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MANIFESTACIONES ARTISTICAS EN EL BICENTENARIO

PONCHE DE LOS LIBERTADORES, un exquisito cóctel con tradición e historia


Esta bebida fue elaborada por los dueños de la Posada Maury, donde se hospedaba el general José de
San Martín. Por su alto contenido de alcohol, los expertos recomiendan
beber una copa o dos como máximo.
(Foto: Agencia Andina)

Redacción Gestión

redacciongestion@diariogestion.com.pe

Actualizado el 27/07/2021 09:45 a.m.


Durante el acto de proclamación de la Independencia del Perú, el 28 de julio
de 1821, el libertador José de San Martín brindó con su Estado Mayor e
invitados con el Ponche de los Libertadores, un cóctel caliente que tiene
entre sus ingredientes al pisco, nuestra bebida de bandera .
Según información de la Agencia Andina, aquella vez tras el Cabildo de Lima, se rindió home naje al
marino inglés Lord Thomas Cochrane, quien apoyó en forma decidida la gesta libertaria.
La famosa bebida fue elaborada por los dueños de la Posada Maury, donde se hospedaba el general
José de San Martín. La receta tradicional lleva pisco, whisky, cerveza negra, coñac, vino oporto, ron,
algarrobina, leche, azúcar, huevo, té y canela. Cabe señalar que el ponche tiene origen en la India y fue
introducido a Europa por los ingleses y franceses en el siglo XIX.
Orígenes
La histórica mañana del nacimiento del Perú independiente, en 1821, se le mezcló con pisco y pasó a formar
parte de la historia y las tradiciones de Fiestas Patrias.

Desde entonces, se instituyó este simbólico acto patrio cada 28 de julio, pero se perdió en el tiempo, según
recuerda el maestro cantinero Hans Hilburg, quien trabaja con el pisco desde el 2005.

A comienzos de 1990 se rescató el brindis, cuando el jefe de bar del centenario Hotel Maury, don Eloy Cuadros
Córdoba, decidió “volver a la vida, el emblemático brindis”, sostiene.

A partir de esa fecha, después del mensaje a la Nación del 28 de julio, el Presidente de la República invita al
Congreso y personalidades a pasar al Salón Grau para el brindis de honor, donde cantineros del Hotel Maury,
vestidos de gala, sirven el honorable Ponche de los Libertadores en copas de cristal resistente, para tolerar su
alta temperatura.

Por tratarse de una bebida con alto contenido de alcohol, los expertos recomiendan beber una copa o dos como
máximo.

Receta

El maestro cantinero Hans Hilburg propone la receta del Ponche de los Libertadores Siglo XXI para dos
copas o vasos de 10 onzas: pisco quebranta (1 onza), brandy de pisco (1 onza), oporto (2 onzas),
cerveza negra (8 onzas), leche evaporada (4 onzas), extracto de vainilla (¼ de onza), algarrobina (1
onza), 1 clara de huevo prelicuada, jarabe de goma (1 onza), nuez moscada y rajas de canela para
decorar.

Hierva un cuarto de litro de agua y agregue la leche. Baje a fuego lento e incorpore lentamente los
demás ingredientes (pisco, brandy, oporto, cerveza, vainilla, algarrobina, clara y jarabe), previamente
mezclados en la licuadora, sin dejar de remover para evitar que se cocine la clara de huevo. Apagar al
primer hervor y servir caliente. Espolvoree nuez moscada y decore con una raja de canela.
BICENTENARIO: cuatro manifestaciones culturales de la vida independiente del Perú
Entre las actividades culturales destacan la procesión del Señor de los Milagros y el Inti Raymi.
FOTOS A DAVID ANCCA CUYO Y NORVINA GALLEGOS, INTERPRETES
DEL INCA Y LA QOLLA EN EL INTI RAYMI.

Actualizado el 30/07/2021 05:53 p.m.

Las distintas influencias que ha tenido el Perú a lo largo de


su historia convierten al país en una de las naciones de la
región con el mayor número de celebraciones y
manifestaciones culturales, que representan costumbres y
tradiciones que se han arraigado en lo más profundo de
cada uno de los peruanos.

