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Bien jurídico protegido: El Código Penal Argentino, ha regulado la materia que concierne a los
delitos patrimoniales, bajo una denominación común “Delitos contra la propiedad”-,
reconociendo la propiedad como el bien jurídico protegido.
Abarca:
Siguiendo a Núñez, podemos decir que esta clase de infracciones se caracterizan por
tres aspectos fundamentales:
A) Que el delito recae siempre sobre un bien. Los bienes deben ser susceptibles de
apreciación pecuniaria ; pueden ser cosas materiales u objetos inmateriales
B) (derechos); El autor es movido siempre por una intención específica, que la requerida
por cada figura en particular, y
C) El perjuicio a la propiedad debe suceder invito domino, vale decir, sin el consentimiento
o permiso del propietario que tiene capacidad para darlo.2
DELITO DE HURTO
Hurto Simple: El art. 162 del C. P. establece: ”Será reprimido con prisión de 1 mes a 2 años, el
que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena”.
El hurto exige, que alguien tenga la cosa y que a partir de un momento dado (consumación) no
la tenga más.
la “cosa mueble”
y la “ajenidad” de la cosa.
La “ilegitimidad” de la sustracción
A.)La acción material: el apoderamiento.- El núcleo del tipo está dado por el apoderamiento
de la cosa. Realizar la acción de hurtar exige, en nuestro derecho, apoderarse de la cosa.
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Se torna necesario, indagar acerca del contenido y alcance del vocablo “apoderarse”, para
arribar de tal modo, a una mejor interpretación del mismo. Que al respecto existen dos
posiciones encontradas:
Para el primer criterio el apoderamiento exige que el autor haya tenido la posibilidad de
“disponer” de la cosa, aunque sea por breve tiempo.
Se ha señalado que, para nuestra ley, la acción de apoderarse consiste en la acción de poner
bajo el propio dominio y acción inmediata una cosa que antes de ello se encontraba en poder de
otro.
El segundo criterio (teoría del desapoderamiento) considera que es suficiente para que se
perfeccione el delito que el ladrón haya privado a otro de la posesión corporal de la cosa, con la
intención de apoderarse de ella. Con el apoderamiento de la cosa, la propiedad ajena ya está
lesionada de manera perfecta, porque el bien que la integraba –tenencia de la cosa-, ya no la
integra más.
La teoría del desapoderamiento, al exigir que el hurto se consume con el solo despojo,
con la intención (dolo) específica de disponer de la cosa, anticipa la etapa consumativa a un
grado que resulta inadmisible y que puede, en la práctica, conducir a soluciones
verdaderamente injustas. Piénsese en el caso del ladrón que, en el momento de tomar el objeto
del poder de la víctima (“tiene” la cosa), la oportuna intervención policial o de un tercero
permite el inmediato recupero de la res furtiva; o en el caso de la detención del sujeto a quien
se le sorprende cerrando las puertas de un automóvil de cuyo interior sustrajo algún objeto,
etc.. En estos supuestos para la tesis del desapoderamiento, el hurto está consumado.
Para nosotros, sin embargo, en estos ejemplos el ladrón sólo tomó o quitó la cosa de su
lugar, pero no alcanzó a consolidad su poder sobre ella, esto es, que no tuvo la posibilidad
“real” de disponer del objeto sustraído.
b.) El momento consumativo. saber las teorías de la attrectatio, apprehensio, amotio, ablatio e
illatio.
Según la teoría de la attrectatio (teoría del contacto), el hurto se consuma con el simple
hecho de tocar la cosa.
Por último, la teoría de la illatio considera consumado el hurto cuando se pone la cosa
a buen recaudo, es decir en lugar seguro, para resguardarla.
c.-) Cosa mueble. los objetos materiales susceptibles de tener un valor. Las disposiciones
referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de
apropiación.
Dos son las notas esenciales que caracterizan a la cosa: la materialidad y el valor. Se
exige que la cosa posea un valor, pero no un valor económico exclusivamente. El objeto
sustraído puede representar un interés para la víctima o para el ladrón, que les sirve para
satisfacer sus necesidades, usos, placeres o bien representar un valor puramente afectivo.
Carece de relevancia entonces, la clase de valor que la cosa tenga. En todos estos casos, la
sustracción del objeto constituye el delito de hurto.
La cosa además de ser material y susceptible de tener un valor, debe ser “mueble”. La
noción de cosa mueble en el derecho penal, es un concepto funcional, que no coincide con el
concepto del derecho civil. El Código Penal no sigue el criterio restringido del Código Civil, en el
sentido de adherir a los principios de transportabilidad, accesoriedad y representación.
En el derecho Penal, el concepto de cosa mueble es más amplio que en el derecho civil, la
noción abarca como cosas muebles lo que para el Código Civil son inmuebles por su carácter
representativo, por su accesión a los inmuebles o por su destino.
Que sin perjuicio del diferente tratamiento que el Código Penal da a la cosa mueble
frente al concepto del Código Civil, lo que importa, es que la cosa sea aprehensible y
trasladable, es decir, que pueda ser separada tácticamente del patrimonio de una persona e
incorporada a la del agente.
COSA AJENA: LA COSA MUEBLE, ADEMÁS DEBE SER “AJENA”. Cosa Ajena es aquella
que no es propia ni es susceptible de apropiación u ocupación.
La cosa para que sea hurtable, debe pertenecer a alguien, a otra persona, sea en forma
1- total, es decir cuando el autor no tiene ni una parte idea de ella en comunidad con sus
propietarios;
2-sea en forma parcial, esto es, cuando tiene en propiedad parte de ella, como condómino o
comunero hereditario.
Están excluidos la culpa y el dolo eventual, no siendo necesario como dolo típico la
concurrencia de algún especial elemento subjetivo para su configuración, por ejemplo, el
“ánimo de apropiarse” o el “ánimo de lucro”.
HURTOS AGRAVADOS:
El art. 163 del Código Penal establece;” Se aplicará prisión de uno a seis años en los casos
siguientes:
3. Cuando se hiciere uso de ganzúa, llave falsa u otro instrumento semejante o de llave
público.
Para que opere la agravante, no obstante la reforma, los tipos penales vigentes
mantienen como características principales las siguientes:
-Que las cosas objeto de las respectivas acciones hayan sido dejadas en el campo, o que
cumplan una determinada función.
HURTO CAMPESTRE:
Concurre esta agravante cuando el hurto se relaciona con “productos separados del suelo”.
La doctrina es coincidente en afirmar que la expresión productos abarca a los frutos sin
embargo la controversia surge cuando debe determinarse si la expresión comprende sólo a los
productos vegetales, que son aquellos la que tierra da o produce y se separan del suelo, o si
también abarca a los minerales.
En nuestra opinión, la razón es que abarca a los minerales, pues la ley no hace ninguna
distinción al respecto. Tanto da que se trate de un producto que la tierra produce o que se
saque o extraiga del suelo, como sucede con los minerales. Para la ley es suficiente con que
estén separados del suelo.
Para que concurra la agravante, es necesario que se trate del hurto de productos
separados del suelo que han sido dejados en el campo.
También se encuentran incluidos como objetos del hurto campestre los productos
agroquímicos, fertilizantes u otros insumos similares dejados en el campo.
En el nuevo texto para evitar que elementos o productos no mencionados queden fuera
del ámbito de las agravantes, incorpora cualquier otro insumo que sea similar a los objetos
previamente enunciados.
El hurto se agrava si la sustracción recae sobre alambres u otros elementos de los
cercos. Esta agravante tiene su razón de ser en la función rural que cumplen los cercos, y no en
la función demarcatoria o de deslinde natural de los fundos. De manera que la agravante sólo
concurre cuando el cerco está cumpliendo ésta función y no otra.
La sustracción debe recaer sobre alambres u otros elementos de los cercos (postes,
varillas, tranquera, etc.), siempre que este exista al momento de la acción furtiva. Debe tratarse
de un cerco en funciones..
HURTO CALAMITOSO:
La figura exige que la sustracción se cometa “con ocasión”, ni antes ni después, sino mientras
se está produciendo el desastre o la conmoción pública.
El desastre público es un suceso dañoso de grandes proporciones, cuyos efectos recaen sobre
un número indeterminado de bienes y personas (p. ej.: grandes incendios, explosiones,
terremotos, etc.).
El infortunio particular es una situación de desgracia o aflicción, física o espiritual, por la que
atraviesa una persona (enfermedades, accidentes, ebriedad, tentativa de suicidio, etc.). El
infortunio debe ser del damnificado por el hurto, es decir, de quien ha sufrido la acción del
ladrón, no de otra u otras personas.
Es necesario que el autor haya aprovechado las facilidades que esas situaciones le han
brindado.
La razón de la agravante está en el empleo de ciertos medios por parte del ladrón que requieren
astucia o habilidad para vencer las defensas de la cosa. El tipo excluye el uso de violencia.
Ganzúa, es todo objeto o instrumento que no siendo llave, permite, mediante maña o
habilidad abrir las cerraduras. Generalmente se trata de un alambre doblado en la punta, o
bien otros objetos que cumplen la misma función de abrir la cerradura. Cualquier instrumento
que se utilice, sea o no una llave, es apto para configurar el hurto agravado. 3
Llave falsa es aquella que no está específicamente destinada por su dueño para abrir la
cerradura (no es la verdadera),
Pero también es falsa la llave verdadera sustraída, hallada o retenida. En estos casos, para que
funciones la agravante, la llave verdadera deber haber sido utilizada ilegítimamente, es decir,
en contra de la voluntad de su dueño.
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HURTO CON ESCALAMIENTO:
Prevalece la idea de que “toda penetración por una vía que no está destinada a servir de
entrada”.
El escalamiento debe ser para entrar en el lugar del hurto, no para salir.
La defensa de la cosa debe ser real, efectiva, no meramente simbólica o decorativa; por ejemplo,
1- una verja muy baja en el frente de la casa no implica una defensa real de la cosa,
2- pero si lo son aquellas que tienen una considerable altura y que son difíciles de escalar,
o por lo menos que exige del autor un esfuerzo superior al normal.
Si la defensa de la cosa se ve debilitada por la propia obra del dueño (por ej.; la actitud
negligente de dejar una escalera o una pila de ladrillos) que permitieron fácilmente al
ladrón entrar al lugar, no se produce hurto con escalamiento
La razón de la agravante radica en la menor protección que ciertas cosas tienen por el
lugar donde se encuentran y por el momento en que se lleva a cabo el ilícito, circunstancias que
aumentan los riesgos propios de un viaje que impiden una eficaz vigilancia privada.
La mayor tutela tiene que ver, con la operativa de los llamados por la prensa “piratas del
asfalto” y con la gran extensión de nuestro territorio y su característica de zonas abiertas sin
protección inmediata.
1- que la sustracción recaiga sobre mercaderías, con la palabra mercadería se designa toda
clase de efectos susceptibles de expendio”, o bien sobre otras cosas muebles
transportadas;
2- el otro elemento es que el hurto se cometa en los momentos de la carga de las cosas, en
sus escalas y el de su destino o entrega.
La ley protege a los vehículos que se encuentran en la via publica donde estos tienen un mayor
grado de indefensión.
El delito se agrava sólo si el vehículo fue dejado, por su dueño o tenedor, en la vía
pública o en un lugar de acceso público. Esto quiere decir que el vehículo debe haber sido
colocado, estacionado, ubicado, etc., en alguno de los sitios mencionados, sin ningún tipo de
custodia que implique una defensa de la cosa.
