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CAPÍTULO VIII

NERVIO FACIAL

Foco motor y sus radiculares. ─ Vías sensitivas reflejas. ─ Ganglio geniculado. ─


Nervio de Wrisberg. Consideraciones fisiológicas sobre los reflejos del facial.

Consta este nervio de dos raíces : la principal ó motriz, nervio facial Sus dos raí-
propiamente dicho ; y la sensitiva ó delgada, conocida también con el ces.
nombre de nervio intermediario de Wrisberg.

PORCIÓN MOTRIZ

[Núcleo motor. ─] En el hombre yace el núcleo motor del facial en Situación y


el espesor de la protuberancia, por dentro de la raíz descendente del relaciones.
trigémino, por detrás de las fibras más bajas del cuerpo trapezoide y
resto del cordón lateral, y rodeado, por el lado dorsal y contornos
interno y externo, de la substancia reticular gris. En los roedores
(conejo, ratón), así como en los carniceros (gato, perro), el núcleo del
facial hállase más cerca de la cara ventral del bulbo, por consecuencia
de la delgadez de la protuberancia y cuerpo trapezoide, descendiendo
también más abajo, como lo muestra la fig. 368, A, en que se ven á la
vez las raíces del vago con su núcleo sensitivo y el núcleo motor del
séptimo par. La figura de este foco es oblonga de arriba á abajo, de
contorno irregular, como lobulado, ofreciendo, hacia adelante, una
parte deprimida ocupada por haces del cordón lateral. Su cabo superior
raya casi en la oliva superior, mientras que su extremo inferior confina
con el cabo alto del núcleo ambiguo.
En las preparaciones de Nissl se nota muy claramente formado, tanto Aspecto en los
en sentido vertical como en el horizontal, de focos ó pléyades cortes de Nissl.
celulares, separados por tabiques de substancia blanca (fig. 367).
Según Marinesco (1) y Van Gehuchten, que han trabajado con dicho Columnas de
método, el núcleo del séptimo par contendría tres columnas celulares células y mús-
culos que iner-
dispuestas en un plano ventral, y una columna aislada situada más
van.
posteriormente, y que puede llamarse núcleo dorsal. Este núcleo dorsal
(figura 367, CP) representa el origen de las fibras nerviosas del facial
superior ; es decir, de la rama de este nervio destinada al frontal,
superciliar y orbicular de los párpados (Van Gehuchten, Marinesco).
De las tres columnas ventrales, la interna inerva los músculos de la
oreja y oído interno, como se deduce del hecho de escapar sus
elementos á la cromatolisis, cuando se secciona el facial más allá de la
rama auricular, es decir, cuando han emergido ya todos los ramos
destinados á los músculos de la caja timpánica y oreja. En cuanto á la
columna intermediaria y á la externa, originarían respectivamente, según
Marinesco, los ramos bucales inferiores y los superiores. Por lo que

(1) Marinesco : L'origine du facial supérieur. Rev. Neurol., 1898. ─ Nouvelles recherches sur
l'origine du facial supérieur. Presse médicale, nº 69, 1899.
2 HISTOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO DE LOS VERTEBRADOS

Ausencia de hace á las relaciones que Duval, Testut y Mendel, habían supuesto
relaciones en-
tre el núcleo entre las fibras del facial superior y el foco de origen del motor ocular
del VI par y las externo, no han sido confirmadas por Marinesco y Van Gehuchten (1).
fibras del VII. Tampoco nosotros hemos podido sorprenderlas, con los métodos de
Nissl y de Golgi, en el ratón, conejo y gato.
Como puede verse en la figura 367, que copia un corte transversal del
núcleo del séptimo par del conejo, la riqueza en células, así como el
tamaño de éstas, varía algo en las tres columnas ó focos secundarios del
facial.
Las más numerosas son las de las columnas interna y externa, en las
cuales residen asimismo los corpúsculos más voluminosos y ricos en
husos cromáticos. La columna media, así como el foco dorsal, poseen
pocos y menudos elementos. En general, y salvo alguna excepción, la
talla de las células parece disminuir de delante á atrás, yaciendo las
más robustas en el lado ventral de la columna interna.
Aspecto en los El método de Weigert denuncia entre las células de este foco (conejo,
cortes de Wei- gato) un plexo complejo de tubos medulados, gruesos los unos y vero-
gert. símilmente continuados con las radiculares, finos los otros, y continuados
con ramillas colaterales de la substancia blanca vecina. Entre las co-
lumnas y aun en el espesor mismo de éstas, vénse numerosos
hacecillos longitudinales de substancia blanca.
En la figura 369 mostramos un corte transversal del núcleo facial del
hombre, previa coloración con el método de Weigert-Pal. Los conglo-
merados celulares yacen más apretados que en el conejo y gato, siendo
más difícil discernir las fronteras de cada columna que en estos
animales. Su forma general es muy irregular, mostrándose prolongado
de delante á atrás, con un extremo anterior puntiagudo y un cabo
posterior voluminoso, del cual arrancan las fibras radiculares. Entre los
conglomerados celulares obsérvense hacecillos de tubos gruesos de curso
horizontal, los cuales pertenecen á las fibras radiculares. En general,
estas fibras marchan en su arranque ondeando en sentido más ó menos
transversal, y, después de una revuelta, ganan los límites laterales del
foco para hacerse antero-posteriores. Por la riqueza y disposición de las
radiculares puede dividirse el ganglio en : región anterior, pobre en
fibras, región media, ancha y surcada por muchos hacecillos oblicuos y
transversales, y región dorsal plexiforme, donde dominan las fibras
antero-posteriores. A través de la región anterior cruzan algunos haces
del cuerpo trapezoide. Por dentro del foco principal se halla una pléyade
sumamente pequeña, que no sabemos á qué porción del foco de los
mamíferos corresponde (fig. 369, E).
Aspecto en las Pero sólo el método de Golgi nos revela completamente la
preparaciones morfología de las células de este foco y el curso total de sus fibras.
de Golgi. Trátase de elementos multipolares de gruesa ó mediana talla, y
enteramente semejantes á los del foco del hipogloso. Dominan entre

