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relacional pues se refiere a una relación entre dos sujetos.1 Típicamente, se afirma que la
llamado deudor, tiene un deber frente al otro sujeto, denominado acreedor. Un derecho
subjetivo es jurídico cuando el deber en cuestión es impuesto por una norma jurídica. Esta
primera presentación tiene el defecto de que existen muchas situaciones normativas en las
cuales un sujeto tiene un deber y, sin embargo, no se dice que otro tenga un derecho
La Teoría de la Elección
Por esa razón, se sostuvo que lo que diferencia a la situación en que una persona tiene
deudor el cumplimiento del deber. En cierto sentido, sostiene el argumento, el deudor está
sujeto al poder del acreedor. Dicho poder consiste en la facultad del titular del derecho de
realizar una elección: puede elegir hacer el reclamo o no hacerlo. En caso de que decida
hacerlo, intimando al deudor al incumplimiento, por ejemplo, tiene luego otra elección
ulterior: la de formalizar el reclamo ante una autoridad, por ejemplo, un tribunal, en caso de
1En lo que sigue, utilizaré la expresión “relación jurídica o normativa ” como sinónima de “situación jurídica o
normativa ”.
que el deudor siguiera sin cumplir. Finalmente, existe una última elección que el titular del
derecho podría realizar: la de requerirle al deudor que repare los daños que su incumplimiento
hubiera causado.
En cada uno de esos supuestos, dado que el acreedor puede realizar una elección,
indemnización. De ese modo, aunque el deber viene impuesto por una norma jurídica, si ese
deber es correlativo de un derecho, entonces también existe otra norma jurídica que le otorga
la voluntad del acreedor y, por ello, el deudor está, en cierto sentido, sujeto al poder del titular
primera presentación. Sin embargo, ella tiene el defecto de que parece limitar la noción de
derechos subjetivos a las relaciones jurídicas en las que los derechos involucrados son
disponibles, que es lo que suele ocurrir con los derechos patrimoniales. Esto resulta
contraintuitivo porque existen muchas otras situaciones normativas en las que el titular del
derecho no cuenta con todas las facultades que propone la teoría de la elección. Un ejemplo
clásico son los derechos de los niños: un niño no puede elegir no alimentarse (i.e., liberar a
sus padres del deber alimentario) ni tampoco pueden optar por no recibir ninguna educación.
Sin embargo, todos creemos que los niños tienen un derecho a los alimentos y a la educación.
Ellos pueden plantear reclamos para que los deudores cumplan con los deberes respectivos,
alternativo, denominado teoría del interés. La teoría del interés más que describir la
estructura de la relación jurídica pretende entender la justificación que subyace a ella. De ese
modo, para esta teoría, se está en presencia de un derecho cuando la razón que justifica la
imposición de un deber a un sujeto es que su cumplimiento satisfaga algún interés del titular
del derecho vinculado con su bienestar. Un derecho jurídico se da cuando la norma jurídica
que impone el deber está basada en una razón como la antedicha. Esa norma puede ser
acompañada por otra que le otorga al acreedor todas o algunas de las facultades sugeridas
por la teoría de la elección, en la medida en que se considere que el titular del derecho está
en condiciones adecuadas para decidir por sí mismo cuáles son los medios adecuados para
su bienestar. También podría ocurrir que tales facultades no sean concedidas si existe algún
jurídico para referirse a otras situaciones normativas en las que el vínculo no tiene como
objeto a un deber. El trabajo más ambicioso de clasificación de las relaciones jurídicos que
suelen ser englobadas bajo la etiqueta “derechos subjetivos” fue realizado a principios del
2 Un ejemplo de ello es la aparente paradoja del derecho al sufragio en aquellos países en los que el sufragio es
obligatorio. En estos supuestos, la legislación impide que el ciudadano se abstenga de ir a votar, es decir, de
realizar la elección entre participar o no del acto electo ral, porque tiene en cuenta el interés que existe en un
régimen republicano de contar con una amplia participación ciudadana que legitime al proceso político (o que
evite la pérdida de legitimación).
siglo veinte por W. N. Hohfeld. Este autor sistematizó las relaciones jurídicas a las que se
fundamentales: derecho (en sentido estricto), libertad, poder e inmunidad. Cada categoría
CONCEPTOS CORRELATIVOS
CONCEPTOS OPUESTOS
El derecho (en sentido estricto) del acreedor es correlativo de un deber del deudor. El
un individuo de realizar una acción es correlativa a la inexistencia del derecho de otro sujeto
de realizar la acción significa que tanto ella como su abstención están calificadas
deónticamente como permitidas. El caveat de que “no es necesariamente así” se basa en que
sólo podría estar calificada deónticamente como permitida la realización de la acción, pero
podría omitirse la calificación deóntica de su abstención. En tal caso, podría ocurrir incluso
que la omisión esté calificada deónticamente como prohibida, de modo que el titular de la
libertad tendría permitido realizar la acción pero prohibido omitirla. 3 La libertad no se refiere
a la mera ausencia de regulación: ella requiere que exista una norma jurídica que establezca
la permisión y que indiquen contra quién el titular de la libertad puede reclamar que se
Las nociones de derecho (en sentido estricto) y de libertad son de primer orden pues
normativas. Los conceptos de poder e inmunidad, en cambio, son de segundo orden ya que
tienen como objeto a las situaciones normativas en sí mismas y, así, se refieren sólo
poder es autónomo cuando el titular lo ejerce con respecto a sí mismo y heterónomo cuando
Una persona está sujeta al poder de otra, en el supuesto de heteronomía, mientras que la
autonomía consiste en estar sujeto al poder de uno mismo. La norma que instituye un poder
normalmente identifica a la persona o clase de personas que lo titularizarán, estipula los pasos
o el procedimiento que se debe seguir para ejercerlo, regula su alcance material, es decir, las
modificarlas o extinguirlas (o hacer sólo una o algunas de esas cosas) y, finalmente, delimita
la clase de personas que están sujetas al poder (alcance subjetivo). Una inmunidad consiste
3Esta sería una reconstrucción posible del derecho al sufragio cuando la legislación impone su obligatoriedad:
una norma permite la realización de la acción y otra prohíbe su abstención.
en que su titular no está sujeto al poder de otra persona o, lo que es lo mismo, que esta última
es incompetente para alterar una situación normativa en la que es parte el primero. Las
normas que instituyen una inmunidad excluyen a un sujeto o a una clase de sujetos del alcance
Recapitulación
primeras secciones. En tal sentido, la elección que, según la teoría de la voluntad, resultaría
un rasgo necesario del concepto de derecho subjetivo no sería otra cosa que un poder
de sus modalidades, depende de la decisión del titular del derecho quien puede extinguirla.
Como vimos al analizar la teoría del interés, asignarle este poder al acreedor d epende, entre
otros factores, de considerar que esté en condiciones adecuadas de tomar las mejores
decisiones respecto de su bienestar. Por lo tanto, la razón que guía tal asignación es la misma
que la teoría del interés sostiene que es el fundamento de los derechos, es decir, la
constitución de una relación jurídica entre individuos que tenga en cuenta el interés vinculado
De ese modo, es posible generalizar esta conclusión y sostener que estamos ante un
derecho subjetivo (en sentido amplio) siempre que una norma jurídica regule o instituya un
deber, un “no derecho”, una sujeción o una incompetencia respecto de una persona para
satisfacer el interés, vinculado al bienestar, de otra persona que será la titular del correlativo