Por vía pública debe entenderse a todo lugar que se encuentre afectado al uso directo
del público.
1- las calles,
2- plazas,
3- paseos,
4- puentes,
5- caminos, etc.,
6- por donde circulan las personas o cosas en general.
Por lugar de acceso público debe entenderse a aquél que, no siendo una vía pública,
permite el ingreso y uso del público en general. Son aquellos lugares que habitualmente son
utilizados para estacionar, conocidos como playas de estacionamiento, aunque sean privados,
pues lo que importa es que el público pueda transitar libremente.
“Será reprimido con prisión de dos (2) a seis (6) años el que se apoderare ilegítimamente
de una (1) o más cabezas de ganado mayor o menor, total o parcialmente ajena, que se
encontrare en establecimientos rurales o, en ocasión de su transporte, desde el momento de su
carga hasta el de su destino o entrega, incluyendo las escalas que se realicen durante el
trayecto.
Están excluidos ciertos cuadrúpedos menores, como los conejos, castores, nutrias, etc., toda
clase de aves, los animales salvajes y los domesticados que hayan recobrado su antigua
libertad natural, y aquellos animales que no son para carga o carne, por ejemplo los perros.
Son ganado mayor las vacas, bueyes, caballos, mulas, asnos, cebúes y llamas,
ABIGEATO CALIFICADO:
“Se aplicará reclusión o prisión de cuatro (4) a diez (10) años cuando en el abigeato
concurriere alguna de las siguientes circunstancias:
4- Participare en el hecho una persona que se dedique a la crianza, cuidado, faena, elaboración,
comercialización o transporte de ganado o de productos o subproductos de origen animal.
Estas conductas van contra la confianza que el dueño deposita en estas personas y por el
conocimiento de su tarea o profesión.
ROBO SIMPLE:
El art. 164 del Código Penal establece: ”Será reprimido con prisión de 1 mes a 6 años, el
que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, con fuerza en
las cosas o con violencia física en las personas, sea que la violencia tenga lugar antes del robo
para facilitarlo, en el acto de cometerlo o después de cometido para procurar su impunidad.
Los elementos del robo son los mismos que los del hurto, salvo en los medios comisitos
(fuerza y violencia) que son los que dan a la figura su propia fisonomía.
La fuerza es una energía física, que puede ser humana o artificial, y que produce en la
cosa un cambio, un daño o un movimiento.
Se aplica fuerza sobre de una cosa que le “opone resistencia”, sin que importe si el uso
de esa fuerza es ordinaria o extraordinaria. La fuerza que transforma el hurto en robo es toda
aquella “necesaria” para vencer la resistencia al apoderamiento.
La violencia implica el desarrollo de una actividad física efectiva, real, sobre la víctima.
La violencia puede tener lugar antes del robo para poder facilitar este (por ej., el sueño
producido hipnóticamente por el empleado doméstico al patrón para que, luego por la noche,
actúen los ladrones), o después de cometer el robo para procurar su impunidad
El robo con homicidio es un delito complejo, que exige la consumación de los dos
hechos que lo componen (el apoderamiento violento y la muerte).
También se ha dicho que la diferencia existente entre el homicidio criminis causa
(Art. 80 inc. 7 C.P.) y el homicidio con motivo u ocasión de robo, debe buscarse en el propósito
inicial que guía al autor. Procede. Así, la primera calificación si el objetivo perseguido fue el de
matar a la víctima para poder robarle, y la segunda si el reo se propuso un robo y al cometerlo
se presentaron circunstancias ajenas al plan criminoso –tales como la reacción peligrosa de la
víctima-, que dieron lugar al homicidio.
Con arreglo al texto legal, sólo las lesiones graves y las gravísimas califican el
robo. Las lesiones leves quedan absorbidas por la violencia propia que importa la comisión del
delito contra la propiedad,
La violencia que causa el resultado lesivo puede ser ejercida en cualquiera de los
momentos a que hace referencia el art. 164, esto es, antes del robo para facilitarlo, en el acto de
cometerlo o después de cometido para procurar la impunidad. Producida la lesión, el delito
queda consumado, aunque el robo haya quedado en grado de tentativa. Por lo tanto, resulta
inadmisible la tentativa del delito agravado.
Desde un plano general, puede decirse que arma es “todo objeto, instrumento o
máquina capaz de aumentar el poder ofensivo del hombre”
El concepto abarca tanto las llamadas armas propias, vale decir, aquellos instrumentos
destinados específicamente para el ataque y la defensa,
armas impropias, esto es, aquellos objetos, que si bien carecen de dicho destino
originariamente, se transforman o convierten en arma por el empleo que se hace de ellas.
Armas propias: ballesta, arco y flecha, cuchillo, sevillana, etc. Arma impropia: bastón,
palo, destornillador, botella, etc.
“Si el arma utilizada fuera de fuego, la escala penal prevista se elevará en un tercio en
su mínimo y en su máximo.
Si se cometiere el robo con un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera
tenerse de ningún modo por acreditada, o con un arma de utilería, la pena será de tres a diez
años de reclusión o prisión.”
En ésta hipótesis pueden entenderse comprendida tanto las “armas de utilería” propias
como las impropias. Fundamentalmente, porque cuando la ley ha querido referirse a las armas
de fuego, lo ha aclarado expresamente.
La razón de la agravante radica en la mayor intimidación, puesto que la víctima
desconoce la ausencia de ofensividad del objeto con el cual se la acomete.
Despoblado. la mayor penalidad se debe al mayor desamparo que tienen las personas o
las cosas en lugares que, por sus propias características, revelan una menor posibilidad de
auxilio o socorro.
despoblado admite una concepción absoluta y otra relativa. La primera exige que el
lugar donde se cometa el delito esté fuera del radio poblado, esto es, fuera de los lugares
habitados en las ciudades, villas, pueblos o aldeas y sus calles, plazas y baldíos inmediatos;
la segunda requiere que el lugar, fuera del radio poblado, por sus características (lugar
solitario), impida que la víctima pueda recibir el auxilio de otras personas.
Despoblado es además de estar fuera del radio poblado, debe revelar una carencia de
posibilidades de asistencia o apoyo a la víctima o a las cosas por parte de otras personas.
Banda: Por banda debe entenderse el conjunto de tres o más individuos que integran
una asociación criminal, con objetivos para cometer toda clase de delitos en forma
indeterminada.
Robo en lugar poblado y en banda: El art. 167 del C. P., en su segunda parte
establece:”Se aplicará reclusión o prisión de 3 a 10 años… 2.- Se cometiere en lugares poblados
y en banda.
Por oposición a despoblado, “lugar poblado” es todo sitio dentro del radio urbano,
comprensivo de ciudades, villas, pueblos, sus calles, plazas y baldíos inmediatos, en los cuales
la victima o sus bienes pueden contar con el auxilio o el apoyo de otras personas.
UNIDAD II.-
Los delitos de extorsión son los típicos delitos que se consuman con la cooperación de la
víctima, contribuyendo esta a producir el resultado patrimonialmente perjudicial,
convirtiéndose también en protagonista.
la extorsión de documentos,
el secuestro extorsivo
y la sustracción de cadáveres.
1.-) Extorsión básica o común: Está prevista en la primera parte del Art. 168. El sujeto
activo de esta clase de extorsión puede ser cualquier persona, inclusive un funcionario público.
Sujeto pasivo es la persona física cuya voluntad se ve constreñida por la amenaza que sufre del
autor. Los derechos bienes o intereses patrimoniales exigidos pueden pertenecer a una persona
física o jurídica, pudiendo ser su titular la propia víctima o un tercero.
Lo relevante para la procedencia de este delito es que la intimidación sea idónea para
atemorizar, es decir, que tenga la aptitud suficiente, para crear en la víctima ese estado de
miedo que la obliga a realizar la prestación exigida por el autor. Además debe ser ilegítima, esto
es, realizada sin ningún derecho sobre lo que se exige. Si el autor no puede exigir jurídicamente
su pretensión, la exigencia es ilegítima. Por el contrario, si puede hacerlo, porque su pretensión
tiene fundamento en el orden jurídico, la amenaza nunca podrá ser extorsiva.
4.-) Actos impuestos a la víctima: Todo acto extorsivo presupone una víctima a quien
se le impone una serie de actos que son realizados, precisamente, por la influencia de aquella
actitud compulsiva y que, según la ley, puede consistir en entregar, depositar o poner a
disposición.
5.-) Objetos sobre los que recae el delito: son las cosas, el dinero y los documentos
que produzcan efectos jurídicos.
Por dinero debe entenderse la moneda que circula en el país, de curso legal en él o fuera
de él, sea nacional o extranjera. Si no posee curso legal, el objeto se desplaza al concepto de
cosa (monedas de colección).
1.-) Violencia, significa aquí violencia física. El concepto abarca la violencia expresa,
vale decir la que recae directamente sobre el cuerpo de la víctima, y la violencia tacita, esto es,
la que sin alcanzar el cuerpo de la víctima se dirige en contra de ella (existe una amenaza de
empleo inmediato de violencia).
La diferencia con la figura básica de extorsión reside solo en el medio empleado por el
autor: amenazas de imputaciones contra el honor o de revelación de secretos.
Carece de importancia que la imputación con la que se amenaza sea verdadera o falsa,
pues, cualquiera fuere el caso, puede lesionarse el honor de la víctima. Lo importante es que
existe una imputación, esto es, poner a cargo de alguien una conducta, un vicio, una
costumbre o calidades susceptibles de ser apreciadas peyorativamente para la personalidad del
ofendido.
La amenaza puede asumir variadas formas, verbal o escrita, expresa o tácita, genérica o
indeterminada, encubierta, directa o indirecta, etc., y puede estar dirigida a lesionar el honor de
la víctima o de un tercero.
Las revelaciones de secretos constituyen otro de los medios extorsivos señalados por la
ley. La expresión secreto hace referencia a algo que se mantiene dentro de una esfera
reservada, íntima u oculta, del individuo, que es, precisamente, lo que a la víctima interesa
preservar.
Secuestro extorsivo. El Art. 170 del Código Penal dice:”Se impondrá reclusión o prisión
de 5 a 15 años, al que sustrajere, retuviere u ocultare a una persona para sacar rescate. Si el
autor lograre su propósito, el mínimo de la pena se elevará a 8 años. La pena será de 10 a 25
años de prisión o reclusión:
1.- Si la víctima fuese una mujer embarazada; un menor de 18 años de edad o un mayor
de 70 años de edad.
2.-Si el hecho se cometiere en la persona de un ascendiente; de un hermano; del
cónyuge o conviviente; o de otro individuo a quien se deba respeto particular.
4.- Cuando la víctima sea una persona discapacitada; enferma; o que no pueda valerse
por si misma.
La pena del partícipe que, desvinculándose de los otros, se esforzare de modo que la
víctima recupere la libertad, sin que tal resultado fuese la consecuencia del pago del precio de
la libertad, se reducirá de un tercio a la mitad.
La acción material del delito está dada por los verbos típicos sustraer, retener u
ocultar a una persona para obtener rescate.
Sustraer quiere decir tanto apartar a la persona del sitio en donde se hallaba como
sacarla o separarla de la esfera de custodia en la que se encontraba. Lo que importa en esta
clase de acción es que se produzca el desplazamiento de la víctima hacia el poder efectivo del
agente.
el tipo exige que el secuestro se materialice para sacar rescate; por lo tanto se trata de
una figura compatible con el dolo directo.
