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FACULTAD DE MEDICINA
TESIS DOCTORAL
PRESENTADA POR:
DIRECTORAS:
TUTOR:
Sevilla 2015
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TESIS DOCTORAL
AUTORA:
DIRECTORAS:
TUTOR:
CIRUGIA GENERAL
Sevilla 2015
2
AGRADECIMIENTOS
Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a todas las personas que han hecho
posible la realización de esta tesis así como a los pacientes que han intervenido en
ella.
A la Dra. Carmen Echevarría, directora de esta Tesis Doctoral y Jefa del Servicio de
Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Virgen del Rocío por su estímulo y apoyo
personal para la realización de esta Tesis Doctoral.
A la Dra. María Barrera Chacón por su facilidad y apoyo en la realización de esta tesis
así como por sus enseñanzas y transmisión del entusiasmo por la Neurorehabilitación,
ejemplo tanto a nivel profesional como humano durante mi formación como
especialista en Medicina Física y Rehabilitación y en los años posteriores.
A la Dra. Mª José González Toro así como al grupo de Innovación Tecnólógica del
Hospital Universitario Virgen del Rocío por su ayuda en la realización de la tesis.
A mis padres y familia, por apoyarme en todos mis proyectos, aunque ellos nos hayan
quitado en ocasiones múltiples horas de compañías
A todos ellos que han hecho posible la finalización de esta tesis doctoral: “Gracias”
3
“ADAPTACIÓN Y VALIDACIÓN AL ESPAÑOL DE LA ESCALA
FUGL-MEYER EN EL MANEJO DE LA REHABILITACIÓN EN EL
PACIENTE CON ICTUS”
4
RESUMEN:
INTRODUCCIÓN:
5
La creación de una escala específica del ictus, que englobe la valoración de la mayor
partes de los dominios que influyen en su evolución funcional y que sea fácilmente
aplicable en la actividad asistencial es un hecho bastante complejo.
La escala Fugl-Meyer es una escala específica del ictus, basada en la medición del
déficit del funcionamiento, se diseño con el objetivo de medir el déficit motor, así como
del equilibrio, la sensibilidad y el estado de las articulaciones en pacientes que
presentaban una hemiplejia/hemiparesia como consecuencia de haber sufrido un ictus.
En la práctica clínica la escala Fugl Meyer se usa para valorar la severidad del déficit,
describir la recuperación motora, planificar el tratamiento rehabilitador y realizar un
seguimiento de la evolución clínica de los pacientes tras un ictus.
Por otra parte, disponer de información sobre el resultado funcional del AVC ayuda en
la toma de decisiones sobre el tratamiento, determinación de objetivos e intensidad del
programa terapéutico y la planificación del alta, todo ello dirigido a mejorar la eficiencia
del tratamiento. Pero conocer el futuro funcional de un proceso tan heterogéneo como
el AVC es difícil, por lo que existen numerosos estudios científicos que han evaluado
múltiples factores y su combinación en modelos de predicción.
OBJETIVO:
MATERIAL Y MÉTODOS:
6
Universitario Virgen del Rocío (HUVR), debían de cumplir los siguientes criterios de
inclusión: (1) ser mayor de 18 años y menor de 80, (2) ser diagnosticado de ictus
según la clasificación de la OMS, (3) presentar una hemiparesia secundaria al ictus,
(4) ser independiente previamente al ictus, (4) aceptar y firmar el consentimiento
informado. Como criterios de exclusión se establecieron los siguientes: (1) haber
presentado previamente un ictus al ictus actual, (2) presentar déficit cognitivo y/o de la
comunicación, (3) presentar nuevo episodio ictal durante el proceso rehabilitador, (4)
presentar otras causas que pudieran causar limitaciones funcionales o
discapacidades. Las propiedades psicométricas analizadas fueron la fiabilidad, la
consistencia interna, la validez, la sensibilidad al cambio. También se analizó el efecto
suelo y efecto techo de la escala así como la determinación de su utilidad y el Índice
de GRAQol (IG)
Por otro lado se ha establecido un modelo de pronóstico funcional del ictus a partir de
aquellas variables relacionadas con el nivel de independencia alcanzable al año tras el
ictus. El método estadístico usado para ello es el modelo de regresión logística, que
predice la respuesta o resultado en nuevos sujetos con el mínimo error posible. Para
ello se analizaron los mismos 103 pacientes de la muestra utilizada en el análisis de
las propiedades psicométricas. Como variable dependiente se usó el nivel de
funcionalidad al año medida a través del índice de Barthel ( con la dicotomización
Índice de Barthel < 80 puntos = dependientes e Índice de Barthel ≥ 80 puntos =
independiente) ;como variables independientes se usaron la edad, el sexo, el tipo de
ictus, la lateralidad del ictus, la gravedad inicial del ictus, los factores de riesgo, y el
nivel de funcionalidad del ictus medida a través de las diferentes subescalas de la
escala Fugl-Meyer (subescala miembro superior, subescala miembro inferior,
subescala equilibrio, subescala sensibilidad y subescala valoración articular). Se
analizó a través de un estudio univariante la relación existente entre cada una de las
variables independientes con la dependiente; es decir se ha analizado de manera
individual cada una de las variables con la posibilidad de ser dependiente o
independiente al año tras el ictus. Posteriormente con aquellas variables que
presentaron relación con el grado de independencia al año se realizó el análisis de
regresión logística. Finalmente se analizó el porcentaje de clasificación correcto del
modelo y su capacidad discriminatoria.
Como información adicional se analizó el cambio mínimo detectable que debe darse
en la escala Fugl Meyer para que se considere un cambio mínimo detectable. Según la
literatura para que exista un cambio mínimo detectable en el Índice de Barthel es
necesario una variación de al menos 10 puntos. Para determinar el cambio mínimo
7
detectable en cada una de las subescalas de la escala FM se analizó que cambio
correspondía a cada una de las subescalas cuando existía un cambio en el Índice de
Barthel de 10 puntos.
RESULTADOS
8
La escala resultó tener una alta fiabilidad; con un resultado según el coeficiente de
correlación de Spearman de de 0,946 para el dominio de extremidad superior, 0,928
para la extremidad inferior, 0,802 para el equilibrio, 0,794 para la sensibilidad y 0,549
para el rango articular. En acuerdo entre los observadores se analizó a través del
Kappa ponderado, donde obtenemos de igual manera una buena correlación,
obteniendo todos los ítems una puntuación >0,7 a excepción de los ítems 11
(pronación del antebrazo), 36 (flexión de cadera en sinergia flexora), 37 (flexión de
rodilla en sinergia flexora) y 41(extensión de rodilla en sinergia extensora). Todos los
resultados mostraron una puntuación >0,90 en el test retest.
Para poder realizar el modelo de regresión logística y tras analizar las variables que
podrían estar relacionadas con el nivel de independencia funcional alcanzable al año
del ictus se observó que aquellas variables que presentaron una relación
estadísticamente significativas con el Barthel al año fueron el NIHSS inicial, el Barthel
al inicio, los siguientes apartados de la escala FM (la sensibilidad, equilibrio, apartado
superior e inferior).
- De que variable dependía que aquellos pacientes con una puntuación NIHSS
inicial baja no alcanzaran la independencia funcional al año y viceversa? Se
obtuvo que aquellos pacientes en los que a pesar de obtener una puntuación
baja en la NIHSS inicial no obtienen la independencia funcional al año se
explica a través de una baja puntuación en la subescala Miembro superior de la
subescala FM, y viceversa: la buena evolución de los pacientes en la obtención
de la independencia funcional a pesar de obtener una puntuación inicial en la
NIHSS elevada viene explicada por una elevada puntuación en la subescala
Miembro Superior de la escala FM.
CONCLUSIÓN:
10
tanto, a través de estas variables un logaritmo de predicción funcional en un paciente
tras el ictus.
11
ABREVIATURAS:
FG: Fugl-Meyer
NIHHS: National Institute of Health Stroke Scale-Escala del Ictus del National Health
Institute
RHB: Rehabilitación
12
RMF: resonancia magnética funcional
13
ÍNDICE:
I.INTRODUCCIÓN
1. EL ICTUS ................................................................................................................................... 18
14
b) Escala de impacto del ictus (SIS): ......................................................................................................... 58
II.JUSTIFICACIÓN…………………………………………………………………………………………………………………..59
III.OBJETIVOS…………………………………………………………………………………………………………………………..62
1. OBJETIVO PRINCIPAL: .......................................................................................................... 63
IV.HIPÓTESIS……………………………………………………………………………………………………………………………64
V.MATERIAL Y METODOS…………………………………………………………………………………………….66
1. TRADUCCIÓN Y ADAPTACIÓN DE LA ESCALA FUGL-MEYER A LA POBLACIÓN
ESPAÑOLA ....................................................................................................................................... 67
15
VI. RESULTADOS:
1. PROCESO DE TRADUCCIÓN Y ADAPTACIÓN A LA POBLACIÓN ESPAÑOLA DEL
ESCALA FUGL- MEYER.................................................................................................................. 81
VII.DISCUSIÓN...........................................................................................................................138
VIII.CONCLUSIÓN……………………………………………………………………………………………………………….139
IX.ANEXOS................…………………………………………………………………………………………………………………141
X.BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………………………………181
16
I. INTRODUCCIÓN
17
1. EL ICTUS
1.1. CONCEPTO
El término ictus se refiere al trastorno brusco del flujo sanguíneo cerebral que altera de
forma transitoria o permanente la función de una determinada región cerebral1. Según
la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), la enfermedad cerebro vascular es el
desarrollo rápido de signos clínicos de disturbios de la función cerebral o global, con
síntomas que persisten 24 horas o más, o que llevan a la muerte con ninguna otra
causa evidente que el origen vascular.
Los ictus isquémicos representan el 80-85% de todos los ictus, mientras que el 15-
20% restante son hemorrágicos; estos últimos suelen ser más graves. Dentro de la
isquemia cerebral se distingue la isquemia cerebral focal, que afecta a una sola zona
del encéfalo, y la isquemia cerebral global, que afecta al encéfalo de forma difusa.
Dentro de los ictus hemorrágicos se diferencian el hematoma cerebral y la hemorragia
subaracnoidea3,4.
18
cada 100.000 habitantes/año, que en el sur de Europa, con 100 casos nuevos por
cada 100.000 habitantes/año en países como Italia o Portugal.
Por otro lado, gracias a las técnicas de estudio epidemiológico se han identificado un
gran número de factores de riesgo favorecedores para padecer un ictus.
Los factores de riesgo para presentar un ictus los podemos clasificar en modificables,
potencialmente modificables y no modificables11; asociándose varios factores de
19
riesgos a un mayor riesgo de ictus. Los factores de riesgos más comunes los
podemos enumerar en la siguiente tabla (Tabla 1)12.
Hipertensión
La hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante con una alta prevalencia
y elevado potencial de riesgo para ictus, tanto isquémicos como hemorrágicos11. El
tratamiento de la HTA sistólica y diastólica se asocia con una reducción del 42% en el
riesgo de sufrir un ictus13.
Edad y sexo
La incidencia de ictus aumenta más del doble en cada década a partir de los 55
años14. El sexo masculino es también un factor de riesgo para todas las entidades
nosológicas, excepto la hemorragia subaracnoidea que es más frecuente en la mujer.
Tabaquismo
Los fumadores tienen un riesgo tres veces mayor de sufrir un ictus que los no
fumadores. El riesgo se incrementa de forma proporcional al número de cigarrillos/día.
Los fumadores pasivos también tienen un mayor riesgo de ictus. El tabaco contribuye
a la progresión de la aterosclerosis.
20
Diabetes
Dislipemia
Unas cifras elevadas de lípidos están relacionadas con un mayor riesgo de padecer un
ictus15.16. Los niveles elevados de lipoproteína (a) se consideran un factor de riesgo
independiente para el desarrollo de la aterosclerosis carotidea y para el ictus
isquémico.
Obesidad
Sedentarismo
Existe una significativa relación inversa entre actividad física y riesgo de ictus
(isquémico y hemorrágico), tanto en varones como en mujeres17.
Dieta
Hiperhomocisteinemia
21
El empleo de anticonceptivos orales con bajas dosis de estrógenos (< 50 µg) parece
inducir sólo un mínimo riesgo de ictus cuando se prescriben a mujeres sin factores de
riesgo vascular.
Alcohol
Drogas
La cocaína y sobretodo sus alcaloides (crack) se asocian con elevado riesgo de ictus
isquémico y hemorrágico. El consumo de anfetaminas induce un mayor riesgo de ictus
hemorrágico.
Enfermedades cardiacas
22
1.4. CONSECUENCIAS: MORBIMORTALIDAD, DISCAPACIDAD Y GASTO
SANITARIO ASOCIADO EN EL ICTUS
En el análisis de los datos de la OMS las enfermedades cerebrovasculares
representan la tercera causa de muerte en el mundo occidental, la primera causa de
discapacidad física en las personas adultas y la segunda de demencia20.
El ictus consume un 3-4% del gasto sanitario de los países desarrollados. En Europa
ocupa el segundo lugar en cuanto a la carga de enfermedad (6,8%), comparados con
la enfermedad de Alzheimer y otras demencias que ocupan el quinto lugar (3,0%).
Haciendo una comparación los accidentes de tráfico ocupan el séptimo (2,5%)23.
Además, no debemos de olvidar que la carga provocada por las enfermedades
cerebrovasculares está aumentando rápidamente debido al envejecimiento de la
población en Europa. Estas tasas superan ampliamente la incidencia conjunta de
cáncer de colon, recto, pulmón y mama28, lo que da una idea de la magnitud de la
patología cerebrovascular. Suponen igualmente la primera causa de ingreso
hospitalario, y generan un número muy importante de enfermos crónicamente
discapacitados, fundamentalmente personas de edad avanzada. Por otro lado hay que
tener en cuenta que uno de cada cinco ACV ocurre en individuos en edad laboral.
Todo ello supone un coste sanitario importante24.
23
Una vez instaurado el ictus, debe realizarse una atención sanitaria dirigida a la
rehabilitación y a la prevención secundaria, y esta última debe mantenerse
indefinidamente dada su recurrencia.
Déficits cognitivos
Localización y tamaño
Factores pronósticos que no están en relación con la gravedad clínica del ictus:
24
1. La edad es un factor asociado a una peor recuperación funcional, especialmente
en edades avanzadas. Con frecuencia, la edad mayor de 85 años parece suponer
un punto de inflexión en la capacidad de recuperación tras un ictus25, aunque
diversos estudios enfatizan el hecho de que una menor capacidad de respuesta al
tratamiento rehabilitador no es sinónimo de ausencia de su beneficio, no debiendo
ser la edad avanzada un factor que limite el acceso a dicho tratamiento26. Sin
embargo existen autores que no engloban la edad por si sola como un factor
asociado per se de peor pronóstico, sino más bien asociado a determinadas
situaciones de mal pronóstico, es decir las personas ancianas presentan con
frecuencia un deterioro funcional previo, circunstancias sociales adversas y
pueden sufrir ictus más graves27.
5. La localización junto con el tamaño del ictus son dos factores de mal pronóstico
en su conjunto33.
25
7. La situación funcional previa al ictus, es un dato imprescindible en la anamnesis
de los pacientes. Una función física deteriorada previamente al ictus, sea por la
existencia de ictus recurrentes o por una comorbilidad discapacitante asociada, es
un predictor independiente, tanto de la capacidad funcional como de la
35
institucionalización del paciente, especialmente en los ancianos . Una explicación
del pronóstico negativo de los pacientes con ictus previos es el deterioro, a veces
no claramente perceptible, que ocasionan36.
Dentro de los factores pronósticos que están en relación con la gravedad clínica del
ictus nos encontramos los siguientes
26
41 42
meses más tarde , . Los pacientes que no recuperan una fuerza de prensión
mensurable con un dinamómetro en la mano afecta antes de 24 días desde el
ictus, no alcanzan una fuerza completa de prensión a los tres meses43.
7. El nivel de discapacidad inicial una persona que, en las tres primeras semanas
post-ACV, mantiene una discapacidad con un IB inferior a 20, presenta un riesgo
cuatro veces mayor de permanecer con una incapacidad grave que una persona
con un IB inicial superior a 20 48.
8. Los déficit cognitivos alteran las relaciones humanas entre el paciente, sus
familiares y cuidadores, reducen la habilidad para enfrentarse y compensar los
déficit físicos y en casos graves pueden interferir con el desarrollo de los
programas de rehabilitación, por lo que son considerados un factor pronóstico
desfavorable49.
De todas ellas, las variables clínicas que parecen ser de mayor importancia pronóstica
en la discapacidad del paciente hemipléjico son el grado de paresia, los trastornos
sensitivos y la inestabilidad en el control de tronco50.
Es útil conocer los porcentajes de los déficits registrados en los países occidentales a
los 6 meses del ACV: más del 60% tendrán una mano no funcional para las AVD, y el
20-25% no podrán caminar sin asistencia. La prevalencia de los déficits neurológicos
en los seis dominios definidos por la American Heart Association-Stroke Outcome
Classification (AHA-SOC) al inicio del cuadro y a los seis meses ha sido estudiada
obteniendo los resultados que se muestran en la siguiente tabla (Tabla 3):51
Tabla 3: Prevalencia de los déficits neurológicos en los 6 dominios de la AHA-SOC al inicio y a los 6 meses tras
el ictus
Tabla 4: Limitación de la actividad y del funcionamiento al inicio y a los 6 meses de evolución tras el ictus
Asistencia en higiene 56 13
Asistencia en comida 68 33
Asistencia en vestido 79 31
28
Recientemente un análisis del grupo Cochrane evaluó el efecto de la rehabilitación
más allá del primer año, sin poder hallar evidencia científica de su eficacia53 De este
modo, parece claro que el periodo en que debemos focalizar los esfuerzos
rehabilitadores tras un ictus son los primeros meses.
