r:11H·ins 1;ll1 11·i~11:'.~. ¡Ah~ ;,Pu1· c¡né ¡wetendemos d~s-
i u 111 I ,r a 1· 1111 ~ "~ ¡, Po 1• ' ¡ 11 1·• ' 111 , _. 1·1.' m o~ e u hr i 1• d e so rn hras e1
1· ·splnndur 'f llU hi1·1·1_· n111-.~s1 ,.,,~ ojn<~
1 P11ehlos <le Salta,
J11.i11.\·. T11('1t111ú11, ~<lltli<1µ·q, I:i11ja, Cntnrnm·ca, C<'1rdobay

ISTÓRICO
CION L
usooi
14U -

todas sus comprensiones i~'l uc~ papel hubiern.i~ rt:-pt'cj-


sentado en la tragedia Ju qw~ iba ú ser· teatro fuw-_~sto
vuestro suelo, si el general Belgt·ann y sns diseil'lmadas
tropas no hubieran inspil'ado dc~sJn lejos ú los elletnigu~
un pavor á <pie no pndie1·crn sub re po n1:~1lse·,~ ¿" C(m1n hu-
bierais puesto <li<t ues al t1H•1lull t·~ 'l ue i b<.t ú dei·1·e:unaP~1 ·
sobre vosotros, en 'Jlle se hubiet·a aneg<.tdo vuestt·a st11~r­
te, si él no hubiel'a sidu el di<pt1~ iust1perahlu al e1npuj'='·
Je sus aguasG? ¿9 (Juic~n o~ huJ.,i1~t.'a lilJL'aJu d<~ Lts g<:11Tns
del León, que S<~ prc~cipitalrn. ~'<l snl11·t~ la pr-('sa 'llle ir·r·i-
taba su voracidad, si es tu n ue vu l h)r·c u 1HS no 1c::>S hu h i 1~ ra
mostrado, aunqu<~ en distancia lü i11v1~11cible rnazt:t d1~ s1t
autoridad y pode1· para a1·1·tlinai·lt>·-~ Uigct.n10s w«t~, pu•='~
nada diremos, de 'l ue 110 puc~daa sal it· di~ garantes l<,s
pueblos mismos. El di:-;loca111ic~11tu de las p1·0Yincias tn-
ua~, en la eferw~cencia, de las pasionns atizndas !Jlll' 1d
encono y o r g u l lo , en e l i ·<"~e l a n 10 J e su Cu-.ul 11 :-:; d t~ l' e eh o~.,
parte de una raú>t1 del i 1·an te, 1j 11 u 1 n1·cl1w de ln.s aspiea-
ciones fomentado put· la ,_.nvidia~ 1·n 1.}l cho<1ue de las <.lll-
toridaues, e11cat·nizado poi· int1.·r1_~sus 11ue en nada i·1.)sp1·-
tan al bien con11'tt1; en estu lab(~rintu (~ll que <llll¡Jtrnz11l1<1
perderse pal'a si1~n11H·e la f1~dieidad ú '1ue aspitlaha: <'I
general Belgl'ano ÍLH~ el 'J u1_'. u1tcernli<'> In auüwcha pat·a
entrar por sus confusas senda:-) ~in t1:\H1or d1_.i 1·. \.t1·avia1·- 1

se; fué el 'T\~séo que c"liú m1u::n·t1~ al .\Ii11otauro d1.:.> L:t


discordia civil, y do1111'> <~I g1_·niu altancwo ele los discolt°J~.
aquel genio (1 uo en d r-ett·<~t< \ d<~ :-;us al müs engeudr·<"t e1t
ellos el mistei·io <.le sus alltipatía:-; y aYe1·sione~, d1: sus
arrebatadas coniuo~iunes, d1~ su~ preci pite:Hlos fnt'IJt·e~
contra el c')rden. ¿A qué gcado 1le n~s putab i 1i dad iin el e~ -
vó al soberano congeeso ne:tcil)nal, haciHndo nbedee1-~1· su~
providencias, dirijidas tn<las ú 1t11ir los pu1~blos, (11ie pu1·
una fatalidaJ habían d1-~s1~nlazadn lu:S vínculos d1~ la uni-
dad, pero sin obedecui·la~ relrnian cd yugo de la std>o1·di-
nación, pero sin sacudido'? Tie1upos dit'íciles y e~enl,ru-

usooi
ISTÓRICO
CION L
sos, en que el general Bel grano, este hombre de órden y
de rectitud, justificó 8Sta verdad: que el celo vigoroso é
inflexible precave los progresos del mal, cuando el celo
tolerante y contemplativo los pr01nueve. Sordo á los
gritos de Jos patronos de la hmnanidad mal entendida,
prosiguió el desórden con ardorosc empeño y escarmentó
á los malvados, convencido que si en exasperar los es-
píritus hay peligro se arriesga todo en contemplarlos.
¡Ohl Cnmo el profeta .Jerernias maldijo el primer día
de su vida, deberíamos dP. llenar de i rn peecacioncs aquel
en <p1e adoptamos la funesta ináximtt de librar al tiempo
el castigo de los inalos, dejando entretanto quejosa la
justicia_, ilusorias las leyes, y triunfante el vicio con des-
doro de la virtud, vergüenza de la razon, descrédito de
la autoridad, inmincnü~ peligro <.h~l estado(\ impunidad
de los perversos.
¡Cielos! Cuándo amanecerá el día en que se abran las
puertas del t.emplo de Ja justicia, se depositen las lla-
ves en manos de Ja razón y solo las 1naneje el recto ce-
lo! Este debería llamarse por antonomasía, el día de la
An1érica del Sud, qn1~ nos traería desde lejos, como un
don precioso, Ja oliva de la paz y el laurel ele la victoria
¡Gran BeJgrano! Cerrasteis los ojo:~, sin que ellos vie-
sen este día grande, término de tus aspiraciones; pero
dejaste, en el curso arreglado rle tus acciones cristianas
una semilla de rectitud y justicia, que votará y dará en
tiempo el gigante arbol de nuestra felicidad.
¡Con cuánto ardor no la promovir> este digno ameri-
cano, desde que la patria libró á su celo este importan-
te encargo! Si nos fuese permitido dilatarnos más en
seguir inenudamente sus pasos en su carrera militar y
política, cuántas virtudes descubriríamos relativas á este
glorioso objeto! Veríamos en la alternativa de sucesos
favorables y adversos, con que la suerte quiso probar
su constancia, un héroe rlne1-10 de su corazón, á _quien

usooi
ISTÓRICO
CION L
- - 151 -

nunca engrió la gloria, nunca abatió la desgre:1cia, nu11ca


la vária fortuna 11udn hacerle ntciiar· y desviarlo 1111 s/1-
lo instante del sério, ie1·eyocable pl'opósitu de 11nc1~i· ~et··
vir sus talentos, sus industrias, su política, su npini1'111,
sus esfuerzos físicos y mor·<:tles ni bien dt~ toda 1,1 An1t.···-
r1ca. Vería rnos, que lrnch11 in u chas v ecns (~ l 1il ane1".1 1l 1 •

los tiros injustos ele la capeiosiclad em1wt1adc.1, en <h~r1)n­


car los cimientos du sn ho1u11·, si~ 111ost1·1·1 insen~ibl(~ \
superior á los viles artificios du sus <~mulos, y lt~:-:; c[¡,·. 1. 11
1

su desprecio lecciones de gen(_·1·osidad .v de pncienci<t


cristiana, muclio más cuando ah()gando en su 111~el111 lo::-:.
frecuentes desairus q11(~ le 1wopn1·ci11narnn stts n1_·gr<.1~
combinaciones, se prestó sir:i111pt·1~ al se1·vicio de su patri8,
como si esta hubiera coronado sus t~sfue1·zos. V(-_•rú1IL10~
en la secreta correspondencia c(ln la autoridad ~upr1•nin,
vaciado su corazón en pe()testa de sus r1~ctas inte11ci0nes.
haciendo presentes los abusos que reüu·dahan el pro-
greso de la causa com un, clamando poi· el r-ern1 ~dio d 1 •
ciertas enfermedades, que afectalrn,r1 el ctHH-p') rn i l i ta1) \
político, resistiendo prnyect()s lige1·arnente tueditados. n11
entrando por pal'tidos difíciles de llevar al t1'•rrni110 de 111
justo, descubriendo rnaq ui naei ones infames y tH'< •pu1·ci1 •-
nando medios y modos de deshacerlas. Ve1·ínm11s en
él un corazón que jamás '1 uemó ineit\nsos en el U.·rnpl1'
<le la fortuna, 'lobló la rodill<l al idolu d.-:.d foy,11·, r1u•·
abrigaba un odio etel'no ú la Yil nd1tlación, accesible so-
lamente al mérito y al hon01·. Verdad es, y es j ust<''
confesarlo, q uu fué S< 11·pre11d idu ülguna Vt~z y que rt~par­
tió favores y depósitó confianzas en sujetos indignos di!
'~sta honrada preferencia. Pero ú quién nn engatm el Yi-
cio, cuando se presenta cnn el rostru ele l<l virtud! I-fas
hombres, que sus pasos en la carret'ü de la maldad si •n
un tejido, una tela de tramas y de ardides, que p(lnen ma-
ñosamente para no ser conocidos sobre los ojos rná~ lin-
ces. Veríamos, en fin, un hnrn bre, cuya alma n11h lt:\ Y

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 152 ----

bien compleccionada fué insensible á los accesos de la en-


vidia, pasión vergonzosa y degradante, pero que el mun-
Jo político ha colocado en el rol de las virtudes, para
clasificar sus efectos y darles el mismo nombre.
El general Belgrano recibió en sne1·te una alma gene-
rosa (1 ue jamás adoleció de pasiones tan viles. Así es
q ne, cuando los triunfos de sus co1npafíeros de arrnas eran
un toetor durísimo para los (1ue elevados á sn rango, no
hnbíau tenido parte~ en ellos; cuando la rH~gra envidi~
lnojaba la pluma en sangre para criticar con la mordaci-
dad inás acre Ias brillantes acciones de los que han tra-
bajado y trabajan con cl'é<lito en pró de la ~agrada causa,
~olo él hacía resonar en Jos pneblus el clarín de la fama
á q uc son acreedoees, é i nfu nd ía eu sus tropas u na nobl1~
1•mtllación, avivando en ellas con las agenas glorias f.'l
Jeseo de adquiril'las poi· las sendas del honoc y la vir-
tud. General San l\!lai·tí11! tu noml.Jr0 est.ú gr-abado en la
1nemoria de los babi tan tes de San l\ligue l de Tucumán;
porque prevalecerá á las injurias del tiempo y á las frial-
dades d 1~ u n e i~ i m in n l o 1v id o u n m o n u na<~ n to e r- i g i el o en
aqn<:'l pueblo por el general Belgr-ano para eternizar tus
Tl'ÍUllfoS.
Al Yee, pues, un ho1ubr-e inmoble, como si á él se le hu-
hiese dicho lo 'lne al jóven profeta: Dwúel stú in grado
ruo: es clecir, inmoble, y como insensible al resplandor de
la glo1·ia, al golpe de las desgracias, ú los azaares de la
suef'te, ~\ los tiros de la vil emulación <.JUO fueron para
.:) l zaetas débiles dt~ párvn los, sagitae parvulorun, al suave
murmurio de las alabanzas, á los asaltos de la envidia, á
los retoques del orgullo y ambición, al aliciente de las
1·iq uezas, á las rnolestias de la escasez y miseria; nus ve-
mos obligados á pensar, sin temor de excedernos, que el
cielo le concedió por gracia, anchura do col'azón, seme-
jante con la proporción debida al <1ue le cupo en suerte,
<ti inás sabio de los reyes: dcdit J)eus Salomoni latitu-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 1~>:3 --

dinem cordis. A un hombre de '~~ta i111p1H·tanci;:t ditici 1-·


mente se subroga. Su falta ha dejado un vacío <:>nor1111~
en la patria, porque sie111pr1~ ser-á ci1_•eto 'Jlle su i·.-~puta1·ú
abundantemente pobladü, cuando un solo virtuoso >. pnt-
dente habite en ella: aú urw sen.sato i1dwúita1Jitw' put1·irt.
Sí falta, sí, lo i·epetimos, y sus funestos efoctos ni-eauca-
rán á la emulación más u~1·ca In ingenua confe~ión 11 ue
no pudo el amor á lü ,-erdad. ¡Ah~ ¡P<H1·ia! E11tr··~ tanto
que este homhf'(' d<~~ virtudes, de L'<'li~i1'n1 y de li1111c11· knía
en sus man os e l e x te e m o d l a e ;_u_l e u a d . _. o l' u q u e e n lü -
<•

zaba y unía tus comunns iute1·e:-::.<:'S, tú <~t·es n~1·1.L.Hle1·a­


mente patl'ia, centi·o de las dulees esp<::'l'<llJZas de tus hiju~
que veian próximo el té1·mino de ~u~ únsias. Pe1·11 falti'1
tu apoyo, tu columna, la base de f"ll 1:~xistencin, y has dad(1
un vaiven escandaloso. Es 1~sta una Yer·dad, ú t-'.\.<.lg<~1·a­
mos6? A fé que 11u lo 1l1:'ci11111s 1:•n lus co11fü1e:-::. del ~Ot'k~
ó en los desiertos del :\"it1·ia . .>:(JS 1·xplica1nn:--:. tJ,_. est1-~
modo á presencia de trn1 is pu eblns, t1·istt-~s 1:· x ¡H~crn dur·es
de la profunda lwriJa 'fLH~ Ita a1,i1•1·to ú ln ¡•at.i·in e.ste.
contraste funesto. ¡lnrn111·tnl Belg1·ano! ~¡ella 1'1¿e1t1•rd<l
c../m gloria tu existencia y eulncn. ell tus si1.rnes llll<l cu1·0-
na lle honor·, también <:t1·1·oj<.u L l<.lgr·irnas los oj1.1s de· ~u~
virtuo3os hijos. Te auS<jl itas te de 11osutl'< ,~, te si gu ie l'Oll
tus virtudes; pero nos tk·jaste 1:•11 hHt'<.rncia tu:-; ejemplos
para p1'ecave1· con su imitaci,'Ht las 1tlte1·iores 1h~sµTaeia:-::;
que amenazan á la pat1·in: et is te (¡oirlem rita dcce:·.;:-;it, 1u)Jl
solum juveniúus sed et llltinersrt' uenti e,1·emplum f'trluti:-:.
derelinquens. Y también d1~ Yctlnc y frn·rnleza: f't forti-
tudinis.

Cuando la posteridacl haciendo justicia al valo1·, intre-


pidez y animosidades no comu1H)s del general B<:.·lgl'ano,
recuerde los elatos <1ue ha dejado du estas cuülidadi~s

usooi
ISTÓRICO
CION L
154 -

brilhtntes; cuando vuelva sus OJOS imparciales á los lu-


gares que fueron teatro de sus accione3 gloriosas, cuan-
do vea en los factos de la América del Sud el nombre
<le este general que tantos días de goz.1 supo dar á su
afligida patria en los períodos más tristes de su peligro-
sa 1narcha al templo de la libertad; cuando lea allí mis-
mo que él fué el apostol que plantó, y el Apolo que regó
con sus sudores la semilla <lt~ este bien en la distante
proYincia del Paraguay y el vencedor en Tueumán y
en ~')'alta, donde levantó un muro, que nunca han podido
<lerribar las huestes enemigas, para abrirse paso al país,
a cuya conquista anhelaban; cuando traiga á la memo-
1·ia los inmensos trabajos, los inminentes peligros que
arrüstró con ánimo varonil, llamando á las puertas de
h. muerte y entrando por- ella.; mu~has veces sin temor
de encontrarla, ó resuelto á caer bajo los filos de su cruel
guadaña; cuando se le agolpen estos mt~morables suce-
sos rpie entonces hicieron su honor- y gloria y despues
su fama y su nombre eterno; habrá de persuadirse, que
el general Belgrano fué otro jóven hijo del anciano Isaí,
que desde nir10 buscó entre los osos y leones ocasión de
'~jer-citar sn valor, adiestrarse á no te1ner los peligros y
anteponer á su vida la satisfacción del triunfo ó que
or'iundo de los gigantes que atentaron osados la conquis
ta del cielo, había heredado sus animosidades Esta ilu-
sión no hubiera rebajado una línea á su mérito; pero lo
i·ealza más el haberlo él formado, empezando por donde
otros lo consu1nan, sin h?tberse ensayado para adquirirlo
y sin haber recibido en la sangre el gécrnen de su valor.
Ko vió en sus ascendientes héroes que hubieran escul-
pidn sus nombres con la punta de la espada en los már-
moles y bronces, ni llegó á su noticia, que tiñese alguna
vez los campos de Marte la sangre de sus mayores. Ade-
más de que nacido en la época de la paz, en un país en
{¡ue las espadas ~ instrumentos antes de su desolación,

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 1..-)~_)- -

se habían crJ11Y :rtidn en 1·1_·jas <le arado pai·n eultiYai) sus


1

ti1·rt·as y las lanzas en lwc1_•s p<.ll'<l r't~cojee su~ ttlit)s,~::-;; n,,


\.¡,·, :-rn 1:•l aqu1·ll(iS 1~~tí111ulos 'fllP agitan la juventud pn1·<l
i.-lspinu") á la gli-H'ia poi· la liri!ln11w carre1·a de las a1·111ns.
Su p1·illw1)a i11cli11aei<',n f1mw11tada poe s•Js ¡>1·ogenito1·e~,
su g 1~ n i o s 11 n v e y p In e 1_) n k 1·o , s u á n i m o p ()e o e x a 1t a el o , s n
tr• <l t 1 1 <l u l e<_. y a p a e i h le· , s u a p l i e n c i ,·1 n ,·t l n. e a LT f' 1·a el t~ l a:--:.
letras l__'f U(• ('ltltiv/1 hasta aJennZ<ll' g1·ado en lt>yCS, ,\"
llll

r· 1~ e i b i i •s n d e :1 l 1() g n d o e n l a e a 11 e i 11 e i · i a d 1 • Y :i l In el o 1i d ' ,
su pasi1'1n l"'Jl' la l1·eti11·a 1k los hue111>S libro~. 1:·j<~rciei1)
' ¡11 ,! ' _~ ll ge :' 11 : l1·a '~ l d •·s ' ·11 d e l 1• 1; r i l' o • ' d a m o r ú 1a <1u i e t u d
.\· , · I g u s t ' 1 d '"'.\ ' · 111 • i ' ¡ 11' • ' • • • 1•~ P d 1~ he 11 os p n n ~a rn i e 11 t') s, d i •
q_•lect~lS notiein~. ~- lwe1-~1· s11 único caudal del cúrnulo d1~
< ·, 11w e i rn i 1-' 11 t' 1~ ú t i 11 s ú
1
Ll. Y i dn ~ n i 11µ:ll11 o d u es t () s dotes
<' 1 11 1 t f 11 1-.1 1n ad <'1) 11 1·, 1a j d 8 a 1fr• ll ll C O l' H -
11 ; l ti l I' a l 1 •Za, 11 f I '1 _l (~ Í a
z1'i1t 1111·~ nln·iµ:ilS1· la rn;t:-=. 1·<~11111tn knduneia al i·uidnsn 1\s-

t1·1~11ite1 de~ lns n1·111;1~. (Juizú 1~11 la famosa lid, 1•11 qui-•
~Lt1·t1· y ~Ii111.·1·\'H si• disputa11 con l:t 111ús noble arnbici<'1n
In lll'e-'fe1·1-'11e1n, estn d1~idnd c:t1ttiY1'1 1~11to11c·~s con s11~ 1.H·-
1111~ 1·11<·n11t11~ s1t e_•spí1·it11 ¡nu·ífiee1, <'tHlllllo a<¡u(~lla de1·rn-
1n··, 1·11 su ~e111n ~crnilln~ d1~
,·nl111· 'lll') l11)nta1·011 •'ll su~
nrnyn1·f~S aJ-tl)s. S1.'<l de cst<> l1J 'I'''' f1u~re_), lo cie1·to e~,
1_¡n1~ 1~n e_·l 11H1rn1~111r1 1¡ue (~11tt'"> f;1 IH:ltr·ia en d gleir·io~n em-
p e 1-1 o d e e ·e 1uu· l' o i · 1i e: 1...-a 1os n rn i nos os G o 1i n ti 1 , q u ' ~
1·~nr1·is11)~1lia11 s11s lanzas e! insultaban sus decoro~. upaPeci,·,
1~stt~ lh1 Y id, dando e _•1: 1o~ p r·i 1118 t'ns e_• n süyns las m 11 esti·n s
rl1~. ::::.11 nn i 11111si dad y 1inci1; 11 do Ye1· ~~u aptitud pai·a d1~fon­
d1 ·1· su p11ehlt1. Tal fui··. 'lll'.~ l11s <¡tH~ ad1uiraeon los p1'ime-
1·e,~ püs11s 1•11 l<l ea1T1_·1·c-l <¡u1· 1·11t¡H·zaha, le vieron tarnhit~11
'~ r-•·re i • d (~ d í a G 11 d í a y t 11 a 11 i ft_~ s t a 1·se s u pe 1•i o r ú s u m i s m :l
¡1et i \' i d a d . Do n·rl 1J r· (J. /ir' ien .i..; , e1 se m pe 1• se ip s () ro 1J H s ti o1' .
De. t~ls 'Jlli(!tude:-:; sil1~ncie1S<h de='l bufete. sn trn,sladó al
turnulto <1'~ la~ a1·rnas y ~in ch_·jne su génio pacifico~, tr<111·
r¡uilo, se hizo, cligú.tni>sln así, de~ ou·o génio y bl'insn, uf1·1·-
ciendo de e.su~ modo á la ex pectaci,'111 d1~· sus conciudn-

usooi
ISTÓRICO
CION L
1Lut1.1;--; ,.¡ h1;t•1111i:--:.u co1111·n:---:t1.~ 1~11 1¡111.~ t1·11il.dandn 1~1 ;-!:c·11111.
•.·11~1·111lt·,·1 1.~11 ~u cu1·az1'111 a.1¡t11·I Yal111· f1·i11, t.tri111dla p1·1::--:1.~11-
e i a d 1 • <·u 1 i 1111 1 e 11 lo =-- 11 u t. y n 1·1 • ~ p1 ~ 1i ;..!'1' u :-:=. , ; • ' 11 11 .• 11 a 1•1 ~ ~ 1 1! 111 · i ,·, 11
iuq11)1·t111·bnda '1111• f11L'!ll;t 1.1 1 ~.:u·úc·t1·t· 1k. l11s µTa11d1·~ .'...!·1:·-
n 1 .. 1·¿ti, ·~ y ·1111~ d <_ e id i, ·, ~ i 1 • 11 q 11 ·'-=' 1• 11 :--: 11 ~ '-~ 11qw1
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t:llll1·:11w11te el 1•r,11 d1! ~t1 111111il11·•< ¡1a1·a 1·t•t·111·d:u· ;.t ;11¡u1Jil11:-;.
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J ll 1 • n 1 µ: ~ l H~ l 'f 1 1 1 ~ ,.... 1µ: 1'¿U ) ( ' .¡ 1 • ¡ )i 1 • 1·1 1 1l 1a l-' l' 111 ) I .' I '; 1
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<' 1, :--: e" 11 ~ 1q )1~ 1• i o t' i n n t i Y ' 1 1h; t 1 • l ¡it · 1 1 1'1 • 1 a - 1· 1~· .\ ' • 11 1t1 1w l 1• ' :-- d 1
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1·ll~lllt.1t1to~, int<tchaltl1·s 1.~~l":~ct;1d111·1·s ,li_. ~¡1 ¡111Íi1111:--:i1Ltd .·11 1

l11~ c.lC'inµ:l)s lance~ c11 'i'll~ Sr· ,.¡1·1 <'11i111J ;1i~Lld:1 ~11 ··~¡i1:-·
n-tllZ<\. ;·1. 'lll1' ll11~ di1·s1~11 un d1·tall1· <~i1·c~1111 ....:1;u1ei:1dc1 d1} ~11:-:.
l 1e i ·1 'i e·; 1:-' i 11 q 1, _. t t ll ; ~- i d; t ,¡ ._. :- - . E~ 11 h i 11 ~e i 1:-' i 1J 11 • ~, 1w" i 1·• 11 .¡ ,J l 1:
l;i j11::..;1i1·i;1, 1¡u1· ¡,_, 1·~c:.t~1_•;_1.11 itt·l,i11·;u·i<111w11t1· s11~ :--;1•Jll1'.ja11-
k:-). li.)<ll'Íilll lllll·Stl'il ;ll1'll(~Í1.1ll -....11111·1~· l;l:-' Silll~L'Íl~Jltns 11111~­
¡1;.,~ qui.· 1·sta11q11'1 c:.•11 1•1 ~11el() d1~ ;1•¡tl•.'lla \;1~ta p1·c1\·i11c1<t
l' <1 1«1 - • 1:-' t e l 1e 1• e 1 h u 111 11· d ' .· ~ 11 ~ < l 1• 111 ; 1~ y d 1~ ~~' :' rn I' 1~ t'i ;11• lc.l
h111t1·0~:.1 cornisi1'111 'i'Jc' li1'1 In pn.tTin ¡, :-'U tnle11t11 \. Y<.1!111·.
;'\n:-::. di1·ian ~1 .. 1'1alllt1d11 !o:..: d1·~111,1j11:-' d1~ ::-;11 ;11·1·11j11 lllili1ai·:
h1:~ «t111¡i dilntndo c~~pa<:io, l;1 1·111n rl1· :-'U~ rnat·cha~ \ ·~n
1:,l

1·lln !1::..; rns11·0~ ílu ~11 i11n·1· 11id11 d1·11u;:~dn 1¡11r~ ~1· dc . jan 1

1 1 b ~e L. y n r l _ n l as e~ l> (-' :-:' (\ ~ ll lo 111 a 1'1 <.\ s I ' (ll' d 1111 " ( • (.e) n 1 • \: fL.; l 1 ) l' -
1

di11ai·i··~ (·~:-'fllel'ZOS Sl ah1·i1º1 ('¿llllÍllll, 1il1:...:i1·11id11 (1;1:--;t;: ell-


1

Tt1l1C('~ ú. t.1-,dn. h1111Ulllil ¡il;1111:1, 1~11 l•h i11c1ilt11:--; pú1·n11111:-;,


,¡,-lJHh· la 11:lt111·nl1~za lH'•'iYidn. p1•f'1> d1 .. 111;1sind11 1•:--;11. 1·il 1:11 1

~ u :w °"' i 1i u , 1e n e g 1'> n 1g ll n a '" i .• z t."~ 1 1" •1 e i :-' " I 'at ·n s u s t 1·' 1 I 'el:-.; •
1

ti 1. 11 • ~ ' ~,, rn 11 ¿t 1'11 _· i ·u s ch~ ~ :¡:;.; g 1o r· i 1 h o~ 11•n J , ¡ l j 1 -' s , ~ i 11 r i l t l) n 1•


1
i •

1·~r11 11·1·¡1idHs-e 1.111 1t1011wnt.d s11 eu11~tn11cia; 1·11 ¡,,~ ca11dt.1-


1,-1~l>~ 1·11.1:-', e.i1yi.l~ c·ut'l'ir_int~~s ne: d1•l1iH1H.lo diYirlit·~e ni 11n-

1•e1·i1l de s11 y11z. :--)1~ 1·u11eilial,.1.11 r·1·sp1~r,,, y 1111 a11·1_· d1~

ISTÓRICO
CION L
usooi
- --
1'JI

magestad so)Jf~ebia, capaz de impone1· ;l. cualquier co1·n-


dm menos varonil '1 ue el suyo.
lié aquí, afladiriau, el pueblo de Candelaria situado á
las márgenes del magestuoso y rápido Pal'aná, te~tigo de
la atrevida i·esolución de vadearlo de un modo y por
unos medios reserYados á la industria de un general,
que hallaba 1~'11 los apueos mil recursos en el fondo de
sus lu~es, y animnsidad bastante para aprovecl1a1·se de
ellos: y testigo tarnbión ele nqnel c.u·1·psto de tres bravos
11fici<1les ~on s<'ilo siete soldados, que revestidos tlel
mismo valo1· <1ue su e~forzado jefe, que comunicaba á
rod«">S, s1 ts ina i·cia 1es al ien toB, ,Jt-~se m barcaron á \· i sta, y
bajo el fu1_'go de 1os caftones del ejérci t<) enemigo acam-
pado en la opuest<l orilla, y presentaron batn lla con una
intr-epid<~z digna de otr·a oposicjc'.m más sostenida, logran-
do poi· fruto de su a1·1·ojo la ignominiosa fuga de aque-
llos naturales, la toma de una bandera y toda la ar-
tillería con algunas municiones. Acción heroica, 11ue
c1lgún día iuás despejado de las nubes, que leYanta la
cont1·adicció11 al mérito, se) contará d1~ un modo capaz
d1~ eter-n izarla.
~os di1·ía11: este es <;l C<~lc)bre Par·aguay, lugar en 'lue
u~nicndo ú la Yistn c•I gencwal Belg1·ai10 un nurne1·nso
1_·jé1·cito, uutusiasrnado enn la engafiosa ideü d1~ 'l ue la
rel igi1'rn y su de fe ns¡-t 1n e1u p<~ fiaba en un conibatc, pre-
yj no ul an irno de su~ je~ fus su halte1·nos, q w~ prPsa giaba
prud1_·ntenH_mu~ adn·1·sus á sus decididas intenciones, y
~upe1·ior al i11ic~do 'lue debía :-;olJrecogel'lo, viéndose infe-
rior en fut't·zas y elellH)ntns para acometer con éxito,
d1~spués de al8 n tar· ú sus t1·u pas, como ot1·0 l\1acabeo; no
os in ti m idt~ su i 11 nehc~d u mlwe, ni temai s, ni temai s su vi-
gor·osn encuentro: J.Ve thnueriüs, multdudineni corwn, et
impetwn eorum ne fo1"1>usiditic, dió órdenes de ataque des-
tacando un corto númeTo de sus soldados, y qu1:dandn
con 1•l r·esto aún más escaso para último refugio (~n un

usooi
ISTÓRICO
CION L
dosg1·aciado evento q1w él debía supune1·, y 'lue <1uiso
antes sufrir, que degradar- su V<:tlol' con una retir<tcla in-
t e rn pes ti va q u e habría a !í ;1 l i ,J.) g l"'<l ·.l i) -; d 0 a ni m o-~ i d ad a 1
1

ejército enemigo. Cuatr-ocic·)ntos· hombt·es~ i?'l u1en po-


d r· á e e e e r l o G~ salieron á el es a fiel r á un n u me i· os o ej é ec i tu
d1J paraguayos que cantaban l<l victoriil, antes de con-
seguirla. Arrojo al parec1~r temerario, pei·o fo1·zoso, püra
sostent~r el decoro el e las armas. 1:: 1 t.u vo pn1· glorioso
efecto la precipitada fuga d1-~l general (·\SlHli10l, de su ina-
yor general du tnda su infantería, <1 ue abandonando el
puesto azorada_, se refugió en los inmediatos 1.H.b'[ltes,
dejando en manos de la nuest1·a todos los carros de mu-
niciones d8 boca y guerra, y parte de su botín. Esta
acción habría terminado la contienda con gloria 1k la
patria, honor de sus valientes tropas, y dol digno jefe
que presidía en sus resoluciones. Pero la voz dl:~ un
cobarde .... basta. No tiremos líneas transversales so-
bre el cuadro de sus triunfos. Los humanos son sie1n-
pre esclavos de imprevistas circunstancias, y ellas jamás
podrún rebajar el mérito de sus acciones gloi·iosas.
Nos dirían on fin, provocando nuestro asombro: est<.lS
son hts márgenes del .famoso Tacuarí. cuyas cor1·ientes
dieron dificultoso y arriesgado tránsito al general B1~l­
grano, que obligado á suspender sus inarchas poe el
ocurso de más de tres mil hombres, que Yadeando el to-
r·rente por otro paso escusado, le salieron al frente, se
advirtió en nuevos apurados empei1os, y en las críticas
circunstancias de moeir ó de vencer. Encendido el fue-
go, y seguido con viveza de parte á parte, cay1'> desgra-
ciadamente en 1nanos del enemigo la divisiún de su Ma-
yor gen<:3ral que cubría el flanco derecho. No desmaya
su valor. Se le envió á su parlamentario á intimarlt),
que se rinda á discreción, con la amenaza de ser pasado
á cuchillo con el resto de sus tropas. No se intimida su
ánimo. Las desgracias lo estimulan, las amenazas lo

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 159 -

irritan. Contesta pu;.jS 1wovocanflo ú un combate deci-


s1 vo. El enemigo avanza inmediatamente, y él se pre-
p«tra ú rechaz;1rlo y ciento treinta y cinco braYos que h:
neompaiian y hacen touo su lueiclo ejército, son las fuel'-
zrts 'fUe le opl)lli~. ¡Oh! Glorict ete1-¡na á su entereztl y
\'alo1). Avanzan hasta poners~~ bajo los fuegos tlel ejé1·-
cito enemigo, y haciendo los suyos C'Jn la viveza, log1·a11
i·ucostarlo á los bosques inmediatos, donde volvió en sí
de la sorpresa que le causó el atrevimiento y denuedo du
las tropas de la pn.tria. Este s,'-,lo hecho os una compll~t<l
apología, <le la anirnosidad é intrt~pi<lez ele su coradm.
6
Pnr que ? qué hemos decir, al Yerlo empefíado en lü
acción mús arriesga< la, que cou dificultad puede eva-
dir la nota de temeraria, y de quo s<>lo puede salvarlo
~u ardor ex trao1)(l i naeioº? Qu~ he m 1S ele decir ül ver 'l ue
abandonado á su misml) corazón, á <tuien ciento y
treinta soldados, aun<pte hubiei'<.1.n sido los gigantes de
la fábula, no podían vital izar, á presencia de numerosas
tropas que lo insultan con fir1neza, vota decididamente
poe su muerte, y vndto á uno de sus amigos que poseídos
de e:Stupot· miraba y admiraba s11 resolución ~· alic·nro:
vamos, le dice, «vamo:-; ú el los: In mismo c:•s mo1·ir d1 ·
cuarenta ai10s, que de sesenta~~» ;/Jué he1nos de decir,
pues, que se a u n e 1o g i o el i g 11 o de su fr i o val o i) ~? Qu t:•
hizo un punto menor lo que Alejandro en grande, sin,)
con mayor b1·io, quizá con más peligro. La rnuerte,
que fué el funesto despojo de esta sangrienta lucha y
que cebe') su voracidad, aún inás c1ue en la suya, en las
tropas enemigas, respetó á este hijo de la Victoria, re-
servado á otras empresas. Una entrevista que tuvo su
general en jefe y una capitulación honrosa, <¡ ue repor-
tó por efecto de su vigorosa resistencia, y fué un tri un fo
en las circunstancias y el primei· golpe que so dió opor-
tunamente para q uebrantae el yugo que tantos otro~
gravitaba sobre el cuello ele aquella vasta provincia. Si

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ISTÓRICO
CION L
-- 1()() -

~d eYento alguna vez es capaz de justificar las avanzadas


1·esoluciones, este es, el que graduará de acertada, y á
todas luces prudente la del general Belgrnno; y será
tambiell una lección práctica ú las que le sucedan para
tomai· partido en los a puros <J ne eom peometen al honor,
~, decidirse á ser víctima p1·irne1lo que pc~rderlo.
Habrú no obstante quienes rehusen estudiada, no <1ue-
1·iendo hacer ele las fábulas rnrnlelos de ~u valor.
Pero felizmPnte abonan c~stos liernicos hechos oculares
te~tigos, <JUC no tic~nen interl~S en abult.arlns.
Ellos ú la verdad se objetan increibles ú. la i·eflexión
1t1ás ndvertida. Y c)sto, 'Ille suJ.1e de pnnto su intrepidez
rnilit:nr, hace ver- sin equ1vocnciún, 'llle si hay Alejandros
'l ue con i nfe1·i01les fu8rzas su atrevan á desafü-11· á pode-
1·osos Darios, 'lue tarnbión quien reprGduzca sus animo-
sidades.
:das ;J¡uién podrú pers11adi1·se que estos 110 fue1·on si-
n o <~ns a y os y r 1~\se ü as d 1j s 11 v n. Io r ·~
Las ciudades de Salta y San ~figuel del Tucurnán eran
l 1)s ten n·os d es1 i nado~ para 11 anwr la ate11cióu tl e los in-
c l' (~ d n Ios' y ha e I~ r les t-:' n 1e ll d (_:1 r' fJ u e 1os e a m i l os y A eí s ti-
d es, los Leonidas y Pausnnias; los Scipiones y Anibal
110 i1ueden envanece1·se di· see solos en la ........ rrenerosa
1·esoluci1'm ele crnnprcu· ú pr·ecio de su sangre la~ glorias
de su patria.
Inflamarlo el á11inw del geueral Belgt~an11
con In me-
1no1·ia de esto~ héroes, modelos de valor, se liizo adrni-
1·ar rt~pr·nduciendo sus brilln_ntc~s acciones en los apura-
do~ lances, en que tuYo <pw ln·ovocai· á la muerte, que
apostada día y noche parece había colgado sob1·e su cabe-
za su funesta gua.daüa, acechando el momento oportuno
para segada. ¡San ::\liguf:\I del Tucumán! ¡C<'nno se bo-
1lrarán de tu memoria a<¡uel los dias fa.tales, en que s<·
prt~sentaron á tu vista los h01·izontes todos ocupados de un
nublado espantoso que habiendo descargado en la ciudad

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 1G1 -

·.le Salta, amc~nazaba tlesplo1narse sobre tus habitantes


y anegar· el país en un toerente de males, sien do el má-'
ximo de todo tn humillan tt~ esclavituclG? Jamás oi1·ás sin
i 11dignación e] nombre de aquel desnaturalizado ameri-
cano {_Tr-istan), <1ue bien hallado ent~lo el ruido de las ca-
denas que at'rüstearon sus pa(lres~ tomó el vil empefío de
hacer-te gemir bajo su enor1ne peso, forzar tu libe1·tad y
(•bliga1·te ú clnblar Ja rodilla, ante el ídolo '{lle (letestabas.
Aunrille babias dichu en tu cor-azon, non serniwn: no, no
r·endi1·se homenaje al inj ·.isto opresoe de mis dc1lechos,
-~llos iban á see conculcados, prostituida tu n1ás noble
aspiración, fijado en tu suelo el pendon de tu ignominia.
·r,·i viste con hot"l'Or, abierto á t11s pies este profundo abis-
mn, en <¡ue se hundiriüo forznsamente tu honor y tu es-
¡1er<U1za. Ohjeto en aquel 1nomento de la expectación de
lr)s pueblos, en í} n ien es i ha á ref-1 u ir tu abatim i 1311to ó tu
;..dl'.iri<l, eesonc) en tus nidos aquella \'OZ seductiva que los
''ll\·iados dü Antioco dirigieeon al valienfl' l\!Iatatias <¡ue
se re~istió constante á sacrificar en ~Iodía y qu(~mar- in-
ciensos l.'n a1·as nu:~nos puras. Llega tú la primera, cum-
1d1· t>l mandato del i·ey, como lo han hechn todas las gen-
tPS <.pw 'luedan á la espalda: A(~cede priol', et frw ju-
:-Jsum regis, sieut.fecerwd tHruies [¡entes, et ciri Juda. El
fe c1>11t.<-u·ú si1~111pre eutr·e las ciudades fieles y amigas de.~
sn imrwrio; te C:)lmará <.h' riquezas <~ inestimables dones:
e1'is tu i11ter amica~ Uegis, et runplificatus auro, et argento,
et 1n111wr,ibus ninlti~L ¡Prornc~sa alhagü(~üa! Pero que
mereció la respuesta qw· f'ecibieron de l\ Iatatias los en-
1

vindns dc~l til'ano: atlll<fUt: t()dos obedezcan al rey Antioco,


1

1111sofros no daremos o idos á sus palabras pérfidas. ]!.,"lf


s; om1tcs r;e1ites RA[]i A nüorho oberliunt, non ((lt,diem1<.~
r:crha Regis. Repnlsa digna ele un pueblo que jamás di(·,
un pasn atrús en la rrnu·eha al templo de la gl01·ia. ¡J)e-
rn en q u ión confias, pueblo gener-osoG? ¿,En 'flH~ manos
:libras tu defensa y liheetad de. un enenugo oi·gulloso y
11

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ISTÓRICO
CION L
- lG2 -

atrevido, que no admite meuio entre tu humillación ó tu


exterrniniu't ¿Qué oposición intentas hacer á unas ti·o-
9

pas erguidas con -;;us triunfos, ambiciosas de gloria, y que


les parece ver atravesar por los aires el carro de la victo-
ria, precursor de las que cuentan reportae <le un pueblo sin
fortificación, sin baluartes, sin to1·res deque cuelguen bro-
<l u eles pa1·a armar los fuertes en batallaGt ¿9 Quién es el
valiente que dé la cara al enemigo y se p1·ometa un triu11·
foG? ¡Oh! Judas fortis viriúus á Juventute sfUt ... . i¡Jse aget
bellwn populi. El general Belgrano, este Macabeo ilus-
tre, en va 1o r d es de su j uve 11 tu d , es te es e 1 d •:~ s ti -
nado por la providencia, para burlar los esfuerzos de los
'lue aspiran á impon<~rte la ley y doblai· tu esclavitud.
l~l cubrirá de confusión á unos ho 111 bees na<~idus para ser·
el oprobio y escándalo <le su país, instrumentos vilc~s <le
un tee~o Jespotismo y <1ue llevarún hasta el sepulcro la
marca de su ignominia. El escarmentarú su insoleutl~
atrevimiento y les hará ver que est J)eus in Israel, que
hay un Dios imparcial que proteje !ajusticia y amparará
Ja inocencia. En efecto; en los apueos del pueblo que
sufre de cerca los insultos de los incircuncisos, nns pa-
rece oír al impáviJo Belgeano que se i~econviene con las
mismas expresiones <1ue el ilustre Matatías: ()re mihi ¡Ay
de mi! ¿Jie nacido para ver la ruina Je mi pueblo? ¿;.\'"a-
tus surn videre contritionen populi nieiP ¿Me entregaré á
una inacción delincuente cuando va á ser presa de sus
fieros enem igos6? ¿1~,t redere illic, eum datur in manibus
fr¿imiconun! Reconvención Vt~hemente, rayo disparado
del seno de su honor, que hiere su corazón sensible, lo
alarma, lo ejecuta. Semejante al león cuando ~e dis-
pone al avance, dá una mirada ma.gestuosa á las tropas
que se acercan, y vuelto á las suyas, que alienta con su
presencia; esforzaos, les dice, esforzaós, hijos n1Íos, y
obrad con el valor que os es propio: vos ergo filii confor-
tamini, et ririliter agite. Entretanto induit i,elorica ricul

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 1G:3 -

gt'[¡asy se -vistió de cor·nza cnmo un gigante, se guarneciét


d1-3 armas para cornbati1· y cubrió los reales con sn espa-
da. Campo de las Gai·reras, que· tantas Yeces pl'esent.as-
tes ú, los pacíficos habitantes del pueblo de San l\Iigue 1 dt!-
Tucumún ,~1 divertido espectáculo ele dos generosos bru-
tos, 'flle desc0ndiendo ú la arena traban la porfiada lid
t1n que ponen ú, prueba su aliento y velocidad en la carre-
t«l que empre11den; presto te verás convertido en campo
de sang1·e, donde en 1m combate duro y peligroso compra-
nis á precio de ella el laurel de la victor·ia~
F tH~ u 11 lH~cho.
El ejé1·cito <p1e no ignoraba la desventaja de las tro-
pas de la patria recientemente 1·eunidas, que afectaba
tener en puco á su digno Geneeal, <.pw se había abier-to
paso hasta aquel punto con gloria, presentó batalla con
segu1·idad del éxito. Acometer y triunfar eran s111órnmos
~n el llialecto de su vanidad y orgullo. El bravo Belgra-
no reuniendo todo su ejó1·cito, corno disipado antes t•n los
diversos objetos que ocuparon su atención, apenas se Yió
ú menos de tí ro de cai1,'.m de 1 enemigo, ordena se desple-
g u en por s n i z q u i e 1•d a t 1•f• s col t w rn as de infante r ja ; única
1-~Yol ución e11 que hal >in 11 podido ensayarse~ en tres di as
n.nteriores; corto período pai·a adiestrar su valor, mar-
chando entre tanto la caballería en batalla con menos
disciplina pero con igual aliento. Hé aquí el momento
crítico de los inauditos esfuerzos <le las resoluciones in-
trépidas del acaloramiento vivo y sostenido de este jefe-
empefiado en una acción, cuyo resultado dió tanta gloria
á la patria, infundió tanto pavor á sus porfiados rivales
y extinguió en ellos la espeeanza de uncirla al carro de
su dominación despótica. ;liCtnno es posible seguirlo en
los varios encuentros que sufrió su tropa invadida por
<liversos puntos, á las veces desorganizada y siempre en
peligro de un desgreño, <]Ue pusiese en manos del e11em i-
go el triunfoG? No entremos, pues:t en los pormenores de-

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ISTÓRICO
CION L
164 --

oste por-fiado combate <p10 es difícil detallar. El hechn


us, r¡ue trocada Ja suerte siempre inconstante de las ae-
mas á la viva voz <le este General intrépido, <1ue despre-
ciaba los peligros, se :-3obr-eponía á los riesgos, y se pre-
sentaba á la nwer-te con l-d mi~rnn rostro r¡ue miraría ln
corona de sus triunfos, se apod1•r<!> ,~] Hliedo del ejército
nnemigo; entró el cl'~s,·a·den de sus disciplinadas tropas y
eayeron bajo los filos cld al fango ex ter mi na<lor, 1os tira-
nos. Un ¡viva la patt·ía! cuyus ecos hicieron impresi1'm
en la masa de aquellos pól'fiilos invasores, fué un truenn
'lue amilanó sus fuerzas, y una fuga vergonzosa el tér-
mino de su arrogancia <~stúpida. Et repuls; swd inimt'r~,:
pru? tinwre eJus... et rlil,ect(( esl salw; in 1nanu ejus.
¡Día veinte y cuatro ele S1-)ti1~mhrel día señalarlo en los
fastos de la América del Sud! .Jamás ocurrirás á la me-
moria de sus dignos hijos, sin '[IH~ se agolpen las acciones
de Yalor e¡ ue lesde eu t.onces han hecho resp1:-itahle y acene-
<

dor á los mayores elogios el nombre del general Bel-


grano.
Tucumán cantú el triunfo; sus ecos resonar·on en Jos
pueblos, y Buenos Aires, principal admirador· de este
gran suceso, lo contará i ncesan tnmeu t'~ mientras alwigue
en su seno patriotas i 1n parciales 'ILW hagan justicia al
mérito de sus hijos,
Este desempeüo 1nilit.ae, glorioso por todas sus circuns-
tancias, es por· sí solo otro dl)curnentu intachable de la
intrepidez de un hornbrie 'lU(~ 110 entri/) en esta ni·riesgada
accion, cr1nfiado en la multitud de sus tropas, menos en
su destreza y pericia militar. Ellas en su mayor número
eran 1·eclutas arregladas en unos pocos rnomentos, afec-
tados, sí, del amor á su país, del deseo de su libertad y
del odio mortal al despotismo. Pero, cuán cierto es, que
110 está el vencer vinculadü al número del ejército, sino
n.l valor y fortaleza q ne deposita el cielo en los héroes
'-lue destina para el triunfo: non in multitudine exeJ>titus·

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ISTÓRICO
CION L
-- 1ü5 -

11ietorirt bel! i, sed de co?lo .fortitudo est. E 1 enemigo ex-


perimentó en su dtwrota esta vei-Jad, pero no sacó ele ella
c-d fruto <lel escaemiento. Su tenacidad orgullosa dió al
gene1·al Belgt•ano c"H~¡1si1'>11 á niíaJi1· un laurel más á sus
sienes.
Sí: poseído de un ttweoe pánico, que dió nlas al i·esto
de sus t1·opas, siu volver el rostt·o al campo de su igno-
minia, huyó des¡ntY01·ido ú abrigarse en la ciullad de Sal-
ta, pensando desde allí impo1ie1· á su vencedor en Tucu-
tnclll. Pei·o 1e h izn tt·a.i ción m is1~r·:1blemen te su confianzci.
>Jo ha b í a e 1~ r i •<t do l~ 1 µ;en e r· <1. I Be 1gran o 1a e 1á u su 1a á su s
victorias Los n1wmigo~ vini1\1·1>r1 ú insnltat• su val01· ú
San Miguel, él t.Íl'<l ú IHtSe;u•los oficiosanh~nte á Salta~ y
f:m ambas posicio111~s ser·án Y í cti ma y teofeo de su val ien-
te esfuerzo; per8eetdll8 est illl<jllOS per·8erutans eos ... qui
ermturba!mnl populwn suwn. Senwjantu al Macabeo, fuer-
t1-~ desde~ su juventud, cnyo valor· rPprnducía, sah·and1>
pt-.~lig1·0~ y venc-ie111lo dificu:tades, se peosentó con u11
1·jér·cito (~n las <~el'Citnías d1~ Salta por don(le menos po-
día esperarlo al e111~mign, y agitado de ariuellc-t bravura
inilitai·, 'IlH~ lwce f'1113go .Y no l1~vctnta llama, di<J di:..;posi-
cinnes ¡wont<:l5 y t~jecutivas á p(~st:tr d0 tor·rcjJ1tl~S de agua
11u1-~ envíc:tb.t d cielo, opuesto <ll p1u·ec1~r á sus designios.
1k~ u na 1:~11 o tl'<.t vi 110 ú le.\, última <le un ataque general;
c_~n que emp1~1-1ado su h.)nOl', insumió el tiempo dG tres
ltot·as y inedias, ti f"t<'> d(~ sang1·e el campo la pi aza y ca-
11 es de la ciudad, y oblig1'> al enemigo t.enaz y endurecido
ú, ceJe1·le el hon01· de las armas y del triunfo. No hace-
1nos una hist(wia, sino un ulogío del general vencedor··
Pero en tvp1nl caso era de seguir sus pasos; desde que
se presentó en el campo de Castat1a1·es, j empezó desde
aquel punto ú, hact--n·se espectable al general vencido qw-'
p1·esagió en su soep1·esa sn derrota. Le veríamos con un
\'<:.tloP rwopiu de su ccW<tzón res u el to y animoso, arengar ú
~us tropas, comunicarles su c·spíritu, exhortai·le c.Jn ve-

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ISTÓRICO
CION L
- 1()()

hemencia á anteponer la libertad á la dependencia vil,


el honor á la ignominia, la gloria de triunfar á la ver-
güenza de ser presa de un tirano, Ja muerte 1nisma al
animoso yugo de la esclavitud. l..4e veríamos entrar por
las calles de Salta impenetrables á otro ejército, que el
~uyo, con la misma irnpavidez que á la sala de un con-
vite, llevando en su frente despejada y serena escrito el
tema que fué siempre su divisa: morir ó vencer. Le ve-
ría1nos exponerse á las balas en consorcio de sus bravos
oficiales y soldados, que tanto honor dieron á su valiente
jefe, sin afectarse un momento de aquella timidez ver-
gonzosa,. que embaraza el ánimo, sobrecoje la razón,
amilana el espíritu y paealiza las mejores ocurrencias en
el calor del combate. Le veríamos acudir con la previsión
1nás acertada á los implicados lances, en que tantas ve-
ces fiuctua la e:3peranza del tri un fo frusteando las ati-
nadas disposiciones del (~rtt:~migo y asust<l.ndolo con la
frialdad de un valor intrépido. Lo veríamos desenten-
derse de una irrupción violenta de su sangre, que lo puso
inuy cerca de los momentos últimos de su vida, por darse
todo el ardor·oso empeño de concluir con gloria, una ac-
ción que iba á poner el sello á su valor militar y á la
libertad <le los pueblos, que todo lo esperaban de su acti-
vidad y celo Le veríamos dar cuartel genecosarnente á
los rendidos, sin interesarse en humillantes deferencias
que fomentan el orgullo, del quo vcncl3 y doblan la aflic-
ción á los vencidos. L13 veríamos aprovecharse de la
victoria hasta donde le pjrmitieron las circunstancias,
que solo las penetra quien las palpa, y se acomoda á
ellas prudentemente, prestando oidos á los dictámenes
de un juicio recto~ y cerrándolos á la insulsa crítica de
los necios, dispuestos sieinpre á descargar el golpe de
su vara censoria sin tino y sin objeto.
Le veríamos . . . . Pero contentémonos con la memo-
ria rápida de este triunfo glorioso; y despues de acor-

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ISTÓRICO
CION L
- 1()7 ·-

·darlo á los justos apreciadores del mérito, dejemos á su


corazón el oficio y cuidado de ponderarle y concluir su
pintura. Permitásenos sí reproducir aí1uí el elogio que
dispensó á este valiente jefe y á sus aguerridas tropas
el presidente del soberano Poder lejislativo, que contes-
tando de un modo digno de su augusta representación al
gobernador de la provincia, que la consagraba á sus res-
petos las banderas rendidas del ejército enemigo y en
.el las un t8stimonio auténtico del triunfo, se explicó así
á presencia de un pueblo espectador de esta magnífica
ceremonia: «esas banderas que presentais á la Asamblea
«general constituyente de los pueblos libres de las Pro-
« vincias Unidas del Río de la Plata, es una señal evi-
« dente de la completa victoria que han obtenido las
(( armas de la patria, arrancándolas de las manos de los
(( enemigos de América en la memorable jornada del
« veinte de Febrero, bajo la conducta de vuestro hijo el
« general Belgrano». He aquí en estas pocas palabras el
elogio más completo de su mérito.
Jornadas de Vilcapugio y A!Johwna.' ¿nos obligare~s ú
ínterrumpirlo 6? Desgraciadas acciones, que tanta rnate-
1·ia disteis de placer á la vil emulación ¿,desfigurareis el
cuadro de las que dieron honor al general Belgraur/? ¡Ah!
El hombre es tanto más grande en las desgracias, cuan-
do no cede á su peso, cuanto ellas no lisonjean su recto
amor á la gloria En los héroes, que se arrogan injusta-
mente este nombre, las calamidades extinguen luego
:iquel fuego, que encendido en ellos á soplos de una for-
tuna próspera, no es el que anima á las almas nobles y
sublimes, á los heroicos defensores de la patria en sus
peligros y que les sirve de apoyo en sus 1nismas des-
gracias. El general Belgrano aprendió en la escuela de
los infortunios públicos, á endurecer su corazón, hasta
hacerlo superior á las vicisitudes de las cosas humanas
Triunfando, manifestó su valor y batido en el campo de

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ISTÓRICO
CION L
l(j~ -

:\ 1a et ,_. , a 1rn' in e l n ah i. ll l d 1 1n •'1 In. fo l' t u 1in , w 1 l u Je s a m pa 1·1 ·'


s11 e(H'<:tz,·m. Así 1~s, 'i'l'' aml1a,:-:; ~it1~1·1,~s lia11 s.1.n·Yidu d··
tal lel' prn·a rurrna.1· S.ll gt'üll! lt.~ al rna y pai·a Jarnu~ l~ll é1
n:ptel génio ~in~uLu·, 1¡11u 1_kl)u pe1~~idi1· un las e1upr·e~n~
d 1~ l :3 d es t. i na d u s t><U «l 1i j at~ 1a fe l i e i dad y µ; 1o r i a d 1 • k• ~
(l

Estn.dos. No uclip:-;1'1, p1iu~. 1<1 'l'll' nd11ui1~¡,·, \·e11ct~d·it· d


C1)1H1·astu du vuncidu. Cuand1l la Pl'oYidencia 110 liµit 1:!
1·• x i t 1) d 1~ 1a~ h :-t li.111 1 s a ! '· ;ti o r· d u l () :-; e j 1·• 1·c. i tus , t 1 H l u ~ 1:• 1·1 ~ -
<

sistc: al de un g1·1u~1·:1I. 1·11 1¡11i1~11 po11er s1i eonfianza. .\i


li.t e:-:.1aci1'111 0¡1111·t1t11n 1~legida eo11 p1·ud1~1wia, 11i la l'':~t·icia
.'· túctict.t de :-;u~ tL·opa~. 11i ,_.¡ rni~t1•1"Í11s.u s1~c1·1.'f11 d1.~ ~11..:
iw:u·chns, ni,.¡ si~t1·1l1<l p1·1·1nc·ditado d1~ sus <.ltaques 11a1L1
lleva al 1in, iw.dn. <'u11d11c1· ú un ,··;...:itn l'a\·111·alile. Ti")d;1 ...:
1•stas <lisposicicm1;s ü111.1n<~ial1<111 en FileffjJll.f/l() 1111 t1·i1111fo.
P1 t·11 11) atT1~l1n.t:u·o11 de~ la:--; rnar~o:--: de 111~ \·eneed111·1·~ •'!i
1

Tllcn11uin y .Sultf{ ncn11t1~ci111ient1>S 1p11; 1w 1-':-:.lún al alca11-


1··~ de· Lt indnstt·ia ,\" di-d Y;\lc)J' y Cü81l lmjo <1t1·c1 <>1·d1-•¡¡
:-' 11pe1·i111·, 1Lj •1111~ 11¡) ¡i:1:·d:· :-:.ttli'Sti·a1~1·:~:_• l1l caut1_•L1. 1k!
l 1 11 n l 1 1•' _. . ;. f) u :. :. 111 ;-.. .~ '< 11 · ;'1 : ~ 1 ;.; : ·i ~ ' • 1· a I B i:~ 1g 1'< 1111 > a I g 1 ,¡ ¡' 1 • eli-·
1

l::'~k i11f111·1u11iu·~ :\<l<ltt 1w~1111~. El fq1:• 1111:t pi1.•d1·n t1J'l"l'"


1¡·ie 1l1~sculH·i1) tn;'t~ 1;1:-:; 1¡11iL.tt,~:S d¡• s11 ,·u1i 11, ,-¿u·1111il. Ct . d1·

a la ~111_•1·t1~ d1~l 111 ):11,~11!1J y s.1~:llt~.i•t1lk al l1•:>11 1111 ..~ 1·11;.;•·


c•11 li.l c·aza. :--:1_• 1·1:•ti1·,·, ú aeed1:u·la 1·1.~<~c11w1;11t1·;u1d11 s11
alient•1 y cn111u11icúndi)l11 ú ~tts t1·d1n1:--:\ 1¡111· si· 1·1;u11i1-!.l' •!l 1

t~ll ~laelt.l. ..:\ 111.11_•-~t.1·0 .. :. :>idl.lS ll1~g1:1 Lt u111··1·giea pl'•lL:lcu11:L


p a i · t o d ' ~ :-:. u \"a 1o 1• i n tT t:• p i d u , 1 ¡ 11 u tk~ s d 1 • a' ¡ 111 _· I l u g a 1· d i 1· i -
gu ú s 11 s so l dad os d is p1 • i ·::;e 1 ~, \' i Y ü \' o z (·u 11 1i l l l~ i · 1~; u 1i 111; l
:-:-11 constancia, e11ci1~11d1_· (:d fu1.•go 1!n ;-;tis (>t..:•clius y los dis-

Jl' H i 1~ á 1111 11 Lle\" o ata' J u u , 1i 111 ~ s i n o 11.: ~ p 1·1 • par a L11 t1•1 _. k· s
y e o i · crn as, á 1o 111 e u o:-:; si f' v n d 1~ t lll t f-j:::; t i 1ni 111 i () a 11 t 1~1 11 t i e u
cl0 '-{ll!:~ lu-t sahidu IHi:-;cai·lo p111· las s1•1Hbs dc~I honut· y
de 'flW ab1·iga!Ja en s11 :-)1~11u 1111 c1Jt'üÚ111 en 'JllU jnmús St:
anidó lü Cl)ht-trdLt. Así 1•s, 'JIW nt1~u mi~1111:·; r-1-~~1tello lta-
h i •i a ~ í d 1) pi·(':-:. a d 1; l m i e J' 1 ve 1·gn11 z • 1so y 1~1 f ll i \"' 1e ú n do l 11 e o n
la pr111.lc\.11ci<t, YÍl'tU1l faY<ll'Íta <k~ l<1s timidus, h<tlH·ia c1·1_·í-

ISTÓRICO
CION L
usooi
- 1()0 --

do en su derrota el fin de su carrera El general Bulgea-


no, duetio sie1npre de sí rnismo, veía en sus contrastes un
nuevo estímulo á su valnr, é insensible á los golpes de
la suerte, de ellos rnismos hacía. escala para rnayor1-_·s
empresas.
Esta satisfacción le e1~a sobr·ada ú. un jet\~, 'l ue á pe-
sar de sus gigantes esfuerzos, no tuvo asalaria<la la vic -
tor-ia, ni la tuvieron siempre los Pumpeyo, Anibal y
Se i piones, si n q u e pu r· es o sus no m b i~ e::; el eje n de l e e r se
con admii·ae-ión en las páginas que onr-iq uecierun sus
triunfos. ¡ Campos dt~ A!Johuma.' Vosotros que presen-
tasteis ot1·a vez at alto Pe1·ú la escena de v·neapugio, fuis-
teis también admi1~üdores impa1·ciales ele la ene1·gía de
este valiente jefe, que tuvo indecisa muchas horas la vic-
toria y á 1nedio abrjr las puertas del tc1nplo augusto de
Janu. ¡Oh! á qué precio tan subido vendió á los e11e-
migos el triunfo de su derrota ~ El los mi sinos hicieron
el más cumpiido elogio del value de unas teopas, que ja-
más hubier<H1 desplegado sin la peesencia de su digno
GeneI'al, <1 ue parece r1jp<1r>tía por gr·ados el aliento á todos
sus subalternos Su triunfante t'etir·n,da, salvando Ji-, me-
jor d8 s n ejército, f né lllla pr·trn bct ele su án i tnl) i m pt!l'tú-
er-i to y de un pecho, á '1 u i en no i in pon í a.n los reY8Sl~S de
la fortuna, capaz en el tnl)me.nto de quedar~ pendiente sin
el menor subsidio de un clavo de su rueda.
¿Qué aiiadiremos á estos documentos de su heeoica
fortaleza út Si nos atrevemos á decir, que ú. su valor de -
bió el e.".;tad0 el principio <le tranr1uilidad pública y la
suspensión de aquel flujo y reflujo de acontecimientos,
'lue le hicie1·on gustar tantas veces la hiel de los disgus-
tos. Si ütiadiinos <1ue su integridad severa é imponente
domó el orgullo Je los empefíados en levantar el seüo
mismo de los pueblos el iJolo funesto de la discordia,
uráculo infernal, que ha presagiado sus ruinas. Si nos
a.vanzamos á reconocer su vigorosa
. __,
resolución ' el orio·en
o

