Está en la página 1de 8

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología

Universidad de Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”

Núcleo Bolívar

Programa Nacional de Formación en Odontología

Trayecto III

Unidad Curricular Morfo fisiopatología-bucal II

Tramo I

ATRICIÓN, ABRASIÓN, EROSIÓN, FRACTURAS DENTARIAS, REABSORCIÓN


INTERNAS Y EXTERNAS

Profesora: Bachiller:

Anaïs, Rojas. Clexymar Campos

C.I: 27.417.602
Abrasión:

Es la pérdida anormal de la estructura dental por roce físico no masticatorio.

La causa más frecuente de abrasión es el abuso y mal uso del cepillo de dientes o el uso
de material excesivamente abrasivo para limpiar los dientes.

En algunas culturas los dientes se limpian con dispositivos más abrasivos que el cepillo
de cerdas blandas y los abrasivos suaves habituales en las sociedades occidentales.

En dichas culturas los dientes presentan un patrón típico, con las superficies bucales y
labiales excesivamente desgastadas, especialmente en las zonas cervicales.

La abrasión grave suele afectar sobre todo a los dientes anteriores y premolares de las
arcadas, con mayor afectación de las piezas maxilares que de las mandibulares.

TRATAMIENTO

Restauración del esmalte con resinas estéticas

Colocación de férulas de descarga.

Si la causa de la abrasión es la presión del cepillado, se enseñará a modificar la técnica


para evitar futuros desgastes.

En los casos más graves de retracción gingival, el odontólogo puede considerar oportuno
un injerto de encía para evitar la sensibilidad y posible pérdida del diente.
Erosión:

Es la pérdida de la estructura dental secundaria a causas químicas no bacterianas

.Los productos químicos que con mayor frecuencia contribuyen a un desgaste dental
excesivo son aquellos de pH ácido.

El contacto continuo del esmalte con estos productos produce pérdida de sales cálcicas,
con disminución de su dureza.

La estructura dental debilitada por este proceso se pierde con facilidad, a pesar del
empleo de técnicas de higiene normal.

Tratamiento.

Evitar bebidas acidas y azucaradas.

Restauración con composite.

Carillas dentales.

Incrustaciones.

Fractura:

Las fracturas de las piezas dentales se producen en una amplia variedad de situaciones.
Las más frecuentes son las asociadas con traumatismos, especialmente en pacientes
jóvenes. Éstos se deben a menudo a caídas o a golpes bruscos en el tercio medio facial.
También pueden producirse fracturas durante el uso normal de los dientes a causa de uno
o más de los siguientes factores predisponentes:

1. la pulpa se ha hecho más quebradiza tras quedar desvitalizada.

2. presencia de reabsorción interna;

3. presencia de grandes restauraciones intracoronales, especialmente obturaciones MOD


(meso-ocluso-distales) en los premolares.
4. piezas afectadas por dentinogénesis imperfecta u otras patologías congénitas o
adquiridas que afectan a la integridad de la estructura del diente.

Las fracturas más frecuentes son las fracturas coronales de las piezas dentales
anteriores. Estas fracturas se han clasificado según afecten:

1. exclusivamente al esmalte

2. al esmalte y la dentina.

3. a esmalte, dentina y pulpa.

Las más frecuentes son las que afectan al esmalte y la dentina; la mayor parte son
oblicuas y afectan a una de las esquinas del borde incisivo.

Cuando la dentina queda expuesta se produce una invasión bacteriana de los túbulos y
penetración en la pulpa, a no ser que el paciente reciba tratamiento precoz.

La exposición de la dentina suele provocar dolor; sin embargo, si se ha seccionado la


pulpa puede no haberlo. Este traumatismo pulpar grave puede no ser reversible y suele
requerir una extirpación pulpar inmediata.

Las fracturas radiculares representan un pequeño porcentaje del total de fracturas


dentales. La mayoría son de origen traumático, afectando a pacientes entre 10 y 20 años,
y corresponden a fracturas horizontales del tercio medio de la raíz.

La mayor parte de los dientes se desvitalizan inmediatamente al producirse una fractura


de la raíz. Algunas fracturas radiculares pueden seguir otra evolución. Pueden repararse
formando una capa interna de dentina reparadora sobre la pared pulpar o pueden sustituir
el tejido duro situado a lo largo de la línea de fractura por tejido de granulación que
progresa a tejido conjuntivo maduro. Otras se mantienen vitales y proceden a redondear
los bordes de la fractura, separando los dos fragmentos con tejido conjuntivo y óseo. En
algunos casos se desvitalizan y los fragmentos se rodean de tejido de granulación, lo que
conduce generalmente a una reabsorción extensa con pérdida nal de la pieza.

