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Índice

PARTE 1. Sobre la serpiente y la supresión moral.


ACTO I.Menos fuertes que el "devenir"............................................. pág4
ACTO II.La vida contra la vida............................................................ pág 6
ACTO III.La moral siempre Impracticable ................................................pág8
PARTE 2. Rescatar el "cadáver" de la moralidad.
ACTO IV.Cóctel de adrenalina con cortisol.................................pág10
ACTO V.Analogías éticas en los albores infernales................................pág12
ACTO VI.La monstruosidad activa................................pág14
PARTE 3. Deconstruyendo el carácter impositivo de la vida.
ACTO VII Sobre la presente esclavitud de las especies.........................pág15
ACTO VIII.Depresión y ruptura social.....................................................pág17
PARTE FINAL. Colaboraciones con la futura aniquilación del úroboro.
ACTO IX Operación Ángeles ...........................................................................pág19
ACTO X.La renuncia a la propia humanidad................................pág20
ACTO XI.Acudir al señor S............................pág22
PARTE 1. Sobre la serpiente y la supresión moral.
Menos fuertes que el "devenir"
“Todas las cosas se deben entender a partir del fin del mundo”

Manlio Sgalambro
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En el último siglo que verá el remanente humano, nos propusimos una última comprobación ante una
existencia que nos rebasa, queríamos vernos a nosotros mismos sin tapujos en un desencadenamiento
hedónico y mortal, un ahogamiento final; sostenido lentamente en la escalera de un solo rumbo. Son
estas constantes arremetidas, que se vuelven visibles en algún punto del ocaso diario; todo es la vida
hacia a sí misma, expandiéndose y desapareciendo, proceso estúpido. Cargas frescas en los hombros
nunca son proporcionales a nuestras fuerzas o capacidad para sostenerlas, rara vez devolverlas. Nos
distraemos tanteando la totalidad que sobre nosotros se posaba, mientras los otros eran victimas a
veces discretas, de la brutalidad que en nuestro horizonte, no dejaba de escurrirse.

Algunos prefieren disolver sus enunciados con logomaquia o mezclarlos con juegos del lenguaje ,escupir
sobre la filosofía decente , empobrecerla con su pensamiento en aras de un capricho estético común;
introducir religión a la filosofía o tal vez, rescatarla para volver a convertirla en algo completamente
inútil . Otros tomaron el camino más animal pero efectivo y se casaron con una rutina social a todas
luces; doliente. Claro que nada iba a impedir que el peso de la realidad agotará esos recursos teóricos
sin chistar, mostrando la fragilidad de nuestra emocionalidad humana.

Repentinamente, un día nuestro velo se cayó; nuestros valores más elementales fueron puestos ha
prueba. Desafortunadamente, fueron hallados frágiles ante los desafíos que enfrentaban, debilitándose
en fuerza con la velocidad de cuando cae la noche sobre nosotros. No pudimos construir nada más
fuerte ante la carga que representaba el devenir ; sus caminos resultaron en exceso rigurosos y los vivos
no pudimos desapegarnos de su influjo. Aún con todo lo expuesto y con un constante dominio de
experiencias agobiantes y cadáveres apareciendo por todos lados , continuamos en la trayectoria del
dolor, descendiendo cada vez más profundo y anhelando una dignidad que no se puede alcanzar.
Siempre al tanto de la atrocidad ajena debido a que puede ser que a futuro se tenga un compromiso con
ella. Nunca deteniéndose en el planeta, en lo que se sabe y por lo tanto, de lo que es preciso hablar,
pero nunca con la mesura que se requiere.

La mayor parte de vivos no parece ser asediada por esas verdades implacables, a algunos nos resulta en
una insatisfacción casi patológica, un intento desesperado del cerebro para suprimir la estela de
negatividad. Luego, ya no somos solo un número enmascarado con un nombre, debemos responder a
las exigencias de la maquinaría represora del imperio sapiens.

Nunca se ha echado de menos el no tener que ponerse una mascara. Perfeccionamos el arte de
esconder nuestra frustración social cuando estamos ante ella o cuando aún podemos tolerarla, nos
contentamos con soñar los levantamientos no porque no encontremos a otros que no sigan en nuestra
rebelión, sino que aunque lo quisieran, no pueden vencer la docilidad que fue plantada en ellos, como
una semilla. Incapacidad de ayudarse e incapacidad de ser ayudado, necesidad de rebelión pero
incapacidad para acometerlo y es que los animales recién enjaulados solo lucharán u número
determinado de días hasta finalmente, sucumbir ante el horrendo resultado que los ataca. .

La afectación es palpable; las victimas hablan incluso cuando han desaparecido del lugar de su
ejecución. Morir de manera dolorosa es una experiencia rutinaria, apta para todo público ya que todo
público la experimenta, accesible para todas las clases sociales y garantizada al cien porciento para el
resto de las especies. Siempre se tiene que limpiar la sangre si se tiene la intención de ocultarla,
esconder los pasos. Algunos posarán sus acusaciones sobre la humanidad, la ruptura metabólica, el
diablo, las drogas, las religiones, los ricos, etc. Ciertamente la cantidad de flagelos azotando el planeta
solo a venido incrementando o seguro , siempre estuvo en las nubes. Sin embargo, el culpable sigue
acampando a sus anchas , permanece incognito con una impunidad y perversidad incuantificable. Es un
enemigo invisible , casi invencible, casi sin debilidades, posee ejércitos en todos los estratos de la
sociedad y decide en última instancia por ella. Alcanza los márgenes de la civilización y se derrama fuera,
casi toda religión se encuentra plegada a sus designios, tiene leyes, regula los derechos, nos inunda con
los delirios más estilizados y organiza nuestras guerras; el úroboro.

De ninguna manera se habla de este monstruo en un sentido literal, es más una representación para
explicar el predicamento. Este símbolo del nacimiento y la muerte, cumple el papel de continuador de la
penuria y la miseria, para los nacidos en el cuerpo; sufrir con él y definirse en base a él. No son los
otros lo que causan esa última definición de nuestra identidad, el sufrimiento es la marca indeleble de
una identidad; estando vacía o no. Yo soy el conjunto total de mis experiencias negativas y positivos,
pero la influencia de las últimas ante las primeras, me revela el entendimiento de que camino más sobre
una y otra. Motores orgánicos para toda actividad y eso es lo único que soy, actividad cuando estoy vivo,
ausencia de actividad cuando me he disuelto. eso es respirar, una dinámica de pesadilla, una obligación
pesada, nunca se pierde uno en la vida, todo es parte de ella, incluso si se afronta una condenación. Este
conjunto carcinógeno de cada relación metabólica, incrementa por medio de una retroalimentación
constante en el entorno, se extiende por todos los ecosistemas, expandido en un tiempo especifico,
pero nunca fuera de lo que puede ser, nada está sobrepasando sus limites, permanece ligado a unas
determinaciones que no pueden evadirse, si se pudieran, equivaldría a violar las leyes que nos dominan.

La replicación de las moléculas de ADN, el proceso en el que se mueven todo el resto de sub procesos y
donde nos movemos los seres vivos, no ha dejado de repetirse, misma actividad resultados similares,
durante millones de años sin miras a interrumpirse...hasta ahora. De estas conjunciones bio productivas,
surge esa suerte poder biológico que conduce a todos los condenados, aparece la potestad de hacer
algo. No hay que irse muy profundo, el presente siempre trae un resultado para el participante, es
inevitable cuando todo lo demás se interrelaciona como un esquema dantesco. Esto causa que no haya
secuela para el participante, que se salga de lo establecido para el proceso, con la curiosidad de que no
importa que tan desgastante sea el trayecto para los que corren la carrera. Entonces, para esta
serpiente cuyo cuerpo esta formado de condenados literalmente, no hay diferencia entre las vicisitudes
y las muertes, se ríe de la edad y los deseos , reniega de los merecimientos y no respeta ningún
concepto de la justicia o inocencia. Entiende la ceguera sobre la dirección de su propio rumbo, al fin y al
cabo, no hablamos de dioses ,sino de una enorme red de co-dependencias bio-productivas que no dejan
de concatenarse con su entorno y con ellas mismas.

