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LA ASERTIVIDAD

Hacia una autoestima saludable y una comunicación


exitosa. Técnicas para una mente asertiva, para ganar
la confianza del otro y poder decir lo que sientes en el
aquí y ahora.

Constanza Walsh
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ÍNDICE
Prólogo
Cómo leer este libro
Juan Salvador Gaviota
CAPÍTULO PRIMERO Iniciar el camino
La Asertividad
Sus orígenes
Los famosos “No”
Veamos dos ejemplos
Hacia la asertividad
Los estilos relacionales
Estilo comunicativo pasivo
La gestualidad
El modo de hablar
No expresar las propias opiniones
Evitar los conflictos sin importar las consecuencias
El sentimiento de culpa en una discusión
Hacer valer nuestros derechos
Reaccionar al maltrato
Estilo comunicativo dominante o agresivo
La gestualidad
El modo de hablar
Creencias de un sujeto con estilo comunicativo agresivo.
Ventajas y costos de un comportamiento agresivo
La autoestima
Una combinación fatal: el manipulador
Aclaración
Las Perlas
SEAMOS ASERTIVOS
La comunicación asertiva: técnicas y ejemplos prácticos.
Estrategias - Afinando algunos modos
Ser precisos
Lenguaje paraverbal
Elección del momento adecuado
Transforma tu gestualidad
Criticar al otro
CAPÍTULO SEGUNDO LAS IDEAS IRRACIONALES
Definición y utilidad
Transformemos las ideas irracionales en alternativas racionales
CAPÍTULO TERCERO COMUNICACIÓN, LENGUAJE Y EMOCIONES
El Lenguaje
Las emociones
La comunicación no verbal
Reflexiones
Saber escuchar
Problemas en la comunicación
No saber escuchar
Acciones comportamentales conscientes
El mensaje
Malas costumbres
Buenas costumbres
¡Importante saberlo!
Ejercicio para evaluar mi capacidad de escucha. (Para realizar con otra
persona)
CAPÍTULO CUARTO OFENSAS Y PROVOCACIONES
Afrontar las provocaciones de manera asertiva
Responder sin reaccionar
Me siento ofendido
Conócete a ti mismo
Otros caminos
Respirar
Cambiar argumento y hacer preguntas
La otra persona es más débil
El Cumplido inesperado
Redimensionar las propias expectativas
La superioridad
El juicio de los otros
Juicios y prejuicios
CAPÍTULO QUINTO COMUNICACIÓN ASERTIVA Y PNL
PNL: definición y utilidad
Tecnicas PNL
Re-encuadre de contexto
Introducción a la “Estrategia del reflejo”
Los tres perfiles que debemos conocer
Estrategia del reflejo
El movimientos de los ojos
Comprender qué piensa mi interlocutor
Los sentimientos, el Sistema One Brain
Técnicas para afrontar conversaciones difíciles y para hablar en público
Anclaje
Future Pacing - Asertividad en el trabajo
Swish
Disociaciòn
Dominio de las posiciones de la percepción
CAPÍTULO SEXTO CÓMO EVALUAR MI GRADO DE ASERTIVIDAD
CAPÍTULO SÉPTIMO ASERTIVIDAD EN LA PAREJA
La comunicación es la base
La importancia del sentimiento de asertividad en la pareja
Entrar en sintonía
El aburrimiento: la falta de sentido
Actuar sobre el presente de la pareja
No hagamos de la falta de sentido una enfermedad crónica
Nuevos descubrimientos
Dedicar tiempo
Pequeños gestos
Expresión de los sentimientos y comunicación de las propias necesidades
Los modos de comunicar en la pareja
CAPÍTULO OCTAVO LA ASERTIVIDAD EN EL TRABAJO
Premisas
Reglas de comportamiento asertivo en el trabajo
CAPÍTULO NOVENO EL CUERPO
Relajamiento muscular progresivo
Preparación
Método
CAPÍTULO DÉCIMO LA EMPATÍA
Neuronas espejo: el lenguaje empático.
La historia y el mito
CAPÍTULO UNDÉCIMO ASERTIVIDAD Y RELACIÓN CON LOS HIJOS
Tu opinión es importante para mi
Conclusión
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
FUENTES FOTOGRÁFICAS
PRÓLOGO

L a comunicación asertiva es un precioso instrumento para


encontrar la armonía en las relaciones personales, en el
ambiente de trabajo y la familia. Cuando nos comunicamos
con otras personas puede pasar que se produzcan incomprensiones
y tensiones que podrían ser fácilmente neutralizadas a través del
estudio de esta disciplina.
¿Qué significa asertividad?, ¿cómo podemos mejorar
nuestra relación con los compañeros de trabajo, amigos, familia y
pareja?, ¿cuál es el camino para mejorar nuestra calidad de vida en
general?
El término asertividad deriva del latino “assertus”, que significa
expresar ideas en forma certera, afirmando la propia personalidad y
defendiendo las propias opiniones de frente a los demás. Esta
“afirmación de uno mismo” se muestra en la capacidad de
manifestar en modo eficaz y claro ideas y emociones, sin herir la
dignidad y las opiniones de los otros. No es fácil tener un
comportamiento asertivo, muchas veces, sin darnos cuenta,
generamos un comportamiento agresivo que no ayuda para nada a
mantener buenas relaciones interpersonales. Existe también un
aspecto completamente opuesto, o sea, la extrema pasividad, ella
nos provoca ansia y hiere profundamente nuestra autoestima. Cada
uno de nosotros, sobre la base de su propia experiencia, puede
responder a situaciones y eventos con una forma comunicativa
agresiva, pasiva o asertiva.
El objetivo de este libro es desarrollar nuestra capacidad
asertiva logrando crear en cada situación un clima positivo y de
confianza que nos permita llevar adelante las propias ideas y
convicciones respetando, al mismo tiempo, las ideas y convicciones
de los demás.
Lograr expresar nuestras emociones y puntos de vista libremente
nos ayudará a:

Elaborar soluciones de éxito que permitan a las partes


involucradas obtener la satisfacción del acuerdo. De esta
manera podremos acceder a una solución pacífica del
conflicto.

Vivir menos ansiosos y con menos estrés.

Aumentar la propia autoestima y obtener una consideración


positiva de los demás.

Evitar aceptar pasivamente las elecciones de los otros.

Comunicar asertivamente significa tener la capacidad de


expresar mis propios sentimientos e ideas de modo positivo o
negativo, abiertamente y de modo honesto, reconociendo de esta
manera mis propios derechos y respetando el derecho de los
demás.
UN POCO DE HISTORIA

En el año 1949, el psiquiatra estadounidense Andrew Salter


propone dos conceptos que hacen referencia a la capacidad de
decir lo que se siente a través de las emociones. Aquellos que
logran exteriorizar las emociones con facilidad los denomina “sujetos
con personalidad excitatoria”. Aquellos que sufren dificultad para
expresar libremente sus emociones los denomina “sujetos con
personalidad inhibitoria”. Andrew Salter fue el primero en delinear
las características de la personalidad asertiva. Entendió la
asertividad como un modelo de comportamiento interpersonal.
Consideraba que un sujeto con personalidad inhibida se
transformaba en un esclavo de la lógica y del pensamiento, incapaz
de reconocer y expresar sus más íntimos sentimientos e incapaz de
llevar adelante sus impulsos naturales. Ha afirmado que la mayor
parte de las descompensaciones psicopatológicas tendrían relación
con el carácter de la personalidad inhibida, esto significa, que los
sujetos que han experimentado un desarrollo precoz en la esfera
familiar, tienden a inhibir determinados comportamientos sociales a
través de modalidades punitivas. Salter entiende la asertividad como
un modelo de comportamiento interpersonal capaz de garantizar un
tipo de relación civilizada entre los hombres y sobre todo un estado
de bienestar emotivo en todos aquellos que lo practican.
CÓMO LEER ESTE LIBRO
Mi deseo más ferviente es el de colaborar de manera eficaz
al desarrollo de tu crecimiento personal. Crearemos una base sólida
que te permitirá afrontar con equilibrio y determinación todo tipo de
relaciones. Para esto quiero darte cinco consejos indispensables
para asimilar el contenido de este libro y obtener los resultados que
deseamos:

Seguramente tu deseo es adquirir la capacidad de comunicar


asertivamente en el menor tiempo posible. Aprender, mejorar en la
vida y desarrollar capacidades es una tarea ardua que puede
alivianarse si sigues las siguientes indicaciones.

El olvido
En primer lugar, tenemos que reflexionar sobre el concepto
del olvido. A diferencia de lo que se piensa comúnmente, olvidar es
la clave del aprendizaje. Uno de los motivos por el cual las personas
no logran aprender velozmente es el hecho de creer saber ya algo
sobre el argumento en cuestión. La primera clave para asimilar
conocimientos rápidamente es la de iniciar con la mente de un
principiante. Si ya has leído otros libros con temáticas similares,
ideas afines o si, gracias a tu experiencia personal, tienes conceptos
formados sobre los argumentos que voy a tratar, te voy a pedir que
te esfuerces en producir en tu interior la sensación de “la primera
vez”. Tu mente es como un recipiente, si está lleno será difícil
agregar más información. Lo que debes hacer es apartar
temporáneamente todo lo que sabes y abrirte a lo nuevo.
La segunda cosa que debes hacer es alejar los
pensamientos que pueden disturbar tu concentración. Son muchas
las personas que no logran aprender rápidamente a causa de su
poca concentración. No permitamos que nuestra mente esté en otra
parte. Es importante que estés completamente presente y que no
pongas atención en otras situaciones.
La tercera cosa que debes olvidar son tus límites o, lo que es
lo mismo, la convicción de que tienes una capacidad limitada para
acceder a una nueva experiencia. Tu capacidad de aprender, de
memorizar, de concentrarse es más grande de lo que te imaginas.
Aparta completamente los límites que crees tener.

Ser activo en el proceso de aprendizaje

Uno de los peores defectos del modelo educativo del siglo


veinte es la pasividad del estudiante. Los alumnos deben estar
sentados y dedicarse a consumir información de manera casi
estática. Tu cerebro no funciona consumiendo información, sino
creando y co-creando información. Entonces, no debemos ser
pasivos, todo lo contrario. Tenemos que interactuar con la
información que obtenemos.
¿Cómo ser activos? Un buen consejo es el de tomar
apuntes. Esta es una costumbre perfecta para retener la
información. La segunda forma es hacerte preguntas cuando algo
no te queda claro, escribirlas y más adelante volver a ellas para
tratar de responderlas o reflexionar sobre su sentido. La
comprensión muchas veces no es inmediata, avanzando se irá
aclarando el panorama.

Mi estado emotivo

Este aspecto tiene que ver con el “cómo me siento”: mi estado


emotivo, físico y mental. La información combinada con la emoción
se transforma en memoria a largo plazo. Si quieres conservar en el
tiempo aquello que estás leyendo debes hacer participar a tus
emociones.
Me sabrías responder a la pregunta ¿quién controla tu
manera de sentir? La respuesta es: tu mismo. Solo tú puedes
hacerlo. Podríamos hacer una comparación para ser más claros. En
lo que respecta a las emociones, podríamos decir que el ser
humano se asemeja a un termostato. Contrariamente al termómetro
que simplemente refleja la información del ambiente, el termostato
es un dispositivo que debes programar. Debes programar un
objetivo, un sueño, una visión. No te limites a reaccionar por lo que
sucede alrededor tuyo.

El compromiso

Reflexiona sobre esta frase: “de un verdadero compromiso


nace una gran voluntad”, la voluntad necesaria para cumplir el
compromiso que has elegido la obtendrás en el acto mismo de
elegirlo. La fuerza de voluntad te asistirá en el momento de la toma
de decisión. Si quieres mejorar o construir la capacidad asertiva, es
muy importante que te comprometas contigo mismo. Iniciar esta
aventura te llevará a experimentar pequeños cambios cotidianos
que sumados reforzarán de manera definitiva tu autoridad en el
campo de las relaciones personales.

Aprende como si enseñaras

Una de las técnicas más eficaces que te permitirá asimilar


velozmente las ideas de este libro es la de estudiar como si le
estuvieras enseñando a alguien aquello que estás estudiando.
Cuando enseñas algo a alguien lo aprendes doblemente. Hacer un
esfuerzo de imaginación en este sentido te dará la serenidad
necesaria para llevar adelante un estudio que dará sus frutos.

Ahora sí, estamos listos para afrontar este libro. Podríamos


decirlo de una manera más exacta: de la mano de este libro, inicio
un viaje que me llevará a modificar las conductas que obstaculizan
el armonioso fluir de mis relaciones personales.

Fotografía A

” Para volar tan rápido como el pensamiento, a cualquier


lugar, debes comenzar sabiendo que ya has llegado”. -
Richard Bach-
JUAN SALVADOR GAVIOTA
El deseo de volar, de hacerlo cada vez mejor, de aprender todas las
técnicas posibles para volar cada vez más alto y obtener cada día
un mayor grado de libertad para disfrutar el cielo infinito, es el
objetivo principal del protagonista de la celebre novela “Juan
Salvador Gaviota” del escritor Richard Bach.
Llega un momento en el que Juan Salvador Gaviota debe
tomar la decisión más importante de su vida: debía seguir su
inspiración o aceptar las dinámicas del grupo social al que
pertenece. En nuestra vida muchas veces estamos obligados a
tomar grandes decisiones y sabemos que aquello que elijamos
provocará dificultad a otras personas. Tenemos entonces que
afrontar el remordimiento que deriva del saber que aquella elección
producirá displacer a otras personas.
Juan Salvador Gaviota tuvo que afrontar esta sensación de culpa
cuándo decidió alejarse de su grupo para emprender su camino
personal de perfeccionamiento. Tenemos que aprender a superar
todas nuestras dificultades interiores para poder llevar adelante
aquello que nuestro más profundo sentir nos dicta.
Juan Salvador Gaviota se transforma en un modelo, una luz
que inspira a otras personas a superarse a sí mismas. Se
transforma en alguien al que todos quieren imitar, al que muchos
desean seguir. Si Juan Salvador Gaviota hubiera renunciado a
continuar su propio camino, su propio destino, probablemente no
hubiera podido realizar su sueño.
Aprovecho para invitar a mis lectores a leer ese maravilloso
libro delineado por la pluma del estadounidense Richard Bach.
A veces la vida nos pide creer en nosotros mismos y seguir
adelante, transformándonos, superando nuestros propios límites y
creciendo de una manera inesperada, a veces dolorosa.
CAPÍTULO PRIMERO
INICIAR EL CAMINO

Fotografía B
LA ASERTIVIDAD

C omencemos por comprender a qué nos referimos cuando


hablamos de asertividad. Podríamos decir que ser asertivos es
el arte de ser conscientes de aquello que es importante para
mí y para los demás. Reconociendo y respetando el mundo que me
rodea, logro expresar mi punto de vista, darlo a entender y
compartirlo. Ser asertivo, en síntesis, es lograr transmitir lo que “soy”
en las diferentes situaciones de la vida. Asertividad no significa
atacar, ser agresivo u ofender al otro. Ser asertivo es por el
contrario, la capacidad de utilizar la propia determinación, la propia
fuerza y la propia presencia siendo conscientes de nuestro derecho
a expresarnos tal como somos, sentimos o deseamos.
SUS ORÍGENES

El concepto de asertividad nace en los Estados Unidos.


Encuentra numerosas aplicaciones en ámbitos muy diferentes como
la salud mental o la psicología del trabajo, asumiendo una
importancia fundamental en el ámbito de la educación y el deporte.
El entrenamiento de esta disciplina representa un eficaz instrumento
para mejorar los comportamientos personales en situaciones
relacionales conflictivas. Actualmente el desarrollo de
comportamientos asertivos representa una gran oportunidad para
todos aquellos que deseen mejorar su propia persona y su relación
con los demás. La asertividad se trata de una habilidad transversal
que puede ser útil en todos los ámbitos de la vida, dado que la
interacción y la comunicación con los demás son una constante de
nuestra actividad cotidiana.
Me gustaría proponerte, sin perder un minuto más, algunas
reflexiones y prácticas que nos pondrán en movimiento,
introduciéndonos a lo que hemos dado a llamar: el camino de la
asertividad.
LOS FAMOSOS “NO”
¡Reflexionemos!, cada vez que decimos Sí a otra persona,
cuando interiormente hubiéramos querido decir que no, en realidad
es como si estuviéramos diciendo No a determinadas instancias de
nuestra vida. Te doy un ejemplo para ser más clara: si, por
ejemplo, aceptamos participar a una reunión de trabajo el sábado
por la tarde, sabiendo que es el único día que tenemos libre para
estar con nuestros hijos, es claro que, de manera indirecta
estaríamos diciendo No a nuestros hijos y a nuestra familia.
Es muy importante ser conscientes de que cada vez que
decimos Sí cuando en realidad nuestro deseo es el opuesto,
estamos diciendo No a nosotros mismos o a alguien más. Presta
mucha atención y esfuérzate a decir Si solo cuándo es necesario.
Aprender a hacerlo, es muy importante, más de lo que te imaginas.
Decir No es lo que nos diferencia del otro. Poner límites nos permite
generar una relación más genuina con los demás. Cuando digo No
comunico mis límites, permito a la otra persona que me conozca. Un
No auténtico está basado en mi manera de sentir.
Pero, ¿qué me lleva a decir siempre Si sin desearlo?
Simplemente el miedo a herir al otro, a hacerlo sentir mal o poco
apreciado. Quizás me sienta obligado a decirle Si porque no deseo
hacerle quedar mal de frente a los demás. Debemos comprender
que la persona que con frecuencia pone en segundo lugar sus
propios deseos o prioridades tiende a madurar en su interior una
forma de resentimiento en relación con aquel al que no ha sabido
decir No.
VEAMOS DOS EJEMPLOS
Te encuentras en tu oficina repleta de trabajo y sientes que
con gran dificultad lograrás completar tus responsabilidades.
Cuando menos te los esperas, el director de la empresa te
encomienda una tarea urgente. Tratas de contar hasta diez y
respirar profundamente para no responder instintivamente y de
manera casi agresiva con un “No, no puedo. Pídeselo a otro”.
La solución más inteligente y con mayor probabilidad de éxito
es responder asertivamente. Podrías mostrarle tu agenda de trabajo
y preguntarle: “Por la mañana debo llevar a cabo todas estas
actividades. De todas ellas, ¿hay alguna que podría poner en “stand
by” para poder realizar la que usted me está pidiendo?, ¿Me podría
indicar cuáles son las prioridades y de cuáles podría ocuparme
mañana?
De esta manera, es fácil que el director aprecie tu manera
clara y propositiva de afrontar las dificultades en el trabajo. Es
también muy posible que, a través de este modo de afrontar el
problema, el director esté mejor predispuesto a buscar una solución
razonable.
Vamos a otro ejemplo. Luego de un día complicado en el
trabajo, estas cómodamente acostada en el sofá de tu casa mirando
en la televisión una película por largo tiempo esperada. Te habías
quedado con las ganas de disfrutarla en el cine. Tenías un gran
deseo de verla y por fin había llegado el momento. Suena el celular
y es una de tus mejores amigas que, como ya sabes, esta viviendo
una crisis de pareja desde hace dos semanas. Ella quiere hablar
contigo para descargar tensiones y sentirse contenida. Claramente
deseas escucharla y darle una mano, pero al mismo tiempo
lamentas fuertemente perderte una vez mas la película que
deseabas tanto ver.
Si en ti prevalece el miedo de herirla por la decisión de no ocuparte
de ella en ese momento, probablemente terminarías por apagar la
televisión y consolarla o tratarías de seguir la conversación y la
película al mismo tiempo. En los dos casos no darías un buen
“servicio” ni a ella ni a ti misma. Al final te sentirías frustrada por
renunciar a algo que para ti era importante y tu amiga seguramente
advertiría tu incomodidad, malestar o la poca consideración en
relación a su persona.

¿Cómo nos puede ayudar la comunicación asertiva en estos


casos?

Hablando de manera clara: “Justo ahora, en TV están


pasando una película que quería ver desde hace tiempo.
Lamentaría mucho renunciar a verla de nuevo. Ahora no me siento
muy concentrada para escucharte con la atención que mereces.
¿Puedo llamarte más tarde? Si te parece bien en una hora te llamo,
¡apenas termina la película !”
De esta manera es muy difícil que nuestra amiga de resienta
o perciba que la abandonamos.
HACIA LA ASERTIVIDAD
El primer paso hacia un comportamiento asertivo consiste en
reconocer el miedo a no ser aceptados. Cada emoción positiva o
negativa tiene un significado que debemos aceptar y comprender.
Considerar a este miedo como un enemigo que tenemos que
destruir no es conveniente, es muy probable que si reaccionamos
contra nuestro miedo de manera impulsiva, se produzca el efecto
contrario: el miedo crecerá y nos obligará a producir
comportamientos compensatorios de tipo agresivo o pasivo.
La aceptación de las emociones desagradables es
importante para iniciar el proceso de equilibrio personal que
deseamos. Puede ser de gran utilidad compartir las emociones
negativas que experimento con amigos o familiares.

Una persona asertiva:

Logra comunicar sus propias ideas con claridad y educación.

Afirma sus propios deseos sin sentir que está compitiendo


con los otros y sin prevalecer sobre la otra persona.

Tiene un comportamiento amigable también cuando expresa


su desacuerdo.

No es egoísta y se preocupa por las necesidades de los


demás.
Logra mantener un buen nivel de autocontrol sobre todo en
las situaciones complicadas.

Es capaz de no aceptar una invitación, expresándose de


manera pacata y sin sentir culpa. Una persona pacata es
aquella que sabe dominar sus impulsos y pasiones, que
muestra equilibrio y tranquilidad en su comportamiento.

Tiene la capacidad de ofrecer concesiones sin sentirse fuera


de lugar.

Expresa sus deseos sin sentir miedo ni vergüenza.

Manifiesta apertura cuando se presentan problemas.

Acepta las felicitaciones de parte de los otros, sin sentirse


más ni menos de lo que es.

