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• La creciente urbanización, que lleva de una sociedad rural, a una urbana, y de una familia tipo
patriarcal, a un nuevo tipo de familia más reducida con responsabilidades mejor distribuidas entre el
hombre y la mujer, y más dependiente de otros grupos sociales (escuelas, empresas, municipios, etc.)
• El proceso de desarrollo, que mientras produce riquezas abundantes p/ algunas familias, suele
generar inseguridad en otras y marginalidad social en las restantes, al producir desempleo,
desplazamientos internos, etc.
• El rápido crecimiento demográfico; que en algunos países provoca graves problemas sociales,
económicos, éticos, religiosos. Mientras que en algunos el crecimiento es nulo.
• El proceso de socialización: que multiplica los grupos e instituciones sociales, muchos de los cuales
absorben funciones que antes cumplían las familias, por ejemplo las escuelas de doble escolaridad, los
jardines de infante, etc.
Todos estos grupos e instituciones sociales, ejercen tanto consecuencias positivas como negativas en el círculo
de las familias.
POSITIVAS: Generan una conciencia más viva de la libertad personal y una mayor atención a: la educación de
los hijos, las relaciones entre las familias, la responsabilidad de la familia, la misión de la familia en la iglesia.
NEGATIVAS: Generan problemas los cuales plantean el cambio social, como por ejemplo: la disminución de
los matrimonios, la multiplicación de uniones ocasionales e inestables, con sus secuelas de madres solteras o
abandonadas, el creciente índice de divorcios, la creciente búsqueda del placer, el aumento del desempleo, el
aborto cada vez más utilizado y legalizado, la influencia de la pornografía, el alcoholismo, las drogas, etc.
El principal ítem a tener en cuenta de la situación actual de la familia es: que desde hace décadas las parejas
no tienen la decisión de acceder a formar parte como institución dentro de la sociedad, se ha observado
matrimonios mixtos o interreligiosos, la familia monoparental, la poligamia, la infidelidad, etc. El mensaje bíblico
da fundamentos sólidos de que la familia en sociedad está pasando por una situación de bajas expectativas, al
no seguir los pasos de la concepción de unión entre 2 personas que han sido participes de la obra creadora de
Dios. La encíclica del Papa Francisco, Lumen Fidei relata cómo puede llegar la unión familiar también llamados
“vínculos humanos”, cuando un acto de fe se presenta en ciertas actividades, sobre la concepción de la unión
de las personas en matrimonio siendo sólidas actitudes de engendrar amor y dignidad.
B. CÉLULA VITAL DE LA SOCIEDAD, PRIMERA SOCIEDAD NATURAL:
La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad, y como cualquier institución social, tiende a
adaptarse al contexto histórico de una sociedad. El espíritu fraterno, tolerante y positivo de la familia no queda
limitado a sus miembros, sino que se extiende a la sociedad en que la familia está inserta. La familia posee
vínculos vitales y orgánicos con la sociedad; en ella nacen los ciudadanos y en ella encuentran la primera y más
importante escuela, aquella en la que aprenden el respeto, la justicia, el dialogo y la práctica de las relaciones
interpersonales, es decir, las normas básicas de la convivencia social. Es por esto que la DSI se refiere a ella,
como la célula básica y vital de la sociedad.
Así, Juan Pablo II, dice: que la familia constituye el lugar natural y el instrumento más eficaz de humanización y
de personalización de la sociedad, colabora de manera eficaz y profunda en la construcción del mundo,
haciendo posible una vida propiamente humana, transmitiendo las virtudes y los valores.
Por eso la familia debe ser ayudada y defendida mediante medidas sociales apropiadas, pero cuando estas no
son capaces de realizar sus funciones, los otros cuerpos sociales tienen el deber de ayudarlas y de sostener la
institución familiar.
El Papa Juan Pablo II, afirmaba que la esencia y el cometido de la familia estaban definidas por el amor, y que
por eso reciben la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y participativo del amor
de Dios por la humanidad y del amor de Cristo. Son 4 las misiones básicas de la familia:
• Vivir, crecer y perfeccionarse como comunidad de personas que se caracteriza por la unidad y la
indisolubilidad. La familia es el lugar privilegiado p/ la realización personal.