Muchas de estas manifestaciones provienen de las distintas


culturas que habitaron lo que hoy es el territorio peruano,
incluso antes de los Incas, y que fueron transmitidas de generación en generación, hasta la actualidad. Otras, en
cambio, nacieron tras la independencia del país, fruto de la mixtura de tradiciones andinas, españolas y de otras
naciones, cuyos ciudadanos llegaron al Perú y lo convirtieron en su nuevo hogar.

Si bien son cientos las celebraciones y manifestaciones culturales peruanas, algunas se distinguen sobre las
demás, debido a su reconocimiento y alcance nacional, que ha traspasado fronteras y hoy son conocidas y
replicadas en otras partes del mundo. ¿Cuáles son, entonces, las cuatro principales manifestaciones culturales
de los 200 años de vida independiente del Perú?

 La procesión del Señor de los Milagros. Para Mauricio Novoa, decano de las facultades de Artes
Contemporáneas, Ciencias Humanas y Educación de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), si
nos limitamos a las manifestaciones que ocurren desde que el Perú es una República, la más importante es la
procesión del Señor de los Milagros, que representa no solo un crisol de culturas y peruanidad, sino también
nuestra fe.

“Es una de las pocas instituciones que se ha exportado. En el extranjero hay asociaciones de cargadores del
Señor de los Milagros y esto, en sí mismo, es algo muy significativo. Es una de las manifestaciones o procesiones,
de orden cristiano, más grande en el mundo. Además, participan todos los elementos de la sociedad. No hay
institución en el Perú que no sea tocada por esta manifestación. Es una de las manifestaciones más interesantes y
que revelan, por sus muchísimas ramificaciones, la peruanidad”, asegura el historiador.

 El Inti Raymi. Si bien se trata de una recreación histórica promovida desde el Estado en los años 50, el Inti
Raymi representa nuestro pasado prehispánico. Nacida gracias a la iniciativa del reconocido historiador Jorge
Basadre bajo su gestión como ministro de Educación. “Junto a la celebración del Corpus Cristi, constituyen
fiestas icónicas para el Cusco”, indica Novoa.
 La procesión de la bandera de Tacna. Otra manifestación central para el país es la procesión de la bandera en
Tacna, que representa la soberanía del Perú y el compromiso de los peruanos con su unidad territorial. Y es que
el pueblo tacneño, en los años de la ocupación chilena, cuando todavía no se definía el destino de estas
ciudades, vivió la peruanidad día a día.

“Fueron un ejemplo extraordinario de cómo se vive la peruanidad cuando tienes todo en contra. Las autoridades
chilenas prohibieron toda manifestación externa de toda peruanidad. Este paseo de la bandera de forma
silenciosa representa no solo nuestro patriotismo y amor por el Perú y sus símbolos, sino una manera muy sobria,
muy conectada con la vida diaria. Además, la mujer cobra un lugar sumamente importante porque uno de los
motores fue la Benemérita Sociedad de Auxilios Mutuos de Señoras de Tacna, una institución de mujeres”, agrega
el Decano de las facultades de Artes Contemporáneas, Ciencias Humanas y Educación de la UPC.

 El Mensaje a la Nación de Fiestas Patrias. Finalmente, el Mensaje a la Nación del 28 de julio constituye la


manifestación del Perú más identificada con su institucionalidad y su forma de gobierno. La presentación del
Presidente de la República cada 28 de julio nos recuerda la apuesta por que el Perú sea una República. “Nos
recuerda, además, que somos un país con división de poderes, con instituciones establecidas, con el hecho de
que el mandatario tiene que ir todos los años al Parlamento para dar cuenta de lo que está haciendo”, concluye

UNESCO: ESTAS SON LAS EXPRESIONES CULTURALES PERUANAS DECLARADAS


PATRIMONIO INMATERIAL
Se trata de danzas, festividades religiosas, arte textil y cánticos

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Festejo por declaración del Wititi como patrimonio de la
humanidad. ANDINA/Difusión

15:52 | Lima, jun. 15.