Podemos decir que son pocas las personas que logran


comportarse de modo natural y asertivo. La mayoría debe
entrenarse continuamente para obtener ese resultado. Lo primero
que debemos hacer es analizar nuestra condición actual para
conocer nuestro estilo comunicativo. Debemos descubrir si somos
sujetos con tendencias pasivas o agresivas.
Si formamos parte del pequeño grupo de personas asertivas,
no observaremos ningún problema en el ámbito de nuestras
relaciones, entonces nuestra tarea será la de afinar la habilidad que
ya poseemos. En cambio, si consideramos que somos sujetos
agresivos o pasivos, tendremos que trabajar sobre nuestra
autoestima, estableciendo pequeños objetivos que deberemos
alcanzar día a día.
Nuestras reacciones y comportamientos cotidianos no serán
siempre de un tipo, es muy probable que observemos tendencias de
toda clase porque estas van a depender de diversos factores como
ser: la circunstancia, el interlocutor o el nivel de dificultad que me
presenta un contexto determinado. De frente a este panorama
debemos tratar de entender cuál es la tendencia que prevalece y
poner manos a la obra en esa dirección.

“No creas lo que tus ojos te dicen. Todo lo que muestran son
limitaciones. Mira con tu comprensión, encuentra lo que ya
sabes y verás el camino para volar”. -Richard Bach.

Los estilos relacionales

Podemos definir tres estilos relacionales:

El estilo dominante o agresivo.


El estilo pasivo.
El estilo asertivo.

El estilo asertivo nos permite afirmar nuestras ideas sin ser


agresivos o pasivos.
El mejor modo de comunicar no tiene que ver con “el hablar”, sino
principalmente con “el adaptarse al estilo comunicativo del otro”

Perfiles
“Libre es aquel que no debe ser sometido, ni somete a otro
para afirmar su identidad”. Esta idea define de modo ejemplar lo que
podemos llamar un espíritu asertivo.

*Fotografía C

Para poder identificar más claramente a qué grupo


perteneces, tratemos de comprender las características constitutivas
de los estilos de comunicación pasivo y agresivo.
ESTILO COMUNICATIVO PASIVO

LA GESTUALIDAD

Tiende a utilizar una gestualidad que se orienta a la horizontalidad.

1. Tiene las palmas de las manos dirigidas hacia arriba


mostrándolas.
2. Utiliza un tono de voz bajo, inferior al de su interlocutor.
3. Usa muletillas como: “eh…”, “mmm…”, “estee…”.
4. Utiliza una gestualidad fragmentada, insegura y rígida.

EL MODO DE HABLAR

En su discurso utiliza comúnmente lugares comunes. Se


concentra en “cosas que hay que hacer”, “cosas que es normal
hacer” y “cosas que es justo hacer”. Utiliza muchas veces frases
impersonales que significan en muchos casos, el no asumirse la
responsabilidad. Estas frases podrían ser las siguientes: “es justo
hacer tal cosa”, “se debe hacer tal cosa”, “yo considero que sea
justo hacerlo de esta manera”.

1. Dice raramente su punto de vista por miedo a ser juzgado.


2. Teme la respuesta de su interlocutor.
3. Elige “no hacer” para no cargar con la responsabilidad de aquello
que pronuncia.
4. Utiliza frases estereotipadas.
5. No reacciona activamente cuando el otro lo interrumpe.

NO EXPRESAR LAS PROPIAS OPINIONES

Tiene serias dificultades para expresar sus propias


opiniones, se limita generalmente a hacer lo que los otros le
imponen. Una frase típica de esta tipología de persona es: “Dime lo
que debo hacer, no tengo ningún problema en hacer lo que sea”.
La búsqueda consciente o inconsciente es siempre la misma:
obtener la aprobación de los demás y hacer todo lo posible para no
crearse enemigos. Detrás de este modo de actuar se esconde un
carácter inseguro.
Si no te das la oportunidad de expresar tus opiniones, sean
estas importantes o insignificantes, harás que los otros no
reconozcan tu posición personal e identidad propia. Debes ser tú el
primero en dar valor al punto de vista que has elegido,
independientemente de que este sea un concepto altamente
elaborado o simplemente una pequeña intuición.
En pocas palabras, debes comprender definitivamente que tu
opinión sobre cualquier tema es tan importante como la de los
demás. Valora tu visión del mundo y exprésala sin ningún miedo.

EVITAR LOS CONFLICTOS SIN IMPORTAR LAS


CONSECUENCIAS

Las personas con un estilo comunicativo pasivo tienden a


evitar todo tipo de discusiones que puedan ponerla en dificultad. En
ciertos contextos sociales pueden llegar a desenvolver ciertas tareas
que consideran inadecuadas para ellas. No debemos continuar
experimentando formas de malestar, es mejor afrontar una
conversación compleja que nos podrá liberar de una tarea
inadecuada o que no merezco. Quedarme estancado en mi posición
de dolor por no afrontar ciertas situaciones potencia el malestar
personal y por consiguiente empeora las posibilidades de
relacionarme de modo sano y espontáneo con los demás. No
siempre evitar los conflictos es la mejor elección, sobretodo si el
precio a pagar es alto.
No debemos sobredimensionar los conflictos. Muchas veces,
luego de afrontar un problema o discusión, experimentamos una
sensación de libertad que nos lleva naturalmente a reconciliarnos
con nuestro interlocutor o entrar en un intercambio de ideas más
productivas. Esta situación nos ayudará a desarrollar
satisfactoriamente nuestro carácter y a profundizar la relación.

EL SENTIMIENTO DE CULPA EN UNA DISCUSIÓN

Cuando el sujeto pasivo recibe una crítica, siente


interiormente que ha hecho algo equivocado y experimenta una
sensación de culpa. En estas circunstancias es importantísimo
aceptar las críticas y objeciones, sin olvidar jamás mi valor como
persona y el derecho legítimo de expresar mi punto de vista.
No pienses que el único que comete errores eres tú, esto no
es así absolutamente. Si tienes una personalidad sumisa, es
probable que tu interlocutor trate de camuflar sus propios errores
aprovechándose de tus debilidades. Debes estar muy atento y
discernir cuando la contraparte esgrime un argumento con
fundamentos y cuando la misma utiliza ciertas estratagemas
aprovechando tu debilidad emotiva o carácter sumiso. Sucede con
frecuencia que mi interlocutor resalta una serie de insignificantes
errores relativos a mi argumento para esconder sus puntos de
debilidad.
No debes despreciar tu inteligencia en fase de discusión ni
hacerte problema por los pequeños errores que puedes ir
cometiendo mientras realizas tu exposición.

HACER VALER NUESTROS DERECHOS


En el ámbito de la adquisición de productos y servicios, el
sujeto que tiende a expresarse de manera pasiva no encuentra el
coraje para revelarse, y luego de haber adquirido un producto o
servicio de baja calidad, opta por quedarse inactivo y en silencio.
Debes siempre hacer valer tus razones con coraje y
decisión. Más adelante estudiaremos a través de diferentes
técnicas, cómo fortalecer nuestra determinación y cómo prepararnos
física y mentalmente para afrontar todo tipo de reclamos y
situaciones difíciles.

REACCIONAR AL MALTRATO
Son personas débiles e incapaces de reaccionar frente a
provocaciones e insultos. Muchas veces la causa de este
comportamiento está ligada al deseo de ser considerado o aceptado
por el otro. Claramente, presentar una conducta sumisa no me
permitirá conseguir la consideración del otro.
¿Cómo debemos afrontar estas situaciones?

- Primero de todo no debemos mortificarnos, tratemos de cabalgar


las emociones negativas y reaccionar con determinación
comunicando de manera clara que “no estamos dispuestos a ser
maltratados o usados por nadie”.
- Si quien te ha insultado o provocado forma parte del grupo de
personas importantes en tu vida, pídele explicaciones lógicas de los
motivos que le han llevado a ese extremo.

- Cuando te encuentras con este tipo de inconveniente y


consideras que la persona que te ha provocado no es importante
para ti, entonces, simplemente trata de no acercarte más a ella. En
este caso, no tiene sentido perder tiempo y energía.

- No te tomes seriamente cualquier insulto o provocación, muchas


veces pueden ser causados por desequilibrios o perturbaciones
mentales que nada tienen que ver contigo.

- Una manera inteligente de responder a un insulto es utilizando la


ironía, haciendo ver la insensatez de las acusaciones recibidas. El
provocador sentirá malestar al tener que confrontar un relato que lo
ridiculiza y tentará inmediatamente de cambiar argumento o campo
de acción buscando otras víctimas.
ESTILO COMUNICATIVO DOMINANTE O AGRESIVO

LA GESTUALIDAD

1. El estilo dominante o agresivo tiende a utilizar la gestualidad


de manera “veraz”.
2. Tiene las palmas de las manos dirigidas hacia abajo o
escondidas.
3. Utiliza un tono de voz alto.
4. No usa muletillas como: “eh…”, “mmm…”, “estee…”.
5. Utiliza una gestualidad segura, fluida y generalmente señala
objetos o personas.

EL MODO DE HABLAR
1. Acusa o critica al otro. Tiende a culpar a los demás.

2. Considera que el propio punto de vista es el correcto. Está muy


ligado a sus ideas y no acepta que los otros tengan sus propios
puntos de vista. Nunca cambia de opinión, tampoco cuando la
evidencia le demuestra que está equivocado.

3. Interrumpe continuamente sin permitir a los otros desarrollar la


idea en su totalidad. Insiste en la fundamentación de su propia idea.

4. Juzga sin derecho a réplica, esto es, tiende a razonar de la


siguiente manera: “las personas que hacen X son necesariamente
Y”. Se muestra capaz de juzgar a los demás porque considera
superiores sus puntos de vista.

5. Atribuye sus propios errores a los demás.

6. Piensa en tener siempre razón y considera sus argumentaciones


justas e irrefutables.

7. No acepta la opinión de los demás.

8. Sobrevalora sus propias capacidades.

9. Pretende que los demás apoyen su deseo.

Las personas que forman parte de este grupo tienden a


rodearse de personas pasivas y a discutir fuertemente con aquellas
que comparten su estilo comunicativo. Violan los derechos de los
demás con el objetivo de obtener beneficios.
Una característica que comparte este estilo comunicativo es
la de estar a la defensiva, es tan grande la necesidad de proteger
sus presuntas verdades u opiniones, que en cada conversación
expresan un estado de alerta de proporciones sobredimensionadas.
Esto hace que en situaciones de peligro, como el hecho de
confrontarse con evidencias contrarias a sus propias opiniones,
reaccionen de manera explosiva y hostil.
La intromisión en las decisiones de los otros es también un
comportamiento típico de este sujeto.
CREENCIAS DE UN SUJETO CON ESTILO COMUNICATIVO
AGRESIVO.
Las personas que forman parte de este grupo tienen ciertos
modos de pensar completamente faltos de lógica. No soportan las
circunstancias en las que no obtienen lo que desean. Para sentirse
mejor o experimentar un cierto “bienestar” deben descargar su ira
contra los demás. Consideran a los otros enemigos de los cuales se
debe defender. Para ellos todo debe ser fácil de obtener y en lo
posible de inmediato, si no lo logran sienten que el mundo está en
contra de ellos y la vida no merece ser vivida.
Es común que sientan que los demás no cuentan, tienden a
despreciar a los demás. Esto es causado por un fuerte sentido de
superioridad que les hace creer que el comportamiento de los otros
no es el correcto si difiere del suyo. Piensa que las personas, si se
comportan injustamente, deberían recibir, sin lugar a duda, un
castigo.

VENTAJAS Y COSTOS DE UN COMPORTAMIENTO AGRESIVO

Podemos decir que un sujeto agresivo obtiene a corto plazo


o inmediatamente aquello que desea. Posee un sentimiento de
dominio que le genera una sensación de seguridad, por lo menos
circunstancial. El problema se presenta con el tiempo, es muy
probable que se creen ciertos conflictos en el círculo de amistades
al que pertenece. Las relaciones de este sujeto están basadas en el
enojo y el temor, lo cual podría generar enemistades muy
problemáticas.
En el contexto familiar, la pérdida de control en el modo de
relacionarse se presenta como un modelo educativo erróneo. Esta
falta de equilibrio producirá en sus hijos serios trastornos e
interferirá en el crecimiento armonioso de los mismos.
LA AUTOESTIMA

La autoestima es la manera como las personas se perciben y


se valoran. Muchas veces uno piensa que la autoestima está en
directa relación con el éxito, nada más equivocado. Ella está
directamente vinculada al nivel de satisfacción que experimenta la
persona.
Debemos comprender que el estilo comunicativo agresivo no
respeta el deseo de los otros, se concentra solamente en el deseo
de satisfacer las propias necesidades. Es muy común creer que las
personas que se relacionan en modo agresivo tienen una
autoestima elevada, por el contrario, se trata de una actitud que
esconde una profunda vulnerabilidad.
UNA COMBINACIÓN FATAL: EL MANIPULADOR

El manipulador es una persona con una autoestima precaria


que utiliza ciertos recursos para expresar su punto de vista, por
ejemplo, el sarcasmo y la ironía. Una actitud irónica daña la
autoestima del interlocutor y disminuye su prestigio.
El efecto de este tipo de comunicación crea culpa al
interlocutor y le descarga toda la responsabilidad. Esta forma
comunicativa combina los llamados estilos pasivo y agresivo. El
comportamiento de este sujeto muestra una gentileza exagerada
que esconde sistemáticamente parte de la verdad.
La personalidad del manipulador es de tipo narcisista. Tiene la
necesidad de falsificar la relación con el objetivo de ejercer un poder
total. Necesita sentirse omnipotente de frente al otro para
enmascarar su profundo sentimiento de impotencia.
El manipulador tiende inicialmente a idealizar la relación
pretendiendo obtener de ella cada vez más. Busca colmar un gran
vacío afectivo y al no lograrlo reacciona de modo agresivo o
haciendo sentir culpable al otro o castigándolo o vengándose.
Asume muchas veces el rol de la víctima incomprendida que sufre
por las negligencias del otro.
El manipulador, en lo que respecta a las relaciones de pareja,
no soporta ser abandonado, no tolera las separaciones. Siendo el
miedo de ser abandonado su talón de Aquiles, tiende a ser
extremadamente celoso. Vive con la sensación de ser
constantemente traicionado.
Hablando negativamente de la propia ex, podría decir: “Ella
no me respetaba, se la pasaba discutiendo en cada situación, pero
tú eres diferente”. Esta frase que se muestra a simple vista
agradable, en cambio representa un sutil advertimiento: el
manipulador la tratará bien siempre y cuando no se presenten
discusiones en la relación.
ACLARACIÓN

Los estilos anteriormente descritos no son negativos en


todos los casos. Pueden ser utilizados en determinadas
circunstancias con un alto poder persuasivo, pero no siempre. Una
persona con un carácter dominante será vista como demasiado
rígida y una con un carácter pasivo no logrará hacer valer sus
ideas.
Existe una modalidad para reducir el nivel de pasividad y
consiste en el declarar el propio punto de vista de la siguiente
manera: En vez de usar la formula: “es justo hacer tal cosa”, “es
necesario hacer tal cosa” o “es bueno hacer…”, debemos utilizar:
“yo pienso…”, “yo considero…”, “yo creo…”.
En vez de decir: “es justo ayudar a una persona que está
pasando momentos difíciles”, es mucho más consistente y asertivo
decir: “yo considero que sea justo ayudar a una persona que está
pasando momentos difíciles”.
LAS PERLAS

Cuando encuentres las “Perlas” relájate y respira libre y


pausadamente para absorber profundamente el brillo que
reflejan… Las descubrirás a lo largo del libro.
El comportamiento asertivo comporta ser un oyente activo:
1. Es importantísimo esforzarse por no interrumpir cuando
la otra persona está hablando.
2. Reflejar en el propio discurso lo que acaba de decir mi
interlocutor sirve a confirmar que la información se entendió
correctamente.

La asertividad es fuente de felicidad porque nos lleva a un


estado de sintonía con los demás. La felicidad, sabemos, depende
en gran medida de nuestra capacidad de relacionarnos con los otros
de manera armónica.
Asertividad es: la capacidad de decir No cuando lo deseo, la
capacidad de pedir favores y de hacer peticiones cuando así lo
necesito, la capacidad de expresar lo que siento ya sea positivo o
negativo.
Todo depende de la forma en la que decimos las cosas: “…la
verdad puede compararse con una piedra preciosa: si la lanzamos
contra el rostro de alguien puede herir, pero si la piedra es
engarzada en un anillo de oro y la ofrecemos con ternura,
ciertamente será aceptada con agrado. Puedes comunicar una
misma verdad de dos maneras: la pesimista solo acentúa el lado
negativo de esa verdad y la optimista sabrá encontrarle siempre el
lado positivo a la misma verdad”. Las mil y una noches (literatura
popular árabe)
SEAMOS ASERTIVOS

Cada uno de nosotros posee su propio estilo comportamental.


Cuando se trata de relacionarnos con los demás, están aquellos que
prefieren dejar pasar y pagar el precio de ver sus propias
necesidades desplazadas o ignoradas. Existe también la persona
que reacciona con agresividad e impone sus propias ideas sin
considerar importante el hecho de respetar al otro. Existen
finalmente las personas asertivas, esto es, con la capacidad de
exponer sus propias ideas manteniendo un absoluto respeto hacia
los demás. Esta persona articula su discurso con seguridad y
educación, afirma en modo claro y veraz sus propias emociones,
ideas y opiniones. La persona asertiva se sabe comportar de modo
eficaz logrando sus propios objetivos en cualquier situación,
comunicando con sinceridad y determinación.
Trata de construir relaciones positivas con los demás. El
estilo relacional asertivo es aquel que crea relaciones constructivas
y claras basadas en la confianza recíproca y colaboración. Debes
tener en consideración al mismo tiempo las expectativas propias y
las de los demás.
Acostúmbrate a expresar lo que sientes sin miedos, pero
siempre respetando al prójimo. Es importante también abstenerse
del juicio negativo sobre los demás y al mismo tiempo esforzarse
para comprender el comportamiento de aquellos al que nuestro
juicio tiende a condenar.
Tú autoestima debe ser fuerte. No te preocupes, a lo largo
de este libro trabajaremos juntos para reforzarla y nutrirla.
Para tener la fuerza de perseguir nuestros propios objetivos es
necesario alimentar una impresión positiva de nosotros
mismos, esto significa valorarnos, es decir, proponernos diariamente
de ser más compañeros de nosotros mismos. Auto valorarnos no
significa pensar que somos perfectos escondiendo nuestros límites y
debilidades, al contrario, significa saber que nuestros límites y
debilidades deben ser aceptados y considerados parte de nuestra
propia unicidad. “Unicidad” es un término teológico y se usa para
calificar a Dios como único e indivisible, en nuestro caso señala que
eres único y que no hay otro como tú.
Esfuérzate por ser empático. La asertividad está
íntimamente vinculada con la empatía, o sea, la capacidad de
ponerse en el lugar del otro. Comprométete a comprender a los
demás y tener en consideración los diferentes puntos de vista que
no corresponden con tu visión del mundo.
Debes aprender, y esto es muy importante, a decir No sin
sentir culpa. Ser una persona disponible no significa aceptar
cualquier petición, al contrario, es necesario responder teniendo en
consideración las propias necesidades. Para ser una persona
asertiva debes siempre ayudar a los otros sin dejar de lado lo que
dicta tu ser más íntimo. Y, como decíamos anteriormente, tener la
capacidad de decir que No cuando lo que se nos pide no va en línea
con nuestros propios deseos o intereses.
Comienza a comunicar las cosas que piensas y
sientes, descubrirás un enorme beneficio en términos de bienestar
psicofísico. Debes hacer de este comportamiento tu propio estilo de
vida. Ya veremos cuáles son las mejores maneras de comenzar.

Perla
Al mejorar tu asertividad no solo fortaleces tu autoestima,
sino que además disminuyes tu ansiedad.
LA COMUNICACIÓN ASERTIVA: TÉCNICAS Y
EJEMPLOS PRÁCTICOS.

Siempre estamos comunicando, en la vida privada o en el


trabajo, con los amigos, en la escuela, en la universidad o cuando
hacemos deporte. La verdad es que la comunicación está siempre
presente en nuestras vidas. Es verdad también que muy poca gente
se detiene a razonar seriamente sobre la propia manera de
comunicar.

ESTRATEGIAS - AFINANDO ALGUNOS MODOS

Elegir decir “no me gusta” en vez de decir “es horrible” o “no sabes
cocinar”. Aprender a comunicar asertivamente no te garantiza la
realización de aquello que deseas. Aumentará muchísimo la
probabilidad de que lo obtengas. También mejorará tu relación con
los demás.

1-Usa las afirmaciones con la palabra “Yo”. Debes ser claro y


directo.
“Yo pienso que lo que has hecho es bueno y me gustaría
que..”

2- Describe la manera cómo el comportamiento de la otra persona te


hace sentir. Esto es muy importante porque de este modo le haces
ver al otro cuáles son las consecuencias de sus acciones.
“Cuando levantas la voz me asustas…”, “preferiría que
hablaras más bajo”.
“Cuando no me dices lo que piensas me confundo
interiormente”.

3- Usa la técnica del disco roto. Primero piensa en lo que quieres


obtener, luego prepara algo para decir y en tercer lugar repítelo
hasta que sea necesario:

“Querría obtener el reembolso del artículo que he comprado”.


“Si, pero quisiera de todos modos un reembolso”.
“Entiendo perfectamente lo que usted me está diciendo, pero
sigo exigiendo el reembolso”.

4- Si debes afrontar la agresividad de otra persona:


Decir “no te enojes” no es la mejor idea. Decir a una persona
“no te enojes'' en algunos casos viene percibido como un
intento de manipulación: soy yo que te ordeno de cambiar tus
emociones porque me siento atacado a causa de la
expresión de tu enojo. Un comportamiento asertivo sería el
siguiente: “Me parece que estás enojado, ¿me podrías decir
qué es lo que te molesta?”.

