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Aspectos clínicos.

Clínicamente es imposible distinguir entre las diversas zonas de

evolución de la lesión de dentina.

La necesidad de diferenciar entre una dentina cariada y una dentina

totalmente destruidas es importantes para estableces los parámetros que

indique conservar este tejido.

Pueden distinguir dos capas de dentina comprometida que son dentina

infectada y dentina afectada.

Dentina infectada.

En esta dentina podemos distinguir una zona de dentina necrótica

desorganizada y reblandecida. Microscópicamente se observa un material

granuloso y amorfo. Otra región a la necrótica corresponde a la zona de

dentina desmineralizada superficial.

Dentina afectada.

Es una dentina que presenta alterada su estructura, con una textura

parcialmente mantenida. En la dentina afectada se puede distinguir de la

superficie hacia la pulpa una zona de dentina desmineralizada profunda,

localizada por debajo de la zona de desmineralización más superficial, una

zona esclerosis dentinaria y luego la dentina reaccional. En conjunto

constituyen la zona de dentina hipermineralizada.

Lesión de cemento.

El cemento radicular es un tejido mineralizado mesenquimático, se

origina del saco dentario y ocupa un volumen mínimo -pero sumamente


importante- de los tejidos duros dentarios. Es un tejido que recubre las raíces

de las piezas dentarias y tiene como función principal servir de anclaje a las

fibras colágenas (fibras de Sharpey) del ligamento periodontal a la raíz del

diente. El grosor del cemento radicular varía, es más delgado en cervical (de 50

a 300 µm) que en apical (de 600 hasta 1,200 µm). Asimismo, el cemento

ubicado en cervical es acelular, mientras que el apical es celular (con lagunas

de cementocitos). El cemento posee una capa externa de matriz no

mineralizada, o precemento. Posee una matriz orgánica que consta

principalmente de colágeno Tipo I y sustancia fundamental, la cual está

mineralizada en un 50% por hidroxiapatita. El cemento posee

aproximadamente un 45% de sustancia inorgánica, un 22% de material

orgánico y un 33% de agua.

La lesión de cemento o lesión de raíz requiere, para establecerse, la

oportunidad de que se exponga este tejido al medio bucal, lo cual puede

presentarse por retracción gingival o pérdida de los tejidos periodontales. La

presencia de placa bacteriana sobre la superficie radicular propicia la

penetración de los microorganismos en los espacios cementarios,

anteriormente ocupados por las fibras de Sharpey. Esos espacios tienen la

forma de cuña y son perpendiculares a la superficie cementaria. La presencia

de bacterias en estos nichos permite el acceso a los planos de formación

correspondientes a las capas incrementales de cemento, en donde promueven

desmineralización y desorganización de los cristales de hidroxiapatita y de la

matriz orgánica, hasta que rápidamente llegan a dentina. Este proceso se

continúa lateralmente y al mismo tiempo en profundidad, dando lugar a la

lesión en dentina y cemento.


Lesiones de caries adyacentes a restauraciones y selladores (cars)

(lesión secundaria o recidivante).

La vasta diversidad en la terminología que suele emplearse para

denominar a las lesiones de caries contiguas a restauraciones dentales y

selladores, a menudo ocasiona confusión. Es frecuente que se utilicen

expresiones tales como: secundaria, recurrente, residual o recidivante; entre

otras, con el afán de diferenciarlas según su origen aparente. Otros

simplemente consideran que todos ellos son sinónimos, sin serlo en realidad.

La histopatología de la elección externa que se localiza próxima al

material restaurador presenta un patrón muy similar a una lesión cariosa

primaria la lesión de la pared puede presentarse en la pared más profunda de

la restauración desmineralizado la dentina y socavando el esmalte adyacente a

la restauración esto puede acarrear una progresión de la lesión con un margen

superficial de esmalte clínicamente sano presentándose a veces

simultáneamente ambos tipos de lesión

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