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ISTÓRICO
CION L
- 170 -

de la gloria de la patria, el ascenso á la cumbre del ho-


nor, á que aspiraba y la llave maestra que le abrió las
puertas para entrar al templo de la fama; ¡oh! este
inodo de explicarno$ sonaría en los oidos de los obstina-
dos perseguidores del mérito como un atrevido indulto á
la verdad, que solo pudo fraguarse en una imaginación
recalentada á soplos de una pasión violenta. z9 Pero hay
más que librará las pruebas el asenso? Cuánto tiempo
no sufrieron las provincias de esta parte de la América
la dependencia indir,~cta de la dominación de ultrama1~
aun de~pues de negarle sus respetos ú? ¿9 Cuánto tiempo
no vieron fiarnear en la fortaleza la bandera española,
indicante nada equivoco de la sumisa obediencia que ren-
dían á su antiguo dueilo? ¡ Cuánto tiempo no tuvieron en
9

t~spectación las naciones del globo, fiando á las lentitudes


de una negociaciór tímida y misteriosa el último deci-
siYo golpe al carro del despotismo, áque estuvo por tres
siglos uncida toda la América r,t ¿Cuánto tiempo no aho-
garon en su pecho los habitantes de estos dilatados pai-
ses los ardientes votos, los vivos deseos de ver figurar
á su patria y entrar en e! rol de las primeras naciones
de] rn un do conocido G( ¿ Cuánto tiempo no l isongearon las
9

esper·anzas de la Península, de aprovecharse de un mo-


mento favor:? ble, para reasumir su antigua dominación,
y castigar nuestro noble atrevimiento, inomento que divi-
saban en nuestras irresoluciones., pnra rleclararnos libres'~
Reunidos ]os pueblos por medio de s11s diputados en San
Miguel del Tucurnán para terminar este máximo nego-
cio, objeto de la aspiraci{m común, cuyo retardo ponía
ú prueba la paciencia y despertaba recelos.
Cuántas consideraciones, cuántos obstáculos, cuántas
condiciones intestinas, que dilaceraban el cuerpo políti-
co y rompían la Unión que debia servir de base á este
gigante edificio, n'> retardaban y hacían difícil su cons-
truccionG? ;?Cuánta fué la consternaciú11 de aquella asam-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 171

hlea, depositai·ia del poder y confianza de los pueblos


cuando circunspecta y detenida en descub1·ir los cimien-
tos, sobre que debía e leYal'lo, sólo advirtió un 8uelo mo-
vedizo, que se pulverizaba al choque de vientos encon-
trados, que no estabaá sus alcances calmar~ ¡Belgrano!
Tu memoria nos es grata, cuando recordando las deli-
cadas y espinosas circunstancias, que impedían dar la
última mano ú una obra empAzada con ardor y suspensa
p01· desgracia, nos parece que vuelve á nosotros aquel
memorable día, en que animado tu celo de un fuego qun
se cebaba en las dificultades, y hallaba su pábulo en los
peligros, te pr-esentaste en la sala del congreso soberano,
y corno si ll<:_ varas (~n una mano el destino de la Arné-
1

r-ica, y en la otra el poder de las provincias, obras en $U


faYnr\ con noble sen~~illez, único idioma, de que debe
usai~ un representante político, á quién no ]e está bien
enYolver en misterios l<t vePdad; expusiste la convenien-
cia y necesidüd de la ¡H~onta d1~claración de la indepe11-
ci<l del país, y las consecuencias, fatales <le Ja demora
de este bien, de este honor á 'Jlle anheJaba. Tu nervio-
sa t~locuencia, avivada por- el i·ecelo, prudente en las
circunstancias, se revistie1·n11 de a<1uella enérgica y a len-·
tadn resolución, que es el alma en las gigantes ernpre-
~as y que supo infundirles la valentía de tu espíritu.
En e11as la ha JI aron la base, que echaban menos pai·a
cimentar una obra de este tamaiio. Tú la empezaste,
sin <¡ ue fueran capaces de arredrar tu Yalor las melan-
cólicas ideas, que se agolpaban á vista del porfiado sa-
cudimiento de los elenv~ntos todos, que conspiraban á la
ruina de los pu·~blos, cuyos hechos estaban en contra-
dicción con sus deseos. ¡Honor eterno á tu vigor y aliento.
Ciudadanos. ¿lo desconoceremos todavía~? ¿Será pre-
ciso discurrir otra vez por todos los per:odos de su vida,
entrar con más interés en el pormenor de todas sus ac-
eioDl~s, penetrar el escondido retrete de su pecho, para

usooi
ISTÓRICO
CION L
registrar- allí, y toca,i· con las 1ua11os ~peemitase esta 1_·s-
p1·esión') el génnen de su Yn.loe, de t:)Se Ya!or· nolJlt:' e11
sus mi ras, tl'arn¡ u i lo en Jos m ;1yo1·es p1~ 1igr·os, s8gu1·n e11
los consejos, supo1·ioe t.•n Jo~ c.trhiti·ins, rPsuelto en lü~
ocasiones, y constantes t•n las degrcwias';~ [;na J·úpida
ojeada sobre to Ju:-; sus ¡rnsos de~:~. u hro sin e' 1ni YOC<lCi1~111
t~stas prendas, sin tij<"tr la i·•::diex.ión 1-:'11 los suce~os i·e-
rna1·cabh~s <pw <walnlmus de ex.p1 . 1t1·1>. Pw:·s 'lllf', 11i"1
arguye un co1·azón lleno dr~ animu~idctd 1_·rnp1·e111l1-~1· b
carrer·a dn Li:-; ar·ma~ C<H'µ;;u1do 1.lusd1~ i::d 1wi nci pío con
las re:5ponsabilid:1des, 1¡u1~ gt•a,v;u·ia11 1~·1 ú11irno de los
provechos en c-dlaG? St! v1() tt·a11sfnr·mado de 1·ep1·11k l~il g1~-
11 eral en jet\.~ d j un ej ,~ec i to, sal va1Hl11 1ns gr· ad os y ,_
1 _.j 1--n· i os
mi l ita res, q u e so 11 l ;1 es e u e 1a e n 'f l l e s '~ ad< p 1i t: i •'~ n los
conocimientos 11ecesc.t1·ins par·a. tan alto y <h~licado 1·1uplen.
¡9 No u s u na gr· a n d t:~ za Je ú rn 1110 estar á l a e<lb•~ za de
tropas ntuneros11s y :1guerrida~, en r.1niene~ desca1·gaba
sin cesar· los ímpetus de su c1.dn, d gol¡»~ 1lc~ su ju~tieia,
el rigor ele su exacta d isci pl i11<l, sin ternel' el t~scandH.I o-
so reproche, que pndior·o11 liae1_·1·lc :-;ufr-ir instigados de la
i nd igenci el, del ham b 1·1-_·, d 1j 1a dusn u dez, ú, <1 ue <~:S tu v ie-
ron casi siempre condtmadas, i·ep1·och1; de que sol1) pudo
eximirlo el ascendiente que h lta 1)ian dado el r·usp1~to, el
amor y la pasiún a uu jefu, 11u1~ tomaba pa1·te eu ~u~
mi serias y se <les vi vi a p 01 · sub 1e va r las t ¡?>Jo es Y 1.t l1? 11-
t í a y super·ioridacl de 1~:;.;pir·itu i·e:-;olv1~t·se ú entrar <~ll n=t-
rios y cr)mplic2tdu~ pr-oyect'>S, di1·ijid1H rudo::; al bien ge-
neral del país, acechado siempre de rivales pode1·osos,
riue emulaban sns extt>~t01'1l inar-in:-; ,_lesempeüos, uedi<:rn
tramas á su honor, <l1~sfigu1·alrn.11 sus hechi)s, ac1·imina-
ban sus más sencillas accione.~, 1111)f,_tku1 sns \·i1·tu<.les, ~­
e.3taban siempre d ispuusto.:; ú, an·ebatfü·I e la glor i<"t i¡ W_'
p odian darle s ns t l' i u n fo s ~~ ¡?No es in te o pi de z, ex pon e r· se
á graves é inminentes peligros en 1ns dilatados Yiajes,
<pie no rehusó emprender en prosecuciún de:~ Ja Hl<H'g(H'I·

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ISTÓRICO
CION L
-- 17:.) -

rn tit· :•ciosü, co11 '[lle (l1:sc·ai>1:t ene11111eee1· s11 }h\l~ y cuv«1


1

lial 1~1.zµ·.-J liarú su t«~ 1i ei dad 6? La p1·c1Y i tH:in del N 1.1l'te 1n


' t/ '·'

\·ió ,Jns vcc,~·~ en su s1·110; di h lns pl'ovincins intc·rin1·es:


Ullil bt co1·rt.' dc~l J:11H~yr-1;, y qtrü la de Londres, dejando

i. i l r ( )d () s 1()~ p IU! 1il (/ :~ Vi s. i 1d (. ~ b lle l las <k~ s ll Vil' t ll d y d (-'


~ u ~u i i lL i 11 s i d n d . 1·: 11 u 11 '> ~ i n ~ 11 l t n, d n e o n 1a i 11 d i g n a p ro -
p1u~~ta d.-l. ~t~l" i11fi1-:>I ú :-:::11 pat1·ia~ 1.·11 nt1·0~ atJ·o¡wllado y
¡i11e:-;t,, 1~n Y(~1·go11znsa 1it•i si.:111, y en todos ex pue~t11 ú se1·

,.} jug11eu~ de la ~1i1:·1·t1~ si1:>tnp1·u vo1tü1 ia 1~\ inc1mstante· 1

~ 11 f 111 ·• 1111 1.. fe~ (~ : , 1 d ':' s n <Ú i i t n, > val' o n i l . . P e r· 1 • no nos


h(l g i 11111 1s i 11 ü:· 1·rn i n a b l e~:-; • Esto~ y o t r· os , q u e 1a p o l í ti e a
clic-ta cub1·i1· (~011 d Yt-J,, ,¡,.¡ sil1·neio, son chtdos ir11·<1uivo-
1·ahl1:'~ cl1-:>. s11 vül()t·. ctL u1 <·1111stancia nos i·eleYc.t dl! ht obli·
¿.!:ae i i'111 d t~ pi·u.e l><t. J-::-; tn:-; son r am b i <~n u nas ve i·dades,
:¡tu· !a m0d e i·aci ,·> 11 y g1~111~r-usi dad del 11 éeoe '1 uv e lugia-
1no:-'. }ll) pe1'lllitie1·011 <l:-::.<>masen ,·t lu~ lahins ele lus iutere-
:-<l do:--:. (~ n s n ~ g 1o r· i a.~, ' l ' l 1~ i •i '~ 11 d' 1 chu · e n e l v e ne i rn i e n to d 1 ~
si 1nis11111 lit ll1ÚS luini11osa pr·1t1~ha de In. super-irn·idad de
~ 11 •:'.! s p i r i t 11 ~ · n 1> Ji l 1.• z :=t d e s 11 e, 11 ·il z, ~m . L u s ' i u r· n. tu n ten
1 ii· n se <.H' l a::::. e o 11 i !11 p 1 Lta e i u 11 , ~ :-; • ' i 11 () ha 11 'J Uc::~ 1• i d' 1 e' J n ta r '-~ n -
H'H los 111i~t1~1·i11s de:.: ~11 lin¿t p1iliriea, d1~smi,~nl•.·11 la ()pi-
! 1 i<·, 11 p ú h l i <~ a . 1;l e 1<u ·a ú> z d · · i a fru l n1 , i 1u 1 • h n l 1e t h n v o 1-

nl l' :-::11 i1u111beu i11;°t.~ lrnllú d1· l<1....:. triar-e:-; donde ¡,. hace11

j u:-:: ~ i e i a e' ,11 e-u· 1·eg1 () ú s 11 µ: i g n n te m é i · i t:,) . L 1:a a n.1' 's , p u es ~


irn¡nu·c·iak~. y t1.1¡u1~rní1S 1111a pal'te pt·incipal en los elo-
gi(l-...:. d1.· 1111 ci11d;·Hla11•>. <¡ne ktjo todos n·~pdus 11<1 dad«i
lto11u1· n.1 pai~ 1:11 <1111:: l1~t naeidn, presentúwlose a1lorna-

ilc1 ,¡,_, ar¡11ellns c11alidadc~s r¡111~ •.·11 sentir d1_~ Sün Clernenh~
_\ k·.i :.1n1 lei no, en ns ti t u.nu 1 <l 1111 lié 1·01.-· Y•j i·dnd·~rn mente ma g-
' 1a n 1111 e 1 • Y n i i e n t '~ e s l' í 1•i t 11 , uw H z <'111 g l «1 1Hl e , 1i he e al i el a el
µ:er 1e1'1Jsn.: Jil ug ni et e.1'ccl.s i in im spef: ies sun t inr¡ens sp r.-
l' if 11::-:., 1n.a[¡nit,,r/0 r.u1imi, ei l//Jel'((liw~..
P1:~1·u este hn111l>1·1.· un1 l1(~Jtt:'rn1"rito de la patrin~ al fin hü
m1.u~1·r11, r¡ue e1·a lioud>1·1". La rnneetl· qne arrn~tr1'1 tan-
t as \·1 • e e-• s . y 'J 11 e ~ u p11 r' ·s p••ta i · I o~ 1a rn. u () r te q t H:' Y i ó dí a y

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ISTÓRICO
CION L
- 174 -

noehe dela11r1_. de s11s ojl)~, l1:'Y<.rntcH1n. ~i1:~11q>1'e su i:•squele ·


tada lllt:UlU, p¿u·a dese¡.u·ga1·l1-~ d g1dpe~ lü rnuer·t1· hizo
¡H·esn de su yjda, y at•1·1~lHtt1'1 ú la pat1·ia t;St1~ irnpur•ütnte
1:iudaJn110, dejúnJola 1~nvw~lta <.:.~11 lúg1'itu<lS .Y l11to, ú t~sta
pat1·ja qlle d tn,nta~ q:~ec•s ~tq>11 Y1:sti1· 1.k glo1·ia
Pero 1111 ~ur-pre.11di 1 '.) ~u <•ot«lzr'Hi. L<t yj¡'1 \"1-.•11i1· eo11 n<¡uel
111 i s rn o Y a l o 1• 'f U e n u k s la 1uÜ> in h 11 -..:. e a dn • y lt·j u s de i 11-

t i rn i <l a i · l t.:' s n a~ p 1·-· e·. ti> • d i i' 1 1~ 1b , ll H.' 1H ~ s ú s t l 1~ s p it · i t 11 • ' 111 e ean-
:---.ado de sufri1· 1,,:-; cap1·ic·ho:--:. de; Ja ~111_·1·r1·, Yi1'1 en el fin
1lt-_~ :Sil~ díe:1s l.'l p1·i:ici11i11 d·· -..:.11 d·~sc.;111:--:11 . ..:.\.p1~na~ sus
d1>lent.:~i¿h i1~ inti111;tron ,_.¡fallo d1.~1·i~iv{J, d1~~i:lpm·1~cie1·on
]litt·a ,;.¡ lus di1.~r 1do~ 1111t~ cc>11d1-~en1·al1a11 ~11 pei·suna y solo
¡wns e n t ó ú. l a e x pe e t <t<:. i 1·)) 1 p ú 1 >I i ,.. ;1 '~· l 1 í rn l p d' · ei · i s t i a 11 o.
Cl)IHO t;tl CdTÓ l1i~ 11jf):-::. :'t 111 1''~1·ec1·cl1~1·,, y cc1nr1.~ntible y

lo~ a lw i,·> pa l'<l ve l' d 1~ c1~ f'C<l Lt el e t'I ti d a.d. « 131-rn di to si~a
l>iu:...:., t'•:·-petí(.l t},_. í'.1)11ti11u•> n1H~gnd1J e11 ~,,¡]l)zos; yo dl:'bi
1Hu1·i1· ¡cu<•.ntas YeC1:!:-:;~ p1)l.Lljll'~td11 di:• 1t11ü bala. 1'1 los filos
,¡,. llJW ··~p¡1r.Jn: p1~1·11 J_,,~111··f"ico d ei1~·l1.1, 1uc-~ ha dis¡1ensado
11111111t-111t11s, 1¡111~ ~-'°' d1~l"1 apr·1.1\'1•c·iuu·». ;Oli~ ¡11u1~ hil-~11 supo
ap1·· 1Yet"·li1.u·lus! Co1u1> ~¡ s11 t:1 H'<·tz1'1n ja1nú-..:. huhiei·ü estado
en\·n1·lt1) l~11 nt1·as i11'::•c-t:-; 11u1~ la:-, 1¡111~ ¡,. l'1Jdeüban en el
]1~cli1) dr· su dulue, :--:.1~ 1·uconc1~11t1·1'1 en ~¡ 1uisrnn. Estimu-
1ad 1 , de ~u d u I«> l', y t i r c_l d <> d ' ~ L.t < '.ad '~ 1Ht d e~ s 11 :-:; i ·e 1uor·di -
1nje1no~. S•_· ¡>o:--:.tr·a ú lo'.--' i•ics d1~ 1u1 mi11ist1·0 de Jesucristo
1¡u1~ (~I lili1·etn1::>.1it1_·
l::'lige, 1.h:>~itbl'uell;1 su pechn, alJI'e los
~e110~ iJ,~ su cu11ei1J,l1CÍ(.l, c1rnfi1·~11 ~us frngiliclades mús con
Lig1·i iuas 'pw con pnlalH·as ~,
al pasu <l ue se 1.lesp1·ende
el alma Jel peso de sus 1u1se1·in-..:.~ si1-~11te 1¡ue L'euace su
(~srwr·auza y nada reme tanro corun d1~jai· ele s1~1· lo 11ue es
.Y volve1· á sor lo que~ ha sidu. Si algo 11-~ ha 'tueda<lo de
zozuh1·~t á su espi1·,tu, YÍe.IH::' ú calmarla tv1uel mismo
,·t rjltÍeu se hn.bía (lfendido eomo hombre, había confesado
~iernp1·e como Ct'ist.iann. Le adora humilh<lo, lo recibf:•
co1111·ito, protesta públic<lm1·11te la fo en r1ue r.a vivido
v 11uiere worir y al'l'oja su eoHfianza en los brazos de un

ISTÓRICO
CION L
usooi
, _. ...
1 '~ --

Dios, que tantos te:Stirno11ins le daba ele su bondad. Así


dispuesto ingre::3us est viam unioers((! cw,n.·s, dejó de ex.is·
tir y con él un modelo augusto de virtud: golpe fatal, qtw
arrancará siempre lágrimas de los ujos de los ¡nttriotas
despreocupa.dos y sensatos. ¡Ah~ Esta e1«1 la ucasióu,
de apostrofará la n1uer·tc~, reconvenida y proYocai·la, ú
que justificase su conJucta ... Pero esto se1·ia insulra1·
la Providencia. Ado1·e1uos sus juicios, <1ue son un abis-
mo insondable á las l uc.es de un mm· tal. A -si 11nH~1·e11,
los que convencidos con el apost.ol <1ue pasa i·ápidc:tmi:~n­
t e la figura de es te nnm do, v i n~ u en él e o m o si no vi\" i e -
sen ocupados únicamente en 1lewu· la extensión de sus
deberes. Así mueren los <1ue deffrienclo ú la Ye1·da<l re-
velada, creeu que hay un alma imuo1·tal, que no acüba
junto con el cuerpo de pecado y 'l ue nunca han dado ü~­
censo á los del i i· ios de los que re pu tau la eter-11 id ad e 11
que ella va á sume1·gi1·se una ilus.ion, un engaüo, '-llll~
han difundido los <1ue <¡uieren tern.:'T á los mortales pen-
dientes de su voz y atados á ht cadena durísima de la fr·.
Así mueren, los 'lue ú 1w.se:ir del tumulto de <¡lle YiYeu
agitados, no pierden de~ vista el momento de su fü1 y <~·n !u
calma de las pasiones se a e u e i · c.lcu1 '1 u e ha.y un Di u~; á. (p.1 i t:' n
temer, una religión sac1·osanta 'ttwi·e~petar; unas Yerdad1·s
á que humillar su raz1'1n y una luz inaccesible á <1ue Jebl~·u
ceder los conocimientos más su bl irnes. Saludables ideas,
de 1ue no pueden sustraerse los uecios é insensatos fil1:1-
sofos y que para su confusión y tormento se agoJpan á su
espíritu en el critico apueadu n10n1ento de su muerte.
¡Dios inmortal! Gracias sean dadas á tu patf~rnal Lo11-
dad, porque al ilustre difunto <1ue llorarnos, quisiste pre-
venirlo con tu manto poderoso, par·a que jamás se alistarse
en las banderas que juran estos tordos y astustos de co-
razón, jamás anduvi:Ste en el consejo de los imµios, jamús
se estacionase en el ~amino de los pecadores públicos,
jamás se sentase en la pestilente cátedra de su impiedaJ.

usooi
ISTÓRICO
CION L
Ciuda.dnnos~ cornpau·iotas q tw escuchais estas Yer·dndes,
e 1"> n r ¡ tw él e u lt i Y<'> su espíe i t u , i el fl e e o 11 ti n u o ú i ·e e o i ·dar lü s
n l se p n lc 1·o 1 • n ' l tw y a e e~ . L l e \"ad i:~ 11 Y ne s t r a co m p nX1 í a ú
,· tu~su·os hijos, q ne si 111 los que <',orno t'.d han 1h· fiµ:u r<.1.1·
~d~ún día un el teatro de este mundo político, y si nlgnnn
:--;P atreve ú. pisa.e la lu~a <JUt.~ cul>t·1: sus d1~spojos~ <d.1d1·nte,

d1.}cidl1-• luego, deteute. rni1~a 'JlH~ pisas las e1~11iz<lS del


lu_}roe d(~ tn pn.·iria: .'úste /1<?roe10 eolcm;)). H.(~ct'ilH·<ltü y nd-
Yit.).l"i1' 'FW c~u esta lcil1r<~guez silenciosa di_·sca11.;;a n1p1el
ciudadano 'lue la liorn·ú c11u Sil C(lfl'lncta, a1111<:d m~1gi~tTa­
d(1 qne L..1., gobi"·1·n<'> ton r·1~ct"itud, nqu1··l militar qu~ la de-
fendi<'1 c1·H1 ffrrn1::.za, a11uel pütTÍnta .-1uu iw1·di1» la Yidt.t poi·
dú1•s1-~ht Ú, la patria, ª'l'u~l hornht·u de hi1•1) riue jamús le
il i z1) t r a i e i 1'm : <.Vpu~ l <.l 1ne· r· i e a, 111 J h o 111 ~ad o , :·ll o' k 1o ' l e Y i 1•t n d
s d 1~ Y a 11) r· . A p r (~ i 1d e u t 1) d o~~ de é 1 <'t ama i • Ia si u i 1d ! ~ i •ós.
Ú sen·il'la Sill aspll't"tCi1'111, Ú. pr1lCl1l'~l.ll SUS glc>i'ias fll'npo-
llÍendo ];1., Yu1~~st1·a~ ú S<.le1·ifica1· vn1~stra vida eii L1~ ni·as
d8 la :-:.u~·<.t. Ap1·ended ú uni1l In. pnlític<l con la vil'tnd, la
<:·aukla con la snncil11:•z, la 1·ese1·\·a con In vetl<Ltd, Ja hu-
111anirln.d con L1 j11sticia, la s1~Yeridnd c1111 ul ag1·ndn, la
ii1te.gr·irl:vl e1):1 la c:1n1.h;;;c1:m 1 l1-~1w.i;1. h p1~ui1.~nei;1 <~011 el
v al () t', y e l a rn n i • ú l a p a tT i a e u n to d ns 1as \" i i ·t. w l ~ s . <

Con \·e11rt!OS con su cj1.~rnplo, 11 uu nu Ita.\· pat 1·in. '.'ill


uni1'1n. nn ha~· uni<'m sin 01·d1~11 1 no liny 01·1.k~u si11 :~uhoi·­
d i na e i 1_, n , n i s u h o nl i n ne i ,·m s i 11 u n a u 1t '~ i · i n r i d <l d i m p n n en -
te 'i 11 '~· la sos te n g i.l. , u 11 as Ie y es ~ ú bi as q 1w 1a es t <-t h le z e a n ,
1rn a i · 1 • l i g i ó 11 s. a e 1·o:::; ~u 1 t a <i 111~ 1n a po y 1 • • V e d «u p 1í 1ns l e e -
e i 1Hl es rp 1e os di ó en v id n , y 1as rt ll 8 os rl ú 1l. n 1ns C:.\j e m -
plo~ '¡tl(' ha dejado, de virtud y de Yaln1l: c,1'empl"m oir-
lufis, etfo1,titurlr'ni8 rle1·riliw¡ue1ts. ~o los perdais un solo
ln1nto <h~ vista. Consa!:.!:radlos con YlH~SfTü irnitaci<'m. Ella
<..-

te j e r á ú. v n es t l' as si e 11 1~ s 111 rn e oro n a d e l 1o ww; P l la. os ha r- ú,


1egi limo~ he red 1~ros de su es pi r-i tu; el i gnns hijos del suelo
flllH~t·ieano, y ella al fin os pnndea c:·n la senda que <~onduce
decechnmeute el te111p1o de la inrnol'talidad y de la gloria.

usooi
ISTÓRICO
CION L
ORACIÓN FÚNEBRE
DEL M. R. P. FR. CAYETANO JosÉ RODRÍGUEZ, DEL ORDEN
DE S. FRANCISCO, LECTOR JUBILADO, EX-PROVINCIAL,
EXAMINADOR 8INODAL DE LOS OBISPADOS DE BUENOS
AIRES, CóRDOBA, PARAGUA y y CONCEPCIÓN DE CHILE
y DIPUTADO DEL SOBERA.NO CON'GRE~O EN TucuM.i\N
EN 1816; PRONUNCIADA EN LA IGLESIA DE MENORES
ÜASERVANTES DE CóRDOBA EL A~O 1823, POR EL

R. P. FR. PANTALEt)X GARCÍA, DE LA ~IISMA


OHDE~.

In ;nemrJ1·irwt udt!rna erit Ju>JfwJ: cd.J a11·


ditione mala 1t1Jn ti111dJit. Pm·n.flflil <'111"
ejtt.<J xpe1·are ·im })uJJllJW • • • • • Wlll
co11t11t1JVr!!Jitn1· 1l1JJL1:c de:11Jiciat i1ti111i1·1,.-: JJll1>.'J.

Ln. memoria del justo seni, eterna: no


temerá. de oir paln.bras, 1.1ue ceden en :-::u
descrédito. Aparejado ::iu corazón parn. es-
perar en el Señor . . . . . no sed con·
movido hasta que vea n.batidos á sus ene-
migos.
Ps. 111, w. 6, et 7.
l"úa dec<•11sit,
0

JWJ& s1Jlum J 1tve11ibus,


11ed et
ttni oers~ ge1tt i 1w•11101·i1lm 11w1·t i.~ 81'(-C 1id
e.ce m1Jlu 11t ·o irt uf i.it 1·e1i1¿q1um.'f.

Murió, deja,ndo no solo ü. los jóvene~, mü:-:


R.Ün ü. toda. la nación la memorin. de su
m nerte parn. ejemplo de virtrnl.
JJfor·. lib. 2. c. o. ll. :~].

Cuando la muerte Rreebata a un hombre recomenda-


ble por sus ta1entos y famoso por sus se1·v1r1os en una
12

ISTÓRICO
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usooi
- 178 -

edaJ decrépita, en que anubladas las potencias ni vive


pctra sí, ni para sus hermanos; entonces el dolor, que·
excita su pérdida en el corazón de sus amigos y admi-·
rad o res, Io n1 o el era la id e a de 1a j u s tic i a u ni versa 1, y 1a
pena es menos duradera, por-r1tie cada uno oye en lo ín-
timo del corazón una voz, r¡ue le dice: )]orar muertes se-
mejantes es más qut~ manifestarse sensible, murmurar-
sin razón de las inmutables leyes de la naturaleza. P~ro
si la guada1-1a traido1-¡a del tiempo arrast1~a á la casa de
los sepulcros un sér cuya vida interesa sobre la vida de
mil impíos antes del tiempo que prefija la naturaleza,
y cuando había de repartie los frutos de una edad sazo-
nada, y dar á la posteridad un trata(lo peáctico <le los
sende1·os_, c¡ue conducen con gloria á llenar los deberes de
un cristiauo y <le un buen ciudadano; á dar á Dios lo
que es de Dios, y al Cesar lo que os del Cesar: entonces,
¡ah! ¿~habrá corazón sensible y arnantes de los hombres,,
en quien no resuene el geito del dol01·G~
Sobre estos sentimientos, que inspira la naturaleza, no
hay que preguntar, ;,<¡ue sig!lifican esos cantos lúgubres,
ese funesto aparatoGt Son sin eluda ex presión viva de la.
equidad y justo duelo en la inopinada muerte de un re-
comendable americano, <le un pateiota sensato, de un re-
ligioso cabal, de un sábio sólido, de un orador elocuente 1
de un ase.ético diesteo, de un hombre digno de serlo, á,
quien la misma pluma empei1acla en eclipsar su brillante ~
memoria con vapores, c1ue dísipsn facilmente un soplo
im paecial, no pudo hacer traición á la justicia, y confie-
sa: ((que jamás la patria podrá olvidar su memoria como
«de un hijo en quien SP. reunían los mejores talentos á
«una Yida llena ele probidad ... y por lo que respecta á· ·.
«su virtuJ; su a~ma modesta y llena de dulzura en todos_..-
«sus pasos catn inó siempre bajo el ojo del deber». Pero
~·a nu existe: el 21 de Enero del presente aiio, Ja muerte
sin dejar arbiti·io á contener sus tiros echó á tierra esta

usooi
ISTÓRICO
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- 1 -(
,,J --

vid fec~ncht, y f1·usrt'<llll~<) ¡111e:--:.t1·t"t:--:. <J:--:.pi:~1\«u1zas, la ll<~~y,·, ú


aquel des i e r to si <.' i 11 p 1·' ~ :--.: •., d i 1 ~ 11 t., ' k j 1i 11 t: u· '° · n s u ~e i 1u
cuanto existe sol 1rtj la 1ie1·1«t.
Si: murió, 1 iüt deee:-;8it, i/I''e :-:;ua do n•·C1.·sidc.vl d··cir·lo:'
1

Murió el PeV(ffOtHlo F1·. Cay•~l"üll11 .Jusi·~ Hud1·i~1t1~z, hij•J de


es:a san ta pr·ov i nei n. 'k 1 T 11e111 u~·u i, .i,~ 1 ot·ck\ n de l 11;--. rn1.~­
nores, le e to r j t1 1>i Lt' 1u , •~ >.: - p 1· 1\ • i 111.: i a l , u \-: <.t. 1n ¡t w. do 1· ~ i 11 u -
1

da l el e 1os o bis pad os d •· B u ~ 111 ':~ _\ i 1••-~ :--:. , ( /~ 1·11 · d uh n , P a t 'C t g 1w y


1

y Con ce pci ó n J (~ e lt i 1u ; ( ) li .r t) 11 ;lf :'1,s, 1 d1 .J 1) 1UH <.l ~, HlllH l d t~ sn .


bre el amm· de~ las rnnj1·1·1~s, y a 1¡1ti!~ll ,Y•> <lllt:1l.>a eumo
una madr-e ama <.t ~11 11ijr1 1'tnit·t)~ ¡<J111_• n11 111:~ h:L,\·a ~ido
permitido t.mi1· mis lúg1·iH1as, s,,¡,,.,. tris t·(~ei1_lntes ceniza:-:.,
á las que virti<jl'o11 tus 111-_~ern.11111:--:., du 11ui1:n·~s f11i~t1· jd\·,
padre, amigo y dufous1 i1·~ ¡ .\socinL· 111i:--:. Yuti1s ú ios 1¡ 1t1~
interrumpidos con ~~1¡s¡ii1·1¡:--:. '>l'1·1:1·i1_·1·1111 p111· ru nl111;1 :ll
esposo las qtw sig11c~11 :--:.11:--. li111_·Ila:..;. 1_•11 k1s 111u11tbte1·:·:•:--: (k
Claras y eata 1i tl as , d t -~ ' 111 i e~ l l t .' ~ rll i ~ 1e rl.a fa(~ 1' \ h l i ...; 1~· s ~
Director-! ¡~lancliar 1ui:--:. 111a111\.-=. 1·í111 11·1 :--:.an_~i·1· d1·l ('111·1l1~t\11
sacrificado solJl'e la~ nL·:t:--: 1·L1 tu ali\'iu P'H' ra1ttus 11:·,_··arl11-
res, de quienes f11istu 1;1 l1.>111l1t'r! '1'L'~ J,,~ a1·1·11j1'1 ú L.t }'Í~-·
cina de aguas sl1ntificad11t«h, y 1·! (~;H·i11·1.ti\·11 _..;.n,11w1·it;111u.
que clr,rramó el 1'il1)1) y,.¡ \·i11q ~{1l11·1· :--:11~ h1.·1·ida~~ ;P;_·e\·,~­
nir el grito cun 111tü ¡,_. lta11 lt11111«trl11 !1H CrH11pa1'11_~1·11:-S d1_.•
tu curso lite1·ar10, lo~ 1li-.;eipi1!11~ ,¡,. t11 1na.~::i:-:.t1_i1\i11, ¡,,~ <¡tw
te consultaban en sus d111Lh, ll)s i1;1t1·i1>itü~ ~··1!~;1t11·..:. lo:-:.:
periódicos qu<-~ hac1~1t 111 ª!'''''-.,·,si~'. P·-~1·1> 111•.· c011:-:.1_11_·l<:l,
que sin pensado, li1· \'1~11id11 ú ~1 1 1· 1>! i1111··qn·1:r·~ de su d1_d1)t·~
y del concepto d1_~bidr1 ú 1:11 1111"1·i11,.
Sin repugnancia <~n11·11 •. ~11 • ll1J, y <llt111¡1t1· 111 tu1nl.1a 1·srá.
1

ya sellada, la ro<.kan irntclta:--:. llcll·,~~, y 1::--:. l::d alt;u· d1· d1~­


masiaclos homennj1·~ y l.lj:--:.ti1111¡11i,,~ ii:-::.1mge1·us ¡1a1«1 11u1~
pueda cludai·se r1u1~ se1·1:~is i11111111·1.al 1-.~11 111:-; 1·j1·1npl11....:._ 11111:

nos has dejado de Yit·íud1~~ (·1·i:~tia11a~ .\' piilítica~: rrtu


decessit ... 1/WlílOf'l((l:I J1U.JJ'lf,"' Sffft' rtrf f'.l'f'/í2jJ/IUil f'lJ'tfl{IS

relinquens. Sí; ens•·Ü··, ú l•1S ji'>\'1·111_~:-:; ,.,Jlll'-1 d·.-~ld:ln c"Jrn•_·n-

usooi
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- 180 --

zar su carrera para ser útiles á la religión, y como de-


ben consu1narla: nita decessit jucenJbns rnenwriarn mortis
suw ad e¿eeniplwn uirtutis retinr¡uens. Enscüó á toda su
naci,·m, como deben hacerse útiles á su patria, y hasta
donde deben sacrificarse en su servicio: rite clecessit uni-
rersw genti menwriam nwrtis suw ad exemplum virtutis
relinquens. Estos son, seüores, los dos polos sobre que se
sostiene el mundo religioso y político de c1ue nos ha dado
1~jemplo nuestro amable difunto y los dos puntos á r¡ue
precisamente con vid o vuestr·c-1 atención.

PUNTO Plff\IEl-W

Qué importa <1ue el hombee nazca supei·im-- á la mate-


ria, si toma empeit0 en en vol v0r su alma en el fango de
1¡ue fu<:~ formado, y lejos de dirigir los vuelos del espíritu
al senu de donde salió, se encneva hacia la tierra buscan-
do en ella el privilegio de ser desgeaciado. Aletargado
en 1-1} senn de la corrupcit'm, arrastt)a hasta el sepulcro el
oprobio y el oh·ido. Loza, '1ne cubres las cenizas del re-
Yt'r·en<lo Rodrjguez, en tí dr~he grabarse esta inscripción:
hir- jrtcet, a<1uí está sepultado un nuevo David separado
de los pecadores como se snpar·a 1a g1·osur·a de la carne,
y_uasi adeps se¡wratw.; <f carne, '{lle desde la juventud de
todo corazón a1n{• al que formó, fJU.i á juventute sua ....
rUle.rit Dellln, qw· f ecil illuni. Las facultades flel alma
se anticiparon en él rápidamente ú. las 'lel cuerpo, y no
dieigi<~) á las pasiones, rJl.W grutien rnuy ele mailana el ojo
del espí1·itu, sino para des1;ntraüar en ni las aquellas se-
millas de virtud que. envuulven en su seno; y así es que
de la Íl)a y Ja fogosidad formó ª'fl1el celo de fuego con que
se '1puso en su 1nayo1· ecLul á los enemigos de la cruz y
<le la iglesia~ de las entrailas del temor arrancó aquella
p1·udencia, que ],~ fuó compafíc~ra on las circunstancias
1nás críticas~ sobre la pasi,\11 del amn1· cimentó el edificio

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de la justicia y libeec.tlidad, quu le fueeon amigas~ Si llíJ


puede afirmarse, que la vil'tud nació con d desde el Yien-
tre de su madre, á lo munos es vel·dad 'lue la c1¡,·, incee-
mentos admirables.
Á la sombra de u nos padees 'l tw igu01·a ron otras i·1:-gla~
para amoldar un corazón en inasa, '-f Ue las que clictú el
espíritu de verdad en los libr-os santus de la Sabiduría .\·
Eclesiástico, y que desprecic.t nuesteo desgraciado siglo,
luego, el jóven Cc-1yet<:u10 sacri fic,'> á Dios el p1·i mn-
génito de su eorazi'rn y 1.h~ su untendiiniento, y li-:> ofr1)ci1'1
las primicias de su s<~r. L.a frunilia del Ce11tu1·it'111 C1H'-
nelio 11'> se desvió dei <leJJer, pot,quu él era ruligi<>SO y
temeroso de Dios rell[¡fosus u~ tim,en::> Deuni cwn omni do-
ma sua; y la cr·istiana educaciún y ejemplo de los padres
de este jóven no los pusie1·on en la tt·iste precisi1'.m de
arrancar las malas yerbas, 'l ue ú cüda paso beota el te--
rreno no bien cultivado. ¡)lay ap1')stol más pe1·sun.si YU
que el ejem plo ? El C:u·bo l tierno en ti erra 1> ien abnna1-ltl
4

puede producir frutos ama1,gus'·~ Entendedme, pach·es de


familia: yo vuelvo á mi asunto.
En aquella edad en <.1uu ol coraz9n ,1._~1 j1~>ve11 es uu
azogue que no puede fijars1-~, y es capaz de Y8111lee pur uu
confite su primogunitut'a, ya pen1~t1·n, Rodríguez el ~nntua­
rio del Infinito y dul Eterno~ h ny1j de las con Yersaciones
que corrompen, de las di ve.rsiow~s '1 ue distraen La asis-
tencia al templo y ejercicios du piedad, son la diversión
que dilata su espíritu ¡Con qué ardor fomenta la devo-
ción á Jesús y ~VI<:tría! Cu1t su~ nombres d u leí si rnos e 11
los labios comenzó la vida, y con ellos la terminó peo-
nunciándolos su lengua kt'huciente hasta el último sus-
piro. Y el gran patriarc<"t San .fosé, i,'-l ué l uga1· ocupó ell
su corazónY Cada momento uia su voz: ite ad .foseph, y
lo implora con tal tesón, que jamás tir<J rasgo alguno su
pluma sin este lema Jesú::;, Jfrtria // JosrJ. Se empeüa en
ganarle partidarios, y como el más tie1·no toma á su car-

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18;¿

go los solemnes cultos, con qtu-~ se celebra en nuestro


templo de Buenos Aires la fiesta de su patrocinio. Á pro·
porción que crece este nueYo David, se inanifiesta superior
ú su edad, y más robusto en los caminos luminosos de
la virtud. David pro_fieiscens, et seipso robustior.
Qué pronósticos no formaría sobre ól, el genio atildador
y sobre su alma buena, su corazón del cielo, su progreso
en las ciencias, su prudencia, qué fácil no le parecería
responderá esta pregunta: ¿1/¡uién piensas, será este jó-
YenG? Y quién se persuadida íJUe pensaba en ser fraileG?
Pero así fué: á los tlieciseis aúos do su edad se abrió á
sus ojos el libro de los eternos destinos, y se vió en él
llamado por su nombre al claustro aún antes de nacer; y
sin escuchar la car·ne ni la sangre, vist.e el sayal del Se.-
rafin de A.sis. Samuel, Samuel descansa en la casa de
Dios, que él sabrá hablarte al corazón.
JúY8l1üS, á r1uienes he peopuesto f>Ol' lnOUelo al virtUOSO
Rodriguez, no penseis r1uo es mi ánimo persuadiros, que
es de necesidad al.1razar la pr nfesión rol igiosa: en la casa
de Dios hay muchas mansiones, y ht virtud se hace acce-
sible en todos los estados á quien la busca, Quiero ha-
ceros entender, <1ue no debeis creer á aquellos que miran
al claustro corno una región obscura de que debe huirse.
Su exterior, en verdad, es una nube opaca nides nubem
nebuloswn, por usar del si mi 1 del padre San Agustín, sed ·
habel intus neseio quid latens. Penetrad su interior, y
tropezareü~ á cada paso con Buenaventuras, que han ilus-
rrado las universidades; con Ci~~meros, que han goberna-
do con fina política los imperios_; con Lorenzo de Brin-
dis, que han desempeiíado legacias interesantes á los re·
yes; con Capistranos que se han presentado al frente de
los ejércitos; con Ganganelis, que han adrnirado con su
política; con .... ¡Ah! Sucumbirán bajo el peso de rique-
zas, que encierra esta n1ina cubierta de tierra y pe-
drusco.

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ISTÓRICO
CION L
l9Y poi· qué se e x p l i can con (-~ x pres i o rn ·s t ü n d u gr ad a u -
tes á la vida mon~tstica? Si me lo preguntni~ á mí, dit'l\
que es seguida de los vanos pensamientos de ci(~r·to:-) ato-
londrados, que solo adtniean necia1nente los ineon~ürn­
tes fantasmas, sobre 'l ue i~ueda la máq uilla dt:d siglo, ~·
des¡wecian como obscuros, los asilos en q ne 110 tienen
acogida los vicios, que el mundo llama nobles. Pe1·0 si
lo preguntárais al hmnlH·e sensato <1ue lloramos, us res-
pondería lo que dejó escrito en las juiciosas uotas, cun
que explanó la liga rle fo teología moderna eo11 la jl!o~u·
fia: os diría que esas zumbas, t:•sos libelos faiw1sos, esos
arbitrios ya alicientes, ya despóticos, con <¡U<~ se pie11sa
{lespoblar el clausteo, es uno do Jus medios que acnnse-
jan los incrédulos para acabar con lü religi,!m catúl1ca~
porque han leído en su apóstol Voltaire, ((que ::;i se llega
« á disminuir el númel'o de los frailes, y sobre tuclo de los
«órdenes mendicantes, el pueblo se irá resfrinwlo. ~,,
((tiene duda, que si se llegan á destruir esos nsi1os del
<< fanatismo, en p o e o ti e m p o e l p u e b l o ven el r á á se 1· i n d i-

(( ferente y tibio ace1·ca du los objetos que vener<.1. ))


Si esto es así, ¡geau Dios! ¡!)Te olvidareis ¡.iar·a siem-
pre de tu religión santa? ;,Pe1·mitireis, si_' del1iliten l(ls
brazos que las sostienen"~ Acuérdate de tus lllisericq1·-
<lias por los méritos de los santos fundadores de las ca-
sas religiosas, y l lHna t~n su:-; hijos tus prou1c·sas. In-
funde un doble espíritu sob1·u lus que aún apuran 011 el
claustro el cal iz del oprobio pani q Ut' miren como saetas
de niño las <1tw dispar·a la Hlo~ofía. Excitad pensamien-
tos de arrepentirnientn en esos hijos de Efrun que han
vuelto las espaldas en el t ie111po de la lucha ó ú lo m(~­
nos levanta. un Aquilon recio, que no per·rnita llegfü· a
nosotros los vapoi·es corrompidos del Sud. No dP-ses¡k-
ro; advierto, que esos Balaanes Yendidos al suel<lo y ú
la adulación, cuando juzgan ú nuestro difunto. criado eu
-el claustro, desdl~ u na 1:.dc.td que llaman rnrna tur::l, com > 1

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- 184

acreedor á la memoria pública, exclaman sin advertirlo:


¡que hermosas son tus tiendas, Jacob! ¡Que admirables
tus moradas, Israel 1
En ellas dejé al nuevo colono del Orden de S. Fran-
cisco; y allí vuelvo á encontrarle; ¿pero como(Ít Como un
religioso de años, que ha hecho cmno un vestido de las
santas reglas del instituto que abrazó. Se desvive por
ser hijo formado en el molde de su santo fundador, y
como el cazador, que no perdona fatigas por descubrir
el rastro de la pieza que le interesa tomará tiro, se ar-
rostra á lo más espinoso, que podía conducirlo al lleno de
sus deseos. Se empapó en aquel libro divino, que dió
el Doctor seráfico para educación del claustro, y si se
hubiera perdido se encontraría en la conducta de este
joven religioso. Ancianos de Israel, que honrais las
ruinas de este templo, aunque sin esperanza de que por·
ahora se reedífiq ue, venid á ser testigos de su primera
gloria! Ello es que se hizo acreedor á acercarse al altar,
y que un pontífice digno de serlo derrame sobre él la
unción sagrada anticipado el tiempo que estableció la
iglesia.
Desde este punto se descorre el velo á nuevos ejemplos
edificantes; los que no sois llamados al Santuario, apren-
ded á lo rnenos á santificar vuestro destino. ¿,Y en qué
función del sacerdocio no se descubre en el reverendo
Rodriguez aquel sacerdote fiel, que siempre obraría con-
forme á los desi5nios del corazón de Dios, y viviría con-
tinuamente en la presencia de su ungido? Suscitabo mihi
sacerdotem fidelem, qui juxta cor meum Jaciet ... et am-
bulabit coram Chrísto meo cunctis diebus.
Lleno de aquel espíritu de fuerza y de amor, que Dios 1
según S. Pablo, derraina en sus ministros, jamas dijo
basta, al celo que lo animaba por la conversión del pe-
cador, ni perdonó trabajo para curar sus llagas. Confe-
sonario diario y tesonero, á pesar de sus dolencias y

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- 185

ocupaciones continuas. Lejos de interesarse en la salud


de un sólo enfermo como el ángel de la piscina de J eru -
salen, es todo para todos, sin distinción de condición. Para
los jóvenes es Rafael, que conoejendo perfectamente las
entradas y salidas de un país, por donde seria peligroso
viajar solos, es guía fiel. Para el angola rudo, es ~loisés,
que habiendo aprendido del Señor en el momento en lo
que debe imponer al ignorante, le explica la ley y sus
artículos. ¿ Y quién se levantó desconsolado de sus
9

pies~ ¿ Para quién no fué ángel de luz, que desterró los


9

nubarrones de una, conciencia tenebrosaG? ¿?Cuántos pró-


digos separados de la casa de su padre no vol vieron á
ella publicando su pecadoGt Era gemelo de su celo el arte
de cortar el desórden en su raiz, y como la arca en medio
del Jordan, sabía hacer subir las aguas contra la corrien-
te sin dejarse arrebatar de ellas ¡,Y no es también que
supo dividir estas aguas para que pasase á pié enjuto el
pueblo de elección, <-iue condujo á la tierra prometida con
menos sinsabores que lVIoisés al pueblo hebreoG(
Así llarno yo á las almas religiosas do Santa Catalina
y Santa Clara, de quienes fué director por veinte aüos
in labor'e, in nigiliis, in fwne, et siti, et frir¡ore, et nudi-
tate. Para este <lesernpeito tuvo que caminar más de
media legua que dista la casa de Ejercicios, donde lo
llamó su ministerio, al monasterio de Santa Catalina,
in labore; tuvo que privarse del sueño por faltarle el tien1 ·
po para el desempeño. in m[Jiliis; le fué necesario muchas
veces aun pl'ivarse del alimento, por que pasaba la hora
en que se ministra al religioso, infame; le ocasionó ar-
diente sed y fatigas censiderables á su pecho oprimido,
in siti; sufrió los i·igores del invierno in frigore, y tuvo
que atravesar lodo y agua con los pies desnudos 1nientras
se lo permitieron sus dolencias, in nuditate. Pero todo
es nada para este Jacob, que solo piensa en Raquel, en
la hermosa caridad á fin de presentar á Jesucristo espíri-

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-- 18G -

tus, ::.111 an·ugas y sin manchas. Esas YÍ1)ge11es eonsa-


gradas al SeCw1l levantail e11 s~1 ilctiro sus pu1las manos al
Cielo ofreciendo poe su alma una inocellcia consc1·Yada
por- su dirección.
Este e j ere i e i o san to es Ia d u l z u i <-t d e s u es p í r i tu , y e~ n
l

el (p1c..\ se t~mplea con el luunbre insüeiablt~, coll '!lle ,~1


jurneuto atado al palo se tira sobre L.t paja: cwnpLacicla
rmiJ(ll sedulitcde, internaque e. .mrte ; y cuando la w~cesi­
dad 1e o b 1i ga. á in te1Tum pi 1· sus fu nciorn:.~s, u l q uc\ b usen
al r·1:·yer<·1Hlo Hod1·iguez es necesario, que pregunte:
¡. do 11 de ha 11 a i •é n l s ú b i o in s t nli do en 1ns 1abe r i n tos de 1
es ¡ ü· i t u "~ l.:. Utú es t l /te ra tus !
1 i~ E l q u eua e 1 j u s to pe su
ú las palabras du la k·y? ¿ C1Ji le[Jis vef'IJCt ¡JOnderans !
;., E 1 rn aes t ro de 1os 'l u e en t nt 11 <~ n 1a e<ll Te ea de 1a v i r· t: u d ~~
¡ Cbi IJoctor par'vttlorwnr No sefiol'es: le hallaeú11 ó con
la pluma en la mano esci·ibiendo 11ove11as, pnerna~, vel'-
sos d1 Y<)tos, en que Jo empPf1an los hijos de su e~píeitu,
1

con •·:specinlidad d1 la Snntisiina Virg<·~n. <1ue 1~s de crleei·,


1

l e e 11 1n p1i '' ~l 1a h o r· a d 1, Ll 1n u e t~te ln.s p r· o me :S ns d e1


>

Ee1e~ i ú s tic o, q u e se po 11 en e 11 boca u':\ esta rn ad 1·e ag 1·a-


d e cid a: fjllÍ elucr'rl(oit rne nitr:un f Pfr1'nwn lu:r.JJelHud.
Le lrn l lc:u·á l'<~cogi en dn la,s l~tgri mas de un ciudad a.no,
<1ne ri,_~hajo de una brillante extef'ioriuad oculta una pr-o-
f'uncla miseeia, lo hace confidente de ~u v1~1·güenza ú
nn de que le solicite una limosna,·, respondiendo ú los
1¡ue lc hacen árbitro de sus inte1·es1~~::;, y esperaban la
1

dee1sión de su boca cnn satisf<1cción ~ po1'lr¡ ue siurnpPc'


hallaron fiel á est8 Viflen te d1~ B111rnos A i ees como al
(>tr-o de Israel : co11nitus est in nerhis suis fl.delis. Le
ha 11 ar ú re e i hiendo en sus man os el es p í r i t n d (~ a 1g ú n
ngonizante. .Jamás st• neg<'1 á sus llamados, ni se apart/1
de su lecho hasta limpiar sus conciencias y arreglar sus
neg<"1cios. «¡Ah! solía decir: ¡que cuenta nos espera
<1 en no sacrificarnos á la asistencia <le los enfermos!
<1 ¡ Cuantas veces una amorosa reconvención sac<:t lági·i-

usooi
ISTÓRICO
CION L
·' iuas de.! dulo1· de ],,s mis1111JS ()jns, a <1uic111:s lü ti;t~¡,·m
11 iwbía 11Dcliu de1·1«tlllDl' lú~. .·.:i-irnas
.(
<l1~li11cue11i1.~s ~ I.1) digl)
'
:( p1H' •_·x.p1.·1·i1~lll'i<l: ''-''JWl,iJJU.'Jtlo dirhe:·. La linlln1·ú < 1
:\-

¡111ni1..>11d1.1 <.l lu.s ojus de los rn~cadOl't~S, la ltiStl)l'Íll de lt.l


r:l'dZ, corno S. Est1:.1Y<Hl ú lu~ judí"s ht del pueblo li1 . 1 b1···~ 1 >
~iti 11ue hul>i1·se '-Juien plulies1_. rt~sistir- ú la ~al1idu1·ia y
f1.1e1·za 1.h~ ~!! palnb1·a: 1w1t pofrrwd 1·e8i~·dere SlljJÍe11lifJ',
et s¡Ji1·itui r¡ui lur¡uel)({tur. ( 'nuw eelosu t'1·isto d1~l ;--.;,_ úo1· 1

~,_. 1:plt:S11 eon f1·1·11tP r,1hnsta c't <JUU 110 se rnultiplicase11


!·_J ~ 1d u lo~ d 1.' I ~ i ·a e 1. S 11 ~ pa !<l Ji i ·n ~ fu (· 1·o n tr· u e n 1) s , q u 1~
k1 :in11 remlilüt' Ji-,~ 111111·0~ ülíaneeos 1k~ Ti1·0. Dignnlu los
1

;¡llU l1.• U_\'8l'Oll, <Jllt~ _YI) !J<l~() «t ~1·gui1·l1~ f~ll ot1·0 t1_}Htl'I) d()n-

d 1.• 1H · i 11 1'1 e" t 111 1a a tt ro r· ~ l u l ~a 1i t• d e e ¡ i u· 1:.~ 1ns 11 u l 11:.· ~ • E 1


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¡ ·e· '· •· r· t:! 11 d ' 1 ( 'a y d rn 1, e a i · µ· / 1 ~' il >l, 1! s u s 11 o rn 1Jl · (1 s poi· e i n e o


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~¡ 1 ·111 •[tt1~ S•· p1·1rn1111ein l1r1~\·1~, i~ p1_~r·11 'Jll'·, i'u11<k1 d1-• t1·ahajo
110 1 :11ci1_~1·1·a ( Cord\~~nnar·io, pl~ltieas 1_•:-;pir·itnald~· d11S ve~-
.
/-,'. l ,-, ' , ''' ·:' .•
. •• -

. .
nes, 1_1u1~. ~uc1~d•}ll 111ul~ 11u·a:-; y l-'~Tn s111 mreri'llllll''L' su
a
dit•eeci/111 <:l L1~ tllf.lltj¿l:~. ni c't h..; hij;1~ d·~ ~u _·:-;11í1·iui: .Y 1101

ohst<wte qtw p1>día d•_•,·i1· c11rn1> J1il1: ¡, acasl) 1ui cü1·11e 1·:-;
de h1·ünce ·~ .Jamú~ ~1·'.- 11· a.d\"ir·ti1'1 1~llfüdu: ~i1:.·llq11·1_• nfald(~,
¡nsinuante, ¡i1·u11tc1, pie, ttP_u1n y ujo de t11d11s l<1s <11i1.~ re-
c u r ria ll á 1.·· l. E l d e~ e r1 d 1.:.-. g n 11 ai · n l 111 fl s e 1· n u n ¡H · 1~c.: i os o
rocí11, <1uc <~ndulzalia st1 t1·ahaj1> y los frutos d1~ l'Cllit1~11cia,
qtW acopial.1a l:'ll Sl.l~ ~·1·an1:1·"~ t:!S c•l bocado ÍllYÍsibJ1~ '[Ue
los fortaiece. P1:i1·n 1_•1 ltolltl1r1:.~ es ltn1ul11•1:_1, v el eu1ni11ul)
trabajo },._. cau~ó una ,_•nf,J1·;•wd:HL 1¡ue lo eYapc1r·1·1 ú fue1·-
za de cornnnic·;.u·~<j, co1no ,_.¡ :~t1~tYe }J1'l'f11ine, qu( 1.~11 los 1

días clel esti<1 1íxhal<"t Sil 111_•111'.·fie:t fr·agancin. P11n1_· (in-


tredicho al púlpito ~ill <lej:u· dt:~ s1~r útil ú sus }H'1\jimos en
cuanto le pu1·rniten ln~ fu1:"1·zns. Aún 1~n su última 1•11-
fermedad oy,·) poi· h11ra y iu1·di(1 a uno <¡u1~' temía aea-
ba se sin de e i d i i • e n 11"> :-:. i n t 1) i ·e~ e~ s d e su a l rn a .
Lüs que huseais 1'1 mndu du ltallne en Dios la felicidad,

ISTÓRICO
CION L
usooi
- 188 -

demasiados ejémplos os ha dejado el reverendo Rodri-


guez en sus virtudes cristianas : de vuestro interés es
adoptarlos: vita decessit ..• . juvenibus memoriam mortis
suw ad exemplwn oirtutis reliaquens. Yo paso á enca-
rlenar en su elógio fúnebre las cualidades que admira el
siglo, con las q uc alaba la religión, y á mostrarle un
hombre nacido para el Estado, y q ne enseñó á su nación
cómo deben formarse útiles á la patria y hasta dónde de-
ben sacrificarse en su servicio: vita decessit unioersre gen-
ti meniorian mortis suce ad exemplum nirtutis relinquen8.
Entro al
PUNTO SEGUNDO

i~Y cómo es que voy á buscar en el siglo, las flores


<1ue deben esparcirse sobre el sepulcro de un religioso
llamado al claustro, y de un sacerdote contrai<lo á las
funciones del altar G? i~ Y qué hay en esto 6? ¿Las virtudes
políticas están refíidas con las religiosas, ni el sacerdocio
6
con los deberes del ciudad ano ? Sainuel, centinela del
templo, era á un nlisrno tie1npo intérprete de los derechos
de su nación y de la voluntad del Señor para con su
pueblo. Pensar de otro inodo es calificarnos de autóma-
tas, sin alma para advertir que el ainor á la patria está
grabado en la substancia misma del ahna por la mano
que nos dá el sér: sin oídos para escuchar el grito de
aquella ley el interes de la patria, que como dice Barthele-
mí,dá voces en el silencio mi3mo de las leyes. No hay tribu,
ni lengua; no hay profesión, sea religiosa, sea de los
<1ue viven en el siglo; no hay ministerio, sea de la espada
ó del caliz, en que el hombre sin cometer un cl'Ímen de
lesa patria pueda faltar al solemne e1npeño que contrajo
de vivir y morir por su nación; y este tributo de fideli-
dad le es aún más santo, que el de respeto y an1or que
la naturaleza clan1a en favor de los autores de su exis-
tencia.

usooi
ISTÓRICO
CION L
18U --

¡Oh patr-in.! ¡Uh nación! ¡Con 'l tu:) fuegu iuttunast1)


el espíritu del súbio americano Rodriguez~ ¡(Jue irnpre-
~iones tan vi vas hizo ·~ste noble objL\to en es tu c<wnz,)11
l>ien dispuesto~ ¡<\tanto apurú sus talentos pat·a si~:·r)e
útil! ¡Co11 cuánto anlol' fomente) sus intereses, y euúntas
convulsiones no sufri,) su corazón en sus desg1·e:1c.ic..ls'.
Aüadid a] epitafio de su sepulcro: lúe jrteet, aquí estú
sepultado el que con sus virtudes patl'ias cuidú de sn
11aci">n, y alcanú) gloria dando á su puublo lecciones de
un buen ciudadano: fjlli eurarit 9enter1i suwn..... . fjlÚ
orfrptus est glorium in eont,ersatione gentis.
;,~ecesito acaso p¿tt'<t acr·editar estn, verdad conducir-
me al clanst1·0 para vel'le i·odea<lo de religiosos jóve.
rws, ú qui1.~nes estimula á romper el velo que una polí-
tica rastrera había tendido sobre los graneles üdentos
de .Amé rica'{ ¡, L la rn ar ú ex á ru en ú aq u e 11 os gen i u s su -
p 1 ~rinres, ú '-1 u ienes abrió la puertas de 1a l i brerú1 ele
su e o n ven t <.,, par a «1u·~ pu di es 1:· n e eh ar man o d 1• e u antas
ob1·as nucesita~en pai.. a su inst1·ucci<'1ll, y nún contribu-
yen do en gt·an parte ;·1 prup1 H'CÍ< mal' les u na cai· ile1la lwn-
f'c)S<l6? Doctor \Ia1·iano \Io1·enu! ¡<1ue c..tmerien11u~ ;'Jll<~
t ~ ll ten d i 111 i en to tan e 11i11 p t' •:.:' 11 d ,_. d 11 i · ~ no c t <1 t' \ Ia 1· i a n, , ~ Io-
r· en o, no w~c1~sito in<1niet.a1· el sueüu 1::~n que d111:~rmes: la
diestt·a pi urna 'J ue histot·i<'> tus hechos hace (~Sta c111Lfesión
con un t1·ibuto de gr·atirud y ct.unplimi<~nto dubidu ú los
t a 11:rn tus d d r < _. v, _, r· (~ n d' 1 l{ n d i · i ó t w z . Yo d i i •é ln 'l u 1~ b 1•
v i ~to , o i d n y p a 1pad n e un m i s rn a n 0 s. Cien v 1~ e es l6 o 1
de e i r , a ú n «• 11 u 11 l i 1: 11 qJ n 1 • 11 'l u 1:~ u i ·a u n e i · i me n ~o l o •·' l
l'ensarlo: Hj'JLW hayamo~ nacido 1_•n un suelo en que el
,, genio o¡wiinidd pierde su Yig111·~ ¡que han de <¡u1•r1_•r etn-
>> 1H·utece1·110s los de~ ult1·ainni·~ Los <lrnuricanos son cul-
» pables: nos aguYiamo~~ haju el yugo espafiul, cuando
)) tiempo ha se~ nos Yienc <.t las manos d sncudil'lo. Pe-·
~' 1·0 es necesai·i o t1·ahnj a1· i 1u strarnos (! i l u st1·ar la ju-
,, \" t rn l ll d : l lO S Ó <l ll t) rn' e~ <:l. g i OS a c1 V i e r t U d l' ] i )1P l' t [l d , y «~ S

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 1UO -

» necesario forrnar hombros». ¡?Penetra is el fondo de es-


te lenguage~ ¿9 Se produce asi un patriota egoísta <) le-
targado,,t ~o por cierto: son sentin1ientos de t;n ojo pe-
netrador, que previene á su nación, '1 Lle un gobernante
instruido es un Dios peq ueün, qui~ sabe dirij ir con pru-
dencia, y que un patrio ta i g :1 oran te ó i m bu i do en in ú xi -
mas perniciosas es la polilla de un estado.
Su patriotismo le estimuló en la carrera de las letras
en que viajó con el feliz suceso <p1e parecf~, pintó de an-
temano el libro de la Sabidnría. Vosot1·os Je habeis
visto hacerse respetar en los p1.ilpitos ele los ancianos
como orador de inérito: p1,,opter hanc habeo honoreni opud
seniores. Y pudo ser asi sin c~wrd r el espacioso campo
de la filosofía, ética, historia . retúrica y exposicionAs <le
los padrest
Vosotros habeis admirado su tino en el delicado ca-
rácter de director de almas, y la peneti·aci<'m de sus jui-
cios, acutus ira1 en!'.ctr in judicw. (~Y pudo suceder esto
sin instrucción en la inoral cristianü, en los ápices más
sublimes de la teología mística, en lo que el hombre de-
be á Dios, á si inismo, y á la sociedad"t Vosotros le ha-
beis visto insteuyendo, la juventud en la filosofía, teolo-
gía y escritura en la universidad de Córdoba, y en el
convento grande de Buenos Aíres con aprobación de los
sabios que componen estos cuerpos respetables: in cons-
pectu potentiwn culniiNtbilis .er,o. ¡~Y pudo suceder esto
sin la vasta noción ele una filosofía juiciosa, de la Sa-
grada Escritura y sus sentidos, de las sentencias de los
padres, do la tradición ele los decretos de los concilios''?
Vosotros le habeis visto producirse como un poeta digno
de ser introducido en el Parnaso é inmortalizarse por
los encantos de su elocuencia y amenidad de sus p1)0-
d~cciones: p1,,opter ha.ne habe/Jo inmorwlitatem. ¿Y pudo
9

serlo sin haber permitido á su imaginación con10 per-


derse en los can1pos Elíseos, presentarse en el teatro de

usooi
ISTÓRICO
CION L
101

!os Dioses, conversar con Jas musas, y para descubrir


la verdadera y sublime poesía empaparse en i\1oyses y
David, cuya elevación echa á rodar todos los poetas del
universo ? Vosotros le habeis visto miembro del congra-
6

so nacional en Tucumán llevando el redactor de Jas se-


~iones con política, que le adquirió nombre en los pue-
blos: propter lwnc habeo claritatem ad turbas. ¿9 Y pudo
<lesempefiarse con tino sin _. basta. Pu<lo decir el re-
verendo Rodeiguez: busqué abiertamente la sabiduría,
qzu~esivi sapientiwn palam y floreció en mi como la uva
te1nprana, et jloruit tanquarn JH,ecox uva. :Mucha. sabi-
duría hallé en mí mismo, multam inceni in meipso sa-
pientwm y pues la he adquirido en utilidad de mis
connacionales, acercaos á mí los que sois ignorantes, y os
instruiré: appropinq_uate cal rne indocti.
Belgt·anos, Gorritis, Perez, l\Ie<lranos, Eguias, Balclo-
vinos~ Colinas, Palacio::,, Bárcenas, 01 mos ...... se cansa
mi mem01·ia, sin nombr·ae á los Peredas, Vi llegas, Cam ·
panas, Pereieas .... vosotros tuvisteis la fortuna de escu-
char la voz de este sábio educado en eJ claustro, y em-
paparos en la inteligencia, y doctrina que derramaba co-
mo sus a O0 ·uas el Phison y el Ti vuris en los días de Jos
frutos nuevos: y para dar crédito á sus 1uces las derra-
mais vosotros con la abundancia que el Gehon en el día
de la vendimia, ya como diestros pastores, ya C(lmo le-
trados de pulso, ya como ministros de culto, ya como di-
putados de las naciones; ¿? y cuántos no ocupan las si-
llas en las iglesias cabezas ?
6

Vosotros le habeis conocido, y sin duda sentís conmi-


go, que no ha penetrado ni ja corteza de su ilustraci<.Hl
el que entra en el deseo, de que: Ojalá su genio libre de
la obscuridad de un claustro y de las pedanterias de la es-
cuela hubiese podido respirar un aire m,ás libre. Libre de
la obscuridad de un claustro! En ese Egipto, donde pal-
pan tinieblas los perseguidores de Israel, Israel ca-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 192

mina á luz del medio día, y de su centro han salido Moi-


·sés conductores del pueblo escogido; .Josués defenso-
res de sus derechos, Aarones, gue han explicado la ley
como se dió en el inonte. ¡Libre ele las pedanterias de la
escuela! Es verdad que tuvo la desgracia de que le hi-
ciese las entrañas un maestro que juraba en Aristóteles
¿?pero no es su inayor gloria haber debido á su genio,
distinguir la moneda falsa a~ la verdadera? Sus lecciones
se tiraron sobre aquellos inodelos qu~ no han caído en
las trampas que inventó el siglo XVIII. Detestó el ergotis-
mo, la teología sistemática, las cuestiones inútiles; la
filosufia natural, la tísica que rueda sobre la experien-
cia, y el dogma floreado con cuestiones adiaforas es lo
'lue enseña. Sino es que se quiera arrancar al sacer-
dote de las aras para que se adiestre en p,) arte de ma-
nejar la espada, de abrir fosos, de gobernar una nave,
¿?que más pudo adelantar el reverendo Rodríguez en ese
aire libr ei! Decidlo lenguas semejantes á la del tigre que
1

aún cuando halaga lastima, y que habeis confesado, que


en las c¿encias ser1~as se jormó una educacidn que excedió
en 1íHlcho á la nieclida eomún.
Pero yo lo entiendo; se hubieea instruido en las cartas
judaicas del lVIarqués de Argens, en el Emilio clf~ Rous-
seau, en el Espíritu de Helvecio, en las poesias de Vol-
taire, en los escritos de esos perpetuos declai11adores
contra el estado monástico y contra la iglesia, Howes
Espinosa, Tolando, y otras cínicos de este jaez. Se hu-
biera instruido en el arte de horadar los cimientos de la
iglesia con pretexto de reformarla, de llamar a cuestión
la autoridad de la cabeza visible de la iglesia, de alte-
rar su disciplina y eludir sus decretos. Se hubiera ins-
truido en esos libros corron1pidos, que enseiían que la
religión católica es invención de príncipes para tener su-
getos á los pueblos; que e] derecho consiste en la fu.erza;
que la ley del pudor· de las mujeres es una opinión; que

usooi
ISTÓRICO
CION L
193 -

... ¡ jur·amento es una voz qu0 nada significa; y que el al-


rn a es pi t-¡ a con el cuerpo. Se h u b i era in s tr u id o en el mu -
n1~jo de q uob1lantar púb li carnente bajo el [H)etexto de una
!iberta<1 de imprenta mal entendida y desconocida á las
11nciones cultas los preceptos de la ley de Dios; ;?que di-
~o ley rle Dios ? Los preceptos de Ja ley natural, que orde-
6

nan nn propalar l<JS defectns de sus hermanos, y con más


l'<tZ1'.1n 110 levantar ftlntasrnas para desacreditai· ú los. ini-
11 is r ros <le i cu 1to .

