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Etapas del desarrollo se Freud

Contexto de la Teoría de Freud

Sigmund Freud  era austriaco de origen judío, neurólogo, perteneciente a una sociedad burguesa. En 1885 Freud se
traslada a París para estudiar con el reconocido neurólogo Jean-Martin Charcot, creador de las teorías sobre la histeria.
Freud se interesó por la  evocación de los traumas primarios, enfocándose así en el origen del trastorno, a esto lo
nombró  psicoanálisis.

En sus inicios Freud realiza una tesis sobre la  sexualidad infantil, tema muy controvertido en el ámbito social en el que se
encontraba, incluso hoy en día es una temática difícil de leer al respecto, puesto que la sexualidad sigue siendo en parte
un tema tabú y más si entramos en el terreno de la sexualidad infantil, refiriéndonos al desarrollo de esta desde la
infancia

En sus investigaciones y estudios, Freud encontró pruebas de que la conciencia del ser humano solo es una pequeña
parte de la mente humana, planteó la siguiente división:

La mente humana

---Consciente: Nivel en que los pensamientos y percepciones son plenamente comprendidos y percibidos por la persona.

----Pre consciente: Se constituye por los pensamientos, recuerdos y aprendizaje no conscientes, que requieren de una
atención especial para acceder a ellos con facilidad.

----Inconsciente: Los deseos innatos reprimidos que han escapado a la conciencia.

Estructura psíquica

Freud estableció que la estructura psíquica está compuesta de tres instancias psíquicas que son el Ello, el Yo y el Super
Yo, éstos se encuentran en el inconsciente.

---El Ello (ID ): La parte biológica e instintiva, la que nos lleva a la supervivencia, es nuestro principio primitivo. Regido por
el principio del placer. El Ello es la primera instancia psíquica que aparece en todas las personas. Es decir, está presente
desde el nacimiento, a diferencia de las otras dos estructuras psíquicas de las que hablaremos a continuación (Yo y
Superyó). Por lo tanto, durante los primeros años de nuestra vida es la que rige nuestro aparato psíquico.

El Ello opera a través del principio del placer inmediato. Esta instancia lucha por hacer que la conducta se rija
precisamente por las pulsiones, los impulsos, los deseos o el placer, sin tener en cuenta las posibles consecuencias.

---El Superyó ( súper ego) : Es la parte de moralidad y restricciones, nos integra a la sociedad, marca los límites y los
valores, está regido por el principio del deber ser.

El Superyó aparece aproximadamente a partir de los tres años de edad y surge de aprendizajes asociados a la
socialización e integración de normas. Esta instancia psíquica intenta conseguir respeto en el aparato psíquico por el
cumplimiento de las normas morales. En ocasiones el Superyó presiona para tratar de ajustar la propia personalidad a lo
que se considera correcto y/o perfecto a nivel social. Se encuentra por tanto, en conflicto con el Ello y con el Yo. El Ello
rechaza someterse a todo lo que tiene que ver con la moral, la ética o las convenciones sociales y, el Yo, a pesar de tratar
de aplacar los impulsos, deseos o pulsiones del Ello, también se mueve por objetivos individuales centrados en la
supervivencia y en la adaptación al entorno.

-----El Yo (el ego): La realidad que debe satisfacer los impulsos del ello en el momento en que el objeto esté disponible y
no todo el tiempo pues el superyó va a establecer los límites.

El Yo surge aproximadamente a partir de los dos años de edad. Esta instancia psíquica se rige por lo que en psicoanálisis
se conoce como el principio de realidad. A diferencia del Ello, el Yo nos enfoca a pensar en las consecuencias de nuestra
conducta. Por tanto, en su manera de operar se enfrenta al Ello, al tratar de contener o reprimir su contenido mediante
mecanismos de defensa y, también como veremos más adelante, entra en conflicto con el Superyó al intentar evitar la
posible sensación de “asfixia” que puede provocar la naturaleza restrictiva de éste.