(1) Van Gehuchten : Recherches sur l'origine réelle des nerfs crâniens. le nerf facial. Journ. de
Neurol., 1898. ─ Anatomie du système nerveux, etc. 3.a edition, 1900, vol. II, p. 107 y siguientes.
NERVIO FACIAL 3

ellos las formas triangulares, fusiformes y estrelladas, de cuyas


esquinas brotan largas, robustas y velludas dendritas, esparcidas en todas
direcciones y preferentemente orientadas en sentido dorso-ventral. Por Células y den-
lo común, estas dendritas se distribuyen dentro del foco, pero no dritas.
faltan algunas que traspasan sus fronteras, conforme se veía en la fig.
370, donde las células limitantes de las fronter as dorsal y ventral
emitían largas prolongaciones para la substancia blanca circundante.
En algún caso hemos visto penetrar dendritas externas en el foco
sensitivo del trigémino.
El axon, espeso, nace del soma ó de una dendrita, y unas veces marcha Cilindro-eje.
directamente hacia atrás y otras traza en su trayecto inicial una gran
revuelta de concavidad posterior para dirigirse finalmente hacia el lado
dorsal. En este trayecto intra-focal carece de colaterales.
Radiculares. ─ La marcha de los axones, una vez alcanzadas las Radiculares
fronteras del ganglio, es derechamente hacia atrás, disponiéndose en directas y rodi-
manojitos plexiformes que llenan una ancha área de la substancia lla del facial.
reticular blanca. Por entre los haces del nervio asoman los fascículos
longitudinales de esta última. El curso ulterior, hémoslo descrito
anteriormente ; recordemos aquí, que llegadas las fibras á la frontera
dorsal de la substancia reticular gris, dirígense hacia arriba,
engendrando la rodilla del facial, y al nivel del límite inferior del
cuerpo trapezoide, revuélvense hacia adelante, para emerger finalmente
por el borde posterior de la protuberancia.
Cuando las citadas fibras se hacen longitudinales, un grupo de ellas Radiculares
dirígese hacia adentro, costea la frontera dorsal del fascículo longitudinal cruzadas.
posterior y se cruza en el rafe con las fibras del otro lado. Esta
descusación motriz, negada por Duval y Kölliker, fué ya señalada hace
tiempo por Stieda, Obersteiner, y ha sido confirmada recientemente
por Van Gehuchten (1), Lugaro (2), Cramer (3) y Marinesco (4). Este
último ha trabajado con el método de Nissl, cuyas revelaciones tocante á
este punto, no parecen ser concluyentes, puesto que Van Gehuchten (5),
contradiciendo su antigua opinión, no ha podido convencerse, en un
trabajo reciente, de la realidad de la susodicha decusación. Por lo
demás, semejante entrecruzamiento, hémoslo sorprendido también en el
gato y en el hombre empleando el método de Weigert. La mayor
parte de las fibras decusadas proceden de preferencia en estos animales
de lo alto de la porción ascendente, cuando el nervio traza el codo
terminal para tornarse horizontal.

[HIPÓTESIS SOBRE EL ORIGEN DE LA RODILLA DEL FACIAL. ─] Uno de Comienza


los problemas más difíciles de la histogenia es el esclarecimiento de las cuerpo menor.