Sacar rescate quiere decir obtener un precio por la libertad del secuestrado. Es
suficiente con la privación de la libertad individual a la que se le suma la intención específica
de obtener un precio por la liberación del secuestrado. Por lo tanto, el delito se consuma con el
secuestro de la persona, independientemente de que se logre o no el rescate.
b.-) A la condición de la víctima, en la cual se incluye ahora, como sujeto pasivo, junto con el
ascendiente, hermano, cónyuge o demás personas a quien se deba respeto particular, al
conviviente; lo cual se inserta en la aceptación generalizada de la equiparación jurídica de las
uniones de hecho, a los efectos del matrimonio;
e.-) a la calidad, sea actual o pretérita, de funcionario o empleado público que revista el autor.
La acción material del delito está dada por el verbo substraer, que quiere decir tanto
como apoderarse, apropiarse, tomar el cadáver del lugar en que se encuentre, etc.
Por cadáver debe entenderse el cuerpo muerto de lo que en vida fue una persona
humana.
El delito se consuma con la sustracción del cadáver, siempre que el autor persiga el
propósito de hacerse pagar por su devolución.
UNIDAD 3
LA ESTAFA: Concepto. El perjuicio. El ardid o engaño. El error. Los sujetos pasivos: la estafa
procesal y la administración pública. El aspecto subjetivo. Consumación y tentativa. Medios
enumerados en la ley
ESTAFA
El art. 172 del C. P. reprime con prisión de un mes a seis años al que “defraudare a otro
con nombre supuesto, calidad simulada, falsos títulos, influencia mentida, abuso de confianza
o aparentando bienes, crédito, comisión o empresa o negociación o valiéndose de cualquier otro
ardid o engaño”.
La estafa puede describirse, como el hecho por medio del cual una persona toma, a raíz
de un error provocado, una disposición patrimonial perjudicial que dicho agente pretende
convertir en beneficio propio o de un tercero.
La secuencia causal en la estafa es la siguiente:
el agente despliega una actividad engañosa que induce a error a una persona, quien,
en virtud de ese error, realiza una prestación que resulta perjudicial para un patrimonio. La
conducta es, pues, la de defraudar por medio de ardid o engaño.
La estafa, como delito patrimonial que es, es un delito de daño efectivo y como tal
requiere, para su consumación, la producción de un perjuicio económico cierto y real, no
meramente hipotético o de posible concreción.
El ardid y el engaño: El ardid y el engaño son las dos modalidades previstas en la ley
para caracterizar la estafa.
La estafa, es un delito de doble voluntad, en donde uno engaña y otro es engañado. Los
dos accionan. Uno embaucando y el otro disponiendo lo que no hubiera realizado sin ese
embaucamiento. La estafa requiere el concurso de dos voluntades ligadas por una relación
jurídica inicial. Sin acuerdo o negocio jurídico originario no hay estafa.
Como ya se tiene dicho la estafa requiere un sujeto que engañe y una víctima que sea
engañada, no obstante las diligencias llevadas a cabo por esta para evitarlo.
El error: Error es el conocimiento falso sobre algo. Se trata de un requisito no escrito en
el tipo, pero de reconocimiento generalizado en el ámbito doctrinario y jurisprudencial. Si la
conducta engañosa no suscita –crea o refuerza- un error en la víctima, no es posible hablar de
estafa.
Sólo pueden padecer el error las personas que poseen el discernimiento necesario para
realizar un juicio crítico acerca de la verdad o falsedad de un hecho.
En la estafa, a diferencia del hurto o el robo, en el que la conducta típica implica tomar
físicamente la cosa-, la víctima se convierte en colaboradora del autor, entregando la cosa
voluntariamente. Sin un acto dispositivo voluntario- aunque viciado por el error-, no puede
haber estafa.
Con especto a la idoneidad del ardid, hay que observar la calidad cultural y personal del
sujeto pasivo en el caso concreto, para considerarlo idóneo y eficaz.
La ausencia de causalidad entre el error inducido por el ardid del agente y el perjuicio
patrimonial desplaza la criminalidad del hecho. La culpa es incompatible con el delito de estafa.
El dolo exige el conocimiento de las diferencias entre lo que se entrega y lo que se debe.
Exige también la voluntad de utilizar el fraude para perjudicar un patrimonio por medio del
error creado en el sujeto pasivo.
Retención indebida
El presupuesto de este delito es que el autor tenga los objetos bajo su poder o custodia.
La retención debe ser ilegítima, es decir que el obligado no posee derecho a retener la
cosa.
Los objetos son cosas muebles, dinero, valores ajenos. El delito se consuma con la
realización del perjuicio. No es admisible la tentativa.
El objeto material del delito es algún documento público o privado, pero siempre se debe
tratar de un documento cuyo contenido implique un daño patrimonial o plantee la posibilidad
de causarlo.
Sin embargo para otro sector de opinión, se considera que para su consumación es
necesario un perjuicio patrimonial. Se admite la tentativa.
El agente abusa de la firma en blanco cuando extiende con ella algún documento
distinto de aquél para el cual se le había otorgado el pertinente mandato o completa el
parcialmente extendido con cláusulas distintas de las que había dispuesto incluir el firmante.
El agente ha de ser el propietario de una cosa mueble, objeto material del delito.
La conducta punible consiste en sustraer la cosa mueble de quien la tenga
legítimamente.
Es presupuesto del delito que la cosa sea poseída por un tercero en virtud de un título
legítimo.
El sujeto pasivo no entrega la cosa que tiene en su poder, sino que es tomada por el
autor, sin violencia ni engaño, es decir, furtivamente, sin su anuencia o permiso.
Se trata de una figura especial de fraude que se comete por medio del otorgamiento de
un contrato simulado o recibo falso, en perjuicio de un tercero.
Son objetos materiales de este fraude los contratos simulados y los falsos recibos.
Se trata de un acto de codelincuencia en el que dos personas fingen un acto –el contrato
o el recibo- para perjudicar a otra.
El perjuicio debe producirse con el mismo otorgamiento o con la utilización posterior del
contrato simulado.
Administración infiel
Es una defraudación por abuso de confianza ya que no necesita el engaño para que se
produzca el perjuicio, sino el abuso de los poderes que el autor ejerce e virtud de un acto
preexistente.
El sujeto activo ha de tener a su cargo, esto es, debe habérsele encomendado o confiado
pertenencias de otro, facultad que pone al agente en condiciones de realizar negocios jurídicos,
con efectos a favor y en contra del titular de un patrimonio ajeno. Esta facultad del autor de
“tener a cargo” se determina en la ley a través del manejo, el cuidado y la administración.
Sujeto pasivo de este ilícito puede ser una persona física o jurídica cuyo patrimonio
tiene a su cargo el autor.
La violación de los deberes tiene que haber originado cualquier de aquellos resultados y
perjudicar abusivamente al titular del patrimonio. El perjuicio puede ser meramente potencial.
La conducta que perjudica u obliga abusivamente tiene que haber sido encarada por el
autor para lograr un lucro indebido a su favor o en el de un tercero. También admite la ley que
la acción haya sido emprendida para dañar el patrimonio o para disminuirlo, sin voluntad de
convertir directamente el perjuicio en beneficio del agente o de un tercero. Sólo se admite el
dolo directo.
“Procede encuadrar en el delito de defraudación por administración fraudulenta la
conducta del sujeto que en calidad de secretario general de un sindicato, ha realizado el cobro
de cheques sin precisar el destino otorgado a los fondos cobrados, ocasionando un perjuicio
patrimonial a la organización sindical. Tal accionar configura el quebrantamiento de la fidelidad
que presupone la infracción al deber de cuidar los intereses patrimoniales ajenos por parte del
sujeto activo.( CNCrim. Y Corr. Sala I, c. 16.366, Lizarraga, Javier Alberto- 18-10-2001)”.
Estelionato
9º El que vendiere o gravare como bienes libres, los que fueren litigiosos o
estuvieren embargados o gravados; y el que vendiere, gravare o arrendare como propios,
bienes ajenos;
Las acciones típicas son vender o gravar bienes (litigiosos, embargados) como si fueran
propios.
También incluye vender, gravar o arrendar un bien ajeno como si fuera propio.
El engaño reside en invocar una condición relativa al bien (como libre o como propio),
que no la posee.
El fraude tiene que estar dirigido a inducir a error al sujeto pasivo sobre la condición del
bien respecto del cual contrata.
El bien puede ser una cosa mueble o inmueble, pero debe ser litigioso, es decir,
estar embargado o gravado, o ser ajeno.
10º El que defraudare, con pretexto de supuesta remuneración a los jueces u otros
empleados públicos;
El engaño que produce el agente reside en la falsa afirmación de que debe remunerar al
juez o funcionario para obtener o por haber obtenido algo de la actividad de ellos.
Los medios por los cuales puede cometerse el delito pueden ser “cualquier acto jurídico”
o un “acto material” de los que están enunciados en la ley (remover, retener, ocultar o dañar).
Defraudación de derechos
Este tipo penal, incorporado por ley 24.441, presupone la previa formalización de un
contrato (fideicomiso, del fondo común de inversión o de leasing), entre los titulares y los
contratantes.
Sujetos activos solo pueden ser el titular fiduciario, el administrador de fondos comunes
de inversión y el dador de un contrato de leasing. Sujetos pasivos son el fiduciante o el
fideicomitente, el beneficiario o el fideicomisario, los inversionistas de un fondo común de
inversión y el tomador de un contrato de leasing.
El tipo requiere que el titular fiduciario obre en provecho propio o de un tercero, el cual
debe tratarse de un beneficio económico. Solo admite el dolo directo. Se trata de un delito de
peligro.
Sujeto activo es el administrador del Fondo Común de Inversión, que es la persona que
tiene a su cargo la administración y representación de la sociedad.
Sujeto activo puede ser, en el leasing financiero, una entidad financiera o una sociedad
que tenga por objeto la realización de este tipo de contratos. En el leasing operativo, en cambio,
sólo puede ser un fabricante o un importador.
El objeto del delito son las cosas muebles individuales compradas especialmente por el
dador a un tercero o inmuebles de propiedad del dador o bien cosas muebles destinadas al
equipamiento de industrias, comercios, empresas de servicios, agropecuarias o actividades
profesionales.
Este inciso es una variación más del tema defraudación, a cuyos distintos modos de
tipificar tal ilícito agrega las variadas maneras de usar una tarjeta crediticia, para compras y/o
débitos, que haya sido objeto de una apropiación ilegal.
Las acciones de incendiar o destruir tienen que ser realizadas por el agente para
procurar para si o para otro un provecho ilegal. La culpabilidad requiere el dolo directo.
Explotación de incapaces
Es una defraudación que se caracteriza por la naturaleza del ardid empleado, pues el
fraude consiste en engañar mediante el uso de pesas o medidas falsas.
Las pesas o medidas falsas son aquellas que no se corresponden con su exacto peso
o medida y que están destinadas a ser usadas en las operaciones normales de entrega de
cosas. Son falsas por están adulteradas en su peso o medida y deben ser usadas con
conocimiento de esa adulteración.
El autor puede ser tanto quien entrega la cosa como quien la recibe.
Subversión económica
Art. 175. Será reprimido con multa de pesos mil a pesos quince mil:
El agente abusa de las situaciones en las cuales se hallan las cosas que son objeto de la
acción o sujeto pasivo de ella.
La conducta de encontrar –en forma casual o intencional- y, por el otro lado apropiarse.
