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Se puede señalar que el desarrollo emocional durante los primeros años de vida de
los infantes es de vital importancia, principalmente por su influencia en el posterior
desarrollo personal del individuo, su adaptación y manera particular de ajustarse al mundo
para sobrevivir, además las emociones provienen de mecanismos de regulación de la
vida interpuestos entre el patrón básico de supervivencia y los mecanismos de la razón
superior, a través del cual el ser humano identifica el valor que una situación determinada
tiene para su vida, sus necesidades o sus intereses.
El término Inteligencia Emocional ha pasado de ser estudiado únicamente en el
ámbito científico, a ser utilizado en distintos ámbitos de la vida en el cual se basan en el
conjunto de habilidades que sirven para expresar y controlar los sentimientos de la manera
más adecuada en el terreno personal y social”. Para Gonzales & López (2011) puntualiza
que la inteligencia emocional es la capacidad de ser plenamente consciente de las
emociones propias, de desarrollar la habilidad de ejercer una regulación constructiva de las
mismas”.
En lo que respecta al ámbito educativo, Novikis (2004) señala que “la inteligencia
emocional, debe promoverse en el aula en la relación que se establece entre docente y
estudiante, lo cual obliga a reconstruir las pautas de promoción del desarrollo de la
inteligencia emocional” (p.23). Ante este señalamiento, es importante destacar que el
trabajo con estrategias para fortalecer la inteligencia emocional de los niños y niñas
implica que el educador debe manejar información pertinente con respecto a la misma y
planificar situaciones de enseñanza y aprendizaje que favorezcan el intercambio de
diversas situaciones relacionadas con las emociones y su adecuada autorregulación.
De igual manera, al preguntarles a las educadoras sobre ¿cuáles son las estrategias
que utilizan para fortalecer la inteligencia emocional ? manifestaron que no planifican
ninguna que sólo realizan juegos en el momento de la bienvenida o de las actividades
colectivas para propiciar la interacción social ya que ellas persiguen de manera explícita es
que los infantes desarrollen con precisión habilidades y destrezas para su desarrollo
cognitivo, lenguaje y psicomotor aspectos que a su juicio son importantes a la hora de su
promoción al primer grado.
Razón por la cual es esencial que los infantes desde la etapa preescolar aprendan a
desarrollar su inteligencia emocional, pues en esta radica la clave del éxito para que ellos
interactúen de manera adecuada con sus pares y adultos, identificando las diversas
emociones en los demás y en ellos mismos y su pertinente autorregulación en los diversos
escenarios donde se desenvuelvan.
Por lo tanto, la importancia del desarrollo temprano de la inteligencia emocional
permite moldear de manera positiva el comportamiento para formar seres humanos
psicosocialmente competentes y productivos, tanto a nivel académico, personal y social.
Por lo antes mostrado, surge la necesidad de formar individuos inteligentes
emocionalmente desde los primeros años de vida; por lo que se propone el desarrollo de la
inteligencia emocional a partir de estrategias didácticas aplicadas a niños y niñas en edad
preescolar a través de las cuales se garantice el logro y fortalecimiento progresivo de las
habilidades asociadas con el conocimiento y control de las emociones propias y ajenas.
Objetivos de La investigación
Objetivos General
Objetivos Específicos
Justificación de la investigación
Los procesos de formación hoy en día han sufrido muchos cambios haciendo
Inteligencia Emocional y que las practicas pedagógicas también sean transformadas a los
intereses educativos que se demandan por parte de los estudiantes e instituciones
educativas. La educación se desarrolla o se ve inmersa en diferentes contextos en donde el
infante explora todo aquello que le puede generar un aprendizaje o conocimiento, es por
esto, que es importante reconocer que los procesos de formación de los infantes siempre
van a estar ligados unos de otros, puesto que al ser humano se le debe ver como un todo
sin segmentar o separar cada una sus dimensiones o competencias.
De acuerdo con lo que dice el MEN (2004). “En la vida real usamos varios tipos de
competencias y es difícil separarlas porque somos emoción, pensamiento, gesto, palabra,
obra y mucho más... ¡todo reunido a la vez!”(p.13). Así que se debe procurar formar en la
integralidad del ser humano y en este caso en los niños (as). Esto implica que el desarrollo
cognitivo debe complementarse con el desarrollo emocional, considerando que la
educación es un proceso caracterizado por la relación interpersonal, impregnada de factores
emocionales lo cual exige que se le preste una atención especial a las emociones por las
múltiples influencias que tienen en el proceso educativo, personal y social.