(1) Van Gehuchten : Anatomie du système nerveux de l'homme, 1re édition, 1893.
(2) Lugaro : Sull’origine di alcuni nervi encefalici : V, VI, VII, VIII. Arch. di Ottalmolog.,
vol. II, fasc. 6, 1894.
(3) Cramer: Beiträge zur feineren Anatomie der Medulla oblongata und der
Brücke, etc., 1894.
(4) Marinesco : L'origine du facial supérieur. Rev. Neurol., 1898.
(5) Van Gehuchten : Recherches sur l’origine des nerfs crâniens ; le nerf facial. Journ. de
Neurol., 1898.
4 HISTOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO DE LOS VERTEBRADOS

causas determinantes de la singular cor vadura del trayecto intrabulbar del


facial. Con ella es notorio que la naturaleza no ha obedecido á móviles
teleológicos, sino acaso á exigencias evolutivas, cuyas condiciones mecánicas
desconocemos todavía.
Que dicha revuelta es una exigencia de la evolución del sistema nervioso
Ausencia de
de los mamíferos, lo comprueba la falta de ella en el facial de los peces,
rodilla en los
vertebrados in- batracios y reptiles. Los dibujos y descripciones publicadas por Herrick,
feriores y las Edinger y otros [(véase, por ejemplo, la fig. 61, pág. 101 de la obra reciente
Aves. de Edinger)]A (1), parecen probar que el núcleo motor del facial constituye
como una pléyade ventral de las células del nervio masticador, marchando sus
fibras directamente hacia afuera y emergiendo no lejos de las de éste. En las
aves, según resulta de los trabajos de Brandis (2) y de los nuestros, falta
todavía la corvadura ascendente, observándose no más una débil corvadura
transversal de concavidad anterior, á semejanza de la que en los mamíferos
ofrecen las radiculares del vago nacidas en el núcleo ambiguo. Resulta, pues,
que el curso ascendente del facial con su doble corvadura transversal y
vertical, es atributo exclusivo de los mamíferos, enlazado con alguna condición
peculiar á estos animales, impuesta al crecimiento y marcha, intrabulbar de
dicho nervio.
Obstáculo Esta condición podría ser muy bien, como afirma His (3), la vesícula auditiva,
formado por la órgano epitelial embrionario que rodea la región bulbar y protuberancial,
vesícula auditi- precisamente al nivel del punto por donde las radiculares del facial hubieran
va á la marcha emergido si lo hubieran hecho por el camino más corto. En presencia de este
de los axones obstáculo, el facial, en vez de trazar una revuelta por fuera del bulbo, la
del facial, se- describe por dentro, emergiendo por encima y fuera de la citada vesícula.
gún His. Además, His ha demostrado que la curva del facial, por lo menos en su
sentido transversal, se observa ya en las primeras etapas de la histogenia
bulbar, saliendo el nervio por un plano muy lateral, como buscando la
vecindad de la emergencia de los nervios mixtos y auditivo. Dentro de esta
suposición de His, y en armonía con la teoría quimiotáctica, podríamos
imaginar que la vesícula auditiva desorienta, obrando como una pantalla
química indiferente, los neuroblastos del núcleo facial, cuyos conos de
crecimiento se volverían hacia atrás, y chocando con la cutícula del epéndimo, y
en virtud de la inclinación de ésta hacía afuera y atrás, deslizaríanse
transversalmente hasta llegar á planos en que las corrientes quimiotácticas
procedentes del miotomo pudieran ser percibidas por los citados conos.
Otras causas Pero esto no explica la forma y extensión considerable de la doble corvadura, y
posibles. menos el curso vertical que adquiere el facial en uno de sus trayectos intrabulbares.
Para comprender de alguna manera estas curvas, es preciso, á nuestro juicio, hacer
intervenir nuevos factores mecánicos, cuales son : el desarrollo é incremento del
foco del motor ocular externo, empujado hacia atrás por el crecimiento de la
substancia reticular blanca y gris ; la aparición de las vías centrales del trigémino,
vago-gloso-faríngeo ; y sobre todo, la formación de las vías cruzadas nacidas en el
núcleo de Deiters, las cuales, debiendo pasar por delante del facial, obligan á éste
á exagerar de cada vez más su curva posterior. Bajo este aspecto, es bien
significativo notar que en los cortes sagitales de bulbo comprensivos de la curva del