Debe haber entrado en esa tenencia a consecuencia del error o caso fortuito.
El dolo reclama el conocimiento de que se trata de una cosa ajena en cuya tenencia se
ha entrado por uno de los medios típicos o la duda sobre esa circunstancia y la voluntad de
apropiarse de la cosa no obstante la certeza o la duda sobre el origen de la tenencia.
Apropiación de prenda.
Tales acciones para ser típicas, deben ser realizadas por el acreedor sin observar las
formalidades impuestas por la ley.
La culpabilidad requiere el conocimiento de la calidad en la cual se tiene el objeto y la
voluntad de venderlo, apropiárselo o disponer de él a pesar de ese conocimiento, y sería
compatible con el dolo directo.
Esta norma se debe a la idea de reprimir procedimientos extorsivos empleados por los
usureros para intimidar a los firmantes de cheques, lo cual se hacía a través de la amenaza de
la denuncia criminal y, de ese modo, pagaran su deuda.
Las conductas típicas son las de exigir o aceptar, a proposición del deudor, su cheque o
giro de fecha posterior o en blanco por una obligación no vencida, a título de documento,
crédito o garantía.
El delito se consuma con la recepción del documento por parte del acreedor. No admite
la tentativa.
Respecto de la subjetividad, la ley exige que el cheque haya sido recibido a sabiendas
por parte del acreedor. Este requiere la certeza del conocimiento del autor y las características
del cheque y la obligación, y de que aquél cumple funciones distintas de aquella para la cual
fue creado legalmente.
UNIDAD 4
UNIDAD IV
El delito de usura se encuentra tipificado en el artículo 175 bis del Código Penal.
También se habla de una usura individual, que es aquella que tiene en cuenta un
interés individual, microsocial. Se explota la necesidad de una persona determinada.
El tipo delictivo. Primer tipo legal: La acción consiste en hacerse dar o prometer, en
cualquier forma para sí o para un tercero, intereses u otras ventajas pecuniarias exorbitantes o
desproporcionadas con la prestación.
En ambos supuestos el autor debe lograr que la víctima le entregue o prometa darle
algo.
El tipo legal demanda que el autor se aproveche de una situación de necesidad, ligereza
o inexperiencia de la víctima. El gerundio aprovechándose se integra a la acción típica, en el
sentido de que el sujeto activo debe conocer la situación en que se halla el sujeto pasivo y
valerse de esa situación para obtener una ganancia desmedida.
Por necesidad debe entenderse a toda situación de apremio, forzosa, que limita la
libertad de elegir. Debe configurar un verdadero infortunio, su naturaleza ha de ser grave,
trascendente, tanto en su faz cualitativa como cuantitativa, aunque no corresponda valorar su
causa.
La necesidad tampoco puede ser identificada como indigencia o pobreza. Una persona
de gran patrimonio y solvencia económica puede padecer la necesidad requerida por el tipo
penal. Carece de importancia la causa que la origina. Debe ser real, no imaginada por la
víctima, situación que de suceder, excluye el delito.
Quedan también fuera del tipo, las operaciones especulativas o tendientes a lograr
buenos negocios, del mismo modo que el préstamo de dinero destinado a juegos de azar. La
jurisprudencia tiene dicho sobre el particular que “cuando existe móvil lucrativo en quien
recibe el préstamo, no hay adecuación típica respecto del delito de usura”(CNCrim. Y Correc.,
Sala V, 18-2-80, JA, t. 1991-III, p.951).
Por ligereza debe entenderse aquel obrar precipitado, sin la suficiente reflexión o
merituación de la operación que se realiza. Se puede traducir en un obrar culposo, imprudente.
Finalmente el tipo exige que el sujeto pasivo dé o prometa intereses u otras ventajas
pecuniarias evidentemente desproporcionadas con la prestación.
La ley no determina que debemos entender por interés usurario. Se trata de una
cuestión de hecho que debe ser materia de valoración judicial.
Las otras ventajas pecuniarias a que hace referencia el texto legal, tiene relevancia más
con el tipo de usura real que con el simple préstamo de dinero. Son ejemplos de ésta categoría
la obligación de entregar cosas muebles o inmuebles; prestación de distintas actividades
laborales o profesionales o de servicios, etc. Lo que importa es que estas ventajas sean
valorables económicamente.
La desproporción entre las prestaciones debe ser “evidente”, esto es, manifiesta,
llamativa, notoria.
Segundo tipo legal. La otra clase de usura contemplada en el primer párrafo del art.
175 bis consiste en el otorgamiento de recaudos o garantías de carácter extorsivos.
La acción aquí es la misma que en el párrafo anterior, sólo que en esta modalidad la
diferencia reside en el carácter extorsivo de los recaudos o garantías exigidos por el autor.
Los recaudos o garantías son resguardos o aseguramiento que toma el acreedor para,
en caso de incumplimiento del deudor, contar con una herramienta eficaz para coaccionarlo a
que cumpla con la prestación, por ejemplo, la exigencia de cheques en blanco. Precisamente el
carácter extorsivo de estos instrumentos reside en que posibilitan al usurero amenazar al
deudor con formular una denuncia criminal si no cumple con su obligación de pago.
La usura sucesiva. Está prevista en el segundo párrafo del art. 175 bis, y consiste en la
adquisición, transferencia o utilización de un crédito usurario.
Sujeto activo, puede ser cualquier persona, pero debe ser una persona distinta al autor
de la usura originaria.
El tercer párrafo del art. 175 bis contempla un tipo agravado de usura, denominado
“usura habitual”.
El artículo 176 del CP regula la quiebra fraudulenta. El sujeto activo del delito es el
comerciante declarado en quiebra. Se trata de un delito especial propio, porque solo puede ser
cometido por la persona que reúna la cualidad exigida por la norma.
El concepto de comerciante está dado por el art. 1 del Código de Comercio, que dice:”La
ley declara comerciante a todos los individuos que, teniendo capacidad legal para contratar,
ejercen por cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello su profesión habitual”.
El tipo legal exige, entonces, un autor que tenga o haya tenido la calidad al momento de
los hechos, pues, igualmente le alcanza la norma por los actos de comercio realizados cuando
ostentaba dicha condición.
La otra condición que debe reunir el autor es la de haber sido declarado en quiebra.
Esta declaración debe ser pronunciada por el juez comercial y tampoco puede ser revisada por
el juez penal en lo hace al acierto o no de la decisión, pero, como se trata de una prohibición
relativa, se ha entendido que el juez de instrucción penal tiene facultades para revisar todo lo
atinente a la competencia del juez comercial, si existen vicios formales en la decisión o si la
resolución se encuentra o no firme.
En nuestra opinión, se trata de un elemento objetivo del tipo penal, cuya ausencia lo
excluye. La declaración de la quiebra forma parte de la figura delictiva, en cuanto conforma el
núcleo típico aglutinante de los actos de fraude del autor, tanto de los anteriores como de los
posteriores.
Las conductas prohibidas son: 1) Simular, esto es, fingir o imitar, aparentar falsamente
una cosa o situación; “suponer”, vale decir, dar por existente o real algo que no lo es; presentar
algo falso como verdadero; “deudas”, obligación de dar sumas de dinero o bienes;
“enajenación”: transferencia o transmisión del dominio de una cosa o de un derecho; “gastos”:
pagos o empleo de dinero en alguna cosa; “pérdidas”: daño o disminución de los bienes
patrimoniales. Estas conductas coinciden con el enunciado general del art. 235, LC.
2)”No justificar la salida o existencia de bienes que debiera tener”, quiere decir no
demostrar o explicar debidamente el destino dado a bienes que debieron estar a disposición de
la masa, por ser componentes del deudor. Se trata de un supuesto de omisión propia, fundado
en un deber jurídico de obrar nacido de la propia ley comercial.
3)”Sustraer u ocultar alguna cosa que correspondiere a la masa”, debe entenderse
como sacar, remover, retirar, etc., o bien esconder, encubrir, disfrazar, etc., cosas o bienes
materiales con el fin de impedir que pasen a integrar la masa de acreedores.
Subjetivamente, el tipo requiere que los hechos punibles sean cometidos por el
comerciante “en fraude de sus acreedores”.
QUIEBRA CULPOSA
El art. 177 del CP regula la quiebra culposa. El sujeto activo debe ser un comerciante
declarado en quiebra.
La acción punible está definida por el verbo causar su propia quiebra, lo cual debe
suceder a través de actos de negligencia o imprudencia manifiesta.
Los actos culposos deben obrar en una relación de causa a efecto con respecto de la
cesación de pagos. Esta debe ser la consecuencia directa de las acciones culpables,
circunstancia que se infiere del propio texto legal al exigir que el comerciante haya “causado su
propia quiebra”. Por lo tanto, las conductas punibles deben haberse realizado “antes” de la
declaración de quiebra, ya que debe ser su causa.
El delito es de daño efectivo, pues requiere para su consumación un perjuicio real a los
acreedores. El perjuicio debe ser de contenido patrimonial, pudiendo traducirse en el propio
estado de insolvencia o en un aumento de la capacidad de pago de lo debido por parte del
deudor.
Las conductas culposas que deben llevar al deudor a un estado de insolvencia están
enunciadas en la norma a título meramente ejemplificativo y son las siguientes: a) Gastos
excesivos con relación al capital y al número de personas de su familia. Se trata de gastos
realizados para la atención personal del deudor y de su grupo familiar.
El gasto debe ser excesivo, es decir, superior al normal, necesario y corriente, que no
guarda una relación adecuada frente al patrimonio y entradas totales del deudor.
c) Juego. Abarca juegos de azar, bancados o no, como los que requieren alguna destreza
o habilidad del jugador. Carece de relevancia que el juego esté o no prohibido.
d) Abandono de sus negocios. Es la violación del más elemental deber de cuidado del
propio patrimonio.
Quiebra de una sociedad comercial o de una persona jurídica. El art. 178 del CP
regula esta circunstancia. La “acción” punible consiste en “haber cooperado” en la ejecución de
alguno de los actos de quiebra fraudulenta o culposa a que hacen referencia los art. 176 y 177
del C. Penal.
El art. 178 no se refiere a cualquier ente colectivo sino solo a las sociedades comerciales
y a las personas jurídicas que ejerzan el comercio, a los bancos o entidades financieras y a las
sociedades cooperativas y mutuales. Cada una de estas entidades goza de un régimen legal
especial.
Sujeto activos son los que están enunciados expresamente en la norma y que pueden
ser clasificados desde un doble punto de vista: a) sujetos que ejercen funciones de dirección,
control o representación de la sociedad, entre los que puede contarse al directos, síndico,
administrador, miembro de la comisión fiscalizadora y gerentes; en éstas categorías quedan
abarcadas las personas jurídicas que enumera el último párrafo del artículo, y b) sujetos que
ejercen en el ente colectivo una tarea de asesoramiento, cumpliendo funciones auxiliares
relacionadas con la contabilidad de la empresa.
Insolvencia fraudulenta. El art. 179, 2º párrafo del CP regula este tipo penal.
Sujeto activo solo puede ser el demandado. La doctrina menciona como posibles autores
del delito al deudor de la obligación, incluyendo al fiador y mandatario, al garante, sólo al
deudor, a cualquier persona responsable por una obligación civil, como así al tercero civilmente
responsable en el proceso penal. Con respecto al apoderado judicial o al apoderado que
administra pero que no representa en juicio quedan abarcados por las reglas de la participación
criminal.