En este sentido, es imperativo que en los centros de educación inicial tomen en cuenta
la conformación de espacios educativos para el desarrollo de la inteligencia emocional, es
decir deben generar prácticas con intencionalidad pedagógica para que los niños y niñas
desarrollen la habilidad de manejar comportamientos adecuados tanto positivos como
negativos que les ayuden a superar los obstáculos, esta inteligencia permite reflexionar
sobre las situaciones vividas en la cotidianidad para promover el crecimiento emocional,
intelectual, personal y social.
Por eso los educadores deben cumplir con estos requisitos a través de
ejemplos que sean coherentes con lo que deben ser, profesionales con
expectativas, proactivos, empáticos, que reconozcan el valor de cada persona e
identifiquen las carencias de los alumnos para resolver correctamente estos
problemas.
Esto se puede lograr adquiriendo y desarrollando habilidades de inteligencia
emocional que les permitan afrontar operativamente todas las situaciones que se les
presenten, lo que implica identificar, regular, controlar y gestionar adecuadamente las
emociones para evitar reaccionar impulsivamente ante cualquier situación En lugar de
analizar posibles soluciones y acertar. Decisión cuando la mayoría o todos están
satisfechos, diseñar una propuesta de esta manera implementar diversas estrategias
didácticas para estimular la inteligencia emocional de los preescolares.
Sección II
Antecedentes de la investigación
Tamayo (2004) define que los antecedentes como el proceso que “consiste en el análisis
de investigación iguales o similares relacionadas en nuestro campo de estudio”. (P.99)..
Cabe destacar que es una muestra de tipo voluntaria, en donde los padres de familia
acceden a este ejercicio de investigación por invitación de los investigadores; el escenario
donde se llevan a cabo las diferentes fases del proceso se encuentra condicionado por la
situación actual de aislamiento debido a la pandemia, lo que lleva a que los recursos
empelados se soporten en la virtualidad, y el uso de plataformas digitales. En cuanto las
técnicas de recolección se hace uso de la observación participante, la entrevista
semiestructurada, y la realización de talleres lúdico-pedagógicos ; los cuales permiten
concluir que la lúdica y el juego en los proyectos direccionados a la primera infancia, se
presentan como una alternativa a tener en cuenta para fortalecer la inteligencia emocional
en los niños, dado que estos métodos presentan una mayor y mejor aceptación por parte de
los mismo,
Al indagar se estableció que se logra reconocer la lúdica y el juego son parte
fundamental para el desarrollo de los infantes crezcan con una inteligencia emocional
activa y fuerte, y como los educadores debemos aprender y poner en práctica este tipo de
acciones pedagógicas que permitan identificar e interpretar las señales emocionales de cada
uno de los niños y las niñas, para así poderlos guiar de manera afectuosa. En otras palabras,
las actividades donde se integran el arte, la literatura y el juego, son ideales para fortalecer
las habilidades emocionales, personales y sociales de los niños y niñas; por tanto, los
educadores o cuidadores, debemos seguir proponiendo estrategias didácticas que
fortalezcan el desarrollo de la dimensión socio -afectiva y de la inteligencia emocional
El método inductivo y el alcance descriptivo del estudio definen la ruta para establecer
una asociación directa entre los resultados del instrumento y la información arrojada en el
ejercicio de revisión documental, con el objetivo de identificar estrategias de enseñanza
basadas en la Inteligencia Emocional. La población objeto de estudio está conformada por
22 estudiantes (niños y niñas) del aula multigrado que forman parte del preescolar rural de
la institución Educativa Los Cauchos en el Municipio de San Agustín-Huila. El instrumento
propuesto toma en cuenta el contexto de los estudiantes, las condiciones de aprendizaje en
aula rural multigrado y la importancia que tiene el acompañamiento del docente y de la
familia durante el desarrollo de las actividades.