Pe1·0 aún c·n esta ciencia fl iabóli ca se instruyó el i·e-


,., _ ·r·endo ltodríguez, pero pa1·a detestarla y hacer ver á
!os fü:des 'i 11e es una hoz más co1·tadora (1 ue aquella de
!
1ne si: habla i:m el apocalipsis. La ciencia del reve1·endo
Rod:·ign0z fnc~ de un ver·dadero patl'iota, que conoce
(pk sin Jn r·eligión revelada los in1pe1·ios se levantan sobre
arena y qne la espe1lanza de los filósofos, que se hincan
~.rnt1:' 1(1 c1·iada y desprecian la sefiora, será como las
¡1njns 'Ill'~ Jleva el viento, y como Ja espuma <ftle espar-
:.··-~ la ti~mpestad. Cienci«t de.\ un patl'iota, '1ue 110 e<¡ui-
,·uc<1. la licencia con la lilw1·tad, 11i Ja libertad política cun
1:1 libertad a11ticr·istiana; y qw~ sabe ~<.lCt·ificai·su á la pa.-
rr·ia sin l't)ofan<:Lr la relip;iún.
Y as í es q u e e l l' e Y e e e ll do H o d i · íg u e z q u e f LH:~ , p o e d e -
eir·I.-.) a~í~ l:t oficina c.londe su ti1·31-.011 los plant~s de nues-
ITü lili1•eta<l política, y <1ue nntes de leYantar altal' á esrn
deida<l ya. esparcía flores de su genio poético ante sus aras.
·~I 1·1·Yer·1-·ndo Rodr·íguez, 'lue al prime!' grito de nuestr(l
si~t1~ma ininistrú pábulo a.l fw~go santo, que comenzaba ú
ai·1lt:.~1· en el curaz<)n de los ame1·icanos por un manifiesto
~oh1·u lüs vejacinnes q uc había recibido la América; t-:-l
r•~\·i::.1)e11do R1)dr·íg11ez, 'f LW apenas elevado en jefe y pre-
ciadu de su iwoYincia, expide letras circulares á sus súb-
ditos exhortándolos á no pe1·turbar el orden público, y
'Jllt:~ ú, pesae ele su alma pacífica se exalta contra lc,s qui•
-~ i 11 lw l t den e i a m u i •m u raba n d e 1 si s terna patrio hasta e l

13

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 19-J

ex.tremo de quebrar las tablas <le la Ley; el reverendo


Rodríguez, que deja ver en su sen1bla n te la alegría en
su propia figura, al oir á la ju ventu<l cantae las produc-
ciones de su entusiasmo patrio al rededor <lt~ la famosa
pirámide levantada en la plaza de B~~ei1os Aires para eter-
na memoria de la lib1wt<H1 americana; el r-everen<lo Ro-
dríguez, q ne se negó á las balagüe1-HlS pt"omesas del 11 lmo.
Panes á fin <l~ l levarl 1~ consigo al P (tr·ügue:ty por~ no aban-
do na r á n na m ::td ro de '1 u ié n era b ác u 1o; '!u a n el o se .t ra -
ta de los i n ter es e::; <1 e l a p :1t i .. i 11 se se p M' a á d is ti l ne i a de
teescientas Jegtrns sin <pie ptu~cLtn deterrnrle sus lúgri-
1nas; el reverendo Rouríguez que al despedir·se un gtme-
1·al destinado á rnandar en jefo el ejéceito auxiliador del
Perú, le dice, lleno del entusiasmo de David: ceüid, seiior,
Lt espada coPtadora de la patl'ia; aeui¡¡or gladio tao po-
tentiss une; la e:Sptn•anza (l:~ prósperos SU CeSOS es Sl~g111·a;
prospere procede. Ya o:S tiempu que los esclavos del <lés-
potu del Perú caig'1.n e 11 ti ·~l'rü; populi sub te cawlent; el
filo d13 ht cueliillu. ~1ruo1·ici.tna no puede t~mb )tat .. Si~, trüs-
pasará el corazón ele los u . ~ tu·pado1 . es ch~ n tW'3 t1·u suelo;
~agit((> aeutrt> tn corda inimicorwn.
El reYerendo Rodríguez, es preciso d·~cirlo, el i•eyeren-
do Rodríguez acreedor á lugai-¡ muy distinguido en el
templo de la patria, adviccte que comi0nza á fraguarse un
misterio de inirp1idad ignominioso á una patria que ha
conservado en su seno la rel igic'rn con aprecio; 'l Lte se
eamina sobre las máximas de L1 Fcancia no en su juicio,
sino en el fren1~sí Je su escandalo3a revolución; que el
.Jcu1senisrno y falsa filosofía era lc1 cienciü de los que de-
bútn cimentar- la felicid;1J de la provincia en el santuario
d(• la religió11 de Jesuc1·isto, y corno aquel Amalecita
11ue se libró d~ la deecotn. de Saúl con pretexto <le com-
padece1·se. iban obscn1·ecien<lo el poder y magostad de
Ist'üel. ¡i\.lo1neuto ominoso para este americano de jui-
cio! ¡(Jue emociún no hacen en su corazón estas heridas

usooi
ISTÓRICO
CION L
195 -

1prn comienza ú recibir la patria! Lla1na sus ideas, y les


impone el p1·ecepto que Dios ú las aguas, /w.eu8q1w rienics,
et non proeedes wn¡Jlius; cue1n<l eu.1 t1•e:tspasae los térmi-
11os de u11 pat1·iotismo religioso.
Tdllll) enfta•1_•c1~1·.-:,1~ y pt•dfetiza1· C1):no Saúl si se aciwca

,·t los furores y exc1~s()s d1.~ los prnfectas clel siglo, y se


llama á 1·etiro. A<1 ui e:; donde se le obseeva exhalar sus-
piros de dolor·, J1~1·rümar su espü·itu y poclir á Dios <.iue
rnande calla1· á los vi1~ntu ...;, y '{lle dig<1 basta á la tempes-
tüd; 'f lle bote uel 1~wael :tmt·H'ICano esos José y Azarias,
'f Ue no están sefialaclos 1_i11 sus et1~1·nus consejos para sal-
Yarlo. ~·vicdita, pi0nsa, concluye, que el ver-dadero pa-
triota no ha nacido par·a sí solo, que le es un deber hace1·
entenclt~r los límites del amor á la patria. 'forna la pluma,
y da ú 1uz el Oficial de 1 Dia, ese porit')díco que cegó al
.Argos pa1·a ver~ su alnw eeli¡Nwda con ¡weoeupaeione,'-!, fjlle
hacen sentir mds que todo el z~njt z~jo del tiempo // del estado
del reverendo Cayetano, producciún de abogado de la
nueva ilustración, qne hace de juez y parte. Consulte á los
sensatos, y (¡·~ di1·ún <pie '-~S ¡nu·to de la$ ver·dader·as luces,
de 1<.t do et r i n ;.t san a, ' 11.11~ d e:~ e u I.> 1·e l as t r· ¿t in p as d e 1os 11 o -
vaclo1·es adoptadas ú la ~umbl'a d.~ la Patria. Le dirán
'lue ese pe1·iódico, <1111~ ocupa los escritorios ele lns sá-
bios, ha roto la, másca1·a ;\, lü hi p1H~t·esí a con q ne se ti nj en
i·efocma1· 1i.l igl usi a y el claus1To, y dl~S pojar á su madre
de todo lo quu cuntrihuyo al adorno de la hija del re~~, y
enervar las tr·opas au xi 1in.res <p1e entr'an en el cuerpo del
ejército dispuesto en batalll1 ú quion .Jesucristo sirve de
caudillo. Le clirún q1.w esi~ JH:H·ir')r_li,~'.) pone ú clara luz los
Yastos conocimientos de la teología, de Ja historia, d<~ los
cánones, el derecho público que poseía el reverendo Ro-
dríguez: le dirán <]UO él es una pauta que debe servir ú
todo escritor público pur su moderación, prudeneia y le·
nidad, con que supo sostener y defender la sana Joct1~i11a,
y sufrir los sarcasmos y dict<~rios de su contendor. Le

usooi
ISTÓRICO
CION L
dirán en fin, <1ue esu )H~ri<')dico transmitirá á las ge11e1la-
ciones futuras la memoria do est<~ sáhio americano, hon-
ra de todo el continente.
Pero al fin el coeaz<'•n dul r1we1·(~11<lo Rodríguez se inun-
da en amargura: sus entralias se derrama hasta la tie-
1' r a p r r1..: e o n í r it ion e jíl ir e ¡ 1 o¡u ti e me i m u ere v k ti m a d n 1as

1na 'P l i na e i o n es d (~ l o~ ti 1/)so fo s , el el i i g o r d (~ 1a ar b i tr a-


l

r i 1.~ dad, de los efectns d ul dopo ti smo, de la ignnmi n ia de


la pateia~ y por<1 ne no diré"~ :\Iue1·e corno ('I rn-irner IL1ú1·t.ir
de la libe1'tacl ruligi1•.:;a. ~Iuet·t~, pctlo nos deja el consuelo
'lue rnurió vita decessit ens1~C1ando á los j1'>venes c,·nno de-
bían comenzar- su carre1·a y consunutt'la para s1w útiles
á Ja. re 1igiún; y ú toda 1a nctei<'m cúmo de ben hace1·se
1'ttiles á su pateia, y hasta dónde deben sac1·iticü1·se en su
servicio: i,ita decess it non solum j uteni!Jus, sed ~~·t un iver-
sre genü menioriwo, nwrt/.-.; 8llft' rul e;1'e1nplwn ,,irtutis re-
/ iru¡ nens.
Discípulos, amigos, admiradores, lw1·11in.nos del 1¡evu-
r·en<.ln Rodríguc·z~ acer-can~ al sepu lcr<; donde yac(~ll su~
despojos: l(t misma inmediación d1~ una ceniza tan vene
rabie y tan que1·icL1, a1i:111~nta1·ú lit t1~t·n1u·a y el fervor de
Yuesn·os votos. H,otlee1uos t~11uhién 1wsot1·os los 'lile co-
nocemos, r¡ue la ju~t.icia <le J>ios ti1-~n1_~ la misma medida
'J ue su misericordia, esM 1úgnbr1~ aparato, expresión d(?I
dolol': ofrezcamos poP su ni rna nuestras oracioues u x pia-
dora$ d1~ las reli<fllÍas de la humar1a fragilidad, unamos
nuestr-as s1'1plicas ú ht snHgre del co1·dero, que acaba de
ofrecerse en su alivin. Ojalá que ella~ sell1)n su sepulcen
para que nos llegue ú t~i un el día dü la Venganz<l el an-
gel extermiuador, '>' sean un feliz paso de las tinieblas de
Egiplo, de aqnellos luga1·1-~s tenebrosos, donde acaban de
puriticae~e las almas de los fieles, :-'t la morada de la in-
mol'talidad. Así SEA.

usooi
ISTÓRICO
CION L
t)ItA.Ol()N FlJNf~Bl-tE
Pl~O:'\U~l~L\D.--\ EN L:\~ F.Xl·:1~Ul.\S DEL l'ANÓNIGO PHEBE~D.-\_

I>O DO:'\ .JO~ 1··: LEÓN p L.\ NCllÓ~, rd A 920 DE \f A -


EL

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. l>f·,' 1 :-)).)..... ;:>,
... J>Olt Fl{.\ Y lGNACIO GRELA.

f-.,'t, t.':ff1: r¡11.i1/,.m rÍf11 1.lc1.'.f.'88lf, 1W1t. .~IJ//t.'(

j111)1.'1~il,1u3 .o.;1.·d 11,,ice1·.-111; !ft'JtfÍ 1111:n111;'ÍH111

111tJ;·ti.-; .-;u11• ,,,¡ ,.,,.,•11111!1rnt ri1·tut1\ ,f,:1·1·-


1i1t1¡ 111•1t·'I •

.:\[ nri1} lle.i n.ntlo en la memorin de ~n muer-


te an ejempl1> 1le virtud, n•> :-lÚlo á ¡,,~
.k>venes, ~ino :í ti>fh In. nn.ción. LilJ. :.!,
de lo:-: ~Inca.he11:..:, ( rrp. fi, \' :n .
1

...\ s i e u lle l u y 1~ 1u 1 ~se 1· i t111 ·a s n ll t n


d 1.• u n a n e i a - 1 ·~ l 1~ l <> µ: i o
1111 y tlosputal)l1~ sac1~1.·dutu dH b:W<ll..~l, '1 lll~ p1·eti1·i,·, gu~rosn
1~l m01·ir, ú cunsu1·va1· su Yida urn.1·c<Hl<.t eon ln pro~titu-
1:.i1'111 y la infamia, 'l lll~ sie1np1·e fo1·rnar·o11 ul cürÚ<?-kL' ch~
1o::; e ne\ 1u i go s d 1~ 1 p 1tu b lo del S ~ ,-t< w, p 1· n v u e ad o á. e e 11 u n -
<

t~iar las cel'e1nu11ias 1le sn cnlto v alnuu.louai· stts leYe~ V ~

patrias pa1·a acon111dar·se ú las ele lüs n<lciones i ncircun-


c1~as. Ejec11tado c't si1uula1· su fo, para snlva1· una Yi--
da próxima ú i·u11di1·s<~ al puso de s11 ;tvanzada anciani-
dad; pero 'lite, a juicio du s11s bá1·hn1·0~ opl'esn1:cs, nú11
de b i ó ser le n 1 u y ama b 11~ ~ 1:d se 1•Hs 1ie ) n~ á pe i ·de r-1 a , a 11 tes
'lue mancillarla con una t1·a11sgresión n\rgonzusa, que de-
bía escandalizar· j ustame11te, nu s<')lo ú sus j(1venes e1J111-
patr-iotas sino ú todo id pueblo 1-~scogido. ~Iejor· es rno-
1· Í l'. 1 • X C }ama, U ll e 1 S 1 ~ n O d P 1el l '1 ~ 1j g i {)}} d d }) Í OS d 1~ f S •

ISTÓRICO
CION L
usooi
-- 1U~ --

rael, que conservar mi vida á cambio <lu una perfidia,


cuyo recuerdo solo obligarú á todas las generaciones <t
1·ei)etir á la posteridad, que E leazaro, a los 90 ailos de
edad, abjuró la religión santa de sus padres, para adop-
tar la grosera y rídícula creencia de los alienígenas.
¡Resolución magnánima! propia del 1ninistro de una re-
1igión divina, que <lespues de haber llenado en el curso
de su vida los deberes de su sacerdocio> aspira á dejar,
y deja á todos en su muerte el mejor modelo de virtud
que imitar: niemorian nwrtis «Hue ad exemplun virtutis
derel inq uens.
Iglesia santa! Nó: no fué reservado á la sinagoga el
privilegio exclusivo de contar (~ntru sus ministros, celo
sos defensores <le su creencia y culto que sellasen euu
su muerte una vida i n1naculada. Tu divino fundad01·
cumplió contigo sus promesas y en la efusión de sus mi-
sericordias nos dió un sacerdote, que, obrando según su
corazón y su espíritu, supo conservar siempre pura su
fé; promover su culto; trahajar infatigable en su ininiste-
rio; y llenar el número ele sus días de nn rnodo, que, si
por faltarle un tirano, no nos dej<) al morir el modelo
de esa fortaleza que corona los mártires, por la firme-
za con que marchó constante roe las estrechas senda~
de la rectitud y de la justicia hasta sn muerte, nos dejé)
á todos en ella el mejo1· ejemplo de virtud: deeessit . .•.
menioriam mortis SUfl' ad e:cemplwn nirtutis derelinquens.
Tal ha sido el ministro sagrado que ha perdído esta
iglesia, e 1 digno Prebendado que acaba de desaparece1l
<le su senado; el sacerdote edificante, que de pocos días
acá echa rnenos el pueblo piadoso. Sí fieles. El can·
to fúnebr-e que en ecos repiten las bóvedas de este tern·
plo: las preces dirigidas al Señor por el descanso de su
.alma. en la mansión etel'na de los justos; ese mausoleo,
santificado con la sangre de un Dios salvador; regado
con las lágrimas de sus sacerdotes; y decorado con

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ISTÓRICO
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e u a n to 11 a u p o d i do 1•(• u rn r de e d i ti can t<~ y rn a g n íf i e o . Ll
piedad mas verdadera y la gl'atiturl mns r'(\spetunsa: t«."1-
d o nos a n ll ll e i a q u e h a nnt l' i · to d S::l. e e r el o ti:~ ven e 1· n b l e .\
digno Can<!migo Diúcl)110 de esta Iglesia, (l,>ll .Jo~1'.:
LEÓN PLANCJI,'>N .••. ¡Que pérdida! ... La Iglesia viste lu-
to pai·a hacer- el d u e In.: el clero llora inconsolable la fal-
ta de uno de ~us infatigables coopeeadoees en el ministe-
rio; ( 1 pueblo, aún busca ansioso su sornlwa en aquellos
1

lugares, en que parecía vivir de asiento; y no enconteá11-


dole s1::i agolpa á este iugar snnto ó solemniza1· sus 1ixe-
i.J u ias y rogar p01· su descanso.
Y ent1·e tanto, seüoees. ~«) . . . • (d último de los Lovitn~
.••• yo soy el desti11adn á renovar Yuestl'O dolor, reeor-
dandoos so lemnPrne.nte, <Ju e ya. no ex is te clnn Jos1~
LEÓN Pr...ANCH(,N". ¡Penoso encnrgo! Y tanto rnú~ penos.1 >

cuanto es mayor y más justo (d motivo clc3 vuesfro sen-


tirniento general. :Mas debo afíadil· para vuestro consue-
l n y e d i fi e a e i ó 11 , q u e é l m u r i ''i en u 1a m u e r te d e l os j u s -
tos. (Muerte preciosa en los ojos <h~l Seií<n>. Si. <frl11
Jo~1:: LE<'>N PL.\NCIIÓ~ sell1'1 con s11 m11erk 1rnn Yida edi-
ficante y ft~rvor<isa y corno Elc·aza1"'>, nos lia dejado 1·11
su re e u e r do á todos, un i 1u ~ t r 1:· ej e in p 1o d e \" i d u d ' 1111.~
irnitn1·: d<'ees:·út, non ~olwn jurellilJfls, sed wiirersu) [Jf!llri
1, ,_ enw r i rw 1 m. o r ti K s t w) w 1 e;;: r mp 1fl 7n.. r ir tu t t s r1 ere 1i n q u en .-; .

No esp<~reis de mí, seS1nrcs, <piu desde esto luµ:Hr- santc


rne ¡wnpo11 g:t sati sfac(~ r Yu est l'a cu1·iosi dad ó aclnrm ecer
tan solo{> 1lisfraer· Yll•"strn scintimiento con un discurso
lirillü11te, die~tnl ~· pe1·fc:'ctamenü.· acabado; pero cuyo
fondo senu s11puestas Yirtudes, ó accione-, solo filosófica-
mente heroicas. ¡1.>ins no pei·mita, <1ue sacr·ílegarnenk
abuse de mi ministet·iu y traicione mi car-úcter y mis
1leb1~res~ En este sitiu, ni dl:~h1~ hablarse otro lenguaj1·
1¡ue el ch.· la Yeeclad; ni ¡)l'opon•~.rse á lns fieles otro n10-
clelo, que las vil't11d1_ s c1·istia nas: y solo son tales, las d(~
1

11n lumil)re de ln'en, segun los tH'incirJios suhlirnes 1l1~l


L. ..

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- 200 -

.Evangelio y la moral sagrada predicada poe .Jesucl'isrn. Hl~


ahí las virtudes c1 u e hizo b r i 11 ar en su Y id a p ú b 1i c tl 1-~ i
S·)iíor PLANCHÓN y cuyo recuerdo nos excita la mem<win
de su muerte. ;?Qnereis conocerlas en det>:tlleGt Duducid-
Jas naturalmente por contraposición á los infames Yiciü~
q 111~ caracteeizan al 1nal vado. Este, di ce e 1 sabio en lo:-;
pr·overbios, tiene ojos audaces y altivos: oeulos -"llúli111c,-;:
lt.l ngua amiga <le 1a in e u ti ea; ling wwi nwnrlaneem: 1wrnos
c1·ueles y sanguinarias; 1n/t1Ul8 effwulenles san-.r;uiriem,:
corazún ) le no de infames deseos: cor nwchinans eugiút-
iiones pesr~mas: pies al fin, <1ne vn8lan sie1npre poi· 111~
caminos de la iniquidad; pedes nolocee ad currewlum i11
11wlu m.
Es pues consiguiente, que las Yi1·1 u ues d ianwtral n11.rn-
k opuestas á estos vicios sean las que cai'acte1·ic1·11 HÍ
bombee de bien, según el sábio: ó lo quu es lo rnis1110,
q ne la mnabilidaJ, In Yerdad, la beneficc ncia, la 1·ectitud
1

y el puntual cumplirnie11t.o de sus deberes fm·rnen el ~a­


rú.ctee del cristiano Yorcladero. Este f11c: sel101·e~, el S1·.
1
,

r
p LA Ne lI ó N . E ll su V i tl a t'l b 1i e a y()
os l () ha 1•é \' (~ l' a lll a~
ble en su trato, veraz en sus palabras, lwnéficu e11 ~u~
acciones, recto en sus juicios, puntual y exacto en el c11m-
p!imientli de sus chdH:H'OS y 011 estos cinco a1tícul1J:-:; u:-:
ltn.bré dado una idea~ si 110 exacta, al rnenos ap1·ox1111n-
(Lt c.'.t su mérito. Principiemos

AHTÍCULO PRl:\1ERO

Fué lnnable en su tr-ato. NI) hablo, seünrc~s, de esa aruü-


bilidad, que, ganada en el estudio de la civilidad y de
la política, huye, luego que dejan de obrar· estos elemen-
tos '1 ue sirven á su vez á la vanidad y al amor pPopio.
Gracias tan ex<1uisitas y celebradas en el úrclen ~ocinl
~lpe.nas pueden ocultar las aspiraciones malignas, c()n que
ciertos corazones, profundamente co1·rornpidos, mc-~d1tan

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201

la iniquidad, bajo el exterior modesto y amable que le~


inspira esta virtud est.udiada y del rnomen to. >Jo ftu~ de
este carácter In amabilidad de don .Jos1;~ LE<'.>N Pt.-\:\'CIIÓ~~
por más que punda decirse sin temor, que eeconoei1'i por
01·igon su constitución natural y que la cultivai·on en lo~
días de su t•<.tzón, ]as virtudes sociales que híciern11 tan
grato é inter·esante su trato político y comunicación frt-
rn i liar· .
Sé muy bien qtH:~ la amabilidad <1ue caracteriza al
justo no es ol)l'a de la cüt•ne, que sol e) comunica en su ee-
IH'oducci<Jn las pasiones <.1 ue n<.ttur·almente la afectan. Pero
igualtnent<~, 11ue pu1· un encanto 'lue se advierte y no es
posible 1~xplica1·, 11Lwstros p~ulres nos comunican con el
:-;ér, c.iertas dispu~ici11nes, qui:• como una viva exp1·esi1)n
de las par ti e u l a e e~ i u el i na e i o ne s 'pu~ l os d i s t i n g tH~ n ,
hacen <pte nos pae1-_•zc<.tmos ú, ellos, no solo en lo fisico,
si nó tam ¡,¡en en lq nHJnd. A este p1·i nci pío, er·eo yo
'{Lle delJió en pa1·tt~ don .To:--1~ Ltd)~ PLANCIIÓN la niuahili-
dad de su carúete1·. F1·11to pt"eciosl), pe1·mitidrne IL.1nHu·-
Io así, fruto rrecio:-;o de Ja UfJi(JJl <.h· una familia en la
' 1u e <-:~ 1 h o no i · y la Y i i • rtl d l' a 1·'~e1-: ' l u u c i re u l a n l'. e) n J a ~a n -
gre, la ll;lttu·alt:~za le dió cu1·aú>11 d 111ás atento y ob~e­
c nen tr-~ al g1·i to de su i·azón ~ y 1~stn no e u con tr'üll rJ,-, u hs-
tác u los '1 ue Vl~llC<W, pa1·eci<'> no tener pasiones que com-
batir. Así í'uó 11ue mai·chú si,~tnp1·e ú paso firme poi· la
senda de Ja vi i · t u d , ' l u <j en u 11 g 1· ad o sub l i me es 1a q u e
gana el cot'azi'm h 1t111a11n; < •sa amabi ltdnd 'l ue le· man tient~
inrnoble, aú11 en 11H~di1) du L:ts i1Lts delic<-l.llas tentaciones
.. 1e Ja vida.
Ninguna iwtyor 1 1ue la familiar·idad con los de su edad
y de su clase un los días de su uducación; porque enton-
ces pr-iucipian ú desar1·olla1·se las pasiones y á hablar
1_d seductivo Jenguage de los vicios, que, por una fatal
dusgracia, reinan frecuentemente donde se reune y co-
munica htjuventud. Conservai·se intacto en este delica-

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202 -

do p1~riocl0 de la vida, sin per<ier jamás la amabilidad y


lH paz del espíritu, con que enriquPce la gr·acia al cora-
zún d1~I justo, es un prodigio que se adrnira rara vez en
los hijos de los hombres. Sin pretender clasificar a <lon
.Josi'.~ LEÓN PLANCHÓN por un milagro de la Providencia en
aqtwl la ép')ca, ello es cierto, que su honestidad, sumo-
destia, su rec•)gi miento, su ina nsed u m bre, su tranq ui 1i-
da el, su reposo y todo cuanto prueba la disposición de
un corazón f<wmado por la virtud, se admir11 en él, en
un g1·ado que le mereció la adrniración y el aprecio d(·
sus condiscípulos y demás jóvenes de su tiempo. ¡Que
cúmulo de virtudes E.n tan peligrosa edad! La amabili--
dad es quien las preside; y este encanto del amor divino
•[llC las cultiv<l en su ~OP<lZÓll cr·eee en proporci1'm qne s11
nr·ganización s<~ iwrf'c:~cciona, ~u ctH~1·no se robustece v
<._) l '

su alma se fija en n bj e tos rn ú s el evado s . Sí) señores; m a-


d u r n. su raz<'>n; ya todo en él PS amabilísimo y encan-
tado1·.
Sn rostro y sus modales son garantes de esta verdad.
Sn rostro he dicho, pol'q ue ~i este se marca t~specialmen
te en los ojos, y estos. según el sabio, son siempre auda-
ces y altivos Gn el malvado, y los más fieles intérprete~
de los ~entirnientos de] corazón humano, i/fUien no ad
rn i rl> en 1os de don Jos 1-~ LE<')~ P LA Ne H ó N e 1 b r i 11ant1.)
~uadro de la amabilidad, y de la dulzura? .Ja1nás en ellos
(•se estudiado movirnic~nto con quo la impureza y la hi-
pocresía fijan sus aptitudes en prosecución de sus si-
nif"1Stras miras. Al contrario, se rnantienen sie1npre en
la mod1~sta y constante posición que inspira la paz de la
n.lmf-l. De ariuí fué que reinaron en ellos, á la par, la
amahilidad y Ja modestia, sin disputarse jamás el lugar
e prn 1es designó la gracia.

Esto mismo admirarnos en sus modales. ¡Qué amabi-


lidad~ ¡qué candor! ¡qué compostura! Ellas ganan el co-
1·az/111, y siempre con respeto. S(Hl como aquel las her-

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-- ~03 -

rnoslu·a~ a <piie11 distiugncu la l1un1~stidad y la decencia:


<..: <H lt 1va 11 v e m bu ll e za 11 , pe ro s i n p t-: e m i t i i • ú l a l i e 1~ 11 e i ¿ t 1 ¡ u 1•

st:~ nti·eva ú 11101·tifiea1· su p11d1>1'. S·~ hacen ama1·, peru en -


sei1a11 uunbi<~n al mús at1·evido ú concil ini· el nf1-·cto y aú11
la pasi1'>n con 1~1 i•1;speto. ¡B1·illantt~S calida.Jes <¡lle fo1·-
1w:Ul lt>S rnús pui·os el1-•1111~ntos y est1·echos víncuius de la
rn·
a 1n i s ta d y 1ti-~ 1 a e e i tJ ~ Tal t ~ s u l i u tf'q · 1~ s a 11 te e u a d i ·o q tw
p1'1-"~1::>llt<-tl'Oll ~i•.'lllJH'P lo:-; ino1hlle~ d~ don Jo:-;1:: LEó:"
P L.-\ ~ e nr '1 '.'." , y ta 1 '-~ 1 o i · í ge n d i v i 1w , p 1ir· J e e i 1·lo ns í, d é l n
arnalJilidad 'fll8 k g<ud> la u.~1·11111·a y la c1rnfüt11za de h
ju ve11 t ud eo1 diada ú ~ 11 c11 i dado )' e d u cüción.
T 1·es <Ú1os sin:¡,·, ,_. ¡ ~1·<.t ve v t>•:' ru >So encar·go de vi cel'ec -
l ,- lJ \...../

t•)l' 1•,11 •'I Col1~gio dP San Cúr-los, de~ump1~üúnclolo con unn


a1nal1ili1hd y d1tlz111«t 'llll~ ll1~g1'> ú llnr·ai·se ~u supar·aci('>n
(: u i t 11 d() :-; u :-; 111 i ~ _; 1un .. .:. 111 ' ) ' h ¡, ~ ~ d u k '~:...:. y a et i • ü e t i v 1) ~ l t».~ ll a -
111;u·1111 ,ti ~1:.~1·,·il·i11 d1· llna d1~ la~ cnpellanías ren.les 11ui~
d··:-:it~llllJ1.'t11'1 poi~ el p1·1ilij > 1~~·;¡>1teio de diuz ~· sid1) a1'1os.
1

En i:•:..:.t1~· J ttgar su¡u 1w·.1·1~c1-_•1· la co11si<le1·üci<'>n y aprucio


de~ ll)d11s l1J:...:. vi1·ey1•:--; 'lil1_• i1t;l.llda1·011 un :;;u tiemp1>: y Sil
¡11>1l1:1·1>~11 i111111j11 ltal.11·i¿t lt1~c-.ltl) :..:.u 1'01·t1t11a un el primt·1·
1·a11.~2:u 1k 111~ lt1111111·1~~ di_. la Igl1~~ia, :.:..;i su l1umilJad, siuw-
p1·*."' :-.;i11L:<~r·a, lll.l ¡,_, l11llJi1~~'~ proliil>irl11 iis1rnjeai· al pl)de1·,
·~u111» ~al>,~ iwc1~1·l1J h ;unl>icii'>11, a1'L11 en cuyunturas me-
1H1~ ttf111·u11inda~. Esto debía S<~t·, por<1u1-~ don Jo:-:;1;; LEÓ:"i
PL.\~C11t'1~ t10 Cl)noció ou·11 idioma <¡ne l-~I d1~ l:t venlad,
rii sn l1·11g1m ~2 ma11ch1'1 jamú--; con i<l a<lulación ni la nH~11-
ti1·;1, <¡ne~ 1.·s el

.\ 1:T 1C 1~ L () :-:. E ( ; L i\: í> O

S11 ('Ol1Ye1·~nci1'111 t~S ~Íc:'tnp1·1~ con Dios ó de Uios. Eu la


n:-:idua <~ont1-'111phtci1'i11 de e~ta Vt-'t·dad inefabl1-.' es dund1~
a11'1ui1·i1'J ,.] sc.dJet· ;: pureza de docti·ina que le me1·eei1'> ];l
1~011fi<111za y 1_d a¡n·ecii» con 'l 'lt' supo <listingui1·l11 el incú~
~ ú b i, , 1 h~ 1os o bis p n ~ <p w li a ten id o esta i g 1es i a , y e u y 1·'
c.- !11 en hnno1· del ~acerdocit1 lo eleYú al Q:rado de digrn-
1
LI \..

ISTÓRICO
CION L
usooi
~u .t --

dad y 1l1~ glo1·ia 11111~ 11~ l1ici1~1·011 µ:1·111-~1·alm1_'llfe


sul"ici1_·1111!
pa1·a <~l d1~s1~nq1oüu <le lc.t~ duli<.~üdas f'u11cio11~s do su l11i-
11isre1·io. Hablo dE'I ilus11·í~im<1 Aza1111Jt', súhin de p1,i-
1t1e1· 1'>nlen: e 11yo i 11 te L'<~~ po 1• 1·1 cr<'.'d i to del s~lccnloc i 1,.
111~\·1'1 ~us plcu1siblc· Ptnpe1-11> hastn 1_:! p1u1t1> 1k d1_•ei1· mil
Ye e es <« 111 i ero 111 e i ·('e u i · 1a :--:. a t is f'a e e i ''i ll d •~ ' 1u 1 ~ 11 i 11g1ú1
<1bi::,po, \'Íendo mi fi1·ma <.'11 lo::::: d·~~pa<:hos rl<~ mi clPt'O
d u d e , 11 i d 1.· ~ 11 ~al 1e i · , 11i d 1~· ~ u \' () l 1rn uuJ n . Es u~ g i ·a ll p 1·1 · -
ladc fía ú. dou .10~1:: LEó~ l'r.A:--.:r:i11·)~' lo llliÜ; espi11osa 1),.•
~11 misi1'll1 1_~Y<.tng1'•lica, <!I1cn1·g·ú11dule el p1'tlpit11, el c11nt'1~­
siona1·i1) y la dir·ueeió11 ck~ 1¿1 c:t~a de Eje1·cici<is, d1111d·~
1il_1ró los pc11digios con~ig11i1~11t1~:-:.=. ú s11 Yi1·tu·1 y :·t su ~ah1~1·:
comunicando :-:.u co1·az1'.111 .\· ~11 espí1·itu ú c1ta11tn:-:. afo1·ru-
n <.Hl os pe~ n i ten tes t u Y i e e1>11 e 1 ('I ) 11 s n e 1o d " o i 1· :s t t d o e t t' i n <1
y s 1::' n ti t• el i m pe l' i o Je s 11 d 1t Iz 111 ·a. , e 11 ¡H~ i · ~ t t ad i 1• 1a g L•<rn -
de oln·a de la salud. Esfa :--:.uln 11cnpa(~¡,·,11 du ::;1t \·ida \·al.~
l 'o i · 1rn e 1o g i o el 1u ~t s :-:. u 1d i 111 ' , d '~ :-; 11 ll l< ·• r i t 11 , e 11 ,·,,, d 1~ 11 ú
la v1.wd<.l<l '{Ll8 hiz1) ig1t¡tltw~11t1:· ,_.¡ c~u·c'1ct1•1, di~ti11ti,·11 ,),_·
:-:. u pa 1a b n1, '.' 11 e 1 t J'a¡ q k11u1·· ~ r i ,. ,> e u 11 :-' 11 fa 111 i 1i a, i:· 11 e 1

de· urbanidad y d1_' i·espetu 1•11 lil ~1wie1lc-ul .v 1~11 el frunil Í<lt'
y de cunfia11za co11 HlS :u11igns.
¡ Qu i e n p u d i e 1·a d es 1~ 11 t 1, <ÚHt i • e~ t n s \ · 1~ 1'< ht d 1; s h as t e:l e·
punto 'flll.' él supo <'.lci\·¿u·las e,>11 ln d1tlzn1·n y pttt'c'Z;J d1:
:-3U palabra! IlalJlad, Y1>sotrns liij1>~ p1·1~diledos de ~u cu-
1·azún, euya educc:tci1)n y :-:rnhsi:-:.t1~ncia p<~ndi6 d1_• :-::u gen•·-
1· os i ' la <l d es d u v u es t r 1> s p 1· i rn 1~ 1·' >:-; a f1 u s ¡,i {lH~ o i s t 1_, i s s i e m -
pre de h, boea de es1• p<1d1· 1 ~, c1ni:~ os diú la p1·ovid1!.ncia,
para 1~njugar las lágt·irna:-; de u11a rnadrH ·~n YÍ11dc·:z y con
11nos tiu1~11os hijos <¡ttt~ y hacen mús intenso sn
aurnt-:rnTilll
dolor, vit~ndolns gemi1· ;1H~<.>nsnlabl1~s ? ¡,,<J1tú le oi~t!:'is 6

Pll todo e 1 pt·ol ijo es pac~io el e ti 1;rn pu '1 ue 11~ conoeis r 1-~ i ~

por pad i·e ~ amigo y bien hechn1· -,~ Si e 1 du 101· us 1·0 lhl u 1
place1· de hace1· justicia á st1 mé1·ito, hac1~d <fllC hal.dt'll
sus dnrnésticos y ullos Ji1·ún: <1uu jarnús lu oye1·011 ~i1w
palcllwas y consejos d1.:' salud, lrn.ci<~ndol1--'S ve1· los peligrus

usooi
ISTÓRICO
CION L
1k la vi1la pai~a huidos; hts Yentajas de ],l justici<l parn
n.dc">ptai·Ia; y la nad9, de esos sPres tn.11 inconstantes en
su fnrt11 na y tan pasageros t~ inciertos en su el u ración,
para no J1uscar en ellos la Yc1·dadera gloria. Ellos dirán,
'i u 1 • ú estas i rn p o i ·ta n h~ s l e e e i o 11 es se u n ía n si (~ m pre l n :--;
gracia:j de su dulz1u·a, pnt~a gn.11ü1·Ies 1-_d corazón, abrir sus
rn ús 1-_' s c·1 n d i d ns sen os, re g i ~ t r ar al I í sus as pi rae ion e~,
r·.01·1·egi1· sus \'icios, c1-~lebt·1u· sus virtudes y hace1·les de-
seae las dulces crn1solaeiones de la gi·acia qtw les co-
m un icn con Y1\1•dade~ tall sub 1i mes
Lo r¡ue oy1.:~ .\· ,_~difice:l á su f::-ttnilia, cek·bra y admira la
snei1~~dad. El candor y la Ye1·<lad ~on las dulzu1·as que
df~~ti lan si<-.' in pi·e sus lahi<ls. ~ ada do estudio y precau-
ci/111, pnr<prn juzµ.-a11dn tkl corazi'm ageno con equidad,
ere(' que r·einnn 1:11 todo:; la bllt~na fé y la juqicia. Es-
ras Yi1·tnde~ marchan ül fr< . 1He de su fr<lto ">' con1unica-
ci,'in; porq uu cree igu;-.,} nH:'ttU:' 'fllU en el trato del hombre
el e he sur deseo 11c><:i do el fi ngi / ...
rn Ífm to. L u co este rn ismr1
e ü i ·ú et e i · e~ 11 a1 1u 1· 11 n ~ e o n e n i • r· 1~ n e i n s fa rn i 1i a eos y d e a m i s-
r; 1el , ·~ 11 l as <l' w u n n Y i et u d . n 11:_• n 1 1s 11 o J>l e y l 1e r n i e a, se pe e -
111 i rn rn ú s d u 1u ul YI:' z u 11 a 1i ~> ~ 1·n i rH~~ x a et i t ll d , o n 1a r ü fc-
1·e1 w i a ú. lns difl.~r·t~nt1-_•s ol1jet11~ 1¡ 11e lüs f()r·rnan y ent1·etie-
111·11 J>,~ a ¡11í fué <¡tH~ 1~! npre~io que si-~ m<'rec.11\ no
1

11ece~itú l1usclll·l() e¡1 es1~· s11mhrío i·etieo donde sn oc11l-


tc:l 11 L1 v a ll i clc-t d y 1.. 1 pne 1) i 11 1~1 1•i t n , par a µ:a n ai • 1~ l l u g ar q u e
~1d() pued1· frwilirai·i1·s la nl1scuridüd de una vida que
1

oculta ú ll)S 0jos d1~ lü ilustr;l.ci1'i11 y hu(-m juicio; arranca


1·l cnnc•. pln 'f 'H' solo 1~~ <.J,~hido ú ltl vieLud, por i:~se fatal
1

~, f nth • s to p r i 11 e i p i 1J ' ¡ 111 • n l 1 r a t n n i rn pe l' i os a rn e 11 te i::• 11 n ne s ·


t ra al rna. sin c~tn ha1•g11 d1 · 1ns mi 1 dese u bri m ien tos q tu~
tiene hecltos hl r'üzfrn. Hablo d(•l nxterior hipócr·it<t dt~
'~sa casta de malvado~, r¡ue no pudiendo meeece1~ en el
traro de Ja ilustrnci.-'111, vist.en el trage d 1 ~) la Yirturl~ ).
nr11 ltú,ndose cuidadosamente de los ojos dt~ la justicia,

usooi
ISTÓRICO
CION L
günan los sitio:-; del fa11ntismo y de la ig1101·ancia p<1T<:l
l·nbarse. esa opinión c-'t, <¡ue aspi1·a su vanidad.
No así don .JosÉ l . . EÓN PLANC111'):'\~ y si11 embai'gn de 'ilU.3
puede decirse sin exagnr·acii'>n, q11e s1,lo vivió ell el san-
t11,u·in de la vídud, teat1u1do cou Dio:-; 1·, d1.•. lJins no f111•1'on
•·stos sitios dn salud los '-l'w él 1digi,·, exclusivauic:.·nu~
p<1ra labrai· su n1órito y hn.(~e1·se dign() dul j11st1> ho11H~11a­
g1~ que consagr1» la justi1·ia ú. la ve1'1.hd '{l.ll~ tuvo si1:~1u­
pre por objeto . .Jamás se 111~g,·1 ,d 1:rnpe1'111 d(' Lt 111·b,111idad.
ni ceceó s11s oídos al eco irnper·ius11 de la cdue<"tci1'111, de la
política y du su rn i nister·in. Llamado, mi 1 v1~01~:-:;, '" (J<H'a
disipar los $listos d(~ un alma que rstú ú punto dr' npare.-
c1~r en el severo tribunal <le la nivina .Justicia, /1 pni·a ~e­
renar las desechas bo1·rascns <prn asustan y t11ebau tcln
dn continuo la paz de las familias, tropieza á ca<Lt pnso
con e.nanto tin11e el sace1'doeio d1~ árduo y espinoso c:..n ·~1
trato social. Peen como la \'8l'(hu1 es el alma de sus pa-
l abras, es o ido si ern p1·1:~ cou gu s tn y cu 11 su cu:so E 1 f<.ln ;..t-
ti smo y la igno1·a11c·.ia 11u ti1Yi1·1·011 pn.l'te en la deco1·aci1'1n
d e es t t-:'. h 1· i l la n t. u c 1 1a d 1·u ch~ s t l v i i · t u d ~ p01,' ¡ 1w a u n' Jl te e~
e i '~ r tu , '11 w s n i d i o m a se h i z n e u te 11 de r· .\' r ,~ s petar· d '~ l el~
últimas c!n~t~s dl~ la sncieJad, no fueron solo 1-',stas lns 'luü
cele lwaron su candor y si 11ce r·i dad. E 1 apa1·1:\en tan amü-
1de, por esta Yi1·tnd, h<1hlando con la pohrezn. é ignur-au
cia, como con la opulencia é ilnst.raci1)1i. Sn idinnt<"l es
acornodadn á toda:;: lns edado~, clase~ y c1HHlicio11es, poi·
que en todas hace lucir In vet~dacl y lüs gr-acias <¡ne lw-·
e en la u Y i et o r i os o ú este '11) n e (-d es ti a l y d i v i no , q 11 e 1:• 1
tuvo cuidado de cultivai· á la par· cL~ lü Yir·tud que h, ]uzo
tan hen~'fico y bienhechor~ que es el

AHTIClJLO TErtCEllO

Yo no hablo ahora de aquella beneficencia que le ocu-


pó toda sn vida, y muy en especial desd'~ <jlle fué eieYll-

usooi
ISTÓRICO
CION L
--· 207 --

do á la altü dignidad del rninisteo del Sütlttuu·io. Hahlu


p1·ecisamente de nr1nella beneticcnciü 11 ue tuvo poi· nL1jeu~
el consuelo d1~ In polJt'eza y dP la misu1·i<-t. ; Al1! 11 ue fruc
tuosa es la cari1lad cun,ndo habit<t un cor·azo11 1r1t.~ abr,~ '.'11
seno para hacel'ln, 1·ei11¡u· un él como en su u·o11u! Pasm~l
el obseevat· córníJ fné <1 ue dou .Jo~1;: LEú~ PL\:"ClI<.1:'\. sin
más rectu·sos 'Jlle los del altá1·, consolú mil vuc1~s ú. 1<1 in-
d i gen ei a c o m ú n , so:-:; t u \·u y d i ,'> u 1u t b i · i 1b:w u~ t.~ d u e a e i '·' 1i ú
una familia ligada a1ú1 con lüs fnj<.l~ dt-_' la infancia y ~u­
mida en la ol'fandad. Pt-~1·0 ól la co11~idueaba 1.~n ar1111.·lla
impotente aptitud en 'lue í~Uloe<.t ·~l uvnngdiu al indigent1'
respecto de la lllctno p0Je1·o::;a y bienlrnchu1·a 'tlllj dulw
cor1solarle en su c.lfliceii'1n, y 110 fue el gr·ito de ln, sn.ngee
quien le impuso 1.!S k d1~ lh; r·, si 11n e 1 e e.o v ictol'i o~o de i<.t
caridad, que en ft·cl~.:.1_• 1.ltd 01·c·tcttl" mismo J1~ b Yt~t·dad. (·~
una tierna y va~i·_·nt1· exp1·u::;i1'111 Jel amu1· al p1·1'1jin10, e1.1li
que todo hu111lJre tid ,·t ~í 1nismo y ú las leyes 11ue SllP''
dictai·le un Dios Salvado1·, deb1~ ·~nnobl1~ce1·:-;e y di~rin­
guirse. Tal es el digllo pu11sn,tni1·11to '{lle rc gl1'1 1·! espj1·itll
1

y el corazón du du11 .Jo~1~ L1~ó~ PL.\:\U·1<·1:\', y de a 1ui f;1 1

pasmosa h•·woicidarJ cu11 'l 'll~ su¡11,1 d1.·s1.·111p1~1-1at·lo lw:-:.t¿i su


muerte, ab1·il' Slt nLt110 l1i1~11hech•11·<1 y 1">f1·1~t:i.:1· ú !1)~ llljCJ'
de su crH'¿_lz/>11 lo~ nttx.i lios 'l l.li3 ckbier·~1n fu1·111at· u1w fa-
milia digrHt (l1_· su 11aeimi1:'11tn y d1~ bs nspi1·nci1)1H.l'.' d 1•

un padrt~ sen~i b 1u.


¡.Ali! qué ¿J.flietiva cosa 1•-.; pat«t 1111 <H'<tdíH.. t~\·angélic•.:
tener q uc mod i ti cn,1· de es t·~ mu du la ele l i cad1~za y pu 11 J1_ 1·
nor del homb1·e ctdt•) y l.1iu11 f,H . tnado, 1'i desent1j11cL~l'Se 1h·
mil hechos, to<.11):-; sublimes, tr><Jo~ heroico~, eu (~l ,·11·de11
de la C<.leirhvl! Tal es mi tr·i:-;t e ~ituaciún 1.'ll este lllt•-
mento. Yn <k~b·J int1. tT1im¡ii1· Lt lii:--::.tur·i;t d·~ ta11tus <•tru~
1

rasgos brillantes de l.1;::~11r:~l"ir:j~nei~i 1l1.~l liéP1)8 d1~ mi 1·di"1gio,


y clejaP 'fllU ocu¡i~ sn lu~;cu~ la snle111ne crmú:~si1'111 'Ill•.'
hace su familia mi;...:.1na, c11a11do tc:>stifie;:t a µ:r-it11~ '1 L11: ,·,1
fué <1uien la alimuut,·, de:-:;de :-;u i11fni1cia y •tt1i1_·11 cu:-::te,·,

usooi
ISTÓRICO
CION L
"")( )'('). -
-- .,;..

i;J d1:--Jicada e1.l11c~ci1'111 q1tt-~ la hac1~ hoy tan expeetnhle eu-


11·e :-:=.u~ eoncindada.rws. ¡B8netie1.~11cia he1·oica~ '-lile no ~ulo
11~~-111·, esk deber, s_'no c\J <111u le impuso la necesida<l co-
nü111 'JlH~ forma ese g1·upo nu1111-~1·osn <_h~ pqhi·c·~ de) Evan-
µ:r:·) i u.
•1 C1i:u1ta~ Yeces e11J·uµ/1 sus lágrimas. <=tli1nuntc."uidolos en
._ \..¿

:-::.u indiµeucia y deteni1~ndolos <~n el paso '1"'~ aln·e á su


1·ui11a la funesta insensibilidad de la 11p11l1~n<~ia, ,., la falta
de r··~ignació11 eu 1:)1 <:.stado r.ou '-Jll(~ de intc·11to lt.·s tienta
c·l cii:do'. don .Jos1'.: 1-'E/1~ PLL\NCJJ/)~ super·/, mil \"1•.ces estos
dns 1•oderosns .:_•s<~nllos d1• IH- vietnd, Y<l ~oe111Tié11dolos
n¡10l'flllHlll1f\llt8, ya p1~1·s1w.di1!11d11le~ h poJ1r•ezn. y }a mi-
~erin, d1~ r¡ue ú 111 Yt·z se vale el cielo, c·1)1110 ·~I erisol con
1
¡ue pul'ifica las pi1·1lt·as p1·eciusns 1111<· d1-~spu<~S de su Di-
,·i11ichld, haeell P] m~j,t1· .-,1lname11t11 de la mnnsión de su
µ:lor-i;t.
:\k pr·1_•g11nt~1i:-; ahllra iJ~11n10 oh1«11· rn,ntns ¡wudigios, un
:--;3('.1:•1·cl, 11.e conse:1grad11 todo ni altnY~ ; Ah~ 1_\s muy justo

,-u1- sn·o as1Hnbr1); y .\"n rni~mn, 'Jite lt(' f~Xn,1ui1w<ln d(~ in-
1

k 11rn ~ 11 '" e i •d ad '-~ r' , o l' i µ:e 11 , 11 u h 1~ l' n d i d o sa e u d i 1• h asta


l1' 1y . d 1:- i n i al rn n e 1 1w ~~o (·.o n ' j U o 1a o pi· i 111 e 1~st1 ~ rn is nw
111--·n~n1uientn'. Sin 1~111h<-11·µ.·d, d1-~hn d1~ci1>, 'lu'~ del altar y
d1-• su pi.ludentu eco110111ía f111.·1. de~ dond1~ S<lC/, 1~.1 tesoro
disp1.•nsado1l d1_\ tanlns grneins. Ec1nt<°J1nía 11 t11~ tuvo po1·
1 1hj f'.\f 11 Sll rw i·~nna y Jn l l lll ig1-• 11 CÍ n COllHÚl. ~ ll pellSOll a:
1:1. Yisr1~i:-; ~ic·mptl'~ ,-,~~tid;J c()n ,~1 t1·;1j1~ de l~t humildad,
ta11tn 1_•11 su C<·llidad c1nno '~n el 1111)do d<~ s1·1·,·ir-se do él.
E~le 1:•:--..:h~ril)r· lllllnilde 1-~s irn·t~ dülic;1dn a1rn, nliú en la so -
l1:-dad 1_1ornfr· 11prc~ndi1'1 ú ¡)l'nr,tica1· 1_1 sr.a vi1·tud tan su-
hli1ne.
~i, s,•1'1or·e~,
<·d!i fnt· dnnch.·, ap1·ov<-\ehú11do~1· del casto
1

corn(·t·cio, 'fll<.' Hl Ci(~lt1 tien(· cun c~l ju~rn, eonnció peácti-


cnmente k1s del1t-1·cs 1lt: la car·idad que lu hicieron tan
1

:imnl>le y gene1•(1sn con e] próji111n, y f"an ~eY1jf'O y <)CO-


nc'1rni<"·n consigo rnisnw. De n1111i, a<¡uel no p1~rmitirse,

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 209 -·-

:-:;ino Jo muy preciso pai a conservar una Yida que era


1

toda de su Dio:-;; y lo más pobre y humilde para vestir una


carne afeada hasta e) espanto, con la lepra del pecado.
Corno verdadero justo, clasificó siempre de necia profu-
sión y vanidad todo lo (1ue sale del triste recinto que
describen la idea de nuestra nada, y Pl humillante pen-
samiento de la desgr·acia en que somos concebidos. For-
mados del polvo de la tiel'f'a, para volver en breve, á per·
dernos en él: marca.dos con el sello afrento~o del peca-
do desde el mismo instante en que recibimos un sér tan
humilde en su origen como breve é incierto en su du-
ración; la razón sola resiste todo aquello que no tiene
t1na tendencia directa con la dicha eterna que nos está
ofrecida t"m premio de la virtud. De aq ui la rigorosa eco-
nomía que guardó respecto de su persona don .Jos1~ L.
PLA~c1-1ó:x, y también rqspecto de la indigencia común,
euyo consuelo se propuso, por objeto. l~ l procuró 8iem-
pre conocer la veedadura amistad para no abrir jam3s su
mano generosa y bienhechora á esa pobreza voluntaria,
caracterizada por el Evangelio y la recta, como un t e- 1

sultaclo criminal del ócio y demás vicios <1 ue saben á su


vez vestir los andrajos de la miseria para robar el pan
que el Cielo manda repartir oportunamente, y con dis-
cl'eción, á la pobreza i nev i table y resignada en sus <le-
signios. Así es que dió siempre lo que pudo, y á quién
debió; y ved ahí el verdadero oeigen de ese fondo ina-
gotable que acabo de acol'dar en su beneficencia. De este
t~arácter fueron las virtwle s todas de don JosÉ LEÓN
PLANCIIóx. Todo en él es sublime y maecado con el
juicio y la discreción.

ARTÍCCLO CUARTO

No ha madurado aun su i·azón; y de consiguiente, no


se halla ilustrada con todos los conocimientos que ella
14

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 210 -

sahe ad1pli1·i1·se en la asidua cuntemplati1.111 de los mis-


terios d1_· la gr<lcia y profundos arcanos de la natura-
leza; y sin e.m bargo la fUlhlb i l i dad, lct 1noJe.sti a, el re-
t,ogi 111 ien to, el reposo y demás g1·acias 'lue l1~ hicieron
tan ainable en la suciedad, se adtnirai·on en él desde
entc1nces, en utl gr-adu, r1 ue solo pudo realzürlas su r·a-
zún cultí,·c.-uht con d (•stwl111 y teato llllninoso 1.1ne <~I su-
po .::degi1· para. mejorür sus ideas, recr·ear· su espíritu y
cons<:t~t·ai· ú lt.l sociedad d jusr.I) lhitnenc.:lj•~ 11ue la debía
coH10 ciudadano.
Si, sef1111·es, la Patr·it.t tll\'(1 el plc.tcet, d( admit·c.:u· esta 1

v0rdad, 1~11 el n1il.1lH y jusv1 sac.t1dimi1~nt11 <1ue hizo del


insop1n·1abl2 pes1_1 d1~ la e.sclaviwcl con 'PW la V-!nia op1·i-
mid ..-.. L.i tira11ía de un tt•11no ci111entadu snb1·e la~ ruinas
de la i lt h tT a e i, ·, n y de l ,1 Y i r t n 'l. D un .J ~E LE o~ P L :\ ~ eH ó N•
(l

exüct. • (•n sus i1kas, t'•:·ct1J '~n sus juici1 is, Ct"moció du lo~
p1·i1L11~1·c1:-::. 1~sra ,·er·dad: y C• 11n11 n.11.la ap1·eci1_·, 1~u la vida,
' tt I 1 • ll • • tu .-. ~e d i g ne • de Yi l't w l, i •n rn l' i, ·, l11 s YÍ n e 1tl os q w~
1e u u i i.u t ú J ¿J t i r· a n í a : y e n u· a 111 l 1 1 e n o l tu m p 1n a u g u s t 11
rk /;t lil1 1 ~t·t,1d, !Jl'!)Cla111i'.1 úg1·it<.1s sus ~agt·ado~ de1)echos.
Un sacl.~t·d. 1t1j 1111.~.111)S justu hn.IH·ía ll1)t'(tdo 1•.u ~ec1·t~to este
;w11nt1_·eimie1lt•1 inevitable, Yiend1·1 l't•ust.r·ü1.hls sus rnús li-
so 11g1. . r·a:--; c~s pe 1·a nzas y r-11 t<tS e 11 na rn• 11ne11t•1 1<tS p< 1d ern-·
:--:.ns 1·,_·laciu1H_·s 1p1e le pr111netí<u1 h:H~.:H· su furttrnll: pern
i a r é et i t u d d e d u 11 Jo~ É LE r') N P LA ~ e 11 ( > :\' d es pr· e c. i a todos
._·sttis bi1-~11.- 1 s ..Y lll'efin1·e una sne1·t1:~ 1t1( llt"1:-:-; !.!.Ti.ltcl .Y tan ex-
,
1
"-....,..

put"~STct .\- ü1·1·ii:Jsgachl., c1.11n11 lns últi111t"•:-:. 1'1:~1tltüÚ(ls de m1


~a e n d i 1u i 1~· 111 < • p 1 d i r i e11 ' l ll e ti e n 1: • h as t n. h e 1y '='· n e x pe et a e i ó n
ú t1 ida la Eur11¡ia.
n ec ti t ll d 1 ple 1S U· n tó igun l rnen te C' na nck 1hunael11 por Sll
<

~ n b '~ r \;
\' :-:. u ~ '" i et u d e~ al h,., ru· os' , e ne ar· g 1 1 \.~ d ·~ 1i e ad as fu n -
C_.1 '

eiu111:~~ 1le pr·11Yis111") y vica1·io capitulü1~ de esta diúceSÍ$,


~c"•StllYt) ~· defen<liú sus ntr-ibuci11nes hasta el pnntu <le re-
si~ti1· di~· frenk la aspir<:tci1·'.>11 de la 1wimera autoridad,
<I l l '=-'· e r· '~y e n d 1 1 l' u d e l' e 11 t r n r su m a n u en e l san t u ario si n

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 211. -

profanarlo, St~ avanzó en efecto más allá de lo que le


permitían las k~yes y la e<1 ni<lad. Don .f osi:'.: LEÓN PLAN-
cHó N, si n perder j a m; ü; la a rn a b i lid <:t d y <.l u lz u r a de n '1 n e l
carácter <Jlle, cnrnu fcuto el m~ls pt·eciosn de la tlectitnd
de su corazón, luci1) siemlwe en la glurinsc.l carrera de s1i
vida, toca to<lt)S los rrl<~dios de paz y <le <lsenimiento '-1 ll'~
le inspira su raz,~m~ y cuandu se peesuade que no bastan
las Yictoriosas medidcts <p.iu ella adopta en justicia y en
política, renuncia espontáneamente un encargo 'I LW, sos-
tenido por· más tie1np1>, pudu dar un día de afliccifJn á la
iglesia, haciendo rt~inüt' la aruu·quía 1-~spi1•itnal que génios
menos rectos y refüjxivus alguna vez han promovido e11
otras iglesias. Él tem¡,·, este inal tan funesto y no qnisn
poner en manos de los malvados, ni en las del fanatismo
y la ignoran e ia, u l t 1·<tj u de 1q, j ns ti c i a 'p1 o v is ten tan tas
veces con düscaen püT'<l t'1:\aliz<u· sus miras destructoras.
Juro delante del Dil):S ú <p1iün adnrctm!)S como ve1ldaderns
fieles, que no anima mis 1::>xpresiones el grito audaz é im-
portuno de un co1·azón corrompí< ln, sino el hon<w de L.1
verdad que concibo en mis pensa1nient11s y la justicia que
resulta en favor dn ln, r1~ctitud de corazón del héroe de
mi elogio. Si me eng~lt1u, so un res, t·ett•acto en este mo -
mento cuantn esté e11 upnsición c1rn la Yer-ilarl y aun con
la p0Jit1ca.
En el entrt~tant.o ,·ud vn al /,rd1~11 d1~ ini ( fración, y con-
tinúo las pruebas 'llltj f1~StiliCclll lc."t llectitud clel h(!roe que
me ocupa Ella ap<U·dce mny en espe~ial, con el cuerpo
respetable del ~1311\:tdo, ú <t ne pertenecí<:t por- su rango. ~le
oyen testigos de tanta t~xcepciútt, y sabran desmentirme
si me avanzo solwe la Vl::\rclcvl de lus hechos -¿!)Quien vi{•
á don .JosÉ LEó~ PLANCIIÚN, considerar al poder, ó al in-
terés personal pat•n, decidirse •)11 las delicadas funciones
de su dignidad~? ;,,(Jnien no admiró más antes su recti-
tud en triunfar de estos delica<los respetos, <1ue des-
gracian tantas veces las inás b1~llas cualidades del hom-

usooi
ISTÓRICO
CION L
···- ""
919,_,

11re 1•n sncit~\dacl"t Si1~rnprc fh~I ú


los s1_·nt.i1ni1~ntus ele un
coeazón reglado por· l<l justicia. jamú.s pnd1) traicionarla;
y si alguna vez dud/) d1~ ~t1 1·1-~ctitud, muy dife1·ente de
esos génios pr-1~su n tuc ·~os y al ti Yns, mús amantes du In
vanid<:ul que <le In justicia y de la l11z, l>11sc1~) esta guia
victori···sa, donde <jlliei·a 'J'H~. c1·ey,'1 fH)tl<-·r hallai·la . .Jarnás
tu'"º paea esto '¡u o p i·ucn. n ci o na i·se, sin o e tuu11l o conoció
de un modo evidente 1_•1 <;ngni-10 y la per-fi<lin. Fuera de
est.e caso, todos los hnmb1·us lu ftHn·on igualus, par-a dis-
linguir·los con sn n.pr1.~ci1., y 11uscar en 1~llos b-t l11z que
i·ectificase SllS juie.ios. De H.<JllÍ la conduela ejemplar y
admieahle que gu.:u·dt'1 '~11 el ca.su 1-rn '¡t10 se vi1') tnll corn-
peomd.ida s11 (h~licadcza y tan !untado su lll<~r-ito. f'.:l so
H~ po~ti~1·gado en su Cidnt~aci/1n, sin 'llll~ St:~ le oyese ja-
más una íjlH:\ja, ni si:~ sintiese la sor-da ó implacable hos-
tilidad con <1nu doclnrnau un seceetn 1;~as fantasmas del
m<:)r-ilo rp1e fingen las :-;ombras y las tinieldas, y cuyo
ser presuntunsl) .\ f1111tústicn si~ des,·anec1~. con la luz.
Lleno d1-~ un mérito, <pie la justicia 1-;stirn~t siem1we pre-
fi:H'1 n TI:-' 1·.' 1i 1os Ll es ti n<I s d e
1
la 1g 1u si a y d e l a so e i edad,
e u a 11 J 1) 1o p r (•si d '~ 1-:.d ~( l l H-.: r <l u u ex i g o e 1 des em pe fl o de sus
funciones puesto 1~11 la g1·adc..t 'llrn 110 Ju pe1·rnit1~ más paso
4¡ne el 1p1e le abru 11n<l ekcción s11porior, 1'1 cae esta en 1

pe1·sonas '1 u e no han en trn.d o a11 n un su cn.1·1·e1«l .Y 1e jos de


rnu1'murar hasta cd fastidin, como In h(wen generalmente
la i11discl'eci,\n y Jn va11i1lad, creyó, por la rectitud y hu-
mildad de sus juicios, 'lll<\ n11unl no era 1-~I lugar á '1ºº lo
J I a 1un ha la Pro v i d 1.• 11 e i a y <l u ' ' el m él' i to , ú 'I u i ü u l a c o 11 ti ó

h aut:oeidüd, lo 1;xigia de justicia. Así ftu~ 'IW-.' nbse-


{1ui•'• á .. ~stns, COll Hl rnspeto y veneracic'm con <¡tH~ supo
:--;Í1:.'m pre distinguirla y aq trnl los, con las demostraciones
Jll«.lS tic=--rnas de estimaci1'1u y aprecio, sin <1ne se divisa-
:--;en t~n él esos de~cuidos 'tlJC si-· escapan, mil veces, aún
ú, ln~ más retina,los políticos, cuando no hablan con su
coraz,)n.

usooi
ISTÓRICO
CION L
->1•),.) -
"'

¡(~né rectitud, brilla, por último, en todos los actos


que el e ben ma re ~r la ll is creció n y 1a j u s ti e i a! ¿Quien le
vió entregarse ciegamente á las persuaciunes y halagos
del ernpeiio ó de la amistad, haciendo tr·aición á sus
sentimien tos ? El mérito fu(~ c¡ uien n1cr<~~cd) siempre su
6

sufragio acordándolo con las iniras políticas de un Esta-


do, que, entre las desoladoras oscilaciones <.le la anar-
quía, abrió la marcha victoriosa '1 ue lo lleva á su pe1-fec-
ción y engrandecimiento. Su rectitud no consideró ja-
más, ni la virtud, ni los talentos, <¡t1e conscri ptos al mi-
serable círculo u1-~ u na educaeióu acoedada para la escla-
vitud, sostienen el poder de la tieanía, <~nvl1lYi1-~1Hlo la
brillaut.e luz de la Religióu con las sombras de] fanatismo
y de la ignorancia. El estudi1J, ia mor·al en su~ verda-
deros principios y de ar1uí supo distinguir el clog1na, sin
confundirlo con las rnú.xiinas de usa poi ítica desü·uctora
del bien obrar, <1nu por- t:d abuso inús furwsto d1:'l poder,
se ha llamado y Ilaina muchas vi::~ces, disciplina de la
iglesia y <1 ue, al abrigo de este <rncan to ee 1igio~()' rwe-
tende á las veces despojar a 1 hom IJl'e i n1 pu Ih:'llll~n ti~ de~
los sagrados derechos con <¡ue se sir-vi1'.> <listinguit·lo <:·I
autor de su S()r: esta dnctt·ina, nc1dta tanto tiempo e1it1·1:·
los arcanos ch:~ la tieaní<.t y reclamada al tin por la i·az1'>11
regló su juicio y le i11spieó esa ex.actitud inalterable, con
ttue, para concluir el cnallt·o ele su vit·tud, dc~senipt:_•lió las
funciones de su minist<:win.