Todo se está acabando en el momento en que no podemos resistirnos al movimiento que nos arrastra.
La tierra va a pagar el precio del experimento monstruoso, la atrocidad se finiquita a la hora buena,
siempre puntual para formar parte del plan. Todo este viaje cruento que las moléculas hacen durante un
exceso de millones de años, nos sigue posicionando frente a frente con el devenir. Solo que esta vez,
habrá una diferencia muy notable, por fin tenemos visibilidad de los cuerpos del delito, nuestros ojos
observan la culebra fijamente. entendemos de una vez y para siempre; lo que se gestaba en este
matadero de proporciones cósmicas y nos levantaremos una última vez. Todos exhaustos, sin esperanza,
sin ilusiones duraderas, heridos, avergonzados, minimizados. Siempre sucumbiendo al movimiento que
no para de llevarnos, pero aún así , con el delirio de vengar las vituperaciones del propio ego y triunfar
en la confrontación de valores. Impregnarnos de una sana Meta-justicia.

La vida contra la vida


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La desaparición de las nociones primarias sobre el funcionamiento del mundo y la repentina perdida de
habilidades tiene un prospecto que vale la pena considerar. Nuestra capacidad de asimilar la degradante
ilusión rutinaria, tiene una procedencia, no se encuentra oculta. Hablamos de la etapa de construcción
de valores, nuestra fase larval , la crianza o como me gusta llamarlo; el dominio primario de la cría.
Momento y etapa fatal donde se planta la semilla de una constante profanación de la dignidad presente
y futura. Las raíces del poder se asoman en los vientres y perturban la conciencia de los vivos. Estás
estructuras opresivas ya fueron previamente establecidas y aseguradas, no hay manera de no empezar
con el pie derecho. Se erigen los pasos de otro prospecto fracasado pero maquillado; ahí va la especie,
cuelgan las medallas para colgarse ellos en algún momento futuro, la inevitabilidad del destino diría
algún sabiondo. Más allá de eso, su importancia es patente, representa un molde muy estático que no
deja de apresurarse y se sumerge en constantes ciclos, una doble función en las tinieblas, incorpora
grandes dosis de experiencias supresoras(placenteras) por un lado y además, como debe ocultar algo
del mundo(ya que de eso depende la duración del delirio), engendra los mecanismos represivos que el
nuevo humano necesitará para luchar en la vida diaria. Se tocan las raíces de las futuras relaciones
sociales apenas con la punta de los dedos porque solo se enseñara a lidiar a la cría en un ambiente y
se genera un mecanismo protector de esa cosmovisión. Más allá y lo que nos compete es no dejarnos
llevar por la noción de que esa serie de comportamientos que debemos incorporar, porque no están
fundamentados más que en lotería cognitiva. Entonces no es raro que la decadencia se vuelva cultura,
ahí todos arrastramos un poco de ella hasta nuestra ansiada u odiada desaparición física. La indiferencia
entonces ya no se vuelve una forma para simplemente ignorar al otro en la calle, si no que se confunde
con nosotros, no sabemos hasta que punto la negatividad de nuestra experiencia sensorial, nos ha
construido mucho más que los valores parentales o la cultura en sí misma.

Los progenitores están forzados a producir las bases para una futura dominación, condición necesaria
para mantener la economía, una especie de primer peldaño. Se suele optar por presentar nuestros
medios cognitivos como un regalo a la antropodicea que no para de azotar la tierra, no se puede lanzar
al nuevo humano de frente con las realidades adversas de la vida ni desplazar el resultado inmoral de
haberlo producido. No se pueden aceptar esas verdades y por lo tanto, no se puede ni siquiera pensar
en inculcarlas. Así es ser un animal, no es extraño ser dejado de frente contra la propia vida, contra la
verdad. Se debe engañarlo, chantajearlo, beneficiarse de él cuando la inocencia inunda su conciencia y
aún más allá, intentar que genere una cantidad regular de falsos juicios que le permitan reprimirse a sí
mismo, entre más mejor. Toda está estrategia, para que de alguna manera, soportar la constante
arremetida de un progresivo recrudecimiento de la calidad más general, y estamos hablando en
términos infra-existenciales, muchas veces por propia mano de los progenitores o con una complicidad
apabullante. Se tiene la pésima actitud de creer que todos pueden enfrentar la destrucción de sus
ilusiones o incluso que tienen capacidad de mantenerlas en primer lugar; como si fuera algo habitual
que no va a mover ni un pelo de su constitución, olvidando la obvia similitud con las enfermedades,
los traumas y las experiencias cercanas a la muerte. Siempre estás cosas que suelen cambiar las
concepciones de las personas, pero nos estamos quedando sin medios para que el proceso deje de ser
doloroso. Todos nacerán y morirán soldados...muchos incluso, sin haber tomado nunca un arma ni estar
cerca de una.

Un cuerpo de valores que recogen nuestras experiencias sobre el mundo, vienen de muchos lugares y
con una calidad sumamente variable y a todas luces, cuestionable. La gente que apenas piensa, asume
que los que almacenan una cantidad de culpa son las respuestas simplonas, acusar al gobierno, el
sistema o la sociedad parecerían los primeros en la lista , pero no es el caso. El otro podría llegar a
aniquilar nuestras agendas si nos interponemos entre él y el objeto de su deseo, la simpleza de su
anhelo sin que importe la destrucción que genera, implica que se encuentra en un estado
"sonámbulo". Claro que nunca faltarán las justificaciones en nombre de un supuesto colectivo ,
denotando sin querer; pero nunca un sentido mínimo de responsabilidad sobre su cría o su propia
constitución. Esto se convierte en un intento de rescate de concepciones poco útiles. Es que sus
valores no pueden ser cuestionados, por el acto execrable de eyacular dentro de una vagina para
concebir un nuevo esclavo, es imperativo gastado de nuestra especie, una extensión de nuestro fracaso
más inminente. Muchos de ellos , quieren combatir la maldad pero se callan ante este acto malvado o
peor aún, lo exhiben como una reliquia; lo alaban sin reproches. Solapadamente, ocultan las horrendas
consecuencias de un acto que siempre se creyó respetable y sacrosanto.

Por eso hay que entender a la totalidad de nuestra especie no como un sistema aislado, no es una parte
más de otra totalidad, funciona como cuerpo; cumple funciones. Una serie de engranajes ubicados en el
lugar apropiado gracias a su vasta extensión en el río del tiempo. Eso nos presenta, la diferencia de que
en la funcionalidad que emana del cuerpo del monstruo, se habla de algo figurativo, algo puramente
conceptual, somos su corporalidad y a la vez lidiamos con la nuestra. Así que si examinamos en el
entorno en que se nos ha puesto, se entiende que el universo nos tiene cumpliendo un rol en una
corporalidad, básicamente en una trampa, con ganadores aparentes que terminan siendo
desenmascarados como otros perdedores, no hay invitación para la ceremonia de premiación que no
haya sido un engaño. Preferimos seguir convirtiéndonos en cosas que pueden tenderse sobre lo que sea
, practicantes de la monstruosidad que no hemos querido combatir; sin que le pese a la mayoría ,
dejando que a los que si les pesa, caer constantemente en su regazo sin poder despegarse de él, ante
una impotencia que aplasta nuestra voluntad y nuestra fuerza.

Somos una parte de la serpiente moviéndose en lo único que hemos conocido con seguridad desde el
primer momento, el ciclo vital, estar de repente y no detenerse a la hora de decaer. Es lo que vemos en
todo y en todos. Desde los insectos, hasta las plantas y el universo microscópico. Todo a mí alrededor va
naciendo, experimenta algo y va muriendo. Los nuevos participantes, que forman la vasta extensión de
carne, piel escamosa o incluso, dientes afilados; reciben siempre una muy particular constitución que no
siempre se ve variada en el tiempo y reciben la ceguera por la necesidad que emana de su propia
condición adversa. Estructuran sus propios existencias siguiendo un patrón , como si fueran las
moléculas formando el tejido del cuerpo ,afectado por todos, aceptando cada aliento que proviene del
fiambre y tambaleándose en la cuerda floja. La mayoría no quieren moverse hacia una perspectiva más
certera de la existencia, menos ilusoria si se quiere. Pensarían que siempre pueden hacer algo para
liberarse de este posicionamiento macabro. Esto es cierto en alguna medida, ya que es posible aplastar
ciertas servidumbres mediante la práctica de la oposición ,en miras de una revolución desgastada o
cuando se combate por medios ideológicos. No hay manera de ponerse en la situación de esclavizador si
quién nos está esclavizando es nuestra propia vida, más bien la historia de los sapiens demuestra que
por sostenerla, convertimos este planeta en una carnicería gigante, entregada a la irracionalidad y la
falta más seria de dignidad, antes era solo un poquito menos horrendo.

