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ION A LA
PERSONALIDAD Y PSICOLOGIA
SUS TRASTORNOS
YAJAIRA M. ACOSTA VALDEZ 2017-0936
Elaboración con su propia palabra un concepto de personalidad.
La personalidad puede sintetizarse como el conjunto de características o patrón de
sentimientos, emociones y pensamientos ligados al comportamiento, es decir, los
pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos y la conducta de cada individuo, que
persiste a lo largo del tiempo frente a distintas situaciones .
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A partir de la lectura del planteamiento de Freud explique de qué forma se
emplean las teorías del autor sobre las motivaciones inconscientes en la
cultura popular.
Realización de un mapa mental con los principales trastornos psicológicos
conductuales tomando en cuenta sus clasificaciones
Que es personalidad:
La personalidad es un constructo psicológico, que se refiere a un conjunto dinámico
de características psíquicas de una persona, a la organización interior que determina
que los individuos actúen de manera diferente ante una determinada circunstancia
Que es libido?
El uso de este término libido, habitual en el día a día, hace referencia al «deseo» o el
«impulso» sexual. Proviene del latín y se usa tanto en el ámbito de la medicina como
en el del psicoanálisis. Desde el ámbito de la medicina, se aplica específicamente
al deseo sexual. De modo que, en líneas generales, los médicos consideran que un
nivel de libido inferior a lo normal presentaría una patología. El criterio que se aplica
es el de atribuir esa menor libido o esa falta de deseo sexual a un trastorno
emocional.
Estructura de la personalidad según Simung Freud y hablar de
cada una
Estructura de la personalidad según Freud
Freud desarrolla distintos modelos de personalidad para intentar comprender cómo
funcionan las diferencias individuales, entre estas teorías, destacamos el modelo
estructural. Dicho modelo separa nuestra mente en tres conceptos: el ello, El Yo y el
Superyo. Esta teoría de personalidad divide la psique humana según las funciones
que desempeña cada elemento.
El Ello
Definimos el ello como la parte más primaria e instintiva del ser humano, el objetivo
principal del ello es satisfacer los impulsos (también conocidos como pulsiones). La
agresividad, el deseo sexual, la búsqueda de placer...todos estos sentimientos se
gestionan a través del Ello y gracias al principio de placer. Este elemento de la psique
humana nos acompaña desde que nacemos y tiene por objetivo cubrir nuestras
necesidades más básicas.
El Yo
Este elemento es el responsable de conectarnos con la realidad que nos rodea,
entendemos pues que el Yo funciona gracias al principio de realidad. El objetivo del
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Yo es satisfacer los deseos del ello utilizando como herramientas la realidad de la que
disponemos. El principio de realidad analiza la situación y toma decisiones en base a
los costes y beneficios de cada acción. El yo regula los instintos y deseos del ello.
El Superyo
El último elemento del modelo estructural de Freud es el Superyo. Este nivel
comprende las ideas éticas y morales de cada individuo. El Superyo también controla
los impulsos del ello, sin embargo, lo hace a través del ideal del yo y la conciencia
moral. Según Freud, este elemento no nos acompaña desde que nacemos sino que lo
aprendemos a través de los padres y otras figuras de autoridad.
Etapas del desarrollo sicosexual según Simung Freud y hablar de
cada una
Según Freud, los impulsos de placer que buscan los niños (y que se rigen
por el Ello) se centran en un área diferente del cuerpo, llamados una
zona erógena, en cada una de las cinco etapas de desarrollo: oral, anal,
fálica, de latencia y genital.
Etapas de la personalidad
Etapa oral: en esta etapa inicial, la zona erógena implicada es la boca. Se
establece desde el nacimiento hasta pasado el primer año. Una frustración en
esta etapa puede generar una personalidad agresiva y reactiva.
Etapa anal: esta fase comprende desde el primer año hasta los cuatro años. Se
caracteriza por experimentar con la retención y la expulsión de heces y centra
su placer en el ano. Un problema durante dicha etapa puede formar a un
individuo muy retraído o, por lo contrario, laxo y derrochador.