• Ser como el santuario de la vida, servidora de la vida, ya que este derecho es la base de todos los
DDHH. Este servicio no se reduce a la procreación, sino que es ayuda eficaz para transmitir y educar
en valores auténticamente hnos y cristianos.
• Ser célula primera y vital de la sociedad, por su naturaleza y vocación debe ser promotora del desarrollo,
protagonista de una auténtica política familiar.
• Ser Iglesia domestica que acoge, vive, celebra y anuncia la palabra de Dios, es el santuario donde se
edifica la santidad y desde donde la Iglesia y el mundo pueden ser santificados.
• Esposas, obedeced a vuestros maridos, para que aquellos que no se someten a la palabra seas
granjeados sin la palabra a través de la conducta de vida de la esposa.
• Observar una vida pura en el temor de Dios.
• Que vuestro adorno no sea exterior en peinados, adornos de oro o vestidos lujosos, sino que sea interior
del corazón.
• Ser un espíritu manso y silencioso. Esto es valioso ante Dios.
• Maridos, dirigíos prudentemente con vuestras esposas, como con un recipiente debilísimo,
demostrándoles honor, como a coherederas de la vida en gracia.
• Las casadas obedeced a vuestros maridos como al Señor, pues el marido es cabeza de la mujer así en
todo como Cristo es cabeza de su Iglesia.
Sobre la base de las palabras de los apóstoles se pueden representar las relaciones reciprocas de los
esposos de la siguiente manera; los esposos deben ante todo estar impregnados de un sentimiento mutuo
de cariño conyugal. El amor es el centro de la vida familiar.
Pero el amor conyugal no debe ser impuro y egoísta, debe estar unido a la paciencia, la firme decisión de
mantener ese amor y de ceder mutuamente, condescender ante las debilidades inevitables e ir al encuentro
para la reconciliación.
Los esposos deben tener otra gran cualidad, la pureza y la fidelidad mutua. El matrimonio no es el permiso
para la intemperancia y el desenfreno total, sino que es el gran medio de lucha contra la pasión. La Iglesia
haciendo del matrimonio un sacramento, enardece en las personas un solo ideal, la pureza. P/ los capaces
de comprender, para los elegidos, esta pureza es la completa castidad, es la participación pura en la
procreación del genero hno, la templanza corporal.
Pero al hablar del amor, el acuerdo, la sinceridad y la pureza como cualidades de ambos esposos, también
se reconoce las obligaciones particulares de los mismos, estas según el apóstol, se reducen a que la esposa
debe obedecer en todo a su marido y el esposo debe especialmente amar a su mujer. Este es un derecho
y una obligación del marido, responsabilidad que no puede delegar, pues esta obligación es doble, debe
refrenarse p/ no dar un mal ejemplo a los que lo rodean y controlar las relaciones familiares.
LIDERAR EL HOGAR: El liderazgo del esposo debe ser ejercido en 3 aspectos esenciales:
• A nivel físico, siendo el protector de la esposa y de los hijos ante eventualidades que pongan en riesgo
la salud e integridad de su familia. Un esposo líder, jamás permitirá que su esposa e hijos sean víctimas
de maltrato.
• A nivel emocional, apoyando cada vez que su esposa o familia tengan que atravesar experiencias
traumáticas, por ejemplo ante la pérdida de un ser querido, es imprescindible la presencia confortante
del esposo.
• A nivel espiritual, guiando a la familia por el camino del bien, inculcando valores y ppios espirituales,
morales, éticos y de conducta.
El hombre está diseñado para ser el proveedor y sustentador de la familia, esto es aceptado en todas las culturas
como algo natural, y así fue el plan original de Dios. No obstante, hoy en día las esposas también son
profesionales o hacen empresa y ambos trabajan p/ el sustento del hogar, lo cual no implica que todas las
necesidades son satisfechas, pues hay necesidades que el la mujer no puede suplir y le corresponden al
esposo.
En principio, aunque la mujer trabaje y perciba un salario, el esposo siempre deberá ser el ppal proveedor a las
necesidades del hogar. Por otro lado, es deber del esposo proveer a la seguridad y estabilidad emocional de la
familia.
DEBERES Y DERECHOS DE PADRES E HIJOS:
DEBERES DE LOS HIJOS:La paternidad divina es la fuente de la paternidad humana, es el fundamento del
honor debido a los padres. El respeto de los hijos menores o mayores de edad, hacia su padre y madre, se
nutre del afecto natural nacido del vínculo que los une.