La moral siempre impracticable


***
Toda discusión sobre moralidad en la actualidad, es una discusión sobre ausencias y especulaciones
encubiertas. Esto debido a que el punto de partida se erró cuando fue orquestado, avanzaron en sus
planteamientos más gastados y determinaron que la deontología andaba flaca por nuestra culpa. No se
puede saber a ciencia cierta en que momento los criterios degeneraron en artificios del pensamiento
más que en la sola práctica de actuar, se busca redirigir la conversación hacia las definiciones o
trivialidades del cuestionamiento y de esa forma, desplazar la funcionalidad del lenguaje. Solo queda
cobijarse entre esperanzadoras pero mediocres retribuciones a los sesgos, la masa humana que no
puede salir del promedio, va a refugiarse en su subjetividad moral cuando la exigencia general del
comportamiento, choqué debido a sus limites. Por otro lado parece que la mayor parte de teorías
morales son imposibles de practicar en la vida real y con el tiempo, esa condición empeora. No solo la
moral promedio puede hallarse tambaleante ante los desafíos sino que, puede constantemente ser
transgredida sin mucho esfuerzo. Esto porque ,mostrar a todas luces la debilidad de los firmamentos, sin
que eso exija un mejoramiento en miras de un futuro duelo, es aceptar la derrota moral sin chistar.
Nosotros pensamos en una manera de rescatar , al menos su cadáver, desenterrando sus restos por así
decirlo. Alguno podría cuestionar la validez de tal acción pero yo argumentaré, que todos tenemos un
interés en sacar ese mugriento esqueleto del ataúd en el que lo pusimos voluntariamente. Hay un hilo
rojo que nos une a esos restos, una conexión o relación de algún tipo, esto nos presenta una salida "ya
entendimos que no podemos cortarlo con los métodos de siempre".

Hay demasiada escoria inmoral que estuvo disfrazada solo porque las opiniones erróneas fueron
mayoritarias, la religión, la psicología, la familia; se han pegado a la suela del razonamiento moral como
lo haría un chicle en el zapato, proclamarán al unísono que su visión, es el más apropiada, la más divina
si se quiere. No nos permitirán dudar de sus acciones y querrán forzar algunos elogios y castigos en
nosotros, especialmente si el resto logra suprimir la influencia represora del estado para sus fines. Nos
llamarán necios por no otorgarles los cumplidos que creen que merecen. Pueden derramar sus
lágrimas y su sangre solo por estar sufriendo una condición de esclavitud y no hay opción, la practica del
vivir se erige vencedora por un rato largo y se manifiesta como castigadora en lo que reste. El cuerpo
de afirmaciones falsas, razonamientos mediocres y en cierta manera perversos, no esclarecen nuestros
caminos. Estamos envueltos en la creciente tendencia a elevar la estupidez en el podio social y nos dejo,
un entendimiento moral tan miserable, tan difamada que solo ha manifestado una sociedad de
monstruos. Ya no vale la pena perseguir nada en el fin del mundo cuando la moralidad ha sido
inhabilitada de manera tan rotunda. No es que no se hayan hecho méritos en que la actividad moral no
fuera inepta sino que, fue presa de la mano de quienes nunca pudieron otorgarle un lugar realista. Todo
bien amarrado a un espejismo atado en dirección a las conveniencias más repugnantes, siempre
degradándonos a costa de permanecer en un constante estado de indignidad, amigos de la
indefensión. Cuesta aceptar que dentro del matadero, se seguirán las reglas del matarife pero siempre
habrán mejores y peores condenados, yo debería darme cuenta de eso si estoy implicado.

Entonces algún sabio aparecerá y dirá que nuestra sociedad es mucho mejor que está y que aquella por
la falta de uno u otro. Algunos señalaran la significativa reducción de sus incomodidades más
apremiantes o el gusto que tienen por su condición horrorosa. Señalaran autores y se llenarán la boca
de logomaquias. Cerraran las bocas con gusto si eso representa un ataque directo a sus pobre concepto
del bien común, a sus mediocres concesiones y actividades insignificantes, a sus inevitables golpes de
inmoralidad, cobijados por la filosofía de basurero.

Cuando la primera reacción de la mayoría de humanos es despreciar lo que consideran repulsivo, no es


extraño que luego deseemos ir por el camino de aniquilar esas aversiones o al menos reducir su
influencia contra nosotros. No es que la araña que simplemente cambiaba de posición, buscando un
rincón para poner su telaraña de nuevo, representara un obstáculo u amenaza si es vislumbrada por el
sapiens de turno. Es que no hay consecuencias por matar a la araña y no las habría por matar al vecino ,
si no fuera por la existencia de un imperio de venganza que si desea someter la moral a su normativa.
Este es un moribundo sentido de justicia y lo que hace ,es producir un teatro dónde tenemos que
soportar las monstruosidades del otro y adherirnos a que el estado capitalista arregle lo que no puede
arreglar, si queremos cambiar eso, seremos inmediatamente un enemigo para ellos.

Desperdiciamos nuestras fuerzas en sostener un tejido social que nos destruye, con una promesa
borrosa de que alguien tal vez pueda vivir bien ,otro que no sea yo. Pero hay requisitos, siempre y
cuando yo me esfuerce, me sacrifique en su nombre pero sin razón. No vale la pena defender una causa
que no sea mía.

Un planeta condenado donde nuestra actividad nos absorbe y nos hunde, exige unos modos de
comportamiento que exceden nuestras posibilidades de asumirlos. Descendemos cada vez más
profundo en nuestro estado de supresión moral. Entonces, se habla de que el ciudadano no puede
matar a otro ni siquiera en legitima correlación de causas, porque matar esta reservado a las fuerzas
represoras, no vaya a ser que se aprenda como superarlos en violencia y se produzca su fin. Esto
ocasiona que al ciudadano se le deja a merced del resto de fuerzas violentas que no dudan en
abalanzarse sobre él.

No tenemos problema en aceptar el fracaso de la aventura humana en el campo de la moralidad. De


todos modos, nadie quiere rectificar nada , hay un cansancio ante el ser social que nos abruma y no para
de debilitarnos. Todo se vuelve una fantasía, no disponemos de un entorno donde conseguir elevar
nuestros valores, acercarlos a una meta-virtud. Lo que obtenemos de tal desenlace, nos deja
consagrados a la pudrición más desolada.

PARTE 2. Rescatar el "cadáver" de la moralidad.


Cóctel de adrenalina cortada con cortisol
El derecho a la vida podría ser una de las ridiculeces más grandes si hablamos de la permanente
estupidez que deja huella en la conciencia humana. Cómo todo lo que pertenece al espectro natalista,
no solo su sustentación es casi nula(ya que el raciocinio antes de reproducirse suele ser bastante raro) si
no que la manera en que asumen su práctica, devela que en cierta medida , muchos no saben lo que
producen realmente, sus genitales solo buscan, pero igual corren a poner sus abyecciones en un
pedestal protegido de la crítica despiadada, al menos hasta que llegamos nosotros.

El vacío de la propia vida siempre se presta para llenarse con algo, algunos en una ausencia total de
cualidades por encima del promedio , se conforman con la gastada práctica de un mismo asunto que ha
sido repetido hasta el cansancio por incalculables vidas y nunca ha estado lleno de "valor" desde el
principio ,que poco difieren las unas de las otras y cuyo desenlace, es exactamente el mismo. Esto es
una actitud perversa, porque establece que el pilar es solo la actividad cuasi mecánica de vivir y acepta
con todo el gusto, millones de vidas de mala calidad si ese es el precio a pagar(pero no lo pagan los que
producen la vida en cuestión). No tiene un interés real en que la gente viva bien pero tampoco quieren
detener este empeoramiento, no hay manera de que se renuncie a un futuro para el cuál cada vez hay
menos indicios, en resumidas cuentas; se conforma con la forma y se escupe el contenido. Se está de
cierta manera rebasados por el objeto de sus deseos y justificaciones.

La religión por su lado, la perfeccionista en los detalles más exactos sobre dominar la consciencia ajena.
Extiende su influencia por toda la institucionalidad , al sistema le he es propicio el contar con los
candados mentales del presente. Lo logra no por una habilidad innata para publicitarse y afianzar sus
tesis, sino que la tesis misma es engañosa y lo engañoso es siempre mucho más atrayente que una
verdad difícil de asumir, por muy maquillada que se presente. La verdad no es algo que solo repose
con calma en el regazo de quién se apropia de su contenido. No es algo que atraiga cuando cambia de
carácter, más bien; se vuelca contra los que la descubrieron, ganándose un lugar secundario por unas
razones muy puntuales y groseras.

