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Mayo 2022 Samuel E. Leiva Trincado, 20.038.238-2
Yasaph A. Romero Vásquez, 20.305.059-3
INTRODUCCIÓN
El propósito de este articulo es de realizar una propuesta de desarrollo de los principios éticos
de la bioética tanto en el plano de las relaciones individuales como en las relaciones
institucionales y sociales. Se parte de la elaboración de algunos datos que resaltan las
inequidades y desigualdades en la atención de salud de los diferentes países latinoamericanos,
como datos éticamente relevantes a la hora de profundizar en las exigencias del principio de
justicia, con el estudio de las propuestas de Rawls y de la ética dialógica.
Según los datos el informe sobre el estado de salud en el mundo de la OMS, 2006, la media de
esperanza de vida al nacer en Latinoamérica se sitúa en 71,3 años, bastante por debajo que la
de USA y entre otros países. En las cifras de mortalidad de menores de 5 años son aún
mayores, esto se debe a los a los pocos ingresos de cada país, aunque no siempre una buena
inversión supone directamente una mejoría. Si analizamos los recursos de profesionales de la
salud podemos encontrar muchas desigualdades en variados países teniendo como promedio
menos de 2 médicos por habitantes y cuba se destaca con casi 6 médicos por habitantes.
América latina convive en un estado de bienestar incompleto, que se refleja en las diferencias
de vida o calidad según los sectores sociales que este referida en donde junto con el caribe
tienen entre un 20% y 25% de total de población que no tiene acceso a sistema de salud.
Lo más importante son las desigualdades dentro de cada país, donde convive generalmente
una medicina de primer grado para una minoría, con un sistema de salud insuficiente para la
mayoría de la población. Para mejoras estas desigualdades la comisión sobre Determinantes
Sociales en salud propuso mejorar las condiciones de vida de las personas, luchar contra la
distribución desigual del poder y medir la magnitud de los problemas de inequidad de cada
país.
Apel y Habermas siempre han defendido el carácter cognitivista de su ética, la normativa moral
y la legalidad política han de establecerse y justificarse racionalmente. Rawls el pluralismo
razonable que habla Rawls pretende apoyar los principios de justicia sobre el consenso
entrecruzado. Habermas en cambio, acaba reconociendo que, aunque distintos y es una
distinción que de ninguna manera debe perderse. MacIntyre además de recordar el papel de
las virtudes en el ejercicio de la razón práctica, enfoca la justicia como virtud. Walzer habla de
Certificación Bioética Social Camila C. Cifuentes Muñoz, 19.807.869-7
Mayo 2022 Samuel E. Leiva Trincado, 20.038.238-2
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la convergencia en lo justo a la que se accede desde las concepciones del bien de las distintas
morales de máximos.
Las soluciones pluralistas como la de Thévenot ofrecen recursos más amplios para la lucha
contra la exclusión. Ricoeur ha ido más allá en la fundamentación de la justicia en la
justificación, tratando de la relación entre el amor y la justicia. Pérez Tapias a través de Ricoeur
y Levinas se acerca a una fundamentación distinta de la justicia y sobre todo de la necesidad
de ir mas allá de la justicia con la apertura al otro como fundamento de cualquier praxis mora.
Es una tarea incentivar lo que nosotros somos en vista de lo que queremos ser, según afirma
Arpini. En los países de Latinoamérica nos encontramos con egoísmo y violencia,
desigualdades económicas y políticas que no permiten una interacción con la ciudadanía.
La ética y la bioética se ha centrado en dos temas: La preocupación por los derechos humanos,
en donde en una postura analogista se puede lograr que, sin renunciar a los derechos
individuales, se den derechos humanos colectivos, que hagan justicia a las necesidades y
aspiraciones de los pueblos. Los derechos humanos vistos desde la moral son derechos que
recibe el hombre por el hecho de ser hombre y va más allá de la jurídicas.
Desde la antropología de la convivencia se puede implementar como los seres humanos nos
reconocemos unos a otros tales como humanos y que estrategias empleamos para convivir y
recrear continuamente nuestras identidades, construyendo así las identidades colectivas.
REFLEXIÓN FINAL
La bioética tiene la obligación de ayudar a crear una cultura de justicia en Latinoamérica que
facilite la equidad y la protección de los sectores de población más empobrecidos y
marginados y en el empoderamiento de los sectores vulnerables.