Etapa fálica: entre los cuatro y los siete años de edad, según esta teoría, el
infante tiene el foco de placer en el falo y los genitales. Se inician los primeros
actos masturbatorios y una frustración durante este proceso puede desarrollar
el famoso complejo de Edipo y el complejo de Electra.
Etapa de latencia: durante esta etapa (entre los siete años hasta la
adolescencia) no hay un foco de placer erógeno concreto, Freud creía que la
pulsión sexual de dejaba a un lado para permitir al individuo un aprendizaje
correcto del entorno.
Etapa genital: finalmente, durante esta etapa el niño ha crecido lo suficiente y
deja que la pulsión sexual se apodere de su individuo. Es en la etapa genital
donde las personas experimentan con la sexualidad y se reafirman como
hombre o mujer (según su teoría).
Trastornos de personalidad y hablar de cada uno
Tipos de trastornos de la personalidad más habituales
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Podemos distinguir los siguientes tipos de trastorno de la personalidad:
Personalidad antisocial
Las personas que tienen este tipo de personalidad suelen ser muy impulsivas y les
gusta romper las normas. En general, son personas que tienen comportamientos
contrarios a las normas sociales y que ignoran los derechos de otras personas.
No existe una causa concreta para este tipo de personalidad, pero sí diversos factores
que influyen como el genético o el hecho de haber sufrido maltrato durante la
infancia.
Personalidad narcisista
Una persona con este tipo de personalidad tiene una autoestima exagerada, se
preocupa solo por sí misma y no siente empatía por ninguna otra persona. Estas
personas sienten una gran necesidad por ser admirados y se creen especiales.
Personalidad obsesiva-compulsiva
Este trastorno, conocido también como TOC, se caracteriza por una preocupación
excesiva por el orden y la perfección. Las personas que lo sufren no son capaces de
decidir porque tienen miedo de todo y una gran inseguridad.
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Pueden ser personas pedantes y les cuesta expresar sus emociones. Tienen un gran
sentido del deber, así como una rigidez muy elevada.
Personalidad paranoica
Se trata de una alteración de la personalidad en la que se dan momentos en los que la
persona siente una gran suspicacia respecto a otras personas o a sus intenciones. Las
personas que sufren este trastorno no tienen este tipo de comportamiento de forma
continua, sino que pueden tener momentos en los que se manifiestan los síntomas de
la paranoia.
1. Fetichismo
Uno de los tipos de parafilias más comunes es el fetichismo. En estos casos
la persona consigue alcanzar la excitación sexual, e incluso el orgasmo, a través de un
objeto conocido como “fetiche” -que puede ser una prenda de vestir, una parte del
cuerpo en particular o cualquier objeto cotidiano.
2. Pedofilia
Desgraciadamente, la pedofilia se encuentra entre una de las parafilias más comunes
actualmente. También llamada “paidofilia”, en ella la persona
experimenta excitación sexual o erótica a través de actividades o fantasías
con niños.
Habitualmente el objeto de esta parafilia son niños de edades comprendidas entre los
8 y los 12 años, aunque lamentablemente se han llegado a conocer casos en las que se
implicaban a niños todavía menores.
3. Exhibicionismo
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Otra de las parafilias más extendidas a lo largo de nuestra sociedad es el
exhibicionismo, relacionado con la necesidad de mostrar a otras personas los propios
genitales. Sin embargo, en estos casos el placer no es obtenido por este acto es sí,
sino por la respuesta de sorpresa y por la atención del público con el que se
encuentra.
4. Frotismo
En el caso de frotismo, o froteurismo, la conducta sexual parafílica implica
el rozamiento de los genitales, o otras partes del cuerpo, con el de otra
persona sin que esta dé su consentimiento.
5. Masoquismo sexual
El masoquismo sexual es otra de las parafilias más conocidas y, junto con el sadismo
sexual, es también una de las más extendidas. En ella la persona encuentra el disfrute
sexual mediante la participación en actividades sexuales que implican el
padecimiento de algún tipo de dolor físico o moral.
6. Sadismo sexual
En comparación con el masoquismo, en el sadismo sexual la fuente de placer
sexual proviene del acto de infligir dolor a otra persona u otro ser vivo.