1.6. TRATAMIENTO
1.6.1. ESTRATEGIA DE ACTUACIÓN ANTE EL ICTUS. Situación actual
En los últimos años se ha desarrollado una importante mejora asistencial en el ictus,
tanto en su tratamiento como organización multidisciplinar. En el año 1975 no existía
ningún tratamiento para el ictus, frente a los diferentes tratamientos con los que
disponemos actualmente. (Tabla 5). Es evidente, dada la magnitud del problema, la
necesidad no sólo de establecer una adecuada política de prevención, sino de buscar
modelos organizativos de asistencia al ictus con los objetivos de disminuir la
mortalidad y además reducir sus secuelas. En este sentido, se ha configurado como
un claro ejemplo de que la atención urgente, coordinada y multidisciplinar, tanto en la
fase aguda como en el proceso de recuperación posterior, puede modificar el
pronóstico de los pacientes22. Ante la emergencia neurológica es prioritario disponer
de una protocolización diagnóstica urgente para iniciar la debida corrección de los
factores pronósticos1, limitar la lesión cerebral y restaurar en el caso del ictus
isquémico, la perfusión cerebral54.
Surgen así las Unidades de Ictus (UI), según el Grupo español de enfermedades
cerebrovasculares (GEECV), una Unidad de Ictus (UI) es aquella estructura
geográficamente delimitada para el cuidado de los pacientes con ictus, que tiene
personal y servicios diagnósticos disponibles las 24 horas del día55. La UI permite una
asistencia global y multidisciplinaria, están formadas por médicos especialistas en
Medicina Física y Rehabilitación, neurólogos, intensivistas, neurocirujanos, cirujanos
vasculares, neurorradiólogos y cardiólogos; así como enfermería entrenada,
fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, trabajador social,
neuropsicólogo y técnicos ortoprotésicos.
Así, la creación y desarrollo de las unidades de ictus mejora los indicadores de calidad
asistencial (necesidad de ingreso, readmisión hospitalaria, estancia media hospitalaria,
mortalidad y necesidad de institucionalización) y reduce de forma significativa los
costes económicos en la atención a estos pacientes. El beneficio persiste tras ajustar
por edad, sexo y gravedad del déficit neurológico al ingreso y en los distintos subtipos
etiológicos de ictus. Este beneficio comprobado en la práctica clínica diaria es
29
consistente a lo largo del tiempo de funcionamiento de la UI. Su repercusión es
importante tanto para los pacientes como para el sistema sanitario56.
Entre los objetivos iniciales de la RHB en fase aguda destacan asegurar el control
postural correcto, evitar la inmovilidad y mantener eficazmente la función respiratoria y
deglutoria. Es la combinación de tratamientos farmacológicos de fase aguda y la RHB
precoz lo que determina fundamentalmente la eficacia de las unidades de ictus63. El
éxito de los resultados de los diferentes tipos de unidades de ictus en cuanto a mayor
supervivencia y menor dependencia 64 viene determinado por la combinación de varios
factores: ser unidades especializadas con un equipo multidisciplinario de profesionales
30
expertos, disponer de procedimientos diagnósticos, monitorización y tratamientos de
fase aguda, con movilización precoz y, sobre todo, con especial énfasis en la RHB.
Al igual que el resto de los tratamientos del ictus en la UI, para obtener unos
resultados óptimos debe de establecerse un protocolo de actuación estandarizados del
tratamiento rehabilitador. El modelo organizativo basado en un equipo
multidisciplinario experto, en colaboración con pacientes y cuidadores, ha demostrado
65
conseguir los mejores resultados en la RHB del ictus . Numerosos trabajos han
demostrado sus ventajas con una gran disminución de la mortalidad o dependencia
funcional hasta de un 25% a un año de seguimiento y una reducción de
complicaciones del 36%66,67,68, y secundariamente una disminución en la necesidad de
asistencia institucional de los pacientes con la enfermedad64.
Dentro de la situación actual de atención al ictus cabe destacar el papel, cada vez
mayor, que ejerce la telemedicina. Hoy en día, y dado en los avances tanto médicos
como tecnológicos podemos obtener ventajas en el tratamiento del ictus a través de la
telemedicina, tanto en su fase aguda, facilitando la coordinación para el acceso
prioritario al tratamiento farmacológico y hospitalario en la mayor brevedad posible, así
como en una fase más avanzada del mismo como es en el tratamiento rehabilitador en
la fase subaguda. La telemedicina puede ejercer un papel muy importante para
mejorar la evaluación en la fase aguda y ayudar a iniciar un tratamiento, agilizar el
traslado de los pacientes o en determinadas circunstancias evitar el traslado
innecesario de pacientes a la UI o al centro de referencia69,70.
Por otro lado cada vez está tomando más relevancia la telemedicina en el tratamiento
neurorrehabilitador asociado en determinados entrenamientos a programas de
realidad virtual o aumentada (telerehabilitación). La realización de programas de
rehabilitación en entornos virtuales en pacientes en fase subaguda del ictus mejora la
habilidad para realizar tareas motrices y actividades de la vida diaria. Con estos
modelos el paciente es capaz de realizar un entrenamiento en su propio domicilio con
un seguimiento estrecho por los profesionales clínicos de los hospitales a través de via
telemática.
31
Estos nuevos modelos de telerehabilitacion cuentan con una serie de ventajas como
son la comodidad y accesibilidad del paciente al tratamiento, sobre todo en aquellos
con movilidad reducida (evitando desplazamientos al centro sanitario sólo para este
propósito), libertad de lugar y horarios, aumentar la disponibilidad de los profesionales,
motivar la autogestión del paciente de su propio tratamiento, mejoría de la
organización socio-familiar, disminución del absentismo laboral, aumento de la
adherencia al tratamiento.
Por otro lado la telemedicina podría ser una solución al aumento de la demanda de un
tratamiento rehabilitador en aquellos pacientes con secuelas tras un ictus; debido al
envejecimiento poblacional, el número de ictus y por tanto de sus secuelas se prevee
que aumente en los últimos años llegando a suponer un problema de sostenibilidad en
los modelos actuales de los servicios sanitarios públicos.
La RHB del paciente con ictus es un proceso individual (adaptado a cada tipo de
paciente), continuo y orientado por objetivos que tienen como finalidad fundamental
tratar y/o compensar los déficits y la discapacidad para conseguir la máxima
independencia funcional alcanzable en cada caso, facilitando la independencia y la
reintegración al entorno familiar, social y laboral. El programa rehabilitador del ictus es
un proceso complejo que requiere un abordaje multidisciplinario de las deficiencias
motoras, sensoriales y/o neuropsicológicas existentes a través de técnicas de
reeducación basándose fundamentalmente en fenómeno de plasticidad neuronal y en
la rehabilitación orientada a tareas. El proceso de RHB debe implicar activamente al
paciente y a sus cuidadores o a sus familiares en el tratamiento y en la toma de
decisiones.
32
pacientes que, precisándolo, siguen programas comunitarios de RHB presentan menor
riesgo de deterioro funcional y mayor independencia en las actividades de vida diaria
(AVD) que aquellos que no los realizan73.
Así para obtener los mejores resultados en el tratamiento debe de evitarse fragmentar
el programa rehabilitador. Existe evidencia de que la intensidad del tratamiento
rehabilitador influye en el resultado funcional74, aunque no todos los pacientes toleran
tiempos prolongados de tratamiento. Aumentando la intensidad, y siempre que el
paciente lo tolere, el programa de RHB es más efectivo y eficiente, ya que consigue
disminuir el grado de discapacidad al alta y reducir la estancia hospitalaria75.
Aumentando el tiempo de terapia en los seis primeros meses postictus mejora la
independencia en las AVD y la capacidad de marcha de los pacientes76.
Por otro lado con respecto a la duración; aunque el mayor grado de recuperación
neurológica del déficit tiene lugar en los tres primeros meses y la recuperación
funcional en los seis primeros meses, el proceso de adaptación a la discapacidad y
reintegración a la comunidad puede ser más prolongado. Los programas rutinarios de
RHB en pacientes de más de un año de evolución no demuestran una eficacia
significativa77,53. No obstante, los pacientes han de seguir teniendo acceso a los
servicios de RHB en la fase crónica, ya que la aparición de deterioro funcional por
depresión, caídas, fracturas, espasticidad, alteraciones de la deglución o el propio
envejecimiento pueden requerir tratamientos puntuales y de corta duración para
retornar al nivel funcional previo78,79
De igual modo los pacientes y sus cuidadores han de tener una participación activa en
el proceso de RHB desde las fases iniciales, y el equipo de RHB debe garantizar la
formación adecuada en el manejo y cuidados del paciente que ha sufrido un ictus. La
combinación de información con sesiones educacionales mejora el conocimiento y es
más eficaz que la información por sí sola80. Al proporcionar ayuda al cuidador,
aumenta la probabilidad de que el paciente retorne a su domicilio81,82. El
entrenamiento específico de los cuidadores durante la RHB de los pacientes que han
sufrido un ictus reduce el coste y la carga del cuidador, mejorando los resultados
psicosociales de cuidadores y pacientes al año del ictus83.
33
Rehabilitación del ictus: ámbitos de atención
34
1.7. REINSERCIÓN EN LA COMUNIDAD:
Volver a casa tras el ictus es un proceso complejo y difícil para el paciente y su familia:
el alta hospitalaria debe abordarse de forma individualizada y con la suficiente
antelación. Los programas de alta hospitalaria precoz (early supported discharge) han
demostrado su aplicabilidad en pacientes con discapacidad leve y moderada, así como
la reducción de la dependencia, institucionalización y estancia hospitalaria, sin que se
observe un impacto negativo en la satisfacción de pacientes y cuidadores85,86.
Planificación del alta: el alta hospitalaria nunca debe suponer una interrupción de la
atención de RHB. Los servicios comunitarios de RHB deben activarse de manera que
no haya discontinuidad a lo largo de todo el proceso, y su dotación debe ser, por tanto,
suficiente para garantizar esta continuidad.
Soporte social: el grado de soporte social modera el impacto que la discapacidad tiene
sobre la calidad de vida del paciente que ha sufrido un ictus87, existiendo incluso una
asociación entre un mejor soporte social y una mejor funcionalidad34, sobre todo en los
ictus con afectación moderada y severa88. Las secuelas del ictus no son sólo físicas y
emocionales, sino también sociales, ya que en la mayoría de los casos se ve afectada
la participación del paciente en la vida laboral, ocupacional y lúdica cotidiana. Informar
sobre aspectos como la reinserción laboral, la posibilidad de volver a conducir
vehículos o el acceso a sistemas de transporte adaptado, posibilitará el nivel de
actividad ocupacional, social y de ocio deseables. La estructura de red organizada de
servicios sociales debe contemplarse en el marco de la Ley 39/2006 de Promoción de
la Autonomía Personal y Atención a Personas en Situación de Dependencia. Las
asociaciones de pacientes y los grupos de ayuda mutua ofrecen un soporte
inestimable a largo plazo que facilita la participación social tras sufrir un ictus.
35
2. CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE LA FUNCIONALIDAD:
36
La OMS muestra estas clasificaciones según un conjunto de estados funcionales que
son susceptibles de identificar científicamente y que subyacen a la diversidad de las
manifestaciones de la discapacidad.
Desde entonces la CIDDM ha ido sufriendo modificaciones, desbancando esta
terminología hasta llegar a la clasificación actual: Clasificación, Internacional del
Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) el 22 de Mayo del 2001. En el
mes de junio, aparece una nueva traducción al castellano de esta Clasificación, que
recoge las nuevas siglas (CIF) y en la que se rectifican algunos errores de la
traducción de abril. En octubre se da noticia a través de Internet de la publicación
oficial de la nueva Clasificación, cuya versión en castellano es editada por el
92
IMSERSO y se presenta el 15 de noviembre en Madrid . Se abandona el enfoque
primitivo de “consecuencias de la enfermedad” para enfocar el objetivo hacia “la salud
y los estados relacionados con la salud”. Trata, por lo tanto, de poner en positivo su
terminología; el término “enfermedad” ya no es empleado y a cambio aparece el nuevo
término “estado de salud”. Ya no se enuncian tres niveles de consecuencias de la
enfermedad; para expresar la clasificación en un lenguaje neutral y flexible, los tres
ámbitos fueron renombrados “estructuras y funciones corporales o déficit del
funcionamiento” (por “deficiencias”), “actividad” (por “discapacidad”) y “participación”
(por “minusvalía”). El primero de ellos, funciones y estructuras corporales, tiene que
ver con las funciones fisiológicas/psicológicas y los elementos anatómicos, y es su
ausencia o alteración lo que concebimos como deficiencias en las funciones y las
estructuras. El segundo componente, la actividad, se refiere a la ejecución individual
de tareas y las dificultades que tiene una persona para realizarlas son las limitaciones.
El tercer componente, la participación, se refiere al desenvolvimiento de las
situaciones sociales y los problemas que el individuo experimenta en tal
desenvolvimiento constituyen las restricciones93. La presencia de restricciones en la
participación es determinada por la comparación de la participación de un determinado
individuo con la participación esperada de un individuo sin discapacidad en una
determinada cultura o sociedad.
La CIF es una clasificación diseñada con un propósito múltiple para ser utilizada en
varias disciplinas y diferentes sectores; pretende establecer un marco y un lenguaje
estándar para describir la salud y las dimensiones relacionadas con ella.
37
2. Establecer un lenguaje común para describir la salud y los estados
relacionados con ella, para mejorar la comunicación entre distintos usuarios, tales
como profesionales de la salud, investigadores, diseñadores de políticas sanitarias y la
población general, incluyendo a las personas con discapacidades;
La CIF valora, pues, tanto las deficiencias (anormalidad o perdida de una función o
estructura corporal) como los factores contextuales (ambientales o personales,
facilitadores o barreras) y los clasifica en un sistema de codificación, siguiendo un
modelo biopsicosocial que, empleando un lenguaje común, es aplicable
transculturalmente.
Podemos esquematizar la CIF de la siguiente manera (Tabla 6):
38
La complejidad en la clasificación de la CIF ha aumentado con respecto a la CIDDM,
añadiendo nuevos conceptos y terminología:
• Funciones corporales son las funciones fisiológicas de los sistemas corporales
(incluyendo las funciones psicológicas).
• Estructuras corporales son las partes anatómicas del cuerpo, tales como los
órganos, las extremidades y sus componentes.
• Deficiencias son los problemas en las funciones o estructuras corporales, tales
como una desviación o una pérdida.
• Actividad es el desempeño/realización de una tarea o acción por parte de un
individuo.
• Limitaciones en la Actividad son dificultades que un individuo puede tener en el
desempeño/realización de actividades.
• Participación es el acto de involucrarse en una situación vital.
• Restricciones en la Participación son problemas que el individuo puede
experimentar al involucrarse en situaciones vitales.
• Factores Ambientales constituyen el ambiente físico, social y actitudinal en el
que una persona vive y conduce su vida.
. Dominio usado como un conjunto relevante y práctico de acciones, funciones
fisiológicas, estructuras anatómicas, tareas o áreas de la vida relacionadas entre sí.
Podríamos decir que dominio es el conjunto de ítems que podemos agrupar bajo un
mismo enunciado en cada una de las escalas que componen la CIF y que se pueden
encontrar a distintos niveles de desarrollo.
• Constructo, podemos definirlo como «el conjunto de calificadores empleados para
describir y/o modificar cada uno de los componentes de esta Clasificación (Funciones
y Estructuras Corporales, Actividad y Participación y Factores Ambientales y
Personales). Así, se recogen como constructos: los cambios en el funcionamiento y
estructuras corporales, la capacidad y el desempeño/realización, los efectos de las
características del mundo físico, social y actitudinal y el impacto de los atributos de la
persona (aunque éstos últimos no tendrán su correspondiente desarrollo en
calificadores al no presentarse la escala de factores personales en la versión
aprobada).
• Calificador sería cada uno de los elementos que forman parte de un determinado
constructo para cada uno de los componentes de la CIF y que describe y/o modifica un
determinado ítem de la escala, habitualmente en una escala creciente de carácter
negativo, excepto para el caso de los factores ambientales que también lo puede
hacer en sentido positivo.
39
Codificación de las escalas
La CIF puede ser complementada con la CIE; la CIF utiliza un sistema de codificación
alfanumérico. A cada ítem de cada una de las escalas le corresponde un código que
puede ser ubicado en función de la letra y números que aparezcan en él. Así, a cada
una de las escalas o componentes de la CIF le corresponde una letra que encabeza el
código.
Entre las múltiples aplicaciones que dispone la medición del déficit del funcionamiento
podemos destacar: identificar los problemas o las necesidades de los individuos o
poblaciones a partir de las deficiencias propias que los pacientes tienen de su
enfermedad, medir la eficacia de un tratamiento y seguir su evolución, valorar las
secuelas de una enfermedad en función de la demanda que se nos solicite de déficit
de participación, aspectos laborales, civiles o la necesidad de ayudas, conocer si
determinadas acciones que se realizan para mejorar a los pacientes sirven para
reducir su discapacidad, realizar estudios coste-efectividad, comparar con otras
enfermedades cual es la repercusión que tiene sobre el sujeto95.
De ahí la necesidad de disponer de instrumentos de medida (escalas) que cuantifiquen
la discapacidad o, siguiendo la nominación de la CIF; el déficit del funcionamiento. Sin
embargo este concepto es difícilmente valorable, siendo un inconveniente conocido la
40
no existencia de una única escala capaz de resolver todas las necesidades ni una
escala ideal para cada patología.
Van der Putten et al. (1999) señalaba que la medición de los resultados tras la
aplicación de un tratamiento es una herramienta fundamental para determinar la
eficacia del tratamiento, además de constituir un pilar en la medicina basada en la
evidencia. La medida objetiva de la función mediante escalas y medidas validas y
fiables permite en cada paciente establecer los objetivos, determinar las
intervenciones, controlar su eficacia y evaluar los resultados.
- Válidos: Es decir, que midan realmente aquello para lo que están destinados.
41
como a la hora de realizar un estudio de investigación, por lo que si pueden
resultarnos útiles.
Por tanto a la hora de decidir que escala utilizar como instrumento de medida
debemos de saber qué área es la que queremos medir y cuál es el instrumento de
medida que mejor analiza el área en cuestión; es decir necesitamos saber él área que
queremos medir y que escala de las existentes es la más apropiada. Así mismo para
evaluar los resultados de los programas de rehabilitación hay que ver que determinado
componente queremos medir.
