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¿Qué son los paradigmas emergentes?

Los paradigmas emergentes son cambios o transiciones de un


modelo de pensamiento a otro, los cuales se dan a través de
revoluciones, y constituyen el patrón de desarrollo de las ciencias y de
las sociedades en general.

Un paradigma es un grupo de conceptos, patrones, teorías o postulados


que representan una contribución para un campo del conocimiento.

La palabra “paradigma” proviene de dos términos griegos: para, que


quiere decir “junto”, y deiknumi, que significa “mostrar, señalar”.
Asimismo, este término proviene del griego paradeigma, que quiere
decir “ejemplo, muestra o patrón”.

Originalmente, el término “paradigma” fue empleado por los griegos en


textos como el Timaeus de Platón, para hacer referencia al patrón que
los dioses siguieron para crear al mundo.

Los paradigmas emergentes tienden a aparecer debido al


cuestionamiento de teorías o verdades establecidas. En este sentido,
los paradigmas emergentes dan lugar a la creación de nuevas teorías
capaces de suplantar a las teorías precedentes, a la vez que proponen
explicaciones para las anomalías que generaron su aparición.

En este sentido, los paradigmas son transformaciones que se dan


cuando cambia la forma usual de pensar o actuar y es reemplazada por
una forma nueva y diferente.

Origen del término “paradigma emergente”

El término “paradigmas emergentes” fue propuesto por el


estadounidense Thomas Kuhn (1922-1996), físico, filósofo e historiador
de la ciencia. Estudió física en Harvard y se graduó summa cum laude
en 1943. Posteriormente, regresó a esta universidad y obtuvo su
doctorado en física en 1949.

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En 1962, publicó el libro La estructura de las revoluciones
científicas (The Structure of Scientific Revolutions), en el cual aparece
por primera vez el término “paradigma emergente”.
La estructura de las revoluciones científicas cambió la forma de pensar
de muchos científicos, e influyó de tal manera que hoy en día el término
“paradigmas emergentes”, en inglés paradigm shift, es ampliamente
conocido.

Para el desarrollo de este concepto, Thomas Kuhn se inspiró en las


teorías del psicólogo Jean Piaget, quien señaló que el desarrollo de los
niños estaba compuesto por una serie de etapas marcadas por períodos
de transición.

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Fases de desarrollo de la ciencia

De acuerdo con Kuhn, los paradigmas son enfoques que proponen un


camino a seguir para la comunidad científica. Kuhn profundiza un poco
más en la estructura de las ciencias y explica que estas alternan entre
dos períodos: el normal y el revolucionario.

Fase normativa

La fase normativa se da cuando existe un modelo que permite explicar


la realidad observada. En este punto, los miembros de la comunidad
científica comparten un marco de investigación, una matriz disciplinaria
o paradigma.

De acuerdo con el filósofo canadiense Ian Hacking (1936), durante esta


fase la ciencia no busca resolver las anomalías que puedan surgir, sino
que más bien “descubre lo que quiere descubrir”.

El problema es que cuando se acumulan muchas anomalías, los


científicos comienzan a cuestionar el paradigma, y es en este momento
que inicia el período de crisis en el que los científicos están dispuestos
a probar cualquier teoría que permita resolver las anomalías.

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Fase revolucionaria

Por otra parte, la fase revolucionaria se da cuando en la realidad surgen


anomalías que el modelo preestablecido no puede explicar, dando
origen al desarrollo de uno nuevo. Es así como nacen los paradigmas
emergentes.
Estos nuevos paradigmas reemplazan el paradigma deficiente y, una
vez que es aceptado, se regresa a la fase normativa. En este sentido,
la ciencia es una actividad cíclica.

Paradigmas emergentes y las ciencias sociales

Cabe destacar que para Kuhn, el concepto de paradigmas emergentes


excluye a las ciencias sociales. De hecho, en el prefacio de su libro, el
autor explica que desarrolló este término para establecer una diferencia
entre las ciencias naturales y las ciencias sociales.

Kuhn justifica esta posición aseverando que dentro de las ciencias


sociales no existe un consenso respecto a la naturaleza de los
problemas científicos y los métodos a emplear. Por ello estas ciencias
no podrían seguir un modelo o paradigma.

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Ejemplos de paradigmas emergentes

• La teoría heliocéntrica constituye un paradigma emergente,


puesto que cambió la forma de analizar la realidad. Para
comenzar, la teoría heliocéntrica de Copérnico permitió explicar
por qué parecía que los planetas se movían hacia atrás cuando
se estudiaba la posición de estos. Esta teoría sustituyó la teoría
geocéntrica de Ptolomeo. Es decir, se aceptó que el Sol era el
centro del sistema y que los planetas, incluyendo la Tierra, giraban
a su alrededor. Sin embargo, la teoría de Copérnico no estaba
completamente desarrollada, puesto que este filósofo decía que
los planetas se movían en órbitas cíclicas.
• Otro paradigma sustituyó al de Copérnico, que planteaba que los
planetas se mueven en órbitas elípticas.
• La teoría de Darwin sobre la evolución de las especies es otro
paradigma emergente.
• La física cuántica.

Paradigmas emergentes en la actualidad

Actualmente, los paradigmas emergentes forman parte de todos los


aspectos de la sociedad, no solo de las ciencias naturales, como lo
había planteado inicialmente Thomas Kuhn.
Existen paradigmas en el mundo de los negocios, en las ciencias
sociales o en la cultura, entre otros. Por ejemplo, en las ciencias
sociales, específicamente en la lingüística, existe el paradigma del
postpositivismo.

Al respecto, Robert Rulford escribió en una columna de The Globe and


Mail que los paradigmas no se detienen en una sola área del saber, sino
que se mueven de la ciencia a la cultura, de la cultura al deporte y del
deporte a los negocios.

Impedimentos para los paradigmas emergentes

El mayor impedimento para el desarrollo de paradigmas emergentes es


la “parálisis de un paradigma”. Este término hace referencia al rechazo
de nuevos modelos de análisis de la realidad, apegándose a los
modelos vigentes, incluso si estos no son capaces de explicar las
anomalías.

Un ejemplo de esto fue el rechazo inicial hacia la teoría heliocéntrica de


Copérnico.

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