Está en la página 1de 13

ISSN 0717-9987

en foco 102

Necesidad de Establecer
un Tribunal Económico
Pedro Mattar
Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

Introducción y antecedentes generales del orden público económico


La posibilidad de revisión judicial por los órganos jurisdiccionales
competentes de las decisiones de la autoridad administrativa en materia económica,
se encuentra consagrada en diversas disposiciones de nuestro ordenamiento
jurídico y es parte fundamental del concepto de orden público económico y del
principio de juridicidad que debe regir los actos de la autoridad.
De este modo, contar con un procedimiento judicial especial, uniforme,
breve y eficaz, junto con una instancia de revisión judicial orgánica y
especializada de profesionales expertos, integrada por ministros altamente
calificados y dotados de experiencia profesional en materia económica, resulta
ser una legítima aspiración del Derecho Económico y una etapa necesaria en el
proceso de perfeccionamiento y modernización de las instituciones.
Esta etapa se encuentra pendiente y creemos que hoy es el momento
adecuado para trabajar en la creación de un Tribunal Económico y dotar a nuestra
economía de una jurisdicción económica independiente y con un alto grado de
eficiencia.
Con el objeto de establecer la competencia que un Tribunal Económico
debería tener en nuestro país, es preciso señalar que una de las técnicas que
emplea el Derecho Económico y particularmente el orden público económico
para el desarrollo de sus fines es la técnica de la regulación, la que se logra
en primer lugar por vía legislativa y seguidamente, por vía administrativa,
respecto de aquellas materias de interés público que constituirán imperativos
para los sujetos económicos. También utiliza otras técnicas, como la del
control, que es la herramienta específica que permite constatar si los agentes
económicos se encuentran cumpliendo las normas que los regulan y por
último, respecto de la materia que nos ocupa, aquellas técnicas que tienen
relación con los apremios y las sanciones, cuando se vulneran las normas
jurídicas del ámbito específico económico o las meramente administrativas
que las reglamentan.
En todas estas técnicas nuestro derecho económico es muy buen ejemplo,
dentro del concierto de países en vías de desarrollo; sin embargo, creemos que
falta ponernos al día en la uniformidad de los procedimientos judiciales y en la
jurisdicción económica orgánica, lo que se logra con el establecimiento de un
Tribunal Económico.


Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

Materias de competencia de un Tribunal Económico


En Chile existe un importante número de disposiciones legales de carácter
sectorial que rigen las actividades y estructuras económicas en pro del interés
general, así como también existen las normas e instrucciones emitidas por los
órganos ejecutivos de la administración del Estado que ejercen sus funciones
en estas áreas, con facultades específicas para reglamentar y complementar
los principios y disposiciones legales. Ahora bien, estos mismos órganos
tienen también la facultad de investigar y sancionar administrativamente las
contravenciones a las disposiciones antes mencionadas.
De lo anterior podemos concluir que en este ámbito hay una amplitud
normativa, que en forma eficiente resuelve las necesidades que la economía
requiere, pero, no obstante, en lo que respecta a la revisión judicial de las decisiones
de esa autoridad reguladora y de control, parece que aún nos encontramos con las
tareas pendientes, porque estas están entregadas a una jurisdicción civil común
no especializada.
La ley ha creado organismos fiscalizadores y de carácter técnico, destinados
a verificar el cumplimiento de los preceptos de orden público contenidos en
las leyes económicas sectoriales, denominadas en general “Superintendencias”
y existen, también, otras instituciones económicas de carácter técnico con
facultades fiscalizadoras, como son principalmente el Banco Central de Chile, la
Fiscalía Nacional Económica y el Servicio de Impuestos Internos, en lo referente
a los objetivos que les son propios.
Las superintendencias económicas ejercen sus funciones en el área de las
administradoras de fondos de pensiones, de los bancos, instituciones financieras,
sociedades anónimas abiertas, administradoras de fondos de terceros, compañías
de seguros, bolsas de valores, agentes de valores, corredores de bolsa, etc.
Por su parte el Banco Central de Chile se encuentra dotado de potestades
de reglamentación en el ámbito monetario, crediticio, financiero y de cambios
internacionales, así como además, tiene facultades de supervisión y sanción en
materia cambiaria.
En tanto, el Servicio de Impuestos Internos, posee amplias facultades
respecto del cumplimiento de las normas tributarias.
Finalmente, en relación a la defensa de la libre competencia cumple un
una labor esencial la Fiscalía Nacional Económica y, por cierto, el Tribunal de
Defensa de la Libre Competencia, este último, institución judicial que puede ser


Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

modelo o en sí mismo implementarse para la creación de un Tribunal Económico,


como se dirá más adelante.
Las decisiones adoptadas por las superintendencias económicas, el
Consejo del Banco Central y el Servicio de Impuestos Internos, relacionadas a
la fiscalización, control y creación de normativa especial y con las infracciones
a las disposiciones legales o reglamentarias vigentes, en sus respectivos ámbitos
de acción, pueden dar lugar a la aplicación de diversas medidas, entre las que
encontramos, en su caso, ordenar abstenerse de realizar determinadas conductas
económicas, llevar a efecto un determinado acto o contrato pero cumpliendo
determinadas condiciones y también los apremios, y aquellas de carácter
sancionatorio, generalmente manifestadas a través de censura, suspensión,
multas a beneficio fiscal y otras especiales, incluso algunas tan severas que
pueden afectar la existencia misma de la entidad de que se trata.
El ordenamiento jurídico ha previsto para los particulares que se sienten
agraviados por tales decisiones ciertos recursos destinados a impugnarlas, entre
los que se distinguen aquellos que se deducen ante el mismo órgano que las
dictó (recurso de reposición), como los que tienen por objeto que un órgano
jurisdiccional diverso conozca y resuelva
en definitiva el asunto (recurso ante un
tribunal civil de primera instancia o de
Presenta especial relevancia la posibilidad de
apelación, ante una corte de apelaciones, que nuestro país cuente con tribunales especiales
también el recurso de reclamación, ante con competencia en asuntos vinculados al orden
la misma corte, etc.). público económico, que revisen y enmienden,
Presenta especial relevancia la cuando corresponda, las decisiones administrativas
posibilidad de que nuestro país cuente con
adoptadas por los órganos encargados de regular y
tribunales especiales con competencia
en asuntos vinculados al orden público reglamentar las materias económicas; controlar su
económico, que revisen y enmienden, cumplimiento y aplicar apremios y sanciones, (...)
cuando corresponda, las decisiones
administrativas adoptadas por los órganos encargados de regular y reglamentar las
materias económicas; controlar su cumplimiento y aplicar apremios y sanciones,
a fin de no dejar estos temas que tienen un alto grado de complejidad a la
resolución de tribunales ordinarios de justicia, como cualquier otra causa y bajo
los procedimientos y plazos comunes, que permitan dilatar en forma perjudicial la
decisión económica de los asuntos controvertidos de ese carácter.


Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

Antecedentes de la justicia económica en Chile


La creación del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, en adelante
también “TDLC”, por la Ley Nº 19.911 publicada en el Diario Oficial del 14 de
noviembre de 2003 y que se encuentra contenida en el DFL Nº1 de octubre de
2006, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, que fija el Texto
Refundido, Coordinado y Sistematizado del DL Nº 211 de 1973, dio lugar al
establecimiento de un tribunal independiente y especial para el conocimiento y
resolución de las materias relacionadas con la defensa de la libre competencia,
las que, por cierto, forman parte del orden público económico.
Sin embargo, la existencia de un tribunal especial para resolver asuntos
económicos es excepcional en nuestro medio, puesto que el resto de las materias
que integran el orden público económico están, como se señaló, regularmente
sometidas a una instancia de revisión administrativa ante el propio órgano que
las dictó y luego, a una de carácter jurisdiccional en sede judicial, a través de los
tribunales ordinarios de justicia.
Los asuntos relacionados con la administración de los fondos de pensiones
están regidos, entre otras disposiciones, por el DL Nº 3.500 de 1980, que determina
el “régimen de previsión social derivado de la capitalización individual” y el DFL
Nº 101 de 1980, que contiene el “Estatuto Orgánico de la Superintendencia de
Administradoras de Fondos de Pensiones, su Organización y Atribuciones”. En
estos textos legales se contiene el procedimiento sancionatorio por infracciones a
la ley, los reglamentos, estatutos y demás normas que rigen a las administradoras,
entre ellas las instrucciones u órdenes que imparte la propia Superintendencia.
El procedimiento es instruido ante el mismo organismo fiscalizador, de cuya
decisión puede recurrirse de reclamación ante la Corte de Apelaciones respectiva.
Este recurso deberá interponerse dentro de los 15 días siguientes a la notificación
de la decisión de la Superintendencia y la Corte, previo a resolver, le solicitará a
la recurrida el informe correspondiente.
Respecto de las facultades sancionatorias de la Superintendencia de Valores
y Seguros, la Ley Nº 18.045 de Mercado de Valores y el DL Nº 3.538 de 1980, que
creó dicha Institución, le confiere la potestad de sancionar administrativamente
las infracciones a las leyes, reglamentos, estatutos y demás normas aplicables,
así como también de las instrucciones u órdenes que imparta. Las decisiones
que adopte en este ámbito, por su parte, pueden ser objeto de un recurso de
reclamación, ante el juez de letras en lo civil, dentro del plazo de diez días


Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

contados desde que fue notificada la decisión. Respecto a la sentencia de este


juez, se prevé expresamente la posibilidad de apelar ante la Ilustrísima Corte de
Apelaciones de Santiago. Por otra parte, las normas de carácter general, que en
virtud de sus propias atribuciones dicte, pueden ser objeto de reclamo en sede
judicial, conforme a los diversos procedimientos especiales que se contemplan
en la Ley de Mercado de Valores.
En el caso de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras,
regida por el DFL Nº 3 de 1997, “Ley General de Bancos”, se han establecido
facultades sancionatorias por infracción a la ley, estatutos o a las órdenes
legalmente impartidas por ésta. Tales decisiones pueden ser objeto de un recurso
de reclamación ante la corte de apelaciones respectiva, dentro de los diez días
siguientes al pago de la multa, siempre que dicho pago se efectúe dentro del
plazo establecido en la propia ley. Lo anterior es sin perjuicio del ejercicio de
las amplias facultades regulatorias, interpretativas y de supervisión, conferidas
a dicho Organismo, las que pueden ser recurridas en los términos y condiciones
que el mismo cuerpo legal citado establece.
Para el caso de las infracciones tributarias, nuestro país se ha dotado de
un sistema bastante complejo que otorga, como regla general, al Servicio de
Impuestos Internos la facultad de investigar y de aplicar las sanciones de carácter
pecuniario que no sean de competencia
de los tribunales ordinarios de justicia. En todo caso, en las instancias legislativas pertinentes
De las decisiones que adopte, puede se encuentra un proyecto de ley en trámite que
recurrirse ante el director regional de
modifica en parte importante la justicia tributaria, con
dicho Servicio, en primera o en única
instancia, según corresponda, quien el establecimiento de tribunales especiales diversos al
obra en calidad de “Juez Tributario”. Servicio, para que juzguen estas materias.
A su vez, las resoluciones que dicte un
director regional de este Servicio pueden ser apeladas ante la corte de apelaciones
competente, en tanto que se ha previsto expresamente la posibilidad de recurrir
de casación, en el fondo como en la forma, ante la Excelentísima Corte Suprema,
contra la sentencia de segunda instancia, según las normas generales que regulan
estos recursos extraordinarios. En todo caso, en las instancias legislativas
pertinentes se encuentra un proyecto de ley en trámite que modifica en parte
importante la justicia tributaria, con el establecimiento de tribunales especiales
diversos al Servicio, para que juzguen estas materias.


Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

Finalmente, el artículo primero de la Ley Nº 18.840, que contiene la


Ley Orgánica Constitucional del Banco Central de Chile, concede facultades
sancionatorias a su Consejo, en relación con las infracciones a las disposiciones
reglamentarias vigentes en materia de operaciones de cambios internacionales.
Estas facultades consisten, fundamentalmente, en la aplicación de multas a
beneficio fiscal de hasta el doble del monto total de la respectiva operación.
Frente a las sanciones que adopte el Consejo, el interesado puede recurrir de
reclamación ante la Corte de Apelaciones de Santiago, dentro de los quince días
hábiles siguientes a la notificación del acuerdo, resolución, orden o instrucción
respectiva, debiendo acreditarse, como requisito de admisibilidad del recurso, la
consignación del equivalente al 1% del monto de la sanción que se reclama. El
mismo recurso puede entablarse respecto de los acuerdos, resoluciones, órdenes
o instrucciones que se estimen ilegales y que dicte el Banco Central en ejercicio
de su potestad normativa en materia monetaria y financiera, referente a la
regulación de la cantidad de dinero en circulación y crédito, así como al sistema
financiero y al mercado de capitales e incluyendo las medidas que se adopten
en resguardo de la estabilidad de dicho sistema, en caso de falta de liquidez o
insolvencia de una empresa bancaria.