Beck Depression Inventory Action Research Arm Test Canadian Occupational Performance
Behavioral Inattention Test Measure
Fugl-Meyer Assessment Box and Block Test Medical Outcomes Study Short- Form 36
General Health Questionnaire -28 Chedoke McMaster Stroke Assessment Nottingham Health Profile
42
Scale
Geriatric Depression Scale Chedoke Arm and Hand Activity Reintegration to Normal Living Index
Inventory
Hospital Anxiety and Depression Scale Clinical Outcome Variables Scale Stroke Adapted Sickness Impact Profile
Mini Mental State Examination Functional Independence Measure Stroke Specific Quality of Life
Timed Up and Go
43
fiabilidad y validez en los nuevos grupos lingüísticos en los que se aplique.
3. Cuando se pretende que las dos versiones de una escala en idiomas distintos sean
comparables, hay que aportar pruebas de la comparabilidad de los instrumentos.
3. Pruebas Preliminares para realizar ajustes (de ítems y utilidad): Prueba piloto
4. Pruebas de su Validez
5. Pruebas de su Confiabilidad
44
represente realmente el evento que se quiere medir, y que el evento sea expresado en
toda su complejidad 100.
Los instrumentos de medida deben de cumplir una serie de requisitos, tales como:
Las escalas, como todos los instrumentos de medición, deben ser plenamente válidos
y confiables, es decir, mostrar altos valores de validez y de confiabilidad La validez
101
alude la capacidad del instrumento de medir el constructo que pretende cuantificar ,
y la fiabilidad, a la propiedad de mostrar resultados similares, libre de error, en
repetidas mediciones102. Si asume que las condiciones en la cual realiza la aplicación
de la escala y del atributo investigado cuantificado se mantienen estables en el tiempo,
no ha cambiado. La confiabilidad es una condición necesaria; pero, no suficiente para
garantizar la validez de un instrumento103.
45
constantes los resultados serán idénticos105. Por ejemplo, al aplicar un test de
esfuerzo, el clínico debe controlar ciertos factores como: la motivación de sus
pacientes, las condiciones del ambiente físico en que aplica la prueba, o la dificultad
del test, para que estas condiciones sean similares.
a) FIABILIDAD INTEROBSERVADOR.
Si en el mismo momento o distinto, ante el mismo paciente, la escala es aplicada por
diferentes observadores, los resultados de la medición deberían ser similares. Esto es
lo que se mide con la Confiabilidad interevaluador (es decir, valora la concordancia
entre las medidas de dos médicos bajo igualdad de condiciones). Obviamente, los
evaluadores deberán tener un entrenamiento similar o una capacitación uniforme para
aplicación el instrumento. Esta forma de estimar confiabilidad se utiliza principalmente
en observaciones clínicas diagnósticas, y cuestionarios con preguntas abiertas106.
Valores por encima de 0,75 representan una fiabilidad excelente y valores por debajo
de 0,4 representa una baja fiabilidad. La forma habitual de obtener la correlación de
los puntajes obtenidos entre distintos observadores, (indicando de esta forma, el
porcentaje de acuerdo respecto de la medida observada corrigiendo el factor azar) es
a través del coeficiente de Kappa; considerando un valor muy bueno a partir de 0,8 y
muy malo por debajo de 0,20, así mientras más cerca de cero es el valor, más azar
hay presente en las medidas.
46
fiabilidad normalmente se calcula con el coeficiente de correlación intraclase [CCI],
una correlación del 70% indicaría una fiabilidad aceptable.
3.3.3. VALIDEZ
La validez expresa la capacidad del instrumento para medir el concepto para la que
fue construido114. Cuanto menos valida sea una medida más probabilidades hay de
cometer un error sistemático o sesgo115
a) VALIDEZ DE APARIENCIA:
Esta validez de apariencia, es una validez particular, fuera del concepto estadístico.
Pretende responder a esta pregunta ¿la escala parece medir lo que debe medir? tiene
importancia para determinar la aceptabilidad que puede tener la escala en el escenario
47
de aplicación116. Para establecer la validez de apariencia se deben conformar dos
grupos, uno de sujetos que van a ser medidos con la escala y otro de expertos: ellos
analizan la escala y dictaminan si ésta realmente parece medir lo que se propone.
Esta validez no supone un concepto estadístico, sino que depende de los juicios que
los expertos hagan sobre la pertinencia de los ítems. Cada uno de los grupos puede
estar conformado por cuatro o cinco personas.
b) VALIDEZ DE CRITERIO.
Se refiere al grado en que el test correlaciona con variables ajenas al test (criterios)
con lo que se espera por hipótesis que debe correlacionar de determinado modo. Un
criterio es una variable distinta del test que se toma como referencia, que se sabe que
es un indicador de aquello que el test pretende medir.
c) VALIDEZ DE CONTENIDO.
Hace referencia a la capacidad de un instrumento de cubrir todas las dimensiones o
áreas importantes del concepto que se quiere medir118. Sin embargo, no se espera que
un instrumento cubra detalladamente cada uno de los dominios que conforman un
concepto -ello implicaría un instrumento extremadamente largo-, lo que debería
esperarse es que el instrumento contenga una muestra representativa de sus dominios
y posibles preguntas. Una forma habitual de establecer la validez de contenido es la
consulta a expertos en el tema, quienes evalúan a través de una pauta elaborada por
el investigador si los contenidos de un test son pertinentes y adecuados.
d) VALIDEZ DE CONSTRUCTO.
La validez de constructo responde a la pregunta: ¿refleja la medición la naturaleza del
concepto o "constructo" que se pretende medir119? O dicho de otra manera: mide la
escala exactamente lo que quiere medir?. Un constructo es una variable abstracta que
sólo puede ser medido indirectamente a través de la observación de conceptos
48
teóricamente relacionados con él (como pueden ser los ítems de una escala), es decir
el constructo se refiere a conceptos que no pueden ser observables directamente. Las
mediciones realizadas con un instrumento que trata de medir un constructo, deben
satisfacerlas hipótesis existentes sobre la relación entre constructo y las variables que
se relacionan con aquél. Una vez determinados cuáles son los diferentes factores que
mide la escala, puede recurrirse a otros instrumentos que midan esos factores (escala
de referencia) para efectuar una comparación: a esto se le denomina Validez de
Constructo; por ejemplo, si queremos analizar si la escala en cuestión mide
adecuadamente la funcionalidad del paciente podemos comparar los resultados
obtenidos con una escala de referencia de funcionalidad como puede ser el Índice de
Barthel.
49
3.3.5. EFECTO TECHO Y EFECTO SUELO
Efecto techo: al estudiar el efecto sobre un determinado concepto, a partir de un
determinado valor no se pueden obtener valores más elevados en la variable
dependiente, manteniéndose constantes aunque se dé un cambio en los valores de la
variable independiente. Por ejemplo: si tomamos como ejemplo el Índice de Barthel el
efecto techo consistiría en que a pesar de obtener la máxima puntuación posible en el
test el paciente continua mejorando sus habilidades en las ABVD sin llegar a poder
recogerse a través del índice de Barthel.
Efecto suelo: al estudiar el efecto sobre un determinado concepto, a partir de un
determinado valor no se pueden obtener valores más bajos en la variable dependiente,
manteniéndose constantes aunque se dé un cambio en los niveles de la variable
independiente (variación de los valores).
Cuando las variables presentan restricciones en su variación tanto en su rango inferior
(efecto suelo), como en su rango superior (efecto techo), la potencia disminuye y la
inferencia se debilita, de aquí su importancia en determinar ambas características.
50
un déficit neurológico, la gravedad de un paciente o la magnitud de una secuela,
facilitando la transmisión de la información y de los resultados obtenidos.
Desde el año 2000 crece el interés por incluir mediciones más completas sobre la
evolución de los pacientes123; sin embargo, los instrumentos para ello son
escasos, y muchas veces metodológicamente deficientes o psicométricamente
inapropiados para individuos que sufrieron un ictus. Por dicho motivo en la
valoración del ictus se suele recomendar el uso de una escala de valoración global
de déficit neurológico junto con una escala de valoración de Actividades de la Vida
Diaria (AVD).
A su vez las escalas pueden clasificarse según las variables que le integran en
escala nominal, ordinal, de intervalo y de razón. Según estructura en: escalas
basadas en combinaciones de categorías variables, escalas basadas en el uso de
fórmulas, escalas que usan puntuaciones compuestas, escalas integradas por
conjuntos graduados de ítems y en escalas que utilizan resultados o datos a
posteriori.
Dentro de las escalas utilizadas en la valoración del ictus algunas de ellas son
cuestionarios generales, lo que nos permite comparar entre grupos con diferentes
51
patologías, y otras específicas, es decir han sido diseñadas y validadas
124
específicamente en la población con ictus. Van der Putten et al , encontraron
que el Índice de Barthel (IB) y la Medida de la Independencia Funcional (FIM)
expresaban mayores efectos entre la población con ictus que sobre la población
normal, y concluyen que ciertos instrumentos de medida son enfermedad
dependiente. Por lo tanto, es importante que el instrumento de medida que se
quiere utilizar haya sido probado previamente en la población que se quiere
estudiar.
52
b) Escala canadiense
Es una escala de valoración neurológica, sencilla, que comprende aspectos
cognitivos (consciencia, lenguaje y orientación), determinando las posibilidades de
comunicación con el paciente, y motores.
d) Escala Fugl-Meyer
La escala Fügl-Meyer es una escala creada en 1975 por Axel R. Fugl-Meyer , Lisbeth
Jääsco, Ingerged Leyman, Sigyn Olsson and Solveig steglind en Suecia, en el
departamento de Medicina Física y Rehabilitación de la Universidad de Göteborg. Fue
creada para realizar una valoración de la función motora, del equilibrio, la sensibilidad
y estado de las articulaciones de una manera detallada de aquellos pacientes que
habían padecido un ictus. El resultado de la esta escala se mide en una puntuación
numérica, correspondiéndose la mayor puntuación numérica al mejor estado del
funcionamiento del paciente130.
Dada las características de la escala podría clasificarse dentro de las escalas que
valoran la funcionalidad del ictus pero al no dar una puntuación global sino por cada
uno de sus apartados y debido a que se puede valorar cada uno de sus dominios por
separados se suele clasificar dentro del déficit motor. Esto puede deberse en parte a
que la mayor utilización de su dominio del miembro superior de forma individual en el
que se analiza fundamentalmente el balance motor del miembro superior.
La evaluación con la escala Fugl-Meyer consta de tres partes diferentes pero a su vez
dependiente entre sí como son:
53
1. Función motora y equilibrio
2. Sensibilidad
3. Rango de movilidad pasiva y aparición del dolor en la movilidad de una
determinada articulación.
54
e) Minimental State Examination (mini-examen cognoscitivo)
Se trata de un test de cribado de demencias, útil también en el seguimiento
evolutivo de las mismas. Existen dos versiones de 30 y 35 puntos
respectivamente; siendo la de 30 puntos un instrumento más útil para
comparaciones internacionales. Tanto en una versión como en otra los ítems están
agrupados en 5 apartados que comprueban la orientación, memoria de fijación,
concentración y cálculo, recuerdo diferido, y lenguaje y construcción.
a) Índice de Barthel
El índice de Barthel es la escala de valoración funcional más ampliamente utilizada
en Europa, siendo reconocida su fiabilidad y validez en los pacientes con ictus,
aunque no detecta otros aspectos como las alteraciones del equilibrio, marcha o
espasticidad.
El IB fue uno de los primeros intentos de cuantificar la discapacidad en el campo
de la rehabilitación física, aportando un fundamento científico a los resultados que
obtenían los profesionales de rehabilitación en los programas de mejora de los
niveles de dependencia de los pacientes131.
Su puntuación va del 0 al 100 y cada íten se puntúa con múltiplos de 5 según área.
Se ha observado que una puntuación inicial de 60 puntos se relaciona con una
menor duración de la estancia hospitalaria y una mayor probabilidad de
reintegrarse a vivir en la comunidad después de recibir el alta. Esta puntuación
parece representar un límite: con una puntuación de 60 puntos casi todas las
personas son independientes en las habilidades básicas de la vida diaria.
La interpretación sugerida por Shah et all sobre la puntuación del PB es132:
0-20: Dependencia total
2 l-60: Dependencia severa
6 l-90: Dependencia moderada
9 l-99: Dependencia escasa
100: Independencia
55
conocimiento social. La máxima puntuación de cada ítem es de siete y la mínima de
uno, por lo que el máximo obtenido será de 126 y el mínimo de 18133. Para obtenerla
se suman los valores obtenidos en las áreas motora y cognitiva. La puntuación motora
va desde los 13 a los 91 puntos y la puntuación cognitiva desde los 5 a los 35 puntos.
56
En base a los resultados obtenidos podemos establecer 5 grupos según su capacidad
motora y funcional:
- Grupo de inicio de bipedestación (33-39)
- Grupo de inicio de marcha (40-44)
- Marcha con/sin ayudas técnicas (45-49)
- Marcha independiente (50-54)
- Marcha funcional (55-56)
f) Time up and go
El paciente debe levantarse de una silla sin usar los brazos, caminar tres metros en
línea recta, girar y regresar a sentarse en la silla sin utilizar los brazos, controlando el
tiempo que lleva realizarla. Tiene buena correlación con movilidad funcional y
equilibrio. El tiempo mayor a 14 segundos se asoció a mayor riesgo de caídas.
El test fue desarrollado por Lyle142, tomando como base el Test de Función de la
Extremidad Superior, desarrollado por Carroll143.
ARAT está compuesta por 19 ítems agrupados en 4 subtests: agarre, tomada, pinza,
movimiento grueso. Todos los ítems son evaluados con una escala desde 0 (sin
movimiento) a 3 (movimiento normal).
Dentro de cada subtest, el primer ítem es el más dificultoso y el segundo el más fácil,
esto con la finalidad de facilitar la aplicación de test y la obtención de resultados. La
finalización exitosa de una tarea implica que tareas subsecuentes, más fáciles
también, pueden ser completadas. La suma de puntajes de todos los ítems va desde 0
a 57 puntos.
57
3.5.3. ESCALAS DE RESTRICCIÓN DE LA PARTICIPACIÓN:
58
II. JUSTIFICACIÓN
59
1. El ictus es una de las patologías más frecuentes en nuestro medio144 y la
mayor causa de discapacidad en personas mayores de 65 años145, su
rehabilitación y tratamiento posterior es un proceso prolongado en el tiempo.
3. La escala Fugl Meyer ha demostrado tener una alta fiabilidad148 y validez para
la cuantificación de la limitación del funcionamiento en pacientes hemipléjicos,
así como ser una herramienta útil en la evolución y seguimiento de los
149
pacientes a lo largo de su tratamiento rehabilitador , por dicho motivo la
escala Fugl-Meyer es una de las principales escalas utilizadas en los estudios
de rehabilitación del ictus a nivel mundial dada su capacidad de detectar y
medir cambios en la recuperación del déficit del funcionamiento de los
pacientes que han sufrido un ictus.
Numerosas han sido las traducciones que se han realizado de esta escala a
diferentes idiomas, sobre todo de su versión reducida para miembro superior,
así como su utilización estudios multicéntricos; sin embargo su validación al
español no ha sido realizada.
61
III. OBJETIVOS
62
1. Objetivo principal:
1. Traducción y adaptación al castellano de la Escala Fugl- Meyer
2. Objetivos secundarios:
1. Observación y descripción de la recuperación o evolución del déficit de
funcionamiento de los pacientes tras sufrir un ictus
63
IV. HIPÓTESIS
64
1. La adaptación y traducción de la Escala Fugl-Meyer al Castellano permitirá
disponer de un cuestionario útil, práctico, sencillo y estandarizado en la
evaluación funcional de los pacientes que han sufrido un ictus.
2. La valoración de las propiedades psicométricas de la Escala Fugl-Meyer nos
permitirá:
a. Disponer de un cuestionario válido; capaz de medir el déficit del
funcionamiento de los pacientes que han sufrido un ictus.
b. Disponer de un cuestionario fiable; que nos permita obtener los mismos
resultados al ser aplicados por diferentes observadores y en diferente
espacio en el tiempo.
c. Disponer de un cuestionario que nos permita medir el cambio producido
en el déficit del funcionamiento a lo largo del tiempo en los pacientes
que han sufrido un ictus.
65
V. MATERIAL Y MÉTODOS
66
En el trabajo actual se ha llevado a cabo en 2 fases:
Tipo de estudio: estudio transversal. Este estudio consta de dos partes bien definidas
como se explica en las siguientes secciones:
67
ocupacional, 2 metodólogos expertos en el desarrollo de escalas de salud y 2
expertos en investigación clínica.
b) Traducción al castellano:
c) Retrotraducción:
La versión española resultante de la escala Fugl-Meyer fue traducida de nuevo
al inglés por otros dos traductores. Uno de ellos era inglés y el otro había vivido
en EEUU durante 3 años. Ninguno de los dos traductores conocía ni habían
visto previamente la versión original de la escala Fugl-Meyer. El objetivo era
identificar posibles discrepancias en la traducción realizada al español. Ambas
traducciones se analizaron y se estableció una versión final.
d) Evaluación de la equivalencia cultural de la versión española de la escala:
68
versión inglesa original; un ítem era clasificado como Tipo B cuando el
significado era similar pero existía alguna diferencia (concordancia bastante
satisfactoria; la formulación no era la misma y puede haber palabras
discordantes, pero el ítem capta el sentido original), mientras que el ítem era
clasificado como Tipo C (diferente) si no mantenía el significado original de los
ítems (no concordancia, la formulación y el sentido del ítem eran diferentes al
original). De igual manera se determinó la equivalencia conceptual, de
contenido, técnica y de criterio, siendo A buena, B regular y C dudosa.
Los ítems clasificados como B o C fueron discutidos entre los miembros del
comité hasta que obtuvieron un consenso de la versión española.
Estudio piloto: la nueva versión fue evaluada por dos médicos especialistas
en Medicina Física y Rehabilitación y se usó en 10 pacientes que habían
sufrido un ictus.
69
Tras la obtención de la versión final consensuada de la traducción al español de la
escala Fugl Meyer se procedió a la realización de la validación de la escala a través de
un estudio observacional. Para la evaluación de las propiedades psicométricas de la
versión española de la escala Fugl Meyer se realizó la selección de una muestra de
pacientes con diagnóstico de ictus así como para determinar su utilidad y aplicabilidad
en la población española que ha sufrido un ictus.