Al observar esta investigación pudimos observar que dicho trabajo contribuye que la
Inteligencia Emocional es una capacidad inherente de los seres humanos que necesita
ejercitarse. Es preciso que el maestro comprenda que los infantes que asisten al aula son
distintos en términos de su emocionalidad y que sus reacciones dependen en gran medida
de sus estados de ánimo; por esta razón se recomienda que dentro de las estrategias
pedagógicas se contemplen las pausas activas, las actividades de socialización lúdica y la
comunicación asertiva
Los pilares para la educación inicial propuestos por el Ministerio de Educación, que
además se encuentran integrados a la política pública para la primera infancia, resultan
determinantes en este escenario de intervención, porque representan una oportunidad
didáctica para el maestro de aula, pero también son alternativas de acompañamiento y
apoyo extracurricular para los padres de familia; es así como el arte, el juego, la literatura y
la exploración del medio, deben integrar siempre las propuestas pedagógicas y curriculares
para la formación de los niños y niñas, que debido a su etapa de desarrollo, precisan
aprehender mucho más de su propio contexto, construyendo experiencias de aprendizaje
significativo.
Bases Teóricas.
Debe entenderse como un proceso de desarrollo humano, que abarca tanto lo personal como
lo social e implica cambios en las estructuras cognitiva, actitudinal y procedimental, Por
medio un proceso continuo permanente que debe estar presente a lo largo de todo el
currículum académico y en la formación permanente y tener un carácter participativo
porque requiere de la acción conjunta y cooperativa de todos los que integran la estructura
académico-docente-administrativa de las instituciones educativas y porque es un proceso
que exige la participación individual y la interacción social y así ser flexible, porque cuanto
debe estar sujeta a un proceso de revisión y evaluación permanente que permita su
adaptabilidad a las necesidades de los participantes y a las circunstancias presentes.
Como complemento a los antes descrito, Haeussler (2000), expresa que “la actitud
emocional está basada en la inteligencia emocional, por lo tanto, la gran división de
actitudes reside entre la cognición y la emoción” (p.48). Para este autor, una aptitud
emocional es la capacidad aprendida, que origina un desempeño sobresaliente, razón por la
cual, ésta, determina el potencial para aprender habilidades de comportamiento adecuado y
positivo que permita enfrentar eficazmente los retos, el desempeño y/o desafíos de la vida
diaria. En consecuencia, el desarrollo emocional permite que los niños y niñas construyan
su identidad, autoestima, seguridad, confianza en sí mismo y en el mundo que los rodea.
Inteligencia Emocional
El término inteligencia emocional fue utilizado por primera vez en el año 1997 por los
psicólogos Salovey y Mayer, de la Universidad de Harvard y New Hampshire. Esta
expresión fue utilizada para describir cualidades emocionales que le faciliten al infante
relacionarse con entorno social.
Es una forma de interactuar con el mundo, que tiene en cuenta las emociones, los
sentimientos y algunas habilidades como la autoconciencia, la motivación, el control de sus
impulsos, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, y otras más, indispensables para una
buena y creativa adaptación e interacción social, por cual es una destreza que nos permite
conocer y manejar nuestros propios sentimientos, interpretar y enfrentar los sentimientos de
los demás, sentirse satisfechos y ser eficaces en la vida a la vez que crear hábitos mentales
que favorezcan nuestra propia productividad.
El esclarecimiento de la inteligencia emocional fue propuesto por Goleman (1996), para hacer
referencia al impacto que tiene en todos los aspectos de la vida del ser humano la administración de
las emociones. Pensando en el contexto educativo se pueden mencionar como principales
características de la Inteligencia emocional: tomar conciencia de las emociones: comprender los
sentimientos de los demás; tolerar las presiones y las frustraciones; acentuar la capacidad de trabajar
en equipo; adoptar una actitud empática y social; participar, deliberar y convivir con todos desde un
ambiente armónico y de paz (Mesa , 2015)
Por su parte la auto-motivación, entendida como aquélla que nos damos a nosotros
mismos y que tiene capacidad de auto-reforzarse. Permite un destacado desempeño del
individuo en muchos sentidos, porque se manifiesta en la eficacia y la productividad. Según
Golemán (2008), la automotivación:
Es lo que impulsa a una persona a actuar de determinada manera o, por
lo menos, que origina una propensión hacia un comportamiento
específico. Ese impulso puede ser provocado por un estímulo externo al
individuo, o puede ser generado internamente. Es un proceso que
conduce a la satisfacción de algo” (p. 3).
