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LLAMADOS A SERVIR

DATOS PERSONALES

APELLIDOS Y NOMBRES Angela Fabiola Herrera Estela AÑO: 4°

DOCENTE Sara Marisol Llontop Gonzales SECCIÓN D

Fraternidad, Solidaridad y Fe

«Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios»- Papa


francisco de asis

La fraternidad es un valor que no sólo une a un grupo de personas, sino un valor


universal y transversal para todas las personas, dado que todos somos
hermanos. De esta forma, los valores de la fraternidad nos guían en el apoyo
mutuo, el respeto y la compasión. Además de la importancia de vivir en
fraternidad y amistad social, reconociendo la dignidad humana, la libertad y la
trascendencia, proponiendo una acción ética y moral basada en el amor y
manifestando la fe, según las instituciones educativas evangélicas y
eclesiásticas.

La afirmación de que todas las personas son hermanos y hermanas, si no fuera


abstracta sino concreta, nos presenta una serie de desafíos que nos inquietan y
nos obligan a aceptar nuevas perspectivas y nuevas respuestas.

Y la encíclica tiene un muy claro eje central: el mandato del amor, que nos llama
a todos en nuestra actividad personal a ser "prójimo", como el samaritano de la
parábola, pero que igualmente nos convoca a todos a procurar el bien común en
nuestra participación en sociedad

El ciclón yaku a causado controversia en las costas norteñas causando que varias
casas se destruyeran e inundaran causando pérdidas materiales además
humanas, incluso cuando todo se veía perdido aún se mantenía la fe entre los
vecinos, quienes se ayudan mutuamente en desastre, salvando animales que
eran arrastrados por la corriente de los huaicos.

Gente ha empezado a donar algunos víveres a la iglesia donde alojan las


personas damnificadas por la catástrofe que azota en la región,dando a entender
que la sociedad aún mantiene la fe, haciendo campañas de caridad para ayudar
al pueblo peruano afectado por el ciclón.

El Papa afirmó, hace tres años en relación con la pandemia: “para salir mejor de
esta crisis, debemos hacerlo juntos, en solidaridad”.
Francisco comenzó planteando que el origen común de todos los humanos es
Dios y “vivimos en una casa común, el planeta-jardín en el que Dios nos ha
puesto; y tenemos un destino común en Cristo”.

Podemos ayudar a nuestros vecinos con brindar apoyo y dando la justicia, ante
las autoridades que no están pendiente a la comunidad, promoviendo conductas
éticas y morales como ciudadanos ejemplares, también practicar el perdón a
quienes nos han hecho daño y dejar la ira y la frustración por los problemas en
los que nos enfrentamos día a día sin perder la fé en cristo.

Y por último debemos estar preparados para cualquier catástrofe que pueda
aparecer por los grandes cambios climáticos, tener nuestra mochila de
emergencia.

Para finalizar este argumento, nuestro rol como persona cristiana que creció bajo
las enseñanzas de la iglesia, debemos ser empáticos y solidarios, ya que muchas
veces la solidaridad no la tienen en práctica con las personas a nuestro alrededor
y ayudar a las comunidades peruanas en esta terrible situación.

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