SER PRECISOS

Cuando queremos comunicar al otro una actitud o


comportamiento que nos ha molestado, nunca hables en general
utilizando las palabras: “nunca”, “siempre”, “nadie” o “todos”.
Por ejemplo, en vez de decir: “Siempre que te pido que me
pases a buscar por el gimnasio tienes otras cosas que hacer, eres
un desconsiderado” es mejor decir: “Cuando te pido que me pases a
buscar por el gimnasio y me dices que tienes otras cosas que hacer
me siento ignorada y a veces hasta siento que no piensas en mi”.

LENGUAJE PARAVERBAL

Cuando hablamos de lenguaje paraverbal nos referimos a


la velocidad, la modulación y el tono de nuestra voz. Todo aquello
que genera matices y claroscuros en nuestro discurso forma parte
de este aspecto del lenguaje.
Si hablas lento la gente se aburre, si hablas rápido te muestras
ansioso, si hablas alto piensan que deseas dominar a los demás y si
hablas bajo estas expresando debilidad.
La clave es buscar una calma y equilibrio interior que nos
lleve a expresar nuestras ideas con firmeza y al mismo tiempo
transmitiendo calma. Nuestro tono, velocidad y volumen de la voz
deben ser precedidos por una tranquilidad interior y mostrar una
perfecta coherencia respecto del mensaje que estamos
comunicando. Este equilibrio interior lo lograremos con las técnicas
de relajación muscular progresiva y respiración que estudiaremos
más adelante.
Recapitulando, el lenguaje paraverbal es expresado por la
modulación, los énfasis, las velocidades, es decir todos aquellos
recursos que le infunden a mi discurso un sentido interrogativo,
exclamativo o afirmativo, con una intención irónica o no
convencional. Todo lo que expresamos en ámbito paraverbal puede
ser formulado por escrito a través del uso de comillas y signos de
puntuación o exclamación.

ELECCIÓN DEL MOMENTO ADECUADO


Para afrontar una conversación difícil asegúrate de estar
anímicamente dispuesto e indaga si la otra persona también lo está.
Si los humores, el estrés o el cansancio no ayudan, es muy probable
que la conversación no tenga éxito. Si la persona está ocupada o
consideras que está concentrada en otras cosas, el momento no es
el adecuado, entonces trata de programar el encuentro en un
momento más oportuno.

TRANSFORMA TU GESTUALIDAD

El lenguaje no verbal es un argumento que profundizaremos


más adelante. Por el momento consideremos la manera de
comunicarnos con el cuerpo como un recurso clave para la
comunicación eficaz. La expresión de tu rostro, la postura, la
posición de tus manos deben expresarse asertivamente. Que mi
discurso sea asertivo no es suficiente para generar un tipo de
conversación adecuada. El lenguaje no verbal debe operar también
de modo asertivo.
Para demostrar interés y disponibilidad debemos mirar a los
ojos de nuestro interlocutor, solo así demostraremos una apertura
hacia la otra persona. Debemos buscar también una postura
erguida, sea que estemos de pie o sentados. Eliminar todo tipo de
tensiones es también importante para lograr una gestualidad natural.
Esto permitirá que se cree un vínculo espontáneo entre nuestro
discurso y el gesto, dando lugar a una coherencia de elevada
efectividad.
Demostrar aprecio hacia el otro o expresar mi interés por su
punto de vista debe ser una actitud constante que puede ser
expresada por una sonrisa o por el acto de asentir con la cabeza.

CRITICAR AL OTRO
Cuando debemos dar una opinión que podría impactar
negativamente a nuestro interlocutor porque se trata de una crítica a
un determinado comportamiento o afirmación, es bueno hablar en
primera persona. Debemos dejar muy claro que la descripción que
hagamos es producida por nuestra percepción y que no se trata de
la verdad absoluta.
Podríamos expresarnos utilizando frases que inician con:
“Lo que yo percibo…”, “mi impresión es…”, “Tengo la sensación…”,
"Yo siento que...”, “Lo que yo observo…”.
En vez de decir: “Cuando los niños tienen que asistir a un
campamento, te desentiendes completamente y me dejas sola con
la organización”, es mejor decir: “Cuando los niños tienen que asistir
a un campamento, yo observo que te ocupas de otras cosas y eso
me hace sentir sola”.
En vez de decir: “Cuando llegas tarde a las reuniones de
trabajo nos haces perder tiempo a todos”, es mejor decir: “Cuando
llegas tarde a las reuniones de trabajo, mi impresión es que pierdes
información útil para desenvolver tu trabajo y el resto del equipo
pierde la posibilidad de intercambiar experiencias contigo”.
CAPÍTULO SEGUNDO
LAS IDEAS IRRACIONALES

Definición y utilidad

ecordemos: cuando hablamos de derechos asertivos nos

R
estamos refiriendo a la conciencia del hecho de que la opinión
de mi interlocutor vale tanto cuanto la mía, ni más ni
menos. Sabemos también que la asertividad es un comportamiento
comunicacional sereno y equilibrado, un lenguaje claro y directo que
mira a los ojos manifestando determinación y una actitud cristalina.
Para gozar de una seguridad interior es imprescindible
trabajar nuestras emociones. Las emociones tienen la capacidad de
potenciar nuestros puntos de vista, opiniones y comportamientos en
la medida en que seamos nosotros mismos los agentes
canalizadores de esas energías. Esta idea de entender como fuente
de energía a las sensaciones de tipo emotivo que experimentamos
nos puede ayudar a considerar el escenario emocional como un
tablero de ajedrez. Mi rol sería el de mover las piezas de modo
consciente con el objetivo de obtener los resultados deseados.
Para lograr esto quiero analizar 11 ideas con las que
debemos convivir cotidianamente y que tienden a condicionar
nuestras acciones e interferir nuestras relaciones. Se trata de las 11
ideas irracionales de Albert Ellis. Las ideas irracionales junto con lo
que dimos en llamar los derechos asertivos, forman parte del mapa
de creencias que viven en nuestro interior.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de “ideas
irracionales”? Albert Ellis es el creador de la Terapia Racional
Emotiva (TRE). Su método terapéutico intenta analizar las ideas que
se instalan en nuestro pensamiento y descubrir su contenido
irracional, esto permite entrar en un camino de sanación de todas
aquellas emociones que nos producen dolor porque forman parte de
ciertos esquemas mentales distorsionados.
Ellis niega que los acontecimientos sean las causas de los
estados emocionales. La “manera” de interpretar dichos
acontecimientos será la causa de nuestro estado emocional. Si
logramos modificar nuestros esquemas mentales, seremos capaces
de producir nuevas condiciones emocionales y por consecuencia
sufriremos menos y experimentaremos estados emocionales más
cercanos a la realidad.
Ellis describió y analizó una serie de creencias que son el
producto de nuestras experiencias y de los condicionamientos
ligados a la cultura en que vivimos. Reflexionar sobre ellas es
imprescindible para acrecentar nuestra racionalidad y es un trabajo
necesario que nos proporcionará un potente estímulo para
consolidar nuestra autoestima y por consiguiente fortalecer nuestra
capacidad asertiva.
Aquí hago un pequeño paréntesis para decir que Albert Ellis
es uno de los padres de la terapia cognitiva y del REBT (rational-
emotive behavior therapy). Nace en Pittsburgh en 1913. En el 57’
publica su famoso libro “Cómo vivir con un neurótico” y en el 59’
funda el “Institute for Rational Living” que sucesivamente se
transforma en el “Institute for Rational Emotive Therapy” donde se
enseñan los principios REBT.
En síntesis, el REBT afirma que la manera de
comportarnos y de interpretar las emociones son producto de
nuestros pensamientos y que un modo de pensar desviado e ilógico
acarrea problemas emotivos y comportamentales, estos problemas
pueden ser superados sustituyendo las ideas irracionales por
pensamientos racionales.
TRANSFORMEMOS LAS IDEAS IRRACIONALES EN
ALTERNATIVAS RACIONALES
Idea irracional nº 1

"Es una necesidad extrema para el ser humano adulto el ser


amado y aprobado por prácticamente cada persona
significativa de la sociedad"

Pretender la aprobación de los demás en todo momento es


una exigencia inalcanzable. Esta necesidad genera ansiedad y un
sentimiento de frustración que me acompañará durante toda la
conversación. Es muy probable que sienta una opresión en el pecho
interferirá con mi respiración regular. Utilizaremos una energía
exagerada para lograr ofrecer una presencia agradable y simpática
que nos hará perder de vista nuestros reales intereses.
La búsqueda de aprobación de los demás puede
convertirse en servilismo. Esta actitud está muy lejos de colaborar
para una comunicación eficaz y significa abandonar las propias
necesidades. El interés desmesurado de controlar el juicio del
otro nos lleva ineluctablemente a un estado de inseguridad e
incertidumbre.
¿Cómo afrontar este condicionamiento para lograr asertividad en
nuestras actitudes y comportamientos?
No es cuestión de eliminar todos nuestros deseos de
aprobación. Deberíamos eliminar las necesidades de aprobación
que consideramos exageradas. El hecho de que los demás no me
consideren como deseo, puede producir frustración momentánea,
pero no debemos entenderla como una situación catastrófica o
imposible de resolver.
Podemos preguntarnos “¿cuáles son mis proyectos de vida?”,
“¿cuáles son mis metas?” o “¿qué desearía realizar en los próximos
años?”. No deberíamos preguntarnos: “¿Qué esperan los demás de
mí?” o “¿cómo desearían verme los demás?”.
*Fotografía D
Idea irracional nº 2
"Para considerarse uno mismo valioso se debe ser muy
competente, autosuficiente y capaz de lograr cualquier cosa en
todos los aspectos posibles".

No existe persona en este mundo completamente


competente en todas las disciplinas y conocimientos. Ni tampoco las
hay en la mayor parte de ellos. Buscar tener una vida exitosa no
está mal, pero vivir obsesionado en ser exitosos en cada aspecto de
nuestra vida es una preocupación que nos llevará a sentirnos
frustrados e incapaces. El deseo de que el mundo que nos rodea
sea de una determinada manera nos llevará directo a la
insatisfacción y al miedo.
Debemos comprender que es posible cambiar la realidad que
nos circunda si comenzamos por nosotros mismos y somos
conscientes de que es un proceso lento y que conlleva muchos
sacrificios.
La sensación de inseguridad es la condición natural de toda
persona que pretende un éxito total. Esta precariedad interior
causada por una continua competición con los demás, tenderá a
potenciarse y a producir un sentimiento de inferioridad difícil de
combatir.
Buscar el éxito muchas veces puede significar el deseo de
ser superior a los otros. Esto nos enfrenta con los demás y es muy
probable que genere conflictos en nuestras relaciones. El miedo a
fracasar y a cometer errores es típico en estos sujetos.
¿Cómo afrontar este condicionamiento para ser coherentes con el
perfil asertivo comportamental?

Busquemos el placer en nuestra “manera de actuar” y no


tanto en el resultado de ese actuar . Cuando te esfuerces en
comportarte de manera correcta o eficaz, hazlo para tu propia
satisfacción y no para agradar o buscar ser superior a los demás. Es
importante saber en cada momento si estamos actuando para
agradar a los otros o realmente estamos trabajando para lograr
nuestros objetivos personales.
No es catastrófico ni insuperable el hecho cometer errores en
fase de crecimiento o cuando trabajamos para alcanzar nuestros
objetivos.
El esfuerzo y la práctica constante son las condiciones
necesarias para la obtención de nuestras metas. Debemos afrontar
aquellas actividades o conversaciones que me provocan miedo al
fracaso. No debemos pretender ser perfectos. Esforcémonos por
conservar nuestro equilibrio en las situaciones difíciles.

Idea irracional nº 3
“Ciertas personas son malvadas y deben ser culpadas y
castigadas duramente por su maldad”.

Es muy frecuente que las personas actúen con poca


conciencia y sin prever el resultado de sus actos. Muchas veces se
comportan de manera automática reaccionando a situaciones según
sus propias inseguridades y prejuicios. El comportarse de mala
manera repetidas veces puede ser producto de una personalidad
perturbada o simplemente consecuencia de una mala educación.
Una actitud tolerante y comprensiva, ofrece a estas personas
la oportunidad de reflexionar sobre sus conductas, por el contrario,
una actitud hostil y de condena, crea rigidez y no promueve una
apertura a la superación de conflictos.
Para emprender nuestro crecimiento personal y permitir el
de los otros, no es oportuno eliminar la autocrítica o la crítica hacia
los demás, es necesario no abusar de esta capacidad,
comprendiendo que estamos en un proceso de desarrollo donde los
errores y conflictos deben ser identificados como nuevos estímulos
para seguir avanzando. Culparse a uno mismo o culpar al otro
produce angustia y ansiedad, y en el peor de los casos enojo y una
fuerte hostilidad que nos conducen a experimentar grandes
dificultades en nuestras relaciones en el ámbito personal y social.
La necesidad de culpar a los demás por la situación actual,
a nuestros parientes o a nuestros gobernantes, nace de un estado
de culpa interior que indefectiblemente, para liberarnos,
proyectamos fuera de nosotros. Lamentablemente esta sustitución
de responsabilidades no nos permite superar el problema.
Tratemos de observar nuestro interior de forma benévola y
compasiva. Iniciar a respetarnos a nosotros mismos es el primer
paso para liberarnos de estos sentimientos que obstaculizan nuestro
camino.
*Fotografía E

¿Cómo debemos comportarnos frente a esta idea irracional?

Culpar a los demás por sus fallas deja de tener sentido si


sabemos, como dijimos antes, que estos comportamientos
provienen de una perturbación emocional o de la simple ignorancia.

Es posible que una persona que busca culparte lo haga por


un mecanismo de defensa o por algún tipo de perturbación. Para
comprender si esto es así, debería preguntarme si he actuado mal,
si esto no es así, debo comprender que esa crítica no tiene nada
que ver conmigo. Si considero que he tenido comportamientos
equivocados, es bueno ponerse en acción para modificarlos.
Es siempre necesario analizar los motivos por los cuales
una persona se ha comportado de determinada manera. Este
conocimiento nos da mayor objetividad si decidimos expresar una
crítica u ofrecer un consejo.

Idea irracional nº 4

"Es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no


vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen".
No nos vendría en mente pensar que la forma de las nubes
debiera ser diferente a lo que es, o que el color del mar al atardecer
debiera poseer una diferente intensidad luminosa. Simplemente lo
aceptamos porque forma parte de la naturaleza, pero no es así si
hablamos de cuestiones que tienen que ver con nuestra vida social
o afectiva.
Cada situación está formada por innumerables factores y es
real el hecho de que no podemos controlarlos en su totalidad. Aquí
podemos observar claramente el carácter irracional de esta idea.
Las cosas no se adaptan siempre al esquema mental que hemos
planificado. Esperar que todo ocurra sin contratiempos nos
producirá enojo y frustración a la hora de confrontarnos con la
realidad.
Luchar para cambiar las cosas es positivo, pero cuando las
situaciones extremas nos muestran que esto es imposible, es mejor
aceptar.

¿Qué hacer entonces?

Antes que nada, analizar la situación y discernir si realmente


nos hemos topado con un gran problema o estamos exagerando sus
características frustrantes. A veces cargamos de negatividad a una
situación definiéndola como “insoportable”, “terrible” o “imposible de
superar”. Podríamos cambiar estas expresiones por otras más
realistas como: “es complicada pero no insuperable”, “se presenta
difícil pero estoy convencido que la podré combatir”.
Nadie dice que la solución de un determinado problema
será sencilla, se trata de no interpretarlo como una catástrofe o
tragedia para dar espacio a posibles soluciones. Debemos enfrentar
las vicisitudes de la vida desde una perspectiva constructiva porque
de lo contrario nos haremos daño.

Idea irracional nº 5

"La desgracia humana se origina por causas externas y la


gente tiene poca capacidad o ninguna de controlar sus penas y
perturbaciones"

Existen muchas situaciones que escapan de nuestro control.


Cuanto antes asumamos esta situación mejor será. El hecho de que
no tengamos el control no significa que no podamos elegir cómo
reaccionar.
“La persona emotivamente madura debe aceptar el hecho
de que vivimos en un mundo de probabilidades y casualidades
donde no existen, y probablemente nunca existirán, certezas
absolutas, y debe entender que esto no es algo horrible” (Albert
Ellis).
Debes entender que las emociones son producto de tu
mundo interior, tu eres el creador y tu tienes también la capacidad
de extirparlas si así lo deseas.
Es muy útil descifrar las frases que están ligadas a
nuestras emociones dolorosas. La siguiente expresión: "me duele
que mi mujer no me mire a los ojos cuando le hablo" no es precisa,
ya que lo que “me duele” es el acto de decírmelo a mí mismo
otorgándole un carácter terrible o insoportable a mi afirmación.
Debemos procesar nuestras emociones para vivirlas de manera
sana y creativa.
Cuando seamos capaces de modificar las frases que
sostienen dichas emociones lograremos erradicar el carácter
destructivo de las mismas. Poder cambiar las emociones dolorosas
es factible. Veremos más adelante cómo hacerlo.

Idea irracional nº 6

“Si algo es o puede ser peligroso o temible, me debo sentir muy


inquieto por ello y debo pensar constantemente en la
posibilidad de que esto suceda”.

Cuando estamos muy preocupados por aquello que podría


sucedernos, el estado de nerviosismo que nos causa esa
preocupación nos impedirá tener una visión objetiva de lo que está
pasando aquí y ahora. Si un peligro realmente se presenta, la
ansiedad nos impedirá afrontarlo de modo eficaz.
La preocupación utiliza nuestras energías de manera inútil, a
causa de ella nos paralizamos, no vamos a ninguna parte. Si algo
debe suceder, la preocupación es la última que hará algo para
detenerlo. Muchas veces contribuye a hacer realidad nuestros
peores miedos porque a causa de ella hemos adoptado un
comportamiento inactivo.

¿Cómo afrontar este condicionamiento para lograr asertividad en


nuestras actitudes y comportamientos?
Recordemos la afirmación del mismo Albert Ellis: “La
mayor parte de las cosas que nos producen pánico son “peligros”
auto creados que existen casi únicamente en nuestra imaginación.”
El nivel de gravedad de la mayor parte de los peligros externos
depende de la manera en que los expresamos interiormente.
Debemos preguntarnos cómo nos hablamos a nosotros mismos
sobre ciertos “peligros”, cómo nos referimos a ellos.
También es cierto que los miedos nunca nos darán una mano
para combatir los peligros, todo lo contrario, lograrán debilitarnos.
Hagamos el ejercicio de separar todas las ideas, creencias y
pensamientos de una situación dolorosa y observaremos que la
situación en sí misma pierde peso específico, se presenta vacía.
Utilicemos esta estrategia para, en un segundo momento, llenarla
del contenido elegido por nosotros. Estudiaremos próximamente
algunas técnicas para lograr este resultado.
Por otro lado, gran parte de las inseguridades que se
advierten en ámbitos sociales tienen que ver con el miedo a lo que
los otros piensan de mi. Démonos cuenta de cuán irracional es esta
idea.
*Fotografía F
Idea irracional nº 7
"Es más fácil evitar que afrontar ciertas responsabilidades y
dificultades en la vida"
Si bien muchas veces es más fácil dejar las cosas para más
adelante, la verdad es que esta actitud nos llevará por el camino
equivocado. Muchas veces el peso de una acción que no quiero
afrontar es mucho mayor que la energía que me sirve para llevarla a
cabo.
La felicidad del ser humano no proviene de una vida fácil,
carente de responsabilidades, todo lo contrario, innumerables
estudios demuestran que el hombre siente felicidad y realización
personal cuando está comprometido con sus metas y trabaja
diariamente para alcanzarlas. Muchas veces afrontar una situación
desagradable es menos tortuoso que el hecho de tomar una
decisión para no realizarla.
Reflexionemos sobre cada uno de estos puntos, de esta
manera prepararemos el terreno para el cultivo de relaciones sanas
y maduras que empujen positivamente nuestro crecimiento
personal.

¿Cómo hacer frente a esta idea irracional?

Esforzarnos para afrontar situaciones desagradables es el


modo para deshacernos de ellas. Es muy importante comprender
que por naturaleza, afrontar una situación difícil reforzará
notablemente la confianza en mí mismo, más allá de los resultados,
el solo hecho de afrontarla revelará mi coraje y determinación. Evitar
enfrentarla aumentará mi nivel de inseguridad y desconfianza
personal.
Cada vez que sientas el impulso de abandonar el trabajo,
estudio o carrera, trata de visualizar cuales son las ideas
irracionales que se esconden detrás de esa intención.
Desmenuzarlas, analizarlas y transformarlas en representaciones
más cercanas a la realidad es lo que te ayudará a tomar la decisión
justa. Establecer metas a corto y largo plazo, planificar objetivos y
actividades te ayudará a mantener una actitud de constancia.
Recuerda no exagerar con los esfuerzos ni ser extremadamente
rígido con la disciplina. Todo camino hacia nuestras metas requiere
de tiempo y gran fuerza de voluntad.

Idea irracional nº 8
"Se debe depender de los demás y se necesita a alguien más
fuerte en quien confiar"

Una importante fuente de seguridad y confianza en


nosotros mismos son las relaciones interpersonales. Esto no
significa que el conjunto de decisiones personales depende de mis
relaciones. No debemos permitir que los otros decidan por
nosotros.
Si más dependemos de los otros, menos elegimos por
nosotros mismos. Las opiniones y los deseos de los demás no
deben arrastrarnos, si esto sucede, nos debilitamos lentamente y
con el correr del tiempo nos invadirá un sentimiento de frustración.

¿Cómo hago para afrontar esta idea irracional?