En este sentido, los niños y niñas con esta competencia insisten en conseguir los
objetivos a pesar de los obstáculos y los contratiempos; operan más con la expectativa de
éxitos que con el deseo al fracaso y consideran que los contratiempos son eventualidades
superables. Un niño o niña optimista es capaz de tomar distancia, ver las causas y la
naturaleza del problema y definir las circunstancias que él mismo puede cambiar. El
optimismo, pues, implica conocer los pasos que hay que dar para alcanzar un determinado
objetivo y disponer de la energía necesaria para hacerlo.
En relación a la empatía, el mismo autor (ob.cit) lo define como “la habilidad para
percibir lo que sienten y quieren los otros, sin necesidad de que tengan que decirlo” (p. 43-
44), este componente tiene diferentes grados, que van desde la capacidad de captar e
interpretar en forma adecuada las emociones ajenas hasta la destreza para responder a sus
preocupaciones o sentimientos ocultos.
Desde esta perspectiva, la empatía es la conciencia de uno mismo, pues sólo quienes han
sabido sintonizar con las señales de su propio cuerpo pueden comprender las de los otros,
motivo por el cual la empatía permite captar las necesidades y deseos de los demás y
sintonizar con ellos. Por ende, contribuye a establecer relaciones sociales equilibradas y
respetuosa
Roca, (2005) define las habilidades sociales como:
Un conjunto de hábitos en nuestras conductas pero también en nuestros
pensamientos y emociones que nos permiten comunicarnos con los demás en
forma eficaz, mantener relaciones interpersonales satisfactorias, sentirnos bien al
relacionarnos con otras personas, y conseguir que los demás no nos impidan lograr
nuestros objetivos (p 2).
Visto de este modo, las habilidades sociales, son un conjunto de conductas que permiten
a los niños y niñas desenvolverse eficazmente ante situaciones sociales, pudiendo establecer
relaciones adecuadas con los otros y resolver conflictos. Estas habilidades comienzan a
desarrollarse desde la más temprana infancia, gracias a las relaciones que los infantes
establecen con las personas que les cuidan, y continuarán a lo largo del desarrollo en
función de las experiencias que tengan con sus iguales. Están cargadas de emociones,
sentimientos, ideas y percepciones subjetivas que influirán en las conductas que se
desplieguen en las interacciones con los demás a lo largo de la vida.
Al respecto, Glennson (2005) señala que los objetivos que se persiguen con la
implantación de la inteligencia emocional en la escuela, se encuentran los siguientes:
Detectar casos de pobre desempeño en el área emocional, conocer cuáles son
las emociones y reconocerlas en los demás, clasificar sentimientos, estados
de ánimo, modular y gestionar la emocionalidad, desarrollar la tolerancia a
las frustraciones diarias, adoptar una actitud positiva ante la vida, prevenir
conflictos interpersonales, mejorar la calidad de vida escolar, familiar y
comunitaria y prender a servir con calidad (p. 40)
Desde este punto de vista, los educadores requieren profundizar en su conocimiento
sobre las diferentes modalidades de planificación, la aplicación de variadas metodologías de
enseñanza, el aprovechamiento de diversos recursos, para verificar hasta qué punto, dichas
situaciones han sido útiles en la promoción de cambios emocionales en los niños y niñas.
Estrategias Didácticas
Las estrategias didácticas han sido consideradas como una guía de acciones que hay que seguir.
Por lo tanto, su aplicación debe ser consciente e intencional, dirigidas a alcanzar un objetivo
específico Desde este punto de vista, el término estrategias alude al conjunto habilidades que el
individuo adquiere y emplea de forma intencional como un instrumento flexible para aprender,
solucionar problemas y demandas educativas.
Para Tobón (2010) las estrategias didácticas son “un conjunto de acciones que se proyectan
y se ponen en marcha de forma ordenada para alcanzar un determinado propósito”, por ello, en el
campo pedagógico específica que se trata de un “plan de acción que pone en marcha el docente para
lograr los aprendizajes” (Tobón, 2010: 246).
Por lo que se expresan que la didáctica es la ciencia de la educación que estudia e interviene
en el proceso de enseñanza y aprendizaje con el fin de conseguir la formación intelectual del
educando” indicando así que la didáctica es una herramienta útil y sobre todo principal, porque
brinda las herramientas de cómo enseñar lo que se sabe. El docente debe inculcar el trabajo en
equipos ya que está demostrado que los estudiantes aprenden más, aumenta su autoestima y
aprenden habilidades socioemocionales.