La decisión del tamaño de muestra se hizo en base a evitar posibles sesgos en los
que influyeran el factor azar, se incluyeron, por tanto, 103 pacientes que habían sufrido
un ictus; con esta muestra (n) se reduce en forma significativa la posibilidad de error
en el parámetro evaluado162
70
(amputación, ceguera, enfermedades psiquiátricas,
enfermedad oncológica activa…)
Nuevo episodio ictal durante el proceso
rehabilitador
Aceptación del consentimiento informado
Déficit cognitivo o de la comunicación
No haber padecido un ictus previamente
1.2.2. MÉTODO
Todas las evaluaciones fueron realizadas por la misma persona. En una primera fase
se recogieron las variables demográficas, características del ictus, factores de riesgo
asociados al ictus y nivel de funcionalidad; posteriormente en una segunda fase se
realizaron valoraciones funcionales a través de la utilización de las escalas Fugl-Meyer
y NIHSS. También se realizaron evaluaciones adicionales a través de las escalas
Índice de Barthel.
1. Fiabilidad interobservador
2. Fiabilidad retest entre dos evaluaciones realizadas, lo cual confirma que las
evaluaciones realizadas son independientes del evaluador y se correlacionan
con la situación del paciente.
71
2. Evaluación de la correlación de los ítems con la puntuación global de la escala
así como con la puntuación de la correspondiente subescala (correlación inter-
ítem)
c) Análisis de validez
La validez fue analizada a través de la correlación entre la escala Fugl-Meyer y la
NIHSS en los 103 pacientes del estudio. También se analizó la correlación de la
escala Fugl-Meyer con el Índice de Barthel y con la escala modificada de Rankin A
través de las siguientes hipótesis:
d) Sensibilidad al cambio
Para determinar la sensibilidad de la escala al cambio producido en la función del
paciente, se analizaron y compararon los cambios producidos durante el proceso de
rehabilitación de los pacientes. Todos los pacientes fueron evaluados al inicio del
estudio y al mes y medio de evolución.
72
f) Determinación de la utilidad
Tras el uso de la escala se determina la utilidad de la misma
4. Validación estructural.
8. Fiabilidad interna.
Donde:
• NP = no procede.
• 0 = No se ha efectuado o no se conoce.
• 2 = se ha efectuado.
73
El IG es: (Suma de la puntuación de criterios procedentes / Máxima puntuación entre
los criterios procedentes) x 100.
Cuando el índice da una puntuación menor al 50% indica un nivel de desarrollo pobre,
entre el 51% y el 70% significa un nivel de desarrollo aceptable y mayor del 71%
significa un nivel de desarrollo bueno.164
a) Fiabilidad
Como hemos dicho anteriormente la fiabilidad es la propiedad de mostrar resultados
similares, libre de error, en repetidas mediciones.
El grado de confiabilidad interevaluador fue analizado a través del coeficiente de
correlación Rho de Spearman. Esta fiabilidad interobservador se realiza con las
puntuaciones globales de cada uno de las subescalas del test, al ser variables
cuantitativas y dada las características de la muestra se realiza el análisis a través del
coeficiente de correlación Rho de Spearman (coeficiente no paramétrico). Se entiende
que hay equivalencia entre los dos observadores si dicho coeficiente es > 0.50165,166.
El coeficiente kappa ponderado fue usado para evaluar el grado de acuerdo entre los
examinadores167.
El coeficiente de correlación intraclase (ICC) se usó para determinar la fiabilidad
intraobservador (retest). Para ello según Nunnally168, considera que existe estabilidad
a lo largo del tiempo si ICC >0.75.
b) Consistencia Interna
El coeficiente de Cronbach se usó para determinar la consistencia interna de la escala
con el total y con cada una de las subescalas169,170. Una puntuación >0,70 es
considerado un buen nivel consistencia171.
Para determinar la correlación entre los diferentes ítems con la escala se usó el Rho
de Spearman.
c) Validez
Para la correlación entre la escala Fugl-Meyer y la NIHSS172.
d) Sensibilidad al cambio
Tras la comprobación de la distribución de normalidad de la escala se usó el test de
student (pruebas paramétricas), mientras que para las que no seguían una distribución
normal se usó el test de Wilconson (pruebas no paramétricas) a través de muestras
relacionadas con medidas repetidas.
74
Para el análisis estadístico se usó el programa estadístico Statistical Package Social
Science, version 19 (SPSS Inc, Chicago, IL), este análisis ha sido realizado por el
departamento de estadística del Hospital Universitario Virgen del Rocío.
Se calculó el tamaño muestral en base a conseguir una potencia del 80,00% para
detectar diferencias, con un nivel de significación del 5%, y asumiendo que la
correlación esperada es -0,30, y teniendo en cuenta que el porcentaje esperado de
abandonos es del 5%.
El periodo de reclutamiento de los pacientes comprendió desde Mayo del 2013 hasta
Octubre del 2014.
75
Los criterios de inclusión fueron: (1) Pacientes con hemiparesia residual de más de 24
horas de evolución secundaria a un ictus, (2) haber sido diagnosticado de ictus en los
tres meses previos a la inclusión, (3) tener más de 18 años y menos de 80, (4) ser
independiente previo al ictus, (5) Aceptación del consentimiento informado para ser
incluido en el estudio
Se incluyeron los siguientes criterios de exclusión: (1) Ictus previo o enfermedad previa
que disminuyera el funcionamiento de estos pacientes, (2) Deterioro cognitivo que
dificultara la realización de la evaluación, (3) Déficit cognitivo y/o de la comunicación
que dificultase la comprensión en la realización de la evaluación.
Lugar de las evaluaciones: todas las evaluaciones fueron llevadas a cabo en un área
de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación habilitada para la realización de las
mismas. Esta área habilitada estaba dotada de todo el material necesario para la
aplicación de la misma; es decir disponía de una camilla, una silla, una mesa, un
martillo de reflejos, algodón, lápiz, papel, lata de refrescos, pelota de tenis.
Esta sala de evaluación se encontraba cerrada, siendo las dos únicas personas que se
encontraban en su interior el médico rehabilitador evaluador y el paciente, esto evitaba
posibles distracciones y/o interrupciones por terceras personas durante la realización
de las evaluaciones.
76
ii. Sexo
b. Características del ictus:
i. Tipo de ictus (isquémico/hemorrágico)
ii. Lateralidad del ictus (hemisférico derecho/izquierdo)
iii. Gravedad inicial del ictus (medido a través de la NIHSS) 175
- Considerando las siguientes dicotimizaciones según el
nivel de gravedad:
a. <5 puntos: Gravedad leve
b. 5-14 puntos: Gravedad moderada
c. >14 puntos: Gravedad severa
- Gravedad inicial del ictus ( NIHSS inicial) relacionada con
la edad:
Dado que la edad se observó que podía constituir un
factor de confusión en la predicción del pronóstico
funcional al año del ictus; se distinguió entre la
gravedad inicial del ictus en
a. Aquellos pacientes que tenían ≥ de 70 años
b. Aquellos pacientes que tenían < de 70 años
c. Factores de riesgos asociados al ictus176,177:
i. Hipertensión arterial
ii. Diabetes mellitus
iii. Dislipemia
iv. Cardiopatía isquémica
v. Fibrilación auricular
vi. Alteración de la coagulación
vii. Hábitos tóxicos:
- Fumador
- Bebedor
- Otras drogas
d. Nivel de funcionalidad del ictus
i. Escala Fugl-Meyer
ii. Índice de Barthel al año (con una dicotomización entre ≥ 80 y <
80 puntos) 178.
iii. Índice de Barthel tras el ictus (con una dicotomización entre ≥ 20
y <20 puntos)51. Partiendo de la hipótesis de que en los primeras
semanas tras el ictus si el paciente posee una puntuación en el
índice de Barthel <20 no llegará a ser independiente tras el ictus,
77
aumentando de este modo el riesgo de permanecer con
discapacidad importante se ha analizado la puntuación en el
índice de Barthel obtenido al año de los pacientes que presentan
dentro de los 2 primeros meses tras el ictus una puntuación < a
20 puntos en el IB.
2.2.6 Seguimiento:
Los pacientes se evaluaban al inicio del tratamiento rehabilitador y al mes y medio, 4
meses, 6 meses y 10 meses posteriores de la inclusión en el estudio.
Tras analizar estas variables se han elegido las que han resultado estadísticamente
significativas en nuestra muestra con el grado de independencia obtenido al año, de tal
manera que a partir de las variables obtenidas se ha calculado la probabilidad de tener
discapacidad al año de haber presentado un ictus a través de un modelo de regresión
logística; análisis que predice la respuesta o resultado en nuevos sujetos con el
mínimo error posible (análisis multivariante); para obtener la fórmula definitiva se
78
aplicó el modelo por paso hacia atrás condicional con estas variables, obteniendo la
fórmula definitiva en la realización del modelo de predicción funcional mediante la
siguiente fórmula matemática: 1/1+e (-z).
La regresión logística es una técnica estadística multivariante que nos permite estimar
la relación existente entre una variable dependiente no métrica, en particular
dicotómica y un conjunto de variables independientes métricas o no métricas.
También se ha analizado el porcentaje de clasificación correcto y capacidad
discriminatoria del test.
No está determinado que cambio mínimo debe existir en cada una de las subescalas
de la escala FM para que se considere un cambio mínimo detectable; por ello en
nuestro estudio se determinó cual es el valor en la escala FM a través del cual se
considera un cambio mínimo detectable.
Según la literatura se determina que para que haya un cambio clínico detectable es
necesario una variación en el índice de Barthel de al menos 10 puntos. Relacionando
estos valores del Índice de Barthel con la escala Fugl-Meyer se obtienen los valores
que deben existir en cada uno de los dominios de la escala Fugl-Meyer para que se
traduzca en un cambio clínico detectable.
79
VI. RESULTADOS
80
Dado el desarrollo del material y método de nuestro estudio y con el objetivo de
esquematizar los resultados obtenidos mostraremos los resultados divididos por las
siguientes áreas:
1. Resultados del proceso de traducción y adaptación a la población española del
escala Fugl- Meyer
a. Evaluación equivalencia cultural
b. Resultados obtenidos en el análisis de las propiedades psicométricas
de la escala Fugl- Meyer
2. Resultados del modelo de predicción pronóstica de la escala
81
media de 8 puntos (siendo 10 puntos la máxima naturalidad y expresión del término
traducido y 1 el menor).
Analizando la equivalencia obtenemos que desde el punto de vista de la equivalencia
semántica 105 de los ítems (el 92,92%) obtienen una concordancia A (concordancia
satisfactoria) y 8 de los ítems (el 7,08%) concordancia B (concordancia bastante
satisfactoria). Ningún ítem obtuvo una puntuación C (no concordancia) en la
equivalencia semántica. Los ítems que recibieron una puntuación B fueron el 23 de la
subescala del miembro superior (movimientos circulares), el 35 y 47 de la subescala
miembro inferior (reflejos rotulianos y reflejos en miembros inferiores respectivamente).
En el apartado de equilibrio se obtuvieron más puntuaciones B que en el resto de los
apartados de la escala FM (extremidad superior, extremidad inferior, sensibilidad y
valoración articular), concretamente el 71,5 % de sus ítems (o lo que es lo mismo 5 de
sus 7 ítems) siendo estos ítems los siguientes: 51: sentado sin apoyo con los pies
suspendidos; 54: bipedestación con apoyo, 55: bipedestación sin apoyo, 56:
monobipedestación en la pierna no afecta; 57: monobipedestación en la pierna afecta
y 60: sensibilidad en el dorso del pie.
La valoración realizada por ambos traductores de la equivalencia semántica fue
similar.
La puntuación obtenida en el índice de validad de continuo (IVC) (numero de ítems
equivalentes entre el total de ítems) fue de: 104/113= 0,92
Tras la puntuación obtenida de los diferentes ítems se discutieron cada uno de ellos
por el comité con el objetivo de dar un resultado global lo más acertado posible; o
dicho de otra manera la alternativa española para mantener la equivalencia con la
versión inglesa original fue aceptada por consenso; es decir, el comité revisó los ítems
que se puntuaron como B, buscando una expresión más semejante y natural;
aceptando bajo consenso aquella expresión que poseía mayor equivalencia con la
versión inglesa original. Se obtuvo así la primera versión española (versión piloto
1.0). La tabla 10 muestra la traducción final de cada uno de los ítems y el grado de
equivalencia semántica de cada uno de ellos.
Analizando el resto de las equivalencias como son la equivalencia conceptual, de
contenido, técnica y de criterio se cumplen todas ellas dado que esta escala del
funcionamiento mide el mismo constructo teórico para todos los ítems, así como el
método de recogida de datos y la interpretación de los mismos se realizan de la misma
manera que en la original.
82
Tabla 10: Versión 1.0 de la escala: Primera versión española de la escala Fugl-
Meyer y equivalencia semántica de la escala.
ITEM EQUIVALENCIA
SEMÁNTICA
I. REFLEJOS 1. Bicipital A
OSTEOTENDINOSOS: 2. Tricipital A
II. SINERGIA 3. Elevación escapular A
FLEXORA: 4. Retracción del hombro A
5. Abducción del hombro A
6. Rotación externa del hombro A
7. Flexión del codo A
8. Supinación del antebrazo A
III. SINERGIA 9. Addución/rotación interna del hombro A
EXTENSORA 10. Extensión del codo A
11. Pronación del antebrazo A
IV. MOVIMIENTOS 12. Mano hacia columna lumbar A
COMBINANDO 13. Hombro flexionado a 90º, codo a 0º A
SINERGIAS 14. Pronación/supinación del antebrazo, A
codo en 90º, hombro en 0º.
V. MOVIMIENTOS 15. Abducción de hombro hasta 90º, codo en A
QUE NO COMBINAN 0º, antebrazo pronado
SINERGIAS 16. Flexión del hombro entre 90-180º, codo A
en 0º y antebrazo en posición intermedia
17. Pronación/supinación del antebrazo, A
codo en 0º y hombro en 30-90º de flexión
VI. REFLEJOS 18. Exploración de reflejos A
VII. MUÑECA 19. Flexión dorsal de muñeca (codo en 90º y A
hombro en 0º)
20. Flexión dorsal y palmar de muñeca A
(flexión/extensión, codo en 90º y hombro
en 0º)
21. Flexión dorsal de muñeca (codo en 0º y A
hombro en flexión de 30º)
22. Flexión dorsal y palmar de muñeca ( A
flexión/extensión, codo en 0º y hombro
en 30º)
23. Movimientos circulares B
VIII. MANO 24. Flexión de dedos A
25. Extensión de dedos A
26. Agarre con extensión de MCF A
27. Agarre papel A
28. Agarre lápiz A
29. Agarre lata A
30. Agarre pelota A
83
COORDINACIÓN 31. Temblor A
32. Dismetría A
33. Velocidad A
PUNTUACIÓN
TOTAL
ITEMS EQUIVALENCIA
SEMÁNTICA
REFLEJOS 34. Reflejos aquíleos A
35. Reflejos rotulianos B
SINERGIA FLEXORA 36. Flexión de cadera A
(posición en decúbito 37. Flexión de rodilla A
supino) 38. Dorsiflexión de tobillo A
SINERGIA EXTENSORA 39. Extensión de la cadera A
(posición en decúbito 40. Aducción de cadera A
lateral) 41. Extensión de rodilla A
42. Flexión plantar de tobillo A
MOVIMIENTO 43. Flexión de rodilla A
COMBINANDO 44. Dorsiflexión de tobillo A
SINERGIAS (posición
sentada)
MOVIMIENTOS SIN 45. Flexión de rodilla A
SINERGIAS (en 46. Dorsiflexión de tobillo A
bipedestación)
REFLEJOS (en posición 47. Reflejos en miembro inferiores B
sentada)
COORDINACIÓN 48. Temblor A
49. Dismetría A
50. Velocidad A
ITEM EQUIVALENCIA
SEMÁNTICA
51. Sentado sin apoyo con los pies suspendidos B
52. Reacción de paracaídas en el lado no afecto A
53. Reacción de paracaídas en el lado no afecto A
54. Bipedestación con apoyo B
55. Bipedestación sin apoyo B
84
56. Monobipedestación en la pierna no afecta B
57. Monobipedestación en la pierna afecta B
ITEM EQUIVALENCIA
SEMÁNTICA
EXTEROCEPTIVA 58. Brazo A
(puntuación máxima 59. Palma de la mano A
8 puntos) 60. Pierna A
61. Planta del pie A
PROPIOCEPTIVA 62. Hombro A
(puntuación máxima 63. Codo A
16 puntos) 64. Muñeca A
65. Dedos A
66. Cadera A
67. Rodilla A
68. Tobillo A
69. Dedos de los pies A
PUNTUACIÓN /24
TOTAL PUNTOS
EQUIV.