En resumen, el Ello contiene las pulsiones, impulsos y deseos. El Superyó es el conjunto de valores morales y creencias en
las que proyectamos la mejor versión de nosotros mismos y el Yo es el mediador entre el Ello y el Superyó. Intenta
disfrutar y satisfacer las necesidades del Ello pero sin romper las normas del Superyó. Según una aportación de Anna
Freud a esta teoría psicoanalítica, el Yo es un espacio en el que observamos todo lo que ocurre en el Ello y el Superyó.
Cuando el Yo fracasa en esa mediación y no logra encontrar un equilibrio óptimo entre las otras dos instancias es cuando
aparecen síntomas de sufrimiento psíquico.

Teniendo en cuenta todo esto, podríamos hacernos la siguiente pregunta:


¿cuál de las tres instancias puede estar teniendo más peso en nuestra vida?

Etapas Psicosexuales de Freud

La teoría de Freud, pone en primer plano los factores biológicos e innatos. Subraya la importancia de la maduración
física en la interacción del niño con los demás y la importancia de los instintos, o sea de las motivaciones y conductas
naturales y espontáneas. Según Freud, el hombre nace con varios grupos de instintos: autopreservación (respiración e
ingestión de alimentos, entre otros), satisfacción sexual (no solo entiende lo relacionado con esta actividad sino todo lo
placentero) y la agresión. Sostiene así mismo que el ser humano es egoísta. A lo largo de la vida, está regida por la
necesidad de satisfacer esos instintos. Con los años cambian los tipos particulares de satisfacción y la manera de
buscarla.

La teoría freudiana del desarrollo de la personalidad destaca principalmente los efectos de las experiencias de los
primeros cinco años de vida. Durante ese periodo el niño pasa por diversas etapas psicosexuales bien definidas, en las
que los impulsos instintivos orientan su energía, o libido, a determinadas zonas erógenas. El placer se centra
sucesivamente en la boca (etapa oral), en el ano (etapa anal) y los genitales (etapa fálica). El individuo entra después en
un periodo de latencia, que se prolonga hasta la adolescencia, en la cual los impulsos sexuales vuelven a activarse. Si
todo ha marchado bien hasta el momento, el individuo alcanza la madurez psicosexual (etapa genital)

Las experiencias del niño durante estas etapas moldean su personalidad de adulto: si en alguna de ellas no logra resolver
los conflictos psicosexuales, si sufre una gran privación o si lo miman demasiado, hay probabilidades que se fije es esa
etapa. Cuando ocurre eso su desarrollo psicosexual se frena y su carácter se forma a partir del problema no resuelto.
Aunque el desarrollo psicológico continúa, al individuo le seguirá afectando “la falta de solución” del periodo fijado. En
su  conducta influye inconscientemente la necesidad de revivir el conflicto de dicho periodo. Aparece entonces una
conducta inmadura o inadaptada en una persona competente en todo lo demás; sus deficiencias se advierten
principalmente en momentos de estrés. Puede tener regresiones, es decir, retroceder a conductas que le procuraban
placer en un estadio anterior, pero que han dejado de ser apropiadas en su etapa actual de desarrollo. el desarrollo
evoluciona a través de las siguientes 5 etapas  psicosexuales.

ORAL 0 a 18 meses. Interés en las gratificaciones centradas en la boca como: chupar, comer, morder, besar y acariciar,
el bebé siente placer al contacto con la piel materna. El bebé se relaciona principalmente con el entorno   a través de la
boca  obteniendo así el placer. Si el niño disfruta fuertemente por comer en exceso, puede tener una fijación en esta fase
y desarrollar una personalidad oral receptiva que seguirá buscando por medio de la boca. Como el placer de fumar y el
comer de más. El ser una persona crédula, optimista, pasiva, inmadura y una personalidad fácil de manipular son
propias de esta fijación. Por otro lado, si se frustran repentinamente los placeres orales o si el destete es de manera
brusca provocaría la  sensación de pérdida y abandono, si esta transición se llevaba a cabo de una forma brusca puede
quedar una fijación oral agresiva que van a crear una persona que procura el placer siendo agresivamente verbal y
hostil hacia los demás, pesimista, suspicaz y manipulador.

