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Tiene como fin que los alumnos desarrollen y pongan en práctica herramientas
para crear sentido de confort con ellos mismos y con los otros, esto podría ser
por medio de rutinas similares a las ocupaciones estudiantiles. Además que
aprendan a lidiar con sus emociones e impulsos para lograr tener relación.
• Desde la Psicología Positiva que nos indica los beneficios de las emociones positivas en el bienestar psicológico y
social del niño/a.
• El Nuevo concepto de Inteligencia Emocional que ha supuesto un cambio de paradigma en el concepto de
persona inteligente destacando la importancia de los aspectos emocionales y no sólo los académicos.
• Desde la Neurociencia, que ha destacado la importancia de las emociones en nuestra vida y en nuestras
decisiones.
• Desde el ámbito educativo ya en el informe Delors de la UNESCO, proponía en la Educación para el siglo XXI los
cuatro pilares:“ Aprender a conocer; Aprender a hacer; Aprender a ser y Aprender a convivir” ,de estos
aprendizajes, los más olvidados han sido los dos últimos “aprender a ser y aprender a convivir”
• En nuestro país, la normativa vigente en materia educativa, ha incluido los términos de “habilidades sociales” y
“competencia social”, así queda recogido en los diferentes Decretos del Currículo de las Comunidades Autónomas
(Orden Foral 60/2014, que regula el currículo de las enseñanzas de Educación Primaria) “la necesidad de educar en
valores y del desarrollo de la competencia social”.
El tema de la Educación Emocional es por tanto un tema actual e importante para el desarrollo personal y social de
las personas. Hasta ahora los aspectos emocionales han sido trabajados de manera transversal y con este proyecto
pretendemos realizar un trabajo sistemático de las competencias emocionales, trabajando semanalmente, la
conciencia, la comprensión y regulación emocional, siguiendo modelos de Inteligencia Emocional como el de John
Mayer y Peter Salovey, al que añadimos el desarrollo del optimismo y la solución pacífica de conflictos.
Este plan parte de un enfoque constructivista y se fundamenta en una metodología globalizada y activa que posibilita la obra de aprendizajes emocionales,
significativos y funcionales. Conviene rememorar la necesidad de producir vivencias emocionales desde los conocimientos pasados del estudiante, de sus intereses
y necesidades particulares.
Recomendamos una metodología activa y participativa, en la que por medio de dinámicas de conjunto, nuestro alumnado sea el prota de su propio aprendizaje.
Por medio de distintas ocupaciones se intentará dar pequeñas herramientas para enseñar a nuestros propios estudiantes a tranquilizar sus mentes, a relajar el
cuerpo humano, a sentirse cómodos consigo mismos y producir buenas colaboraciones con los otros. Pretendemos enseñarles tácticas que les apoyen a detectar
los sentimientos propias y ajenas, a desarrollar la empatía, a afrontar a los miedos, a laborar en grupo y a solucionar conflictos de manera constructiva.
Partiremos de los diferentes centros de interés del niño/a y adolescentes, para facilitar su motivación .Además de sus experiencias y vivencias, así como de los
pequeños conflictos que logren aparecer en la relación con sus equivalentes durante la jornada estudiantil, y que ofrecen origen a diferentes situaciones y
emociones.
El papel del maestro es el de mediador del aprendizaje. Como tal, una y otra vez proporcionará modelos de actuación que el alumnado interiorizará, motivará a la
colaboración y dinamizará el conjunto, proporcionando estabilidad en el instante de compartir vivencias, y les ayudará a hallar el ámbito.
.
Conclusión
La finalidad de este trabajo es colaborar en la tarea del educador para el desarrollo de las capacidades emocionales de
los niños/as. La aplicación de este programa no debe considerarse como un hecho aislado o puntual, descontextualizado
de la formación de los niños/as, sino todo lo contrario, debería aplicarse como un programa integrado dentro de nuestro
currículum escolar. Creemos que las emociones, son un aspecto fundamental en el desarrollo de todo ser humano, es
importante trabajarlas desde pequeños, ayudando al niño/a ,adolecente favorecer el desarrollo de las mismas,
haciéndoles capaces de identificarlas, aceptarlas y poder llevarlas a la práctica en diferentes entornos en que nos
movemos, y valorándolo como algo positivo en uno mismo para poder hacerlo en los demás. Por eso para llevar a cabo
este programa de educación emocional es imprescindible hacer referencia al maestro/a y a la familia. El maestro/a, ha de
ser una figura mediador entre los conocimientos que imparte a los alumnos/as y su asimilación, ha de ser un modelo a
seguir, ya que para los niños/as y adolescentes somos un referente muy importante, los alumnos/as pasan mucho
tiempo en la escuela y la mejor forma de mejorar la adquisición de las emociones es a través de la figura del tutor o
maestro/a. Por eso debemos prepararlos lo mejor posible para que puedan desarrollar sus propias defensas, y consigan
ser felices y desenvolverse en la sociedad. Hay que conseguir que la familia conozca el modo como se trabaja en la
escuela en la línea de conseguir que los niños adquieran una autoimagen positiva. Todo este Proyecto está basado en una
metodología activa, y sobre todo participativa, donde lo que pretendemos es que el niño/a sea protagonista de su
aprendizaje; queremos que aprenda haciendo, construyendo, equivocándose, pero sobre todo sintiendo. Debemos
construir una escuela que incorpore los conocimientos y experiencias previas de los niños y niñas, que los haga sentirse
miembros de la comunidad del aula y del centro, estimulando la expresión verbal y sobre todo la escucha, que sepa
gestionar los conflictos a través de algo tan bonito como es el diálogo, gestionando adecuadamente y de forma natural
sus emociones. En este sentido nuestra escuela puede ser más humana y equilibrada ya que además de formarle en
conocimiento debemos construir personas. Un buen docente favorecerá unas apropiadas condiciones humanas y
ambientales que estimulen al educando a adentrarse en los caminos del aprendizaje afectivo (Gilman, Huebner y Furlong,
2009).
Intentar establecer rutinas dentro del hogar
Dar contención emocional a los niños Esto es clave para disminuir la ansiedad de los niños y niñas,
y niñas ya que les permite predecir lo que va a ocurrir durante el día o
Cuando los niños y niñas reciben ese la semana y eso les genera tranquilidad. Las rutinas deben ser
abrazo o esa caricia, el cuerpo vuelve lo más claras y concretas posible, delimitando tiempos y
a su estado de equilibrio natural. espacios bien definidos. Es ideal acompañar la rutina con un
cartel llamativo en un lugar visible del hogar. Por ejemplo
tener una rutina establecida para la hora de dormir.
Dar los niños y niñas la información justa y 2. Distrae tu atención hacia un asunto concreto
un adulto, puede generar mucha ansiedad e Así pues, date permiso para preocuparte después de un tiempo de espera. Te
incluso miedo y desesperación en los niños y preocuparás menos.
niñas. Es por esto que es importante “digerir” 6. Piensa en lo peor que te puede pasar
las noticias junto a los niños/as, de modo que
7. Escribe un diario de tus emociones
puedan comprender lo que está ocurriendo de
una manera adecuada a su etapa del desarrollo. 8. Tómate un respiro (y un refresco) para recuperar el autocontrol