No es tan complicado tener confianza en nosotros mismos y
elegir autónomamente. Podemos cometer errores, pero esto no es
tan grave, podemos aprender con el tiempo.
Debemos actuar libremente y acceder a una libertad que me
permita elegir por mi mismo sin olvidar el respeto a los demás. El
valor que poseemos como seres humanos no depende de nuestros
éxitos o fracasos. Si tomo una decisión de manera autónoma y me
va mal, puedo mejorar la próxima vez. Recuerda que nadie puede
juzgarte porque estás en un camino de aprendizaje donde
arriesgarse es el instrumento para avanzar.
Si te ofrecen una mano para resolver alguna situación y
consideras que esta ayuda es innecesaria, puedes elegir rechazarla,
esto no significa atacar al otro u ofenderlo. Busca la mejor manera
para hacerle comprender que estás a la altura para resolver esa
situación y has decidido enfrentarla autónomamente.

Idea irracional nº 9
"La historia pasada de uno es un determinante decisivo de la
conducta actual, y que algo que le ocurrió alguna vez y le
conmocionó debe seguir afectándole indefinidamente"

Los conflictos, excesos o condicionamientos que hemos


sufrido, por ejemplo, en nuestra adolescencia no deben
forzosamente transformarse en marcas indelebles. La creencia de
que seguimos condicionados por nuestro pasado nos obliga a
interpretar los problemas actuales de modo equivocado proponiendo
soluciones más vinculadas con el antiguo problema que con la
dificultad actual. Por lo tanto, podemos afirmar que la influencia del
pasado interfiere con la solución de los problemas presentes,
alejándonos de la realidad. Una mala experiencia pasada puede ser
una excusa perfecta para no esforzarnos en afrontar los cambios de
nuestras malas costumbres actuales, esto significa, vivir convencido
que “a causa de mi pasado es imposible superar este problema o
costumbre”, cuando en realidad debería pensar: “a causa de mi
pasado encuentro dificultad para superar este problema o
costumbre”. Recordemos que la manera de “narrarnos” o ”decirnos”
a nosotros mismos la circunstancia que estamos viviendo es la clave
para comenzar a resolver una determinada dificultad.

¿Cómo hago para afrontar esta idea irracional?

Reflexionemos: una cosa que se ha revelado verdadera en


el pasado no significa que continuará a ser verdadera en el futuro. Si
en mi pasado, el hecho de confiar en el consejo de nuestros padres
era una sabia decisión, esto no quiere decir que toda la vida
recurriremos a sus consejos.
Insisto una y otra vez en el carácter crucial del modo de
narrar o enunciar un problema, porque a partir de esa narración
nace la emoción que tiende a condicionar nuestros
comportamientos.
Debemos aprender de nuestro pasado y luego dejarlo ir.
Aprender significa desafiarlo tanto activamente como verbalmente.
Activamente quiere decir no repetir los errores del pasado y
verbalmente significa, como decíamos antes, describir la situación
objetivamente y no a través de nuestros miedos y frustraciones.
El pasado puede transformarse en una excusa para no vivir
la vida que me merezco, pero también puede funcionar como
instrumento de autoconocimiento. Está en nosotros elegir aquello
que más nos conviene. Dice Ellis que “...si bien nuestro pasado es
importante e influencia en parte mi comportamiento, esto no quiere
decir que no tengamos la oportunidad de cambiar las cosas, de
transformar nuestras costumbres y crearnos otras más funcionales.”
Idea irracional nº 10
"Uno deberá sentirse muy preocupado por los problemas y las
perturbaciones de los demás"

Muchas veces el simple hecho de observar a los demás


expresarse o comportarse en un modo que no aprobamos, nos
perturba de manera exagerada. Quedamos extremados, por
ejemplo, por la manera que tiene nuestro amigo de tratar a su
hermana. Los modos fríos y cortantes nos parecen excesivos y nos
enojan sobremanera, nos perturban. Ellis sostiene que, en muchos
casos, el disgustarse fuertemente por el comportamiento de los
demás impide observar nuestros propios comportamientos. El
pensar continuamente en el comportamiento irritante de los otros no
cambiará las cosas. Por otro lado, es posible que ese
comportamiento que tanto me molesta no sea negativo en su
totalidad. Ejemplo: podría ser que esos modos fríos y cortantes con
los que mi amigo trata a su hermana sea un pequeño truco para
lograr su atención y evitar, de esa manera, un sin fin de discusiones.
Ellis nos propone hacernos la pregunta de si vale la pena
juzgar el comportamiento de los demás o sería mejor ocuparnos de
nosotros mismos.

¿Cómo hago para afrontar esta idea irracional?

¿Merece la pena preocuparse por los comportamientos de


los demás o es más útil concentrarse en canalizar nuestras energías
para perfeccionar nuestro modo de ser? Cuando la persona que
apreciamos se comporta mal, en vez de desaprobarla y
lamentarnos, ¿no sería más útil sugerirle con gentileza y dulzura un
modo alternativo de comportarse?
Idea irracional nº 11
"Invariablemente existe una solución precisa, correcta y
perfecta para los problemas humanos, y que si esta solución
perfecta no se encuentra sobreviene la catástrofe"

Encontrar la solución perfecta para cada problema es


imposible por la simple razón que las soluciones perfectas no
existen. Buscarlas puede solamente crear expectativas que nos
llevarán a una inevitable frustración e insatisfacción. Ser un
perfeccionista extremo nos aleja de la solución o nos la hace ver
complicada. Es más conveniente limitarse a analizar las posibles
soluciones para, en un segundo momento, optar por la más
adecuada. La solución elegida podría revelarse equivocada, pero
como sabemos, no debemos mortificarnos por los errores. Debemos
invocar nuestra determinación, que combinada con nuestra
voluntad, nos dará la fuerza necesaria para avanzar en nuestro
camino de crecimiento personal.

¿Cómo afrontar esta idea irracional?

Acepta serenamente las situaciones de fracaso, las personas


exitosas son aquellas que saben aprender de estas situaciones. La
confianza en tu capacidad de resolver los problemas no debe
confundirse con el sentido de omnipotencia.
De frente a un problema debemos elegir la solución más factible, no
la más perfecta. Y no esperemos que la solución más factible sea la
definitiva, es probable que debas probar todavía otras alternativas
posibles hasta llegar a la más conveniente. Seamos conscientes de
que el mecanismo de búsqueda de soluciones es del tipo “prueba-
error”.
No existe una sola manera para resolver problemas,
pueden existir varios tipos de solución y todos igualmente válidos.

Perla

Hemos dicho que la asertividad consiste en saber expresarse y


hacer valer nuestros propios puntos de vista respetando las ideas y
los derechos de los demás. La comunicación asertiva se basa en el
respeto recíproco, es un estilo comunicativo diplomático y
eficaz. Debemos ser personas respetuosas de sí mismas y
dispuestas a hacerse valer, a defender sus propios intereses y a
expresar sus pensamientos y maneras de sentir.
Debemos, por lo tanto, demostrar que somos conscientes
de los derechos y las necesidades de los demás y estamos
dispuestos a comprometernos activamente para resolver los
conflictos que puedan presentarse. Esto último nos ayudará
muchísimo a fortalecer nuestra autoestima y ganaremos
legítimamente el respeto de los demás.
Y aquí hago un paréntesis: cuando hablo de
comprometernos, ayudar, ser una persona disponible, no estoy
diciendo de poner en práctica una estrategia fría y calculada para
ganar el respeto de los otros. Debemos hacer un trabajo interior
para comprometernos de corazón y acercarnos a los demás de
modo genuino y sincero. Muy bien, ahora puedo cerrar el paréntesis
CAPÍTULO TERCERO
COMUNICACIÓN, LENGUAJE Y
EMOCIONES

EL LENGUAJE

N uestra cotidianeidad está sumergida en innumerables


palabras que debemos administrar de la mejor manera
posible. A veces lo logramos, a veces no. Las palabras son
los elementos constitutivos de lo que llamamos “lenguaje”.
Comencemos por decir que el lenguaje es aquello que nos
diferencia de los animales, eso es claro, pero podríamos ir todavía
más allá y decir que el lenguaje es la capacidad que nos distingue
como seres humanos. Tenemos a disposición un instrumento
elevadamente sofisticado llamado lenguaje. No podemos prescindir
de las palabras. Hemos naturalizado de manera extrema al lenguaje
y olvidado el poder efectivo que representa.
Lo primero que hacemos con el lenguaje es describir la
realidad que nos rodea. Podemos describirla de muchas maneras,
en función de nuestra sensibilidad, deseo, felicidad, objetivo, etc.
podemos describirla midiéndola, amándola y calculándola, esto
significa que la realidad que nos circunda podrá ser representada
por nosotros de mil maneras distintas.
Decodificamos la realidad etiquetando sus diferentes
tonalidades y nos entendemos con los demás porque nos ponemos
de acuerdo sobre el significado de esas etiquetas. Todos sabemos
que la realidad está cambiando continua y velozmente, por lo tanto,
podríamos decir también que el lenguaje está en continua evolución.
También podemos afirmar que el lenguaje define y describe la
personalidad de la comunidad en la que vivo, de esta manera puedo
identificar a aquellas personas que pertenecen a ella y aquellas que
no.
Por último, podemos decir que la palabra define mi ser más
íntimo, construye mi identidad. A través del lenguaje puedo
comunicar a los otros quién soy, puedo declarar quien soy. Nuestras
palabras muestran en qué medida nuestro pensamiento procede de
manera clara y fluida. Gracias al lenguaje podemos comunicar
nuestras ideas, pensamientos y emociones.
Para terminar y para que no haya confusiones, recordemos
que el lenguaje es lo que hace posible la comunicación en todas sus
dimensiones, incluidas la comunicación verbal y no verbal.
LAS EMOCIONES

*Fotografía G

“El grito que cada uno de nosotros emite en el primer


instante de la propia historia personal, cuando hemos sido
expulsados del útero, para entrar en el mundo externo, es una
señal emotiva. Es la emoción el primer lenguaje de todos
nosotros”. (Oatley)

El tema de las emociones siempre ha estado presente en la


historia del conocimiento humano. En las épocas clásica y moderna
se caracteriza el rol de las emociones en relación a problemáticas
de índole ético y del buen vivir. Actualmente la psicología despliega
un amplio terreno, al interno del cual, la dimensión emocional del
individuo cobra importante relieve.
La calidad de la vida mental y afectiva del individuo es objeto
de innumerables estudios y muchas veces el lenguaje se presenta
como clave de acceso a este complejo mundo.
La emoción crece dentro de nosotros como un sentimiento
incontrolable que no proviene de nuestra voluntad, se instala en
nuestro interior y comienza a crecer, a expandirse. Puedo darle
libertad de decidir autónomamente cuanto expandirse o por el
contrario, puedo ponerle un límite.
“Las emociones dibujan el paisaje de nuestra vida espiritual y
social. Dejan una marca en nuestras vidas con una forma irregular,
incierta, impredecible”. M. C. Nussbaum, “La inteligencia de las
emociones”.
Luego de experimentar ciertas emociones, la persona que
me las proporciona aparece bajo una nueva luz. Y es con este
nuevo ser con el que debo interactuar de ahora en más.
Comprendemos aquí cómo una emoción condiciona el
desenvolvimiento de una relación o conversación.
Imaginemos dos situaciones antagónicas. El caso de
encontrar una persona que ya conocíamos y sentir una armonía
sorprendente, esta persona se nos aparece con una luz inédita. Esta
emoción se expande por dentro y nos empuja a relacionarnos de
manera fluida y espontánea. Reconocemos en esa interacción una
fortísima disposición hacia el otro y experimentamos un flujo
argumentativo que se articula de modo expansivo y natural.
Al contrario, si perdemos a un ser querido, nuestro
sentimiento es un grave pesar interior que nos obliga a expresarnos
con extrema dificultad y nos devuelve una imagen gris del mundo.
Un dolor que nos entrecorta la respiración y nos lleva a una
situación de sordera absoluta que interfiere con la realidad que nos
circunda.
Las emociones son manifestaciones que provienen
directamente del cuerpo. La mente y el lenguaje son las encargadas
de traducirlas en representaciones o imágenes.
LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

*Fotografía H
“Las palabras son sólo el comienzo. Detrás de ellas está el
cimiento sobre el cual se construyen las relaciones humanas:
la comunicación no verbal.” (A. Fierro, 1992)
El lenguaje no verbal representa el “cómo”. Aquí entran a
jugar otros aspectos de la comunicación como por ejemplo la
expresión del rostro, el tono de la voz y la gestualidad en general. A
través de él generamos un mensaje potentísimo.
La comunicación no verbal es una disciplina que, al interno
del estudio de la psicología, ha siempre producido intriga y una
atracción única. Muchas son las razones por la que los estudiosos
de todas partes del mundo se han ocupado de ella sin lograr
sistematizarla científicamente de modo eficaz. No es un misterio el
hecho de que aún hoy día siga siendo el objeto de estudio en tantas
áreas de la psicología moderna.
Reflexiona sobre los siguiente: la misma frase dicha con dos
tonos de voz diferente, expresión del rostro diferente y una postura
corporal diferente producirá dos reacciones distintas en mi
interlocutor.
Otro ejemplo muy común es el Sarcasmo: si lo tomas al pie
de la letra te encuentras con un significado opuesto al que quiere
comunicar.
La expresión canalizada a través de la emoción, regulación
del tono de la voz, miradas, gestos, ritmo vocal, alternancias de
turnos comunicativos y espacio interpersonal, constituye un
importante elemento de investigación en la ciencia psicológica. Aún
así, la comunicación no verbal continúa, en muchos casos, a ser
percibida como un mero complemento de la dimensión verbal. Por lo
anteriormente dicho, se observa una suerte de predominio de la
palabra en desmedro del gesto, esto es, se considera a la palabra
como un todo olvidando su contenido emotivo. En el ámbito de la
psicología existen ciertas poderosas líneas de investigación del
fenómeno de la comunicación que incluyen el carácter no verbal de
la misma, estas son: el abordaje dialógico en la comunicación, la
interactividad, el pragmatismo comunicacional, los códigos
sociolingüísticos, la arquitectura intersubjetiva, entre otras.
“¡Dígame qué sucedió! dijo el ingeniero Lemonnier, nacido
en Turín, pero hábil y conocedor de su trabajo. En los dos años que
permaneció en Vigàta logró entender algunas cosas del pueblo
siciliano. No eran las palabras que decían, no eran los gestos que
hacían. El ingeniero estaba convencido de que era necesario estar
atento a cómo decían esas palabras, a cómo hacían esos gestos.
Matices, ondulaciones, imperceptibles mutaciones de ritmo y de
entonación: eran estas las cosas que contaban.” (Camilleri "Un hilo
de humo")
Ni las palabras, ni los gestos permiten al ingeniero acceder al
sofisticado código comunicativo de la cultura siciliana. Tengamos en
cuenta que estamos dando un ejemplo, podríamos decir que todas
las culturas tienen en su interior un “código sofisticado”. El ingeniero
se las tiene que arreglar para interpretar el singular modo de
expresión de esa sociedad. Articulación y modulaciones en el
discurso crean un lenguaje al cual es difícil de acceder. Para
entender las reales intenciones de los personajes que conversan
naturalmente, es necesario no dejarse engañar de los indicadores
que aparentemente se presentan más visibles en la conversación. El
ingeniero debe esforzarse y concentrarse en interpretar los matices,
las ondulaciones y las imperceptibles fluctuaciones del ritmo y
de la entonación.
Hemos llegado al punto. Este será nuestro trabajo:
Entrenar nuestra sensibilidad para lograr interpretar de manera
precisa aquel lenguaje codificado que se presentará en nuestra vida
cotidiana, y gracias a esta nueva capacidad lograremos vivir en
armonía con nosotros mismos y las personas que nos circundan.
Podríamos decir que la comunicación no verbal es un tipo
de comunicación invisible que se agazapa por debajo del carácter
predominante que ejerce la palabra.
REFLEXIONES

La comunicación es una necesidad para el ser humano.

Cuanto más logremos comunicar (y cooperar) más pronto


lograremos superar o relativizar nuestras propias opiniones,
ideologías o puntos de vista para ponernos en el lugar del
otro.

En la vida es importantísimo aprender a ponerse del lado de


nuestro prójimo para comprender su punto de vista.
SABER ESCUCHAR

Comunicar significa generar algo en común, hacer


participar al otro de un pensamiento, emoción, o
deseo.

Comunicar no significa solamente poseer la capacidad


de expresarse (saber hablar), significa también, y
sobretodo, tener una buena habilidad para escuchar.

Cuando tenemos que afrontar discusiones difíciles y


resolver circunstancias en un contexto familiar o de
trabajo, escuchar es una de las habilidades más
importantes y difíciles de adquirir.

Escuchar a la persona que tenemos enfrente nuestro


constituye la fuente de información necesaria para
modular nuestro mensaje y hacerlo eficaz.

Un gran comunicador es aquel que sabe escuchar.

La esencia del acto de escuchar con eficacia consiste


en creer que todo aquello que escucho puede ser de
interés para mi. Algún secreto sobre nuestro
interlocutor podría revelarse a través del acto de
escuchar conscientemente. Por este motivo es tan
importante dedicar atención absoluta al mensaje de
nuestro interlocutor.
PROBLEMAS EN LA COMUNICACIÓN

Es interesante observar el hecho de que casi la totalidad de


las personas están ingenuamente persuadidas de poseer la
capacidad de escuchar a su interlocutor. Sin embargo, la realidad es
completamente diferente, esto es, que la mayoría de las personas
experimenta diferentes problemáticas en el acto de comunicar.
Aquí nos encontramos con un mecanismo que sustituye “el
escuchar al otro” por un “esperar impaciente” que el otro termine su
turno para poder replicar y argumentar. En este lapso, a través del
cual “esperamos impacientes”, nos ocupamos febrilmente de
perfeccionar nuestro razonamiento, perdiendo de vista el mensaje
de nuestro interlocutor. Al contrario, escuchar es contar con la
capacidad de comprender una perspectiva diferente de la nuestra y
de considerar las características que configuran el relato del otro.
NO SABER ESCUCHAR

Son muchas las circunstancias en las que no escuchamos a


nuestro interlocutor.

Se escucha solo aquello que queremos oír (filtro);

se piensa en lo que dirá a continuación, sin concentrarse


en lo que está diciendo en el presente;

se relaciona todo lo que se escucha a la propia experiencia


(identificación);

se deja de lado todo aquello que consideramos de poca


importancia (denigración);

se expresa un acuerdo sobre cada cosa que el interlocutor


afirma (hacer cumplidos);

se cambia argumento rápidamente demostrando falta de


interés (desviación).
ACCIONES COMPORTAMENTALES CONSCIENTES

Dichos comportamientos pueden ser corregidos poniendo en


práctica acciones comportamentales conscientes:

Es necesario, sobre todo, no estar concentrados sobre


nosotros mismos.

No debemos estar ansiosos y apresurados en responder a


nuestro interlocutor, o todavía peor, de interrumpirlo como si
se tratara de una competición.

Es aconsejable escuchar con gran atención el punto de vista


del otro y responder luego de haber reflexionado atentamente
sobre las consecuencias que mis propias palabras podrían
tener.
EL MENSAJE

. El interlocutor no es un recipiente neutro, sino un sujeto que cuenta


con un bagaje de ideas preconstituidas y modos propios de utilizar
el lenguaje.

. El mensaje debe adaptarse según el tipo de interlocutor:


escucharlo atentamente nos permitirá conocerlo.
MALAS COSTUMBRES

. Interrumpir.
. Llegar rápidamente a las conclusiones.
. Terminar las frases que ha iniciado el otro.
. Cambiar argumento con demasiada frecuencia.
. Lenguaje del cuerpo inapropiado.
. No responder a las preguntas del otro.
. Incapacidad de hacer preguntas.
BUENAS COSTUMBRES

. Mirar a los ojos al interlocutor.


. Hacerle preguntas.
. Darle el tiempo de articular su discurso.
. Escuchar y controlar nuestras emociones.
. Mostrarse interesado.
. Responder en modo asertivo.
¡IMPORTANTE SABERLO!

No todo lo que uno trata de comunicar llega a la otra persona:


El sujeto quiere decir 100
En realidad dice 80
El interlocutor escucha 50
Entiende 30
Y recuerda 20
EJERCICIO PARA EVALUAR MI CAPACIDAD DE
ESCUCHA. (PARA REALIZAR CON OTRA PERSONA)

Se trata de una simple actividad que tendrá como objetivo abrirse a


la otra persona y descubrir diferentes modalidades comunicativas.

. Primero decidimos quien es A y quien es B.

. En la primera fase la persona A se debe presentar usando un tono


de voz oportuno. Se presenta a B para hacerse conocer. El
contenido de la conversación debe ser completamente libre. B tiene
la obligación de escuchar con gran atención las palabras de A sin
intervenir verbalmente, dando coraje al interlocutor con un
comportamiento asertivo y de gran participación. (No más de 3
minutos)

. En la segunda fase, B reproduce de la manera más fiel posible


todo lo que escuchó tratando de ponerse en el lugar de A, hablando
en primera persona y utilizando el nombre del compañero: tiene que
transformarse en A. (no más de 3 minutos).
Luego, las partes se invierten y ahora le toca a A ponerse en el lugar
de B repitiendo la presentación. (no más de 3 minutos).

. Tercera fase: Reflexiones personales.

¿Cuánta atención he prestado?


