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INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA - GUIA DE CLASE

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ESTUDIOS ACTUALÍSTICOS EN ARQUEOLOGÍA.


ETNOARQUEOLOGÍA Y ARQUEOLOGÍA
EXPERIMENTAL

Introducción

Naturaleza de la información arqueológica

La Arqueología es la única ciencia social que no tiene acceso directo sobre el


comportamiento humano que estudia. Toda inferencia se realiza a partir de los restos materiales
fabricados, usados y abandonados por sociedades o grupos humanos que hoy ya no existen.
Es importante visualizar la evidencia arqueológica como una asociación de objetos que se
encuentra en el presente - (estática – Contexto arqueológico) - , pero que fue generada en el
pasado - (dinámica – Contexto Sistémico) – de una manera desconocida para el investigador
Los objetos, por sí mismos, no pueden contarnos nada acerca del pasado, porque el
pasado no existe. No podemos tocar el pasado, verlo o sentirlo; ha muerto y desaparecido.
Nuestros objetos pertenecen en realidad al presente. Existen en el ahora y aquí.
Pueden o no haber sido hechos y usados por gente real miles de años atrás, pero la
comprobación de la fecha de su manufactura y uso es, asimismo, una comprobación que hacemos
en el presente. Hasta que inventemos una máquina del tiempo, el pasado existe únicamente en las
cosas que decimos sobre el mismo. (Aguerre y Lanata, 2004)
La tarea de los arqueólogos es investigar el pasado. Queremos saber qué pasó entonces.
Nuestras fuentes materiales – huesos, piedras, utensillos- están en el presente, y el pasado que
construimos también pertenece al presente.

El abismo entre presente y pasado


Uno de los problemas fundamentales de la arqueología se resume en la Figura 1. La
cuestión parece simple: tenemos un material arqueológico obtenido de la excavación y
planteando las preguntas adecuadas esperamos obtener del mismo información sobre el pasado.
Hay un abismo entre pasado y presente, un abismo que los arqueólogos han de franquear de
alguna manera aunque no pueden hacerlo de una forma segura o definitiva. De lo contrario, existe
el peligro de quedarse en un mero diletantismo de anticuario; una mera recolección de objetos sin
más (Johnson, 2001).

PRESENTE ABISMO PASADO

Testimonios, hechos, ruinas, Nuestro objetivo: Procesos en el


piedras, cerámica, restos del mundo pasado, “dinámicas culturales”,
de los arqueólogos. “modos de vida”,
“lo que sucedió” “actividades sociales”.

Figura 1. El abismo entre presente y pasado (tomado y simplificado de Johnson, 2001)

Es fácil caer en la trampa de creer que la mera presencia física de material arqueológico
puede por sí mismo decirnos alguna cosa sobre el pasado. Falso. Nunca conoceremos cómo
sucedieron las cosas realmente; sin embargo, porfiamos para poder escribir el mejor relato sobre
el pasado, un relato que es informado por las pruebas obtenidas y que procuramos que sea
coherente y satisfactorio.
La cuestión de cómo enlazar presente con pasado se planeó en su forma más explícita con
la “Nueva Arqueología” de los años sesenta y setenta.

La Nueva arqueología y el surgimiento de los Estudios Actualísticos

Como Vimos en la Unidad 3, durante la década de los 70´s se produce dentro de la


Arqueología Norteamericana un movimiento conocido como “Nueva Arqueología” que propone
un nuevo marco teórico - metodológico buscando superar la arqueología meramente descriptiva
practicada hasta entonces por otra más “científica” con métodos y técnicas de carácter riguroso a
semejanza de las ciencias naturales y duras.
Desde sus comienzos, la Nueva Arqueología puso gran énfasis en la explicación – en
concreto, de cómo se formó el registro arqueológico y qué significan las estructuras y artefactos
excavados en relación al comportamiento humano -. Se comprendió que uno de los modos más
efectivos para resolver estas cuestiones sería estudiar la cultura material y el comportamiento de
las sociedades vivas.
Entre los principales representantes de esta nueva corriente encontramos a investigadores
como L. Binford, I. Hodder y otros más recientes como Shank por mencionar solo algunos de los
más conocidos.
Así, Binford (1981) plantea la creación de una “Teoría de Alcance Medio” o de “Rango
Medio”, la cual propone la utilización de los datos etnográficos para establecer relaciones válidas
entre fenómenos arqueológicamente observables y comportamientos humanos imposibles de
observar arqueológicamente
Los estudios de alcance medio buscan analizar las relaciones existentes entre el
comportamiento pasado (dinámico) y el los materiales que forman el registro arqueológico (de
carácter estático).
Comprender esta la relación existente entre los restos materiales y los comportamientos
que los produjeron requieren de la observación de ambos aspectos (estático – dinámico) en forma
simultánea. La conclusión lógica de este razonamiento es que el único lugar dónde podemos
observar comportamiento y registro arqueológico es el mundo actual presente, el aquí y ahora.