(1) Edinger : Vorlesungen über den Bau der Nervösen Centralorgane, etc., 6.º Aufl.., 1900.
(2) Brandis : Untersuchungen über das Gehirn der Vögel. Arch. f. mikrosk. Anat., Bd..
XLIII, 1894.
(3) His : Zur Geschichte der Gehirns sowie der centralen und peripherischen Nervenbahnen beim
menschlichen Embryo. Abhandl. d. Math.-Phys. Classe d. Königl. Sächs. Gesellsch. d.
Wissensch., Bd. XIV, nº 7, 1888.
NERVIO FACIAL 5

facial (ratón), esta curva (la vertical) se extiende precisa y exclusivamente al


espacio longitudinal ocupado par la vía vestibular cruzada y por el foco del motor
ocular externo. En cuanto á la emergencia lateral del facial cerca del surco de Causa deter-
los nervios mixtos, ello obedecería á una ley económica : la de ahorro de agujeros minante del
craneales y vertebrales. Sólo esta finalidad utilitaria puede dar cuenta de la punto de emer-
gencia del fa-
convergencia en un mismo orificio de la columna vertebral, de las raíces
cial.
motoras y sensitivas de los nervios, aunque su distribución periférica sea muy
diversa y su origen central muy distinto. Lo mismo sucede en el cráneo (conducto
auditivo externo con los nervios facial, de Wrisberg, vestibular y coclear, agujero
Acaba cuer- rasgado posterior con el vago, gloso-faríngeo y espinal, etc.).
po menor.
Conexiones sensitivas del núcleo facial. ─ Hé aquí, según Opinión de
Kölliker, las fibras terminadas en el núcleo del facial: l.ª, fibras de la vía Kölliker.
piramidal, las cuales, después de cruzar el rafe, ingresarían en el núcleo del
lado opuesto ; 2.ª, colaterales directas ó largas de la raíz sensitiva
descendente del trigémino ; 3.ª, colaterales brotadas del resto del cordón
lateral ; 4.ª, colaterales procedentes del cuerpo trapezoide y oliva superior. En Nuestra opi-
nuestros preparados faltan por completo las fibras piramidales, las nacidas de nión.
la raíz del quinto par y las emanadas del cuerpo trapezoide. El
grandísimo número de cortes de embriones y de animales recién nacidos en
quienes nuestros esfuerzos por sorprender tales colaterales han sido vanos, no
obstante hallarse la vía piramidal y las fibrillas colaterales del trigémino y
del cuerpo trapezoide bien impregnadas, nos inclinan á pen sar que
Kölliker ha sido inducido á error, tomando por colaterales largas las
nacidas en las fronteras ó cerca de las fronteras del foco que estudiamos. Hé
aquí las colaterales que nosotros hemos observado con absoluta constancia y
que pueden verse en las figs. 370 y 311.
a) Colaterales del resto del cordón lateral. ─ Esta es, sin disputa, la
principal vía refleja del facial, en cuyo núcleo penetran, no sólo ramas
colaterales, sino también fibras terminales. Por esta razón, el resto del cordón
lateral queda muy reducido por encima del núcleo del séptimo par. Tales
colaterales son muy abundantes y nacen, unas de las fibras situadas por
delante del foco, y otras de los fascículos intersticiales también continuados
con el cordón lateral ; en fin, algunas brotan de los hacecillos situados á los
lados. Corren estas hebras al foco en todas direcciones, ramificándose en su
espesor, y engendrando entre las células un plexo de gran riqueza, que en
algún caso hemos visto condensarse en cestas pericelulares. En el gato de
quince días, estos nidos nerviosos son muy aparentes, mostrándose á
menudo dispuestos en pléyades, las cuales reciben arborizaciones de las
mismas colaterales. De todas las regiones del foco, la interna,
correspondiente á la columna gris interna, es la más rica en colaterales
emanadas de dicho cordón (véase la fig. 370, A).
Es indudable que, merced á estas colaterales, el facial recibe la in- Papel fisio-
fluencia refleja de los focos sensitivos de la médula espinal, puesto que, en lógico.
realidad, el cordón lateral representa una vía sensitiva corta de segundo
orden, de curso ascendente y descendente en la médula, pero casi
exclusivamente ascendente en el bulbo.
Fibras acústicas. ─ Ya hemos dicho que detrás del núcleo facial veíanse
fibras descendentes prolongadas con las ramas inferiores de bifurcación del
6 HISTOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO DE LOS VERTEBRADOS

cuerpo trapezoide al continuarse con el lemnisco externo. En esta misma


región pueden también residir fibras descendentes emanadas de los focos
olivares. Ahora bien ; de esta misma región fronteriza de la substancia
reticular nacen colaterales, que se arborizan entre las células de dicho foco.
Papel fisioló- Creemos, pues, que algunas, sino todas, representan colaterales acústicas de
gico. segundo ó de tercer orden, merced á las cuales el facial recibiría la
influencia refleja del auditivo y suscitaría movimientos en los huesecillos del
oído, músculos de la oreja, etc.
Fibras de la vía central del quinto par . ─ Las colaterales sensitivas
destinadas al núcleo del séptimo par son copiosas, pero no parten de la raíz
descendente del trigémino, sino de axones transversales nacidos en
células de la substancia gelatinosa. Por lo común, estos corpúsculos residen
en la parte anterior de esta substancia, y no es raro ver que sus expansiones
nerviosas envían dos robustas colaterales al núcleo del facial. Resulta, pues,
que las conexiones entre el trigémino y facial, como todas las sensitivo-
motrices del bulbo, salvo algún ejemplo excepcional, se verifican
exclusivamente por colaterales ó terminales de fibras de segundo orden ; y en
el caso particular del facial, haremos notar que, dada la proximidad entre la
raíz sensitiva del trigémino y el foco del séptimo par, si dichas colaterales
directas existiesen, deberían sorprenderse con toda facilidad en el ratón y
conejo, tanto más, cuanto que la inmensa mayoría de nues tras
preparaciones de fetos de ratón y de ratones de pocos días, presentan
admirable y completamente impregnadas las colaterales de la raíz des-
cendente sensitiva del trigémino.