De qué manera se presentó mi compañero. Aquí es donde
escribiré mis impresiones.
Veamos qué es lo que recuerdo: donde vive, quiénes son los
miembros de su familia, edad, medios de transporte
utilizados…
Información relacional: su familia, su carácter…
Información existencial: quién es, cuáles son sus
convicciones, sus ideales…
Positivo/negativo: ¿se ha concentrado más sobre sus
defectos o sobre sus cualidades?
¿Ha preferido hablar de su pasado, presente o futuro?
CAPÍTULO CUARTO
OFENSAS Y PROVOCACIONES

E strategias para afrontar de la mejor manera las ofensas y


provocaciones
Es cosa común encontrarnos en situaciones difíciles siendo
víctimas de provocaciones inesperadas u ofensas gratuitas.
Generalmente, de frente a un ataque verbal de un compañero de
trabajo o de un amigo, encontramos la respuesta más oportuna
mucho tiempo después, luego de asimilar la situación de
conflicto. En general, tratamos de reprimir la rabia que sentimos
interiormente o nos defendemos atacando y complicando aún más
el conflicto.
Luego de haber respondido a las provocaciones y haber
sufrido un estado de enojo, nos queda una sensación
tremendamente negativa. El enojo no es en sí mismo
negativo, forma parte de la variedad de emociones que el ser
humano experimenta.
Pero, nosotros conocemos una modalidad comunicativa más
equilibrada: la asertividad. Recordemos aquí que la asertividad
consiste en la capacidad de expresar nuestras propias emociones y
opiniones de manera adecuada y coherente al contexto en el cual
nos encontramos.
AFRONTAR LAS PROVOCACIONES DE MANERA
ASERTIVA
Por provocación entendemos cualquier forma verbal o no
verbal de ataque, violencia, agresividad u ofensa con el objetivo de
generar una reacción negativa en la víctima: enojo, angustia o
malestar.
El provocador opera intencionalmente y siente placer
cuando observa una reacción en el otro. Logra su objetivo cuando
obtiene la atención y provoca malestar. Reaccionar a las
provocaciones entrando en el juego del agresor y utilizando sus
propias acciones provoca un aumento de tensión, genera
sufrimiento a la víctima y no resuelve la situación en cuestión.
Para los casos de mayor gravedad en los que mi interlocutor
utiliza frases extremadamente incisivas y fastidiosas te propongo las
siguientes estrategias:
RESPONDER SIN REACCIONAR

Un arma de la que no puedes prescindir es la de comprender


la naturaleza instintiva de las propias reacciones, y aprender a
controlarlas. Reaccionar a la agresividad con más agresividad
satisface los deseos de aquel que me está provocando y se sentirá
de esta manera motivado a perseverar porque sentirá que tiene el
control.
La respuesta debe, en cambio, sorprender al interlocutor.
Podemos reír, usar formas auto irónicas, utilizar el sentido del humor
o usar una respuesta silenciosa o desinteresada que demuestra
indiferencia. No se esperará este tipo de respuestas y encontrará
una gran dificultad para responder con la consiguiente incapacidad
de afrontar lo inesperado.
Es muy útil el sentido del humor. Trata de rescatar el lado
positivo de cada idea. El uso de la ironía y del sarcasmo puede
servir para moderar ciertos tonos vivaces o hasta agresivos de
ciertos discursos.
También podemos responder verbalmente, pero observando
con determinación y firmeza a quién nos ataca, de manera de
transmitir un mensaje que exprese el hecho de que sus palabras no
violan mi propia intimidad y no son fuentes de sufrimiento para mí.
ME SIENTO OFENDIDO

Debemos ser conscientes que el acto de combatir nos


producirá siempre malestar y contradicción interior. Sería muy
interesante lograr vencer sin combatir. A veces, somos nosotros en
primera persona los responsables del conflicto a través de aquello
que definimos “el sentirme ofendido” o tendencia de interpretar de
modo negativo el mensaje de nuestro interlocutor. Si queremos
experimentar una mayor sensación de bienestar y liberarnos de
infinitas discusiones e incomprensiones, debemos comenzar a
asumir una nueva perspectiva que nos permitirá tener un mejor
control de las situaciones conflictivas: podemos elegir cómo
interpretar las palabras que nos han sido dichas y decidir si
otorgarles un valor negativo o positivo.
Si las personas que nos rodean tienen dificultad para
relacionarse con nosotros, quiere decir que algo no está
funcionando. Si no se sienten cómodos, es necesario descubrir la
causa. Es muy posible que sean nuestras elevadísimas
expectativas que no vayan de acuerdo con la realidad.
La situación del ofendido es siempre una posición de privilegio
que consiente el ataque al otro y la objeción a la relación. El
ofendido piensa tener derecho a un compenso por una presunta
ofensa recibida. Este derecho no está demostrado ni es
demostrable. Es una posición que, a través de un estado ansioso,
libera el pensamiento de la injusticia sufrida y habilita el ataque a
esa misma justicia de la cual no se ha obtenido beneficio.
Sabemos que el sentirnos ofendidos nos produce angustia y
esta nos crea una condición de pérdida, de desorden,
experimentamos un límite. De ese límite debemos generar la fuerza.
Podemos realizar una nueva lectura a nuestra Idea Irracional
número 1 que dice: "Es una necesidad extrema para el ser
humano adulto el ser amado y aprobado por prácticamente
cada persona significativa de la sociedad".
CONÓCETE A TI MISMO

De frente a una provocación podría asumir un comportamiento


indiferente, para esto es muy importante conocernos a nosotros
mismos y entender qué es lo que me provoca el dolor. La conciencia
y la aceptación de mis puntos débiles me permite encontrar
estrategias para soportar emotivamente los ataques, comprendiendo
la naturaleza mezquina de estos últimos y su ausencia de
fundamento. En algunos casos, la crítica, si se presenta
verosímilmente, puede ser un buen inicio para mejorar y
crecer, siempre en el respeto de nosotros mismos y con un espíritu
de libre elección y autónoma que nos permita cambiar aquellos
aspectos críticos y negativos que obstaculizan nuestro equilibrio.
OTROS CAMINOS

La mejor respuesta es la que respeta los principios de la


asertividad. Ser asertivos es el justo compromiso que logramos
obtener entre dos extremos: el comportamiento pasivo y el
comportamiento agresivo. En el primer caso (estilo pasivo)
estaríamos dando al provocador la satisfacción de haber logrado
sus objetivos y de haber producido daños. En el segundo caso
(estilo agresivo) se caería en la trampa y se activaría un juego de
fuerzas que ofrecería al provocador nuevos elementos y
motivaciones.
RESPIRAR

La provocación genera estrés. Este último, a nivel


fisiológico, produce una hormona llamada cortisol que incrementa la
respuesta automática de ataque y fuga. La reacción más
consonante es una respuesta impulsiva como la de “cerrarnos en
nosotros mismos” y al retiro pasivo, o al contrario, al ataque directo.
En estas situaciones debes hacer varios respiros profundos para
atenuar el tipo de respuesta instintiva que queremos evitar. La
excesiva carga emotiva traducida en una reacción instintiva no
jugará a nuestro favor.
Recuerda que la correcta respiración nos ayuda a calmar la
ansiedad en situaciones difíciles. La respiración es una de las
funciones más importantes de nuestro cuerpo. Tendremos que
contrarrestar el hecho de respirar desordenadamente en las
situaciones difíciles. Uno de los síntomas principales de la ansiedad
es una respiración superficial y acelerada. La ansiedad es un
sistema de alarmas de nuestro cuerpo, se trata de un
comportamiento de autodefensa que hemos desarrollado a través
de nuestro desarrollo como seres humanos. La meta de este
mecanismo es la de superar peligros inminentes. Cuando nuestro
cerebro reconoce un peligro, activa una serie de operaciones con el
objeto de contrarrestar ese peligro, por lo tanto, aumenta la
frecuencia cardíaca, el sudor, la frecuencia del respiro y la sangre
comenzará a preparar a los músculos. Este fenómeno viene definido
como: “ataque o fuga” y en casos extremos puede salvarnos la
vida.
El problema surge cuando las amenazas identificadas por
nuestro cerebro existen sólo en nuestra mente. Por
ejemplo, tenemos miedo de contraer una enfermedad o de perder
algún ser querido en un momento en el que ésto no está
sucediendo. En este caso nuestro cuerpo actúa controlado por
nuestro miedo, como si existiese un peligro real. Nos tensionamos y
experimentamos hiperventilación, lo cual significa que estamos
transitando un estado de ansia. Este último produce una respiración
corta y veloz. Podríamos fácilmente entrar en apnea. De esta
manera, recibiendo poco oxígeno, estamos poniendo en dificultad el
funcionamiento natural de nuestro corazón. Aumentamos la tensión
muscular, sobre todo en la zona superior del cuerpo. El poco
oxígeno dificulta también el funcionamiento natural de nuestro
cerebro generándonos poca claridad mental.
El canal de desintoxicación más importante que tenemos
es la capacidad de respirar armónicamente. El 70% de las toxinas
son expulsadas a través de la respiración, por lo tanto, entendemos
que una mala respiración tendrá una implicancia negativa directa en
nuestro sistema inmunitario. La respiración profunda diafragmática
o abdominal nos permite aumentar nuestra capacidad física y
mental, tener una buena circulación, digestión y una excelente
renovación de nuestras células.
Como dijimos anteriormente la respiración diafragmática o
abdominal produce un masaje a los órganos internos y vísceras, lo
cual producirá una descarga de tensión resolviendo de manera
automática la ansiedad. La disminución de la frecuencia cardíaca y
de la presión sanguínea elimina el estrés. Una buena respiración
nos ayuda también a eliminar los dolores crónicos. Y, por último, a
nivel psicológico, nos ayuda a vivir nuestras emociones en su justa
dimensión.
Para concluir podemos decir que La respiración nos
mantiene mental y emocionalmente equilibrados, otorgándonos
armonía. Es de gran ayuda especialmente durante los incrementos
de tensión o estrés, producto de discusiones difíciles y reacciones
físicas, emocionales y mentales. Te ayudará a resolver situaciones
con personas que pretenden hacerte perder el equilibrio y envolverte
en el mundo de la supervivencia. En esos casos, busca con todas
tus fuerzas una respiración serena, tomate tu tiempo y te sentirás
instantáneamente ensanchado, y no te afectará ningún tipo de
adversidad.
CAMBIAR ARGUMENTO Y HACER PREGUNTAS
Una buena manera para responder a una provocación es
hacer preguntas que indaguen los motivos de la acusación u ofensa.
Recibir la provocación sin pedir explicaciones es un comportamiento
que transmite a la otra persona que su afirmación es verdadera
y meritada. Las preguntas permiten redimensionar las
provocaciones y transportan al provocador en un lugar
incómodo: ahora debe dar explicaciones válidas y racionales a todas
sus afirmaciones generalmente infundadas.
Hacer preguntas puede también ser muy útil para cambiar de
tema y, por lo tanto, reducir el nivel de atención sobre la acusación
hecha. Esto demuestra la intención de no dar demasiado peso a las
afirmaciones inferidas por el provocador, mostrando superioridad,
indiferencia y colocando el centro de atención sobre cosas
realmente útiles y funcionales a la relación. Por otra parte, es muy
positivo demostrar a la otra persona, a través de las acciones, que
todo aquello que ha afirmado no tiene fundamento: si nos dicen que
no tenemos la capacidad suficiente para llevar adelante un trabajo,
debemos demostrar lo contrario con un gran compromiso y fuerza
de voluntad.
LA OTRA PERSONA ES MÁS DÉBIL

Sobre este argumento no debemos tener ninguna duda: a


la base de un comportamiento provocativo existe un enorme estado
de inseguridad y una gran necesidad de atención y de afecto. El
sujeto que provoca adolece de una falta de capacidad para controlar
los miedos.
Reaccionar a una provocación permite satisfacer una serie
de necesidades que de otra manera no serían colmadas, pero si
satisfacemos estas necesidades, interferimos en el desarrollo de
una posible armonía relacional. Tener muy presente este último
concepto nos permite responder en manera adecuada y destruir el
mecanismo negativo que termina repercutiendo en las dos
partes, ayudando al provocador a comprender el error y a adquirir
modalidades más adecuadas para recibir afecto, atención y
respeto.
EL CUMPLIDO INESPERADO

Trata de responder con una frase que describa las


capacidades positivas del interlocutor/provocador, de este modo
quedará completamente fuera de lugar.
REDIMENSIONAR LAS PROPIAS EXPECTATIVAS

No considerar al interlocutor como si fuera un juez absoluto.


No debemos forzosamente impresionar al otro con afirmaciones
justas y de gran relevancia. Tratemos, utilizando las estrategias
descritas, de evitar despilfarrar energía en discusiones e
incomprensiones. Usemos nuestra energía para la realización de
nuestros objetivos y del propio bienestar personal.
LA SUPERIORIDAD

De frente a una persona que nos provoca demostrando aires de


superioridad y “sábelo todo”, la mejor estrategia es aquella del
cumplido inesperado o la respuesta educada y gentil.
EL JUICIO DE LOS OTROS

Nuestra vida psíquica está muy ligada al juicio de los demás.


Si yo dependo del juicio de los otros significa que en el fondo no
conozco cuál es mi verdadero valor. Vivir esperando un juicio de
valor positivo de parte de una persona allegada es un camino que
no debemos recorrer. Nosotros vivimos para realizar un destino que
es solo nuestro y es completamente único. Esta “unicidad” que
forma parte de nuestro ser más profundo, es la que vamos
construyendo día tras día gracias a nuestros esfuerzos y a pesar de
nuestras debilidades. Cuanto más temes el juicio de los demás, más
alimentas la inactividad y por consiguiente, más te alejas del
recorrido de tu crecimiento personal.
También es verdad que cada uno de nosotros tenemos en
nuestro interior mil flores que no hacemos florecer, mil almas que no
hacemos nacer. Nuestra alma se parece más a una selva que a una
flor. Para desarrollar nuestra selva debemos aceptar las grandes
contradicciones que viven en su interior. Aprendamos a convivir con
nosotros mismos y con la conciencia de nuestro ser único.
JUICIOS Y PREJUICIOS

No siempre la opinión de mi interlocutor tiene una relación


directa con mis conductas o puntos de vista. Cuando mi interlocutor
emite un juicio sobre mi persona tenemos que saber que gran parte
de esa afirmación tiene más relación con sus deseos y sus miedos
que con el real estado de mis opiniones o actitudes. Esto significa
que, frente a la percepción de una crítica o juicio, nace
automáticamente en nosotros algo así como un prejuicio que en la
mayoría de las veces sobredimensiona la crítica en cuestión.
Debemos, en este punto, preguntarnos por la verdad de
nuestras suposiciones. Estas ideas que nos creamos frente a una
crítica son el efecto natural de una presunta provocación y de un
estado de precaria autoestima. Debemos esforzarnos a no tomarnos
personalmente la afirmación del otro porque esta reacción es fuente
de sufrimiento y frustración.
No es necesario desesperar y defender mis creencias como
si se tratara de una situación de vida o muerte. No debemos
ofendernos porque quedaremos atrapados en una dimensión
emocional negativa que nos llevará a profundizar el sentimiento de
frustración.
Tampoco culpemos al otro porque como decíamos antes, sus
juicios, en esencia, poco tienen que ver con nuestro “yo” más
auténtico.

Perla
La provocación que no obtiene reacción pierde su completa
eficacia.
CAPÍTULO QUINTO
COMUNICACIÓN ASERTIVA Y PNL

PNL: DEFINICIÓN Y UTILIDAD

NL está por Programación Neurolingüística. Conozcamos los

P
pilares, formas y uso de esta herramienta. La PNL nos ofrece
los elementos necesarios para que nuestra comunicación sea
eficaz y nos podamos expresar con firmeza y hacernos comprender
de manera clara. Gracias a ella lograremos cambiar nuestra manera
de pensar, hablar y actuar. Consideremos el hecho de que nuestra
mente es el resultado de una serie de aprendizajes obtenidos en
nuestra infancia: la PNL nos servirá para cancelar los programas
mentales obsoletos que seguimos utilizando y nos mantienen
alejados de nuestro bienestar. El objetivo es “instalar” en nuestra
mente los programas que nos ayudarán a crecer, desarrollarnos
naturalmente y a lograr nuestros objetivos.
La PNL nos permite descubrir nuestro verdadero potencial
para vivir nuestras emociones de manera equilibrada. La
Programación Neurolingüística es una metaciencia que estudia los
programas mentales de las personas de éxito, identificando modelos
y extrapolando técnicas para superar cualquier situación que se
presente en nuestras vidas. Claramente, la eficacia de esta
disciplina depende de la voluntad y determinación de quien la
aplica.
Ninguna persona tiene la capacidad de modificar tus
sensaciones interiores. Eres tu quien lo permite. Naturalmente
somos humanos y es común no comprender los mecanismos que
operan en nuestra psique. Gracias a la PNL obtendremos mayor
conciencia del sistema de representaciones que, en una situación
determinada, moldea nuestras emociones.
La representación de la realidad que creas en tu interior no
reproduce exactamente la realidad, se trata solo de una
interpretación construida a partir de tus creencias y valores
personales. Esta interpretación puede ser utilizada a nuestro favor
con el objetivo de persistir en un estado emocional equilibrado que
nos permita afrontar con fluidez conversaciones o relaciones
complicadas. Cambiar tu vida y abandonar tus límites en un instante
es posible.
Teniendo en cuenta la importancia de las palabras y de los
gestos en nuestra vida expresiva cotidiana, consideramos a la PNL
como el dispositivo que nos hará pensar mejor y cambiará nuestra
vida de manera estructural. Reprogramar nuestras acciones y
modos de pensar nos llevará por el camino de la asertividad.
Tradicionalmente se han utilizados diferentes técnicas para
obtener nuestras metas y deseos en la vida, como por ejemplo,
aquellas relacionadas con la autoestima y la motivación
personal. Los orígenes de la PNL proceden de la colaboración de
tres estudiosos: John Grinder, Frank Pucelik y Richard Bandler que
a partir de los años 70 inician a trabajar sobre modelos de
comunicación ya existentes y crean el llamado código de la PNL. A
mediados de los años 70 Pucelik se aleja y se producen
enfrentamientos personales y legales entre los fundadores. Bandler
y Grinder declaran que se pueden conseguir importantes
transformaciones personales a través del estudio del lenguaje
verbal, gestual y corporal. Luego de profundizar sus estudios llegan
a la conclusión de que la PNL puede convertirse en un instrumento
válido para alcanzar la excelencia en materia de comunicación. Del
mismo modo, en el 2004 Harris define la Programación
Neurolingüística como una técnica capaz de ofrecer elementos
prácticos destinados a modificar el comportamiento y modo de
pensar de la persona con el objetivo de desarrollar nuevas
habilidades.
En resumen, “...la PNL (Programación Neurolingüística)
constituye un modelo formal y dinámico de cómo funciona la mente
y la percepción humana, y de cómo la mente procesa la información
y la experiencia. Estudia también las diversas implicaciones que
esto tiene para el éxito personal” (Mohl, 2008)
La PNL es el estudio de lo que percibimos a través de
nuestros sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto). El modo cómo
logramos organizar la realidad y cómo filtramos y controlamos la
información que recibimos de la misma.
“Un sistema para preparar (programar), sistemáticamente
nuestra mente (neuro), y lograr relacionar de manera eficaz lo que
pensamos con lo que hacemos (lingüística), logrando así una
congruencia y comunicación eficaz a través de una estrategia que
enfoca al desarrollo humano” (O´Connor y Seymour, 2008)
Teniendo en cuenta lo anterior podemos afirmar que nuestro modo
de comunicar está condicionado o hace referencia a aquello que
tengo guardado en la mente.
TECNICAS PNL

Tratemos de visualizarnos a nosotros mismos. Concéntrate


en tus objetivos y crea en tu mente una representación visual,
auditiva, y sensorial de la persona en la que te quieres transformar.
Caracteriza esta figura ideal con los atributos de una elevada
autoestima, pasión y tenacidad en lo que respecta a la realización
de los propios objetivos, confianza en ti mismo y en los demás, y
llénala de un sentimiento de amor capaz de invadir cada aspecto de
su vida. Vive sus situaciones, escucha sus palabras, observa su
mirada serena y siente su respiración profunda. Ahora que la has
construido según todo aquello que deseas para ti mismo, nútrete de
su energía y comienza, sin perder un minuto más, a vivir como si
fueras ella: escucha sus palabras imaginando lo que diría en cada
situación, siente su mirada segura y su respiración calma y profunda
e inicia a comportarte como aquella persona de valor que has
imaginado.
Ahora es el momento de enfrentar todos tus desafíos con la
fuerza, la determinación y la confianza de tu nueva
identidad. Concéntrate en cómo querrías sentirte y cómo te sentirás
cuando hayas superado dichos desafíos. Con el sentimiento que
habrás creado superarás toda dificultad futura.
Hay también una solución para todos aquellos recuerdos
dolorosos que siguen obstaculizando tu camino. Crea una
alternativa a esos recuerdos aplicando los recursos que tienes a
disposición, modificando la percepción de ellos y eliminando sus
connotaciones negativas.

RE-ENCUADRE DE CONTEXTO
Una de las técnicas básicas de la Programación
Neurolingüística está fundada en la idea de que ninguna experiencia
es positiva o negativa en sí misma: depende de su “marco” o
contexto. El objetivo de ésta operación es enviar al cerebro
diferentes estímulos que logren influir positivamente sobre el estado
de animo y los comportamientos de una persona.
Las preguntas que debo hacerme para producir este cambio
son las siguientes:
¿Existe un “marco” diferente (o mas amplio) en el que mi
comportamiento podría ser útil?
¿En qué contexto es útil la experiencia que he vivido?
¿Qué significado alternativo podría tener la experiencia
que he vivido?

La técnica de re-encuadre de contenido podemos aplicarla


teniendo conciencia del hecho de que una situación podrá tener
diferentes significados relativos a aquello que decido enfocar y a
cómo lo decido enfocar. Optar por la opción más positiva nos llevará
a vivir una condición existencial donde la posibilidad de crecimiento
y desarrollo de nuestras habilidades es posible. Dejar de lado los
miedos gracias a este nuevo encuadre nos dará la posibilidad de dar
espacio a nuevos pensamientos y habilidades.

Veamos algunos ejemplos:

Una madre sufre, al límite de no poder soportar los llantos y


gritos desconsolados de sus dos pequeños hijos. La situación
cambia radicalmente cuando la madre se esfuerza por
interpretar esos llantos: los niños están exigiendo alimento y
educación para crecer y ser independientes. Luego de lograr
estos objetivos serán autosuficientes y obtendrán un destino
autónomo. Éste nuevo “marco” le permite afrontar el conflicto
con un espíritu renovado.