ANAL 18 meses a 3 años. Se distingue por la gratificación al expulsar y retener las heces fecales; cuando los padres
intentan el entrenamiento para el control de esfínteres el niño obtiene aprobación o reacciona con rebelión reteniendo o
soltando, por lo tanto un entrenamiento severo o indulgente puede causar una fijación: Retener las heces desarrollara
fijación anal retentiva: un carácter obstinado, mezquino y compulsivo en orden y limpieza .Rebelarse expulsando las
heces en un momento inoportuno, dejara una fijación anal expulsiva con rasgos de carácter destructivo, Imprudente ,
negligencia, rebeldía, desorganizado cruel, prepotente , y falta de higiene.

FALICA 3 a 6 años Su preocupación inicial está en los genitales; se despierta la curiosidad en los otros cuerpos,
como el de la madre o el padre, y se pone atención en las diferencias y las similitudes. Se establece la diferenciación
psicosexual masculina o femenina y la identificación con el padre o la madre, llevando a cabo exploraciones sexuales o
imitando papeles de adultos. En esta etapa se debiera resolver el complejo de Edipo que conlleva a la identificación con
el progenitor del mismo sexo. Este deseo de posesión de la madre y rivalidad con el padre (aunque Freud hiciera
referencia a las niñas puntualmente y la posibilidad de experimentar este complejo, no consideraba la sexualidad
femenina como tal, por lo tanto, no creía que fuese necesario hablar de ella, de ahí que  sus teorías estén enfocadas en
los hombres) hacía que si la separatividad que sentía con la madre fuese muy fuerte, la personalidad se construiría sobre
un bloqueo emocional, volviendo al adulto  introvertido,  retraído,  tímido  o como Freud calificaba con  complejo de
castración. Por otro lado, si el niño intentaba superar la rivalidad paterna y adquiría rasgos de personalidad del padre,
podía superar este complejo de castración y aproximarse a la aprobación paternal. Este complejo estructura la
personalidad y el deseo humano y sirve para aceptar las normas sociales por parte del individuo. Acontece de los tres a
los seis años de edad.

DE LATENCIA De los seis años al inicio de la adolescencia. Existe una fuerte sublimación espontánea de los
sentimientos libidinales, por razones evolutivas existe para facilitar una integración cultural del sujeto. se caracteriza por
no tener una zona erógena concreta asociada y, en general, por representar una congelación de las experimentaciones
en materia de sexualidad por parte de los niños, en parte a causa de todos los castigos y amonestaciones recibidas. Es
por eso que Freud describía esta fase como una en la que la sexualidad queda más camuflada que en las anteriores. La
etapa de latencia ha estado asociada a la aparición del pudor y la vergüenza relacionada con la sexualidad.

GENITAL La etapa genital aparece con la pubertad y se prolonga en adelante. Se reafirma la identidad sexual del
hombre o la mujer. Está relacionada con los cambios físicos que acompañan a la adolescencia. Además, en esta fase del
desarrollo psicosexual el deseo relacionado con lo sexual se vuelve tan intenso que no se puede reprimir con la misma
eficacia que en etapas anteriores. La zona erógena relacionada con este momento vital vuelve a ser la de los genitales,
pero a diferencia de lo que ocurre en la fase fálica, aquí ya se han desarrollado las competencias necesarias para
expresar la sexualidad a través de vínculos de unión de carácter más abstracto y simbólico que tienen que ver con el
consenso y el apego con otras personas.  Es el nacimiento de la sexualidad adulta,

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