PORCIÓN SENSITIVA DEL FACIAL

La porción sensitiva del facial, llamada también nervio intermediario ó


nervio de Wrisberg, es una delgada raíz que acompaña al facial en
una parte de su trayecto inicial, separándose de él en el peñasco para
constituir, después de pasar por un conductito especial de éste, lo
que se llama la cuerda del tambor.
Su origen, como el de todo nervio sensitivo, es un ganglio
homólogo de los raquídeos, el ganglio geniculado, alojado en el espesor
del peñasco.
Su homología GANGLIO GENICULADO. ─ Su naturaleza de ganglio raquídeo, sospe-
con los gan- chada por muchos, fué plenamente demostrada por Retzius (1),
glios raquí- Penzo (2), y recientemente por Lenhossék, quien ha visto sus células,
deos.
de forma monopolar, emitir dos ramas: una interna ingresada con el
facial en el bulbo ; otra externa dirigida hacia la periferia, adosada
al facial, y probablemente continuada con la cuerda del tambor.
Células mo-
Nosotros hemos comprobado también en el ratón de pocos días los
nopolares.
resultados logrados por Lenhossék. Como se ve en la fig. 372, B, el
ganglio geniculado posee una sección triangular, y, como en los

(1) Retzius : Untersuchungen über die Nervenzellen der cerebro-spinalen Ganglien, etc. Arch. f.
Anat. u. Physiol., Anat. Abtheil.,1880.
(2) Penzo : Ueber das Ganglion geniculi und die mit derselben zusammenhangenden Nerven.
Anat. Anzeiger., Bd. VIII, 1893.
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ganglios raquídeos, la prolongación única de sus células emite una rama Su prolonga-
interna que se incorpora á la porción central del nervio facial, y una ción única.
rama externa que se adosa al trayecto periférico del mismo. Casi todas
Su bifurca-
las ramas internas son más delgadas que las externas ; casos hay, sin ción en rama
embargo, en que nos han parecido ambas ramas de igual ó muy próximo interna y exter-
espesor. Los experimentos fisiológicos y las observaciones anatómicas, na
han fijado concordantemente como territorio terminal de la cuerda del
tambor, cordón formado por la reunión de las citadas ramas externas,
los dos tercios anteriores de la mucosa lingual.
Comienza
cuerpo menor. Sapolini (1) demostró primeramente, en 1883, que el nervio intermediario de Historia.
Wrisberg no es una raíz del facial, sino una emanación interna del ganglio
geniculado, el cual se continuaría periféricamente con la cuerda del tímpano,
nervio positivamente sensitivo, según demostraron los experimentos fisiológicos
de Duval, Vulpian, Schultze y otros.
La semejanza del ganglio geniculado con los raquídeos, fué ya hace tiempo
reconocida por His (2) y Martin (3), los cuales sorprendieron también en los
embriones de mamífero la bipolaridad originaria de sus células.
Según Lenhossék (4), que ha aplicado primeramente, con fortuna, el método
de Golgi á este ganglio, las ramas periféricas se adosarían al facial, marchando
con él hasta el punto de emergencia de la cuerda del tambor ; pero al mismo Diversas fi-
tiempo, cruzarían el ganglio numerosas fibras, probablemente motrices y bras atrave-
emanadas de la porción interna del facial, las cuales emergerían por el ángulo sando el gan-
libre de aquél y se continuarían con el nervio petroso superficial mayor. No glio genicu-
negaremos nosotros la existencia de éstas últimas fibras motrices del petroso, lado, según
aunque no hemos tenido la suerte de impregnarlas (5) ; mas creemos que con Lenhossék .
ellas emerge también del ganglio un cierto contingente de fibras sensitivas ;
de suerte que el llamado nervio petroso superficial mayor, en caso de que por
tal pueda estimarse el reproducido en la fig. 372, C, es verosímilmente un
nervio mixto. Según Lenhossék, habría todavía otras fibras de origen descono-
cido, penetrantes en el ganglio y continuadas con la porción periférica del
Acaba cuer- facial ; éstas no aparecen teñidas en nuestros preparados.
po menor.
RAM A INTERNA. ─ Llegada con el facial al bulbo, se aparta un poco Su trayecto.
de la emergencia del séptimo par, gana el lado anterior del vestibular,
del cual parece ahora una dependencia, atraviesa después la porción
descendente del trigémino, apartándose del curso del vestibular, que
queda más atrás, sigue á través de la substancia gelatinosa, la cual cruza
oblicuamente de delante atrás y de fuera adentro, y por último, en el
borde posterior del arco trazado por la raíz del quinto par, describe un
codo y se hace vertical y descendente, constituyendo la primera serie