El miedo a fracasar me paraliza y considero que si se


realizara no podría soportarlo. Sin lugar a duda, es mucho
mejor ser consientes de que es posible no alcanzar los
resultados deseados, pero si no me pongo en acción nunca
conoceré mis potencialidades. El viejo “marco” es: actuar
para tener éxito. El nuevo “marco” es: actuar para conocer
mis potencialidades.

De frente a una experiencia dolorosa puedo esforzarme a


reformular o re-etiquetar la emoción que me causó. Puedo
considerar la experiencia pasada como una tragedia, algo que me
arruinó el día o la vida, o puedo decidir interpretarla de manera
constructiva, como una lección de vida o un aprendizaje para el
futuro.

INTRODUCCIÓN A LA “ESTRATEGIA DEL REFLEJO”

En una relación de confianza, el modo de comunicar que


utilizamos trata de ser comprensivo. Es más importante la forma que
el contenido. Lo central es el resultado que deseo obtener, la idea
que queremos expresar. Recuerda esto: “no existen personas que
no saben escuchar, existen aquellas que no saben comunicar”.
Debes saber ir más allá de tus ideas preconcebidas, ser dinámico y
flexible, entender el punto de vista de los otros, interpretar los
comportamientos e intuir las exigencias que se presentan en cada
relación. La PNL nos ayuda en esta tarea a través del estudio de los
esquemas de representación.
LOS TRES PERFILES QUE DEBEMOS CONOCER

Algunas personas razonan en términos visuales, tienen una


fuerte imaginación, rescatan de cada experiencia la parte visual,
descartando los aspectos que no tienen que ver con ella.

Características de este tipo de personas:

Tienen un tono de voz muy alto;

hacen pocas pausas;

tienen una respiración por lo general muy veloz;

su gestualidad es descriptiva;

sus manos se mueven hacia afuera;

tienen una postura erecta, su mirada es alta.

Otros razonan en términos auditivos, por lo tanto, están


concentrados en la elaboración de las palabras.

Características de este tipo de personas:


Tienen un tono de voz muy armónico, o monótono, o plano;

su gestualidad es la de un director de orquestas, mueven sus


manos de manera armónica en relación con las palabras;

sus manos se acercan a las orejas mientras desarrollan su


discurso.

Al final tenemos los kinestésicos. Estos dan mucha importancia


a las sensaciones que experimentan o que han experimentado.

Características de este tipo de personas:

Tienen un volumen de voz muy bajo;

hacen pausas muy largas saboreando de modo evidente


cada palabra;

la gestualidad va desde el exterior hasta su propio


cuerpo, produciendo muchas veces un auto-contacto. El
carácter de este perfil alude al sentido del tacto cada vez que
busca expresarse.

hombros relajados;

mirada relativamente baja;


su respiración es profunda, baja o abdominal.

La importancia de estudiar los tres perfiles

A través del estudio de estos indicios es más fácil entrar en


sintonía con el otro. De esta manera logramos tener conciencia de
cómo nuestro interlocutor afronta un razonamiento. Identificamos el
tipo de persona cuando, por ejemplo, se expresa de esta manera:

A- Si dice: “... espero que puedas ver mi punto de vista…” es una


persona predominantemente visual.

B- Si dice: “... escucha lo que te quiero decir…” es una persona


predominantemente auditiva.

C- Si dice: “... escucha lo que estoy sintiendo…” es una persona


predominantemente kinestésica.
He dado ejemplos muy simples porque por el momento nos interesa
comprender la idea en su generalidad.
ESTRATEGIA DEL REFLEJO

Seguramente te ha sucedido conocer una persona y sentirte


particular- mente cómodo. Es muy probable que tu sistema de
representaciones se asemeja enormemente al de esta persona.
Algo parecido deberíamos generar con la estrategia del reflejo:
acentuaremos determinados aspectos del interlocutor creando como
un puente que nos acercará a su modo de percibir el mundo y esto
nos permitirá entrar en sintonía con él. Para lograr

ésto, debemos remarcar los comportamientos físicos y verbales de


la otra persona. Todo debe desarrollarse de manera sutil,
asegurándonos que el interlocutor no se dé cuenta de que estamos
imitando sus movimientos o gestos.

El tipo de reflejo que lograremos puede darse en diferentes niveles:

Verbal: acentuando las palabras, los modos de decir, el tipo


de expresiones.

Paraverbal: acentuando el tono de voz, las pausas y el


volumen.

No verbal: Acentuando la posición, los gestos, los


movimientos y la respiración.
Cuando logres reflejar a una persona con naturaleza, el
interlocutor se sentirá comprendido, muy cerca de ti, muy cómodo,
en ese momento habrás entrado en sintonía y ganado terreno fértil
para desarrollar una conversación asertiva. Ahora podrás tomar el
control de la situación y guiar a la persona a través de los senderos
de tus deseos y lograr en la relación estados de ánimo más
positivos y productivos que permitirán una comprensión mutua a
gran escala.
Una cosa más: prueba a experimentar en la misma
conversación, luego de haber logrado el objetivo, cambiar tu manera
de expresarte; verás que el interlocutor comenzará él mismo a
reflejarte sin siquiera darse cuenta.
Recuerda que el poder que adquieres sobre la persona debes
utilizarlo con mesura, siempre respetando sus derechos y con la
íntima intención de generar una conversación legítima basada en los
principios de la asertividad.
EL MOVIMIENTOS DE LOS OJOS

Luego de haber experimentado con éxito la precedente


estrategia, percibirás que las posibilidades para convencerla son
elevadísimas. Claramente habrás comprendido que estas técnicas
son muy utilizadas en el mundo del trabajo, pero es verdad también,
que funcionan perfectamente en el interior de la vida familiar y de las
relaciones de amistad.

*Fotografía I

Como hemos dicho anteriormente, el estudio minucioso de la


persona con la que debemos comunicarnos es fundamental para
obtener un resultado eficaz. Por esto mismo quiero analizar en este
capítulo un aspecto del lenguaje no verbal de suma importancia: la
interpretación del movimiento ocular. Este conocimiento es vital
para intuir el perfil de tu interlocutor. El movimiento de los ojos es
una de las operaciones menos controladas, por lo tanto, gracias a
su análisis, tenemos acceso a una parcela del inconsciente de la
persona con la que estamos conversando.
Las 6 posiciones oculares y sus respectivos significados

Existe una conexión neurológica entre el cerebro y el


movimiento de los ojos. el hemisferio derecho de nuestro cerebro es
aquel que elabora la creatividad, la fantasía y la intuición de la
persona. El hemisferio izquierdo o dominante se concentra en la
lógica y la racionalidad. Para las personas zurdas funciona al
contrario.
Observando el movimiento de los ojos de nuestro interlocutor
podremos intuir en qué está pensando. Debemos, por lo tanto,
analizar el esquema de movimiento que se presenta. Recuerda
invertir el esquema si la persona en cuestión es zurda.
La posición de la mirada es una señal que puede ser interpretada de
diferentes maneras. Debemos observar atentamente el recorrido de
las pupilas para determinar cuáles son las intenciones del
interlocutor.

Visual Construido (VC): Alto a la derecha. Si los ojos se


dirigen hacia arriba a la derecha, significa que la persona
está inventando una nueva imagen. Se trata de algo
inventado y no recordado. Si le pedimos a alguien imaginar
un cielo fucsia con nubes verdes, debería mirar en alto a la
derecha.

Visual Recordado (VR): Alto a la izquierda. Si los ojos se


dirigen hacia arriba a la izquierda, significa que la persona
está recordando una imagen.
El cerebro de la persona en cuestión está visualizando
objetos, colores, movimientos y otras representaciones de
tipo visual que se relacionan con la conversación.
Podemos preguntar, por ejemplo, “¿de qué color es tu
bicicleta?” y muy probablemente obtendremos ese
resultado.

Auditivo Construido (AC): Centro a la derecha. Si los ojos


se dirigen al centro a la derecha, la persona está buscando
un nuevo sonido. Podría ser que el interlocutor esté
buscando el tono apropiado para emitir su discurso. Si le
pedimos a alguien imaginar cual es el sonido de la voz
debajo del agua, este mirará a la derecha.

Auditivo Recordado (AR): Centro a la izquierda. Si los ojos


se dirigen hacia la izquierda, significa que la persona está
recordando un sonido. El interlocutor podría recordar una
canción, el sonido de una voz, su tono, o un ruido en
particular. Si le preguntas a alguien de recordar el ladrido de
su perro, este debería mirar hacia la izquierda.

Kinestésico (K): Hacia abajo, a la derecha. Si los ojos se


dirigen hacia abajo y a la derecha, significa que la persona
está experimentando una sensación. Por lo general, cuando
el interlocutor dice “me siento…” mirando hacia abajo y hacia
la derecha, podemos interpretar el gesto afirmando que está
experimentando un sentimiento.

Diálogo Interior (DI) Hacia abajo, a la izquierda. Si los ojos


se dirigen hacia abajo y hacia la izquierda, significa que la
persona está dialogando consigo misma. Si este gesto se
dilata en el tiempo podemos interpretar que nuestro
interlocutor no está siguiendo el hilo de la conversación y se
encuentra en un estado de ausencia temporáneo. En esta
situación la persona cree positivamente que ha realizado una
acción justa. Puede ser también que crea que su acción fue
errónea o que no haya podido realizar una cierta cosa.

La Dirección de la mirada y sus respectivos significados


Los próximos esquemas te ayudaran a comprender los conceptos
que hemos desarrollado:
COMPRENDER QUÉ PIENSA MI INTERLOCUTOR

Mi interlocutor miente

Un ejemplo: para comprender si la otra persona está


mintiendo debo observar con mucha atención el recorrido de sus
ojos. Si una persona es diestra y nos está comunicando que ha visto
cierta situación y está posicionando sus ojos en alto a la derecha,
entonces está visualizando una situación que todavía no ha
sucedido, la está inventando, está construyendo en ese momento, a
través de su imaginación, la situación en cuestión. Entonces,
podemos decir que no se trata de algo recordado, sino de algo
inventado. Podemos deducir con claridad que nuestro interlocutor
está mintiendo.

Mirada frontal

Si alguien nos mira derecho a los ojos, podríamos decir que


es una buena señal. Tengamos en cuenta que las personas en
general miran hacia otro lado cuando están elaborando un
pensamiento. Entonces, si alguien te mira fijamente cuando le estás
hablando, podría querer decir que el mensaje que estás
comunicando ha sido ya comprendido.

Los sentimientos, el Sistema One Brain

Anteriormente nos hemos concentrado en la corriente


metodológica llamada “PNL” (Programación Neurolingüística).
Existe también otro modelo que nace en los Estados Unidos, en el
año 1972 y lleva el nombre de: Sistema “One Brain” de la “Three in
One Concepts”. No voy a detenerme en el análisis de esta
disciplina, pero preferiría no pasarla por alto, mencionar algunos de
sus beneficios y exponer un cuadro interpretativo del movimiento
ocular que propone.
El “One Brain” es obra de dos grandes pioneros: Gordon Stokes
(kinesiólogo) y Daniel Whiteside (estudioso de genética
comportamental). Afrontan el problema del stress respetando la
dimensión espiritual de la persona humana. Una importante
afirmación que describe su manera de encarar la problemática es la
siguiente: “Solo la persona que sufre el problema conoce el modo de
resolverlo”.
El objetivo de esta disciplina es dar a las personas la posibilidad de
realizar sus propios objetivos eliminando las emociones negativas y
las dudas que causan desequilibrios energéticos en el interior del
cuerpo, adquiriendo de esta manera una conciencia sanadora.
El próximo cuadro, relativo al sistema One Brain, contiene los
significados emocionales relacionados con la posición de los ojos.
Perla
“No es aquello que sucede, sino aquello que sentimos
cuando sucede lo que determina nuestro destino”. (Ebner
Eschenbach, Marie)
TÉCNICAS PARA AFRONTAR CONVERSACIONES
DIFÍCILES Y PARA HABLAR EN PÚBLICO

ANCLAJE

El mismo nombre evoca el significado de esta técnica. Consiste


en establecer ciertos “marcadores" que logren relacionar
determinados estados de ánimo positivos con una determinada
frase o sensación. El truco consiste, prácticamente, en asociar un
pensamiento o emoción positiva con una frase o sensación. de este
modo podremos, gracias a esta técnica, activar un anclaje cada
vez que queramos despertar aquella sensación positiva. Los
siguientes son algunos ejemplos que muestran su funcionamiento:

Identifica el tipo de sensación que deseas anclar. Puede ser


una sensación que te produzca relajación o confianza en ti
mismo.

Busca de revivir un momento de tu vida en el que


hayas experimentado aquella determinada sensación y
piensa intensamente en esa circunstancia.

Concéntrate y observa vívida e intensamente ese recuerdo,


casi como si lo estuvieras viviendo en este momento.

Elige un ancla: puede ser una frase o un gesto, lo importante


es que sea una señal con la que te sientas bien y que te
permita conectarla eficazmente a la sensación que estás
recordando.
Repite estos pasajes diariamente hasta que logres ver el
ancla o marcador elegido evocar con toda naturaleza aquella
sensación.

Utiliza el ancla para llamar la sensación elegida cuando sea


necesario, por ejemplo, si logras asociar con éxito un gesto
con el que te tocas el codo a la sensación de calma y
tranquilidad, podrás tratar de evocar esta sensación cuando
estés pasando por un momento de ansia, por una discusión
complicada o por cualquier tipo de situación conflictiva.

FUTURE PACING - ASERTIVIDAD EN EL TRABAJO

La técnica del Future Pacing ayuda a tu público o interlocutor a


sintonizarse con tu idea o visiones del futuro. Imaginemos, por
ejemplo, que debes hablar o hacer un discurso que trate
sobre determinados cambios o sobre la implementación de algunas
acciones a través de las cuales, tú piensas, se podrán obtener
cambios. Con esta técnica ayudarás a tu público o interlocutor a
experimentar directamente aquello que estás describiendo. Veamos
algunos ejemplos para poner en práctica esta técnica:

Es necesario, primero de todo, reconocer cuál es el status


quo actual. Si estamos comunicando un cambio deberemos,
en primer lugar, expresar reconocimiento por todo aquello
que se ha hecho hasta el momento, por los esfuerzos y por
los resultados obtenidos.
El objetivo central de esta técnica es la de llevar con nosotros
al interlocutor o público hacia la futura perspectiva. Para
obtener este efecto es necesario utilizar una forma en el
lenguaje que lleve al espectador a concentrarse y a entrar en
sintonía con la situación futura. Por ejemplo, si tú fueras el
jefe de una sociedad que produce teléfonos celulares y
deseas transformar la producción para producir asistentes
vocales, un ejemplo de cómo podrías presentar tu discurso al
frente de tu organización podría ser el
siguiente: “Imaginemos un futuro cercano, imaginemos que
tenemos la necesidad concordar una cita, ordenar una pizza
o regular la calefacción de nuestra casa, y que todo esto
pudiéramos realizarlo a través de un simple comando
vocal…”.

La fase final consiste en reconocer lo ventajoso que puede


ser el escenario futuro. Para retomar el ejemplo
anterior, podrías decir: “sería un increíble paso adelante para
el mundo en el que desarrollamos nuestras actividades
cotidianas…”.

SWISH

El Swish consiste en un instrumento que puede transformar


nuestros esquemas mentales y de comportamiento. Se apoya en el
proceso de aprendizaje y busca duplicar el mecanismo a través del
cual aprendemos a desarrollar algunas acciones en automático. Si
identificas un hábito que quieres cambiar, con esta técnica puedes
transformarlo e instalar el estado deseado.
Es necesario, ante todo, recordar una situación en la que te
hayas sentido mal. Piensa, por ejemplo, en una situación en la que
debías hablar en público y has tenido un momento de pánico.
Piensa, después, cuál ha sido el detonante de tu reacción y cuáles
imágenes se produjeron en tu mente dando lugar a la sensación no
deseada. Para algunos, por ejemplo, el hecho verse a sí mismos
delante de un público aburrido y aparentemente no
receptivo, produce un fenómeno de no percepción del sonido de la
propia voz y un sentimiento de ser observado por todos. Estas son
imágenes que pueden desencadenar sensaciones negativas.
Debes identificar claramente estas imágenes negativas que
tu mente produce en la situación imaginada. Cierra los ojos y
visualiza en grande esta imagen o imágenes. Ahora, prueba a
visualizar otra imagen que te genera sensaciones positivas. Podría
ser, por ejemplo, la imagen que evoca el final del discurso, en donde
el público concluye con una enorme ovación. Deja, ahora, que la
imagen positiva se insinúe en un costado, debajo a la izquierda
hasta tomar la totalidad de la escena mental invadiendo y
eliminando completamente la imagen mental que queríamos
extirpar.
Repite, siempre más rápidamente este proceso de
sustitución de las imágenes negativas con aquella positiva hasta
crear un automatismo en tu mente. En este modo favorecerás un
mecanismo por el cual la próxima vez tu cerebro utilizará
espontáneamente la imagen positiva.

DISOCIACIÒN

La disociación es muy similar al Swish. Sirve para tomar


distancia de un evento o situación que nos provoca un malestar. Nos
sirve también para superar la fobia y poder afrontar la misma
situación sintiéndonos cómodos.
El ansia de hablar en público puede ser afrontada a través de
esta técnica. Veamos cómo emplearla. Nos referiremos aquí al
“public speaking”:
En primer lugar, identifica el problema, imagina la escena
como si fuera proyectada en una pantalla cinematográfica.
En este caso puede ser una situación en la que hayas
hablado en público y hayas estado muy incómodo.

Una vez visualizada la escena, tratando de no involucrarnos


emocionalmente, como si fueras un espectador, es posible
analizar la situación objetivamente y entender cuáles son los
elementos que nos provocan este malestar. Ahora debes
tratar de redimensionar estos elementos.

Una vez identificados los aspectos problemáticos, debes


modificarlos y agregar a la escena, si es necesario,
elementos diferentes que desdramatizan la situación. Si en la
escena estás hablando a un público, puedes agregar
elementos graciosos, como por ejemplo, obligar a hacer
acciones ridículas al público o hacer aparecer objetos en el
salón como, por ejemplo, globos o cualquier cosa que pueda
ayudarte a aliviar la tensión del momento. Esta película
modificada por tu voluntad podrás guardarla contigo y
proyectarla la próxima vez que te encuentres en esa
situación.
DOMINIO DE LAS POSICIONES DE LA
PERCEPCIÓN

Es interesante usar esta técnica en dos situaciones:

Aquella en la que estoy vislumbrando un elevarse de la


intensidad de la conversación. Me doy cuenta de que la
situación comienza a complicarse. En este caso utilizo el uso
“preventivo”.

Cuando debo afrontar una situación que con anticipación sé


que se revelará de extrema dificultad.

Debemos individuar las tres posiciones de nuestra percepción.


1- tu mismo: en este caso percibo la situación a través de mis ojos.
Todo lo que sucede está en directa relación con mi persona. Esta es
la posición que me obliga a presenciar la situación en primera
persona.

2- Tu interlocutor: en este caso percibo la situación con los ojos de


mi interlocutor. Me pongo en el lugar de él y razono como él. Me
pregunto, por ejemplo, como me veo y que desearía escuchar.

3- Externo: Observo desde afuera cómo el interlocutor y tú mismo


conversan, y me pregunto: ¿qué desenlace me gustaría ver en esta
conversación?
Utilizar la segunda y tercera posición es una manera excelente de
tener bajo control tus emociones y lograr un estado de ánimo calmo.
Esta técnica es utilizada frecuentemente con el objetivo de persuadir
a la otra persona dado que, gracias a ella, puedo contar con una
serie de opiniones alternativas que permitirán estructurar mi
razonamiento de manera más eficiente.

Perla

Las elecciones que realizamos en el presente están


influenciadas por los placeres y disgustos del pasado. Naturalmente,
a través de nuestras elecciones vamos perfilando nuestro futuro. Si
logramos disipar las heridas de nuestro pasado y reforzar las
sensaciones positivas, lograremos elegir aquello que construirá el
futuro que deseamos.
CAPÍTULO SEXTO
CÓMO EVALUAR MI GRADO DE
ASERTIVIDAD

ste cuestionario nos ofrece información relativa a las áreas

E
sobre las que tendremos que trabajar con mayor dedicación. Si
bien el mismo es utilizado por los psicólogos para medir el nivel
de asertividad de un paciente, a nosotros nos servirá para
reflexionar sobre algunos puntos importantes de nuestra
personalidad y, de esta manera, obtener un mayor conocimiento de
nuestras capacidades asertivas. Adquirir conciencia sobre aquellos
que pueden ser considerados “mis puntos débiles” es fundamental
para seguir avanzando en el camino de mi crecimiento personal.
Hagamos de nuestros “puntos débiles” un trampolín que nos
impulsa hacia nuestra transformación personal.
Responde sin pensar demasiado, tu respuesta debe ser
espontánea y sincera. Debes dar un puntaje de 1 a 4 a las
siguientes afirmaciones

(1 indica: nivel mínimo. 4 indica: nivel máximo)

1- ¿Soy capaz de pedir a otra persona de hacer algo por mi, sin
sentir ansia o vergüenza?

2- Cuando alguien me pide algo que no quiero hacer, ¿soy capaz de


decir “No” sin sentir ansia o culpa?

3- ¿Me siento tranquilo cuando debo exponer mis ideas a los otros?
4- ¿Soy capaz de expresar mis opiniones con personas comunes y
con aquellas que representan una autoridad para mi?

5- Cuando siento un gran enojo, frustración o angustia, ¿soy capaz


de expresarme con facilidad?

6- ¿Soy capaz de expresar mi enojo sin culpar a los demás?

7- Cuando estoy en un grupo y tengo que hablar, ¿me siento


tranquilo?

8- Si estoy en un grupo de trabajo y no estoy de acuerdo con la


mayoría, ¿puedo expresar mis ideas sin sentir malestar o ser
agresivo?

9- ¿Soy capaz de admitir un error?

10- Cuando siento malestar estando con una persona, ¿soy capaz
de comunicarlo?