ARTÍCULO qUINTO

El púlpito, el confesionario y ul altar acuei-dan tan d1~­


licados deberes; y c~stos mismos sitios ele edificación y
de salud, seráu los gloriosos momentos que pel'suadirán
á la posteridad, la delicadeza con que supo desempeüar-los·
Como no habló jamás sino con su corazón: y este era el
trono de las virtudes, fué siempre pura y virtoriosa su

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- 214 --

palabt·a. Especial111ente instr-ui<ln 1_~11 la ci~~ncia de l~l sa-


1ud, hablú el idioma twangdico con esa sencillez y clari-
dad que lo caracteriza y prnc~ba bien la divinidad de su
autor- y corno su palabra fué siem¡H'e ncmnpafiada del
e j •:• m p lo, fu e un rayo divino que, si no m <lt/) <le repente al
pecador, resucitándolo al mnmento á In Yida de la gra-
cia, lo conmoYió al m(~nos y lo <lispuso á entrar con con-
1i a n za en e 1 augusto tribunal de la pe n i t en c i a . Lo más
precinso de su Yida emplPado en esU~ santo ejercicio coH
todas las graciHs quH k hicieron tan vi1·tuosn, produjn
los efc·cros consiguientus en ul confr~sio11a1·io 'fLH le ncup,·, 1

ha~ta )a mu( rte.


1

l\Iuy al contra1·io, dl~ esos pastores p1:.>rt zosus, que con


1

t.entos con l laiuai· algunas vect~S á sus ov1_ jns ci<.~scarriadas


1

al apr-isco, huyeu y se escollden luc go dujú1ulolas aban-


1

donadas á su consejo~ l•l las llama dRsd1~ la eminencia


<flH'.' ífr1111ina los ntl k_is ~- las ílorestas, donde pastan indis-
cretalllente y las espe1la, con los brazos abiertos, en el
rri bu na l ch~ snJ u d q w~ cura sus llagas, si u espanto y pres-
cr·i be el rrn'•todo que las precave de ulteriores dolencias.
Hab ternos sin figu1·as. Don José LE<')N PLANc11ó:'\ persuade
c~n <::d p1'iipito la penitencia y en 1_ stc santo tribunal oyP
1 1

;/ con su•:' la, con gusto, las ül mas afligidas. Fi t"l imitador·
de aquel :\fr•dico Divinn r1ue sanó nuestra enfHr ma natu-
ral1~za, descubru y registra llagas, sin Jos ascos y aptitu-
des ennjosas cnn que in,~dicos menos circunspect.os, la~
hacen oculte-u· tantas YeCHS y las sana con prontitud, para
eYitar el peligeo que trae siempre consigo la d(~mora, en
·~stos casos, consumado nn este santo e.krcicio, se aco-
moda Ct)ll suceso á la eclad y difer-ent0s posiciones del
pe ni t..-·ntu.
El sáhiu, el ignorante, el niiio, el júvcn, el anciano, el
r i c o , el p n b re , el l i lw e , e l es e Javo , el san o , e 1 enfermo ,
nl de una Yida regular {) desastrosa, el sacerdote, las
·-
y írgenes consagradas al Seiíor, el claustro, todos oyen su

usooi
ISTÓRICO
CION L
voz, sienten su dulzura y la unción con que las entl)a en
el camino de la Yi1'tud, como si hubiese nacido exclusi-
vamente para merecerles su verdadera gloria. Con l'azón
dijo el padre San Ambrosio, que no hay cosn rnús útil
que ser amado, ni cosa tan amable comu la bondad qu·~
se deja c0nocer de todo el mundo. Vedlo en don .Jo~-q::
LEÓN PLANCHÓN. l~~l es amado <le todas las edad1_\s, clns•·s
y condiciolles: todos le llaman en su auxilio para el i;f~­
gocio imrortante de su ~alud; y él á todos con~ueln con
bondad y á todos facilita este don celestial y diYirn.
Nada digo, St~ficres, de qué Yosotros no hayais siclo U>s-
tigos. ¿,Le buscasteis alguna vez que no le hallasteis, ó
en el retiro de las esposas de .Jesucristo, absoh·iendC>
las dudas de su (~sc1)u pu losa conciencia y ratificando la
ma1·cha victoriosa de su Yida evangélica~ ó cosido co11 el
lecho de la enferma natu1)aleza, que se asusta y se est1·1-~­
rnece con el cuadro imponente de sus enormes culpas,
y de la severidad del justo juez, que va á clasificcu<n~,
consolándolo en este <lelicado rnartir<o con la bondnd y
dulzuras de la divina clemencia; ó en el confesionnt·in,
común á todos los fieles, abrazado con los penitentt~~. á
quienes paciente y cai·itativarnente escucha, fortalec1.~ y
nnirnaG? Predican esta verdad todo3 los ternplos de (~stü
ciudad; y muy en especial la Casa de Ejercicios, In igle-
sia de Snn Ignacio y esta Santa Catedral, que jamás lo
'"ió, sino en el altar ,~> en el coro, ó en el confes· (lnn l'io.
Ocupación que no distrajeron, ni resfriar-on los delicados
destinos á que le llamó su inérito; ni sus penosas 1)11fe1·-
medades, ni la inclem e11ciá de las estaciones, ni el i·íg(lr
de las lluvias y espantosas tronadas, ni las S<1nÜ11·3s y
tinieblas de la noche, ni las horas del sueiín, 'JU<! r,eJ'-
mitía al descanso de una vida tan laborio8a en fn.Y1W de
los fieles, cuya salud implora del Dios de las mise1·ieor-
dias, consagrándole en Ja oración y en e] altRl' ese culto
exterior, que solo d(~sconoce el impío, que no tiene Citl'as

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ISTÓRICO
CION L
-- 21G -

relaciones con el autor de su sér, que lns que tielle. un


autómata con su hacedor ingenioso.
Cu1to, seüores, santificado, no solo con la oracióu y
trt~m·j!ldo sacrificio Jel altar que ofrece diariamente, sino
co11 lclS divinas alabanzas á que llevaron indefectible-
1nonte su devoción y su deber. ¡9 Qnien en estas Jclicadas
funcil)n~s de su mi nisteeio n1ás exacto y puntual <:¡ ue doll
Jos1~; l..1EÓN PLANCHÓN'? ¡Ah! él llena las de su oficio y su-
ple igualmente las falta:S inevitables de los individuos
del senado á que pertenece! Como no vive sino en el
templo ó instruyendo y consolando ú los fieles ó nu-
trit:mdo su espíritu con las dulzuras de la gracia que
recibe en la oración usí<lua y fervorosa que lo eleva
hastc_t el trono de la Di vi nielad en el tribuna 1 ele la peni-
tencia, donde purifica más y más su casto corazón y
en el pan <le la vida que le hace, en cierto modo, uno
inismo con su Dios, está siempre pronto para suplir y
desempeilar los deberes del sacerdocio, que distribuidas
religirBamente, forman esu coro respetable <¡ue acorda-
ron y mantienen la iglesia y el estado, para alabar y
be11deci1· constantemente al verdadero Dios.
Tal es, señoees, por no ser interminable en mi Oració11,
el ejc~mplo d~ la virtud que nos dejó en su muerte don
JosÉ LEÓN PLANCHÓN. La dulzura, la verdad, la benefi-
cencia, la rBctitud y el exacto cumplimiento de sus de-
beres son las virtude3 que lo forman y el modelo qUt3
nos ha dejado que imitar: et is te quidem vita deeessit.
Ejemplo que perpetuado de generación en generación
por los hijos de su espíritu y admiradores de su mérito~
disputará al sepulcro el privilegio con que hace perde1·
entre sus so1nbras la gloria de los mayores héroes del
siglo. Sí, seilnres, la de <lon Jos~~ LEÓN PLANCHÓN vi vi -
rá siempre, porque la memoria del justo está escenta
de esa ley ele olvido decretada contra la vanidad y el
orgullo. Así lo ha jurado el oráculo mismo de la ver-

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ISTÓRICO
CION L
-
.
)1~
"-· ' --

dad en ül do b lt~ p r· e rn i o un l '1 u e li Oi ir a y i ·e e o 11111~ 11' ln. 1a


virtud que he consid1·:r::1dn (-_'ll su pe1·:;;1 .. 1Ht. Y pu1· si dej J 1

alguna duuda sin satisf¿1cu1·_, cuuti11uad, ~Ii11i~rr·i"1S d.:.:l


altar, vuestros saeeifieios l'ºP su alml1, p1di1:. 11d!, d . ·s1·fl.n-·
1

SO y rHlZ pül' siglos d1-:> Jos siglo~. ~\\11'.:N.

usooi
ISTÓRICO
CION L
Dr. Santiago Figueredo

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ISTÓRICO
CION L
ELOGIO FÚ.N EBHE
DEL GOBERNADOR Y CAPIT1\N GE:'.':ERAL DE LA Pt-W\·l~CIA
DE BuENos Aarns Y Ei'CAHGADO DE LO:-:. :'.':EGoc10:--;

DE PAZ Y GUERHA DE LA REPÚBLICA, COHO~EL ~l.-\­

NUEL ÜOHREGO, PHO~UNCIADO EL ;21 DE DICIENl-


BRE DE 1829, EN LA IGLESIA CATEDI-U.L DE BUE-

NOS AIRES, POR EL DOCTOR SANTIAGO FIGUE-


REDO.
/:.,'t 111t.vtf. ,\'i;11u1t 1 t•f <J.C't'<'JYlf 0-'J-".ítt J;_,ltfJ.fu~
/,.,,,,.¡_" .•oti, ,., ·"'-'lH'lirit er( i11 Jf,,,[/1t, 1·ivi-
t11t': 1Jlff1•11111 t•j11.'<, l_'f JJlu11.rer1utt t·11m 1n11n·i-'I

jJO}J/t/119 /.-:1•fft•{ J>lf11tef11 111tl!J1l11 1 l'f /11,1'1'1'/Utf.


,¡¡,!,'f 1111,/fu.'f,

Lib . .J. .Jl"c-. CoJ>. J.'J, 1-. :n ,., '2.11.

l\I:m(lcj Hmón ü. bn~car lo~ hne.'•)S de Jw


nn.t:í:-:. ~u hermnno, y los enterr·.1 en Mu-
tlín, ciudad tle :;ns padres, y 111 lloró totl1:;
el pnehlu lle r~rnel, y 11_) lloró i.11.1r runcho
tiempo.

Exrno. seúor :
Cuanllo un pueblo hace <,stentación de su d11lo1', per-
mitiendo á sus ojos f~I desahogo de las lágrimas por ht
muerte dP alg1'm ci udada110 desgraciado; cuando. r1~no­
vando constantemente su llanto, acredita que él no es
fruto de una sensibilidad pasajera. sin1'i un justo lwrne.na-
je de gratitud pue sus servicius. ;,Qué podrá deci1~ un
oradoe, que recomiende más el inc~rito de su hé1 08 ? 1
6

Confieso, seftures, <flte en el noble empeíio 'illl? se me


ha confiado, yo no encw~ntro t~xpresiones más eloeuentes,
que vuestras lágrimas. l\Iis afecciones peesonales podrían

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 220 -

hacer-me descnbeir mér~itos veedadeeos donde no los hay;


pero un pueblo ente1~0 no so alucine:l, y Ynestros públicos
sentimi(~lltos no puede 1 dejar' d·~ St~1· lns gai·aines más
1

infalibles de sólidas y sobi·esalientes Yirtwles. Es \··~rdad


'lue el aete ayudadu de las subli1nes irnúgenes de la elo·
e u en c i a, su o le t~ n t ei'l ne e e r u n a u d i to e i o respeta b le ~ pe en
semejante sensibili1la<l us rnús d1~bi,la n,l talento del ora-
dor que al mérito d.~1 hé1·d•~, y pl)t~ lo mismo ella es tan
transitoria, corno el sonido 'l ue la lwoduce.
Por fortuna yo no tengo ll•~C1~~idtHl de cubrir de tlore.-;
t;ste triste monumento ch~ v1rnsti~iJ dolor, ni Yengo á imi- L-

tar al célebre cónsul Ant0ni1), í{W:' mnst.1'lando al pueblo


romano la tünica de César traspasada ú put1aladas, y su
busto cubierto de heridas >' rk~ sangr<~, consiguió conmo-
verlo, ha'Sta precipitar-11) nn venganzas. No permita el
Cielo <J lW mi lengua ex e i te pasiones ta u in no b 1es, y '-1 u e,
olvidando mi ministerio de paz, lo convierta en instru-
1nento de horrores: nú; ini objeto es solo avivai· vuestra
sensibilidad y gratitud, en favor de uu héroe, cuya vida
ha siclo un t,ejido co:ht:lnte de survicios á la Patria, y cu-
ya mw~t)te ha causa<lo u11 diwlo general 1~ntre sus con-
ci t1dadanos.
Pero, seüores, ¿9 q ui én es esttj mortal afortunado, cuy'-t
memoria sola es más poderosa y elocuente par-a conster-
nar un pueblo entero, <J ue las exhortaciones más patéti-
cas de los inejores oradm')esGt ¡,Es por ventura ar1uel vir-
tuoso y valiente l\1acabeo, juez incorruptible y defensor
constante de los derechos <lel pueblo del Señor~~ ¿Aquel
ponderado .Jonatás, de quien dice t~I texto sagrado, que
nada omitió de cuanto podía contribuir- á la f~licidad de
su patria, y á la dilatación de su fama, <.1ue llevó hasta
6
las regiones más rlistantes ?
~Aquel, cuya espada fué siempre el terror de sus ene·
migos y el escudo de su nacilm; que á los reyes unidos
con tea él dió mil días de cuidados y de pesar, mientras

usooi
ISTÓRICO
CION L
·)·) 1
-- ·--·- -

'JUe ú sns cq11ci111bd:J111>~ 111·up•.>t·1_·i•>ltí'1 ot1·1)S tantos d1' ho-


ww, de lJaZ y d1~ 1•1_~::;¡11:~1al1i!icLuJ: J·:l ¡~:--:, ~(q'i<w1.•s. p1:1·1' yn
no exisk.: ,_~s1~ hninlw•.' 1¡11~:! ~1-~ di~ti11gt1Í<t (·! nt1·e k1s d ernú:-::
p<H' sus Yirrt1d1~~. CO!l)Cl ,.¡ (•¡:·cl1·11 ¡1fli' Sll 1·k~\"<_l(•i¡'111 et it ,.,_.

los bos,1u1'S, d1-~sa¡.1<u·1:•ei1'1 t<111 pt·u11U• <."11t111 ,_.¡ tie1·11(• at~I,11s­

t O cl I µ· ( il !' w d 1;t
<' :l 1Í J:t d ;-_t S 1.~ ~~ ll 1' . J:: J f 11 1·• V Í (: t j ll1 n d 1 ' Ll arn -
bicil1n.
Si , l a {·v u 1, i e i '·; ¡ 1: 1• ~ ... ;, u 1·, n ~ 1 1• 111 , ~ : 1. n g r· i e-~ 11 t u 1 t 1 1 • il ,.· ~ l ' l~ d <l z n
1

el úLna, >lll d!:~jarln. _i;·U1tú~~ rt·;tn•¡niia: ,_•se 1'11111.·~tn li.dl,~1· d1··


intriga~. y d1· r·e,·ul1tci,111,~s. 1_•.:.:-1~ g¡~•ilio d1-d mal, ni :¡u1' t«>do
par-e(: 1 • f;Ü'..il, 1'()1" 11.11-; 1~¡·:·1_• '!:11:: 1udn. ]1:~ 1_~s p1·uliil1ii.Jq~ 'llll'
1

lL1 i i ·ü ' ~ 1 1• t•i n u~ 11 1ú i ! , '-··, , n L1. i 1i ú-.:. h e i 11 n 11 t ' • '" i 1· t. u rl , :v q 11 t:-


í i

110 f't:'Cu!lt;C:·_· 111t'<t Í•.·y 'lu:• In t';l\"t"tl';1ld1~ ú ~)U~ i11t1~1lf1):~: nse

d(::>:-:.e<J, 1~i1 fi11, c.li: 1.·11(·11wl,¡·;u·~1-~ ~11i,1·1~ la:~ rui11a~ <-1ge1ins,


se i"tpod1:'t«~t 1.h~ tt!l <~•:>11•:'1«11, y 1:111 111t 1nc>1t11:•111<1 YÍHn•· ¡, ti(•r1}~'
l<l col1n1rna rn;°1:-:: fu1_·1·t1!- dt~ .J !!d:1.
Put.<• snti~f:.·cll11 T1·if,··;i d _·! alr.11 t'itttg11'flll.~11<_·1q1<l, si-' e1u·
1

peúa ,~·n 1_•l1·_'\"<ll'S1· 111;.t:--:: t11·1·11 e1111:--:idet"andn 'fil•~ 1:1 ,·ir·tuoso,


<::' ! i n e;-, ¡ T u ¡i 1 i h 1¡ ~ .J ' ;11 a r ú ~ . ~' · i"' i : 1 111i 1n 11 1· i , i n q l t 1 • ti ·a b 1e i .l )f :'

sus d1~si!:!11ius. ,.,,111·il1·· la f 1-.·l'<1Z 1·1~~1ducí•'•11 d1· n:--:1 ..~i11n?·lo.


V

>J'<1 ;:.:,1-) iltl'!!-\'I' ;'¡_ i"~j1:(~lll;ll'[!1 ;·;)l'(l i.1 l'<.ll'<l ,-¡,·'ll .l11f11 ~)j f1·1-•Jlt<.' 1

de s u '~ j 1•( • i 111 : I' ,~ r· n , ~ i '-·~ !" c. 1t-' ~ r ¡a l el •~ l a t111 i ~ 1<:1 d ~ ' p tt:·
<" 1• <"

pai·ü un ª"1id(1¡· •-·~..:. u11 f;ti1LL..:.;u.-1 i111n~inn..1·in si :-:-1~ :~po1h:· ú


~u f111·r111tn. ·~~ 1·l i11c•di11 ·l1-· 'í'i:' ~e· ,-ale p;H·n ej1·cut;u· su
ne fa w ¡,, l' r n y ' ~ e r- ' , .
¡0~1~ 1¡i1s·~ a1·1tn 1·rn ,, _ ·¡·¡·¡;,l;· ,. 11-·liµyc,~a ii:u·a 1u1 coraz1'>11

sencill11'. El 111;-ti,·,1'1~, ~ni .. ;·, f~·11<·11ntr<'tt' á .J111rn.tús C1)11 Lt


paz t;.111·1 ~;~inl>la1111· \' :•I ,-,·1i1~11'' el•.· illl ;lSpid de11ti·11 d1_~
:-:.u pecir•). L·· ~:ll11da 1·1·11 1···s111~rn, 11~ l1;1bla con 1l11lz111·a,
le sr~püf'~l C(>ll d1~St1·ezH .¡,:' :--:q~ Ce 1l11p;11-11.•t'OS de ül'llU~. l1-•
pre~enra Lts 11;1\·1;-.:. ,-¡,_. T<.il•·rnnida, p1-:>1·suadit~11d1)lc). 'f ltt
I' m·a t (it 1w r· ~; u prr~ e::-=. i 1·1 11 ! •· 1'as t a n 1111 ns p o e u s 1l •· l 1 i :--: s u y o~
y cuandn lo ti1 . n1~ di~lltr'•1, ~:.11ld1·Y<l 1.•! t•lH:hlc"i, ¡,-, de('la1·n
[Jt"eso, i.t~1-!si11;t ú s11~ :·11tti.~·ii~. y c1·1·c;1 de Ba-.:.<.«1111;tlla li:
q 11 i t n 1a Y i ' Lt e" 111 1111 ' · ,- a:--: r i 1·e-. 1rn s t; l n e i n ~ d '_. f 1 • i ·1 1(· i 'L1 d . ; .A_ l1

usooi
ISTÓRICO
CION L
pérfido_; cuún tas vi c ti lll<"lS has sacrificado con un su Jo
golpe! No es hombre cualquiera, es el gobernador- de un
¡,uebio, es una nación entera la que has decapitado, mar-
chitando todas sus glorias y hundiendo todas sus pros-
peridades en un mis1no sepulcro. Jonatás ya no existe,
i·epiten las montaüas dH .Judá, y un grito simultáneo d1~
dolor se hace sentir en todas sus comarcas: el duelo se
extiende hasta dond~ alcanzan los ecos de esta triste nue
Ya; y al ver que ya no posee los restos exánimes de su
virtuoso gobernador, Israel e11tero llora, y en su llanto le
acompaüan hasta las naciones extranjeras.
Pt:·ro, seliores, aún no he comenzado el elogio fúnebre
del ht•roe 'lue un afio enturo ha sido el objeto de vuestro
duelo, y ya me par1~ce r1ue lo he concluido; porque ¿(1ué
podrú ai1aclir mi clébi 1 ex1wesió11 a] b1·illant1~ bosci uejo que
siguiendo el texto sagrado os acabo de delinear·: ¿9 No re-
conoct·is todos en este vistoso a tuir1 ue ensangrentado re-
n·aru, al Exmo. sefior dnn ~Ianuel Doreegn, gobernador
y e.apitan general de esta pr-oYincia y encargado del
Pod1!e l~jec11ti vo Nacional por todas las de la Unión, cuya
desgr-acifl,da muerte es hasta hoy el múYi l de vuesteos
justos sentimientos~~
Sí: la identidad de sucesos en la vida y en la muerte
de ambos héroes, les ha meeecido con justicia iguales
muestras de g1·atitud y de pesar; y si el pueblo de Judá
viendo desaparecer su gobee1Htdor y sumo sacerdote, des-
ahogú en lágrimas su sentimiento~ es muy justo qtw este
gran pueblo, que la proYiueia entera y aún todas las de
la Unión, muestren su gratitw.l y su pesar, entregándose
á un llanto que si bien es la seüal n1ás exp1·esiva del dolor·,
es también la prueba más inequívoca del verdadero senti-
1niento. Pero nó: haced un paréntesis á vuestros gemidos,
suspended las lágrimas, 1nientras que sobreponiéndome,
si puedo, al pesar que me enagena, os recuerdo, que don
Manuel Dorrego fué un hijo fiel á la patria y un verda-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 223

dero discípulo de Jusu-Cristo: quiero (lec.ir~ <1ue el sei'101·


Dorrego desempeúó durante su vida los deberes de un
ciudadano buen patriota, de un milita1· nilienk y de un
gobernador virtuoso: y qttt-~ en su inuerte nos l•:-:"gó lc1s
más expresivos ejemplos de patriotismo y religión: en u w-t
palabra; sus virtndes ci Yi 1es y cristianüs van ú ser· e 1
asunto de su elogio y el objeto ele YlH~stra atenció11.
Virtuosos compatriotas, sensihl<~s extranjeros, ciuda-
danos todos los que participais de mi dolo1·, ayudadmu ú
tributar á sn memoria (~ste justo homenaje de g1·atitud y
de pesar. Religión santa, yo espe1·0 ele YOS, para desem-
peñar mi di fíci 1 rn in is tt-~~r i o, nq ue 1la for-tc-tl eza c1:i n que
nuestro hé1·oe se hizo adm i ear e u el ter'l'i ble tr~anee ele
la muerte; sin ella confieso q uo no podré mirar con SHlll-
blante sereno las trist1?s irna~enes que me Podean.
Disculpadme, pnes, s~~üorus, si al j ustifiear YnestTn t1·is-
teza, yo me sepa1·n du los pr-eeeptus del ade; poi-que no
son los instantes del dolo1· los mús oportunos paea expre-
sar con méto<.lo los senti1ui011tns de) co1·<:t.zó11, y lispolle. is
1 1

á oir, no ya los ag~·adnbles trauspol'les d1~· un ()nldo1· 1:.·lu-


cuente, sino los tr·isu~s desahogus d1_· nna <Lima tt·as¡1~lS<.t­
.
da de aflicción. Yn no <rnisient ren0Ya1· YUt.·stra.., herí-
das, pero, si us preciso <h~sculwidas para 'lllt~ caigas ;l_1r-e
ellas el búJsamo consolador d1-~ nuestra santa relitt'Í<°>n ~

Pidamos al Ciuln confo1·rnidatL .v,. escuchadme .

PH.L\IEHA PARTE

Cuando emprendo el elogio fúne b1·e de un Hér-ue l'<:;'-


públicano, no espere is th.~ ini, seüores, '1 ue yo mt-~ •:·rn-
peüe en registrai· los archivos, ni en sacudie el polYo d·~
envejecidos pergaminos, para buscar entre sus ascen-
<lientes los méritos, <1ue sus virtudes no le hayan dado.
Que se emplee enhnr-abuena el Yil ndtdado1\ en alabar á
- 224 --

'Jus hombres po1· la <~levaci,·rn <fr~ su origen, mientras que


d seiwr Dorrego, sin desmerecer nada por ~u nacimiento
.t iew.~ Ja gloeia 1auto más sólida, cuanto más dificil de
s 1:H• grand e por su s propios in é ritos, más q u e por los de
~" us mayort~s. ~ ació e11 '~sta ci ndad e 1 11 de junio de
1787, de Ulla familia decentu. Su educaci<'m fué cua]
l'.Orrespondia á su clase~ enlocado en el colegio dn San
Carlos, hizo admira.r· bien pronto <l'llH:J sublimu talento
que lo preparaba par-a g1·a11des eusas. Su apl icaciún le
me1·eció el aprecio d(• sus maestros, y sus progresos, la
distinción entre todos sus contemporarn~os. Mientras
i I ue su al rnc.:t buscaba coll itnsia la \·erdad, su corazón
~oto aspiralrn, á s1·r útil ú, sus sernejanle~; con esta idea,
~ 1 ? ded ic<'• al penoso estudio de l<:t j ur-isprudencia, ali-
mentando Ja esper-anza de '!lle aJgú11 <lia podría servir
de aliYio ú. Jos infelices. S(• dirig•J ú, ChiJc~ para perfec-
-ciona1) su reso]uciún~ pero pel'mitidme que interrumpa
poe un i11stante la histoeia de sus a<ldantami1~ntos, para
~hu·us unn i de¿t de lns pri nH:~f'(•S rasgos <le su corazlm ge-
11e1·«1so.
En lo::.:. rnornen tos d1:,! marchai·, ~al Je '-1 u1~ estaba <tmaga-
da la Y ida de un amigo, purs1~gni do por opiniones polí-
t icüs, por el 11minoso puder d1· los tiranos, y sin detener-
se·, á Yista ele los grandes pdigrcs •ple 18 amenazaban,
Y u 1~ la á socorrerlo; ln ·~ncuen tea <.tbati do, y casi abando-
:iado á la suerte d<~ sus infortnnios; lo r1~anima, y com-
p1)nmetic·udo su propia 1-~xistenci<:t, lu salva. ¡ <Jh, alma
~en e i ·osa, apenas te d (~ja~ v el r en t r H los hombres, y ya
re haces digna rle su gratitud y sus elogios! .l~l concluye
su ,_·m¡wesn con .felicidad, y sigu'-~ para su destino.
IJe~a ú Chile, y 110 tarda en hac1~r <-Hlmirar sus apti-
1 u<les, principalmente al arnanecer- a<1uel día venturoso,
t\ n q u e '~ 1 S u pre rn o G é ni o del B i en co 1o có ante los a rn e-

r i can os el sagrado altar de la patria, para que pronun-


.eiúsemns snhrP sus aras e.l solemnP jtu·ai11ento de nues-

usooi
ISTÓRICO
CION L
tra indupendtrncia. Buenns Aires el prnnero Jev<lnü1 ~u
voz soberana, rompe~ la~ cadenas de su esclnvituu y
e na r bo 1n. e l 111 e:l g t~ s t u u .., n e s ta n dar tu d e 1a l i he i · t ad . Los
pueblos hermanos l(• Yc~n, se postran y lo <"tdn1 a11. El t~T'Ul 1

Chile no podría quedüt· fuera de~ tan i11teresn,nte escen:l:


él se a pres u ria á oc u par· e 1 <l l to ck~ s t i u o q u e la n a t u r a !e:) za
lu se1-1ala, y el ciu<l:uL-1110 Do1·1·1_•go, sin t1·<·pitlar ú vist1l
de los inmeHsos l>'~lig1·os, 'Jlle amenazan ú nn jt'1ven e~­
n·c.rnjero~ sin rn1'ts recursos que sus talentos, sus vi1·t11des
y su pat1·iotism1), se prop onc~ nada menos 'flH~ destl'nnür·
en a<1uella opult:'t1ta capitn.L el tre1ru~ndo poclee moná1·,¡ui-
co <.1ue la "Pl'imía. La 1-~rnpr-esa <.~s úr<luc.t por cie1·to, pe1·0
;., ' l u é p u e dt~ res i s ti r s t -~ ú u n g t~ 11 i o ·,t 1:: l t u v o Lt g l n ria d.~
abrir p<H' SUS rwopias Ill<UlOS el prillll:.~r S(:.~pulct•o, en CtlH~
jban ú olvidar·st~ para siemprA los durechos dL~ un co11-
quistad1w, y Cl>ntrih11y,·) 1h~ uu modo tan enérgico <.t l:l
instalaei1!m d(d peime1· golJier·n() pc:-1..trin, 'f lH~ este no pudo
menos1iue pr-emin,r- sus distinguidos ser\'icios con una
medalla singnlai·, cuyP mote~ es: «Chilu ú su {'t·imer dt:·-
ensor)> ¡ Oh, Buenos A. i1·es, ta11 cé 1, . Jn·e poL· r t1:-; '"i t·t 11-
<les, corno por· tus desgt·ac.~ins~ cnn 'l't<·· ?l(>blo or~tdlo 1'1•-
cnrdar-ús á la~ gen1_•cüeio11es Yenid1~1·n~ el noml.a·1j d1_· un
hijo, r¡ 11e en tol.hls 11;u•t1~s ha sido unü 1le las nu'.ts fue1·ti:·s
en l u n1 i rn:;, "1 e la l i he l' t ad <l ll 11-~ r i e a 11 a '.
Dt~sd1: 1 1rntonc1_•s aln.u1du nn. ú, s11 pes;:tt· el 1~studio de las
l rj Yt~ S, lJ 0 [' d I~ d j (~ <t r• Sr~ t.() . h ll t t:' l
1' Ú Ja lJ (tfT l <l , 1 l U t _' l' ~ I ;\ -
'I) < (•

1ttaba lH"(>llt.cd y <!.llót·gie<):-; ~1:t·Yi<:i1•S dc3 sns hijos. 1-tecihe


eon eatusias101J la imp1•1·t;u1ti: c1nnisi1'>11 <h~ hacet· i·1~chltas.
,\' 8ll p1>CU ti1-:>lnj>U t>1-'UIW (:.~i·ea d1_~ <¡11\nielltUS SÍll lllÚS l'l~­
Cill'SOS 'lll!~. l<l ju~t.icia d1-.~ la caus~t 'flH.! proc:lfl.ma, y (~I c·1·1.:·-
ditn <p1e 11~
ganan s11:-:; \·ir·t11d1~s. Tr·aslnda nna divi~i1'>11
dij esl1»S á \lr-:>wloza, casi ;.l c.1 htil di-~ su <.:'SC<lS.O ¡n1t1·i111u-
n io, )' \"tu:dv:~ á Cltil1-~ u,1tr_lrtcidn segn1·c.uncqlt1~ ~olJl·1~ la~
nlas del !llllllr::1ll t11u.dn,1· d1 aq11r~l n.men1) te1·rito1·in. L1ega
1

la vispe1·ü d'-~ 11tw t~~p;u1t1 '~ª r-1_d1di<'>t1 de lús suldadus dcd


15

ISTÓRICO
CION L
usooi
- 22G

rey contra el gobierno de la patria, <p1e habían juraJ,,,


intentaban demoler hasta los cimientos el templo augus·
to de la libertad. Ya estaba todo prepar·üdo, los enemi-
gos ejecutaban sus planes, ya ocnpn,!rn,n la plaza princi-
pal de Santiago, el mal parecÍ<-t sin remedio, y los pa-
triotas prep~lf'¿tban su gar-ganta. á nuevas cadenas, ó á
una m ucr·te igno111iniosa, cuando se pre.:::ien te:t el ciudadanl)
Don·ego, y á su vista Sü di.3ipa la toemenLa tan pronto
como el humo al soplo de una recia ventolina.
Unos pocos solllados nueYos, y sin disciplina, son lo:s
únicos r-ecursos con quo cuenta püra hacer frente á vete-
ranos cleci di dos y acostmnbrados ú tr-i un far; pero ná im-
porta, su Yalor y sus acertadas disp·)siciones equivalen
á un ejército. l~l los acomete, los ctirga, los ven ce y los
disipa, y para colmo de su bizal'ria, tuYo la gloria d1~
presentar ante el pabellón de la Patria, treinta y tres
enemigos Yencidos, sin más armas <1ue su persuasión.
;º Per<"l adonde "º.Y ? ¡, In ten ti) yo acaso seguir el rápido
vuelo de esrn, águila, que parece innltiplicarse para ser·
útil y haee1·se aJrnirar en todas partes 'l j Ah, sería ta11
temerario este empeüo, co1no el de querer detallar el
valor, la actividad, la constancia, el desinterés, la ge-
nerosidad y de!nás virtudes con r¡ ue dejando admirados
y agr-n.clecidos los hijos del gran Santiago, regeesó á esta
sn amada patrie:i, donde le·esperaba un campo más vasto
para desplegai~ sus nobles sen ti mientas !
En efecto, llega á esta ciudad á mediados del año 1811,
y su f<llna, más ulorosa que los mejores perfumes que le
babia precedido, le proporciona uu lugar <le preferencia
en cada uno de los cuerpos ele la guarnición. :Más el
jóven Dorrego, animado de aquellos nobles estímulos,
que desconocen los espí"itus débiles, nacidos para vege-
tar en la inacción, pero que no pueJen resistir las almas
grandes, se niega constantemente á un servicio tan pa-
siYo cou10 contrario á su carácter: el solo se tranquiliza

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- '"2;27

cuando el gobierno y sus jefes k~ colocan en la gloriosa


posición de fertilizar con su sangre el campo ameno de
la Patria, y <lestinado al ejército del Perú, consigne por
sus ruegos las comisiones más peligrosas.
Ya se presenta este nuevo Pompeyo en el teatro del
honor, y ya desmaya mi expresión al querer tocar la lí -
nea que demarcan sus importantes servicios; porque ~co­
mo podré yo, en el escaso tiempo <1ue me permite la pru-
dencia, detallaros todas sus gloriosas acciones y todas
las virtudes <1ue las cara.cteriza1·onG? Siempre activo y
vigilante, jamás descansa, sino cuandí) sus enemigos se
rinden ó se alejan. Siempre valiente .... ¡Oh! yl) qui-
siera ser en este momento un Cicerón, para haceros una
exacta pintura de n<1wd Yalor intr-épido sin te1neridad, in-
dustrioso sin peq nefíeces, y activo sin pr eci pi tación, con
que el señor Dorrego imnortalizó su nombre. En medio
de una sangrienta batalla, entre el horroroso estruendo
de las armas, penetrado de los tristes gemidos del que
muere, rodeado del furor (k~ los que pelt:1an, y al frente de
la multitud que solo piensa en dar ó evitaf' la muerte, él
busca con tranquilida<l el camino rná~ C<Wto para conse-
guir un triunfo. Todo lo observa con semhlante sereno,
compara las fuerzas que so baten; cruza diestramente
los planes de su enemigo; elige puestos ventajosos, avan-
za con presteza, se retir·a con precauci/m; un peligro del
momento no le soqwendo; aprovecha todas sus ventajas
y paraliza las de sus contrarios, si alguna vez lo abando-
na la fortuna de la guerra.
Militares, que habeis tenido el honor <le combatir á
su lado, desmentid me, si no son exactas estas be Jlas
disposiciones de su alma: decid, si mandando la reser-
va en Tucumán, no contribuyó de un modo muy singular
á aquel glorioso triunfo que afianzó hasta el día la
independencia de nuestro E$tadol
Decid, cuanto le debe la tan justamente celebrada vic-

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ISTÓRICO
CION L
torin de ,")'rtlta, <¡ue haeú llll c~t1~r·no homenaje á nuest1·as
armas y c-ll valC)r del s<~iío1· Doeregn. Decid, cuanto hizo
c-m .Su ip rte lw , po e sosten e 1• e 1 h o n m · d u n tH~ s t ro p abe 11 ó n ,
cnauto en ~Vo~ru~ell<J donde se pe1·sentú hericJ,, de un bra-
zu, y si én dolo n u evame11 ti~ p¡w u na ha la. que 1(~ püs1'1 In
ga1·ganta, S•~ hacía eonducit· snb1·t los hombros de su~
1

soldados animánd1)lus á rnn1·i1· nntes 1¡ue 1·(~n<li1lse á los


tira1w~; dc-:'cid, si 1:•11 !1orri() ...,, y en .'-.,'on.<.;orw IJati{) ú los
nuernig1>s de la Patri<t, 11~~ tninc·, prisin neros, arninn1en-
to, municiones y l:n1gaj1~s~ <k~cid si <m JJ<J.~O \ :--eNle, y en
J""((tu8to salYú las poldaciones <kl incendio y del sa'lueo
c.on que 1os ericmigos h 1ll ,¡ er·au hecho inás hnr1·orosa su
e et i r· n da , si é 1 n o l o~ h u b i era pu r seg u i d n ta n d t~ ce i ·ca :
decid~ p1.~ro uo .... Del1-_•n,~us; '11w yo no he Yenido á d::i-
1·ns iden~ de carnicerias y de~ sangre de]ante de • ste 1

<l lt~:i.r de pc)Z, de 1ude t10 se :-;acl'ifican 1.or·os ~r hecerr·os,


sino la víctima inocente~ d1~ un Dios de misuricordias.
CallaJ, pues, como yo lu hago, 111iuntr<ls 'lue sus cicatri-
cc~s ~·su sangi·t-~ tantas Y1~cc~s dnrrarnada en l()s campos
d , h a h1 11 a, pu h 1i e, a n ~ n s \' i1·ti 1d 1; s e o n m ú s <~ 1ne 11 en e i a q u e
l

11111·_·stra débil ..~xp1·üsi1'>11. ¡< )h~ ~i .Yo pudi1·1·a 1·ucorda1·os


1oclns las c(1rnpa!'1a~ 'l '''-' h~1·111inr> con hono1\ tndas las
kttullas '1un ~ostu''º con bizarría, tndas las victor·ias que
g a n r•1 por s. u p ei · i e i a ~ P •~ r- o a n t. 1. s ' ¡ 11 i ero ~e p u 1ta r en e 1
1

nh·idn tll1<1 gran pru·t<~ du ~11s glo1·i<t:-:;, <¡ n1~ n~t<)CHI' ]a imrí-
g1)11 fu11i"~~ta de 11nc~::;tt·ns desg1·aci<ts. ¡njalá <¡nu 01 ve]o
cnn r¡ue ho~· cuh1·0 11111che°J~ e.le~ s11s i11qwrtnntes serYicios,
oc11}l(• rrn.l'H sietllpr·•-' Ú los e•111•migos <file 110$ nbsurYall
nuestrcis pas<ldos extraYins!
l·~nrn~ tant,.1, ved al1í In. Pscnla lio1101·ítie<J, ¡1<>r' donde
,:[ se1-1(1r· D1n·rug11 suhic'1 hnsta el grado de· coronel, en 11ue
pei'l1Hlnecie'1 l~) n 1-1ns. hast ¡_l ~11 HllH:~rte.
(~Y <¡né, ns ad1ni1·ais, •1ue~ un µ:ohi1~t"JlO prc'1digo algu-
nns Yee1~s de ho1101·1~~ y 1l1~ gr·nd1>S militares, no nfrecie-
1·1· un :-:,11ln ascenso ú, 11111~str'o hc\ro1~ en tantos aÜ1JS~

ISTÓRICO
CION L
usooi
·--- ·)·)(~ -
'"""' º""' '·'

Pues, no, n.dm i rad rnú.s bi1~ n ª·' p.t1·~ 1 pundonor- y del i ea-
deza f{Ue Je hizo L'eSÍ~tir· e) gt'<Vlo de ec.>l'Ollel. llicl_\"111"', Coll
<1ue el Exmo. se1-101· dun Antu11io C~·•nzal1-:>Z B<1lca1·'.~v
quiso descargar la P~ttt•i;t d1~ la 1-rno1·nH~ deudü e11 ¡ue la 1

habian puesto tautos y uu1 distinguidos s1~1·v1c10~: y {1111·


lo resisti1·, solarn1:'llÜ~, p1H''f l.lt-' no 1~ra •·l prémio 1h~ un 1u11_•-
vo triunfo, de una 111u~va canqn11-1a, ,·, d1• una 11u1~Y~l lh~­
rida recibicla p<1r' la P«tt1·1n.. _-\.dinit)a.d l;-ts instnuci<-t~ C1)lt
que imput·t.u11ú ú s1t:s ~l111ig1>S, par·a '{ llu la honn1·abl•_• sala
de repres1~ntanti:~.s 111) le dur,ret:v-;1.~ d rni:smo grndd 'f Ut:' :--;,.:'
había pt'OJHH~sto co1un una dc~·1Whtt•<tCi1'>11 <h~ g1·atitud pu1·
el acierto, consta11cia y d1·~inte1·1··~. con 'IlH=~ lrn.l1ia dir·ijid,,
los negocios
.... dul Estado .
Sí, genArosns 1nilit.at·1;s, '{lh~ 1>S consag1·ais ú la l\tt1·ia.
el se ü ne Do r re go ¡ , ~ e r) 11 v i 'L t, eo n s t1 s Y i 1• t un sos e .i '~ 111 p l o::.:. ,
á no ad mi t. i r , 11 i lll' .HlO ~~ s 1) 1i e i t; tt · u n g 1·ad o , · n 1n rn i 1i e i n .
<1ne no sea ganad(> 1:~11 cd <·.ampo fl,~ b<ttalla; i1uitadlu, [.H.te:--;
sin olvidcu·ja1w'v-:; ª'lllc:.dh, ltu111;widad, f?Oll 'f'le l''isn 1nú~
de una vez, su puch<> p()t• esc1td1 > pt.H'<l S<ll va1· la vi da de·
los enemigos ven ei dos, 'f lli.' la PSpnda tr·i 111 d'<rn te ¡18 rd<)tlcl-
ba con re p u g na 11 e i a un 1u s m o me n t. os d 1~ f 1 11. •1 1• : ;~v 1n u 11 ¿l
>

filantropía con q w~ 11' ·µ/> ,·t. d1~~111 t da1·s1_· en e 1 tn i sin') e<ttn-


pn de la nlllerte, pa1·a Yestir· ú los 'l'll~ [H)Ct• ant•:~s lu hu-
bieran despeclaznd•J: a<¡uulla µ:e111~t·osi1btd 11u1~~ ~1tpu sa-
crificar las c<111sidu1·ncic>111~s 'f ll'~ le dispensab<.t u1t µ::.1bi1~1·-­
no celoso, por sah·a1· la vid<t d1~ 11n ciudctd1.lnu 'l'L'~ había
sido, tal vez, el i11~tru1nu11to d'~ sus ma.\·01·,~~ d1~sgt'<l
c1as
¡Ah! Si yo pudiet·a p1·1~St.~11t.a1·ns un coutr·<.tste, su ~on­
ducta y la de sus 1-~·nc~migo:-;: si me~ fn1~~w per1nitido ha-
ceros ver c(•rno usa de~ su pod1.·1· 1111 hqmbre ge111_·1·u~<>, <.lllll-
'l ue esté ofendido y c(>1111> lo cnn \. i twte 1-:· n e~,_· u do dc l
ciudadano, 'f lle implnr-a su protecci<'>n. a1'uH¡ ue ~ea su
enemigo, y q ne al m is111u tiempo Yol v it~seis los ojos al
modo, dificil de caracterizar, con que t~·s tr·atada Ja mismn

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 2:30 -

a utol'idad, no pcw ciudadanos ofendidos ó perjudicados,


sino por jefes militares, que por sus relaciones amis-
tosas y por su houor. . . Pero. . . . Yo callo, porque no
trato de horrorizai·os, y porqut~ si con estos tristes re-
cuerdos he de excitaros sentimientos de odio, preferiré al
dulce placer· de estenderme sobre las virtudes, con que
PI Sr. Dorrego honró la carrera 1nilitar, el <le ocupar
vuestra atención con otros servicios, no menos útiles á
la patria que honoríficos á su persona.
Venid conmigo ciudadanos, ante la representación so-
berana, y ver-eis, ya sea 011 la tri bu na de la honora hit~
sala de J'epresentantes, ya sea en la del congreso gene-
ral constituyente, el raro ejemplo de un 1nilitar tan dies-
tro en el arte de persuadir, como en ol de manejar la es-
pada. La patria, que tantas veces había debido á su
valor, su ilHlependencia y tranr1uiliciad doméstica, va á
encontrar nuevos motivos <le gratitud en su firmeza por
sostene1· sus derechos.
Ahora sí, <ftH~ se ~onoce í3l temple vigoroso de ar¡ue-
Jla alma que nn pudini·on trastornar ni los halagos, ni las
amenazas del pndee. El seiío1· Dor1·ego, después de ha-
ber expuesto su vida, no teme compeometer su crédito y
su fortuna, cuando es preciso resistir ]as combinaciones
de un gobierno, que para cicatrizar las heridas internas
del Estado, se empeiía en un remedio, que, aplicado ino-
portunamente y por la fuerza, vino <l, ser Al corros1vo
más Yiol en to de las más 1isnnj<~ras esperanzas.
La política de un ministerio, r¡ue s{Jlo trata de eludir
las le\es sin derribarlas, y qun JW•~para la tumba á las
mejores instituciones de la 1wovincia, sin horrorizar las
víctimas halagadas cnn la espei~anza de un porvenir ven-
turoso, es más difícil de resistir, que el furor amenazan-
te de un ení~~migo, r¡ ue con un puñal en la mano, no res-
pira ~ino sangre vnnganzas y muertt~. Contra este se
arma y ~e prepara hasta el más débil y pusilánime. 79 Pero

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 93-1
,_, .

cuántas veces St~ i11uestean cobardes, delante cl1~·I prinwro,


los guerf'•.:'ros má~ int1·épidos en los comb<:lteS'! El t1_•rnc1r
de pasar pm) un hombre te1·co é inttexibl1~, suele ¿u·1)cd1·;u·
al génio rnús ené1·gicn: pero á nuestro re¡n-esenr~une, 1w-
<.la le detfrme cuando considera que sn silencio~·: eo11d1.._ls-
cendencia pueden ser tan fun1~stos ú la patria, cnmd In
mayor perfülia. f·:l descubre en lns planes del gi"1hi1~e110
aq u8l bos<1 u ej n de grandezas, tan i magi nari as com0 lü l't_~­
públ ica de Platou; p1~ro conocic·n<lo que e~te ::3Ut:'Üd, rnú~
funesto que ul .dc.:'l tiU>s11fo, vá á costar á lo:-:' p1u::bk1s,
rios de su sn.ng1·e, ó el sacrificio de sus mejores derecl11is,
S8 pone de pai·te dt-~ 1~stns: entonces descuhr.-~ aquél es¡1í-
1·itu vivo, peuet1·n11te, nctivo, cilevadu y ~uhlime. con 1¡u1:~
t1·iunfa, y con 'llle ndrnira ()ll aquella asamblt-:~n 1·espl:'tnhle
l' or· s u s l u e 1~ s ~ e 1 e o n v en e i rn i en to es , p 01 · 1o e' n n t'm , (-"' l
f'(~.sultado de~ sus ·~nérgicos discursos, tH·onuncia ~.(IS ~in
más adornos '1 u e 1as g1·aeias na tnra le~ y St:•nci !las, pe1·0
110 bles y td e '·ad <:1 s , ú q u e nada se res i s tr~ ~ e u ~u 1rc-1 s '"i _.
1.· e s
~r~ le oyó irnp1·ovisnr en las cuestiones más delíc<tclc.1s d~
la política . eon una abundancia de principios, c1i11 lllht
exactitud de idens~ y en un lenguaj(J tan pu1·t"1, 'fll•·~ p<11·1·ei:.1
estar leyendo una oración crnnpnestn. en el silen(~i() d1.' 1-•s-
tuclio ,,,·v cor1•t:~i!id<:-1 6
cc:n la mús detenida eeflexit\11 ? Pi:. r.·1 Ya
·-· \_

(1S consi(lc~eo impacienti:-', porque os hable d1.:' otrn 11('l'J1)rlo

d1~ su vid<l mús inter·psante ¡el de su gobierno!~·'"º·'" ú sa-


tisfacer YU<~~tt·11s deseos; mas pe1·mitidrne 'lue anti':-:' rett)-
'I ue el cu ad i·o t'u n1_•stn de ª'¡u e 1ht época t1·istc·, 1~11 1¡ne d
s:~ftor Dorreg.-1 rnm1'1 ~obre sí 1•l noble (~wpeüu d1~ ~nh·nr
una patl'ia 'llll~ sus unernigns Ctlnducian ú lns cndc·nn~ 1\
ú la ni uertf~.
Ah~ toda vi H. pal pirn mi (:<wad1n dt~ horror ni J'(\('1 ll'd n r
w 1uel los d í<ts de a111ai~gu i·a, P11 <1ue el presidente d (• l Es-
tado lo ahan•h)}11!> cunfesn.ndo ']lle nada podía Jrncl!l' ('))su
l_;·~ne fi e i o. P <.·u· e cía ' 1u ü todos los el 1? m en t 1 1s d el rn ("\ 1 ~e
habian d1~s,.:..11en.rle11ndo, ~- el 11j1) 1ihsi:·1·yad1w no dc~cnhl'ia

ISTÓRICO
CION L
usooi
- 939 -
"" "'

en .todo nuestro Yasto continente., smo rumas, enconos,


disensiones y carn icerias! Los pueblos St~ deYorabnn i,e-
cíp1·ocanHmte, inflamados dt~ ru.1uella rabia d(:st.ruct(H'(t que
cn~_nbin en bestias feroces, hombres '{lH~ habian nacido
P<ll'n <Hnarse corno hermanos. Una de nuestras rnús pin -
gües provincias) invadida por un vecino resputnlde, éSta-
hn. en vís1)eras de anonadarse ó somuV~rse ú stt .,vugu ,_ .
N ues.tr·us soldados ceüidos rle laur·eles, p1-..~r·o d1·~snuJos,
pobr·t"~S, descontuntos y casi desesperados al ver la ingra-
titud con <pie t~r-an coeresponclidos los sacr·iticios de:' su
sangre: y de su vida, a111e11azaban una tntal disolución.
Nuestt·a escnadr-a apenas existía parn, httcer admir·ar (:1
valor· de nunstros intrépidos marinos. ~uestt·os fnndns
1~staban agntados. Nuestro c1·édito sumamente cnnqiro-
metido: mil familias errantes mendigaban el pan de
puer-ta en puerta, e') buscaban P,Jl otras provincias el su-
sit-:•go y seguridad de 'l ue en su p1·op ia patr·ia les p1·iya1Ja
una leva injusta, cruel y destructon1 de sus pequeüas
fo1·t11nns: nuestro medio circulante estaba envilecido~ l1:is
valni·i:~s del consumo exct~sivamente insopor·tables. La
confianza mútua y la buena fo casi extinguidas; en una
palabra,, todas las pasiones sin freno, todos los males sin
medida, todas las desgracias sin término, y tod()s ]ns
pueblos agitados de la más espantosa anar·luia, prepara-
ban los últimos golpes á nuestra débil nxistencia.
En estas críticas circunstancias snbe al gr,biernu su-
premo de la provine.in. el seüor Dorr·ego, por el YOtt> uná-
nime de sus conciudadanos y al momento todo cambia de
semblante. Los pueblos, que hasta entonces no l'ensa-
ban sino en despedazaese, deponen su furof'; y comt) si
un misterioso encanto ligase sus pasiones, arrojan las
armas, renuevan sus antiguos pactos de an1istad y cu-
rren presurosos á depositar cada uno en nuesteo n uen)
gobernador la parte de su poder necesar·ia para sahar
el honu1, de todos. ¿!)Os parece, seilores, que estos solos

usooi
ISTÓRICO
CION L
- ~33 -

servicios no bastaeían para inmurtalizai- su nombl'1_\ y ha


cernos eternamente grata su memoria G? El que conozca
los males con <pw uJlige ú los pueblos la gueren ci \·ij
que haya visto de cerca el cuadr·o nspant11so de nu1~struri
pasadas desgracias, sabrá apreciar debidan11~11t1_• <11 hér<HJ
cuya snla presencia pudo terminarlas.
Pero esto es pi)cn; 1-~l hizl) mucho rnás : él hizo tant·~,,
que solo la hist()t'Ía pod r·á transmitirlo á bs gen1_·1·e:1cin-
nes venideras. Y o, apenas pud1·1-~ tlecordaros 'l ue 1~11 puc11
tiempo aumentó ccmsiderable1111~ute el ejército de <')p•~r-a­
ciones; que lo soco1-rió con n ilmas, municiones, n .. stun -
rios y din ero: 'l ue prot•~gi ó lo~ es fu ei·zos de ott'() ej 1~1·c i to
formado al norte, cuya importancia no me es dado deta-
llar; que eleYó la marinü ú un grado de resp•·tabilidad
que jamás había tenido; qtw extencli{> casi otro tanto los
límites de nuestra a11tigua frontera; y que para t11dl) est",
no solo no impuso una cuntl~ibución, ni aumenló los de-
rechos, ni ech<'> mano de esos oti·os rnedíos, <¡Ut' siempr1~
parecen fáciles cuando no se C<)nsidüra al puhi·,_~ pueblo
'l ue los sufre, si no que disminuyó con si d1~rab le rnelltt~ lo~
gastos ordinarios J·~ la provincia. ¡Ah! ¡ Cunnru vale
un crédito público bien sostenido y una conducta fr·anca
de parte del gobie1·no en la administración de las ren-
tas ! ~Que más hu bi e1·a hecho un gén io en menus de u 11
año, al frentt~ de un pueblo em polweci do y 1l i lacerado ~t
Sin duda, que estos survic1os htrnrarán siempr•:> al seflo1·
Dorrego, pero él no estú satisfecho con ellos. La paz ex-
t~rior del estado es d g1·ande interés que día y noch1~
agita su c01·azón. f~:I deseaba ti.-rminar la gue1·e<1 cun el
emperador del B1·asi l, pero term iuarla de un mod11 hono-
rífico á la República: pa1·a conseguirlo, reune todos los
elementos que pudieran ser necesarios para un triunfo
si se llegaba ú un combate, y envía cerca de ar¡ uel sobe-
rano una diputación 1le ciudadanos prudentes, pnlítico~,
virtuosos y diestros en el maneje> de los gabinetes: les

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 234 -

dá sus instrucciones, y antes de tres ineses tuvo lasa-


tisfacción imponderable de ver terminada la guerra, re-
conciliados el Imperio y la República, restablecidas su8
relaciones de amistad y de c01nercio y erigido en estado
indep~ndiente el pueblo Oriental, rp1e tanto lo merece
por Ja constancia y sacrifieios con que ha peleado por su
1ibertad.
Desde entonces au1nenta nuevos grados nuestro cré-
dito ext.Prior Jr la importancia de aste gran pueblo y de
Ja República entera. Nuestros males interiores disrni-
nu~·en, crece el valor de nuestro medio cil'culante; el
pobre respira contento, viéndose libre del enorme peso
de la incligencia que lo tenía encorvado; c~l artesano vuel-
ve con gusto á su taller; la industria se reanima, la
agricultura cuenta con nu8vos brazos; nuestras fronteras
van á hacerse impenetrables á las degradaciones de los
salvajes~ y estos mismos ó habrán de formar una parte
de nuestra población, ó habrán de buscar en las más
ocultas cuevas de Jos cerros la impunidad de sus excesos.
Pero, ;tpara riué me cansoG? Vosotros conoceis mejor
que yn puedo explicar todas las ventajas de una paz que
]as p·enernciones venideras rAcordarán con admiración,
~·que Ja nuestra jamás apreciará dchidamente.
Yo habría concluido aquí Al elogio de su vida labo-
riosa, si otras virtudes riue formaban su carácter, no
n1e reclamasen un ligero retor¡ne. El fué inflexible en la
ejecución de las leyes: si se trata de castigar el crímen,
no hay amigo, no hay pariente, no hay persona por res-
petable 'lue sea, rine pueda separarlo dP este triste de-
hee d1~ la autoridad. La justicia sit~rnpre triunfa aúnque
la sensibilidad se resienta~ si puede hacer alguna gracia,
sus enemigos personales están más seguros de conse-
guirla, r1ue sus más íntimos relacionados; su alma hace
más alarde de generosa qtw de condescendiente con la
amistad; jamás pensó que la espada <le un militar, que

usooi
ISTÓRICO
CION L
1o)•")-
- '-'-~;) --

el influjo en la política, y üún el mismo gohiet'no, fuesi:\n


medios decentes para en i·iq uecerse. Si d1~si n te1·és fué
incuestionable en todas pl:u·tes, lejos de mejora1· Hl fo1·-
tuna. abandon<J todo e] ¡woducto de su industiiia, por
atender exclusiYamente ú !ns inte1·eses del est<:ld•), llt~­
gando á mori1· tan pobre, <¡ue sólo dejó á su familia por
legado, su hono1·nble memoria y la gratitud del gene-
roso pueblo de Buenos Aires. Pe1·0 aún existe una prue·
ha de esta noble Yirtud que yo iw puedo pasn1· ensilen-
eio; cuando regresó du su campana el ejéecit1) nacional,
ya tenía el seitor Dnr1·cg() en su poder los fondos públi-
cos con <¡ue la provincia le, hahja mostrado su gratitud
por sus serY1cios, y <¡tw él 110 había devuelto por consi-
deraeioues ú sus amigos, y sin desconocer el peligro á
que exponía la única es¡rnrnnza y patrimonio de sus hi-
jos. los mandó Yende1l para ~1u~iliar á los mismos cuyas
sangrientas intm1ciones le e1lau demasiado COllt)cidas.
¡O desinterés! ;O ge11e1·osidad sin semejante! J~:J fué ce-
loso en defendt~l' los der-echns 1ltd altar~ pe1·0 sin fanntis-
mo; tolerante sin i111.life1·encin, .'° piadoso sin ¡11·c·ocupa-
ciún. Persuadido 'lile los hnml1rl-'s se resisten g1:·11eral-
rn en tt=~ por o r g u 11 o, ú 1o ' l u e p01 · o eg u 11 o se l(~ s pide~
jamás se p1·opuso liaC•:'r' valer su e levado ilango pur la
obsten ta e i ó n d e 1a <tutor i dad , sin o p o l' su s \ ir tu el .es, si
1

su carácter· vi vu y flH.~rte in tnn tó alguna vez precipitarlo


en aquel ftn·o1·, c¡tH· al gi·ande Alejandro convirtió •:~n ase-
sino de su mayor amigo; él sup11 siempre dominailse con-
siguiendo por su afnhilidCld, dulzul'a y buenos modos,
hacerse de amigo~ wuy respetRbles y muy útiles pai·a el
país. cuyas iuter·esantes aptitudes había paralizado una
ridicuhl.arrogancia. Si <¡uiero J1~scorTeros el \'(~Ju rprn
cuhrin su cai·itntiYo C<>l'az<'m, conozco que no sn.\· el in-
térprete más apai·ente d ..~ esta Yirtuosa calidad. con que
siempl"e estaba d ispuestn ú sncnr1·ee lns miserias ag(:rnas
á pesar (le sus flscace~es. Los rnonasteeios d~ esta ciu-

usooi
ISTÓRICO
CION L
236 -

dad, el convento de San Francisco, sus amigos pobres y


sus mismos enemigos personales, para quiénes nada re .
servó, podrán llenar este deber de su gratitud, mientras
yo concluyo diciendo, que respetó tanto las institucio-
nes de la provincia, que á pesar de las instancias de los
amantes del órden y de los grandes peligros que amena-
zaban á su vida, jamás quiso adoptar una medida que pu-
diese hacer ilusorias las leyes protectoras de la seguridad
individual. l~l sabía cuan fácil es á la autoridad deshacer-
se ó vengarse de sus ene1nigos personales a pretesto del
bien público: por eso ... Pero callaré algunas verdades,
por la consideración <¡ ue os debo, y porque rne parece
hab2r dicho lo bastante para probar, que el ~eiior Dorrego
fué un ciudadano buen pateiota, un militar valiente
y un gobernador virtuoso Ahora voy á haceros ver
que en su rnuerte nos dejó los más tiernos ejemplos de
patriotismo y religión, que es mi-

