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DERECHO PENAL 3

DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD

Bien jurídico protegido: El Código Penal Argentino, ha regulado la materia que concierne a los
delitos patrimoniales, bajo una denominación común “Delitos contra la propiedad”-,
reconociendo la propiedad como el bien jurídico protegido.

El término “propiedad” según una jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la


Nación, en un sentido constitucional y amplio, vale decir, de acuerdo con el contenido
establecido por los arts. 14 y 17 de la Constitución Nacional;

la expresión abarca el patrimonio en su totalidad,

Abarca:

1- los derechos reales y personales,


2- bienes materiales e inmateriales y,
3- en general, todos los intereses apreciables que un hombre pueda poseer fuera de si
mismo, de su vida y de su libertad.1

Siguiendo a Núñez, podemos decir que esta clase de infracciones se caracterizan por
tres aspectos fundamentales:

A) Que el delito recae siempre sobre un bien. Los bienes deben ser susceptibles de
apreciación pecuniaria ; pueden ser cosas materiales u objetos inmateriales
B) (derechos); El autor es movido siempre por una intención específica, que la requerida
por cada figura en particular, y
C) El perjuicio a la propiedad debe suceder invito domino, vale decir, sin el consentimiento
o permiso del propietario que tiene capacidad para darlo.2

DELITO DE HURTO

Hurto Simple: El art. 162 del C. P. establece: ”Será reprimido con prisión de 1 mes a 2 años, el
que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena”.

La palabra hurto proviene de la voz latina furtumque significa (llevarse algo),

Objeto de protección: Es la “tenencia” de las cosas muebles. El ataque al dominio sin


vulneración de la tenencia de la cosa no constituye hurto.

El hurto exige, que alguien tenga la cosa y que a partir de un momento dado (consumación) no
la tenga más.

ELEMENTOS DEL DELITO

Son elementos del hurto:

la acción material de “apoderamiento”,

la “cosa mueble”

y la “ajenidad” de la cosa.

La “ilegitimidad” de la sustracción

A.)La acción material: el apoderamiento.- El núcleo del tipo está dado por el apoderamiento
de la cosa. Realizar la acción de hurtar exige, en nuestro derecho, apoderarse de la cosa.

1
2
Se torna necesario, indagar acerca del contenido y alcance del vocablo “apoderarse”, para
arribar de tal modo, a una mejor interpretación del mismo. Que al respecto existen dos
posiciones encontradas:

1- la primera que podría denominarse del “apoderamiento o disponibilidad”


2- y la otra que podría llamarse del “desapoderamiento”.

Para el primer criterio el apoderamiento exige que el autor haya tenido la posibilidad de
“disponer” de la cosa, aunque sea por breve tiempo.

Se ha señalado que, para nuestra ley, la acción de apoderarse consiste en la acción de poner
bajo el propio dominio y acción inmediata una cosa que antes de ello se encontraba en poder de
otro.

El segundo criterio (teoría del desapoderamiento) considera que es suficiente para que se
perfeccione el delito que el ladrón haya privado a otro de la posesión corporal de la cosa, con la
intención de apoderarse de ella. Con el apoderamiento de la cosa, la propiedad ajena ya está
lesionada de manera perfecta, porque el bien que la integraba –tenencia de la cosa-, ya no la
integra más.

La teoría del desapoderamiento, al exigir que el hurto se consume con el solo despojo,
con la intención (dolo) específica de disponer de la cosa, anticipa la etapa consumativa a un
grado que resulta inadmisible y que puede, en la práctica, conducir a soluciones
verdaderamente injustas. Piénsese en el caso del ladrón que, en el momento de tomar el objeto
del poder de la víctima (“tiene” la cosa), la oportuna intervención policial o de un tercero
permite el inmediato recupero de la res furtiva; o en el caso de la detención del sujeto a quien
se le sorprende cerrando las puertas de un automóvil de cuyo interior sustrajo algún objeto,
etc.. En estos supuestos para la tesis del desapoderamiento, el hurto está consumado.

Para nosotros, sin embargo, en estos ejemplos el ladrón sólo tomó o quitó la cosa de su
lugar, pero no alcanzó a consolidad su poder sobre ella, esto es, que no tuvo la posibilidad
“real” de disponer del objeto sustraído.

b.) El momento consumativo. saber las teorías de la attrectatio, apprehensio, amotio, ablatio e
illatio.

Según la teoría de la attrectatio (teoría del contacto), el hurto se consuma con el simple
hecho de tocar la cosa.

La teoría de la apprehensio consiste en la simple captación del objeto o, poner la mano


sobre la cosa ajena.

La teoría de la amotio, exige la remoción de la cosa del lugar en donde se encontraba.

Según la teoría de la ablatio, el apoderamiento se consuma cuando la cosa es


transportada o trasladada de un lugar a otro.

Por último, la teoría de la illatio considera consumado el hurto cuando se pone la cosa
a buen recaudo, es decir en lugar seguro, para resguardarla.

En la actualidad el debate está centrado entre las teorías de la amotio y de la ablatio.

c.-) Cosa mueble. los objetos materiales susceptibles de tener un valor. Las disposiciones
referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de
apropiación.

Dos son las notas esenciales que caracterizan a la cosa: la materialidad y el valor. Se
exige que la cosa posea un valor, pero no un valor económico exclusivamente. El objeto
sustraído puede representar un interés para la víctima o para el ladrón, que les sirve para
satisfacer sus necesidades, usos, placeres o bien representar un valor puramente afectivo.
Carece de relevancia entonces, la clase de valor que la cosa tenga. En todos estos casos, la
sustracción del objeto constituye el delito de hurto.

El valor ínfimo de la cosa tampoco tiene relevancia a los fines de delito.

La cosa además de ser material y susceptible de tener un valor, debe ser “mueble”. La
noción de cosa mueble en el derecho penal, es un concepto funcional, que no coincide con el
concepto del derecho civil. El Código Penal no sigue el criterio restringido del Código Civil, en el
sentido de adherir a los principios de transportabilidad, accesoriedad y representación.

En el derecho Penal, el concepto de cosa mueble es más amplio que en el derecho civil, la
noción abarca como cosas muebles lo que para el Código Civil son inmuebles por su carácter
representativo, por su accesión a los inmuebles o por su destino.

Que sin perjuicio del diferente tratamiento que el Código Penal da a la cosa mueble
frente al concepto del Código Civil, lo que importa, es que la cosa sea aprehensible y
trasladable, es decir, que pueda ser separada tácticamente del patrimonio de una persona e
incorporada a la del agente.

COSA AJENA: LA COSA MUEBLE, ADEMÁS DEBE SER “AJENA”. Cosa Ajena es aquella
que no es propia ni es susceptible de apropiación u ocupación.

La cosa para que sea hurtable, debe pertenecer a alguien, a otra persona, sea en forma

1- total, es decir cuando el autor no tiene ni una parte idea de ella en comunidad con sus
propietarios;

2-sea en forma parcial, esto es, cuando tiene en propiedad parte de ella, como condómino o
comunero hereditario.

ILEGITIMIDAD: la ilegitimidad comprende un aspecto objetivo que hace referencia a la


conducta del autor, y un aspecto subjetivo que exige que el agente obre a sabiendas de que el
apoderamiento es ilegítimo (con dolo)

DOLO: El hurto es un delito doloso, comprende el conocimiento del desapoderamiento


del tercero y la voluntad de tomar y disponer de la cosa sustraída.

El dolo, abarca el conocimiento de la ajenidad de la cosa y la ilegitimidad del apoderamiento.

Están excluidos la culpa y el dolo eventual, no siendo necesario como dolo típico la
concurrencia de algún especial elemento subjetivo para su configuración, por ejemplo, el
“ánimo de apropiarse” o el “ánimo de lucro”.

HURTOS AGRAVADOS:

El art. 163 del Código Penal establece;” Se aplicará prisión de uno a seis años en los casos
siguientes:

1. Cuando el hurto fuere de productos separados del suelo o de máquinas, instrumentos

de trabajo o de productos agroquímicos, fertilizantes u otros insumos similares, dejados

en el campo, o de alambres u otros elementos de los cercos.

2. Cuando el hurto se cometiere con ocasión de un incendio, explosión, inundación,

naufragio, accidente de ferrocarril, asonada o motín o aprovechando las facilidades


provenientes de cualquier otro desastre o conmoción pública o de un infortunio

particular del damnificado:

3. Cuando se hiciere uso de ganzúa, llave falsa u otro instrumento semejante o de llave

verdadera que hubiese sido sustraída, hallada o retenida;

4. Cuando se perpetre con escalamiento;

5. Cuando el hurto fuere de mercaderías u otras cosas muebles transportadas por

cualquier medio y se cometiere entre el momento de su carga y el de su destino o

entrega, o durante las escalas que se realizaren.

6. Cuando el hurto fuere de vehículos dejados en la vía pública o en lugares de acceso

público.

Para que opere la agravante, no obstante la reforma, los tipos penales vigentes
mantienen como características principales las siguientes:

-Que el hecho se haya cometido en un determinado lugar.

-Que las cosas objeto de las respectivas acciones hayan sido dejadas en el campo, o que
cumplan una determinada función.

Tales características obedecen a la necesidad de suplir el estado de indefensión material


de la riqueza ganadera y de otros objetos útiles para las labores agrarias provocado por su
ubicación natural y sus características intrínsecas (se encuentran en un estado de mayor
vulnerabilidad respecto de las cosas que si dueño o legitimo tenedero puede resguardar
manteniendo un contacto físico directo con ellas).

HURTO CAMPESTRE:

Concurre esta agravante cuando el hurto se relaciona con “productos separados del suelo”.

La doctrina es coincidente en afirmar que la expresión productos abarca a los frutos sin
embargo la controversia surge cuando debe determinarse si la expresión comprende sólo a los
productos vegetales, que son aquellos la que tierra da o produce y se separan del suelo, o si
también abarca a los minerales.

En nuestra opinión, la razón es que abarca a los minerales, pues la ley no hace ninguna
distinción al respecto. Tanto da que se trate de un producto que la tierra produce o que se
saque o extraiga del suelo, como sucede con los minerales. Para la ley es suficiente con que
estén separados del suelo.

Para que concurra la agravante, es necesario que se trate del hurto de productos
separados del suelo que han sido dejados en el campo.

La calificante abarca también al hurto de “máquinas o instrumentos de trabajo”.


Estos elementos pueden ser de cualquier naturaleza, inclusive automotores, pero deben estar
destinados a las tares propias del campo (por ejemplo: arados, cosechadores, trilladoras, etc.).

También se encuentran incluidos como objetos del hurto campestre los productos
agroquímicos, fertilizantes u otros insumos similares dejados en el campo.

En el nuevo texto para evitar que elementos o productos no mencionados queden fuera
del ámbito de las agravantes, incorpora cualquier otro insumo que sea similar a los objetos
previamente enunciados.
El hurto se agrava si la sustracción recae sobre alambres u otros elementos de los
cercos. Esta agravante tiene su razón de ser en la función rural que cumplen los cercos, y no en
la función demarcatoria o de deslinde natural de los fundos. De manera que la agravante sólo
concurre cuando el cerco está cumpliendo ésta función y no otra.

La sustracción debe recaer sobre alambres u otros elementos de los cercos (postes,
varillas, tranquera, etc.), siempre que este exista al momento de la acción furtiva. Debe tratarse
de un cerco en funciones..

HURTO CALAMITOSO:

La agravante tiene en cuenta, fundamentalmente, la menor defensa privada frente a estos


infortunios y, al mismo tiempo, la mayor criminalidad que muestra quien se vale de miserables
ocasiones para robar a las víctimas de calamidad.

La ley supone dos hipótesis distintas:

1) el hurto cometido en ocasión y aprovechando las facilidades provenientes de un desastre o


conmoción pública

2) el hurto cometido con ocasión y aprovechando las facilidades provenientes de un infortunio


particular.

La figura exige que la sustracción se cometa “con ocasión”, ni antes ni después, sino mientras
se está produciendo el desastre o la conmoción pública.

El desastre público es un suceso dañoso de grandes proporciones, cuyos efectos recaen sobre
un número indeterminado de bienes y personas (p. ej.: grandes incendios, explosiones,
terremotos, etc.).

La conmoción pública es también un acontecimiento de gran magnitud, que se caracteriza por


hechos violentos, perturbaciones, alborotos, corridas, etc., que originan confusión y
pesadumbre en un vasto sector de la comunidad (p. ej: rebeliones, motines, protestas callejeras
violentas, conflictos armados).

El infortunio particular es una situación de desgracia o aflicción, física o espiritual, por la que
atraviesa una persona (enfermedades, accidentes, ebriedad, tentativa de suicidio, etc.). El
infortunio debe ser del damnificado por el hurto, es decir, de quien ha sufrido la acción del
ladrón, no de otra u otras personas.

Es necesario que el autor haya aprovechado las facilidades que esas situaciones le han
brindado.

HURTO MEDIANTE GANZÚA, LLAVE FALSA, SUSTRAIDA, HALLADA O RETENIDA

La razón de la agravante está en el empleo de ciertos medios por parte del ladrón que requieren
astucia o habilidad para vencer las defensas de la cosa. El tipo excluye el uso de violencia.

Ganzúa, es todo objeto o instrumento que no siendo llave, permite, mediante maña o
habilidad abrir las cerraduras. Generalmente se trata de un alambre doblado en la punta, o
bien otros objetos que cumplen la misma función de abrir la cerradura. Cualquier instrumento
que se utilice, sea o no una llave, es apto para configurar el hurto agravado. 3

Llave falsa es aquella que no está específicamente destinada por su dueño para abrir la
cerradura (no es la verdadera),

Pero también es falsa la llave verdadera sustraída, hallada o retenida. En estos casos, para que
funciones la agravante, la llave verdadera deber haber sido utilizada ilegítimamente, es decir,
en contra de la voluntad de su dueño.

La llave verdadera se vuelve falsa cuando ha sido sustraída, hallada o retenida.

3
HURTO CON ESCALAMIENTO:

La agravante se funda en la inutilidad de la defensa privada, frente a la habilidad del


ladrón para violar el recinto donde se encuentra la cosa.

Prevalece la idea de que “toda penetración por una vía que no está destinada a servir de
entrada”.

En esta calificante, lo que importa no es la sola circunstancia de ingresar a un lugar por


una vía no permitida o no destinada a ese fin, sino en vencer una defensa, un obstáculo, que
ha sido predispuesto como resguardo de la cosa y para la cual el ladrón debe realizar un
considerable esfuerzo, habilidad o maniobra.

El escalamiento debe ser para entrar en el lugar del hurto, no para salir.

La defensa de la cosa debe ser real, efectiva, no meramente simbólica o decorativa; por ejemplo,

1- una verja muy baja en el frente de la casa no implica una defensa real de la cosa,
2- pero si lo son aquellas que tienen una considerable altura y que son difíciles de escalar,
o por lo menos que exige del autor un esfuerzo superior al normal.

Si la defensa de la cosa se ve debilitada por la propia obra del dueño (por ej.; la actitud
negligente de dejar una escalera o una pila de ladrillos) que permitieron fácilmente al
ladrón entrar al lugar, no se produce hurto con escalamiento

HURTO DE COSAS TRANSPORTADAS

La razón de la agravante radica en la menor protección que ciertas cosas tienen por el
lugar donde se encuentran y por el momento en que se lleva a cabo el ilícito, circunstancias que
aumentan los riesgos propios de un viaje que impiden una eficaz vigilancia privada.

La mayor tutela tiene que ver, con la operativa de los llamados por la prensa “piratas del
asfalto” y con la gran extensión de nuestro territorio y su característica de zonas abiertas sin
protección inmediata.

El delito requiere la concurrencia de dos elementos:

1- que la sustracción recaiga sobre mercaderías, con la palabra mercadería se designa toda
clase de efectos susceptibles de expendio”, o bien sobre otras cosas muebles
transportadas;
2- el otro elemento es que el hurto se cometa en los momentos de la carga de las cosas, en
sus escalas y el de su destino o entrega.

HURTO DE VEHÍCULOS DEJADOS EN LA VIA PÚBLICA O EN LUGARES DE ACCESO


PÚBLICO

La ley protege a los vehículos que se encuentran en la via publica donde estos tienen un mayor
grado de indefensión.

El delito consiste en el apoderamiento ilegítimo de un vehículo que ha sido dejado en la


vía pública o en un lugar de acceso público.

Vehículo es todo artefacto o medio de traslación que se utiliza, precisamente, para el


transporte de personas o cosas y que se desplaza por tierra, aire o agua.

La ley protege no solamente los vehículos rodantes (automóviles, camiones, colectivos,


tractores, motocicletas, etc.), sino también otros de distinta clase y naturaleza, como son los
náuticos o los aéreos, siempre que sirvan para el transporte de objetos o de gente.

El delito se agrava sólo si el vehículo fue dejado, por su dueño o tenedor, en la vía
pública o en un lugar de acceso público. Esto quiere decir que el vehículo debe haber sido
colocado, estacionado, ubicado, etc., en alguno de los sitios mencionados, sin ningún tipo de
custodia que implique una defensa de la cosa.

Por vía pública debe entenderse a todo lugar que se encuentre afectado al uso directo
del público.

1- las calles,
2- plazas,
3- paseos,
4- puentes,
5- caminos, etc.,
6- por donde circulan las personas o cosas en general.

Por lugar de acceso público debe entenderse a aquél que, no siendo una vía pública,
permite el ingreso y uso del público en general. Son aquellos lugares que habitualmente son
utilizados para estacionar, conocidos como playas de estacionamiento, aunque sean privados,
pues lo que importa es que el público pueda transitar libremente.

ABIGEATO (HURTO DE GANADO)

El abigeato es un tipo penal independiente con sus agravantes específicas.

El artículo 167 ter del Código Penal

“Será reprimido con prisión de dos (2) a seis (6) años el que se apoderare ilegítimamente
de una (1) o más cabezas de ganado mayor o menor, total o parcialmente ajena, que se
encontrare en establecimientos rurales o, en ocasión de su transporte, desde el momento de su
carga hasta el de su destino o entrega, incluyendo las escalas que se realicen durante el
trayecto.

El hurto de ganado consiste en el apoderamiento ilegítimo de una o más cabezas de


ganado mayor o menor, que se encontraren en establecimientos rurales o en ocasión de su
transporte.

El tipo legal exige que apoderamiento sea de “ganado”, no de cualquier clase de


animales, vale decir, que debe tratarse de aquellas bestias que forman grey o rebaño y
apacientan en los campos-

Están excluidos ciertos cuadrúpedos menores, como los conejos, castores, nutrias, etc., toda
clase de aves, los animales salvajes y los domesticados que hayan recobrado su antigua
libertad natural, y aquellos animales que no son para carga o carne, por ejemplo los perros.

Son ganado mayor las vacas, bueyes, caballos, mulas, asnos, cebúes y llamas,

Ganado menor las ovejas, cerdos y cabras.

ABIGEATO CALIFICADO:

En razón de la cantidad de ganado o la utilización de un medio motorizado para su transporte


agrava el abigeato.

Agravantes previstas por el artículo 167 quater:

“Se aplicará reclusión o prisión de cuatro (4) a diez (10) años cuando en el abigeato
concurriere alguna de las siguientes circunstancias:

1- El apoderamiento se realizare en las condiciones previstas en el art. 164.

2- Cuando Se alteraren, suprimieren o falsificaren marcas o señales utilizadas para la


identificación del animal. conducta que atenta contra la fe pública.
3- Se falsificaren o se utilizaren certificados de adquisición, guías de tránsito, boletos de marca
o señal, documentación equivalente, falsos. conducta que atenta contra la fe pública.

4- Participare en el hecho una persona que se dedique a la crianza, cuidado, faena, elaboración,
comercialización o transporte de ganado o de productos o subproductos de origen animal.
Estas conductas van contra la confianza que el dueño deposita en estas personas y por el
conocimiento de su tarea o profesión.

5- Participare en el hecho un funcionario público quien, violando los deberes a su cargo o


abusando de sus funciones, facilitare directa o indirectamente su comisión. Estado de
funcionario público y abuso de sus funciones

6- Participaren en el hecho tres (3) o más personas. se agrava por la cantidad de


intervinientes en el hecho.

ROBO SIMPLE:

El art. 164 del Código Penal establece: ”Será reprimido con prisión de 1 mes a 6 años, el
que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, con fuerza en
las cosas o con violencia física en las personas, sea que la violencia tenga lugar antes del robo
para facilitarlo, en el acto de cometerlo o después de cometido para procurar su impunidad.

Los elementos del robo son los mismos que los del hurto, salvo en los medios comisitos
(fuerza y violencia) que son los que dan a la figura su propia fisonomía.

Fuerza en las cosas.

La fuerza es una energía física, que puede ser humana o artificial, y que produce en la
cosa un cambio, un daño o un movimiento.

Se aplica fuerza sobre de una cosa que le “opone resistencia”, sin que importe si el uso
de esa fuerza es ordinaria o extraordinaria. La fuerza que transforma el hurto en robo es toda
aquella “necesaria” para vencer la resistencia al apoderamiento.

Violencia física en las personas:

La violencia consiste en el despliegue, de una energía física, animal o mecánica, fluida o


química, real o simulada, que se ejerce sobre cuerpo de la víctima, por ej., el arrebato, golpes,
empujón, etc.) o contra ella (dirigida hacia la persona, por ej., disparo de arma o amenaza con
arma).

La violencia implica el desarrollo de una actividad física efectiva, real, sobre la víctima.
La violencia puede tener lugar antes del robo para poder facilitar este (por ej., el sueño
producido hipnóticamente por el empleado doméstico al patrón para que, luego por la noche,
actúen los ladrones), o después de cometer el robo para procurar su impunidad

ROBOS AGRAVADOS: Robo con homicidio

El artículo 165 establece: ”Se impondrá reclusión o prisión de 10 a 25 años, si con


motivo u ocasión del robo resultare un homicidio”.

El robo con homicidio, que los clásicos denominaron latrocinio, castiga el


homicidio cometido para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito, o para asegurar sus
resultados, o procurar la impunidad para si o para otro, o por no haber logrado el fin propuesto
al intentar otro delito.

El robo con homicidio es un delito complejo, que exige la consumación de los dos
hechos que lo componen (el apoderamiento violento y la muerte).
También se ha dicho que la diferencia existente entre el homicidio criminis causa
(Art. 80 inc. 7 C.P.) y el homicidio con motivo u ocasión de robo, debe buscarse en el propósito
inicial que guía al autor. Procede. Así, la primera calificación si el objetivo perseguido fue el de
matar a la víctima para poder robarle, y la segunda si el reo se propuso un robo y al cometerlo
se presentaron circunstancias ajenas al plan criminoso –tales como la reacción peligrosa de la
víctima-, que dieron lugar al homicidio.

Robo con lesiones: El art. 166 establece:”Se aplicará reclusión o prisión de 5 a


15 años: 1.- Si por las violencias ejercidas para realizar el robo, se causare alguna de las
lesiones previstas en los arts. 90° y 91°”.

Con arreglo al texto legal, sólo las lesiones graves y las gravísimas califican el
robo. Las lesiones leves quedan absorbidas por la violencia propia que importa la comisión del
delito contra la propiedad,

La violencia que causa el resultado lesivo puede ser ejercida en cualquiera de los
momentos a que hace referencia el art. 164, esto es, antes del robo para facilitarlo, en el acto de
cometerlo o después de cometido para procurar la impunidad. Producida la lesión, el delito
queda consumado, aunque el robo haya quedado en grado de tentativa. Por lo tanto, resulta
inadmisible la tentativa del delito agravado.

Robo con armas: El art. 166, en su segunda parte, establece:”Se aplicará


reclusión o prisión de 5 a 15 años:… 2.- Si el robo se cometiere con armas”.

El Código a diferencia de otros ordenamientos, no define ni dice que debe


entenderse por “armas”, por lo que el concepto ha quedado librado a la doctrina y a la
jurisprudencia..

Desde un plano general, puede decirse que arma es “todo objeto, instrumento o
máquina capaz de aumentar el poder ofensivo del hombre”

El concepto abarca tanto las llamadas armas propias, vale decir, aquellos instrumentos
destinados específicamente para el ataque y la defensa,

armas impropias, esto es, aquellos objetos, que si bien carecen de dicho destino
originariamente, se transforman o convierten en arma por el empleo que se hace de ellas.

Armas propias: ballesta, arco y flecha, cuchillo, sevillana, etc. Arma impropia: bastón,
palo, destornillador, botella, etc.

“Si el arma utilizada fuera de fuego, la escala penal prevista se elevará en un tercio en
su mínimo y en su máximo.