En primer lugar, representa una posición incomoda porque tiende al aumento del mecanismo depresivo
y de ansiedad, algo inevitable, no sé puede esperar que las emociones queden intactas cuando nunca
son compactas. Pensemos que la situación se asemeja a haber estado encadenado a una celda a
oscuras, sin haber notado un péndulo giganta acercándose lentamente en dirección a su abdomen, por
supuesto que la ansiedad y la depresión aumentarán apenas se encienda la luz, en el momento que en
la información complete el trabajo de llevar los impulsos al cerebro, el cuerpo excretará un coctel de
adrenalina cortada con cortisol.

En segundo lugar, incrementa los deseos de escapar de esa verdad y uno de las formas más efectivas, es
mediante la mentira, el auto engaño. Cómo la autodestrucción podría acontecer en cierta medida,
debido a las constantes presiones mentales de la existencia, se vuelve casi un aliado del instinto de
conservación, es mejor vivir engañado que asumir la verdad y buscar el suicidio. Esto porque los deseos
de morir no son otra cosa que deseo de descansar. La ansiedad entonces como método de escape,
amplia el rango de acción para obligar al cuerpo, sin embargo; el instinto de conservación se interpone
entre sus intenciones Se busca un estado anterior que de verdad evoque la paz, una ausencia de
incomodidad que no se experimentó hasta cierto momento. De cierta manera no es demasiado
diferente de lo que se busca en la vida, nadie busca la mayor cantidad de inconvenientes en su camino.
Esto debido a que no son capaces de lidiar con lo que poseen en el presente y además, saben que ese
sufrimiento no sirve para nada, es innecesario sufrir sin razón , eso empeora la condición de sufrir
porque se sufre para nada.

Entonces se alaba el sufrir en la vida cuando la víctima está muy sujeta a ese castigo, evoca a cristo, a
los mártires y a las personalidades consideradas "heroicas". Tal vez porque las personas que siguen
pensando eso, persiguen como hacer que el sufrimiento que no está valiendo la pena ahora, pueda de
alguna manera , recobrar valor en el futuro. Lamentablemente el valor que encontramos es una
actividad continua en el presente, por lo tanto a veces podríamos considerar que la vida nos gusta, pero
habrán momentos en los que nos producirá aversión y no estamos bien preparados contra esos últimos.
Esto en mi criterio, es enfrentarse a lo fundamental de la actividad médica , quitar el dolor de las
personas por todo medio disponible.

Si lleváramos tal criterio al hospital por ejemplo, agonizar antes de morir sería un acto virtuoso en
muchos términos. Se implementarían medidas tortuosas desde la institucionalidad y cada quién tendría
que conformarse con la existencia horrenda que le toque. Después de todo , su vida ya es valiosa y
pulcra por sí sola. Si ese es el caso, significaría que no pierde valor si es corta, en todo el transcurso del
ciclo vital, se tuvo el mismo valor. Si ese es el caso y nos decidimos por comprar está lógica pro vida, no
podríamos estar en contra del asesinato , ya que no interfiere con el valor de la vida, solo lo hace corta.
Alargar la vida tampoco aumentaría o reduciría su valor porque no es el tiempo el dador de significación.
Mucha tortura antes o después no llega ni a sacudir al valor. ¿ Son acaso los médicos que aplican
eutanasia, enemigos del bien solo por acortar la vida?

Deberíamos cuestionar las razones de quiénes se oponen a la paz fuera de este mundo. No son ellos los
que están siendo forzados, no están inmersos en la falta moral, sino que les encanta, aprendieron a
conformarse con lo que les tocó por casualidad. No importa lo que les ataque, tienen la confianza ciega
en el futuro, aunque no sepan nada de él y se dispongan a ignorar la brutal incertidumbre que tarde o
temprano los devorará. Si se rinde pleitesía al ADN y todos sus mecanismos represivos, por supuesto
que no se va a conocer ningún sentido de urgencia , que importa si son millones de animales explotados
en mataderos y laboratorios, no hay ni un poco de interés en que el otro no sufra siempre que viva, si no
soy yo que más da. Da igual brincar de guerra en guerra, el genocidio es algo muy humano, historia pura
y dura.

Analogías éticas en los albores del infierno

Si estuviéramos en el infierno, quiero decir uno distinto a estar vivo, quizá apegado a la tradición Judeo-
cristiana occidental; se nos exigiría un comportamiento ante el hecho de existir ahí. Veremos que optar
por el bien en esas condiciones sería ponerse la soga al cuello, ya no se encuentra un jugando bajo las
reglas de siempre. ¿Optaríamos entonces por el mal mayor? No porque eso implicaría que ahora vemos
la relación moralidad inmoralidad como una escalera que va hacia abajo; hacia lo peor. Aunque tuviera
algo de sentido hablando de nuestra condición infernal, para nosotros, ese no es el caso. La moralidad
va en un sentido opuesto aunque se encuentra inhabilitada, hacia arriba para posteriormente
desplomarse, esa es la constante que han conocido los agentes y pacientes. No es sobre si hay que
defender a una especie por sobre otra , no es sobre utilidad , no es sobre deber ni valores, es sobre
corporalidad y cuando está es limitada por otra, la primera siempre está mejor definida que la
primera.

Se nos presenta entonces la necesidad de un modelo de comportamiento inmoral, pero en cuanto


hablas de algo así, debemos tomar en cuenta que la dirección de que poseen ambos extremos
(moralidad, inmoralidad) no modifica su rumbo original, aunque deje de fundamentarse en lo moral

Por lo tanto ; en una situación con opciones y consecuencias puramente inmorales para esas acciones.
Se debe elegir la opción más moral, esto aclarando que ni la acción o el resultado, pueden reemplazar
ese contenido final, no es que si matamos a un tipo para usar sus órganos y salvar a cinco tipos más,
nuestra acción inmoral se convierta en una moral, no es que la opción "correcta", aparece de repente.
La diferencia entre moralidad e inmoralidad ,no es una de esas tazas de café que cambian de color en
contacto con el líquido caliente, es más bien un diseño distinto, una taza diferente, lo malo y lo muy
malo. La elección menos inmoral entre un conjunto de decisiones inmorales de igual manera. ¿Cuál es la
consecuencia de tal forma extrema de ver el criterio ético?

Bueno primero, pensemos en la estructura existencial en la que habitamos, la cuál obviamente co-existe
con nuestra dimensión moral. Al analizarla de cerca, cualquiera podrá notar que está demasiada
cargada de contenido inmoral y es complicado argumentar por algún balance no detectado, tanto en
acciones como en resultados de esas acciones.

¿Es inmoral que un policía me arreste aunque tenga una causa probable? Sí, pero eso no significa que el
policía no deba de alguna manera arrestarlo, ¿Qué pasa si tiene la orden de un juez y yo resulto ser el
jefe de una esas mafias que decapita personas? Pues el policía va a elegir arrestarlo, la opción menos
inmoral después de la comparación.

Se me ha objetado que se complican estas cuestiones de un momento a otro. Especialmente, cuando no


hay verdadero tiempo para una reacción moral adecuada si el dilema se presenta repentinamente. Eso
no representa un problema realmente; si nos anticipamos a ese escenario con antelación, el remedio es
simplemente un criterio sólido. Encontrar en el mar de reglas , las que no se puedan vencer en la
discusión moral del momento. También hay que entender que podrían ser derrotadas y lo serán por
estructuras de valores mucho más refinadas , lo cuál representa una ayuda en el conocimiento de los
que están inmersos en el desastre de los valores, pero nunca van a manifestarse como soluciones.

Si observamos la naturaleza de la imposición, es decir, la aplicación de esta fuerza física y mental que
puede dirigirse hacia otra de sus mismas características, con la intención primaria de que modifique su
voluntad, entenderemos como no hay manera de rescatar esa reglamentación del pozo de lo que no se
debe hacer. Entonces, una violación no se puede moralizar al igual que hacer nacer a alguien. Cuando se
condena el abuso sexual , no suele importar las razones que haya dado el violador para justificar el acto,
se entiende que fue una imposición de su parte, un abuso de su voluntad.

Entonces cuando un niño va a ser arrollado por un camión que se quedo sin frenos, ¿uno no debería
salvar al niño por practicar la mejor moralidad y no la menor inmoralidad?.

Puesto que salvar a alguien sin su consentimiento no puede ser moral y morir es ser sacado de una
estructura cargada de imposición para habitar en la no imposición. Se podría considerar que no se
debería salvar a nadie, sin embargo; no olvidemos que no estamos seguros de que va a morir en ese
accidente, no sabemos que tan doloroso será ni las secuelas que tendrá. Podría terminar vivo y
desdichado con una calidad de vida sumamente reducida , dependiendo de maquinas en un país dónde
no lo dejan morir.
Salvarlo, trae consigo su propia serie de dilemas , no nos hemos preguntado si el niño quiere morir, hay
niños que se suicidan todo el tiempo; no hemos podido de hecho, consultar nada y cuando no se puede
consultar es mejor no hacer. Otro ejemplo próximo es mantener relaciones sexuales con una persona
inconsciente , en este caso , incluso si ha sido una pareja sexual previa, no podemos asumir su
consentimiento, de igual manera no podemos hacerlo si la persona no existe, aunque vaya a existir en el
futuro.