• El respeto a los padres (piedad filial), está hecho de gratitud para quienes, mediante el don de la
vida, su amor y su trabajo, han traído sus hijos al mundo y les han ayudado a crecer en estatura,
sabiduría y en gracia.
• El respeto filial se expresa en la docilidad y la obediencia verdaderas, el hijo sabio ama la instrucción.
• Mientras vive en el domicilio de sus padres, el hijo debe obedecer a todo lo que estos dispongan para
su bien o el de la familia. Los niños deben obedecer también las prescripciones razonables de sus
educadores y de todos aquellos a quienes sus padres los han confiado.
• Cuando se hacen mayores, los hijos deben seguir respetando a sus padres, deben prevenir sus deseos,
solicitar dócilmente sus consejos y aceptar sus amonestaciones justificadas. La obediencia a los padres
cesa con la emancipación de los hijos, pero no el respeto que les es debido.
• El 4to mandamiento recuerda a los hijos mayores sus responsabilidades para con los padres, en la
medida en que ellos puedan, prestarles ayuda material o moral en los años de vejez y durante sus
enfermedades, en momentos de soledad o abatimiento.
DEBERES DE LOS PADRES:La fecundidad del amor conyugal no se reduce a la sola procreación de los hijos,
sino que debe extenderse también a su educación moral y a su formación espiritual.
• Los padres deben mirar a sus hijos como a hijos de Dios y respetarlos como personas, han de educar a
sus hijos en el cumplimiento de la ley de Dios, mostrándose ellos obedientes a la voluntad de Dios.
• La familia debe ser un lugar adecuado en la educación de las virtudes, requiere el aprendizaje de la
abnegación, de un sano juicio, del dominio de sí, condiciones de toda libertad verdadera. Los padres
han de enseñar a los hijos a subordinar las dimensiones materiales e instintivas a las interiores y
espirituales. Es su responsabilidad dar buenos ejemplos.
• La familia debe constituir un medio natural para la iniciación del ser humano en la solidaridad y
responsabilidad comunitaria, deben enseñar a sus hijos a guardarse de los peligros y las degradaciones.
• Debe ser una educación en la fe, la que debe comenzar desde la más tierna infancia.
• Ante una cultura que banaliza la sexualidad, que la vive e interpreta empobrecida, el servicio educativo
de los padres debe basarse sobre una cultura sexual verdadera y plenamente personal, en la perspectiva
cristiana, el respeto mutuo.
• La entrega reciproca de los esposos, que al ser total no puede limitarse en el tiempo.
• La necesidad de que los hijos crezcan y se eduquen en una comunidad familiar estable y permanente.
• El designio de Dios, manifestado en su revelación. La indisolubilidad es fruto y exigencia del amor
absolutamente fiel que Dios le tiene al hombre y que Cristo vive hacia su Iglesia.
• Solidaridad familiar: la subjetividad social de las familias, tanto individualmente como asociadas, se
expresa también con manifestaciones de solidaridad y ayuda mutua, no solo entre las mismas familias,
sino también mediante diversas formas de participación en la vida social y política. Se trata de la
consecuencia de la realidad familiar fundada en el amor, naciendo del amor y creciendo en él, la
solidaridad pertenece a la familia como elemento constitutivo y estructural. La solidaridad asume el rostro
del servicio y de la atención a cuantos viven en la pobreza y la indigencia, a los huérfanos, a los
minusválidos, enfermos, etc. Las familias lejos de ser solo objeto de la acción política, pueden y deben
ser sujeto de esta actividad, movilizándose para procurar que las leyes e instituciones del Estado no la
ofendan, sino que la sostengan y defiendan positivamente los derechos y deberes de las familias.
• Vida económica y trabajo: la relación que se da entre la familia y la vida económica es significativa,
por una parte, la economía nació del trabajo doméstico, la casa ha sido por mucho tiempo y sigue siendo,
unidad de producción y centro de vida. Su dinamismo sedesarrolla a partir de la iniciativa de las
personas, y se realiza como círculos concéntricos, en redes cada vez más amplias de producción e
intercambio de bienes y servicios, que involucran de forma creciente a las familias.
Lo deben leer todos los que se preocupan por el futuro de la familia. Sus destinatarios son
especialmente: