Buenos días, compañeros y tutor. Mi nombre es Carlos
Valencia, soy estudiante del curso de Análisis Musical y escogí para analizar la pieza Gugurumbe, Negrina a cuatro del compositor catalán Mateo Flecha “El Viejo”. Esta es una pieza compuesta aproximadamente en 1535, perteneciente, por tanto, al periodo musical renacentista y que se enmarca en el género musical polifónico de la Ensalada. Al tratarse de una pieza musical tan antigua, consideré que un primer criterio a tener en cuenta para fijar criterios de análisis y llegar a una propuesta de abordaje de la pieza debía ser el contexto histórico y estético en el cual se compone. Siguiendo esta línea de pensamiento, la primera decisión que tomé fue descartar el análisis armónico tonal como una metodología adecuada para entender la pieza puesto que, al tratarse de una pieza propia del Renacimiento, su desarrollo tanto melódico como armónico se da desde las lógicas de la teoría modal de la música que muchas veces son contrarias a las teorías y normas de la música tonal como la entendemos hoy en día; intentar un análisis de la construcción vertical la pieza, así como de su planteamiento formal, buscando las tensiones y resoluciones propias de la tonalidad o la presencia de cadencias como puntos de separación del discurso musical sería inútil e inconveniente para el análisis de esta pieza en particular. Sin embargo, hay algunos aspectos relevantes en este punto que me parece importante señalar: primero, la inclusión de la tercera como intervalo consonante. Esta característica resulta particularmente importante, pues marca un distanciamiento con la teoría musical medieval que consideraba a la tercera un intervalo disonante. La consideración del intervalo de tercera como consonancia, defendida por teóricos como Bartolomé Ramos de Pareja y heredada de la Contenance Anglois del siglo XV, permite que esta interactúe con los intervalos de quinta y octava, que ya se consideraban consonantes en el Medioevo, generando una estructura de organización vertical de los sonidos, muy similar a lo que en el contexto tonal hoy en día llamaríamos triada, esto dentro del procedimiento que fue conocido como Pancosonancia. Un segundo aspecto que me parece importante señalar es el procedimiento de sostener o bemolizar algunas notas, aunque no estuvieran escritas de esa forma, buscando así resolver en un intervalo de quinta u octava, generando un efecto sonoro muy parecido al que hoy en día entenderíamos como la resolución de sensible a tónica. Esta práctica, conocida como Música Ficta, y la Panconsonancia resultan ser característicos de la cuarta generación del Renacimiento, periodo en el que se desarrollan muchas de las formas seculares como la Frottola o la Ensalada y que se desarrolla paralelamente al periodo histórico de la Reforma y antecede a la Contrareforma y el Concilio de Trente que se opuso al uso de música secular como modelo para músicas sacras. Descartando el análisis armónico tonal, luego de nombrar estas dos características sobresalientes a nivel vertical, es necesario abordar el análisis de la pieza desde otros enfoques como el estilístico, el estructural y el concerniente al estudio de la textura de la pieza, que considero pueden ser convenientes. Para el análisis desde el punto de vista estilístico es necesario comprender la Ensalada como género y como objeto cultural. La ensalada musical, como su nombre sugiere, se caracteriza por la combinación de diferentes “ingredientes”. En una misma pieza musical se pueden encontrar diferentes idiomas, metros, texturas y temas. Tener consciencia de esta característica multicultural de la Ensalada arroja luces que nos pueden resultar útiles al momento de entender estructuralmente la pieza. Teniendo en cuenta que este es un género en el que nos podemos encontrar con diferentes idiomas (en este caso: español, gallego, catalán, latín y una lengua criolla africana con raíces portuguesas) y con diferentes patrones rítmicos, es fácil empezar a intuir una forma de organización de las partes, teniendo en cuanta tanto los cambios de idioma, como la alternancia entre métricas binarias y ternarias y empezar así a establecer unas secciones estructurales de la pieza. Podemos identificar tres secciones: una sección A que podríamos denominar “europea” donde encontramos textos en diferentes idiomas y la que a su vez se encuentra divida en dos partes; una en una métrica ternaria y la otra en métrica binaria, y una sección B que corresponde a la sección “africana” en la que se pretende representar la manera como hablaban los esclavos y que está enteramente en ritmo ternario. Una tercera y corta sección que podríamos denominar C o Coda presenta un texto en latín que se reduce a la expresión Alleluia y que constituye un final recurrente en muchas otra Ensaladas. Esta sección, que podríamos llamar “Sacra”, cumplía la función de enmarcar toda la pieza, que había sido compuesta para la diversión cortesana, dentro de un contexto religioso, como si se pretendiera, agregando estas partes paródicas de la música sacra, recordar que, pese al carácter festivo y a veces satírico de las ensaladas, que todos en la corte eran creyentes en Dios.
Analizando la pieza desde el punto de vista de la textura
encontramos un uso mayoritario de la homofonía, la monodia y en menor medida un uso de algunas texturas polifónicas de tipo imitativo muy sencillas, esto principalmente en la sección A de la pieza. En la sección B encontramos frases en monódicas que, a manera de responsorial, son seguidas de frases en textura homofónica a cuatro o tres voces. Finalmente, la sección C presenta un sencillo juego polifónico entre las cuatro voces.
A nivel estético es necesario recordar que nos encontramos
ante una pieza que es en sí misma un objeto multicultural y
fragmentario cuyo análisis debería centrarse e identificar
aquellos elementos que la componen y los mecanismos que
permiten cohesionar estos elementos individuales como un
todo. En este sentido, es evidente que la temática de la
Natividad y la adoración de los diferentes pueblos del mundo
al hijo de Dios recién nacido juegan un papel fundamental
como gran hilo conductor de la narrativa de la pieza. Por
otra parte, siendo fieles al enfoque estructuralista que se
propone para el análisis de la pieza, es posible decir que:
aunque se trata de una pieza que podría considerarse “menor”
al ser compuesta para el divertimento cortesano, reúne una
cantidad de elementos que reflejan inequívocamente los
contextos históricos, culturales y sociales de su época tales
como las incursiones portuguesas en África para el comercio
de esclavos, el descubrimiento de “América”, La expulsión de
los judíos de la Península Ibérica, entre otro. Todos estos
hitos y contextos tienen una correspondencia directa en
muchos de los recursos, técnicas y tratamientos estéticos que