SEGUNDA PARTE

No se puede ser virtuoso sin ser justo; ni merecer es-


te sagrado renombre sin respetar las leyes: la justicia es
la que al poderoso obliga á conocer que él depende de
la lf~y, como el humilde y la que al rico recuerda sin
cesar, que en su presencia él no vale inás que el mise-
rable, pero luego que su i1npcriosa voz deja de oírse, Ja
tiranía se levanta, con sus cien brazos, fabríca otras
tantas cadenas que oprimen al ciudadano, y so pretesto
de la pública tranquilidad sacrifica las más respetables
garantias. ¡Oh patria, hasta cuándo será tu dulce nom-
bre el escudo de los tiranos, y tus sagrados intereses los
despojos de su ambición!
El señor gobernador Dorrego tuvo la rectitud de cora-
zón bastante para sacrificarse por sostener y respetar

usooi
ISTÓRICO
CION L
.¡•)-
- -•.JI

las luye8 <p1e su lt~ habían <:ontindn~ per·o en su rnisrnci


sacrificio nos legó el triste desengalio qui~ ()llas so11 unns
vec.-:s la salYaguardin. de cl'Írnenes atroces, .v ott·fl~ pre-
paran el patíbulo ú la \'Írtud y ú la inocencia 111i:..:.ma. Si
él hubie~e escuchado lo~ clamor1~s del l10111l1re pac.itit1),
y los consejos dn ~u p1·opia conci '~ncia, hn hi·ia desni·1u:.1-
do en tiempo d bt·nzo '1111~ prc~p<lrah<:t el gnl p1~ t\11H~sto ú
la patria y ,·t sn Yida. El pudo hacerlo, sc~ftm·es. ¡ Pe- 9

r-o cr1mn hah1·ía j nstitieadn 1111<1 resol uci<'1n dc~l p1>der con-
tra per-snnas resi,._·tal>IP~ y lH•n1_•rnél'it.as, sin r1uc~ stt cri-
men resultase cornp1·ol1ado··~ ¡?Y cc!Hnll pod1·ia t~Yi1hm­
ciarse un atentado co11c1~hid11 enn·1:~ los t1~nch1·osos ürca-
nos de una conspi1·e:u·i/1n? ¡Ah! Entonces, si, 1¡ue halwian
sudado las ¡-H'ül1S<lS ('(1l1 t1Hl<t lihef'tad justa, c¡ue en
l;1
aquella fi-diz én<>en tuYic~1·<ir1 para acusar anti~ la nac.i1!1n
al violador d1_• stts l1-.·.y1~~~ (•ntn1lf~Hs, sí, 'Jlte se l1abl"'ia de-
rramado la tinta más ol1~enr·a snhre las glorias de a1¡uel
héro 1~ , <¡ u t:~ y a n n pn d í a so p' 11 · t fl i · l n, en v i d in .
Al se ü () f' n"
r r f-~ g·r) s (. t (. n d i a il l' (·~ d8 s p a 1'a p H 1'd t::' r 1o , sr.
le hacÍ<:lll nn1agc1s p()¡· 1n:11 inn11n ncu1tn l'a1~n p1·1·c:ipiuu·lo,
">'no le <pu~dnhn ttHÍ.S n-:cu1·s1.1 '1'11~ s11f'1·ir ,.¡ gnl111~ ,·, p1:1·-
<ler lü in1·_~~ti111~1hl" p1·1:'t1d11 1L~ :--:-11 l1111~11ü fc-ltH<t. J".:[ lo sa-
bía:~· al fü·.urca1·se Hí¡ 111:-I rli~1. t°cttf1.I, 1¡1te ul put~hlc) euter·(1
mirab<t cc111 ~ob1·1.·s;1lr 1 •• .\· '1n·-~ ,·.¡ ~(ilo
nsper<'• con St~ren1-
<lad, 11n se ¡,. ,.¡,·, c111·;1 11t·1··i1ai«u.·ít'111, 1¡111~ la 11ohl1· e11nf1q·-
midad C(>Jl 1¡11!· s1 i1:·1·i")ri~1 1·11 hnl<1ca.11stn l"'L' las iu~titu­
1

" iones <l u e s r:~ l 1 • l in i •i :t l 1 <:. •-.. 11 ~¡ ;-u !() . Y (> 1111 d 8 se i ti 1i ·' 1 , se -
i"10res, ,~~n e~k br1!11'11·;· 1··:'-~t1·;¡c 1 t·di11a1·in. 1111 1w11s~uni1~11to.
un de$¡_•o, 1111<t 1·1·~;·il1wi1.111 'liu-· 1111 1-:·st(:) i1inr·cada dt-:' mil
v1r·tudes eivil~:·s. .' . cri:..:.1i;ui;t::.:. La i-nr·nH.mtü 'jite a~cHnn­
ba p() f' t:.> 1 o i · i <-.· 11 t í~· y ' l ' t • '· : ' • 1i i <¡ t «ti Y 1.· z s 11 n r· i ge n e i 1 n u e~ -
t ro mis m (1 e e 11 i t. :v ;-, '°-' :=-:. ~- n kt :---u h r· 1~ s n en h' ·za : ' ·1 r·; t ·' ·1 1 ' ! u f:'
había de d1·.·1Til><trl<1 yn s.1-'. iin.ldc-t duS(H'c•ndido d( h nttl:ll.': 1

él lo mil"'<·l ,. lc1 <~:=.:.p1~1·a sin /í1znl11·n: (:•I Sclliia, pnL·r¡111 ern 1

públic.11, <1111· l1>S j1-•fe.;..: cl1·l •.·.ic~1·c·itn de npe1·aci(1ll1.'s. infln-

ISTÓRICO
CION L
usooi
--
..)•)..;.}.
" ' ,_) l._1

madus <l·.3 un f 11 Cd t' : l lld c.tl~~(u t so p 1u e seo n< l ido atizaba


diestr-amante, estaban i·esnelto.-:; ú nr·ctJjarlo de un desti-
no, '1 ue el voto geneectl de sus conciudadanos le había se-
iialado, y lejo.s de uvit¿u· sus tieos ó p;J,rcu· sus golpes,
los h<:1ce venir· sin tomae una ll11)(lida, 1p11~ iwlicando sus
j ust1)S tc~mores, resintiese u na hi póct·i ta J~I i c<.tdeza. En
efecto, llega la primerc-1 divisi1'>11 del 1~.i<-~r·cit.o, y el seüo1·
gobernador la recibe con las m:1yores muestras d1~ aie-
gria: obsequia ú sus jefus; les concede 1~n amistad cuan·
to le piden, manda ajnstat,, y p<-1gat, UHht la fuerza inme-
diatamente. Les prepa1·a unn. de:nostración pública de
h1 gratitud Ju este g1.·<:U1 pn•_:\ ! do: y el clía 'l lle estaba seña·
Ltdo para festejar ú los def1-~nso1,es de nuestt·n honor 8 in-
dependencia nacional, es el mismo quu, <trrojaudo 1~St()S
bravos un bocrón euwnn sobre su brilhtnte historia, se vió
ejecutado el cr·ímen m:.ts gt'<-=tnde, el mú:-:' aleYoso, el más
funesto á la Pateie:t y c-i l1B ho:nhn~s --una conspiración
militar·. Ddsue entonce~, r·otas 1as cacle nas rJlle obligan
al feroz soldado á sec el snstén del órden y de la autori-
dfi.d, ya no se vieron si uo l<-tS consecue n cías naturales de
fü1uel rwimer· escándalo. El mal de la cabeza se comuni-
có á todo el cuerpo: la insuly1rdinación clel jefe fué repe-
tida hasta por el último soldado, y ltt pobre patria, y
en.da ciudadano, vino á ser la victim:l de su desen-
freno.
Consi<lecando entonces el seiíor Durrego, que por una
parte el mal era ineYitable en aquellos momentos desgra-
ciados sin exponer la sangre preciosa de ciudadanos,
cuya vida es un tesoeo que no se debe prodigar; y espe-
rando por otra, que el tiempo desengat1aría á muchos
i nea u tos que ni sabían dónde eran conduci rios ni se em-
peñarian en sostener un atentado, luego que las pasio·
nes hubiesen cedido el puesto á la razón, determinó re-
tirarse á la campaña.
Los derechos de la auwridad reclamaban una honrosa

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 209 -

resistencia, á la que habl'ia contribuido con las armas en


la mano, la ma,yor parte de la población, pero en tal en.-
so, Buenos Aires habría sido un vasto cementerio de sus
mejores habitantes. El selior Dorrego lo previó, y a sus
virtudes, á su prudencia, humanidad y patriotismo, 13<:~­
bemos hoy los restos de nuestro honur.
Se fué pues sólu, y no llevú consigo los caudales del
Estado de que podía di8ponee como gobernador, porque
no consideró necesarios pa1·a sostener su autoridad esos
miserables estímulos del ambicioso y del mercenario; le
bastaba su justicia y el honor de este gran pueblo q u1~
jamás se ha Jejado ultl'ajar i1npunemente. Él sabía, que
á pesar de las desgeae.ias que attigian á la Patria, no fal-
taban héroes que enj ngarian sus lágrin1as. f~1 espera-
ba encontrar en la campaüa un jefe virtuoso y valiente,
que el cielo conserva como la columna más fuerte de
nuestro político edificio: un jefe, que en el añd 1820 cuntu-
vo los excesos de la an«:u~quía, restableciendo la üuüwidad
que ilegalmente había sido depuesta, que indudable-
mente vol vería á descolgar su espada para romper Jas
cadenas que un tirano imponía ~1. nuestra libert<:td, y res -
tablecer las instituciones r1ue un atrevido había ateope-
llacio. En efecto, invoc<=t sus auxilios, y al momentn
están á su disposición su poder, su influjo y todos sus re-
cursos: su primer medida tué convocar- á todos los ve-
cinos de la campalia para que reunidos á la autoridad,
que en la parte que ellos solos habian dado, ellos solos
podían quitar, tu viesen las facciones este nuP.vo desen-
gaño de su temeridad.
Un número considerable <le paisanos estaba ya á las
órdenes del señor Dorrego, cuando se presentó la prime-
ra di·visión de caballería nacional, capitaneada por el co-
ronel mayor don Juan Lavalle, y pocos instantes despues
el campo de Navarro ya no era sino un teatro de horro-
res y de carnicería. Los ciudadanos dispersos á lan-

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- 240 -

z:tsn~. cuh1·iun111 t~I suel11 cl)n ~us c~HlúYe1·1~~ ..,Y 111 i·e~.rn-
..._,
1·1111 c·c•Jt <-1l'l'(J_Y(1S d«··· S<lllf!:l'c•, 'flll~ co1Tian th~ sus fieles t'l
i i 11' e 1:> 11 r.: :-' ¡; 1 ·eh: 1~ •
Ali: ;\Ii COI«:lz1'1n se lJi,:.Jn cl1· 1.:'Spn11to ni \'c~r lüs lnn-
/: h ,¡ ~ l l l l (:' s t r () s s C) l d a d (_l s h u ll h~ n 11 d () a 1'tn (:-~ l l 1a s a 11 g l) u de
e

~ l1 s (l ll1 i g () ~ ' d e·' s ll s ('. 01 t q '(1ll' i () t (l ~ , d 1 ' ~ u ~ p a el 1) ( ~ ~ y d e~ sus


iw1·111:11111s: ~- 'l'll', ~1~di1:-'.'llt<1~ d1~ rnús vidns, en1·ru11 en pns
,¡,.!ns. i•«1c·as Yicti11ws '1u1· 1~scnpn1·nr1 dn s11 fu1·01·. Yn
111-·µ:~1 ni nncinrw pr:tdi·H lu 1cisU.-~ 1111(~nt •¡t11· <i<·al1a de es-
¡1~1·a1· ¡:d l1ij() que ·~r·,1 la 1ú1ic·a esp1~1«u1za d1~ s.11 Yej1-•z; ya
!:1 ·~·:-:-pi">S;l n111ant1_l 1.¡111-' <1ye1· g•>Z<)l1a la~ deliein~ de su
1·1,11Sc)1·r~. hoy llm«t :-:.u i)(:•1·didn i1·1·,!pn1·ablc yn ul 1ierno 1
:

1111-10 1_·11 Yü11n llcurn1 y 1·~111.•r-n ú :-:-11 nrn1_>r<1s.n padr1·, porque

11.-1 1 '~~- 1::.:.11.'.


¡\-- \"il~1ill'<)~~ YRli1·111Ps lllili1a1·1.·~, <¡t11-:~ la1ttns gloriüs ha·
¡,,.¡:;..; 1i;1il•.1 ú 111 ¡J;ttr·in, ~·1i~ 11>~ alltnrc·s di:• e~tas láD:rirnas ,_ ·~
y
·!,} ·-·::.:.r1_· !1111)( ¡.QtH~ 111;1! 11s hal1ia11 l1P~lto usos. jlle1·rnes
j ;! ,j fl ._l 11}',:: S d 1_} J <l C tl l Ü P(-( 1-l i I (
!I (. e ll <l Ie~ ~ 0 rl l() S }({ 11 l' el e$
: ·;-, n ' 11t • _. Y ;:-t i : .:. ú e e • t1 i i · Y 111 _. s t l '< 1:-:. si ,_. 1H~ ~ , Y 1_• 11 e i 1~. n d e ' ú e i u da-
dn n n s ¡•; 1 e· it i e u~ y e l 1 • ::.:. <1 r· n w .1 e s ' ¡ 111: 11 ll h ;l 11 l 1e e lt o rn á s
>

:¡i11_\ 11!1! d1:•(·1.•f' <.ll gohi1"l'rt11 '¡111• l'<.'C1111C>C8l1·(


1

Si11 d11d<"t r¡tHA. esre no ~<-:'t'e:-11:.·l tTitrnfr, d1~ c¡ue os gloria-


' •1 • i :--: P 1¡ h , i Y <rn z n el H e • d n d y ' ¡ 111~ al r 1 • ri.~ 1· i r ,_·._ \" 111 ~ ~ t ros h i -
j-1~ !ns hnza1'1n~ c_k· In \·id<L les c1c1ilt<!1·1~i:--:- 1:·st1-~ l1nr1·oroso
;1t1~11t:1di1. :Si. l1J fui~· ~i11 d1uL1 1u11\· gr«-tn1k·. s11hluvarse
:"·1111rr-:1 (~¡ g1il1i1~1·11n cl,_. l:1p1·11vir1c~in1..!l di;1 1'' ele diciernln·e;

1 11~1·!·1
1
··s 111ueltn mn.\·111· \' 1tú1~
• "
1ü1·uz ac111tH.'f1:q' v '·
nsesinnr
\'t.__lC'Ítl,>S incl·~f1·11S<">~, s1il1• ¡101·.¡1t1• l'l-:':-;rwt;111 !a a11to1·i1htd.
Yi(·llii" l'lll•>ll('l:'S ,.¡ :--:1~)-lc">l' u()j'}"l',~C) nt1·11¡.H~llndn~ todos
l-1:--: 1·1·:-:.¡11.·i11.-:. !\1-·l i11t1,,l.>l1• ....:.11t11-_·1·:u11•. t.<"J!1<1<·ii'1 1¡111~ c1111tt«l una
!i11-·1·z;1 :111l'>ti11<t•L1. n11 1¡111~d;1 iu;·t~~ 1·1)cu1·~1) 1¡111-' oti·a fuer-

/:1 .i._.,-.¡.]i1l:t. Yflli1-·11tc~ .Y fi1-·L ('lll'l' l.111~t<"ll•ht r>Ol'<prn sabe


1 _· ,·,

• 11°· :!~):i ,.!'/. ili:-'i1111tl:l1_b h 1i:-;111·1':u·i;'111, ntr''lwlla1hts ]as


1

Í:•y(~~ (>l!1 Ílll}'lllllchd .\' fl';\St°lll'IWchs L1s ru1·1uas legales


~1111· e;i!11·ir:l111, 1111 Ji¡1>· l·>·~tn.do, 111) lin\ lih1•1·rad, no hay pa-

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- 241 -

tr·iü; por1p11-~ nadal'H~LLt donde no hay gobi1:1Pno. 1~~1 1111


quiso tumai· un asilo e11 J;ts prnviucÍ<lS aiuigt:ts, pm· no
faltar al solemne ju1·<1m1~·nto de sost<~nee á costa de su Yi-
da, las instituciones <JUC se le bR.ldan confiado .v si_• di-
1·ije a1 eantúu d1~l norte y nun'lue nn faltaeon amigl)S c¡u1:
h~ inspirasen justos motiYos de 1.lesconfianza. s1t c11l'<lZ1\u
generoso desechó tt:~mores incornpatihlc~s co11 la btu:~n<l f1:i.
y se pres8ntó ú ~ns jd'1_'S.
;,Que bahía de suceder~( Una i nsubord i naci<'m pt•epai·n
(ltra~ un erírnen conduce ú otro crimen y despues que el
general di1'> ln se1ial 1le indisciplina Hl 1° <le dici01nl11·l:\ n1)
podía espni·arse otra cosa de los subalternos ._,¡ ~, ill~I
inismo. En 1~fecto. el eoronel 'lel regimiento r1ue, fiel ,·t
sus de.hc1·1·:~s y ú su h1rnor. r<"~spet/1 la autoridad, f11é deso-
h·~deci do :·: ar1·1~st.ado poc 1os mi ~1ni is ofic in! es •.\' e1 1n-
fortu nado gohet)IHtd<H") de la provincia (¡ uedó pt>t~S(), nn poi·
una t-_.tnhoscada q1w lo huhi1~s1~ s11rprendidn, ni pl)r nna
fnerz~l \·1~nc(:·dfwa <JUe lo ftH~sp, pe1·sig11ie11do, sinú por ~ll:-3
mismos amigos, de Cll\'<l
\ __, , fidülidad ,v nobles ~enl1111ie1ltl)S
él no quiso 1lesconfhlr.
Yo no necesito recul'rie ú los a1·tificif)S de Ja 1llocuen-
ria. para manifost.nr tod11 ni hm·r·(w <le senwjante eonduc-
t.:1, sin dudn í[tlu esta pt·i~i<'>n linmillará pn1.·a siemp1·1· ú
sus autorus ~- muclt11 mús sus funest.~1s consueuenci{1s.
¡Ah! Si al 11H~110~ se lt11hiesen contentüdo con desp1)jnrln
<hl. sn elevado i·cu1go, con 1-·:.:;ti·ocha1· In 1-'n la rnús ohSC'lll'a
¡w is i ó 11 , e o n p r i v n 1•I o <1i.~ to el e, ~ u i 11 Huj u y pode P !
¡Si l rn b i e 1· n n ~ i 1J ll i r n e u i 11 p ro rn l'l i do ~u h o n o r y '" ¿ d i -
< .\

miento pa1·<t no aptu·1~cc·.1· 1nnnel1n<lus eon In sangr1-l ,J.-~.


a<¡uel il11::-:.tr1_! p1·isin11e1.·o~ E11 e~te caso. nos seeía tn1•nl)S
hor r- i h1e :-:.: u n H' m o r· i H , p (H'' ¡ 11 ':~ ,~, l j (• fe d e l a i 11 s 1nT e e e i 1·, 11 n <1
hahrÍ<1 r1ndic1" f'i".'Sisti1·se Ú ln:::: s1'1plir.ns de nq11e]]<"1S, ~in
c11ya C(H>¡w1·aci1'111 nada Ya]ía.
P·~ro 'f lll~ ¡la~ pn~ion<·_·s ~·· hnl>i<lll '11-.~sat<"Hlo ~- 1:•1 p:nl"H·1·-
1.1;vlni· de Ll n il.Je, p:en1~~1'ns:1 .'· v~t.li1•11re p1·11Yinein de
1 Bt11:·-
1f ~

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- 242 -

nos .A.ir-es, es conducido preso! ¿)\las, adónde, señores"?


¿Lo será á esta capital, donue residen las únicas au-
toridades que pueden decir del crimen y sujetarlo á las
leyesG? ;,Faltará á sus jueces integridad para juzgar y á
los ciudadanos firmeza, para ver descargar la espada de
la justicia sobre una cabeza delincuente~? No, por cierto:
bastantes pru(~bas he1nos dado todos, q ne cuando la ley se
pronullcia, la humanidad siempre calla; pero los enemi-
gos del sefior Dorrego sabian que Buenos Aires no sufri-
ría el sacrificio de una victima inocente; por eso lo eje-
cutaron sin su conocimiento. Si él lo hubiera sospecha-
do, no habría llevado á tanto ext1~emo su sufrimiento:
cada ciudadano, eada rnatrona argentina, hubiera pre-
sentado su pecho para conservar una vida que tenía tan-
tos derechos á su gratitud.
Buenos Aires ignoraba absolutamente la suerte que se
preparaba en Navarro á su gobernador: si la hubiese
pr8sontido, se habría despoblado tras de él para salvar
su preciosa vida ó sepultarse en su propia tumba: jamás
creyó q us hubiese americanos tan feroces, que atentasen
contra una existencia que formaba sus delicias: con todo¡
un rumor incierto la sobresalta; cada ciudadano pregun-
t:-1, asustado, cuál será la suerte de su gobernador y aun
que todos ven una tormenta que impone, pocos temen sus
fnnes 1.os resultados. El interés que generalmente ee
inuestra por esta vida inesti1nable, parece que debía bas-
t:1r para contener á sus perseguidores.
La respetable inediación de los señores ministros ex-
ti·anjeros: las intachables garantías que ofrecían por la
'"ida del señor Dorrego: sus méritos singulares que
no le pueden negar sus enemigos, á pesar de todo8 los
esfuerzos de la maledicencia; sus importantes servicios á
la patriH; sus cicatrices y su sangre, tantas veces derra-
1nada en su defensa; la paz y grandes bienes, que en su
tiempo y por su influjo, empAzó á gozar este gran pueblo;

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----· 24~3 -

el respeto y consideración á las demás provincias, cuyo


poder ejercía; la justicia. la humani<lad, la política, en fin,
cuanto pueden suger·ie l<l razón y la conveniencia, todo
se interesaba por sn conservación: pero ¡Oh gran Dios,
qué terribles son tus altos juici1)S!
El seilor Dorrego es dieigido á ~avarro y desde enton-
ces su alma viva y penet1")ante, libre aunque ta1·de de las
sombras del candor, prr~sagia, su muerte. Luego q U8
conoció que se le conducía á la presencia del jefe de la
insubordinación, no dudó <¡uu sus enemigos no encontra-
ban límites á su furor; pí~l'o lejos de ateri·arle una muer-
te inespe1·ada y violen ta <1 uu venía á sorprenderlo en la
primavera de su vida, cuando debía esperar muchos días
de gloria y de prospe1·idad; lejos de ocuparse del cruel
sacrificio 'l uc iban ú sufrir dos corazones <pie se amaban
tiernamente; antes de fijt.trse en la orfandad que amena-
zaban á sus tiernas hijitas, su primer pensamiento S<~
dirige á Dios, en cuya misericordia esp•~ra, y á su patria,
cuyo honor y tranquilidad ocupan sus últimos momentos.
«No hay remedio», le dice á su <.1uerido hermano 'Jllü
estaba con él: «mis enemigos Yan á sacrificarme: estos
ciegos ministros de Teutates piden á gritos mi sangre y
ella correrá muy prnnto, pero no siento tanto mi muerte
como el descrédito y los males r1 ue amenazan á nuestra
amada patria. ¿~Que dir-á el ernperador del Brasil, cuan-
do sepa que ha sido fusilado como un criminal, el jefe
supremo de un est::tdo, con quien acaba de restablecer
las mejores relaciones de amistad y de comercio, fir-
mando una paz que tanto me honra, aunque me cuesta
la vidaG? ~Que dirán los seflores ministros extranjeros
que me han dispensado sus afectuosas consideraciones,
cuando vean que las leyes del país no protejen á un go-
bernador, que por respetarlas vá á ser sacr·ificado 6?
¿Que concepto formarán las naciones del carácter de
este gran pueblo, cnando puedan sospecharlo cómplice

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·- ~44 --

(' n el h o r· r i h 11~ as es i u a to 'l 'w va a e j e e uta r se <.~ n s 11 j ef1 ~


supremo, <{ t.te 11 o ha si do e i e r· ta me n t <~ u u Ne ró 11 , un Rn-
h o a n, ni un D iocl•~'si anoi~
¡Ah! Si yo pudiera morir sin <1ne se resienta el credit.11
de Ja Re pú h l ica y es pc~cia.I rn<~ n te d '-~ c~ste gran pu oh !11, a 1
'-lue dt.bo rni exist<~ncia! ¡Si yo sup1e1·a 'J'-W d b1w1 011 1

con '111e van lnis asesinos ú. 111anchai· Ja hist(wia, había d1~


cae1· solamente sobre su exec¡·alde conducta, al menos ese
consuelo me haeía descansar> ·~n el sepulcro, peeo en tí
eonfío, <1uerido hermano: tú '11wdns y f".11 voz 110 espie:wá
tan prontamente corno lamín,: mientras existas, haz cnan-
ro puedas, para 1¡uA 11<> ~(~ fije este t.izne sobre ht reputnción
c:k' nuestra amada pR-teia.
Escribe á ln~ suiiores ministro~ ext1·n,nje1·os, 'lue mu han
f<l.Yo1·ecidn con su amist1td, que mi muerte 110 c!s Ja obe<t de
un puehln justo y l1urna1111~ <¡ue en sus convulsiones po-
líticas, jamás ha p<.'lletTndn e) santuario de las l1:1yes. (Jue
st=} pell('.tr·en de esta Yc•1·dnd y !a. transmitan ú sus p:o-
l1ie1·11os solwr·ann~, pn1 a 'J ue l<t nacirm ai·gentina. no pierda
1

1111 geado del gran concc)pto '{LW la justicia Je teiln1ta».


'>eup;.Hlo de estos nobl1_-'s s1.~ntirni1_·11t()s, llega ú Nnv1l1·ro
1: l 1 :~~ de di e i e rn b r· e~, _\' (~ n 1-.' 1 mis lll o d i a se k i 11 tí nn1 , '¡u e
de 11 tl'n d u u na liu1·a d cd:d n tn< 'i·i r· l '' i 1· ,·,rd en d (~ 1 ge rw1·11 l
L<-nra 11 e. ¡JJ u('.• es es to, sc~i'i oec 's'? ¡_r>o n de 1~ s ta rn os·;~ ¡,E 1
~ohernndm· <p1e In P1·0\'i1w.ia dP Bnu11os ..:\.i1·1.':-; lw <'SC0-
;'2.i<:lo p1w su S1)lH-~J«111n Ynluntad, pa1·a 1¡111· pr·c sida ú ~us 1

il es t i n e,~ : i:· l j e fr· ~ u p 1•c· rn o d 1}. J a n ne i '·> 11, ú ' ¡ :1¡e n l <1 s. pi ·' 1-
1

YÍncias ilnn encargado s11 ~k·f1~1,:--;n: 1•1 paeific.,ndo1· i11terim·


'-" ('Xtd·int· ele la repúhJicn~ hn de sufrir· denteo du nnn
l11ll'<~ tlll(l rn111_·1·t¡_• ignorninios.a·~ ¡ºY 1)(11· 'rié'! ¡,Cuales snn
~ 11 ::-~ ' l ¡:_• I i tos··~ ¡, P n r· ' J u é h~ y (~ s s n l ' •. j 11 z µ:n ~~ ¡., t Jn é a u to r i da-
d 1~~~ I<) c11n<.h'11an'~ :.llc=t. d1~ rnc11·i 1· sin li«teér~el1' llll car~o,
' <

~1.dc--i ]lí)f'!lll!' ]¡1 onl1.•1w. nn j<~~ru inilita1· ( Si e~ un i·eo,


6

;pu1· '¡111_\ ll<l si·· s;th·;-w h~ l'<wmas'~ Si 1H1 In ·~s, i~P'W 'lué
. ·se 1-~ rn l H~ 1-1 n (J 1t e~ e~ n ::' 1 ¡ w ll' i i · ] p a 1•1:· z e a ,,~ i~ No li a l->l' i a s i do
Í)

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menos escandaloso, <¡tte una mano parricida h ubi..:.se ter-
minado su gloriosa carecea nntre las tinieblas, 'lue con
i-;u negro man to cubren los mús horrendos crí me11 es't
Pero nó; el <ll)lor- rne enagena: el Cielo justo y piadoso
no quizo t1ue las vir·tudes del gran Dorr-ogo qu(~dasen se·
pultadas en la noche del olvido; 11i que su alma, en 'lll(:'
mostraba tener sus cornplacuncias, pl~ligrase par·a siem-
pre en algun rnomento <lesg1·aciado. A<t uel Seü<11· que
todo lo ordena, segun sus incomprensibles designios,
le proporciona por- una part·~ un saceedotc <¡ue lo salve
del naufra.gi o el e la i uocenci a nn la tal) la del an·epen ti-
mieuto; y por otra, le presenta Ja ocasión, y lu da
la fortaleza necesaria par·a. Hleva1·se sobrt-~ sus infor·tunios,
sob1·e sus enernigns, y aún ~ob1·1·.~ sí mismo, man ifostando
tanta grandeza y virtudes, 'lue la posteridad j<llnús ad-
mirará basta11temeute, y <1ue para sus perseguidores serán
otras tantas sombr·as, 'lne Cl)tnu especteos horribles rur-
barún su rt~poso 1~11 todos los rno1nentos de la vida.
Sí, á las puertas de la rnuert(~, donde todos los l10rn-
bres se descubl'en como sun <jll sí, d suü01· DurTt.·go es
SÍ(3mpr(~ ol mismo. ¡.,Cuántos hay 'llle en la vida se p1·e-
sent.au C()rno hé1·ues, y 'flH~ ú luz de esta ant01·cha de3en-
gañadora su dese u b1·un Ci m11) rnonstnws? ~a.da más en-
gaüoso quu un l1<milwo ll1Ícnt1·as vive. Tmlu su b1·illo
suele se1· falso~ su saLi<lu1·ía, un fantasma, su nll111· u11
temerariu arrebato de Yanidad ,·1 de vtmganza; su libera-
lidatl un sentimü~uto secreto de orgullu ú de an10r pro-
pio; per-o delante~ de la turnlJa Jesapar·ecun las ticciones,
el velo del Jiip1'1crita se rasgH, y 110 'Juedan sino los YÍ-
cios ó las virtudes ver<la<leras. vl~c.l ahi, seií01·1~s. l legad,1
la hora en qun hasta lns ene1nigus del señor Do1·l'ego no
han podido dejtu· de admirar su alma grande y generosa.
¡ Oh ~ fatal hora, si <.ti menos tus segundos se hubiesen
retardado siglos, pai·a q w~ la natuI'aleza nu sufriese el ho-
rror de ver tu términol Pet·u lns instantes Yuelan y es

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--- 24G

preciso aprovecharlus. El primei· sentimiento de la no-


ble YÍctima, fué el respeto de las ley1:~s 'lue había jurad1l
sus r 8 ne r . l~: 1 las i n v oc a, n n por' p1 u e s pe re <1u e pu e el a n
dar•Jc-i algun alivio en la debilidad y abatimiento en 'llll~
se lHtllan, sino para manifesta1· 'lue hasta lm los últimos
u11nnentos son el í<lnlo dl~ su cur·azón: en seguida, i·epro-
chn al enemigo de sn vida tlJda la f~xtensión de su aten-
tad(1, rec01·dúndule con dignidad sus i·espet.ables títulos,
i¡ue bastarian para desar1nar un IH·nzo menos fu1·ioso y
atreYid11, y volvi<-~rnlo inmediatamente sus ojos al padre
de las misericordias, adu1·a sus decret1JS, se sorneh~ a
su s11bet'<lna nd untad, irnplor-a sns :.Ut\:ilios y le demanda
la gracia de nna J1uena 111uerte. ¡Gean Dius, cuántos
eje1uplo:=:. 'le virtudes e-iviles y cristianas se descubren
dt.:\11tro dt~ a11uol can·11 rpll~ ptwde llam<U·se ¡wopiarnent1~
el de su triunfo! La cnnf()rmi1Lvl, la penitencia, la pie-
(lad, In fé, la usperanz<l y la cctridad, se disputan la ¡1l'e-
fer1::~ncin, en los c()rt11s mnment11s de su vida, con el amor
conyugal, con ,~1 más pnr-o patei()tismo, con la ternura
pater'll<ll, cl)n la rnús sinc1~ra amistad, y con todus los
r;entirnientos de un huen ci11dada1111.
¡Oh! prndigio extra()edinario! Ved ahí un h11111bre ú
{¡uil:-"ll ft-:ij11s de abatir la m1.u~1·t1~, t~xalta núts. Eso escollo
fa tal dond1:~ Yi ene á estre 11 arse ennn to t-d nu m do con-
ti etH:) de rospetc1ble, es el teat1·1 dondn 1~l se11nr D"rTego
>

i11ter1~sa más la adrnir<tción. La inner. te, 'lun marchita


t()das las fini·us, le~ tej1~ poe sus prnpias manos una guir-
nalda mucho más hermosa qun cnantas pudie1·on pre-
sentarl1~\ sus más brillantes victnr·ias. f·~I ha empezado á
ser más g1·antle, donde k>s demús ch~jall d1~ serlo~ ha triun-
fad1 dnnrle tndos son vencidos~ se ha hecho de nuevos
>

amigns y admiradores, dond1~ los demás lo pierflen; ~'


<lespues de haber dado á la, P1ttria ol magnífico espectá-
eul11 di~ su vida, v;-'t ú pt'1-3<-,enuu·no~ en sn mue i·te otro
más rnaravillnsn.

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 247 --

Sí, en una hoi-a, y hora que por momentos le inuestra


el sepulcro, él pide á Dios rnisericurdia pur sus debilida-
des; repite uua y mil veces la protestación de su fé c1·is-
tiana; escribe al sefwr gobernador de Santa Fé, suplicú.11-
dolP, r1ue perdone el ageavio hecho en su persuna á su
autoridad, y <1ue interponga su mediación á este objeto
con las demás proYincias: escribe á sus amigos, intere-
sáwlose para que no ti·aten de veugar su mue1·te. Escrib(~
á su cara esposa, recomendándole la educación de sus lii·
jn.s, el perdón de sus enemigos, y deseándole días de~
prosperidad <flW ya no podrá gozar al lado de un espo~n,
que los tiranos arraucün de entre sus brazos: esc1·ibe á
sus hijitas encal'gándoles que sean virtuosas y respeten
siempre la religión católica, que en aquel n1omento es su
e::;peranza y su consuelo: escribe á su sobrino rec01nen-
fhndole su familia; hace un testamento prolijo: dona ú la
P.1tria nna ter·cera parte de los fondos con que ella iuis-
ma había premiado sus servicios: acredita su confiH nza
eil la buena fé de sus amigos en materia de intereses:
h~lCe presentes._ .. ¿?Pero cuáles"t ¡Ah! todo lo r1ue tit.)111-:·
el sefíor Dorr<.:~go al morie vale muy poco, pero en ln l'S-
timación de quien lo eecibe, no ti~ne precio! Algunas
p1~endas de su ropa 'l ue entrega á un amigo, es toda la
fineza que puede hacer ú su familia. Triste viuda, des-
graciadas huérfanas; i/l ué recuerdos tan funestos se os
preparan en esa dádiva del corazón~( Ella os prese11tn1·ú
l'n todos los momentos de la vida al héroe, cuyas Yit·tudes
deheis imitar. Ent1·e tanto, baja de su carro y se dirij(~ al
lugar de su suplicio con los piés tan firmes corno su co-
razón. Llega, y posti·ado delante del ministro de un Dios
piadoso, recibe su última absolución, en seguida pide al
uficial ejecutor du su muerte un abrazo, y le recomienda
que en su nomlwe trasmita esta sefíal de su cariño y con·
fl>rmidad evangélica á todos sus compaüeros de <11'mas.

LIS 0(11
HISTÓR CO
ACIO L
248

Disp~nsadme, seüo1·es, q ne no ine detenga t~~n ref-lex iones


que no pue<lo sostener-.
Al mas sensibles: vosotras conocei ~por vuest1·0 estadi")
cuál será el de mi aftiji<lo corazún. Si, no me aver·güeuzo
de confesarlo ni de mostrar ini an1argura, cuando veo un
pueblo entero penetrado de mis mismos sentimieutos: des-
ahoguemos, pues, nuestro dolor, ahora <1ue estamos solos
y 1in nos observan esos hombres feroces '1 ue pudieran
burlarse de nuestras lágrimas. La hora se ha cumplido ....
¡Dios Santo! ¿/Jué rnir·ol~ El cadáver del Exmo. seílor·
l\Ianuel Dorrego, humeando aún y palpitando; no rt>.spira
venganzas, pero esparce un silencioso pavor, que, co1}-
riendo ele fila en fila, penetra hasta la posada del tirano.
Por no ser testigo de la escena más trágica que ha vistu
nue~tra iuocente provincia, el Sol se esconde en ac¡uPl
mismo instante. ¡Oh, día fatal! Ojalá que jamás hnbies~!
amanecido, y que una noche eterna ocultase al mundo
este horeón de nuestra historia: ¡Oh. mes de Diciernbr-1.·'.
Tú debe1·ías ser a1Tojado do nuesti·o calendario, ú llarnar·-
te el mes de los tiranos, eorno Mayo merece se1· el lll<·s
de h. Pn.tr·ia.
)""a i10 existe d suüor Dorrego. ¡?Y estarán sa ti sfechn-3
ele ~angre sus verd ugos t ¡Ah! i;:l los han fundado su g11-
6

bierno sobre un cadalso, y procuear·án conservarlo á in


sombra del terror: pero será en vano, porque bien pr·ou-
to se desengaüarán que entre nosotros no pueden sosU. 1
-

ner los tiranos.


Entre tanto, la nueva llega á esta ciudad, y se ext.ienc11~
co1no una nube obscura, que, cubriendo el sol, envuelY1!
á todos los vientos entre sus mortales sombras. Cadn
ciudadano cree pronunciada su sentencia en la Je Na-
varro, y tiembla al ver sobre su cabeza una espada des-
em bai nada.
El inagistrado abandtma el templo de Astrea donde ya
es inútil su presencia. El comerciante suspende sus es-

usooi
ISTÓRICO
CION L
249 --

peculaciones: el al'tesano desampara asustüdo su ra.ller:


el labrador arrojct lleno ck espanto, el arado qui_· y¿_"t no
abrirá surcos, sino poe cainpos cubiertos de cadáxeres y
de sangre humaw-t; y el ptw'1lo todo corre al pie~} ck· lo~.
altares á implorar· piedüd rntra si y mise1·ie(11·dia i•ara la
ilustre víctima <1ue acaba de per-ecer. En vano los satt-'•-
lites del te1Tor se t~rnpefüu1 en durramar especies ahu·-
mantes ul día dn su religiosu funeral, poe nada l-'a~t1'1 ú
contener· la multitud: todas ln.s clases d1:'.I Estnclo U>l'rierc"111
al templo, y su sentiiuiento y sn piedad, su grntitl!d y su
llanto, debieron dusengaiiar ú los tirünos, que Bue1ws
Aires jamás acc~ptarEi sus sac1·ificios
He conel u ido, S<~ñ<wes, y me p<-U'•_lce 'l ue os lt.-:· demos -
trado qne el sHiío1· Dnrr·ego fué un patriota fü_. . ¡ ú su~
deber-es, un rnilit<:U' r•~comendahle poe su Yalor, uu gnb<~e-
11ador aprc~cin,bl<~ por ~us se1·vicios, y sobre todo un ci,is-
tiano, que si no llegó á la cu m IH·e de la perfoccióu ('\"<lll-
gélica, al menos tuvo virtudes qw~, Yalo1·adas poi· la ~nn­
gre de un Dios crucificado, k•. hal>rú11 obtenido sus mise-·
riconlias.
Tambión habreis conocid•"> la exactitud del pa1·nl1·lo •l1~
mi exon1 io: J onatús y el seú01· DurrC'go, después •k~ hal 1t~j·
prestado muchos y muy impo1·tantes servicios ú In Patt·i~1~
fueron rn·esos por- llllü felonía; ambos asesinados poi· ge-
nerales ambiciosos, los dos llorados poe sus pueblos: C()n-
dnci<.l<Js los restos de un() y otro al lugae de su nacimi(~ll­
to, para se1· sepultallos por- la diligencia de sus hermanos:.
y los dos honrados poi· la demostraciones más púhlicüs
de gratitud y de pesa1· Je sus compatriotas.
¡~Quó resta, pues, ci u<ladanos't Ya están conseguidas
nuestras justas aspiraciones, restablecidas nut-.:.'Stra~ au ro-
ridades; las Jeyes han recobrado su imperio: la paz ha
vuelto á nuestros hogares; el crimen queda <letesr.a<.lo y
la virtud triunfante. ¡9 Qué honor pal'a esta provincia~~ Qué
consuelo para los hombres de bien, sabe1· <Jne aún exis-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 250 --

ten ciudadanos virtuosos, que, sobreponiéndose á las cir-


cunstancias y á las pasiones, han dispuesto esta lúgubre
ceremonia con que quedan satisfechos los derechos de la
justicia, de la piedad y de la gratitud.
;')Cómo han de faltar héroes donde así se premian las
virtudesG? ¿')Qué más pc)demos apetecerGt Conservemos,
pues, estos frutos preciosos de la sangre de nuestros ami-
gos y compatriotas; sea1nos eternamente agradecidos á
la he1·oica constancia y sacrificios de nuestro benemérito
gen·~ral de campaña, hoy digno gobernador de la pro-
vincia, jefes, oficiales, paisanos y soldados. No nos man-
tengamos indecisos ni un inomento, si otra vez vuelven
á ser inYadidos los derechos de la Patria. Es preciso
estar siempre vigilantes y dispuestos á morir antes que
verlos nuevamente atropellados; y si nos faltan virtudes,
en el sepulcro de este héroe las encontraren1os; sí_, vol-
ved siernpre los ojos á este triste objeto de nuestro dolor
parcl no olvidar que nada reco1nendó tanto al morir como
el perdón de sus enemigos; sea este, pues, el mejor ho-
menaje que tributemos á su nw.moria .
.J u1·emos sobre los restos preciosos de ese patriota vir-
tuoso, no recordar nuestras pasadas desgracias, sino para
evitar su repetición, olvidar nuestros resentimientos per-
sonales, renunciar á las venganzas, conservar el orden
y respetar las leyes; esta es la gracia g ue desde el se-
pulcro os pide don ~Wanuel Dorrego. ;,Se la negareisG(
Promeü~dsela, pues, en prueba de vuestro amor, y rogad
á Dios comnigo que descanse en paz.-Al\in:~N.

usooi
ISTÓRICO
CION L
Dr. Ramón Olavarrieta

usooi
ISTÓRICO
CION L
ELOGIO FÚNEBRE

(JUE EN HONOR DEL BRIGADIER GE_:\;EHAL Y PHDIER PllE:-31-

DENTE DE LA REPÚGLICA AncENTINA, no~ CoRNELiu

DE SAAVEDRA DIJO EL 13 DE ENERO DE J830 EN

LA IGLESIA DE NUESTRA SE~OHA DE LAS :MERCEDES


EL DOCTOR DON RAMO~ OLA V ARHIET A CURA

VICAH.10 DEL PAR.TIDO DE LOBOS.

E.t'.Uf'e;·l1rd1of J•eyes J11t1/f1J."I et l"cfiJic:ff/1,,f ~lo­


':ul, i1t "J>e1·il111."J ~11i.':f, i1t ·""e c11(1rm ,,,,.-

m";·i11 ej11."1 in, lit:JH'ilit:f io;H'.

Con ~n:; u bra~ exn.~pernbn, ú rn ne ho~ reyes


y u.legraba ü J n.co b, su memoria ser:í,
eternamente en bendición. Li }). l.º de
los Jlacab, cap. :~, v. 7.

No hay vicio mús perjudicial á la sociedad que la in-


gratitud; la religión y la naturaleza lo condenan igual-
mente: todos los hombres SP hacen un deber de m1ra1·
con hoeror esta innoble cualidad, los mismos ingeatos
mientras esperan, 110 se descuidan en multiplicar- las pro-
testas y demostraciones de sus reconocimientos; los in-
gratos (dice la escritura) mientra8 ree ~ben, besan las mo-
nos del que da. Si al vicio fue1·a dado secar en su 'wí-
gen la fue11te de los principales bienes (]lle disfr·utan los
hombres, debería atribuirse á esta tan funesta pre1Toga-
tiva, porque es necesario que el co1'azón del hmnbre be-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 2G2 -

n é tko, s 0 a p o y<:' en las su b l í in<~ s m á xi 111 as Je 11 u este a di Yi -


na religiún, pn,ra que no desmaye, parü que no se aeee-
pientn del bien que ha hecho á sus semejantes, cuando
no ha S<:tcado más fruto <¡uu n~rse i·odeado de un en-
jambre de 1-~nemigos, que lo calumninn, pe1·sigtrnn y lle-
nan su Yida de amargun1.
Es ver·dad <1 ue la al t.aucria y ur·gu l lo de algunos hom-
bres, infatuados con su g1·auck~za y poder, 'lue al dispo-
ner sus fayores sólu int~~ntan enrnpr·ar ex.clavos sujetos á
sus cap eichos y vi les ad u l ad() Pes 'JU e lo~ in e i '~~ns e ll ú todas
horas, marchitan y agosta11 muchas Yeces en Hl hombre
honrado los ardientes Yot.os cl1~ su r-econocimiento porque
los ti ranos en todo [jfd,-w1'rJ (_según frase du un sabio) solo
1

haeen in[/Nttos.
¡Oh! cuan distante s1::~ halla d1:! 1~ste r-eproch1~ d ilustre
compatI'iot<:l, cuya inemoria nos reune en 1~ste templo pa
ra llorar su pérdida! El ln·igadie1· g1~11eral don CoRN"ELIO
SAAVEDRA, primer presidente de las P1~ovincias Unidas,
despues de haber conteastadu con Yalor heroico los pla-
nes 1i bertici das de reyt-~s poder-osos, a trayén <lose el odio
siempre de los ce tTos e;J;(tee rbrt!Htt re!Jes niu ltos . Des pues
.
<le dar muchos días de júbilo ú la ¡)nteia, hasta conseguir ~

que su pabellón Ha11ieasc· en Jns últirn1)~ túr111i11ns <lel an-


tiguo vir-r·einatd et lact1ficalJ(d .JaeolJ in apcrihns suis; ¡-.<)-
día j ustamt~11te exigir (le 1qs ar·genti n11s, '1 ue su rnemoria
fuese indeleble en todas sus g1~1ieeaciow~s par-a elogiarle
y bendecirle et it-i sre cnlwn m.emo1)hl ejus benedictione.
Sin embargo, próximo ú la rnuerte y cuando su YOZ po-
día ser r·evocada por las paredes dd sepulcro, se dirije á
sus hijos para deci eles: «E 1 inoc1~n te 1~n nH~d io <lel furor
" de las pnrsecuciones, desea existi1· en lo futuro y apela
« á la posteridad para que esta heredera satisfaga la
« deuda de sus contemporáneo~: es preciso confesar, que
« es un 'leber de toda alma honesta y sensible estar en
« centinela ante el sepulcro de] inocente para estorbar

usooi
ISTÓRICO
CION L
)) <1uu la cal111t111i;1 1~11trt~, ú
pe1·tu1·kt1· el 1·epos11 d1_· su~
« eeni z ns . 1) >, )d 1•ú u 1u i ~ li j j os ll 1i r a r e, 11i i n el i f <'~ r •·n e i n se
« ult.i·t1j<:> y de~p1~dnee 1-•J 11<.11101· \' l111en n<1rnh1·1~ d1· ;1c¡tt1_•l
« 'Jll•: le~ dió 1_,I ser!u
;Qt1i1.~n de \·os'°>t1·11~, s1:11101·1·s, nq l1a sentid" In mw11·gn
op1·1:~SI1>n d1:-l dolr11· ;ti \·1-•1· 1111 111"1·111• 1an 1'1•c111uP1Hlnblc:i
r-nclc·ndo de~ ' ' ~lU:' t1-~1u•11•1·~ ni li11nk· ck su :--;1·pule1·n:~ ;.Cual
se1·á el .-u·g1·1ni1111 tHi1 i11s•:1·,·il1k, 'fllU n11 excln111c·: a1lt1"~
~e i n u t i 1i e' · 11 111! s 1 1·; l ti i ' ·S; ti'< 1. , ¡ 111 · <J 1'· i d <tr nos d 1 • ! pi· i i w · i ·
pc1dr8 cl1· la J>(·lt1·i;1, ¡_·11ya 1t111tl1:•SlÍ<t, 11e~~fHH~S d1:' 1li~1J(:onsa1·-
no~ fnY111·1_·~. 'J'l<=' 11i11.::..r1111 iu11i'tnl nlcn1t<_'!~ ú. j1üga1i. s">lu nus
pirl·· •¡u·~ H:'l1~·ll1r,~ ;nll1· ~¡¡ S1J¡1ul<'i'11, p(i1·n Ílll)J1'di1· 'Jlll' ln
calu111nia ¡•nt1·c· <1 l"~¡·1111·J;:11· ::'I i·1:·r111sn d1:· s11~ e.1-:-11izns'~

[ 11 ; u 11 i ~ ", d e • l h 1· i ~~-; l el i ,_
.1· ~ .\. \ \ · i-: 1> R .-\ , n 1 ' ·n en i · f!Jll' llk· su
'h'ileÍ•.itl~ tn1~ ley1'1 1·~r1-· p1ls:1j1• .\" 11'_.Asde 1u1u1:.>I instt-1nte \"f\
11 e , fil i .-! t.H.:' 1'1 o d 1. • 111 1 i ¡ 1 i ~ t 11 • , , 1 nu~ n 1'l" n 11 e 1•• u 11 s L ' p ll j a -
1·• 1

lll(·l S ll~- l11tl1ie1·1.l 1Luli.1. El l!ij•1 1!1.A ( ~1'1:>~n. i1npi:·di1l¡1 p¿l.l'a


baldar· d1! 11nci1111•.:'l1i<>. i'Pf-i1~1·1·1t. •1111-~ ni n .·1· u11 ~,,Jd(1tlu C(lt1
,_.¡ ;tt·1~1·,-, l1·vnnt<tcl11 pnt·;l ;1s.l~.·~i11a1· a sn pad1·1:, :'-1.· 1'11111u11YÍ<°1 1

Tall fu,: 1 l'[1~lU('ll11-~~ 'fli1• ~.df;'l?td11~_;1·k~ !a lt · 'll~ll;:l


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l-111 1•! i:t<'ft) ~l'l·
,_
¡/1: 11r, ;of(re." ri 11¡_¡ 1,rul1·,,: ; .\.\·! T;t1ul1i1·11 ~11 ,,¡,.¡! •:-- ·l¡_11w'-
1

1·1~s 1_l1·I mi11 i poi·r¡111• il•">ll ; '<_1i;:'\El.IC1 ~.\.\\"E!H:,\ l11 (.:'S, dt:'.'

rnd 1 1~. ¡,-,~ ;u·~·.-,~:1ri1¡11:-~~. ¡1:11·;1 'l'l<.~ 1111 ¡;c1"111iti( 1 :-s•~- <¡111-:> su hu-
i1111· t':!1~~- (_· 1li·~t)('f_laz;¡1!11 l1i1·1· 1111 (-·:-.:ftH~l'ZU i'Xll';\íll'íli11¡_tt'Ín .\"
n~:tl1n··1111· =''ijw1·i11:· ··: ;¡,j-..; !111·1:.~: ¡11_,1·11 <¡111· :-:.:i111?1ulin1·µ() lW .·
<lf',j1.1 \'11Jt1ti;·1H11;·I Í1.l11_
¡e, J 1LJ 1, : 11 i . ¡i i 1~ \ ~, ~ \ • • l :'; , , , . • , ~ ~ 1, , iJ,,IH·Í:-:.:. di:' ··Sp1~1·~u· lllH~ ¡\,,

1Li i . /¡ w :' i 11i i 1 1•¡ • ¡, 1< • 1, ·:? 1 -.. : • 1! i • ; 1 : : ' . ¡,1• 1·1 , '" ci 1· id ;': n d <-:' l:i \ ·i d n
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¡,,::-; p<>l• .~ttl(lll(1~:: . ¡.. !'.:~:·'.·¡::\: -·!::¡1•·1'i:1d11~ ,Jl} f :':\(•/;1\·i;:;11·1111~:
.\· 1·n ~:1.11,i:il' !11::-;. <'Íli1i·:~ll= : ·:. _...:;,¡.¡·,, 'l'-''' hnbin d1_:1 1 <llllc:ll'~'-­ 1 ·\

rn ' ¡ '. · i t li"· g: i ! rt 1~ ·1 j ,_-...: n i , •·- , , :


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d(; 11 C' ¡j ., - · - t; ! 11 r! i :--\ ! ¡! 1.·...:· ! ¡ ¡1 ¡ 1 !. \ j ' • , , •~ 1i ! ) s i i l ¡;1 J _...; ¡ ! .; : 11 /;¡
¡ , .- ...... 1 ! f '

ol;Jj_:_:·:¡1·i;.>!I :-:¡1~~-¡'f¡1l;1 1k· i,.·111l ·<·Í:· ~11 i11:•111111·Í:! , .• ¡,_,¡·;:<111!,-'llf!'· 1


--- .;'\, 1 -
¿._).:...

lHqwdi1· t~l 1nnl y 0L1t'<ll' el b\en, es el empleo de la di-


vinidad-lus Ye1·dade1· )s lu~r·ue~ se 11~ a:-;emejan en esto
Yo n{) ht~ temido p1·ofctnn-1· la eú.tedt·a clel Espíritu Santo al
detalhll) los hechos que ac1·1--'ditc-tn, 'llld d brigadier SAA-
YEDHA no tuvo otra ocnpaci1)11.

~ acin 11 uestr·o prime i· p1·1 . sidu n te, cerca de 1a imperial vi·


i la d(· Porosí, lugür l1ic)n disrant.1:' del ten,t1·0 de sus glorias~
pt:~r·n la proYidencia, <1ue :--;.i11 viole11ta1· los aco11tHcimientos
i1umiu10s, salH:~ poi- medins llli:t:-~ sencill()S pec~pa1·<1r el de-
:Sarrolli1 de los µra.ndes designio~, <1ue tiene escritos d1~s­
du la t~kr'nÍdad, hizo 'flh~ Sll pn,dre don S~u1tiago, le tras-
L.telase ú esta capit<.11 en 1777.
~e 'in i '~ L)':.! gene eal me 11 t•:~ 11 ue la ca1·1·era d1.:~ lns hombres
g1·ande:-:. ·~sté marcaiht desde sn infüncin, eon prodigios y
sucesos 1·xtraor·dinarií)S. 'l'le pt·onostiquen su alto des-
iirw. ;E1·1·1H) Yulgai·! Ctrn1Hlo lus discípulos dd Bautista
ft tP ron á ¡i1·eg un tal'le ú .J c_·sucri~to si él t-:~ra el Mesías, 1es
e' 1nksr(:•: L<Js eier;os cc11., fo." r.."'ojos andan, los niuertos re-
,., t( e il u 11-1( lu8 pobres les es rt.nww üuln el eorwgelio. La
Yida de lt1S hércws, d1~scl1.:a •1ue 11n,ceu hasta que se pier-
den e n ·=-1 s <:'pu 1ero, pro\' u e <lr la ad tt l ir ación y a p1a uso de
lo~ rno1·rn,les, prJr sus h1~chos, pcH' el bien <.1ue lt~S han dis-
p··nsadn: co1110 HlflH:dlos fanales que puestos en el~va.­
ciún, b1·illan y rc~parten la alegría y el consuelo á los
Yiajeros, de.scle que los ape1·ciben hasta <.1ue los pierden
rl1· Yista. Seüor-c'S! Los hechos, las obras del brigadier
~AAVEDHA son el monumento indestructible, en que se
<p1iebran los dardos, <j tll~ la calumnia le aiToje, y que
pt1esto ú la pública expectación~ interesa desde entonces
á todos, para imponc,r·s<::> sobr1~ las rnás meuudas cir-
cunstancias de su nacimienw y vida, y para ir á vertir
C!>piosns lág1·i1nás sobre su S1jpulcro.
P n r J,) el e más, n u es ti' o i l u s tr' t?, bien h '}ch o r se dis ti n -
guió, desde su juventud~ poi· sus virtudes sociales y
cr"istianas, que le merecieron el aprecio de sus maestros

usooi
ISTÓRICO
CION L
y condiscípulos en la c;trt'Or'a <h las letras, á <¡ue su pa-
1lre lo destinó.
Llenados lo::; deberes dí~ un buen hijo, ~e prest~ntó t:>IJ
·~sta ciuchul como un buen ciudadano y padr-e de familin,
en 17~8. en <1 ue con trajo su pri rner matei mon il). En (~sta
edad, en e¡ u e n 1 h o rn he d p 1) r p t' i mor' a Y e z de sí mi s rn o .v
agitado de violeutas pasi1)lll3~, son inuy pocas las que no
tiene u de que cu· ce pt~ 1iti rse: SAA VE ORA se atrajo las rn ira-
das de aprecio ·y r0s1v~to de sus compatriotas, por- la n.pl i
cacdm al desempefío de las obligaciones dornt~sticns, sn
moderaci/m, afabi l idaJ honradez y conducta ir-reprensible.
Los ff1 is m os es p a ü o l es , n u estros t i 1•e:1 nos , q u e á in en u <lo s ~~
preguntaban ¿puede~ salir algo bueno Je Nazaretl? k~ die-
ron repetidas veces los pr·imeros asientos en el Cabildo de~
esta ciudad-era entóuces, esto una cosn. tan ext1'afu.i y
sorprendente, c01no fué pa1'a los judíos ver á Saúl en 111e-
dio de L)s profetLts: peeu ni '~~tas funestas [H'eYencione~.
que siempre empalian el brillo de los más disti11guido~
servicios, al ojo perspicaz y envidioso ele nucstt·o:-;
enemigos, que velaba.o sin descanso subru los mús leYéS
defectos <l1.3 los criollos, para acusarlos de Yieiosos e
ineptos para todo, pudieron antorizc.u·los, para descono-
cer ei u1éri to de SAA V EDRA; el lus hicieron h(>nOl' á la
Yer<lad, confesando se había Jesempefü~do con exactitud,
fidelidad no com,~m y aplauso universal.
Hemos l l 1~gacL) ú, la époc<t, seiiores, q Lrn en nuestro ho -
rizonte político se ¡wesintifn-on los primeros vislumbres
que anunciaban la aurora de nuestra suspirada libertad:
en ella vereis á. SAAVEDRA, como el astro del día, lanzar-
se en la vasta carrera á (1 ue su patria le l larnaba, para
que arrojase ele ella la tenebrosa noche del despotismo y
difundiese el calor benéfico de un gobierno paternal -
sus trabajos fueron tan árduos y grandes, como los que
fingen emprendió Hércules para purgar la tierra ele

usooi
ISTÓRICO
CION L
1i1•.111:--;rt·1111~. ~~11t1·1:- lus c11c:l11-·~, ....:.111 d1uh1, ul11ie1H~ll ni p1·1-
!?1•··1· 111~·~11· l11S ti1·c:\llll~.
P;1t·¿J 'J'l•-' 1_1s J,, 1i111-~da 11wnife~ta1·, 1·1·t1·oc,~.darnu~ por

1 ,:¡.-:--;1,niad1l 1i1w :su:~ p1·11111.1 t'C>~ di~:-:1·1tl11·id111·1·:--;, 1·()1uo una

l 1 , .- 1· ! 1 t · 1.- : t .i ,·1v •·11 1 • ~u· g, t. d,l d ,· p i · •~ :-::. 1 • '- b y e 1) i 1 1111 dn li' d e i 11 es-
i i ! 1 í : 1ii ! •· '. ;iJ i l · : :-:~ U d 1 • b i l Í d ;1 d \
1 1· j 1¡ 111: Z; l ~ i 1T Í l <l 1·1 111 1~1. e Ud i -
: · i ,.. , · , i 1u l , i e i ,.1n d ,~ e ~ í t , 1d .-1 ·' l 11 :--; ~o h1 • i .. n 11 • 1s d, ~ E n 1·o p n. ,
c: ,

·::1,~- d1•-..:1·¿d1;l11 :ur·c:1u1·la ¡i•t1·;1 :'i -dc~l.e11íalns :-.:.1'ilo ,.l¡ pnd1~r


!"_•i11--.¡il •l:.~ la J.:~11~11'1;1. 'J!l1' :--:.e, lt;1llnh:l c~lllcllJCe;~, 1~11 el
~- · .._, ¡ 1i 1 d .~· ~ 1 1 ;-~Y: u 1 d ' ·z; l y 11 a : n ;d Ht ~ 11·'" , • <.' 11 :1 11 11J , ~ 1 µ;<:'i n i o en -
! · ·ti ! ' , i ·,. · -..; e . ' d ,_. 1i i 1(· :' t 1•11 :...: I '1lt l 1•• • ~ 1í -· li fü: i n d e ~ <' 1ll ,r i 1• d i a r· i n-
;:1•:>J;l1_., \Ll:-:., 1:'11 1.·l r·1_·i11;id11 ~k· (';11·lo~ .IV, lial1ía bajado ú

i:l! '.':-:'L1 l 1 1 1k del1ili1hcl y d1·!~Titd:H~i1'111, 1111:~ Sil 1i11bi1:_·r·n


1

:·!·,·id1i -~,.,. !:"I 111;·ty111· ;·1 ¡¡111:· ¡1udi;1 ll1: g;11· 1uin nac1on pn- 1

1!.,1·11:';l. :~í ?1,·· k i111hi1·:-:.:.._· s11<>~did11 ~!1 hij" F1·1·wrndo VII.


F1it1;:1(·;_·:...:. f11:·· c1.1~•11d·1 1·i ~:il1i111:~11~ de Sni1 .hunes ti1•1'1
.~ ¡ .[ : t : 1, · , ' L~ i 1;1· • •1· 11. iJ •~ 1 1· ¡ •~ \ 1·, 1 ~ i ·:~ 1u 11} ·1 • ú s. t l ~o h i e• r 11 o 1a~
• 1 ( -

1·:·11\ i11¡•!;1:--; r{,·.¡ l'Íi d·:· l;1 r)L1.l<l., .\' d1-. Sli~ J'l:~~ultns np:u·eci1'1
1 1

i'!l 11t11 .:f:';l~:.:, ¡'1:1.\"ttS <~I ;..:"•-'lll:'i';tl Bc~·t·c):--;ford, 1¡11u C')ll llll pu-
1'¡~-trli1 ,:,~ !111mi11···:--' 1·1··¡1¡·.,d11j11. ·~11 ¡:•s11~ dí:1~, ln~ p1'i"1dijio~
, 11 _. ~ ·• , r : , ·-..; \ J ._. P i /; u· 1·1 1 • ~ 1 ~ :s 1 n 1,;1 d :u 11. i..~ •·l p;t ¡·ah i en d ,_. i ·

:<: 11·i11·::·.1 . ..-.. i1;·111;l11 ·-:,• \ ¡,·, ·l:nc-1lcl11, us;t!l;H.ll) .\' 1·nndid() ;\

~!:~c·¡·1·;_ 1."1:¡ 1?i:i1 r111h :.:.11 f1¡,_,¡·1.:1 p¡11· l<.1~ v1-~<:Í1111~~ 1¡11(1 pobht-
~;:l.ll illl: ..,. •ll1';'. 1·il1··1·:1 :J,_, :1111~-..:.i"t·11 !:1;1~1;'-'t!11)~:.1; l'Ín.
l.. ·1 ' J' '1· ¡ ,. 'l' 11 . '(, 1 1 l f ..
,i , 1 .• ~ i 1 1 ,11: 1 1·: 1 ..
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: !t" :• :- ·; i '·, '. 1 ;j ,.; 11 e-· 11 .- • 1 ! :...:. \" i ~ 1 1 ( • :< .
~_

; ~... ;,:·.!,¡ i;1 1i)yji);)d;1 1-.--.::l t1 ir.-•111·i:1. ¡:¡·1_·\·l~--c>!"'(l \' ~,IJ'Clll1S­

¡1 '•'l;t. ·1:¡.• 1 •• :-:-;. !.~1·;·11~li~1n:..: e~¡¡ 1·:~~·¡¡1;~1, 1,~¡j 1 1 1:1 :~el'\ 1 idu111l11'(',
i:1- ,¡;¡¡ ·1:·· :.ti;-")-..:
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\·ji]·¡ ·1 1 i"}·11·~···\
f ~· ••. f. ',
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¡·qJ,i¡~fc•ri,-\¡·,¡¡¡
. 1 ~··
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n¡·a11
Pll ~ -

,:·,~;¡,,;¡·, , iJ.o...:.:··.!l11wi··i··111 ;1(·:1·-·,, .-.;.11..-. :-.;:1lii11:--: puli!ic,ns, r¡111•


: • 1:1:!:-- .-:·~:¡!L.-.:ir;1 1:1'<1lil11 1111: ·~. !;;·1:--~l;1¡111· p1q}c·l'1)Sn pai·a

ISTÓRICO
CION L
usooi
j11qrncli1· 1!l d1~sa1·1·t".illo dl~ le:ts l11ces vv fue1'Zi.l de· u111\ s11-

e i 1~ 1l ad j 1'> ve 11 e· 11 u 11 e 1i m n he n i ~ n u y fe i ·Hz ~~
ella l 1 fl l i e l 'a ' jl l (~ fu es 1~ (• I d e s ll (-' l 'l' (H\ 1 }'a d1 •
lll o ti V o 1

fl.·tntn·, 'file(~) d1-:>~1-•ngaf10 'lUl) debía llegül'les e.un ln 1111-


tií'.ia rln su d1~sc~alal>l'n, ¡wt~sidie~e á sus C(lnsejn~ y 'f ll··
111<.wda~,.~ tlll pod1~i't):-oi1) <'t1 1 rna1n1~nto ptH'H J"(•nliz~u· t•I 111;)-
J11grado
,_ ensavo..,,
Estos ju~tos i·1_•celos .\'el alJandono 1le Espai1a, •¡ll(• c·i-1-
111.) todr> gohie1·n1) t.ir·ano solo hallaba n.>cursos para up1·i-
n1i1· y cna11do IA per1imns qtH nos auxilin.se para defe11- 1

d(·r·11ns, cnntt: st1'> con la altanería y fria indiferenr.~n 1h=>


1

n11 arnn despMien (jfle lo hJeirh'(tnios eonw pwlifd8enws, r1 1


-

s ,¡ v i 1~ i· o n al Y i r r 1~ y L i n i e l' s á ex i t ni· 8 l va 1o l' de este n '-, -


!

hJ,~ vecindat il), cuyo honoe jamás se ha estimulado \._)ll


1

Y:l nn. para que se armasen en masa, formnndo cue1 1 tk1~


<h· milicias urbanas con los nomlwes de los reinos 1) pr1'-
,·í:ieias it que pet·tenecían sus individuos.
po1·te1-1os, reunidos en lü e.asa cfol Cons11lad<1, el fi
L1)S
d1~ setiembre de l~OG, formaeon entonces el inrnortnl
cuerpo <le Pcdr,ieios, proclamaclo pnr su prime1· jefe y
c1>mandante al respetable ciudadano 'JlH-~ me ocupn. ¡Oh~
cuántos sentimientos sublimes y halngüeflos SP agolpan
en mi alma con el recuerdo de un cunrpo, 1~n <11tt~ hasta
lns solchldos tenían la honradez, valor y patl"iotismo 1pw
fo1 nHrn el caracte1· de los hombres grandes.
1

De un cuerpo á quien los buenos patriotas ini1·nhnn


con rtrpH~ l la risu eii a y tierna corn pi acenci a, con que 11 n:1
madre angustiada ve robustecerse el hijo, que la de 1~n­
juµ;ar sus lágrimas~ 08 un cuerpo que hizo tan grandes,
lwroicos y desinteresados servicios como fueron los pri-
meros pasos 'l ue di1nos para emanciparnos! De un
cuerpo, por fin, cuyo uniforme, si se manifestn.s1~ en el
nniversario de nuestra independencia., hastaría pal'a (>l1-
tn~iasrna1' ú tndo aegentinn y para <¡ue peormnpiésem1)S
r;

usooi
ISTÓRICO
CION L
-- .:!~>S --

l1i1:'i'l<_'¿(ll11~ :.ti Yt.'l' 1•i de ~ll 1ih1~l'fclfl1.it-'.