Por Luis Zuta Dávila

Con la reciente postulación de la festividad cusqueña religiosa del Corpus Christi, el Perú podría sumar
diez expresiones culturales declaradas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

A continuación, conozca los nueve reconocimientos mundiales obtenidos hasta ahora.

Arte textil Taquile

La primera expresión cultural reconocida por la Unesco fue el arte textil de Taquile, que se practica en la
región Puno. En 2005 la Unesco proclamó a este arte textil como "Obra maestra del patrimonio oral e
intangible de la Humanidad". Tres años después, en 2008, pasó a formar parte de la Lista Representativa
del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
El arte textil de Taquile es una de las
manifestaciones culturales de la población que
habita en la isla de Taquile, en el sector peruano
del lago Titicaca, perteneciente a la región
Puno. Este arte tiene sus orígenes en las antiguas
civilizaciones que habitaron la isla, especialmente
las culturas Pucará, Tiahuanaco, Colla e Inca. El
aislamiento natural de la isla durante la época
colonial mantuvo la tradición en los diseños,
aunque el elemento español del tejido a pedal se
integró en la elaboración de las prendas.

Todos los taquileños desde su infancia aprenden el arte del tejido, aunque se puede diferenciar que las
mujeres prefieren los colores negro y rojo, mientras que los varones eligen negro y blanco.

Una de las prendas más características de este arte textil es el “chullo”, un gorro de punto con orejeras
que lleva el varón y que éste aprende a tejer desde muy joven, haciendo su propio diseño. Los colores y
diseños del chullo taquileño varían según la edad de la persona que lo utiliza, además de indicar el status
social del individuo.

Otra prenda característica de los taquileños es el “cinturón calendario”, una faja en la cual se representan
ciclos agrícolas, rituales e incluso eventos de la vida personal o comunal, lo que constituye un elemento
importante en la tradición oral de los taquileños.

Asimismo, el “chuku” es una pieza textil a manera de bufanda de color negro o azul que las mujeres
suelen llevar en la cabeza y los hombros. La vestimenta femenina se complementa con una blusa almilla y
varias faldas llamadas polleras. La vestimenta se remata con una faja a la altura de la cintura a la cual se le
denomina “chumpi” que, por lo general, es de color rojo.

La vestimenta en Taquile también sirve para distinguir a las autoridades tradicionales de las
autoridades políticas nacionales. De esta manera, el alcalde, el jefe del registro civil, el capitán del puerto
y el gobernador utilizan un poncho característico, además de sombrero y chaqueta de color negro.
Mientras que los “jilakatas”, quienes son la autoridad autóctona y tradicional, llevan usualmente un cetro
de madera.

Danza de Tijeras

El 16 de noviembre de 2010 esta danza fue reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad, en virtud a su antigüedad y valor simbólico. Cinco años antes, el Ministerio
de Cultura la declaró como Patrimonio Cultural de la Nación.

La danza de tijeras tiene raíces indígenas y se


originó en la región de
Ayacucho. Posteriormente se difundió en las
regiones de Huancavelica y Apurímac. En
Apurímac la danza es denominada “gala” y la
pareja de bailarines que realizan el
contrapunto se llama “danzaq”. Mientras que
en Huancavelica al danzante de tijeras se le
denomina “tusuq”.
Los campesinos llamaban a los danzantes “Supaypa Wasin Tusuq”, que en castellano significa “el
danzante en la casa del diablo”. Se atribuye al destacado escritor José María Arguedas la generalización
del término “danzante de tijeras” por las tijeras con hojas separadas que los danzantes llevan en la mano
derecha y que las entrechocan mientras bailan.

Según los sacerdotes de la época colonial, su lado mágico obedece a un supuesto pacto con el diablo,
debido a las sorprendentes pruebas de valor que ejecutan en esta danza. Estas pruebas se denominan
“Atipanakuy”.