Volviendo al ejemplo del niño, hay una diferencia que puede inclinar la balanza, rescatarlo seria
reversible pero no hacerlo no lo sería. En este ejemplo la mejor opción es la que contenga la menor
cantidad de imposiciones , entonces lo salvaríamos. Una moral pro mortalista podría estar justificada en
ese escenario se estamos seguros que morirá. Si lo sabemos, nuestro rescate se convertirá en una
preservación de más cantidad de imposiciones. Existe una situación analoga cuando decidimos si hay
que abortar, es mejor imponerle la muerte al feto en el vientre que dejar que sea consumido por la
estructura impositiva y sabemos que una vez se sobrevive al nacimiento, es irreversible; ya no se puede
no haber nacido. Por lo tanto, rechazamos las nociones que dictaminan que una decisión inmoral puede
convertirse en moral dependiendo de la situación o el número de sujetos "salvados", sencillamente ese
calculo es insuficiente; la victima del acto inmoral sigue existiendo, la vulneración moral fue Ad Hoc.

Un pilar dicho hasta el hartazgo fue proteger al que necesita ser protegido, se intentó desde el
humanismo, empezó la charlatanería sobre "derechos"; el dilema ha permanecido desde entonces.
Nunca se quiere culpar a la propia especie, les parece muy extremo, pero entonces ¿no estamos siendo
condescendientes con la maldad? La existencia construida ante estructuras existenciales, en su
conformación, son impulsadas de la mano de la actividad humana,esta retroalimentación entre entorno
y sujeto, determinó no solo la propia conciencia de sus participantes , sino, toda la composición
estructural que rige nuestros destinos desde que empezamos a respirar en la tierra. Nos pasó en una
situación donde nuestros valores se generaron por una suerte de lotería. Por eso no tienen la
suficiente consistencia para no caer muertos ante las balas de los cuestionamientos morales. Desorden y
negación, nadie se atreve a afirmar moral porque todos saben que no pueden convertirse en un ejemplo
de ella.

El resultado esperable es una agridulce situación de sometimiento. No obstante, la inmoralidad que


surge de esa falta de moralidad, resulta ser la verdadera protectora de los valores considerados morales,
esto porque se espera que se manifieste como la mejor opción posible entre las malas opciones. Esto
claro esta, si hay algún grado de razonamiento ético en el desafiado y ya se ha descartado a la moralidad
como algo posible.

La monstruosidad activa
El mal contingente es todo mal que puede o no puede, acontecer sobre alguien por su condición de vivo
y se conforma finalmente como algo , contrario al bien. Este solo se manifiesta durante la vida de ciertos
organismos vivos y nunca mueren sin haber conocido algún aspecto de él. Como hablamos de una
calamidad o malestar dirigido contra algo, entendemos que el "afectado" puede ser desde un insecto
hasta grandes grupos de dinosaurios.

No hablamos de un mal general, sino de la experiencia de un posible mal que siempre tiene que
definirse ante alguno. Por eso , descartamos las evaluaciones simplonas que pretenden trivializar la
cuestión de la maldad, afirmando la multiplicidad de criterios en cuanto al placer y dolor se refiere. No
creemos que no se trata de examinar el mal, al contrario; entender que cada quién tiene un mal hecho a
su medida es ir más allá de lo aparente en este suceso demoniaco. Esto se entiende de manera simple
con la analogía del regalo, uno suele regalar en base a un mínimo de análisis sobre el receptor del
regalo. Los gustos, aficiones o necesidades son los atributos necesarios para evaluar un criterio que me
permita decidir sobre eso, cuando no se tienen esos detalles; se opta por la asesoría con conocidos o
con los dependientes de la tienda.

El mal no es uniforme en cuanto a experiencia, está hecho a la medida y cuando muchos son afectados
por un mismo mal, es debido a que se tiene la posibilidad de compartirlo. Esto significa, que al menos
respecto a la incomodidad, se tienen valores similares en alguna medida. Siempre hay un mal reservado
especialmente para cada uno y nadie se queda sin un mínimo de él. Se separarón demasiado las cosas y
nuestra intelectualidad institucional, nos ha fallado continuamente.

Siempre hemos sido seres íntegramente, naturales; pero algunos razonamientos, le han puesto muros
imaginarios a su propia especie. En algún momento, se necesitó esclarecer una diferenciación en el
plano de las funciones cognitivas, que es un resquicio de las viejas nociones de alma y cuerpo. No nos
volcamos como pensaría Nietzsche hacia un arraigo en la existencia después de comprobar la nulidad de
nuestros valores más apreciados. La actividad rampante, siempre acechando cuidadosamente para
facilitar la represión de esos pensamientos, intenta convertirlos en algo intrusivo, algo que enferma y
hace daño, pero solo es un concepción errónea. Por lo tanto, la revolución mental siempre se encuentra
en desventaja si quiere condiciones para realizarse. Los humanos tenemos un largo recorrido histórico
dónde nuestros comportamientos y cosmovisiones , solo desembocaron en intentar incorporar parte de
nuestra naturaleza, como objeto de estudio dentro de nuestras disciplinas.

El problema ocurrió cuando nos enteramos de que habíamos derramado nuestros delirios y cubrimos
nuestra ciencia con ellos. Preferimos creerle a lo Cualquier separación solo fue un delirio conceptual
más que una realidad, un mal razonamiento. Se pretende que el humano actúa contra la naturaleza al
crear las condiciones para su destrucción, se habla de como eso constituye una separación ,
fundamentada en alguna noción sobre el equilibrio ecosistémico. Cómo si su actividad de alguna manera
estuviera siendo ajena de si mismo y lo separara del resto de organismos vivos. Nada más alejado de la
verdad.

Todo organismo vivo, está dotado de actividad, es una monstruosidad naturalmente activa si se quiere,
con capacidad de dispersar energía mediante el gasto de la propia; el aniquilamiento es solo otra
manifestación de todas estas fuerzas vitales , presentando sus resultados más trágicos. El proceso
continua existiendo en las especies como estrategias y manifestaciones que se dan en el propio
movimiento de adentro hacia afuera.

La actividad no desea la muerte u tortura del otro de manera directa o prescriptiva, sino que "podría"
necesitar el cese de la actividad del otro, una superposición de valores que acuden a la resolución de
una contrariedad, se desea que el otro pueda convertirse en algo asimilable para el propio movimiento,
por eso en la medida en que el sufrimiento se interrelaciona con su razón de ser, también lo hace lo la
incapacidad de controlar algún aspecto de él o al menos, para no evitar que se desborde a su debido
tiempo.

La actividad que debe robustecerse en el león ,encuentra mejores oportunidades para alimentarse
de las actividades menos agraciadas. El paso de la postura de la actividad infligida a la postura del ser
asimilado. Nos deja una vieja dinámica que resultará no en la vida de uno, sino en una gastada relación
entre los dos, uno como presa y el otro como depredador pero ni uno ni el otro, son los verdaderos
beneficiados, todo es parte integral de este procedimiento violento.

La realidad es que uno como parte de la naturaleza, le da por servir con su cuerpo, incluso cuando no
hay un reconocimiento pleno de las cualidades que contiene. Siempre partiendo de la obvia noción de
que el mundo salvaje es tan malo que nadie participa en él de manera voluntaria. Por eso se puede
visualizar la clara diferencia entre la civilización como fenómeno en el mundo y lo que existe en relación
con él pero fuera de unos límites que ella decidió.

PARTE 3. Deconstruyendo el carácter impositivo de la vida.


Sobre la presente esclavitud de las especies
Mostrar una actitud de desagrado extremo es solo dictaminar que el objeto de nuestro odio está
realizando algo atroz u incluso, representa algo que choca contra la raíz de nuestros valores más
preciados, la cosmovisión moral del mundo. La falta de uniformidad en una densa masa poblacional, se
esperaba si hablamos del contexto de las sensaciones y la necesidad que se tiene de operar en base a
ellas, todo aglutinado en un tejido social inevitablemente diverso. Sin embargo, de la misma manera en
que no se esperaría el orgasmo sin existir una estimulación previa, no se podría esperar un colapso si no
tuviéramos algún rastro de que se avecina.

