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Krieger Mercenario
Ficha
INFORMACIÓN DE PERSONAJE
Jugador Reputación 22
Nación Eisen
CARACTERÍSTICAS ARCANO
Maña 3 Valiente: Activa tu Virtud para añadir tantos Temperamental: Recibe 1 punto de héroe cuando tu
dados adicionales a tu Riesgo como el valor de héroe pierda los estribos y se enfurezca y eso cause
Brío 2 Miedo de tu objetivo. problemas.
Ingenio 3
Donaire 2
HABILIDADES
Apuntar 1 Interpretar
Armas 3 Intimidar 2
Atletismo 2 Navegación
Conocimiento Pelear 3
Convencer Percepción 2
Empatía 1 Robar 1
Esconder 1 Tentar
TRASFONDOS VENTAJAS
Duro de
matar Ya no te quedas Indefenso cuando tienes 4 Heridas Dramáticas. En cambio,
cuando eso suceda, cualquier villano que realice un Riesgo contra ti consigue
3 dados adicionales (en lugar de 2). Además, consigues una hilera adicional
No voy a Gasta 1 punto de héroe para ignorar todos los efectos negativos de
morir aquí Heridas Dramáticas durante la ronda: el villano no consigue dados
adicionales si tienes 2 Heridas Dramáticas y tú no te quedas
Indefenso con 4 Heridas Dramáticas.
1: +1 dado adicional a todos los Riesgos.
4: Te quedas Indefenso.
Eisenfaust
Eisenfaust usa una espada ancha con un panzerhand o guante de hierro en la zurda. El espadachín desvía o agarra
los ataques del oponente con su guante y aprovecha las aperturas que crea con su espada ancha. El estilo Eisenfaust
es defensivo y enseña a sus estudiantes a esperar que su oponente cometa un error antes de atacar.
Eisenfaust aprovecha los errores que comete el oponente, que poco a poco se impacienta o se enfada. En cuanto se
equivoca, el estudiante de Eisenfaust está encima de él, acribillándolo con los golpes de su temible espada ancha.
Trasfondo: Perseguido 2. Crisis de Fe 1
Haüger fue durante mucho tiempo un miembro de la Guardia de Freebürg. No se siente orgulloso de ello, dado la
Su mamá siempre le educó para creer que el buen Theus le estaba vigilando, y a creer en la fe, en hacer lo
convencerse de que todo lo que le decía su buena madre eran paparruchas. Que Theus no podía ser tan buen dios,
si dejaba que la gente se matara como salvajes por una guerra religiosa en su nombre, si permitía que su tierra
natal Esien quedara asolada por la guerra, si dejaba que gente inocente, mujeres y niños murieran de forma
horrible en la guerra.
Antes de acabar la guerra, desertó de la lucha para unirse a la Guardia de la ciudad de Freebürg, donde ganaría
bien y tendría la panza llena, mientras el resto del mundo se mataba fuera de sus murallas. Poco tiempo después,
el conflicto acabó.
Pero ni con esas consiguió convertirse en un cínico. Por alguna maldita razón, en los momentos más críticos acaba
La prueba de ello es que una noche de guardia tomó la decisión ética de salvar a un anciano, en vez de mirar para
otro lado para hacer que la Guardia de Freebürg ganara un buen dinero en sobornos a cuenta de la muerte de ese
anciano.
A partir de entonces, sus compañeros lo miraron con malos ojos. No es buena cosa andar minando la "ética" del
trabajo; no señor.
Después de que su compañero de patrulla nocturna le dejara solo justo en el momento en el que una banda de
asesinos, les asaltaban en un callejón, Haüguer se percató que quizás sus compañeros no le querían ya en el
cuerpo.
Cuando tras acabar a duras penas con casi todos los malnacidos que intentaban matarle uno de estos trúhanes
al que dejó vivir confesó que el propio Comandante de la Guardia de Freebürg les había pagado para acabar con
su vida, Haüguer salió de dudas sobre las intenciones de sus antiguos amigos y compañeros de armas...
Así que aquella misma noche salió por patas de Freebürg. Por desgracia, se llevaba con él muchos secretos
oscuros sobre las actuaciones poco honorables de otros miembros de la Guardia, así como sobre otras cuestiones
que podrían acabar con la cabeza de alguno de ellos en el cesto del verdugo.
Y aunque él creía que sus antiguos compañeros pasarían por alto este hecho, parece que no era así. Viajando por
algunos lugares de Thea vendiendo sus servicios como mercenario, de vez en cuando le acosaba algún
Ahora, Haüguer lleva cerca de un año y medio en Vodacce, en un buen trabajo para Francesco Milanessi, un
adinerado miembro de la pudiente familia noble Milanessi. Se ha ganado su confianza, cobra bien y hace tiempo
que no recibe la visita inesperada de uno de los cazarrecompensas o asesinos enviados por sus antiguos
La vida le sonríe.
Hace bien poco acompañó a su patrón Francesco Milanessi desde la Isla de Milanessi a la Isla de Vestini, donde la
hija de Francesco estudia dentro de una academia para chicas llamada "La Diletante". Por sus negros ropajes, el
Eiseno la reconoció enseguida como una de esas temidas brujas del destino.
Se sorprendió cuando Francesco anunció a su hija que ya era hora que esta se casara y que pronto conocería a
sus pretendientes.
Sin embargo, algunas de las hijas nobles que estudian en la Academia parecen haber desaparecido últimamente
de manera misteriosa. Preocupado por este hecho, Francesco ordenó a Haüger que se quedara en La Diletante,
como guardaespaldas de su hija y la protegiera de "cualquier intento de rapto" sin separarse de ella en ningún
momento.
En petit - comité, el padre le confesó a Haüguer que también temía que la chica salga huyendo ante la perspectiva
de un pronto matrimonio concertado, y esa es otra buena razón por la que no quiere que Haüguer pierda de vista
Además, aunque ha servido a su patrón Francesco Milanessi correctamente durante este año y medio, este le dejó
muy claro lo que le pasaría a Haüguer si permitía que la chica escapara o si dejaba que le pasara algo a ella. La
perspectiva no sería muy halagüeña, pues Francesco es un hombre pudiente y con recursos... y suficientes
Es una situación curiosa, pues normalmente no se permite la entrada de hombres en el recinto de La Diletante,
salvo para la visita ocasional de algún familiar de las chicas. Pero la directora del centro, la señora Denizia Verde
della Vestini ha escrito un permiso especial para que Haüguer pueda circular por el recinto sin problemas. Además,
Sin embargo, lo que realmente le preocupa a Haüguer es que está empezando a sentir algo por la joven a la que
protege. Y eso no es bueno, porque como dice el dicho. Donde pongas la olla...