ITEM RANGO ITEM DOLOR SEMÁNTICA
ARTICULAR
Hombro 70. Abducción 71. Abducción A
72. Flexión 73. Flexión A
74. Rotación 75. Rotación A
externa externa
76. Rotación interna 77. Rotación interna A
Codo 78. Flexión 79. Flexión A
80. Extensión 81. Extensión A
Antebrazo 82. Pronación 83. Pronación A
84. Supinación 85. Supinación A
Muñeca 86. Flexión 87. Flexión A
88. Extensión 89. Extensión A
Dedos 90. Flexión 91. Flexión A
85
92. Extensión 93. Extensión A
Cadera 94. Flexión 95. Flexión A
96. Abducción 97. Abducción A
98. Rotación 99. Rotación A
externa externa
100. Rotación interna 101. Rotación interna A
Rodilla 102. Flexión 103. Flexión A
104. Extensión 105. Extensión A
Tobillo 106. Dorsiflexión 107. Dorsiflexión A
108. Flexión plantar 109. Flexión plantar A
Pie 110. Eversión 111. Eversión A
112. Inversión 113. Inversión A
PUNTUACIÓN TOTAL
A los dos médicos que participaron en el piloto evaluando a los pacientes a través de
la escala Fugl-Meyer traducida (1ª versión española), les pareció que la escala era
fácil de entender tanto como para ser aplicada a la población como en la manera de
puntuación de cada uno de los ítems, obteniendo una puntuación de 9 en una escala
del 1 al 10 (siendo el 10 el mayor grado de entendimiento y 1 el menor); si bien
puntualizaron en la necesidad de que para evaluar de manera adecuada la escala los
evaluadores deben de estar instruidos en la escala, deben de leerse las instrucciones
facilitadas previamente a la realización de la escala para poder aplicarla y evaluarla de
manera correcta, estas explicaciones se facilitan en el anexo 2. También enfatizaron
que la visualización de la puntuación de los ítems (es decir 0, 1 y 2) añadiendo un
pequeño texto que explique a que se refiere cada puntuación facilitaría la adecuada
puntuación de cada uno de los ítems de la escala, sobre todo para aquellos clínicos
que no estén suficientemente familiarizados con la aplicación de la escala. Por ejemplo
en el ítem 12 –mano hacia la zona lumbar- se acompañaría con el siguiente texto
86
explicativo; (0): no puede realizar la acción, (1): realiza la acción parcialmente, la mano
debe pasar la espina iliaca anterosuperior, (2): la realiza perfectamente. De la misma
forma en el ítem 13-hombro flexionado a 90º, codo a 0- se acompañaría (0): el brazo
se abduce inmediatamente o el codo se flexiona al inicio del movimiento, (1): la
abducción o flexión del codo ocurre en una fase más tardía del movimiento, (2): realiza
la acción perfectamente. Esta explicación se incluiría en todos los ítems de la escala.
Teniendo en cuenta todos estos datos anteriores el resultado final de la escala FM tras
consenso del equipo investigador (1ª versión española) quedaría como se muestra en
el anexo 3).
A pesar de la adecuada formación de ambos evaluadores en la aplicación de la escala
F-M, se objetiva que los ítems 3 (elevación escapular) y 4 (retracción del hombro)
obtenían a menudo diferentes puntuaciones, para evitar este aspecto se estableció
que para evaluar estos ítems el paciente debía de realizar el movimiento
simultáneamente con los dos miembros superiores (MMSS) y valorar si el borde
inferior de la escápula ascendía de manera similar en ambos MMSS, de igual forma
para valorar la retracción del hombro el paciente debe de realizar el movimiento con
ambos MMSS a la vez y el examinador evaluará si ambos hombros se retraen de
manera similar, en caso de que quede duda se evaluará si el borde inferior de la
escápula se aproxima hacia la columna dorsal de manera similar que el MS
contralateral no afecto.
Otro punto que generaba confusión y que no quedaba explicado en la versión original
de la escala era la forma de evaluar la dismetría en caso de que el paciente presentara
una debilidad motora en el miembro afecto que nos impidiese explorarla
adecuadamente. En este caso se propuso por defecto puntuar con un 0 si el paciente
presentaba un déficit motor tal que nos impidiera explorar la dismetría. Esto mismo era
tenido en cuenta en la valoración de la dismetría del miembro inferior (MI)
puntuándose de manera similar, es decir si el paciente presentaba una debilidad
motora que le impidiese la realización del movimiento para la valoración de la
dismetría, ese ítem era puntuado como 0.
87
presentar alteración del equilibrio, la mayoría de los pacientes corregían su postura
con maniobras compensatorias de control de tronco, de la misma manera aquellos
pacientes con incapacidad de abducción de hombro ya fuera por dolor o por
disminución del BM tampoco realizaban la reacción de paracaídas a pesar de tener
adecuado control del equilibrio. Dado que este apartado valora el equilibrio y no el
déficit motor los evaluadores establecen la siguiente modificación en la valoración del
equilibrio: si el paciente no es capaz de mantener la postura tras el empujón se puntúa
como 0, si lo mantiene con dificultad un 1 y si lo mantiene correctamente y sin
dificultad se puntúa como un 2.
La valoración del rango articular podía generar dificultad dada la falta de precisión en
los resultados (0: solo algunos grados de movilidad en el rango articular, 1: movilidad
del rango articular disminuida, y 2: rango articular normal). Así a la hora de obtener un
conceso en la hora de medir el rango articular y obtener unos resultados más fiables
establecemos los siguientes rangos: 0 puntos: de 0 al 30% de movilidad del rango de
movimiento articular considerado normal para esa determinada articulación, 1 punto:
del 30% al 90% del rango articular normal y 2: > del 90% del rango articular.
Las modificaciones realizadas a la hora de aplicar y evaluar los ítems en el dominio del
equilibrio y en la valoración articular tras la realización de esta 1ª versión Española
quedan recogidas en la versión final de la escala FM (ver anexo 4)
De los 84 pacientes, la edad media fue de 59 años con una desviación típica de 13,56,
52 pacientes (59,77%) eran hombres y 34 (39,08%) mujeres, 34 pacientes (41,97%)
presentaban un ictus hemorrágico frente a 47 (58,02%) que presentaban un ictus
isquémico. En cuanto al lado hemiparético (32 pacientes (37,64%) presentaban
hemiparesia derecha y 53 (62,35%) izquierda.
88
Tabla 11: CARACTERÍSTICAS DE LA MUESTRA USADA EN LA VALIDACIÓN DE LA ESCALA FUGL-MEYER
Número de pacientes 87
Edad 59,49
34 (39,08%) Mujeres
47 (58,62%) Isquémico
a) Análisis fiabilidad
1. Fiabilidad interobservador o equivalencia
Tras analizar en nuestra muestra de 15 pacientes los resultados de cada uno de los
dos examinadores diferentes observamos que todos obtienen un coeficiente de Rho
de Spearman con significación estadística por encima de 0.50. Con un resultado
según el coeficiente de correlación de Spearman de de 0,946 para el dominio de
extremidad superior, 0,928 para la extremidad inferior, 0,802 para el equilibrio, 0,794
para la sensibilidad y 0,549 para el rango articular
El dominio en el que se obtiene menor puntuación, y por tanto menor fiabilidad
interobservador es el la valoración articular y aquél en el que se obtiene mejor
puntuación y por tanto mayor fiabilidad interobservador es en el dominio de la
extremidad superior.
Los resultados obtenidos son los que se detallan a continuación en la tabla 12:
89
Tabla 12: FIABILIDAD INTEROBSERVADORES:
TotalSen Total
Total_Ext Total_Ext TotalEqui sibilidad_ _RA_
rSup_ob2 rInf_ob2 librio_ob2 ob2 ob2
SIG.
T
VALOR KAPPA ERROR TÍP. APROXIMAD
APROXIMADA
SUBESCALA ITEM A
(Mínimo- Máximo) (Min. – Max)
(Min. – Max)
(Min. – Max)
MIEMBRO SUPERIOR 1-33 0,536 - 1,000 0,000 – 0,204 2,836 – 5,440 0,000 – 0,005
MIEMBRO INFERIOR 34-50 0,423 - 1,000 0,000 – 0,338 1,639 – 5,313 0,000 – 0,038
EQUILIBRIO 51-57 0,762 – 1,000 0,000 – 0,223 3,038 – 4,521 0,000 – 0,002
SENSIBILIDAD 58-69 1,000 – 1,000 0,000 – 0,000 3,873 – 4,753 0,000 – 0,000
VALORACIÓN ARTICULAR 70-113 1,000 – 1,000 0,000 – 0,000 3,873 – 5,092 0,000 – 0,000
90
2. Fiabilidad test-retest
Todos los ítems mostraron una puntuación >0,90.
Límite Límite
inferior superior Valor gl1 gl2 Sig.
91
Medidas 1,000c ,999 1,000 2331,745 83 83 ,000
promedio
b) Consistencia Interna
Para analizar la consistencia se ha valorado el nivel en el que los ítems están
relacionados entre sí, es decir el grado de acuerdo entre los mismos, que permitirá
analizar si se pueden acumular y dar una puntuación global. Se ha analizado a través
del coeficiente alfa de Crombach los 113 ítems de la escala Fugl-Meyer en los 103
pacientes de nuestra muestra.
Estos ítems se analizaron tanto agrupados por dominios como globalmente, es decir
se analizaron los ítems tanto como con la escala global como con la subescala.
Tanto la consistencia interna global de la escala como de la subescala obtuvo un valor
en el coeficiente de Cronbach por encima de 0,7; siendo la puntuación más baja la
subescala del equilibrio con una puntuación de 0,875. Estos resultados se exponen en
la tabla 15.
El coeficiente de Cronbach obtenido en la globalidad del test fue de 0,973; para cada
una de las diferentes subescalas los resultados fueron los siguientes:
- Balance motor del miembro superior (33 ítems) con una puntuación de 0,98
- Balance motor en el miembro inferior (17 ítems): 0,956
- Equilibrio (7 ítems): 0,875
- Sensibilidad ( 7 ítems): 0,96
- Rango articular (44 ítems en total: 22 del rango articular y 22 de dolor articular):
0,947
Tabla 15: Coeficiente de Cronbach y homogeneidad de la escala
Equilibrio 7 0,875
Sensibilidad 12 0,96
92
Correlación de los ítems con el total de la escala y con la puntuación de cada
una de las subescalas de la escala Fugl-Meyer
Coeficiente de Significación
correlación estadística
c) Análisis de validez
Para determinar la validez de la escala, correlacionamos el resultado obtenido en la
escala Fugl Meyer con otra escala de evaluación del déficit del funcionamiento como
es la escala NIHSS. Así mismo realizamos una correlación con otros instrumentos que
miden conceptos relacionados con ella como son el Índice de Barthel y la escala
modificada de Rankin.
93
Figura 1:
Por otro lado hipotetizando que a mayor déficit de funcionamiento mayor déficit de
actividad y por tanto de discapacidad, relacionaremos dicha escala con el índice de
Barthel y la escala modificada de Rankin.
Tabla 17 : Correlación de Pearson entre la puntuación de los diferentes dominios de la escala Fugl-
94
Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,000
d) Sensibilidad al cambio.
La escala Fugl-Meyer mostró una sensibilidad al cambio en el déficit del
funcionamiento al inicio de la inclusión en el tratamiento y al mes y medio con una
p<0,001 en todas las subescalas menos para la subescala de valoración articular en la
que se obtuvo una p=0,076.
Tabla 18: Sensibilidad al cambio de las subescalas que siguen una distribución normal
95
media Inferior Superior
MIEMBRO
SUPERIOR
EN 1,5
MESES
MIEMBRO
INFERIOR EN
1,5 MESES
LA
SUBESCALA
EQUILIBRIO
EN 1,5
MESES
Para aquellas subescalas que no seguían una distribución normal se analizó el cambio
medio significativo a través de los rangos con signo de Wilconson obteniendo los
resultados mostrados en la tabla 19 y 20.
Tabla 19: Sensibilidad al cambio par a las subescalas que no siguen una distribución normal
N Rango Suma de
promedio rangos
96
Tabla 20
TotalSensibilidad_3 - Total_RA_3 -
TotalSensibilidad Total_ValoracionArticular
a a
Z -3,546 -1,772
Es decir, esta escala presenta unas características de efecto suelo nulas y un efecto
techo mínimo como se muestran en la tabla 21.
Tabla 21: Relación del efecto suelo-efecto techo de la escala NIHSS y la escala Fugl Meyer
NIHSS Fugl-Meyer
97
Observamos que el efecto techo de la escala FM es levemente mayor que el de la
NIHSS; en la contra el efecto suelo de la escala FM es nulo frente al 1,97% de la
NIHSS.
f) Determinación de la utilidad
El tiempo promedio una vez que el clínico está instruido y conoce adecuadamente la
escala con un paciente colaborador oscila entre los 30-40 minutos. No es una escala
demasiado rápida pero si consideramos la visión global que nos ofrece del paciente
sin la necesidad de utilizar otras escalas adicionales puede considerarse un tiempo
adecuado en la evaluación del paciente.
Las condiciones para aplicar la evaluación de las mismas son sencillas, básicamente
de requiere de una sala médica con una camilla y una silla en la que podamos evaluar
al paciente tanto en posición sentada como tumbada. En cuanto al material específico
que se necesita para la evaluación con la escala Fugl Meyer son un martillo de
reflejos, un papel, un bolígrafo o lápiz, una lata y una pelota de tenis. En cuanto al
puntaje de la escala se realiza a través de una escala numérica con tres posibles
puntuaciones (0,1 y2) de cada ítem, para dar la valoración final se suman las
puntuaciones de cada uno de los ítems. A su vez para la adecuada puntuación de los
ítems se acompañan a los mismos de un pequeño texto explicativo sobre como
puntuar cada ítem. Todo ello hace que la escala Fugl Meyer sea una escala de utilidad
en la evaluación de la funcionamiento del paciente tras un ictus, si bien se podrían
usar las versiones reducidas del mismo dependiendo del principal dominio afecto del
paciente.
98
6. Validación/adaptación de puntos de corte: 2 puntos
41 (39,80%) Mujeres
99
- Leve 5 (15,2%)
- Moderado 16 (48,5%)
- Grave 12 (36,4%)
Comorbilidad
- Hipertensión 55 (53%)
- Dislipemia 33 (32%)
- Diabético 29 (28,2%)
- Fumador 43 (41,7 %)
- Bebedor 36 (35%)
Nivel de independencia
Índice de Barthel ≥80 puntos 41,18% (media 59,61 ± Des. Tip 13,05)
Índice de Barthel < 80 puntos 58,82% (media 59,28 ± des. Tip 14,049)
100
Analizando detenidamente cada una de las variables de la muestra numerada en la
tabla anterior:
a) EDAD:
De los 103 pacientes analizados la edad media en el momento de sufrir el ictus fue de
59,51 años,, siendo la edad menor de 19 años y la mayor de 81, con una desviación
típica de 13,56.
Haciendo una distribución por grupos de edad con el objetivo de valorar la frecuencia
de distribución del ictus en edades por encima o igual a 70 años y por debajo de 70
>70 años
< 70 años
b) SEXO
Gráfico 1
Mujer
39,80%
Hombre
60,20%
101
c) TIPO DE ICTUS
Gráfico 2:
Tipo de ictus
Hemorrágico
41%
Isquémico
59%
d) LADO AFECTADO
102
Tabla 25: Gravedad presentación del ictus en la población a estudio valorado por la escala NIHSS (Escala del
Ictus del National Institute of Health)
0 20 40 60
La presencia de un solo factor de riesgo aislado como es la HTA resultó ser más
frecuente que el presentar varios factores de riesgo asociados, como cabría esperar,
puesto que al asociar varios factores de riesgo se espera que la incidencia del ictus
aumente. Destacamos que en 21 pacientes (20,38%) se encontraron tres factores de
riesgo asociados, siendo la presencia de estos tres factores asociados el grupo de
mayor incidencia, seguido por presentar dos factores asociados. En la tabla 26 y 27 se
muestran los resultados.
103
Tabla: 26.. Factores de riesgo asociados al ictus en nuestra muestra según porcentajes (Comorbilidad)
100%
80%
60%
40%
20% NO
0% SI
COMORBILIDAD
• Sin factores de riego (n=17): 16,50%
• Un solo factor de riesgo (n=16): 15,53% 0 FR 1 FR 2 FR 3 FR 4 FR 5 FR 6 FR
• Dos factores de riesgo (n=16): 16,53% 13% 16%
• Tres factores de riesgo (n=21): 20,38% 10%
15%
10%
• Cuatro factores de riesgo (n=10): 9,70%
9,
20% 16%
• Cinco factores de riesgo (n=10): 9,70%
• Seis factores de riesgo (n=10): 9,70%
• Siete o más factores de riesgo (n=13):
12,62%
104
TABLA 28: VALORES INICIALES SEGÚN LA ESCALA FUGL-MEYER
SUBESCALAS PUNTUACIÓN
SENSIBILIDAD 19,27
170,4
PUNTUACIÓN TOTAL
Si desglosamos los resultados de cada uno de los dominios por periodos de tiempo a
través de la prueba de rangos con signos de Wilconson observamos:
105
Tabla 29: Estadísticos de contrasteb
0-1,5 Z -4,638a
106
4. En el dominio de la sensibilidad los resultados de evolución en un mes y
medio según periodo de tiempo son los siguientes (tabla 32):
0-1,5 Z -2,960b
1,5-4 Z -1,682b
4-6 Z -1,633b
+6 Z -1,000b
0-1,5 Z -,847a
1,5-4 Z -1,618a
4-6 Z -,297b
+6 Z -1,000b
107
Se observa, por tanto, que existe una mayor recuperación en los primeros meses tras
el ictus y que esta capacidad de recuperación va disminuyendo progresivamente en
meses hasta llegar a los 6 meses, estos resultados son estadísticamente significativos
en las subescalas Miembro superior, Miembro inferior y Equilibrio, en la subescala
sensibilidad el cambio es estadísticamente significativo solo en los primeros meses y
en la subescala Valoración articular los resultados en cuanto a la evolución según
meses no son estadísticamente significativos.
Subescala que más cambia a la largo del tiempo (1,5 meses de evolución):
Dentro del análisis evolutivo del ictus se analizó además cual era la subescala de la
escala FM que más cambiaba a lo largo del tiempo, para ello se tomaron las
mediaciones realizadas con la escala al inicio de la inclusión en el estudio (al inicio del
tratamiento rehabilitador) y se analizaron con los resultados obtenidos al mes y medio.
b
Tabla 34: Estadísticos de contraste
Total_ExtrSu Total_Ext TotalEquilibrio TotalSensibili Total_RA_3 -
p_3 - rInf_3 - _3 - dad_3 - Total_Valoracion
Total_ExtrSu Total_Ext TotalEquilibrio TotalSensibili Articular
p rInf dad
a a a a a
Z -7,583 -6,625 -6,966 -3,546 -1,772
Sig. ,000 ,000 ,000 ,000 ,076
asintót.
(bilateral)
En todas las dimensiones, al 1.5 menos hay una mejora significativa con respecto al
basal. A excepción de la valoración articular, que parece que mantiene los niveles
homogéneos (ver tabla 34)
Estos resultados los podemos visualizar de manera esquemática en el siguiente
gráfico (gráfico 3):
108
Gráfico 3: Resultados según los dominios del cuestionario Fugl-Meyer en 1,5 meses de evolución.