Si se cometiere el robo con un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera
tenerse de ningún modo por acreditada, o con un arma de utilería, la pena será de tres a diez
años de reclusión o prisión.”

Los inconvenientes para la aplicación de la nueva disposición se evidencian en los casos


en los cuales aquella aptitud haya sido descartada pericialmente debido a desperfectos del
arma, inidoneidad de los proyectiles o por haber estado descargada.

Ciertamente, si entendemos la idoneidad referida al mecanismo del arma, la


circunstancia de que la misma se encuentre descargada o sus proyectiles no sean aptos para el
disparo llevaría a encuadrar la conducta en el tipo penal del robo simple, pues aun en aquellos
casos sigue siendo idónea.

La denominada “arma de utilería” será un juguete o una réplica de aquella, en


definitiva, un objeto de similares características de un arma,

En ésta hipótesis pueden entenderse comprendida tanto las “armas de utilería” propias
como las impropias. Fundamentalmente, porque cuando la ley ha querido referirse a las armas
de fuego, lo ha aclarado expresamente.
La razón de la agravante radica en la mayor intimidación, puesto que la víctima
desconoce la ausencia de ofensividad del objeto con el cual se la acomete.

Robo en despoblado y en banda: El art. 166 establece:”Se aplicará….2.-Si el robo se


cometiere (…) en despoblado y en banda.”

Despoblado. la mayor penalidad se debe al mayor desamparo que tienen las personas o
las cosas en lugares que, por sus propias características, revelan una menor posibilidad de
auxilio o socorro.

despoblado admite una concepción absoluta y otra relativa. La primera exige que el
lugar donde se cometa el delito esté fuera del radio poblado, esto es, fuera de los lugares
habitados en las ciudades, villas, pueblos o aldeas y sus calles, plazas y baldíos inmediatos;

la segunda requiere que el lugar, fuera del radio poblado, por sus características (lugar
solitario), impida que la víctima pueda recibir el auxilio de otras personas.

Despoblado es además de estar fuera del radio poblado, debe revelar una carencia de
posibilidades de asistencia o apoyo a la víctima o a las cosas por parte de otras personas.

Banda: Por banda debe entenderse el conjunto de tres o más individuos que integran
una asociación criminal, con objetivos para cometer toda clase de delitos en forma
indeterminada.

La mera pluralidad de agentes no configura una banda, esta es la opinión dominante.

Robo en lugar poblado y en banda: El art. 167 del C. P., en su segunda parte
establece:”Se aplicará reclusión o prisión de 3 a 10 años… 2.- Se cometiere en lugares poblados
y en banda.

Se trata de un lugar poblado y en banda. La concurrencia de sólo una de ellas desplaza


el encuadre a la figura simple.

Por oposición a despoblado, “lugar poblado” es todo sitio dentro del radio urbano,
comprensivo de ciudades, villas, pueblos, sus calles, plazas y baldíos inmediatos, en los cuales
la victima o sus bienes pueden contar con el auxilio o el apoyo de otras personas.

Robo con perforación o fractura: En su tercera parte el art. 167 establece:”…3.- Si se


perpetrare el robo con perforación o fractura de pared, cerco, techo o piso, puerta o ventana de
un lugar habitado o sus dependencias inmediatas”,
UNIDAD 2

UNIDAD II.-

LA EXTORSION: Consideraciones generales. I) LA EXTORSION PROPIAMENTE DICHA: a)


la materialidad; b) la ilegitimidad; c) los actos que imponen; d) los objetos que pueden ser
motivo de extorsión; e) consumación y tentativa; f) la culpabilidad. II) LA EXTORSION
CON OBJETO DOCUMENTAL: a) Los medios: la violencia. b) Suscribir o destruir
documentos. Naturaleza del documento. c) Consumación y tentativa. III) EXTORSION
MEDIANTE AMENAZA DE IMPUTACIONES CONTRA EL HONOR O DE VIOLACION DE
SECRETOS. Acciones típicas. IV) EL RESCATE. V) RESCATE DE CADAVERES.

Los delitos de extorsión son los típicos delitos que se consuman con la cooperación de la
víctima, contribuyendo esta a producir el resultado patrimonialmente perjudicial,
convirtiéndose también en protagonista.

El acto de disposición patrimonial constituye un requisito positivo implícito, concretándose en


ello la cooperación artificiosa de la víctima. Son delitos completos, porque están constituidos
por delitos en los cuales se concreta la vis (amenaza, lesión, etc.) y la inducción a un cierto
comportamiento dañoso para la víctima y ventajoso para el agente o para un tercero y
pluriofensivos, porque ofenden un interés patrimonial y la libertad personal.

Nuestro Código Penal, prevé cinco tipos de extorsión:

la extorsión básica o común,

la extorsión de documentos,

la extorsión por amenazas de imputaciones contra el honor o de violación de secretos,

el secuestro extorsivo

y la sustracción de cadáveres.

Extorsión básica o común y extorsión de documentos: El Art. 168 del C. P.,


establece: “Será reprimido con reclusión o prisión de 5 a 10 años, el que con intimidación o
simulando autoridad pública o falsa orden de la misma, obligue a otro a entregar, enviar,
depositar o poner a su disposición o la de un tercero, cosas, dinero o documentos que
produzcan efectos jurídicos. Incurrirá en la misma pena el que por los mismos medios o con
violencia, obligue a otro a suscribir o destruir documentos de obligación o crédito”.

1.-) Extorsión básica o común: Está prevista en la primera parte del Art. 168. El sujeto
activo de esta clase de extorsión puede ser cualquier persona, inclusive un funcionario público.
Sujeto pasivo es la persona física cuya voluntad se ve constreñida por la amenaza que sufre del
autor. Los derechos bienes o intereses patrimoniales exigidos pueden pertenecer a una persona
física o jurídica, pudiendo ser su titular la propia víctima o un tercero.

2.-) Acción material. Consumación y tentativa. El delito experimental. La acción


ejecutiva esta definida por el verbo “obligar”, cuyo contenido puede entenderse como compeler,
exigir, hacer cumplir una cosa o mandato. La actividad prohibida no consiste en intimidar a la
víctima sino en obligar a esta a través de los medios típicos, a realizar una prestación con
significado patrimonial.

El delito se perfecciona cuando la víctima ha obrado de acuerdo a las directivas del


autor, realizando las conductas descriptas en la ley: entregar, enviar, depositar o poner a
disposición del autor la cosa exigida.

En los casos de entrega, el delito se consuma cuando la cosa es decepcionada por el


autor; en el envío, cuando el objeto es mandado o dirigido al autor o a quién éste indique; en el
depósito, cuando se deja o coloca la cosa en un lugar determinado; y en la puesta a
disposición, cuando se la coloca en condiciones de que el autor o un tercero dispongan
materialmente de ella. La consumación no implica necesariamente el logro de provecho alguno,
aunque si debe concurrir la producción de un perjuicio patrimonial, el cual es siempre la
consecuencia de la prestación o del acto positivo de disposición.

El delito admite la tentativa, la cual concurre cuando el autor a comenzado a intimidar,


simular o invocar.

El tema en cuestión se enmarca en lo que doctrinal y jurisprudencialmente se ha dado


en llamar “delito experimental”.

El delito experimental es aquél que es provocado por la autoridad con la finalidad de


atrapar al delincuente sospechado. En estos casos se le tiende una trampa al extorsionador
(con señuelos, paquetes con recortes de diarios simulando dinero, etc.) para que caiga en
manos de la autoridad.

3.-) Intimidación. Simulación de autoridad pública. Falsa orden.

La intimidación o amenaza, consiste en infundir temor en la víctima a través del


anuncio o advertencia de un mal que recaerá sobre ella o un tercero, o sobre bienes que se
estiman valiosos para la persona. Así como la violencia es energía física consumada, la
amenaza es energía física anunciada.

Lo relevante para la procedencia de este delito es que la intimidación sea idónea para
atemorizar, es decir, que tenga la aptitud suficiente, para crear en la víctima ese estado de
miedo que la obliga a realizar la prestación exigida por el autor. Además debe ser ilegítima, esto
es, realizada sin ningún derecho sobre lo que se exige. Si el autor no puede exigir jurídicamente
su pretensión, la exigencia es ilegítima. Por el contrario, si puede hacerlo, porque su pretensión
tiene fundamento en el orden jurídico, la amenaza nunca podrá ser extorsiva.

Lo característico de la intimidación es que coloca a la víctima ante un dilema: o se


somete a las exigencias del autor o afronta el riesgo de que el daño anunciado se produzca.
Cualquiera sea la opción que en el caso elija, siempre lo será con una voluntad viciada, pues no
habrá podido elegir libremente.

La simulación de autoridad pública consiste en fingir o aparentar una calidad


funcional que no se posee. El temor de la víctima tiene su causa en el acto de autoridad que
invoca el autor.

En la simulación de falsa orden de autoridad pública, el autor finge la existencia de


una orden –mandato o prohibición-, que proviene de una autoridad pública.

4.-) Actos impuestos a la víctima: Todo acto extorsivo presupone una víctima a quien
se le impone una serie de actos que son realizados, precisamente, por la influencia de aquella
actitud compulsiva y que, según la ley, puede consistir en entregar, depositar o poner a
disposición.

5.-) Objetos sobre los que recae el delito: son las cosas, el dinero y los documentos
que produzcan efectos jurídicos.

Por dinero debe entenderse la moneda que circula en el país, de curso legal en él o fuera
de él, sea nacional o extranjera. Si no posee curso legal, el objeto se desplaza al concepto de
cosa (monedas de colección).

La expresión documento comprende a cualquier manifestación de voluntad firmada,


destinada a servir de prueba. La ley hace referencia a documentos que produzcan efectos
jurídicos, sin ningún tipo de distinción, pero debe considerarse comprendido cualquier
documento que produzcan efectos jurídicos que, de algún modo puedan ser apreciados
pecuniariamente.
Extorsión de Documentos: la figura está prevista en el segundo párrafo del art. 168, y
para su análisis caben las explicaciones que hemos dado para la extorsión común.

La diferencia con el tipo básico reside en dos circunstancias: en el empleo de violencia


como medio para cometer el ilícito (además de los medios comunes) y en los actos exigidos a la
víctima., esto es la suscripción o la destrucción de documentos de obligación o crédito.

1.-) Violencia, significa aquí violencia física. El concepto abarca la violencia expresa,
vale decir la que recae directamente sobre el cuerpo de la víctima, y la violencia tacita, esto es,
la que sin alcanzar el cuerpo de la víctima se dirige en contra de ella (existe una amenaza de
empleo inmediato de violencia).

2.-) En esta hipótesis, el autor obliga a la víctima a suscribir o destruir un documento


de obligación o crédito. Se suscribe un documento cuando se lo firma, de modo que puede ser
jurídicamente exigible. La firma al pie del documento implica el reconocimiento de la obligación
o de crédito. Se destruye un documento cuando se lo hace cesar en su existencia material,
rompiéndolo, quemándolo, borrando sus partes esenciales, haciéndolo desaparecer etc.

Debe tratarse de un documento de obligación o crédito, vale decir que represente el


derecho de exigir la cosa que es objeto de la obligación (que es un crédito), o de dar una cosa,
que es una deuda. El documento puede ser público o privado.

Extorsión mediante amenazas al honor o de violación de secretos (chantaje). El art.


168 del Código Penal establece: ”Será reprimido con reclusión o prisión de 3 a 8 años el que,
por amenazas de imputaciones contra el honor o de violación de secretos, cometiere alguno de
los hechos expresados en el artículo precedente”.

La diferencia con la figura básica de extorsión reside solo en el medio empleado por el
autor: amenazas de imputaciones contra el honor o de revelación de secretos.

Carece de importancia que la imputación con la que se amenaza sea verdadera o falsa,
pues, cualquiera fuere el caso, puede lesionarse el honor de la víctima. Lo importante es que
existe una imputación, esto es, poner a cargo de alguien una conducta, un vicio, una
costumbre o calidades susceptibles de ser apreciadas peyorativamente para la personalidad del
ofendido.

La amenaza puede asumir variadas formas, verbal o escrita, expresa o tácita, genérica o
indeterminada, encubierta, directa o indirecta, etc., y puede estar dirigida a lesionar el honor de
la víctima o de un tercero.

Las revelaciones de secretos constituyen otro de los medios extorsivos señalados por la
ley. La expresión secreto hace referencia a algo que se mantiene dentro de una esfera
reservada, íntima u oculta, del individuo, que es, precisamente, lo que a la víctima interesa
preservar.

La criminalidad de la conducta radica en el temor del sujeto pasivo a que un aspecto de


su vida íntima adquiera notoriedad por la indebida divulgación. Es el precio del silencio, El
secreto puede pertenecer a la víctima o a un tercero.

Secuestro extorsivo. El Art. 170 del Código Penal dice:”Se impondrá reclusión o prisión
de 5 a 15 años, al que sustrajere, retuviere u ocultare a una persona para sacar rescate. Si el
autor lograre su propósito, el mínimo de la pena se elevará a 8 años. La pena será de 10 a 25
años de prisión o reclusión:

1.- Si la víctima fuese una mujer embarazada; un menor de 18 años de edad o un mayor
de 70 años de edad.
2.-Si el hecho se cometiere en la persona de un ascendiente; de un hermano; del
cónyuge o conviviente; o de otro individuo a quien se deba respeto particular.

3.-Si causare a la víctima lesiones graves o gravísimas.

4.- Cuando la víctima sea una persona discapacitada; enferma; o que no pueda valerse
por si misma.

5.-Cuando el agente sea funcionario o empleado público; o pertenezca o haya


pertenecido a alguna fuerza de seguridad u organismo de inteligencia del Estado.

6.-Cuando participaren en el hecho tres (3) o más personas.

La pena será de 15 a 25 años de prisión o reclusión si del hecho resultare la muerte de


la persona del ofendido, como consecuencia no querida por el autor.

La pena será de prisión o reclusión perpetua si se causara intencionalmente la muerte


de la persona ofendida.

La pena del partícipe que, desvinculándose de los otros, se esforzare de modo que la
víctima recupere la libertad, sin que tal resultado fuese la consecuencia del pago del precio de
la libertad, se reducirá de un tercio a la mitad.

El secuestro extorsivo se caracteriza, precisamente, por una ofensa al patrimonio a


través de un atentado a la libertad individual.

Se trata de una figura de peligro para el derecho de propiedad, de carácter permanente,


cuya materialidad perdura en el tiempo mientras se mantenga la situación de privación de
libertad del sujeto pasivo.

La acción material del delito está dada por los verbos típicos sustraer, retener u
ocultar a una persona para obtener rescate.

Sustraer quiere decir tanto apartar a la persona del sitio en donde se hallaba como
sacarla o separarla de la esfera de custodia en la que se encontraba. Lo que importa en esta
clase de acción es que se produzca el desplazamiento de la víctima hacia el poder efectivo del
agente.

Retener a la persona consiste en mantenerla fuera de esa esfera de custodia. La retención


presupone la sustracción del sujeto por parte de otra persona y la retención por parte de quien
la ha recibido.

Ocultar significa esconde a la víctima. El ocultamiento presupone siempre la retención,

el tipo exige que el secuestro se materialice para sacar rescate; por lo tanto se trata de
una figura compatible con el dolo directo.

Sacar rescate quiere decir obtener un precio por la libertad del secuestrado. Es
suficiente con la privación de la libertad individual a la que se le suma la intención específica
de obtener un precio por la liberación del secuestrado. Por lo tanto, el delito se consuma con el
secuestro de la persona, independientemente de que se logre o no el rescate.

La nueva redacción de la norma, en la cual se incluyen nuevas agravantes, con penas


que van desde los 10 a los 25 años, que atienden:

a.-) al estado de particular indefensión de la víctima (minoridad, embarazo, senectud,


discapacidad);

b.-) A la condición de la víctima, en la cual se incluye ahora, como sujeto pasivo, junto con el
ascendiente, hermano, cónyuge o demás personas a quien se deba respeto particular, al
conviviente; lo cual se inserta en la aceptación generalizada de la equiparación jurídica de las
uniones de hecho, a los efectos del matrimonio;

c.-) a la causación de lesiones graves o gravísimas:

d.-) a la participación de tres o más personas; y

e.-) a la calidad, sea actual o pretérita, de funcionario o empleado público que revista el autor.

A su vez se diferencia la causación dolosa de la muerte de la víctima, castigada con la


pena de reclusión o prisión perpetua, de la imprudente, para la cual se prevé una pena de 15 a
25 años de prisión o reclusión.

Inclusión de la figura del arrepentido o partícipe delator. una atenuación, en un tercio


del máximo y en la mitad del mínimo, de las penas, que alcanza a todos aquellos partícipes o
encubridores que suministren información útil que permita conocer el lugar de cautiverio de la
víctima o la identidad de otros partícipes o encubridores del hecho, o bien, cualquier otro dato
que permita el esclarecimiento del hecho.

Sustracción de cadáveres.- El Art. 171 del C. P. establece:” Sufrirá prisión de 2 a 6


años, el que sustrajere un cadáver para hacerse pagar su devolución”.

La acción material del delito está dada por el verbo substraer, que quiere decir tanto
como apoderarse, apropiarse, tomar el cadáver del lugar en que se encuentre, etc.

al igual que el secuestro extorsivo, se especializa, teniendo en cuenta que la disposición


exige que la sustracción del cadáver lo sea para hacerse pagar su devolución. cualquier otra
finalidad que no sea la de obtener un precio en dinero u otro valor de contenido patrimonial,
por ejemplo, por broma, venganza, etc., excluye el delito. Por lo tanto, la figura solo es
compatible con el dolo directo.

Por cadáver debe entenderse el cuerpo muerto de lo que en vida fue una persona
humana.

El delito se consuma con la sustracción del cadáver, siempre que el autor persiga el
propósito de hacerse pagar por su devolución.
UNIDAD 3

UNIDAD III: estafas y otras defraudaciones. La defraudación. Estafa y abuso de confianza.


Sistemas legislativos. El sistema del Código Argentino.

LA ESTAFA: Concepto. El perjuicio. El ardid o engaño. El error. Los sujetos pasivos: la estafa
procesal y la administración pública. El aspecto subjetivo. Consumación y tentativa. Medios
enumerados en la ley

CASOS ESPECIALES DE ESTAFA: 1) Fraudes en la entrega de cosas: a) Defraudación en la


sustancia, calidad o cantidad de las cosas que se entregan. b) Defraudación por uso de pesas o
medidas falsas. c) Fraudes en materiales de construcción. d) El Estelionato. e) La venta de cosa
ajena. f) La llamada estafa de seguro. 2) Fraudes mediante documentos: a) Defraudación
haciendo suscribir un documento. b) El abuso de firma en blanco. c) Defraudación mediante
contrato simulado o falsos. e) Defraudación por supresión de documentos. f) Abuso de las
necesidades, pasiones o inexperiencia de un incapaz. 3) defraudación con pretexto de
supuestas remuneraciones ilegales.

LOS ABUSOS DE CONFIANZA: 1) La apropiación o retención indebida. Figura legal. Acciones


típicas. La ilegitimidad. La culpabilidad. 2) La administración fraudulenta. Figura legal.
Autores. Aspecto objetivo y subjetivo. 3) El desbaratamiento de los derechos acordados. Figura
legal. La materialidad. Presupuestos del delito. Los sujetos. 4) La frustración de derechos.
Figura legal. La materialidad. Los sujetos. 5) Administración fiduciaria, de fondos comunes de
inversión y de contratos de leasing infieles. 6) Ejecuciones extrajudiciales indebidas. 7) Omisión
de consignar el pago en letras hipotecarias.

LAS FIGURAS ATENUADAS: 1) La apropiación de cosa perdida o de tesoro. 2) La apropiación


de cosa habida por error o caso fortuito. 3) La apropiación de prenda. 4) La desnaturalización
del cheque.

ESTAFAS Y OTRAS DEFRAUDACIONES

los delitos de estafas y otras defraudaciones, la acción de la víctima se origina en su voluntad


viciada por un error suscitado en ella, como también puede ocurrir que ese error induzca a la
víctima a omitir conductas, cuyas omisiones facilitan la actividad ilícita del sujeto activo;
La protección de la propiedad no se manifiesta aquí a través de la intangibilidad de
la tenencia de las cosas, sino de la permanencia constitutiva de la propiedad misma en el
estado en que se encontraba antes del hecho delictivo.

Defraudación es el género y la estafa es una especie que queda comprendida dentro de


esta denominación general.

ESTAFA

El art. 172 del C. P. reprime con prisión de un mes a seis años al que “defraudare a otro
con nombre supuesto, calidad simulada, falsos títulos, influencia mentida, abuso de confianza
o aparentando bienes, crédito, comisión o empresa o negociación o valiéndose de cualquier otro
ardid o engaño”.

La estafa puede describirse, como el hecho por medio del cual una persona toma, a raíz
de un error provocado, una disposición patrimonial perjudicial que dicho agente pretende
convertir en beneficio propio o de un tercero.
La secuencia causal en la estafa es la siguiente:

el agente despliega una actividad engañosa que induce a error a una persona, quien,

en virtud de ese error, realiza una prestación que resulta perjudicial para un patrimonio. La
conducta es, pues, la de defraudar por medio de ardid o engaño.

El perjuicio patrimonial: Es perjuicio patrimonial es un elemento esencial del delito.


Sin él no existe defraudación. Engaño sin perjuicio, decía el profesor Antón Oneca, no es estafa.

La estafa, como delito patrimonial que es, es un delito de daño efectivo y como tal
requiere, para su consumación, la producción de un perjuicio económico cierto y real, no
meramente hipotético o de posible concreción.

El perjuicio es el daño, menoscabo o detrimento sufrido en el patrimonio de un tercero


por obra del fraude del autor.

El perjuicio es siempre la consecuencia de una disposición patrimonial realizada por la


víctima a favor del autor o de un tercero. Por lo tanto, la inexistencia de un acto dispositivo de
propiedad excluye la posibilidad del delito.

La disposición consiste en la entrega del objeto al autor o a un tercero, como producto


del engaño sufrido por la conducta fraudulenta del sujeto activo.

El ardid y el engaño: El ardid y el engaño son las dos modalidades previstas en la ley
para caracterizar la estafa.

El engaño constituye, en realidad, la característica de la estafa, le da fisonomía propia


al delito y lo distingue de las demás formas de agresión al derecho patrimonial. Es un elemento
intelectual o inmaterial, cuya génesis se produce en la psiquis del individuo. Es un elemento
esencial al delito, tanto que su ausencia lo elimina.

En general hay acuerdo en calificar al ardid como un artificio empleado hábil y


mañosamente para el logro de alguna cosa y al engaño como la falta de verdad en lo que se
dice, piensa o hace.

La estafa, es un delito de doble voluntad, en donde uno engaña y otro es engañado. Los
dos accionan. Uno embaucando y el otro disponiendo lo que no hubiera realizado sin ese
embaucamiento. La estafa requiere el concurso de dos voluntades ligadas por una relación
jurídica inicial. Sin acuerdo o negocio jurídico originario no hay estafa.

Como ya se tiene dicho la estafa requiere un sujeto que engañe y una víctima que sea
engañada, no obstante las diligencias llevadas a cabo por esta para evitarlo.
El error: Error es el conocimiento falso sobre algo. Se trata de un requisito no escrito en
el tipo, pero de reconocimiento generalizado en el ámbito doctrinario y jurisprudencial. Si la
conducta engañosa no suscita –crea o refuerza- un error en la víctima, no es posible hablar de
estafa.

El error constituye el elemento nuclear de la estafa. Es el eslabón o nexo que une el


ardid o el engaño con el perjuicio patrimonial. El componente que permite caracterizar a la
estafa como un delito de doble tramo: el engaño debe suscitar el error y éste, a su vez, producir
como consecuencia un perjuicio económico a la víctima, como derivación de un acto dispositivo
de propiedad.

Sólo pueden padecer el error las personas que poseen el discernimiento necesario para
realizar un juicio crítico acerca de la verdad o falsedad de un hecho.

En la estafa, a diferencia del hurto o el robo, en el que la conducta típica implica tomar
físicamente la cosa-, la víctima se convierte en colaboradora del autor, entregando la cosa
voluntariamente. Sin un acto dispositivo voluntario- aunque viciado por el error-, no puede
haber estafa.

La ausencia de un perjuicio patrimonial como consecuencia del ardid o engaño o la


existencia de un beneficio patrimonial para el sujeto pasivo impide la configuración de la estafa.

No basta un perjuicio patrimonial; este debe ser real y concreto; además, la


compensación patrimonial elimina el perjuicio y, por lo tanto, el delito de estafa.

Con especto a la idoneidad del ardid, hay que observar la calidad cultural y personal del
sujeto pasivo en el caso concreto, para considerarlo idóneo y eficaz.

La ausencia de causalidad entre el error inducido por el ardid del agente y el perjuicio
patrimonial desplaza la criminalidad del hecho. La culpa es incompatible con el delito de estafa.

Defraudaciones en el cumplimiento de los contratos u obligaciones sobre la


entrega de cosas debidas

Art: 173. Sin perjuicio de la disposición general del artículo precedente, se


considerarán casos especiales de defraudación y sufrirán la pena que él establece: 1º- El
que defraudare a otro en la sustancia, calidad o cantidad de las cosas que le entregue en
virtud de contrato o de un título obligatorio;

La conducta punible es entregar una cosa de diferente sustancia, inferior calidad o


cantidad de la debida como contraprestación de un contrato u obligación, perpetrando el hecho
por medio de un ardid o engaño.
El ardid debe recaer sobre la sustancia de una cosa, es decir, sobre su naturaleza o
esencia, sobre su calidad”, sobre el conjunto de propiedades inherentes a una cosa que la
caracterizan frente a otras propias de su misma especie; o sobre su “cantidad”, que hace
referencia al número, peso o medida.

El dolo exige el conocimiento de las diferencias entre lo que se entrega y lo que se debe.
Exige también la voluntad de utilizar el fraude para perjudicar un patrimonio por medio del
error creado en el sujeto pasivo.

Retención indebida

2º El que con perjuicio de otro se negare a restituir o no restituyere a su debido


tiempo, dinero, efectos o cualquier otra cosa mueble que se le haya dado en depósito,
comisión, administración u otro título que produzca obligación de entregar o devolver;

El presupuesto de este delito es que el autor tenga los objetos bajo su poder o custodia.

Se exige un título que produzca para el agente la obligación de entregar o devolver.

La conducta es la de negarse a restituir o la de no restituir a su debido tempo.

El delito exige como “presupuesto” la existencia de una relación jurídica o de hecho,


entre el autor de la retención y el titular de la cosa. Esta relación se pone de manifiesto con la
existencia de un “título” que produce la obligación de entregar o devolver la cosa.

La retención debe ser ilegítima, es decir que el obligado no posee derecho a retener la
cosa.

Los objetos son cosas muebles, dinero, valores ajenos. El delito se consuma con la
realización del perjuicio. No es admisible la tentativa.

Es indispensable el ánimo o beneficio a un tercero o a si mismo con la acción abusiva.

La subjetividad requiere el conocimiento de la obligación de entregar o devolver creada


por el título, el carácter ajeno de la cosa y la voluntad de omitir las obligaciones respectivas.

Estafa mediante suscripción de documento

3º El que defraudare, haciendo suscribir con engaño algún documento.


Siendo la conducta la de defraudar haciendo suscribir con engaño un documento, es
necesario que el agente despliegue un engaño para obtener la firma de un documento apto para
defraudar.

El objeto material del delito es algún documento público o privado, pero siempre se debe
tratar de un documento cuyo contenido implique un daño patrimonial o plantee la posibilidad
de causarlo.

Para un sector de la doctrina, la consumación se produce en el instante mismo en que el


autor obtiene de la víctima la suscripción del documento.

Sin embargo para otro sector de opinión, se considera que para su consumación es
necesario un perjuicio patrimonial. Se admite la tentativa.

Estafa por abuso de firma en blanco

4º El que cometiere alguna defraudación abusando de firma en blanco, extendiendo


con ella algún documento en perjuicio de mismo que la dio o de tercero;

Esta es una figura mixta de abuso de confianza y fraude. El delito requiere la


preexistencia de una firma en blanco en poder del agente. El que recibe el documento debe
llenarlo abusivamente en desacuerdo con las instrucciones y en perjuicio de quien lo dio, en
cuyo caso será necesario que el firmante tenga la posibilidad de obligar a este tercero con su
sola firma.

El documento debe haberse entregado voluntariamente para extender sobre él la


escritura . La obtención del documento por medio de violencia, engaño o coacción, o por la
comisión de otro delito, o por haber sido encontrado en blanco, excluyen la defraudación, sin
perjuicio de que su llenado implique algún tipo de falsedad documental.

El agente abusa de la firma en blanco cuando extiende con ella algún documento
distinto de aquél para el cual se le había otorgado el pertinente mandato o completa el
parcialmente extendido con cláusulas distintas de las que había dispuesto incluir el firmante.

Estafa por sustracción

5º El dueño de una cosa mueble que la sustrajere de quien la tenga legítimamente


en su poder, con perjuicio del mismo o de un tercero;

El agente ha de ser el propietario de una cosa mueble, objeto material del delito.
La conducta punible consiste en sustraer la cosa mueble de quien la tenga
legítimamente.

Es presupuesto del delito que la cosa sea poseída por un tercero en virtud de un título
legítimo.

El sujeto pasivo no entrega la cosa que tiene en su poder, sino que es tomada por el
autor, sin violencia ni engaño, es decir, furtivamente, sin su anuencia o permiso.

Se requiere un perjuicio efectivo para la consumación.

Contratación simulada y falsos recibos

6º El que otorgare en perjuicio de otro, un contrato simulado o falsos recibos;

Se trata de una figura especial de fraude que se comete por medio del otorgamiento de
un contrato simulado o recibo falso, en perjuicio de un tercero.

Son objetos materiales de este fraude los contratos simulados y los falsos recibos.

Se trata de un acto de codelincuencia en el que dos personas fingen un acto –el contrato
o el recibo- para perjudicar a otra.

Un contrato es simulado cuando aparenta un acto jurídico que no es real o no es el


verdadero. El recibo es falso cuando contiene una constancia de la entrega de algo (cosas,
valores, o dinero), que no responde a la realidad.

El perjuicio debe producirse con el mismo otorgamiento o con la utilización posterior del
contrato simulado.

La culpabilidad requiere la dirección de la voluntad al otorgamiento del acto simulado


para perjudicar engañosamente con él, no admitiendo más dolo que el directo.

Administración infiel

7º El que, por disposición de la ley, de la autoridad o por un acto jurídico, tuviera a


su cargo el manejo, la administración o el cuidado de bienes o intereses pecuniarios
ajenos, y con el fin de procurar para sí o para un tercero un lucro indebido o para causar
daño, violando sus deberes perjudicare los intereses confiados u obligare abusivamente al
titular de éstos;

Sujeto activo sólo puede ser la persona a quien se le ha confiado el manejo, la


administración o el cuidado de bienes e intereses pecuniarios ajenos y sobre los que ejerce un
poder de disposición en razón de la relación que tienen con el patrimonio ajeno.

Es una defraudación por abuso de confianza ya que no necesita el engaño para que se
produzca el perjuicio, sino el abuso de los poderes que el autor ejerce e virtud de un acto
preexistente.

El sujeto activo ha de tener a su cargo, esto es, debe habérsele encomendado o confiado
pertenencias de otro, facultad que pone al agente en condiciones de realizar negocios jurídicos,
con efectos a favor y en contra del titular de un patrimonio ajeno. Esta facultad del autor de
“tener a cargo” se determina en la ley a través del manejo, el cuidado y la administración.

La administración implica generalmente, el gobierno y la dirección de la totalidad del


patrimonio ajeno. Por ejemplo la administración de los bienes de los hijos por parte de los
padres.

El manejo denota la idea de una facultad o gestión particularizada, es decir, reducida a


uno o más negocios individualmente considerados.

El cuidado implica una situación jurídica que tiende a la función concreta de


conservación, guarda o protección de los intereses ajenos; por ejem. El director de un banco
que guarda o vigila el dinero ajeno, que no pertenece a la esfera operativa propia de la
institución.

Sujeto pasivo de este ilícito puede ser una persona física o jurídica cuyo patrimonio
tiene a su cargo el autor.

La acción es la de perjudicar los intereses confiados u obligar abusivamente al


titular de ellos, violando los deberes que se originan en el ejercicio del poder que agente
ejerce. Los intereses perjudicados tienen que ser los confiados al agente.

La violación de los deberes tiene que haber originado cualquier de aquellos resultados y
perjudicar abusivamente al titular del patrimonio. El perjuicio puede ser meramente potencial.

La conducta que perjudica u obliga abusivamente tiene que haber sido encarada por el
autor para lograr un lucro indebido a su favor o en el de un tercero. También admite la ley que
la acción haya sido emprendida para dañar el patrimonio o para disminuirlo, sin voluntad de
convertir directamente el perjuicio en beneficio del agente o de un tercero. Sólo se admite el
dolo directo.
“Procede encuadrar en el delito de defraudación por administración fraudulenta la
conducta del sujeto que en calidad de secretario general de un sindicato, ha realizado el cobro
de cheques sin precisar el destino otorgado a los fondos cobrados, ocasionando un perjuicio
patrimonial a la organización sindical. Tal accionar configura el quebrantamiento de la fidelidad
que presupone la infracción al deber de cuidar los intereses patrimoniales ajenos por parte del
sujeto activo.( CNCrim. Y Corr. Sala I, c. 16.366, Lizarraga, Javier Alberto- 18-10-2001)”.

Estafa mediante sustitución, ocultación o mutilación de documento.

8º El que cometiere defraudación, sustituyendo, ocultando o mutilando algún


proceso, expediente, documento u otro papel importante;

La conducta punible es la de defraudar mediante sustitución, ocultamiento o mutilando


la prueba del delito, procesos (prueba que constituye u obra un expediente judicial), expediente
o la prueba obrante en actuaciones labradas por la autoridad pública no judicial (un sumario
administrativo o un documento).

La expresión “importantes” se refiere a instrumentos que produzcan efectos


patrimoniales.

Los objetos materiales de este fraude son procesos, expedientes o documentos.

La consumación se produce con el perjuicio patrimonial derivado de la sustitución,


mutilación u ocultación. Admite la tentativa.

Con respecto a la subjetividad, el agente debe tener la voluntad de realizar la acción


para inducir a error con el fin de perjudicar. Admite solo el dolo directo.

Estelionato

9º El que vendiere o gravare como bienes libres, los que fueren litigiosos o
estuvieren embargados o gravados; y el que vendiere, gravare o arrendare como propios,
bienes ajenos;

El presente se trata de una defraudación; el adquirente, el que obtiene la seguridad


constituida por el bien o el uso de él, lo hace engañado sobre su calidad jurídica o la ocultación
del autor.

Las acciones típicas son vender o gravar bienes (litigiosos, embargados) como si fueran
propios.

También incluye vender, gravar o arrendar un bien ajeno como si fuera propio.
El engaño reside en invocar una condición relativa al bien (como libre o como propio),
que no la posee.

El fraude tiene que estar dirigido a inducir a error al sujeto pasivo sobre la condición del
bien respecto del cual contrata.

El bien puede ser una cosa mueble o inmueble, pero debe ser litigioso, es decir,
estar embargado o gravado, o ser ajeno.

La subjetividad requiere el conocimiento por parte del agente de la condición en la cual


se halla y la voluntad de negociar con él, a fin de recibir la prestación del sujeto pasivo, sin que
éste conozca aquella al llevar a cabo el negocio.

Defraudación so pretexto de remuneración

10º El que defraudare, con pretexto de supuesta remuneración a los jueces u otros
empleados públicos;

El engaño que produce el agente reside en la falsa afirmación de que debe remunerar al
juez o funcionario para obtener o por haber obtenido algo de la actividad de ellos.

La conducta punible es solicitar una prestación con el pretexto de darla como


remuneración a un juez o empleado público.

El perjuicio se concreta con la prestación que no va a ser aplicada a la remuneración.


Admite la tentativa.

El dolo reside en el conocimiento de la falsedad de la procedencia de la remuneración.

Desbaratamiento de derechos acordados.

11º El que tornare imposible, incierto o litigioso el derecho sobre un bien o el


cumplimiento, en las condiciones pactadas, de una obligación referente al mismo, sea
mediante cualquier acto jurídico relativo al mismo bien, aunque no importe enajenación,
sea removiéndolo, reteniéndolo, ocultándolo o dañándolo, siempre que el derecho o la
obligación hubieran sido acordados a otro por un precio o como garantía;

Se trata de una defraudación por abuso de la situación jurídica o de hecho. No es un


caso de fraude ni de abuso de confianza.
Es necesaria la preexistencia de un negocio jurídico en virtud del cual el agente haya
otorgado a otro un derecho sobre él o haya pactado sobre éste una obligación de carácter
personal. Se debe tratar de un negocio jurídico válido y oneroso.

La conducta consiste en desbaratar un derecho real sobre un bien mueble o inmueble,


es decir, tornar imposible, incierto o litigioso el derecho sobre un bien o el cumplimiento, en las
mismas condiciones pactadas, de una obligación referente al mismo. Se pretende desbaratar
una obligación de dar.

El perjuicio se determina en el hecho de que no obstante el pago del precio, el sujeto


pasivo ve frustrado el derecho sobre el bien al no poder ejercerlo o al no poder hacerlo con
libertad y certidumbre propias del modo en el cual se adquirió, o al ver disminuida la medida o
la efectividad de la garantía constituida por el bien. Así, la primera etapa la constituye una
relación jurídica lícita en la que se acuerda el derecho o la obligación referente al bien; la otra
se da con el acto desbaratador, mediante el cual se otorga a otro un derecho mejor que el que
tenía originariamente sobre el mismo bien.

Los medios por los cuales puede cometerse el delito pueden ser “cualquier acto jurídico”
o un “acto material” de los que están enunciados en la ley (remover, retener, ocultar o dañar).

El hecho se consuma con la realización de las acciones frustratorias.

Defraudación de derechos

12 El titular fiduciario, el administrador de fondos comunes de inversión o el


dador de un contrato de leasing, que en beneficio propio o de un tercero dispusiere,
gravare o perjudicare los bienes y de esta manera defraudare los derechos de los
cocontratantes.

Este tipo penal, incorporado por ley 24.441, presupone la previa formalización de un
contrato (fideicomiso, del fondo común de inversión o de leasing), entre los titulares y los
contratantes.

Sujetos activos solo pueden ser el titular fiduciario, el administrador de fondos comunes
de inversión y el dador de un contrato de leasing. Sujetos pasivos son el fiduciante o el
fideicomitente, el beneficiario o el fideicomisario, los inversionistas de un fondo común de
inversión y el tomador de un contrato de leasing.

Como presupuesto la norma exige un contrato de fideicomiso. El art. 1 de la Ley 24441


dice:”Habrá fideicomiso cuando una persona (fiduciante), transmita la propiedad
fiduciaria de bienes determinados a otra (fiduciario), quien se obliga a ejercerla en
beneficio de quien designe en el contrato (beneficiario) y a transmitirla al cumplimiento
de un plazo o condición al fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario”.
El delito consiste en disponer (vender, ceder, donar, etc.). “gravar” (someter el bien a un
embargo, prenda, hipoteca, etc.) los bienes recibidos en fideicomiso.

Los bienes pueden ser mueble (fungibles o no) o inmuebles.

El tipo requiere que el titular fiduciario obre en provecho propio o de un tercero, el cual
debe tratarse de un beneficio económico. Solo admite el dolo directo. Se trata de un delito de
peligro.

El delito del administrador del fondo común de inversión.

Se considera fondo común de inversión a el patrimonio integrado por valores mobiliarios


con oferta pública, metales preciosos, divisas, derechos y obligaciones derivadas de operaciones
de futuro y opciones, instrumentos emitidos por entidades financieras autorizadas por el Banco
Central de la República Argentina y dinero pertenecientes a diversas personas a las cuales se le
reconocen derecho de copropiedad representados por cuota partes cartulares o escriturales.

Sujeto activo es el administrador del Fondo Común de Inversión, que es la persona que
tiene a su cargo la administración y representación de la sociedad.

Sujetos pasivos son los beneficiarios o copropietarios indivisos, es decir los


cuotapartistas.

El delito del dador de un contrato de leasing.

El contrato de leasing es un contrato de locación de cosas al que se agrega una


opción de compra a ejercer por el tomador.

Sujeto activo puede ser, en el leasing financiero, una entidad financiera o una sociedad
que tenga por objeto la realización de este tipo de contratos. En el leasing operativo, en cambio,
sólo puede ser un fabricante o un importador.

Sujeto pasivo es el tomador del contrato.

El objeto del delito son las cosas muebles individuales compradas especialmente por el
dador a un tercero o inmuebles de propiedad del dador o bien cosas muebles destinadas al
equipamiento de industrias, comercios, empresas de servicios, agropecuarias o actividades
profesionales.

15 El que defraudare mediante el uso de una tarjeta de compra, crédito o débito,


cuando la misma hubiere sido falsificada, adulteradaza, hurtada, robada, perdida u
obtenida del legítimo emisor mediante ardid o engaño, o mediante el uso no autorizado
de sus datos, aunque lo hiciere por medio de una operación automática .

Este inciso es una variación más del tema defraudación, a cuyos distintos modos de
tipificar tal ilícito agrega las variadas maneras de usar una tarjeta crediticia, para compras y/o
débitos, que haya sido objeto de una apropiación ilegal.

La seguidilla de creaciones de sustitutos del dinero que permitan transacciones varias


obligará al legislador o a la interpretación judicial y jurisdiccional a agregar más y más incisos,
salvo que el desarrollo de la inteligencia de los nombrados pueda imaginar una forma de
englobar aquellas sin engrosar el cuerpo represor codificado.

Estafa de seguros o préstamo a la gruesa

Art. 174, Sufrirá prisión de dos a seis años:

1º El que para procurarse a si mismo o procurar a otro un provecho ilegal en perjuicio de


un asegurador o de un dador de préstamo a la gruesa, incendiare o destruyere una cosa
asegurada o una nave asegurada o cuya carga o flete estén asegurados o sobre la cual se
haya efectuado un préstamo a la gruesa;

Es necesaria la existencia de un seguro o de un préstamo. El contrato de seguro existe


cuando una persona, el asegurador, se ha obligado mediante una prima o cotización a
resarcir un daño o cumplir la prestación convenida si ocurre el evento previsto.

Préstamo a la gruesa o riesgo marítimo es un contrato por el cual una persona


presta a otra cierta cantidad sobre objetos expuestos a riesgos marítimos, bajo la
condición de que pereciendo esos objetos, pierda el dador la suma prestada y, llegando a
buen puerto, devuelva el tomador la suma prestada con un premio estipulado.

La conducta punible consiste en incendiar o destruir la cosa o la nave asegurada.

Las acciones de incendiar o destruir tienen que ser realizadas por el agente para
procurar para si o para otro un provecho ilegal. La culpabilidad requiere el dolo directo.

Explotación de incapaces

2º El que abusare de las necesidades, pasiones o inexperiencias de un menor o de


un incapaz, declarado o no declarado tal, para hacerle firmar un documento que importe
cualquier efecto jurídico, en daño de él o de otro, aunque el acto sea civilmente nulo;

La conducta es la de abusar aprovechándose de las necesidades, pasiones o


inexperiencia de un menor o un incapaz y tiende a hacer firmar un documento que produzca
efectos jurídicos en perjuicio suyo o de un tercero, aunque el acto sea civilmente nulo.
La culpabilidad sólo admite el dolo directo; exige el conocimiento de la situación del
sujeto pasivo y la finalidad de explotar esa situación.

Defraudación por uso de pesas o medidas falsas

3º El que defraudare usando de pesas o medidas falsas;

Es una defraudación que se caracteriza por la naturaleza del ardid empleado, pues el
fraude consiste en engañar mediante el uso de pesas o medidas falsas.

Las pesas o medidas falsas son aquellas que no se corresponden con su exacto peso
o medida y que están destinadas a ser usadas en las operaciones normales de entrega de
cosas. Son falsas por están adulteradas en su peso o medida y deben ser usadas con
conocimiento de esa adulteración.

El autor puede ser tanto quien entrega la cosa como quien la recibe.

Con respecto al aspecto subjetivo, se requiere el conocimiento del autor de la inexactitud


de la pesa o medida y la voluntad de utilizarla para engañar al sujeto pasivo con el fin de
perjudicarlo patrimonialmente.

Sólo admite el dolo directo.

Estafa de los materiales de construcción

4º El empresario o constructor de una obra cualquiera o el vendedor de materiales


de construcción que cometiere, en la ejecución de la obra o en la entrega de materiales,
un acto fraudulento capaz de poner en peligro la seguridad de las personas, de los bienes
o del Estado;

La conducta punible es la defraudación en la ejecución o en la entrega de los materiales.

Sujeto activo es el empresario o constructor de una obra o el vendedor de los materiales


de construcción, calidades que a veces pueden darse en las mismas personas.

Sujeto pasivo es el propietario o el empresario de dicha obra.

El acto fraudulento debe ser capaz de poner en peligro la seguridad de las


personas, de los bienes o del Estado.

Debe crearse el peligro para darse la consumación.


La subjetividad requiere el conocimiento de las diferencias de los materiales que prevén
utilizar respecto de los convenios y de las deficiencias en la ejecución de la obra, y la voluntad
de proveer o utilizar aquellos o realizar ésta de ese modo, ocultándolo, o no manifestándoselo al
sujeto pasivo, con el fin de perjudicarlo patrimonialmente.

Fraude a la administración pública

5º El que cometiere fraude en perjuicio de alguna administración pública.

El delito se comete cuando el patrimonio del ofendido es la administración pública, vale


decir cuando el sujeto pasivo es la administración pública.

El dolo requiere el conocimiento de la titularidad del patrimonio afectado por la


defraudación

Subversión económica

6º El que maliciosamente afectare el normal desenvolvimiento de un


establecimiento o explotación comercial, industrial, agropecuaria, minera o destinada a
la prestación de servicios; destruyere, dañare, hiciere desaparecer, ocultare o
fraudulentamente disminuyere el valor de materias primas, productos de cualquier
naturaleza, máquinas, equipos, u otros bienes de capital. En los casos de los tres incisos
precedentes, el culpable, si fuere funcionario o empleado público, sufrirá además
inhabilitación especial perpetua.

Apropiación de cosa perdida o tesoro.

Art. 175. Será reprimido con multa de pesos mil a pesos quince mil:

1º El que encontrare perdida una cosa que no le pertenezca o un tesoro y se


apropiare la cosa o la parte del tesoro correspondiente al propietario del suelo, sin
observar las prescripciones del Código Civil.

El agente abusa de las situaciones en las cuales se hallan las cosas que son objeto de la
acción o sujeto pasivo de ella.

La conducta de encontrar –en forma casual o intencional- y, por el otro lado apropiarse.

En la apropiación del tesoro, el delito consiste en apropiarse de la parte del tesoro


que corresponde al propietario del suelo. El objeto material del delito debe ser una cosa
mueble con valor económico, perdida y ajena, o un tesoro que ha salido
involuntariamente de la tenencia del propietario o del que la tenía por él, sin que sepa
donde está o, sabiéndolo, sin que pueda llegar a ella y sin que oto se haya apoderado de
ella.

El delito se consuma con la realización de actos expresos de apropiación o con la


retención de la cosa o el tesoro más allá del tiempo en el cual normalmente se ha tenido la
oportunidad de proceder de acuerdo con las prescripciones civiles sin haber cumplido las
respectivas obligaciones.

El dolo requiere el conocimiento de que el objeto de la apropiación es una cosa perdida o


un tesoro.

Apropiación por error o caso fortuito.

2º El que se apropiare una cosa ajena, en cuya tenencia hubiera entrado a


consecuencias de un error o de un caso fortuito:

Es una defraudación en la que el agente abusa de la situación en la que se halla


respecto del objeto que llegó a su tenencia por circunstancias ajenas a la voluntad dolosa
propia, frustrando el derecho que tiene otra persona a la que le sea restituido.

La conducta punible es la de apropiarse realizando sobre la cosa actos propios de dueño


o reteniéndola después del tiempo en el cual normalmente pudo ser restituida.

Debe haber entrado en esa tenencia a consecuencia del error o caso fortuito.

El dolo reclama el conocimiento de que se trata de una cosa ajena en cuya tenencia se
ha entrado por uno de los medios típicos o la duda sobre esa circunstancia y la voluntad de
apropiarse de la cosa no obstante la certeza o la duda sobre el origen de la tenencia.

Apropiación de prenda.

3º El que vendiere la prenda sobre que prestó dinero o se la apropiare o dispusiere,


ella, sin las formalidades legales.

El tipo requiere de un contrato válido de prenda con desplazamiento. Las acciones


punibles son vender, apropiarse o disponer del objeto que constituye la prenda sin observar las
formalidades legales.

Tales acciones para ser típicas, deben ser realizadas por el acreedor sin observar las
formalidades impuestas por la ley.
La culpabilidad requiere el conocimiento de la calidad en la cual se tiene el objeto y la
voluntad de venderlo, apropiárselo o disponer de él a pesar de ese conocimiento, y sería
compatible con el dolo directo.

Desnaturalización del cheque.

4º El acreedor que a sabiendas exija o acepte de su deudor, a título de documento,


crédito o garantía por una obligación no vencida, un cheque o giro de fecha posterior o en
blanco..

Esta norma se debe a la idea de reprimir procedimientos extorsivos empleados por los
usureros para intimidar a los firmantes de cheques, lo cual se hacía a través de la amenaza de
la denuncia criminal y, de ese modo, pagaran su deuda.

Las conductas típicas son las de exigir o aceptar, a proposición del deudor, su cheque o
giro de fecha posterior o en blanco por una obligación no vencida, a título de documento,
crédito o garantía.

El delito se consuma con la recepción del documento por parte del acreedor. No admite
la tentativa.

Respecto de la subjetividad, la ley exige que el cheque haya sido recibido a sabiendas
por parte del acreedor. Este requiere la certeza del conocimiento del autor y las características
del cheque y la obligación, y de que aquél cumple funciones distintas de aquella para la cual
fue creado legalmente.
UNIDAD 4

UNIDAD IV

USURA. Denominación y bien jurídico. Disposición legal. 1) El aprovechamiento usurario:


previsión legal. Materialidad. 2) Adquisición y transferencia de un crédito usurario: previsión
legal. 3) La agravante.

QUEBRADOS Y OTROS DEUDORES PUNIBLES. Denominación y bien jurídico. El sistema


legislativo del Código argentino. La unidad del delito. 1) Quiebra fraudulenta. Previsión legal. El
autor. El aspecto subjetivo. Las conductas típicas. 2) Quiebra culposa. Previsión legal. Aspecto
subjetivo. Las conductas típicas. 3) Responsabilidad por la quiebra de una persona jurídica.
Previsión legal. Personas responsables. Entes alcanzados por la previsión legal. 4) Concurso
civil fraudulento. Previsión legal. 5) Connivencia dolosa. Previsión legal. Los autores. Los
hechos punibles. 6) Insolvencia fraudulenta. Previsión legal. Materialidad. Aspecto subjetivo.

LA USURPACION. Consideraciones generales. 1) La usurpación propia o despojo. Previsión


legal. Derechos protegidos. La acción típica. Los medios. Aspectos subjetivos. La justificación.
Consumación y tentativa. 2) Turbación de la posesión o de la tenencia. Previsión legal. 3)
Alteración o destrucción de límites. Figura legal. La materialidad. Sujeto activo. 4) Usurpación
de aguas. Previsión legal.

EL DELITO DE DAÑO. Consideraciones generales. 1) la figura básica. Previsión legal. Las


acciones típicas. Aspecto subjetivo. 2) Los daños agravados. La previsión legal. Distintas
figuras.

El delito de usura se encuentra tipificado en el artículo 175 bis del Código Penal.

La palabra usura proviene de la voz latina usurae, con la que antiguamente se


designaba al concepto de interés cobrado por el dinero en el contrato de préstamo: era el precio
del uso del capital.

La doctrina distingue tres clases de usura: crediticia, real y social.

La usura crediticia es aquella relacionada únicamente con el préstamo de dinero.


Negocialmente se limita al contrato de mutuo, con exclusión de otras clases de negocios
jurídicos. La usura real es aquella que se vincula con cualquier negocio jurídico bilateral
(compraventa, permuta, etc.). Lo que importa en esta clase de usura no es el tipo de negocio
que representa sino la prestación. Comprende cualquier finalidad económica y todo tipo de
transacción, por ejemplo, sobre inmuebles, salarios, inclusive la llamada mediación usuraria,
es decir, cuando el culpable se hace dar o prometer ganancias usurarias en razón de mediar
para conseguirle un crédito al deudor. La usura social es aquella que tiene en cuenta un
interés de tipo colectivo, macro social. Comprende las maniobras tendientes a explotar una
necesidad que pertenece a la comunidad, por ejemplo, maniobras de agio y especulación,
explotación de situaciones de escasez de alimentos, vivienda, medicamentos, etc. Generalmente
esta clase de usura está contemplada en leyes especiales, por ejemplo la Ley de Abastecimiento.

También se habla de una usura individual, que es aquella que tiene en cuenta un
interés individual, microsocial. Se explota la necesidad de una persona determinada.

El art. 175 bis solo abarca la usura crediticia y la real.

El tipo delictivo. Primer tipo legal: La acción consiste en hacerse dar o prometer, en
cualquier forma para sí o para un tercero, intereses u otras ventajas pecuniarias exorbitantes o
desproporcionadas con la prestación.

En ambos supuestos el autor debe lograr que la víctima le entregue o prometa darle
algo.

El tipo legal demanda que el autor se aproveche de una situación de necesidad, ligereza
o inexperiencia de la víctima. El gerundio aprovechándose se integra a la acción típica, en el
sentido de que el sujeto activo debe conocer la situación en que se halla el sujeto pasivo y
valerse de esa situación para obtener una ganancia desmedida.

Por necesidad debe entenderse a toda situación de apremio, forzosa, que limita la
libertad de elegir. Debe configurar un verdadero infortunio, su naturaleza ha de ser grave,
trascendente, tanto en su faz cualitativa como cuantitativa, aunque no corresponda valorar su
causa.

La necesidad tampoco puede ser identificada como indigencia o pobreza. Una persona
de gran patrimonio y solvencia económica puede padecer la necesidad requerida por el tipo
penal. Carece de importancia la causa que la origina. Debe ser real, no imaginada por la
víctima, situación que de suceder, excluye el delito.

Quedan también fuera del tipo, las operaciones especulativas o tendientes a lograr
buenos negocios, del mismo modo que el préstamo de dinero destinado a juegos de azar. La
jurisprudencia tiene dicho sobre el particular que “cuando existe móvil lucrativo en quien
recibe el préstamo, no hay adecuación típica respecto del delito de usura”(CNCrim. Y Correc.,
Sala V, 18-2-80, JA, t. 1991-III, p.951).

Por ligereza debe entenderse aquel obrar precipitado, sin la suficiente reflexión o
merituación de la operación que se realiza. Se puede traducir en un obrar culposo, imprudente.

La inexperiencia es la ignorancia o falta de saber o advertimiento en materia de


negocios o transacciones.

Finalmente el tipo exige que el sujeto pasivo dé o prometa intereses u otras ventajas
pecuniarias evidentemente desproporcionadas con la prestación.

La ley no determina que debemos entender por interés usurario. Se trata de una
cuestión de hecho que debe ser materia de valoración judicial.
Las otras ventajas pecuniarias a que hace referencia el texto legal, tiene relevancia más
con el tipo de usura real que con el simple préstamo de dinero. Son ejemplos de ésta categoría
la obligación de entregar cosas muebles o inmuebles; prestación de distintas actividades
laborales o profesionales o de servicios, etc. Lo que importa es que estas ventajas sean
valorables económicamente.

La desproporción entre las prestaciones debe ser “evidente”, esto es, manifiesta,
llamativa, notoria.

Segundo tipo legal. La otra clase de usura contemplada en el primer párrafo del art.
175 bis consiste en el otorgamiento de recaudos o garantías de carácter extorsivos.

La acción aquí es la misma que en el párrafo anterior, sólo que en esta modalidad la
diferencia reside en el carácter extorsivo de los recaudos o garantías exigidos por el autor.

Los recaudos o garantías son resguardos o aseguramiento que toma el acreedor para,
en caso de incumplimiento del deudor, contar con una herramienta eficaz para coaccionarlo a
que cumpla con la prestación, por ejemplo, la exigencia de cheques en blanco. Precisamente el
carácter extorsivo de estos instrumentos reside en que posibilitan al usurero amenazar al
deudor con formular una denuncia criminal si no cumple con su obligación de pago.

Lo que interesa destacar en esta modalidad usuraria es que el tipo no exige la


desproporción en las prestaciones-

La usura sucesiva. Está prevista en el segundo párrafo del art. 175 bis, y consiste en la
adquisición, transferencia o utilización de un crédito usurario.

Debe tratarse de un crédito usurario obtenido en la forma descripta en el primer párrafo


de la disposición, vale decir, a través de una usura de crédito o de una extorsiva. Lo que hace el
autor en esta modalidad es simplemente hacer circular –negociar- el crédito obtenido en las
condiciones originales.

Sujeto activo, puede ser cualquier persona, pero debe ser una persona distinta al autor
de la usura originaria.

El delito se comete con la adquisición, transferencia o utilización del crédito, sea en


forma onerosa o gratuita. Lo que importa es la negociación de la usura principal.

El tercer párrafo del art. 175 bis contempla un tipo agravado de usura, denominado
“usura habitual”.

La agravante funciona para el prestamista o comisionista usurarios, cuando desarrollan


su actividad de manera profesional o habitual.

Se discute sobre el término “habitualidad”, esto es, si ha de entenderse como reiteración


de actos típicos, como oficio o medio de vida, cuyo número o cantidad, en tal caso, deberá ser
materia de apreciación judicial, o bien, como un obrar que revela subjetivamente una tendencia
o intención criminal de la actividad usuraria, sin que importe el número de actos u operaciones
usurarias cometidas, cuya repetición tendría tan solo una significación indiciaria, siendo
suficiente para que concurra la agravante la comisión de un solo hecho.
QUEBRADOS Y OTROS DEUDORES PUNIBLES

El artículo 176 del CP regula la quiebra fraudulenta. El sujeto activo del delito es el
comerciante declarado en quiebra. Se trata de un delito especial propio, porque solo puede ser
cometido por la persona que reúna la cualidad exigida por la norma.

El concepto de comerciante está dado por el art. 1 del Código de Comercio, que dice:”La
ley declara comerciante a todos los individuos que, teniendo capacidad legal para contratar,
ejercen por cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello su profesión habitual”.

El tipo legal exige, entonces, un autor que tenga o haya tenido la calidad al momento de
los hechos, pues, igualmente le alcanza la norma por los actos de comercio realizados cuando
ostentaba dicha condición.

La condición de comerciante debe ser declarada por el juez de comercio y su decisión


no puede ser revisada por el juez penal.

La otra condición que debe reunir el autor es la de haber sido declarado en quiebra.
Esta declaración debe ser pronunciada por el juez comercial y tampoco puede ser revisada por
el juez penal en lo hace al acierto o no de la decisión, pero, como se trata de una prohibición
relativa, se ha entendido que el juez de instrucción penal tiene facultades para revisar todo lo
atinente a la competencia del juez comercial, si existen vicios formales en la decisión o si la
resolución se encuentra o no firme.

Con respecto a la naturaleza de la declaración de quiebra, la controversia doctrinaria


es patente. Para algunos se trata de una cuestión prejudicial, opinión que tenía sustento en las
disposiciones del Código de Comercio derogado. En la actualidad el art. 242 de la Ley de
Concursos, establece expresamente que la resolución del juez comercial no importa cuestión
prejudicial. Para otros, se trata de una circunstancia del delito expresamente establecida por la
ley como una condición objetiva de punibilidad.

En nuestra opinión, se trata de un elemento objetivo del tipo penal, cuya ausencia lo
excluye. La declaración de la quiebra forma parte de la figura delictiva, en cuanto conforma el
núcleo típico aglutinante de los actos de fraude del autor, tanto de los anteriores como de los
posteriores.

Las conductas prohibidas son: 1) Simular, esto es, fingir o imitar, aparentar falsamente
una cosa o situación; “suponer”, vale decir, dar por existente o real algo que no lo es; presentar
algo falso como verdadero; “deudas”, obligación de dar sumas de dinero o bienes;
“enajenación”: transferencia o transmisión del dominio de una cosa o de un derecho; “gastos”:
pagos o empleo de dinero en alguna cosa; “pérdidas”: daño o disminución de los bienes
patrimoniales. Estas conductas coinciden con el enunciado general del art. 235, LC.

2)”No justificar la salida o existencia de bienes que debiera tener”, quiere decir no
demostrar o explicar debidamente el destino dado a bienes que debieron estar a disposición de
la masa, por ser componentes del deudor. Se trata de un supuesto de omisión propia, fundado
en un deber jurídico de obrar nacido de la propia ley comercial.
3)”Sustraer u ocultar alguna cosa que correspondiere a la masa”, debe entenderse
como sacar, remover, retirar, etc., o bien esconder, encubrir, disfrazar, etc., cosas o bienes
materiales con el fin de impedir que pasen a integrar la masa de acreedores.

La disposición comprende únicamente lo objetos materiales susceptibles de tener un


valor (art. 2311 del C. C.).

4)”Conceder ventajas indebidas a cualquier acreedor” importa un quebrantamiento


del principio de igualdad de tratamiento de los acreedores, por cuanto se otorgan ventajas o
mejoras a alguno de ellos en detrimento de otros. La ventaja es indebida, porque coloca al
acreedor beneficiado en mejor situación que los demás.

Subjetivamente, el tipo requiere que los hechos punibles sean cometidos por el
comerciante “en fraude de sus acreedores”.

Se trata de un elemento subjetivo especial incorporado al tipo, que revela la dirección


intencional que debe observar el agente.

La doctrina califica a la quiebra fraudulenta como un delito con pluralidad de hipótesis,


es decir, que se integra con hechos dolosos y culposos, debido precisamente a la función
unificadora que en el tipo cumple la declaración de quiebra.

QUIEBRA CULPOSA

El art. 177 del CP regula la quiebra culposa. El sujeto activo debe ser un comerciante
declarado en quiebra.

La acción punible está definida por el verbo causar su propia quiebra, lo cual debe
suceder a través de actos de negligencia o imprudencia manifiesta.

La ley presupone, a diferencia de la quiebra fraudulenta (en la que se creaba o simulaba


una situación de insolvencia que no era real), un estado de insolvencia verdadero, que deriva,
precisamente, del obrar negligente o imprudente del autor.

Los actos culposos deben obrar en una relación de causa a efecto con respecto de la
cesación de pagos. Esta debe ser la consecuencia directa de las acciones culpables,
circunstancia que se infiere del propio texto legal al exigir que el comerciante haya “causado su
propia quiebra”. Por lo tanto, las conductas punibles deben haberse realizado “antes” de la
declaración de quiebra, ya que debe ser su causa.

El delito es de daño efectivo, pues requiere para su consumación un perjuicio real a los
acreedores. El perjuicio debe ser de contenido patrimonial, pudiendo traducirse en el propio
estado de insolvencia o en un aumento de la capacidad de pago de lo debido por parte del
deudor.

Las conductas culposas que deben llevar al deudor a un estado de insolvencia están
enunciadas en la norma a título meramente ejemplificativo y son las siguientes: a) Gastos
excesivos con relación al capital y al número de personas de su familia. Se trata de gastos
realizados para la atención personal del deudor y de su grupo familiar.
El gasto debe ser excesivo, es decir, superior al normal, necesario y corriente, que no
guarda una relación adecuada frente al patrimonio y entradas totales del deudor.

b) Especulaciones ruinosas. Comprende todo tipo de operaciones o negocios realizados


en forma torpe y con escasas probabilidades de éxito o beneficios.

c) Juego. Abarca juegos de azar, bancados o no, como los que requieren alguna destreza
o habilidad del jugador. Carece de relevancia que el juego esté o no prohibido.

Lo incriminable no es el juego en sí mismo, al igual que los gastos personales, su


reprochabilidad va unida al exceso, con relación al patrimonio del deudor.

d) Abandono de sus negocios. Es la violación del más elemental deber de cuidado del
propio patrimonio.

Implica una despreocupación o desatención elemental de los negocios en general. Se


trata de una falta de control, de una actitud de descuido o indiferencia, respecto del giro
comercial o de la explotación del establecimiento. Es el obrar negligente por excelencia.

Quiebra de una sociedad comercial o de una persona jurídica. El art. 178 del CP
regula esta circunstancia. La “acción” punible consiste en “haber cooperado” en la ejecución de
alguno de los actos de quiebra fraudulenta o culposa a que hacen referencia los art. 176 y 177
del C. Penal.

El precepto importa una excepción a los principios generales de la participación


criminal, ya que prevé la pena del autor tanto para el cómplice primario como para el
secundario.

El art. 178 no se refiere a cualquier ente colectivo sino solo a las sociedades comerciales
y a las personas jurídicas que ejerzan el comercio, a los bancos o entidades financieras y a las
sociedades cooperativas y mutuales. Cada una de estas entidades goza de un régimen legal
especial.

Sujeto activos son los que están enunciados expresamente en la norma y que pueden
ser clasificados desde un doble punto de vista: a) sujetos que ejercen funciones de dirección,
control o representación de la sociedad, entre los que puede contarse al directos, síndico,
administrador, miembro de la comisión fiscalizadora y gerentes; en éstas categorías quedan
abarcadas las personas jurídicas que enumera el último párrafo del artículo, y b) sujetos que
ejercen en el ente colectivo una tarea de asesoramiento, cumpliendo funciones auxiliares
relacionadas con la contabilidad de la empresa.

Concurso civil fraudulento. El art. 179 del C.P. establece su regulación,


presuponiendo este delito la comisión de alguna de las conductas reprimidas a título de quiebra
fraudulenta, razón por la cual corresponde, para su análisis remitirse a dicha figura.

Sujeto activo debe ser un deudor no comerciante concursado civilmente. La regla no


abarca a las personas jurídicas ni a sus representantes o asesores, tal como se establece para
la quiebra culposa.
El régimen jurídico para el concurso civil está normado en el art. 310 de la ley de
concursos.

Insolvencia fraudulenta. El art. 179, 2º párrafo del CP regula este tipo penal.

Sujeto activo solo puede ser el demandado. La doctrina menciona como posibles autores
del delito al deudor de la obligación, incluyendo al fiador y mandatario, al garante, sólo al
deudor, a cualquier persona responsable por una obligación civil, como así al tercero civilmente
responsable en el proceso penal. Con respecto al apoderado judicial o al apoderado que
administra pero que no representa en juicio quedan abarcados por las reglas de la participación
criminal.

El delito requiere, para que el deudor asuma la calidad de sujeto activo, la promoción,
por parte del acreedor, de una acción judicial tendiente a obtener el cumplimiento de la
obligación civil que aquél ha contraído. Sin proceso judicial en marcha no puede haber delito,
menos aún autor, en sentido penal.

La acción material consiste en frustrar, total o parcialmente, el incumplimiento de una


obligación civil. Los actos que frustran el cumplimiento y que funcionan como medios de
comisión del delito, se encuentran taxativamente enunciados en la norma: destruir, inutilizar,
dañar, ocultar, hacer desaparecer o disminuir el valor de los bienes del patrimonio del deudor
demandado.

Usurpación. El art. 181 del C.P. regula las distintas modalidades de delitos de
usurpación.

Entre nosotros, el término responde a un grupo de delitos contra la propiedad,


caracterizado especialmente por la naturaleza de los bienes sobre los recae: bienes inmuebles.

Usurpación por despojo. Sujeto activo puede ser cualquier persona, sin que sea
necesario que reúna características o cualidades especiales.

Quien tiene la cosa no puede ser, a su vez, autor de despojo.

Sujetos pasivos pueden ser el tenedor; el poseedor o el cuasi poseedor. Sólo puede ser
sujeto pasivo del delito quien goza en forma efectiva de la posesión.

La protección penal en la usurpación no recae sobre el inmueble en si mismo. No es este


el objeto de la tutela, sino ciertos derechos que sobre el se tienen, o bien ciertas situaciones de
hecho vinculadas con el inmueble.

El objeto del delito son la posesión o la tenencia de un inmueble o el ejercicio de un


derecho real constituido sobre él. La tutela penal se aplica a la posesión real y efectiva, con
prescindencia del derecho o título y en forma independiente del inmueble como cosa material y
física. Por tal razón, para determinar la existencia del delito, carece de importancia la
legitimidad o ilegitimidad del título que invoca quien reclama la ocupación. Comprende tanto la
posesión legítima como la ilegítima, sea esta de buena o mala fe o viciosa.

Tenedor: El tipo hace referencia al simple tenedor del Código Civil, aun cuando el
concepto de tenencia correspondiente al delito no coincida exactamente con el de la ley civil.
El tenedor que interesa a los fines de la ley penal es quien, por si o por medio de
representante, tiene efectivamente la cosa pero reconociendo en otro la propiedad (art. 2352
CC).

Lo que caracteriza a la tenencia es, precisamente, que se manifiesta como una relación
de hecho entre el hombre y la cosa. Esto es lo que importa al tipo penal. En el delito de
usurpación, lo específicamente amparado no el derecho sino sustancialmente el hecho de la
tenencia.

Poseedor: Es aquel que, por si o por otro, tiene el inmueble bajo su poder con la
intención de someterlo al ejercicio de un derecho de propiedad.

La posesión exige, entonces, la coexistencia de dos elementos: el corpus (detectamiento


de la cosa puesta bajo el propio poder) y el animus (intención de comportarse como dueño o
propietario).

Cuasiposeedor: Es aquel que ejerce un derecho real de uso, usufructo, habitación,


servidumbre, anticresis sobre un inmueble.

Lo que caracteriza a la cuasiposesión es que se ejerce sobre un inmueble del cual otro es
el titular de la posesión y abarca los derechos reales de ejercicio continuado, quedando
excluidas la prenda y la hipoteca.

En la cuasiposesión, a diferencia de la posesión, falta el animus domini o animus rem


sibi abendi (intención de someter la cosa al derecho de propiedad).

La acción típica que requiere el delito del art. 181, consiste en “despojar” a otro del
inmueble que posee o tiene.

El despojo se traduce en la privación del goce material y efectivo del bien al anterior
ocupante. Importa el desplazamiento o exclusión de una ocupación, materializada por un sujeto
que ocupaba el inmueble personalmente o por medio de un representante. Si el despojo ha
privado al sujeto de la tenencia, posesión o ejercicio de un derecho real sobre el inmueble, la
infracción ha quedado perfeccionada.

Los medios comisitos previstos por la ley son la violencia, la amenaza, el engaño, el
abuso de confianza y la clandestinidad.

Por violencia debe entenderse el ejercicio o despliegue de una energía física que puede
recaer sobre las cosas o sobre las personas. El término abarca el empleo de medios hipnóticos o
narcóticos.

La amenaza tiene también un análogo significado a las estudiadas en el delito del art.
149 bis.

El abuso de confianza consiste en un aprovechamiento de la fe o confianza dispensada


por la víctima, para ocupar el inmueble y consumar el despojo. A través de ésta modalidad se
produce lo que en doctrina se conoce como intervención del título, vale decir, el mejoramiento
por propia decisión del título que se tiene o en virtud del cual se entró.
La clandestinidad es un concepto que está definido en el art. 2369 del CC, en los
siguientes términos:”La posesión es clandestina cuando los actos por los cuales se tomó o
continuó, fueron ocultos, o se tomó en ausencia del poseedor o con precauciones para
sustraerla al conocimiento de quienes tenían derecho de oponerse”.

Subjetivamente, la usurpación es un delito doloso compatible con el dolo común, esto


es, con el conocimiento del medio empleado y la voluntad de emplearlo como tal para despojar.

El delito es instantáneo y se consuma con el despojo, vale decir, en el momento en que


se priva a otro del goce efectivo del inmueble.

Turbación de la posesión o tenencia. Se trata de un caso de usurpación sin despojo,


ya que lo que está en juego no es la privación de la posesión o tenencia de un inmueble sino el
tranquilo y pacífico uso y goce del mismo por parte del poseedor.

El delito consiste en turbar la posesión o tenencia de un inmueble mediante violencia o


amenaza.

Los actos turbatorios deben ser materiales, vale decir, que deben recaer sobre el corpus
posesorio restringiendo el uso y goce del inmueble. No deben tender al despojo de la posesión o
tenencia sino a limitar o constreñir el uso y goce que de ellas resulta.

Alteración o destrucción de límites. La materialidad del delito consiste en “destruir” o


“alterar” los términos o límites de un inmueble.

La destrucción implica la eliminación del término o límite de manera que desaparece la


función que cumplen con respecto al fundo. La alteración consiste en cambiar un límite por
otro, modificando la ubicación que tenía.

El concepto de inmueble abarca tanto a los predios urbanos como a los rurales. Los
términos o límites son objetos o señales de distintas características, que sirven para delimitar
los inmuebles contiguos, por ejemplo, cercos, alambrados, mojones, etc. Específicamente, los
“términos” son los mojones o hitos que se colocan para fijar linderos. Los “límites” son los
signos físicos, naturales o artificiales, fijos y permanentes que, con o sin solución de
continuidad, constituyen la línea divisoria de dos inmuebles.

En el plano subjetivo, el delito exige un elemento subjetivo típico:” para apoderarse de


todo o parte de un inmueble”, que se agrega al dolo común de querer alterar o destruir los
términos o límites.

El delito es instantáneo y se consuma con la destrucción o alteración, al margen de que


se hayan logrado o no los designios del autor. La tentativa es posible.

Usurpación de aguas. El art. 182 regula este tipo penal, prescribiendo la norma en
cuestión cuatro tipos delictivos bien diferenciados entre sí, aún cuando entre ellos existan
notas que les son comunes. Así tenemos a) Sustracción de agua. El delito consiste en “sacar
ilícitamente agua de un depósito o de un curso de agua, con el propósito de causar perjuicio a
otro”.

Se trata de un caso de despojo de agua ajena.


El verbo sacar marca la acción material del tipo y debe ser entendido como sinónimo de
substraer, tomar, llevar, apoderarse, etc.

La substracción de agua ajena debe efectuarse mediante la modificación del curso de


agua, no a través de recipientes u otros objetos que puedan contener porciones del líquido en
pequeñas o medianas cantidades.

El término ilícitamente pone de manifiesto un accionar antijurídico de parte del autor,


vale decir, que carezca de derecho al agua substraída.

Subjetivamente el delito es doloso y el dolo abarca el conocimiento de que el agua que se


saca es ajena y que no se tiene derecho a ella. Sin embargo el precepto exige algo más, el
propósito de causar perjuicio, que es un elemento subjetivo del tipo cuya inexistencia excluye
el delito.

b) Estorbo del ejercicio de derechos sobre el agua. El delito consiste, no en un


despojo como en el caso anterior, sino en poner obstáculos o trabas que dificultan el ejercicio
del derecho que un tercero tiene sobre las aguas que están enunciadas en el inciso anterior.

En esta hipótesis, el autor no toca el agua, no la saca de los lugares en que se encuentra
–depósitos, cauces, fuentes, represas, estanques, etc.-, sino que estorba u obstaculiza el
ejercicio del derecho que otro tiene sobre esas aguas.

c) Interrupción de un curso de agua. El tipo penal consiste en interrumpir ilícitamente


un curso de agua, con el propósito de causar perjuicio.

La interrupción ilegítima del curso de agua a que hace referencia el artículo, se traduce
en los verbos represar (estancar, encerrar, impedir que el agua corra), desviar (modificar su
curso o cause norma) o detener (obstaculizar el curso de agua para que pare de correr, impedir
su cause).

d) Usurpación de un derecho sobre un curso de agua. El delito consiste en despojar a


otro de un derecho al uso y goce sobre alguno de los cursos de agua mencionados en el
supuesto anterior.

El tipo exige que el autor obre ilícitamente y con el propósito de causar un perjuicio a
otra persona.

Agravante. La agravante prevista es común para todas las figuras del art. 182 y resulta
aplicable cuando se rompen o alteran diques, esclusas, compuertas u otra obra semejante
hecha en los cursos de agua mencionados en la norma.

Daños. El delito de daño atenta contra el valor económico de la cosa, extinguiéndolo o


disminuyéndolo, no contra su uso o utilización, aún cuando por el menoscabo sufrido no pueda
ser utilizada por su titular o poseedor. El delito se encuentra regulado por la norma del art. 183
del Código Penal.

Sujeto activo, puede ser cualquier persona, siempre que no sea el dueño de la totalidad
de la cosa. Sujeto pasivo es el propietario o titular de la cosa.

La acción material está dada por los verbos destruir, inutilizar y hacer desaparecer.
Destruir, quiere decir deshacer la cosa, arruinarla, romperla en su materialidad.

Inutilizar, significa privar a la cosa de la aptitud que poseía, quitarle provecho,


comodidad o interés.

Hacer desaparecer, equivale a ocultar o perder la cosa, tornarla inexistente o colocarla


fuera de la esfera de poder o control de su tenedor, por ejemplo, tirar el objeto al río, abrir la
puerta de la jaula para que escape el pájaro.

Subjetivamente el delito es doloso, de dolo directo. No están abarcados ni el dolo


eventual ni la culpa.

El delito es instantáneo y de resultado material, que se consuma con la realización de


las acciones típicas. La tentativa es posible.

El daño es un delito subsidiario, vale decir, que la pena se aplica siempre que el hecho
no constituya otro delito más severamente penado.

Agravantes. El delito se agrava conforme a lo dispuesto por el art. 184 si mediaren


cualquiera de las circunstancias siguientes: 1) Ejecutar el hecho con el fin de impedir el libre
ejercicio de la autoridad o en venganza de sus determinaciones; 2) Producir infección o contagio
en aves u otros animales domésticos; 3) Emplear substancias venenosas o corrosivas; 4)
Cometer el delito en despoblado y en banda; 5) Ejecutarlo en archivos, registros, bibliotecas,
museos o en puentes, caminos, paseos u otros bienes de uso público; o en tumbas, signos
conmemorativos, monumentos, estatuas, cuadros u otros objetos de arte colocados en edificios
o lugares públicos.

UNIDAD 5

UNIDAD V
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PUBLICA: El bien jurídico. Contenido. INCENDIOS Y
OTROS ESTRAGOS. Contenido. La figura básica. Destrucción mediante incendios de bosques,
campos y otros bienes. Las figuras agravadas. El estrago. Peligro de desastres e impedimento de
las tareas de defensa. Desastres culposos. Contribución a la comisión de delitos contra la
seguridad común. Fabricación y tenencia de bombas o materias capaces de causar estragos.
Instrucción para preparar materiales peligrosas. Tenencia de armas de guerra o materiales
peligrosos y acopio de armas. DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LOS MEDIOS DE
TRANSPORTE Y DE COMUNICACIÓN. Consideraciones generales. Previsión legal. Atentado
contra la navegación. Accidentes culposos. Entorpecimiento de transportes y servicios públicos.
Abandono de servicios en los transportes. Lanzamiento de cuerpos contundentes y proyectiles.
Entorpecimiento de las comunicaciones telegráficas o telefónicas. PIRATERIA. Bien jurídico.
Contenido. Piratería y abuso de autoridad legítima. Piratería aérea. Usurpación de la autoridad
de un buque o aeronave. Connivencia con piratas. Equipamiento de un buque o aeronave
pirata. Tráfico con piratas. La agravante.
La seguridad pública no debe ser entendida como la general seguridad jurídica a la que el
derecho otorga especial tutela y que constituye una de sus funciones más relevantes, sino como
la seguridad de los bienes en general, es decir, considerados en su totalidad y como
pertenecientes a un número indeterminado de personas.
La seguridad pública, es solo un segmento particular de la seguridad pública general y
se encuentra vinculada estrechamente al sentimiento de confianza de la población, en el
sentido de no verse expuesta a hechos de violencia física o a acciones delictivas de otra
índole en el transcurso de la vida cotidiana.
La seguridad pública presupone un estado exento de riesgos, que debe ser entendido como
una situación objetiva de seguridad general para las personas, puesta a resguardo de ese
peligro común provocado por ciertos hechos delictivos –denominados delitos de peligro, que se
caracterizan por afectar a un número indeterminado de víctimas.
Incendios y otros estragos. La denominación del Capítulo I- “Incendios y otros estragos”-,
nos revela una pauta esclarecedora sobre las características del delito de incendio: se trata de
un tipo especial de estrago. De esta manera, el estrago sería el género y el incendio la especie,
que reúne en sí mismo la potencialidad de crear una verdadera situación de peligro común para
bienes y personas indeterminados.
El art. 186 del CP establece las conductas prohibidas las que pueden ser cometidas por
incendio, explosión o inundación.
El CP no ha definido al incendio. Sin embargo, una noción aproximativa con un sentido
puramente gramatical nos da el diccionario de la lengua, que en su primera acepción
conceptualiza el incendio como el fuego grande que abarca lo que no está destinado a arder
como edificios, mieses, bosques, etc.
Esta primera definición no coincide, sin embargo, con el sentido jurídico penal del término,
con arreglo al cual incendio quiere decir fuego peligroso, es decir, un fuego con poder
autónomo que escapa al contralor de quien lo encendió.
El incendio se caracteriza por ser un fenómeno de potencialidad comunicante,
incontrolable o, al menos de difícil contralor. Una cosa es el fuego –cuya individualidad
podría configurar un daño cuando destruye cosas o bienes-, y otra muy distinta el
incendio, que siempre requiere, además del fuego, que produzca una situación de peligro
común para bienes o personas.
La explosión, según lo entiende la generalidad de la doctrina, es la liberación instantánea e
irrefrenable de gran energía, cuyo origen puede tener lugar en un proceso de combustión,
transformación o de compresión.
La inundación es la invasión de una considerable extensión de terreno por el agua, que
puede darse en forme lenta o impetuosa, instantánea o continuada. Lo que caracteriza a la
inundación al igual que el incendio es la incontrolabilidad del poder del agua, de modo que, por
ser imposible su dominio, derive en un peligro común para bienes o personas.
La materialidad del delito consiste en causar (crear, producir, generar, dar origen, etc.) un
incendio, una explosión o una inundación, siempre que de la acción derive una situación de
peligro para bienes o personas. Si no se produce esta consecuencia, la conducta no sale de los
límites del daño. La dinámica del tipo exige, en todas las hipótesis, la creación de un
peligro común para bienes indeterminados.
En todas las hipótesis previstas, se trata de delitos de peligro concreto, cuya consumación se
produce con la creación del peligro común para bienes indeterminados.
Estrago. El art. 187 regula el delito de estrago y los medios: sumersión o varamiento de nave,
derrumbe de un edificio, inundación, de una mina o cualquier otro medio poderoso de
destrucción.
La voz estrago significa daño, ruina, destrozo, asolamiento.
No cualquier daño es un estrago, estrago únicamente es el daño grande, de
extraordinaria magnitud e importancia, de enormes proporciones, y que produce un
peligro real para un número indeterminado de personas.
El delito consiste en causar estrago, vale decir, producir un daño de gran magnitud, con
grave peligro para un colectivo de personas, a través de alguno de los medios que expresamente
y en forma meramente enunciativa se indican en la norma. La ley regula un tipo abierto,
abarcando en una fórmula amplia a cualquier otro medio poderoso de destrucción.
Son característicos del estrago el daño de grandes proporciones y el peligro común para
bienes o personas. De allí que estemos frente a un delito de resultado material pero que
consumación típica debe coincidir con la destrucción del objeto y la creación del peligro común
para bienes o personas. Si falta el daño no hay estrago, sin peligro común hay solo daño.
Los medios a que hace referencia el texto legal son la sumersión o varamiento de una nave;
el derrumbe de un edificio, vale decir, la caída, precipitación o hundimiento de una obra
construida o en construcción, sea en su totalidad o solo en parte; lo que importa es que el
derrumbe, por sus propias características, configure un estrago. Por último, la fórmula
cualquier otro medio poderoso de destrucción, abarca a cualquier medio cuyas
particularidades sean de las que caracterizan al estrago.
Estrago culposo. El art. 189 del CP regula este tipo penal.
El delito consiste, como en los casos analizados, en causar un incendio o alguno de los
estragos enumerados en el art. 187.
El precepto describe conductas culposas que pueden cometerse por acción o por omisión,
pero, cualquiera sea el tipo de estrago producido por el accionar del agente, solo quedan
abarcadas en el tipo las figuras descriptas en los arts. 186 y 187. De todas maneras, cualquiera
sea el supuesto típico, el resultado producido por el agente debe tener las características que
hemos destacado del estrago y del incendio: daño grande (o incontrolable) y peligro común.
Fabricación y tenencia de bombas o materiales capaces de causar estragos.
La actual sensación de inseguridad ciudadana y las reuniones públicas convocadas por
ciertos sectores de la sociedad fueron la ratio social que apremiaron las sucesivas reformas
introducidas en los últimos tiempos al Código Penal.
El art. 189 bis del Código Penal, regula el tipo en análisis. La citada norma regula como
conductas típicas las de adquirir, fabricar, suministrar, sustraer o tener en su poder
cualesquiera de los objetos descriptos en ella.
Nótese que los comportamientos descriptos en este apartado deben tener una finalidad
específica, esto es, la de contribuir a la comisión de delitos contra la seguridad común o causar
daños en las máquinas o en la elaboración de productos.
El bien jurídico protegido es la seguridad pública, es decir, “el estado colectivo exento de
situaciones físicamente peligrosas o dañosas para los bienes o las personas en general.
Por lo general, las conductas aquí reguladas se relacionan con el tráfico ilícito de objetos,
materiales y componentes cuya peligrosidad intrínseca y su capacidad masiva de destrucción
justifican su punición.
Con arreglo a la interpretación literal, por adquirir debe entenderse la acción de hacer propio
una cosa que a nadie pertenece, o se transmite a título lucrativo u oneroso, o por prescripción.
La acción de adquirir puede ser bajo cualquier título.
La acción rectora de fabricar comprende la producción de los objetos en serie,
generalmente por medios mecánicos, conforme a su interpretación semántica.
La fabricación de los elementos descriptos de manera indicativa por la norma abarca
desde sus componentes primarios, hasta el armado y sus repuestos.
Por suministrar habrá de entenderse la acción de proveer a uno de algo que necesita.
El suministro puede a título oneroso o gratuito. Se trata de una acción necesariamente
transitiva que se relaciona con la acción de adquirir ya referida.
La conducta de sustraer implica, obligadamente la acción de apartar, separar o extraer
cualquiera de los materiales descriptos por esta norma que se hallen en poder ajeno. Dicha
sustracción puede materializarse apelando al uso de la violencia.
Por lo general, la tenencia de este tipo de materiales está circunscripta a sujetos
determinados, en especial, organismos militares.
Respecto de la acción de tener, ella se proyecta sobre el poder que tiene el sujeto sobre
los objetos mencionados en la norma en comentario.
Esta tenencia se relaciona, sin duda, con un estado de hecho y, por ende, es posible
afirmar aquí que se trata de un delito de estado, aunque la doctrina mayoritaria sostenga que
se trata de uno permanente.
En caso de que el autor lleve a cabo varias de las conductas enumeradas en la
norma, por ejemplo, adquiera y suministre a otro algunos de los materiales cuyo tráfico
aquí se reprime, no se aplican las reglas del concurso real, por tratarse de un delito de
ejecución progresiva compuesto de varios actos.
El tipo se compone además, de los objetos sobre los cuales deben recaer las acciones
descriptas, esto es, bombas, materiales o aparatos capaces de liberar energía nuclear,
materiales radioactivos o sustancias nucleares, o sus desechos, isótopos radioactivos,
materiales explosivos, inflamables, asfixiantes, tóxicos o biológicamente peligrosos, o
sustancias o materiales destinados a su preparación.
Al tratarse de un tipo penal en blanco, es menester adentrarse en el estudio de
numerosos y variados tratados internacionales y leyes nacionales que regulan la fabricación,
explotación y distribución de las sustancias y materiales de naturaleza nuclear mencionados
por esta norma.
Además hay que destacar que no se castiga tan solo la fabricación tenencia de los
materiales señalados, sino que el legislador reprime, además la fabricación, tenencia,
adquisición, etc., de los componentes aislados destinados a la preparación de materiales
explosivos, radioactivos o nucleares.
En este tipo se distinguen: sustancias, materiales y aparatos.
Sustancias, ellas abarcan los componentes químicos, biológicos, etc., cuya combinación
o mezcla posibilitan por ejemplo la preparación de una bomba.
La expresión plural materiales hace referencia a los objetos en general que permiten o
facilitan la utilización efectiva de dichas sustancias, por ejemplo: fulminantes, mechas,
espoletas. Etc.
Por último los aparatos resultaría el trabajo final de la combinación de los dos
anteriores que habilitaría su empleo inmediato.
El legislador una vez más adelantó la barrera de punición al castigar al que diera
instrucciones para la preparación de sustancias o materiales mencionados en el tipo delictivo
anterior.
En la doctrina existe consenso en admitir que la conducta de instruir puede canalizarse
por cualquier medio (oral o escrito), incluso mediante el uso de medios de comunicación
masivos –red informática.
Tenencia y portación de arma de guerra. La ley 25.886 disminuyó, en su escala
inferior, la pena prevista para este delito de tenencia de arma de guerra de tres (3) a dos (2)
años de prisión.
La tenencia ha sido definida como la disponibilidad mediata de un arma de fuego, lo
cual implica reconocer que dicha tenencia debe desarrollarse en el ámbito de dominio del sujeto
sin importar un llevar consigo –esto último propio de la portación-, resulta necesario ahora
acudir a la fuente normativa constituida por la Ley 20.429 y su decreto reglamentario, puesto
que nos encontramos ante un tipo penal abierto.
En este sentido, el art. 3 de la ley de supracita dispone la clasificación de las armas de
fuego en armas de guerra y de uso civil. Respecto a las armas de guerra señala además que
ellas recibirán una nomenclatura específica de acuerdo con el destino del uso, así por ejemplo:
las de uso exclusivo para las instituciones armadas; las de uso para la fuerza pública; la de uso
civil condicional; las de usos especiales y los usos prohibidos.
Se entiende por arma de guerra a todas aquellas que, contempladas en el art. 1, no se
encuentran comprendidas en la enumeración taxativa que de las armas de uso civil se efectúa
en el art. 5 o hubieran sido expresamente excluidas del régimen de la presente reglamentación.
Respecto de la portación se incluye como delito, lo que implica transformar en delito un
comportamiento que hasta hace poco era regulado como contravención.4
El concepto de portación de arma de guerra implica, necesariamente, el llevar consigo el
arma en cuestión, cargada y con posibilidad inmediata de uso dentro del espacio de acceso
público.
Es menester señalar que la portación de arma de guerra requiere una autorización
expedida por el Registro Nacional de Armas, cuya ausencia completa la tipicidad objetiva del
delito en comentario.
Acopio de armas de fuego. La reforma del Código Penal (ley 25.886) borró la distinción
punitiva que existía entre el acopio de armas de fuego de uso civil y las de guerra. De acuerdo
con la nueva legislación, se castiga el acopio de armas de fuego sin importar su clasificación.
La acción consiste en acopiar armas de fuego, piezas o municiones de estas, es decir, la
ley penal al que junta, reúne en cantidad alguna cosa.

4
Ver, Vázquez, Marcelo P.- Aboso, Gustavo E., Código contravencional de la ciudad autónoma de

Buenos Aires, comentado, concordado y anotado con jurisprudencia y legislación completaria, Bs. As.

1999.
Debe destacarse que por el significado de la acción típica, es claro que la acumulación
prohibida del referido material debe alcanzar un volumen importante, de lo contrario, esta
figura cede su lugar a la tenencia simple.
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y
COMUNICACIÓN
Incurre en este delito el que a sabiendas ejecutare cualquier acto que pusiere en peligro la
seguridad de una nave, construcción flotante o aeronave.
El art. 190, que tutela la navegación por aire o por agua (mares, lagos o ríos), no comprende
los actos que sólo estorban o entorpecen el transporte, sino los hechos y las acciones que crean
un peligro concreto para la seguridad de los medios de transporte, afectando al vehículo, a las
vías u obras o al personal de conducción.
Los vehículos deben estar efectivamente destinados a prestar servicios. Pueden ser de
propiedad pública o particular, pero en éste último caso, el delito del art. 190, conforme a su
apartado 4, sólo existe si del hecho deriva peligro para la seguridad común.
Una nave, como lo indica el propio texto de la ley, no es cualquier construcción flotante.
Tiene este último carácter cualquier obra que flote, libre o fija, como las balsas, los
embarcaderos, los puentes lisos, las grúas, los faros, etc. Una nave es una embarcación
impulsada a remo, motor, vela u otro medio de autopropulsión, destinada al transporte de
personas o cosas. Las aeronaves son aparatos destinados al transporte de personas o cosas que
se mueven en el aire, impulsados a motor o en otra forma.
Es un delito de peligro efectivo para la seguridad del vehículo. Es un delito instantáneo,
aunque el peligro puede permanecer. Es doloso, que requiere que el autor obre a sabiendas de
que su acto pone en peligro la seguridad de alguno de los medios protegidos. El delito se
consuma con la ejecución del acto peligroso y admite la tentativa.
Son causas de agravación de la pena, si el hecho produjere naufragio o desastre aéreo; si
causa lesión a alguna persona o la muerte. En todas las hipótesis se trata de resultados
preterintencionales.
ATENTADOS FERROVIARIOS
El art. 191 establece que: el que empleare cualquier medio para detener o entorpecer la
marcha de un tren o para hacerlo descarrilar, será reprimido con penas en escala ascendente:
1) Si no se produjere descarrilamiento; 2) Si se produjere descarrilamiento u otro accidente; 3)
Si a consecuencia del accidente, resultare lesionada alguna persona y 4) Si resultare muerte de
alguna persona.
El delito básico se caracteriza por el medio empleado por el autor, por su finalidad y por
la falta de efecto.
El tren es un convoy arrastrado por una locomotora o movido por fuerza eléctrica u otra
energía sobre una de rieles ordinariamente aislada y destinada exclusivamente al tránsito
ferroviario.
AGRAVANTES: La escala penal se eleva por la mayor gravedad del efecto causado o la
omisión del autor.
No admite la tentativa, es de peligro abstracto e instantáneo y se consuma con el hecho
o la omisión del autor.

Interrupción de telégrafo o teléfono ferroviario


El art. 192 del CP reprime con las penas establecidas para los atentados ferroviarios en
sus casos respectivos, al que ejecutare cualquier acto tendiente a interrumpir el
funcionamiento de un telégrafo o teléfono destinado al servicio de un ferrocarril.
El delito lesiona la seguridad pública porque atenta contra el funcionamiento de un
medio de resguardo de la normalidad del servicio ferroviario.
El telégrafo o el teléfono deben estar especialmente afectados al servicio de un
ferrocarril. No basta que un telégrafo o teléfono, aunque sea público, se utilice eventualmente
con motivo del servicio ferroviario.
El delito exige el dolo específico, es de peligro abstracto y se consuma en forma
instantánea con la ejecución del acto peligroso. No admite la tentativa.
Atentado contra un tren o tranvía en marcha
El art. 193 del CP reprime con prisión de 1 mes a 1 año, si el hecho no importare un
delito más severamente penado, al que arrojare cuerpos contundentes o proyectiles contra un
tren o tranvía en marcha,
El delito lesiona la seguridad pública porque atenta contra la seguridad del vehículo y de
las personas que, en cualquier calidad, van en él.
Los objetos protegidos son el tren y el tranvía. La enumeración es limitativa. Ampliarla a
otro vehículo, v.gr. a un ómnibus, implica analogía prohibida.
Es imputable a título de dolo. El hecho requiere intención. No interesa el móvil. Admite
la tentativa, es de peligro abstracto e instantáneo, se produce con el acto del agente.
Entorpecimiento de transportes y servicios públicos
Comete el delito el que, sin crear una situación de peligro común, impidiere, estorbare o
entorpeciere el normal funcionamiento de los transportes por tierra, agua o aire o los servicios
públicos de comunicación, de provisión de agua, de electricidad o de sustancias energéticas.
Pena= prisión de 3 meses a 2 años
Es un presupuesto del delito que el hecho no cree una situación de peligro común. Lo
protegido es la circulación del transporte por vías públicas y los servicios públicos, realizados
por el estado o por concesionarios.
El delito es doloso y admite tentativa, se consuma con el efectivo impedimento, estorbo o
entorpecimiento.

Abandono de servicios de transporte


Son punibles como autores del delito, si el hecho no importare un delito más
severamente penado, los conductores, capitanes, pilotos, mecánicos y demás empleados de un
tren o de un buque, que abandonaren sus puestos durante sus respectivos servicios antes de
llegar a puerto o al término del viaje ferroviario (Art. 195 CP).
Pena= 1 mes a 1 año prisión.
Lo protegido es la seguridad del transporte por tren o buque. Por consiguiente, a pesar
de la referencia a los demás empleados de un tren o un buque, sólo pueden ser autores del
delito, además las personas mencionadas nominativamente, las otras personas vinculadas a
funciones técnicas de conducción o seguridad del vehículo.
Esas personas son punibles si, estando de servicio a bordo del medio de transporte en
viaje, omiten definitiva o temporariamente, desempeñar su función o tarea, sea que deserten o
permanezcan a bordo sin desempeñarla.
El abandono debe producirse en el lapso que va entre la partida del vehículo y su
detención en la estación o punto de destino.
El delito es doloso, de peligro abstracto y se consuma por el hecho del abandono del
puesto. Si por su transformación, el hecho importa un delito más severamente penado.