En este sentido, las estrategias didácticas están relacionadas con el arte de proyectar y
dirigir una serie de operaciones cognitivas, que el estudiante lleva a cabo para elaborar y comunicar
su superación, con la mediación del facilitador. En el proceso de enseñanza-aprendizaje las
estrategias didácticas representan un factor de gran importancia, debido a que son elementos
mediante los cuales el docente dinamiza y operacionaliza el proceso didáctico.
De la Torre (2000) opina que las estrategias didácticas son “procedimientos abiertos que se
concretan en la práctica, es una deserción para el cambio que comprende diversos procesos y
métodos para gestionar una innovación” este autor plantea, que las estrategias son procedimientos
adaptables y organizados secuencialmente a las acciones, en un orden para el logro de los objetivos,
de allí que las estrategias didácticas son consideradas además como una actividad socio-afectiva; un
proceso mental proyectado sobre la práctica pedagógica.
Por su parte, Prado (2007) afirma que las estrategias didácticas son:
Un conjunto de procedimientos que realiza el docente con clara y explícita
intencionalidad pedagógica, razón por la cual la intervención docente es un
elemento que se presenta mediatizando el proceso de enseñanza aprendizaje con
recursos propios de su profesión y con materiales que selecciona en función de
las posibilidades acerca de los contenidos escolares a las posibilidades de
compresión y aprendizaje por parte de ellos (p. 47).
Desde estos referentes teóricos, se conciben las estrategias didácticas como los métodos,
las técnicas o las actividades planificadas de forma intencional por el docente, con el
propósito de clarificar contenidos, explicar conocimientos, plantear y resolver problemas,
demostrar principios, proporcionar experimentos, estimular las habilidades del pensamiento
para aplicarlos a la solución problemas, en fin , todos los recursos y procedimientos que
puedan emplearse en la acción pedagógica para crear conflictos cognitivos que orienten a
los estudiantes hacia la construcción del saber, donde ellos sean protagonistas de su propio
aprendizaje.
Estrategias preinstruccionales: son aquellas que tienen que ver con la activación de
conocimientos previos. Preparan al alumno para el aprendizaje que está por venir, aquí
se describe el contexto y se generan expectativas. Para este tipo de estrategia se
requiere una forma de trabajo a través de estrategias de elaboración (ensayo, lluvia de
ideas, cuadro T, organizadores gráficos, ilustraciones e inferencia) de la información
que aportan conocimiento a través de la generación de ideas.
Cuando el maestro se relaciona con los niños y niñas es esencial que permita la libre
expresión de pensamientos y sentimientos no debe minimizar o inhibir la experimentación de las
diferentes emociones, y deberá recordarles que no existen emociones positivas y negativas; el
miedo, la angustia, y la vergüenza, entre otras, son emociones naturales del ser humano. El
maestro debe generar espacios de interacción entre los niños y las niñas para hablar con total
fluidez y naturalidad sobre las emociones.
Gallego y otros (2000) sostienen que “el mero aprendizaje por observación o imitación de
modelos no es suficiente, es necesario una intencionalidad para que se aprendan los
comportamientos sociales efectivos” (p. 214). De esta forma, es importante considerar ciertas
estrategias didácticas que favorecen el desarrollo de la inteligencia emocional, como son el juego
simbólico, la música, el arte y la expresión corporal que permiten el desarrollo de las
competencias emocionales de los y las niñas y se deben traducir en actividades que el maestro
plantee a sus estudiantes en el aula, como se describen a continuación:
Por otro lado, Gimeno y Pérez (2003), definen el juego como un grupo de actividades a través
del cual el individuo proyecta sus emociones y deseos, y a través del lenguaje (oral y simbólico)
manifiesta su personalidad. Para estos autores, las características propias del juego permiten al niño
o adulto expresar lo que en la vida real no le es posible. Un clima de libertad y de ausencia de
coacción es indispensable en el transcurso de cualquier juego
La música razón por la que se considera como estrategia didáctica para el desarrollo de
la inteligencia emocional, ya que sirve como un medio para hablar sobre ciertos estados
emocionales, enfrentar emociones y buscar técnicas para controlarlas. Por otro lado, se
puede motivar al niño a producir su propia música (con la propia voz, con el cuerpo, con
instrumentos, con diferentes objetos), de acuerdo con un estado emocional específico o una
emoción vivida en el pasado.