El delito requiere, para que el deudor asuma la calidad de sujeto activo, la promoción,
por parte del acreedor, de una acción judicial tendiente a obtener el cumplimiento de la
obligación civil que aquél ha contraído. Sin proceso judicial en marcha no puede haber delito,
menos aún autor, en sentido penal.
Usurpación. El art. 181 del C.P. regula las distintas modalidades de delitos de
usurpación.
Usurpación por despojo. Sujeto activo puede ser cualquier persona, sin que sea
necesario que reúna características o cualidades especiales.
Sujetos pasivos pueden ser el tenedor; el poseedor o el cuasi poseedor. Sólo puede ser
sujeto pasivo del delito quien goza en forma efectiva de la posesión.
Tenedor: El tipo hace referencia al simple tenedor del Código Civil, aun cuando el
concepto de tenencia correspondiente al delito no coincida exactamente con el de la ley civil.
El tenedor que interesa a los fines de la ley penal es quien, por si o por medio de
representante, tiene efectivamente la cosa pero reconociendo en otro la propiedad (art. 2352
CC).
Lo que caracteriza a la tenencia es, precisamente, que se manifiesta como una relación
de hecho entre el hombre y la cosa. Esto es lo que importa al tipo penal. En el delito de
usurpación, lo específicamente amparado no el derecho sino sustancialmente el hecho de la
tenencia.
Poseedor: Es aquel que, por si o por otro, tiene el inmueble bajo su poder con la
intención de someterlo al ejercicio de un derecho de propiedad.
Lo que caracteriza a la cuasiposesión es que se ejerce sobre un inmueble del cual otro es
el titular de la posesión y abarca los derechos reales de ejercicio continuado, quedando
excluidas la prenda y la hipoteca.
La acción típica que requiere el delito del art. 181, consiste en “despojar” a otro del
inmueble que posee o tiene.
El despojo se traduce en la privación del goce material y efectivo del bien al anterior
ocupante. Importa el desplazamiento o exclusión de una ocupación, materializada por un sujeto
que ocupaba el inmueble personalmente o por medio de un representante. Si el despojo ha
privado al sujeto de la tenencia, posesión o ejercicio de un derecho real sobre el inmueble, la
infracción ha quedado perfeccionada.
Los medios comisitos previstos por la ley son la violencia, la amenaza, el engaño, el
abuso de confianza y la clandestinidad.
Por violencia debe entenderse el ejercicio o despliegue de una energía física que puede
recaer sobre las cosas o sobre las personas. El término abarca el empleo de medios hipnóticos o
narcóticos.
La amenaza tiene también un análogo significado a las estudiadas en el delito del art.
149 bis.
Los actos turbatorios deben ser materiales, vale decir, que deben recaer sobre el corpus
posesorio restringiendo el uso y goce del inmueble. No deben tender al despojo de la posesión o
tenencia sino a limitar o constreñir el uso y goce que de ellas resulta.
El concepto de inmueble abarca tanto a los predios urbanos como a los rurales. Los
términos o límites son objetos o señales de distintas características, que sirven para delimitar
los inmuebles contiguos, por ejemplo, cercos, alambrados, mojones, etc. Específicamente, los
“términos” son los mojones o hitos que se colocan para fijar linderos. Los “límites” son los
signos físicos, naturales o artificiales, fijos y permanentes que, con o sin solución de
continuidad, constituyen la línea divisoria de dos inmuebles.
Usurpación de aguas. El art. 182 regula este tipo penal, prescribiendo la norma en
cuestión cuatro tipos delictivos bien diferenciados entre sí, aún cuando entre ellos existan
notas que les son comunes. Así tenemos a) Sustracción de agua. El delito consiste en “sacar
ilícitamente agua de un depósito o de un curso de agua, con el propósito de causar perjuicio a
otro”.
En esta hipótesis, el autor no toca el agua, no la saca de los lugares en que se encuentra
–depósitos, cauces, fuentes, represas, estanques, etc.-, sino que estorba u obstaculiza el
ejercicio del derecho que otro tiene sobre esas aguas.
La interrupción ilegítima del curso de agua a que hace referencia el artículo, se traduce
en los verbos represar (estancar, encerrar, impedir que el agua corra), desviar (modificar su
curso o cause norma) o detener (obstaculizar el curso de agua para que pare de correr, impedir
su cause).
El tipo exige que el autor obre ilícitamente y con el propósito de causar un perjuicio a
otra persona.
Agravante. La agravante prevista es común para todas las figuras del art. 182 y resulta
aplicable cuando se rompen o alteran diques, esclusas, compuertas u otra obra semejante
hecha en los cursos de agua mencionados en la norma.
Sujeto activo, puede ser cualquier persona, siempre que no sea el dueño de la totalidad
de la cosa. Sujeto pasivo es el propietario o titular de la cosa.
La acción material está dada por los verbos destruir, inutilizar y hacer desaparecer.
Destruir, quiere decir deshacer la cosa, arruinarla, romperla en su materialidad.
El daño es un delito subsidiario, vale decir, que la pena se aplica siempre que el hecho
no constituya otro delito más severamente penado.
UNIDAD 5
UNIDAD V
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PUBLICA: El bien jurídico. Contenido. INCENDIOS Y
OTROS ESTRAGOS. Contenido. La figura básica. Destrucción mediante incendios de bosques,
campos y otros bienes. Las figuras agravadas. El estrago. Peligro de desastres e impedimento de
las tareas de defensa. Desastres culposos. Contribución a la comisión de delitos contra la
seguridad común. Fabricación y tenencia de bombas o materias capaces de causar estragos.
Instrucción para preparar materiales peligrosas. Tenencia de armas de guerra o materiales
peligrosos y acopio de armas. DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LOS MEDIOS DE
TRANSPORTE Y DE COMUNICACIÓN. Consideraciones generales. Previsión legal. Atentado
contra la navegación. Accidentes culposos. Entorpecimiento de transportes y servicios públicos.
Abandono de servicios en los transportes. Lanzamiento de cuerpos contundentes y proyectiles.
Entorpecimiento de las comunicaciones telegráficas o telefónicas. PIRATERIA. Bien jurídico.
Contenido. Piratería y abuso de autoridad legítima. Piratería aérea. Usurpación de la autoridad
de un buque o aeronave. Connivencia con piratas. Equipamiento de un buque o aeronave
pirata. Tráfico con piratas. La agravante.
La seguridad pública no debe ser entendida como la general seguridad jurídica a la que el
derecho otorga especial tutela y que constituye una de sus funciones más relevantes, sino como
la seguridad de los bienes en general, es decir, considerados en su totalidad y como
pertenecientes a un número indeterminado de personas.
La seguridad pública, es solo un segmento particular de la seguridad pública general y
se encuentra vinculada estrechamente al sentimiento de confianza de la población, en el
sentido de no verse expuesta a hechos de violencia física o a acciones delictivas de otra
índole en el transcurso de la vida cotidiana.
La seguridad pública presupone un estado exento de riesgos, que debe ser entendido como
una situación objetiva de seguridad general para las personas, puesta a resguardo de ese
peligro común provocado por ciertos hechos delictivos –denominados delitos de peligro, que se
caracterizan por afectar a un número indeterminado de víctimas.
Incendios y otros estragos. La denominación del Capítulo I- “Incendios y otros estragos”-,
nos revela una pauta esclarecedora sobre las características del delito de incendio: se trata de
un tipo especial de estrago. De esta manera, el estrago sería el género y el incendio la especie,
que reúne en sí mismo la potencialidad de crear una verdadera situación de peligro común para
bienes y personas indeterminados.
El art. 186 del CP establece las conductas prohibidas las que pueden ser cometidas por
incendio, explosión o inundación.
El CP no ha definido al incendio. Sin embargo, una noción aproximativa con un sentido
puramente gramatical nos da el diccionario de la lengua, que en su primera acepción
conceptualiza el incendio como el fuego grande que abarca lo que no está destinado a arder
como edificios, mieses, bosques, etc.
Esta primera definición no coincide, sin embargo, con el sentido jurídico penal del término,
con arreglo al cual incendio quiere decir fuego peligroso, es decir, un fuego con poder
autónomo que escapa al contralor de quien lo encendió.
El incendio se caracteriza por ser un fenómeno de potencialidad comunicante,
incontrolable o, al menos de difícil contralor. Una cosa es el fuego –cuya individualidad
podría configurar un daño cuando destruye cosas o bienes-, y otra muy distinta el
incendio, que siempre requiere, además del fuego, que produzca una situación de peligro
común para bienes o personas.
La explosión, según lo entiende la generalidad de la doctrina, es la liberación instantánea e
irrefrenable de gran energía, cuyo origen puede tener lugar en un proceso de combustión,
transformación o de compresión.
La inundación es la invasión de una considerable extensión de terreno por el agua, que
puede darse en forme lenta o impetuosa, instantánea o continuada. Lo que caracteriza a la
inundación al igual que el incendio es la incontrolabilidad del poder del agua, de modo que, por
ser imposible su dominio, derive en un peligro común para bienes o personas.
La materialidad del delito consiste en causar (crear, producir, generar, dar origen, etc.) un
incendio, una explosión o una inundación, siempre que de la acción derive una situación de
peligro para bienes o personas. Si no se produce esta consecuencia, la conducta no sale de los
límites del daño. La dinámica del tipo exige, en todas las hipótesis, la creación de un
peligro común para bienes indeterminados.
En todas las hipótesis previstas, se trata de delitos de peligro concreto, cuya consumación se
produce con la creación del peligro común para bienes indeterminados.
Estrago. El art. 187 regula el delito de estrago y los medios: sumersión o varamiento de nave,
derrumbe de un edificio, inundación, de una mina o cualquier otro medio poderoso de
destrucción.
La voz estrago significa daño, ruina, destrozo, asolamiento.
No cualquier daño es un estrago, estrago únicamente es el daño grande, de
extraordinaria magnitud e importancia, de enormes proporciones, y que produce un
peligro real para un número indeterminado de personas.
El delito consiste en causar estrago, vale decir, producir un daño de gran magnitud, con
grave peligro para un colectivo de personas, a través de alguno de los medios que expresamente
y en forma meramente enunciativa se indican en la norma. La ley regula un tipo abierto,
abarcando en una fórmula amplia a cualquier otro medio poderoso de destrucción.
Son característicos del estrago el daño de grandes proporciones y el peligro común para
bienes o personas. De allí que estemos frente a un delito de resultado material pero que
consumación típica debe coincidir con la destrucción del objeto y la creación del peligro común
para bienes o personas. Si falta el daño no hay estrago, sin peligro común hay solo daño.
Los medios a que hace referencia el texto legal son la sumersión o varamiento de una nave;
el derrumbe de un edificio, vale decir, la caída, precipitación o hundimiento de una obra
construida o en construcción, sea en su totalidad o solo en parte; lo que importa es que el
derrumbe, por sus propias características, configure un estrago. Por último, la fórmula
cualquier otro medio poderoso de destrucción, abarca a cualquier medio cuyas
particularidades sean de las que caracterizan al estrago.
Estrago culposo. El art. 189 del CP regula este tipo penal.
El delito consiste, como en los casos analizados, en causar un incendio o alguno de los
estragos enumerados en el art. 187.
El precepto describe conductas culposas que pueden cometerse por acción o por omisión,
pero, cualquiera sea el tipo de estrago producido por el accionar del agente, solo quedan
abarcadas en el tipo las figuras descriptas en los arts. 186 y 187. De todas maneras, cualquiera
sea el supuesto típico, el resultado producido por el agente debe tener las características que
hemos destacado del estrago y del incendio: daño grande (o incontrolable) y peligro común.