¿Qué son los Estudios Actualísticos?

Esta nueva forma de mirar y analizar el pasado, implicó el desarrollo de un Cuerpo


Metodológico nuevo, denominado “Estudios Actualísticos”, por cuanto se llevan a cabo en el
presente.
Estos estudios actualísticos permiten generar marcos generales de referencia y esquemas
conceptuales sobre el comportamiento humano y su relación con los productos materiales
generados en diferentes contextos. Es decir, son “herramientas” metodológicas útiles para
interpretar e intentar explicar un registro arqueológico sumamente complejo.
Este Cuerpo Metodológico está formado por: la Etnoarqueología, la Arqueología
Experimental y la Tafonomía
En esta clase nos ocuparemos solamente de los dos primeros, dejando para más adelante
a la Tafonomía. Solo mencionaremos ahora que la misma constituye el eje transversal que articula
las dos primeras e involucra el estudio de las transformaciones que sufre un objeto desde su
abandono hasta que es recuperado (permitiendo evaluar el grado de integridad del registro).

Comportamiento del pasado (Dinámico)

Etnoarqueología
Teoría de Rango Medio Estudios Actualísticos Arq. Experimental
Tafonomía
(Relaciona lo estático con lo dinámico)

Registro arqueológico (Estático)

Generan marcos generales de referencia


y esquemas conceptuales sobre lo dinámico
para relacionarlo con lo estático.

Fig. 2 Relación entre Estudios Actualísticos y Teoría de Rango Medio

Los Estudios Actualísticos surgen en el marco de “La Nueva Arqueología” pero se


proyectan con diferentes matices y orientaciones particulares – procesuales, post procesuales -
hasta el presente, constituyéndose en un cuerpo metodológico propio que ha impactado
profundamente en la práctica de la arqueología contemporánea.
- Antes de pasar a definir cada unos de ellos veremos que es lo que tienen en común, además de
ser, cómo dijimos, llevados a cabo en el presente.

El rol de la Analogía en los Estudios Actualísticos

En mayor o en menor medida, todos los Estudios Actualísticos hacen uso de la Analogía
como herramienta conceptual para establecer las relaciones entre contexto sistémico y contextos
arqueológicos.
Cuando se hace una observación de una situación determinada y se la proyecta en otra,
hacemos una analogía.
Todo razonamiento analógico se funda en el principio de uniformidad, concepto surgido
de los estudios geológicos de Hutton en el s. XVIII. Según este principio, se da por sentado que los
procesos que actúan en el presente son similares a aquellos que han actuado en el pasado.
Este razonamiento permite, en nuestro caso, que la información que obtenemos de
observaciones actuales pueda ser empleada para comprender el registro arqueológico. El empleo
de la analogía en las ciencias ha generado controversias. Para algunos sólo cumple un papel
heurístico en la generación de hipótesis o modelos (Hempel), mientras que para otros puede ser
parte de la explicación (Bunge).
La arqueología no ha escapado a este debate. Considerada inevitable por algunos en el
quehacer arqueológico, ha sido criticada por otros. Por ej. Gould (1986), solo le atribuye la
posibilidad de sugerir hipótesis pero no la de justificarlas. Para Binford (1981), el razonamiento
analógico sirve para la construcción de teoría pero no es un fin interpretativo en sí mismo.
Al margen de las diferentes posiciones, la analogía, y principalmente la etnográfica, ha servido
para adjudicar función a materiales arqueológicos. Por medio del razonamiento analógico,
artefactos de función conocida en sociedades etnográficas se emplean para caracterizar otros de
forma similar encontrados en contextos arqueológicos. Esta analogía directa basa sus inferencias
en el grado de similitud entre la fuente etnográfica y el objeto comparado.

La Etnoarqueología

Lo que algunos investigadores han propuesto para comprender la compleja relación


existente entre la conducta humana y los restos materiales producidos por sus actividades es la
observación del comportamiento en contextos sociales actuales que presenten niveles de
complejidad comparables con los encontrados arqueológicamente.
Esta idea de observar a las sociedades actuales como una ayuda para la interpretación del
pasado no es nueva. Desde fines del siglo XIX la analogía etnográfica sirvió como fuente para la
interpretación del registro arqueológico, mediante el método de los “paralelos etnográficos” o
“antepasados vivientes” se intentó relacionar a las sociedades “primitivas” con las poblaciones del
pasado.
Solo a partir de mediados de los ´70 s, arqueólogos “Procesuales”, ven la necesidad de
estudiar grupos no occidentales, ya no con una perspectiva etnográfica como antes, sino con una
arqueológica, que ponga especial énfasis en el registro material y que no implicase una
transposición mecánica de los hechos contemporáneos para explicar hechos del pasado. Ahora
son los propios arqueólogos, en lugar de los etnógrafos o los antropólogos los que llevan a cabo
estas investigaciones en las sociedades actuales. (Ej. Gustavo Politis en Colombia). Se distingue de
la Etnografía en su explícita atención hacia los fenómenos arqueológicos, pero comparte la
metodología de la observación sistemática de sociedades vivientes, diferenciándola de otros
estudios actualísticos (Tafonomía y Arqueología Experimental).