11- ¿Me relaciono con facilidad y tranquilidad cuando encuentro


personas que no conozco?

12- Cuando expreso mis ideas, ¿lo hago sin herir o etiquetar a la
otra persona como: estúpida, ridícula o irracional
13- ¿Pienso que la mayoría de las personas es competente y no
tiene dificultad para delegar tareas a los demás?

14- Cuando me enfrento a algo que no he hecho anteriormente,


¿tengo confianza en mi capacidad de aprender a realizarlo?

15- ¿Pienso que mis necesidades son tan importantes como la de


los demás y tengo derecho a satisfacerlas?

¿Cómo interpretar el resultado?

El resultado de la suma total de todas las respuestas


muestra mi nivel de asertividad:

De 15 a 30: nivel bajo


De 31 a 40: nivel medio-bajo
De 41 a 50: nivel medio-alto
De 51 a 60: nivel alto

Como dijimos anteriormente, estas preguntas nos ayudarán


a reflexionar sobre mi nivel de asertividad y esta conciencia nos
permitirá visualizar las áreas en las que deberé trabajar con mayor
fuerza y determinación.
CAPÍTULO SÉPTIMO
ASERTIVIDAD EN LA PAREJA

LA COMUNICACIÓN ES LA BASE

os problemas de comunicación en la vida de la pareja provocan

L
malos entendidos, peleas, conflictividad y un progresivo
alejamiento recíproco.
Las personas hacen terapia por el dolor de experimentar
cotidianamente un vacío en su relación. La meta es encontrar un
componente que ayude a reconstruir la dimensión de la intimidad y
de la comprensión mutua. Muchas veces pasa, que uno de los
integrantes de la pareja, luego de haberlo intentado varias veces,
considera inútil seguir buscando resolver el problema y comienza a
alejarse de a poco, desarrollando una especie de “instinto de
supervivencia”. Comienza también, a ver al otro como superfluo y
fuente de malestar. Inicia a crear un espacio individual que lo lleva a
vivir en soledad. Desaparece el diálogo y todo tipo de intercambio
relacional auténtico.
La vida de pareja se funda en el acuerdo de dos personas
que se comprometen en una alianza constructiva. Es necesario,
entonces, mantener vivo e íntegro tal acuerdo.
Observa una planta y trata de pensar en toda la dedicación
que ella necesita para que, luego de su lento y laborioso desarrollo,
llegue a dar hermosos frutos. En las relaciones sucede lo mismo,
estas logran desarrollarse y evolucionar positivamente si cada una
de las partes que la componen cultiva el respeto y la estima
recíproca.
LA IMPORTANCIA DEL SENTIMIENTO DE
ASERTIVIDAD EN LA PAREJA

Existen varias acciones de la vida cotidiana que nos


ayudarán a comprender el valor del vínculo asertivo en la pareja.

*Fotografía J
ENTRAR EN SINTONÍA

Imagina estar hablando con tu pareja sobre un argumento


que para ti es intenso y de gran importancia. Imagina que tu pareja,
a la cual le estás hablando, escucha tu discurso y reflexiona muy
compenetrada. Tu pareja se detiene y te escucha en modo activo y
empático. Uno de los aspectos principales que hace funcionar las
relaciones sentimentales es la demostración de sentir un real interés
cuando el otro tiene algo para decirme. Entrar en sintonía con los
comportamientos y sentimientos del otro, en resumen, ponerse en el
lugar del otro. Quiero dejar en claro lo siguiente: aquí estamos
hablando de comportamientos genuinos, por tanto, no servirá de
nada “hacer como si escuchara al otro”. Debo involucrarme en las
situaciones y diálogos, y escuchar de verdad.
Relacionarnos tratando de entrar en conexión con la
emotividad del otro. Esta manera de relacionarse se denomina:
empática. La persona que lo practica trata de ponerse en el mismo
plano del interlocutor, como si los dos estuvieran emprendiendo la
misma dirección.
EL ABURRIMIENTO: LA FALTA DE SENTIDO
Este es uno de los mayores enemigos de la pareja. Para
enfrentar esta problemática con el objetivo de acercarse a los
cánones de una buena comunicación asertiva en la pareja es
necesario esforzarse en volver a descubrir a la otra persona. Esto
significa observar los gestos y comportamientos del otro y evaluarlos
como si fuera la primera vez.
Tratemos de instalar un modo de pensar cotidiano que tenga
como objetivo re-descubrir a la otra persona, esto es, no dar por
sentado ningún comportamiento o gesto. La instalación de un tipo
de comunicación asertiva y empática, en este contexto, ayudaría a
mejorar a la pareja porque facilitaría a sus integrantes una
comunicación clara y respetuosa. En este caso, en la comunicación,
es necesario evidenciar los propios sentimientos y
fundamentalmente los propios deseos con el fin de manifestar el
intento de estar juntos.
Para vencer el aburrimiento en la pareja necesitamos de un
cambio de mentalidad. En realidad el aburrimiento no llega para
destruir la relación, al contrario, es un mensaje que llega y señala un
estado de cosas: hemos llegado al final de una fase y urge entrar en
otra! Esto vale para la vida de pareja y también para la de cada
individuo. Hemos considerado con anterioridad la pareja como un
organismo que necesita ser nutrido de estímulos y sentido. Pero
¿qué queremos significar cuando hablamos del fin de una fase o
recorrido? Todo aquello que podíamos vivir juntos, que podíamos
conocer del otro y de nosotros mismos a través del otro, ha llegado
al final. La relación, en muchos casos, no ha terminado, hemos
llegado al final de “un recorrido”. El aburrimiento se presenta en
nuestras vidas para señalarnos que una etapa ha finalizado.
Necesitamos otra cosa. El problema que se presenta aquí es que
muchas veces para cancelar la sensación que nos invade,
buscamos respuestas afuera.
El aburrimiento nos recuerda que el futuro no está escrito.
Las soluciones alternativas sin la conciencia de lo que significa el
aburrimiento y de lo que representa su aparición, terminan tarde o
temprano de la misma manera, esto es, sin resolver el problema.
¿qué debemos hacer entonces? Lanzarnos hacia adelante, hacia
una idea, un deseo, un sueño. Si logramos instalar en el interior de
la pareja una pasión compartida, podremos comenzar nuevamente a
planificar un nuevo recorrido juntos. Esta pasión genera
naturalmente un deseo de futuro y provoca necesariamente una
nueva configuración del tipo de relación. Lentamente se generará
una transformación de las dinámicas interpersonales que se
encontraban fosilizadas por falta de atención. Era necesario volver a
nutrir nuestra planta, pero esta vez con alimentos renovados.
ACTUAR SOBRE EL PRESENTE DE LA PAREJA

“Lanzarse hacia adelante” es un instinto natural de todas las


parejas en su primera fase y debe ser el instrumento que, a través
del tiempo, ayude a la pareja a proyectarse en el futuro con energía
renovada. El aburrimiento en la pareja es la señal que nos exige
transitar por el camino de las nuevas experiencias y de la búsqueda
de nuevos entusiasmos compartidos. No se trata de organizar
viajes y fiestas con amigos para sofocar el vacío que nos
proporciona. Al aburrimiento tenemos que recibirlo con amor, porque
será él que nos dará “el norte” y el puntapié inicial para renovar la
relación.
NO HAGAMOS DE LA FALTA DE SENTIDO UNA
ENFERMEDAD CRÓNICA

La falta de sentido debe ser utilizada como trampolín para


renovar la pareja. Darse por vencido significa entrar en un túnel sin
salida y comenzar a crear un estilo negativo de relación que puede
extenderse en el tiempo. Esta situación apagará el entusiasmo y
dará lugar a un sentimiento de monotonía cotidiana. Como dijimos
antes, tenemos que hacer del aburrimiento un estímulo que nos
impulse a un futuro nuevo.
NUEVOS DESCUBRIMIENTOS

Para transformar el vacío que nos produce la falta de


sentido tenemos que poner manos a la obra y descubrir posibles
nuevas experiencias que puedan iniciar a dar aire a nuestra
relación. Evidentemente todo aquello que hasta ahora nos había
ofrecido felicidad, hoy se muestra insuficiente. Entonces, con el
coraje necesario y una férrea convicción debemos proponer a
nuestro compañero, nuevas ideas y proyectos de vida.
DEDICAR TIEMPO

La falta de confianza, dejarse llevar por los celos, las


inseguridades, el sentido de inferioridad y la falta de honestidad son
algunos de los comportamientos que tendemos a adoptar cuando no
logramos ser felices en una relación. No queda otra que comunicar,
proponer un diálogo, hacer de la empatía nuestra compañera de
viaje. Muchas veces la falta de tiempo se transforma en el gran
enemigo de la de una relación sana. No es necesario hablar por
horas. Son solo necesarios algunos minutos diarios de conversación
para encontrar acuerdos en cuestiones cotidianas.
PEQUEÑOS GESTOS

Para crear las bases de una comunicación asertiva no


pueden faltar los gestos que demuestran gratitud y facilitan el
perdón (en el caso de una situación de litigio). Estar atento a la otra
persona y demostrar afecto tratando de ser creativo y expresando
disponibilidad. Pedir perdón con un gesto, dar un abrazo, tomar de
la mano mientras caminamos, ofrecer una mirada profunda en un
momento de intimidad pueden colaborar a restablecer la armonía en
la relación.
EXPRESIÓN DE LOS SENTIMIENTOS Y
COMUNICACIÓN DE LAS PROPIAS
NECESIDADES

Primero es necesario identificar las emociones para luego


expresarlas de modo adecuado. Comunicar las propias necesidades
nos exige una reflexión anterior que nos permita identificarlas y
decidir cómo transmitirlas asertivamente. Para esto último
utilizaremos los consejos y técnicas que hemos estudiado en los
capítulos anteriores.

Aprendamos a expresar con mayor facilidad nuestros


sentimientos
Primero de todo debemos aprender a identificarlos:

¿Son emociones buenas o malas?, ¿Me lleva a experimentar


una sensación positiva o negativa cuando está presente en
mi interior?

Tratemos de localizarla en nuestro cuerpo. Esto requiere de


un poco de concentración. Nos interesa conocer más de ella:
su medida, el espacio que ocupa. Tratemos de imaginar su
forma y su color.

Imaginemos que este sentimiento tuviera la capacidad de


hablarnos, ¿qué nos estaría diciendo?
Dale un nombre al sentimiento en cuestión. Aquí te puedes
ayudar con un diccionario o apoyándote en los sinónimos y
antónimos.

¿Cómo pensamos reaccionar? pensemos qué tipo de acción


nos viene en mente.

¿Con qué experiencia de nuestro pasado lo relacionamos?,


¿quién estaba presente en ese momento?, recuerda esa
situación del pasado y observa cómo te habías comportado.

Puede ser de importancia tener un cuaderno donde anotar


los sentimientos que experimento con las características de
cada uno.

Una vez que tenemos clara la naturaleza de nuestro sentimiento


tenemos que prepararnos a expresarlo:

Tomemos la palabra que hemos elegido en precedencia y


utilicémosla como palabra clave. Esta palabra debía definir la
emoción.

Escribamos ahora un significado minucioso y claro de esa


palabra.

Podemos usar sinónimos y antónimos para describir la


intensidad de la emoción. Por ejemplo, un pequeño enojo
podemos describirlo como “una irritación”; un enojo intenso
como “estar furioso”.
Tengamos clara cuál es la duración de la emoción.

En el momento de comunicarla debo evitar de identificar en


mi compañero la causa de la emoción en cuestión. Es mejor
referirse al contexto y describirlo claramente sin colocar la causa en
la otra persona. Por ejemplo, decir: “cuando cenamos me siento
triste porque estamos en silencio”, y no decir: “cuando cenamos, no
haces ni siquiera el esfuerzo de conversar conmigo, te pones a
mirar la televisión como un autómata y eso me pone triste”.

*Fotografía K
LOS MODOS DE COMUNICAR EN LA PAREJA

Otra manera inteligente de comunicar en el interior de la


pareja es la de referirme al otro por lo que hace, no por lo
que es. Por ejemplo, decir “te has olvidado nuevamente de
estacionar el auto cerca de casa, últimamente te veo muy
desmemoriado, ¿te pasa algo?”, y no decir: “te has olvidado
nuevamente de estacionar el auto cerca de casa, eres un
desastre”.

Tratemos de comunicar con la mayor frecuencia posible


nuestras emociones, de lo contrario es posible que lleguemos
a una saturación tal que genere comportamientos agresivos y
termine por complicar la relación.

Evitemos de tratar más de una situación conflictiva en cada


conversación. Es bueno discutir los problemas uno a uno
para no generar confusión y no potenciar el nivel de conflicto

Evitemos los términos “Siempre” y “nunca”. Es bueno usar


las expresiones “en el último periodo”, “últimamente”. Un
ejemplo negativo sería decir: “siempre estás nervioso”; es
preferible decir: “últimamente te veo nervioso”.

Recordemos que es mucho mejor pedir que exigir. Exigir no


significa ser agresivo pero puede ser considerado como tal
en muchos casos y puede herir susceptibilidades.
Si sientes la necesidad de comunicar al otro un cierto tipo de
conducta que consideras inadecuada, prueba a describirla
sin realizar ningún tipo de acusación. Acusar tiende a poner a
la otra persona a la defensiva dificultando el proceso de
diálogo.

Recuerda que comunicar emociones sea en la pareja, en el


trabajo, en la familia o con los amigos, es un proceso delicado que
debemos realizar conscientemente. Nunca debemos culpar o
responsabilizar al otro por mis reacciones emocionales. Una técnica
tremendamente eficaz que nos puede ayudar a ello es la de hablar
en primera persona. Inicia las frases con:

“Me alegra...”,
“Me preocupa...”,
“Me molesta...”,
“Me siento feliz...”,
“Me siento solo...”.

Los siguientes modos equilibran la relación y evitan que el otro se


sienta atacado:

en vez de decir: “Cada vez que vuelves tarde del trabajo me


pones de mal humor”, es mejor decir: “Cuando llegas tarde
del trabajo me pongo de mal humor”.

En vez de decir: “Eres un egoísta que no piensa en los


demás”, es mejor: “Cuando tienes algún problema que no te
permite llegar en horario, te pido de avisarme porque me
preocupo”.

En vez de decir: “Parece que me lo haces a propósito, ¡te


hablo y sigues mirando la televisión!”, es mejor: “Cuando te
hablo y sigues mirando la televisión, me siento ignorada”.

La fórmula sería la siguiente: en la frase, primero describo el


comportamiento de la otra persona y luego digo: “yo me siento...”
para terminar con la descripción de cómo te sientes.
*Fotografía L

Estoy convencida que el regalo más grande que puedes


hacer a tu pareja es la de amarla con respeto. Es éste el pilar
fundante para un amor asertivo.
CAPÍTULO OCTAVO
LA ASERTIVIDAD EN EL TRABAJO

PREMISAS

in coraje y determinación es difícil llegar lejos y hacer valer las

S
propias ideas de frente a compañeros de trabajo, superiores y
colaboradores.
Cuántas veces nos ha sucedido de no lograr imponer nuestros
puntos de vista o de no tener el coraje de comprometernos en un
proyecto importante. Nos pudo haber pasado también que, a causa
de nuestras inseguridades, hayamos tomado una posición agresiva
o arrogante.
Comunicar asertivamente es nuestro antídoto a todos estos
comportamientos y situaciones. Este tipo de comunicación o actitud
es la mejor para evitar accesos de arrogancia típicos de las
personas agresivas, o de inmovilidad típicos de personas pasivas.
REGLAS DE COMPORTAMIENTO ASERTIVO EN EL
TRABAJO

Uno de los problemas más comunes en el trabajo es el


comportamiento de “dejar para otro momento” la resolución
de cuestiones importantes. Si reflexionamos seriamente la
causa, muchas veces no se trata de la falta de tiempo, es
más bien, nuestro miedo de afrontar la situación. Aquello que
nos produce miedo tendemos instintivamente a “dejarlo para
más adelante”. Ignoramos o no somos conscientes del hecho
de que si afrontamos la situación, obtendremos
inmediatamente un sentimiento de libertad y realización. De
frente a una actividad difícil de realizar, las personas
agresivas reaccionan con la típica arrogancia y tenderán a
descargar el problema sobre los otros. Los pasivos tratarán
de dejar pasar el tiempo para dilatar lo más posible el
momento de la confrontación. Dejemos de lado todo esto
para comenzar a operar con asertividad. Alcemos la bandera
del coraje y la actitud positiva. Determinación es la palabra
clave.

Debemos ponderar con eficacia las decisiones que


tomaremos en nuestro ámbito laboral. Evaluamos con
objetividad los pros y los contras para no reaccionar de modo
impulsivo. La persona asertiva no tiene ningún miedo de
pedir consejos a personas de confianza, esto refuerza
nuestra convicción y da mayor fundamento a nuestra
propuesta o decisión.

Afinemos nuestra capacidad de negociación. Saber negociar


es siempre de gran valor a la hora de participar en el tipo de
discusiones donde se deciden cuestiones de importancia.
Negociar asertivamente significa hacer valer nuestras
propuestas sin pasar por arriba o minusvalorar la de los
demás. Debemos estar siempre en la búsqueda de los
modos y las palabras mejores para lograr nuestros objetivos.
Ejercitémonos, entonces, a no reaccionar con agresividad o
pasividad. Es fundamental mantener la calma.

Gestionar los conflictos con inteligencia. Muchas veces la


discusión de opiniones diferentes es inevitable. Afrontar estos
momentos de manera asertiva es lo que nos permitirá a
nosotros y a la empresa salir vencedores. Cuando se
presenta un intenso intercambio de opiniones y de puntos de
vista debemos reaccionar de la siguiente manera: respiremos
profundamente y produzcamos interiormente una
transformación en nuestras creencias circunstanciales, esto
es, hagamos nuestra la idea de que la discusión “ya ha sido
superada”. En este caso estamos usando la imaginación para
calmar la ansiedad que nos podría causar la situación
conflictiva. También podríamos concentrarnos más en el “por
qué” resolverlo y menos en el “cómo” resolverlo.

Aprendamos a decir “No”. El problema de responder


positivamente sin decir nunca “No” es relativo a la persona
pasiva: de esa manera nos transformaremos en una persona
pasible de ser atacada por otra de carácter agresivo. La
solución a este problema es muy simple: decir “No” cuando
no consideramos adecuado un pedido de parte de un
compañero de trabajo o superior. Responder negativamente
a un pedido poco convincente o que nos haría perder tiempo
hará comprender a quien tengamos delante que no estamos
dispuestos a caer a sus pies, y la próxima vez se detendrá a
considerarlo antes de pedírnoslo de nuevo. Aquí me remito a
los consejos y técnicas desarrollados en el Capítulo I: Los
famosos No.
Mantengamos siempre la calma: una persona asertiva nunca
va a las corridas. Consideremos esta regla como una de las
más importantes. Para reaccionar con asertividad a una
situación difícil debemos ocuparnos de evaluar y analizar
cada aspecto. Nunca actuar de impulso. Ejercitarnos en el
autocontrol y en la paciencia. Nunca quedarse inmóviles ni
usar gritos o tonos de voz pasados de nivel. Estas últimas
dos reacciones pertenecen a la persona pasiva y a la
agresiva respectivamente. Mantener la calma nos permite
razonar de manera más objetiva y lograr obtener resultados
sin lugar a duda mejores. La técnica de relajación progresiva
es un optimo instrumento para eliminar tensiones y generar la
energía suficiente para razonar con fluidez y asertivamente.
Nos ocuparemos de esta técnica en el próximo capítulo.

La gestión del propio tiempo es también importante para


acercarse a una presencia de trabajador ejemplar. Saberse
organizar y tener absoluto control de los compromisos
adquiridos es la característica clave de un comportamiento
asertivo. En el caso de tener que encargar un trabajo a un
compañero, es importante considerar si contará con el tiempo
necesario para realizarlo. Recordemos que el bienestar del
otro es tan importante como el mío.

La definición de nuestros propios objetivos es otro punto a


tener en cuenta. Estos deben ser posibles y aplicables. Lo
que nos permitirá llegar a satisfacer nuestra propia meta será
nuestra actitud combativa y tenaz para afrontar las
dificultades. Hacer valer las propias ideas sin desvalorizar las
de los demás ayuda a instaurar relaciones más fuertes con
los compañeros de trabajo, los cuales, no sintiéndose
amenazados sino al contrario, estimados y apreciados, no
dejarán de apoyarnos para conseguir el objetivo común.

Perla

No tengamos miedo de las dificultades, podemos afrontarlas.


Tampoco debemos temer el resultado de aquellas acciones que son
producto de nuestra mayor determinación y carácter.
El coraje debe acompañarnos para lograr una verdadera
revolución interior que nos abrirá una nueva conciencia e
innumerables estímulos a nivel profesional.

«Son tan simples los seres humanos y obedecen tanto a las


necesidades presentes, que aquel que busca manipular encontrará
siempre quien se deje manipular”. (Maquiavelo, “El príncipe”, 1513)
CAPÍTULO NOVENO
EL CUERPO

RELAJAMIENTO MUSCULAR PROGRESIVO

omo ya sabemos, para afrontar cualquier tipo de situación que

C me podría llevar fuera de mi ámbito de bienestar, es importante


prepararse a la calma. Esto es, entrar en un proceso de
equilibrio que me acompañe y no me abandone en el momento de
afrontar la situación conflictiva.
La psicología nos enseña que no es solo nuestro estado mental el
que influencia el modo de operar de nuestro cuerpo, sino que
también nuestro cuerpo tiene el poder de influenciar los procesos
mentales.
Esta técnica toca precisamente el vínculo entre tensión
psíquica y tensión muscular. La distensión procede por grados, esto
significa que a medida que iremos avanzando en la disolución de la
tensión muscular obtendremos una disminución de la tensión
psíquica.
La técnica de relajación progresiva crea las condiciones ideales
cuerpo-mente y genera la energía suficiente para razonar con
fluidez y asertivamente. El relajamiento muscular progresivo es una
técnica desarrollada por el Dr. Edmund Jacobson en los años ’20 y
retomada en 1937 por el creador de su versión breve: Joseph
Wolpe, prestigioso psiquiatra en el ámbito de las terapias
comportamentales.