Porcentaje de cambio
16
14
12
10
8
Porcentaje de cambio
6
4
2
0
Ext. Superior Ext. Inferior Equilibrio Sensibilidad Rango articular
109
dependientes el 34,21% de los pacientes <70 años frente al 44,44% de los pacientes
≥70 años; siendo por tanto el porcentaje de mejoría mayor en el grupo ≥ 70 años; es
decir, el porcentaje de pacientes en el grupo < de 70 años que pasaba de ser
dependiente tras el ictus a ser independiente al año de evolución del mismo era del
17,10% frente al 25% en el grupo ≥ de 70 años. Es más si analizamos cuantos puntos
mejoran en la escala de Barthel de manera global, vemos que en el grupo <70 años
obtienen una mejoria media de 10,94 puntos en la escala de Barthel comparada con
los 16,66 puntos que mejoran en el grupo > de 70 años.
Observamos, por tanto, que el grado de recuperación de los pacientes tras un ictus en
nuestra muestra era independiente de la edad del paciente.
Uno de los puntos importantes que observamos en nuestro estudio es que la variable
edad actúa como un factor de confusión con el nivel de independencia alcanzado al
año, ya que los pacientes con mayor edad poseen ictus con mayor gravedad inicial
(NIHSS inicial con mayores puntuaciones), estando la NIHSS inicial relacionado de
manera estadísticamente significativa con el nivel de independencia al año. Al evaluar
la severidad inicial del ictus se vio que los pacientes ≥70 años presentan ictus más
graves ( mayor NIHSS inicial), objetivando que los pacientes menores de 70 años
presentaban un NIHSS menor que los del grupo mayor de 70 años (11,75 frente
13,62)
Por tanto se observa que los pacientes mayores de 70 años obtienen un menor grado
de independencia al año coincidiendo con la mayor gravedad inicial.
Tabla 35: Relación de la edad con el Barthel alcanzable al año tras el ictus
BarthelAA80 Total
<80 >=80
(Dependiente (Independien
) te)
Edad_70 <70 Recuento 26 48 74
% dentro de 66,7% 78,7% 74,0%
BarthelAA80
>=70 Recuento 13 13 26
% dentro de 33,3% 21,3% 26,0%
BarthelAA80
Total Recuento 39 61 100
110
% dentro de 100,0% 100,0% 100,0%
BarthelAA80
111
IV. LATERALIDAD DEL ICTUS:
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Tras dividir nuestra muestra según la gravedad inicial en la escala NIHSS se obtuvo
los siguientes resultados:
112
Si distinguimos de forma global entre mal pronóstico NIHSS > 15 puntos y buen
pronóstico < de 5, obtenemos que en nuestra muestra todos los pacientes que
presentan una puntuación ≥ a 15 puntos en la NIHSS inicial resultan dependientes al
año de evolución y todos los pacientes con una puntuación < de 5 puntos
independientes al año de evolución (Gráfico 4).
Gráfico 4:
• NIHSS inicial < 5 puntos: todos independientes al año de evolución tras el ictus
• NIHSS inicial > 5 puntos: todos dependientes al año de evolución tras el ictus.
113
Sig. asintótica Sig. exacta (bilateral y
Valor (bilateral) unilateral)
a
Chi-cuadrado de 24,104 P<,000
Pearson
Corrección por ,000
b
continuidad
Razón de 25,880 ,000
verosimilitudes
Estadístico exacto de ,000
Fisher
Asociación lineal 23,863 ,000
por lineal
Sin embargo en nuestra muestra se observó que habían determinados pacientes que
permanecían dependientes al año del ictus a pesar de obtener una puntuación
moderada inicial en la escala NIHSS y otros pacientes que conseguían la
independencia al año a pesar de obtener un déficit importante según la escala NIHSS
inicial; se observaron entonces a estos pacientes para determinar si existía alguna
variable común en ellos que explicara este hecho (tabla 39) y se objetivó que la
puntuación obtenida en la subescala del miembro superior de la escala Fugl-Meyer
influía en estos resultados de tal manera que aquellos pacientes que presentaban
puntuaciones bajas en la subescala miembro superior ( exactamente por debajo de 30
puntos de media) presentaban mayor dependencia al año que aquellos que
presentaban puntuaciones más elevadas (exactamente por encima de 41 puntos de
media).
Tabla 39: Pacientes con NIHSS leve moderado (NIHSS<14) que no alcanzan la independencia funcional al año
tras el ictus
Paciente Edad Tipo Ictus Hemipare Miembro Miembro Equilibrio Sensibilidad Articulación
sia superior inferior
13 54 Isquémico Izquierda 29 27 10 24 22
14 50 Hemorrágico Izquierda 30 25 12 20 80
36 39 Isquémico Izquierda 10 27 10 24 86
38 70 Hemorrágico Izquierda 40 24 7 24 88
46 70 Isquémico Derecha 21 6 7 24 72
62 77 Isquémico Izquierda 61 31 9 19 88
76 66 Hemorrágico Izquierda 63 34 11 24 86
83 50 Isquémico Izquierda 15 18 8 12 76
86 76 Hemorrágico Izquierda 4 31 7 24 88
114
89 56 Isquémico Izquierda 21 0 9 14 88
Tabla 40: Pacientes con NIHSS grave (NIHSS>15) que alcanzan la independencia funcional al año tras el
ictus
Paciente Edad Tipo Ictus Hemipare Miembro Miembro Equilibrio Sensibilidad Articulación
sia superior inferior
1 69 - Izquierda 47 34 13 20 76
2 50 - Izquierda 47 24 12 21 72
12 54 Isquémico Derecha 29 25 14 24 88
15 54 Isquémico Izquierda 46 29 12 24 67
23 51 Hemorrágico Izquierda 53 26 7 17 80
52 72 Hemorrágico Derecha 34 34 11 24 86
54 68 Hemorrágico Derecha 16 22 8 20 88
58 50 Isquémico Izquierda 38 26 12 20 72
60 31 Hemorrágico Derecha 39 34 11 18 88
74 55 Isquémico Izquierda 66 25 13 10 88
115
por encima que la media del grupo: 41,5 frente a 24,10. Estos resultados podemos
verlos en la tabla 40.
Del mismo modo se relacionó el resultado obtenido con el Barthel inicial tras el ictus
con el Barthel obtenido al año.
Así si analizamos las diferentes subescalas de cada una de las escalas observamos lo
siguiente:
Gráfico 5:
116
Tabla 41: Relación entre la variable miembro superior de la escala Fugl-Meyer y el nivel de
independencia funcional alcanzable al año tras el ictus
Rangos
Total 100
Estadísticos de contrastea
Total_ExtrSup
U de Mann-Whitney 429,000
W de Wilcoxon 1209,000
Z -5,379
Aquellos pacientes con mayor afectación del miembro inferior tras el ictus obtienen
peores resultados de independencia funcional obtenida al año que aquellos que
poseen menor afectación en la subescala del miembro inferior, con unos resultados
estadísticamente significativos como podemos observar en la tabla 42:
Figura 6:
117
Tabla 42: Relación entre la variable miembro inferior de la escala Fugl-Meyer y el nivel de
independencia funcional alcanzable al año
Rangos
Total 100
a
Estadísticos de contraste
Total_ExtrInf
U de Mann-Whitney 474,000
W de Wilcoxon 1254,000
Z -5,069
Por otro lado si comparamos la relación entre la afectación del equilibrio y el nivel de
independencia alcanzado al año obtenemos que aquellos pacientes sin afectación del
equilibrio obtienen mayor nivel de independencia funcional que los que tienen afecta la
el equilibrio con significación estadística (tabla 43) (Gráfico 7):
118
Gráfico 7
Tabla 43: Relación entre la variable equilibrio de la escala Fugl-Meyer y el nivel de independencia funcional
alcanzable al año
BarthelAA80 Casos
Inferior Superior
119
d) Evolución de la subescala sensibilidad de la escala Fugl-Meyer
Gráfico 8
120
Tabla 44: Relación entre la variable sensibilidad de la escala Fugl-Meyer y el nivel de
independencia funcional alcanzable al año
Rangos
Total 100
a
Estadísticos de contraste
TotalSensibilidad
U de Mann-Whitney 890,000
W de Wilcoxon 1670,000
Z -2,217
Aquellos pacientes con un Barthel inicial (dentro de las tres primeras semanas
postictus) por debajo de 20 puntos en el IB no llegan ninguno a ser independientes al
año de evolución. Como objetivamos en el gráfico 9:
Gráfico 9
121
Así para aquellos pacientes de nuestra muestra que al inicio del estudio tras el ictus
poseen una puntuación en el IB<20 puntos la puntuación obtenida en el índice de
Barthel al año es de 56,66 puntos de media con un IC del 95% (4,95-108,37) con una
desviación típica de 20,81, lo que se considera que ninguno de ellos eran
independientes al año de evolución tras el ictus. Sin embargo para aquellos pacientes
que presentaban una puntuación por encima de 20 puntos en el IB dentro de las tres
primeras semanas tras el ictus, la puntuación obtenida en el IB al año era de 84,35
puntos con un IC del 95% (79,87-88,87) con una desviación típica de 13,82, lo que se
traduce a que estos pacientes eran independientes al año de evolución tras el ictus.
Estos resultados poseen una significación estadística de 0,26 según prueba de
contrastes (tabla 45):
Tabla 45: Relación entre la variable índice de Barthel inicial y el nivel de independencia funcional alcanzable
al año
BARTHEL_1_recod Casos
b
Estadísticos de contraste
Barthel_al_ano_del_ictus
U de Mann-Whitney 13,500
W de Wilcoxon 19,500
Z -2,219
Sin embargo y dado que el número de muestra recogida era significativamente menor
en el análisis de esta variable, encontrando que únicamente habían 3 pacientes en el
grupo de Índice de Barthel <20 esta variable no se seleccionó para la realización del
modelo pronóstico funcional.
122
2.3 Análisis multivariante:
Se analizaron las variables edad, sexo, tipo de ictus, lateralidad del ictus, NIHSS
inicial, así como las diferentes subescalas de la escala FM (miembro superior,
miembro inferior, equilibrio, sensibilidad y valoración articular) con la probabilidad de
ser dependiente o independiente según el Índice de Barthel al año de haber padecido
un ictus. En nuestra muestra han obtenido significación estadística al relacionarlas con
el Barthel al año las variables NIHSS inicial, subescala miembro superior, subescala
miembro inferior, equilibrio y sensibilidad (tabla 46).
Tabla 46: Variables con significación estadística para el modelo de regresión logística
Variables en la ecuación
Inferior Superior
1
------------------
(-z)
1+e Z= 1,284 – 0,145 + 0,041 + 0,230
123
Tabla 47: Variables en la ecuación con significación estadística al aplicar el modelo de paso hacia
atrás condicional
Inferior Superior
Paso NIHSS_al_inicio
a -,086 ,055 2,432 1 ,119 ,918 ,824 1,022
1
TotalSensibilidad
,043 ,018 5,697 1 ,017 1,044 1,008 1,081
Total_ExtrSup
,045 ,042 1,149 1 ,284 1,046 ,963 1,136
Total_ExtrInf
,263 ,117 5,033 1 ,025 1,301 1,034 1,637
TotalEquilibrio
-1,211 ,613 3,902 1 ,048 ,298 ,090 ,991
Constante
-2,288 1,199 3,639 1 ,056 ,101
Paso NIHSS_al_inicio
a -,069 ,052 1,754 1 ,185 ,933 ,842 1,034
2
TotalSensibilidad
,051 ,017 9,345 1 ,002 1,052 1,018 1,087
Total_ExtrSup
,309 ,109 8,010 1 ,005 1,363 1,100 1,688
TotalEquilibrio
-1,153 ,605 3,628 1 ,057 ,316 ,096 1,034
Constante
-2,315 1,214 3,638 1 ,056 ,099
Paso NIHSS_al_inicio
a ,047 ,016 8,780 1 ,003 1,048 1,016 1,082
3
Total_ExtrSup
,254 ,098 6,741 1 ,009 1,289 1,064 1,562
TotalEquilibrio
-,999 ,578 2,991 1 ,084 ,368 ,119 1,142
Constante
- 1,079 8,258 1 ,004 ,045
3,099
Para valorar si el modelo propuesto puede explicar lo que se observa se realiza el test
de bondad de ajuste al modelo propuesto de Hosmer y Lemeshow. Es un Test donde
se evalúa la distancia entre un observado y un esperado. La puntuación obtenida en el
test es de 0,585. (Tabla 48)
124
Tabla 48: Prueba de Hosmer y Lemeshow
1 3,940 8 ,863
2 4,505 8 ,809
3 6,559 8 ,585
Pronosticado
BarthelAA80
Porcentaje global
Porcentaje global
125
Tabla 50: Variables resultado de contraste: Probabilidad pronosticada
a b
Área Error típ. Sig. asintótica Límite inferior Límite superior
Se tienen que producir los siguientes cambios mostrados en la tabla 51 para que se
considere un cambio mínimo detectable en cada una de las diferentes subescalas que
componen la escala FM:
Tabla 51: Cambio mínimo que se debe producir en cada dominio de la escala Fugl-
Meyer para que se considere un cambio mínimo detectable: Diferencia entre Barthel al Error
los 1,5 meses y el basal Estadístico típ.
>=10 Media 7,3500 1,33183
Intervalo de confianza para la media al 95% Límite 4,6561
Extr. Superior a los inferior
1,5 meses menos
Límite 10,0439
basal
superior
Desv. típ. 8,42326
>=10 Media 2,8750 ,54911
Intervalo de confianza para la media al 95% Límite 1,7643
Extr. Inferior a los inferior
1,5 meses menos Límite 3,9857
basal superior
126
Desv. típ. 3,47288
>=10 Media 2,3000 ,35482
Intervalo de confianza para la media al 95% Límite 1,5823
Equilibrio a los 1,5 inferior
meses menos basal Límite 3,0177
superior
Desv. típ. 2,24408
>=10 Media 1,0250 ,42136
Intervalo de confianza para la media al 95% Límite ,1727
Sensibilidad a los inferior
1,5 meses menos Límite 1,8773
basal superior
Desv. típ. 2,66494
>=10 Media -,2750 ,88578
Intervalo de confianza para la media al 95% Límite -2,0667
Valoración articular inferior
a los 1,5 meses
Límite 1,5167
menos el basal
superior
Desv. típ. 5,60214
a
Tabla 52: Estadísticos de contraste
ExtrSup a los ExtrInf a los Equilibrio a los Sesibilidad a ValoracionArtiuclar a
1,5 meses 1,5 meses 1,5 meses los 1,5 meses los 1,5 meses menos
menos basal menos basal menos basal menos basal basal
U de 982,000 1035,500 750,000 1154,000 949,500
Mann-
Whitney
W de 2693,000 2805,500 2520,000 2924,000 1769,500
Wilcoxon
Z -1,299 -1,068 -3,164 -,236 -1,925
Sig. ,194 ,285 ,002 ,813 ,054
asintót.
(bilateral)
127
VII. DISCUSIÓN
128
La evaluación del funcionamiento a través de escalas específicas es fundamental en
pacientes con ictus. La escala Fugl-Meyer ha sido diseñada específicamente para
pacientes con ictus analizando cada una de las áreas más significativas que influyen
en el déficit del funcionamiento (miembro superior, miembro inferior, equilibrio,
sensibilidad y valoración articular). Además la escala Fugl-Meyer es la principal escala
en la valoración de la evolución del déficit del funcionamiento adaptada para este uso
en España.
Otra modificación que se realizó en la escala fue la puntuación del apartado equilibrio;
en la valoración del equilibrio se objetivó que la mayoría de los pacientes no
presentaban reacción de paracaídas a pesar de tener un balance motor completo y no
presentar alteración del equilibrio, y en el caso de los que presentaban algún déficit
motor en MS o en el equilibrio el porcentaje de no presentar reacción de paracaídas
era mayor. Lo que ocurría en la mayoría de los pacientes al realizar la exploración de
129
equilibrio es que los pacientes corregían su postura con maniobras compensatorias de
control de tronco, de la misma manera aquellos pacientes con incapacidad de
abducción de hombro ya fuera por dolor o por disminución del BM tampoco realizaban
la reacción de paracaídas a pesar de tener adecuado control del equilibrio y realizaban
también control postural con el tronco. Dado que este apartado valora el equilibrio y no
el déficit motor los evaluadores tras la realización del piloto establecen por conceso la
siguiente modificación en la valoración del equilibrio: si el paciente no es capaz de
mantener la postura tras el empujón se puntúa como 0, si lo mantiene con dificultad un
1 y si lo mantiene correctamente y sin dificultad se puntúa como un 2. Con estas dos
modificaciones en la puntuación de la escala Fugl-Meyer (la dismetría y el equilibrio) la
evaluación con la escala Fugl-Meyer queda consensuada por completo, no dejando
cabida a errores de interpretación por parte de los examinadores.
Posteriormente una vez finalizado esta primera parte del estudio consistente en la
validación de la escala Fugl-Meyer se procedió a la segunda que consiste en el
establecimiento de un modelo de predicción funcional en la evolución del ictus basada
en la escala Fugl-Meyer y en otras numerosas variables.
La importancia de esta segunda fase en la que se establece un modelo pronóstico
funcional en los pacientes que han padecido un ictus radica en que nos permitirá
130
predecir a partir de determinadas variables que presentan los pacientes tras el ictus la
posibilidad de ser dependiente o independiente al año tras el ictus.
En nuestro modelo se decidió evaluar la capacidad de ser independiente o
dependiente al año de haber sufrido un Ictus. Se ha considerado el nivel de
independencia funcional al año, dado que existen datos en los estudios realizados
anteriormente que indican, que a partir del año no existe mejoria mejoría evolutiva en
la funcionalidad de estos individuos83, 84.
Disponer de información sobre el resultado funcional del AVC ayuda en la toma de
decisiones sobre el tratamiento, determinación de objetivos e intensidad del programa
terapéutico y la planificación del alta, todo ello dirigido a mejorar la eficiencia del
tratamiento.
Para valorar la independencia o no dependencia al año, se consideró la escala de
Berthel, ampliamente utilizada; para el análisis multivariante se realizó la
dicotomización entre independiente: ≥ 80 puntos y dependiente: < 80 puntos.