(1) Sapolini : Études anatomiques sur le nerf de Wrisberg et la corde du tympan. Journ. de
médec. de Bruxelles, 1884.
(2) W. His : Die morphologische Betrachtung der Kopfnerven. Ar c h . f . An a t . u Physiol.,
Anat. Abt heil.,1887.
(3) P. Ma rtin : Die erste Entwickelung der Kopfnerven bei der Katze. OEsterreich.
Monatsschr. f. Thierheilk., Jahrg. XV, 1890.
(4) Lenhossék : Beiträge zur Histologie des Nervensystems und der Sinnesorgane : VIII. Das
ganglio geniculi nervi facialis, etc. Wiesbaden, 1894.
(5) En una preparación lograda durante la impresión de estos pliegos, aparecen bien estas
fibras motrices que mostramos en la fig. 372, a.
8 HISTOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO DE LOS VERTEBRADOS

de las fibras verticales que más abajo se concentrarán, adicionadas con


elementos del noveno y décimo par, en el cordón macizo longitudinal
llamado cordón solitario. [Este paradero del nervio de Wrisberg, ha
sido establecido por los estudios de muchos autores, entre otros de
Sus relaciones Duval, Held, Kölliker y Cramer y recientemente de Wallenberg]A y Van
con el fascículo
solitario y un Gehuchten. Este último sabio, utilizando el método de Marchi, ha probado
fascículo pe- que dicho nervio ocupa primeramente una posición muy externa, confundién-
queño anexo. dose casi con las fibras más posteriores del quinto par, y que más adelante se
hace algo más posterior incorporándose al haz solitario, dentro del cual no
corre sino en una extensión muy limitada. [En el momento en que sus fibras se
inflexionan para descender en el fascículo solitario, entran en conexión con un
núcleo pequeño, donde, por otra parte, se terminan con una parte de células
del gloso-faríngeo.]
En nuestros preparados de bulbo de rata y de gato, este nervio ocupa
efectivamente la parte más posterior de la porción descendente del quinto
par. Según aparece en la fig. 373, VII, los hacecillos que lo forman, después
de cruzar oblícuamente la substancia gelatinosa del trigémino y en cuanto
arriban al ángulo dorsal de dicha porción descendente, tuercen poco á poco
hacia abajo, constituyendo una serie acintada de hacecillos casi verticales
dispuestos en plexo longitudinal. Estos hacecillos yacen por delante del foco
descendente del vestibular, de cuyos fascículos se distinguen bien por ser muy
compactos y hallarse muy inmediatos entre sí.
Colaterales El nervio de Wrisberg carece de bifurcaciones ; de é1 brotan solamente
del intermedia- colaterales, las cuales nacen en cuanto las fibras radiculares se inclinan
rio de Wris-
hacia abajo, aumentando en número á medida que éstas descienden. Cada
berg.
fibra puede suministrar varias colaterales ; en una de ellas pudimos
sorprender hasta tres ramillas de esta especie. Según mostramos en la fig. 373,
B, las colaterales del nervio de Wrisberg forman un grupo de ramas que se
arborizan en un delgado acúmulo gris dirigido hacia adelante y adentro, y que
á un examen superficial parece continuación de los plexos de colaterales de
la substancia gelatinosa del trigémino. La llegada de los primeros
contingentes del gloso-faríngeo, refuerza notablemente este plexo,
rechazando hacia afuera y atrás los haces del nervio de Wrisberg.
Núcleo donde Las células del foco gris en que se arborizan las colaterales del nervio que
se arborizan ; estudiamos, son pequeñas y estrelladas. De la dirección del axon nada
destino posible podemos decir, dada la escasez de las buenas impregnaciones obtenidas ;
de los axones.
presumimos, sin embargo, que marcharán á juntarse con los del gloso-
faríngeo y vago para constituir la vía central de estos nervios.
En el nervio de Wrisberg no penetran fibras motrices. Tampoco hemos
sorprendido el paso de sus fibras á la porción descendente del trigémino.