Enrt . ···ranr1_}, :-'l:'t'wr1··~, si il'>~111i·u~, ~ ... ,_.
~1L11 la 1'1üble y fun-
-tn1l<t 1_·, 1~r11ml_n·1~ d1· los ehino~, 1Jl'':'l11iúse111us 1~n d pnch-c·
;,,~ S1.:1. Yicic1s d1:"l l1ijo, ;.c1tú.ntu n·-1 it._.J11~1·iat11us al l_1t·igaclier
~.-\.\YEill~.\, que lu (11·ga11i1r'1 y di~1:i1diw·,,~ -Pai·ricipú con él
•l 1~ =' ll ::-:: l ": J i g l' O:-:; y ~ l U l' Í a S y d j f l l l l d l 1'1 1 • 11 t () d U ~ S ll S Í ll d l \" j -
,luc,~ '-'~'-' a1111H· ú In ¡1au·ia. •{LH~ fil,~, ~i1·m1·1·e ~u divisa y
e< t 1·úcte1 • , l 1~· :-:' r i 11 ti\" u.
~.·dc1 c·trnt1·11 11~¡-·~1-.·::-:. il.1a11 1·í.11Tid.-1s d13 la f<.n·rnaei1~>11 d1_·
·~·~1u~ eue1·110~, y 1~1 res1 in i11í'ari~«tl.de l'· i11 •tW:' uficiales y
:---e il 1hHl11::-: l'1_111eu1· ticu t ú l_,·).~ 1~·.i, ·i·c i e i11s Jue tr· in n] e~ H pena~

Last ú ¡in1·n pone du~ en u 11 regu 1(t1· ,·,nle 11 de d isci p 1ina.


1

e i.H"UHl1, e 1 Yi1T1 ·y L i it i 1.· 1·s ~e \" it'1 1·1·1:)ci~ado ú ~ali r· ú cam-


¡ ·;.u'1a e111t d1_1~ lllÍl 1111inie11t11s Yulu11rnrii"1~ de esta milic.ia
"ll n·•-' 1_:· i 1(is si i se ien to~ ]>({ti·!(: Í<18 ton ~AA \'EDUA ú la en-
1

... _·za t.:'it all\:Íliu dt::' lc.l ¡iJnza d1~ :\lúllt•··VÍUee1, '}lW t'1 gene-
1·nt intd1::--; ~í1· ~amuel ..:\.ei11n11t\" e~ti·1~chah¡_·1 v eo11 bl'echa
\._ 1 t/

;¡l1i1_•1·r¡_t a11u:·11nznl1a 11cup¿u· bi1:.·11 1·1·c11itu.


El lllal''¡tléS J1_:' ~ul.>l'l"'lll()ll!(~ 111.l 'ttli~u dai· la:-::. c'1rdenes
). i.ll'<t •t 1u~ ~1:· a111·u1ita~eu ell la BHwb 01·iental lo~ caba-
i 111s y tnl'l'eras 'tlle ~u pidi1:1·i"111: y e:-::.lt:.! e11tnrpecimiento
,-, 1H e e 11:· 1·id a J eu i 1 'u 11 .' ,~ 1 g t::' l H~ t «d i 11~1 é ~ e< 111 ti n u aba sus
1
¡i e r· a e i 1 1111 · s , d i '=' i ·, .111 el 1·t.:.' su It n d 1.1 d ·~ 1 Jl 1' · h a] lú n dos e n u es-

· 1·a fuL·1·1n e11 In. Culonin. d1:d les llegase la


S;_tc1·arn1:_:.1-ito,
'..,,riein de est<ll' ·""ª ~Io11t•:"Yide11 üe11pado p111· lns enemigos.
l . •nh-111\. 1.·nt• 111ces, lü r1·_.tir-ada de l1ltc:_'Stt·u ejército á la
1
_· •

'.; \ ~· i f <:-ll.
~·-.\.-\YEt1r~ . \. sit~111¡1re t.:11 Yela 11111· !us inreres1. S de lapa- 1

: 1·ia, hizo t'l l e~ t n <1tnsi 1'111 un seün lüd u sc~1·Yicio. Propu-


:---1 1 v sn !\"1.1 con cien huml.1res ch· su regi1niento el valor de
' ~

11 i"1CC(' tl'll tu." mil pe8tJ8 e 11 ca i-1e1ne~. ar·1 nat11l' n H> y rn un i e iones

·:uu .se liallaba11 depositadns e.n la Culonia, efecto <le que


~1 b~(iluta111t·ute l'aI.. eciarnos y '-flH-' pai·c..l re111ediar su falta,
~·-· hnbia11 11Jnn<.lndo traer de Chih~ y Liina. El bloqueo

usooi
ISTÓRICO
CION L
r¡lli.~ i1111l 1 .·di~lli.llll1'll(1• l•ll::'i:_'!'l)ll l1J:--- i11µ:l1.>~·-·:...:. a lus ¡•tld'(()~ d1:.
di:)ia Colonia y 1.~1 ~;tit(~··. 11..i fu,-. sut-ici1:11t·~ 1il.1:--:.rúc-ulu <)I
infrttÍb<tlil1·· d··s\·1·l11 i[,_. 1·~11.· j1-.·f·~ 1¡111· liizi, ia~ últimn~ i·..-~-
nle~a~ 11111· 1~1 1k L1~ lliµ·11·~'l'<l~. ..\ ~'' i·,_·g¡·1::-:-11, la:--; auro1·i-
'·--
(Lvl1 . . :-'.; 1·1...·:-..:l'e"ti\·<l:-..: ¡, . .¡¡,.1·1)11 Ll:-3 !!1-.1c1a:-:; ¡1111' :-:.:.11 t:'l·ic:·1z de-
:-:-!~iiq11.~Jl().

(_':1nn·nigú111111111....;, "•-·1'1111···:-..:, <11 11!1.i•.•111 'l'l'' 1•11 aip.1~ll;!


U·_'<l~¡,·,u .t11~1>1·l1ia l•11la l:t ;lt,·nei,·111 \' e11idad1>~ dt· 1·:=-:.tn. ~1·n11
C I_.

«at11tnl.
l

E t· a .\· <t i 11 d 1Lda 1il •~ ' ¡ 111 .· !, h i 11 g 1, · -~ 1 ~ ~ ~, :' ~ n·1~ p:.u. a 1, <t ll pa e~ 1
arac;.11·la, y t1)d1JS ''"'talrtu1 1··--·~1L1:~ll1h ú d1_·l'1~11dt•t•la pülll11.1 ;t

¡i;1J111i1-1~xhalür c>l 1't11i1w> alic•uru: pet'(~~e1· auti~s IHlju ~th


l"llÍll<.lS, •1\l•' SIHll•!t1~1·:...;.1~. 1·rn 1~1 gTitl) UllÍS(lllU d·· ~u:-:. de-
f,·11::;11t'1_•:-..: •¡11e ¡,, 1.·1·;ti1 t11d11~ :-;11s iutl1ita11t1·:-;-lü:-:. rnús p111·
~nlY(tl' la patl'ia L' irn¡11·.. lit· 1¡1tt~ cay1~~e IJajo uu·a domi11a-
ti<.ll1 1·~rt·a1-1;t, tantu 111ú~ t1~1nil.d1~ eua11t1) 111ús p()de1·úsa -·
1: 1~ p;H' e o 11 -..:. 1d r u · 1•)s i 1ir 1j r' ! ...; 1:' s d 1_· n u e s tt ·<-l i n n -·
i 11 u :i 1J .-; , <

dr·e-}'att·i~t y e.un ··ll":-; s11s •.·1npl1·us. corn1~1·ciu 1_•:\.elu~iY·>


y dc·111ús i··~lacione:--:. d·· 111ilidad .'-: a1ll<1C C1Jl1 1:..l ¡1ai'~ 11a-

E~ t a e iw hd 111 1 • 1· e« u 1r i 1 :- :. 1• '.· 11 n Y i 1•ei ''> ' .' 11 l ll t nt s r' J e a in -·


l'c.l1111:-1l(q. :-th ['laza:-.: y cal 11.·:--; ~,~ lwllabatt
ú t•)dn:-; 1101•ü:--;
<j ·~ 1q·11. t da:-:. p' 11 • 111 l 111 •~ 1·1 '~' 1:--:. e t t e q .>os ' 1u e s ';. d i :- :; e i p 1i na I_, a 11-
i !.1 a i t ú. nd,1·i1· 111~ purttu:-:. 111t1~ 1_·~tnl1nn aiw:>nazüdu~: la 1_·s-
¡•;.-1•.h y el fti~il 1•1·;u1 l"s c•.1inpa1-1t~1·!1S illsepar·able~ Jel
tutne1·ciünt1.·, art1·:-..:;u1u ,\ j111·1u1l1-~r11-ap1~11as se uncontra-
l1a '1uie11 J1j:::;1~n1p1~1'1ase !":-..: rninistei·io~ más p1·ec1sos,
l H 1l' ep l t; ~ 1:! t 1) n i n. pu 1• i g n () 111 i u i t:t 1l n se 1• l lll so 1da <l u .
A.si permanecit•1'(1n t11dt)S ha:--:.tn. d 2D dejuniu de lt)f~/,
1 • n 'f lll' el ~;<-~uern l \\ ~11i tdu k1_·, ú la cabeza de diez mil
11uinientos soldados aguen·idus. deseinbar-có tres leguas
al Sur de esta capital: lk· allí se dirigió al puente de Ba-
rracas y n.menaz,1ntli:1 atac<.U' <.l 1uel puntu, trasladú, por 1

una húbil rnauiobra, uua fue1·te divi~iún ú lu::; cor1·ales <le


Misere1·e. C()1Tier·u11, entonc.:es, nue:-::-tro~ defensores ú

ISTÓRICO
CION L
usooi
- :'.()() -

i 11 d u dabh~m ti.· debía s1_•r el campo de


tS ta ca }'i tal, 'l u t_·
batalla, y ocupando las altu1·as de sns p1·i11cipales ave-
nidas, se pr·ep? rar·on par-a recibi1· ú sus iuvas01·t~s.
Amaneció, por fin~ el uu~rnurabl(~ Jía G de julio, l~n 'lue
dnbía ducidirse ]a Sllertt~ d(~ u11 vasto cunt.inrn1te. Reina-
ba, en a<1uellos rnorneutos, <~ll esta gran ciudad, uu pa-
VOf'(•SO silencio, semejante al 'Jl1U ¡wucedn á ]as grandes
ho1·1·üseas-~~iJlo er-a inter1·urnp1do p<11· PI ruido de las ar-
ma~ de di(~Z ll1il snJ,lados, 'l'l<' en cnlurnna~ cm·rn.das se
' l i e ij í a n a 1 p u n to <l u e o e u p aban 11 w ~ s t 1·os 1n·' l vos -·- tt penas
·-~sto~ Jos avistan cuando 11-~s n,~estan 111illn.res de bocas
de fuego, <¡ Ut~ los pri 1n e1·os pa~l)!-:i '11w dan, truenan sobee
~us cabezas, los sor-pre11d<~n en su 1n¿u·cba y dejan cu-
l 1Í<.lr'tas nuestras calles d1~ cüdúverc~s y e11erpos palpitan-
t,~s: sólu el valor impei·tt~rTito de lns oficiales ingleses pu-
l],-, per·maiiee ..·1· impasibl·~ t~n 1111~dio de un estrago tan
ho1To1·uso ·· ellos i·uuniur·on, poi· va1·i<is veces, sus solda-
do~ petra Jlevarlns a] 1nisrno paraje~ don1le sufrieron la
1t1isma suertc•, hasta '(Un horrorizados de tan duras ex-
¡•e1·iencias, t~I ter-rn1· ~e apoderó d~ todos y se desban-
daron en varios grupos 'prn fueron rm1d idos á d iscre-
..
Cl<1ll.
Cantamos, eutonces, 1:~1 tri un fo mús glorioso y com -
1·h~to~ Ja victoria inús solwesaliAnte <¡ue refieren ll>s fas-
tus de toda la Aml~rica> d·.~sde su descubrimiento -victo-
r·ia q111~· admirú á la Eur~opa y Jlarn<'> la atención de su
pr·i me1· capitán, del v1~11cedo1· d u Jforertf/(J y A usterlib !
Sólo el imbécil de Ca1·los IV mir/1 con inditeu~ncia un
tt·iunfo tan glorioso: ni aún se digrd> conferir el menor
pr·ernin á los jefes (1ue más ::;e distinguieron.
~lis amados c01npatri<'1tas! imitaremos nosotros la in-
digna y despreciable conducta de este rey ingrato, el
6
i11ayor· <léspota de n uest1·0 siglo ! ;,ó seguiremos las abo-
minables huellas de a<1nellos hijos desnaturalizados, que
disfrutando todos Jos días y á cada hura, los regalos y

usooi
ISTÓRICO
CION L
--- ~n t

C<1lll11dida1ks dt~ Sil c1p1d1:'llt~t lH~l'Pllein,


;_11l11nit·ida ('Ol' Sil-'
pad1·1·~ Ú. Co:Sta ck Í111l:-.~cihles p1:_•ligt·os y frttigüs, 1111 }1·~
mere el! 11 e l m ú s 1lW u t' e e 1t e 1•'l r 1, n i i n k 1T u m p1' ~ u s J , , e· n s
n.1egi·ia~ una L·tg1·irnn v1_·1·tid«t sf)hn~. ~~us r~enizns~~ ;.,~1 c111·1.,
(kl'Íc)(li1 d1.~ Vl~i11titt~1~s a1-1os h;t.ln·;·t ktstadn pat·;111u·-· ~1-:' h11-
r1·1_·11 du 1111.~stt·a tn•~·1u111·in ln0 1101i-ii.n.~s de los 1H··1·01.·s 1¡111~
p1·ndiga1·1111 ~11s Yi1h.s .\" fu1·tu11a:-- p<J1·q111· ~dcn11zar::úni1~ 111:
tr·iunr11 rn11 i11111;u·e1~·silili~ y 1_·! 1·111icl), si11 d1tda, ;.t 11111· ,. :-..:-
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1· (' 11 ( 1 1 _. 11 ll l i p ;_q 11 d p ,·,¡ )1i ("() 11 l ; l. ; 1" ; ll l d ' 1 ; 1 1 1 l l l ! ) ...: : ' ...; l )c-t -.
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<: n 11~:1 : 1~ L 1~ 11 t n 1l<' ! _. ~ ~ i a I' a t I' i a ' ·' ' 11 ; 1 11u 1~ 11 a s 1 • µ· 1u· i dad i 1n -
¡11~1·t111·l1alil1_~ <'.11111¡111.~ l11s cn1-.li111·1··,.'; d1·l L1•1'111 d111-·1·1u1~ll ;~!l­
q~,~ ~lb l'1)l111~t:ts ga1·1·a~. ¡,.(,)11i,·~11 '.-)•:• h:tiH·i1t ;tr¡·;~\·id1oi :1_ i1i -
t.1•11tai· nada c1111t1·a ¡•lla( ¡Ci')11111 disp1m1~1· d1; ~11 ~1t1~1·­
t•.:' ~•:'g1·111 los rn1~11gnad11~; 11111~1·!·:--'·~~. i],. 1111 c111·rr1 111·1mc·1·;1 el.·
í • X t 1 1 11 j 1_• l 'e 1:...:. ·~
1
(

T;u1 c~r1nY1-:llc:ido~ ·-~s1nl1:u1 d1~ '~~t:l~ Yer·dndes Iris 1:·spni'111-


ltis, 'ill'~ pa1·a ,.¡ log1·0 d1· ~11:-; ,¡,,~ig11i"~ sulir:itat . <.ill f1.11"1n:ll-·
rn ·~ 11lt' d 1:~ 1 v i t 'l' ,-. y L i i 1i 1~ r ~ h d i :-:.11 i u e i ! '> n d 1 ~ ! e i. k 1• ¡ 11 : d , · Po -

ISTÓRICO
CION L
usooi
·2 -
9(' )
"

trie/os, á pre.texto de que sus individuos hacían falta


para la agricultut·a y las <"U'tes, ofeeciéndose ellos ú dar
el servicio de la guarnición gratuita1He11te.
La i·epulsa que dió el vi1Tey <t c\st<-l solicitud, y la diso-
lución del gobierno espaiiol, aca•·cida entonces poe las
violentas rn~tniobras de >Japoleón, los enfu1·eciei-on ele mi
suerte, qne como freru~ticos se\ ar1·ojaron ni lance mús de-·
sesperado. El J 0 de e11e1·0 de 180!) illtnntaeon despojar·
del mando al virrey L. i11iers, <JlW se hallaba apoyado poi·
los cuerpos de Patrleios, ~l. rri!H'ilos, l)ard<J8 .'/ mo1,e1ws,
11tfontuiu·ses, A ,,f-illeros de lo rrn.idn y toda la coludlerirt.
Bastó solo el despl,~g1w '1ue hizo (~tl hatalJ,'1n dP e~tn res-
petable fuerza el comanda1it1· S \AVEDIL'\ en In plazn. d~~
la Victoria parn. que los c•1eqms de~ Gol/egos, Catalane8 JI
,-i::;eainos <1ue formahau el pa1·tido <h~ oposición, d'~sapa­
recierun corno el h urnn. En a'l ue 1 día, y bajo los nuspi-
cios de SAAVEDR.\, se resnlvi<'1 el g1·nn problema que tanto
había agitado á n 1rnstr·os enemigo~ -la preponderancia de
los Patrir:ios snhre los espai101Ps.
No desmaya1·011 óstos, sin embargo,-jm·ai·un un odi1>
ete1·no y se peopusie1·on no aho1·1·a1· rn<~d ios. pa1·a pe1·de1·
á Liniers, po1·<1 ne protegía c't los Prdrieios .v ú SAA \"EDHA
porque e1·a su jefe. La circu11~tancia de sHr Liniees, fran-
cés de oríj en y la ocn paci <'m <¡ tH.~ l'eal iza ha Na poi eón con
sus tropas un la Espafía, les fn.cilita1~011 el camino pa1·a
las más negras calumnias, que sostenidas pot> el influjo
<1ue les daban sus ri<prnzas y eelaci011t)S de~ paisanaje con
los espaüoles de ultramar, les hiciel'nn alcanzar de In
junta de Sl~villa, titulada~ <~ntonces, sup1·ema de Espaiw,
é Iwlias, el nombramiento de viri-ey dn Buenos Aires eu
el tenientl~ general don Baltazar Hidalgo de Cisneros.
Esta resolución no llenaba del todo Jos planes de los
espailoles: habría sido un triunfo incompleto y dR ningu-
nos i·esultados la deposiciún el<-~ Liniers, sin la ruina de
SAA YEDRA y demás jefes q LH:~ sostuvier·on la autoridad e]

usooi
ISTÓRICO
CION L
'>(j. . •.)
"-" ,_) -

1•l de 1~nero. Así fth~ '1ue, al arribo de Cisneros ú la Ct"1-


l on ia, SO l i ci taf'Oll COll e} mayor· j n terés SU dest iel'l'O, C i S-
11eros deseaba Ir) mismo, pero no se hallaba en el C<l$O
de sus obsecados ene111igos-á estos el orgulln humillado,
sus ambiciosas miras frusti·adas y su antigua p1·epond1~­
l«HlC i a des t r u i da, J es Y en el aba los ojos e u ando e l mi e d n
~8 los abría dt-inasiado á Cisneros, para que no a<hirtiese
los r-iesgos en qut~ debía envoh'erln semejante injusticia
y arbitrariedad.
Poi· esto, luego que lleg1!' á Buenos Aires, se conknt<\
con i·esoh·er que los espalioles no habían cometido e1·í-
111en alguno cu el movimiento del 1 11 de enero y que los
P(dric ios ta m bien u hra1·011 bien y l I en aron sus de l.H~l't ~s.
Esto er·a decir 'lue el crimen y la vir·tud, la obedie11ci;l y
la insubor·dinaci<~m, el orden y el desórden merecían igun-
11~.:; elogios y recorn pe usas bajo un gobi en10 ti rano. s~­
rnej ante conducü1 110 era nueva e:~ los fastos de la domi-
n ;tci ón es pa iio la, pero eecayendo esta operación soh1·( 1m 1

cúmulo de ag1·nvios que nuestros opresores se hnhínn


e 111 pe ü ad o en mu lt i p l i e ar en ar1ue11 os m o me 11 U s e 1•í t i en s,
1

e \.as p r~ raro n 1os ú u i m os d e l os P a tri e i os de u n m o do ' · \. -


tt·:tr1rd i nar-i o.
Los principales ncu1·rieron á SAAVEDRA para pedirl( ú 1

q lle a provee h á n el rrn os de 1a l u eh a tan des i gua l en <Jl H_l se


hallaba emp1~iuula la Espaíia, sacudiésemos el yug1) de ~u
injusto y tiránici"l gobierno, recuperásemos en unn hn1·a
n11estros IHl.turales é imprescriptibles derechos, y hítrrú-
semos para siempre el catálog<:· de crímenes é injlll·ias
p.- rpetradas p(lr los españoles contra los inocentes n rn1:-
1

1·icanos, en el largo pedodo de tres siglos.


Con igual anhelo suspiraba por esto SAAVEDHA: rnns
una juiciosa previsión le adYertía que era indiscreción
arrancar Yeede el fruto, quP el órchm de los acaecirnit~n­
tos debía presentarle maduro y sazonado bien prontn. l~:I
Yeía, corno todos~ que las fueezas formidables de Nnpn-

ISTÓRICO
CION L
usooi
•)( .• t
-·- "' )'-± -

ll?Óll su t:l})Oder-aria11 lut>go de toda Es1,nün, en cuyo caso


~ V

nu,~srr-<t S6pa1·ació11 solo ¡woharia una justa y fü·111e 1l1~ci-


si1=in du no se1· frcll1cés~ pe1·0 ni los mús ardi1~11u~s d1:t'en-
so1· . =~~ de la legitimidad, ni los más rígid()s casuistfü~ po-
dt·i~w itcusa1·nos con fundamento ele i·t~beli<'m 1) infidencia
Esta con<l ucta circunspeeta no e1·a de 1a aprolJaci1=111 dt~
a1¡n1~ll1)S únirnos e>:..ültadns, <1uo cr·eínn ~l~ per·dílll1 lns 111a~
p1·,_·Li11sos momentos de i·ealiz;.~r u11 pln11 tan iuju~tn y l.>e-
11éficu, y aún llegn,r-011 ú do~co11fic-u· d1.~ 11ue~tr·o ilecididu é
·i 11 t a e l1a b1e 1i b e r t a Ll <) t' .
El IN de incu·zo de 1811) trajo ú U>dos u11 clü1·0 d1~s . .rn-
~.:-u-111 <k~
L
los sentimient()s de~ S1L\VEDHA. Cisne1·us hizo S<l-

bt~t· <·- lo~ porte 1-1us, en 1~stu el ía, 'J llf~ so 1n Cúd iz y la isla
dt~ l...t~l.in su hallaban lilH·1:~s dt~ las fue1·zas de >;apol'-~óu;
en ll su prnc 1<l t n<t (~ n la 11n1no se pr•-::SA 11 tt'> SAA v ED FL\ e 11
l ll l< t d i ~ti n g u i dn. i · 1~· u n i ó 1t d u a lll t~ i · i e a 11 u~ pal' a d 1-.• e i l'l v s

•1 S1.·1-1ol'es: no snlo u~ yn tiempo <le nLH«11·, sino que t~S u1·-


11 µ:1.:'11re nn pe1·dc·1· trnn. ho1·a)>, -y 1lu estns i·c·sultns ~e
<lC'-t:>1·1V> P11n·e todus p1jdir uu cabildo abiu1·to 'f llC si~ o tu1·g·1=>
lH> t· C Í ~l lU f'OS }J<ll'ü el 92.~ de l ll:t,YO.
E:-:-ta 1~t'<t ia última t1·i11client 1-~11 'llle los 1~sp1:tf1olcs de-
hía11 defendee sus p1·etendidos de1·1~(·hns du do111iuació11.
La f1H.·1·za '~~taba u11 poder d1~ l(ls }Jrdrieio.">-llo les quc:-
dnl.1a más r1~ctn·sos <pte la justicia y la 1·adm pai·a alcan-
z ni· t~ l tl · i u n fu La e os tu 111 lw ,~\ d 1:' m i 1• ~ u· 11 os eo rn o ~ ll s es -
claYu~ ú iwtm·a, ) su 1Hüu1·al <HT1>g<u1cin 111> les pel'mi-
tie1·ou desmayar eu un lallce tau apm·ru.lo: eilos se
¡)l'eparar on al comba tG cun la i rn pn Y id 1~z pr-u pia ele horn-
br1.:1S infatuados. Sus máximas t~ran <¡ u1~ la Jominac.ión de
J as A i u é r i e as, q u e p r· i u e i pi ó e e, 11 1os e 1- ~y es de Ca s ti 11 a ,
Jm1 Fe1·1Hu1do y duüa Isabel, Sü había tl'asrnitidu basta
ú la Junta~ más insignificante de la~ inuchns ·~n '.f lle S<~
di'" i di ó la Es pnS1 a, en n u es tr· o~- ti Pir1 pos, y '1 u e e u ando
rndas desapa1·c ciesep, recaía la soheranín. sobre los espa-
1

f1n1 es re~ i el e 111 es e n A 1111-!r i e H; h n Ha <1u e si 11 e ~/l s 1~ el caso

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 2()5 --

i.le quedar uno solo delJíainos pr·osterncu·nos deln11tv dt: él~


reconoce1·le como el ungido del S1~lior y nuestro arnn lt·-
gítimo.
Si algún testimouio i·ecogiel'a cun avidez la iH.1~tci1·iclüd
para im poners<~ de la búr bü1·a up1·esión dt~ n uestr" ¡:-; tira-
nos, se1·án, sin duda, estas doen·ir1as, 'luc sin elllbargu,
no se r uh u r is ai ·o 11 ::; th e, H' i fe o~ ck· Y e~ r t i 1• las , 1~ i ·2-:2 d 1~
mayo, en f•] ti· i J)t.rnnl «wgus to y l'(:·s petab le de L.l uaciú11.
Los sabio~ a11H~1·ic<rnu~ '{Ui~ eui1Clll'l'Ít::!L'1;11 ú (q, a1w11¡l:--) pu-
diero11 cu11t.e1ie1· su i11dig1111ei1'111 pa1·ü l"t~ba.tie palüdina-
mente, cu111u lo hici<:~l'(Ht tan clúsicus desatin'>S.
Despues de 1~ste aealora1_k1 ck·bate, vm·ificüda la r1-;gu-
J ación ck votus e ll el lll i smn ac tu, ~'~ dec 1a1·1·) poi- u nn uo-

tablu mayoría, 'Jllt-:' había ead ucadu la auttwidad di:-:1 Y i1Te.\


;/ que se nornb1·as1~ lllnl .Juuta ~ttpl't:'IlHl d1~ t:(i1>ie1·nu.
Veucidas algu11as per1ue1'm.s iuu·igüs~ últimos 1·:·síu1~1·z,)~
de u11 pod1~1· que iba «t d1-:'sapnrt:'Ce1· ¡Jn1·a sit~mp1·e~ ~·:' p1·0-
cedi<\ 1·d ~~>? al no111l>t,umie11tn d1.· la:-; p1-~1·sonns ri u,_. 1lebia1:
comp1rn1~l'la, eliji1rndo pn.t·a :--:u l'l''~~idenk ú dt111 Con~E
LIO SAA VEUIL\.
Este :-;u1'to1·, 1.~u11:-; u l taa du sólo ú ;-; u e x.ac t.ll del i e ad ~za .~
escrupulosa tl1ud1~1·acióu, t'<:d1ns1'1 eun instaucia adrniti1·
t;_w el1~vn.d1' '~mplt~o. Sus ~-unigu~ k~ hicier-un ve1\ 1_·nt1111-
cos, 'l LH~ él 1~t·a ,~1 humlJI'1·~ 11ecesc.u·iu, por· In ace.prnci1.Jt1
gencr·al 'l Lll:~ le lllt~l'ecian :-:.u~ servicios~ y 'l ue despue:-; de
los pasos dadus ~, co111pro1nisos üd<¡uieillos, e11 n.quellos
días, poi· ¡.,~ e>::tr-c.tortli11fü·i()s ~ucesos que lHtbía eueabe-
zado, sería 1u1a n11011Hllia 1~11 su c1>111luett:t pública t'•·!.tt'1)-
c0de1· Ú la YiSta dul lJUt~:-;tO 1¡u1~· :-;1·~ {t~ clesigtrnha S.~\.\VE­
DRA, 'l uu haci it mu che> tiern plJ rc-~n ict consagrada S:..i yj da
al servicio d1~ su pc.ttt·ia, si~. r(:.sigw·, ú ocupar a<tuclla silla
el ' ~ h o no e ú J a ve l'Cl ad , pe 1·' 1 i ·o d t ~a d. a rl e un a i n ni 1-~ n s a
responsabilidad y sobre la <1ue t_·staha colgada Ja Pspada
<h~ Damocles.
La multitud de s11cesos int:1-3resantes 'lt.l'~ se lrnn agoJ-

usooi
ISTÓRICO
CION L
p ad o, nos ha 11 he eh o en t r ai · si n üp (:~re i b i i • Io en u l memo-
ra ble 1111~s de ~Iayu, pa1·a n11so11·os 1~1 p1·incipio de) meses
y el primero enti·e los H1e~1.·s dcd a1-10 -hemus llegad<> al
dia ;!;,, 'l ue establecimos pnr· mon 11 mento, pal'a eelebear
b~ l llflTa Yi llas de 1 Se1-101·, •··11 todas n uest1·as generacio-
nes, co11 culto s1-~111pite1·1111-día de clam01· y llanto para
nu1~st1·n~ enernip:os - de reg11cijo y júbilo para los anH~­
rica nos: dí a fm r l u H cnu lllil no fuerte nos snc•') 1 '1 Se i101·
d f' 1n Ti ··~. r r a de E g i pt t> ~ d ,.. l <1 e as a d n !a es e h1 \' i t. u d ~ de
ht rietTa de h(11101· y d1.· n11 YH~f•) du~nmpn.1·0.
Dl;1 1:i11 que SAAYEDHA y ~11~ dignos eom¡rnS1el'os st:dlaeon
e] g1·nn testamento 'JUC' ah1·irú h1 lJ(1ste1·idnd cnn un 1·es-
p e t o 1·e 1i g i ns o , pa i ·a. l 1: t-:> 1• ' ~ n ,·. l , <: n n i n d e e i 1il e~ j ú b i l u y
1•1?conocimicmtd, los inap1·1~ci;lhle:' legados •tlll~· Je hicie-
r11n 1lt~. f,~]ieidad ~- l ÍfJllPZRS, d1_• µTünd1•Z<l y pode1·, que
1

E-lla disfrutHI·ú y <¡t1t3 á n1)SOtl'O:' ~,·i11) es dado Yislurnbrar.


Am111u1-' SAA\-EDRA no buhies~· hecho ú su patria otros
serYici•·~ que In~ <pie al_,rnz<·, 1~] s.nl con su círculo en
e~ie din~ bastn.ria pnra intno1·taliz:11· su memoria.
Emp•.'I'• 1 nuesti·o Jihertndor·, imúgen y seinejanza de su
diYint"1 1Ineedo1·, jamás s1..• cansaba de disp~~n~ar el bien á
sus sernejant1~s: ch-'VOI'a.<lu prn· la felicidad de su patria,
Cll<il C1·1 ~ar poi· ~u amhici1'1n-n.i/11'/ ((f'Íwn reputans si quid
supc1'r>8."íet auendnm-s(• Plltreµ:,·1 cnn infatigable desvelo
y cr11h1an~ia ül d1~1 sPrnp( 1 :-10 d1J lo~ inmensos t1·alrnjos de
su nueY•J destiun.
La 1"4.>Yolucic~m se hizo si11 p1· 1 ~ced1~1He combinaci<'rn con
lns pueblos del i11terio1·: 1j1·a 111~cesario atraerlos á nuestra
cau:::.a rlifundienrlo en ellos las id1.•as de libertad, amor á
ht patl'Í<1 y horror al (kspotismn-y d1~ ustas resultas se
die1'1)n. i=}n los prime1·os mon1e1ltos, t-:'SOS decretos sábios
y Pnt~rgieos, y se priopaga1·on esas gacetas, cuya elocuen·
cia ne1·yiosa ~- tl)cante, rlesp1Jrtanclo ideas que el des-
pot ismn tenía adormecida. sacaba fnera de sí á los pa-
trintüs, difun1lin fuego YÍYo e11 s11~ Yenas, hacía brillar

usooi
ISTÓRICO
CION L
sus c1jos con el entusiasmo y suspi1·ai· porque llegas·· 1•l
111ornento de incorporarse ú h1s tilas de sus libe1·ra1lnres
pai·n ani<.ptila.t• ú sus enemigos.
Xo se descuidaban tampoco los jefes espailoles '1ue
mandaban en todos los puntos del virreinato. A su S1)f1ada
s 1peri o riel ad s (~ a ñ ad í a , ah n r n el temo i • de pe i ·el e i · sus e m -
1

l-' ler1s y rang11, fü;i 1.•s '-lue t()Cüban cuantos recursos es-
taban al alca11c1.~ del oro ~, del pod(•t' para sofocar 1-•11 su
cuna nuestra re\·oJuci<'m.
(\1 ne ha en Có1·doba, ~ iet o en el Peeú, Abascal en Li-
ll1il~ v·igndet en ~Iullt<~video y Vela.seo <~n el Paraµuay
hacitu1 brutai· por todas pu1·tes enemigos 'lue debian aho-
g;trnn:--:. entn~ sus l1razos. ¡Ay! no~ ha:lábamos en ltt in-
fancia, y pni·a salva1·nu~ ~e 11ece:-;itahan los esfuerzo:-:: de
u n a tl 1-~- ta!
~ Í ll e 111 ba f' g O ll ad <l ha .Y <J l l 1~ t U l lle~ l' . S A A V E D Il A, C <l S te J l i,
B~lg1·a1w, Azcuénaga, Alberti, ~latheu, Lar1·ea, .\Inre1w,
Pa~o y Balcarct~ :-::.on 1west1·0:--:. 1.l1~fc~n:-:.ores. Estos h<il'(h~~
~;tbrún corno [b vid, 1le.~dt~ :--:.u :Hlolc~·.;cencia, 1idin1· ecHl
],)~ l1:-u111~s y 'J uel>t·anfl.u• ~u f1~1·ncidnd.
Do:-:: ejército~ se aprcintül·r,n en ,.¡ rno1üento, en t:.~qri
ciudad. 'l ue con la Y<:.doci dad d1d 1·ayo partie1·on en to-
das di1·eccio11e$. El tPl'ro1· y el espanto de lo~ ti1·anos
rnard11'1 delante de ~11 bH.nde1·a-tr i unfaron en todas pae-
tes; •:'11 Cotaf¡aita, .','uipaelw .'/ las Piedras derrotando á
lus i::·111~migos, y e11 los otros puntos rornpiencl<) las ca-
dena~ '1ue apri:sional1an ú los ameri,~anos y poniéudl)les
las al'mas en las i1u111os p<tr·a '[Lle destruyesen t~ sus
o pr·e~') 1·e~.
Ih_•s,1parecic·1·011, unronces~
todos nuestros enemigos;
s6],-, 1111 corto número ~e refugi<~> dentr·o de las nnu·nllas
de :\Inntevideo -resonaron luego por todos los ángulos
de la~ Provincias U11idas, los cánticos de alegría y lf)s
hinrnos que sus hijos dichoso~ cantaban á 1 a 1ibertad.
Este ftH~ el término de la~ gloria~ y se1•yieios del bri-

usooi
ISTÓRICO
CION L
, !•· :' ll 111;_u1il1 J, l, u,_.~ a 111 t · l u'~ 1 , ~ i l ¡11 ,
r~ 1g 1.l l l · : ~ l l l • ~ :-.:.1 ..• :--:. l l l ; t . . :. , 1! 1 l ,; t :...; l •'1 i 1 [ 1 1
1
t~1 illJ;_t:·1¡u1a,
:tJÍrad:l por Í1h l>;u·tid():-'. la< ¡1:l:---Í:li1!·~ 1·1·1w1il'•h~t....:.., !:1 ;11n-
' . . . . ,. 'l 1 ·.
\. l • 11 \' 1( 1il : 1 • ! 1 ; 1 ' ¡J i ! 1..... ¡'1 1! i ·.~ i l .... ~
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i111111 d.: ~·1·<lti1;1d .\" 1· .. \·••l11wi111i1·11i'i d1·L>i:i ;1 11:11!:-..:.i.1··· ~n·~-
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\ -a ll1 , 1....:.. 1u 11e i 1< ; :--; • __ ;¡· , .¡ i 1" • : . ~ i '. . . ¡'.· ¡n I! · 1 l ll 1:· • 1•·. 1ti -

;ni·k>'.. •'!l<tlldi1 1.::--'lr!. ,.~ 1:! \'Wl" 1'.:t¡11!<\I •j;• !;1~ 1·r:¡;1.dili1:;t~
. \. .
1·.11a11d11 !111.·:-~t:·1h !~Xll'¡l\·111~ 111 p11·.·rl 1 ~11 :l¡,,,.,,·!1111;u·1111:-:. p;U'il.

1'tlltlt'!1---\·;11t111~ m11ch11:--- :·1 ¡1··di1·I.-· ¡w1·,¡;·,!i ¡>•11· lu~ rral.1üj11j y


d i s µ· tt :-: : t • , :-:. .- ¡w \ 1, ~ e<.ll t :~ i u 11 , 1~ • I '' ,1- i a:--:. , •{ l 1111111 i {1 ~ ' J 111-~ I ' e, ,- t

i ,<t.~ a i 111 1~: \ ' l ll 1~ 1~ 11 " un 1.• : l ; u· u 1i • • 1 ¡! !a 1·' • 1• • 11 • su ,~ x i ~ r 1: 11 !?. i a


tll.l~C;l ~.~1:--:. 1·t!t.i1no~ :--.u~¡1i1·11:·< p¡1¡· 1•1 ;lku1d11rli1 y "l1sc-.u1·idad
···11 'lll1' !t.; dr:j;.l1ti11:-::. su111id,1, (•11 illt 1·i1H~i°;¡1 il1~ :-;11 cas;l, por
u 1,_. z: 1u i 1 t, \ad .

ISTÓusIC
ACIO AL
ºíO
P(_'l'1) 11<), 111, \';tlllO~ ,·,
Eri lo:-:. palncius d1_)l l·:r1 t·nu,
1.)Sli '· 1

du11d·~ piadosa1111.•11k CJ''.'':~lLlOS lic_tl,itnr·, t~1 l mit•;t l':111 hl


nrny<11· indif·~1·1:~nci~l los s1.·1Iti111i1~11tn:-::. p1>CO f.U'llt:\1•11....:.c)S di"_.
alg:uuos de s1ts C'.otnpa11·i1d.as, di~f1·uta11d(~ la irnpc)l'ltn·lm-
lile dieha de los l1ii:·11;t\"PJ1lt:1·~ulo....:. -- <~I si· l1tn·lü de la in-
.i u s t i (' i n d ,._. s u s '.· 11t • rn i µ: 11 s , ta n et in a 11k e o m 1 ' '~ r a d e su l' t l -
t r i a, 1-~ 1 t't n i en d t ~~e,., . r J ' 1' ~ ~ i 11 d 11' 1n 1e a e o 1u pü i'1 n , 1_• :--:. 1 ¡ u 1~
1~lla S(·a frliz y ¡n·11~111-.·1·1· . . \h'. c11~u1ta~ Yec1-·s ~1-1 fij<-U•c-\11
~u:' ang1•licale:--: nj()-..: 1•11 s11 ~u(•ll) pnra imponeesu de 11t11_·~·
tr·ft st11~r·t(~. Vnrn11s. 1·_·11tolt('.1·~, allí ú nl1ntznr·nos ~- ú p1·n-
f(~stn1·1111s, c1>1110 lH·1·1t1:u111s \" nrnigos, irn nh·1do t~te1·nn dt•
t. c....

r¡ u ,~ -..: tt ·1 1:--: d i g u ~ t r 1s ~ - d i:-_• s; n ·, · n < 11 e i n :--: : j 11 r 1~-1 rn ' 1s d e 1a n t (~ d t·


1

~us c,·~niz·•~ liae1:1· 1·1_·11ac1·r· l;1. 1~dad de 111·0 de 11tH-:'~t1)ü ptl-


ri)ia - ~l'I ll(·l los din'-: n. 111 nro~ns 1_•n <¡ tlt-:' ~.-\.\,_.EDIL\ nns µ:(>-
1

lii::-r·naha ~· <1111:' io:'. fl()1t1l1r1:·::-: d1-• 11arn1~1·ieanns)) y <1rrn\sanosn


1~ r· a n J<"> s d i et:. u l' ,:--: 1n ú ~ ' · >.: I' 1·e~ i v ns y ~ar· i t'1 o~ os : 1~1 t n 1i s m ú 11
<¡n1_• ll1>S llt1ÍH .)' p111· 1d r¡t11• no:-:. p1·ot1•jíamos COll ln may1>r
d8C'i~ii'in: 1.lsns día~ ':'ll 1¡111_· In sal11d y f(~licidnd de n11i:istI'<l
¡1at1·ia era 1·l S.•J1ttirni1_·11t<1 11ni\·1·1·sal .'° ~-inc<=.}I'<°) 1h-• ro<.fr)s li->~
a t'i!'':.· n ti n<_1s.
1 -

Po¡· ,·d 11111:.:--\tt•n IH·ill;u1t1~ j11v•~1Lt1Hl 1fr·j{> gustu~~n las C1J-


11H>did<ld1~:--: y t'ef:-'<-tl•O>:--\ d .. :--\U~ c:a:-;as para i1· ú pas:~r lns in,·ts
r1ol'iilns <ÚJO~ <k· Sll Yid<:l 1•11 l11S d1~~pobJados, Y<~g1.~tündn ~ll
lad<> ii, . [ eaf11'1n ,\·del fusil. y ~11frie11do con Yaln1· y r1-~sig-
11<tti/111 l<b twlig1)ns. '" i11eni1111didades dt.)· u11a gu1~1Ta •¡t11·
ll1~Ycu·1_111 <.t i11m1:~n~n-..: dista11cii.l~-1u11· él In~ tit:r·nns llli..l-

r I'!) r1t l.:--'.- :l r .~ 1 ' 11 t j ll a:--'. d 1~ :-.: j d '(-~ 11 d Í el' O ll Hl U (' 1i H S V e Ct ~ 3 d 1~ ~U S


l1r·azc1~. C.llll nj11~ ¡:~11j111n~. ú :-'lis ea1'11~ c:~sposns 1: hiju~,
1

1-·xho1·túndolo~ ú ~·ll(1S solat11t·11te con lionm·-rud e1n1~ il!o,


r11z t su¡ Je r i 11 wn : p1 lJ' 1~ 1 1os m i n i ~ t 1·os d e l al tí si m n i m p l o -
l';lhan c't u, das ltnnts su~ rn isc:.·1·ico1·d ias para que ¡wotej i t-~­
:-:e niu!stra justa can~i.l: ftH~S<:' 1-·l caudillo~· el d1~fousnr
il sns "---!.!:llfll't'(-•1·0~ - hasta lo~ ancianos ..\' niüos se c1·eín.11
1 :'

11hliµ·ados ú eonp1-.•1)n1· con ~us déhilc·s esfuerzos al lJi1•11 1l1·


l:t patria.

ISTÓRICO
CION L
usooi
- .:?7 f) -·-

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l!he1·t:ld <.l 1~stos ~k>l'ii"is·,~ <·,,11q1;lt1·i()i-as 1¡11<-~ ~( 1 ~ac1·ific;.lJ'1•i:


1•111• d1·_·!'1-~11d(•t·ia( ¡L;i. !.li~e()1·di;1'. sí! 1_•lla 1·~ In 1¡11u 110:-.: ha
i1•::C-!1:1 t·1~Cl)g1_1 l' al11·11.j11:;; t'll J11~;ll' i),~ 1'1pÍl1lth fr11t.11:-' 'Jil•
~·Hln=-' Jl(>S l>l"'l°11111-:tía1111):--:.'.
;.Y •¡til:~ l11gn1· 11LtS n11i•¡11ila1·[;-t 1¡11•· <_-¡
,·t l'l'11p1.1..;.;i1 1 1 pal'<l

Y·:~H•:1·aid1• s1:'pttk1·,·1 d·~l jll'Írn1·1· pad1·1_• d1-~ l:t p;ltr·Í;l~


A.l1ju1·at'•-~1111l~, ~1~1-1i)t'1)~. d1·h1ir1~ d·~ él 1•..:;;ts pasirn1(~_...; i11--
11·1bl··~ Tl<- le han 1htd11 vida. 1
L<t ;lrnhic:i1'111 f1•1_•riótic.:n ¡,._,:·
i<t •tn1_ m11cl111...: ~'-' 1nirnll ~io111p1·1• n11 µyad•.• 1w-·t~ el1:Yad.••
1

d !! lugn1· 'in(; 11-3~ C11t·1·1·~111>11du, y ü11~iand() <.t ca1Lt lll1HtH:>n-


r1' P' 11· ~11bi1·, d1~~de 'l 11•· ~1· l·~s d1~t it:~1w, s1dn :--;1~ "cupa11 •<1

e :tl u 1rn 1i n r· ú s 1i ~ j ( t\ > , 1n i 11 ;l t' :--:. 11 () l' i 11 i ó n , d 1~ ~a e re d i t (_u- ':- :


1

~ 1hi1:1·11:1 .\· llllil'-' -~ ;·t. h~ <lllHJ't¡tlÍSt;b p:H'(_l d1~lTiha1·lo. J...;1


¡·11Yidi;t-1~·~1:1 1nr:111~r1·i1.1 Cll\'11s 1liunt1~s ~u11 in«t~ Yo1·;1•:•·..:
'i ~t~ Id.' ·111 Ll gc~11rilidad at1·ih11ía ,·t Sat111~no 'l'H~ dPYi:1-
1

ral1a Sii:-O: p1·11pÍ<"1 .. . :. liijl)~-la int1>le1·;rneia polítie;t, p111· ln 1¡u1~·


nlgu110~ ~e c1·1~·~n rn11 i11f;tlihl,-:,~ t~ll s1t ult"1d11 dt~ s1.·11t.ir. 'lue
hn. s t n · l il ~ u n e d m p;lt r i ,H 1. l n () f) p i ne e ni 1 1d l os p<u· a ' J U •~
1

!e ' re pu re n u n 111 a l \·ad 1 1 , l 111 c 1· i 1n i ru1 I y 11.> p¡:~ es i g a n y e" l .~ -


t i ~ u e n . ; "j n lú p u d i e r ü ' 1e 1d t: n· Io '. e o in o s 1 l' 1~ <-ti 1n e n t (· 1(:
t'111·r·a.
Es te , 11 ·g n l li-1 t a 11 a~ e i 11 1 de le t :--; l u e es '- h~ n u es t ro s i!2.·] , ·' •
c._. 1 l •

e-.._ i:· l í l t t e 1w l l 1._-rn ad o 11 111 •~ tt ·os p; t p 1~ 1es p 1'1 b l i c os d e s c-1. ti r t.). ~


ei10cn1·1·e1·üs y ü\:..pt·1:~si11nes ir11k~ccmt1_·~, 'I lW siendo p1·11-
hi l1idas hasta un Lt~ pl<lZ<ts ptü>lic<.l.S y tabi=~1·11a:-; 'le los pai-
~·.:s e i'" i 1izad ns\ 1111 hün lwc h n mú,s 'l Lte 11nval'l1~s n u es u·(·,
d,.:.scr1._:•di11:>~ <lCi",Stnmbrando ade:nú.s al pnehlo ~t manten'~~·­
~'~ Y busc:.n· Ci'111 <ÚlSÍi.l tlll ali1111~nto ~l·ose1·0, <1ue en lup;ar
\ '-.J \.~

d1· el1~Ya1· 1jl 1•:-:;pi1·itn, lt) 1Jmbr·nt(~ce y dispone pa.ra <:1ue


h1·o~en lo:' Yiles ~cntimientos du lns esclavos. Sofoqu.~­
mos, ~e1'inres, en 1~ste pai·aje esas sierpes <pie casi nos han
d1~Yor·tvlu, y nos retiral'emos con ln, dulce satisfacción d1~

ISTÓRICO
CION L
usooi
- _,
. ),...., 1

'tll•: jarnús ri•)•,líanws eleval' u11 in~tusol1-~o mús dignl) J, _ ,


Ll S Y j r tu el ü S .)' S 8 L' \. i CÍO S d el iw i g ad Í e r d U ll C O rt N E L I () D E
SA.\ YEDH:\.

Sacerdnt1~s del Seúo1·l ¡Conti1urn.d vuestro 111iniste1·j,,


de p1·upiciació11~ Pt didlu al Dios de las rnisericoedias,
1

,! ne no e ntrt"~ 1~.u juicio con su sien·o y 'l ue apartan do su:::


pueí~irn()s ojos d1~ <-t<p11::dla debildütl, '-¡ue son casi inse-
l'lll·ahles del bat'l'U de 'llle fo l'Of'lllÓ, lo C(dOCfllt. <tl lado di-- 1 1

\loi~1.·1 s, .Jnsué y DaYid, caudillos y libel'tadoee:S de sir


¡i u eh l n , en n 1 p l i e 11 d i s fr 11 te d e u 11 (·terno des e a ns o . - ..:\. :\I 1~ N .

HISTÓR CO
LIS 0(11
ACIO L
ORAOlÓX FÚNEBRE
EN ~IEMORIA DEL EX:\·10. SE~OR DON l\:lANUEL DORREGO,
GOBERNADOR Y CAPITÁN GENERAL DE LA PROVINCIA

DE BUENOS AIRES, AUTORIZADO POR TODAS LAS DE


LA UNIÓN PARA LOS NEGOCIOS DE PAZ Y GUERRA. LA
DIJO EL CANÓNIGO DON BARTOLOMl~ MU~OZ EN
LA PARROQUIA DE SAN FER.N ANDO DE BELLA VISTA,
EL 4 DE E~ERQ DE 1830, Y LA DAN Á LVZ UNOS
PATHIOTAS DE LA MISMA PARROQUIA.

Alabada sea la Santísima Trinidad.

Utuu his q11.1'. ode1·1mt pueem, eram J>a,·i-


.ticllJJ : dum loque1;ar 'illis ÍIJllJll!ntabcrnt me
{l l'ftf i.':f,
P.rnlm. 119, v. ti.

He sido pacífico ron los mismos que abo·


rrecían la pn.z : y cuando les hn.blab~:a. se
complo.cfo.n en contradecirme.
El verso 6 del salmo ll~l,

Seüores: } Con qué al fin las instituciones, las garan-


9

tías, la ley han vuelto á to1nar su posición 6? ¿"Con que tt:~­


nemos patria, tenemos libertad y podemos publicar sin
6
zozobras las angustias de nuestro corazón ? '"Podernos
desahogar nuestros pechos y hacer correr torrentes de
lágrimas, que aglomeradas se iban concretando con doce
meses de dura opresión~ Con efecto, seiíores, no hace
muchos dí~s que advertimos en todos los puntos de nues-
tra provincia las expresiones más vivas del sentimiento.
18

ISTÓRICO
CION L
usooi
-- 274 -

El g1·an pueblo de Buenos Aires nos hace escuchar los


sollozos del llanto rnás amargc), los suspiros de Ja aftic-
ciún inás acongojada, Jos ayes del dolor 1nás vehemente-•
-cOJ' in Ronia rrnclda est, ploratns et llllulatus mu/tus.
El pausado caüón actiYa nuestro llanto Llora la ciudad:
11 ora la c ain p a t1 a~ 11 ora 1a patria; 11 o r <Ul los pobres; l 1o r n
la ü. desit.t: lloean sus ministros; llol'a el magistrado. tQw~
~ ~J
6

es esto'-~ ¿? Lo pr·egnntai s vosotros, set1ores t ¿ Con es1~ fin


6
9

os Yc•o r·c~nnidos en este sageado lugar Gt Con ese mismC)


objeto he subido yo, en este momento, iL ocupar· la cáte-
dra sagr-acla. En ella no, no penseis <1ue trato Je r-t-q1ri-
mir YUüStrO j UStO desahogo. S<:.~ muy bien <pie estas lá-
grimas 110 se agotarán mientras haya eu P,l inundo sensi-
bilidad: no se agotarún mientras haya en nuestt·a pro-
vincia de Buenos Aires principios de i az,·m, principios de
justicia. principios de gratitucl. Por estos mismos prin-
cipios de sen~ibilidad, de patriotismo, de gratitud, debo
yo no solu a¡:wobae vtwstras lágrimas, sino apeobarlas á
no111brc··' de ht nnturaleza, ú nombre de la pateia, á nom-
bre Je la rt!ligión. ::\omh1·es sagrados que nos imponen
·~l inny1.11· 1·espeto, la mayor consiJeración. A la natnra-
k\za lt~ debemos la snbsistencia, que nüs proporciona el
/1rden social. A la religión le debernos la verdade1·a fel i-
cidad Títulos poderosos, 1p1e me autorizan para que os
persuada y á sn nombre os mande que Jloreis conmigo-
la muerte violenta y cruel de un hombre tan honrado y
calumniado como On1as. Sí, como Onías lo fué por el
i.npío Simón, por el pérfido :Menelao, por el infame am-
l.iicioso .Jason Que lloreis conmign la muerte ilegal de
tin hon1b1·e-modelo de patriotismo-como el virtuoso·
J~_,lea.::aro, que prr~firiú el suplicio ú la debilidad de que-
1,rantar las leyes de su religión y ele su patria. ¡Que
l lol'eis conmigo la muerte injusta de un hombre á quien
por gratitud debemos llorar muchos afios, como lloró tod,,
~I pueblo de Israel la del benigno y benéfico Jonatás 1

usooi
ISTÓRICO
CION L
(Jue l lorei s con migo del modo inás ex rwesi vo la mu Arte
r iolerda, la inuc1·te ile[Jrtl, la mu(Wte injusta de nuestro
1

honrado amigo, ele nuestr·o buen parriúta, de nuestro be-


néfico vv muv arnado bien :echo1~, el exmo. seüor DON ~IA-

1

NUEL DoRREGO, gobernador y capitán g1~neral de esta pro-


v i 11 c i a d t~ Bu en os A in~ s, p r i m 1-w a de las de la Unión d d
Rio de la Plata, aut·H·iz:1,lu legítim 1muntt=~ y ele un modo
e.:;puntá11eo por todas las demás p1·ovincias para los ne-
goc,ios generales de la. paz y •le~ la guerra en todo el Es-
tado. Esto basta para (H1wtran10s de la verdad con que,
d mismo seüor Do1·U{EG1) nos recuerda desde el sepulcro
'-f Ue no olvidemos su tie1·na memoria. Y nos lo recuerda
con las sag1~adas expresiorws tomadas del salmo 119, c1ue
acabo (le repetiros en mi tema. Ellas nos recomiendan su
justicia. He sido pacifico-nos dice-con los mismos que
aborrecían la paz-cnm his <JlÚ oderwit paceni eram pa-
cificus He trabajado n.ctiva y eficazmente por el bien ge-
neral de todos los homlwes, poi~ el bien general d·~ mi
proYincia. Si no he hechn más, ha siclo po1· <1w~ siempre
han cruzado mis ideas los enemigos del bien~ Jas han
contrat·iado abiertamente sin razón, sin pr·incipios, si11
cansa-dum loquebw· ,:f/;s impugna!Jant me gratis. Es tn
hasta para que ol seiíor Dorrego sea acreedor en su mue1·-
te violentrt) ilegal d injnsta ú las lágrimas de compasión
patriótica de tod<t la Amurica; á las lágrimas de gra-
titud de toda la provincia. de Buenos Aires, de que ftH~
gob~rnador. Esto basta, en fin, para que hayais formado
ya la idea del discurso, que h·t d ~ 0~~1p.11· en esterato
vuestra religiosa ate11ciún.

PRii\IERA PARTE

El sef10r gobernador de Buenos Aires, don :MANUEL


DoRREGO, en su muerte violenta, es acreedor á las lágri-
mas de compasión en todo el mundo.
Al establecer yo esta proposición, que es la primera de

usooi
ISTÓRICO
CION L
27G

este discurso, no penseis, seflores, que la deduzco, del


solo principio general que nos prescribe la natu1·aleza
por la humanidad, ó compasi(>It con que todo hombrt:·
naturalmente siente la aflicción de su semejante. La
compasión es una disposición habitual en el hombre que
le incita á tomar interés, á tenr~r parte, á $entir de un
modo efectivo los padecimientos, ú pesares de los otros
hon1bres. Esto sucede generalml~nte con mayor ó menoe
expresión, según el grado de Sfllls1bil id ad fom(mtada por
la inemoria, agitada por la imaginaciún y fortificada poi·
la razón reflexiva: no sc'ilo S8 aumenta ·progresiYamente,
sino que llega á fijarse ha3ta producir lágrimas copiosas,
lágri1nas duraderas, lágrimas permanentes. ((Derrau1a
Ltgrimas sobre el muerto-nos dice el Espíritu Sant.o,-
cmnienza á llorar con10 quien padece un gran quebran-
to .. Y haz tu duelo según su merecimiento» - super nwr
tuiun produc lacrymas, et quasi dira patiens incipe plora-
re ... ETt jac luctum secunAum meritum ejus. Reftexione-
mos:-La muerte violenta del seüor don :MANUEL DoRREG<>
ha sido tan l3Scandalosa, que solo su noticia debe haber
causado en todo el mundn una compasión sorprendente;
debe haber producido Jágri mas sensibles-super nwrtuum
prorluc !acrJJmas. Estas primeras Jágrimas, auxiliadas con
las cirrunstanc1as de la misma noticia, se irán aumenta11-
do; Ja reflexión hará crecer tanto la sensibilidad, <¡ue ya
h1s lágrimas serán movidas por un agente poderoso, que
las haeá correr impulsadas de un acerbo <lolor- quasi dint
patiens. Cada uno de nosotros recuerde sus afecciones en
este mismo caso, sar¡uH de su propia experiencia las de-
ducciones, que naturalmente$•~ presentan, y crea que á
la mayor distancia son mayores las impresiones. La vez
primera que se ha oido decir en cualquiera parte de]
1uundo: Ha 1nuerto el gobernador de Buenos Aires-la
sorpresa moYerá al corazón. No murió, aiiade uno, sino
'JUe lo mataron: nueva impresión, mayor conmoción, que

usooi
ISTÓRICO
CION L
277 --

Jo hará palpitar. Lo mataron del n10do más violento dice


otro; tercera sensación más fuerte. Lo mataron sus ami-
gos; Santo Dios, qué perfidia ! Lo mataron con reflexiva
meditación; lo mataron sin autoridad, sin causa, sin ge-
nero de juicio, sin acusación, sin defensa; sin n1ás quu
matarlo á sangre fría los mismos á quieqes dispensó su
amistad, á qui enes l lern'> de favores y á '1 uienes el ió ...
i~ Quién resiste ~t Es pr13ciso llorar, y llorar afectados de
un sentimiento cruel, de un dolor acerbo -quasi dira pa-
tiens. Pero al cabo desea1nos saber <1uién es este gober-
nfl.dor de Buenos Aiees tan desgraciado, que sólo las
circunstancias del suceso atroz á esta distancia nos ha-
cen llorar tanto. Sefwres: no es facil describir las ulti-
mas afecciones de la angustia acongojada al saber, <pie
este h01nbre tan desatendido, tan ultrajado, tan p1: rse- 1

gnido, tan violentamente 1nuerto es el ai11igo de los


hombres, es el buen patri úta, es el generoso y Yalienü~
guerrero, es el político 1woftllldo, es el justo y discreto
gobt-H')nador, es el honor de 1<1 República Ar gen ti na, es
sábio pacificador, el muy cristiano y benéfico hasta con
sus enemigos, el seC1or don lVIANUEL DoH.HEGo. Su solo
1wmbru, tan conoci<lo por la opinión, qtw supo ad,1uieirse
con su buen proce(let·, aumenta y (mternece las lágrimas
y le cla derecho á ser· llor«t1Jo, S<~gún su merecimiento.
f~~ste def'ech1) perpett'ta el llanto de todo el mund(l por ha-
berle perdido de un modo tan violento-Jac luctum, se-
<~undum nieritum eju ...,. Con efecto, set10res, perpetúa el
llanto, que debe causar ú todo el mundo su muerte, si
esta ha de ser llorada según sus merecimientos Porque
sus bellas cualidades son tantas, cp1e pasarán muchos
años para que el mundo las conozca; pasarán muchos
aüos, para que el inundo las avalore; pasarán muchos
aüos, para que el mundo las olvide. Sus cualidades son
tantas y de tanto interés y aprecio, qup, se trasrnitir_án
de generación en generación y cada generación a] exa-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 2-;s -

minar]as repitirá sus lágrirnas, porque ellas se han de


derramar conforme al mérito de sus brillantes acciones
-secunduni nierituni ejus. Todo esto y mucho más me
obligó á decir asertivainente, que la 1nuerte violenta del
seüor don l\'1ANUEL DoRREGO, gobernador de Buenos Aires,
sería llorada por compasión e.n todo el mundo, por ser
acreedor á sus lágrimas_, como me parece haber probado.
También es acreedor el seiíor gobernador DoRREGO á la:-:;
lágrimas patrióticas de toda Ja América en su muert1~.
violenta é ilegal, por su parriotis1uu.