Interrupción o entorpecimiento de comunicaciones telegráficas o telefónicas.


El art. 197 del CP se castiga con prisión de 6 meses a 2 años, al que interrumpiere o
entorpeciere la comunicación telegráfica o telefónica o resistiere violentamente el
restablecimiento de la comunicación interrumpida.
La norma sólo comprende a las acciones de interrumpir o entorpecer la comunicación
telegráfica o telefónica destinada al público, por lo que, en cuanto a estas se refiere, constituye
una agravante en relación a la del art. 194 del CP, por ser más elevado el mínimo de su escala
penal.
Este delito requiere para su consumación, que la interrupción o el entorpecimiento del
servicio se produzca. Es, por tanto, un delito material e instantáneo imputable a título de dolo,
el que puede ser incluso eventual.
Resistencia violenta al restablecimiento de comunicaciones telegráficas o
telefónicas interrumpidas.
Presupuesto de la segunda figura prevista en el art. 197 del CP, es que haya un servicio
de comunicación interrumpido por obra de un tercero o del mismo autor de este otro delito y la
acción punible es la de resistir violentamente, esto es, oponerse por vías de hecho a las
personas que procuran restablecerlo, actuando directamente trabajos que a ese efecto se
realizan.
El delito se consuma en el momento de ejercer resistencia con el propósito de impedir el
restablecimiento de las comunicaciones interrumpidas, aunque no logre su objetivo. Es, por
tanto, un delito instantáneo y de dolo específico. No admite tentativa.

PIRATERIA:
La piratería, que con arreglo al art. 198 del CP, pueden realizarse en distintas formas, es
punible con reclusión o prisión de tres a quince años. La ubicación del delito de piratería entre
los delitos contra la seguridad pública, tiene en cuenta que el bandolerismo en el mar y en los
ríos y las actividades accesorias significan un peligro general para las naves y las personas.
Piratería propiamente dicha.
Los delitos previstos en los 7 incisos del art. 198 del CP se castigan con pena de
reclusión o prisión de 3 a 15 años.
Incurre en el delito previsto en el inc. 1º, el que practicare en el mar o en ríos
navegables, algún acto de depredación o violencia contra un buque o contra las personas o
cosas que en él se encuentren, sin estar autorizado por alguna potencia beligerante o
excediendo los límites de una autorización legítimamente concedida.
El acto de depredación (acción de pillaje o apoderamiento violento) o violencia (física o
moral), perpetrado necesariamente por medio de un buque, es pirático si se practica sin estar
autorizado. En el orden interno la autorización se confiere mediante patente de corso. El corso
designa un medio o recurso auxiliar de guerra u hostilidad. Empero, dada la adhesión de la
Argentina al tratado de París, que declaró que “el corso está y queda abolido”, el ejercicio de
esta facultad por el Congreso o el Presidente, resultaría contradictoria con la abolición resuelta
por dicho tratado.
La ley penal argentina es siempre aplicable a la piratería interna, o sea la practicada en
el mar o en los ríos del país.

Piratería Aérea
Comete este delito el que practicare algún acto de depredación o violencia contra una
aeronave en vuelo o mientras realiza las operaciones inmediatamente anteriores al vuelo, o
contra personas o cosas que en ellas se encuentren, sin estar autorizado por alguna potencia
beligerante o excediendo los límites de una autorización legítimamente concedida.(Art. 198
inc.2)
Lo mismo que en la piratería propiamente dicha, en la aérea, el acto es pirático, si sus
ejecutores no están autorizados por alguna potencia beligerante o exceden los límites de una
autorización legítima. La piratería aérea no requiere que se la practique necesariamente
mediante una aeronave. El objeto del ataque pirático es una aeronave en vuelo, desde que se
aplica la fuerza motriz para despegar hasta que termina el recorrido del aterrizaje o mientras
realiza las operaciones inmediatamente anteriores al vuelo.
La depredación o la violencia deben recaer sobre las personas o las cosas que se
encuentran en la aeronave.

Piratería impropia
La comete el que mediante violencia, intimidación o engaño, usurpare la autoridad de
un buque o aeronave, con el fin de apoderarse de él o de disponer de las cosas o las personas
que lleva (art. 198 inc. 3º)
La denominación de piratería impropia obedece a que si bien el delito requiere un acto
violento, intimidatorio o engañoso, usurpatorio de la autoridad del buque o aeronave-lo que la
asemeja a la depredación o violencia constitutiva de la piratería-, su tipo delictivo no exige otros
elementos de ella.
Autor puede ser cualquier persona embarcada en el buque o aeronave, siempre
que obre, en la forma prevista, con el fin de apoderarse del buque o aeronave o decidir sobre el
destino de las cosas o de las personas transportadas.
El delito es doloso y se consuma con el acto de usurpación. Admite tentativa.
Agravamiento de la piratería propiamente dicha
El art. 199 del CP, conmina con la pena de 10 a 25 años de reclusión o prisión, si los
actos de violencia u hostilidad, mencionados en el art. 198, fueren seguidos de la muerte de
alguna persona que se encontrare en el buque o aeronave atacados.
Se trata de una consecuencia preterintencional.
Quedan al margen del agravamiento los hechos de los incisos 4º, 6º y 7º, que n o
suponen el empleo de actos de violencia u hostilidad.

UNIDAD 6

UNIDAD VI

DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA. Generalidades. Envenenamiento,


contaminación o adulteración de aguas, alimentos o medicinas. Venta, entrega o distribución
de mercaderías peligrosas para la salud. Propagación de una enfermedad peligrosa y contagiosa
para las personas. El delito de contagio venéreo. Las formas culposas. Suministro infiel de
medicamentos. La figura culposa. Omisión de vigilancia que causa el suministro infiel. Venta de
sustancias medicinales sin receta médica. Otras disposiciones de la ley. Violación de medidas
para impedir una epidemia. Violación de las leyes de policía sanitaria animal. Ejercicio ilegal de
un arte de curar.

DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO. Bien jurídico. Contenido.

INSTIGACION A COMETER DELITOS. Previsión legal. ASOCIACION ILICITA. Previsión


legal. La figura básica. La materialidad. Las agravantes. Incitación a cometer delitos o la
violencia colectiva. APOLOGIA DEL CRIMEN. Previsión legal. Objeto de la apología. Aspectos
subjetivos.

La salud pública puede ser definida como el conjunto de condiciones que positiva o
negativamente garantizan y fomentan la salud de los ciudadanos.

El art. 200 del CP establece:”Será reprimido con reclusión o prisión de 3 a 10 años, el


que envenenare o adulterare, de un modo peligroso para la salud, aguas potables o substancias
alimenticias o medicinales, destinadas al uso público o al consumo de una colectividad de
personas. Si el hecho fuere seguido de la muerte de alguna persona, la pena será de 10 a 25
años de reclusión o prisión”.

El delito consiste en envenenar, o sea, agregar o mezclar alguna sustancia tóxica,


aunque no sea en la cantidad suficiente como para que produzca la muerte de quien la ingiere,
o en adulterar, vale decir, alterar la sustancia de una materia agregándole otras, quitándole
algunos de sus elementos o sometiéndola a algún proceso de descomposición.

El delito se estructura sobre la base de dos acciones alternativas: envenenar o


adulterar algunos de los productos referidos en la ley.

El agua potable es aquella que sirve para el consumo humano, por ejemplo, para beber,
cocinar, etc., aunque no sea químicamente pura. No están comprendidas otras aguas que se
emplean para otras finalidades que no sean las de uso alimenticio, por ejemplo, industriales,
para el consumo de animales, etc.

Sustancias alimenticias es aquél producto o fruto, sólido o líquido, que habitualmente


se ingiere como alimento.

Sustancias medicinales son aquellos productos que se usan en la medicina humana,


con fines curativos, antisépticos, químicos, etc. No están comprendidos los medicamentos que
se utilizan para animales o de uso veterinario, ni el instrumental que se emplea en la medicina.

El delito es doloso y admite, inclusive la forma eventual. Se trata de un tipo de peligro


concreto que se consuma cuando las acciones típicas han puesto en peligro la salud del público
en general.

Expendio de mercaderías peligrosas para la salud. El art. 201 del CP establece:”Las


penas del artículo precedente serán aplicables al que vendiere, pusiere en venta, entregare o
distribuyere medicamentos o mercaderías peligrosas para la salud, disimulando su carácter
nocivo”.

El delito consiste en vender –entregar la cosa por un precio; poner en venta –


ofrecimiento de productos para la venta, por ej. Exhibiéndolo; entregar –ponerlo en manos de
un tercero; o distribuir –repartir las mercaderías entre las personas; substancias peligrosas
para la salud general, disimulando su carácter nocivo.

Los objetos del delito son los medicamentos y las mercaderías.

El tráfico de estos productos solo es punible si el autor ejecuta las acciones típicas
disimulando su carácter nocivo.

El delito es doloso y de peligro abstracto, razón por la cual la consumación coincide con
el mismo acto de tráfico, pues la propia peligrosidad de la sustancia implica, en si misma, un
peligro para la salud general.

Propagación de enfermedad peligrosa. El art. 202 del CP establece:”Será reprimido


con reclusión o prisión de 3 a 16 años, el que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa
para las personas”.

El delito consiste en propagar una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas.
Esto sucede cuando la enfermedad se difunde, se multiplica o se transmite entre los individuos
en general, lo cual no quiere decir que deba producirse el contagio como consecuencia de la
conducta del sujeto.

La conducta punible no consiste en contagiar o enfermar a alguien, sino en propagar –


difundir-, una enfermedad que es contagiosa y peligrosa para las personas.

La propagación de la enfermedad puede realizarse a través de la transmisión directa del


germen, de persona a persona, de animales o vegetales, o bien forma en indirecta a través de
objeto o liberando gérmenes patógenos puros.

La enfermedad debe ser peligrosa y contagiosa para las personas. Es peligrosa aquella
enfermedad que es susceptible de producir un grave daño para la vida o la salud de las
personas, y es contagiosa cuando puede transmitirse a otro, de cualquier forma y por
cualquier medio, por ejemplo, la rabia, la tuberculosis, sífilis, sida, etc.

Tratándose de un delito de pura actividad y de peligro, se consuma con la acción de


propagar, con prescindencia de todo resultado, es decir, de que se produzca el contagio de
persona alguna.

Tipo culposo.
El art. 203 del CP establece:”Cuando alguno de los hechos previstos en los tres artículos
anteriores, fuere cometido por imprudencia o negligencia o por impericia en el propio arte o
profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, se impondrá multa de dos mil
quinientos a treinta mil pesos, si no resultare enfermedad o muerte de alguna persona y prisión
de 6 meses a 5 años si resultare enfermedad o muerte”.

El tipo regula una fórmula cerrada de imputación –numerus clausus-, discriminando las
clases de culpa en que puede incurrir el agente, agravando la pena si del hecho culposo
resultare muerte o enfermedad.

Suministro infiel de medicamentos. El art. 204 del CP establece:”Será reprimido con


prisión de seis meses a tres años, el que estando autorizado para la venta de sustancias
medicinales las suministrare en especie, calidad o cantidad no correspondiente a la receta
médica, o diversa de la declarada o convenida, o sin la presentación y archivo de la receta de
aquellos productos que según las reglamentaciones vigentes no pueden ser comercializados sin
ese requisito”.

El delito consiste en suministrar, esto es, expender o despachar una sustancia


medicinal a otra persona en especie (conjunto de cualidades de la propia sustancia), calidad
(propiedad natural de la cosa) distinta de la prescripta en la receta médica o de lo convenido o
declarado.

Se trata de un delito especial propio, porque sólo puede ser cometido por quien está
autorizado legalmente para la venta de sustancias medicinales –farmacéutico, director de
laboratorio, etc.)

El tipo recoge una suerte de fraude en perjuicio de otra persona –el suministro debe ser
infiel-, pero sin que tenga alguna relevancia el valor económico del medicamento o el perjuicio o
beneficio que la operación pueda entrañar para el sujeto pasivo.

El delito es de peligro abstracto, de pura actividad, doloso y se consuma con el mero


suministro del medicamento.

Suministro culposo. El art. 204 bis del CP establece:”Cuando el delito previsto en el


artículo anterior se cometiere por negligencia, la pena será de multa de mil pesos como mínimo
a quince mil pesos como máximo”.

Se trata de una hipótesis culposa de los delitos previstos en la norma del artículo
anterior.

Omisión de los deberes de vigilancia. El art. Art. 204 ter del CP establece:” Será
reprimido con multa de dos mil quinientos pesos como mínimo a treinta mil pesos como
máximo, el que teniendo a su cargo la dirección, administración, control o vigilancia de un
establecimiento destinado al expendio de medicamentos, omitiere cumplir con los deberes a su
cargo posibilitando la comisión de alguno de los hechos previstos en el art. 204”.

Se trata de un tipo omisivo que castiga la simple infracción de la obligación que


incumbe al que tiene a su cargo la dirección, administración, control o vigilancia de una
establecimiento destinado al expendio de medicamentos, en la medida que dicha omisión haya
posibilitado en concreto la comisión de alguno de los delitos previstos en el art. 204.

Es un delito especial que requiere la conducta de un autor cualificado, por ejemplo el


farmacéutico, el Director Técnico de la farmacia o del laboratorio, el administrador, el gerente,
etc.
Está prevista únicamente la forma dolosa y se consuma con la simple omisión de
cumplimiento de los deberes asumidos.

Venta de sustancias medicinales sin autorización. El art. 204 quater del CP


establece:”Será reprimido con prisión de seis meses a tres años el que sin autorización vendiere
sustancias medicinales que requieran recetas médicas para su comercialización”.

La conducta típica, a diferencia del art. 204 que castiga el suministro en el sentido de
expendio de medicamentos (que puede no consistir propiamente en una venta, sino
despacharlo a cualquier título), consiste en vender, sin autorización medicamentos que solo
pueden ser comercializados bajo receta médica. Por lo tanto quedan al margen del tipo el
expendio de medicamentos que se comercializan en forma libre o bajo cualquier título que no
constituya venta.

La venta para que resulte punible, debe haberse realizado sin la autorización prevista
en las leyes que regulan la actividad farmacéutica, circunstancia que marca la diferencia con la
figura prevista en el art. 204 que castiga el suministro infiel de medicamentos por persona
autorizada para la venta de sustancias medicinales.

Solo está prevista la forma dolosa y el dolo abarca el conocimiento de la ausencia de


autorización para el expendio del medicamento y que debe venderse solo bajo receta médica. Se
consuma con la venta del producto medicinal de manera que la tentativa no es posible.

Violación de medida antiepidémicas. El art. 205 del CP. Establece:”Será reprimido


con prisión de seis meses a 2 años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades
competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.

El delito consiste en violar (quebrantar) las medidas adoptadas por la autoridad


competente, tendientes a impedir la introducción o propagación de una epidemia.

Las medidas sin los mandatos o prohibiciones emanadas de la autoridad. No se trata de


simple recomendaciones o sugerencias de la autoridad administrativa, sino de medidas
concretas de carácter obligatorio que deben ser cumplidas por los ciudadanos. Pueden tratarse
de una ley, un decreto, un reglamento u ordenanzas dictadas por una autoridad nacional,
provincial o municipal, pertenecientes al Poder Legislativo o el Poder Ejecutivo.

Estas medidas deben estar dirigidas a impedir la introducción o propagación de una


epidemia, vale decir, una enfermedad que ataca a un gran número de personas.

Sujeto activo del delito puede ser cualquiera, incluso quien padece la enfermedad. Se
trata de una norma penal en blanco, en la que se determina la sanción pero que requiere de
una complementación proveniente de otra ley o instancia. La infracción es dolosa, de peligro
abstracto, que se consuma cuando se ha violado la prohibición o se ha omitido realizar lo que el
mandato ordenaba hacer, con prescindencia de que se haya efectivamente infestado a alguna
persona o que se haya corrido realmente el peligro de introducción o propagación de la
epidemia.

Violación de leyes de policía animal. El art. 206 del CP establece:”Será reprimido con
prisión de uno a seis meses el que violare las reglas establecidas por las leyes de policía
sanitaria animal”.

Se trata de una ley penal en blanco cuya materialidad consiste en violar las reglas –
medidas-, establecidas por las leyes de policía sanitaria animal. El precepto no alcanza a las
leyes reguladoras de la sanidad vegetal ni a medidas o instrucciones emanadas de autoridad
pública, sino sólo a las disposiciones contenidas en las leyes emanadas de autoridad pública.
Se trata de un tipo de peligro abstracto, de mera actividad y de carácter doloso. Se
consuma con la violación de las medidas dispuestas por las leyes de policía sanitaria animal.

Ejercicio ilegal de un arte de curar. El art. 208 del CP establece:”Será reprimido con
prisión de 15 días a un año: 1) El que, sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de
curar o excediendo los límites de su autorización, anunciare, prescribiere, administrare o
aplicare habitualmente medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio
destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas, aún a título gratuito; 2) El que,
con título o autorización para el ejercicio de un arte de curar, enunciare o prometiere la
curación de enfermedades a término fijo o por medios secretos o infalibles; 3) El que, con título
o autorización para el ejercicio de un arte de curar prestare su nombre a otro que no tuviere
título o autorización, para que ejerza los actos a que se refiere el inciso 1º de éste artículo”.

Este artículo regula tres conductas típicas: en primer lugar el CURANDERÍSMO que
consiste en anunciar (publicar o proclamar el medio curativo, hacer propaganda) prescribir
(ordenar, indicar, un tratamiento) administrar (suministrar, hacer tomar un medicamento) o
aplicar (emplear, utilizar, introducir en el cuerpo), de manera habitual, cualquier medio
(medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo, etc.) destinado al tratamiento de las
enfermedades humanas.

La tipificación del curanderismo como delito pretende impedir la realización de actos


propios de la ciencia médica por cualquiera, sean destinados al cuidado de una enfermedad,
real o inexistente, se suministren o no medicamentos.

Esta dado por aquel que no tiene título para ejercer la medicina ni por universidad ni por nada,

Se tiene que tener título habilitante por universidad.

Se requiere la habitualidad de la conducta y no que sea un hecho aislado.

POR EJEMPLO:

Accidente en la tráquea que impide la respiración en un caso aislado se realiza una


traqueotomía y se corre riesgo de lastimar una arteria, o sufrir una lesión de carácter
irreversible, o que empiece a la persona a ponerse cianótica o ponerse negra, o a sufrir un
shock hipovolémico (se produce una hemorragia interna que hace que el corazón se vuelve
incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo) se puede perder la vida si pasa mucho tiempo
en ese estado.

Existe la promesa de curar por medios mágicos o métodos secretos

El curanderismo sólo es punible si su práctica se realiza habitualmente. Puede


cometerse a título gratuito u oneroso, con o sin ánimo de lucro. La conducta es punible aunque
se persiga un fin noble y no se perciba remuneración alguna. El tipo es doloso y el dolo abarca
el conocimiento de que se carece de título o autorización para ejercer el arte de curar y de que
se realiza una actividad destinada al tratamiento de una enfermedad.

La infracción es pura actividad, de peligro abstracto y se consuma cuando se realizan


las acciones típicas. Puede darse el concurso de delitos en los casos de muertes o lesiones en
los pacientes o bien con la usurpación de títulos.

Charlatanismo. El delito consiste en anunciar o prometer la cura de una enfermedad a


término fijo, vale decir, en fecha determinada o cierta de curación, o bien por medios secretos,
esto es a través de procedimientos sobre los que el autor mantiene reserva, que son sólo por él
conocidos e infalibles, es decir, de éxito seguro, que no pueden fallar.

Prometo que en 5 dias te voy a curar el cáncer.


O por ejemplo curar casos de empacho o que a una persona le vensan por el dolor de cabeza.

El delito es doloso, siendo suficiente el dolo común, esto es, la conciencia de realizar las
conductas descriptas en el tipo, sin que sea necesaria la concurrencia de algún elemento
subjetivo específico.

La infracción tratándose de un tipo de peligro abstracto y de pura actividad, se consuma


con la sola realización de las acciones típicas, independientemente de que la salud general haya
corrido peligro o de que se haya prescripto tratamiento alguno.

Prestación de nombre. Su materialidad consiste en prestar el nombre a otro, que


carece de título o autorización para ejercer el arte de curar, para que realice los actos previstos
en el inc. 1º, vale decir, para que ejerza actos de curanderismo.

El delito supone un obrar por otro, es decir, que un individuo actúe como si fuera otro.

El delito es doloso, de pura actividad y de peligro abstracto. Como tenemos dicho, sin
perjuicio de que la letra de la ley pareciera exigir otra cosa, es decir, que la infracción se
consuma con la acción de prestar el nombre a otro para que este ejerza los actos del inciso
primero, la doctrina es concordante en señalar que la consumación coincide con el uso del
nombre ajeno y el ejercicio de los actos de curanderismo. Por tanto, la sola prestación del
nombre con la finalidad exigida por la ley, sin que se utilice el nombre ajeno, constituiría un
mero acto preparatorio no punible.

INSTIGACION A COMETER DELITOS: El art.209 del CP, establece que:”El que públicamente
instigare a cometer un delito determinado contra una persona o institución, será reprimido, por
la sola instigación, con prisión de dos a seis años, según la gravedad del delito y demás
circunstancias establecidas en el art. 41.

El que instiga públicamente atenta contra la tranquilidad general, excitando las


pasiones o tendencias criminales de un número indeterminado de personas, entre las cuales
puede haber muchas a quienes la instigación, tarde o temprano, los mueva a delinquir.

La instigación pública es una excitación a la comisión de un delito individualizado,


contra una persona o institución individualizada, dirigida en forma ostensible a la generalidad
de las personas. Difiere de la instigación como forma de la participación criminal, no sólo
porque es pública, sino también porque no es una determinación al delito directamente dirigida
a persona determinada y su criminalidad y castigo no depende de la tentativa o consumación
del delito instigado. Por consiguiente, si en razón de la instigación hecha públicamente alguno
cometiere el delito que constituye el objeto de ella, el instigador no sería un partícipe del delito
cometido.

El delito es doloso. El autor, además de la intención directa que su finalidad exige, debe
tener conciencia de la naturaleza del hecho a cuya comisión instiga y de la publicidad de su
acto.

No admite tentativa. Se consuma con el acto de la instigación. Las consecuencias de


ésta son ajenas al delito del instigador.
ASOCIACION ILICITA: Incurre en este delito, reprimido con prisión de tres a diez años,
el que tomare parte en una asociación o banda de tres o más personas destinada a cometer
delitos, por el solo hecho de ser miembro de la asociación (CP 210).

El delito lesiona el orden público por la inquietud social que produce la existencia de
agrupaciones de individuos cuyo objetivo es la comisión de delitos.

Existe una asociación ilícita o banda, punible por si misma, si tres o más personas
acuerdan, expresa o implícitamente, obrar concertadamente para cometer delitos.

La opinión dominante requiere que el acuerdo se refiera a delitos indeterminados, pues,


de otra manera, se dice, se trataría de un caso de participación criminal. Sin embargo el solo
acuerdo para cometer determinados delitos no implica un caso de participación criminal en
esos delitos y el art. 210 no excluye ese acuerdo ni por su letra ni por su sentido.

Son punibles todos los que tomaren parte en la asociación o banda. Tomar parte en ella
significa estar en el concierto delictivo, a partir de su formación o en cualquier momento
ulterior. No toman parte en la asociación los que, sin integrarla como asociados, mediante actos
independientes, la auxilian o ayudan en alguna forma desde afuera.

El delito, que es permanente y no admite tentativa, comienza a consumarse para cada


integrante desde el momento en que toma parte de la asociación. El delito sólo es imputable a
título de dolo. Cada integrante de la asociación debe conocer que la integra y cuales son
los objetivos.

Para los jefes u organizadores de la asociación, el mínimo de la pena será de cinco años
de prisión o reclusión.

Señala Carlos Creuss que “Jefes” son los que mandan, los que tienen autoridad sobre
otros miembros de la asociación, sea la totalidad de ellos o una parte, hayan intervenido o no
en la ejecución de los hechos cuya discusión cometieron.

Organizadores son los miembros de la asociación que la constituyeron pero no los


promotores.

INTIMIDACION PUBLICA: Comete este delito el que, para infundir un temor público o
suscitar tumultos o desórdenes, hiciere señales, diere voces de alarma, amenazare con la
comisión de un delito de peligro común o empleare otros medios materiales normalmente
idóneos para producir tales efectos.

El de la intimidación pública es un delito que se caracteriza por el empleo de medios


materiales tendientes infundir un temor en el público o suscitar tumultos o desórdenes
públicos. El delito se consuma sin atender al logro de tales fines. El empleo de medios
materiales, sin las finalidades mencionadas por el art. 211, no constituye una instigación
pública.