La posibilidad de reabsorción y pérdida del diente disminuye si se inmoviliza la pieza


durante un tiempo. Algunos traumatismos no son capaces de fracturar el diente, pero sí
producen una sura en el cemento.

Las suras del cemento son pequeñas fracturas de éste, debidas generalmente a fuerzas
bruscas de torsión (rotacionales). No suelen tener importancia clínica, ya que raramente
provocan síntomas. A veces se observan como hallazgos casuales durante un estudio
histológico de tejido periodontal extirpado por otro motivo.
Reabsorción interna

La reabsorción interna es la forma de pérdida de piezas dentales, que comienza en la


cavidad pulpar del diente intacto, destruyendo la dentina conforme avanza de manera
uniforme hacía la superficie del diente.

La mayor parte de los casos de reabsorción interna suelen permanecer asintomáticas y la


lesión se detecta inicialmente por un punto rosado bajo la superficie del esmalte.

Para entonces suele existir ya una amplia pérdida de la estructura dental que debilita
mucho la pieza y favorece su rotura.

El aspecto radiológico de la reabsorción interna es típico.


Suele manifestarse por un aumento de tamaño fusiforme de la cavidad pulpar de una o
más piezas dentales en la cavidad de la pulpa coronal o radicular.

El estudio histológico del tejido pulpar en la zona de reabsorción del diente intacto revela
un tejido conjuntivo laxo con aumento de la vascularización y escasas afectan a la corona
de los incisivos anteriores y son idiopáticos.

Las piezas afectadas células inamatorias. Si la reabsorción interna se asocia con


exposición por caries, tratamientos pulpares o fracturas lineales, los tejidos pulpares
contendrán un tejido de granulación densamente inltrado por células inamatorias agudas y
crónicas.

Si la reabsorción interna no ha avanzado hasta el punto de debilitar la estructura del


diente, el tratamiento endodóncico suele detener el proceso.

Reabsorción externa:

Es la pérdida de la estructura dental que comienza en la superficie externa y se extiende


hacia la pulpa. Existen varias formas de reabsorción externa.

En piezas erupcionadas suele comenzar en la región cervical y considerarse idiopática;


cuando afecta a la zona radicular media suele deberse a algún incidente traumático, y en
el vértice de la raíz suele ser resultado de una lesión neoplásica o invasión inflamatoria.
Los dientes impactados de larga evolución también pueden sufrir reabsorción.

La reabsorción comienza habitualmente en el esmalte de la corona, con aspecto


moteado, bordes mal definidos y progresión hacia la dentina. Al igual que la reabsorción
interna, el proceso no provoca dolor ni otros síntomas.

Los signos de reabsorción externa de los vértices radiculares pueden distribuirse según
un patrón regional o generalizado por toda la boca.
Estos patrones suelen deberse a movimientos ortodóncicos previos, excesivamente
agresivos, de las piezas dentales. En algunos pacientes la reabsorción apical activa de
múltiples dientes de halla en estado activo.

Esto se debe habitualmente a una forma crónica de oclusión traumática excesiva. Los
dientes trasplantados o reimplantados presentan una elevada incidencia de reabsorción
externa. En el caso del reimplante se ha demostrado que el tiempo transcurrido entre la
extirpación y el reimplante posterior es de la máxima importancia para determinar si la raíz
se acabará perdiendo a causa de una reabsorción externa postimplante.

ATRICIÓN

Es el desgaste dental progresivo y fisiológico de los tejidos dentales duros, sobretodo del
esmalte dental. El desgaste puede llegar a nivel de la dentina y afecta principalmente a
las superficies dentales oclusales, incisales e interproximales.Se manifiesta con la
diminución del tamaño vertical del diente. Está causada generalmente por la masticación
y/o por el bruxismo, es decir, por el contacto de diente con diente. El envejecimiento
también es una de sus causas. La pérdida prematura de piezas dentales y la masticación
unilateral consecuencia de ello, puede provocar la presencia de atrición en algunas piezas
dentales.

Tratamiento.

• Ortodoncia en el caso de mal-posición dental.

• Utilización de una férula de descarga rígida superior en caso de bruxismo.

• Rehabilitación de los espacios sin dientes o edéntulos ante la ausencia o pérdida


prematura de dientes.
Restaurar los dientes perdidos u ausentes es fundamental para una correcta salud oral y
asimismo, para evitar esta patología dental.

También podría gustarte