Se ha definido a la Etnoarqueología como “… el estudio en el presente de las relaciones entre


las conductas humanas y sus consecuencias materiales (Aguerre y Lanata, 2004)

Otros autores proponen definiciones más amplias y definen a la Etnoarqueología como:

“… la observación etnográfica desde una perspectiva arqueológica de la interrelación entre el


comportamiento humano, la cultura material y sus residuos materiales; su intento es el
descubrimiento de los procesos sociales que existen dentro de las sociedades actuales, los cuales
pueden ser útiles en la formación de modelos que eluciden la naturaleza de la cultura material en
contextos arqueológicos específicos”. (Zeidler, 1983: 158)

Desde esta perspectiva, los estudios arqueológicos se conciben con el fin de investigar los
procesos involucrados en la creación del registro arqueológico. La utilidad de estos modelos reside
en la posibilidad de plantear hipótesis y generar ideas sobre los mecanismos o los
comportamientos que afectan y/o intervienen en la producción y dispersión de los artefactos.
Advertencia: No debemos trasladar las situaciones observadas etnográficamente a casos
arqueológicos específicos, ni aún en aquellos casos en que haya sido constatada la existencia de
conexiones históricas o una tradición compartida.
Debe quedar claro que la finalidad de estos estudios no es la de contrastar hipótesis ni la de
validar nuestras inferencias arqueológicas, sino la de generar una serie de expectativas a cerca de
la forma de actuación de una serie de factores responsables en introducir variabilidad en los
conjuntos arqueológicos.
Las preguntas que guían este tipo de investigaciones se originan en problemas arqueológicos y
deben contribuir a aumentar nuestra comprensión sobre el registro arqueológico, al permitir
obtener generalizaciones sobre comportamientos, actividades y la evidencia material resultante,
las que pueden ser utilizadas como fuentes de hipótesis de una investigación arqueológica.
Las dos maneras principales en que la observación de prácticas actuales puede servir a la
arqueología son resumidas por Nielsen (1997- 98: 164):
1) Ofreciendo Hipótesis razonables sobre el comportamiento pasado, que pueden ser
contrastadas en contextos específicos mediante información arqueológica
independiente.
2) Identificando relaciones generales entre las formas específicas de conducta y sus
consecuencias materiales.

Arqueología Experimental

La arqueología experimental es una disciplina que implica la replicación o recreación, el


análisis y/o la interpretación de materiales arqueológicos a través de los medios de la
investigación científica. Al igual que la Etnoarqueología es un área de investigación dónde el
presente es usado para servir a la interpretación del pasado.
Posee un largo desarrollo que se inicia en el siglo pasado, en Europa, dónde los investigadores
confeccionaban instrumentos similares a los que se recuperaban en los yacimientos paleolíticos.
Tiene su auge y es sus supuestos metodológicos definidos a partir de la década del ´60.
A diferencia de la Etnoarqueología, en la que el arqueólogo es un observador, en la
Arqueología Experimental el propio investigador es el que realiza la experiencia.
Muchos de los experimentos realizados en arqueología están estrictamente vinculados con
inferencias sobre aspectos conductuales de las sociedades del pasado, aunque también se han
utilizado para el análisis de fenómenos naturales vinculados con la formación del registro
arqueológico (superposición con los estudios Tafonómicos).
La finalidad de estos estudios radica en conocer tanto la manufactura de materiales como los
comportamientos humanos que están involucrados en el proceso, uso, descarte, deterioro y
recuperación de los restos materiales.
Permite observar posibles pasos y gestos técnicos, así como los vestigios resultantes que
quedan de las actividades realizadas, y compararlos con los artefactos arqueológicos. Esto ayuda a
la construcción de modelos explicativos e interpretativos.
Los experimentos, deben poseer rigurosidad científica, con objetivos y metodologías claras y
explícitas y deben tener la posibilidad de repetirse. Deben poseer asimismo un alto control de las
variables involucradas. Al igual que en los análisis etnoarqueológicos, el uso de la experimentación
no es realizado con la intención de traspasar mecánicamente los resultados arqueológicos
encontrados en el presente hacia el pasado, sino que la experimentación se convierte en una
herramienta para proponer hipótesis que nos permitan interpretar situaciones arqueológicas.

Dr. Julián Gómez Augier

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