El instrumento central de esta danza son las tijeras elaboradas con dos placas independientes de metal,
de aproximadamente 25 centímetros de largo, y que juntas tienen la forma de un par de tijeras de punta
roma. Actualmente, las regiones de mayor difusión de esta danza son Huancavelica, Ayacucho, Junín,
Apurímac y Lima.

Huaconada de Mito

La Huaconada es una danza ritual ejecutada en la localidad de Mito, provincia de Concepción, en la


región Junín. El 16 de noviembre de 2010 fue declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural
Intangible de la Humanidad, en la quinta sesión del Comité Intergubernamental realizada en la ciudad de
Nairobi, Kenia.

Los tres primeros días de enero de cada


año, grupos de hombres enmascarados,
denominados “huacones”, realizan en el
centro del pueblo de Mito una serie de
danzas coreografiadas. Estos personajes
representan el antiguo consejo de
ancianos y se convierten en la máxima
autoridad del pueblo mientras dura la
huaconada. Ponen de relieve esta función
tanto sus látigos, llamados “tronadores”, como sus máscaras de narices prominentes que evocan el pico
del cóndor, criatura que representa el espíritu de las montañas sagradas.

En la danza intervienen dos clases de “huacones”: los ancianos, vestidos con atuendos tradicionales y
portadores de máscaras toscamente esculpidas que infunden respeto y miedo; y los más jóvenes,
engalanados con indumentarias de colores y portadores de máscaras más trabajadas que expresan terror,
tristeza o burla. Durante la huaconada, estos últimos realizan una serie de pasos de danza estrictamente
limitados en torno a los ancianos que, debido a su edad, gozan de una mayor libertad para improvisar
movimientos.

Una orquesta toca diversos ritmos al compás de la “tinya”, un tamboril indígena. La huaconada, que es
una síntesis de diversos elementos andinos y españoles, integra también nuevos elementos modernos.
Solo pueden ser “huacones” los hombres de buena conducta y gran integridad moral. La danza se
transmite tradicionalmente de padres a hijos y los vestidos y las máscaras se heredan.

Eshuva

La eshuva es el nombre que se le da a un conjunto de rezos cantados propios de la etnia Huachipaeri,


en lengua Harakmbut, y que tienen como objetivo la invocación de los espíritus de la naturaleza, tanto
plantas, animales, así como seres sobrenaturales de la selva. Esta invocación se realiza para la obtención
de favores positivos o negativos.

El eshuva, fue proclamada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad  el 22 de
noviembre del 2011. Un año antes, el Ministerio de Cultura reconoció a esta manifestación oriunda
como Patrimonio Cultural de la Nación, el 11 de marzo del 2010. Si bien integra la Lista del Patrimonio
Cultural Inmaterial, esta expresión requiere medidas urgentes de salvaguardia.

El eshuva es un canto que no es instrumentado y se realiza exclusivamente en lengua Harakmbut. Hacia el


2010, se conocían a 12 intérpretes del eshuva, todos correspondientes al subgrupo Huachipaire. La
enseñanza del eshuva se realiza de manera oral, y el número de aprendices del eshuva continúa
disminuyendo drásticamente, por lo que corre el peligro de extinguirse.

El Ministerio de Cultura registró en el año 2010 a diez rezos cantados de eshuva, pero se tiene
conocimiento de que existen muchos más que se intentan documentar para su salvaguardia.  La etnia
Harakmbut se encuentra subdividida en siete grupos étnicos que son: Amarakaeri, Arasaeri, Huachipaire,
Kisamberi, Pukirieri, Sapiteri y Toyoeri. 

En la cosmovisión Harakmbut, el mundo que habitan se denomina “wandari”, existiendo también un


mundo de arriba denominado “kurundari” y un mundo de abajo llamado “seronhaihue”. Además de estos
mundos, existen también otros lugares míticos inalcanzables para los seres humanos. 