Esta dicotomización, necesaria para poder desarrollar el modelo de predicción
funcional, no fue elegida aleatoriamente. Existen numerosos trabajos en la literatura
que realizan la categorización del índice de Barthel ≥ 80 independiente y dependiente
por < 80186, nosotros hemos seleccionada esta categorización debido a que otras
clasificaciones como la de Shah et all187. considera independencia 100 puntos,
dependencia leve por encima de 90 y moderada de 60-90 puntos, llegando algunos
autores a considerar independencia una puntuación por encima de 60 puntos, esta
clasificación podría ser bastante dispar a la hora de clasificar como independiente o
dependiente y generar duda; de ahí nuestra dicotomización como independencia ≥80 y
dependiente <80.
131
Sin embargo en nuestra muestra existen más pacientes con hemiparesia izquierda que
derecha; hecho que podría estar influenciado por ser el déficit de comunicación
(afasia) un criterio de exclusión; estando las afasias unidas habitualmente a
hemiparesia derecha.
Otra limitación de nuestro estudio es que los pacientes que estaban realizando
tratamiento ambulatorio presentaban todos control cefálico y de tronco, no pudiéndose
aplicar este modelo de pronóstico funcional a pacientes sin control cefálico y/o de
tronco; del mismo modo los pacientes incluidos en la muestra eran todos
independientes previo al ictus; por lo que tampoco podría aplicarse en pacientes
previamente al ictus dependiente.
Por otro lado, y para evitar el posible sesgos de información que pudiera presentarse
en la recogida de datos, hemos usado como instrumentos de medidas escalas
aceptadas universalmente y ampliamente utilizadas en los pacientes con ictus como
son el Índice de Barthel y la escala NIHSS. Hemos considerado también la escala
Fugl-Meyer como instrumento de valoración del déficit del funcionamiento corporal
ampliamente usada en numerosos estudios.
Para la realización de este modelo se han elegido una gran diversidad de variables en
relación con la recuperación funcional del paciente, para posteriormente a través de un
análisis estadístico de regresión logística establecer el modelo de predicción funcional.
Como en todo modelo debe de existir la variable dependiente; en nuestro caso nivel de
independencia al año con la dicotomización independiente (Índice de Barthel ≥ 80) y
dependiente (Índice de Barthel < 80). Y como variables independientes se
seleccionaron aquellas que han demostrado en anteriores estudios que podrían estar
relacionadas que podrían estar relacionadas de algún modo con el resultado funcional
en el ictus como son la edad, el sexo, el tipo de ictus, el lado afecto, la gravedad inicial
medida a través de la escala NIHSS y el Barthel < 20 durante las tres semanas
posteriores al ictus.
132
Aquellas variables que presentaron una relación estadísticamente significativas con el
Barthel al año fueron el NIHSS inicial, el Barthel al inicio, los siguientes apartados de la
escala FM (la sensibilidad, equilibrio, apartado superior e inferior). Algunas de estas
variables coinciden con las usadas en otros modelos de regresión logística como son
la gravedad inicial del ictus190. No así otras como la edad, que en nuestra muestra no
presenta una relación estadísticamente significativa con el Barthel alcanzado al año.
Una observación importante que nos encontramos en nuestro estudio es que el NIHSS
inicial en pacientes por encima de 70 años es mayor que en aquellos por debajo de
70, por tanto la edad podría no estar relacionada directamente con el grado de
funcionalidad alcanzada al año tras el ictus, sino con una mayor gravedad del ictus
inicial y por tanto de funcionalidad al año.
Para comprobar esta hipótesis se analizó el grado de gravedad inicial del ictus medido
a través de la escala NIHSS, objetivando que los pacientes menores de 70 años
presentaban un NIHSS menor que los del grupo mayor de 70 años (11,75 frente
13,62)
Por tanto observamos que los pacientes mayores de 70 años obtienen un menor grado
de independencia al año que podría deberse a la mayor gravedad inicial del ictus a
pesar de presentar durante el proceso de rehabilitación una recuperación similar o
incluso mayor que los pacientes menores de 70 años. Este hecho coincide con
algunos estudios existentes en la literatura en la que según algunos autores no
engloban la edad por si sola como un factor asociado per se de peor pronóstico, sino
más bien asociado a determinadas situaciones de mal pronóstico, es decir las
personas ancianas presentan con frecuencia un deterioro funcional previo,
133
circunstancias sociales adversas y pueden sufrir ictus más graves27 cuando se
comparan con los individuos mas jóvenes.
Al igual que en otros estudios de predicción funcional la medida del déficit neurológico
inicial con la escala NIHSS se relaciona con los resultados de función motora futura.
En nuestro estudio la gravedad neurológica inicial se correlaciona de forma
significativa con la independencia funcional alcanzable
De los 13 pacientes con NIHSS ≤ 5 puntos ninguno de ellos resultó dependiente al año
de evolución tras el ictus; de los 53 pacientes con ictus comprendido entre 6 a 14
puntos en la escala NIHSS 9 pacientes permanecían dependientes al año de evolución
tras el ictus (17%) y 44 (83%) independientes. De los 37 pacientes con NIHSS ≥15
puntos 27 pacientes (72,9%) permanecían dependientes al año tras el ictus frente a
los 10 pacientes (27,1%) que resultaron independientes. Estos resultados son
similares a los obtenidos en el estudio de Adams Jr et al 193., en donde una puntuación
por debajo de 6 puntos es predictiva de una buena recuperación, mientras que una
puntuación ≥ 15 puntos es predictiva de presentar importante discapacidad como
secuelas tras un ictus.
Por tanto al relacionar el nivel de independencia al año con el NIHSS inicial obtenemos
que aquellos con menor puntuación inicial en NIHSS obtienen mejores resultados de
independencia funcional al año de manera estadísticamente significativa, incluyendo
por tanto la variable NIHSS inicial dentro de nuestro modelo pronóstico funcional.
134
observa la gran importancia que tiene la subescala miembro superior con el grado de
independencia funcional alcanzable.
La importancia de esta variable (subescala Miembro Superior de la escala Fugl-Meyer)
es de tal envergadura que, a través de nuestro estudio nos ha podido explicar el por
qué de aquellos casos de mala evolución en la recuperación funcional tras el ictus, a
pesar de haber obtenido una puntuación inicial en el NIHSS baja y viceversa. La
puntuación obtenida en esta subescala de FM, nos ha permitido explicar el porqué
presentaron funcionalmente una evolución favorable aquellos pacientes que
presentan una mala puntuación en la escala NIHSS inicial. Y esto es posible dada la
observación de que aquellos pacientes que presentaban una evolución tórpida tras un
ictus a pesar de haber presentado una puntuación NIHSS inicial baja tenían una
escasa puntuación obtenida en el dominio superior de la escala FM en los primeros
periodos evolutivos tras el ictus; así mismo los pacientes con una elevada puntuación
en la subescala miembro superior de la escala FM presentaban una buena evolución
tras sufrir el ictus a pesar de haber obtenido una puntuación NIHSS inicial elevada,
siendo la gran mayoría de estos pacientes independientes tras el año de evolución de
haber padecido el ictus.
Los pacientes de nuestra muestra que permanecían dependientes al año tras el ictus
(n=39), presentaban una puntuación media en la subescala miembro superior de 21,58
a los tres meses de media de evolución tras el ictus, mientras que aquellos pacientes
que conseguían la independencia funcional al año tras el ictus presentaban una
puntuación media de 46,39 puntos.
Este hecho nos lo refuerza los hallazgos encontrado en la evolución de los pacientes
según la puntuación obtenida en el NIHSS inicial, en la que observamos que aquellos
pacientes que teniendo un ictus leve-moderado inicial (NIHSS<14 puntos) que no
conseguían la independencia funcional al año tenían todos ellos puntuaciones bajas
en la subescala miembro superior de la escala FM (29,4 puntos de media), mientras
que aquellos pacientes que tenían un NIHSS inicial grave inicialmente (NIHSS >15
puntos) y aún así conseguían la independencia al año todos ellos tenían en común
tener puntuaciones elevadas en la subescala Miembro superior (41,5 puntos de
media). Por tanto reforzamos la teoría de que la puntuación obtenida en la subescala
del miembro superior de la FM es una variables pronóstica más importante a la hora
135
de predecir la independencia funcional al año del ictus, observando que con una
puntuación baja en la escala Fugl-Meyer del miembro superior no se consigue la
independencia al año tras el ictus.
En nuestra muestra al inicio del estudio el 58,82 % de los pacientes eran dependientes
(Barthel<80 puntos) y al año de evolución tras el ictus resultaron independientes
(Barthel ≥a 80 puntos) el 36,89%. Es decir, que tras el proceso de rehabilitación
21,93% pasaron de ser dependientes a independientes; observando que existe una
mayor recuperación en los primeros meses tras el ictus y que esta capacidad de
recuperación va disminuyendo progresivamente en meses hasta llegar a los 6 meses,
estos resultados son estadísticamente significativos en las subescalas Miembro
superior, Miembro inferior y Equilibrio, en la subescala sensibilidad el cambio es
estadísticamente significativo solo en los primeros meses y en la subescala Valoración
articular los resultados en cuanto a la evolución según meses no son estadísticamente
significativos. A partir de los 6 meses estabiliza la evolución continuando una cierta
recuperación hasta el año de evolución, sin embargo estos resultados no son
estadísticamente positivos en ninguna de las subescalas de la escala Fugl-Meyer. Los
resultados observados en nuestro estudio muestras resultados similares a los
observados en anteriores estudios. Observando que la mayor recuperación se produce
en los 6 primeros meses de la existencia de un ictus, obteniéndose posteriormente una
menor recuperación o fase de estabilización194,178.
Conocer el futuro funcional de un proceso tan heterogéneo como el AVC es difícil, por
lo que existen numerosos estudios científicos que han evaluado múltiples factores y su
combinación en modelos de predicción192.
El método habitualmente empleado es el modelo de regresión, que predice la
respuesta o resultado en nuevos sujetos con el mínimo error posible.
El objetivo primordial de esta técnica es el de modelar como influyen las variables
regresoras en la probabilidad de ocurrencia de un proceso en particular195.
Sistemáticamente tiene dos objetivos:
1. Investigar cómo influye en la probabilidad de ocurrencia de un suceso, la
presencia o no de diversos factores y el valor o nivel de los mismos.
2. Determinar el modelo mejor ajustado que siendo razonable describa la relación
entre la variable respuesta y un conjunto de variables regresoras.
El modelo de predicción debe tener credibilidad clínica para lo que es necesario que
cumpla los siguientes requisitos, (requisitos que se cumplen en nuestro estudio) como
se describe:
136
1. Que todos los datos clínicos que se consideran relevantes para la predicción a
realizar hayan sido incluidos en el modelo. Para la realización del modelo de regresión
pronóstico se han seleccionado aquellas variables que más influyen en la
recuperación funcional del paciente con ictus y que en nuestra muestra han mostrado
significación estadística con el Barthel alcanzable al año: En nuestra muestra estas
variables han sido el NIHSS inicial, el Barthel inicial, y las siguientes subescalas de la
escala FM (miembro superior, miembro inferior, equilibrio y sensibilidad).
2. Que los datos que utiliza el modelo sean fáciles de obtener, sin demasiado coste, y
además sean precisos y fiables: Las variables recogidas en nuestro estudio son fáciles
de obtener en la anamnesis y exploración física iniciales del paciente, sin que
supongan un coste adicional.
Esta fórmula obtenida, hace que en la práctica podamos establecer las probabilidades
de que el paciente, ya en los primeros estadios evolutivos del ictus, alcance la
independencia funcional al año tras el ictus197.
137
Este modelo ayuda a los médicos en la estimación del tiempo previsible del
tratamiento rehabilitador, así como en el establecimiento de los objetivos. Por otro
lado, el mejor conocimiento de la evolución del ictus nos permitirá facilitarles
información más objetiva en su propia recuperación del ictus tanto a pacientes como
familiares.
Para finalizar en nuestro estudio se han analizado otros puntos como el cambio
mínimo que debe producirse en la escala para detectar un cambio significativo y la
evolución del ictus; obteniendo solamente significación estadística en la subescala
equilibrio de la escala Fugl-Meyer, teniéndose que dar un cambio mínimo 2,3 puntos
para que se considere que ha habido un cambio significativo. Características
fundamental y de gran importancia, cuando consideramos la utilización de este
instrumento en los estudios de investigación que puedan realizarse, principalmente
cuando consideramos la valoración de la eficacia y la efectividad de los distintos
tratamientos que pueden ser utilizados en pacientes que han presentado un ACV.
138
VIII. CONCLUSIONES
139
La versión española de la escala Fugl-Meyer es una herramienta culturalmente
equivalente a la versión original; su validez y fiabilidad ha sido demostrada.
Son diferentes las variables que pueden tener influencia sobre la evolución en el ictus;
observando entre ellas la severidad inicial del ictus; donde a mayor puntuación mayor
afectación y peores resultados en el nivel e independencia alcanzable tras el
tratamiento rehabilitador.
Son necesarios ulteriores estudios que demuestren la relación existente entre las
diferentes variables y el nivel de independencia funcional alcanzable al año.
140
IX. ANEXOS
141
ANEXO 1: Consentimiento informado para participar en el proceso de validación
de la escala Fugl Meyer:
Hoja de información
Estimado paciente:
Este estudio ha obtenido la aprobación del Comité Ético del Hospital Universitario
Virgen del Rocío y en él se respetarán las recomendaciones éticas internacionales
para estudio con seres humanos (Declaración de Helsinki). Los objetivos de este
proyecto son:
Debe saber que usted no obtendrá beneficio alguno por su participación en este
estudio y que su participación en el proyecto es altruista, por lo que no recibirá
142
ninguna compensación económica ni de ningún otro tipo por su colaboración.
Además, su colaboración es completamente voluntaria, lo que significa que podrá
revocar su consentimiento. Sus datos personales como participante del estudio se
mantendrán bajo estricta confidencialidad (Ley Orgánica 15/1999, de protección de
datos de carácter personal).
Consentimiento informado
He hablado con el
Dr._____________________________________________________
143
ANEXO 2: Instrucciones para la aplicación de la escala:
Procedimiento
Equipamiento: Una silla, una mesa, un martillo de reflejos, algodón o pincel para
explorar la sensibilidad, lápiz o bolígrafo, cartón o papel, lata de refresco, pelota de
tenis, cronometro, venda para los ojos ( o en su defecto pedirle al paciente que cierre
los ojos), una camilla.
REGLAS GENERALES
Evaluación del movimiento voluntario: este incluye sinergia flexora, sinergia extensora,
sinergias de combinación de movimientos, movimientos sin sinergia así como
valoración de la dismetría, temblor y velocidad de realización del movimiento dedo-
nariz. También se evalúa el equilibrio y el estado de las articulaciones. Para todas las
pruebas de movimientos voluntarios, se deben seguir las siguientes pautas:
144
Durante la evaluación de la muñeca (ítems del 19 al 23), se puede aportar soporte
debajo del codo para disminuir la demanda del hombro; sin embargo, el paciente
debería iniciar la flexión del codo durante la evaluación del codo a 90º e iniciar la
extensión del codo durante la evaluación del codo a 0º. De otro modo, se puede
ayudar al brazo en el codo y justo por encima de la muñeca con el objetivo de
posicionar el brazo durante la evaluación de la mano (ítems del 24 al 30).
Miembro superior
145
- Realizar la evaluación por 3 veces en el lado afecto y puntuar el mejor
movimiento obtenido en cada articulación
Los ítems a evaluar son: Elevación (escapular), retracción del hombro (escapular),
abducción del hombro (al menos 90 grados) y rotación externa, flexión del codo, y
supinación del antebrazo.
146
Los ítems a evaluar son: Aducción/rotación interna del hombro, extensión del codo, y
pronación del antebrazo.
o (1) – La mano debe pasar la espina iliaca antero superior (la realiza
parcialmente )
147
- Puntuación (Máxima puntuación posible = 2)
o (1) – Abducción o flexión del codo ocurre en una fase más tardía del
movimiento
148
5a. Abducción de hombro hasta 90 grados, codo en 0 grados, y antebrazo pronado
(ítem 15):
5b. Flexión del Hombro desde 90-180 grados, codo en 0 grados, y antebrazo en
posición intermedia ( ítem 16)
149
- Puntuación (Máxima puntuación posible = 2)
o (0) – Se inicia flexión del codo, o se realiza abducción del hombro (el
brazo es inmediatamente abducido, o el codo se flexiona al inicio del
movimiento)
o (2) - Se realiza sin fallos (el paciente puede flexionar el hombro por
encima manteniendo el antebrazo en posición intermedia y sin flexión
del codo)
150
- El evaluador debe obtener los reflejos bicipital y tricipital con un martillo de
reflejos y los flexores de dedos con un rápido estiramiento del brazo afecto y
anotar si los reflejos son hiperactivos o no.
151
o (2) – La posición puede mantenerse con una (ligera) resistencia
152
o (0) – El paciente no puede realizar la dorsiflexión hasta los 15 grados
requeridos
- Paciente en posición sentada con el brazo al lado del cuerpo, codo flexionado
hasta 90 grados y antebrazo en pronación.
153
- Solicitar al paciente que realice movimientos de circumducción de la muñeca
con movimientos suaves alternativos alcanzando el rango completo de
circumducción de la muñeca.
154
8b. Extensión de dedos (ítem 25)
155
8d. Agarre II (ítem 27)
- Indicarle al paciente que abduzca el pulgar para agarrar un trozo de papel (el
evaluador puede introducir el papel). Después pídale al paciente que realice
una abducción pura del dedo pulgar con el trozo de papel interpuesto entre el
dedo pulgar y el primer dedo (como en la figura). Evaluar este agarre contra
resistencia pidiéndole al paciente que lo sostenga mientras intentas quitarle el
papel mediante un pequeño tirón.
- Cuando se recoja el bolígrafo, indicar al paciente que oposite la yema del dedo
pulgar contra la del primer dedo con un lápiz interpuesto. Probar este agarre
con resistencia pidiéndole al paciente que sostenga mientras intentas sacar el
lápiz con un ligero tirón.