El autor obra para infundir un temor público si lo hace para causar en el ánimo público
el recelo de un mal de alcance general. El autor tiende a suscitar tumulto o desórdenes si su
intención es promover el amotinamiento, la confusión o el alboroto de multitudes (tumulto) o la
producción de otros actos de simple trastorno del sosiego material público (desórdenes), por ej.
Corridas, alborotos, fugas en masa u otros actos semejantes demostrativos del estado de
alteración pública.

Cuando el autor empleare explosivos, agresivos químicos o materias afines, siempre que
el hecho, por su resultado de daño o de peligro, no constituya un delito contra la seguridad
pública, la intimidación se agrava y el autor merece prisión de tres a diez años.

El delito, que no admite tentativa, sólo es imputable a título de dolo.


INCITACION A LA VIOLENCIA COLECTIVA: Según el artículo 212 del CP, será
reprimido con prisión de tres a seis años el que públicamente incitare a la violencia colectiva
contra grupos de personas o instituciones, por la sola incitación.

Entre este modo de inducción punible y la instigación del art.209 existen marcadas
diferencias: la instigación es una excitación o estímulo a cometer un delito realizado de modo
directo, mientras que la incitación puede consistir en una excitación directa o en estímulos
indirectos, por rodeos, astutamente realizados, a la comisión de actos de violencia que pueden
no estar tipificados como delitictivos.

Los sujetos pasivos de la incitación pueden ser grupos de personas o instituciones. Los
primeros están constituidos por pluralidades de personas que forman un conjunto
individualizado por determinadas características, como son por ejem. La religión, raza, ideas,
profesión. Las segundas son organizaciones estatales o establecimientos o fundaciones
privadas.

El delito es imputable a título de dolo. Este requiere intención directa.

APOLOGIA DEL CRIMEN: Incurre en este delito el que hiciere públicamente y por
cualquier medio la apología de un delito o de un condenado por delito (art. 213 CP).

La apología del crimen, que es una instigación indirecta a cometer el delito, lesiona el
orden público por el temor que despierta, como fuente de criminalidad, el elogio público o el
enaltecimiento, por cualquier medio, de los hechos delictuosos o de sus partícipes.

El objeto de la apología puede ser:

a) un delito. La fórmula no hace referencia a un delito en abstracto, sino a un


delito ya cometido.
b) Un condenado por delito. Es tal el que por sentencia firme ha sido declarado
autor, instigador o cómplice de un delito.-
El delito, que exige dolo de intención, se consuma con la sola apología. No admite
tentativa.
UNIDAD 7

UNIDAD VII

DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACION

Traición. Concepto. Agravantes. Delitos que comprometen la paz y la dignidad de la Nación.


Actos hostiles. Violación de compromisos internacionales. Violación de inmunidades. Espionaje
presunto. Revelación de secretos. Levantamiento de planos de fortificaciones y otras obras
militares. Ultraje a los símbolos nacionales. Infidelidad diplomática. Propiciar sanciones
económicas contra el Estado Argentino. DELITOS CONTRA LOS PODERES Y EL ORDEN
CONSTITUCIONAL: Derechos protegidos. Delitos políticos. Causas políticas. Atentado al orden
constitucional y a la vida democrática. Alzamiento en armas. Agravantes. Concesión de poderes
tiránicos. Aceptación en colaborar con las autoridades surgidas del alzamiento armado
manteniéndose en funciones o asumiéndolas. Agravante para todo delito que contribuya a
poner en peligro la vigencia de la Constitución Nacional. Violación del patronato. Sedición.
Levantamiento armado de una provincia contra otra.. Motín.

Estos delitos tienen como objetividad jurídica la incolumnidad material o política de la


Nación o la incolumnidad de sus relaciones exteriores. El ataque contra la Nación, con
cualquiera de esos objetivos, implica atentar contra la seguridad exterior del estado, pues de
manera inmediata o mediata, constituye una fuente de daños para su personalidad o integridad
o para la paz de su situación internacional.

TRAICION; Con arreglo al art. 119 de la CN, la traición contra la Nación consistirá
únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándole ayuda y
socorro. El Congreso fijará por una ley especial la pena de este delito, la cual no pasará de la
persona del delincuente, ni la infamia del reo se transmitirá a sus parientes de cualquier grado.

El art. 119 de la CN establece las siguientes garantías: a) respecto de la definición de la


traición; b) de la legalidad de su pena; y c) de la personalidad de ella y de la infamia.

Bien protegido: Según nuestra constitución, la traición constituye un atentado contra


la seguridad exterior de la Nación. Los hechos que la constituyen implican, por las
circunstancias en que se producen, un aporte bélico al enemigo en perjuicio de la situación
bélica del país.

Sujetos activos sólo pueden ser aquellas personas cuyos vínculos con la Nación les exige
fidelidad y lealtad para con ella. Tales personas son: a) todo argentino-nativo o por adopción o
naturalizado, cualquiera que fuere su lugar de residencia; b) toda persona extranjera que deba
obediencia a la Nación por razón de su empleo o función pública; c) los extranjeros residentes
en territorio argentino, salvo lo establecido por los tratados internacionales o por el derecho de
gente, acerca de los funcionarios diplomáticos y de los nacionales de los países en conflicto.

HECHOS CONSTITUTIVOS DE TRAICION: A) PRESUPUESTO: Tiempos de guerra.


Los dos hechos constitutivos de traición presuponen conductas realizadas en una
situación de guerra exterior. Debe existir el tiempo de guerra del Código de Justicia Militar.
Este comienza con la declaración de guerra o la existencia de ésta de hecho o el decreto de
movilización para la guerra inminente, y termina cuando se ordena la cesación de las
hostilidades.

B) ACCIONES PUNIBLES: Según el art. 119 de la CN, esas acciones son: a) tomar las
armas contra la Nación; b) unirse a sus enemigos mediante la prestación de ayuda y socorro.

Toma las armas contra la Nación, tanto el que teniendo como misión combatir con ellas,
forma parte de las fuerzas armadas regulares o irregulares que guerrean contra nuestro país,
como el que eventualmente, sin pertenecer a ellas, participa como combatiente en las acciones
bélicas. La guerra también se realiza contra la Nación, cuando el conflicto bélico se empeña
contra una de las provincias argentinas.

Se es traidor, sin tomar las armas contra la Nación, uniéndose a sus enemigos
prestándoles ayuda y socorro, esto es, mediante la ayuda prestada a sus fuerzas armadas,
regulares o irregulares, de una manera que implique favorecimiento intencional de su acción
bélica.

El delito es doloso. El dolo presupone el conocimiento de que se trata de un enemigo de


la Nación y que se está en tiempo de guerra y, además la voluntad, incluso eventual, de realizar
el acto.

La traición, que es un delito formal que no requiere el logro de un resultado material, se


consuma con la realización del acto de toma de armas o prestación de ayuda y socorro.

La pena para el argentino y para cualquier otra persona que deba obediencia a la Nación
es de reclusión o prisión de 10 a 25 años o reclusión o prisión perpetua y, en uno u otro caso,
inhabilitación absoluta y perpetua (art. 214 CP). Además, quedan sometidos a la nota de
infamia.

AGRAVANTES: La toma de armas y la unión a sus enemigos en los términos del art.
119 de la CN se agravan: a) en razón de la finalidad del autor de que la Nación sea sometida
total o parcialmente al dominio de una potencia extranjera o de que se menoscabe su
independencia o integridad (art. 215 inc. 1º); b) en razón de la participación del autor en el
proceso determinante de la guerra contra la Nación, en cuyo curso aquél tomó las armas contra
ella o se unió a sus enemigos, induciendo o decidiendo a una potencia extranjera a hacerle la
guerra (215 inc. 2º CP).

CONSPIRACION PARA LA TRAICION

Comete el delito el que tomare parte en una conspiración de dos o más personas, para
cometer el delito de traición, en cualquiera de los casos comprendidos en los arts. 214 y 215, si
la conspiración fuere descubierta antes de empezar su ejecución.

Autores pueden ser personas que no sean argentinos ni extranjeros residentes, pero por
lo menos uno de los conspiradores o terceros que tendrían a su cargo la comisión del delito de
traición, debe poseer una de esas calidades, pues de otra manera la conspiración no tendría por
objeto la traición por falta de sujeto activo especializado.

El concierto, que no requiere una formalidad especial, existe cuando las personas se
han puesto de acuerdo sobre un plan para cometer un hecho de traición determinado,
especificando las circunstancias de modo y tiempo individualizadotes del acto en que consistirá
la traición.

Excusa absolutoria: Quedará eximido de pena el que revelare la conspiración a la


autoridad, antes de haber comenzado el procedimiento (art. 217 CP).

Se trata de una excusa absolutoria fundada en la prevalencia del interés para evitar la
traición, sobre el interés en castigar al conspirador delator.

La revelación debe hacerse ante la autoridad competente para proceder y antes de que
ésta haya iniciado el pertinente procedimiento para comprobar la existencia de la conspiración
e individualizar a los partícipes.

DELITOS QUE COMPROMETEN LA PAZ Y LA DIGNIDAD DE LA NACION

Estos delitos atentan contra el sosiego y el decoro de las relaciones internacionales de la


Nación.

ACTOS HOSTILES: “Será reprimido con prisión de 1 a 6 años, el que por actos
materiales hostiles no aprobados por el Gobierno nacional, diere motivos al peligro de una
declaración de guerra contra la Nación, expusiere a sus habitantes a experimentar vejaciones o
represalias en sus personas o en sus bienes y alterar las relaciones amistosas del Gobierno
argentino con un gobierno extranjero” (Art. 219, 1er. Párrafo del CP).

El sujeto activo puede ser cualquier persona, nacional o extranjero. Los actos son
hostiles si constituyen acciones propias de la guerra, realizadas por particulares contra un país
extranjero o sus habitantes, en la persona o patrimonio de éstos.

El acto hostil debe causar el peligro de una declaración de guerra. Debe ser un peligro
real.. No admite la tentativa.

Las vejaciones son malos tratos, molestias, o persecuciones consumadas por las
autoridades o los particulares. Las represalias son la retribución de un daño recibido, llevado a
cabo por el país víctima del acto hostil o por un tercer país que las haya tomado a su cargo. Los
atentados de sentido puramente personal no implican hostilidad contra nuestro país.

Los actos hostiles alteran las relaciones amistosas del Gobierno argentino con un
gobierno extranjero.

El delito es doloso, y es admisible incluso el dolo eventual.

Violación de compromisos internacionales


Incurre en este delito el que violare los tratados concluidos con naciones extranjeras, las
treguas y armisticios acordados entre la República y una potencia enemiga o entre sus fuerzas
beligerantes de mar o de tierra o los salvoconductos debidamente expedidos.

La tregua y el armisticio son suspensiones convencionales de las operaciones de


guerra, pero obedecen a razones distintas. La tregua obedece a motivos circunstanciales
(conmemoración de ciertas fechas o la prestación de servicios de la Cruz Roja). El armisticio,
obedece a la necesidad de poner fin a la guerra. La violación de la una y del otro consiste en el
quebrantamiento de las cláusulas que los rigen, aunque no se reanuden las acciones bélicas.

El salvoconducto es un documento que autoriza a transitar por la zona de guerra.


Sujetos activos de su violación pueden ser los particulares y las autoridades, especialmente
militares, encargados del control y seguridad del tránsito.

El delito se consuma con el hecho de la violación, es imputable a título de dolo.

Pena de 6 meses a 2 años de prisión.

Violación de inmunidades. Comete el delito el que violare las inmunidades del Jefe de
un estado extranjero o del representante de una potencia extranjera (Art. 221 CP).

Pena: prisión de 6 mes a 2 años.

Las inmunidades de los Jefes de Estado y de los representantes de una potencia


extranjera, son una consecuencia de la llamada extraterritorialidad, o sea, de la ficción de que
los individuos involucrados serán tratados como si no estuvieran en el territorio del Estado,
cuyo poder coercitivo está restringido.

Sujeto activo, cualquier persona.

Delito es doloso, y se consuma con el acto violatorio. No admite la tentativa.

Revelación de secretos políticos o militares. Obtención de la revelación.

Comete el delito y merece una pena de 1 a 6 años de prisión, el revelare secretos


públicos o militares concernientes a la seguridad, a los medios de defensa o a las relaciones
exteriores de la Nación.(art. 222 apartados 1º y 2º CP).

Es de orden político todo lo que se refiere a la conducción de la cosa pública o dirección


gubernativa de la Nación; de tipo militar son los informes y noticias, materiales, proyectos,
obras, hechos o asuntos que, en interés de la seguridad nacional y de sus medios de defensa,
deben ser conocidos solamente por personas autorizadas y mantenidos fuera del conocimiento
de cualquiera otra. Seguridad nacional es la situación en la que los intereses vitales de la
Nación se hallan a cubierto de interferencias y perturbaciones sustancias. Debe entenderse por
defensa nacional el conjunto de medidas que el Estado adopta para lograr la seguridad
nacional. Las relaciones exteriores atañen al mantenimiento de las vinculaciones de la Nación
con los estados extranjeros y entidades de carácter internacional.
Revelación culposa de los secretos mencionados en el art. 222 del CP

Expresa el art. 223 del CP que “Será reprimido con prisión de 1 mes a 1 año e
inhabilitación especial por doble tiempo, el que por imprudencia o negligencia diere a conocer
los secretos mencionados en el artículo precedente, de los que se hallare en posesión en virtud
de su empleo u oficio”.

La acción típica es revelar secretos políticos o militares concernientes a la seguridad; a


los medios de defensa o a las relaciones exteriores de la Nación, de los que tuvo conocimiento
en virtud de su empleo u oficio.

Puede ser sujeto activo sólo el funcionario; el empleado o el particular que estuviere en
conocimiento de esos secretos y por su oficio no podía hacerlos conocer.

Ultraje público a los símbolos patrios o emblemas provinciales

El art. 222 apartado 3º del CP, castiga el ultraje público a los símbolos patrios o
emblemas provinciales.

El delito que lesiona el sentimiento de respeto de los argentinos por esos símbolos
nacionales y emblemas provinciales oficialmente declarados tales, se castiga con prisión de 1 a
4 años.

Sujeto activo puede ser cualquier persona, argentina o extranjera.

La acción punible es la de ultrajar esos símbolos o emblemas. Ultrajar es agraviar,


mostrar desprecio o desdén, lo que puede hacerse de palabra, por escrito y con gestos y
públicamente, de modo que su comisión pueda ser ostensible para la generalidad de las
personas.

Se trata de un delito formal, instantáneo, que se consuma en el momento en que el


ultraje se hace imputable a título de dolo. Son indiferentes los motivos por los cuales el autor
cometió el ultraje.

Propiciar sanciones políticas y económicas contra el Estado argentino.

Es autor del delito, punible con prisión de 5 a 25 años e inhabilitación absoluta y


perpetua, el argentino que por cualquier medio propiciare la aplicación de sanciones políticas o
económicas contra el Estado argentino.

El delito que es doloso y que no admite tentativa se consuma con el solo hecho de
propiciar la aplicación de las sanciones y puede cometerse en el territorio de la Nación, en
lugares sometidos a su jurisdicción o en el extranjero. En todos los casos es aplicable la ley
argentina.

Mientras el autor esté fuera de la Nación o de su jurisdicción, se suspende la


prescripción de la acción penal. La jurisdicción es Federal y surge de la Constitución, pues el
delito atenta contra la Nación.
Delitos contra los poderes públicos y el orden constitucional

Los delitos referidos, no afectan al Estado como ente internacional, porque no


comprometen su independencia, integridad o dignidad exterior.

Se trata de delitos de naturaleza política porque atacan a la Nación como personalidad


política, lesionando las bases fundamentales de su organización gubernamental, en su
existencia, integridad, formación u orden.

Pero además, son delitos que obedecen a “causas políticas” (Art. 18 CN), porque
implican el ejercicio de la soberanía del pueble en una medida vedada por la Constitución.

Atentado al orden constitucional y a la vida democrática.

Este primer capítulo comprende a las siguientes figuras:

a) Alzamiento en armas (art. 226, párrafo 1)


b) Agravantes en razón de sus finalidades (art. 226 párrafo 2º).
c) Agravante por la calidad de sus autores (art. 226, párrafo 3º).
d) Amenaza pública e idónea de cometer un alzamiento en armas (art. 226 bis).
e) Concesión de poderes tiránicos (art. 227).
f) Consentimiento del estado de alzamiento en armas (art. 227 bis párrafo 1º).
g) Aceptación en colaborar con las autoridades de facto manteniéndose en funciones o
asumiéndolas (art. 227 bis, párrafo 2º).
h) Agravantes para todo delito que contribuya a poner en peligro la vigencia de la CN (art.
227 ter); y
i) Violación de patronato (art. 228).
El legislador buscó reforzar, a través de estas figuras delictivas, el orden constitucional y la
vida democrática, porque si bien, como lo admitieron algunos de los legisladores que
participaron en la sanción de la ley 23.077 a la que se le dio ese nombre “_la custodia de los
valores de nuestro sistema político constituye tarea, obligación y responsabilidad de cada
uno, ello no siempre es suficiente”.-

UNIDAD 8

UNIDAD VIII

DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACION PUBLICA. Bien jurídico. Contenido.

ATENTADO Y RESISTENCIA CONTRA LA AUTORIDAD. Contenido. 1) Atentado contra la


autoridad. La figura básica. Las figuras agravadas. 2) Resistencia y Desobediencia. Previsión
legal. 3) Los atentados leves. 4) Violación de fueros. 5) Desobediencia a una citación. FALSA
DENUNCIA. Previsión legal.
USURPACION DE AUTORIDAD TITULOS U HONORES. Bién jurídico. Contenido. 1) La
usurpación de funciones públicas. 2) Continuación ilegítima de la actividad funcional. 3)
Usurpación de funciones. 4) Ejercicio de una profesión sin título autorización.

ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACION DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PUBLICOS.


Bién jurídico. La figura genérica. Omisión o retardo de deberes. Omisión o retardo de auxilio.
Requerimiento de la fuerza pública contra actos ilegítimos. Abandono del cargo.
Nombramientos ilegales.

VIOLACION DE SELLOS Y DOCUMENTOS: Contenido. Violación de sellos. Sustracción o


inutilización de objetos en custodia.

EL COHECHO. Concepto y bien jurídico. La figura básica del cohecho pasivo. El cohecho pasivo
de los jueces. Cohecho activo. La aceptación y el ofrecimiento de dádivas en consideración al
oficio.

Delitos contra la Administración Pública. El objeto protegido en este


título no son las funciones del Poder Ejecutivo, como poder administrador, sino el ejercicio de
las funciones legislativas, ejecutivas o judiciales nacionales, provinciales o municipales, frente
al comportamiento de sus titulares o al de los terceros, destinatarios o no del acto funcional.

Sujeto activo de los delitos previstos en el éste Título del Código Penal,
puede ser un funcionario público y empleado público o un particular, con arreglo al art. 77 del
Código Penal.

ATENTADO Y RESISTENCIA CONTRA LA AUTORIDAD

Atentado. Figura simple. Comete el delito el que empleare intimidación o


fuerza contra un funcionario público o contra la persona que le prestare asistencia a
requerimiento de aquél o en virtud de un deber legal, para exigirle la ejecución u omisión de un
acto propio de sus funciones.

Lo protegido es la libertad de decisión del funcionario en el ejercicio de la


función pública.

El atentado consiste en el empleo de intimidación o fuerza contra un


funcionario público o contra el que lo asiste., para que se decida a realizar (ejecutar) o no
realizar (omitir) un acto de autoridad para cuyo ejercicio tiene competencia funcional y
territorial.

La intimidación es la amenaza de un mal a la persona, derechos o afectos


de su víctima, y la fuerza es el ejercicio de una energía física sobre o en contra de ella.

El delito requiere un dolo específico, pues el autor debe usar la


intimidación o la fuerza para imponerle al funcionario la ejecución o la omisión del acto. El
delito, que es instantáneo y no admite tentativa, se consuma con el uso de dichos medios,
aunque no logre el resultado buscado por el autor.

AGRAVANTES

El atentado se agrava cuando: 1) Si el hecho se cometiere a mano


armada, en razón del mayor peligro que corre la víctima si el autor porta, en forma ostensible e
intimidante, un arma propia o impropia.; 2) Si el hecho se cometiere por una reunión de más de
tres personas en razón del mayor poder intimidante del modo de cometer el hecho; 3) Si el
autor fuere funcionario público, en razón de que, a la par de la lesión a la administración
pública, el autor quebranta su deber funcional; 4) Finalmente, si el autor pusiere manos en la
autoridad. En razón del mayor peligro físico que significa para el sujeto pasivo, que el autor,
que no obra a mano armada ejerza actos de fuerza sobre su cuerpo.

RESISTENCIA A LA AUTORIDAD

Incurre en el delito el que resistiera a un funcionario público en el


ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de
aquél o en virtud de una obligación legal.

Se trata de la oposición activa a la acción de un funcionario público o de


la persona que a su requerimiento o por obligación legal le presta asistencia, ejecutiva de una
orden legítima dada por el propio funcionario actuante o por otra autoridad pública.
En tanto el atentado lesiona la libertad de decisión funcional del
sujeto, la resistencia lesiona su acción funcional.

Autor puede ser el destinatario de la orden o un tercero. La oposición


puede ser sin o con intimidación o fuerza, las cuales, a diferencia de lo que sucede con el
atentado, no son elementos esenciales de la resistencia ni la agravan.

El delito es doloso y se consuma con la oposición al acto. No admite la


tentativa.

DESOBEDIENCIA A LA AUTORIDAD

Comete el delito el que desobedeciere a un funcionario público en el


ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de
aquél o en virtud de una obligación legal.

Sujeto activo de la desobediencia solo puede ser el destinatario de una


orden legítima de la autoridad, y su conducta no consiste en una oposición- que supone una
reacción a esa orden, sino al simple no acatamiento de ella.

Una orden es un mandamiento escrito o verbal, expedido o dado


directamente, aunque no necesariamente de presencia, por el funcionario público a una
persona para que haga u omita algo.

El delito es doloso. El dolo requiere el conocimiento efectivo de la orden,


sin que baste, por lo tanto, el conocimiento ficto admitido por las leyes procesales.

El delito que no admite tentativa, se consuma en el momento en que


debiendo cumplir la orden, su destinatario no lo hace.

ATENTADOS LEVES

Perturbación del ejercicio de la función pública

Es autor de este delito el que perturbare el orden de las sesiones de los


cuerpos legislativos nacionales o provinciales, en las audiencias de los tribunales de justicia o
dondequiera que una autoridad esté ejerciendo sus funciones (art. 241 inc. 1 CP).

El delito lesiona la administración pública, porque atenta con el orden


necesario para el ejercicio de la función pública.

El delito consiste en producir, mediante actos violentos o no, dirigidos a la


autoridad o a los concurrentes, inquietud, molestias o disturbios en el local o lugar donde se
encuentra en funciones un cuerpo legislativo (Congreso, legislatura provincial o Consejo
deliberante), un tribunal u otra autoridad pública nacional, provincial o municipal. Es un acto
contra la compostura externa del acto.

El delito es doloso. A la par de la conciencia de la naturaleza funcional


del acto, exige la intención de perturbar el orden.

Impedimento o estorbo del acto funcional

Incurre en este delito el que, sin cometer un atentado contra la autoridad,


impidiere o estorbare a un funcionario público cumplir un acto propio de sus funciones.

El delito contra la libre actuación en el ejercicio de la función pública.

A diferencia de lo que ocurre en el atentado contra la autoridad, este


delito no emplea intimidación o fuerza para decidir al funcionario a obrar o a no obrar. La
exclusión de esos medios violentos distingue el delito, de la resistencia contra la autoridad.

El delito se consuma con el logro del efecto buscado por el autor, admite
tentativo. El delito es imputable a titulo de dolo. El autor debe obrar con conciencia de la
naturaleza del acto y de una manera intencional.

Violación de Fueros

Es autor del delito el funcionario público que, en el arresto o formación de


causa contra un miembro de los poderes públicos nacionales o provinciales, de una convención
constituyente o de un colegio electoral, no guardare la forma prescripta en las constituciones o
leyes respectivas (art.242 CP).

El artículo protege la administración pública en lo relativo a la


incolumnidad de los fueros o inmunidades, esto es, de las exenciones de arresto o garantías
para el enjuiciamiento, concedidas por las constituciones y las leyes a los miembros de los
poderes públicos.