Fabricación y tenencia de bombas o materiales capaces de causar estragos.
La actual sensación de inseguridad ciudadana y las reuniones públicas convocadas por
ciertos sectores de la sociedad fueron la ratio social que apremiaron las sucesivas reformas
introducidas en los últimos tiempos al Código Penal.
El art. 189 bis del Código Penal, regula el tipo en análisis. La citada norma regula como
conductas típicas las de adquirir, fabricar, suministrar, sustraer o tener en su poder
cualesquiera de los objetos descriptos en ella.
Nótese que los comportamientos descriptos en este apartado deben tener una finalidad
específica, esto es, la de contribuir a la comisión de delitos contra la seguridad común o causar
daños en las máquinas o en la elaboración de productos.
El bien jurídico protegido es la seguridad pública, es decir, “el estado colectivo exento de
situaciones físicamente peligrosas o dañosas para los bienes o las personas en general.
Por lo general, las conductas aquí reguladas se relacionan con el tráfico ilícito de objetos,
materiales y componentes cuya peligrosidad intrínseca y su capacidad masiva de destrucción
justifican su punición.
Con arreglo a la interpretación literal, por adquirir debe entenderse la acción de hacer propio
una cosa que a nadie pertenece, o se transmite a título lucrativo u oneroso, o por prescripción.
La acción de adquirir puede ser bajo cualquier título.
La acción rectora de fabricar comprende la producción de los objetos en serie,
generalmente por medios mecánicos, conforme a su interpretación semántica.
La fabricación de los elementos descriptos de manera indicativa por la norma abarca
desde sus componentes primarios, hasta el armado y sus repuestos.
Por suministrar habrá de entenderse la acción de proveer a uno de algo que necesita.
El suministro puede a título oneroso o gratuito. Se trata de una acción necesariamente
transitiva que se relaciona con la acción de adquirir ya referida.
La conducta de sustraer implica, obligadamente la acción de apartar, separar o extraer
cualquiera de los materiales descriptos por esta norma que se hallen en poder ajeno. Dicha
sustracción puede materializarse apelando al uso de la violencia.
Por lo general, la tenencia de este tipo de materiales está circunscripta a sujetos
determinados, en especial, organismos militares.
Respecto de la acción de tener, ella se proyecta sobre el poder que tiene el sujeto sobre
los objetos mencionados en la norma en comentario.
Esta tenencia se relaciona, sin duda, con un estado de hecho y, por ende, es posible
afirmar aquí que se trata de un delito de estado, aunque la doctrina mayoritaria sostenga que
se trata de uno permanente.
En caso de que el autor lleve a cabo varias de las conductas enumeradas en la
norma, por ejemplo, adquiera y suministre a otro algunos de los materiales cuyo tráfico
aquí se reprime, no se aplican las reglas del concurso real, por tratarse de un delito de
ejecución progresiva compuesto de varios actos.
El tipo se compone además, de los objetos sobre los cuales deben recaer las acciones
descriptas, esto es, bombas, materiales o aparatos capaces de liberar energía nuclear,
materiales radioactivos o sustancias nucleares, o sus desechos, isótopos radioactivos,
materiales explosivos, inflamables, asfixiantes, tóxicos o biológicamente peligrosos, o
sustancias o materiales destinados a su preparación.
Al tratarse de un tipo penal en blanco, es menester adentrarse en el estudio de
numerosos y variados tratados internacionales y leyes nacionales que regulan la fabricación,
explotación y distribución de las sustancias y materiales de naturaleza nuclear mencionados
por esta norma.
Además hay que destacar que no se castiga tan solo la fabricación tenencia de los
materiales señalados, sino que el legislador reprime, además la fabricación, tenencia,
adquisición, etc., de los componentes aislados destinados a la preparación de materiales
explosivos, radioactivos o nucleares.
En este tipo se distinguen: sustancias, materiales y aparatos.
Sustancias, ellas abarcan los componentes químicos, biológicos, etc., cuya combinación
o mezcla posibilitan por ejemplo la preparación de una bomba.
La expresión plural materiales hace referencia a los objetos en general que permiten o
facilitan la utilización efectiva de dichas sustancias, por ejemplo: fulminantes, mechas,
espoletas. Etc.
Por último los aparatos resultaría el trabajo final de la combinación de los dos
anteriores que habilitaría su empleo inmediato.
El legislador una vez más adelantó la barrera de punición al castigar al que diera
instrucciones para la preparación de sustancias o materiales mencionados en el tipo delictivo
anterior.
En la doctrina existe consenso en admitir que la conducta de instruir puede canalizarse
por cualquier medio (oral o escrito), incluso mediante el uso de medios de comunicación
masivos –red informática.
Tenencia y portación de arma de guerra. La ley 25.886 disminuyó, en su escala
inferior, la pena prevista para este delito de tenencia de arma de guerra de tres (3) a dos (2)
años de prisión.
La tenencia ha sido definida como la disponibilidad mediata de un arma de fuego, lo
cual implica reconocer que dicha tenencia debe desarrollarse en el ámbito de dominio del sujeto
sin importar un llevar consigo –esto último propio de la portación-, resulta necesario ahora
acudir a la fuente normativa constituida por la Ley 20.429 y su decreto reglamentario, puesto
que nos encontramos ante un tipo penal abierto.
En este sentido, el art. 3 de la ley de supracita dispone la clasificación de las armas de
fuego en armas de guerra y de uso civil. Respecto a las armas de guerra señala además que
ellas recibirán una nomenclatura específica de acuerdo con el destino del uso, así por ejemplo:
las de uso exclusivo para las instituciones armadas; las de uso para la fuerza pública; la de uso
civil condicional; las de usos especiales y los usos prohibidos.
Se entiende por arma de guerra a todas aquellas que, contempladas en el art. 1, no se
encuentran comprendidas en la enumeración taxativa que de las armas de uso civil se efectúa
en el art. 5 o hubieran sido expresamente excluidas del régimen de la presente reglamentación.
Respecto de la portación se incluye como delito, lo que implica transformar en delito un
comportamiento que hasta hace poco era regulado como contravención.4
El concepto de portación de arma de guerra implica, necesariamente, el llevar consigo el
arma en cuestión, cargada y con posibilidad inmediata de uso dentro del espacio de acceso
público.
Es menester señalar que la portación de arma de guerra requiere una autorización
expedida por el Registro Nacional de Armas, cuya ausencia completa la tipicidad objetiva del
delito en comentario.
Acopio de armas de fuego. La reforma del Código Penal (ley 25.886) borró la distinción
punitiva que existía entre el acopio de armas de fuego de uso civil y las de guerra. De acuerdo
con la nueva legislación, se castiga el acopio de armas de fuego sin importar su clasificación.
La acción consiste en acopiar armas de fuego, piezas o municiones de estas, es decir, la
ley penal al que junta, reúne en cantidad alguna cosa.
4
Ver, Vázquez, Marcelo P.- Aboso, Gustavo E., Código contravencional de la ciudad autónoma de
Buenos Aires, comentado, concordado y anotado con jurisprudencia y legislación completaria, Bs. As.
1999.
Debe destacarse que por el significado de la acción típica, es claro que la acumulación
prohibida del referido material debe alcanzar un volumen importante, de lo contrario, esta
figura cede su lugar a la tenencia simple.
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y
COMUNICACIÓN
Incurre en este delito el que a sabiendas ejecutare cualquier acto que pusiere en peligro la
seguridad de una nave, construcción flotante o aeronave.
El art. 190, que tutela la navegación por aire o por agua (mares, lagos o ríos), no comprende
los actos que sólo estorban o entorpecen el transporte, sino los hechos y las acciones que crean
un peligro concreto para la seguridad de los medios de transporte, afectando al vehículo, a las
vías u obras o al personal de conducción.
Los vehículos deben estar efectivamente destinados a prestar servicios. Pueden ser de
propiedad pública o particular, pero en éste último caso, el delito del art. 190, conforme a su
apartado 4, sólo existe si del hecho deriva peligro para la seguridad común.
Una nave, como lo indica el propio texto de la ley, no es cualquier construcción flotante.
Tiene este último carácter cualquier obra que flote, libre o fija, como las balsas, los
embarcaderos, los puentes lisos, las grúas, los faros, etc. Una nave es una embarcación
impulsada a remo, motor, vela u otro medio de autopropulsión, destinada al transporte de
personas o cosas. Las aeronaves son aparatos destinados al transporte de personas o cosas que
se mueven en el aire, impulsados a motor o en otra forma.
Es un delito de peligro efectivo para la seguridad del vehículo. Es un delito instantáneo,
aunque el peligro puede permanecer. Es doloso, que requiere que el autor obre a sabiendas de
que su acto pone en peligro la seguridad de alguno de los medios protegidos. El delito se
consuma con la ejecución del acto peligroso y admite la tentativa.
Son causas de agravación de la pena, si el hecho produjere naufragio o desastre aéreo; si
causa lesión a alguna persona o la muerte. En todas las hipótesis se trata de resultados
preterintencionales.
ATENTADOS FERROVIARIOS
El art. 191 establece que: el que empleare cualquier medio para detener o entorpecer la
marcha de un tren o para hacerlo descarrilar, será reprimido con penas en escala ascendente:
1) Si no se produjere descarrilamiento; 2) Si se produjere descarrilamiento u otro accidente; 3)
Si a consecuencia del accidente, resultare lesionada alguna persona y 4) Si resultare muerte de
alguna persona.
El delito básico se caracteriza por el medio empleado por el autor, por su finalidad y por
la falta de efecto.
El tren es un convoy arrastrado por una locomotora o movido por fuerza eléctrica u otra
energía sobre una de rieles ordinariamente aislada y destinada exclusivamente al tránsito
ferroviario.
AGRAVANTES: La escala penal se eleva por la mayor gravedad del efecto causado o la
omisión del autor.
No admite la tentativa, es de peligro abstracto e instantáneo y se consuma con el hecho
o la omisión del autor.
PIRATERIA:
La piratería, que con arreglo al art. 198 del CP, pueden realizarse en distintas formas, es
punible con reclusión o prisión de tres a quince años. La ubicación del delito de piratería entre
los delitos contra la seguridad pública, tiene en cuenta que el bandolerismo en el mar y en los
ríos y las actividades accesorias significan un peligro general para las naves y las personas.
Piratería propiamente dicha.
Los delitos previstos en los 7 incisos del art. 198 del CP se castigan con pena de
reclusión o prisión de 3 a 15 años.
Incurre en el delito previsto en el inc. 1º, el que practicare en el mar o en ríos
navegables, algún acto de depredación o violencia contra un buque o contra las personas o
cosas que en él se encuentren, sin estar autorizado por alguna potencia beligerante o
excediendo los límites de una autorización legítimamente concedida.
El acto de depredación (acción de pillaje o apoderamiento violento) o violencia (física o
moral), perpetrado necesariamente por medio de un buque, es pirático si se practica sin estar
autorizado. En el orden interno la autorización se confiere mediante patente de corso. El corso
designa un medio o recurso auxiliar de guerra u hostilidad. Empero, dada la adhesión de la
Argentina al tratado de París, que declaró que “el corso está y queda abolido”, el ejercicio de
esta facultad por el Congreso o el Presidente, resultaría contradictoria con la abolición resuelta
por dicho tratado.