Aunque existen una gran cantidad de parafilias relacionadas con el sadismo las más
comunes son la amokoscisia (o placer al castigar a la pareja sexual) o la electrofilia
(excitación al electrocutar a la otra persona).
7. Voyeurismo
Existen también diferentes tipos de voyeurismo; sin embargo, todos parten de la
obtención de excitación sexual al observar a otras personas desnudas o realizando
alguna actividad sexual.
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relaciones sexuales. Sin embargo, existe otra que también se realiza frecuentemente:
el candaulismo, que consiste en observar a la propia pareja manteniendo relaciones
con otras personas.
8. Travestismo
Es necesario aclarar que el travestismo en sí no constituye un tipo de parafilia.
Entendemos por travestismo parafílico aquellas conductas en las que la
persona obtiene cierto placer o excitación sexual al vestirse del género
opuesto o al utilizar alguna prenda concreta.
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Mecanismos de defensa nombrar y hablar de cada uno
Tipos de mecanismos de defensa
Encontramos distintos tipos de mecanismos de defensa, clasificados por diferentes
autores. Sin embargo, en este artículo, nos basaremos en la clasificación empleada
por McWilliams.
3. Control omnipotente
Parte de la base fantasiosa de que el sujeto cree que la fuente de lo que nos sucede es
uno mismo. No se considera que los demás pueden influir en nuestra vida según su
voluntad. Este es un buen método motivador para alcanzar los objetivos que el sujeto
se proponga, sin embargo, a largo plazo no podrá crear relaciones causales lógicas y
reales que le ayuden a alcanzar sus objetivos.
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4. Idealización y desvalorización
En la idealización, el sujeto que emplea este mecanismo muestra un estado de
dependencia hacia otra persona a la cual otorga un valor o poder especial.
Consideran que estos van a poder resolver siempre sus dificultades.
5. Proyección
Con este mecanismo, los sujetos atribuyen sus actos, pensamientos y conductas
propias e inaceptables a otras personas. Es decir, niega que él o ella las haya llevado a
cabo por voluntad propia, sino que ha sido por culpa del exterior que estas se hayan
producido.
6. Introyección
Se incorpora dentro del sujeto un acto o comportamiento que viene ocasionado por
algo que está fuera y que, en realidad es completamente diferente a ese individuo.
Este comportamiento es habitual en etapas de duelo, donde la persona que ha
sufrido la pérdida empieza a adoptar conductas y formas de ser de la persona
fallecida.
7. Identificación proyectiva
Es la base de la que parte el conocido Síndrome de Estocolmo. Las personas tratan de
reducir la ansiedad que sienten identificándose con el agresor. Consiste en la idea de
justificar los actos de la otra persona para evitar el sufrimiento de pensar el daño que
están haciendo.
8. Escisión
Mecanismo en donde se separa el mundo en buenos y malos. Es una forma de
distorsión que ayuda al individuo a resolver ciertas situaciones confusas y
amenazantes. No es para nada raro encontrar a una persona que en este preciso
momento encuentre mala a otra a la cual la semana pasada consideraba como buena.
9. Disociación
Se crea una representación diferente de uno mismo para, de este modo, desconectar
con la experiencia actual. Si los individuos recurren muchas veces a este mecanismo,
pueden llegar a considerar que dentro de ellos existen distintos si-mismos.
Los mecanismo de defensa secundarios: definición
A continuación se expone cada uno de los mecanismos de defensa secundarios:
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1. Represión
La persona es totalmente consciente de lo que está ocurriendo, sin embargo, de
manera voluntaria decide olvidar u omitirlo. Es un mecanismo de defensa
que desencadena en el sujeto un reflejo de inhibición. Por ejemplo, se suele ver en
personas las cuales tienen deseos sexuales considerados inaceptables por el resto de
la sociedad y los reprimen.
2. Regresión
De manera inconsciente, el sujeto vuelve a adoptar conductas y formas de
funcionamiento de su infancia de modo que esto le permita evitar el conflicto al
que se ha de enfrentar. Se considera un mecanismo de defensa fluctuante y habitual
en todas las personas.