Cuando hablamos en el contexto de desacuerdos morales, necesitamos reafirmar que la contienda debe
decidirse y no simplemente reposar en un empate técnico. Ya que eso dirige la moralidad al
estancamiento, empobrece nuestro sentido de justicia y deja a los que tienen valores de calidad
cuestionable, encontrar la misma consideración inmerecida. De la misma manera en que cuando
afirmamos saber algo, somos encontrados mentirosos al no tener verdadera capacidad para
sustentarlo con evidencia o en palabras simples, la lepra moral que infecta a la humanidad desde quién
sabe cuando, muestra su verdadero rostro ante la ausencia de esos fundamentos, obtiene vitalidad si el
pensamiento se disuelve más y más.

Entonces, en una escala macro social, se debe perseguir a lo que amenace la normatividad dominante.
Los "militares" encargados de realizar la defensa, se forman ellos mismos, entrenan el cerebro para
poner a prueba a cada enemigo que se asome , piensan que son ellos los que deben presentar defensa,
nosotros simplemente nos retorcemos en lo que parece el lado correcto e incuestionable, saben que lo
harán de todos modos, muchos son testarudos y no darán su brazo a torcer. Algunos de ellos
podrían despreciar otras atrocidades de la humanidad hace o hizo ,pero cuando respecta a la esclavitud
de millones de animales o la evidente opresión de sus mujeres por su patriarcado, no darán el brazo a
torcer y serán hostiles ante el argumento mejor fundamentado. Ya que no se trata de ciencia y filosofía,
sino de desconocimiento e incapacidad para no adentrarse de manera profunda; el poder nos atraviesa
como si estuviera hecho de navajas.

Ante tal escenario desolador, dónde alguien no puede concretar un comportamiento ético, solo
tenemos un par de resultados, el agente o paciente está atravesando un período de impericia moral que
inhabilita el marco de posibilidades donde acciona, o quizá, es simplemente una acción de corte
inmoral.

Es indiferente generar empatía en un entorno brutalmente inmoral o moral, sentir la proximidad de ese
espectro destructivo que reduce a los vivos con solo tocarlos y querer usar lo poco decente del intelecto
, para destruirlo y sepultarlo para siempre en los escombros de la historia.Así que en está lucha
encarnizada de valores inmorales, se deben preservar los mejores valores inmorales, de lo contrario no
solo seremos una sociedad más inmoral y ridícula cada día , sino que se conformara como una
inmoralidad estúpida.

Entonces, aunque el carnaca(termino despectivo hacia los que consumen carne) este dispuesto a tomar
una posición de que hay un mínimo de verdad en la afirmación de que no se deben torturar animales sin
motivo. Solo lo hace porque está en una posición donde debe enfrentar sus valores contra otros, en
alguna relación social. ya que antes de ese momento, no hubo epifanía sobre el asunto de su parte.

Imaginemos un escenario dónde un "carnista" toma consciencia de que la moralidad es una obligación
pero también desea sostener la industria de explotación que no la fomenta. Para realizar esto, se optaría
porque todas las fabricas fueran cómo las llamadas "granjas felices", se perseguirían los mercados no
regulados ,los ministerios de bienestar animal tendrían verdaderas capacidades para realizar
inspecciones, forzarían cámaras en cada habitación de ejecución, etc. Quiero decir, lo
fundamentalmente diferente que sería todo esto si de verdad algún aspecto de lo que lo hace atroz,
fuera combatido.

En algunos lados al menos. están gaseando a los pollos en lugar de cortarles el cuello, cada vez más los
humanos recurren a la práctica de evocar una memoria del Nazismo. Habrá poca resistencia a la
autoridad(fuerza ajena) en la naturaleza humana? Tal vez. Pero lo que es sumamente vital, es reconocer
cómo establecimos una moral, creímos que la compartíamos con todos, nos auto proclamamos
practicantes, pero resultó en un engaño. Cada uno hizo lo que quiso y cuando estaba por caer del risco,
simplemente le dieron la espalda.

Depresión y ruptura social


Desde la normatividad histórica, la psicología y psiquiatría han tenido un largo recorrido en el quehacer
sanitario. Cuando el sistema les abrió las puertas, no lo hacía porque hubieran demostrado un mérito
incalculable, no tuvo nada que ver con los pocos logros que pudieron observarse. Buscaban asegurar su
dominación en el plano mental de los dominados, una locura social que parecía desatarse y era una
amenaza, a la manera como siempre se hicieron las cosas.

Muchos percibieron a este conjunto de teorías a veces prácticas no como una salida a los problemas,
sino como una herramienta para que los que podrían causarlos y sufrirlos; pudieran al menos
contenerlos en su esfera privada. Pensemos que los manuales psiquiátricos con contenido
farmacológico, ellos poseen una relación obvia con la industria farmacéutica, tanto es así que los
materiales educativos a nivel universitario, pasaron por su rigoroso escrutinio. Podemos comprobar que
de hecho la academia en cuanto debe sustentar al capitalismo inevitablemente, también adquiere su
rigidez y manipulación. Esto delata su resistencia a los grandes cambios en su propia estructura.

La disciplina se contagia entonces con una moral contaminada de distanasia. No se concibe ni un


momento que la muerte puede solucionar problemas, en cambio; la continúa rutina pero nunca
curación del paciente, termina encadenando al profesional, se vuelve un asunto de sustento personal.
Una suerte de pagar para ser escuchado , ya que el resto de canales de comunicación, no tienen interés
en lo que tenga que decir. Entonces, los fundamentos son tan cuestionables que provocan una dinámica
de "medicalización" reiterativa. Es decir, construyen trastornos a partir de la mayor cantidad de
semejanzas encontradas en los perfiles en cuestión. Luego el poder meterá su mano y lo cobijará con su
manto normativo.

Cuando engañar verbalmente no es suficiente, se requiere drogar al sujeto con sustancias adictivas(solo
las que ellos permitan), para intentar que su química cerebral no se sienta de manera excesivamente
abrumadora. Las personas no podrán despegarse de la sustancia si les funciona, ya que como no es una
cura, deberán tomarla regularmente. Tampoco los deja en un estado agradable, solo se consigue un
estado menos horrible. Lo que se pretende es evitar que no pueda incorporarse al trabajo productivo o
que caiga en una "ruptura social". Ella acontece cuando un vivo es sometido una serie de aplastamientos
sobre su voluntad, estos provenientes de su relación con la sociedad en la que vive. La afectación es tan
palpable que se da una separación total, el ser social no puede aceptar tortura de la sociedad que
sostiene. No puede fundirse con los ideales de su sociedad porque su sociedad o desprecia los suyos o
simplemente es hostil y manipulador con él. La normatividad psicológica no puede aceptar que el
comportamiento anti social no sea patológico y lo mismo pasa con la vida, sencillamente en sus mentes;
nadie que no este loco podría renunciar voluntariamente a la vida.

Mi teoría desafía esas determinaciones mediante el siguiente argumento:

La depresión es un mecanismo cognitivo y corporal para la conservación de energía y


redireccionamiento de las fuerzas.Se sentirá horrendo solo porque el cerebro no tiene necesidad de que
sea algo pacífico.

Cuando un ser vivo se enfrenta a algún desafío del entorno y depende de su cerebro o ganglios, digamos
un humano prehistórico tratando de construir una balsa en un río, con la intención de llegar al otro lado.
Debe enfrentarse a un número especifico de obstáculos, en este caso el; el implicado tiene un buen
humor, se siente con bastante energía para la tarea y no deja de fantasear con los beneficios que tendrá
si esto funciona.

Entonces, un día antes de que termine de construirla, la barca se pierde debido a una subida inesperada
del río, las ataduras no soportaron y el trabajo duro de horas o días, se perdió en un abrir y cerrar de
ojos.

Nuestro humano primitivo, se deprime y sucede que siente un letargo intenso, empieza a dormir más
de lo usual a la vez de que pierde interés en la actividad de construir la barca. Empieza a comer menos y
rehúye de las interacciones sociales, ya no tiene ganas de tener sexo. Durante algunos lapsos
experimenta una pulsión de muerte y su ansiedad parece estar rampante. Piensa constantemente como
pudo hacer para evitar esa situación que lo perjudicó , se culpa así mismo. Se considera un fracasado y
piensa continuamente sobre las futuras amenazas que depara el futuro.