156
- Realizar la evaluación por 3 veces en el lado afecto y puntuar el mejor
movimiento obtenido
o (1) – El lápiz interpuesto entre las yemas de los dedos índice y pulgar
se puede mantener en el sitio pero no a través de un ligero tirón
NOTA: Esta es una vista superior de la mano agarrando una lata pequeña
- Indicar al paciente que agarre una lata pequeña (situada de pie sobre una
mesa sin estabilidad) abriendo los dedos y oponiendo las superficies volares
del dedo pulgar y de los dedos. El evaluador puede sostener el brazo pero no
puede interferir en la función de la mano
o (1) – Una lata puede mantenerse entre los dedos índice y pulgar pero
no tras un tirón
NOTA: La mano debe abrirse y cerrarse sobre la lata; no es aceptable que el agarre
de la lata por el paciente se realice desde la parte superior de la lata
157
- El sujeto en posición sentada con el brazo sobre una mesita de noche
- Indicar al paciente que “lleve el dedo desde la rodilla a su nariz, lo más rápido
posible”
- Usar un cronometro para medir cuanto tiempo requiere el paciente para realizar
las 5 repeticiones
158
- Puntuación de temblor (Máxima puntuación posible = 2)
o (1) – Entre 2 y 5.9 segundos más lento que con la mano no afectada
NOTA: Este ítem intenta discriminar entre un ictus con afectación de los ganglios
basales, talámica o cerebelosa en los que el temblor o dismetría puede ser
consecuencia directa de la lesión de alguna de estas áreas. La mayoría de casos de
ictus son en la arteria cerebral media o en la arteria basilar donde se espera observar
parálisis que afecta a la velocidad del movimiento pero no en el temblor o dismetría.
En casos de parálisis completa, observar cualquier mínima indicación de temblor o
dismetría que pueda ser objetivada en la cara, voz, brazos o piernas. Si no hay
indicios de temblor o dismetría puntuar estos ítems en 2 y puntuar en 0 la velocidad. Si
el rango de movilidad articular del miembro afecto es significativamente inferior al
afecto se debería puntuar 0 en la velocidad.
Extremidad inferior
159
- Explorar primero los reflejos en el lado no afecto
o (2) Se puede obtener actividad refleja. Los ítems a puntuar son los
reflejos aquíleos y patelares.
Los ítems a evaluar son: flexión de cadera, flexión de rodilla y dorsiflexión de tobillo.
- Paciente en decúbito
160
- La posición inicial de partida sería la del punto final de la sinergia flexora, es
decir: con la cadera flexionada en 90º, 90º de flexión de rodilla y dorsiflexión de
tobillo.
- Indicarle al paciente “empuja tu pie para abajo como para dar una patada y
vuelve a la posición inicial” (flexión plantar de tobillo, extensión de rodilla,
aducción de cadera y extensión de cadera). Para explorar la addución de la
cadera se debe de hacer con la cadera totalmente extendida y realizar
movimiento contra resistencia para comprobar que el paciente realiza el
movimiento de forma activa, se debe de aplicar una ligera resistencia en la
aducción ya que este posición es facilitada por la gravedad para asegurarnos
de que el paciente lo está realizando de manera activa.
- Paciente en posición sentada con los pies en el suelo y las rodillas libres en la
silla.
- Para evaluar la rodilla esta debe de estar flexionada ligeramente más de 90º.
Los gemelos no deben de estar en tensión. Para disminuir el roce, los zapatos
se pueden retirar pero los calcetines deben permanecer puestos.
161
- Realizar la evaluación por 3 veces en el lado afecto y puntuar el mejor
movimiento obtenido.
- Paciente en posición sentada con los pies en el suelo y las rodillas libre de la
silla, los gemelos no deben estar en tensión.
162
- Se le pide al paciente que flexiona la cadera al menos 90º con la cadera
totalmente extendida (es decir a 0º). El paciente está de pie con la cadera en
0º (o el rango articular completo disponible intentando alcanzar los 0 grados).
En la pierna que se evalúa, la cadera está a 0 grados (o el rango articular
completo intentado alcanzar los 0 grados), pero la rodilla está flexionada. El
examinador puede proporcionar asistencia para mantener el balance y el
paciente puede apoyar sus manos en una mesa.
o (2)- La rodilla se flexiona más de 90º (la flexión de rodilla alcanza más
de 90º con la cadera mantenida en extensión).
- Paciente está de pie, con la cadera a 0º. Si la longitud del gemelo del paciente
está limitando la flexión dorsal activa en esta posición de partida se puede
posicionar la pierna hacia delante con lo que la cadera estaría en 5 grados de
flexión aproximadamente y los músculos de los gemelos quedarían en una
posición alargada. La rodilla debe de estar totalmente extendida. El examinador
puede proporcionar asistencia para mantener el balance y el paciente puede
apoyar sus manos en una mesa.
163
- Indicarle al paciente “ mantén tu rodilla extendida y tu talón en el suelo, levanta
tu pie”
164
- El paciente realiza la acción primero con el lado no afecto.
- Usar un cronometro para medir cuanto tiempo requiere el paciente para realizar
las 5 repeticiones (del tobillo a la rodilla y al tobillo)
o (1) – Entre 2 y 5.9 segundos más lento que con la mano no afectada
NOTA: Este ítem intenta discriminar entre un ictus con afectación de los ganglios
basales, talámica o cerebelosa en los que el temblor o dismetría puede ser
consecuencia directa de la lesión de alguna de estas áreas. La mayoría de casos de
165
ictus son en la arteria cerebral media o en la arteria basilar donde se espera observar
parálisis que afecta a la velocidad del movimiento pero no en el temblor o dismetría.
En casos de parálisis completa, observar cualquier mínima indicación de temblor o
dismetría que pueda ser objetivada en la cara, voz, brazos o piernas. Si no hay
indicios de temblor o dismetría puntuar estos ítems en 2 y puntuar en 0 la velocidad.
166
2: puede alcanzar la posición durante un periodo prolongado en el tiempo y con
seguridad
f) Monobipedestación en el lado no afecto (ítem 56)
0: no puede mantener la posición, o solamente escasos segundos.
1: puede mantener la posición de 4 a 9 segundos.
2: puede mantener la posición más de 10 segundos
g) Monobipedestación en el lado afecto (ítem 57). Se puntúa igual que para el
lado no afecto.
EXPLORACIÓN DE LA SENSIBILIDAD:
Miembro superior: explorar al paciente en el área del bíceps del lado sano y del afecto.
(Brazo: ítem 58)
Superficie palmar de la mano (ítem 59): explorar cara palmar de la mano del lado sano
y del afecto.
Explicar al paciente que le vas a pedir que cierre sus ojos, y que después le vas a
tocar con el algodón en el lado derecho/izquierdo (sano) y después en el lado
derecho/izquierdo (afecto). Cuando te pregunte dime si puedes sentir que te toco.
Pídele al paciente que cierre los ojos. Toca suavemente el lado sano con una bola de
algodón y pregunta, “sientes esto”? Toca suavemente con una bola de algodón el lado
afecto y pregunta, “sientes esto”? Si el paciente dice que siente que le tocan en ambos
lados, repite entonces el procedimiento tocando primero el lado sano e
inmediatamente después el afecto y pregúntale la siguiente pregunta. ¿Sientes esto
(área sana) igual que esto (zona afecta)? El test se hace para determinar si existen
diferencias táctiles en ambos lados.
167
Si el examinador no está seguro de que el paciente comprende el procedimiento o que
la respuesta es inconsciente, el evaluador puede confirmar su impresión usando el
siguiente procedimiento. Con los ojos cerrados, tocamos al paciente en el lado afecto y
le pedimos después que nos indique por medio de un punto en el lado sano donde se
le ha tocado. Si el paciente no reconoce que se le está tocando no se puntúa, si está
seguro que se le está tocando pero no sabe donde se obtiene una puntuación parcial y
si señala correctamente, la localización la puntuación estará intacta.
PUNTUACIÓN:
(1): Disminuida: si el paciente siente el lado afecto al tocarle pero no lo siente igual en
el lado afecto que en el no afecto o la respuesta es retrasada o insegura, se puntúa
disminuida
(2): Intacta: si el paciente siente igual el lado afecto que el no afecto al tocarle, se
puntúa intacto
b) Propiocepción:
Empezar explorando el lado no afecto. Explicar al paciente con sus ojos abiertos que
le vas a mover el brazo, y se le explica que es arriba y que es abajo para demostrarle
cómo vamos a realizar la evaluación. Quiero que me cierres los ojos y me digas si te
muevo el brazo hacia arriba o hacia abajo. Usa la posición de la mano descrita abajo
para cada movimiento articular.
Comenzar con la articulación más proximal del miembro sano. Realizar el mismo
movimiento en el lado afecto. El objetivo de este procedimiento es determinar si
existen diferencias entre ambos lados en cuanto a la propiocepción. Por ejemplo; si el
paciente detecta los movimientos con misma exactitud y precisión que en el lado sano
168
se puntúa como un 2. Sin embargo si el paciente detecta el movimiento pero no está
seguro o responde tardíamente se puntúa con un 1(aquí podríamos preguntar si
percibe el movimiento de la misma manera que en el lado sano). Si no detecta
movimiento se puntúa como un 0.
Hombro (ítem 62): El evaluador mantiene el brazo del paciente por el epicóndilo y la
epitróclea del húmero y la extremidad distal del radio y del cúbito. Hacerle al paciente
que mire el brazo. Mover el hombro, diciendo “Esto es arriba. Esto es abajo. Ahora voy
a hacer que cierre los ojos y voy a mover tu hombro en cualquier dirección. Quiero que
me digas arriba o abajo. Mover el brazo unos 10 grados en direcciones aleatorias, 4
veces (más si fuera necesario), para asegurarnos de las respuestas adecuadas.
Codo (ítem 63): Hombro: El evaluador mantiene el brazo del paciente por el epicóndilo
y la epitróclea del húmero y la extremidad distal del radio y del cúbito. Hacerle al
paciente que mire el codo. Mover el codo, diciendo “Esto es arriba. Esto es abajo.
Ahora voy a hacer que cierre los ojos y voy a mover tu codo en cualquier dirección.
Quiero que me digas arriba o abajo. Mover el codo unos 10 grados en direcciones
aleatorias, 4 veces (más si fuera necesario), para asegurarnos de las respuestas
adecuadas.
Muñeca (ítem 64): El evaluador sostiene la muñeca del paciente por la extremidad
distal del cúbito y radio y por las cabezas de la segunda a la quinta articulaciones
metacarpofalágicas. Hacer que el paciente mire su muñeca. Mover el codo, diciendo
“Esto es arriba. Esto es abajo. Ahora voy a hacer que cierre los ojos y voy a mover tu
muñeca en cualquier dirección. Quiero que me digas arriba o abajo. Mover la muñeca
unos 10 grados en direcciones aleatorias, 4 veces (más si fuera necesario), para
asegurarnos de las respuestas adecuadas.
Dedos de las manos (ítem 65): el evaluador sostiene el dedo pulgar entre la
articulación interfalángica proximal y por el lado más distal del dedo pulgar. Hacer que
el paciente mire su dedo pulgar. Mover el dedo pulgar, diciendo “Esto es arriba. Esto
es abajo. Ahora voy a hacer que cierre los ojos y voy a mover tu dedo pulgar en
cualquier dirección. Quiero que me digas arriba o abajo. Mover dedo pulgar unos 10
grados en direcciones aleatorias, 4 veces (más si fuera necesario), para asegurarnos
de las respuestas adecuadas.
0: Ausente: No sensación.
1: Disminuida: tres cuartas partes de las contestaciones son correctas comparado con
el lado sano.
2: Intacta: todas las respuestas son correctas, no existen diferencias entre ambos
lados o son muy pequeñas.
En este apartado se evalúa el rango de movilidad articular de manera pasiva así como
el dolor presente durante la movilización del mismo así como a final del recorrido de
las articulaciones que se suelen afectar en los pacientes hemipléjicos. Los grados de
movilidad articular son comparados con la articulación contralateral. Sería conveniente
realizar esta exploración previamente a la evaluación de la función motora ya que el
dolor o la limitación de alguna articulación podría pasar inadvertida durante la
exploración de la función motora.
En este apartado los ítems pares desde el 70 al 113 corresponden a la valoración del
rango articular y los impares a la evaluación del dolor de las articulaciones.
170
1: algo de dolor
2: sin dolor
171
ANEXO 3: Versión piloto de la escala Fugl-Meyer
ESCALA FUGL-MEYER. Primera versión Española (Versión piloto 1.0)
a) Función motora y equilibrio.
Dado que la función motora se puede dividir en miembro superior, miembro
inferior y equilibrio mostraremos la escala distinguiendo en estos apartados:
ITEM PUNTUACIÓN
I. REFLEJOS
OSTEOTENDINOSO 1. Bicipital
S:
0: no se obtienen reflejos 2. Tricipital
2: se obtienen reflejos
172
QUE NO COMBINAN antebrazo pronado
SINERGIAS (0) – Se produce flexión inicial en el codo, o alguna tendencia a
la pronación del antebrazo.
(1) – El movimiento se puede realizar parcialmente, o, si durante
el movimiento, el codo se flexiona, o el antebrazo no se puede
mantener en pronación.
173
(0) – No existen movimiento voluntarios de flexión palmar
(1) – El paciente no puede completar activamente el rango total
de movimiento de la muñeca
(2) – Impecable.
23. Movimientos circulares con la muñeca
(0) – No se puede realizar
(1) – Movimiento errático o circumducción incompleta
(2) – Movimiento impecable.
174
33. Velocidad
(0) – La actividad se realiza en más de 6 segundos más lento
que con la mano no afecta
(1) – Entre 2 y 5.9 segundos más lento que con la mano no
afectada
(2) – Menos de 2 segundos de diferencia
PUNTUACIÓN /66
TOTAL puntos
ITEMS PUNTUACIÓN
REFLEJOS: 34. Reflejos aquíleos
0: no se obtienen
2:se obtienen
35. Reflejos rotulianos
SINERGIA FLEXORA
(posición en decúbito 36. Flexión de cadera
supino)
(0) – No la puede realizar en absoluto. 37. Flexión de rodilla
(1) – Realiza el movimiento
parcialmente.
(2) - Realiza el movimiento
completamente 38. Dorsiflexión de tobillo
SINERGIA EXTENSORA
(posición en decúbito 39. Extensión de la cadera
lateral)
(0) – No la puede realizar en absoluto. 40. Aducción de cadera
(1) – Realiza el movimiento
parcialmente.
(2) - Realiza el movimiento 41. Extensión de rodilla
completamente
175
MOVIMIENTOS SIN 45. Flexión de rodilla(patada hacia atrás
SINERGIAS (en con talón)
bipedestación) (0) – La rodilla no se puede flexionar sin la flexión de la
cadera.
(1) – La flexión de la rodilla se inicia sin flexión de
cadera pero no alcanza los 90º o la cadera comienza a
flexionarse en una fase posterior del movimiento.
(2)- La rodilla se flexiona más de 90º
46. Dorsiflexión de tobillo (levantar la punta
del pie con el talón en el suelo)
(0) – Sin movimiento activo.
(1) – Movimiento parcial o con rodilla sin extensión
completa
(2) – Movimiento completo ( realización completa del
rango articular en la dorsiflexión con la rodilla extendida
y el talón en el suelo)
49. Dismetría
(0) – Dismetría pronunciada o no sistemática
(1) – Dismetría ligera o sistemática
(2) – Sin dismetría
50. Velocidad
(0) – La actividad se realiza en más de 6 segundos
más lento que con la mano no afecta
(1) – Entre 2 y 5.9 segundos más lento que con la
mano no afectada
(2) – Menos de 2 segundos de diferencia
Puntuación máxima de la suma del miembro superior con el miembro inferior: 100
puntos
ITEM PUNTUACIÓN
176
51. Sentado sin apoyo con los pies suspendidos:
0-no se sienta sin apoyo
1-se sienta sin apoyo por poco tiempo
2-se sienta sin apoyo 5 minutos y regula su postura
PUNTUACIÓN TOTAL
/14 PUNTOS
b) Sensibilidad
ITEM PUNTUACIÓN
EXTEROCEPTIVA
(puntuación máxima 8 58. Brazo
puntos) 59. Palma de la mano
0) Anestesia
60. Pierna
1) Hipoestesia
2) Normal 61. Planta del pie
PROPIOCEPTIVA 62. Hombro
(puntuación máxima 16 63. Codo
puntos) 64. Muñeca
0) Ninguna
65. Dedos
respuesta es
correcta 66. Cadera
1) ¾ de respuestas 67. Rodilla
son correctas
68. Tobillo
177
2) Todas las 69. Dedos de los pies
respuestas son
correctas
PUNTUACIÓN /24
TOTAL PUNTOS
PUNTUACIÓN PUNTUACIÓN
ITEM RANGO ITEM DOLOR RANGO DOLOR
ARTICULAR ARTICULAR
Hombro 70. Abducción 71. Abducción
72. Flexión 73. Flexión
74. Rotación 75. Rotación
externa externa
76. Rotación interna 77. Rotación interna
Codo 78. Flexión 79. Flexión
80. Extensión 81. Extensión
Antebrazo 82. Pronación 83. Pronación
84. Supinación 85. Supinación
Muñeca 86. Flexión 87. Flexión
88. Extensión 89. Extensión
Dedos 90. Flexión 91. Flexión
92. Extensión 93. Extensión
Cadera 94. Flexión 95. Flexión
96. Abducción 97. Abducción
98. Rotación 99. Rotación
externa externa
100. Rotación interna 101. Rotación interna
Rodilla 102. Flexión 103. Flexión
104. Extensión 105. Extensión
Tobillo 106. Dorsiflexión 107. Dorsiflexión
108. Flexión plantar 109. Flexión plantar
178
Pie 110. Eversión 111. Eversión
112. Inversión 113. Inversión
PUNTUACIÓN TOTAL
179
ANEXO 4: Dominio equilibrio tras las modificaciones de la versión piloto 1.0
ITEM PUNTUACIÓN
1. Sentado sin apoyo con los pies suspendidos:
0-no se sienta sin apoyo
1-se sienta sin apoyo por poco tiempo
2-se sienta sin apoyo 5 minutos y regula su postura
PUNTUACIÓN TOTAL
/14 PUNTOS
180
X. BIBLIOGRAFÍA
181
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