Asimismo, coexisten con los seres humanos varios espíritus de la selva como los “wuaneri” (espíritus del
río) o los “numberi” (espíritus del bosque). Todos los seres sobrenaturales pueden ser buenos o malos a la
vez, denominándose “oteri” cuando actúan con bien, y “asito” cuando actual con mal.  El mundo tiene
una energía que envuelve a todos los seres y que están en equilibrio. Cuando este equilibrio se rompe es
necesario restaurarlo y corresponde a los seres humanos intervenir con el “e

El eshuva puede ser utilizado tanto positivamente como negativamente. En el caso del uso positivo, éste
se usa frecuentemente para conocer la causa de las enfermedades o males de salud. En el caso del uso
negativo, es utilizado para causar la muerte, aunque este último caso el rezo se hace secretamente. El
eshuva es también utilizado en otras ceremonias como el “embatare” o los entierros. Durante el eshuva
se invoca al espíritu para ingresar en un cuerpo humano y darle determinados atributos, impregnando un
estado mental en los creyentes del eshuva que les da un sentimiento de invulnerabilidad. 

Qoyllur Riti

Es una festividad religiosa que se celebra entre mayo y junio de cada año, en las faldas del nevado
Ausangate, en la provincia de Quispicanchi, región Cusco. Se trata de una de las mayores actividades
religiosas de la sierra sur peruana y que congrega una gran cantidad de devotos y peregrinos que
proceden de diversos pueblos y ciudades del Perú y otros países.
El 27 de noviembre de 2011 la Unesco inscribió a la peregrinación al santuario del Señor de Qoyllur
Riti como integrante de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad. Siete años antes, el 10 de agosto de 2004, esta festividad y el santuario del Qoyllur Riti
fueron declarados Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura.

La festividad es organizada por la Hermandad del Señor de Qoyllur Riti, que también se encarga de
mantener el orden durante la celebración. Los preparativos empiezan el Día de la Ascensión (40 días
después de la conmemoración de la resurrección de Cristo) con la procesión del Señor de Qoyllur
Riti desde su capilla en Mawallani hasta su santuario en Sinakara. El primer miércoles después de
Pentecostés, una segunda procesión lleva una estatua de Nuestra Señora de Fátima desde el santuario de
Sinakara hasta una gruta cuesta arriba. Estas delegaciones incluyen un gran elenco de danzantes y
músicos vestidos en cuatro estilos principales.

La mayoría de los peregrinos llegan el llamado “domingo de Trinidad”, que es cuando la eucaristía sale en
procesión por el santuario. Al siguiente, el Señor de Qoyllur Riti es llevado en procesión a la gruta de la
virgen y traído de vuelta. En la noche de este segundo día los elencos de danzantes bailan por turnos en el
santuario.

Al amanecer del tercer día, ukukus


agrupados por naciones escalan los
glaciares del monte Colquepunku para
recoger cruces puestas en la cima,
también traen consigo bloques de hielo
que la creencia popular les atribuye
propiedades medicinales.
Q'eswachaka

La Unesco proclamó en 2013 a los conocimientos, técnicas y rituales vinculados a la renovación anual


del puente Q'eswachaka como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Cuatro años antes, el 5
de agosto de 2009, el Instituto Nacional de Cultura del Perú declaró a esta manifestación como
Patrimonio Cultural de la Nación, así como los conocimientos asociados a su historia y construcción.

El ritual de renovación del puente Q'eswachaka, ubicado sobre el río Apurímac, en el distrito de
Quehue, en la provincia cusqueña de Canas, se realiza mediante un modelo de trabajo que data de
tiempos incaicos denominado “minka”. Este trabajo tiene diversas actividades rituales y festivas que
duran cuatro días, y por lo general se inicia el segundo domingo de junio de cada año.

El primer día se celebra un rito al apu Quinsallallawi, el cual se realiza durante el amanecer; mientras
esto sucede se acopia el “qoya ichu”, fibra vegetal con la que se fabrica el puente colgante, que luego
se trenza en soguillas denominadas “qeswas”. La actividad del trenzado la realizan las mujeres bajo la
supervisión de un “chakaruwak” o especialista.

Durante el segundo día se desarma la estructura de ichu del puente viejo, se sacan los clavos de piedra
que sostienen el puente y se colocan sogas que son la base de la estructura del puente nuevo. El tercer
día se terminan los pasamanos y la superficie por donde se caminará.

Finalmente, al cuarto día se festeja con danzas y mucha comida típica, dado que el trabajo comunal
siempre fue considerado como día de fiesta por los ancestros peruanos.

Fiesta de la Virgen de la Candelaria

El 27 de noviembre de 2014, esta danza originaria de la región Puno y que se ejecuta en febrero de


cada año, fue declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 
Representa la más grande
manifestación cultural, musical,
dancística y religiosa del Perú y
América, por la cantidad de símbolos
y manifestaciones artístico-
culturales propias de las culturas
quechua, aimara y mestiza, la cual se
realiza en el mes de febrero de cada
año. 

Esta festividad en honor a la Virgen


de la Candelaria, que se remonta a la época colonial, presenta los siguientes momentos: los ensayos,
las novenas, albas de fiesta, entrada de cirios, entrada de k'apos, vísperas, octava, veneración,
cacharpari.

La parte medular de la festividad es la expresión religiosa, festiva y cultural como danza, música y artes
y diversas costumbres y expresiones, organizada por la Federación Regional de Folklore y Cultura de
Puno, que convoca la presencia de más de 180 conjuntos, entre danzas  que proceden de las
comunidades de Puno, y los conjuntos de danzas organizados en los distintos barrios de la ciudad
capital de esa región.

Participan directamente alrededor de 100,000 danzantes y unos 10,000 músicos, a los que hay que
añadir el concurso indirecto de otras 35,000 personas, entre autoridades, dirigentes barriales, turistas
nacionales y extranjeros, así como artesanos
en la confección de caretas, botas y zapatos,
cascabeles y otros elementos utilizados por
los danzantes.

Danza del Wititi

Es la manifestación cultural con el más


reciente reconocimiento de la Unesco como
Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el
2 de diciembre de 2015. Se trata de una
danza originaria de la localidad de Tapay, en
el Valle del Colca, región Arequipa. 

La danza, que tiene una connotación amorosa, es ejecutada por personajes denominados “wititis”. Los
hombres llevan una indumentaria militar que consiste en una montera (casco de protección), camisa
militar o polaca, llicllas entrecruzadas en el pecho, y una pollera femenina. 

Debido a que las autoridades en la época colonial prohibieron el uso de la vestimenta militar inca, la
pollera reemplazó al “unko”, prenda parecida a la falda que usaban los guerreros de entonces.
Las mujeres llevan su vestimenta tradicional, diferenciándose las “collawas” de las “cabanas” por el
tipo de sombrero. Las primeras usan sombrero blanco de paja que hace alegoría al nevado Collawata y
bordados con tendencia a hilos de auquénidos coloridos; mientras que las Tapayeñas llevan un paño
con finos hilos incrustados con rosarios e hilos de imitaciones de oro y plata.

Todo wititi varón lleva como seguro de las dos liccllas el “Chumpi” y opcionalmente la “huaraca”. Los
capitanes se distinguen por llevar la “wifala”. El 14 de julio de 2009 fue declarada Patrimonio Cultural
de la Nación por el Ministerio de Cultura.

Lengua y cultura zápara

El patrimonio oral y las manifestaciones culturales del pueblo indígena zápara, que habita a ambos
lados de la frontera peruano-ecuatoriana fue declarado en 2001 como Patrimonio Cultural Inmaterial
por la Unesco, convirtiéndose en una de los pocos reconocimientos binacionales otorgados por dicha
organización de las Naciones Unidas.

Las estimaciones de los especialistas difieren, pero todos coinciden en señalar el riesgo de extinción de
esta cultura, dado que la población étnica estimada actualmente asciende a solo 400 personas. De
ese total, alrededor de 200 indígenas habitan en la provincia de Maynas, región Loreto, mientras que
una cantidad similar radica en la provincia ecuatoriana de Pastaza. La fonología de la lengua zápara es
relativamente simple, con sólo cuatro vocales y 15 consonantes.

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