Entonces, desde un punto de vista biológico ,se duerme más para reducir el gasto de energía , se come
menos por el efecto de una ansiedad circundante, ella requiere ese estado de alerta constante porque el
peligro siempre es posible y constituye la diferencia entre vivir y morir. Estar hambriento pasaría a un
segundo plano en esos casos dónde tal vez se imaginan los peores escenarios, solo para intentar
anticiparse. A veces se come en exceso, imitando la hibernación de los osos, tratando de suplir la falta
de energía o almacenándola por si acaso. No hay tiempo para aparearse, la situación es demasiado
apremiante para eso. No se busca ayuda en su sociedad, él sabe que solo hay un carpintero y es él, una
vez algunos robaron sus herramientas, prefiere no correr el riesgo de depender de otro. Se pierde
interés en las actividades que una vez resultaron apasionantes, para que el foco pueda ser dirigido a
otra actividad, entonces nuestro sujeto no va a intentar la balsa de nuevo, se dirige a otro punto del río.
Ve que hay unas hembras siguiéndolo y aunque podría aparearse, su cuerpo sencillamente apaga el
deseo sexual debido a que otra actividad mucha más prioritaria se superpone y de casualidad encuentra
un camino estrecho de piedras, este le permite cruzar al otro lado con un mínimo de esfuerzo. Si no se
hubiera perdido el interés en la idea de la balsa, no sucumbiendo a las distracciones; no se hubiera
encontrado esa mejor alternativa.

Entonces no se puede curar algo que no es una enfermedad, se experimenta de manera desagradable
sin duda; pero porque los mecanismos cerebrales no tienen porque ser agradables, la vida no tiene
porque ser cómoda, buena, disfrutable, amable, etc .Vivir es desagradable en sí mismo.

Si el cerebro no hiciera esas cosas, la autodestrucción casi siempre sería inminente, eso no funciona en
la naturaleza que nosotros conocemos, siempre debe haber vivos que carguen con la condenación que
acarrea la condición impuesta. Por lo tanto, si las herramientas cognitivas deben manipular la dirección
de los pensamientos, todo parte de la misma serie de "palancas" que se usan para mantenerlo vivo,
pasa s diario pero lo bueno es que son insuficientes.

PARTE FINAL. Colaboraciones con la futura aniquilación del úroboro.

Operación ángeles
Nosotros no declaramos que tenemos la verdad, como si ella fuera algo que de verdad puede poseerse
o desecharse. La verdad se incrustó violentamente en nosotros, estuvimos ante la vida y su entorno
como todo lo demás, soportando toda exigencia y calamidad. Sabemos que la verdad no se parece en
nada a un aliado. Algo así no tiene un interés primordial en que tenga éxito en alguna aventura.
Comprendemos que ser receptivo a la última corroboración de cada verdad acerca de la condición
humana y las relaciones de explotación, es una manera sensata de construir una mejor defensa ante lo
que serán puñaladas de la verdad. Un ataque brutal e indiscriminado realiza la verdad contra cada
sujeto con una suerte similar. No importa si dormita en el sueño dogmático o es un iluminado de alta
gama supuestamente divina. No es relevante si solo se arrastra en su cuerpo Insectoide buscando donde
perecer. La verdad manifestándose como lo que es, pone las piedras en el camino rocoso que no duda
en desgastar las ruedas que lo atraviesan y sucumben a su falta de uniformidad. Nadie puede sino
atravesarla ya que es demasiado tarde para no hacerlo y realmente nadie lo transita por voluntad
propia.

Entonces si denotamos la estructura, lo único que hemos conocido es como no hay balance entre la
cantidad de imposiciones recibidas y la cantidad de las que se pueden evitar. Si nos acercamos con
cautela, comprenderemos que nosotros somos el ejemplo perfecto. Podríamos preguntarnos: ¿Cada
cosa que soy o que pienso que me define, lo hace por causa de mi voluntad? El nombre, la nacionalidad,
el sexo, las enfermedades ,los desastres naturales, la vejez, las preferencias , la identidad , la muerte,
son cosas que en un primer momento nadie puede elegir, se podrán elegir algunas pero siempre el
número de cosas que no fueron elegidas , será mayor.

Algunos se sentirán cómodos con cada aspecto o la mayoría de ellos, estarán rebosantes de deseos
sobre correr en busca del banquete dionisiaco , entregarán sus cuerpos y los de otros como sacrificio
necesario a la serpiente, no van a aceptar que la gente se prive de la tortura que es formar parte de su
cuerpo. Ellos lo ven con actitud dudosa, carcomida por su propio ego. Se Jactarán de que viven mejor
pero nunca podrán generar una sola evidencia al respecto. Dirán que son felices pero guardarán
celosamente el secreto que se los permitió y no lo compartirán con los demás. No es sorpresa que no les
interese; no hay atención para los que atraviesan una dificultad constante para contagiarse de la poca
felicidad que es ofrecida.

Entonces, nos dimos cuenta de que como somos la estructura y somos colaboradores en su
mantenimiento, si eso es cierto, implica que podemos controlar su dirección y de hecho hacemos eso,
cuando trabajamos a nivel de sujeto (personal). Este autonomismo es consecuencia necesaria de la
ruptura con el concepto de ciudadano o nación, si uno no puede encontrar significación en cosas que
denoten la ausencia total de cualidades o virtudes de algún tipo. Sencillamente, la cantidad de
imposiciones negativas del gobierno superan las positivas y por eso, uno se desliga , entiende
perfectamente que la estructura funciona mal por causa de grado impositivo y que reducirlo, va a
cambiar la estructura para el interés de todos los que estamos en ella.

Pero, ¿Acaso no es imposible vivir sin algunas de esas imposiciones? Ciertamente, no hay manera de
lidiar con los males naturales y con algunos males morales, la estructura ha dependido de ciertos males
para edificar sus fundamentos estructurales, el éxito ha sido tan rotundo que la humanidad se ha
esparcido como un enjambre devorador aún cuando su existencia comandada a tal propósito, siempre
representó una baja calidad, algo que no valía la pena reproducir y que solo incrementó las
imposiciones.

Entonces no hay manera de acudir al natalismo, el nacimiento es la puerta de entrada la brutalidad de la


estructura existencial, en la caemos para ser vejados, nos levantamos todos los días en la inmundicia
gracias a que nuestros progenitores, se dejaron llevar por sus delirios culturales y por la inmundicia que
les salpicaba la cara. No hay nada necesario en ningún imposición , nadie tiene porque venir a la vida ni
tener un nombre, ni responderle a un país o ley, nadie porque aceptar su cultura, ni sus valores, ni sus
obligaciones, nadie tiene que matar a nadie, ni rescatarlo tampoco. Fuimos puestos, no tenemos
obligación con tal cosa.

Entonces, si la vida es un matadero en que se obliga la entrada y se prohíbe la salida, se debe permitir la
salida como primer paso y cerrar la entrada como segundo. La sociedad observará aterrada a las largas
filas de gente exhausta buscando salir de algo que consideraban divino, se darán cuenta de su error al
creerse saludables por nunca querer abandonar la vida, más aún cuando ella decida ponerse en su
contra, haciendo uso de sus miles de instrumentos de tortura.

Los humanos mirarán su entorno y tragaran saliva, impotentes para lidiar con cada nueva tribulación
que se acumula sin piedad, buscarán la solución permanente y no dudarán en acortar su existencia por
ello. Se convertirán en ángeles si colaboran para que todos salgan, para que puedan encontrar la paz
que este mundo nunca ha podido ofrecer. No estarían limitados por tener que enfermarse mucho o ser
menores de edad, la existencia empezará a ser elegida por primera vez en la historia. Los abortos serán
rutina, se legislará contra la paternidad y maternidad, el suicidio finalmente será respetado y otorgado a
quienes siempre estuvieron buscando reposar sobre él. Todos sufriremos menos y la producción de
condenados va a cesar.

La renuncia a la propia
humanidad
Declaramos con nuestras voces, una prominente ausencia de vinculación hacia un orden que
consideramos injusto y opresivo. Y es que nosotros, hemos tenido muchos nombres y enemigos durante
siglos, habitamos sin nombre desde hace milenios, esperando a que finalmente, pudiéramos
articularnos. Fuimos participantes pasivos de la negación hacia las afirmaciones del ser humano aún
cuando estas , estaban camufladas dentro de otras concepciones menos sórdidas. Estás ideas grotescas
se volvieron cultura , se camuflaron en los ideales de la virtud o decencia mínima y hasta el día de hoy,
deambulan heridas en los cementerios de la historia, probándose falsas ad nauseam. El discurso deja de
convertirse en algo sobre comunicar para transformarse en miles de lanzas , que nos lanzamos los unos
a los otros por deporte. Hemos esquivado las que nos enviaron hasta el momento.