La ley penal argentina es siempre aplicable a la piratería interna, o sea la practicada en
el mar o en los ríos del país.
Piratería Aérea
Comete este delito el que practicare algún acto de depredación o violencia contra una
aeronave en vuelo o mientras realiza las operaciones inmediatamente anteriores al vuelo, o
contra personas o cosas que en ellas se encuentren, sin estar autorizado por alguna potencia
beligerante o excediendo los límites de una autorización legítimamente concedida.(Art. 198
inc.2)
Lo mismo que en la piratería propiamente dicha, en la aérea, el acto es pirático, si sus
ejecutores no están autorizados por alguna potencia beligerante o exceden los límites de una
autorización legítima. La piratería aérea no requiere que se la practique necesariamente
mediante una aeronave. El objeto del ataque pirático es una aeronave en vuelo, desde que se
aplica la fuerza motriz para despegar hasta que termina el recorrido del aterrizaje o mientras
realiza las operaciones inmediatamente anteriores al vuelo.
La depredación o la violencia deben recaer sobre las personas o las cosas que se
encuentran en la aeronave.
Piratería impropia
La comete el que mediante violencia, intimidación o engaño, usurpare la autoridad de
un buque o aeronave, con el fin de apoderarse de él o de disponer de las cosas o las personas
que lleva (art. 198 inc. 3º)
La denominación de piratería impropia obedece a que si bien el delito requiere un acto
violento, intimidatorio o engañoso, usurpatorio de la autoridad del buque o aeronave-lo que la
asemeja a la depredación o violencia constitutiva de la piratería-, su tipo delictivo no exige otros
elementos de ella.
Autor puede ser cualquier persona embarcada en el buque o aeronave, siempre
que obre, en la forma prevista, con el fin de apoderarse del buque o aeronave o decidir sobre el
destino de las cosas o de las personas transportadas.
El delito es doloso y se consuma con el acto de usurpación. Admite tentativa.
Agravamiento de la piratería propiamente dicha
El art. 199 del CP, conmina con la pena de 10 a 25 años de reclusión o prisión, si los
actos de violencia u hostilidad, mencionados en el art. 198, fueren seguidos de la muerte de
alguna persona que se encontrare en el buque o aeronave atacados.
Se trata de una consecuencia preterintencional.
Quedan al margen del agravamiento los hechos de los incisos 4º, 6º y 7º, que n o
suponen el empleo de actos de violencia u hostilidad.
UNIDAD 6
UNIDAD VI
La salud pública puede ser definida como el conjunto de condiciones que positiva o
negativamente garantizan y fomentan la salud de los ciudadanos.
El agua potable es aquella que sirve para el consumo humano, por ejemplo, para beber,
cocinar, etc., aunque no sea químicamente pura. No están comprendidas otras aguas que se
emplean para otras finalidades que no sean las de uso alimenticio, por ejemplo, industriales,
para el consumo de animales, etc.
El tráfico de estos productos solo es punible si el autor ejecuta las acciones típicas
disimulando su carácter nocivo.
El delito es doloso y de peligro abstracto, razón por la cual la consumación coincide con
el mismo acto de tráfico, pues la propia peligrosidad de la sustancia implica, en si misma, un
peligro para la salud general.
El delito consiste en propagar una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas.
Esto sucede cuando la enfermedad se difunde, se multiplica o se transmite entre los individuos
en general, lo cual no quiere decir que deba producirse el contagio como consecuencia de la
conducta del sujeto.
La enfermedad debe ser peligrosa y contagiosa para las personas. Es peligrosa aquella
enfermedad que es susceptible de producir un grave daño para la vida o la salud de las
personas, y es contagiosa cuando puede transmitirse a otro, de cualquier forma y por
cualquier medio, por ejemplo, la rabia, la tuberculosis, sífilis, sida, etc.
Tipo culposo.
El art. 203 del CP establece:”Cuando alguno de los hechos previstos en los tres artículos
anteriores, fuere cometido por imprudencia o negligencia o por impericia en el propio arte o
profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, se impondrá multa de dos mil
quinientos a treinta mil pesos, si no resultare enfermedad o muerte de alguna persona y prisión
de 6 meses a 5 años si resultare enfermedad o muerte”.
El tipo regula una fórmula cerrada de imputación –numerus clausus-, discriminando las
clases de culpa en que puede incurrir el agente, agravando la pena si del hecho culposo
resultare muerte o enfermedad.
Se trata de un delito especial propio, porque sólo puede ser cometido por quien está
autorizado legalmente para la venta de sustancias medicinales –farmacéutico, director de
laboratorio, etc.)
El tipo recoge una suerte de fraude en perjuicio de otra persona –el suministro debe ser
infiel-, pero sin que tenga alguna relevancia el valor económico del medicamento o el perjuicio o
beneficio que la operación pueda entrañar para el sujeto pasivo.
Se trata de una hipótesis culposa de los delitos previstos en la norma del artículo
anterior.
Omisión de los deberes de vigilancia. El art. Art. 204 ter del CP establece:” Será
reprimido con multa de dos mil quinientos pesos como mínimo a treinta mil pesos como
máximo, el que teniendo a su cargo la dirección, administración, control o vigilancia de un
establecimiento destinado al expendio de medicamentos, omitiere cumplir con los deberes a su
cargo posibilitando la comisión de alguno de los hechos previstos en el art. 204”.
La conducta típica, a diferencia del art. 204 que castiga el suministro en el sentido de
expendio de medicamentos (que puede no consistir propiamente en una venta, sino
despacharlo a cualquier título), consiste en vender, sin autorización medicamentos que solo
pueden ser comercializados bajo receta médica. Por lo tanto quedan al margen del tipo el
expendio de medicamentos que se comercializan en forma libre o bajo cualquier título que no
constituya venta.
La venta para que resulte punible, debe haberse realizado sin la autorización prevista
en las leyes que regulan la actividad farmacéutica, circunstancia que marca la diferencia con la
figura prevista en el art. 204 que castiga el suministro infiel de medicamentos por persona
autorizada para la venta de sustancias medicinales.
Sujeto activo del delito puede ser cualquiera, incluso quien padece la enfermedad. Se
trata de una norma penal en blanco, en la que se determina la sanción pero que requiere de
una complementación proveniente de otra ley o instancia. La infracción es dolosa, de peligro
abstracto, que se consuma cuando se ha violado la prohibición o se ha omitido realizar lo que el
mandato ordenaba hacer, con prescindencia de que se haya efectivamente infestado a alguna
persona o que se haya corrido realmente el peligro de introducción o propagación de la
epidemia.
Violación de leyes de policía animal. El art. 206 del CP establece:”Será reprimido con
prisión de uno a seis meses el que violare las reglas establecidas por las leyes de policía
sanitaria animal”.
Se trata de una ley penal en blanco cuya materialidad consiste en violar las reglas –
medidas-, establecidas por las leyes de policía sanitaria animal. El precepto no alcanza a las
leyes reguladoras de la sanidad vegetal ni a medidas o instrucciones emanadas de autoridad
pública, sino sólo a las disposiciones contenidas en las leyes emanadas de autoridad pública.
Se trata de un tipo de peligro abstracto, de mera actividad y de carácter doloso. Se
consuma con la violación de las medidas dispuestas por las leyes de policía sanitaria animal.
Ejercicio ilegal de un arte de curar. El art. 208 del CP establece:”Será reprimido con
prisión de 15 días a un año: 1) El que, sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de
curar o excediendo los límites de su autorización, anunciare, prescribiere, administrare o
aplicare habitualmente medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio
destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas, aún a título gratuito; 2) El que,
con título o autorización para el ejercicio de un arte de curar, enunciare o prometiere la
curación de enfermedades a término fijo o por medios secretos o infalibles; 3) El que, con título
o autorización para el ejercicio de un arte de curar prestare su nombre a otro que no tuviere
título o autorización, para que ejerza los actos a que se refiere el inciso 1º de éste artículo”.
Este artículo regula tres conductas típicas: en primer lugar el CURANDERÍSMO que
consiste en anunciar (publicar o proclamar el medio curativo, hacer propaganda) prescribir
(ordenar, indicar, un tratamiento) administrar (suministrar, hacer tomar un medicamento) o
aplicar (emplear, utilizar, introducir en el cuerpo), de manera habitual, cualquier medio
(medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo, etc.) destinado al tratamiento de las
enfermedades humanas.
Esta dado por aquel que no tiene título para ejercer la medicina ni por universidad ni por nada,
POR EJEMPLO:
El delito es doloso, siendo suficiente el dolo común, esto es, la conciencia de realizar las
conductas descriptas en el tipo, sin que sea necesaria la concurrencia de algún elemento
subjetivo específico.
El delito supone un obrar por otro, es decir, que un individuo actúe como si fuera otro.
El delito es doloso, de pura actividad y de peligro abstracto. Como tenemos dicho, sin
perjuicio de que la letra de la ley pareciera exigir otra cosa, es decir, que la infracción se
consuma con la acción de prestar el nombre a otro para que este ejerza los actos del inciso
primero, la doctrina es concordante en señalar que la consumación coincide con el uso del
nombre ajeno y el ejercicio de los actos de curanderismo. Por tanto, la sola prestación del
nombre con la finalidad exigida por la ley, sin que se utilice el nombre ajeno, constituiría un
mero acto preparatorio no punible.
INSTIGACION A COMETER DELITOS: El art.209 del CP, establece que:”El que públicamente
instigare a cometer un delito determinado contra una persona o institución, será reprimido, por
la sola instigación, con prisión de dos a seis años, según la gravedad del delito y demás
circunstancias establecidas en el art. 41.
El delito es doloso. El autor, además de la intención directa que su finalidad exige, debe
tener conciencia de la naturaleza del hecho a cuya comisión instiga y de la publicidad de su
acto.
El delito lesiona el orden público por la inquietud social que produce la existencia de
agrupaciones de individuos cuyo objetivo es la comisión de delitos.
Existe una asociación ilícita o banda, punible por si misma, si tres o más personas
acuerdan, expresa o implícitamente, obrar concertadamente para cometer delitos.
Son punibles todos los que tomaren parte en la asociación o banda. Tomar parte en ella
significa estar en el concierto delictivo, a partir de su formación o en cualquier momento
ulterior. No toman parte en la asociación los que, sin integrarla como asociados, mediante actos
independientes, la auxilian o ayudan en alguna forma desde afuera.
Para los jefes u organizadores de la asociación, el mínimo de la pena será de cinco años
de prisión o reclusión.
Señala Carlos Creuss que “Jefes” son los que mandan, los que tienen autoridad sobre
otros miembros de la asociación, sea la totalidad de ellos o una parte, hayan intervenido o no
en la ejecución de los hechos cuya discusión cometieron.
INTIMIDACION PUBLICA: Comete este delito el que, para infundir un temor público o
suscitar tumultos o desórdenes, hiciere señales, diere voces de alarma, amenazare con la
comisión de un delito de peligro común o empleare otros medios materiales normalmente
idóneos para producir tales efectos.
El autor obra para infundir un temor público si lo hace para causar en el ánimo público
el recelo de un mal de alcance general. El autor tiende a suscitar tumulto o desórdenes si su
intención es promover el amotinamiento, la confusión o el alboroto de multitudes (tumulto) o la
producción de otros actos de simple trastorno del sosiego material público (desórdenes), por ej.
Corridas, alborotos, fugas en masa u otros actos semejantes demostrativos del estado de
alteración pública.