3. Aislamiento
Este mecanismo de defensa consiste en separar los pensamientos de las
emociones. Es decir, posible ser consciente y pueden pensar sobre un hecho en
concreto, pero se separa el significado emocional, por lo que este nunca llega a
afectar al individuo. Este mecanismo puede resultar muy útiles para aquellas
personas cuyas profesiones no pueden verse afectadas por sus emociones, como en el
caso de los médicos, jueces, militares.
4. Intelectuación
Es muy parecido al mecanismo previamente descrito, sin embargo, en este caso, la
persona sí que reconoce la existencia de un afecto hacia ese hecho, pero no es capaz
de sentirlo. Se podría decir que la persona reconoce teóricamente el afecto, pero no
le es posible expresarlo en sí mismo. Es decir, se trata la situación de forma cognitiva
y no se conecta con el plano emocional.
5. Racionalización
Necesitan justificar ciertos hechos para evitar entrar en conflicto con ellos
mismos. Mediante este mecanismo, las personas seleccionan de entre todas las
explicaciones y motivos hacia unos actos los cuales son reconocidos como
inaceptables, aquellos los cuales les van a permitir justificarlos.
6. Compartimentalización
Este mecanismo de defensa es empleado por las personas que tienen a la vez dos o
más ideas, comportamientos o actitudes contrarias. De este modo, pueden
permitir que ambas ideas no entren en conflicto y se contradigan en su mente,
sino que existan a la vez.
7. Anulación
El mecanismo de defensa de anulación consiste en, de manera
inconsciente, compensar un sentimiento o emoción dolorosa de modo que
esta quede totalmente anulada gracias a otro comportamiento compensatorio. Por
ejemplo: un hombre que ejerce violencia de género sobre su mujer, le llevará rosas
para anular sus actos agresivos.
8. Volver contra sí mismo
El sujeto redirige aquellas emociones las cuales estaban destinadas hacia
otro sobre su propia persona. No es del agrado de nadie darse cuenta de que no
se puede contar con alguien, por lo que, en vez de sentir rabia hacia ella, el sujeto que
emplea este mecanismo desarrollará este sentimiento hacia él.
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9. Desplazamiento
Este mecanismo parte de la base de la redirección de las emociones desde un
objeto natural hacia otro, ya que, expresarlo sobre el primero de estos puede resultar
demasiado angustioso. Por ejemplo, en un momento de enfado con nuestros padres,
en vez de gritarles a ellos, entramos en nuestra habitación y gritamos sobre la
almohada.
10. Formación reactiva
Las personas con actitudes agresivas e impulsivas tienden a emplear este mecanismo
para adaptar su comportamiento. Se trata de modificar una emoción o impulso
en su contrario. Por ejemplo, el odio en amor, la envidia en gratitud.
11. Inversión
Va relacionada con la interacción de la persona con la situación que
experimenta, pasando de ser un sujeto pasivo de esta en donde sufre las
consecuencias dolorosas a ser alguien activo en ella. Se ve este mecanismo de
defensa en aquellos sujetos que pasan de ser personas dependientes a personas las
cuales necesitan que los demás dependan de ellos.
12. Actuación
Las personas expresan sus deseos o conflictos inconscientes a través de
acciones para de esta forma no tener que ser conscientes de las ideas o afectos que
los acompañan. Se considera un mecanismo de inversión, pero con la adición de la
realización de una acción por parte del sujeto. Dentro de psicología, este mecanismo
es conocido a su vez como acting out.
13. Sexualización
Se transforman las sensaciones de terror o dolor en experiencias
placenteras. Este mecanismo se suele observar en sujetos los cuales son víctimas
de agresiones y depresiones, los cuales para que sus situaciones sean más llevaderas
convierten los malos momentos en situaciones agradables y gratificantes.
14. Sublimación
La sublimación es el mecanismo de defensa maduro el cual permite a los individuos a
canalizar todas aquellas pulsiones (estímulos o impulsos, normalmente de contenido
sexual o agresivo) y orientarlas hacia conductas consideradas aceptables en nuestra
sociedad.
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