SEGUNDA PARTE

Para formar alguna idea del derecho que tiene el se-


ñor gobernador DoRREGO á las lág1~irnas de la Améeica~
por su muerte violenta é ilegal á título de buen patriota.
es preciso que conozcamos cuál es el verdadero patrio-
tismo; que sepamos <1ué qui<~re decir patria y lo que debe-
mos á la ratria, como hombres y como ciudad anos. Es
Yerdad que en Jo general y en el sentido más restrinjido,
se lla1na patria el l uga1· en que cada uno nace. Este l u-
gar es ciertamente al que debemos mucho amor y mu-
chas consideraciones; pero como el amor á la patria tiene
tanta extensión, abraza tantos ramos y puede por nece-
sidad ocuparse en diferentes distancias, me parecen muy
estrechos los límites que nos presenta el solo lugar en
que nacemos, para rnducir á él to<la la acción de nuestro
patriotismo. l\1e atrevo á decir, que si á él precisamente
llamasemos patria, habeía muchos que no tendrían pa-
tria, porque no tendrían un objeto real y conocido á
quien tributar su reconocimiento, á quien ofrecer sus
aptitudes, á quien rendir sus atenciones y respetos, á
quien llamar patria. Por eso os he indicado, que de-
bemos saber lo que debemos á la patria como hom-
bres, y lo que le debemos como ciudadanos: como hom-
bres sólo debemos á la patria una inclinación natural á

usooi
ISTÓRICO
CION L
27U -

.a'1uel punto de la tierra en que vimos la primera luz, en


'1Lk~ formamos las primeeas ideas, en que empezarnos ú
eje1·cer la razón; en fin, una afección pasiva. Pero como
eiwladarws, debemos á la pateia todos los bienes, que
nos hace disfrutar la socic~dad. Desde que la patl'ia 110~
ad1Jpta, nos recibe como ciudad anos, nos eecunoce poi·
hijos suyos, nos protejen sus leyes, nos garantiza nues-
U'cB pl'lopiedades y derechos, nos incorpora al Cllljl~po su-
cia!, tenem8s pa1. te en 10·3 intereses geneeales; mutua-
mente nos rt~spetamí)S, nos auxiliamos, nos amamos, nns
Ci)lll)Cemos. Ent<'mces, L-1 voz patria es la voz del bien
g-~nef'¡J,], es la voz de 1·1 humanidad; la patria es nuestra
madre común, no podemos faltarle, sin faltar á los de-
h¡~res más sag1~a<los de los hijos. La patria es el cue1·po dt)
qtie somos miembros; la patria es el centr0 que nos une,
la esfera que nos pinta, el punto que nos identifica, el lazo
'11ie nos estrecha, el móvil que pone en acción todüs
n nestras aptitudes Los hombres en sociedad somos 1as
rttm<:lS del árbol de la pat1·ia; somos las columnas de e~tP
h r; r m os o e di fi e i o, somos 1a~ r u e el as do esta gran rn ú q u i 11 a ~
S< irnos las partes que formamos este todo uniYersnl y
('\.tenso. Esta unión tan estrecha nos hace sen ti, . toJus
}11s bienes y todos los males de la patria. Si la patria
püdece, es preciso que padezcamos con ella. Si la patria
l loea_, n u es teas lágei mas son las suyas; si la pat1· ia pe-
rt".·ce, nosotros seremos envueltos en sus escombr(IS, se-
(JiJltados en sus n1inas. Todo esto nos persuade la i11-
t1~nsa necRsa1lia unión de Jos verdaderos patrio1 as: el
único sólido principio del verdadero patriotismo. f·~I nos
enseila á preferir siempre el bien general á los inte1·eses
pe1·sonales, ú dedicar á este noble objeto todos nuest1·os
trabajos, nuestros bienes, nuestras per·sonas, nuesti·üs
\'idas. El patriotiPmo nos alarma contra los enemigos de
nuestra patria, que no son otros sinó los déspotas ti1la-
nos, opresot~es de los pueblos y de su libertad, los pór-

usooi
ISTÓRICO
CION L
280 --

tid< ,~ dc.sn·uctores de sus leyes y de sus institucion(\s;


l_o~ \·iuladores sacrilegos dfl su r-eligic:,n, los perturback1-
res s1~diciosos revolucional'ios del orden social, de L.t
qnietu<l pública y de la autoriJad Jegítima. De a<1uí e~
'Jlle 111) es ni puede see verdadero patrióta el egoista
sagc.tz, ni el ambicioso ceuel; ni el déspota sobc·rhio, ni
el d:~..;iw1.:~ciable, vil é infamu adnlador · <~n fln, ni el cpt·~
no ~ea bo1nbr-e ele bien y V<~rdadel"o a.migo de los hom-
b l' es . P '~ro ¿,, á q u é rn e e an so en a g 1o merar- p l' i n c i pi os.
cw11Hlo tonemos un modelo prúctico de patriotismo en <·I
h<:·roe, que llol"amos hoy y <1 ue lloraeú la A.méricü.
poi· los c'jemplqs que nos ha dejado(¡( ·· Sí, seüorus: el se-
üo1· don ~lANUEL DoRREGO nació en Buenos Aires, el
día once <le juuio de mil setecientos ochenta y siek.
bus padr-1~s, don .José Antouio Dorr·ego y doüa María de
la Asunción Salas, le dieron una educación propia de su
hu111·ndez v de su f'iedad cristiana. Progresaron tan sano~
V \'"

p1·iHcipios por Jas l)ellas aptitudes naturales, quu enc011-


rrúnw en él Sus preceptores ]as conocieron y las ¡n·(1-
barnn c.)11 los más brillantes actos públicos Jiterario~.
Bien pronto in el icó la uobl eza dcj su cot·azóu y de su alma
gl'nnde con la natural iuclinación (1ue lo ai·rastraba a
p1·nt<:ger al desvalido, ú IJenefic1ar· ú sus semejantes, ú
se1· útil ú todos. Quiso auxiliar tan dignas i<leas c1rn (·d
estndio <lP la ju1~isprudencia. Adelanta en sus princi1jius
y ~e resuelve el año de mil ochocientos <liPz, á pasar ú
la capital <lel Estado de Chile, donde cun u11a prácttc<t
de j nrisprudencia bien dirigida 11 egase á ennoblecer 1:· I
fo1·0, con el firml~ sostén de~ la ley siempre ben_<~fica, pro-
tectora del 'l ue es oprimido por poder orgulloso. Inte11-
ciones hln justas, pensamientos tan sublimes tenían al
sef101· Don.REGO en una dulce placentera calma, cuaud"
hiere sus oídos t~I eco del formidable gr·ito con que pro-
clamó su libertad Buenos Aires el día Veinticinco de
~la~· o del mismo año. Esta tremenda Yoz, que fué tan

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 281

sorprendente á los tiranos, conmovió corno una chispa


eléctrica al sefior DoRREGO. Í~l diestramente supo difun-
dirla con la rapidez del rayo: arde aquel reino, y su
solo sacudimiento derroca el antiguo trono del poder ab-
soluto. Chile recobra sus derechos-· el pueblo vé rotas
sus cadenas, y todos reconocen al seüor DoRREGO como
el primer agente de su libertad. Sí; Chile lo conoce, lo
testifica del modo más sole1nne. Declara capitán de gra-
naderos al señor D(rn.REGO y lo condecora con una me
dalla de honor, que proclama su patriotismo con e 1
mote per:Sonalísimo: ((Chile á su primer' defensor». Desde
entónces se oye por todas partes el nombre del señor·
DoRREGo, se repite con inter·és y aprecio y e'3 tenido con
razón por hombre de cuenta. El gobierno genel'al de las
provincias del llío <le la Plata le confía una comisión im-
portante en el mismo Chile: la desempeña con eficacia
y actividad; no tar-dó mucho en depositar en l\1endoz;.l
más de quinientos r-eclutas y en volver ú Santiago ú au-
mentar su número, según sus desuos. Su prunto re-
greso fué tan oportuno, cuanto una reacción de los opre -
sores de Chile habría inutilizado sus primeros triunfos,
si su nueva inesperada presencia no hubiese disipado,
como el humo, á los agresores de la libertad. Este su-
ceso decide al señor DoRREGO ú no envainar la espada
y siguiendo la carrera militar, sin abandonar las letras,
se emplea con duplicado esfuerzo en defender su patria.
Ella lo recibe en Buenos Aires con placentero entusias-
mo, y los cuerpos de su guarnición se <lispútan la prefe-
rencia de agregarlo á sus filas. El señor DoRREGO lo agra-
<lece, desea ser de todos, pero se persuade, que el modo
de serlo es serlo de la patria, donde quiera q ueésta le ne-
cesite. Le rinde, al momento, homenaje de su libertad y
midiendo sus aptitudes con sus nobles deseos, pide con em ·
peño el destino más peligroso para poder emplear en él
sus fatigas, su valor, su saber, su sangre y su vida. Mar-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 282 ---

cha al ejército libertador del Alto Perú, y el muy experto


general Belgrano encuentra en el coronel DoRREGO un mili-
tar digno de las más complicadas empresas. Compañeros
de armas del seilor DoRREGo, mi litares valientes que habéis
tenido·la gloria de defender á su lado la libertad é inde-
pendencia am1~ricana! vosotros lo visteis en las acciones
1nás e1npeñosas; en ellas visteis su valor denodado, unido
siempre á la prudencia; visteis su Jestreza y tino en
economizar la sangre de sus soldados y la de los elh~­
migos, aplicando en todos puntos los principios del arte
de la guerra combinados con los de un grado más su-
blime, que sabe inspirar la filosofict del corazón: visteis
en el seüor DoRREGO un sábio, un valiente militar, que
si derramó su sangre cinco veces, dos de ellas con riesgo
de pe r el e r la vi da, t<-1 m b i é n tri un fo vi e to r·i os amen t 1~ re eh a -
zando y forzando al e1rnmigo, tomándoles sus bagajes, sus
pePtrechos, sus ai·mas, sus municiones y haciéndoles
111 u ch os p r· i si o ne r •.)::;. Le vis te is 1i br ar á 1os pu e b1os de 1
sar¡u~o, del incendio, Je la desolación! Le visteis liber-
tar 1a Y id ;1 al e ne migo v tHl d i do y con la más compasiva
humanidad auxiliar-lo, recojerlo, cubrirlo con su propio
vestido. Seliores: ¡Qué descripción haría de estos suce-
sos u n orad o L· el oc u ente ! Pero qué: ¿~ 1a el oc u en c i a de la
oratoria podrá jamás tener 1nayor fuerza que la verdad"?
Hablad, hablad por mi, testigo~ de e:3tos hechos. Hablad,
Tur~lunrtri, Srtlla; hablad J..Va~areno, SuijJ,riehr:t; hablad,
pueblos de [Jar1')ios, Po~ooe1"de, Sonsona, Yatasto; ha-
blad, enemigos; hablad prisioneros-decid lo que de-
béis al señor DoH.REGO. Ya lo habéis dicho y lo habéis
dicho de un inodo tan expresivo, que bien pronto han
circulado sus heróicos hechos por todas partes. La
América por el seiíoL\ DoRHEGO con su n1isma causa,
así repetía agradecida: 1Yo se que admirar más del señor
DoRREGO, si su oalor (j su hwnanidad generosa han oído
con interés el nombre del ser1or coronel DoRREGO. La

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ISTÓRICO
CION L
Amé rica admira en él un verdadero patriota, un Ya-
liente guerrero, un sábio militar, un generoso y muy
humano je.fe en sus victorias. La América entusias-
mada en favor del sei1or DoRREGO por sus cualidades,
es preciso que lloren con lágrimas tiernas, con lúgrirnns
permanentes, con lágrimas patrióticas la muerte Yiolen-
ta, la muerte ilr:igal del sefior DoRREGo: ól es ac1·i:~edor á
este homenaje, por su patriotismo. Pero, cou mayor ra-
)d>n, es acreed01· á las lágrimas de gratitud de esta pr<)-
vincia en su muerte violenta, é ilegal é injusta, poi· ha-
b1w sido su gobernado1·.

TERCEHA PARTE

Tanto patriotismo, tanto valor, tanta pericia militar,


tantos méritos no podían ser desconocidos, pero también
lubían de suscitar algunas envidias, no pocos enconos, y
persecuciones con t1·a el seit0r coronel DoHREGO. El las
er·a11 la contraposición necesaria para hacer resaltar má~
Sil talento, su politiea, Stl pierlrul cristiana.
Parece que la beneficencia es el orígen de la ing1·<ititud.
Basta hacer bien para creai· i11g1·atos. :\'ada se o)vi da
tan pronto como los beneficios. ¡Ah soberbia! ¡Qué des--
graciada has puesto la hu1uana condición!
La ingratitud es el vicio más <.letestable, pero es el
más común. ¡Vicio infame que llega á aborr(:'cer al
bienhechor! Esto sucedió al sefior DoRREGO.
Las pasiones innobles, la t:m vi di l sobre todas -·la eu-
vid ia encapotada plantea su telar; tira su urdimbre y ha-
ce con al'te '{lle sus primeros hilos sean el génio fogoso
del sef10r DoRREGO, su orgullo, sn al ti vez Cuando fue-
ra así, es preciso no conocer el corazún del hombre pa-
1·a no disculpar en vez de acriminar estos efectos en un
júven militar lleno de relevantes 1néritos; de extraordi-
narios importantes servicios y de gloriosas honorificas
distinciones. Pero la enconada malicia, auxiliada <le la

usooi
ISTÓRICO
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284 -

vil y ~iempre e1nhnstera adulación, forjú por estos acci-


d(·ntes naturales el delito <le insulwrdinación y los idea-
les ternores de anarquizni· y tumultua1· con audacia:
hasta pe1·suadir al rn<tgistra<lu que era de necesidad
conteuel'lo con un gul pe absoluto du autor·idad. A.si
sueedi1'.l, el día r1uince de noYiernbr(~ do mil ochocientos
diez y s(~is, expatriando para siempre al s1~t10r Doeeeg(J,
sin la menor forma d 1.~ ju i eio y con llHtyor 1·igor 'p1e el
de la l ·~y brutal <le l os tr· a e is mu .
(~ Por' 1ne~ se o m i te n lu s t 1•á tn i 11-· s 1e gal ·~ s d e 1a o r d en a n z n t
¡,Porqnó se lo priva, de su 11<.ttu1·al d1-d'ensa·~ Lé<l~e su
sentencin. Se public1·> impresa.
En e 1l<t nn apar-ecen si ni) q u1 ·j as de sus jefes in lllt~'l i a-
tns: ¡~por<1 ue. no le formaron un su mn1·io? ¡J>orq u cí nu le
c">y•:ron sn dc~fe11sa~ -Ere:t pri:·ci:--;1) soepi-ende1· al magis-
tr·adn~ ei·<:t p1·t3ciso tui golpe nhsnlut.1) de auto1·idad.
L"o <l1~·mü.~ era dudoso~ nn tend1·i<:t el i·esultado 11uo se pr-1>-
pnso 1a en vi el ia. El m isrno rnagi~n·üdo conociú, auIHf 111~
rarde, est.a verdad, y 110 su cletuY1) t:.'ll liacer la justl:l de-
cla1·aci1'in pt)l' sn inme din.tu post<~l'inr decreto, 1le lo '[LW
debe la parr-ia ai St~i-1ot· Cl)1·011el Uo1wEGO y las consi1k·1'a-
c i (Hl es ú '¡u e lo ha e en ne i ·e'~ do L « su~ 1·1 ·c1H1w11 <hd 'les d is ti n -
guidos s1:~n-icios)). Declacaci1'.H1 propia <le nn magistrado
líh1 . •r·al y Yer<ln.de1·u patl'iota atnülltt~ dt~ la libertad.
La P1·oviclencia, •1 ue siernpr·1-~ ve.da solJr1~ lus destinos,
hizo vol vei· á Buenos ..A.ict::!S al se!t<JL' Doiun:<;o, y Jn t~X­
p2riencia práctica Je sus padecimie11tus le decidie1·on ú
culriYai· con retlexión y solidez s11 talenlo, sus principios
y sus aptitudes. Bien pronto las Yitnus u11 ücción. Su
J>l'<>fundo :wber, su cleli(Jctda polilico, su eristiana pfrd~uJ
lo pr·esenta1·on uno de los ciudadanos mús interesantes
ú. In ~ocie(htd. La Provincia de Buenos .Aires, que re-
cibi1'1 mú:S de cerc.a su iBflujn, empezó á conocer sus apre-
ciable~ cualidades, disfrutú de su beneficencia en la épo-
ca de su gobierno y por lo mismo 11~ ceey<J acreedor á

usooi
ISTÓRICO
CION L
- 2~5 -

sus lágrimas de gratitud, cuando recuerde á su bienhe-


chor muerto con una inuerte violenta, ilegal é injusta.
Las persecuciones que sufrió el sefior DoRHEGO nn fue-
ron uastantes, ni para intimidarlo ni para contener la
acción de su muy acreu1tado patriotismo. Penetrado
de los verdaderos principios. forme'> la heróica rcsoluci<)u
de contrarrestar la tirania defendiendo la ley; <le contra-
decir Ja arbitrariedad, '1 ue si e in pre amenaza los derechos
del hn1nbre, y de snstener la garantías de los ciudada-
nos y la libe1~tad de los pueblos. Sabía bien el sefior
DoHH.EGO, que la salud del pue!Jlo es la suprema ley. Sa-
bia que la le/} es lrt fJlle autor;.~ª ({[ rnagistrado, pel'o que la
ley es la protectora. fJlle defl.ende al deslxtlido cuando se le
opr>ime contra la ley. Sabía '1 ue el mayor de los abusos
t~s ,-~ l de 1 poder; que los pueblos ese) a vos no pueden te-
ner virtudes y qw~ sin el las ni hay patria, ni puede haber
república.
Todo esto y mucho más sabía. cuando vo]vió de Norte
.América, y al adve1·tir lns extravíos que iban producien-
do las pasione~ mal dir1jid~ts, el trastorno de las ideas en
ll)S embelesados ignorantes, seducidos con disimúio; la
apatía, el lujo, la inmoralidad y sobre todo, que este es-
t;tdo de cosas aglomeraba un acópio de elf~mentos capa·
ces de despertar la miras capciosas con que diestros
<\gentes de los enerni5os d'~ nuestra libertad halagaban
su eng1·andecirnianto, no trepidó el sefwr DoHHEGO en ha-
c1:~r oposición decidida á tanto mal, que nos amenazaba
y <1ue de hecho empezaba á sentirse Las terribles lec-
cicmes <lel afio 1815, las mas sangrientas del aiio 18~0
no fue ron bastantes pa ea hacPrnos más moderados,
más precavidos, más circunspectos. Entónces, todos al-
znron el grito contra la anarquía, pero nadie contra la
arbitrariedad despótica, y á fé que ellas son hijas de
un mis1no padre: el d1~srn·ecio de la ley; cuando la d1~s­
precia el súb<lito, se llama anarquía-cuando la despre-

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CION L
- 28G --

cia el supeeior, se l lam:l d(~spotismo, arbitrariedad, tiea-


nia: nna y otr·<.t cosa tienen fu llt3Stos resultados, em p(~f'o
son peores, más duradeeus, de mayo1· trascendencia los
'l ue causa la tiranía; pnrq ue es más podueosa, tiene~ más
iwosélitos y se créo más impune.
Así t:'S que los sucesos del afio Ut20, hici e1·on un
trastor·no universal y espantoso. Hasta el entusiasm,,
patr·iótico <1 uedó parfl. liz<1do -en muchos absolutamente
..~xti nguido. Un nuevo patr·intismo sucedió al primero.
La patria antigua-se elijo -ha caclucado: el verdadero
patriotismo consiste en Lt ci vi] ización. Esta voz nos alu-
cmu. Nos olvidamos que en nuestro idioma tiene dos
S8ntidos opuestos -nno de bondad, otro dí-) adversidad
Para civilizarnos-prosiguieron -es ¡weciso reformarlo
tl)dO.
Desde luego ~.;e empren el ió la refor1na Los verdade-
1·os y muy comprometidos patriótas se sobrepusieron: las
amenazas atropellaeon hasta las respetables garantías
del supremo poder lejislativo y <le sus representantes.
Leímos con sorpresa e.n un parwl público: <cPobre del
represenfonte y del que ose cordrarfor la marcha de la ci-
nilización-y esto se dijo cuando circulaba impunemente
el inmoral impío y escanda1oso periódico «Lobera» ;,Es
6
esta la i·eforma de la civilización ? Santo Dios! -
1\1ientras sigue la reforma, se reforman los estableci-
mientos públicos; se reforman sus nombres~ se refor-
man sus formas, se reforman las órdenes religiosas, se
re fo r rn a n las i ns ti tu e iones de la i g l es i a , sus oficios y sus·
mandamientos, se reforman sus propiedades, se reforman
los n1ilitares, se reform~ 11 las inmunidades, los privile-
gios, las pr·errogati vas~ se reforman los templos, se re-
forman las personas, refoeman las voces, se reforman las
estudios, se reforman las inonedas y sus valores; en fin
-á título de reforma y con las faotuosas voces de civi-

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ISTÓRICO
CION L
- 287 ---

1ización y ca pi tal ización se innova todo. ¿,Y cuál es fue -


ron los result<tdos de este trastorno general?
St:~ilores: yo me confundo en cotejar los anuncins i·1.~
pi:H i d os de u n po 1• v en i r mar a v i 11 o so , e o n 1o q u o los m i s -
mos sucesos nos hicieron sentir desde luego - confieso 'Jlle
no S<~ por dónde empezar~ Hespe to el ~ ugctr sagrado e 11
r1ue os hablo, ni quiero profanarlo con hechos, qui_· nn
se deben pro fer i r·, ni q u i e ro echar 1a cu l p a á na d i e : 1o
cierto es (j UC los pr·oyectos más ernin8ntes, después de
eo11sumir en ellos ingentes sumas, pocas Yeces tuYi•~·­
ron el e fo e to q 1te se pe1)pusieron sus autores. NI u chus se
disiparon como el humo, y lo gastado perdido.
La república se redujo á nna república imaginaria, y hu-
biera tenido el resultado de la torre de Babel por su mis-
mos pri nc1 p1os. si e 1 seiior Do•{REGO no h uhiese ül-
Zt:tdo el g1~ito de su celo pútrio, para prevenir· á los i1i-
cautos, par·a clisperta1· á los aletargados, para desernpeünr·
ú. los pueblos del s11mn ridsgo en que s'~ vda Ja pau~ia.
La viveza dn su imaginación, la fuerza de sus expre-
siones, el poder de la Yc~rdacl brillaba siempre en todtJS
sus discursos.
Decente y decoroso en sus palabras, ~óJ ido en sus l'<~­
pl icas, exácto en sus asertos, hizo conocer lo rwofnndn
<le su saber.
En van1) interesados periodistas se empeñan en deni-
grar su conducta, en deprimir su mérito, en dP-sacredi-
tar sus acciones, en inventae defectos personales, que no
tenía.
Qué irnporta que se atrevan á llamar lo desagradecido
por car·úcter; anárquico por' interes; díscolo JJOr temper·a-
m.ento, cuando todos sabe1nos, que no puede tener carác-
ter clesa[Jradecido, él (l ue se comide á vencer gravísimos
peligros, para salvar la vida á dos ó inás personas á q uie-
nes n.1da tenía que agradecer.
Tampoco será anárquico por interes el que rehusa ge-

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ISTÓRICO
CION L
- 288 -

:\ro ",;o , \' a r i as v e e es g 1 a el os m i1i t <:11 •<~ s ue al to r a n g o , si n


i it 1

emb~u·go de tener quince aiíos ele co1·onel y se1· el decan<1


d1~ su clase, cuandn se los ofrecian. Ni él <1ue lucha de-
n1Hhtdo por defende1 la ley, la libertad de la Amér·ica
1

~· los der·echos de los ciudadanos, será jamás rliscolu po1'


len1perrtmento. El seüor Dorm.EGO, supn Yindicarse de-_\ es-
t;1s i~idículas impostu1 as, confundió ú los que lns esc1·i-
1

LierC1n sin sabe1 lo que decían y :-sin más razón que hala-
1

gar· ~urYilmente las pasiones y enconos de sus amos.


Entónees~ triunfó Yictoriosamente de todos sus pode-
1·11sc1s enemigos~ triunfó con su3 c·scritos en el pi'1blico,
con sus súlidos discursos ·~n la tribuna.
Ellos pudier-un contener· el ton·ente ele ma!es, <1ue ya
n1)S inundaba y evitar el tor1 ente de sangre americana
1

c1m que nos amenazaba el descontellto general de las


¡i1·0Yincias. Ellos, e11 fin, obraron el portentoso prodi-
µ·io de <J lW hiciera la prudencia (~n armoniosa quietud,
111 m1<:1 expontánea, turminante, decidida renullcia, lo
(· 1

'11ie tal yez hubiera hecho la fuerza con un despecho


L1sti1110sc"1.
E 1 mes de j un i o d t~ rn i l ()ch ocien tos Y e i n t 1s10 te vimos
t11dos la crisis política de un cainbio inesperado Este
gt,ande acontecimiento, sobre que la historia llenará mu-
chas páginas con honor del sei10r DoRnEGO y que yo no
¡inedo ahora detallai·, tuvn el resultac.lo de restablecer Ja
1·.~presentaci<'m de la p1·ovi ncia, que había sido disuelta
del mudo más absoluto y degradante, el ocho de marzo
-cl8 l ai10 anterior. Esta augusta, honnrab le corporación
no desconoce lo que debe la provincia de Buenos Aires,
al talento y principios del sef10r DoRREGO, y su primer
paso fué poner en sus manos la autoridad del gobierno y
satisfacer la voluntad del pueblo agradecido, íf Ue le acla-
11lfl. El día doce de agosto de mil ochocientos Yeintisie-
t1.}, din. mernorabh\ para Buenos Aires, por ser aniversario

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ISTÓRICO
CION L
~8~) --

de su reeoll(tllista, tomó posesión del mando de la pro-


\. i ncí a el c1H·ont:d DoFrn EGO.
En él nos hizo notar su delicada politiea // su piedad
1:r·istiana, corno antes su 1wofundo saber·. i\o deslumbró
ni sef10r- D()RREGO lo elevado de su dignidad, ni el pc)der
d1_~ su auto1·idad. Conoce comn David, que necesita los
Hllx.ilios de Dios para poder- empezar y sostenei· su difícil
carrera, y los imp~ora con esta confesión hun1ilde: (,Si
l>ios no St'~ digna guat·dat• benigno mi lwovincin,, sp1•ún
inútil es todo~ rn 1s cu idados--nis i .J)om.inus enstod ierit e;_
ritotem, fru.·dNt rr'tfilat r¡ui custorlit eam». Picltj m·acio1w~
ú las fet·Ynr-o~as esposas de JesueristoJ en los munaste-
r·i(>S de 1-·~ta ciudad; las socnrre agradecido; no olvida ,-t
los 1·eligiosf)s mendicantes, ni á otras iglesias necesitadas.
~t~ gl01·ia <l1-' hacer pública su rel igion á los piés de los ül-
t cu· 1.: s , e() n fi r m a e l' test i 111 n n i o d u s u f é orto d o x a to l u r a. n d (1
lns injut•ias .Y peotegiendo c1>n inalterable paciencia á sus
mismos calumniadores, de qniones sufee todavía insultos
audaces, q ne al menos dc~hí a castigar· por· la '"i ndj crn
p¡'iJdica. Pt~rn el sciíot) Dorn~EGO jarnis pens<', empleni· su
n u tnri dad e11 su byugai·, ;..;i no e 11 moral izar; no cm i mptrni!I'
i e y '~ s , s i 11 o e n <l ai • l a l i l 1e r ta rl y 1a j u s ti e i a al p u e b 1o , ' p w
~'~ iha desm,walizando. No faltó <1uien, al adm1r-ar est<l
c1mducta, dijese del seií01) gobei·nador DoRREGO lo '-1 uc·
dijo Virgilio: ci.", eeptr,a tenens, nwllitqne aninw:-; et tempe-
1

rrd iras. «Su poder se ocupa en apagar el fuc'go de~ lns


pasiones y en templar la cólera de los enconos)).
Fijar su atención en estfl.s Yirtndes, al mismo tiempo
'f 'Ie la ocupaban negocios de la rnús grave y urgente im-
pnrtancia, es la prueba inec.1uívoca de su <~lma grande.
Tal fué el vacín en qne halló el Estado, que nrnpez1') ú
g¡)hernae-ni caudal, ni ci·édito, 111 moralidad, ni disci-
plina, ni nada.
Se1-1ot•r3s: n,·,, nu s11y yo el que~ lo dip:o. Lo dijo c'.)l
-muy exacto y público man i fl esto q tH~ Sl~ pasó ú 1a legis-
19

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ISTÓRICO
CION L
-- -· ~~HJ

latuea resta.blecida, firmada por- los sefiores ministros de


gobierno, porque á todos Jos ramos comprendía la nu]i-
dad. Lo Jijo la voz pública d,J la.~ provincias en sus que-
ja~ y clamores. Lo dijo la Inglateera por su ernpréstit,.·
y cuntratos d8 1ninas. Lo dijo Francia y otros por sus
gastos de emigr·ac1ón. Lo dic8n las lapidaciones del
erario en proyeetos raros, impract.icabl~s é innecesario~.
Lo dicen algunos sabios repres8ntantes.
Lo dicen toch3. A pesar de estil falta Je medios, el
~e1'1or DoRH.EGO hizo corno por encc-1ntamiento lo 'l ue tal
vez ninguno hubiera podido hacel'.
Porque buscó á Dios, clamó á Dios, y el Señor le oy6
y el Seflor le protegiú-nianus Domini erat cuni illo.
Ello es que vistió, oeclenó y socorrió al ejército del
Oriente. Pudo formar otro en el Nor·te. Proveyó la escua-
dra, pr·~mió, corno nadie, el valor de su almirante y In
hizo br·igadier general; tran<p1ilizó y unió las provincias
formó con sus diputados una cun vención en la capiüd
de la de Santa Fé. Empezf) á restablecer la línea nece-
saria de fronteras del Sud. No olvidó encaminar por Ja
recta senda de las virtudes evangélicas á la juventuJ
que se educaba. Yo mismo fui el encargado de prepa-
rarla, pa1·a celebrar dignamente la Pascua del Seüor,.
dándol t~S ejercicios espirituales c't lüs dos colegios úni-
cos que han practicado en alguno:3 años. Apenas le in-
dicaron las bellas disposiciones del soberano pontífice,
el señor León Xll, para acor<lar con los estados de
América los importantes negocios <le la religión . el se-
úo1· DoRREGO abrazó activamente el proye~to de ponerse
en eontacto y comunicación con la Santa sede apostólica.
¡J>rnvincia de Buenos Aires, has formaJo ya una cabal
idea de lo que le debes á tu honr3.do, benéfico y piadoso
gobernador el señor coronel DoRREGO~ Pues él todavía
quiere <larte mucho más. Quiere darte un bien sólido,
un bien inestimable, un bien del cielo-quiere darte la

usooi
ISTÓRICO
CION L
paz! La paz, s,~i-wres.¡La paz! ;,Sabemos lo que es la paz~t
La paz es la misma justicia. La gueera nunca es justa
sino cuando tiene poi- olJjGto consolidar la paz.
Solo la ley de Dins hace disfrutar de la verdadera paz
-pa.~ niulto dd1j¡eniif)(t8 lerJeni tuum. -El seflor Doreego
sabía corno .Jenof.Jtlt1~, <¡11e las guercas dilatadas termi-
nan con la miseria y Ja destrucción de los dos comba-
ti,_mt,~s. Sabía, como Nlarco Aurel io, que es más glo-
rioso ú la autoridad consc~rvar á un solo ciudadano, que
acabar con mil Ptrnmigos. Sabía co1no Plutarco, llamar
divino al amoe á la paz; sabía que Jesucristo hizo anun-
ciar á Jos hombres, p01· misterio de ángeles, el día de su
glorioso nacimiento, la paz que se dignó traernos del Cie-
lo: 'f Ue la dió y recomendó á sus discípulos, como la paz
<'S uno de los mayores dones de la tierra. Por eso el se-
ñor DoRREGO supo con su delicada política, preparar los
caminos de la paz; elegir los ministros de la paz y conse-
guir una paz tan honrosa como inesperada, que se firmó
(~ll la corte del Brasil, el v1~intinueve de agosto de mil
ochocientos veintiocho. Esta ffrma vale un millón de
bienes, que nunC<°", sabremos apreciar como corresponde.
Las felices consecuencias de ia paz son incalculables;.
~

J.H~ro las consecuencias de esta paz.... ¡Ah! sábia é in-


··scrutable proviuencia de Dios! ¡Quf~ incomprensibles
snn vuestros juicins~ ¡(Jué investigables vuestros cami-
nos! Los buenos, los v'~rdaderos patriotas, los honrados
ei ucladanos celebramos la paz; celebrarnos sus consecuen·
cias; las celebramos con la más pura alegría de un co-
razón sincero. :Mientras .... la envidia enconada, la có-
lera irritada, la despechada desesperación de los enemi-
gos del órden, la ofuscación de los enemigos de la patria,.
de los enen1igos de la vPrdad y de la razón, de los ene-
migos del_ señor DoRREGo, reunidos en sus disimulados
sanedrines, al admirar exaltados este gran suceso que
jamás pudo ocurrirles supiese combinar aquo.l que sien1-

usooi
ISTÓRICO
CION L
p1l1_· hal>iau despreciado, se pn~guntai·ían confus11~ /-'l''Ó
h: t i ·e rn u s e n 11 este h 11 rn b r 1:" , q 11 e h ne e tan tas m ni· a v i 1Ll s ·(-
1¡ 11 i rl fruJi111118, 'f"lr' /Úf' hom() m11/ta ~úyw1 fru,it! -En
11 Si_l lllüllll~lltO d1· in·itaci1.'111 SI' ala1·11uu1 Indo:-:. los
1
de~­
COl1U1lllt"1S: s1· <lgitnn las mús irn1ohle~ pnsiorH.~s, 0nlurn-
lll<IS. 1lesp1·ucins, mnnc.ij(;s. s1_·duc1·.in111_·s, (mgaiin~, 111·(1-
int~sas. di11e1·n~. hals~ns. ilusiones - tod11, tndn: ~in11
<.

di1·í;:u1, ~<"1rnu~ p1~1·did11~. y lo s11mn~ pa1·a ~it•mp1·1~: 1111s


1p111an 11t11~sn·o poder, 11os 1¡11itnn 1111<~st1·11 e~pl1~ncln1',
11()S 1¡uite:l11 n11e~trns p1·os1'.litn~-/u//ent loe111n 11.ostr111n ,.f-
f/C/lf<'liJ. \'nda de est11 si· 11~ ()('t1ltal1n al ~ei'1n1· gnh1:1·11ad11r-
Ikn:Fu-:1~0: per·o su al111a g1·1H~1·<1sa y 1:1·ist iana llO le pe1·rni1 in
d n i · u 11 s 11 l 11 p ns o e o 11 ' [ 1H , n pHi ·(~e j 1~1 s1 • \- 1· 11 p: a t i H> , 11 i a ú n i · i ·
~. nn·os11. ~u ¡1t1d1> jnmús pp1·~1uHli1·~1·, 'J'lf' s11~ enerniµ.·11~
l"llYÍe:--;.e11 llllH fiereza tan nJ1stinadn, r¡ne llO snJ11 llll SI~ <lpJ;l·
('.a:-:-:., · e() 11 ~ u s h en e fic i1>~ , ~ i n ' 1 '1 n p 1··s1 o~ 1() ~ i 1T i t a~ e in ;·t ~ •
E11tL·,_. ra11111 iha11 1kµ:;:u1d(1 las t1l11p;1~ 'l'H~ ~<· L'1•lÍI«tln111 P"I'
hnl1e1· ,.,_.sndn la g111-~1·1·n. F'lle1·n11 t·,~cil1idns cnn 1•.l c:u"i1-10
d e s 11 ~ i:· Oll l p a lT in t n s y d es'": 111~; 1i • ll e 11 1•1~ 111"' 1z u s d 1 • s 11-..;
< •

de11d1 is, de s11s arnig<1~: 1·11 ,.J ;--;1~1111 d1·. ~11~ hij11:-:- y esp1isns;;
~,.Ir~·~ cn11side1·1'i de~cl1~ 1111··~0. en111<"l ú l11s YÍtturinsos d1~
<.

li11 . ~ui1lfJ'j:
. se les visti1'i. ~'~ 11·~ s"<·o1·1·ii"1 y sn les mnnd1'1
nju~in1· de re1unt0, si_• l1':S l len1'1 de apl«t11s11~ .\" <h· ohs1~1111i1):':
si: dispns1> un
1
pasi:~n miliuu· y e11tt·~·ula pt'ddica t1·i1111frt11it-:~
lut'go 'l'le ~e 1·e1rniesen y e<1uipas1~_·11 tndns <.l (-~ste ef1~ct1 1 :
;tsi '1111~ lh~g<.U·1111 s~~ 18s f1·aw¡ue1'1 (-:'] <··1·:.-u·io público. ¡~(~u1'•
rnH.s"! El rnisn1n gnlli1-~r-110 se1-iali'1 ,.¡día p1·ime1·0 de dicie111-
1ul11'1.~ püra celelH·a1· su Yenida, <'.t">ll u11 mag11íficn, espl(~Jl­
' l i d' 1 l 1n 11' ¡t te t e , et 1i·1·t~spo11 d i en te ú t n n d i g no oh j et u . P 111 ·.~
eS3e dw.... Seüores! Esu rnisllw día .... lo c1·eeria nadi1•
-1~se d ia d1_~sti nado á cil)sr~'l uiai· ú lns. recién vuuidns jefes
y 1·1:.·~pec1ivamenti_~ ú los nficie:llu'-' y t1lopa, arnaneciernn
t•sti:is a1·rnndus y capitanuados pni· uno de osos mismo~
jt_•fes, ocupaHdo las plaza~ principales y hocacalles fh~ es-
ta ciudad, capital de In iwovinci«"t, para derrocne la aut.n-

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ISTÓRICO
CION L
- ".'><):.'
"" ~- ) -

l'i Jad legitima ú nombre del pueblo. ¡,Qm~ pud>lo ~ l..4a


~01·p1·esa hizo, e¡ ue por no poderse sostene1·, pre1il·iese ~;J,-
J ir- ú la campaf1a ú buscar tropas subordinaclas y eon clis-

e i p 1in a. A n tus <le el os horas e i r cu l ó u na pro c 1ama 'J w~


declaea caducas de hecho todas las autoridades. ¡(Jué
c()ns,~cueueias! ¡(Jué escún<laln! ¡<Jué desolación! fjllan-
frt Út facinore sunt (•rhnina.'.'.' ·- ¡ But•nos Aires~ ¿para
t~~to has procl igadn tus 1·iq uezas y tu sangr-e"~ ¡'.)Esta f~S tu
1ibe1·tad"t ¿Esta tu i11d(~p1~11deneiaGt ;,Esta tu ciYilizaci1)11'·(
9

¡lVlilitares~ ¡~C1'm10 tolerai~ manchar Ynesteo huno1·, mar-


chitar ,, u estros laurel es"~ ¡fJ u é~ ;. un soln gol pe lo ch~s­
q u i e ia todo G~ ¡C i u dad a 11 os ! ¿? 1.• n u 11 so 1o m ornen tu nos
h ernos c~m bru teci do Y;,,Sin 1·~y, sin derechos. sin gar<:t ntía~.
~in instrucciones-somos 1·educidos <i una h01·da de sal-
v<ljes(t ¡Día p1·irne1)0 dH dicinmbee de mil ochocientos
\'1jintiocho, tu lilfHn<n·ia sHt·ú e\:.ect·able! ~ ~ Agentes de estt~
desurden, el Cielo os castiga. \IisPrabl~·s! Sois perdidos.
¡Dios miseeiccH'diusu, no les pe1·dai~ en la eteenidad~ Se-
1'11wes! De todas la:--: 1·evol 11ci()11es '1 ue ha sufrido la patria.
ninguna ha sido 11i 1w·t.s profundamente malvada y per-
v~rsa en sus JH'Í11cipios, ni mús lame11table11rnnre fu11(~sta
l~ll SUS l"esultados, <fUe la del clía }WÍmern de dieit" 1 rnbn~ de
mil ochocientos Yeintiocho, en Buenos Aires.
En sus principios, la astucia y el engai1u dc~· l 01·µ:11 llo
:unhiciosu alucinó ú, unos por- su ignorancia, gaw·, ú ott·o:-::.
l'n1· s11 codicia y venalidad, pi·ncipitó á los que fiüban de
sil <..~Spüda impot1~11U~. En sus consecuencias, no ya c:me-
migas manos, sino las de los mismos hijos ele la patria
difundían la desnlaciú11 y el estrago. Por todas parte~
'"irnos la patria armada contra la patria; los pueblos con-
t 1·a los pueblos, los hermanos cont.1·a los hermano~. Jamás
fnimos víctimas de más horl'orosos atentados~ El erario
l'úblico~ las propiedades particular-es se destinan para sos-
tener la rehel it'm.; se prodigan para ¡wPmiar la au<lacia y
f·I atolondr·nmiento. Los antiguo~ amantes, hijos de la pa-

usooi
ISTÓRICO
CION L
- ~)'.)-1
:""'' •
-

tria sollozúbamos af1ijidos. eepitir_.1Hlo con .Jeremías: ulle-


mos pc~·rdido á nuestra patri~1~ ya no tetH:Hnos madr-e»-jJfl.-
pi/i fudis srwHl.":> -- Y cuando vimos armados á Jos del in -
cuelltes sacados de nuestros calabozo~; cuando vimo~ a1·-
mados á los extranjeros ·y á nuc·~stros mismos ti1·ai1os:
cuando vimos eu la pJaza principal du Buenos Aires. eutrt~
,. i Yas y acl amacion1 \s, ú 1os que decían en tono du fri u nf, 1
·~ n su s i· f.l u ll Ion e :".5 : no nos eansa m o.:; d (~ m a t ni, -- ;;y á ' l u i é 11
111ataban -~
Sefwres: ú nuestros coinpateiotas, á los hijos de Bue-
11os Aires. á nuestros honrados lalwadores, á 11 uest r-c1~
pacificns gana<leros-alzáharnos c~d gei t.u con d 111isml)
p1·ofeta:
;
0
Hasta lo:-:. ex.t1·ailos nos han de~ dominar~1 ;?Han de_• se1·
dueüos de nuestras pt·opiedades. ch\ nuestras casas, du
cnalltn ten1)mos·~ A lieni dominrttt" swit nobis: hae l'erlito."
nusfl'rt tiersrt e.-.;f orl olienos; donius nostra ,.ul estranens?
Y <11 Ye1· :u-rehatadl)S dc· I seno de sus honead c-1s fa-
llli l i as a rn 11 y r n 3pe t a b l es c i n d <Hl anos , ¡w i vados d t • en -·
mu nic<teió11 y dester1·c1dos sin ni rl os, 11 i d1~ci r les ad()) 1de.
ni po1·11né, dt~sfallecidos cairnos confundidos con lltH.~stro
oprobio~ decayc'1 ,..¡ güzo de nuestt·o co1·azón~ se obscu1l1•-
ci1'1 la brillantez de nuest1·n ojos y la piel d(• ntu~st1'(1
~ern hiante ~1:-· vió es ten nada, pálida y maciJm1 ta-defeeit
f/Wtrliuni eu.'-'rli.'-' nostri, eontenehrrtti snnt oeuli nostri: ¡w-
lis n<>strr1 e.n1.strt et. >Jn nos consolaba ni aún In espe-
1·anza. Ln tuvimos los diez primeros días en ni seC10r
DurmE1~0. Bien pronto la puedirnos. f·:l era 1~1 ohj1:1to
de sns ira~. f·:l debía n101·ir. A~i foé <1ne. desdt~\ el con-
tt·a:-::.t•::'· <¡ue sufrió el día lllteYe, en los campos de Na,·a-
todo fué correlativo~ ni las gnrantías mús segm·a~,
1·1·0,
ni la respetable mediaciún de los ministi·ns exteangero~
ha,star-on ú. sal varln. En la dispersión q uc sufri,~,, busca
un asilo entre sus mismos compaiíerns de armas, entr ..
~us amigos, ent.r·e los que le habían pr,~stado su inús

usooi
ISTÓRICO
CION L
-·-- 2~.f> -

sincera adhesión y subordinada obediencia, y á quienes


acababa de beneficia1· con grados y dinero. Pues esns
1uismos, con la rna.yor audacia, con la más impía y ne-
gra traicion, le desárrnan, le arrestan, le entregan- Y
sin juez, sin causa, sin demora le intiman qup Yá á mo-
rir en el término de una hora. Contesta con denue•io:
;ºCuál es mi delito, qué ley ine condenaG! (Jue ..... pero
no diga Vd. nada .... l\1i Dios á quién afloro lo dispone:
esto basta. Su santa religión ine proteje, me fortalece
.... aprovechemos el ti<~mpo .... «Entonces, pide á Dios
perdón de sus miserias á los pies del ininistro <le recon-
ciliaciún. Pide, como San Estéban, el perdón de sus
enemigos, á quiénes abraza de corazón y recomienda que
nadie les persiga absolutamente, se despide con ternura,
pur escrito, de su amada esposa, de sus inocentes hijas,
amigos y parientes, dándoles ejemplos de su cristiana
piedad, Pone á cubierto el honor de su patria. «No es
Buenos Aires -dice por medio de su hermano á los se-
f1ort-:s ministros extranje1·os-no es Buenos Aires (1uién
ha manchado su historia con el feo borrún de este aten-
tado». Honra, por último, las heridas con <¡ue <lerramó
su ~angre cinco veces por defender á su patria: las ense-
ña á sus verdugos con serenidad; le manda con firmeza
que las respete, y al recibir las que van á abrirle sus
amigos, sus súbditos, sus compatriotas . puede decir con
confianza: «Este sacrificio que hago á Dios de mi vida,
me hará agradable á sus divinos ojos en la región de
lns vivos-placebo Doniino /n regione rúJoritni>>. Si las
¡wimeras heridas le llenaron de honor en la tierra, las
que recibe ahora, creo le darán honor y gloi-ia en el
cielo. La mu.erte del señor DoRREGo, el día trece de di-
ciemhre de rnil ochocientos veintiocho, á las siete de la
tarde, fué obra de las tinieblas; se anticiparon en ese
mo1nento, porque el sol, por no verla, escondiu su luz
bajo una negra nube. Ella fué el primer luto con que

usooi
ISTÓRICO
CION L
li,tLia dt~ S1~r· llorada. lH)L' lw.111_.L. sid11 Ull<.l 111ue1·ti- YÍ•Jlt:'lll<l ..
:1n;.l mn1_'L'h'· iujusrn.. p,,¡- est1.1 u.~ dije. 1¡u1.· la llut'HTÍa 11_1-
..
._¡,, ,_.: 1111u1dn pot• Ull<l COlll}1<lSl111l ~11

1¡1er1tü.
' \) u e l ,t 1i o L·, ll' i <l l e_l. A i n t~ 1· i e a • pu 1· s u p a tl · H ' t i s m 1 1: q t 11-·
!:1 l l 1l r' c_l, I 'a 1H l' J '1 1V i lle i a <1 e B lle 110 ~ ..-\.. i l' es, de (Jl le ru 1-:· d i µ: -
' i d ~· 1 1 b t~ L• u, ti l' 11 • ,
\ )
1>o 1• s 11. !..!.T <l t i ru d ,\' L·e e o 111 w i 111 i 1_• 11 t • ' .
~ . ...

P11ebl11 dij ~~\ll Fernando, ptu:'ld(ls cl1~ t11da Ja carnp(lJ,1i.l:


~ , il «1 n ic· :-, t 1.' a h 1 n 1·ad 1:· z • Y 1t 1.• ~ rr·' _, a e e ru.l r ad 11 I' a t r i o t i s lll " ,
>

,·11e~ti·11 jnici11, Ynestr·o \-.·t.1111·. \'l.l•:>~tr-n ~unu1· ú la '1ui1··i11cl y


:d ó1·den: Yll•:·~t1·0 eesp1-~t·1 ú. In. l1_·y y YIH~:-::.tt·a adl1c·si1'111 y
' .l ,~· d i 1:~ 11 e i n al m u y ,q 1L·e e i al 1 1e y he u 1.1 m 1• i t 1 1 e i 11 dad a n 1 , , • _· I
<:·

~-,··1'1111' 1l1111 Jnau \la11uel d·~ U.11zas. ú <111i<~n 1h~l•A1un:--:. ¡·1·-

¡11··ri1la~ ,·ece~ ,.:d r1 .. stnJilecimi1•n111 de la:-:. institu(:i<>ll1·s. d1:


Ll 1111il:rnd y (l1~l ~'°>sieµ:11. Yo us felieitu ú noml11·1.· r{,_._ L.1
¡•ati·ia poi· y11est1·us n·iunt'11~ ~ 11s a11u1wio recoucwido, q11·~
~i1_·!t1¡1r··~ ¡,,s te11d1·eis. niand11 defencLlis Ll \'1_·1·dad, la 1·n-
/!:•ll y l<i j11sr.ic.in.. C1ta11du las clet'~udn,s 1•11 c·l nu11dw1· de

!>Í(1s y t.i-ni1·11do l'1·1-·senf1~. '1111-' h<.1..Y 111ueha dif1~~1·,~11ein ii,~J


:1~-1·1-' ~ l) l' 111 j l l ~to al (Jl l e d e f i ü ll d s u s d (.r· e di 1) s ' s ll ra Ll1 i 1i a
1•

y :-::.us pr·opi(~·dn..des; d p1·i1111~ru es un ti1·a1111 upresu1·: ,_.¡


~ '=' g u n d , 1 1:· s u n pos e e d 1 11 • l' a e i ti e 11, es u 11 re :-:-i p <:~ ta 1,J e e i u d <l -
·1':-uw, ú 1¡1ti1~11 Dius mira cu111pasivu. oye l1enig110 y i.11·11-
'.1=·.i.-:~ jttSlO -1Jr>U./Í })OJ1Lt11i 8fijJer' ju.stllS, et ffltl'C8 (~jll."í ru/
/'n;Ct!K eorwn . .Ah1it·a, unid vnesir11s v11tll~ eon l11s de t111ln.
! el p1· u Y i 11 e i n. ú ¡, 1s d e s 11 e a,p i ta l ; 1t 11 i d v t l •~ s t r- as 1ú µ: 1•i 111 <t s
a ln~ d(:·I grn11 ¡1111~blo <h" But:>nos Ai1·1~·s: t~l las dc~1'1'a111a
:t g i· n 1l t~ e i d' 1 11 o n1 n <l o l a 1u u e e te " i .-il e n t a , l n. rn l lü i · tt_~ i l e g n 1•
i a 11 Lu e r r e i uj ns rn. de s 1t ~ ú b i u , po l i t i c1 1 y p i ad ns 11 g o 1)(~ r· -
11<-11lnr, el c.:\ mo. si· 1-1or don \L\ ~u EL 1>01-n~ EGn. Llora, J" 11·-
' 1111-· ha ¡1e1·<lido <~n (~l un a111igc•, un ei11Jndano, tlll c111u-
¡ ~a n •i •1 t a lic 111 r a el o y l.1 i e 11 he el w r; lt a pe r el i do n n va l i n k y <•

~e111:1·os11 gue1T1·1'<_1: ha pf._H·dido un S<.d1io orador, uu pcdi-


; iri~·1.1 :lelicado, 11n rnaµ:i~tr:vlo fkl, 1rn pndr~~- ,It_. la pnn·ja.
1u1 ~11b1-.:'r11acl111• e1·istin11n. Su ·¡thticia. ete1·niza ~11 1111~1110-
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ISTÓRICO
CION L
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J'ia-en vano han 'lLH~t·ido ubscurecel'la sus é1nulos. La
Pro Yidencia ha hecho que ellos 1·nisu10s hayan j ustitica-
do su causa, le haya11 exaltado, hayan eternizado su
nombre in niemoria reterna erit justll:-;, ab auditione niala
non tlmeúd. Al contrario, á los que causan el mal, Dios
110 los pierde de vista, paea que se olvide hasta su me-
mo1·ia - oeuli !Jornini superfw:ierdes nwla, ut perd(d de
terNt. 1nenwr/ani eorwn.
lle concluido, setwr-c~s. N<tcla he dicho 11ue no sea pú-
blico y conste de u11 modn auténtico. Sólo l'esta, ¡Uh Dios
clemente y mise1·icordiosu! '1 ue perduneis á lns que han
causado tantas desgt·acias, y '1 ue pues os habc-~is dignado
i·ecibir hoy sobre las aeas de este altar, la süngee ino-
eente del corde1·0 inmaculado . .Jesús, vuestr·o divino hijo
c~.n sacrificio por el altna de vuestro sie1·vo, nuestro muy
amado gobernador, el sef101· don :\L\NUEL DoRHEGo, rc~­
cihais también nuestl'as lágrimas, iuiestras afectuosas s1'1-
pl icas, COll 'f Ue. humildes c)S p13dÍtnUS SU etel'll1J de:o;C;"l.IJSU
- 1 'er¡ ni es e({ t ¿n ¡Ja ee. -A \J EN .

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ISTÓRICO
CION L
APUNTES BIOGRAFICOS

PEDRO l. CARAFFA

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ISTÓRICO
CION L
DR. DIEGO ESTANISLAO ZAVALETA

Hijo de la provincia de Tucumán y deEcendiente de unn fa-


rnilin distinguida, pnsó al convento de Santo Domingo de Bue-
nos Aires á hacer sus estudio~.
Despué~ de haber eur~aao lógica allí, incorporába~e ni real
Colegio de t;an Carlos, a~istiendo ú las aulas de filosofía y teo-
logía· donde sostuvo brillantemente una tésis canónica dedi-
cada al obispo d1oee~ano doctor Manuel _Azamor y Ramíre7...
En 17H5, ya graduado dof•tür t~n teologia, se le designo para
dictar la cútedra de filosofía 01° curso), que desempeñó hasta
179i, teniendo diseípulos nventajados, que más tarde figuraron
ele una nrnnera señalada en el gran movimiento de nuestra
regeneración política al que 61 se asociára con verdadero en-
tu~iasmo
En el mismo año, dictó también una cátedra de física gene-
ral, escribiendo un tratado voluminoso de esta ciencia. En
1810, era profesor de teoiogía.
Fué un cooperador decidido á la adopción del sistema lanca~­
teriano en los establecimientos de educación.
Electo diputado por la provincia ae Buenos Aires, en 1817. al
Congreso de Tucumirn, cedió su dieta el favor del tesoro público.
ocupando la vieepresidenel.a de ;-iquella asmnt.)leR, desde el "l<;;
de octubre al 4. de noviembre. .Miembro del c-ongre~o general
constituyente instalado en Bueuos Aires, en 18:2.1-, trabRjó con
tesón en pro de la organizaeión nacional bajo el régimen uni-
tario. en las filas de cuyo partido militara conspicuamente. ha-
biendo marchado. ú principios de 1823, comisionado por el go-
bierno ú llevar bases de paz y de unión á las proYinciAs de
Córdoba. San Luis, Mendoza y La Rioja.
En 18:35, votó contra las facultades extruordinarias concedí·
das por la sala de representantes de Ja provincia de Buenos
Aires al gobernador don Ju~rn Manuel Rozas.
En el ejercicio dei rninister·io ~neerdotal, fuéronle cc,nfiudos
puestos importantes en lo administración de la iglesiA. Vicario
general 1~astrense; canónig·o magistral de la catedral de Buenos
Aire~: d1gmdnd de maestre~cueh:i; provisor y vicario capitular;
gobernador de la diócesis en ~ede vacante. La muerte le arre-
bató en las funciones de presidente del semido del clero, el 24
de diciembre de 184~.

UR. JUAN ANTONIO NEIHOT·

Nació por el año 1770, en la ciudad Sílntiago del Estero.


Inclinado desde tierna edad á la carrera eclesiástiea, que
abrnzára con fervor, cursó sus estudios ventajosamente hastfi

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ISTÓRICO
CION L
terminarlos eu la famo:.;A univer·sidad de San Uarlos de Córdo . .
ba, obteniendo el grado d~ doctor en teologia.
Al estall<-1r, en 18to, l'i revoludón de la indep~ndencia, el
presbítero NEIROT ejercía ~u ministerio en aqu~lla ciudad, donde
fué un sostenedor infatigable de los principios proclamados, el
25 de Mqyo en Buenos Aires, ~onquistando numerosos prosé·
titos con su palabra persuasiva y entu~iasta. ·
Más t11rde, en 1820, el doctor N EIROT cooperó efi~azmente ú
la erección de su pueblo nata! eL1 provincia autónoma; empero
opositor decidido, en 18~7, al gobierno del general Juan Felipe
lbarro, sufrió sérias vejacione~ viéndo~e obliga do ú salir de
allí ~· emprender una larga peregrinación por IAs provinria:-;
de Tucumún, CatamarL'a y Córdoba.
Quebrantada su salud; cansado de tanto Juch«Jr y pobre, ha-
biendo gastRdo la mayor pArte el~ ~u fortuna en los trflb1jos
en pro de la causa de la libertad, bu~có, por fin, en 1834. re-
poso en el curato de Aneaste, en la provincia de Catamar-
'~ª' en cuyo desempeño dejó de ext.:-;tir, en 1836.

DR. JOSE AGUSTJN MOLn~A

El lltmo. Molir:a nació en la ciudad de Tucumán el :W de


ago;to de 1772.
He _·ibió el grado dé do.~tnr· en t~ologia en 1795, en la univer-
sidad nrnyor de Sfl 11 Carlos de Córdoba.
t;. :--;_ Gregorio XVI en r~eono~imiento <l sus virtudes, su
ilustración y su:S ex~elente5 aptítL1des para el manejo de los
negocio~ eelesiástico=', en 1836. le preconizaba obispo de Ca-
maco-in partibu; il~fldeliam, y vica1·io aposi.ólico de la dióc·e-
sis de Salta.
Anteriormente desempeñó lo:; cargos de vicario foráneo y juez
de diezmos de Tucuman.
A su 3 encomia bles esfuerzos se debe en la plaza principal de
esa ciudad la erección de la iglesia matriz.
Por fallecimiento del obispo, doctor Nicolás Videla del Pino.
se le elevó á la silla episcopal d . ~ Salta.
Pro -secretario del congreso na~ional de 1816, fué uno de los
hombres que trabajRron eon ahinco en pro de la declaración
de la independencia, que se efectuó solemnemente en la sesión
del 9 de julio de ese mismo año.
Moliua además de ser orador fué poeta. habiendo dedicado
un canto al general J ..lSé de San Martín deuominado La jor-
na<l a de M aipú.
La muerle ocurrió en su ciudad natal, el t 0 de octubre de ·.838.

ÜR. UOMINGO VlCTORIO DE ACHEGA

Nació á fines del Siglo X VIII.


Comenzó sus estudios en el real Colegio de San Cárlos de
Buenos Aire.;;. terminándolos en 1810.
Dedicado al" magisterio, carrera de su predilección, desem pe-
ñó en 1814 una cátedra de filosofía en aquel mismo instituto,

LIS 0(11
HISTÓR CO
ACIO L
- :30:3 -

habiéndose ya distinguido en la causa patriótica como miembro


de la asamblea provisional de las rrovinc.ias Unidas del Río de
la Plata, á Ja que se incorporó e 4 de Abril de l812. Tocóle
también ser miembro de la comisión reformadora del estatuto
pro_vi~o~io .en 1816 y electo dtputado al Congreso en 1817, por
la Provmc1a de Buenos Aíres, en reemplazo del doctor José
~arragueira ocupando, desde el 4 de noviembre al íº de di-
ciembre, la vice presidencia de dicho cuerpo.
Afano~o protector de la educ'.lción de la juventud, pues llegó
hasta contribuir con su propio pe~ulio al efecto, el Director su-
premo, general Juan Martín de Pueyrre jón le nombraba, en
1818, primer Rector del Colegio de la <•Unión del Sud)>.
Provisor y Gobernador ciel Obispado en Sede vRcante de la
diócesis en 1816 á 1817, defendió energicamente los intereses
morales del clero.
Mezclado en el movimiento subversivo, de 1823, se le tomó
pr~so y entregado á la justicia ordinaria, sufrió un severo cas-
tigo, fulminándose contra él sentencia de siete años de destie-
rro que no los cumplió, pues lanzado de nuevo á la vidA po-
Htica, marchó en 1827, como representante por la provincia
de Buenos Aires, á Ja Convención Nacional reunida en San-
ta Fe.
Falleció en la ciudad de Bueno>J Aires el f Q de abril de 1859
en ejercicio de tercera dignidad del Senad~ eclesiástico.

DR. GREGORIO FU~ES

Nació en la «iuda1 de Córdoba el 25 de mayo de 1749.


Adquiridos los primeros rudimentos de saber. ingresó en el
famoso colegio de .\lonserrat de esa misma ciuda1j, en 1762,
dedieá11dose á la carrera eclesiástica.
En Jí72, recibía la ordenación sacerdotal y en 1774, graduá-
baFe de dodor en sagrAda teología en Ja universidad.
Dotado de unR rnteli~en<~ia ~larísim1-l y am:rnte del estudio, se
tra:;lfldó á España. en 1775, pAra frecuentar aulas de jurispru·
dendA en ta univer:;idad de Alcalá de Henares, donde obtuvo,
en l 77l<, el titulo de bachiller en derecho civil.
En 17~9, se recibía de abog-ado de lo:; renles consejos en la
Corte, de~pué~ de haber rendido un exámen riguroso.
De regreso á Córdoba, en t 780, tomó posesión en J'i catedral
de unA canongia de merced que el rey Cárlos 111 le concediera,
en 1778, cuando seguía en la Cámara de Indias la práctica de
abogado.
En 1787, se le nombró juez de cone.urso en el cabildo ecle-
siá;.;tico de Córdoba á tin de que por si solo dispusiese, divi·
di~s~ y proveyese los beneficios vacantes; en 1791 ~e le promo-
vio a maestre-e~cuela de la cat~1ral de Buenos Aires, empleo
que no aceptó por razones justificables. En 1793, provisor vi-
cario general v arcediano del obispado de Córdoba; en 180í,
deán de la catedral, habiendo quedado acéfala esa diócesis por
el follecimiento del obispo Angel Mariano Moscoso. fué llamado
á ejercer las funciones ~e g_obernador y vica~io general. Po.r
Jargo tiempo fué también 1uez mayor de diezmos y exam1-
nador sinodal.

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Hect.or del Colegio de Monserrat, en 1807. y de In universidad


en 1808,-bajo su dirección esos dos establecimientos reribieron
un impuJ30 notable de adelanto moro! y material. En ambos
implantó un plan nuevo de enseñanza, que produjo I'Asultados
proficuos: en ellos se educnron jóvenes rle las provinrias que
1·omponi'-in el antiguo virreinato de] H.io de in Plata y aún del
extrnnjero, que deseollaron posteriormente en la magistra-
turn, en 18 políti ·n. en la diplom;wia, en In milic1a, en las cien-
cias Y en las arles.
El do1~tor Funes fué un g1-·nio tan benéfico para la universi-
0

d~rl de CórdolH1 elevadR al rang.) de nrnyor por real eóduln de


·t 0 de diciembre r:l~ 1~011). que ver~ado en In$ ciencia:-; sagrndas
y profnnas, fomentador r:le hs l1ellns letrns~ cono~edor de los
prog-l'e~os morlerno;:-;, que aprf"l<~iahn en su ju~to valor, 8 imbui-
do en el e~pírit11 dPI siµ:ln XIX lleµ·ó lrn:::>tn fundar en ella urw
<~il ted ra ct e a ri tm ét11·n. ú lge brn y geornPtria ú ex pe nsn s de qui-
n ien tus pesos Hnuale.; sobre ~u pHtri!!1011io.
En reeo1.ocirniento ú los i111portnntes ser·vicios pre~t.ados por
el 1jo«tor Fu11es ú esa institueión~ se ie confirió en Jfr17, el norn-
brarniento honroso de Prntertor.
La revolución de In Inctepe11denein e:-;tnl!adn en Buenos Aires.
Pi 2~) de 11rnvo de 1810. le '~or"ltó entre su~ mús ·•c]er~ididos ~oste-
nedore~. ..
lliputndo por Córdoba. :'l rnedindo~ de 1810, el ·~on~·rcso que
d e b1a 1·e u n i r:-:: e e n B u en os A : res il 1i n de t r n t_a r a eerra 1a fo r-
111 n de µohie1~110 que rnils con,·i:liesc i.l In nar~inn, lwbióndose re-
~uello IH mcr'rporación de lo~ diputndos por 13:-; P'- ovincias ú
1a .J u n t :; • e• re n u d o ns í u n n n u e Y n . e n f• u y as de l 1be rae iones p o -·
día n t011F1 r pn rte aquel lo~. é ! sr i nr·orporó U=unbión asu rniendo
la rerl;1r1~i,·n1 de la r;u . . ~··,>/a ,/e nru·rw.-..: A if'r'.~ en reemplazo del
doctor ~I ar1n no .!\1 oren o.
Hetirndo Fune., del escenario políti1~0 despuó5 de l1aber su-
frido uno prisiori de alguno~ meses. ~iendo aeusado por el nue-
v o g ~1 h i ~ ! · n o, e, llH· ti 1u id o bn j o u n tri u o vi r a to, d e es tíl r e o rn p 1i -
rndo 0n un movimiento reYolu1•ionario de rencr-ión, se entregó
ni Jnbor·io~o empefío de eser·ibif' un En.soyo de la hi..;;toria ciril
rle Br1<'110:~ A 11·c8, Tuc11mrin .'/ Pa1·aq1wy. obra que le tornó mu-
cho tiempo ~·que le impid1ó, por con~iµ:uiente. aceptar la rle-
~ignación que ~e 1Jir-iern en su persona de repre:;;entante por
pr0Yi ncin cte CóJ'Cloba a.I í ong-reso Genernl Constituyente que
se instaló t>n Tur~u1rn1r·, en txrn.
Pero el do<"*t.or Funes rnús tRrde volYió ú la vidíl públ1efl.
Electo diputado por Tueu1rn.ü1, en 1(')18, ni Congreso reunido
en Ruenos Aire~. le ~upó red::¡('tar el manitle$lO que ese cuerpo
io.nzárn ó la publicidad. en t~l9, nl san~ionar Ja Constitución
na<"'ional
En 1822_, fué red Retor de ios per·iódicos denominados <' Centi-
nela>) .'! <1 .~\ /)eja A 1·gentinm>: en J823, de «A rr;os», órganos todo.s
literarios.
En ese rni~mo nñ() se le nombró Agente de negocios de la
Hepúhlicn de Colombia cerca del gobierno de Buenos Aires.
En 18~-í, reµresentó ú ~u provincia natal en el Congreso Ge-
neral Con$tilu\'ente en Buenos Aires.
A tni[rn
"·'
de los !.:·en .
erales Simón Bolivar ,... Antonio José de

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ISTÓRICO
CION L
305 ·-

~..;ucre,é.'5to ..;;. en IS3~:->. le dtcr-.)n c.l no·nhrarniento de dP-an de Jn


(late<iral <le la Pnz, en la Hep'1bliea de HoliviR, que él aceptú
.jesignRndo ú un apod~~ra<lo parn que se recibiese de dicho cargo.
La muerte le 60rprendió el t1J de enero dé 1829.