La repetición cotidiana de estos ejercicios favorece la consolidación


de los siguientes procesos:
- Transformación somática: disminución de la frecuencia de la
respiración, reducción de la frecuencia cardíaca, disminución de la
presión arterial, disminución de la tensión muscular, reducción de
problemáticas del sistema vegetativo, disminución del consumo de
oxígeno y potenciamiento del sistema inmunitario.

- Transformación psíquica: la percepción de un estado de calma


genera la capacidad de controlar voluntariamente los estados
ansiosos.

El objetivo de este método es aprender a individuar las


sensaciones relacionadas con la tensión muscular, logrando
identificar su ubicación para poder operar procediendo por sectores.
La fase reparadora es aquella donde producimos la transición de la
tensión a la relajación gracias a una respiración controlada.
El objetivo es combatir el estrés gracias a la experiencia de
una relajación profunda. Lograr relajar los grupos musculares
principales produce una sensación de tranquilidad y aporta
innumerables beneficios para la salud. Gracias a esta técnica
podremos extirpar la ansiedad que tanto obstaculiza el desarrollo de
sanas relaciones. También podremos reducir, hasta eliminar por
completo, la depresión; lograr dormir profundamente, aliviar los
dolores de cabeza, la sensación de fatiga, el dolor de estómago, de
parto, etc.
PREPARACIÓN

Elige un momento del día en el que te sientas con energía.


Esta técnica sirve también para inducir el sueño, pero en nuestro
caso debemos relajarnos manteniéndonos despiertos.

Vestir ropa cómoda

Tratemos de usar ropa que nos haga sentir libres y sin


tensiones. Debemos también sacarnos los zapatos.

Usa una sábana

A veces es necesario cubrirse porque podríamos sentir un poco


de frío. Esto es normal y sucede cuando entramos en la fase de
relajación profunda. El calor me ayudará a relajarme todavía más.

Elegir un lugar tranquilo

Busca un lugar donde puedas estar tranquilo y no ser


interrumpido durante el proceso de relajación. Trata de crear un
microclima que te proporcione una sensación de calma, como por
ejemplo, encender un incienso o bajar la intensidad de la luz.

Interrupciones
Debes estar solo y asegurarte que ninguno pueda
acercarse por error e interrumpir tu sesión. No es tan difícil teniendo
en cuenta que la duración será de entre 10 y 15 minutos. Entonces,
debemos pedir a nuestros familiares o pareja de no interrumpirnos.
No olvidemos de apagar el celular o desconectar el teléfono de
casa.
Cada vez que te sientas invadido por pensamientos que
estén relacionados con tareas que debes realizar o preocupaciones
de cualquier tipo, debes tratar de conducir tu mente a lo que estás
haciendo y con absoluta calma retomar el ejercicio.

Tomar una posición cómoda

Podemos practicar la relajación muscular progresiva estando de


pie, sentado o acostado. Un sillón reclinable podría ser ideal porque
disminuiría la posibilidad de quedarnos dormidos. Si decides estar
acostado, hazlo en el piso, sobre una plataforma fina y no
demasiado blanda. Una vez elegida la posición, cierra los ojos.
Extiende completamente las piernas y apoya delicadamente las
manos a los costados del cuerpo o sobre el abdomen y el pecho.

Respiros

Termina la fase de preparación haciendo cinco respiros


profundos. Gracias a la respiración diafragmática nuestro cuerpo
activa un proceso de relajación natural y la presión sanguínea
disminuye. Esto nos proporciona una sensación de bienestar.
Respira profundamente y mantiene el respiro por cuatro segundos,
luego relájate durante la fase de expiración. Concéntrate en tu
abdomen que se expande y se vacía en cada respiración. Luego de
haber realizado los cinco respiros profundos estarás listo para
iniciar.

Fase de relajación

Ahora, deja que tu cuerpo retome su ritmo natural de


respiración. Tu cuerpo ha cambiado, la tensión ha comenzado a
desaparecer. Relájate.
Nota

Este método utiliza la mecánica de contracción y relajación


de ciertos grupos musculares. Tiene en cuenta que la fase de
tensión debe durar 3 segundos, la de relajación de 5 a 10 segundos.
Cada ítem puede ser repetido de 3 a 5 veces y entre ellos puedes
hacer una pausa de entre 15 y 20 segundos.
MÉTODO

Lleva la atención al brazo derecho. Apretar el puño


derecho. Mantiene la tensión por 3 segundos y luego
relaja.

Contrae la parte superior del brazo derecho, luego


relaja.

Apreta el puño izquierdo, mantiene la tensión por un


instante, luego relaja.

Contrae la parte superior del brazo izquierdo,


mantiene la tensión por un instante, luego relaja.

Ahora prueba a relajar los dos brazos un poco más.

Lleva la atención al pie derecho. Estira los dedos del


pie derecho con dirección contraria a la cabeza,
mantiene la tensión por un instante, luego relaja.

Dirige los dedos del pie derecho hacia la cabeza,


mantiene la tensión por un instante, luego relaja.

Estira la pierna derecha endureciendo los músculos


que están a la altura de la rodilla, mantiene la tensión
por un instante y después relaja.
Estira los dedos del pie izquierdo con dirección
contraria a la cabeza, mantiene la tensión por un
instante, luego relaja.

Dirige los dedos del pie izquierdo hacia la cabeza,


mantiene la tensión por un instante, luego relaja.

Dirige los dedos del pie izquierdo hacia la cabeza,


mantiene la tensión por un instante, luego relaja.

Estira la pierna izquierda endureciendo los músculos


que están a la altura de la rodilla, mantiene la tensión
por un instante y después relaja.

Imagina que ambas piernas se relajan todavía más.

Contrae las nalgas, mantiene la tensión por algunos


segundos, luego relaja.

Endurece el abdomen, mantiene la tensión por


algunos segundos, luego relaja.

Haz un respiro profundo, mantiene la respiración por 3


segundos, luego exhala lentamente.

Empuja los omóplatos hacia atrás, o sea, hacia la


superficie de apoyo, mantiene la tensión por algunos
segundos, luego relaja.

Levanta los hombros en dirección a la cabeza,


mantiene la tensión por algunos segundos, luego
relaja.

Imagina que todos los músculos se relajan todavía


más.

Estira los músculos de cuello, mantiene la tensión por


algunos segundos, luego relaja.

Aprieta los maxilares, muerde produciendo tensión


por un instante, luego relaja.

Aprieta los ojos, luego relaja.

Tensiona la frente, luego relaja.

Ahora, abandona tu cuerpo y siente la relajación


profunda que has logrado. Cuenta lentamente de 5 a
1 y quédate en estado de completa relajación por
algunos minutos.

Ahora, cuenta hacia adelante de 1 a 5, abre los ojos,


comienza a mover los dedos de las manos. Abro y
cierro las manos. Comienza a mover los dedos de los
pies. Respiro regularmente.
Importante

- Al inicio es aconsejable practicar estos ejercicios en un ambiente


tranquilo y poco luminoso.
- La contracción no debe ser exagerada, debe ser una tensión justa
que me permita obtener una relajación agradable.
CAPÍTULO DÉCIMO
LA EMPATÍA

NEURONAS ESPEJO: EL LENGUAJE EMPÁTICO.

l término empatía, acuñado a finales del siglo XIX por el filósofo

E Robert Vischer, deriva del griego “enphatos” (sentir en el


interior) y, en su doble acepción de empatía emotivo/afectiva y
empatía cognitiva, se emplea en psicología para para comprender
las emociones y sentimientos del otro, indicar la capacidad humana
de entrar en conexión profunda con el estado de animo del otro y
para conocer nuestra capacidad de compartir los propios puntos de
vista sin excluir la dimensión afectiva que estos últimos puedan
contener. La empatía ha sido definida también como una verdadera
habilidad social. De hecho, cuando se habla de empatía se piensa
principalmente en la habilidad de ponerse en el lugar del otro, en la
medida en que, entrando en sintonía con nuestro interlocutor,
manifestamos y ponemos en práctica formas de atención social y
desarrollamos relaciones interpersonales auténticas y gratificantes.
El fenómeno de entrar en sintonía o del “ser empático” está
íntimamente ligado, como ya sabemos, a la asertividad. Uno de los
fundamentos de la comunicación asertiva es la capacidad de entrar
en conexión con el otro, interviniendo activa y profundamente en el
interior de su experiencia emotiva. La comprensión plena del
interlocutor, típica de un sujeto asertivo, pasa, en primera instancia,
por la escucha empática. Si la persona con la cual estamos
comunicando percibe en nosotros una sensibilidad asertiva
(apertura a escuchar), seguramente confiará en nosotros y se
sentirá cómoda y serena en la relación.
Las relaciones interpersonales florecerán si estamos
dispuestos a enterrar sus raíces en el terreno fértil de la
comunicación empática y somos perseverantes en la férrea actitud a
relacionarnos de manera “no violenta”, según el típico equilibrio
entre conducta pasiva e conducta agresiva que, como bien
sabemos, caracteriza a la personalidad asertiva.
Podemos decir que existe una estrecha relación entre el
concepto de empatía y el modo en el que operan las neuronas
espejo. Tratemos de comprender en que consiste esta asociación.
Llamamos “neuronas espejo” a un tipo de células cerebrales que
operan activamente en relación con tareas visuales/motoras y/o
audio/motoras. Este tipo de neuronas se localizan en un área de
nuestro cerebro que se denomina premotora. Se activan durante la
ejecución de acciones simples con un objetivo determinado, por
ejemplo, levantar una taza de café con la mano. Estas neuronas
también se activan cuando las mismas acciones son observadas,
por ejemplo, cuando veo a otra persona que levanta una taza de
café con la mano.
Vittorio Gallese, uno de los científicos que participó en el
descubrimiento de las neuronas espejo, considera que en el proceso
empático abría una “simulación encarnada”, esto es, un mecanismo
de naturaleza motora ancestral caracterizado por neuronas que se
activarían antes de la elaboración cognitiva. El observador de una
acción determinada es inducido a la simulación de la misma. “La
emoción del otro es comprendida gracias a un mecanismo que se
produce en el observador, es un estado corporal compartido con el
actor de aquella expresión. Es el hecho de compartir este estado
corporal entre observador y observado lo que permite obtener esta
forma de comprensión que podemos definir empática” (Vittorio
Gallese).
Los primeros estudios se centraron en el aspecto
neurofisiológico del movimiento, lo cual permitió abrir nuevos
caminos hacia la comprensión de procesos complejos en el ámbito
de la psicología. Cuando experimentamos una reacción emotiva
positiva o negativa, a través del sistema de las neuronas espejo
activamos en las personas que nos rodean una respuesta neuronal
que lleva a estas últimas a experimentar la misma emoción, como si
fuera en primera persona. El interlocutor vive mi emoción como si
fuera propia.
LA HISTORIA Y EL MITO
Las ciencias cognitivas como la psicología, la filosofía, las
neurociencias, hacen grandes esfuerzos en lo que se refiere al
desarrollo y comprensión del fenómeno del lenguaje. El
descubrimiento de las neuronas espejo ha contribuido a estimular la
discusión científica y a identificar correlatos morfológicos en el área
cerebral que permitirían comprender la evolución humana del
lenguaje. Se piensa que el lenguaje humano ha evolucionado a
través de los comportamientos gestuales. El estudio de estas
neuronas ha dado las bases neurocientíficas a las investigaciones
sobre el aprendizaje imitativo.
Las neuronas espejo fueron descubiertas en los años
noventa, en la Universidad de Parma, como resultado de estudios
experimentales relacionados con la corteza premotora del cerebro
de algunos primates. Esta corteza cerebral es una región de la
corteza motora ubicada en el lóbulo frontal. Sus funciones siguen
siendo estudiadas en la actualidad.
Fue un descubrimiento que produjo un gran entusiasmo en la
comunidad científica y generó ciertas afirmaciones como por
ejemplo la del Dr.Vilayanur Ramachandran que vaticinó que “las
neuronas espejo serán para la psicología lo que el ADN fue para la
biología”. La verdad es que muchas de las experimentaciones que
han tenido como objeto este tipo de neuronas no han logrado
obtener un fundamento sólido a nivel científico. Podemos observar
que el número de publicaciones científicas relacionadas con esta
temática sufrió una reducción notable en los últimos años. Más allá
de esto, son un argumento actualmente tratado en lo que respecta a
las ciencias motoras, a las disciplinas relacionadas con la evolución
del lenguaje y el aprendizaje.
Era mi intención dar una idea general del funcionamiento y
circunstancias del descubrimiento de estas neuronas porque las
mismas están íntimamente relacionadas con la capacidad empática,
que como sabemos, desempeña un papel predominante en el
universo de la comunicación asertiva.
CAPÍTULO UNDÉCIMO
ASERTIVIDAD Y RELACIÓN CON LOS
HIJOS

Ninguna familia es perfecta, pero establecer una comunicación


asertiva con los propios hijos es, sin lugar a duda, fundamental para
poder encarnar un modelo de padres funcional.
Pero, aunque no es fácil definir y reducir el concepto de
capacidad parental a una mera lista de habilidades que se espera
que posea un padre, ciertamente no se puede negar que el hecho
de saber cómo comunicarse de manera efectiva con los hijos facilita
la construcción de relaciones familiares saludables y equilibradas.
El papel de los padres es sin duda el más complejo de todos.
Seguramente nos hemos topado, no pocas veces, con quienes
siempre están de listos para dar consejos sobre cuál es la mejor
forma de educar a nuestros hijos. Resulta muy frustrante y
francamente desagradable que te digan constantemente lo que
debes o no debes hacer, o lo que es peor, el hecho de recibir una
avalancha de críticas. Si por un lado es cierto que no existen reglas
absolutas y universalmente válidas para calificar a un padre, por otro
lado es posible también desarrollar habilidades, como la de la
comunicación asertiva, e implementar estrategias que nos permitan
tener un mayor control sobre la dinámica de las relaciones entre
padres e hijos.
Relacionarnos a través de las dinámicas de la asertividad,
los sabemos, es sin duda la mejor y más ventajosa forma de
comunicación para gestionar los conflictos y, en general, para
construir relaciones armoniosas, ya que se basa en el diálogo
constructivo y el respeto mutuo. Un padre asertivo se expresa con
autocontrol y determinación, y es capaz de ser respetado sin
necesidad de ser autoritario o verbalmente violento. A partir de estas
premisas fundamentales, es posible desarrollar un entorno sereno y
colaborativo, fundamental para promover el bienestar familiar, los
lazos afectivos basados en la confianza y la cooperación igualitaria.
Ser asertivo en un contexto familiar significa ser capaz de
expresar emociones y pensamientos de forma equilibrada y
afirmativa, sin manifestaciones nocivas de agresión o pasividad. El
abandono de los modelos comunicativos agresivos o pasivos
presupone, en primer lugar, un trabajo sobre el propio nivel de
autoestima: cuanto más alto sea, más nos permitirá adoptar
comportamientos basados en la afirmación del valor de uno mismo y
de los demás.
De hecho, podría suceder que un padre con baja autoestima
se sienta más fácilmente conducido a complacer a sus hijos siempre
y en cualquier caso y tendrá dificultades para hacer valer sus
derechos y sus razones. Este modelo de comportamiento producirá
inevitablemente peligrosas disparidades que socavarán la función
del papel de padre / hijo. Asimismo, puede suceder que la baja
autoestima lleve a adoptar un estilo de comunicación agresivo,
caracterizado por reacciones punitivas desproporcionadas,
prevaricaciones, gritos frecuentes, reprimendas duras intercaladas
con lenguaje soez dirigido a los niños e insultos injustificados. Esta
forma de comunicación, que en realidad toma la forma de una
violencia real, a largo plazo, produce como único resultado, heridas
emocionales incluso incurables, alejamiento entre los miembros de
la familia y una pérdida permanente de la confianza mutua.
Por lo tanto, el modelo de comunicación pasivo como el
agresivo dan la ilusión de ayudar a resolver la situación o frenar el
problema a corto plazo, pero a largo plazo resultan infructuosos e
incluso destructivos. Una de las habilidades más importantes
relacionadas con el modelo parental funcional es la de saber
transmitir, a través del ejemplo, formas de comunicación que sean
funcionales para desarrollar en los hijos una personalidad sana y la
capacidad de establecer, cuando serán adultos, relaciones
emocionales equilibradas y estables.
Veamos, entonces, cuáles son las técnicas que se pueden
utilizar para comunicar asertivamente y promover un
comportamiento tolerante que respete la dignidad de cada miembro
de la familia:

• Escucha activa. Una óptima comunicación pasa ante todo


por la capacidad de escuchar al otro, es fundamental demostrar un
interés real por lo que nos dicen nuestros hijos sin interrumpirlos
continuamente. El silencio también es una forma de respeto.

• Ser empático. No basta con tener predisposición a


escuchar. Para entender realmente lo que sienten nuestros hijos y lo
que necesitan de nosotros, también es necesario conectar con sus
emociones y ponernos en su lugar. Por otro lado, ocultarles lo que
pensamos no les ayudará a abrirse y no les predispondrá a
exteriorizar lo que realmente sienten.

• Hacer preguntas. Un interés auténtico y saludable por el


estado de ánimo de nuestros hijos también se manifiesta
haciéndoles preguntas explícitas y comprensibles, tratando que no
se malinterpreten y que no revelen una intención inquisitiva. Pero
cuando las respuestas que recibimos no se presentan en línea con
lo que esperábamos, no debemos cometer el error de juzgar sus
emociones, degradarlas, ridiculizarlas o por el contrario
sobredimensionarlas. La palabra clave aquí es aceptación.

• Confianza y dar ánimo. Mostrar confianza en las


habilidades de nuestros hijos les ayudará a desarrollar un alto nivel
de autoestima y a convertirse en adultos seguros. Valorar sus
características y peculiaridades, en lugar de centrarnos en sus
defectos; estimularlos para que desarrollen un pensamiento positivo
y se amen a sí mismos en lugar de criticarlos; apoyarlos si tienen un
sueño y ayudarlos a superar sus miedos en lugar de decirles que
tienen límites. Además, animar a los niños, pero también a los
adolescentes, a expresar lo que sienten les ayudará a entrenarse en
la introspección, a tener una buena relación con su dimensión
interior y les enseñará a canalizar las emociones de la forma
correcta.

• Comprensión. Cuando reconocemos que nuestros hijos se


han equivocado, la forma más correcta y eficaz de enseñarles a
comportarse bien no es criticarlos y juzgarlos, sino darles consejos a
través de un carácter bondadoso y con el ejemplo. Esto, sin
embargo, no significa renunciar absolutamente a dar los castigos
adecuados si el error ha resultado ser realmente grave. Recordemos
que los padres tenemos un papel preciso en la educación de
nuestros hijos, un papel único e incomparable que no debe
confundirse con el de los amigos.

• Ser firmes. Si nuestros hijos se niegan a obedecer, no es


apropiado ceder a sus caprichos insistentes, porque de lo contrario
esta actitud irresponsable y de complacencia nos hará perder
autoridad e importancia frente a ellos. Si, por el contrario, nuestros
hijos comprenden que no estamos dispuestos a ceder, abordaremos
estratégicamente la situación con calma, sin enojarnos ni asustarlos
con diversas amenazas, entonces se verán inducidos a
obedecernos sin objetar y obtendrán a su vez un modelo de
comportamiento exitoso.

• Lenguaje corporal. La asertividad no se implementa solo


por medio de la comunicación verbal. Un aspecto decisivo, que
incide significativamente, es el cómo será recibido por nuestro
interlocutor el mensaje que queremos transmitir. El cómo es
representado, como ya sabemos, por la comunicación no verbal.
Por ello, el tono de voz que usamos, la postura que asumimos, las
expresiones faciales que deben acompañar constantemente
nuestros estados de ánimo y el contacto visual son parte
fundamental de un diálogo efectivo y constructivo.
Entonces, queriendo resumir, lo que nos hace asertivos con
nuestros hijos es la autoconciencia, la buena educación emocional,
la autoestima, el equilibrio interior y la autenticidad.
Por supuesto que es durante la infancia cuando se sientan
las bases para construir una relación sana y emocionalmente
estable con nuestros hijos, pero los consejos y estrategias que
acabamos de ilustrar se pueden adaptar, siendo igualmente
efectivos según su edad.
¡Nunca es tarde para establecer una sana relación con
nuestros hijos!
Y siendo éste el último capítulo, podemos decir:
¡Nunca es tarde para establecer una sana relación con
las personas que forman parte de nuestra vida!
Tu opinión es importante para mi

¡Gracias por haber leído mi libro! Es muy importante para mi


recibir tu opinión. ¿Podrías dedicarme un minuto de tu tiempo para
escribir una reseña en Amazon sobre mi trabajo? te lo agradecería
muchísimo. Espero que hayas disfrutado de la lectura de este libro y
que haya servido para tu crecimiento personal. Esto es lo que deseo
desde lo más profundo de mi ser.
Constanza Walsh.
CONCLUSIÓN

ara terminar desearía dejarlos en compañía de una frase.

P
Pertenece al poema “La Dicha” de Jorge Luis Borges y dice
así:
“Loado sea el amor en el que no hay poseedor ni poseída, pero
los dos se entregan” *

*Loado sea el amor en el que no hay poseedor ni poseída, pero los


dos se entregan.
El que abraza a una mujer es Adán. La mujer es Eva.
Todo sucede por primera vez.
He visto una cosa blanca en el cielo.
Me dicen que es la luna, pero
qué puedo hacer con una palabra y con una mitología.
(...)
Nada hay tan antiguo bajo el sol.
Todo sucede por primera vez, pero de un modo eterno.
El que lee mis palabras está inventándolas.

Fragmento de “La Dicha”, Jorge Lius Borges.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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La Asertividad

Constanza Walsh

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