Nos erigimos ante un adversario debilitado, casi vencido, decidido a la revolución desde el abismo que
empieza y termina con los genitales. En lugar de formular un llano desagrado personal a la propia
especie, explicamos que el odio hacia lo humano es algo que todos poseemos y que puede constituirse
en nuestro orgullo. No solo necesitamos este impulso, sino que de manera irónica ; nos hace "más
humanos". No encontramos diferencias significativas en ninguna emoción humana si hablamos de su
validez, así que negar el odio como un supuesto medio para la paz es negar practicidad que tiene la
emocionalidad humana cuando busca instaurar otra cosa. El odio se adquiere intencionalidad cuando es
dirigido finalmente, de esta manera, buscamos que se estrelle contra una condición, sujeto u colectivo.
Sabemos que hay que construirlo diferente, adaptarlo a la imagen de mundo que deseamos arrancar, ya
experimentamos su rigidez, no se quiere cambiar, obedeceré a quién me pagué.

Además, manifiesta un aspecto del estado que nunca estuvo demasiado oculto. manifieste en las
relaciones sociales de manera caótica; porque al fin y al cabo, existen gracias a que la dirección de la
política de los estados no posee márgenes para la creatividad, aunque desesperadamente busca
apropiarse de ella. Sencillamente no hay espacios para no seguir algún razonamiento instrumental ya
establecido. algo que tenga más identidad e mercancía, así se ha decidido la cuestión. Esto solo resulta
en un aplastamiento que va en una sola dirección , un caos teleológico.

Acatamos a la verdad de los hechos y no mentimos cuando afirmamos que el ser humano nunca va a
alcanzar dignidad por medio de un mecanismo que se alimenta de él. No se puede construir una salida a
los problemas sociales cuando la propia estructura social ya ha mostrado que no puede dejar de ser
caótica, está en caída libre para no ser capaz de sustentarse a si misma, lo cuál es lo común si hablamos
de nuestro universo.

No importa cuanta cohesión social haya, la enorme cantidad de particularidades en la enorme


cantidad de población, masivamente diferenciadas por distintos espectros de vida, encentran en sus
intereses más minúsculos, una exigencia creciente a la tolerancia, el problema es que nos exije niveles
que son inalcanzables y en algunos casos , completamente injustificados. Y es que no se puede alabar los
errores buenos solo porque los errores "malos" son tan abundantes que nos abruman.

Comprendemos que necesitamos tanto de pequeños aportes, como de grandes contribuciones , pero no
otorgamos superioridad a ninguna de ellas y nos negamos rotundamente a que nuestra actividad se
convierta en mercancía, eso implica que no estamos ofreciendo un negocio ni ninguna de sus otras
formas; religión, partidocracias, clubes deportivos, optimismo ,etc

No estamos hablando de una regresión voluntaria a estados menos tecnológicos , ni creemos que tenga
sentido alguno hablar de algún futuro posible que sea menos problemático que el presente. Nos
importa un carajo predicarle a los obscenos. De la misma manera negamos que el humanismo que ha
contaminado la cultura y pretendía ser un símbolo activo en erradicar lo que nos dañaba, ha
degenerado en instrumento de inmovilidad moral, dejándonos en el limbo social.

Simplemente tomamos ciertos pasos para asumir una última responsabilidad histórica sobre el actuar de
nuestra especie y nos declaramos como: Los últimos humanos razonables , los antihumanos.

Acudir al señor S
Sobre cada uno, se abalanzó la realidad del Ouroboros, no hubo respeto por edad u condición social, ya
no había tiempo para merecimientos. No importó si alguien fue abusado y vituperado ni se responde si
fuimos los culpables de imponer tal cosa, los premios dieron lo mismo; todos eran confrontados y
pagaban la cuota de su cuerpo con una profundidad, difícil de encontrar en las actividades placenteras.
Intento en vano desapegarme de su influencia pero mi destino se alimenta de sus fundamentos, no se
puede escapar de él. Es la brújula existencial que presenta la prueba irrefutable de que se sigue
respirando y por lo tanto, se va a seguir sufriendo hasta el final.

No pudimos identificar con criterios apropiados, nuestra conexión inevitable con el endriago de está
serpiente ; nuestra maldad no paraba de crecer. Su veneno se coló en el cerebro de todos los vivos y
muchos con una voluntariedad reprochable , se corrompieron a si mismos al seguir el injusto designio
que se les imponía. No se opusieron sino que intentan glorificarse a si mismos , tratando de ocultar una
cicatriz que se abre todos los días. Nuestra condición humana es nuestra adicción, y está; nunca podrá
ser para siempre. Nunca podrá llenarnos porque necesita que persigamos por perseguir. Sin embargo,
no es invencible ni eterna. La única barrera depende de si la mente sigue entumecida por la idiotez del
mundo y no se tiene la urgencia de escapar de él.

Así fuimos naciendo después de caer en el tiempo, desde la muerte hacia la muerte, cuando nuestros
pulmones se abrieron para degustar el mundo por primera vez, todos lo encontramos nauseabundo y
nos quejamos lo más que pudimos. Nuestros padres rieron y hasta derramaron lágrimas, nunca nadie
había celebrado tanto nuestra condenación.

La luz ya no nos cegaba gracias a la siempre virtuosa oscuridad que nos protegía, nos inducía fuerza y
nos alimentábamos de su vitalidad. Observamos nuestra cadena de carne, uniéndonos por el ombligo a
todo camino recorrido, a todo sujeto conocido por fuera de mí. Allí comprendí que yo era parte del
ouroboros también y no solo eso, yo debía dirigir mis esfuerzos para aniquilarlo por una simple razón; su
muerte es la libertad, la mía y la de todos.

La gente que se opone a que otros elijan la muerte de manera "anticipada", erran en el razonamiento y
en sus intenciones. Ponen la lente de una muerte ajena(la propia) y luego no pueden ver esa decisión
como algo cuyo resultado, tiene que emular su vida o parecerse a ella. Sus resultados no van a afectar
sus opiniones de manera decisiva porque no es su cuerpo, el condenado a muerte. Nunca será lo mismo
la manera en que alguien experimenta su ciclo vital y la manera en que experimenta el de otros, ni
siquiera, siendo experimentado al mismo tiempo.

Que de plano se deba hacer política para morir racionalmente , solo nos muestra la rigidez y violencia de
lo estados actuales, la inmovilidad política es un lastre pero las luchas fracasen y el miedo crece. Estar
tan alienado con la superficialidad de la cultura y encontrarla aceptable, se vuelve la norma, tanto por su
bajo grado de dificultad , como por que atiende al hedonismo. En algunos se mezcla con una muy añeja
hipocresía. Esconder el propio cuerpo maldito bajo alguna bandera de mierda, creerse un cuerpo de
civilizados, el cuál no admite fracaso rampante y prefiere ocultar el asunto por sus propios medios con
menor efectividad. Está determinación es un tiquete de ida al sufrimiento innecesario casi por cuenta
propia. La profanación de los otros ya pierde sentido en las cabezas escasas de justicia y moral.

Es necesario aclarar que entendemos todo sufrimiento que le pase a un vivo como algo innecesario,
debido a que si quitamos al vivo en cuestión , no hay afectación alguna en el resto del proceso, lo
extenderíamos al proceso en sí. De manera análoga, podemos decir que sería el mismo grado de
importancia que remover un pelo en la cabeza de un greñudo o remover todo el cabello.

Entonces, ¿Por qué no me dejan salir? Por que la distanasia moral debe morirse en la institucionalidad,
el estado no cree en mis decisiones, no cree en la discusión ni en el cuestionamiento. peor aún;
perseguirán a los que ayuden a nuestra muerte y nos considerarán criminales. Seguirán ocultando el
hecho innegable de que la vida no vale la pena solo por ser vida, el contenido importa bastante.

Cada sujeto que acude al señor S, tiene razones distintas sobre su propio cuerpo, lo que el estado hace
es ser alcahueta con quienes lo atan a la estructura, que soporte y sufra las desventuras de una
corporalidad ajena, al sistema le importa una mierda. Y por eso, aún que pretendan cortarle la mano a
nuestro señor , él encuentra la forma de encontrarse con todos los que día y noche claman por su paz.
Todos y cada le atinan un fuerte golpe al úroboro, se ponen por encima de él y son condecorados como
héroes morales más allá de este mundo.

La serpiente está enferma y solo nosotros podemos decidir si la degollamos cuando tenemos la
oportunidad. Está es la última guerra, la que pone el fin de todas las guerras, se acabo el futuro y los
doomistas nos encontraremos con nosotros mismos más allá de los márgenes del abismo. La occisión es
el comienzo de la verdadera libertad y nuestro inevitable final.

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