Numerosos autores, entre otros Duval, His, Cramer, Kölliker y más Comienza
recientemente Wallenberg habían admitido, más ó menos implícitamente, antes que cuerpo menor.
nosotros y Van Gehuchten, este modo de terminación del intermediario de Wrisberg en
el fascículo solitario y en un núcleo más ó menos idéntico al que hemos descrito.
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Los estudios que Nageotte (1) ha hecho, con la ayuda del método de Marchi, en un Núcleo gusta-
tivo de Nageo-
caso de parálisis facial en el hombre, le ha conducido á opiniones un poco diferentes y
tte.
muy interesantes desde el punto de vista anatómico y fisiológico.
Para él, las fibras del intermediario son unas ascendente y otras descendentes ; todas
van, sin embargo, no al cordón solitario, sino exclusivamente á un núcleo alargado que
acompaña, en parte, este cordón. Este núcleo, al que Nageotte da el nombre de núcleo
gustativo y del cual Duval, Roller, His, Martin, Cramer, Dexter, Wallenberg, Van
Gehuchten y nosotros no habríamos visto más que porciones más ó menos
considerables, se extiende en el hombre sobre una longitud de alrededor de 14
milímetros. En su parte media, está adelgazado y se encuentra comprendido entre el
asta posterior de la media luna trigeminal delante y la cima anterior del triángulo
acústico detrás (fig. 374, n. g.). Está hinchado, al contrario, en sus dos extremidades, la
superior toma parte en la convolutio trigemini, en tanto que la inferior, prolongada por
una espuela postero-interna, constituye la substancia gelatinosa del fascículo solitario.
Este núcleo, fragmentado en pequeñas masas redondeadas de células, no todavía
suficientemente estudiadas, recibe tres nervios : en su parte media el intermediario de
Wrisberg, en su porción superior el lingual, y en su porción inferior las fibras del gloso-
faríngeo. La distribución de estos nervios es bastante particular. El intermediario da
fibras ascendentes que remontan poco y fibras descendentes que van hasta el punto
donde el fascículo solitario aborda el núcleo ; algunas descenderían incluso más abajo,
según Wallenberg. Las fibras descendentes del lingual ocupan más de los tres cuartos
del núcleo, en tanto que las fibras ascendentes y descendentes del gloso-faríngeo se
extienden en el tercio inferior. Las áreas de distribución de estos nervios se apoyan pues
las unas sobre las otras.
Pensamos que las divergencias de opinión que acabamos de constatar con respecto
Acaba cuer- de las conexiones y del modo de terminación del intermediario de Wrisberg se deben,
po menor. en general, al desarrollo muy diferente de este núcleo en la especie animal.

Consideraciones fisiológicas. ─ Las conexiones sensitivo-motrices que


acabamos de exponer, explican bastante bien los reflejos del facial, dán- Trayecto de
las corrientes
donos á conocer al mismo tiempo el curso probable de las corrientes. Hé aquí en :
la marcha de éstas en algunos reflejos.
Reflejo del parpadeo. ─ La excitación recogida en la córnea y
conjuntiva por los tubos nerviosos sensitivos del trigémino (rama oftálmica) 1º reflejo de
pasa desde luego al ganglio de Gasserio y á la raíz descendente del nervio, parpadeo.
y, en fin, mediante las colaterales sensitivas del mismo propágase á las células
de la substancia gelatinosa y vías centrales del quinto par. De estas vías,
representadas en su origen por fibras arciformes transversales, brotan
colaterales que llevan la excitación á las células motrices del facial
inervadoras del músculo orbicular de los párpados. Puesto que el
reflejo del parpadeo es bilateral, resulta muy posible que las citadas fibras
arciformes ó sensitivas de segundo orden, nacidas en el foco del quinto par,
provean de colaterales á los dos núcleos faciales.
Reflejo de la succión. ─ Los impulsos sensitivos recibidos por la 2º reflejo de
terminación del trigémino en la mucosa bucal se transmiten á la vía central succión.
del quinto par, desde la cual pasan, mediante colaterales, al foco del facial,
rector, como es sabido, de los músculos bucinador y orbicular de los labios,

(1) Nageotte : The pars intemedia or nervus intermedius of Wrisberg and the bulbo-pontine
gustatory nucleus in man. Rev. of Neurol. and Psychiatry, 1906. (La figura 374, reproducida
aquí, está prestada de este trabajo.)
10 HISTOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO DE LOS VERTEBRADOS

etc.
La bilateralidad de este reflejo se explica como en el caso anterior ; no
obstante, podría comprenderse también invocando el cruzamiento parcial de
las radiculares del séptimo par. Para ello bastaría suponer que la pléyade
motriz encargada de la transmisión centrífuga de la excitación, rige los
músculos homónimos de ambos lados. De esta manera, cada foco podría
estar solamente en relación homolateral con la vía central del quinto par.
3º risa, llan- Risa, llanto, etc. ─ Las contracciones de los músculos fisionómicos que
to. siguen á la excitación débil (cosquilleo) ó fuerte de los nervios sensitivos
de la piel, se realizarían merced á las comunicaciones establecidas entre el
resto del cordón lateral (vía ascendente sensitiva corta de la médula) y el
núcleo facial.
Dichos movimientos serían provocados también mediante impulsos bajados
del cerebro. Desgraciadamente, hasta hoy todos los esfuerzos hechos para
reconocer las fibras piramidales penetrantes en el núcleo del facial han sido
vanos.