Cuando el autor empleare explosivos, agresivos químicos o materias afines, siempre que
el hecho, por su resultado de daño o de peligro, no constituya un delito contra la seguridad
pública, la intimidación se agrava y el autor merece prisión de tres a diez años.
Entre este modo de inducción punible y la instigación del art.209 existen marcadas
diferencias: la instigación es una excitación o estímulo a cometer un delito realizado de modo
directo, mientras que la incitación puede consistir en una excitación directa o en estímulos
indirectos, por rodeos, astutamente realizados, a la comisión de actos de violencia que pueden
no estar tipificados como delitictivos.
Los sujetos pasivos de la incitación pueden ser grupos de personas o instituciones. Los
primeros están constituidos por pluralidades de personas que forman un conjunto
individualizado por determinadas características, como son por ejem. La religión, raza, ideas,
profesión. Las segundas son organizaciones estatales o establecimientos o fundaciones
privadas.
APOLOGIA DEL CRIMEN: Incurre en este delito el que hiciere públicamente y por
cualquier medio la apología de un delito o de un condenado por delito (art. 213 CP).
La apología del crimen, que es una instigación indirecta a cometer el delito, lesiona el
orden público por el temor que despierta, como fuente de criminalidad, el elogio público o el
enaltecimiento, por cualquier medio, de los hechos delictuosos o de sus partícipes.
UNIDAD VII
TRAICION; Con arreglo al art. 119 de la CN, la traición contra la Nación consistirá
únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándole ayuda y
socorro. El Congreso fijará por una ley especial la pena de este delito, la cual no pasará de la
persona del delincuente, ni la infamia del reo se transmitirá a sus parientes de cualquier grado.
Sujetos activos sólo pueden ser aquellas personas cuyos vínculos con la Nación les exige
fidelidad y lealtad para con ella. Tales personas son: a) todo argentino-nativo o por adopción o
naturalizado, cualquiera que fuere su lugar de residencia; b) toda persona extranjera que deba
obediencia a la Nación por razón de su empleo o función pública; c) los extranjeros residentes
en territorio argentino, salvo lo establecido por los tratados internacionales o por el derecho de
gente, acerca de los funcionarios diplomáticos y de los nacionales de los países en conflicto.
B) ACCIONES PUNIBLES: Según el art. 119 de la CN, esas acciones son: a) tomar las
armas contra la Nación; b) unirse a sus enemigos mediante la prestación de ayuda y socorro.
Toma las armas contra la Nación, tanto el que teniendo como misión combatir con ellas,
forma parte de las fuerzas armadas regulares o irregulares que guerrean contra nuestro país,
como el que eventualmente, sin pertenecer a ellas, participa como combatiente en las acciones
bélicas. La guerra también se realiza contra la Nación, cuando el conflicto bélico se empeña
contra una de las provincias argentinas.
Se es traidor, sin tomar las armas contra la Nación, uniéndose a sus enemigos
prestándoles ayuda y socorro, esto es, mediante la ayuda prestada a sus fuerzas armadas,
regulares o irregulares, de una manera que implique favorecimiento intencional de su acción
bélica.
La pena para el argentino y para cualquier otra persona que deba obediencia a la Nación
es de reclusión o prisión de 10 a 25 años o reclusión o prisión perpetua y, en uno u otro caso,
inhabilitación absoluta y perpetua (art. 214 CP). Además, quedan sometidos a la nota de
infamia.
AGRAVANTES: La toma de armas y la unión a sus enemigos en los términos del art.
119 de la CN se agravan: a) en razón de la finalidad del autor de que la Nación sea sometida
total o parcialmente al dominio de una potencia extranjera o de que se menoscabe su
independencia o integridad (art. 215 inc. 1º); b) en razón de la participación del autor en el
proceso determinante de la guerra contra la Nación, en cuyo curso aquél tomó las armas contra
ella o se unió a sus enemigos, induciendo o decidiendo a una potencia extranjera a hacerle la
guerra (215 inc. 2º CP).
Comete el delito el que tomare parte en una conspiración de dos o más personas, para
cometer el delito de traición, en cualquiera de los casos comprendidos en los arts. 214 y 215, si
la conspiración fuere descubierta antes de empezar su ejecución.
Autores pueden ser personas que no sean argentinos ni extranjeros residentes, pero por
lo menos uno de los conspiradores o terceros que tendrían a su cargo la comisión del delito de
traición, debe poseer una de esas calidades, pues de otra manera la conspiración no tendría por
objeto la traición por falta de sujeto activo especializado.
El concierto, que no requiere una formalidad especial, existe cuando las personas se
han puesto de acuerdo sobre un plan para cometer un hecho de traición determinado,
especificando las circunstancias de modo y tiempo individualizadotes del acto en que consistirá
la traición.
Se trata de una excusa absolutoria fundada en la prevalencia del interés para evitar la
traición, sobre el interés en castigar al conspirador delator.
La revelación debe hacerse ante la autoridad competente para proceder y antes de que
ésta haya iniciado el pertinente procedimiento para comprobar la existencia de la conspiración
e individualizar a los partícipes.
ACTOS HOSTILES: “Será reprimido con prisión de 1 a 6 años, el que por actos
materiales hostiles no aprobados por el Gobierno nacional, diere motivos al peligro de una
declaración de guerra contra la Nación, expusiere a sus habitantes a experimentar vejaciones o
represalias en sus personas o en sus bienes y alterar las relaciones amistosas del Gobierno
argentino con un gobierno extranjero” (Art. 219, 1er. Párrafo del CP).
El sujeto activo puede ser cualquier persona, nacional o extranjero. Los actos son
hostiles si constituyen acciones propias de la guerra, realizadas por particulares contra un país
extranjero o sus habitantes, en la persona o patrimonio de éstos.
El acto hostil debe causar el peligro de una declaración de guerra. Debe ser un peligro
real.. No admite la tentativa.
Las vejaciones son malos tratos, molestias, o persecuciones consumadas por las
autoridades o los particulares. Las represalias son la retribución de un daño recibido, llevado a
cabo por el país víctima del acto hostil o por un tercer país que las haya tomado a su cargo. Los
atentados de sentido puramente personal no implican hostilidad contra nuestro país.
Los actos hostiles alteran las relaciones amistosas del Gobierno argentino con un
gobierno extranjero.
Violación de inmunidades. Comete el delito el que violare las inmunidades del Jefe de
un estado extranjero o del representante de una potencia extranjera (Art. 221 CP).
Expresa el art. 223 del CP que “Será reprimido con prisión de 1 mes a 1 año e
inhabilitación especial por doble tiempo, el que por imprudencia o negligencia diere a conocer
los secretos mencionados en el artículo precedente, de los que se hallare en posesión en virtud
de su empleo u oficio”.
Puede ser sujeto activo sólo el funcionario; el empleado o el particular que estuviere en
conocimiento de esos secretos y por su oficio no podía hacerlos conocer.
El art. 222 apartado 3º del CP, castiga el ultraje público a los símbolos patrios o
emblemas provinciales.
El delito que lesiona el sentimiento de respeto de los argentinos por esos símbolos
nacionales y emblemas provinciales oficialmente declarados tales, se castiga con prisión de 1 a
4 años.
El delito que es doloso y que no admite tentativa se consuma con el solo hecho de
propiciar la aplicación de las sanciones y puede cometerse en el territorio de la Nación, en
lugares sometidos a su jurisdicción o en el extranjero. En todos los casos es aplicable la ley
argentina.
Pero además, son delitos que obedecen a “causas políticas” (Art. 18 CN), porque
implican el ejercicio de la soberanía del pueble en una medida vedada por la Constitución.
UNIDAD 8
UNIDAD VIII
EL COHECHO. Concepto y bien jurídico. La figura básica del cohecho pasivo. El cohecho pasivo
de los jueces. Cohecho activo. La aceptación y el ofrecimiento de dádivas en consideración al
oficio.
Sujeto activo de los delitos previstos en el éste Título del Código Penal,
puede ser un funcionario público y empleado público o un particular, con arreglo al art. 77 del
Código Penal.
AGRAVANTES
RESISTENCIA A LA AUTORIDAD
DESOBEDIENCIA A LA AUTORIDAD
ATENTADOS LEVES
El delito se consuma con el logro del efecto buscado por el autor, admite
tentativo. El delito es imputable a titulo de dolo. El autor debe obrar con conciencia de la
naturaleza del acto y de una manera intencional.
Violación de Fueros
Sujeto activo solo puede ser la persona legalmente citada como testigo,
perito o interprete. La enumeración es taxativa.
El sujeto activo del delito debe ser una persona que desempeña
legalmente una función pública o que no continúa desempeñándola ilegalmente, pues estas
personas son los sujetos activos de los delitos previstos respectivamente en los incisos 2º y 3º
del art. 246 CP.
Es autor del delito el que después de haber cesado por ministerio de la ley
en el desempeño de un cargo público o después de haber recibido de la autoridad competente
comunicación oficial de la resolución que ordena la cesantía o suspensión de sus funciones,
continuare ejerciendo (CP art. 246 inc. 2).
Sujeto activo del delito solo puede ser la persona que legalmente ha
dejado de ser un funcionario público o que está suspendido como tal.
Comete los delitos a que se refiere el art. 247 inc. 2º del CP el que
públicamente llevare insignias o distintivos de un cargo que no ejerce o se arrogare grados
académicos títulos profesionales u honores que no le correspondieren.
Abuso de autoridad
Violacion de sellos
Comete este delito el que violare los sellos puestos por la autoridad para
asegurar la conservación o identidad de una cosa.
Autor es todo aquél que realiza la conducta típica. El sello a que se refiere
la ley es la impresión hecha en un objeto o instrumento sellador o la oblea o timbre pegado o
adherido al objeto. El sello tiene que haber sido puesto u ordenado por autoridad facultada
para hacerlo, para asegurar el mantenimiento de la cosa tal cual está (conservación) o para
reconocerla (identificación).
Cohecho
Los delitos causantes del aumento del patrimonio del autor, del sus
complices o de terceras personas, deben ser graves y dolosos. Serán graves si son importantes
los daños económicos producidos.
Cohecho pasivo
Cohecho activo
Admisión de dádivas
El objeto material del delito está constituido por los caudales o efectos
cuya administración, percepción o custodia le ha sido confiada al funcionario por razón de su
cargo.
Exacciones ilegales
Figura simple
Agravantes
Es autor del delito el funcionario público que con fines de lucro utilizare
para si o para un tercero informaciones o datos de carácter reservados de los que haya tomado
conocimiento en razón de su cargo.
El delito que es doloso requiere que el autor obre a sabiendas del carácter
de la información o del dato y con ánimo de lucro. Admite la tentativa y se consuma con la
utilización, aunque no resulte perjuicio para el estado o para terceros.
Enriquecimiento ilicito
Prevaricato
Comete este delito el juez que decretare prisión preventiva por delito en
virtud del cual no proceda o que prolongare la prisión preventiva que, computada en la forma
establecida por el art. 24 del CP hubiere agotado la pena máxima que podría corresponder al
procesado por el delito imputado.
Denegación
Retardo
Falso testimonio
Encubrimiento
Favorecimiento personal
Omisión de denuncia
Favorecimiento real
Exención de responsabilidad
Favorecimiento de la evasión
Autor del delito solo puede ser un funcionario público que, en razón de su
cargo, con arreglo a las circunstancias, estaba obligado a ser diligente respecto de la seguridad
del encierro o detención del evadido.