El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia como antecedente y


modelo para el establecimiento de un Tribunal Económico
Tomando como partida el TDLC y siguiendo los principios inspiradores y
lineamientos generales de éste, es posible concebir en nuestro país un Tribunal
Económico, de carácter especial, destinado a conocer y resolver materias de
orden público económico, con ministros y profesionales altamente capacitados.
En términos generales, las materias entregadas al conocimiento y
resolución del Tribunal Económico deberían estar conformadas por todos
aquellos asuntos vinculados al orden público económico en el ámbito en que
actúan las “superintendencias económicas”, es decir: La Superintendencia de
Administradoras de Fondos de Pensiones, la de Valores y Seguros y la de Bancos
e Instituciones Financieras. Además, serían de su incumbencia aquellos que
resuelva el Banco Central de Chile y eventualmente, los asuntos tributarios que
en la actualidad son objeto de resolución por el Servicio de Impuestos Internos.
Tal como ahora acontece, estos organismos deben mantener la potestad
de sancionar administrativamente las infracciones que detecten en el ámbito de


Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

su competencia y también la de dictar normativa y órdenes para su aplicación


y cumplimiento, en la esfera de su quehacer propio. No obstante, la revisión
jurisdiccional de éstas debería estar entregada a un Tribunal Económico,
mediante un recurso de reclamación y en lo posible con reglas procesales
comunes, homogéneas y en un procedimiento concentrado.
También podrían ser objeto de este recurso las reclamaciones deducidas
por particulares contra la reglamentación emanada de tales organismos, a objeto
de obtener un pronunciamiento sobre su legalidad, vigencia y aplicación.
Para concretar lo anterior es necesario efectuar una revisión completa y
sistemática de la legislación referida, identificando las situaciones que ameritan
ser objeto de recurso ante un tribunal especial, tratando en lo posible de unificar
los procedimientos de reclamación previstos en las leyes sectoriales antes citadas,
conforme a la naturaleza propia de cada institución y de cada una de dichas
materias, con el propósito de conferirle competencia para conocer de todas ellas
al Tribunal Económico.
El tema tributario difiere sustancialmente de los otros que hemos venido
analizando, dada la compleja estructura que tiene esta materia, por lo que sería
menester, además, estudiar y tomar decisiones respecto a la revisión que hace
el juez tributario de primera instancia.
No obstante, podría considerarse que (...) es relevante en nuestro análisis revisar la preceptiva
el conocimiento de los recursos de contenida en la Constitución Política de la República,
apelación en las causas tributarias en lo referente al ejercicio de la acción de protección
tuviere lugar ante el Tribunal Económico
constitucional cuando se recurra contra las autoridades
especial a que nos hemos referido.
Además de lo ya expuesto, es económicas citadas por presunta infracción a las
relevante en nuestro análisis revisar la garantías individuales de contenido económico,
preceptiva contenida en la Constitución consagradas en la Carta Fundamental; (...)
Política de la República, en lo referente
al ejercicio de la acción de protección constitucional cuando se recurra contra
las autoridades económicas citadas por presunta infracción a las garantías
individuales de contenido económico, consagradas en la Carta Fundamental;
así como también, respecto de las mismas autoridades, en relación al recurso
de amparo económico reglado por la Ley 18.971 y cuya interposición procede
respecto del artículo 19 Nº 21 de la Constitución.


Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

Desde la perspectiva procesal, las actuales características y etapas del


procedimiento contencioso previsto en la ley, ante el Tribunal de Defensa de
la Libre Competencia, aseguran la existencia de una instancia jurisdiccional
suficientemente afinada para conocer adecuadamente estos asuntos, sin los
trámites ni las dilaciones excesivas que pueden darse ante los tribunales
ordinarios de justicia, instando por la celeridad y más pronta resolución de los
temas económicos que han derivado en un conflicto. Por su parte, la evaluación
de la prueba conforme las reglas de la sana crítica, tal como lo hace el TDLC,
permitirían al Tribunal Económico ponderar adecuadamente los antecedentes
que le sean presentados por los interesados y/o el organismo público recurrido,
sin las exigencias de las normas reguladoras y de tasación de la prueba rendida.
No obstante, para los casos especiales que lo requieran pueden considerarse
diversas reglas de valoración de la prueba.
La existencia de un tribunal especial, abocado al conocimiento de materias
económicas, podría exigir que éste estuviera integrado no sólo por abogados
con conocimientos y experiencia en asuntos económicos, sino que también
por ingenieros o economistas expertos en áreas específicas. Por consiguiente,
el Tribunal Económico podría, en definitiva, contar con 10 o 15 ministros
titulares y con los suplentes necesarios, dependiendo el número de ministros
de si conocerá o no de la apelación de
La existencia de un tribunal especial, abocado al las causas tributarias. En la actualidad
el TDLC tiene 5 ministros titulares y
conocimiento de materias económicas, podría exigir de implementar el Tribunal Económico
que éste estuviera integrado no sólo por abogados inserto en éste, habría que considerar
con conocimientos y experiencia en asuntos el aumento del número de ellos en la
económicos, sino que también por ingenieros o forma ya señalada.
En cuanto al funcionamiento del
economistas expertos en áreas específicas.
Tribunal, el conocimiento de las causas
a través de salas especializadas sería
el sistema más eficiente y expedito, asegurando uniformidad y calidad en las
decisiones. Para estos efectos debería existir una Sala de Competencia, una de
Otros Asuntos Económicos y eventualmente, si se incluye el tema tributario,
una para Asuntos Tributarios.
Dado el carácter de “contencioso administrativo-económico” que tendría
gran parte de las causas sometidas al conocimiento del Tribunal Económico, la


Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

independencia de éste y la forma en que se generen sus integrantes constituyen


elementos esenciales. Particularmente respecto de este aspecto, la formación de
quinas a partir de un concurso público
convocado por la Excelentísima Corte (...) en consideración a la relevancia y amplitud de
Suprema de Justicia, para someterla a la las materias de que estarían llamados a conocer
decisión y nombramiento del Presidente
los ministros del Tribunal, éstos debieran quedar
de la República, parece ser el sistema
sujetos a la exigencia de dedicación exclusiva y sin
más idóneo y propio para la designación
de los ministros del Tribunal, tanto poder atender otros asuntos profesionales, salvo el
titulares como suplentes. de la docencia universitaria, requisitos que deben ser
Asimismo, en consideración a la complementados con la aplicación de estrictas normas
relevancia y amplitud de las materias
sobre conflictos de interés e incompatibilidades.
de que estarían llamados a conocer los
ministros del Tribunal, éstos debieran
quedar sujetos a la exigencia de dedicación exclusiva y sin poder atender otros
asuntos profesionales, salvo el de la docencia universitaria, requisitos que deben
ser complementados con la aplicación de estrictas normas sobre conflictos de
interés e incompatibilidades.
Actualmente, en la Ley de Defensa de la Libre Competencia está previsto
que el Banco Central de Chile realice el concurso público para la designación de
4 ministros titulares y 4 ministros suplentes del TDLC, ya que el Banco Central
de Chile designa directamente a 2 integrantes de este Tribunal y hace las ternas
respectivas para la designación de los otros 2 ministros que le corresponde nombrar
al Presidente de la República. Por su parte, el Presidente del TDLC es designado
por el Presidente de la República de una quina que elabora la Corte Suprema.
Estimamos que no se justifica que el Banco Central de Chile participe en el
nombramiento de jueces bajo ninguna circunstancia, por cuanto es una materia
por completo ajena al objeto de dicha entidad consagrado en el artículo tercero
de su Ley Orgánica Constitucional, que establece que el Banco Central tendrá
por objeto velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento de
los pagos internos y externos y en su inciso segundo agrega: “las atribuciones
del Banco, para estos efectos, serán la regulación de la cantidad de dinero y
de crédito en circulación, la ejecución de operaciones de crédito y de cambios
internacionales, como asimismo, la dictación de normas en materia monetaria,
crediticia, financiera y de cambios internacionales.” Por otra parte, considerando


Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

que dicho precepto legal fue dictado en cumplimiento del mandato contenido
en el artículo 108 de la Constitución Política de la República, conforme al cual
la composición, organización, funciones y atribuciones de la citada Entidad
debieron ser determinadas mediante dicha ley orgánica constitucional, resulta
de dudosa legalidad el precepto de la Ley de Defensa de la Libre Competencia
que le encomienda la función de participar en el nombramiento de ministros del
Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, otorgándosele, por otra parte,
potestades absolutamente ajenas a su objeto legal.
Además, según lo que se propone y en atención a que una de las salas
de este Tribunal Económico, eventualmente, podría resolver conflictos que
se produzcan entre el Banco Central de Chile y los particulares, se hace
imprescindible analizar la conveniencia de mantener la participación del
Banco Central de Chile en el nombramiento de ministros de este Tribunal
Económico especial e incluso debiera, por las razones anteriormente anotadas,
modificarse desde ya la Ley de Defensa de la Libre Competencia para producir
la modificación de la forma como se designan los ministros del Tribunal de
Defensa de la Libre Competencia.
Respecto de la duración de los ministros en sus cargos, su remuneración,
las causales de implicancia y recusación de éstos y la generación de los demás
funcionarios del Tribunal, incluyendo al Secretario, pueden seguirse las
disposiciones respectivas contenidas en la ley para el TDLC.
El actual personal de secretaría y de apoyo del TDLC es insuficiente para la
implementación de un Tribunal Económico como el que se propone, de manera
que sería necesario considerar al menos a cuatro relatores adicionales, asesores
especialistas en determinadas materias y el personal administrativo indispensable
para el cabal cumplimiento de sus fines.

Conclusiones
La creación de un Tribunal Económico dedicado a conocer y resolver las
causas sobre libre competencia y los recursos de reclamación deducidos contra
las decisiones regulatorias y sancionatorias adoptadas por las superintendencias
económicas, el Banco Central de Chile y en su caso, el Servicio de Impuestos
Internos, para la segunda instancia, permitiría concentrar en un solo ente
jurisdiccional la resolución de las principales cuestiones de interés público
económico y del contencioso económico.

10
Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

El modelo del actual TDLC, como tribunal económico especializado en


materias de libre competencia, tanto respecto de su procedimiento como de
su composición y funcionamiento, constituye un óptimo antecedente para la
creación de un Tribunal Económico, especialmente abocado al conocimiento y
resolución de los asuntos que involucran no sólo a la libre competencia, sino que
también a los recursos contencioso administrativos-económicos que se deduzcan,
contra las decisiones adoptadas por las superintendencias económicas y el Banco
Central de Chile, materias que actualmente están entregadas principalmente a
los tribunales ordinarios de justicia, en algunas ocasiones a los tribunales civiles
de primera instancia, en otras a las cortes de apelaciones y bajo procedimientos
diversos, salvo en el caso de la autoridad tributaria, donde el establecimiento de
una justicia independiente desde la primera instancia, ha sido uno de los mayores
anhelos de los contribuyentes.
Para poder implementar el Tribunal Económico sería necesario unificar
los procedimientos de reclamación previstos en la legislación económica
sectorial, así como dotar al actual TDLC de un adecuado número de jueces y de
la infraestructura humana y material que permita cumplir con su objetivo.

11
Necesidad de Establecer un Tribunal Económico

Autor

Pedro Mattar
Abogado, Universidad de Chile. Se ha desempeñado como Fiscal de Valores
de la Superintendencia de Valores y Seguros, hasta el 2001 y como Fiscal
Nacional Económico entre el 2001 y el 2006. Profesor de Pre y Postgrado
de diversas Universidades, en materias de Derecho Económico y Comercial.
Miembro del Consejo de Rectoría de la Escuela Iberoamericana de Defensa
de la Libre Competencia.

© 2007 Expansiva
La serie en foco recoge investigaciones de
Expansiva que tienen por objeto promover un
debate amplio sobre los temas fundamentales de la
sociedad actual.
Este documento, cuya presente publicación fue
editada por Daniela Crovetto, es parte de un proyecto
de la Corporación que se propuso responder cómo
perfeccionar el sistema de la Libre Competencia en
el marco de la regulación vigente.
El proyecto fue coordinado por José Luis Ramaciotti.
Estos documentos, así como el quehacer de Expansiva,
se encuentran disponibles en www.expansiva.cl
Se autoriza su reproducción total o parcial siempre
que su fuente sea citada.

12

También podría gustarte