Al respecto, algunos autores perciben que las competencias profesionales son necesarias para la
titulación en esta carrera se basan en habilidades relacionadas con la adquisición de
conocimientos prácticos de aula y gestión de la misma, así como el control y seguimiento del
proceso educativo, en particular de enseñanza-aprendizaje (González et al., 2019). Sin embargo,
López (2009), menciona la importancia de la integración del currículo de música en la educación
infantil. La responsabilidad que asume el maestro que va a enseñar Educación Inicial, tomando
en cuenta sus áreas de desarrollo como el de la expresión musical, es determinante puesto que no
puede haber música sin didáctica, ni didáctica sin música, el maestro debe ser competente
(Alsina, 2007).
Las actividad musicales para esta etapa es una acción que ayuda a promover las
actividades cognitivas en el cual la enseñanza a través de la música en el preescolar y en
los primeros grados de la escuela elemental, es vista como un método acertado, es por esta
razón el docente de preescolar debe tener conciencia que la música para él o la niña es parte
de su desarrollo integral, el disfrutar, cantar, bailar, y tocar le permite relajarse sentirse bien
y aprender con alegría. Con este recurso el conocimiento es asimilado con rapidez y
efectividad.
Cabe destacar, que la música es un recurso atractivo, puesto que provee innovadoras
formas para explorar realidades acordes con los contenidos programáticos, permite
desarrollar actividades con menos presión y disminuye considerablemente la ansiedad que
comúnmente desarrollan los niños al sentirse bloqueados por el grado de complejidad que
pueda presentar el desarrollo y comprensión de un tema, por ello es conveniente trabajarla
desde todas sus dimensiones, ya que no sólo se debe limitar al estudio musical en sí mismo,
en su hora correspondiente, sino también es conveniente favorecer un acercamiento y
disfrute al proceso musical, que puede estar globalizado en los demás aprendizajes de las
diferentes áreas, que se produzcan en el aula.
Con respecto al arte como estrategia didáctica, Gallego (2000) señala que éste
“permitirá al niño transmitir lo más profundo de la vida interior, plasmar sensaciones y
sentimientos, imaginar mundos posibles, definir elementos y situaciones que generan
determinado estado emocional Es decir, es un lenguaje que permite la comunicación pero,
además, es la génesis de la conciencia, de lo ético y lo estético.
Finalmente, en lo relativo a la expresión corporal Ortiz, (2002) afirma que a través de ella
se pretende que:
El individuo aprenda a utilizar sus posibilidades de movimiento de forma
responsable, ayudándole a adquirir conocimientos, destrezas, actitudes y hábitos
que permitan mejorar sus condiciones de vida, y valorar las posibilidades motrices
como medio de enriquecimiento personal y de relación interpersonal (p.78).
De lo antes expuesto, se infiere que la expresión corporal permite a los niños y niñas el
empleo de su cuerpo y a su vez registrar variedad de sensaciones derivadas de las experiencias
vividas por tanto, el lenguaje corporal permite la expresión de emociones. A partir de la
estimulación de los sentidos, el maestro debe favorecer las experiencias sensoriales, el desarrollo
del sentido cinestésico como fuente de simbolización del mundo emocional, promover espacios
para trabajar la imagen corporal y proponer ejercicios de balanceo, respiración y en definitiva de
interacción.
Para finalizar , las estrategias didácticas que utilice el docente en su acción diaria para el
desarrollo de la inteligencia emocional debe adaptarse a sus necesidades utilizando todos
los recursos que existan hoy en día , de esta manera podemos decir que el desarrollo de
inteligencia es muy importando para el ser humano ya que juegan un papel preponderante en
la vida de los niños y niñas, por eso es función de los educadores ofrecer a sus educandos las
herramientas necesarias para la estimulación, y así puedan descubrir sus propios estilos de
aprendizaje, reconozcan sus emociones y, consecuentemente, puedan modelarlas de acuerdo a
sus necesidades.
Bases Legales
Es importante destacar, que este artículo se tomó con basamento legal porque permite
dar cumplimiento a lo que establece la ley en cuanto a la educación como un derecho
humano la cual debe responder al desarrollo del potencial creador y la personalidad del
educando. Por consiguiente, para dar respuesta a lo exigido en él, la presente investigación
se orienta en el diseño de estrategias que permitan estimular la inteligencia emocional de
los niños y niñas de preescolar; ya que la personalidad es la forma particular como una
persona expresa sus sentimientos, pensamientos y actúa en consecuencia a los mismos.
Artículo 28: Derecho al libre desarrollo de la personalidad. Todos los niños y niñas y
adolescentes tienen derecho al libre y pleno desarrollo de su personalidad, sin más
limitaciones que las establecidas en la ley. Para efectos de la investigación, este artículo se
cita como soporte legal porque establece el derecho al pleno y libre desarrollo de la
personalidad de los niños y niñas a través de una educación emocional continua y
permanente con el fin de cimentar habilidades emocionales que les permitan a futuro
desenvolverse de manera adecuada en el contexto social, personal y profesional.
Artículo 32: Derecho a la integridad personal. Todos los niños, niñas y adolescentes
tienen derecho a la integridad personal. Este derecho comprende la integridad física,
psíquica y moral. Este artículo se toma para justificar legalmente la investigación porque
establece el derecho que poseen los infantes a su integridad personal la cual, debe estar
asociada a una educación holística, de calidad, en igualdad de condiciones que favorezca
ampliamente todas las áreas de su desarrollo pero especialmente a nivel físico, psíquico y
moral. Por consiguiente, es deber indeclinable del docente en el quehacer educativo proveer
a sus educandos las herramientas que les permitan desplegar todas sus emociones a través
de su correcta identificación, regulación y manejo oportuno de los problemas a través de
una educación y estimulación emocional, intencionada y sistemática.
En este apartado se detallan aspectos relacionados con la metodología que será utilizada
en la investigación. En tal sentido, en esta parte se puntualiza el tipo y diseño del estudio; la
población y muestra, técnicas e instrumentos para la recolección de datos; así como
también, se establece el criterio de validez, interpretación y análisis de los resultados
obtenidos, cabe destacar, que el paradigma que se empleará será el cuantitativo.
Tipo de Investigación
Diseño de la Investigación
En lo relacionado al diseño investigación, se manejará el de campo. Al respecto, Arias
(2006) lo define como:
Aquel que consiste en la recolección de datos directamente de los sujetos investigados,
o de la realidad donde ocurren los hechos (datos primarios), sin manipular o controlar
variable alguna, es decir, el investigador obtiene la información pero no altera las
condiciones existentes (p.31).
Población y muestra
Arias (2006) precisa la población como “un conjunto finito o infinito de elementos con
características comunes para los cuales serán extensivas las conclusiones de la
investigación” (p.81). Por consiguiente, la población es aquella que se denomina universo o
conjunto total finito o infinito que tiene características comunes.
Para efectos de la presente investigación, la población objeto de estudio es finita ya que
la misma será controlada por las investigadoras, razón por la cual no se empleará en este
estudio ningún procedimiento para el cálculo muestral.
A tal efecto, estará representada por las docentes, niños y niñas de preescolar de la
sección “A” del Centro de Educación inicial “Los Capullitos”,parroquia la Concepción
Municipio Pampanitoque en este caso es de dos (2) docentes veintidós (22) niños y niñas.
Validez
Para Hernández, Fernández y Baptista (2006), “La validez se refiere al grado en que un
instrumento realmente mide la variable que pretende medir” (p.236). Para esta
investigación, la validez quedará bajo el juicio de tres expertos en el área, dos especialistas
el área de preescolar, y finalmente uno en el área relacionada con el desarrollo psicomotor
quienes validaran los instrumentos en función de los siguientes criterios: Coherencia de los
ítems con los objetivos propuestos en la investigación, pertinencia del instrumento, claridad
y suficiencia de los ítems en cuanto al número para el logro de los objetivos.
Se debe señalar, que la Educación Inicial sienta las bases para la formación de la
ciudadanía, el aprendizaje, el desarrollo afectivo y de la inteligencia, las capacidades para la
convivencia y la tolerancia, dentro de un principio de diversidad social y cultural. Por lo
tanto, el desarrollo de la inteligencia emocional, es un factor fundamental en la formación
de los niños y niñas, ya que está ligada al resto de las manifestaciones del ser humano,
como las relaciones sociales y la personalidad. Es decir, las emociones están presentes en
todos los ámbitos de la vida, por lo que es de gran importancia la formación de las
relaciones afectivas durante los primeros años de vida y este crecimiento interno de factores
intrínsecos, queda vinculado como un adherente emocional.