Es un delito especial, pues sólo puede cometerlo el funcionario público


que tenga calidad de magistrado o de funcionario judicial u otra que le confiera competencia
para arrestar, encausar o perseguir penalmente a las personas.

El delito consiste en arrestar, enjuiciar o perseguir al miembro de un


poder público, contrariando lo preceptuado por la respectiva inmunidad.

El título es imputable a título de dolo, incluso eventual.

Violación de deberes procesales

Es autor de este delito, el que habiendo sido legalmente citado como


testigo, perito o intérprete, se abstuviere de comparecer o de prestar la declaración o la
exposición respectiva.

Sujeto activo solo puede ser la persona legalmente citada como testigo,
perito o interprete. La enumeración es taxativa.

La legalidad de la citación exige la competencia funcional y territorial de


la autoridad para recibir declaraciones, requerir pericias o valerse de intérpretes.

El delito se consuma con la omisión, que supone intencionalidad, de


acudir en la oportunidad establecida en la citación o, habiendo comparecido, de formular la
declaración o la exposición requerida.

El delito se consuma con la abstención y no admite tentativa, solo es


imputable a titulo de dolo, que puede ser eventual.

Usurpación de autoridad- Titulos u Honores

Los delitos de esta Capítulo ofenden la administración pública porque


atentan contra la facultad estatal de conferir autoridad, títulos u honores públicos.

Usurpación de funciones públicas

Es autor del delito el que asumiere o ejerciere funciones públicas, sin


título o nombramiento expedido por autoridad competente.

El sujeto activo del delito debe ser una persona que desempeña
legalmente una función pública o que no continúa desempeñándola ilegalmente, pues estas
personas son los sujetos activos de los delitos previstos respectivamente en los incisos 2º y 3º
del art. 246 CP.

El ejercicio de la función pública significa que el autor invistiéndose de la


calidad funcional pertinente, ejecuta actos que le son propios. El acto puede ser correcta o
abusivamente cumplido. Quien asume y luego ejerce la función no comete un doble delito, pues
se trata de un tipo con pluralidad de hipótesis consumativas. La asunción o el ejercicio de la
función son delictivas si el autor no está facultado por un acto electivo (título) o por la
designación (nombramiento) de una autoridad competente para hacerlo.

El delito, que se consuma con la asunción o el ejercicio de la función, sin


necesidad de un determinado resultado, es imputable a título de dolo, incluso eventual. El
delito admite tentativa.

Continuación ilegítima en la función

Es autor del delito el que después de haber cesado por ministerio de la ley
en el desempeño de un cargo público o después de haber recibido de la autoridad competente
comunicación oficial de la resolución que ordena la cesantía o suspensión de sus funciones,
continuare ejerciendo (CP art. 246 inc. 2).
Sujeto activo del delito solo puede ser la persona que legalmente ha
dejado de ser un funcionario público o que está suspendido como tal.

El delito que no admite tentativa se consuma con el ejercicio de la función


después del cese legal o de haber recibido el autor la comunicación de la cesación o
suspensión. El autor responde solo a título de dolo.

Ejercicio de funciones ajenas

Es autor del delito el funcionario público que ejerciere funciones


correspondientes a otro cargo.

El delito que no admite tentativa y que se consuma con el ejercicio


funcional ajeno, es imputable a titulo de dolo. Este exige que el funcionario obre a sabiendas de
que el acto es propio de otro cargo. La duda no implica ese saber, y el error o la ignorancia,
aunque sean sobre la ley extrapenal, exculpa.

Ejercicio ilegal de profesiones liberales

La acción punible consiste en ejercer, de modo ilegal, actos propios de


una profesión para cuyo ejercicio debe contarse con la habilitación especial del Estado nacional
o provincial o ente privado en el que se ha delegado el poder de policía. Delinque quien ejerce
una de esas profesiones careciendo de título habilitante o teniéndolo no posee la autorización
correspondiente.

El delito es formal. No requiere para su consumación resultado alguno.


Es instantáneo y eventualmente permanente y sólo imputable a título de dolo, incluso eventual
requiriendo habitualidad, en razón de que no resultan comprendidos en los actos propios de
una profesión los realizados ocasionalmente.

Usurpación de titulos u honores

Comete los delitos a que se refiere el art. 247 inc. 2º del CP el que
públicamente llevare insignias o distintivos de un cargo que no ejerce o se arrogare grados
académicos títulos profesionales u honores que no le correspondieren.

Sujeto activo de los delitos puede ser cualquier persona. La calidad de


funcionario público del autor resulta irrelevante.

Usurpación de insignias y distintivos

Comete este delito, reprimidos con multa, el que públicamente llevare


insignias o distintivos de un cargo que no ejerciere o se arrogare grados académicos, títulos
profesionales u honores que no le correspondieren.

El delito es doloso. El autor debe obrar con la conciencia del significado


de la insignia o el distintivo y de que carece de derecho para llevarlo.

El delito no admite tentativa y se consuma al llevar la insignia o el


distintivo es permanente, porque la ofensa subsiste mientras el autor lleva la insignia o el
distintivo.

Abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario publico

En este capítulo se resguarda a la administración frente a los actos de


disposición y de ejecución de sus funcionarios contrarios a las constituciones o leyes.

Abuso de autoridad

Es autor del delito, el funcionario público que dictare resoluciones u


órdenes contrarias a las constituciones o leyes nacionales o provinciales o ejecutare las órdenes
o resoluciones de esta clase existentes o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le incumbiere
(art. 248 CP).

Sujeto activo solo puede ser un funcionario público en ejercicio de su


propio cargo.

El art. 248, que resguarda la constitucionalidad y la legalidad de la


actividad funcional pública, nacional y provincial o municipal, prevé tres formas de abusar de
la autoridad conferida al funcionario.
Una de ellas consiste en resolver u ordenar, en forma general o en los
casos ocurrentes, en contra de lo que dispone la Constitución Nacional o locales o la ley
nacional, provincial o municipal aplicable. Las otras dos formas consisten en ejecutar las
resoluciones inconstitucionales o ilegales y en no ejecutar las leyes cuyo cumplimiento le
incumbiere al funcionario.

El delito es doloso, porque requiere que el funcionario obre


maliciosamente, esto es, que emplee la autoridad recibida como un instrumento para violar la
constitución o las leyes, cualquiera sea la finalidad con que lo haga.

Omisión de deberes del oficio

Incurre en este delito el funcionario público que ilegalmente omitiere,


rehusare hacer o retardare algún acto de su oficio (art.249 CP)

Sujeto activo tiene que ser un funcionario público en el ejercicio de sus


funciones propias.

El funcionario público omite el acto si debiendo realizarlo de oficio no lo


hace. El funcionario rehusa hacer el acto si correspondiendo que lo realice a petición de parte
interesada o por orden de autoridad competente, no lo efectúa. El funcionario retarda el acto
cuando debiendo cumplirlo de oficio o a petición de parte o por orden de autoridad competente,
lo difiere para después de la oportunidad legal.

La consumación del delito que no admite tentativa, se opera tan pronto


como debiendo realizar el acto, el funcionario no lo hace, se rehusa o lo retarda, aunque no
sobrevenga otro daño fuera del que en si mismo implica para el normal desenvolvimiento de la
función pública el comportamiento del autor.

Violación de sellos y documentos

Se protege la función pública tendiente a la seguridad de los objetos o


documentos entregados a la custodia oficial, frente a los atentados contra medios de seguridad
puestos por la autoridad (CP art. 254) contra los objetos confiados a ella.

Violacion de sellos

Comete este delito el que violare los sellos puestos por la autoridad para
asegurar la conservación o identidad de una cosa.

Autor es todo aquél que realiza la conducta típica. El sello a que se refiere
la ley es la impresión hecha en un objeto o instrumento sellador o la oblea o timbre pegado o
adherido al objeto. El sello tiene que haber sido puesto u ordenado por autoridad facultada
para hacerlo, para asegurar el mantenimiento de la cosa tal cual está (conservación) o para
reconocerla (identificación).

En el concepto de cosa entra la materialidad de un documento.

El delito es doloso. El dolo requiere la conciencia de la significación del


sello. El delito que admite tentativa, se consuma con la violación del sello, aunque no se altere
la conservación o identidad de las cosas.

Cohecho

El capítulo resguarda la administración pública frente a los actos de


corrupción venal de sus funcionarios.

Los delitos causantes del aumento del patrimonio del autor, del sus
complices o de terceras personas, deben ser graves y dolosos. Serán graves si son importantes
los daños económicos producidos.

Cohecho pasivo

Comete este delito el funcionario que por su o por persona interpuesta


recibiere dinero o cualquier otra dádiva o aceptare una promesa directa o indirecta, para hacer,
retardar o dejar de hacer algo relativo a sus funciones. Recibe el que entra en la tenencia
material del objeto. Acepta el que admite obtener lo prometido en el futuro.

El bien jurídico protegido es la moralidad y la corrección que debe


imperar en la administración pública.
Persona interpuesta es la que actúa como personero o como falso destinatario
de lo ofrecido o prometido.

El pacto venal, y de esta manera el delito, se consuma recién cuando el


funcionario acepta la dádiva o la promesa.

Cohecho activo

Comete este delito el que directa o indirectamente, diere u ofreciere


dádivas a un funcionario público, en procura de alguna de las conductas reprimidas por el art.
256 y 256 bis primer párrafo del CP.

Las conductas punibles suponen comportamientos voluntarios. Aquí no


es tal el comportamiento exigido. Pero la voluntariedad del acto no requiere espontaneidad. No
deja de ser voluntario el acto consciente resultante de una insinuación o pedido.

El delito que es de dolo específico y que no admite la tentativa, se


consuma con el acto de dar u ofrecer, sin que interese que el sujeto pasivo reciba o rechace la
entre u oferta.

Admisión de dádivas

Es autor del delito el funcionario público que admitiere dádivas, que


fueran entregadas en consideración a su oficio, mientras permanezca en el ejercicio del cargo.

El delito es doloso y no admite tentativa, se consuma con la admisión de


la dádiva.

Presentación u ofrecimiento de dádivas

El autor es punible por la presentación o el ofrecimiento, aunque el


funcionario no la admita. El delito es punible a título de dolo.

Presenta la dádiva el que la hace llegar al funcionario y, la ofrece, el que


la promete.

El delito que no admite tentativa, se consuma con la presentación o el


ofrecimiento de la dádiva.
UNIDAD 9

UNIDAD IX. CONTENIDOS CONCEPTUALES

MALVERSACION DE CAUDALES PÚBLICOS.Noción y bien jurídico. Objeto material. El autor y


la relación funcional con los bienes. Destino y uso indebido de fondos públicos. El peculado.
Aprovechamiento por funcionario de trabajo o servicios públicos. La figura culposa. Demora en
el pago y negativa a entregar bienes.

NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE FUNCIONES PUBLICAS. Bien


jurídico. La previsión legal.

LAS EXACCIONES ILEGALES. Concepto y distinción de otros delitos. Las exacciones. La


modalidad cualificada. La concusión

ENRIQUECIMIENTO ILICITO DE FUNCIONARIOS Y EMPLEADOS.El texto legal. Utilización


de informaciones oficiales reservada con fines de lucro. Enriquecimiento ilícito.

EL PREVARICATO. Bien jurídico. El prevaricato de los jueces y personas equiparadas. Prisión


preventiva ilegal. El prevaricato de los auxiliares de la justicia.

DENEGACION Y RETARDO DE JUSTICIA.Bien jurídico. La denegación de justicia. El retardo


de justicia. Incumplimiento del deber de persecución y represión de delincuentes.

FALSO TESTIMONIO. Consideraciones generales. Falso testimonio: bien jurídico. Previsión


legal. El sujeto activo. La materialidad. La autoridad competente. Las modalidades agravadas.
Aspecto subjetivo.

El ENCUBRIMIENTO. Generalidades. Concepto. Características, Las distintas hipótesis


delictivas. El favorecimiento personal. El favorecimiento real. Omisión de denuncia. La
receptación. La receptación de cosas de procedencia sospechosa. Exención de pena.

EVASION Y QUEBRANTAMIENTO DE PENA. El delito de evasión. Favorecimiento de evasión.


Quebrantamiento de inhabilitación.

MALVERSACION DE CAUDALES PUBLICOS


En este capítulo se resguarda la seguridad y la legal administración de los
caudales y efectos públicos y de los bienes y caudales cuya administración o custodia está
equiparada a la de aquellos, contra los actos de los funcionarios o personas que los
administran, perciben o custodian.

Aplicación indebida de caudales públicos

Es autor del delito el funcionario público que le diere a los caudales o


efectos que administrare una aplicación diferente de aquella a que estuvieren destinados.

El delito es doloso, pues requiere el conocimiento de la calidad y destino


de los caudales y la voluntad de darles una aplicación diferente a la de su destino. El delito que
admite tentativa, se consuma con la aplicación ilegal de los caudales o efectos.

Sustracción de caudales públicos (Peculado)

Es autor del delito el funcionario público que sustrajere caudales o


efectos cuya administración, percepción o custodia le haya sido confiada en razón de su cargo.

Sustrae el que separa o aparta el objeto de la esfera de custodia de la


administración pública en la que legalmente se encuentra.

El objeto material del delito está constituido por los caudales o efectos
cuya administración, percepción o custodia le ha sido confiada al funcionario por razón de su
cargo.

El delito es doloso. El dolo exige el conocimiento de la calidad de los


objetos y la intención de sustraerlos. El delito se consuma con la sustracción, aunque no cause
ningún perjuicio patrimonial a la administración pública, como sucede en el caso de que el
funcionario ha dado fianza suficiente o ha restituido la suma sustraída. Admite la tentativa.

PECULADO DE TRABAJO O SERVICIOS

Es autor de este delito el funcionario público que empleare en provecho


propio o de un tercero, trabajos o servicios pagados por una administración pública.

Sujeto activo es un funcionario público. El delito es doloso y se consuma


con el empleo del trabajo, o del servicio. No admite tentativa.

Demora injustificada del pago

Incurre en este delito el funcionario público, que teniendo fondos


expeditos, demorare injustificadamente un pago ordinario o decretado por autoridad
competente.

El delito es doloso y no admite la tentativa, se consuma con la demora. El


dolo requiere que el funcionario obre a sabiendas de su obligación de pagar.

Negativa a entregar bienes

Es autor del delito el funcionario público que, requerido por la autoridad


competente, rehusare entregar una cantidad o efecto depositado o puesto bajo su custodia o
administración.

El delito constituye una desobediencia del funcionario que en razón de


cargo tiene en depósito o a su cuidado o disposición, bienes muebles o inmuebles, dinero o
valores en papel, que legalmente requerido por una autoridad pública competente, rehusare
entregarlos. Rehúsa el funcionario que niega le entrega sin razón justificada.

Negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas.

Comete este delito en funcionario que directamente, por persona


interpuesta o por acto simulado, se interesare en miras de un beneficio propio o de un tercero,
en cualquier contrato u operación en que intervenga en razón de su cargo.

Resguarda por un lado la fidelidad funcional pública en contratos u


operaciones entre la administración pública y terceros; y por otro,la fidelidad de las persona
que intervienen en operaciones respecto de bienes ajenos o en su manejo.
El delito es doloso y no admite la tentativa, se consuma con el solo hecho
de que el autor tenga parte o tome parte en el acto como particular.

Exacciones ilegales

Se resguarda a la administración pública de actos pecuniariamente


abusivos cometidos en el ejercicio de la función pública.

Figura simple

Comete el delito en funcionario público que, abusando de su cargo,


solicitare, exigiere o hiciere pagar o entregar indebidamente por si o por interpuesta persona,
una contribución, un derecho o una dadiva o cobrase mayores derechos de los que
corresponden.

El delito solo lo puede cometer el funcionario abusando de su cargo.

El delito es doloso. El dolo exige la conciencia del autor de que la


solicitud, exigencia del pago, la entrega o la cobranza es indebida. No admite tentativa y se
consuma cuando el funcionario solicita, exige o recibe el pago o la entrega o cobra.

Agravantes

Por los medios empleados. Cuando para cometerlo se empleare


intimidación o falsamente invocare orden superior, comisión, mandamiento judicial u otra
autorización legítima.

Por el destino del tributo. Se agrava por el destino que se le da al


tributo, cuando el funcionario la convirtiere en provecho propio o de tercero. Esta es la
concusión propiamente dicha.

La conversión agravatoria existe si el funcionario, en vez de ingresar el


tributo a las arcas fiscales, se apropia de él en beneficio propio o de otra persona física o ideal.

Enriquecimiento ilicito de empleados y funcionarios

Resguarda a la administración pública frente al lucro y a la codicia de sus


funcionarios y empleados.

Utilización de informaciones o datos reservados

Es autor del delito el funcionario público que con fines de lucro utilizare
para si o para un tercero informaciones o datos de carácter reservados de los que haya tomado
conocimiento en razón de su cargo.

Las informaciones y datos reservados son noticias o antecedentes sobre


actos, decisiones hechos o circunstancias vinculadas con la labor de una autoridad pública
que, por su propia naturaleza o por disposición de la ley o de autoridad competente, no deben
ser comunicados a terceros que nos los hayan conocido en razón de su cargo.

El delito que es doloso requiere que el autor obre a sabiendas del carácter
de la información o del dato y con ánimo de lucro. Admite la tentativa y se consuma con la
utilización, aunque no resulte perjuicio para el estado o para terceros.

Enriquecimiento ilicito

Comete este delito el funcionario que al ser debidamente requerido, no


justificare la procedencia de un enriquecimiento patrimonial suyo o de persona interpuesta
para disimularlo, posterior a la asunción de un cargo o empleo público.

El delito supone la existencia de un enriquecimiento patrimonial


apreciable del sujeto activo. No se trata de una simple mejoría de su situación económica, sino
de una considerable y aparentemente injustificada mejoría de ella en relación a la que tenía al
asumir el cargo o empleo.

Es un delito de omisión, existe si una autoridad competente para


investigar el caso concreto le requiere al funcionario o empleado que justifique la procedencia
del enriquecimiento y el requerido no prueba, o la existencia del enriquecimiento o que su
origen, legítimo o ilegítimo, está desvinculado del ejercicio del cargo o empleo o de su calidad de
funcionario o empleado.
El delito es doloso. La omisión que consuma el delito, debe ser
intencional. No admite la tentativa.

Prevaricato

Protege a la administración pública contra la infidelidad de los


encargados de administrar justicia y de los que representando loa intereses públicos o
privados, intervienen a esos efectos, como auxiliares de la justicia, en las causas judiciales o en
los procedimientos ante las autoridades públicas.

Prevaricato del juez y personas equiparadas

Incurre en el delito el juez que dictare resoluciones contrarias a la ley


expresa invocada por las partes o por el mismo o dictare, para fundarlas, hechos o resoluciones
falsas.

El delito supone que se ha dictado una resolución, vale decir, que en


ejercicio de su facultad de juzgar, se ha dictado una sentencia, un auto o un decreto o
providencia en un juicio del que conoce, cualquiera que sea su naturaleza y aunque la
resolución hubiere sido revocada.

El prevaricato del Juez se agrava cuando la sentencia fundada en el


prevaricato fuese condenatoria en causa criminal.

Prisión preventiva ilegal

Comete este delito el juez que decretare prisión preventiva por delito en
virtud del cual no proceda o que prolongare la prisión preventiva que, computada en la forma
establecida por el art. 24 del CP hubiere agotado la pena máxima que podría corresponder al
procesado por el delito imputado.

Denegación y retardo de justicia

Protege a la administración pública contra los abusos de su autoridad por


parte de los jueces y funcionarios públicos, que tienden a paralizar o enervar la acción
protectora del Poder Judicial respecto de los derechos individuales y colectivos.

Denegación

Incurre en el delito el juez que se negare a juzgar so pretexto de


oscuridad, insuficiencia o silencio de la ley.

El delito es doloso. La negativa requiere la intención directa. La


consumación del delito se produce por la negativa, sin necesidad de consecuencia o perjuicio
alguno.

Retardo

Se comete el delito cuando se retardare maliciosamente la administración


de justicia después de requerido por las partes y de vencidos los términos legales.

El delito es doloso, de dolo específico, no admite tentativa y se consuma


con la sola comisión.

Incumplimiento de la obligación de promover la represión

Es autor del delito el funcionario público que, faltando a la obligación de


su cargo, dejare de promover la persecución y represión de los delincuentes, a menos que
prueba que su omisión, proviene de un inconveniente insuperable.

El delito es doloso y como tal exige que el conocimiento del deber de


actuar en el caso concreto, se consuma con la sola omisión del funcionario.

Falso testimonio

Comete el delito el testigo, perito o intérprete que afirmare una falsedad o


negare o callare la verdad, en todo o en parte, en su deposición, informe, traducción o
interpretación, hecha ante la autoridad competente.
Es un delito formal que se consuma al rendirse la deposición, el informe,
la traducción o la interpretación. La oportuna rectificación de la falsedad en el mismo acto
procesal excluye el falso testimonio.

Se agrava cuando la falsedad es en perjuicio del inculpado en una causa


criminal.

El delito es doloso. El delito exige la conciencia y voluntad de deponer,


informar, traducir o interpretar falsamente en una causa criminal en perjuicio del imputado.

Encubrimiento

El encubrimiento en todas sus formas, lesiona la administración de la


justicia, porque interfiere, entorpeciéndola o tendiendo a hacerlo, la acción policial o judicial
dirigida a comprobar la existencia de un delito y la responsabilidad y castigo de los partícipes.

Los hechos constitutivos de encubrimiento presuponen la comisión


anterior de uno o varios delitos por otra u otras personas, aunque su autor y partícipes no
estén individualizados o no exista una sentencia condenatoria.

También se presupone que el autor del encubrimiento no le haya


prometido, como ayuda, a alguno de los partícipes en el delito anterior. En otras palabras no
debe haber una promesa anterior al hecho sino existiría participación.

Favorecimiento personal

Su accionar consiste en prestar una colaboración a alguien que intervino


en la comisión de un delito en el que él no participó.

La colaboración puede consistir en a) Ayudar a alguien a eludir la acción


de la justicia. Eludir sus investigaciones; b) Sustraerse a la acción de la autoridad. La ayuda a
otro a escapar del accionar represivo de la autoridad puede prestarse para ocultarlo o facilitar
su fuga o impedir u obstaculizar su identificación personal o su paradero.

Omisión de denuncia

La omisión de denunciar la perpetración de un delito o no individualizar


al autor o partícipe de un delito ya conocido, cuando estuviere obligado a promover la
persecución penal de un delito de esa índole.

El delito se consuma en el momento en el que, con arreglo a las


circunstancias exista un retardo injustificado.

El delito solo es imputable a titulo de dolo.

Favorecimiento real

So actos de favorecimiento real los cumplidos por quien: a) Ocultare,


alterare o hiciere desaparecer los rastros, pruebas o instrumentos del delito, o ayudare al autor
o partícipe a ocultarlos alterarlos o hacerlos desaparecer; b) Adquiriere, recibiere u ocultare,
cosas o efectos provenientes de un delito; c) Asegurare o ayudare al autor o partícipe a asegurar
el producto o provecho del delito.

Exención de responsabilidad

A los que hubieren obrado a favor del cónyuge, de un pariente cuyo


vínculo no excediere del cuarto grado de consaguinidad o segundo de afinidad o de un amigo
íntimo o persona a la que debiere especial gratitud.

Evasión y quebrantamiento de pena

Evasión: Incurre en el delito el que hallándose legalmente detenido se


evadiere por medio de violencia en las personas o fuerza en las cosas.

Comete el delito el que se libera del encierro o se sustrae a la custodia:

a) Usando una fuerza o medios hipnóticos o narcóticos (art. 78 CP); b)


Forzando los muros, paredes, puertas, ventanas etc., del recinto de
encierro o las cosas que lo aprisionan para impedir la evasión.
Es un delito doloso. La evasión se consuma con el acto mismo de la liberación del encierro o de
la sustracción a la custodia.

Favorecimiento de la evasión

Es autor de este delito el que favoreciere la evasión de algun detenido o


condenado.

Favorece la evasión el que, por cualquier medio, ayuda al detenido o


condenado a realizarla. El favorecedor puede valerse de violencia, astucia o seducción.

El delito, que es doloso, requiere una conducta intencional. El delito no se


consuma con la conducta favorecedora, sino con la evasión o su tentativa.

Causación culposa de la evasión

Autor del delito solo puede ser un funcionario público que, en razón de su
cargo, con arreglo a las circunstancias, estaba obligado a ser diligente respecto de la seguridad
del encierro o detención del evadido.

Es negligente el funcionario que se comporta con descuido de las reglas


de seguridad establecidas para el caso o de las seguridades requeridas por las circunstancias.

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