FRAY PA ~TA LEÓ~ GAHCI A.

El doctor GARC\A nn~i6 P-n 1i.-l7. en Burnos Aires.


Desde rn uy te rn prana edBrl, vistió el h11 hito de la orden fran-
~iscan:i, cursó rirover.ho~f<ll1rnte su~ e~tu<iios hasta í'Oronarlos,
en 1786. en In f:nno.s1 univer~itl:=\d <ie Córdoha, con el g·rado de
doelor en te')logín. De 1781 i'1 1Q()7 fué lector de est-=t ·ciPncia y
í'Únone~ en nquel estnb'er-imient.0 del que le cupo. en 1~05 ser
nombrado rector. hAbiéndoin sido tnrnbién del colegio convic-
torio de N u es t r a Señor a d e l\·J o ns erra t.
Poseía una s6lidfl inst1·ue1~ión pnrn su tiempo, y fldornndo de
¡·r!eYant.cs í'Unlidades, se le mir6 con sumo re~peto en el obis-
pnd0 de Cúrdoha, del r¡ue le fueron ~onferidos lo~ cargos de
Pxarninadc:· sinodA\ y de te<)~ogo consultor en las sillas de opo-
~íí•ión e11 la cAtedrnl
Orarlor elo.~uent.e, de ex~wesión v:vfl, p~netrante, UTHl colee-
(> i ó n de sus sermones pan eg i ri 1~ os fu 6 pub l i en rt a en M ad r id, en
1~05.
Adicto ú la cau:::a de la inctepen·h~n~iti, hizo resonnr su voz
p::-i tr·i<.\ricn en los tem p 03, en In~ o (_~nsiones que f ué sol ir~i ta do.
1

Fr. PANT.\LEÓ~ G.\R1~lA.. !er·tor juhilndo do~ veces. prestó


irnportflntes sP-rvirio~ ú la orden religiosa ó que perteneeía.
M u rió en -1 :3 27.

ÜH. PEDRO l(j~ACIO D~ C ..\~Tno B.-\HHOS

Era oriundo de Chuqui~. aldea de la provincia de In Rioja.


-donde vió lo l 1JZ el 30 de julio d» 1777.
lnclinndo ni sRcerdocio, ingre;ó en 179J en P-1 Sérninario con-
ciliar de i\uestra Señora de Loreto de CórdolJR, señaL~ndose
allí por su con tra~(~ión a 1 es tui :o y por su el a rí"i rn a in tel ig-en-
-('ia. En '1800, se le eonfería el grado rl<' doctor en teologfo en
la universida<i de San Cúrlos y rec'.hía también In sagradrl
ordenación de manos del entonces obispo dio<'esnno Angel
Mariano Moscoso. Má.;; urde graduúba;;~ de bnc. hi:ler en de-
re~ho civil.
l\1uy jóven se dedici') al mngisterio enseñando Al lntin. En 1803.
desempeñó el <'argo de pasnnte de leyes en la univer~idad de Cór·
dobo: en 1804, f1.1ndó en la Hin.in un ~nlegio que dirijió personnl·
mente, di~tando en él cátedras de filosofía y de lntin: en 1809,
se le nombró pr·ofesor de filosofía en di~ha universidad y con-
a
0iliario principios de 1810.
Ex~1minador sinodal, misionero ~postólico, clura rertor y vi-
;1n rio foráneo de la Riojn, emprendió en esa ciud·~d la construc-
<. ión de una nueva iglesia matri:t., r;ue en 1813 se innuguró.
La revolución de uuestra emnn~ipnción política le r.ontó en-

20

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- :3()() -

tre sus más entu~iastas sostenedores, poniendo al servicio de


elJa su influjo y sus talentos. . .
En 1813, cúpole representar á la provawrn de ~u nacimiento·
en la AsambJea general constituyente, reunida en Buenos Aires,
á Ja que se Je eiijiera diputado. En 1815, mar1·hó en comiEi.)11
con el general Juan Ramón BalcRrce ante el ejército libertador,
que operaba en el Alto Perú, ú fin de obtener su pacificación,
por la ar1arquia en que se halh1ba envuelto. D!putado por Ja
Rioja al congreso general constituyente que se instaló, en 1816,
en la ciudad de Tucumán, signó á nombre de aquella provincia
el Acta de la declaración de la independencia argentina. Aso-
cióse á todas las grandes deliberaciones de es~1 corporación,
cuya presidencia ocupara, desde el 2 de mayo al 1° de julio ele
1816 y de8de el lv de octubre fil 4 de noviembre de 1817.
Cura rector y vicario forúneo de Snn Juan de Cuyo, cnnónigo
magistral de Salta, se le nombró en 18:!1 rector y cancelario de
la uuiversidad mayor de San Córlos de Córdoba, siendo reele-
jirlo en 1825. Hajo $U dire(~ción e~e establecimiento cooperó
eflc-azmente á la reolización de dos obras trascendentales- lfl
introducción de la única imprenta que tuvo Córdou9 llnsta 1852,
de~pue8 de la primera que trajeron losjesuilf\s, en el siglo XVIil.
y Ja creación de tas escuelas de instrucción primaria, según el
método lancflslerícrno, en todn tn provmciA. .
Visitador ecle~iústico de lns provincias de Cuyo, en 1;i27, me -
reeió en 1829 ta de5ignacióu de vicario capitular de la dióresi.;
de Córdoba.
Durante el tiernpo que ejerció tal destino, que fué hasta el 10
de mayo de 183t! prestó una cooperación importante nl gene-
ral Jo~é Jlaria Paz, en sus trabajos contra la tiranía del gene-
ral Juan Manuel de Hozas, cuya ira se ntrnjo.
Tornado pr1~ionero por el general Lopez. caudiilo de. la p·o
vincin de Santa Fé y ali~do de Hozas, E-e le confinó al Chaco·
y posteriormente se le despachó en un buque de guerrR 6 Bue·
nos Aires, donde sufrió tres metJes de carcel, con duras vejB-
ciones.
Hecobrada su libertad, se le obligó ú emigrar, traslndón:!ose
en '1833, á Montevideo.
Habiendo fijado pocos años despues, su residencia en Santiago
de Chile, la muerte le arrebató el 17 de abril de 1849.

FHAY FRANCISCO DE PAULc\ CASTANEDA

Era oriundo de Buenos Aires, donde vió la luz en 1776.


Muy niño aun, en 179~J, vestía el hábito de la Orden franci5-
cana, cursando en el famoso coleg~o de San Carlos sus prime-
ros estudios vent0josameote.
Trasladado á la universidad de Córdoba, obtuvo por oposición
la cátedra de filosofía en 1800 v le fué conferida la ordenación
sacerdotal por el Iltmo. obispo"' diocesano Angel Mariano :.Ios-
coso.
Lanza do al periodi$mO, me uifestóse el más fecundo e5critor
en el género caustico, satírico y picante qtJe hasta entonces-
se conociera, en El A mcricano, Despertador teo(ilantrópico-

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-
•)( )-I --
d

mistico-politico. Dcsengaiia d OI' yauc!t í-polUico, do1hi Ma r·ia


Reta~os, La verdad desniul,t, etc., etc
En 18~1 fué electo diputado il la legislatura de Buenos Aires,
pero no quiso incorporarse.
Declarados, en 18~3, sus esc~rit.os subversivos al orden, in-
cendiarios é incitativos á la anarquh y que atacaban funda-
mentalmente la representación soberana Je la provin~ia, se le
condenó ú eu::itro años Je destierro á Pdtagones, ¡1ero huyó
á Montevideo en 18:35, y C1)u:-;iguió pasar ú Santa Fé. Allí
reunió reeursos con los que fundó una iglesia y una escuela
en el paraje desierto, denominado el Potrero,. en el Hincón de
San José, dedieúndo:-;e ú la civilización de los indio5. Más tar-
de abrió otros establecimie 1to., de eiucB.ción en el Paranú y
San J usé, de Feliciano, recibiendo curta encomiástica del go-
bernador de San Juan, Salvador Muria del Carril, que le in-
vitaba á ponerse al frente de la redac:~ión de un diario en
::iquella provincia-anúlogu propuesta le hizo el gobernador
de Corrientes, general Pedro Ferré, ofreciéndole ademús la
dirección de una escuela: sin embargo CAs·rAÑEDA declinó agra-
decido á esas distinciones.
FaJieció en el l'ar·anú el 12 do marzo de 1832.

FRAY .JUAN ESTÉ8AN SOTO

lnfru-~tuosns han sido las investigaciones hechas para reunir


datos sobre este sacerdote.
Sabemos solamente que fue lector en teología y cánones, de
1801 il 1807, en la universidad de San UArlos de Córdoba; que
fué adicto ú la causa de nuestra emancipación política; que en
mérito á su snber y ú sus virtudes se le elevó, en 1822, al
<~argo de guardián del convento de San Franc:sco en Buenos
Aires.

ÜR. JULIAN SEGUNDO D~ AGÜERO

Nació en Buenos Aire~ en 1776


Estudió filosofin en el colegio de San CArlos de esta ciudad,
de 1791 á 1793. El 2U de dieiembre de 1791, sostuvo conclusio-
nes públicas de lógica, con general a probación. Cursó también
teología para graduarse en cúnones hacia el año 1796. En 1801,
rindió ante la aud1eucia pretor:al el exá nen facultativo, á ob-
1

jeto de ins·•ribirse en la matrícula de abou-ados, cuya carrera


parect no ejerció nunca. ...
Electo diputado, en 1821, á la legislatura de Buenos Aires,
cúpole asumir la presidencia de di~ha corporación. Militó en
las filas del partido unitario, siendo uno de sus miembros m9s
activos é influyentes. Como ministro de gobierno ctel p~esi­
dente Beruardino Rivadavia, de 18~6 á 18~7, fué un colaborador
infatigable en el plan de reformas administrativas y organ~za­
ción de Ja República, que aquél intentára llevar á cab'J.
Caído Hivadavia, !\GÜERO d ~sapareció del e..;cenario politieo
hasta el 1° de diciembre de 1828, en que figuró entre los directo

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l'es del mo,·irnie11lo militar, que em·abezado por el g-enerFd .Juan
L11vnl!e derribó del pn<"Je¡• al g·obernador t•oronel Manuel Uorrcgo
Disconforme 1•on la Collccw·1ón c~elelwnda en Caí1u(~lns, el
2~ de junio de 18::~, por Lavnlle con el enton<'es comandante
.Juan Manuel de Korn~. resolvió erni~-rar ú Montevideo. Allí
de~empm1ó. en UH;), \'arios eometicto:-; dclicnclos. ~·a corno sirn -
1de miem ~:•1'0, ó )"fl eomo presidente de la Com.i.-;ión A l'!Jelitina.
,.. read o. para com lr-lt1r la d ietnd urn de H ozns: fuó n ú 11 de legndo
de In misrnn Con1i.-:i1jn nntc el Pjército de Lnvnlle, en Ja Ul.m-
paña que l.errni1JÓ eon el sncrifit·io de e:-.te general
AGü1rno dejó de existi1· en Mo11tevideo el 17 de ~ul10 de 1B51.

lJn. FELIJ>E Al\ TONIU n1·: 1HIA HTE

Saeerd(Jte erudito Y de au:-;terns costumbres. oriundo de l<l ciu-


dad de ~n11 Salvadoé de .Jujuy. ·
Oodoró:-:c en sagr~tdn teología, cu 17S2, en In universidad de
Cord )ha.
El pre:-:bitero lnunTE fué eura de Tinguipnya, en el nrzobis-
p~do de la Pinta; provi~or y vieario gener'al del rnhmo.
He91ista desde el primer momento en que estalló la 1·evolu·
eión de la indepe11cl(~nr~in, plegó.:-;e b esta posteriormente~ pres-
t;rnd ole i rn portn n tes scrviC'io.~.
El G rle ~etiernh1 P. de 1:--:16 se irw01·por<'> como rP-presentaute
poi· la Pinta al congl'eso reunido en Tueurnan, en euyo seno su
pol~1b1·n fuó eseu<~l1ada con respeto y t·u~·a presidP.11eia le cupo
a~urnir dei:.? de oet.uh1·0 al~ <le noviembre.
Falle<:ió en CórdoLa en l8:2J, habiendo sido designado diputa-
d o por Ja pro v i ne i a d e J u j u y a 1 ron gr· es o ge ne r a l , q u e rl eb i ó
instalarse en aqueJJn ciudHd. pnra tratar sobre In paz ~· la reor-
ganización de la Unión 1wciúnrd. ·

FRAY PEDHU LUIS PACHECO

.NéH.!ÍÓ en la ciu<fad de Bue11os Aires, e\ 17 de seliembr·e de


'l 7~)2.
Perteneció i.t la q1·den de religiosos frnncisc:anos.
Heeho~ sus e~1ud10~ con nproveel1arniento y conferído~ele Ja
ordern~dón sacerdotal, dedicó.se al magi;-;lerio, siendo lector en
teología y ~ánone~, de 1791 u 1800, en la univertiidHd dr.
CórdolJa.
El 25 de mayo de 1dl0, al estl:11lnr la revolur~ión, fue de Jos
que firmaron )~ petición elevada al Cnhildo pnra el nombra-
miento de los ciudadanos que ctebínn componer Ja Junta gu-
bernativa.
Lector juoi~a~o en 1817 y defer1sor meudicnnte en 1821.
En 18:!~ Yis1to Jas prineipules ~apitnles de EuropR, haciendo
una ardorosn propagtrnda en pro del reconocimiento de nues-
tra independ-31Jcia por los pueblos de aquel continente.
Falieció en Uild iz, ú fines de 1822, ó á principios de 1823.

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DR. JULIAN NAVAHHO

Nació en Buenos Aires el IG de feLrero de 1777.


Cursó filosofía en el rent colegio de Snn Carlos, d•3 li'~J3 ú
1795, bojo la direceión del doetor Mariano Mecfrrlno. Obttn·o e:
grado de doctor en teología er~ 18UL, en la u11ivers1dad de Cór-
doba.
Yo orden8l~o sacerdote, en mérito ú su fervoros0 ce1o en el
ejereieio de su ministerio, se le designó eura párroeo de !a
iglesia del Hosario de Snntn 1:4"'6, eargo que desempeñó, de 180t1
ú 1815, tocúndole bendecir el l;) de abril de 1810, el nuevo ee-
1nenterio. que á la sazón se n hrier11 .:11 servicio público. en io~
~uburbios de aquelia ciudad.
La revolucióu de Jn independen<~ia encontró en él a!lí uu ;;;os-
t.enedor decidido: eon ral m0Liv0 us1~tiü al combate cid .San Lu-
ren~·o, el :1 ele feiwl~ro dd 1;-;¡L:, dando pruebas de valor; cxho1·-
tando ;'\ los soldado:~ al eurllplimiento det deber rurn con L1
patria y prestnndo los auxilins espirituales ú lo~ moribundos.
El entouee..; co1·onel don Josó de San i\:lortin, en el pnrte que
pasó al gol1ierno de In itnporwute vidoriA reportada s0bre Ja:-.
armas espnI1olns eu rliclw combate, rec~ornendó eneornit~ti!~a-
111ente al doctor l\AVAnrw.
El 1° de abril de UH5 se le nomu:-·alH cnpellún castreus~ de'.
regimiento de artillería y, el 2 de m:lyn de!. mismo año, rate-
drutieo de víspei·as de lo.s C:-5twlio.-; /J(tfJlir:o ..:; en la ciudad de
Buenos Ai1·e;-.;.
En 1817 pasú ú Chile con el cj6r·(~ito de los A wle.~.
El pr·e:-:;hítero NAV.\RHO gozó de c·on--tderfü~iouc-:; y prf.Stigio el~
San tinµ- ) de CI i i ie, donde 11 egó ú ser (•;·rn ón i ~·o rl t~ la en ted r;1 ! y
1·ecto1· del ~e111iunrio en 18i~, fnlle(~~,~:~do ú unn edad nvn1E~h!f1
en 185L

OH. MIGUEL UALIXTO DEL COHHO

Nació eu la cíuciad de Córdob3 el 14 Je octubr·e de 17i5.


Cursó sus estudio::; en el Colegio de Mouserrat y en la uni-
versidad de San Carlos, confirióndosele el grado de doctor en
teología en 1798.
01·denóse sacerdote en 1800, y obtuvo, en 18u3, en concur-50
pübl1eo eon mucho lucimiento, el puesto de magistral del ca-
bildo ecle:-;iústico.
Mú~ tarde e::3tuvo interinamente al frente del curato de la~ciu­
dad de Salta. En 180'.J fué sucesivamente catedrútíco de teolo·
gía en uuiversidad, provisor, cura y canónigo magistral de la
iglesia C':ltedral de Córdoba. Por entónces, parece hizo circular
;dlí un anóuimo manuscrito, como llegado de Buenos Aires, en
que disputaba ~- promov1a entre sus conciurladauos las idens de
patria, libertad é independencia -documento que alnrmára ~o­
hremane1·a al gobernador intendente Juan Gutierrez de la
Concha.
Electo diputado en 1810 n 1 Congreso reunido en Tucumán,
tocóle ir ú medinr por la paz entre Buenos Aires y ~anta Fé, cir-
<·unstancia que le privó ~ignnr el actu de declaración de la in -
dependeucia nacional.

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Retirado del escenario político, dedieóse sólo á Jos deberes de


su ministerio y á sus estudios prediJectos, hasta que en 1829 se
le designó representante del gobierno de Santiago del Estero
á la contención ó junta que se instaló en Córdoba, n objeto de
acordar al general José Maria Paz facultades de director de la
guerra.
En 1840 tuvo Ja desgracia de perder Ja vista.
En 1849 se publicó en F1ladelfia una colección de sus ser-
mones.
CORRO murió poco después: no hemos podido encontrar la fe-
cha exacta de su faJJecimiento.

DR. CAYETAl\O GONZALEZ

Nació en Ja ciudad de Salta el 7 de agosto de 1786.


Cur~ó los estudios allecuados al ejercicio de su ministerio,
doctorándose en Ja universidad de Chuquisaca.
El lltmo. doctor Nicolás Videla del Pino, primer obispo de Ja
diócesis de ~alta, Je caonfiri<\ la ordenación sa~erdotal.
Párroco de Periro del Carmen, de Caldera y fiscal eclesiás-
tico, desempeñó esos cargos con verdadero celo y espíritu
evangélico.
Inteligente, bastante instruido para ~u época, rlescolló en la
cé.tedra sagrada por su elocuente oratoria. En 1844, ' on mo-
1

tivo del gran terremoto ocurrido en aquella ciudad, que tanto


pé.nico produjo á sus habitantes, el doctor GoNZÁLEz, en la
pieza principal, desde un púlpito portátil y ante una enorme
concurrencia, hizo oir su pRla bra confortadora y lleua de fé en
Ja misericordiil de Dios, tomando por tema e1 siguiente \'er-
sículo del salmo 50° de üavid: Cor niundwn crea in me Deus
et spiritum rectum innoca in risceribus meis-crea en mí ó
~íos, un cornzón Jimpio, y renueva en mis entrañas un espí-
ritu recto.
Siendo gobernador de la provincia de Salta el señor Manuel
Antonio Saravia, este distinguido ministro de Ja iglesia fué obli-
gado á emigrar é. fines del mismo t=1ño de 1844, según se dice,
más por causas T ersonales que poJíticas.
No conocemos tampoco la fecha de su fallecimiento ni dónde
aconteció.

FRAY JOSE ZAMBHANA

Orador notable. Perteneció á la orden de Jos religiosos domí-


nicos.
Doctoróse en sagrada teología, en 1791, en la célebre univer-
sidad de San Carlos de Córdoba.
Aunque ormndó de España, el P. ZA.MBRANA abrazó deci-
didamente la causa de nueslra regeneración política, mereciendo
ser nombrado el 22 de septiembre de 1810, capellan de la ex-
pedición á provincias. Puso al servicio de las armas patriotas
á su único esclavo, Fraucisco Javier, traído de Malvinas, donde
había sido capellán anteriormente, costeándole alimento y ves-
tido de su propio pe~ulio.

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Dedicóse, con abnegación, á la educación pública de la l u 4

ven tu d.
En 1812 se le otorgo titulo de ciudadano umericano.

DR .•JUAN IGNACIO DE GORRITI

Nació en la ciudad de Jujuy ú fines del siglo XVIII.


Recibió una edueación esmerada que completó_, de 1i81 á 1789,
en el coleg·io de Monserrat, en Córdoba, entonces bnjo la di.
rección de los religiosos d~ la Orden Franciscana. Alli cur-
só ventajasameote los estudios adecundos á la carrera ecle-
biástica, distinguiéndose e con el cargo de bedel y de enfer-
mero mayor, por su S8riedad y por sus sentimientos caritativos.
En 17~0 obtenía en la univer;:,idad de San Carlos el título de
doclor en teología.
Hecibida la ordenación s9grada, se trasladó ú ejercer el mi
nisterio pastoral á Jujuy, donde no sólo gozó de autoridad
moral por $U celo ejemplar v su fervorosa piedad crbtiana, sino
tambien por las excelentes "'prendas de carácter que le adorna-
ban su filantropía y erudición.
El gran movimiento revolucionario de 1810, en~ontró en
GORRITI un sostenedor entusiasta en el pueblo de su nacimien-
to; mereciendo ser designado, el 5 de septiembre del mismo
nño, como repre::;entante al congreso general convocado en
Ruenos Aires para trntar sobre Ja forma de gobierno que fuese
4

más conveniente adoptar en las prdvincias del rio de la Plata.


Habiendo quedado sin efecto In reunión del congreso, porra-
zones que son notorias. incorporóse á la Junta fJl'Oeisionat au-
bernatica constituida el 25 de Mayo, asociándose á ias delibe-
r·acíones de é~ta hasta que se produjo su <.i.isolución en 1811.
Fué canónigo de merced de la catedral de Salta, en 1818. y des-
pués arcediano; t'Onsejero de gobierno en Jujuy, en 1815, y vi-
í'ario !2'eneral rnstrPnse delegado en el ejérdto auxiliar que
operaba en el Alto Perú contra Jas armas ~spañolos.
Miemnro de la legislatura de ~alta, de 1~21á1823, desempeñó
ln diputación por esa misma província, en el Congreso general
constituyente, instalado en Buenos Aires de 1824 á 1827, des-
<·olJando en él, por las nobles miras que le animaban acerca
de los destinos de la patria y por sus dotes oratorias.
La popularidad de su crédito, su integridad, sus virtudes cí-
vicas y privadris, le llevaron en 18:29 á la primera magistratura
de ~alta, de I.1 que descendió en 18;)1, no habiendo omitido es·
fuerzo alguno ptira mantener alli el orden y la paz, alterados á
conseeuencia de las contiendas fratricidas, instigadas por influjo
del terrible caudillo general Juan Facundo Quiroga, aliado de!
gobernador de Buenos Aire~, Juan Manuel de Rozas, quien
tenía á los pueblos del Plata envueltos en la anarquía.
El general Jo~é María Paz, jefe del ejército que abrió en
el interior d ~ la Hepública la campaña á fin de destruir el
poder 011resor de los caudillos adictos á Rozas, nombró ad ho-
norem al doctor GORRITI coronel de cabal lerfa en treconoci-
miento á los importantes servicios de éste á la causa nacional.
Los funestos sucesos que sobrevinieron en 1831, le decidieron
A emigrar voluntariamente, buscando asilo en Bolivía, con tal

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¡1u1·a 1·e¡_.1·i111u·{o ..;:.. .
~I prt slH¡c1·0 Go1rn1TL fnlle·.·i··~\ (:11 tu1"l'e e! :.:1 de .Julio de 1--::-i~.
l'ué. el pri111c;· redor del roleµ_i(1 c..:.. J 11 1::1t, en dil.'11n c;1pital~ en
que eont,·) ;_"•ou numcro~n::; relneione~ y :-'~~ le 1111ró c!on ~u11in e~-
t11n:w1ón. ·

Er·:1 orí u Jj• ¡o de la 1·i udnd de Bue: 10.~ :\ in:s, dende \·k, JG lu;r
el ;:.: ti v no'" i 1::> rn h re de 1~- 7 ~-
l > o t n d o d ·~ u n e i n r i _..;. i 111 o e rJt i:~ L : l i ! u 1e 11 to. 1· ¡ 11·~ 1. ·_, : a L !I i d n d (•o r !
prc1ve<·l10 Cil PI renl (·ok!!i<1 11p :--:.:w Crri():' 1ie Bui:·:10~ Air1:.~:. y
¡ia~ó :·1 In 111¡;\·er;-:-idnd de l\11·dul11.1 ;¡ 1·orupieln1· :su:-; f•.-.,tudin:-:. gra·-
du:·111d11~e :.!,:1 d0 r.loetor en ~-::1µ1 n.!:1 Li~tduµ:in el ::!i d1! ~c:.-¡itie1uhrc
·k i 7~().
El ~t-: de ¡¡1:1\"0 de 11~;·; ol1tenu1 el ~..-:1ri1; df' bnel1ilie1· e!l dere-
,__·l1u '-'i\'tl \ 1·~111"1:>1lieo tn Ja univer~:,::id l1E' Cliu<1ui::'il•:n.
u e:- e o~ o d e q u e se 1e e o 11 ti 1·; e~- 1: P l tu u i, J th~ ¡_ \l ,o ~.!'t.il i o se i 11 se ri b i .·)
en li) re:.t! <iUd1ene a do ciidw 1•1u:·t<1d y siguió In prúdkn ndt~1..'ua­
,1ri. peri) ~in e· .i11_• 1uirln. pue.-=- p:·1-'ii1·1ó 1iedt·~;11>c ni 1nng·1~te1 io; re-
!!re~·~, ni ef1~do <::) Cóni1..·l 11, '-~Il ('UYn u11i\·e¡ ~idud dietó uun ~ úte-
1

;_"íru ;!t:: filO~OfJH. de 17'.J~J il {:)~{, tt:.IJieu.JO <l:~elpUhS bVCntnjadOS,


1 1ue n;:i:-- l:n-.J,:.. fie . . r~ollnrod t·11 .~: :..:1·n11 i110vimie11to 1·e,·o:u(_•1011nrio,
.t.I dt,•·t...-.,~- (~Cl:\lEZ re1_·1l11ó in <ll'•lenn·_·i,!111 ~:l1~C1'i.iotul de mHL.o:-::
.Jt-1 Jl1no. •_•:JJ~po 1le <.útdol1h. Al1~·-·I ~Ji11·inn0 ~1.-.~·~C!-'O.
F1~1 1 nl l';_.¡,.l~Júslir~O d!~ io d10:· 1 ··:-~i:-; de i :..)rdol.1:1, (lll i7~1; eauóni-
!..!'O wn~i=--trni r~11 1:-:-u:~~ <.~ura de f\i()1·011. en lc1 ¡1 fJVlllt~ia de bueno:-::
A 1re~. en 1~u j--f u ó t :·11 n bi En '~u rn y vil·¡u·i o fnr;ú1 eo de CnneJo-
ll e~. en la Hn11dn ürientnl del Uru!.rna,, de l'-11·~-' ú lt-il.l.
H·a1lúl1nse ul f1·ente de aqul•I c·unúo cit eslnJJ¡11· (-·! m0Yi1uiento
r E' "o¡ u l~ i o1H Ti o e 1 ~;) d e rn u ~ u d e 1~ 11 1, n 1 q u e ~e n rl ll i r i ó e o n e n tu -
::in~rno .
.A~ i ~ t i ó
;'' J a h n ta J 1n d e 1n s P ic, ¡,.u .;; , 0 n q u e ~ e p s r l<) <?. J 11 ta 1 d e. -
11 ueó o, q u~ m ereei <'1 ~er rnen··io 11n do mu y h or1 ro~ n rn e rll•~ e 11 el
pa r te q u e ~ 8 d i ú el e 1a v i 1·to1· i a .
Miernbro de la nsamblea ger1erAI eor.sliluyc11LP, rcuriidn er!
Buenos Aires en L81~, fuó un0 de sus pre~ídi:.111.es. Prirnel'
L'011sejero de c~tfHlo en 1l3l4, se le dP~ig-nü en cln~e de agen;e
de negocios en eom11nñia ctel dor-t.or Vicentt: Ann:-:t.nsio de Eehe-
·.,:arria eerea del gobierno de Mout.evideo. pnrn trntm· .;.;obre u:1
llrmisti<•io, y pn~ó al ~ampo del e]óreito pHLriota ú euu~plir olru:-;
eomis1one8.
De regreso ti Buen 8 Aire~, fué en 1815j unn de los victimns
ill' In re vol U(·ión que disolvió la n &n 111 b!ea ~-en era 1 co11:-;U tuyente
y clerroeó el directorio, viéndose forzttdo ú ernigl'Br, ú pesar
que 110 re~ultnba contra él earµo alguno.
Hepueslo por el nuevo D1reetor ~uprerno del estado, general
Junn Mar tin de Pueyrredon, en 1816, en el en ple0 rle eanónigo
de mer1·ed de ia raledral de Bueno~ Aires, que. en 181 ~, ~e le
conf1riera-;·1 fines de 1818 ~e le nowbr<·1 en\'iudo extraordiuur o
cerca de las eortes de Lóndres y de l'aris, e u .-~uyo de~empefi0
permanee.ó hastti 18~1.

ISTÓRICO
CION L
usooi
- ·>13
._) -

Miernbru en 1822 de la junta de representante~ de la. provin~


cia de Buenos Aires: fué nombrado ú medi6dos de J8~3, eomi-
sario de la corte de Río de Janeiro, para reclmnar la devolueiún
de la provincia de Montevideo.
IncorporHdo nuevam~nte á la junta de representnnte::; de !d
provincia de Buenos Aires en 1825, se le eligió dipuwdo por h
misma provincia al cor1greso genernl con~·.ituyento. ú euyns de-
liberaciones se asoi~ió husta 1:-;n, en que se di~olvió por la cni-
da del µresidente Hivadavia.
El doctor GoMEl fuó aclemús, en 1811, catedrático interino de
teología en el eolegio de San Uarlos de Uuenos Aires: en 181:~
ie le nombró prov!:SOr y gobernador del obispado, siendo ree-
lejido en el mismo cargo, en 17:21, y canónigo tesorero de Ja ea-·
tedrRI.
En 1826. se le en<~orne~dó Ja d:re.~cíón de_ la .,e11~eihinza pübli·
ca, suced1eudo al pre:Sb1te1·0 doctor Antomo ~aenz, en el rec-
torado de lfl universidad, ele- de 1~25 ó 1830.
Falleció e11 la ciudHd de Buenos Air·es el 20 de setiembre:
de 1t'~~9.

FR.~Y C.-\ YET.ANO JOSÉ HOUHIGUEZ

Nació en li6l, en San Pedro. pueblo en ia provincia de


Buenos Aires.
Iniciado en la carrern sn1~erdotal en 17i7, vistió e1 húbito de
la Orden franeiscann, en el eo11vento de Buenos AiresJ en cuyfl
escuelo cursó estudio.~-. adeeuado:; tia~ta trBsiadarse 6. Córdob:l ;·1
fin de reeibi r In sag'J'ndtl ordenHeión '-ie manos del ob1~po J O:S•-2
Antomo de Sau .-\1uerto .
.Muy jóven se dedicó al mngisterio, dictnndo c.Hedr<l~ de füo-
sofía y d;~ teología en lo famosa universidad de Córdl>ba, de~de
1781 a 1i9:). Posteriot·mente pasó al convento de San r'ran ~
cisco en Buenos Aires, donde ademús de esas asignaturas en-
sefió hermeneútica y fbica.
Deseoso de ilustrar ú IR juv2·1lud, esto es <(formar hombres
-corno deeia-para que fuesen útiles á la patria.» no omitió es-
fuerzo alguno par:1 ello: tuvo discipulo3 aventaja dos, que mós
taru.e han figurado brillantemente fm el gran movimiento re-
volucionario d¿ nuestra emancipación política, siendo uno de
aquellos el eminente patricío dodor Mariano Moreno al cual
demostró un npreeio y afecto espeehtl franqueándole las puer-
tas de la biblioteca del convento y poniéndole en contacto CO!l
personas d2 su tirnistnd, que le sirvieron para cJrnpletar ~us es-
tudio:-; en Ch uquisaca.
Sacerdote au::;tero, desempeñJ con celo encomiable por ei
espacio de Vdinte años, el cargo de director e8piritual de las
monjas Catalinas y Clarisas: durante ún lustro desempeñó tun-
bien igual cargo f'n la Casfl de b~jercicios.
El P. Hodriguez fué orador y poeta.
Precursor de la revolución de 1a independ ene ia, las primeras
canciones patrias que se cantaron µor coros infantiles al pié
de la pirl:1mide ú Mayo, fueron escritas por él.
En 18JO obtuvo el nombramiento de primer director de la
BibJioteca Naciona', que á iniciativa y bajo el protectorado del

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ISTÓRICO
CION L
- 31.J ---

s.ecretario de la .Junta gubernativa, doctor MariRno Moreno, se


fundó n la sazon en Buenos Aires.
Fué tamhien, por entow~es, que su comu'.1idad le elijiera Pro-
Yincial cte San Franciseo.
Mezclado en la p0litica, fue miembro de Ja asamblea electo-
ral, en 1812 Y 1813, de la asnrnblea general constiluvente. En
j;-3]f) representó á la provinci;l de su nacimiento en el
congreso
reunido en la ciudad de San Miguel de Tucumnn y que, el 9
de julio de ese año, declaró solemnemente In independencia
nac1onnl argentina. Signó ú nombre de lti mismn provincia el
n<?ta que é(labró.
A su pluma patriótica y galnna se encomendó la redacción
1.:c las aetRs de !ns sesione:-5 de nr¡uel la eorporación, ú cuyas
trascendentales deliheracior~e.-::; se nsociara iuspirad·) en el más
sant:1 nmor por In cau~n de Ja líl>ertad.
A lejndo fr. CAYETANO del escennrío politieo, hnnenllrndo amar-
.~amente Jns turhulencins anárquicas que, en 1820, sumieron en
Pl desquicio á In República, regresó n l ro11Yet1to en l3uenos
Aires, pnrn entregarse no solamente ú tarens religiosas sino
nún ú 1; ternrin-;.
La reforrnn del clero sancio~1ada el 21 de diciembre de 1822,
:rngustíó sobremanera su alrnn.
Falleció el 18 de enero de 1823 .

.FRAY JOSÉ IGNACIO GRELA

Orndor sngrndo ~· popular. Perteneeió ú Ja Orden de religio·


:;;.o~domini,~os, de In 'lue fué regente en el conYento de Bue-
:10s A i 1·es.
Urndo el P. maestro GRELA ó Domingo Frenrh y ti Antonio
Luis Beruti por amistad y comunidad de ídem;, figuró en el gru·
po ngitador de patJ iotas eon que aquéllos dÍl'ijiercn el Yerda-
dcro movimiento insurrecciona!, que derrocó del poder ni vi-
rrey Bnltarnr H=clalgo de Ci~meros, por cuya depoE-1eión votnra
decididamente en la asamblea general, celebrada en el cabildo
e 1 22 de nrn y o c1 e t 810 .
Fu é rn i e m 'b ro de Ja L óg í a «Lo u la ro)) fu n d 9 da por e1 gen era 1
San l\lartin para llevar á cabo trabnjos secretos de carúcter
político. re!aeionados con la causa de Ja emancipación ameri-
c·ana.
Adicto a] genernl Juan Hflmon Balr.arce, tomó .rarte en la re-
Yolución del 6 de marzo de 1~2n, centra el gobernador Manuel
Sar¡aten, que eleYó á aquél al mando &upremo de la provincia.
Militó en las filas del partido federal y fué diputado á la le-
gis.latura en 1827 y 1828.
ne~empcñó de 1829 á 1833 el cargo de director de la Biblio-
t era P ü Ll i (~ 8 .
FRlleció el 4 de abril de 1834.

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-· 315 -

D1~. SANTIAGO F1GUEREDO

Estudió teo1ogía en el rea 1 colegio de San Cario.; de Buenos


Aires, de 1799 á 1800. Graduóse doctor en derecho civil en la
universidad de Córdoba en 1815.
Nombrado capelJán castrense en 1812, cedió su sueldo á fa-
vor del tesoro público.
Recolectó fondos para el ejército patriota.
~\tiembro de la asamblea general constituyente de 1813.
En '1828 fué promovido á Ja cuarta dignidad del senado ecle-
siástico de que era miembro.
Rector de la universidad de Buenos Aires, en 1830 y comisio-
nado para dirij1r la fldministración de Ja imprenta del Estado.
Diputado á la legislatura de la provincia de Buenos Aires en
1830 y 1831.
FaJleció el 22 de febrero de 1832. Era oriundo de la Banda
Oriental del Uruguay.

Da. RAMÓN OLAVAHHIETA

Nació á fines del siglo XVIII. Hizo sus estudios graduándo-


se de doctor en teología en 1804, en la universidad de San Car-
los de Córdoba.
La revolución de Ja independencia, ú Ja que se adhiriern de-
cididtunente. Je sorprendió estando al frente del curato del Es-
pinillo. en la Banda Oriental del Uruguay. Con tal motivo, eJ
21 de dieiembre de 1810 se le nombró cupe1Jnn del regimiento
de Pardos y Morenos que mtirchó á Salto Chico, Rio Negro y
ai sitio de Montevideo, prestó importantes servicios, ya exhor-
tando A los soldados á no desmayar en el cumplimiento deJ de-
ber para con Ja patria. ya asístiendo á los heridos, ó suministran-
do Jos auxilios espirituales á los moribundos.
Los soldados le llamaban el padre patriota.
El doctor OLAVARRIETA fué catedrátiC'O de ftlosofia en 1811.
en el seminario conciliar de Buenos Aires: cura del partido de
Lobos de 1814 á 1830; diputado por Buenos Aires, en 1831. á Ja
Comisión representativa de los gobiernos litorales reunidtt en
Sunta Fé; cura de Ja parroquia de la Merced en Buenos Aires,
de 1831 á 1835: miembro de la junta encargada de entender en
los asuntos pendientes sobre patronato.
Por decreto de fecha 15 de abril de 1835, se le separó del
cm"ato de la Merced, por cusas políticas.

DR. BARTOLOMÉ D. MUNOZ

Cursó filosofía en el famoso cole~do de San Carlos de Buenos


Aires, de 1777 á 1779, bajo Je dirección del doctor Carlos García
Posse.
Fué afecto al estudio de las ciencias naturales.
Poseyó une biblioteca de obras literarias y de botánica de
autores selectos.

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ISTÓRICO
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Ejen~i,,_", el curato de San Snlvador en el Espinillo, en 1A Ua11-
da Ol'ientol del Uruguay.
Capellan, 0n J8D, del reg·imiento 1; que se lrnlló en el si-
tio de l\lontevideo, levantó un p~ano de I~ posesión del ejérci-
to putriéltA. por cuyo trabajo mere(~i1\ fcliciln<"ioncs del gooierno.
Hecoietó fondo::: para el !:ost.enirnic11to de dicho ejéreito.
En ng0sto de aquel mismo n1lo fuó nombrn<.lo vienrio gene-
ral riel ejército auxiliar del Alto Pcrü.
Donó f\ In Biblioteca pübli~n de Buenos A i1·e~.; (( vnrins nj lrnjas
de literatura ··~ historio n:-1turai»; los planos i(~ot1ogrúfieos de
:\1adf'id, Buenos Aire~, Córdobi.l. Tucmnán, Jlont.evideo 1~011 su
perspectiYn; el plano generai de los r!os ele In Pinta, Pnranú y
Uruguny eon ses ~ontluenciHs y (•om1n·~n, delineado en 1:':11; otro
de la line~1 que silinln ú :\·lontcYid8'.-)., en 1814; ln portentosn vis-·
tn del Snlto de lguoz1'1, y otros planos y grnvados inte1·esn11tc:S-
un rctr~üo del pontítlcc Pio Vf, de 1luerpo entero; vnrios ot,jetos
de 11istorin naturnl é instrumentos pnrn formnr un g<lbinete.
Capellnn mnyor vicario subdelegado del ejórcílo, en 1-.:11.
Canónigo de la cated"al de Buenos A!re~~ ~n 18d:~,
Publicó el Df'.~enr¡ruto, de l 8lf) ú 1817; el <d)irt rl1! Blf f?.JW.~ :\i·
1·e.~, en 1811;; el «Alm.awu¡rw Pútrio», dt 1820 ú 1~2'.).
Compiló el tomo iv. de las ieye~ y decret•).., de 1820 á t~:;3.
El 2~ de mnrzo, de 18~K. :-;e le promovió <1 cnné>nigo subdiáco-
110 al medio racionero reformado.
Careeemo~ de d:H.os que preci~en el lugar en que 1rneif) e~te
::::.acerdote que pre::.,tó im11ortnnte~ ~en~ic•io.; a la cau~a de 1~1 e1uan-
t•i p:wi• ··n n 11h~ri1~n :in.
F n 11 e,_. i 1) t? n ~ 1o n te v í ,1<~o , r. 1 :! ~ ri e 1n n y •) d e 1S:31 •

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ISTÓRICO
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APÉNDICE

Al E,1'mo. sc1Tor don Juan Ma1'tin rle P7tey1·1·rdon, Directo!' 8U-


premo de las ¡woci·lcia .., del Rio de la Plata, etc.

Señor .

La re~petnLle per~onH de V. E. honró con su presencia mi


adjunto discurso, dirigido á promover la concordia pública que
las pasiones a1teraron; y este favor ha sido realzndo con el ofi ..
cio de V. E. Rprobatorio de mi ministerio en nquella ocasión
distinguido.
Si algün mérito puede tener en si este trabajo, es el de ha-
ber sido ejecutado bajo los deseos del venerable Clero, mani-·
festndo ..; por su digno jflfe el Señor Proviso1·, y uniformados á
Ja magnún1rna disposi~ión con que V. E. habin templado los
espíritus con su admirable Pj~mplo.
Lo revolución había vi.,to muchos días de inquietud y de es-
panto; pero V. E , víctima noble d~ la persecución en algún
tiempo desgraciado, e~taba reservado para levantar el estan-
darte de In Paz, ocaso cuando }03 detractores (que nunca fal-
tan al mér·ito y virtud distinguidos) esperaban ver partir el rayo
que les debía inmolar á la veng1rnza del mismo lugnr, de doP.-
de se promulgó el olvido de las injurias.
Este ejemplo digno sin duda de esos tiempos heroi1~os que Ja
historiu n~ ceso de presentar por modelo ú las edades sucesi-
vas, coracterizará la épol•a del gobierno de Y. E.; y cuando el
astro lumrnoso de sus virtudes se perdiese con el transcurso de
Jos suce6os, la posleridad recor·dará con gratitud el haLer exor-
tado prácticamente á In concordia.
Dígnese V. E. permitirme que le presente este pequeño ob-
sequio, fruto de mi débil esfuerzo en calidad de sacerdote del
Est8do y de ciudadano. Si él no iguala á la elevación de la per-
sona á que va dedicado, Al menos pienso que será u na señal

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:318 -

el e gr n t it u -1 , t A n et e r n q e o m ·) la ~o r: el u ·~ t n g -; irn ros a de V. E •
en asunto de tnnto interó~ para la P atrin.
Tengo el honor de firmarme de V. E. su m:1s humilde atento
CApellan Q. B. L. 1\L de V. E.
Buenos Aire::;, noviembre 22 de 1811.i.
ÜR. JULI..\~ NAYARH.O.

Un gobierno que ve afirmada Ja j usticin de ".;US sen ti mientas


en In elocuente persunción de los ministr0s ele Uios, puede
~011t<w trn11<iuil:> con el buen 6xito de sus empresas. Los míüs
de:;de qu3 fui el depositario de la conflnnza púlilica. se han ds-
to decid \dn rnen te empeñados en resta hlt~cer aquella armoniosa
eoncordin que en afio;; anteriores ú nuestras turbaciones polít1-
ens hacínn ú nuestro suelo Ja morada feliz de la pnz y ejemplo
de la mús cordhl fraternidad. Cunndo lle Yisto á V. en el día
de ayer 1!1 la presencio de este gran puebto unir con tanta sa-
biduría 103 intereses del Altísimo con Jos de Ja anrnda patria,
exhortando ú nuestro~ ciudadanos á que det~sten y nrrojen de
su seno la hidra mortal de la discorde, me he llenado de Ja
d u lee sa tisfncción que ma llifie ..,to ú V., tributándole 1ns más
cxpre~i\·n::: grncias por la consonan<~ia de 8U3 Afectos con los
que me honro de alwigar en mi pecho para mejor desempeño
de mis deb.~1·e .. -; y de 1a pública felieidad.
Dios guorde á V. muchos años.
Buenos Aires, noviembre de 1816.
JUA~ MARTIN D~ l'UEYRREDO~.

Exmo. Sr. D. J((a,n 1~:Iartin de Paeyrredon:


Exmo. señor:
El oticio de V. E. del 18 del corriente me honra hasta un ex-
tremo, que no es fúcil acerlar á expli~arlo; y la aprobación que
contiene del empleo de mis pocos talentos en el asunto impor-
tante del día 17, es uno de los mejores premio~ ú que puede
a5pirar la ambición ele un orador públi~o. Antes de recibirlo
había pensado unir· ú mi trabajo el ilustre nombre de V. E.,
y ahora lo verifico por prueba de mi profunda gratitud, espe-
rando que esta libertad sea también del supremo agorado de
V. E.
Dios guarde ú V. E. muchos años. Buenos Aires, 21 de no·
viembre de 1816.
JULIÁ~ NAVARRO.

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EJ exmo. señor Director ha recibido con fecha de 22 del co-
rriente lá carta dedicatoria del discurso sobre la concordia, que
el día t 7 del mismo, pronunció V. en la Santa Iglesia Catedral
y me ha ordenado contestarle, como lo verificu, que así la na-
turaleza del obsequio como la buena voluntad del que lo dirige,
le obligan ó aceptarlo con aprecio y reconocimiento, y que es-
perando que sus edificant2s exhortacione::; producirún en el áni-
mo del público los senti:nientos que inspiran, ha dispuesto su
impresión.
Dios guarde á V. muchos a11os. Buenos Aires, noviembre 26
de '1816.
VJCE~TE LÓPEZ.
Sr. Dr. D. Juliún Navarro.

VIVA LA PATRIA

Santiago, agosto J~ de 1821.

Señor Francisco -4. ntonio de Escalada.

Mi venerado padre:
Ayer hemos tenido el inexplicable gozo de recibir la plausi-
ble noticia de la toma de Lima. Cayó al fin ese gran coloso al
esfuerzo, Vdlor y constancia de los libertadores de la Patria.
El generul La Serna salió con todo su ejército hacia Ja Sierra
con el objeto de atacar á Arene.les; único recurso que le que-
daba en su de5esperaci6n: querló abandonada la ci•1dad y entró
en ella el general San liartin, el diez de julio. . sin la menor oposi-
ción; antes más bien entre las aclamaciones del pueblo. El 15 se
celebró cabildo abierto, jurándose en él la independencia, á la que
&ubscribieron gozosos todos ciudadanos. Arenales oficia á Snn
Mart1n que noticioso del movimiento que hacia él hácía el gene_
ral Laserua, había tomado medidas tan activas que precisamente
sería sarriftrado por el patriotismo de to ios los pueblos de la
comarco, y por su mismo ejército. La barbaridad de !os e~pa.

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3.20 -

ñoles se hace más visible en medio de s11 humillación. Srgún la


Gazeta de Lima del 21 de julio sabe que el enemigo en su retirada
1ba fusilando y degollando á todo el que no quisie5e seguirle; esto
}o comprobaban la posición de cadáveres que encontrab3 la divi-
sión del ejército Jiüertad8r que ib~1 en su perseguimiento. Aún
permanecen ochocientos hombres en el Callao que solo tenían
. . ::ívere.s ¡:,ara seis días; y por consiguiente se verún en la pre-
cisión de rendir su su serviz ó los héroes de Chacabuco .'! Mai-
¡1ú.. Felicito {1 Vd., á mis queridos hermanos y nmigos por tan
plausible noticia. Contemplo IR alegria de ese hermoso y he-
roico pueblo como que él 8Ólo es la currn de la libertad, y por
consiguiente él solo cap"lZ de discernir sus dulces y encantAdO·
res efeC'tos. Aquí hahrá misa de gracia el día 20, difl en que
se cumple un año del embnrque del ejér~ito, y cumpleaños del
Director. Predica el hijo de Buenos Aires, el desempeño de
Chile, el canónigo l\avarro. Yo le estoy actualmente escribien-
do y creo tener el gusto de dictar la orth.~ión gratularia por el
más completo triunfo de Ja patria.
I\epito á Vd. mis felicitaciones dúndole lo~ mús respetuosos
plácemes y suplieúndole coneeda su bendición á su humilde
hijo
~1ARU. N0 Jos1:: DE ESCALADA.

Agosto 22
El oficial que debió de haber ido C)n el oficio del Director
que ese gobierno era Saavedra d) GobJrnador de Quil!ota; pe-
ro hflbiéndose exeusado, y queriendo O'Hig~ins qug fuese uno
de lluenos Aire5, envió los pliegos á M¿ndozi:i para que allí los
tomase un tal Unrcia que estaba en comisión y los condujese
hasta esa ciudad. Esto se hizo con tanta precipitación que
cuandn se supo ~a era tarde y me quedé en e:;ta escrita y sin-
tiendo que no hubiese sido de 1as primeras conductora<; de Jos
triunfos de Ja patria. Hoy h~mos sabido, que sale ~c.rreo ~á Jos
c-ineo meses) y tengo el gusto de Aumentar est9, diciendo ú Vd.
que hasta ahora no ha ocurrido otra alguna particularidad.
Antes de nyer se hizo la fun~ión de acc-ión de gracia con un
gran sermón que duró una hora trabnjRdo y estudiado en seis

0) Manuel San.vedrn, argentino, hijo de don Cornelio Sn.nvedrn, Presidente de


la junta gubernativa de 1810 y padre del general chileno del mismo nombre.

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---- :~21

dios Creo :igrndnda ú los sefíorcs chilenos porque les liizo un


gran elogio (~~i11 o!vidur el mérito de los urgenlinO~J. El Direc·-
to1· que es muy su amigo le hizo IHs m ~yore"' dernostrn1~ioncs
de ogrndeeiinienlo. Yo creo qu8 Je valdrú ci prouto ascenso
ú Mnestre-Escuelu que le corresponde por e.=:.cnia y por justic·in.
pues por ~er de Buenos Aire~ lw ~ido ya poster'gnclo dos vcc·e~.
Lu fu111.~ión e.~luvo bnstnnte solemne y c~oneurrida; n."'.iblirno.-; en
cuerpo los doctore.;, de capelo, y después ni besa mano, que ~on­
cluyó eon ::>U3 urenga3. Todo::; estos din~ hnn sido muy lluvio-
sos por esto no ha habido fun ~iones pübliri,as, pues ni nün In ilu-
minación de la pi aza se l1a puesto; 110 ~6 si se posterga ria.
Ayer he tenido curta de lnoee11eio por In que sé está bueno.
No puede saber do este co1·reo, poi· e-;o n1 e;;cl'iin ú Vd. An-
tencwhe me dijo Campbcl 1 que iba á despaclwr un buque para
Lima y que iba eu ól L10<~eneio, que con c')te motivo podría
aprovechar yo esta propo1·ción, é inmediatamente irme ú pa:-;ear
y V<-lr aquella gran capital purlienJo es~í.llº de vuelta á los ctos
meses. Esta propuesta uo dejó de nlborotar!ne; pero temiendo
que su ndmisió~1 ú pe:;ar de serme útil me oeasioruwía nuevos
gastos, no me l'é~6ohi ú a cdp tu·! n. ~lu:; h nciénd 01 ne n u ey:_t s
re1lexio11e.,, y c0Ds1rle1·n11d·) que In j,in uadn me co~!.;11·:1. y quizú
sea lo 111i~·n10 In vuc!t . •, qu'°' nllí. 1_i~_;t:11·1_~ 1~Uill1do 111u1·l1.) un0 () tL-1~
meses, y '-{Ut~ e...;lt~ lic1111HJ lo lle de pn~n1· elHl lno··eo1.·io c11 1·uyn
cOllllHlJJ.ia muy 111)1~0 g:1.-;ta1·ó, ule!llli!31l~lo por ot1·a partí:~, ú que
este licrn;;n uo le11µ·.) 01.•,11p:1i~i1):1 (p;Je~ 21 e:;tudio del moral pue-
do llaeerlo auu e1i la 11n\'egadó11) y viendo las v2ntnjas que
puedo repo1·tnr, yi\ pnr,l m:-lyor in:·:.truc·~ión, ya tumhlén porque
el arzobispo puede LRI vez t.cu,~r exte11::;ión de fa1~ultndes y ordc-
unrmc m;·1~; prouLo y ng1·cgaudo h lodo t~sll) mi gúnio eurio~o y
poca edad, me lw res u e 1to ú e 11 o, si e '. n pi• ..3 rprn e 1 vi aj e sen
pronto y no me pei·ju•liqu<~ ;'1 mi:-; <'>t'denes y pronto regreso
il esa.
Yo e:-;pe1·0 r1u1J sea de ln up1·obfü·ió11 de Vd. que atendiendo
ú los motivos que me lwu obligJdo 110 t)lllill' ú 1unl mi re:-;o-
iución. Con e-;ta co11side1·a~~il)11 e:-; que voy ú veri1i .~urlo. Veré ú
<]()u Fausti110 Mnrre::-> y si hny 1woporción haró por donde pue-
da 1·e,~ordnrle I0:-5 500 pe'füS. Lograi·0 ú hue11 pi·ccio los ~igar'!'OS
que Vds. me e111~arg:1rou y quizú.-s alguna olrn pnrlieui nl'id:ld de
l ns rn u d ia .-; q u e lll e d i 1~e n se t r a tn j a r1 a 11í . Y o eF- pero q u e si 1o -
gro nllí la feli1~1claJ que en Cltile, ll') me pesarú c~t.0 Yinje. ni
Vd . ten d r ú se u ti mi e.n t ,1.
Se me olvidal>a decir ó. VJ. que el Arzobbpo de Lima se Lln
rle"lnr1Hlo patriotn. Ofü•ió ñ Snn l\1nrt.in di1•ió11dn!P que ól era

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\ 1
·'tll ~
uno de lo::; que má-3 de3eabnn su entrada ó. la eiudad~ y aún
ase.gura que fué el primero que tit·mó el acta del Cabi:do abier-
to. Dicen que pasa de 80 aifos pero que e..; muy sabio y virtuo.
so. Nuestro Obispo tumbién ha felicitado por o1ieio al Direc-
tor, parece que está muy bueno y que se imprimirá con su
rontesta<'ión. Con e.., te motivo se nsegurn que veudrll á la ciu -
dnJ y ponti.fi ~arú el 18 de septiembre, aniversario de la insta-
lación ele In Junta.
Deseo rw tengú Vd. la menor novedad y repite su.~ bendi~io­
nes á su h Jlll ilde hijo.

M.HHANO .Jo .q'.: nE EscA LA DA.

f
LIS O 1·.
ISTÓRICO _
CION L
ÍNDICE

- Discurso ¡n·onnnciado JlOl" el H. P. Fr. Jo~~~ Z.HlllH.ANA,


en Ja apertura de la Acadeniia de rnatemúticas de
Buenos Aire8, el 13 de septiembre de 1810 . l
- AlocGción ó arenga pntriótica que para la apertura de
Ja uueya Academia de diLu,to pronunció el 10 de
ago~to de 1814 el cíudadano Fr. Fn.A~c1sco DE P. CAs-
TAXEDA, individuo de la Sociedad filántropica de Bne-
ll os Aires ;~
-- Discurso que en la función celebrada por el señor pro-
visor y venera ble dero de esta santa iglesia catedral,
el 17 de noviembre de 1816, para rogar por la Con-
.ordia, con presencia del exmo. sefior Director Su-
premo y corporaciones del Estado, cUjo el capellán
del regimiento de artillería y catedrático de Yíspe-
rn.H de los estudios públiccs de esta capital, doctor
Ju L l A X NA V A lt IW. l ;3
-Oracióll fúnebre qne dijo el doctor don ,JuAN Ic~1ucw
DE GottRITI, canónigo de la santa iglesia eatedral de
Salta y teniente vicario general castrense del ejército
auxiliar, en In. iglesia de San :Francisco, de Tucumán,
el 11 de septiembre de 1816, con motivo de las exe-
quias del coronel graduad o don Diego González Bal-
carce, comandante del regimiento de Dragones del
Perú, natural de Buenos Air~s, que después de más
de (,"ineo años consecutivos de campaña en aquel ejér-
cito, fal!eció en los ;30 de edad, el 22 de agosto an-
terior :n
-Oración fúnebre del señor don Antonio González Bal-
carce, bri~aclier genera.! de los ejércitos de la patria
en Buenos y Chile. jefe del E. 1\1. G. del primero, regi-
dor de la ciudad de la Plata, legionario de la legión
de mérito de Chile, pronuuciada en la santa iglesia

usooi
ISTÓRICO
CION L
[[ lNUICI·'.

Gatedral de Córdoba_, el 1° de Beptit'J11 l>re de 181 ~), por


el P. Fr. P.\~T.\LE,'>\" h.AnCÍA, del (>nlen 'h~ ~- Fran-

·· Uración fúnebre cg1e en la:-:: t~X.\~qni:t;' dol d1>Gtor do11


.Jnan Neporn111.'.t:.'1lO :le ~ola. enra -11:~ la panoquia. dt•
.l\lon:-::errnt.. dijo el doctor don .7ui.rL· S1·:1~u~111) HE
.\.•:Fi·:ll 1 1_, i"~t1l':t n•dor má~'. an"Li:.!tH1 d(~l :-;agrario de esta
~mtt:l jgl·~:-:ia. ca.t.e1!nd. 1;.j

-- l·:lo:;i:) fiin,··hl'•_· del be11t:.~1111''1·!Ln ¡•.in:la.dn,11.-, d1m 1\fannel


Bt.il:..:T•l-nc1 , ílu·-:Lre n1i ~·mbr1) d:-• Ja Pri111ent jnntn, gn-
iH::•ri::lti\·~l .• ·.apí¡_.,l,¡:¡ ~~t~Il(·.•r¿ti de· pt'o\·ineia:-; ·'·en jefe de
!o:-: í-·.kn:~1,·;:~ ~1.usiliare~ d<.~l N<>rtc\ y Alto Perú, qnc
t1i,:··1 vi d,,\_'t')l' tlun .To;..;1:: \' .\1.1-::\"-TÍ'\ < ~11\ll·:z, di!;nidad
1k l"t~:-'or1. . ro do la. i:,.;le<..in, c.aie1lrai d(• t.~:-;La. cincLtd) go-
bcrna1lor ele est.a dióso.,i~, el dh :rn do jnlio 1le 1:-u i,
011 PI qne ~~e celebraron sn;.;; exeqnia~ .
·-Elogio fl'11whn.-\ dt•l b.-~ne111éritn eiu<.ladn.uo, iln;--;tre 111i0m-
h ro de L t. p r j 1ni:' r a .í 11 u t a '..!Tdy• 1•n ~d. i \ a de 1a~ p ro\' i JI e 1a~
.¡,:,_: .li1•> · l!·' la 1--'lat:t .°'· d1:=-:-.:¡ 11¡1:·~ general <:·11 .:t->fe du lo:...;
1 '.k'1·, · i in:..; :ll1s11 i :lre:-: df• J .:\ nrt-...: y ~ k 1 A It.r, Pt'n'1, do u
JÍ<l!1Ut~I i: .~·lgr.tllú,
1
p1."Jr fr«i.y l.'.\Yl•:T.\\o .To:·;r:: (~.011ní-
.. u i.: / -· - '-'~ :-: , '. r i L1-, en 18 ~ l . l l7
- ' Jracj,·,n fií111:•Í>re 1lel \f. lt. P. Fr. Co._ da1io .Jo:--;l'~ l~l) ·
1 li-í;.;11ez, lel Urden du H. F.r:rnei~,_~o. lP1:tor jubilado,
1

1.:•x-11royí11eia.l, c-\xaminador ~inodal de Jos obi:;:pados


1 le H1H-'1lu~ .. \.ire:.;; Cúrdoba Para;.;1ut~· y Con1:<-"Jh~-i1~>11
el•.· Chi 10 y di pu ta do del Sol Je r;:l,no Congre;-;o 1h~ Tn --
·~n 1nú11. t.:~11 18J1i, pronuncia.da. Pn la j_~lef-'ia de 1nen1)-
re.:-:> l)}):-:.ernmte:.; de Oúrilob:t, 1..d a11'.> l'.':S~:3, por el U.
t•. Fr. PA:\"f.ALL~o~ ti.uwi.\, de L.t llli;-;ma, Urden 177
- ' )r~teión .f:iuel>re pro11UJH.~iad<t 1..rn las exe(1nias '-lel ca.11ú11i-
:.; o p r 1~ lJ e 11da1.l o d o n .To sé l . e ú n :Plan eh ó n, el di a :W
de 111ayo de HU~\ por fray l1;~_\cto G1t1-;1 .. \. ln7
--- El1)~io fúnl_'bn--• del ~oherna.1101· y capit.<m generaí ch~ la
}'i'l)\·ineia. de Bueno~ Aires y 1_•111_~a.r'.~<t•lo de Ion nPgo-
l'.ÍOS de paz y gnerra de la. UeptíbJica, corouel l\Ia-

mwl Porn:•go. }1l'011lllH;ia.do ~l 2] de diciembre de

usooi
ISTÓRICO
CION L
ÍNDICE III

1829, en la iglesia Catedral de Buenos Aires, por el


doctor SAN'l'IA<W FHrnE1tgno. 219
-l~logio fúnebre que en honor del brigadier general y pri-
mer presidente de la. República Argentina, don Cor-
nelio de Saavednt, dijo el 13 de enero de 1830, en
la iglesia de NneRtra. Señor~ de las Mercedes el doc-
tor don Rü10~ ÜLAY.uttirnTA, cnra vicario del Partido
de Lobos. ~51
-Oración fúnebre en memoria. del Exmo. señor Don l\Ia-
nnel Dorrego, gobernn,dor y ca.pitan general de la
Pr0vincia de Buenos Aires, autorizado por todos los
<le la Unión pa.ra los negocios de paz y gnerra. La
dijo el cauónigo don BA.1!.'l'OLO:\lB l\1uÑo~, en la pano-
quia de ~a.n L1ernando de Bellavista al 4 de enero de
1830, y la dan á luz unos patriotas de la misma. pa-
rroquia. 273
-.Apnntes biográfieos por Pedro I. Caraffa. ~99
-Apéudice ~17

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