El texto entre corchetes sin ningún superíndice fue añadido en la Histologie du Système
Nerveux de l’Homme et des Vertébrés.
A
Texto de la Textura del Sistema Nervioso del Hombre y de los Vertebrados no incluido
en la Histologie du Système Nerveux de l’Homme et des Vertébrés.
Figuras Capítulo VIII, Tomo II-1ª parte, Histología del SN de Ramón y Cajal
Traductor: Miguel Freire

Fig. 367. ─ Corte transversal del núcleo facial del conejo. Método de Nissl. ─ CI, columna celular interna ; CM,
columna celular media ; CE, columna externa ; CP, columna posterior.
Figuras Capítulo VIII, Tomo II-1ª parte, Histología del SN de Ramón y Cajal
Traductor: Miguel Freire

Fig. 368. ─ Corte de bulbo de ratón recién nacido á la altura del núcleo del facial. [Método de Golgi]. ─ A,
núcleo del facial ; E, vía piramidal ; C, resto del cordón lateral ; D, trigémino; E, substancia gelatinosa de
éste ; F, vago ; G, foco descendente del vestibular ; H, columna gris interna del cordón solitario ; J, vía central
del vestibular ; O, cuerpo restiforme.
Figuras Capítulo VIII, Tomo II-1ª parte, Histología del SN de Ramón y Cajal
Traductor: Miguel Freire

Fig. 369. ─ Corte transversal del núcleo del fa-


cial del niño de quince días. Método de
Weigert-Pal. ─ A, vértice anterior del foco
cruzado por fibras trapezóideas ; B, porción
intermedia ; C, porción profunda ancha, en
cuyo límite externo se concentran
muchas radiculares ; D, foco interno ; E,
pléyade celular aislada.
Figuras Capítulo VIII, Tomo II-1ª parte, Histología del SN de Ramón y Cajal
Traductor: Miguel Freire

Fig. 370. ─ Núcleo facial del ratón de ocho días. [Método de Golgi]. ─ A, foco interno rico en colaterales ; B,
foco ó columna media ; C, columna externa ; D, radiculares dirigidas hacia atrás.
Figuras Capítulo VIII, Tomo II-1ª parte, Histología del SN de Ramón y Cajal
Traductor: Miguel Freire

Fig. 371. ─ [Parte de un corte transversal del bulbo de un feto de gato. Método de Golgi]. ─ A, nervio facial
; B, porción principal emergente ; D, porción cruzada ; E, fascículo longitudinal posterior ; C, foco del
motor ocular externo ; F, vía vestibular cruzada ; G, epéndimo.
Figuras Capítulo VIII, Tomo II-1ª parte, Histología del SN de Ramón y Cajal
Traductor: Miguel Freire

Fig. 372. ─ Ganglio geniculado del facial del feto de ratón. [Método de Golgi]. ─ A, tronco del facial ; B,
ganglio [geniculado] ; C, nervio petroso superficial mayor ; D, células cuya expansión externa marcha
á la periferia del facial ; E, células cuya expansión periférica va al nervio petroso ; a, fibras motrices de
éste.
Figuras Capítulo VIII, Tomo II-1ª parte, Histología del SN de Ramón y Cajal
Traductor: Miguel Freire

Fig. 373. ─ Nervio de Wrisberg del ratón. [Método de Golgi]. ─ A, porción vertical descendente del nervio;
B, plexo de colaterales nacidas del mismo ; C, foco de Deiters ; D, [nervio] coclear ; E, porción descendente del
trigémino ; F, pedúnculo cerebeloso inferior ; G, ramas cocleares para el tubérculo acústico ; H, fascículo
coclear engendrador de las estrías acústicas ; VII, nervio de Wrisberg ; VIII, [nervio] vestibular.
Figuras Capítulo VIII, Tomo II-1ª parte, Histología del SN de Ramón y Cajal
Traductor: Miguel Freire

[Fig. 374. ─ Corte transversal de un bulbo humano, mostrando el nervio intermedio de Wrisberg y el núcleo
gustativo donde se termina. Método de Marchi (según Nageotte). ─ D, núcleo de Deiters ; i. W., nervio
intermedio de Wrisberg ; n. g., núcleo gustativo ; O. s., oliva superior ; V, VII, VIII, nervios trigémino,
facial y acústico.]

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